Download El mundo de Sofía (1999) de Erik Gustavson basado en el libro de

Document related concepts

Empédocles wikipedia , lookup

Transcript
EL MUNDO DE SOFÍA
Texto del CDROM basado en el libro de Jostein Gaarder
MITOS
Los mitos son relatos tradicionales, frecuentemente sobre dioses o criaturas del reino animal, que pretenden
explicar por qué el mundo es como es. Los pueblos de todos los tiempos y culturas se han topado con una vida
llena de misterios: cómo empezó el mundo, por qué se mueve el sol por el cielo, qué hace que las cosas crezcan,
por qué las plantas mueren en invierno y renacen en primavera, por qué hay terremotos, dónde van las personas
cuando mueren, etc.
Intentando encontrar una explicación a cuestiones como éstas, los diferentes pueblos han ido creando vistosos
cuentos que llegaron a convertirse en parte fundamental de sus culturas. Y las respuestas a las difíciles
preguntas de la vida fueron pasando de generación en generación en forma de mitos. Incluso se podían
encontrar similitudes entre las leyendas de sociedades muy diferentes, como entre la mitología griega y nórdica,
respecto a los temas universales, como la vida después de la muerte y el origen del mundo.
Los mitos eran algo más que simples historias narradas. Cada cultura tenía sus propios actos religiosos o ritos
asociados a los mitos. éstos podían abarcar desde la escenificación de leyendas famosas hasta el ofrecimiento de
sacrificios a los dioses para recibir a cambio algún tipo de bendición, como una buena cosecha o una victoria en
una batalla.
Las explicaciones mitológicas del Universo son diferentes a las dadas por la filosofía, las cuales se basan en la
experiencia y en la razón. Los filósofos griegos buscaron explicaciones naturales, no sobrenaturales. Creían que
los mitos nunca nos llevarían al verdadero conocimiento de la realidad y criticaban las narraciones de Homero
porque asociaba a los dioses los mismos errores que a los seres humanos.
Mitología griega
Antes de que aparecieran los primeros filósofos de la Antigua Grecia, la imagen predominante del mundo era la
mitológica. ésta se iba enriqueciendo a través de los siglos y era trasmitida de generación en generación. La
mitología griega fue completamente desarrollada hacia el 700 a. de C., cuando Homero y Hesíodo dejaron
escritas varias colecciones de mitos, siendo las más famosas La Ilíada y La Odisea, de Homero.
Algunas de las posibles explicaciones al desarrollo de la mitología griega sería que los dioses representaban
fenómenos naturales, como la luna o el sol, o la existencia de unos héroes a los que se glorificaba. Los dioses
griegos se asemejaban a los humanos en su forma. Además, mostraban sentimientos humanos, a veces
llegándose a mostrar tan egoístas como cualquier mortal. Sus narraciones son de una "época heroica", cuando
los hombres y mujeres tenían extraordinarios poderes. Y, como en la mayoría de las culturas, presenta mitos
que explican la creación del universo y de la humanidad.
Los dioses más importantes eran Zeus, las divinidad suprema, y su esposa Hera, Atenea, diosa de la sabiduría;
Artemisa, la diosa de la caza y de la luna, y su hermano Apolo; Afrodita, la diosa del amor; Dionisio, el dios del
vino y el placer; Hermes, el mensajero de los dioses. Los rituales que involucraban a los dioses eran un aspecto
importante del modo de vida de la Antigua Grecia, aunque las creencias y prácticas variaban bastante, pues no
había una estructura formal ni organización religiosa.
Mitología nórdica
Los vikingos eran los antepasados de lo que hoy son los modernos escandinavos: noruegos, suecos y daneses.
Los vikingos plasmaban en su mitología la constante lucha entre el bien y el mal ("las fuerzas del caos") en la
Tierra mediante relatos de batallas entre los dioses, los cuales intentaban mantener el orden en la Tierra, y los
poderes malignos, que intentaban destruirla. Estas luchas de buenos y malos mantenían el Universo
equilibrado. El jerarca era el dios Odín, dios de la guerra también asociado a la sabiduría, la poesía y la magia.
Otras deidades importantes eran Freya, la mujer de Odín, y su hijo Tor, el dios del trueno.
El árbol de Igdrasil
Los vikingos creían que el mundo estaba formado por muchas capas. Estas capas permanecían unidas gracias a
un enorme fresno o tejo, llamado Igdrasil, que crecía desde las profundas tinieblas hasta los cielos. Igdrasil era
el perpetuo árbol de la vida, el tiempo y el universo. Alzándose hacia el cielo se encuentra la rama más larga, la
llamada Lerad. Encima de ella hay encaramada un águila, vigilando todos los incidentes del mundo que tiene
debajo e informando de ellos a Odín. También viven en el árbol, además del águila, cuatro ciervos y una ardilla.
En las profundidades de la tierra, un dragón y unos gusanos roen maliciosamente las raíces del árbol, pues
saben que la muerte de Igdrasil supone la caída de los dioses.
En medio del cosmos se encontraba el Midgard, donde vivían los animales y las plantas. El Midgard estaba
rodeado por el mar, detrás del cual se extendían las montañas de la región de Jotunheim, tierras de los pérfidos
gigantes, que recurrían a todo tipo de argucias para destruir el mundo. En la mitología nórdica, como en tantas
otras culturas, las personas se encontraban con un precario equilibrio entre las fuerzas del bien y las fuerzas del
mal.
Åsgard era la morada de los dioses, a la que se podía llegar solamente cruzando el puente Bifrost, el arco iris. En
el Åsgard se encontraba el palacio de Valhala, donde pasaban su tiempo batallando y festejando los guerreros
muertos en batalla, en espera que llegue el día en que tengan que luchar por sus dioses contra los poderes de la
oscuridad. Después de morir, todo aquel que no fuera al Valhala iba al Niflheim, un frío y nebuloso submundo,
donde permanecería durante toda la eternidad. En otra de las partes de los infiernos se encuentra la morada del
gigante de fuego Surtur, que espera junto con el resto de dioses malignos el día en que consigan ascender y
destruir el mundo.
Tor
Tor, hijo de Odín y dios del trueno, fue el dios más fuerte y uno de los más importantes de la mitología nórdica
(escandinava). Se creía que Tor viajaba por el cielo en un carro tirado por dos machos cabríos. Cuando agitaba
su martillo, había truenos y rayos. La palabra noruega "thor-døn" (truenos) significa "ruidos de Tor". Cuando
Tor agitaba su martillo, como hemos dicho, había truenos y rayos. Y cuando hay truenos y rayos suele llover.
Así, la explicación mitológica a la lluvia era que Tor agitaba su martillo. Y cuando llovía, todo crecía bien en el
campo, por lo que se le acabó venerando como el dios de la fertilidad, vital para la comunidad agrícola. Tor era
particularmente popular entre los campesinos.
Pero Tor también era un personaje central en las continuas batallas entre los dioses y sus enemigos,
representados por las fuerzas del caos en la existencia humana. Su martillo tenía poderes especiales y era un
arma clave en las luchas, pues podía matar a muchos y, seguidamente, regresar a sus manos, como si fuera un
bumerán. Se han contado numerosas historias sobre la muerte por Tor de gigantes y monstruos, como la
serpiente del Midgard.
Se creía que los mortales no deberían esperar que los dioses intervinieran para evitar desastres como una sequía
o plaga. En vez de eso, deberían actuar por sí mismos realizando diferentes ritos y ceremonias. En particular, los
sacrificios a los dioses aumentaban su poder, dándoles más fuerza para conquistar las fuerzas del mal. Los
mortales podían conseguir este efecto sacrificando un animal a un dios. El ofrecimiento que se solía hacer a Tor
era una cabra, mientras que el que se solía hacer a Odín podía llegar a ser un ser humano.
Orión
Orión era un gigante de la mitología griega, tan enorme que podía andar por las profundidades marinas sin
mojarse el pelo de la cabeza. Orión era hermoso y un cazador famoso. Se dice que se enamoró de una doncella,
la hija de un rey, y ayudó a su padre a limpiar la isla de las peligrosas bestias salvajes. Orión pidió la mano de su
amada, a lo cual se negó el rey. En un ataque de borrachera, Orión intentó raptar a la doncella, por lo que su
padre tuvo que invocar al dios Dionisio, que cegó al gigante. Siguiendo el consejo de un oráculo, Orión viajó
hacia el este y dejó que los primeros rayos del sol naciente entraran por sus ojos. Recuperó la vista y se marchó a
Creta a vivir con Artemisa, la diosa de la caza.
Orión fue asesinado por Escorpio, el escorpión. Existen varias versiones sobre su muerte. Unos dicen que
Artemisa envidiaba las artes de Orión con el arco y envió al escorpión para que le picara. Otros dicen que Orión
violó a Artemisa y la diosa (que en algunas versiones era la hermana de Apolo) vengó el ataque. Incluso hay
otras versiones que afirman que Artemisa estaba enamorada de Orión y que el celoso Apolo hizo que el
escorpión matara al amante de su hermana. Pero en lo que todos concuerdan es en que, después de la muerte de
Orión, éste fue puesto en el cielo en forma de constelación, como lo fue Escorpio, que siempre perseguirá al
cazador a través de los cielos. Algunos dicen que Artemisa puso a Orión en el cielo por su amor, aunque otros
afirman que fue para recordar a los mortales que los dioses eran celosos y vengativos.
Deméter
La leyenda de la diosa de la fertilidad, Deméter, y su hija Perséfone es uno de los mitos griegos más antiguos,
siendo particularmente importante para los atenienses. Cuando Perséfone fue raptada por Hades, el señor de
los infiernos, el dolor de Deméter fue tan grande que se olvidó de la tierra. Las plantas no crecían y el hambre
devastaba las tierras, mientras Deméter vagaba descalza y hambrienta por el mundo en busca de su hija. Zeus, el
rey de los dioses, intervino para salvar a la humanidad de su extinción y persuadió a Hades para que devolviera
a Perséfone a su madre. Decretó, sin embargo, que Perséfone debería volver a Hades cuatro meses al año.
Durante esos meses, Deméter convertía la tierra en un sitio frío y estéril, por lo que su pena, se creía, era la
causa de que apareciera el invierno. Cuando volvía Perséfone de nuevo con su madre, Deméter, en su alegría,
hacía que la tierra volviera a la vida y que las plantas empezaran a crecer. ésta era la razón por la que aparecía la
primavera.
Los griegos representaban este mito ritualmente. Descalzos y hambrientos como Deméter, hacían una
peregrinación, recorriendo los templos de la diosa, donde participaban en rituales secretos. Inicialmente, éstos
se realizaban para asegurarse una primavera generosa. Hacia el cuarto siglo a. de C., sin embargo, los griegos
empezaron a interpretar la leyenda como algo más que una explicación a la aparición de las estaciones y la
celebración de la primavera. Creían que Perséfone bajaba a las profundidades de la tierra como una semilla y
que cada primavera renacía, venciendo a la muerte. Postreramente, se creía que los rituales asociados con
Deméter permitían que las almas renacieran después de la muerte, como Perséfone.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Destino - Fe en el destino: para la superstición fatalista que subyace en muchos mitos.
2
Filósofos de la naturaleza - Cambios naturales: para la sustitución de los mitos.
Historia:
Antigua Grecia - Perspectiva: para la religión griega.
Siglo XIX - Cultura: para lo cuentos populares.
Antigua Grecia - Perspectiva
El periodo clásico de la Antigua Grecia alcanzó su apogeo en Atenas aproximadamente en el año 450 a. de C. y
duró hasta el reinado de Alejandro Magno al final del siglo IV a. de C. Fue un periodo de extraordinarios logros
intelectuales, culturales y artísticos que iban a influir notablemente en el desarrollo de la civilización occidental.
El alcance de esta influencia es casi ilimitado, afecta a todos los aspectos de la existencia humana incluyendo la
filosofía, la política, las matemáticas, el teatro y la arquitectura. Palabras como política y democracia, historia y
economía, biología y física, matemáticas y lógica, teología y filosofía , ética y sicología proceden de este periodo.
Estas perdurables contribuciones al progreso humano se originaron en un mundo cuyas fronteras eran mucho
más pequeñas que las que conocemos hoy. La visión que los antiguos griegos tenían del mundo que les rodeaba
podemos verla en los mapas del historiador Heródoto. Estaban familiarizados con el Mediterráneo debido al
comercio y a los asentamientos, especialmente en Sicilia y el sur de Italia, pero su conocimiento del interior era
relativamente limitado. Ellos conocían que tras Gibraltar estaba el Atlántico, pero tenían poca idea de la
superficie total del océano. Heródoto también relató un viaje por áfrica pero, al contrario que con otras regiones,
fue incapaz de ofrecer detalles de sus gentes, plantas o animales.
Las griegos también desarrollaron un concepto del sistema solar que, aunque basado en un error fundamental,
iba a prevalecer en la astronomía europea durante casi dos mil años. Según Platón, que estaba influenciado por
los seguidores de Pitágoras, la tierra era una esfera alrededor de la cual el sol, la luna y los planetas giraban. Más
tarde, Tolomeo desarrolló esta teoría en el periodo helenístico, y no fue hasta el siglo XVI cuando el concepto
heliocéntrico del universo surgió como un serio reto a las viejas ideas.
En Grecia durante muchos siglos se desarrolló una religión basada en relatos sobre los dioses heredados de
generación en generación. Entre los dioses más importantes estaban Zeus, el dios padre, su mujer Hera, Atenea,
Artemisa y Apolo. A pesar de sus poderes sobrenaturales, eran esencialmente humanos en cuanto a forma y
comportamiento; esta tendencia a humanizarles encontró su máxima expresión en el arte y la cultura de la
Grecia clásica. Filósofos e intelectuales podían no creer en los dioses, pero la mayor parte de la población
aparentemente lo hacía, y durante el periodo clásico existía todavía un considerable respeto por la religión
tradicional. En el año 399 a. de C. Sócrates fue condenado a muerte por su actitud impía hacia estos dioses, una
víctima propiciatoria tras la derrota de Atenas en la gran guerra contra Esparta (Guerra del Peloponeso).
Posiblemente el legado más duradero de la civilización griega haya sido la democracia que se desarrolló en
Atenas, con asambleas populares y tribunales de justicia. Se convirtió en esencial para los atenienses dominar el
arte de la oratoria para convencer a sus conciudadanos de sus argumentos políticos. Educación, grupos de
debate y escuelas de filosofía proliferaron a medida que los atenienses se implicaban en los procesos políticos.
Aunque en Atenas la democracia estaba al alcance de menos de la mitad de la población, pues las mujeres y los
esclavos estaban excluidos, sembró las semillas de las moderna democracia que conocemos hoy en día.
Ver también:
Helenismo y Roma - Descubrimientos: para la visión del universo, Tolomeo.
Renacimiento - Perspectiva: para un repaso de la cultura clásica, una visión del universo.
época barroca - Perspectiva: para la visión del universo.
Sócrates - La vida de Sócrates: para el procesamiento de Sócrates.
Mitos - Mitología griega: para la religión griega.
Antigua Grecia - Política
Los griegos inventaron la política tal como la conocemos hoy en día. Crearon instituciones para debatir los
asuntos de la comunidad y decidir posibles actuaciones. Incluso el vocabulario del debate político es griego:
"política" por ejemplo procede de la palabra griega polis, que significa ciudad, y "democracia" de los
términosdemos, o pueblo, y cracia, o soberanía; es decir, soberanía del pueblo.
La Antigua Grecia estaba dividida en distintas ciudades-estado que compartían la lengua , la religión y la cultura
pero se diferenciaban enormemente en su experiencia política. Los conceptos de monarquía, democracia y
oligarquía (forma de gobierno en la cual el poder supremo es ejercido por un reducido grupo) proceden de la
Antigua Grecia.
Entre las ciudades importantes Esparta era una oligarquía, aunque en el grupo dirigente existían reyes
hereditarios; mientras que Atenas tenía el gobierno más democrático, alcanzando su máxima expresión bajo el
liderato de Pericles en el siglo V a. de C. Las decisiones políticas en Atenas se tomaban por votación mayoritaria
de todos los ciudadanos varones. Actualmente, la exclusión de las mujeres, esclavos y extranjeros podría parecer
primordial, aún así en el contexto de su época los logros atenienses continúan siendo extraordinarios
3
El periodo clásico en la Antigua Grecia comienza en el siglo V a. de C. con el rechazo de dos invasiones persas. A
mediados de este siglo se produjo el mayor desarrollo de la civilización ateniense. Durante este periodo se
construyó el Partenón, los grandes dramaturgos escribieron y representaron sus obras y el debate filosófico
floreció encabezado por Sócrates.
La supremacía política de Atenas, sin embargo, duró poco. Atenas construyó un imperio sostenido en parte por
ciudades débiles que pagaban por la protección contra la amenaza persa. Cuando esta amenaza disminuyó,
Atenas hizo uso del dinero para mantener su poder, adoptando represalias contra las ciudades que se negaban a
pagar. El resentimiento aumentó y condujo a una alianza de las ciudades más pequeñas contra los atenienses.
Esto condujo, finalmente, a las Guerras del Peloponeso en las cuales Atenas y Esparta, con sus respectivos
aliados, lucharon durante muchos años. La derrota de Atenas en el año 404 a. de C. supuso el triunfo inicial de
Esparta, pero más tarde Esparta fue amenazada por la oposición de los estados vecinos.
El periodo clásico de Grecia terminó alrededor del año 335 a. de C. con la subida al poder de Alejandro Magno,
el rey de una región del norte, Macedonia. En diez años Alejandro iba a conquistar Persia, Siria y Egipto antes
de marchar a Oriente hacia la India, donde sus tropas se negaron a ir más lejos. Como entidad política el
imperio de Alejandro no sobrevivió a su muerte, pero sus conquistas llevaron la cultura griega al mundo
conocido.
Ver también:
Helenismo y Roma - Perspectiva: para la repercusión cultural de las conquistas de Alejandro Magno.
Helenismo y Roma - Política: para la repercusiones políticas de las conquistas de Alejandro Magno.
La Edad Media - Política: para el aumento de asambleas representativas.
Renacimiento - Sociedad: para las ciudades-estado en la Italia Renacentista.
época barroca - Política: para la monarquía absoluta, declive de instituciones representativas en la mayor parte
de Europa.
Siglo XIX - Sociedad: para el aumento de la democracia en Europa .
Antigua Grecia - Economía
La palabra griega "economía" procede de la palabra griega usada para "casa", y para mucha gente la granja
familiar era el centro de la vida económica. La sociedad griega se basaba principalmente en una sencilla
economía agrícola. La productividad de esta economía agrícola estaba condicionada por la naturaleza del suelo,
la geografía y el clima.
El territorio griego estaba formado por estrechos valles que se abrían al mar separados por cadenas
montañosas. La comunicación era difícil entre estos valles lo que propició la independencia de cada ciudadestado. Viajar por mar era una alternativa más fácil que por tierra , y el comercio marítimo con otras ciudadesestado y otros países mediterráneos era vital. La mayoría de las ciudades importantes eran puertos, aunque
algunas se desarrollaron alrededor de centros de culto.
Esparta y Atenas, las dos grandes ciudades-estado se desarrollaron por muy diferentes caminos económicos. La
sociedad espartana era eminentemente agrícola, basada en el trabajo de una inmensa población de siervos
esclavos ligados a la tierra. Lo importante era la intervención del estado y el igualitarismo al estilo militar más
que la riqueza hereditaria, y no se permitía la aparición de ningún grupo de comerciantes. Cuando se empezó a
usar el dinero en el resto de Grecia alrededor del año 600 a. de C. a los espartanos se les permitió usar
únicamente una moneda de hierro de uso interno.
Las granjas atenienses las dirigían los ciudadanos y las trabajaban familiares y esclavos. Además, Atenas tenía
un importante comercio y poder marítimo, con una floreciente economía mixta que le convirtió en la más rica
de las ciudades griegas. Las exportaciones atenienses incluían barcos y cerámica decorativa muy valorada. En
cambio la ciudad importaba cereales, armas y caballos.
El descubrimiento de la plata al final del siglo VI a. de C. aumentó la riqueza ateniense. Era extraída por
esclavos que vivían en pozos a 500 metros bajo tierra o trabajaban en la superficie encadenados. En particular,
los niños esclavos eran muy apreciados por su agilidad en los túneles pequeños. El hecho de que Sócrates, un
crítico atrevido de la sociedad ateniense, no condenara esta práctica acentúa la realidad conocida de que la
esclavitud era admitida no sólo en Grecia sino en todo el mundo antiguo. Cada aspecto de la sociedad estaba
organizado bajo la suposición de que debía ser sustentado por esclavos, y así iba a permanecer en casi todas
partes durante siglos.
Ver también:
La Edad Media - Economía: para los esclavos ligados a la tierra en el sistema feudal.
época barroca - Económicas: para el comercio de esclavos.
Antigua Grecia - Sociedad
La civilización griega no surgió de un único estado unificado sino de numerosas ciudades-estados que
compartían la lengua y la cultura y que se diferenciaban considerablemente en el desarrollo político y social. Un
ejemplo de esta diversidad es el contraste entre Atenas y su importante rival Esparta.
4
Más que por sus logros intelectuales o culturales Esparta era conocida por su sociedad conservadora y
estrictamente estructurada en la cual las virtudes militares representaban el ideal. En Atenas, se le rendía honor
a la familia, monógama y nuclear, y era respetada como base del estado. Por el contrario en Esparta, la familia
fue anulada, a los niños se les separaba de los padres a una corta edad y eran educados en un estricto régimen
de entrenamiento físico y disciplina mental. Todos los ciudadanos varones de Esparta servían en el ejercito y,
aunque el matrimonio estaba permitido, los hombres tenían que comer y dormir en barracones públicos.
La gran mayoría de la población espartana eran ilotaso, siervos esclavos ligados a la tierra. El miedo a la
rebelión de los esclavos era una constante en la política interna y externa de Esparta; su característico sistema
social se desarrolló en parte para facilitar el control del estado. A pesar de sus grandes éxitos militares, Esparta
temía cada vez más mandar su ejercito fuera por si se producía una rebelión interna.
Posiblemente debido a las largas ausencias militares de la población masculina, las mujeres espartanas tenían
más libertad y autoridad que otras mujeres griegas, y participaban tanto en la política como en la vida
económica. Podían heredar y tener propiedades, a diferencia de Atenas donde no era posible. Los hombres
atenienses sólo valoraban a sus mujeres como instrumento económico-reproductor y bromeaban sobre la
actitud que tenían los espartanos, a los que consideraban débiles e incapaces de manejar a sus mujeres.
El que la mujer ateniense fuera considerada ciudadana de segunda clase puede verse en la planificación de la
vivienda que consistía en pequeños cuartos en la parte superior y cuartos más grandes para los hombres en la
inferior. Las casas de campo solían tener una torre detrás de la casa a donde las mujeres se retiraban cuando
había visitantes. Las mujeres atenienses raramente salían sin compañía masculina, únicamente las mujeres
pobres eran vistas a solas en público. Mientras los varones atenienses sabían leer y escribir y tenían acceso a las
escuelas, a las mujeres no se las consideraba merecedoras de la educación. En la práctica, sin embargo, a
algunas mujeres se les enseñaba a leer y a escribir en el seno familiar.
Ver también:
Helenismo y Roma - Sociedad: para la posición de la mujer
La Edad Media - Sociedad: para la posición de la mujer
Renacimiento - Sociedad: para las ciudades-estado en la Italia Renacentista, posición de la mujer
Siglo XX - Sociedad: para la mujer en la vida moderna
Antigua Grecia - Descubrimientos
Los antiguos griegos eran magníficos pensadores abstractos como nos muestra su filosofía. En líneas generales
no eran pensadores prácticos o grandes inventores, preferían buscar el conocimiento del mundo mediante la
abstracción mental antes que por los procesos de experimentación y observación necesarios para el progreso
tecnológico. Platón, por ejemplo, no valoró el conocimiento de la naturaleza mediante la experiencia práctica,
pues creía que se podía llegar a la verdadera comprensión de la realidad únicamente mediante la razón.
Por el contrario, el discípulo de Platón, Aristóteles (384-322 a. de C.) creía que la experiencia de los sentidos era
esencial para el conocimiento de la naturaleza. En este sentido, Aristóteles era más científico que Platón. Sus
investigaciones abarcaron numerosos campos como la biología, la física, las matemáticas y la astronomía. Sus
observaciones de los animales y su método para clasificar las cosas vivas proporcionaron un modelo para los
biólogos durante dos mil años. En otros campos el trabajo Aristóteles consiguió menos resultados positivos. En
particular su visión de que la tierra era el centro del universo y que los cuerpos celestes se movían en círculos
alrededor de ella, se confirmó como un obstáculo para el progreso de la astronomía y de la física hasta el
Renacimiento.
Un ejemplo importante de la temprana creatividad griega fue su alfabeto. Antes del tiempo de Homero, los
mercaderes importaron el alfabeto fenicio al que los griegos refinaron e hicieron más fácil de leer y escribir. La
escritura griega, llegó a ser capaz de plasmar las ideas de una manera sutil y económica. Las griegos
generalmente escribían en papiros o en pergaminos. Los libros, o propiamente rollos de escritura, eran copiados
a mano y enrollados en tubos. Frágiles, delicados y caros los poseían los adinerados o las bibliotecas asociadas a
las escuelas, como la Academia fundada por Platón en la Atenas clásica.
Los griegos idealizaron el cuerpo humano, y estudiaron su forma y proporciones. Esta percepción del cuerpo les
llevó a una destreza en medicina por la cual los griegos fueron famosos en todo el mundo antiguo. Los médicos
griegos pusieron de relieve la buena dieta y la forma de vida sana. Documentos médicos, que reflejaban una
observación detallada y extraída de la experiencia práctica, eran escritos y comentados. Sin embargo, la
anatomía interna era casi desconocida; los griegos no se dedicaron a la disección porque era considerada una
afrenta para el cuerpo humano. El médico más famoso de la Antigua Grecia fue Hipócrates (460-357 a. de C.) al
que se le atribuye el juramento hipocrático, en uso hoy en día, por el cual los médicos juran entre otras cosas no
causar daño a los pacientes.
Ver también:
Helenismo y Roma - Descubrimientos: para una comparación general, especialmente la visión del universo,
La Edad Media - Descubrimientos: para el redescubrimiento de Grecia a través de sabios medievales.
5
Renacimiento - Descubrimientos: para Copérnico, medicina, desafío a la ciencia de Aristóteles por el
Renacimiento.
época barroca - Descubrimientos: para la medicina (el descubrimiento de la ciculación de la sangre por Harvey).
Siglo XIX - Descubrimientos: para los avances en medicina.
Platón - La vida de Platón: para estudios en la Academia.
Aristóteles - La primera ciencia: para las observaciones de Aristóteles.
Destino - Historia y medicina: para el juramento hipocrático.
Antigua Grecia - Cultura
En el arte al igual que en otros campos la búsqueda de los griegos por la belleza ha tenido una enorme influencia
en la civilización occidental. La arquitectura de la Grecia clásica proporcionó un modelo para las estructuras
monumentales que ha dominado periódicamente la arquitectura europea hasta nuestros días.
El Partenón, o Morada de la Virgen, representa un ideal de la arquitectura griega. El templo más grande de
Atenas, fue levantado en honor a Atenea , la diosa patrona de Atenas. La enorme estructura de mármol no tiene
una línea recta, los cuatro costados tienen una suave curvatura para que el edificio parezca menos pesado. A
pesar de sus enormes dimensiones, el Partenón consigue dar la impresión de ligereza. En realidad no es sino
una ilusión óptica. Las columnas se inclinan suavemente hacia dentro, y formarían una pirámide de mil
quinientos metros de altura si continuaran hacia un punto por encima del templo. El templo no contenía más
que una alta estatua de Atenea. El mármol blanco, que originalmente estaba pintado en colores vivos, se
transportó desde una montaña a dieciséis kilómetros de distancia.
Los antiguos griegos idealizaron el cuerpo humano y estudiaron su forma y proporciones. La figura del desnudo
humano fue plasmada en bronce y mármol y se realizaron estatuas de extraordinaria belleza.
Aunque pocas pinturas murales han llegado a nuestros días, los griegos perfeccionaron nuevas técnicas de
pintura en vasijas, y muchas de las piezas conservadas nos proporcionan una valiosa información sobre los
dioses, los héroes y la vida cotidiana de los griegos.
El primer escritor griego conocido es Homero y vivió alrededor del año 700 a. de C. Sus poemas épicos la Iliada
y la Odisea relatan episodios de las guerras troyanas y las aventuras de Ulises en su regreso a casa, se consideran
entre las más grandes obras de la literatura de todos los tiempos. Tratan de temas eternos como la vida y la
muerte, victoria y derrota, libre determinación e intervención divina, y están llenas de imágenes, especialmente
la del Caballo de Troya que todavía se repite en la literatura occidental. Se tardaba un día en recitar cada poema
y las historias se representaban probablemente en los festivales religiosos.
El teatro evolucionó a partir de los festivales. A medida que la filosofía evolucionaba, las actuaciones dramáticas
eran cada vez menos religiosas y en su lugar trataban de temas humanos realistas. El teatro de Dionisos en
Atenas es probablemente el más antiguo de Europa y fue aquí donde se representaron a partir del siglo V a. de
C., las obras de los grandes autores de tragedias Esquilo, Sófocles y Eurípides.
Las tragedias trataban de justicia y venganza. Edipo Rey, de Sófocles, narra la historia de un hombre
predestinado a matar a su padre y casarse con su madre. Cuando descubre que la profecía se ha hecho realidad,
Edipo se saca los ojos y su madre/esposa se suicida.
En el mismo periodo la comedia se desarrolla como forma dramática por derecho propio, frecuentemente se
burlaba de atenienses muy conocidos. Las Nubes, de Aristófanes, retrata a Sócrates dirigiendo una escuela
filosófica llamada " los que piensan" capaz de caminar en el aire mientras habla con las nubes.
Ver también:
Helenismo y Roma - Cultura: para comparación, especialmente arquitectura, escultura, literatura.
Renacimiento - Perspectiva: para el renacimiento de la cultura clásica.
Renacimiento - Cultura: para el renacimiento de las ideas clásicas en arte.
Siglo XIX - Cultura: para el renacimiento del estilo clásico en arquitectura.
Antigua Grecia - Grandes mujeres
Aunque la estructura social de la Antigua Grecia limitaba la habilidad de las mujeres para lograr notoriedad,
había excepciones, como la de la poetisa Safo y Aspasia, amante de Pericles.
Safo nació alrededor del año 612 a. de C. en la isla de Lesbos, aunque de niña estuvo exiliada debido a la
inestabilidad política interior. A su regreso se convirtió en el centro de un grupo de muchachas jóvenes
dedicadas al culto de la diosa Afrodita y las Musas. Safo escribía poemas sobre el grupo, y canciones para las
bodas, su trabajo se ha recopilado en diez libros. Recogen los más bellos y enternecedores poemas de amor de la
antigüedad, que reflejan los intensos sentimientos de Safo hacia sus amigas y por la belleza de la naturaleza de
forma sencilla y sincera. Se casó y tuvo una hija, pero poco más conocemos de su vida, su hermano, al que tenía
gran afecto aparece en alguno de sus versos, imitados por el poeta romano Catulo.
Aspasia (470-410 a. de C.) era la amante del líder ateniense Pericles, famosa por su belleza, inteligencia y
habilidad política. Estaba interesada en la filosofía y era muy respetada por Sócrates, quien afirmó que aprendió
6
todo lo que sabía de retórica de Aspasia, mientras sus amigos traían a sus mujeres para oírla hablar. Fue
acusada por los escritores ancianos de conducta inmoral y de ejercer dudosa influencia política, y se dice que fue
acusada de impiedad pero absuelta tras una apasionada suplicatoria en su defensa realizada por Pericles, que
estaba profundamente enamorado de ella. Se dice que nunca salía de casa o regresaba a ella sin darle un beso.
Filósofos de la naturaleza
Los filósofos de la naturaleza estaban fascinados por los procesos naturales y los interrogantes que éstos
planteaban. Esto les llevó a preguntarse si no existiría una materia primaria a partir de la cual se habría formado
todo. Sus indagaciones eran más científicas que filosóficas pero marcaron el punto de partida para abandonar
las anteriores narraciones mitológicas e iniciar un debate filosófico riguroso sobre la naturaleza de las cosas. El
pensamiento de los filósofos de la naturaleza fue posteriormente examinado por los grandes filósofos de la
antigüedad: Sócrates, Platón y Aristóteles.
Ver: Los filósofos de la naturaleza
Demócrito (460-370 a. de C.)
Demócrito era contemporáneo de Sócrates pero su enfoque científico le hacía más cercano a los presocráticos.
Al igual que los primeros filósofos de la naturaleza, Demócrito se interesaba por los cambios de la naturaleza,
aunque creía que las explicaciones mantenidas por sus antecesores para estos cambios no eran del todo
correctas. Demócrito ofreció una explicación alternativa que es ampliamente aceptada por la comunidad
científica del siglo XX, en tanto que su visión materialista fue adoptada por muchos pensadores desde su época
hasta nuestros días.
Ver: Demócrito
El destino
Los enfoques lógicos y científicos que surgieron en Grecia tenían en contra el telón de fondo de una arraigada
superstición. Los griegos estaban obsesionados con el destino: nuestro futuro está decidido de antemano y no
podemos hacer nada para evitarlo. El destino, además de ser un tema frecuente en la mitología griega, afectaba
a muchas facetas de la vida cotidiana.
Ver: Destino
Sócrates (470-399 a. de C.)
Sócrates es una de las mayores personalidades de toda la historia de la filosofía. Era conocido en toda Atenas
por su amor al debate filosófico y por sus magníficas dotes de orador. A diferencia de los filósofos de la
naturaleza, Sócrates no se interesaba por la naturaleza; en su lugar, él defendía el poder del razonamiento
humano y la filosofía como fuente de la verdad. Sus apasionadas y sinceras convicciones le proporcionaron
muchos amigos, entre los que se encontraba el joven Platón, pero también muchos enemigos y, finalmente, le
costarían la muerte.
Ver: Sócrates
Platón (428-347 a. de C.)
Platón es el discípulo más conocido de Sócrates; sus Diálogos nos proporcionan un magnífico retrato del
atractivo carácter de Sócrates. También fue Platón un importante maestro. Su "Academia" fue la primera
escuela, y allí se educó Aristóteles, su más famoso alumno. Muy influenciado por las matemáticas y la
geometría, Platón pensaba que el razonamiento lógico usado para hallar las verdades matemáticas se podía usar
también para encontrar las verdades metafísicos. Platón, con sus obras escritas y la tradición de enseñanza que
estableció, dejó un legado muy valioso a la filosofía occidental.
Ver: Platón
Aristóteles (384-322 a. de C.)
El pensamiento de Aristóteles ha sido una gran contribución para el pensamiento moderno. Sus escritos
abarcan muchos campos importantes: lógica, metafísica, ética, política, biología y meteorología. Aristóteles
también delimitó la separación entre muchas de las disciplinas de estudio que son habituales hoy en día.
Discípulo de Platón, Aristóteles fue también un gran maestro, fundó su propia escuela y fue el profesor tutor de
Alejandro Magno. Mientras que su éxito con Alejandro es cuestionable, muchos otros aprendieron muchísimo
de Aristóteles, incluso siglos después de su muerte.
Ver: Aristóteles
7
LOS FILóSOFOS DE LA NATURALEZACambios naturales
A los primeros filósofos de Grecia se les suele llamar filósofos de la naturaleza porque, ante todo, se interesaban
por la naturaleza y sus procesos.
Hoy en día, mucha gente cree que en algún momento todo surgió de la nada. Esta idea no era tan corriente entre
los griegos. Por alguna razón, suponían que ese "algo" había existido siempre.
Vemos, pues, que la gran pregunta no era cómo todo pudo surgir de la nada. Por el contrario, los griegos estaban
más interesados en cuestiones como la aparición de un pez a partir del agua o la conversión de la tierra inerte en
árboles o bonitas flores de colores.
Los filósofos observaban con sus propios ojos cómo constantemente ocurrían cambios en la naturaleza. Pero
¿cómo podían llegar a realizarse tales cambios? Los primeros filósofos compartían la creencia de que tenía que
existir una materia primaria que era el origen de todos los cambios. Tenía que haber "algo" de lo que todas las
cosas partieran y a lo que todas las cosas volvieran.
Lo más interesante para nosotros no es saber cuáles fueron las respuestas a las que llegaron esos primeros
filósofos, sino qué preguntas se hacían y qué tipo de respuestas buscaban.
Sabemos que se hacían preguntas sobre los cambios visibles en la naturaleza. Querían comprender los sucesos
de la naturaleza sin tener que recurrir a los mitos tradicionales. Ante todo, intentaron entender los procesos de
la naturaleza estudiando la misma naturaleza.
De esta manera, la filosofía se independizó de la religión. Podríamos decir que los filósofos de la naturaleza
dieron los primeros pasos hacia una manera científica de pensar, desencadenando todas las ciencias naturales
posteriores.
La mayor parte de lo que dijeron y escribieron los filósofos de la naturaleza se perdió para la posteridad. Lo poco
que conocemos lo encontramos en los escritos de Aristóteles, que vivió un par de siglos después de los primeros
filósofos. Pero sabemos lo suficiente como para constatar que el proyecto de los primeros filósofos griegos
abarcaba preguntas en torno a la materia primaria y los cambios en la naturaleza.
Mileto
De Mileto, una colonia griega en Asia Menor, vinieron tres filósofos de la naturaleza. Los tres creían en la
existencia de una sustancia básica y simple que era el origen de todas las cosas.
Tales
Tales opinaba que el agua era el origen de todas las cosas. No sabemos exactamente lo que quería decir con eso.
Quizá opinara que toda clase de vida tiene su origen en el agua y que toda clase de vida vuelve a convertirse en
agua cuando se disuelve.
Tales viajó por muchos países, entre ellos Egipto, donde se dice que llegó a calcular la altura de una pirámide
midiendo su sombra en el preciso momento en el que la longitud de su propia sombra era igual a su altura.
Anaximandro
Anaximandro vivió en Mileto en el siglo VI a. de C., en la misma época que Tales. Pensaba que nuestro mundo
simplemente es uno de los muchos mundos que nacen y perecen en algo que él llamó "lo Indefinido". No es fácil
saber lo que él entendía por "lo Indefinido", pero parece claro que no se imaginaba una substancia conocida
(como Tales). Quizá pensara que aquello de lo que se ha creado todo tiene que ser precisamente distinto a lo
creado. En ese caso, la materia primaria no podía ser algo tan normal como el agua, sino algo "indefinido".
Anaxímenes
Un tercer filósofo de Mileto fue Anaxímenes (aprox. 570-526 a. de C.), el cual pensaba que el origen de todo era
el "aire" o la "niebla". Anaxímenes conoció, por supuesto, la teoría de Tales sobre el agua. Pero ¿de dónde viene
el agua? Anaxímenes pensaba que el agua tenía que ser aire condensado. También opinaba que el fuego debía
ser aire diluido. Según Anaxímenes, tanto la tierra como el agua y el fuego tenían como origen el aire.
Los eleáticos
Los tres filósofos de Mileto pensaban que tenía que haber una materia primaria de la que estaba hecho todo lo
demás. Pero dejaba sin resolver el problema del cambio. ¿Cómo era posible que una materia se alterara de
repente para convertirse en algo completamente diferente?
Desde aproximadamente el año 500 a. de C., un grupo de filósofos de la colonia griega de Elea, al sur de Italia,
conocidos como los "eleáticos", se preocuparon por esta cuestión.
Parménides
El más conocido de ellos era Parménides (aprox. 540-480 a. de C.). Parménides pensaba que todo lo que hay ha
existido siempre. Nada puede surgir de la nada y algo que existe tampoco se puede convertir en nada.
Pero Parménides llegó más lejos. Decía que no era posible ningún cambio verdadero. No hay nada que se pueda
convertir en algo diferente a lo que exactamente es.
Por supuesto, Parménides sabía que la naturaleza muestra cambios constantes. Con los sentidos observaba
cómo cambiaban las cosas, pero esto no concordaba con lo que le decía la razón. Parecía lógicamente imposible
8
que una cosa se pudiera convertir en otra diferente y todavía seguir siendo de alguna forma lo mismo. Cuando
se vio forzado a elegir entre fiarse de sus sentidos o de su raciocinio, Parménides optó por la razón.
Esta firme fe en la razón humana se llama racionalismo. Un racionalista es el que tiene una gran fe en la razón
de las personas como fuente de sus conocimientos sobre el mundo.
Heráclito
Heráclito (aprox. 540-480 a. de C.) procedía de éfeso, en Asia Menor, y fue contemporáneo de Parménides.
Pensaba que precisamente los cambios constantes eran los rasgos más básicos de la naturaleza. Podríamos decir
que Heráclito tenía más fe en lo que le decían sus sentidos que Parménides.
"Todo fluye" dijo Heráclito. Todo está en movimiento y nada dura eternamente. Por eso no podemos "bañarnos
dos veces en el mismo río", pues cuando entramos en el río por segunda vez, ni el río ni nosotros somos los
mismos.
Heráclito también señaló el hecho de que el mundo está caracterizado por constantes contradicciones. Creía que
tanto lo bueno como lo malo tenían un inevitable lugar en el orden de las cosas y que sin esta constante
interacción de opuestos el mundo dejaría de existir.
"Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, hambre y saciedad", decía. Emplea la palabra "Dios", pero
es evidente que se refiere a algo muy diferente a los dioses de los que hablaban los mitos. Para Heráclito, Dios (o
lo divino) es algo que abarca a todo el mundo.
En lugar de la palabra "Dios", Heráclito emplea a veces la palabra griega logos, que significa razón. Aunque las
personas no hemos pensado siempre del mismo modo, ni hemos tenido la misma razón, Heráclito opinaba que
tiene que haber una especie de "razón universal" o "ley natural" que dirige todo lo que sucede en la naturaleza.
Esta "razón universal" es algo común para todos y por la cual todos tienen que guiarse. En general, Heráclito no
tenía muy buena opinión de su prójimo: "Las opiniones de la mayor parte de la gente pueden compararse con
los juegos infantiles", decía.
Esta "razón universal" es algo común para todos y por la cual todos tienen que guiarse. En general, Heráclito no
tenía muy buena opinión de su prójimo: "Las opiniones de la mayor parte de la gente pueden compararse con
los juegos infantiles", decía.
Empédocles
Parménides y Heráclito tenían dos puntos de vista diametralmente opuestos. Parménides dice:
a) que nada puede cambiar, y
b) que las sensaciones, por lo tanto, no son de fiar.
Por el contrario, Heráclito dice:
a) que todo cambia ("todo fluye"), y
b) que las sensaciones son de fiar.
¡Difícilmente dos filósofos pueden llegar a estar tan en desacuerdo! Pero ¿cuál de ellos tenía razón? Empédocles
(490-430 a. de C.) de Sicilia sería el que lograra salir de los enredos en los que se había metido la filosofía.
Opinaba que tanto Parménides como Heráclito tenían razón en una de sus afirmaciones, pero que los dos se
equivocaban en una cosa. Empédocles pensaba que la causa del desacuerdo era que ambos filósofos habían dado
por sentada que la presencia de un único elemento. Si esto fuera cierto, el conflicto entre lo que dice la razón y lo
que "vemos con nuestros propios ojos" sería insuperable.
Es evidente que el agua no puede convertirse en un pez o en una mariposa. El agua no puede cambiar. El agua
pura sigue siendo agua pura para siempre. De modo que Parménides tenía razón al decir que "nada cambia".
Pero, al mismo tiempo, Empédocles daba la razón a Heráclito en que debemos fiarnos de lo que nos dicen
nuestros sentidos. Debemos creer lo que vemos, y vemos, precisamente, cambios constantes en la naturaleza.
Empédocles llegó a la conclusión de que lo que había que rechazar era la idea de que hay un solo elemento. Ni el
agua ni el aire son capaces, por sí solos, de convertirse en un rosal o en una mariposa, razón por la cual resulta
imposible que la naturaleza sólo tenga un "elemento". Empédocles pensaba que la naturaleza tiene en total
cuatro elementos o "raíces", como él los llamaba: tierra, aire, fuego y agua.
Todos los cambios de la naturaleza se deben a que estos cuatro elementos se mezclan y se vuelven a separar,
pues todo está compuesto de tierra, aire, fuego y agua, aunque en distintas proporciones. Cuando muere una
flor o un animal, los cuatro elementos vuelven a separarse. éste es un cambio que podemos observar con los
ojos. Pero la tierra y el aire, el fuego y el agua quedan completamente inalterados o "intactos" con todos esos
cambios en los que participan. Básicamente, nada cambia. Lo que ocurre es, simplemente, que cuatro elementos
diferentes se mezclan y separan para luego volver a mezclarse.
Empédocles señala, como hemos visto, que los cambios de la naturaleza se deben a que las cuatro "raíces" se
mezclan y se vuelven a separar. Pero queda algo por explicar. ¿Cuál es la causa por la que los elementos se unen
para dar lugar a una nueva vida? ¿Y por qué vuelve a disolverse la "mezcla", por ejemplo, una flor?
Empédocles pensaba que tenía que haber dos fuerzas que actuasen en la naturaleza. Las llamó amor y odio. Lo
que une las cosas es el amor y lo que las separa es el odio. También distinguía entre "sustancia" y "fuerza".
9
Incluso hoy en día, la ciencia distingue entre los elementos y las fuerzas. Los científicos modernos mantienen
que todos los procesos de la naturaleza se pueden explicar como la interacción entre diferentes elementos y
varias fuerzas.
Empédocles también discutió la cuestión de qué pasa cuando observamos algo con nuestros sentidos. ¿Cómo
puedo "ver" una flor, por ejemplo? ¿Qué sucede entonces? Empédocles creía que nuestros ojos estaban
formados de tierra, aire, fuego y agua, como todo lo demás de la naturaleza. Y la "tierra" que tengo en mi ojo
capta lo que hay de tierra en lo que veo, el "aire" capta lo que es de aire, el "fuego" lo que es de fuego y "el agua"
lo que es de agua. Si el ojo hubiera carecido de uno de los cuatro elementos, yo no hubiera podido ver la
naturaleza en su totalidad.
Anaxágoras
Anaxágoras (500-428 a. de C.) fue el primer filósofo de los de Atenas. Vino de Asia Menor, pero se trasladó a
Atenas cuando tenía unos 40 años. En Atenas lo acusaron de ateo y, al final, tuvo que marcharse de la ciudad.
Entre otras cosas, había dicho que el sol no era un dios, sino una masa ardiente más grande que la península del
Peloponeso.
Anaxágoras era otro de los filósofos que no se contentaban con la teoría de que un solo elemento (por ejemplo,
el agua) pudiera convertirse en todo lo que vemos en la naturaleza. Opinaba que la naturaleza estaba hecha de
muchas piezas minúsculas, invisibles al ojo. Todo puede dividirse en algo más pequeño todavía, pero incluso en
las piezas más pequeñas hay algo de todas las demás cosas. Si la piel y el hueso no se han convertido en otra
cosa tiene que haber piel y hueso también en la leche que bebemos y en la comida que comemos.
A lo mejor, un par de ejemplos modernos pueden ilustrar lo que se imaginaba Anaxágoras. Mediante la técnica
láser se pueden hacer hoy en día los llamados hologramas. Si el holograma muestra un coche, y este holograma
se rompe, vemos una imagen de todo el coche aunque conservemos solamente la parte del holograma que
muestra el parachoques. Esto se debe a que todo el motivo está presente en cada parte.
De algún modo, también se puede decir que es así como está hecho nuestro cuerpo. Si separo una célula de piel
de un dedo, el núcleo de esa célula contiene no sólo la receta de cómo es mi piel, sino que en la misma célula se
encuentra también la información sobre mis ojos, el color de mi pelo, cuántos dedos tengo, etc. En cada célula
del cuerpo hay una descripción detallada de la composición de todas las demás células del cuerpo. Es decir, que
hay "algo de todo" en cada una de las células. El todo está en la parte minúscula.
Empédocles pensaba que era el "amor" lo que unía las partes en cuerpos enteros. También Anaxágoras se
imaginaba una especie de fuerza que "pone orden" y crea animales y seres humanos, flores y árboles. A esta
fuerza la llamó espíritu o entendimiento (nous).
Enlaces
Filósofos relacionados:
Demócrito - La teoría atómica: para su solución al problema del cambio.
Aristóteles - Forma y materia: para su punto de vista sobre los constituyentes de los objetos.
Bibliografía
G. S. Kirk, J. E. Raven y M. Schofield: Los filósofos presocráticos, Gredos, Madrid, 1987. Es ésta una colección
de obras presocráticas, en el original griego y en castellano, con algunos comentarios útiles.
ESTUDIOS:
Barnes, J.: Los presocráticos, Cátedra, Madrid, 1992.
Guthrie, W. K. C.: Historia de la filosofía griega, vol. I: Los primeros presocráticos y los pitagóricos, Gredos,
Madrid, 1991.
Jaeger, W.: La teología de los primeros filósofos griegos, Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1982.
10
DEMóCRITO (aprox. 460-370 a. de C.)La teoría atómica
Demócrito fue el último de los grandes filósofos de la naturaleza. Sabemos muy poco de su vida, aunque sí
sabemos que venía de la ciudad costera de Abdera, al norte del mar Egeo. Demócrito estaba de acuerdo con sus
predecesores en que los cambios en la naturaleza no se debían a que las cosas realmente "cambiaran".
Suponía que todo tenía que estar construido por unas piececitas pequeñas e invisibles, cada una de ellas eterna e
inalterable. A estas minúsculas piezas Demócrito las llamó átomos.
La palabra "átomo" significa "indivisible". Era importante para Demócrito poder afirmar que eso de lo que todo
está hecho no podía dividirse en partes más pequeñas. Si eso fuera posible, no habrían podido servir de ladrillos
de construcción. Pues, si los átomos hubieran podido ser limados y partidos en partes cada vez más pequeñas, la
naturaleza habría empezado a flotar en una pasta cada vez más líquida.
Además, los ladrillos de la naturaleza tenían que ser eternos, pues nada puede surgir de la nada. En este punto,
Demócrito estaba de acuerdo con Parménides y los eleáticos. Pensaba, además, que los átomos tenían que ser
fijos y macizos, pero no podían ser idénticos entre sí. Si los átomos fueran idénticos, no habríamos podido
encontrar ninguna explicación satisfactoria de cómo podían combinarse para formar de todo, desde amapolas y
olivos y hasta piel de cabra y pelo humano.
Demócrito creía que existía un sinfín de diferentes átomos en la naturaleza. Algunos son redondos y lisos, otros
son irregulares y torcidos. Precisamente por ser tan diferentes, podían unirse para componer muchísimos y muy
diferentes cuerpos. Pero aunque sean muchísimos y muy diferentes entre sí, son todos eternos, inalterables e
indivisibles.
Cuando un cuerpo (un árbol o un animal, por ejemplo) muere y se desintegra, los átomos se dispersan y pueden
utilizarse de nuevo en otro cuerpo. Los átomos se mueven en el espacio, pero como tienen "entrantes" y
"salientes" se acoplan para configurar las cosas que vemos en nuestro entorno.
La solución de Demócrito al problema del cambio era que el átomo (la unidad individual básica de la que todo se
compone) no cambiaba. Lo que realmente cambiaba era la distribuciónde los átomos.
átomos y Lego
Los átomos son como las piezas del Lego. Tienen más o menos las mismas cualidades que Demócrito atribuía a
los átomos y, precisamente por ello, resultan muy buenas para construir. Ante todo, son indivisibles. Tienen
formas y tamaños diferentes, son macizas e impenetrables. Además, las piezas del Lego tienen "entrantes" y
"salientes" que hacen que se puedan unir para poder formar todas las figuras posibles. Estas conexiones pueden
deshacerse para poder dar lugar a nuevos objetos con las mismas piezas.
El hecho de que se puedan utilizar tantas veces como se quiera es lo que ha hecho al Lego tan popular. Una pieza
del Lego puede formar parte de un camión un día y de un castillo al día siguiente. Podríamos decir además que
las piezas del Lego son "eternas". Más de un niño jugará con las mismas piezas de su padre.
También podemos formar cosas de barro, pero el barro no puede utilizarse una y otra vez, precisamente porque
se puede romper en trozos cada vez más pequeños. Esos minúsculos trozos de barro no pueden unirse para
formar nuevos objetos.
La moderna teoría atómica .
Hoy podemos decir que la teoría atómica de Demócrito era más o menos correcta. La naturaleza está
efectivamente compuesta de diferentes "átomos" que se unen y se separan constantemente. Un átomo de
hidrógeno de una célula de la punta de mi nariz pudo pertenecer, en alguna ocasión, a la trompa de un elefante.
Un átomo de carbono dentro del músculo de mi corazón estuvo una vez en el rabo de un dinosaurio.
En nuestros días, la ciencia ha descubierto que los átomos, a su vez, pueden dividirse en partes más pequeñas,
en "partículas elementales". Hasta hace poco, dichas partículas eran los protones, neutrones y electrones. Pero
se ha descubierto que dichas partículas pueden descomponerse en otras. Quizá estas últimas partículas puedan
dividirse aún en partes más pequeñas. No obstante, los físicos están de acuerdo en que tiene que haber un
límite. Tiene que haber unas "partes mínimas" de las que está hecho el mundo.
Demócrito no tuvo acceso a los aparatos electrónicos de nuestra época. Su único instrumento fue su inteligencia.
Y su inteligencia no le ofreció ninguna elección. Si de entrada aceptamos que nada cambia, que nada surge de la
nada y que nada desaparece, entonces la naturaleza ha de estar compuesta necesariamente por unos minúsculos
ladrillos que se juntan y se vuelven a separar.
Materialismo
Demócrito no creía en ninguna "fuerza" o "espíritu" que interviniera en los procesos de la naturaleza. Lo único
que existe son los átomos y el espacio vacío, pensaba. Puesto que no creía en nada más que en lo material, le
llamamos materialista.
Según Demócrito, no existe ninguna "intención" determinada detrás de los movimientos de los átomos. En la
naturaleza todo ocurre mecánicamente. Eso no significa que todo lo que ocurre sea casual, pues todo sigue unas
leyes inquebrantables de la naturaleza. Pensaba que había una causa natural en todo lo que ocurre, una causa
11
que se encuentra en las cosas mismas. En una ocasión, Demócrito dijo que prefería descubrir una ley de la
naturaleza a convertirse en rey de Persia.
La teoría atómica también explica nuestro sentido de la percepción, nuestras sensaciones. Cuando captamos
algo con nuestros sentidos, captamos los movimientos de los átomos en el espacio vacío. Vemos la luna porque
los "átomos de la luna" penetran en nuestros ojos.
¿Y qué pasa con la "conciencia"? ¿Estará formada por átomos, es decir, cosas materiales? Desde luego que sí.
Demócrito se imaginaba que el alma estaba formada por unos "átomos del alma". Cuando una persona moría,
los átomos de su alma se dispersaban hacia todos lados, pudiendo entonces penetrar en el alma de otra persona
en proceso de creación.
Eso significa que el ser humano no tiene un alma inmortal. Mucha gente comparte esa idea hoy en día. Opinan,
como Demócrito, que el "alma" está conectada al cerebro y que no podemos tener ninguna especie de conciencia
cuando el cerebro se haya desintegrado.
Estaba de acuerdo con Heráclito en que todo "fluye" en la naturaleza, puesto que las formas van y vienen. Pero,
detrás de todo lo que fluye, hay algunas cosas eternas e inmutables que no fluyen. Demócrito llamó a estas cosas
átomos.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Filósofos de la naturaleza - Parménides: para la negación del cambio.
Filósofos de la naturaleza - Heráclito: para su teoría sobre el flujo.
Filosofía helenística - Los epicúreos: para su reinterpretación del materialismo.
Marx - Marx y la Historia: para el materialismo histórico.
Historia:
Siglo XX - Descubrimientos: para la teoría cuántica y la división del átomo.
Bibliografía
Las obras más importantes de Demócrito son:
Los filósofos presocráticos, de G. S. Kirk y M. Schofield.: Gredos, Madrid, 1987. Es ésta una colección de obras
presocráticas, en el original griego y en castellano, con algunos comentarios útiles.
ESTUDIOS:
Alegre Gorri, A.: Estudios sobre los presocráticos, Anthropos, Barcelona,1985.
Barnes, J.: Los presocráticos, Cátedra, Madrid,1992. En esta obra se encuentra un análisis detallado de los
textos de Demócrito, y para su compresión se requieren unos conocimientos mínimos de lógica.
Jaeger, W.: La teología de los primeros filósofos griegos, Fondo de Cultura Económica, México, 1982.
12
EL DESTINO Buscar explicaciones
Los primeros filósofos griegos intentaban encontrar explicaciones naturales a las transformaciones de la
naturaleza que, hasta entonces, sólo tenían explicación con la mitología. Había que despejar el camino de las
viejas supersticiones en todas las áreas. Estas explicaciones naturales se intentaban aplicar en las enfermedades,
en la salud o en los acontecimientos políticos. En todos los campos, los griegos tuvieron gran fe en el fatalismo.
Fe en el destino
Entendemos por fe en el destino o fatalismo la creencia de que todo está, de antemano, predeterminado, de
forma que el futuro será el mismo independientemente de lo que hagamos. Muchos griegos creían que no hacía
falta ir a un médico o tomar una medicina ante una enfermedad porque nada podría cambiar el destino. Si
alguien estaba destinado a superar la enfermedad, la superaría independientemente de que tomara o no una
medicina. Si su destino era morir, no haría falta entonces la atención médica. Esta forma de pensar la podemos
encontrar en otras partes del mundo a través de la historia, incluso hasta en nuestros días.
Es importante entender bien la diferencia entre la fe en el destino y otro punto de vista del destino llamado
determinismo (a veces llamado determinismo causal). Los deterministas creían que todos los acontecimientos
eran causados, o venían determinados, por acontecimientos previos. Todos los eventos pasados se unían para
formar una cadena continua de la que todos los eventos futuros formarán parte. Una mujer puede decidir
comprar un disco porque lo ha oído en la radio y cuando va a la tienda se encuentra con un viejo amigo que le
invita a una fiesta. Allí conocerá al hombre de su vida, con el que se casará y tendrá hijos.
Los deterministas creían que todos estos acontecimientos son parte de la cadena causal de hechos que se
extienden en la historia, cada uno causando el siguiente. Así, desde el Big Bang estaba causalmente fijado que la
mujer se casará con el hombre que conoció en la fiesta. Es como una hilera de fichas de dominó. En cuanto la
primera ficha cae, es inevitable que las demás caigan una a una.
El determinismo causal es diferente del fatalismo en que los fatalistas pensaban que tu destino te va a llegar
independientemente de lo que hagas antes. Un determinista causal diría que la decisión de una persona de
llamar a un médico cuando está enferma sí afectará a que muera o no, pero que dicha decisión de llamar ya
estaba predeterminada por los hechos anteriores. Para los fatalistas, el futuro no está necesariamente conectado
a los hechos que llevan a él. Para ellos, el destino no sólo es una secuencia causal, sino una misteriosa fuerza que
pasa por nuestras vidas independientemente de lo que hagamos.
Hay algunas cuestiones filosóficas, asociadas al determinismo, a las que todavía hoy los filósofos están
intentando encontrar respuestas. Si cada evento es parte de una cadena causal, ¿cuál sería el principio de dicha
cadena? ¿Hubo una causa primera que desencadenó todo? ¿Quién empujó esa primera ficha de dominó? ¿Fue
Dios? Si es así, ¿qué causó a Dios? Y, si todo está predeterminado, ¿somos libres?
Ver el futuro
Tanto en la Antigua Grecia como en otras partes del mundo, las personas pensaban que podían enterarse de su
destino a través de diferentes tipos de oráculos. Así, los antiguos griegos creían que si soñabas que veías tu
propio reflejo significaba la muerte. Todavía hoy existen personas que creen que pueden decirte tu futuro con
las cartas, leyendo la palma de tu mano, interpretando la posición de las estrellas o, incluso, interpretando los
sueños como una forma de profecía.
Un método nórdico antiguo de leer el futuro era sacar de una bolsa unas piedras especiales, que tenían unos
símbolos (runas) dibujados en su superficie. El futuro lo leían en función de las runas extraídas.
Los "adivinos" intentan vislumbrar algo que, realmente, es bastante imprevisible. Esto es característico de todas
las formas de adivinación. Y dado que "ven" las cosas de una forma muy vaga, es muy difícil contradecirlos.
Desde antaño, la gente ha creído que se puede proteger contra el futuro con amuletos de la suerte. Incluso hoy
en día, la gente lleva patas de conejo o juega a los "números de la suerte".
El oráculo de Delfos
Los antiguos griegos creían que podían consultar su destino a través del famoso oráculo de Delfos. Apolo era el
dios del oráculo y hablaba a través de la sacerdotisa Pitia, que estaba sentada en una silla sobre una grieta de la
Tierra. De dicha grieta emanaban unos gases narcóticos que la embriagaban, circunstancia indispensable para
que pudiera ser la voz de Apolo.
Al llegar a Delfos, uno presentaba primero su pregunta a los sacerdotes, quienes, a su vez, se la transmitían a
Pitia. Ella respondía de una forma tan incomprensible que hacía falta que los sacerdotes interpretaran la
respuesta para la persona que la había solicitado. De esta forma, los griegos aprovechaban la sabiduría de Apolo,
pues pensaban que este dios lo sabía todo sobre el pasado y el futuro.
Muchos jefes de Estado no se atrevían a declarar una guerra o tomar decisiones importantes sin haber
consultado antes el oráculo de Delfos. Así pues, los sacerdotes de Apolo funcionaban prácticamente como una
especie de diplomáticos y asesores con un gran conocimiento de la gente y del país.
Encima del templo de Delfos había una famosa inscripción: ¡CONóCETE A TI MISMO! Recordaba a los
visitantes que nunca deben pensar que son algo más que seres humanos y que, como tales, no pueden escapar a
su destino.
13
Entre los griegos se contaban muchas historias sobre las personas que habían sido alcanzadas por su destino.
Con el tiempo, se escribieron una serie de obras de teatro (tragedias) sobre esas personas "trágicas", cuyo
ejemplo más famoso es la historia del rey Edipo.
Historia y medicina
El destino no sólo determinaba la vida del individuo. Los antiguos griegos también creían que el devenir del
mismo mundo estaba dirigido por el destino. Opinaban que el resultado de una guerra podía deberse a la
intervención de los dioses. Hoy en día, mucha gente cree que Dios u otras fuerzas misteriosas dirigen el curso de
la historia.
Al mismo tiempo que los filósofos griegos intentaban buscar explicaciones naturales en los procesos de la
naturaleza, los primeros historiadores empezaban a buscar explicaciones naturales al curso de la historia.
Cuando un país perdía una guerra no había que buscar la explicación en la venganza de los dioses. Dos de los
historiadores griegos más famosos fueron Herodoto (484-424 a. de C.) y Tucídides (aprox. 460-400 a. de C.).
Los griegos también creían que las enfermedades podían deberse a la intervención divina, una idea que, de
ningún modo, era exclusiva. Antes de la llegada de la medicina moderna, casi todos interpretaban las
enfermedades como algo debido a causas sobrenaturales.
Todavía muchas personas creen que algunas enfermedades contagiosas (como el sida, por ejemplo) son un
castigo divino. Muchos piensan, además, que un enfermo puede ser curado de forma sobrenatural.
Precisamente en la época en que los filósofos griegos iniciaron una nueva manera de pensar, surgió una ciencia
griega de la medicina que intentaba encontrar explicaciones naturales a las enfermedades y al estado de salud.
Se dice que Hipócrates, que nació en la isla griega de Cos hacia el año 460 a. de C., fue el fundador de medicina
griega.
La protección más segura contra una enfermedad era, según la tradición hipocrática, la moderación y la vida
sana. Lo natural en una persona es la salud. Cuando aparece una enfermedad es porque la naturaleza se ha
"desviado" a causa de un desequilibrio físico o psíquico. La receta para estar sano era la moderación, la armonía
y "una mente sana en un cuerpo sano".
Hoy en día se habla constantemente de la "ética médica". Por ejemplo, un médico no puede extender recetas de
estupefacientes a personas sanas. Además debe mantener el secreto profesional, lo que quiere decir que no tiene
derecho a contar a otras personas algo que un paciente le haya dicho sobre su enfermedad. Estas reglas tienen
sus raíces en Hipócrates, que exigió a sus discípulos que prestaran el siguiente juramento:
"Utilizaré el tratamiento para ayudar a los enfermos según mi capacidad y juicio, pero nunca con la intención de
causar daño o dolor. A nadie le daré veneno aunque me lo pida o sugiera. Tampoco daré abortivos a ninguna
mujer con el fin de evitar un embarazo. Consideraré sagrados mi vida y mi arte. No utilizaré el cuchillo, ni
siquiera en aquellos que sufren indescriptiblemente, dejándoselo hacer a los que se ocupan de ello. Cuando
entre en la morada de un enfermo, lo haré siempre en beneficio suyo; me abstendré de toda acción injusta y de
abusar del cuerpo de hombres o mujeres, libres o esclavos. De todo cuanto vea y oiga en el ejercicio de mi
profesión y aun fuera de ella callaré cuantas cosas sea necesario que no se divulguen, considerando la discreción
como un deber. Si cumplo fielmente este juramento, que me sea otorgado gozar felizmente de la vida y de mi
arte y ser honrado siempre entre los hombres. Si lo violo y me hago perjuro, que me ocurra todo lo contrario".
Enlaces
Historia:
Antigua Grecia - Descubrimientos: para Hipócrates.
Antigua Grecia - Cultura: para Edipo.
SóCRATES (470-399 a. de C.) La vida de Sócrates
Sócrates es posiblemente la figura más enigmática de toda la historia de la filosofía. Nunca escribió siquiera una
línea y, aun así, es uno de los filósofos que más han influido en el pensamiento europeo, a lo que ayudó la
dramática naturaleza de su muerte.
Sabemos que nació en Atenas, en el seno de una familia acomodada. Su madre era comadrona y su padre,
escultor. Durante un tiempo, Sócrates estuvo en el ejército, aunque pasó la mayor parte de su vida en las plazas
y mercados públicos hablando con la gente que allí se encontraba. Hacia los quince años se casó con Jantipa y
tuvieron tres hijos.
Todos han descrito a Sócrates como extremadamente feo. Era barrigudo y tenía ojos protuberantes y nariz
chata. Pero en la intimidad se decía que era "completamente encantador". A pesar de todo, fue sentenciado a
muerte por sus actividades filosóficas.
En el año 399 a. de C., Sócrates fue acusado de "introducir nuevos dioses" (las "voces divinas interiores" que
afirmaba oír en su cabeza) y de corromper a la juventud, así como de no creer en los dioses aceptados. El
gobierno de Atenas fue una de las primeras democracias. Sócrates, por el contrario, como hacía saber a todo el
mundo, era partidario de un estado gobernado por una sola persona, a la que describió como "el único que
sabe". Algunos de los francos y apreciados discursos de Sócrates se vieron como una amenaza para la vida
ateniense. Preocupados por la influencia antidemocrática que tenía sobre muchos jóvenes aristócratas (entre
14
ellos, Platón) implicados en este círculo socrático de estudiosos, un jurado compuesto por quinientas una
personas le encontró culpable por escasa mayoría.
Seguramente podría haber solicitado el perdón. Por lo menos, podría haber salvado su vida abandonando
Atenas. Pero, si lo hubiera hecho, no habría sido Sócrates. él valoraba más su conciencia (y la verdad) que su
propia vida. Aseguró ante el jurado que él había actuado únicamente por el bien del Estado. A pesar de ello, fue
condenado a beber cicuta. Poco después, bebió el veneno en presencia de sus amigos y murió.
Su procesamiento exhibe un claro paralelismo con el procesamiento de Jesús. Ambos podían quizá haberse
salvado suplicando clemencia, pero ambos pensaban que tenían una misión que cumplir y que ésta hubiera sido
traicionada si no mantenían sus creencias hasta el amargo final.
La vida de Sócrates la conocemos fundamentalmente a través de los escritos de Platón, uno de sus alumnos que
llegó a convertirse en uno de los filósofos más grandes de todos los tiempos. Platón escribió diálogos
(discusiones dramatizadas o conversaciones filosóficas) en los que utilizaba a Sócrates como personaje principal
y como portavoz de la escena. Puesto que Platón ponía su propia filosofía en boca de Sócrates, no podemos
asegurar que las palabras de este último fueran realmente las que solía pronunciar.
Sócrates el profesor
La Atenas de la época de Sócrates era un importante centro de debate visitado por todos los pensadores de
aquellos tiempos. Uno de estos grupos de filósofos errantes eran los llamados sofistas. Cobraban por enseñar y
proclamaban que las cuestiones de la filosofía, los enigmas del Universo, nunca podrían ser respondidas por
hombres mortales (un punto de vista filosófico conocido como escepticismo).
Como los sofistas, Sócrates se interesó más por el hombre y su lugar en la sociedad que por las fuerzas de la
naturaleza. Pero, a diferencia de ellos, Sócrates nunca cobró dinero por sus enseñanzas, cosa que los sofistas
hacían de buena gana. él no se consideraba a sí mismo un "sofista" (esto es, una persona instruida o sabia).
Sócrates pensaba que un filósofo es alguien que reconoce que hay muchas cosas que no sabe y eso le preocupa.
En este sentido, es más sabio que todos aquellos que presumen de saber cosas de las que no saben nada.
Sócrates se decía a sí mismo: "Sólo sé que no sé nada".
Se dice que uno de sus amigos preguntó al oráculo de Delfos quién era el hombre más sabio de Atenas. El
oráculo contestó que, de todos los mortales, Sócrates era el más sabio. Cuando Sócrates se enteró de esto, se
quedó asombrado. Sin dudarlo, se fue a ver a la persona que Sócrates y muchos otros consideraban la más sabia.
Pero, cuando comprobó que dicha persona era incapaz de darle unas respuestas satisfactorias a sus preguntas,
Sócrates reconoció que el oráculo tenía razón. La sabiduría de Sócrates estribaba en que él era completamente
consciente de su ignorancia.
Pero, aunque cuestionaba constantemente la magnitud de su conocimiento (un método que Descartes empleó
unos 2.000 años después), Sócrates creía que era posible para el hombre obtener las verdades absolutas del
Universo. él sentía que era necesario establecer una base sólida para nuestro conocimiento, una base que se
encontraba en la razón del hombre. Esta inquebrantable fe en la razón humana caracteriza a Sócrates como un
típico racionalista.
Afirmaba que estaba guiado por una voz divina interior y que esta "conciencia" le indicaba lo que era correcto.
"Quien sepa lo que es bueno, también hará el bien", decía.
Con esto quería decir que los conocimientos correctos nos llevan a acciones correctas. Y sólo el que hace esto se
convierte en un "ser correcto". Cuando actuamos mal es porque no conocemos algo mejor. Sócrates buscaba
definiciones claras y universales válidas de lo correcto y de lo incorrecto. A diferencia de los sofistas, pensaba
que la habilidad para distinguir lo correcto de lo equivocado se encuentra en las personas, no en la sociedad.
El diálogo socrático
La naturaleza esencial del arte de Sócrates se encuentra en el hecho de que no tenía como objetivo enseñar a la
gente. Por el contrario, daba la impresión de que aprendía de las personas con las que hablaba. En vez de
enseñar como cualquier profesor, discutía, formulaba preguntas (especialmente al empezar una conversación)
como si no supiera nada. En el transcurso de una discusión solía conseguir, normalmente, que su interlocutor
viera los fallos de sus argumentos y que, cuando estaba acorralado, se viera obligado a darse cuenta de lo que
era bueno y de lo que era malo.
Sócrates, cuya madre era comadrona, vio su propia actividad como la de ayudar a las personas a "dar a luz" la
correcta comprensión, puesto que el verdadero conocimiento tiene que provenir de uno mismo. No puede ser
impartido por otros. Y sólo el conocimiento que proviene del interior es el verdadero conocimiento.
Haciéndose el ignorante, Sócrates obligaba a las personas con las que se reunía a utilizar su sentido común.
Sócrates se hacía el ignorante, aparentando ser más necio de lo que era. A esto lo llamamos ironía socrática. Con
ella, sacaba continuamente los puntos débiles de la manera de pensar de la gente. No le preocupaba en absoluto
hacer esto en medio de una plaza pública. Si te encontrabas con Sócrates, te exponías a ser puesto en ridículo en
público.
Enlaces
Filósofos relacionados:
15
Platón - La vida de Platón: para la influencia de Sócrates sobre Platón.
Filosofía helenística - Los cínicos: para su desprecio a los bienes materiales.
Kierkegaard - La vida de Kierkegaard: para su uso de la ironía socrática.
History:
Antigua Grecia - Perspectiva: para el contexto histórico de Sócrates y su ejecución.
Bibliografía
Sócrates no escribió ningún libro. Sabemos de su filosofía fundamentalmente a través de los diálogos de Platón,
su alumno.
Platón: Apología de Sócrates, en Diálogos, vol. I, Gredos, Madrid, 1993.
Jenofonte: Recuerdos de Sócrates. Banquete. Apología de Sócrates, Gredos, Madrid, 1993.
ESTUDIOS:
Burnet, J.: Doctrina socrática del alma, Universidad Nacional Autónoma, Méjico, 1990.
Cornford, F. M.: Antes y después de Sócrates, Ariel, Barcelona, 1980.
Jaspers, K.: Los grandes filósofos. Los hombres decisivos: Sócrates, Buda, Confucio, Jesús, Tecnos, Madrid,
1993.
Jaspers
examina
el
carácter
fundacional
de
la
doctrina
socrática.
16
PLATóN (428-347 a. de C.) La vida de Platón
Platón provenía de una aristocrática familia ateniense. En su juventud, pasó mucho tiempo como discípulo de
Sócrates, a quien profesaba una tremenda admiración. Sus escritos son la principal fuente de información del
pensamiento de Sócrates. Platón pensaba meterse en política, pero, cuando Sócrates fue ejecutado, rechazó tal
idea.
Tenía 29 años cuando murió Sócrates, pero no se sabe cuándo empezó a escribir sus muchos diálogos (la
mayoría de los cuales han llegado, creemos, hasta nuestros días), que tenían a Sócrates como personaje
principal. Sócrates dejó una profunda huella en Platón, cuyas ideas pueden empezar a distinguirse, claramente,
del pensamiento de Sócrates sólo en sus últimos trabajos.
Tenía unos cincuenta años cuando fundó su escuela junto con el matemático Taeteto. Esta escuela se encontraba
en una arboleda que debía su nombre al héroe griego Academo, por lo que la escuela de Platón acabó
llamándose Academia. Con esta Academia, Platón pretendía dar una buena educación a los futuros gobernantes
de Atenas y de otras ciudades-estado. Los temas impartidos eran filosofía, astronomía, gimnasia y,
especialmente, geometría. Sobre la puerta había una inscripción en la que ponía "nadie entre aquí sin saber
geometría". Uno de sus alumnos, Aristóteles, llegó a convertirse en uno de los filósofos que más han influido a lo
largo de la historia.
Platón se marchó posteriormente a Sicilia a intentar educar al joven Dionisio II, pero volvió a Atenas, donde
murió a los 80 años.
Lo verdadero
Platón se interesó por un lado en la relación entre lo eterno y lo inalterable y en lo que "fluye", por el otro.
Sócrates y los sofistas desviaron su atención de las cuestiones de la filosofía de la naturaleza para centrarse más
en los problemas relacionados con el ser humano y la sociedad (la moral humana y los ideales o virtudes de la
sociedad). Podríamos decir, en pocas palabras, que los sofistas pensaban que las percepciones de lo que era
bueno y de lo que era malo variaban de ciudad en ciudad y de generación en generación, es decir, que la cuestión
sobre lo bueno y lo malo es algo que "fluye". Sócrates no aceptaba en absoluto este punto de vista. él creía en la
existencia de unas reglas básicas y absolutas para lo que es bueno y lo que es malo. Utilizando nuestro sentido
común podemos llegar a conocer esas normas inmutables, pues la razón humana es, precisamente, eterna e
inmutable.
A Platón también le interesaba lo que es eterno e inmutable en la naturaleza y lo que es eterno e inmutable en la
moral y la sociedad. Para Platón, estos dos problemas eran, en realidad, uno solo. Intentaba captar una
"realidad" eterna e inmutable.
El mundo de las Ideas
Tanto Empédocles como Demócrito habían señalado que todos los fenómenos de la naturaleza "fluyen", pero
que, no obstante, tenía que haber "algo" que nunca cambiara (las "cuatro raíces" o los "átomos"). Platón
coincidía con este planteamiento, pero de una manera muy distinta.
Creía que todas las cosas tangibles de la naturaleza "fluyen". Es decir, que no existen unas cuantas "materias
primarias" que no se disuelven. Absolutamente todo lo que pertenece al "mundo de los sentidos" está hecho de
materia que se desgasta con el tiempo. Pero, a la vez, todo está hecho con un "molde" eterno e inmutable.
¿Por qué todos los caballos son lo mismo? Hay algo que todos los caballos tienen en común, algo que los
identifica como caballos. El caballo individual "fluye", naturalmente. Puede ser viejo y cojo y, con el tiempo,
morir. Pero el "molde de caballo" es eterno e inmutable.
Esto quiere decir que, para Platón, lo eterno y lo inmutable no es una "materia primaria" física, como pensaban
Empédocles y Demócrito. La concepción de Platón estaba construida de modelos eternos e inmutables,
espirituales y abstractos en su naturaleza, a cuyas imágenes estaban moldeadas el resto de las cosas.
Si un extraterrestre aterrizara en nuestro planeta y viera en el mostrador de una pastelería cincuenta pastas
iguales, seguramente se preguntaría cómo era posible que fueran exactamente idénticas. Seguramente acabaría
notando que, de alguna forma, tenían pequeñas diferencias. Pero, después de un razonamiento concienzudo, el
extraterrestre llegaría a la conclusión de que todas las pastas tenían un denominador común. Aunque ninguna
fuera totalmente perfecta, pensaría que debían tener un origen común: todas las pastas estaban hechas con el
mismo molde. En ese momento, aparecería en el extraterrestre un irresistible deseo de ver ese molde, pues,
evidentemente, el molde tenía que ser muchísimo más perfecto y, en cierto modo, más hermoso, que ninguna de
esas frágiles copias.
Platón pensaba que todas las similitudes que vemos entre los objetos son debidas al hecho de que provienen del
mismo "molde". Le extrañaba la igualdad entre los fenómenos naturales y llegó a la conclusión de que debía
haber un reducido número de moldes que se encuentran "detrás de" todo lo que vemos a nuestro alrededor.
Platón llamó a estos moldes Ideas. Detrás de cada caballo, cerdo o ser humano se encuentra la "Idea de caballo",
la "Idea de cerdo" o la "Idea de ser humano". (De la misma forma que la pastelería del ejemplo anterior podía
tener pastas con forma de hombres, caballos y cerdos, puesto que un pastelero que se precie tendrá más de un
molde. No obstante, un solo molde es suficiente para cada clase de pasta).
17
Platón llegó a la conclusión de que tenía que haber una realidad detrás del "mundo de los sentidos", realidad a la
que llamó el mundo de las Ideas. En este mundo se encontraban las "imágenes modelo", eternas e inmutables,
detrás de los distintos fenómenos con los que nos topamos en la naturaleza. Este espectacular concepto se
conoce como la teoría de las Ideas de Platón.
Conocimiento seguro
¿Pensaba realmente Platón que tales moldes existían en una realidad completamente diferente? Sabemos que
todo ser humano y animal se acabará muriendo y descomponiendo tarde o temprano. Incluso un bloque de
granito se altera y se desintegra lentamente. Lo que pensaba Platón era que no podíamos saber nada con
seguridad sobre algo que cambia constantemente. Sólo podemos tener un conocimiento seguro de las cosas que
comprendemos a través de la razón.
Puesto que las relaciones matemáticas nunca cambian, Platón las encontró fascinantes. Eran algo sobre lo que
podíamos tener conocimientos seguros.
El dramaturgo Sófocles fue contemporáneo de Platón y menciona un juego similar al pentalfa en una de sus
obras. La solución al juego se puede encontrar por puro razonamiento matemático (no sin dificultad). Una de
las soluciones simples consiste en empezar en cualquier punto del tablero e ir haciendo que cada uno de los
siguientes movimientos termine en el punto de partida del anterior.
Platón pensaba que la razón humana era una fuente de conocimientos bastante superior a nuestros sentidos.
Imagina que te encuentras en el bosque con una piña redonda. A lo mejor dices que "piensas" que es
completamente redonda, aunque un amigo tuyo diga que está algo achatada por uno de sus extremos.
Sin embargo, no podéis tener un conocimiento absolutamente seguro de algo que percibís con los ojos. En
cambio, sí puedes tener una absoluta certeza de que la suma angular de un círculo es de 360 grados. En este
caso, hablaríamos de un círculo ideal que puede no existir en el mundo físico pero que puedes visualizar con
claridad en tu mente.
En resumen: sólo podemos tener concepciones inexactas de las cosas que percibimos a través de nuestros
sentidos. Sin embargo, podemos obtener un conocimiento infalible de lo que reconocemos con la razón. La
suma de los ángulos de un triángulo será siempre de 180 grados. Igualmente, la "Idea" de caballo tendrá cuatro
patas, aunque todos los caballos del mundo sensorial se rompieran una de ellas.
El alma inmortal
Platón pensaba que el hombre era una criatura dual, que participaba tanto del reino de lo perecedero como del
reino inmutable de las Ideas.
Tenemos un cuerpo que "fluye" y que, por lo tanto, está indisolublemente ligado al mundo de los sentidos,
compartiendo el mismo destino que todo lo de este mundo. Todos nuestros sentidos dependen de nuestro
cuerpo y son, consecuentemente, poco fiables. Pero también tenemos un alma inmortal, el dominio de la razón.
Y, puesto que no es física, el alma puede escrutar el mundo de las Ideas.
Platón también creía que el alma existía en el reino de las Ideas antes de establecerse en el cuerpo. Pero, tan
pronto como el alma se despertaba dentro de un cuerpo humano, olvidaba las Ideas perfectas. Entonces, a
medida que el ser humano va descubriendo las diferentes formas del mundo de los sentidos, empieza a crecer en
su alma un vago recuerdo. Ve un caballo, un caballo imperfecto, y es suficiente para despertar en su alma un
vago recuerdo del "caballo" perfecto que el alma vio en el mundo de las Ideas. Este recuerdo despierta en el
alma un deseo de volver a la verdadera morada del alma. Desde ese momento, el cuerpo y el mundo de los
sentidos se empiezan a ver como algo imperfecto e insignificante. El alma ansía liberarse de las cadenas del
cuerpo.
Pero Platón no creía que todos los seres humanos daban rienda suelta al alma y permitían que ésta se liberara
de tal forma. Pensaba que la mayoría de ellos se aferraba a los "reflejos" de las Ideas en el mundo de los
sentidos, un mundo lleno de pobres copias de algo verdaderamente perfecto. Sólo unas cuantas personas
rechazaban esto: los filósofos. Platón ilustraba esto con un mito: el mito de la caverna.
Fuera de la caverna
Imagina a unas personas viviendo en las profundidades de una caverna, sentadas de espaldas a la entrada y
atadas de pies y manos, de forma que sólo podrán mirar a la pared del fondo de la caverna. Detrás de ellas hay
un muro alto y por detrás del muro caminan unos seres que se parecen a las personas. éstos sujetan diferentes
figuras por encima del borde del muro. Detrás de estas figuras arde un fuego que hace que se proyecten las
sombras en la pared del fondo. De esta forma, lo único que pueden ver los habitantes de las cavernas es un
"teatro de sombras". Pero, como han estado sentados en esa postura desde que nacieron, creen que las sombras
son lo único que existe.
Imagínate ahora que uno de esos moradores empieza a preguntarse de dónde vienen todas esas sombras. ¿Qué
crees que ocurrirá cuando se vuelva hacia las figuras y vea que están siendo manipuladas por detrás del muro?
Al principio, la fuerte luz a la que no está acostumbrado le cegará. También le cegarán las nítidas figuras ya que,
hasta ese momento, sólo había visto sus sombras. Si consiguiera saltar el muro y atravesar el fuego hasta llegar
al mundo exterior, se cegaría aún más con la luz solar. Pero, después de haberse aclimatado, vería nítidos
colores y siluetas. Vería animales y flores verdaderos, de los que las figuras de la caverna sólo eran malas copias.
18
Después, vería también el sol en el cielo y llegaría a la conclusión de que él es el que da la vida a las flores y a los
animales, de la misma forma que la hoguera daba las sombras en la caverna.
Después, volvería a la caverna e intentaría convencer a sus moradores de que las sombras en la pared de la
caverna son sólo copias centelleantes de las cosas "reales". Pero nadie le creería, afirmando que lo que allí ven es
lo único que hay, y le asesinarían.
Lo que Platón quería ilustrar con este mito es el camino que recorre un filósofo desde los conceptos sombríos
hasta las verdaderas Ideas que se encuentran tras los fenómenos naturales. Platón creía que todos los
fenómenos naturales eran meras sombras de las Ideas eternas. Probablemente pensara también en Sócrates, a
quien mataron los "moradores de la caverna" por perturbar sus ideas convencionales e intentar mostrarles el
camino hacia la verdadera sabiduría.
El Estado
El mito de la caverna lo podemos encontrar en el diálogo de Platón La república; en él nos presenta una imagen
del "Estado ideal" o Estado utópico. Platón pensaba que el Estado debería ser gobernado por filósofos, basando
la explicación de esto a la composición del ser humano.
Según Platón, el cuerpo humano estaba dividido en tres partes: cabeza, pecho y vientre. A cada una de estas
partes le correspondía una facultad del alma. La razón pertenecía a la cabeza, la voluntad al pecho y el deseo al
vientre. Cada una de estas facultades del alma tenía un ideal o "virtud". La razón debía aspirar a la sabiduría, la
voluntad al valor y el deseo debía frenarse para que el ser humano mostrara moderación. Sólo cuando las tres
partes del cuerpo funcionaran como una unidad, obtendríamos un individuo armonioso y honroso, "virtuoso".
Platón se imaginaba un Estado construido exactamente de la misma forma que un ser humano. El equivalente a
la cabeza, el pecho y el vientre serían los gobernantes, los soldados y los productores (agricultores, por ejemplo).
De la misma forma que una persona saludable y armoniosa mostraba equilibrio y moderación, un Estado "justo"
se caracterizaba porque cada uno sabría el lugar que le corresponde dentro del conjunto.
Como todos los aspectos de la obra de Platón, su filosofía política se caracterizaba por el racionalismo. La
creación de un buen Estado dependía de que fuera gobernado por la razón. Y así como la cabeza rige el cuerpo,
los filósofos debían regir la sociedad. Platón describe así una correlación tripartita del Estado con el cuerpo,
alma y virtud humanos.
El Estado ideal de Platón no parece muy diferente del sistema de castas hindú, en el que cada persona tiene una
función determinada para el bien del conjunto. Incluso desde antes de los tiempos de Platón, el sistema de
castas ha tenido la misma división tripartita entre la casta dominante (la de los sacerdotes), la casta de los
guerreros y la casta de los productores. Hoy en día seguramente llamaríamos al Estado de Platón Estado
totalitario. No obstante, merece la pena destacar que él pensaba que las mujeres podrían ser unas gobernantas
tan efectivas como los hombres, por la mera razón de que los gobernantes deberían gobernar en virtud de su
razón. Pensaba que las mujeres tenían exactamente la misma capacidad para razonar que los hombres si reciben
el mismo tipo de educación y se las exime del cuidado de los niños y de las tareas domésticas. En el estado ideal
de Platón, los gobernantes y soldados deberían ser privados de la vida familiar y de la propiedad privada. La
educación de los niños era, además, algo tan importante que no podía ser confiada a los particulares, sino que
debería ser responsabilidad del Estado. (Fue el primer filósofo que apoyó un sistema público de guarderías y
colegios).
Después de vivir grandes desilusiones políticas, Platón escribió el diálogo Las leyes, en el que describía el
"Estado legal" como el segundo mejor Estado. Aquí se mostraba más partidario de la propiedad privada y las
ataduras familiares. De esa manera, la libertad de las mujeres se veía reducida. Sin embargo, decía que un
Estado que no educara ni adiestrara a sus mujeres era como un hombre que sólo utilizara su brazo derecho.
Enlaces Filósofos relacionados: Sócrates - La vida de Sócrates: para sus enseñanzas a Platón.
Aristóteles - No hay ideas innatas: para su crítica a la teoría de los moldes.
Filosofía helenística - El neoplatonismo: para la adaptación religiosa de Platón.
Filosofía medieval - Defensa de Platón: para la interpretación de San Agustín de Platón.
Hegel - Individualismo: para su punto de vista sobre el lugar del hombre en el Estado.
Historia:Antigua Grecia - Perspectiva: para el entorno histórico de Platón.
Antigua Grecia - Descubrimientos: para la Academia de Platón y su acercamiento a la ciencia.
La Edad Media - Descubrimientos: para la clausura de la Academia.
Bibliografía Los diálogos más importantes de Platón son los siguientes:Fedón, en Diálogos, vol. III, Gredos,
Madrid, 1988. La república, Alianza, Madrid, 1995.Parménides, Alianza, Madrid, 1986.
ESTUDIOS:Friedländer, P.: Platón: verdad del ser y realidad de la vida, Tecnos, Madrid, 1989.
Hare, R. M.: Platón, Alianza, Madrid, 1991. Una buena introducción de Platón.
Ross, W. D.: La teoría de las Ideas de Platón, Cátedra, Madrid, 1989. En esta obra se destacan los aspectos
epistemológicos de la doctrina platónica.
19
ARISTóTELES (384-322 a. de C.) La vida de Aristóteles
Aristóteles nació en Macedonia. Su padre fue médico de la corte del rey Amintas II de Macedonia y su formación
científica le convirtió en un gran biólogo, así como en uno de los filósofos más importantes de la Antigua Grecia.
Entró como estudiante en la Academia de Platón cuando tenía 17 años. Pronto sobresalió y se convirtió en
profesor. Estuvo en la Academia hasta la muerte de Platón, unos 20 años después.
Aristóteles pasó doce años alejado de Atenas. Durante tres años fue tutor del joven Alejandro Magno, heredero
al trono macedonio. En el año 335 a. de C. volvió a Atenas para fundar su propia escuela: el Liceo. Pero después
de que las tropas de Alejandro conquistaran Atenas, apareció un resentimiento general contra Macedonia. Este
resentimiento se volvió contra el propio Aristóteles, pues además de ser macedonio, había sido el mentor de
Alejandro.
En el año 323 a. de C. fue acusado de impiedad, por lo que decidió dejar Atenas antes que sufrir el mismo
destino que Sócrates. Murió en el exilio un año después.
La primera ciencia
Aunque Aristóteles estuvo altamente influenciado por Platón, había enormes diferencias entre ellos. Aristóteles
estaba obsesionado con el estudio de la naturaleza, mientras que Platón no.
Platón estaba tan fascinado con sus moldes eternos, sus "ideas", que prestó muy poca atención a los cambios de
la naturaleza. Aristóteles, por el contrario, se preocupó más por estos cambios (o lo que hoy en día llamamos
procesos naturales). Mientras que Platón utilizaba sólo su razón, Aristóteles usaba además sus sentidos: se
acuclillaba y estudiaba las ranas y los peces, las anémonas y las amapolas.
Escritos antiguos hablan de 170 títulos supuestamente escritos por Aristóteles. De todos ellos se han conservado
47. No se trata de libros acabados, sino de apuntes para lecciones. Recordemos que, todavía en aquella época, la
filosofía era, sobre todo, una actividad oral.
La importancia de Aristóteles en la cultura europea se debe también en buena parte al hecho de que fuera él
quien creara el lenguaje y terminología que, todavía hoy, se utiliza en las ciencias. Fue el gran organizador que
fundó y ordenó las diferentes ciencias.
No hay ideas innatas
Igual que los filósofos anteriores a él, Platón deseaba encontrar algo eterno e inmutable en medio de todos los
cambios. Encontró las Ideas perfectas que estaban muy por encima del mundo de los sentidos. Platón opinaba,
además, que las Ideas eran más reales que todos los fenómenos de la naturaleza. Primero estaba la "idea de
caballo" y, luego, llegaban todos los caballos del mundo sensorial galopando en forma de sombras en la pared de
una caverna. La "idea de gallina" estaba antes que la gallina y que el huevo.
Aristóteles pensaba que Platón había dado la vuelta a todo. Estaba de acuerdo con su profesor en que el caballo
individual "fluye" y en que ningún caballo vive eternamente. También compartía que el molde del caballo era
eterno e inmutable. Pero la "idea" de caballo era simplemente un concepto que los seres humanos nos hemos
formado después de varios caballos. Esto es, la "idea" o "forma" de caballo no existe en sí misma. Para
Aristóteles, la "idea", o la "forma", de caballo era la suma de las características comunes de todos los caballos o,
como decimos hoy en día, la especie. Para Aristóteles, las formas de las cosas son como las cualidades
específicas de dichas cosas.
Platón pensaba que todas las cosas que vemos en el mundo natural eran meros reflejos de unas cosas que
existían en otra realidad, la del mundo de las Ideas (y, por lo tanto, en el alma humana). Aristóteles opinaba
exactamente lo contrario: las cosas que se encuentran en el alma son solamente meros reflejos de los objetos de
la naturaleza. Así, la naturaleza es el mundo real. De acuerdo con Aristóteles, Platón quedó anclado en una
visión mítica del mundo, en la que la imaginación del hombre se confunde con el mundo real.
Aristóteles señaló que no existe nada en la mente que no haya estado antes en los sentidos. Platón decía que no
había nada en la naturaleza que no hubiera estado antes en el mundo de las Ideas. En ese sentido Aristóteles
opinaba que Platón "duplicaba el número de las cosas". Explicaba cada caballo haciendo referencia a la "idea" de
caballo. Pero ¿qué clase de explicación era ésa? ¿De dónde venía la "idea de caballo"? ¿Existe acaso también un
tercer caballo del que la "idea de caballo" es un simple reflejo?
Aristóteles pensaba que todo lo que tenemos dentro de pensamientos e ideas ha entrado en nuestra conciencia a
través de lo que hemos visto y oído. Pero también tenemos una razón innata con la que nacemos. No tenemos
Ideas innatas, como mantenía Platón, sino una capacidad innata para ordenar todas nuestras sensaciones en
distintos grupos y clases. Es así como surgen los conceptos de "piedra", "planta", "animal" y "hombre".
Forma y materia
Después de aclarar su relación con la teoría de las Ideas de Platón, Aristóteles determina que la realidad está
compuesta por una serie de elementos individuales que constituyen un conjunto de forma y materia. La
"materia" es de lo que están hechas las cosas y la "forma" representa las cualidades específicas de cada cosa.
Supón que tienes ante ti una gallina aleteando. La "forma" de la gallina es, justamente, aletear, cacarear y poner
huevos. Es decir, la "forma" de la gallina son las propiedades específicas de la especie "gallina" o, en otras
20
palabras, lo que hace la gallina. Cuando la gallina muere, y con ello deja de cacarear, la "forma" de la gallina deja
de existir. Lo único que queda es la "materia" de la gallina, con lo que ya no es una gallina.
La "materia" siempre tiene el potencial de realizar una determinada "forma". Según Aristóteles, cada cambio en
la naturaleza es una transformación de la materia de "posibilidad" a "realidad", de "potencia" a "acto".
Imagina un escultor trabajando con un enorme bloque de granito. Todos los días da martillazos y pica la piedra
informe. Un día recibe la visita de un niño que le pregunta: "¿Qué estás buscando?", a lo que el escultor
responde: "Espera y verás". Al cabo de unos días el niño vuelve. Para entonces, el escultor ya ha esculpido un
hermoso caballo. El niño mira asombrado, se vuelve al escultor y le dice: "¿Cómo podías saber que el caballo
estaba ahí dentro?".
En cierto modo, el escultor ya había visto la forma del caballo en el bloque de granito, puesto que el bloque de
granito tenía la potencialidad inherente de transformarse en caballo. De forma similar creía Aristóteles que
todas las cosas de la naturaleza tienen una posibilidad, un potencial inherente de realizar o alcanzar una "forma"
determinada.
La causa final
Aristóteles tenía una notable visión de la causalidad en la naturaleza. Pensaba que había varias clases de causas
en la naturaleza (mencionaba cuatro diferentes). Es importante comprender a qué llamaba Aristóteles la "causa
final".
¿Por qué llueve? Seguramente sabrás que llueve porque el vapor de agua se enfría y se condensa formando gotas
de agua que caen al suelo debido al efecto de la fuerza de gravedad. Aristóteles también estaría de acuerdo con
este ejemplo. Pero añadiría que sólo has señalado tres de las causas.
La "causa material" es que el vapor de agua (las nubes) se encontraba justo allí en el momento en el que se
enfrió el aire. La "causa eficiente" o agente es que se enfría el vapor de agua y la "causa formal" es que la "forma"
o naturaleza del agua es caer al suelo. Pero, además, Aristóteles añadiría que llueve porque las plantas y los
animales necesitan el agua de la lluvia para poder crecer. ésta es la causa que Aristóteles llamaba "causa final".
Aristóteles atribuiría a las gotas una tarea o "intención".
ésta no es la forma de pensar de un científico de hoy en día. Decimos que la comida y la humedad son
condiciones necesarias para que los animales y las personas puedan vivir, no que la intención del agua o las
naranjas sea la de darnos de comer. Pero Aristóteles creía que hay un propósito o intención detrás de todo.
Llueve para que las plantas puedan crecer, las naranjas o las uvas crecen para que las personas se las puedan
comer.
Lógica
La distinción entre "forma" y "materia" juega también un importante papel cuando Aristóteles se dispone a
describir cómo los seres humanos reconocen las cosas en el mundo.
Cuando discernimos cosas, las ordenamos en distintos grupos o categorías. Veo un caballo, luego veo otro
caballo y, luego, otro más. Los caballos no son idénticos, pero tienen algo en común, y ese algo en común es lo
que constituye la "forma" del caballo. Lo que es diferente o individual pertenece a la "materia" del caballo.
De esta manera, los seres humanos vamos por el mundo clasificando todo en categorías. Distinguimos las cosas
hechas de piedra, las hechas de madera y las hechas de goma. Distinguimos entre las cosas vivas y las cosas
muertas, entre lo vegetal, lo animal y lo humano.
Aristóteles pretendía mostrar que todas las cosas de la naturaleza pertenecían a determinados grupos y
subgrupos. (Así, por ejemplo, un perro determinado es un ser vivo, más concretamente un animal, más
concretamente un vertebrado, más concretamente un mamífero, más concretamente un perro, más
concretamente un labrador, más concretamente un labrador macho).
Aristóteles era un meticuloso organizador que quiso poner en orden nuestros conceptos. De hecho, fue él quien
creó la ciencia de la lógica. Demostró varias leyes estrictas para saber qué pruebas eran lógicamente válidas.
Veamos un ejemplo clarificador: si primero constatamos que "todos los seres vivos son mortales" (primera
premisa) y después constatamos que "el perro de antes es un ser vivo" (segunda premisa), podemos deducir,
elegantemente, que "el perro de antes es mortal".
Este ejemplo demuestra que la lógica de Aristóteles trata de una relación entre conceptos, en este caso entre "ser
vivo" y "mortal". Aunque tengamos que darle la razón a Aristóteles en un 100%, debemos admitir que no nos
dice nada nuevo. Nosotros ya sabíamos que el perro era "mortal", puesto que todos los perros son mortales.
Pero la relación entre grupos de cosas no es siempre tan obvia. De vez en cuando puede resultar necesario
ordenar nuestros conceptos.
Escala de la naturaleza
Aristóteles mantenía que todo en la naturaleza puede dividirse en dos grupos o categorías principales. Por un
lado, tenemos las cosas inanimadas, como las piedras, las gotas de agua o los granos de tierra. Estas cosas no
tienen ningún potencial inmanente de cambio, sino sólo por medio de influencias externas. Por el otro lado
tenemos las cosas vivas, con un potencial inherente de cambio. Aristóteles dividía las cosas vivas en dos grupos
21
diferentes. Uno que contenía las plantas, y un segundo que contenía los seres vivos. Este último grupo lo dividía,
a su vez, en otros dos: el de los seres humanos y el del resto de los animales.
Cuando Aristóteles dividía los fenómenos naturales en varios grupos, se basaba en las características de los
objetos, concretamente, en lo que podían hacer o en lo que hacían. Todos los seres vivos (plantas, animales o
seres humanos) tienen la capacidad de sentir el mundo de su alrededor y de moverse en la naturaleza. Los seres
humanos tienen, además, la capacidad de pensar o, en otras palabras, de ordenar sus sensaciones en varios
grupos y clases.
Así resulta que no hay realmente límites muy definidos en la naturaleza. Observamos una transición más bien
gradual de plantas simples a plantas más complicadas, de animales simples a animales más complicados. En la
parte superior de esta pirámide se encuentra el hombre, el cual, según Aristóteles, vive toda la vida de la
naturaleza. El hombre crece y absorbe sus nutrientes como las plantas, tiene sentimientos y la capacidad de
movimiento como los animales, pero además tiene la peculiar característica de pensar racionalmente. En la
cima absoluta de esta pirámide Aristóteles colocaba al "primer motor", Dios, quien, según él, había iniciado
todos los movimientos del mundo natural.
ética
Aristóteles pensaba que hay tres formas de felicidad. La primera de ellas es la vida de placeres y diversiones. La
segunda forma de felicidad es vivir como un ciudadano libre y responsable. La tercera, vivir una vida como
pensador e investigador.
Aristóteles también subrayaba que tenían que darse simultáneamente las tres condiciones para que el ser
humano pudiera ser totalmente feliz. Rechazaba cualquier forma de desequilibrio.
Aplicaba lo mismo a las relaciones humanas, donde Aristóteles abogaba por el "justo término medio". No
debemos ser ni cobardes ni temerarios, sino valientes (poco valor es cobardía y demasiado es temeridad). Por
ejemplo, con la comida es muy peligroso comer demasiado poco, como también lo es comer demasiado. Tanto la
ética de Platón como la de Aristóteles se remiten a la ciencia médica griega: sólo mediante el equilibrio y la
moderación una persona será feliz, vivirá en "armonía".
Política
Aristóteles mencionaba tres buenas formas de Estado.
Una de ellas era la monarquía, o reinado, donde sólo había un jefe de Estado. Para que este tipo de gobierno
fuera bueno, debería evitarse su evolución hacia la "tiranía" (esto es, un gobernante que maneje el Estado para
su propio provecho).
Otra de las buenas formas de Estado era la aristocracia, en la que hay un grupo mayor o menor de gobernantes.
En esta forma de gobierno debería evitarse la degeneración a la "oligarquía", donde sólo unos pocos serían los
gobernantes. Un ejemplo de ello sería una asamblea
La tercera forma de Estado es la que Aristóteles llamó politeia, la democracia. Esta forma de gobierno también
tiene un aspecto negativo. Una democracia puede degenerar también en demagogia.
La mujer
A diferencia de Platón, Aristóteles tendía a pensar que las mujeres eran, en cierta forma, incompletas. Una
mujer era algo así como "un hombre incompleto". En la procreación, la mujer debería ser pasiva y receptora,
mientras que el hombre sería el activo y productivo. Pensaba que el niño sólo heredaba las cualidades del
hombre, las cuales estaban contenidas en su esperma. La mujer era como la tierra, que sólo recibe y gesta la
"semilla", mientras que el hombre es el que la "siembra". O, dicho de una forma genuinamente aristotélica, el
hombre da la "forma" y la mujer contribuye con la "materia".
El punto de vista de Aristóteles sobre los sexos fue doblemente negativo porque fue el suyo, no el de Platón, el
que se mantuvo durante toda la Edad Media. La Iglesia heredó una visión de la mujer que, en realidad, no tenía
ninguna base en la Biblia.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Platón - El mundo de las Ideas: para la teoría de los moldes.
Filosofía medieval - Sto. Tomás de Aquino: para el resurgimiento del aristotelismo.
Darwin - El origen de la vida: para el sistema de clasificación comparable.
Locke - Los empiristas: para la visión empirista.
Historia:
Antigua Grecia - Descubrimientos: para la faceta científica de Aristóteles.
Antigua Grecia - Política: para Alejandro Magno.
La Edad Media - Descubrimientos: para el redescubrimiento de Aristóteles por los eruditos medievales.
Renacimiento - Perspectiva: para Aristóteles.
22
Renacimiento - Descubrimientos: para el desafío de la ciencia aristotélica durante el Renacimiento.
Bibliografía
Las principales obras de Aristóteles son:
ética nicomáquea. ética eudemia, Gredos, Madrid, 1993.
Física, Gredos, Madrid, 1995.
Metafísica, Gredos, Madrid, 1990.
ESTUDIOS:
Barnes, J.: Aristóteles, Cátedra, Madrid, 1987. Una obra accesible, escrita por uno de los mejores especialistas
en Aristóteles en el mundo anglosajón.
Lear, J.: Aristóteles: el deseo de comprender, Alianza, Madrid, 1994.
Ross, W. D.: Aristóteles, Charcas, Buenos Aires, 1981. Destacan, sobre todo, los aspectos ontológicos de este
estudio.
Helenismo y Roma - Perspectiva
Alejandro Magno dejó a su muerte en el año 323 a. de C. el mayor imperio que el mundo había conocido,
uniendo la civilización griega con Egipto y Oriente hasta la India. Las conquistas de Alejandro marcaron el
comienzo de una nueva época en la historia de la humanidad. Surgió una nueva civilización en la cual la cultura
y la lengua griega jugaron un papel dominante.
Los tres siglos siguientes son los conocidos como período helenístico. El término Helenismo se refiere tanto a la
época como a la cultura predominantemente griega que prevaleció en los reinos helenísticos, entre los cuales
Egipto, Siria y Macedonia fueron los más importantes.
La cultura helenística unificó ideas científicas, filosóficas y religiosas de todo el mundo conocido. Nuevos
movimientos religiosos, que prometían la inmortalidad y salvación a los que siguieran sus enseñanzas,
aparecieron como resultado de la fusión de diversas creencias.
El gran puerto de Alejandría se convirtió en el centro cultural y comercial del helenismo. Era una sociedad
cosmopolita y próspera que atraía a mercaderes artistas y eruditos de diferentes naciones. Mientras Atenas, tras
Platón y Aristóteles, continuaba siendo la capital de la filosofía, Alejandría era el centro de la ciencia helenística.
Con sus grandes bibliotecas y museos, Alejandría era la vanguardia en los avances de las matemáticas,
astronomía, biología y medicina.
A partir del siglo II a. de C., Roma comenzó la conquista de los reinos helenísticos y, hacia el final del siguiente
siglo, la cultura romana y el latín predominaron desde España por el oeste hasta Egipto y Asia Menor. El
período romano supuso más una continuación que una ruptura con la civilización helenística. Roma había
estado profundamente influenciada por la cultura clásica y helenística griega, los romanos sentían un enorme
respeto por el arte, la literatura y la filosofía griega. Aunque el latín era la lengua oficial, el griego continuó
siendo la lengua de las provincias del este y los romanos instruidos eran bilingües.
Augusto, el primer emperador romano, trajo la paz, prosperidad y buen gobierno a Roma y a los ciudadanos del
Imperio. A partir del tiempo de Augusto los romanos practicaron el culto al emperador por el cual a los
emperadores se les otorgaba supremacía política y religiosa , y frecuentemente se les deificaba tras su muerte.
Durante algunos siglos más el poder y el ejército romanos iban a poder imperar de forma hegemónica en sus
vastos territorios. Hacia el siglo III d. de C., sin embargo, el Imperio comenzó a desmoronarse y existía una
conciencia generalizada de declive.
Durante este período la sociedad romana iba siendo cada vez más consciente de lo que al principio pareció ser el
nacimiento de una nueva secta judía. No obstante, a pesar de la persecución inicial, el Cristianismo se extendió
por el Imperio y hacia el año 300 d. de C. representaba aproximadamente la décima parte de su población. En el
siglo cuarto consiguió el apoyo del emperador Constantino y, lo que había sido un culto ilegal, rápidamente se
convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. Esta identificación entre la Iglesia y el estado supuso un
hecho de profundo significado histórico que iba a afectar a la sociedad occidental durante miles de años.
ver también:
Antigua Grecia - Política: para Alejandro Magno
Antigua Grecia - Descubrimientos: para Platón y Aristóteles como científicos
La Edad Media - Descubrimientos: para la clausura de la academia de Platón, el redescubrimiento de Aristóteles
por sabios medievales.
La Edad Media - Perspectiva: para Europa tras la caída de Roma, la expansión del cristianismo
La Edad Media - Sociedad: para el importante papel de la iglesia en la Europa medieval
La Edad Media - Política: para la importancia política de la iglesia medieval
La Edad Media - Cultura: para la influencia de la iglesia en el arte medieval.
Renacimiento - Descubrimientos: para el desafío a la ciencia de Aristóteles por sabios del Renacimiento.
23
Helenismo y Roma - Política
Tras la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a. de C., el Imperio se repartió entre sus generales,
dividiéndose en los reinos helenísticos; los tres más importantes eran Egipto, Siria y Macedonia. La cultura
helenística floreció en el área mediterránea incluyendo la nueva república de Roma.
En el segundo siglo a. de C. varios estados griegos pidieron ayuda militar a Roma en sus disputas regionales. Los
romanos usaron esta oportunidad para conquistar Grecia y parte de Asia Menor, mientras que en el oeste
derrotaban a su rival Cartago. Hacia el final del primer siglo a. C el Imperio Romano se extendía desde Oriente
Próximo por todo el Mediterráneo hasta Francia, España y Britania.
Sin embargo, a pesar de que el Imperio Romano conquistó vastos territorios en el exterior, en Roma estalló la
guerra civil entre diferentes facciones políticas. Julio César consiguió el control pero fue asesinado en el 44 a. de
C. El sobrino de César, Octavio, derrotó a los responsables de su muerte, incluido Marco Antonio que se suicidó
con Cleopatra. Aunque al principio Roma continuó siendo una república, cuya autoridad recaía en el Senado y
en los ciudadanos de Roma, Octavio fue reconocido como el primer emperador con el nombre de "Augusto" o
"El Venerado". El reinado de Augusto fue un período de estabilidad política, prosperidad y reformas
administrativas.
La dinastía de Augusto se extinguió con la muerte de Nerón en al año 68 d. de C. Le siguió la guerra civil pero
finalmente el Imperio se estabilizó y mediante el poder militar se extendió incluso más. Aunque la autoridad
romana estaba basada en el poderío de su ejército, en su mejor momento supuso orden, paz y un gobierno
eficaz. Los romanos eran tolerantes con las costumbres locales siempre y cuando se pagaran los impuestos y se
reconociera la autoridad de Roma.
En el siglo tercero se produjo una seria decadencia política y económica en el Imperio. La administración
imperial se desmoronaba y las tribus bárbaras amenazaban sus fronteras. Esta situación mejoró en cierta
medida al final del siglo, y poco después Constantino trasladó la capital a Bizancio, que pasó a llamarse
Constantinopla. Pero la verdadera importancia histórica de Constantino está en la adopción del Cristianismo
como credo oficial del Imperio, habiendo sido anteriormente perseguido como secta.
A pesar de los intentos de reforma, el orden romano pereció. El territorio era demasiado grande para una sola
administración, aunque el ideal de Imperio unificado iba a reaparecer periódicamente como mínimo hasta la
época de Napoleón. La parte oriental de lengua griega crecía al margen de la occidental que hablaba latín y al
final del siglo cuarto el Imperio se desdobló en dos mitades la oriental y la occidental. En el 410 y en el 455
Roma fue saqueada por los bárbaros, y el Imperio occidental finalmente se desmoronó en el 476.
Ver también:
Antigua Grecia - Política: para Alejandro Magno.
La Edad Media - Política: para Europa despúes de la caída de Roma, imperio de Carlomagno.
Renacimiento - Política: para la visión del Imperio por Carlos V.
La Ilustración - Política: para las conquistas e imperio de Napoleón
Siglo XX - Economía: para intentos de construir una unidad económica europea.
Helenismo y Roma - Economía
La civilización helenística y la romana al igual que la de la antigua Grecia eran esencialmente urbanas. Se
fundaron numerosas ciudades que se convirtieron en centros de la cultura helena o romana para las poblaciones
locales. Las ciudades podían tener funciones tanto estratégicas como comerciales para proteger las rutas del
comercio o establecer una presencia militar. Las ciudades helenísticas -entre las que destacó por su importancia
Alejandría en Egipto, fundada por Alejandro Magno- fueron repobladas bien por griegos que habían luchado en
las campañas o por inmigrantes de otros reinos helenísticos. Las riquezas de la civilización helenística, con
frecuencia sustraídas a los territorios conquistados, se exhibían en estas ciudades en suntuosos edificios
públicos.
Las ciudades del Imperio Romano se encontraban principalmente en la Europa occidental. París, Bonn, Viena y
Londres surgieron en este tiempo. La ciudad más grande de todas era Roma con más de un millón de
habitantes.
A medida que el Imperio Romano se extendía, el comercio terrestre y marítimo florecía con nuevos mercados,
una moneda única, excelentes comunicaciones y grandes períodos de paz. Se agrandaron los puertos o se
hicieron de nuevo y se construyeron faros. Los canales ampliaron el acceso a los ríos, mientras que en todo el
Imperio el transporte de personas y mercancías, así como de ideas, se vio facilitado por una inmensa red de
carreteras. Se conectaron las ciudades desde Gran Bretaña a Egipto y los servicios postales mejoraron el envíos a
largas distancias de cartas, libros y otros documentos. En esta sofisticada economía se intercambiaban el estaño
británico, el marfil africano, caballos árabes, vidrio italiano, y la seda y especies de oriente. Las caravanas y los
mercaderes marítimos viajaban hasta tan lejos como Corea y Sri Lanka donde se había adoptado la moneda
romana.
A pesar de la importancia del comercio, la economía romana se basaba en una agricultura simple y primitiva.
Desde sus granjas agrícolas se tenían que pagar los impuestos para mantener la costosa infraestructura militar y
24
administrativa del Imperio. En el siglo III d. de C. los impuestos aumentaron para sufragar un ejército que se
defendía de los bárbaros, en medio de la guerra civil y el declive económico. Los campesinos entregaban tierra a
los terratenientes a cambio de protección. En ocasiones los campesinos se convertían en siervos ligados a la
tierra porque el dinero perdía su valor y era reemplazado por el intercambio de bienes o servicios. La economía
interrelacionada de los primeros siglos se volvió descentralizada y local a medida que la civilización de la
antigüedad basada en las ciudades llegaba a su fin.
Ver también:
La Edad Media - Economía: para el colapso económico de Europa Occidental después de la caída de Roma.
La Edad Media - Sociedad: para los esclavos ligados a la tierra en el sistema feudal.
Helenismo y Roma - Sociedad
La sociedad helenística surgió de la mezcla de las tradiciones griegas, extendidas por los ejércitos de Alejandro
Magno, con la cultura de los pueblos conquistados. El imperio era demasiado grande para ser administrado
únicamente por los griegos, y en general Alejandro permitió que continuaran las costumbres locales,
adoptándolas él mismo hasta el punto de crear resentimientos entre sus seguidores. Su segunda mujer era hija
de un rey persa, y alentó a muchos de sus soldados a casarse con mujeres orientales.
El Imperio Romano continuó con la tolerancia helenística hacia las diferentes costumbres y tradiciones. Los
romanos no imponían sus costumbres por la fuerza, pero ofrecían a cambio incentivos como la ciudadanía
romana. A lo largo de todo el Imperio las ciudades recibieron los beneficios de la vida romana, desde los
templos y los baños hasta el teatro, el foro y la eficiente planificación de la ciudad.
La sociedad romana era patriarcal. El "pater familias", o "padre de familia", era el jefe de la casa y tenía una
autoridad ilimitada. Se esperaba de él que se comportara con diligencia y autocontrol, encarnando la
experiencia de generaciones anteriores. La disciplina doméstica era respetada desde los tiempos de la fundación
del estado, pareja a la disciplina militar; el emperador simbolizaba al padre de la patria.
La ley romana definía a las mujeres y a los niños como formas de propiedad; las mujeres estaban sometidas a la
autoridad del "pater familias", ya fuera el padre o el marido. Aunque la dote de la mujer normalmente pasaba a
ser propiedad del marido, las mujeres mayores tendían a aumentar sus propiedades, especialmente si
sobrevivían al marido. El sistema legal romano era lo suficientemente flexible como para aceptar esta tendencia.
No todos los romanos disfrutaban de los mismos privilegios. Existía un evidente contraste entre el ostentoso
estilo de vida de los ricos, famoso por sus fiestas y orgías, y la exigua existencia de los pobres. Existía también un
lado cruel y sanguinario en la sociedad romana, expresado de forma gráfica en la lucha de gladiadores que
ofrecía divertimento a las masas de la época.
Uno de los más importantes legados de Roma al mundo moderno fue su sistema legal, resultado de siglos de
estudio, compilación y tratamiento de casos importantes, unido al desarrollo de la jurisprudencia y la filosofía
del derecho. El derecho romano más tarde se extendió por Europa, en donde hoy sigue teniendo influencia,
especialmente en Francia.
Ver también:
Antigua Grecia - Política: para Alejandro Magno
Antigua Grecia - Sociedad: para la posición de las mujeres
La Edad Media - Sociedad: para mujeres
Renacimiento - Sociedad: para mujeres
La Ilustración - Perspectiva: para el código de ley Napoleónico.
Siglo XX - Sociedad: para mujeres en la vida moderna.
Helenismo y Roma - Descubrimientos
Centrada principalmente en la ciudad egipcia de Alejandría, la ciencia del helenismo consiguió enormes avances
en muchos campos. Alejandría poseía la famosa biblioteca y museo donde Euclides, uno de los más importantes
geómetras cuyos principios se enseñan todavía, fundó una escuela matemática. Entre sus alumnos se
encontraba probablemente Arquímedes, fundador de la mecánica teórica, que estudió los principios de
palancas, poleas y pesos.
La biblioteca de Alejandría era la más grande del mundo antiguo, contenía cientos de miles de pergaminos.
Eratóstenes, director de la biblioteca a partir del año 235 a. de C., hizo importantes contribuciones a la
geografía, la astronomía y las matemáticas, pero es más conocido por haber calculado la circunferencia de la
tierra.
En el siglo segundo a. de C. el astrónomo Hiparco catalogó la posición de las estrellas, estudió los eclipses, y
explicó los equinoccios científicamente. Un astrónomo anterior, Aristarco, fue el primero en proponer la teoría
heliocéntrica del universo que sitúa al sol en su centro, pero esto fue desechado porque era incompatible con la
física de Aristóteles. La visión del mundo que iba a prevalecer como dominante fue la de Tolomeo, el último de
los grandes científicos Alejandrinos, en el siglo II d. de C. Los escritos astronómicos de Tolomeo permanecieron
incuestionables hasta el siglo dieciséis, perpetuando su visión de que la tierra era el centro del universo.
25
Los médicos Alejandrinos practicaban la disección y las autopsias. En el siglo tercero a. de C. Herófilo identificó
correctamente el cerebro como el centro del sistema nervioso. Su más destacado sucesor fue Galeno, físico
griego nacido alrededor del año 130 d. de C. que trabajaba en Roma. Galeno practicó los métodos hipocráticos y
la disección de animales como base para sus estudios de anatomía y sicología que dominaron la medicina hasta
el siglo dieciséis. Sin embargo, el pensamiento de Galeno tenía fallos fundamentales, en particular el que se
refiere a la circulación sanguínea.
El genio romano estaba más por las aplicaciones que por la ciencia teórica. Los ingenieros romanos
construyeron excelentes calzadas pavimentadas de piedras y sus acueductos son técnicamente asombrosos,
dotados de una inclinación gradual para llevar agua a largas distancias. Los romanos fueron pioneros en el uso
del agua como fuente de energía desarrollando el molino de agua. Usaban materiales manufacturados como
ladrillos y hormigón, e hicieron posible, tras el descubrimiento del cemento, el uso del mortero hecho de la
mezcla de piedra caliza y ceniza volcánica conocida como puzolana.
Ver también:
Antigua Grecia - Perspectiva: para la visión platónica del Universo.
Antigua Grecia - Descubrimientos: para la ciencia de Aristóteles, medicina de la antigua Grecia
La Edad Media - Perspectiva: para la continua influencia de Tolomeo.
La Edad Media - Descubrimientos: para el redescubrimiento de Aristóteles, Galeno y Tolomeo por sabios
medievales.
Renacimiento - Descubrimientos: para la teoría heliocéntrica de Copérnico, desafío a la medicina de Galeno y a
la ciencia de Aristóteles.
época barroca - Descubrimientos: para Newton en física y astronomía, William Harvey en medicina.
Siglo XIX - Descubrimientos: para progresos más recientes en medicina.
Helenismo y Roma - Cultura
Durante el periodo helenístico la cultura griega, extendida por las conquistas de Alejandro, dominaba el
Mediterráneo y Asia Menor, para florecer posteriormente en los reinos helenísticos. Las ideas griegas mismas
habían recibido influencias del contacto con otras tradiciones, especialmente las de Oriente; la cultura
helenística era pues más variada y cosmopolita que la del período clásico. La principal tendencia artística eran el
naturalismo exagerado y el realismo. En escultura eran frecuentes los retratos, evidenciándose así un interés por
la apariencia, el carácter y el sentimiento del individuo en contraste con las idealizadas figuras de la Grecia
antigua. La arquitectura carecía del sentido clásico de la proporción y frecuentemente era exagerada y de
grandes proporciones.
En el arte, al igual que en la filosofía y en la ciencia, los romanos eran más imitadores que creadores; imitaban
en general a la Grecia clásica y en particular las tradiciones helenísticas. En muchos sentidos su civilización
supuso una continuación del helenismo. El arte romano llevó el naturalismo helenístico incluso más lejos;
tendía a representar escenas de la vida real, no solamente mitos. Uno de los mejores ejemplos de este estilo
artístico de principios del siglo II d. de C., es la Columna de Trajano en Roma que describe gráficamente las
campañas en el Danubio del emperador.
El genio romano se manifiesta más en lo práctico que en lo ideal -en la tecnología e ingeniería más que en la
ciencia abstracta-, en los edificios de utilidad pública más que en la arquitectura simbólica y religiosa de la
Grecia clásica. La meta práctica de los arquitectos romanos era la creación del espacio interior, desarrollándose
nuevas formas como arcos, volutas y bóvedas; uno de los mejores ejemplos supervivientes es el Panteón en
Roma. Entre sus más impresionantes construcciones destacan los baños públicos (una influencia helenística),
anfiteatros, arcos de triunfo y las puertas de las ciudades. También edificaron "basílicas", vestíbulos cubiertos
con naves y techos altos, que se usaban como juzgados y mercados y, posteriormente, como lugares de culto
para los cristianos.
Los romanos disfrutaban con la poesía. En el siglo primero a. de C., el poema épico de Virgilio la Eneida recoge
temas de la Iliada y la Odisea de Homero con la historía de Eneas, el héroe troyano fundador de Roma. La
Eneida, con 12.000 versos representa la subida al poder de Roma. Es uno de las mejores obras de la literatura a
pesar de que Virgilio mismo la considerara tosca y sin pulir.
En el período romano la lectura se hizo más cómoda gracias a la aparición de los libros como alternativa a los
pergaminos. Se hacían normalmente de pergamino, se encuadernaban cosiéndolos y se les ponía una cubierta
rígida.
Ver también:
Antigua Grecia - Cultura: para comparación especialmente de escultura, arquitectura y literatura.
Renacimiento - Perspectiva: para la influencia de Roma, e imitaciones romanas de formas griegas, en el
Renacimiento.
Renacimiento - Cultura: para la influencia de Roma en el Renacimiento, especialmente en la arquitectura.
Siglo XIX - Cultura: para la continua influencia de la arquitectura griega y romana.
26
Helenismo y Roma - Grandes mujeres
Algunas notables mujeres ocuparon puestos de poder durante este período, incluyendo tres dirigentes que
guiaron a sus súbditos contra la dominación romana. La primera fue
Cleopatra, cuya historia ha
conquistado la imaginación de escritores y artistas desde entonces. Reina de Egipto, famosa por su belleza,
Cleopatra pertenecía a la dinastía fundada tres siglos antes por Ptolomeo Soter, uno de los generales de
Alejandro. Cleopatra, amante de Julio César por un período breve y posteriormente de Marco Antonio, se unió a
Antonio contra Octavio que pronto se convertiría en el emperador Augusto. Derrotados por Octavio en el año 31
a. de C., primero Antonio y después Cleopatra, se suicidaron antes que afrontar la humillación de la captura.
Egipto fue anexionada como una provincia romana, el último de los reinos helenísticos en perder su
independencia.
Casi un siglo después, en el otro extremo del mundo conocido, los romanos intentaban someter a la isla de
Bretaña. Algunas tribus británicas fueron hospitalarias con los romanos, pero otras combatieron a los invasores
como los icenos de Anglia Oriental. A la muerte de Prasutago, su rey, alrededor del año 60 d. de C., los romanos
no permitieron que le sucediera su mujer Boudicca, en su lugar se apoderaron de su territorio y menospreciaron
a su mujer. Bajo su dirección los icenos se rebelaron saqueando las principales ciudades romanas incluido
Londres (Londinium). El gobernador romano se enfrentó a Boudicca y destruyó su ejército. En su desesperación
la reina se envenenó, pero su ejemplo permanece como símbolo de valentía y determinación.
La tercera mujer gobernante con poder en Roma al final del siglo III d. de C. fue Zenobia, reina de la colonia
romana de Palmira, la actual Siria. Su marido había sido príncipe de Palmira, leal a Roma. A su muertte Zenobia
tomó el control y emprendió la conquista de los territorios vecinos, primero Egipto y después parte de Asia
Menor. Declaró la independencia y Roma envió al ejército contra ella. En el año 274 d. de C., tras su derrota y
captura, Zenobia fue paseada por las calles de Roma con cadenas de oro. Posteriormente fue perdonada. Al igual
que Cleopatra, por la que sentía una gran admiración, Zenobia fue un personaje valiente y romántico. Dirigía a
sus ejércitos a caballo y era aficionada no sólo a la caza y la bebida sino también a la cultura griega; atrajo a
famosos eruditos a su corte en Palmira.
La filosofía helenística
La Filosofía helenística no era como la que había existido en Grecia. Al igual que se fusionaban las distintas
culturas, también la filosofía helenística se convirtió en una mezcla de ideas filosóficas, religiosas y científicas
procedentes de Grecia y de otros lejanos lugares. Ahora, se concedía menos importancia a la verdadera
naturaleza del universo y se daba prioridad a las cuestiones sobre la vida y la muerte. Surgieron gran diversidad
de escuelas de pensamiento, con diferentes planteamientos sobre la mejor manera de vivir y con diferentes
concepciones de la vida ultraterrena.
Ver: Filosofía helenística
27
LA FILOSOFíA DEL HELENISMOFusión de culturas
El término helenismo se refiere tanto al periodo de tiempo que abarca desde Alejandro Magno hasta el apogeo
de Roma como al predominio de la cultura griega en los tres reinos helenísticos de Macedonia, Siria y Egipto.
Una de las principales características del helenismo fue la eliminación de las fronteras entre los distintos países
y culturas. Anteriormente, los griegos, romanos, egipcios, babilonios, sirios y persas adoraban a los dioses
dentro de lo que se ha dado en llamar "religión de Estado". Desde aquel entonces, las distintas culturas
empezaron a mezclarse en un crisol de ideas religiosas, filosóficas y científicas.
El punto de vista griego sobre la vida llegaba ahora mucho más allá que en los días de la Antigua Grecia. Pero, a
la vez, por toda la región mediterránea también se empezó a rendir culto a dioses orientales. Surgieron nuevas
religiones que recogían dioses e ideas de las antiguas naciones. A esto se le llama sincretismo, fusión de credos.
Una característica común de las nuevas religiones del helenismo era que solían tener una teoría, a menudo
secreta, sobre cómo las personas podían salvarse de la muerte. La filosofía también se desplazaba cada vez más
hacia la "salvación" y el consuelo. Los conocimientos filosóficos no sólo tenían un valor en sí mismos, sino que
también debían liberar a los seres humanos de su pesimismo y de su miedo a la muerte. De esta forma, la
frontera entre la religión y la filosofía fue gradualmente desapareciendo.
Los cínicos
Cuenta la historia que una vez se quedó Sócrates parado delante de un puesto que vendía toda clase de cosas. Al
final, exclamó: "¡Cuántas cosas que no me hacen falta!".
Esta exclamación podría valer de divisa para la escuela de filosofía cínica fundada por Antístenes en Atenas
alrededor del año 400 a. de C.
Los cínicos insistían en que la verdadera felicidad no depende de cosas externas tales como el lujo, el poder
político o la buena salud. La verdadera felicidad no consiste en depender de esas cosas tan fortuitas y
vulnerables. Y puesto que no depende de dichos elementos, puede ser conseguida por cualquiera. Es más, una
vez lograda, no podrá perderse.
El cínico más famoso fue Diógenes, discípulo de Antístenes, que, se dice, habitaba en un tonel y no poseía más
bienes que una capa, un bastón y una bolsa de pan. Un día, estando sentado tomando el sol al lado de su tonel,
le vino a visitar Alejandro Magno. El emperador se colocó frente al sabio y le preguntó si deseaba alguna cosa,
que él se la daría. "Sí", respondió Diógenes, "que te eches a un lado, pues me estás tapando el sol". De esa
manera mostró Diógenes que no era menos rico ni feliz que el gran hombre que tenía enfrente, pues tenía todo
lo que deseaba.
Los cínicos opinaban que el ser humano no tenía que preocuparse por su salud. Ni siquiera el sufrimiento o la
muerte deberían ser motivo de preocupación. De la misma forma, tampoco deberían preocuparse por el
sufrimiento de los demás. Los cínicos tuvieron gran importancia en el desarrollo de la escuela estoica de
filosofía.
Hoy en día, los términos "cínico" y "cinismo" se utilizan para señalar una incredulidad burlona en la sinceridad
humana y falta de sensibilidad ante el sufrimiento de los demás.
Los estoicos
La escuela estoica nació en Atenas hacia el año 300 a. de C. Su fundador fue Zenón, que era originario de Chipre
y se unió a los cínicos después de un naufragio. Solía reunir a sus alumnos bajo un pórtico. La palabra "estoico"
proviene de la palabra griega stoa, que significa pórtico. El estoicismo tuvo, después, una gran influencia en la
cultura romana.
Los estoicos pensaban que todos los seres humanos formaban parte de la misma razón universal o "logos".
Opinaban que cada ser humano era como un mundo en miniatura, un "microcosmos" que, a su vez, era el reflejo
de un "macrocosmos". Esto condujo a la idea de que existe un derecho universal llamado derecho natural. Y
puesto que este derecho se basaba en la razón eterna del ser humano y del universo, no cambiaría según el lugar
o la época. En este punto, tomaron partido por Sócrates y contra los sofistas.
De la misma forma que los estoicos borraron la diferencia entre individuo y universo, también negaron la idea
de un antagonismo entre "espíritu" y "materia". Sólo había una naturaleza. A este tipo de idea se le llama
monismo (en contraposición al claro dualismo de Platón).
Los estoicos atrajeron la atención sobre la asociación entre humanos, preocupándose por la política. Varios de
ellos fueron hombres de Estado, como, por ejemplo, el emperador romano Marco Aurelio (121-180 d. de C.).
Contribuyeron a promocionar la cultura y filosofía griegas en Roma, siendo uno de sus más distinguidos
seguidores el orador, filósofo y político Cicerón (106-43 a. de C.). él fue el que formuló el concepto de
"humanismo" (esto es, el punto de vista en el que el individuo es el centro de todo). Algunos años después, el
estoico Séneca (4 a. de C.- 65 d. de C.) dijo que "el hombre es sagrado para el hombre". Esta frase se ha
mantenido como la consigna de todo el humanismo posterior.
Los estoicos subrayaron además que todos los procesos naturales, tales como la enfermedad y la muerte, siguen
las inquebrantables leyes de la naturaleza. Por tanto, el ser humano ha de conciliarse con su destino. Nada
ocurre fortuitamente, sino que todo ocurre por necesidad, por lo que de poco sirve quejarse cuando el destino
28
llama a la puerta. Incluso hoy en día hablamos de una "tranquilidad estoica" cuando una persona no se deja
llevar por sus sentimientos.
Los epicúreos
Sócrates tenía un alumno llamado Aristipo que creía que la meta de la vida debería ser conseguir el máximo
placer sensual. "El mayor bien es el deseo", decía, "el mayor mal es el dolor". De esa manera, quiso desarrollar
un arte de vivir que consistía en evitar toda clase de dolor.
Hacia el año 300 a. de C., Epicuro (341-270) fundó una escuela de filosofía en Atenas, la de los epicúreos.
Desarrolló la ética del placer de Aristipo y la combinó con la teoría atomista de Demócrito.
Se dice que los epicúreos se reunían en un jardín, por lo que acabaron por ser conocidos como los "filósofos del
jardín". También se cuenta que sobre la entrada al jardín colgaba una inscripción con las palabras "Forastero,
aquí estarás bien. Aquí el placer es el bien primero". En contraste con los estoicos, los epicúreos mostraron poco
o ningún interés en la política y en la comunidad. "¡Vive en retiro!", aconsejaba Epicuro. Quizá pudiéramos
comparar su "jardín" con las comunas de nuestros días.
Epicuro señalaba que era importante que el resultado placentero de una acción fuera sopesado siempre con sus
posibles efectos secundarios (como el sentirse enfermo después de hartarse de chocolate). También pensaba que
el resultado placentero a corto plazo tiene que sopesarse frente a la posibilidad de un placer mayor, más
duradero o más intenso a más largo plazo. Pero "placer", como lo entendía Epicuro, no significa necesariamente
placer sensual, como comer chocolate. También pertenecen a esta categoría valores tales como amistad o
contemplación del arte. Además, disfrutar de la vida requería los viejos ideales griegos tales como el
autocontrol, la moderación y el sosiego. El deseo debe ser refrenado y la calma nos ayudará a soportar el dolor.
Por esta época, mucha gente temía a la muerte y buscaban a menudo ayuda en el jardín de Epicuro, que hizo uso
de la teoría de los "átomos del alma" de Demócrito. "La muerte no nos concierne", dijo simplemente Epicuro,
"pues, mientras existimos, la muerte no está presente. Y cuando llega la muerte, nosotros ya no existimos". No
seguimos existiendo porque los "átomos del alma" se han dispersado.
Después de la muerte de Epicuro, muchos epicúreos evolucionaron hacia el sibaritismo. La consigna era "¡Vive
el momento!". Hoy en día utilizamos la palabra "epicúreo" para referirnos a los vividores.
El neoplatonismo
La tendencia más destacable del último periodo del helenismo estaba inspirada en las ideas de Platón, por lo
que se la llama neoplatonismo. Su representante más importante fue Plotino (205-270 d. de C.), que estudió en
Alejandría y, posteriormente, se trasladó a Roma. Plotino llevó a Roma una teoría sobre la salvación que se
convertiría en una seria competidora del cristianismo cuando éste empezó a progresar. No obstante, el
neoplatonismo tuvo una gran influencia sobre la teología cristiana.
Platón hizo una distinción entre el mundo de las Ideas y el mundo de los sentidos, introduciendo así una clara
distinción entre el alma y el cuerpo del ser humano. El ser humano era, según él, un ser dual: nuestro cuerpo se
compone de tierra y polvo, como todo lo del mundo de los sentidos, pero también posee un alma inmortal. Esta
idea había sido ampliamente admitida mucho tiempo antes de Platón. Plotino además estaba familiarizado con
ideas similares provenientes de Asia.
Plotino pensaba que el mundo estaba en tensión entre dos polos. En un extremo se encontraba la luz divina, a la
que llamó Uno. Otras veces las llamó Dios. En el extremo opuesto estaba la oscuridad total, donde no llegaba la
luz del Uno. Ahora bien, el punto clave de Plotino era que esta oscuridad, en realidad, no tenía existencia
alguna. Era simplemente la ausencia de luz, de algo que no era. Lo único que existía era Dios, el Uno, pero, de la
misma forma que la luz de una linterna se va extinguiendo con la distancia, existía un punto límite adonde la luz
divina no llegaba.
Según Plotino, el alma estaba iluminada por la luz del Uno, mientras que la materia era la oscuridad que no
tenía existencia alguna. Pero también las formas de la naturaleza reciben un débil resplandor del Uno.
Hay algo de misterio divino en todo lo que existe. Podemos ver su brillo en un girasol o en una amapola.
También intuimos algo del inescrutable misterio cuando vemos una mariposa levantar el vuelo desde una rama
o cuando vemos a un pez nadar en su pecera. Pero donde más cerca de Dios podemos estar es en nuestra propia
alma. Sólo allí podemos unirnos con el gran misterio de la vida.
En contraste con la clara bipartición de la realidad de Platón, las ideas de Plotino se caracterizan por la unidad.
Todo es Uno, puesto que todo es Dios.
Plotino tuvo en alguna ocasión la experiencia de ver su alma fundirse con Dios. A eso lo solemos llamar una
experiencia mística. Plotino no es el único que ha tenido ese tipo de experiencias. En todas las épocas y culturas
han aparecido personas relatando tales experiencias. Puede que lo describan de forma diferentes, pero las
características esenciales son las mismas.
Misticismo
Una experiencia mística es una experiencia de fusión con Dios o el "alma universal". En muchas religiones se
subraya la existencia de un abismo entre Dios y la Creación, que el místico no experimenta. él o ella ha tenido la
experiencia de ser "uno con Dios", de haberse "fundido" con él.
29
La idea es que lo que habitualmente llamamos "yo" no es nuestro verdadero "yo". Durante brevísimos
momentos podemos llegar a sentirnos fundidos con un "yo" mayor. El místico cristiano Silesius (1624-1677) lo
expresó así: "En mar se convierte cada gota cuando llega al mar, igual que el alma asciende y se convierte en
Dios cuando hacia él se encamina". En el misticismo oriental, el hinduismo, budismo y religión china, es más
normal subrayar el encuentro entre el místico y Dios, o "alma universal", como una fusión total.
Una experiencia mística también puede tener un significado ético. Un antiguo presidente de la India, Sarvepalli
Radhakrishnan, dijo en una ocasión: "Debes amar a tu prójimo como a ti mismo, por que tú eres tu prójimo. Es
una ilusión creer que tu prójimo es algo diferente de ti mismo".
Hoy en día hay personas que no pertenecen a ninguna religión y que relatan experiencias místicas. Han tenido
de repente lo que llaman "conciencia cósmica" o "sensación oceánica". Han tenido la sensación de haber sido
arrancados del tiempo y han visto el mundo "bajo el prisma de la eternidad".
Enlaces
Filósofos relacionados:
Demócrito - La teoría atómica: para el atomismo.
Sócrates - La vida de Sócrates: para su estilo fundamental de vida.
Sócrates - Sócrates el profesor: para su actitud hacia los sofistas.
Filosofía medieval - San Agustín: para su neoplatonismo.
Historia:
Helenismo y Roma - Perspectiva: para el helenismo
Renacimiento - Perspectiva: para el humanismo.
Bibliografía
Las obras más importantes de la filosofía del Helenismo.
Epicuro.: Obras, Tecnos, Madrid, 1991.
Plotino.: Enéadas III y IV, Gredos, Madrid, 1985.
Séneca.: La vida feliz, Alianza, Madrid, 1980.
ESTUDIOS:
Long, A.: Filosofía helenística: Estoicos, Epicúreos, Escépticos., Revista de Occidente, Madrid, 1977.
Piñero Sáez, A.: La civilización helenística, Akal, Madrid, 1989.
La Edad Media - Perspectiva
Al período de tiempo de mil años comprendido entre la caída de Roma en el siglo V y el comienzo del
Renacimiento en el siglo XV, se le conoce con el nombre de Edad Media -un período entre dos épocas-.
Tras la caída de Roma, el mundo grecorromanose dividió gradualmente en tres culturas diferentes. En Europa
Occidental surgió la cultura latino-cristiana con Roma como capital. Mientras que en la Europa Oriental lo hacía
un imperio greco-cristiano cuya capital era Constantinopla o Bizancio. Mientras tanto, tras la muerte de
Mahoma en el año 632, Oriente Medio y el norte de áfrica fueron conquistados por el Islam con la Meca, Medina
y Jerusalén como sus ciudades santas.
En contraste con las culturas sumamente desarrolladas de Bizancio y el Islam, la caída de Roma condujo al
anterior imperio occidental a un período de decadencia cultural. La infraestructura de la autoridad romana se
desmoronaba al igual que su comercio y su economía. En la Edad Media se volvió al trueque o pago en especies.
Durante los primeros siglos la población también decreció bruscamente; la población de Roma pasó de más de
un millón de habitantes en la antigüedad a solamente 40.000 en al año 600 d. de C.
Los eruditos del Renacimiento consideraban al período siguiente a la caída de Roma como "la edad oscura", una
interminable noche de mil años que había enterrado a Europa entre la Antigüedad y el Renacimiento. También
se considera a la Edad Media como un período de decadencia y estancamiento tras la fructífera cultura de la
civilización romana, pero la Edad Media también puede ser considerada un período de crecimiento y
germinación. Fue durante la Edad Media cuando se configuró el sistema escolar. A principios de la Edad Media
se abrieron las primeras escuelas en los conventos, seguidas de las escuelas en las catedrales en el siglo XII, y
alrededor del año 1200 se fundaron las primeras universidades. Lentamente empezaron a proyectarse los
primeros Estados nacionales, especialmente en Inglaterra, España y Francia. Se arraigó la tradición de la música
y los cuentos populares, muchas de cuyas historias todavía se cuentan hoy en día.
La expansión del cristianismo y la evolución de la Iglesia son dos temas importantes de la Edad Media. Durante
este período de mil años, el cristianismo fue penetrando en toda Europa llegando hasta Escandinavia en el siglo
XI. En este proceso se adoptaron muchas costumbres precristianas que duran hasta nuestros días, como
podemos ver en la celebración de la Semana Santa y la Navidad. Poco a poco, sin embargo, el cristianismo se
convirtió en la filosofía de vida predominante y para la mayoría de las personas habría sido impensable una
existencia que no estuviera dirigida por la religión y la iglesia.
30
Además de su papel espiritual, la Iglesia controlaba casi por completo la educación, la cultura, la administración
y la ley. Tenía también enorme influencia política, aunque a medida que iban surgiendo los Estados nacionales
sus gobernantes se cuestionaban cada vez más la autoridad de la Iglesia. El líder del cristianismo en Occidente
era el Obispo de Roma, la cabeza suprema de la Iglesia católica. Recibió el nombre de "Papa" o "Padre" y poco a
poco se le consideró el vicario de Cristo en la tierra. Roma fue la capital cristiana durante casi toda la Edad
Media. El poder de la religión en la diplomacia internacional y como fuente de inspiración espiritual se puso de
manifiesto en las Cruzadas, expediciones militares que entre los años 1095 y 1291 intentaron recuperar la Tierra
Santa a los musulmanes.
Las Cruzadas supusieron un considerable desarrollo del comercio internacional; ambos factores están
relacionados con el rápido incremento de los conocimientos geográficos durante la Edad Media. Muchos mapas
medievales situaban a Jerusalén en el centro del mundo, pero los navegantes del siglo XV cambiarían pronto esa
percepción con sus viajes de descubrimientos cada vez más aventurados. Nuevas traducciones de los trabajos de
Tolomeo, perdidas para Occidente durante cientos de años, mostraban técnicas para representar la superficie de
la tierra en cartas planas, mejorando la elaboración de los mapas. A pesar de que la idea generalizada en la Edad
Media era que la tierra era plana, la gente culta no tenía dificultad para aceptar la idea de Tolomeo de la tierra
esférica; sin embargo también aceptaban sus errores, sobre todo el de que la tierra era el centro del universo.
Ver también:
Helenismo y Roma - Perspectiva: para los orígenes y expansión del cristianismo
Helenismo y Roma - Descubrimientos: para la visión del Universo, Tolomeo.
Renacimiento - Perspectiva: para una visión global, descubrimientos geográficos, reforma protestante.
época barroca - Perspectiva: para el cristianismo después de la reforma, guerras religiosas
Siglo XIX - Cultura: para el interés del Romanticismo en los cuentos populares.
La Edad Media - Política
Los bárbaros que habían invadido el Imperio Romano procedentes del centro y el este de Europa, establecieron
reinos que finalmente se convertirían en el germen de los estados modernos. Los nombres de diferentes tribus
tienen hoy resonancia en algunos de aquellos países europeos -los francos en Francia, los alamanes en
Alemania, los anglos en Inglaterra-. Los francos llegarían a ser el grupo dominante.
La única institución que sobrevivió a la caída del Imperio fue la Iglesia Cristiana y el obispo de Roma o Papa,
que se convertiría poco a poco en una figura cada vez más poderosa. Con Gregorio Magno, que fue Papa desde el
año 590 hasta el 604, aumentó la autoridad papal hasta el punto de organizar ejércitos y negociar tratados,
adquiriendo así el Papa un papel político además del espiritual. Con su actuación, Gregorio sembró las semillas
de la tensión entre la Iglesia y el estado, que aparecería periódicamente en importantes conflictos intelectuales y
políticos durante toda la Edad Media y también a posteriori.
Carlomagno, rey de los francos desde el año 768 al 814, pretendía restaurar la unidad política que tan buenos
resultados tuvo en la época de los romanos. Conquistó gran parte de Europa central y occidental y levantó el
reino más grande de Occidente desde la caída de Roma. Las conquistas de Carlomagno marcaron el comienzo de
los intentos de reunificación del disgregado continente, un tema constante en la historia europea.
A la muerte de Carlomagno se dividió su imperio y surgieron nuevos territorios parecidos a las actuales
fronteras de Francia y Alemania. Sin embargo esta división no duró mucho tiempo y le sucedieron la
desintegración política, la debilidad de los reyes y las continuas invasiones de eslavos, húngaros y escandinavos.
Aunque en el siglo X el rey de Sajonia intentó recuperar el ideal de imperio, uniendo Alemania e Italia bajo la
misma autoridad, no tuvo éxito y pronto se dividieron nuevamente en numerosos estados. En cambio, en otras
partes de Europa comenzaban a aparecer naciones individuales, y al final de la Edad Media España, Francia e
Inglaterra tenían fuertes monarquías.
Los siglos XIV y XV vieron los comienzos de las asambleas representativas. La primera que apareció fue el
Parlamento en Inglaterra; otras asambleas fueron los Estados en Francia, las Cortes en España y la Dieta en
Alemania. Aunque no eran democráticas pues sólo podían asistir los ricos, estas instituciones establecieron el
principio fundamental por el cual los dirigentes no podían fijar impuestos sin consultar a sus miembros.
Ver también:
Helenismo y Roma - Política: para el Imperio Romano y su caída final.
Helenismo y Roma - Perspectiva: para los orígenes y expansión del cristianismo.
Renacimiento - Perspectiva: para el aumento del secularismo, la reforma protestante.
Renacimiento - Política: para el surgimiento de un sentimiento nacional entre estados europeos rivales, visión
del Imperio por Carlos V.
época barroca - Perspectiva: para la post-reforma del cristianismo, guerras religiosas
época barroca - Política: para la monarquía absoluta, declive de muchas instituciones representativas, continua
fragmentación de Alemania.
La Ilustración - Perspectiva: para la revolución francesa como vía para llegar a la democracía.
31
La Ilustración - Política: para los principios democráticos de las revoluciones americana y francesa, conquistas e
imperio de Napoleón.
La Edad Media - Economía
La desintegración del Imperio Romano causó un grave deterioro económico en Europa occidental, y tendrían
que pasar varios siglos antes de que aparecieran signos de renovada expansión. La población disminuía, la vida
urbana, propiciadora de las civilizaciones clásicas, desapareció en gran parte y el comercio se desestabilizó por
las guerras. En todas partes los latifundios agrícolas autosuficientes eran la unidad económica principal, la
manufacturación era puramente local y la economía del intercambio sustituyó a la monetaria. Por último, la
sociedad al completo descansaba en una primitiva agricultura de subsistencia.
Tras un largo período de anquilosamiento en el siglo XI se produjo un resurgimiento de la actividad económica
en toda Europa. La población, aunque evidentemente con diferentes porcentajes, aumentó en todas partes.
Alemania, Escandinavia, Francia e Inglaterra triplicaron su población entre los años 1000 y 1300, e incluso, tras
las seria hambruna y las epidemias que se produjeron, en el siglo XIV seguían teniendo el doble de población
que en el año 1000. La agricultura se hizo más productiva porque se dedicaban más tierras al cultivo y
mejoraron las técnicas agrícolas y la variedad de los cultivos. Gradualmente las instituciones de la sociedad
feudal dejaron paso a la economía monetaria y aparecieron en el campo los asalariados junto a los siervos.
El rápido crecimiento de las ciudades propició la aparición de nuevos mercados en torno a las catedrales,
castillos y universidades o en las rutas de comercio o de peregrinación. Se produjo una creciente especialización
en el comercio tales como la panificación, la carpintería, la producción textil y la fabricación de ladrillos. Los
gremios de artesanos controlaban la producción, supervisaban la calidad, el precio y la instrucción de los
aprendices. La importancia de comerciantes y artesanos socavó la tradicional estructura social de los nobles, el
clero y el pueblo. Los gobernantes locales se beneficiaban de la expansión económica cobrando impuestos y
ofreciendo protección. El comercio se extendió tanto dentro de Europa como a ultramar. A mediados del siglo
XII, ciudades italianas como Venecia, ciudad natal de Marco Polo, enviaban mercaderes al centro de Asia,
China, áfrica y Oriente Próximo.
Las necesidades financieras del comercio a larga distancia propiciaron el desarrollo de los sistemas de crédito.
La banca surgió en Italia desde donde pasó a Flandes; las dos regiones económicamente más avanzadas de
Europa. Inicialmente por seguridad, los comerciantes depositaban fondos en los cambistas, quienes entonces
prestaban dinero a interés y ofrecían interés a los que depositaban los fondos. A medida que el comercio y los
créditos se complicaron, los italianos hicieron seguros y contabilidad por partida doble. El desarrollo de los
negocios se reflejó en la aparición de manuales que incluían instrucciones sobre el comportamiento del
mercado, rutas comerciales e incluso locuciones extranjeras.
Ver también:
Helenismo y Roma - Economía: para el crecimiento de las ciudades y el comercio, colapso económico en el siglo
III d. de C.
Renacimiento - Economía: para la expansión del comercio, influencia de la última economía medieval en el
Renacimiento
época barroca - Económicas: para la posterior expansión económica.
La Edad Media - Sociedad
Tras la caída del Imperio Romano, la cultura de algunos pueblos bárbaros se integró paulatinamente con el
resto de la población romana y en el sistema social. Esta unificación se vio facilitada por la aparición del
cristianismo como religión común. La sociedad medieval se dividía principalmente en nobles, clero y
campesinos.
El feudalismo era el sistema económico y social predominante en la Edad Media; se desarrolló en tiempos de
Carlomagno en el siglo VIII aunque sus orígenes se remontan a las costumbres romanas y germanas. El
feudalismo era un sistema de obligaciones recíprocas basado en la propiedad de la tierra. El rey, que gobernaba
por la gracia de Dios, entregaba tierra a los nobles a cambio de compromisos de lealtad o por las prestaciones
militares. Estos nobles transferían tierras a los miembros de la baja nobleza que pertenecían a una escala social
inferior de caballeros y escuderos. A la escala social más baja pertenecían los campesinos o siervos que estaban
atados a la tierra de su señor y no podían abandonarlas sin su permiso. A cambio se les ofrecía seguridad, cobijo
en el castillo del señor o feudo en tiempos de agitación y la protección de su ejército.
La nobleza a finales de la Edad Media estaba subscrita a un código de conducta sintetizado en la palabra
caballero, en el que destacaban el honor, la lealtad y el servicio abnegado a la comunidad. El código de caballería
idealizaba a la mujer que era teóricamente objeto de desinteresada devoción similar al que se profesaba a la
Virgen María. Sin embargo, la sociedad medieval estaba en general dominada fuertemente por el hombre; para
la mujer la vida religiosa era la única alternativa respetable al hogar.
La Iglesia era una fuerza social poderosa en la Edad Media, poseía grandes cantidades de tierra y controlaba a
su campesinado como un señor feudal. Los monasterios y los conventos eran los principales centros de
educación y de ciencia. Muchos hombres y mujeres ingresaban en la Iglesia, cuya jerarquía significaba para los
jóvenes ambiciosos una forma de ascender en la escala social.
32
Aunque a lo largo de su vida mucha gente hacía uno o más peregrinajes a los lejanos lugares sagrados o a las
catedrales, la mayoría de los campesinos vivían y morían en lugares próximos a donde habían nacido. Para la
gran mayoría, la vida era corta y dura, con pésimas condiciones de vida y de higiene. La catastrófica aparición,
en el año 1348, de una epidemia bubónica, conocida como la Peste Negra, mató a un tercio de la población
europea causando el caos económico y una inestabilidad social generalizada.
Ver también: Antigua Grecia - Sociedad: para la posición de la mujer. Helenismo y Roma - Sociedad: para la
posición de la mujer.
Renacimiento - Sociedad: para cambio de la estructura social, ascenso de la clase media, posición de la mujer.
época barroca - Sociedad: para la persistencia del feudalismo en Rusia y Europa del Este, diferencia de clases en
la Europa Occidental
Siglo XX - Grandes mujeres: para la mujer en la vida moderna.
La Edad Media - Descubrimientos
Durante la mayor parte de la Edad Media los eruditos de la Europa occidental casi no prestaron atención a la
ciencia. Todo el conocimiento estaba controlado por la Iglesia, cuya preocupación se centraba más en buscar la
salvación en el otro mundo que en las especulaciones sobre la naturaleza de este. Se olvidó la gran herencia de la
cultura clásica y en el año 529 la Iglesia cerró la Academia de Platón en Atenas.
Los árabes, que se hicieron con la antigua ciudad helénica de Alejandría, heredaron gran parte de la ciencia
griega y helenística a la que sumaron sus contribuciones, especialmente en matemáticas, astronomía y
medicina. Entre las muchas contribuciones que debemos a la ciencia islámica se encuentran los números árabes
que seguimos utilizando hoy en día.
En el siglo XII los trabajos de pensadores como Aristóteles, Galeno y Tolomeo empezaron e extenderse por toda
Europa a través de la España musulmana, punto de encuentro de las culturas cristiana y musulmana. Por
primera vez los eruditos cristianos podían estudiar en detalle las ideas de la antigüedad clásica. La Iglesia se
mostró en principio desconfiada, pero finalmente, en el siglo XIII fue persuadida por Santo Tomás de Aquino de
que el pensamiento aristotélico podía reconciliarse con la teología cristiana. Pronto se estudiaría la ciencia
griega en toda Europa, estableciéndose los cimientos para los grandes avances del Renacimiento.
Las nuevas enseñanzas tenían lugar en las universidades, una de las grandes instituciones de finales de la Edad
Media. Se desarrollaron a partir de las escuelas de las catedrales de los siglos anteriores; las primeras
universidades aparecieron alrededor del año 1200. Bolonia, París y Oxford fueron las pioneras, pero pronto
surgieron otras por toda Europa. Profesores y estudiantes se agrupaban por materias o facultades, tal como las
conocemos hoy en día, y los modernos títulos académicos o niveles se originaron en este período.
En la Edad Media se produjeron importantes avances en el diseño de los barcos; se hicieron más grandes,
menos dependientes de la climatología, más maniobrables. Alrededor del año 1400 Venecia y Génova poseían
los barcos más avanzados que se habían construido jamás, y otros estados siguieron su ejemplo.Todos estos
avances contribuyeron a hacer posible la expansión comercial y territorial sin precedentes del Renacimiento.
A medida que el comercio se desarrollaba la vida se hizo más ajetreada y el tiempo necesitaba ser medido con
más precisión. En 1335 un reloj de pesas se instaló en Milán y pronto todas las ciudades importantes querían
tener uno. El uso de los molinos de viento y de agua era generalizado en el siglo XI y, hacia el 1400, además de
moler grano los molinos de viento dotados con un poderoso fuelle podían fraguar el hierro más resistente. El
desarrollo de las bombas de extracción de ruedas dentadas permitió drenar las minas y excavar pozos de más
profundidad que anteriormente. La productividad agrícola aumentó con la invención del arado de hierro que
hizo posible el cultivo de suelos más duros.
Ver también:
Antigua Grecia - Descubrimientos: para Aristóteles y Platón como científicos.
Helenismo y Roma - Descubrimientos: para la ciencia en Alejandría,Tolomeo, Galeno.
Renacimiento - Descubrimientos: para innovaciones técnicas, desafío a la ciencia aristotélica y a la medicina de
Galeno.
La Ilustración - Economía: para la asimilación de la nueva industria y las innovaciones técnicas de la revolición
industrial
Filosofía medieval - Sto. Tomás de Aquino: para el renacimiento de Aristóteles.
La Edad Media - Cultura
El período de mil años que corresponde a la Edad Media dio lugar a una cultura influenciada por la expansión
del cristianismo, el código de caballería y la aparición gradual de los Estados nacionales.
A medida que aumentaba el poder y la riqueza de la Iglesia, la religión iba dominando el arte. En la pintura
medieval se representan casi exclusivamente escenas del Evangelio, especialmente la Anunciación y la
Crucifixión. Las grandes catedrales se construyeron bajo las condiciones políticas más estables de finales de la
Edad Media.
33
Se hacían grandes obras que tardaban varias generaciones en completarse y cuya decoración incluía gloriosas
vidrieras y esculturas en las que se combinaban la espiritualidad y el naturalismo. A medida que las catedrales
alzaban sus agujas cada vez más próximas al cielo, se hacían las innovaciones en ingeniería, con elaborados
techos abovedados y soportes exteriores llamados arbotantes. Junto con los castillos, las catedrales representan
el mayor logro arquitectónico de la Edad Media.
No todo el arte medieval era de grandes proporciones. Los monjes hacían delicados manuscritos y se realizaban
complejas obras de joyería y orfebrería para la nobleza y la Iglesia. En los tapices, como en el famoso Tapiz de
Bayeux, se representaban escenas de caza o acontecimientos históricos. El desarrollo de los gremios de
artesanos fomentó esta rica tradición artesanal.
Al principio del siglo XIV el monopolio religioso de la cultura llegaba a su fin y se apreciaba un nuevo sentido de
libertad, especialmente en Italia. En Florencia, la pintura de Giotto, aunque todavía profundamente religiosa en
espíritu, mostraba un sentimiento por el ser humano bastante diferente al de las estilizadas figuras humanas de
los comienzos del arte medieval.
La música acompañaba todas las actividades, desde la oración a la guerra y desde el trabajo al cortejo. La forma
más antigua de la música medieval es el canto gregoriano. Estos cantos llanos se originaron, de acuerdo con la
leyenda, a finales del siglo VI cuando una paloma se posó en el hombro de Gregorio Magno susurrándole
melodías al oído. (En realidad el canto gregoriano es anterior). El desarrollo de la notación permitió que la
música se escribiera y estandarizara al mismo tiempo que nuevos tipos de instrumentos estimulaban la
composición de obras más complejas. La música popular era interpretada por los juglares que recorrían Europa
cantando canciones de amor cortés.
A medida que comienzan a establecerse los Estados nacionales con su propia identidad y cultura nacional,
aparece una rica colección de cuentos y canciones populares. Esta es la época de muchos de los personajes
históricos o de leyenda que todavía se adoran hoy en día, como Romeo y Julieta, Ivanhoe, el Flautista de
Hamelín, Robin Hood, el rey Arturo y Ginebra.
Una prueba importante de la aparición de la identidad nacional a finales de la Edad Media nos lo muestra el
hecho de que la mayoría de las obras literarias se escribieran en lengua vernácula en lugar de en latín. La
literatura se interesaba cada vez más por los asuntos seculares que por los eclesiásticos. El gran poeta e
historiador islandés Snorri Sturluson escribió Heimskringla, la saga de los reyes nórdicos; los Cuentos de
Canterbury de Chaucer son una colección de las historias animadas sobre un grupo de peregrinos ingleses. La
Divina Comedia de Dante -escrita en el siglo XIV en Florencia- es una de las grandes epopeyas de la literatura
medieval; narra un viaje desde el infierno hasta el cielo.
Ver también:
Helenismo y Roma - Perspectiva: para los orígenes y expansión del cristianismo
Renacimiento - Cultura: para el surgimiento de culturas más seculares, arte y arquitectura en Florencia,
construcción de San Pablo.
Siglo XIX - Cultura: para el interés del Romanticismo por cuentos populares; estilo gótico una influencia en
alguna arquitectura del siglo XIX
La Edad Media - Grandes mujeres
La religión, aparte del matrimonio y de la crianza de los hijos era la única ocupación respetable para las mujeres
de la Edad Media.
Hildegarda de Eibingen y Juana de Arco fueron dos mujeres que sobresalieron gracias a
la Iglesia aunque por razones y caminos muy diferentes. Hildegarda vivió en Alemania desde 1098 hasta 1179,
mientras que Juana de Arco nació en Francia en 1412 y murió quemada en la hoguera en 1431.
Hildegarda tenía visiones desde los tres años. Fue educada en un convento de monjas y con el tiempo llegó a ser
abadesa. A los cuarenta y dos años le visitaron los ángeles quienes le ordenaron que escribiera sus visiones,
descritas en su libro Scire vias dominis o vias lucis. Las visiones también inspiraron sus canciones que todavía
hoy en día se cantan en las iglesias. Hildegarda también es conocida por sus escritos médicos y por su
correspondencia con cuatro Papas y otras personalidades importantes. Algunas de sus trescientas cartas se han
conservado. Los milagros que se le atribuyeron fueron grabados en su tumba tras su muerte; finalmente
Hildegarda fue santificada.
Juana de Arco nació en el seno de una familia campesina. De niña era muy religiosa y comenzó a oír voces que le
decían que liberara a Francia de los ocupadores ingleses. Gracias simplemente a la fuerza de su personalidad
consiguió llegar hasta el rey Carlos VII y persuadirle de que le diera una cuadrilla de hombres, tras lo cual ella
levantaría el cerco de Orleans derrotando a los ingleses en Patay aseguró la coronación de Carlos en Rheims.
Después de ser herida abandonó su intento de liberar París bajo las órdenes del rey, aunque entonces cayó en
manos de los borgoñones que la vendieron a los ingleses. Fue juzgada por un tribunal eclesiástico y condenada a
muerte por hereje. Finalmente ella también fue santificada.
Filosofía Medieval
34
Durante la Edad Media, a medida que la Iglesia cristiana se extendía, los temas religiosos ocupaban más el
centro del debate filosófico. Algunos pensaban que la fe no era compatible con la razón y que la filosofía de la
antigua Grecia constituía una amenaza para el cristianismo. En el transcurso de este debate la filosofía de Platón
y de Aristóteles fue rescatada y remodelada para adaptarse a la doctrina teológica imperante en la época. San
Agustín y Santo Tomás de Aquino fueron dos de los más importantes pensadores que recuperaron la filosofía de
la antigüedad y la unificaron con la suya propia.
Ver: Filosofía medieval
35
LA FILOSOFíA MEDIEVAL Fe y razón
El desarrollo del cristianismo durante la Edad Media supuso que casi toda la filosofía medieval se centrara en
una única cuestión: ¿estaba la Biblia en contradicción con la razón o eran la creencia en Dios y el conocimiento
compatibles? A medida que la Iglesia se hacía más poderosa, los filósofos tenían que tener más cuidado a la hora
de responder a esta pregunta. El sabio irlandés del s. IX John Duns Escoto cometió el error de decir que la razón
y la revelación eran compatibles, pero que la razón era superior. Después de la muerte de Duns Escoto, el papa
ordenó quemar todos sus libros.
San Agustín
San Agustín vivió entre los años 354 y 430. En la vida de este pensador podemos estudiar la transición entre la
Antigüedad tardía y el comienzo de la Edad Media. San Agustín nació en la pequeña ciudad de Tagaste, en el
norte de áfrica. A los dieciséis años se fue a estudiar a Cartago. Más tarde viajó a Roma y a Milán, viviendo sus
últimos años como obispo en la ciudad de Hipona, varios kilómetros al oeste de Cartago. No fue cristiano toda
su vida, sino que pasó por muchas religiones y corrientes filosóficas antes de convertirse al cristianismo en sus
últimos años.
Durante un tiempo fue maniqueo, religioso de una secta muy típica de la Antigüedad. Su doctrina de salvación
era mitad religiosa, mitad filosófica, y mantenía que el mundo estaba dividido en bien y mal, en luz y oscuridad,
en espíritu y en materia.
Pero esta fuerte diferenciación entre el bien y el mal no le dio ninguna paz a San Agustín. De joven estaba muy
interesado por lo que solemos llamar el "problema del mal", es decir, la cuestión del origen del mal. Durante
otra época estuvo influenciado por los filósofos estoicos, quienes opinaban que no había una gran separación
entre el bien y el mal. Sin embargo, su principal influencia provino de la otra tendencia filosófica importante de
la Antigüedad tardía: el neoplatonismo. éste mantenía que toda la existencia tiene una naturaleza divina.
Defensa de Platón
El cristianismo de San Agustín estuvo fuertemente influenciado por las ideas de Platón. Podríamos decir que
San Agustín "cristianizó" a Platón, contribuyendo a recuperar la filosofía griega para la nueva época por la vía de
la Iglesia.
San Agustín mantenía la noción bíblica de que Dios había creado el mundo de la nada, mientras que los griegos
tendían a pensar que el mundo había existido siempre. Pero él pensaba que, antes de que Dios creara el mundo,
las "ideas" existían en los pensamientos de Dios. De esta forma, situó las ideas platónicas en Dios, conservando
así el punto de vista de Platón sobre las Ideas eternas. Esto demuestra el esfuerzo de San Agustín (y otros Padres
de la Iglesia) por unificar al máximo la manera de pensar judía con la griega.
San Agustín pensaba que había un límite hasta donde podía llegar la razón en temas religiosos. Creía que el
cristianismo era un misterio divino que sólo se podía percibir a través de la fe. Hasta que se convirtió en
cristiano no encontró la paz en su alma.
El mal
San Agustín creía, como Plotino, que el mal es la ausencia de Dios. Mantenía que el mal se debía a la
desobediencia de los hombres o, como él decía, "la buena voluntad es obra de Dios; la mala voluntad es
desviarse de la obra de Dios".
Según San Agustín, la humanidad se perdió después del pecado original pero, aunque ningún ser humano se
merezca la salvación de Dios, él ha determinado que algunos seres humanos sean salvados de la perdición
eterna. Nuestra salvación estaba preestablecida y totalmente fuera de nuestro control, dependíamos
completamente de la misericordia de Dios.
Este punto de vista se puede considerar fatalista, pero San Agustín no renunciaba a la responsabilidad del
hombre con su vida. Nos aconsejaba que viviésemos de manera que, por nuestro ciclo vital, pudiéramos darnos
cuenta de que pertenecíamos a los elegidos. No negaba el libre albedrío, sino que Dios "ha visto antes" cómo
viviremos.
La teología de San Agustín se alejaba considerablemente del humanismo de Atenas. Pero no fue San Agustín el
que dividió la humanidad en dos grupos. Simplemente se apoyaba en la doctrina de la Biblia sobre la salvación y
la perdición. San Agustín explicaba esto en una gran obra llamada La ciudad de Dios, donde dejaba claro que no
había salvación fuera de la Iglesia. Esta idea no sería contestada hasta la llegada de la Reforma en el s. XVI.
Sto. Tomás de Aquino
Al final del s. XII, los sabios árabes, con una gran tradición aristotélica, empezaron a ser conocidos en España y
en el norte de Italia. La biología aristotélica creó un nuevo interés por las ciencias naturales y su filosofía
despertaba la difícil cuestión de cómo reconciliar la Biblia y la filosofía.
El filósofo y teólogo más grande y más importante de este periodo fue Santo Tomás de Aquino, que vivió entre
1225 y 1274. Santo Tomás de Aquino poseía un carácter tremendamente enérgico, una asombrosa memoria, y
era tal su dedicación a la orden de los dominicos, que soportó una terrible persecución, incluso de su propia
familia, para que la dejara. Nació en la pequeña ciudad de Aquino, entre Roma y Nápoles, pero también trabajó
36
como profesor de filosofía en la Universidad de París. Se podría decir que, así como San Agustín cristianizó a
Platón, Santo Tomás de Aquino cristianizó a Aristóteles.
Las verdades naturales
Santo Tomás mantenía que no tenía porque haber una contradicción entre lo que nos cuenta la filosofía o la
razón y lo que nos revela la fe cristiana: muy a menudo, el cristianismo y la filosofía nos dicen lo mismo.
Con esto no quería decir que la razón nos pudiera decir que Dios creó el mundo en seis días o que Jesús era el
hijo de Dios. A esa clase de dogmas de fe sólo tenemos acceso a través de la fe. Pero Santo Tomás opinaba que
también existía una serie de "verdades teológicas naturales", a las que se puede llegar tanto a través de la
revelación cristiana como a través de la razón innata o natural.
Creía que había dos caminos que conducían a Dios. El primero era a través de la fe y la revelación. El segundo
era a través de la razón y las observaciones hechas con los sentidos. De estos dos caminos, el de la fe y la
revelación era el más seguro, puesto que era fácil desorientarse si uno se basaba exclusivamente en la razón.
Pero el punto clave de Santo Tomás era que no tenía por qué haber necesariamente una contradicción entre un
filósofo como Aristóteles y la doctrina cristiana.
Santo Tomás pensaba que podía probar la existencia de Dios basándose en la filosofía de Aristóteles. Después de
todo, con nuestra razón podemos reconocer que todo lo que nos rodea tiene que tener una "causa original", y
que esta causa debe ser Dios, como decía Aristóteles. Pero Aristóteles no da una descripción ulterior de Dios,
por lo que debemos confiar en la Biblia y en las enseñanzas de Jesús.
Igualmente, Santo Tomás creía que hay también dos caminos en la vida moral. La Biblia nos enseña cómo
quiere Dios que vivamos. Pero, a la vez, Dios nos ha provisto de una conciencia que nos capacita para distinguir
entre el bien y el mal sobre una base "natural". Sabemos que está mal hacer daño a las personas, aunque no
hayamos leído la Biblia cuando dice "haz con tu prójimo lo que quieras que tu prójimo haga contigo".
Escala de la naturaleza
Aristóteles opinaba que la cadena evolutiva desde las plantas hasta los seres humanos apuntaba a un Dios, el
cual constituía una especie de cumbre de la existencia. Este esquema se adaptaba fácilmente a la teología
cristiana. Según Santo Tomás, hay grados progresivos de existencia, desde las plantas hasta los seres humanos,
desde éstos hasta los ángeles y desde los ángeles hasta Dios. El hombre, como los animales, tiene un cuerpo con
órganos sensoriales, pero, además, posee una razón que le permite racionalizar las cosas. Los ángeles no tienen
cuerpo, razón por la que tienen una inteligencia instantánea e inmediata. Los ángeles no son sempiternos como
Dios, pues tuvieron que ser creados por él, pero, al no tener cuerpo, no pueden morir.
Dios gobierna por encima de los ángeles. él puede ver y conocer todo en una única coherente visión. Además,
para Dios no existe el tiempo como nosotros lo entendemos. Nuestro "ahora" no es el "ahora" de Dios. Aunque
para nosotros pasen muchas semanas, no necesariamente pasarán para Dios.
Las mujeres
Santo Tomás de Aquino también adoptó el punto de vista sobre las mujeres de Aristóteles. éste pensaba que la
mujer era algo así como un hombre incompleto. También pensaba que los hijos sólo heredan las características
del padre, puesto que las mujeres eran pasivas y receptivas y los hombres eran activos y creadores. Según Santo
Tomás, estos pensamientos armonizaban con las palabras de la Biblia, pues, entre otras cosas, dice que la mujer
fue creada de una costilla del hombre. No obstante, Santo Tomás creía que la mujer sólo era inferior al hombre
en el plano físico. El alma de las mujeres era igual a la de los hombres, puesto que en el cielo hay una igualdad
plena entre los sexos al no existir las diferencias físicas.
La vida de la Iglesia en la Edad Media estuvo fuertemente dominada por los hombres, aunque esto no significa
que no hubiera pensadoras. Una de ellas fue Hildegarda de Eibingen (1098-1179), una monja del Valle del Rin.
Era predicadora, escritora, médico, botánica y naturalista. Era un buen ejemplo del hecho de que muchas veces
las mujeres eran sumamente prácticas, incluso científicas, en la Edad Media.
Entre los antiguos judíos y cristianos había una creencia de que Dios tenía un lado femenino, una "naturaleza
materna". Las mujeres también eran creadas a imagen y semejanza de Dios. En Grecia, este lado femenino de
Dios se llama Sophia. "Sophia" o "Sofía" significa "sabiduría".
Enlaces
Filósofos relacionados:
Platón - El mundo de las Ideas: para su teoría de los moldes.
Aristóteles - Escala de la naturaleza: para la jerarquía adoptada por Santo Tomás.
Filosofía helenística - El neoplatonismo: para la adaptación religiosa de Platón.
Historia:
La Edad Media - Descubrimientos: para Santo Tomás de Aquino.
La Edad Media - Grandes mujeres: para Hildegarda
Bibliografía
37
AGUSTíN DE HIPONA
Obras más importantes:
La ciudad de Dios, ed. bilingüe, t. XVII, BAC, Madrid, 1965.
Las confesiones, Alianza, Madrid, 1996.
ESTUDIOS:
Ferrater Mora: "San Agustín o la visión cristiana", en Cuatro visiones de la historia universal, Alianza, Madrid,
1988. Esta obra se centra fundamentalmente en La ciudad de Dios.
Uña Juárez, A.: San Agustín (354-430), Orto, Madrid, 1994. Contiene una selección de textos comentados.
TOMáS DE AQUINO
Suma contra los gentiles, ed. bilingüe, 2 vol., BAC, Madrid, 1967-1968.
Suma teológica, ed. bilingüe, 15 vol, BAC, Madrid, 1947-1960.
Renacimiento - Perspectiva
Entre el final del siglo XIV y principios del XVII, en Europa se produjeron dos grandes convulsiones: el
Renacimiento y la Reforma. El término Renacimiento significa "nacer de nuevo", y describe una época de
extenso florecimiento cultural que se inició a finales del siglo XIV en Italia y que, posteriormente, se extendió al
resto de Europa.
Lo que volvió a nacer fue el arte y la cultura de Grecia y Roma. "Ir a los orígenes" era una consigna renacentista,
que significaba buscar la cultura de la Antigüedad a través de los textos, monumentos y esculturas existentes. Se
puso de moda aprender griego y buscar manuscritos de la Antigüedad. Ahora, en contraste con la Edad Media,
se valoraba a los pensadores clásicos por sus propios méritos más que por su importancia para el cristianismo. A
esta actitud tan distinta, característica de la Antigüedad y del Renacimiento, se la conoce como "humanismo".
El humanismo enfatiza la dignidad y el valor del ser humano. Mientras que para los filósofos medievales el
punto de partida había sido Dios (Teocentrismo), para los humanistas renacentistas el punto de partida era el
ser humano (Antropocentrismo). Ahora al hombre se le consideraba grande y valioso, su infinito potencial
queda expresado con las palabras del pensador italiano Marsilio Ficino: "¡Conócete a ti misma, oh estirpe divina
vestida de humano!".
El humanismo del Renacimiento celebraba el individualismo y la singularidad de cada ser humano; una visión
que podía conducir a un culto a la genialidad casi desenfrenado. El ideal llegó a ser lo que se ha llamado el
"hombre renacentista", una persona con talento universal que participa en todos los campos de la vida. El
humanista del Renacimiento se comportaba como si todo el mundo hubiera despertado de nuevo. El arte, la
literatura, la arquitectura, la música, la filosofía y la ciencia florecieron como no lo habían hecho anteriormente.
Un ejemplo perdurable del espíritu renacentista fue la reconstrucción de Roma y, en particular, la edificación de
la iglesia de San Pedro donde trabajaron grandes artistas, incluido Miguel ángel, y que se tardó un siglo en
terminar.
El Renacimiento también se caracterizó por una nueva visión de la naturaleza. La vida dejó de ser considerada
como una mera preparación para el más allá, y el hombre se sentía en el mundo como en su casa. A la naturaleza
se la considera como algo positivo. Muchos pensaban que un Dios infinito debía estar presente en su Creación y,
por tanto, la naturaleza misma es divina. Esta interpretación se conoce como panteísmo.
Dichas creencias entraban en conflicto con la visión cristiana de que existe una barrera insuperable entre Dios y
la Creación. Un ejemplo dramático de la intolerancia religiosa lo encontramos en el destino de Giordano Bruno,
filósofo del siglo XVI; sus creencias, que incluían la visión de que Dios estaba presente en la naturaleza y que el
universo era infinito, le llevaron a ser arrestado por la Inquisición. Bruno fue quemado en la hoguera,
evidenciándose así que en la época del humanismo estaba también presente el antihumanismo. El poder
autoritario del Estado y de la Iglesia se manifestaba en la persecución de herejes, en las guerras de religión y en
la brutal conquista del Nuevo Mundo.
Un aspecto importante de este período fue la aparición del nuevo método científico. Los pensadores
renacentistas advertían contra la fe ciega en las viejas autoridades, tales como los dogmas religiosos o las
enseñanzas científicas de Aristóteles, todavía aceptadas casi universalmente. También se criticaba la creencia
medieval de que los problemas podían resolverse con la mera reflexión. Ahora se mantenía que cualquier
investigación de la naturaleza debía basarse en la observación científica y la experimentación, y que todas las
observaciones debían expresarse en términos matemáticos. Este nuevo enfoque lo sintetizó el gran científico
italiano Galileo Galilei de la siguiente manera: " Mide lo que se pueda medir, y haz medible lo que no se pueda
medir".
El método empírico fue una condición necesaria para la revolución técnica que comenzó en el Renacimiento y ,
en particular, tres inventos fueron fundamentales para configurar los acontecimientos de esa época. La brújula,
introducida en Europa durante la Edad Media, al facilitar la navegación en mar abierto se convirtió en un
elemento clave para los grandes viajes de descubrimiento. La pólvora y el desarrollo de las armas de fuego
contribuyeron a la superioridad militar de los europeos sobre otras culturas y la imprenta jugó un papel
38
fundamental en la difusión de las ideas de los humanistas del Renacimiento. Hacia el final de este período un
invento importante, el telescopio, supuso una revolución para la astronomía.
El Renacimiento no sólo vio la expansión intelectual del hombre sino también la de sus horizontes geográficos.
En 1492 Colón cruzó el Atlántico y descubrió primero el Caribe y posteriormente la costa de América del Sur.
Seis años más tarde Vasco da Gama circunnavegó áfrica y encontró la ruta marítima a la India. Finalmente en
1522 un barco al servicio de España completó el primer viaje alrededor del mundo.
En astronomía, se realizaron asombrosos descubrimientos. Durante siglos los hombres habían contemplado el
cielo, la luna y las estrellas pero nunca dudaron de que la Tierra había sido colocada por Dios en el centro de su
creación. Sin embargo, en 1543, Nicolás Copérnico propuso una teoría revolucionaria al proponer que la Tierra
giraba alrededor del Sol. Esta visión heliocéntrica del universo tuvo profundas implicaciones tanto para la
ciencia como para la religión, y no fue completamente aceptada hasta bien entrado el siglo siguiente.
Gradualmente la filosofía y la ciencia se distanciaron de la teología, y con ello el pensamiento independiente del
Renacimiento contribuyó a otra de las grandes convulsiones de esos siglos: la Reforma protestante. En el siglo
XVI Martín Lutero criticó la corrupción existente en las prácticas religiosas, como la venta de indulgencias, y
pidió la vuelta al cristianismo primitivo tal y como era en el Nuevo Testamento. Lutero junto con otros líderes
protestantes como Calvino y Zuingli finalmente se separaron de la Iglesia católica aunque otros reformadores
como Erasmo decidieron permanecer en su seno.
Según Lutero, las personas no necesitaban la intercesión de la Iglesia o de sus sacerdotes para recibir el perdón
de Dios. La relación personal del individuo con Dios era más importante que su relación con la Iglesia. El creía
que cada uno podía leer la Biblia por sí mismo y la tradujo del griego al alemán contribuyendo así enormemente
a la evolución de la lengua alemana. A pesar del énfasis que ponía en el individuo Lutero no era un humanista,
creía que el hombre era por naturaleza un ser depravado y que la redención solo era posible mediante la fe.
únicamente por la gracia de Dios el hombre puede legitimarse.
La Reforma puso fin a la unidad que existió en la Cristiandad occidental durante más de mil años. Las guerras
de religión entre católicos y protestantes iban a caracterizar la Europa del siglo y medio siguiente.
Ver también:
Antigua Grecia - Cultura: para el trasfondo clásico hacia el Renacimiento
Antigua Grecia - Descubrimientos: para la ciencia de Aristóteles, todavía dominante hasta el Renacimiento,
incluyendo la visión del universo.
Helenismo y Roma - Descubrimientos: para la primera aparición de la teoría heliocéntrica, su rechazo.
Helenismo y Roma - Cultura: para la influencia de Roma y de imitaciones romanas de formas griegas, en el
Renacimiento.
La Edad Media - Perspectiva: para la persistente idea de que la tierra sigue siendo el centro del Universo.
La Edad Media - Descubrimientos: para mejoras en el diseño de barcos, vía para explorar el mundo.
La Edad Media - Política: para el poder de la iglesia medieval, trasfondo para el periodo de reformas.
época barroca - Perspectiva: para futuras exploraciones del mundo, Newton, post-reforma del cristianismo,
guerras religiosas.
Renacimiento - Política
Durante el Renacimiento el poder se iba concentrando en los estados centralizados gobernados por monarcas
autoritarios. El gobierno medieval recaía por su efectividad en la relación entre el rey y los señores feudales de
cuya lealtad dependía. Sin embargo, muchos gobernantes gradualmente aumentaron su poder sobre los
súbditos. Esto ocurría con frecuencia porque podían mantener grandes ejércitos y dotarlos de armas eficaces.
Hacia el final de la Edad Media los gobernantes también buscaban identificarse con el sentido de nación que
empezaba a emerger en algunos países, especialmente en Inglaterra, Francia y España. Las intensas rivalidades
políticas económicas y religiosas entre los Estados europeos intensificaron la nueva conciencia nacional.
Los gobiernos se hicieron más eficaces, con una compleja administración dirigida por funcionarios a los que
frecuentemente se contrataba más por razones de capacidad que por nacimiento. En el consejo real o gabinete
se tomaban las decisiones y los consejeros reales estaban especializados en las finanzas, el derecho o los asuntos
exteriores. Recaudar suficientes fondos para costear, no sólo la creciente burocracia, sino también los ejércitos
cada vez más grandes, en una época en la que los Estados europeos estaban frecuentemente en guerra, era un
problema continuo para los monarcas renacentistas.
En el siglo XVI los países comenzaron a asignar agentes diplomáticos permanentes en las capitales de cada uno
de los otros estados. Los móviles que se escondían tras la diplomacia eran frecuentemente dinásticos, con los
cuales las dinastías reales trataban de incrementar sus territorios mediante matrimonio, herencia o guerra.
Dichas políticas dieron como resultado la adquisición por Carlos V (Carlos I de España) de territorios que
incluían España y su imperio americano, los Países Bajos y Austria. Carlos fue elegido Emperador del Sacro
Imperio Romano, un título con poca relevancia política. Carlos soñaba con volver a crear un imperio universal.
Pero a pesar de los años que pasó luchando contra Francia, su rival más importante, contra los turcos en el
39
Mediterráneo y contra los reformadores protestantes en Alemania, finalmente Carlos no consiguió realizar su
ambición.
Su hijo Felipe II fue coronado rey de España y de los Países Bajos en el año 1550. España era la gran potencia
europea, con enorme riqueza procedente de la conquista de los imperios Inca y Azteca. Felipe era un ferviente
católico, su reinado marcó el comienzo de un siglo de guerras brutales en Europa por motivos tanto religiosos
como políticos. En los países protestantes la religión con frecuencia estaba ligada al sentimiento nacional: en la
Inglaterra de Isabel II la derrota de la Armada española se consideró tanto un triunfo sobre Felipe II como una
victoria del protestantismo. Sin embargo para España el fracaso en la conquista de Inglaterra fue el primer signo
de decadencia que iba e evidenciarse cada vez más en el siglo XVII
Ver también:
Helenismo y Roma - Política: para los origenes de la visión de Carlos V de un imperio unido.
La Edad Media - Política: para las conquistas e imperio de Carlomagno; primeras señales de independencia en
alguna parte de Europa.
época barroca - Política: para el continuo crecimiento del poder real, guerras políticas y religiosas entre estados
europeos.
época barroca - Sociedad: para gobierno y administración, especialmente en Francia.
La Ilustración - Política: para las conquistas e imperio de Napoleón en Europa.
Siglo XX - Economía: para los intentos de crear una unidad económica en Europa.
Renacimiento - Economía
El Renacimiento fue el producto de la prosperidad de las ciudades que se habían desarrollado a finales de la
Edad Media. Aunque la economía europea era (y así continuaría por mucho tiempo) predominantemente
agrícola, los siglos XII y XIII vieron el paso de una economía de subsistencia a una economía monetaria. El
crecimiento del comercio y las finanzas crearon la riqueza que mantendría la cultura y la ciencia renacentista.
En las ciudades del norte de Italia florecieron grandes artistas bajo el mecenazgo de la nueva aristocracia
mercantil, como la familia de gobernantes de los Médici en Florencia, cuya fortuna procedía de la banca y los
préstamos.
Desde el siglo XV en adelante, como resultado de los viajes de descubrimiento, en la economía europea tuvieron
lugar espectaculares cambios. Los monarcas europeos financiaban una serie de expediciones para descubrir
rutas desconocidas a nuevas tierras y nuevas riquezas. En 1492 Colón desembarcó en las Bahamas y tomó
posesión para España de lo que él llamó las Indias. Diez años más tarde los navegantes portugueses habían
descubierto costeando áfrica la ruta hacia las Indias; fue el comienzo de varios siglos de expansión imperial y
comercial europea por todo el mundo.
Principalmente como resultado del descubrimiento del Nuevo Mundo, el centro de la vida económica de Europa
pasó de los países mediterráneos, donde había estado desde la Antigüedad, a los países del Atlántico. Las pautas
del crecimiento urbano demuestran el cambio. Italia mantuvo su importancia comercial la mayor parte de este
período con Nápoles, Venecia y Milán entre las ciudades más grandes de Europa. Entre el año 1500 y 1600 la
población de Nápoles se duplicó y la de Venecia y Milán aumentó en un 50%. Sobre el mismo período, los
grandes puertos de Sevilla en España y Lisboa en Portugal triplicaron su tamaño, el siglo XVI también fue
testigo de la repentina importancia alcanzada por el puerto flamenco de Amberes. París era la ciudad más
grande de Europa con más de 200.000 habitantes.
La economía global empezó a desarrollarse a medida que los barcos transportaban mercancías entre los
continentes de América, Europa, áfrica y Asia. A Sevilla, Lisboa y Amberes llegaban metales preciosos del Nuevo
Mundo, especies de la India, sedas de China y a cambio Europa exportaba sus mercancías. El oro y la plata de
Méjico y Perú estimularon la economía mundial y la expansión del comercio, a la vez que favorecían el enorme
poder de España en el siglo XVI. Sin embargo, al mismo tiempo, el intenso suministro de metales preciosos
aumentó la inflación de la que se sabía poco por aquel entonces.
Ver también:
La Edad Media - Economía: para la influencia del desarrollo de la economía medieval en el Renacimiento.
época barroca - Económicas: para una expansión mayor del comercio internacional y finanzas.
época barroca - Perspectiva: para viajes de exploración más amplios .
La Ilustración - Perspectiva: para más exploraciones, Capitán Cook
Siglo XIX - Perspectiva: para expansiones imperialistas al extranjero mediante poderes europeos.
Siglo XIX - Economía: para la economía mundial, comercio en el extranjero.
Siglo XX - Economía: para economía global en el mundo moderno.
Renacimiento - Sociedad
La sociedad medieval se dividía fundamentalmente en la nobleza, el clero y el pueblo. Aunque esta división se
mantuvo durante el Renacimiento, la estructura feudal que reflejaba fue cediendo terreno en la mayor parte de
40
Europa bajo presiones, a un cambio social y económico. Sin embargo, el proceso del cambio fue muy desigual,
tuvo lugar rápidamente en los países avanzados del oeste mientras todavía era casi inexistente en los países de
la Europa oriental, que seguían siendo una sociedad feudal basada en el trabajo de los siervos.
Hacia el final del período medieval una clase media o burguesía había aparecido en gran parte del oeste de
Europa. La palabra "burguesía" originalmente significaba "habitante de la ciudad", los orígenes de esta nueva
clase social se remontan al crecimiento de las ciudades, el comercio y el florecimiento de la economía monetaria
de finales de la Edad Media. Los comerciantes, banqueros, abogados, artesanos y médicos fueron los grupos que
progresivamente desafiaron el rígido estado social de la sociedad feudal.
A medida que la clase media se separaba de los señores feudales y del poder de la Iglesia se preparaban las
condiciones (como en Grecia dos mil años antes) para el cultivo de la imaginación y la capacidad creativa del
individuo. Esto marcó el comienzo del Renacimiento, que emergió primero durante el siglo XIV en las ciudades
italianas cuya animada y próspera cultura urbana se asemejaba en gran medida a las ciudades-estado de la
antigua Grecia.
La nobleza de Europa occidental no gobernaba ya sus dominios virtualmente independientes, ahora tenía las
miras puestas en servir a la corona o al papado como administradores, consejeros o generales. Comenzaron a
abandonar sus castillos fortificados para mudarse a elegantes villas que llenaban de esculturas, pinturas y
delicado mobiliario contribuyendo así a la actividad de artesanos y mercaderes. Como la riqueza de la clase
media aumentó los nobles demandaron más privilegios. Pidieron la exención de impuestos pretextando que
ellos, a diferencia de la clase media, ofrecían su sangre y su espada para la protección de la corona. El clero
también buscó la exención de impuestos manteniendo que ellos servían a la corona con sus oraciones
La mayor parte de la población estaba formada todavía por campesinos que seguían trabajando la tierra, aunque
en la mayoría de los lugares se estaba convirtiendo en algo poco frecuente la servidumbre. La introducción del
maíz y de la patata procedentes del Nuevo Mundo añadieron variedad a la dieta tradicional europea a base de
cereales y de unas pocas legumbres. La salud mejoró y aumentó la esperanza de vida media, aunque los
campesinos seguían siendo los más vulnerables a los efectos de las enfermedades, las pobres cosechas y las
subidas de los precios.
La posición de la mujer no mejoró de forma significativa durante el Renacimiento aunque las mujeres de clase
alta llegaron a ser ligeramente más independientes. En cierto sentido las mujeres tenían menos oportunidades
que en la Edad Media porque la Reforma obligó al cierre de conventos en muchos países protestantes. Esto puso
fin a lo que había sido una vía importante de progreso. Al igual que en siglos anteriores, las mujeres raramente
recibían educación, y si acaso la recibían era en el seno familiar. La mayoría estaban relegadas a las labores de la
casa y del campo.
Ver también:
Antigua Grecia - Sociedad: para ciudades-estado griegas, posición de las mujeres.
Antigua Grecia - Política: para ciudades-estado griegas.
Helenismo y Roma - Sociedad: para la posición de la mujer.
La Edad Media - Sociedad: para comparación con la estructura social del feudalismo, mujeres.
época barroca - Sociedad: para diferencias de clases en Europa, nobleza, burguesía.
La Ilustración - Sociedad: para contínuo desarrollo de la estructura social, nobleza, clase media.
Siglo XX - Grandes mujeres: para mujeres en la vida moderna.
Renacimiento - Descubrimientos
El Renacimiento fue una época de indagaciones en todos los campos del empeño humano. Los grandes viajes de
descubrimiento abrieron enormemente los horizontes geográficos del hombre pero no fue menos importante la
revolución que se produjo en el pensamiento. La autoridad establecida, tanto en la doctrina religiosa como por
las enseñanzas de Aristóteles o Tolomeo, ya no iba a continuar siendo aceptada sin ser cuestionada. Las
investigaciones científicas eran comprobadas cada vez más no solo a la luz de la razón sino por el método
empírico de la observación, la experiencia y la experimentación. Esta nueva forma de pensar iba a tener
profundas consecuencias en el propio Renacimiento y en los años posteriores.
Se hicieron muchos progresos en tecnología y en la aplicación de la ciencia a los problemas prácticos. Los viajes
de exploración estimularon el desarrollo de la cartografía y de los métodos de navegación en aguas no
cartografiadas lejos de las zonas costeras. La brújula, inventada por los chinos, era un instrumento
indispensable para los navegantes del Renacimiento. Otro instrumento era el astrolabio, que servía para medir
las posiciones de los cuerpos celestes, usado en astronomía desde los tiempos de la antigua Grecia pero ahora
simplificado para su uso en el mar. Los avances técnicos en las armas de fuego también jugaron un papel
significativo en la exploración y en la conquista de ultramar, proporcionando a los europeos la superioridad
militar sobre las culturas americanas y asiáticas.
El avance técnico más revolucionario que se produjo durante el Renacimiento fue el desarrollo de la imprenta
de tipos metálicos movibles por el alemán de Maguncia, Juan Gutenberg. Aunque la imprenta se usaba desde
41
hacía tiempo en China y posteriormente en los países islámicos, la invención de los tipos movibles hacia la
mitad del siglo XV hizo que el proceso fuera más rápido y barato que antes.
La imprenta fue una innovación de enorme relevancia que abrió una nueva era en la comunicación, pues ahora
los libros y folletos eran fácilmente asequibles y se incrementó el nivel de alfabetización. Hacia el final del siglo
se habían impreso varios millones de libros; los libros producidos antes del 1500 se conocen como incunables.
Las ideas del Humanismo renacentista se extendían por toda Europa al tiempo que la Iglesia perdía su posición
como la única difusora del conocimiento. En el siglo XVI la imprenta tuvo un papel influyente en el desarrollo
del protestantismo pues permitió la rápida expansión de las enseñanzas de Lutero y las de otros reformadores
religiosos.
Aunque los primeros libros impresos trataban de temas religiosos, de forma creciente fueron apareciendo los
trabajos científicos. Entre ellos destaca la obra De Humani Corporis Fabrica del médico flamenco Andrés
Vesalio, publicada en 1543. Durante la Edad Media se hicieron pocos progresos en la medicina, que seguía
dominada por el médico griego Galeno. Con Vesalio renació la importante y vital práctica de la disección; sus
estudios de anatomía animal y humana pusieron de manifiesto muchas discrepancias entre lo enseñado por
Galeno y lo que Vesalio descubrió mediante la observación. Sus hallazgos quedaron registrados en su libro
magníficamente ilustrado, que permanece como un soberbio ejemplo del nuevo método científico del
Renacimiento.
En el año 1543 se publicó el libro titulado Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes, que iba a resultar uno
de los trabajos científicos más importantes jamás escritos. Su autor fue el astrónomo polaco Nicolás Copérnico
que murió el mismo día en que se publicó su libro. Copérnico sostuvo la revolucionaria teoría de que, más que
estar en el centro del universo, la Tierra giraba alrededor del Sol. El movimiento aparente del Sol alrededor de la
Tierra podría explicarse si de hecho la Tierra girase sobre su propio eje. Estas ideas pronto fueron debatidas
apasionadamente en toda Europa. Copérnico, al proponer un universo heliocéntrico (en el que el Sol es el
centro), había cambiado la visión medieval del mundo de arriba a abajo. Las implicaciones de su teoría se
extendieron más allá de su importancia puramente científica porque desafiaba la tradicional idea cristiana que
situaba al hombre en el centro del universo con un lugar único en la Creación. Los reformadores protestantes se
opusieron desde el principio a las ideas de Copérnico y más tarde la Iglesia católica las condenó.
A Copérnico se le considera el padre de la astronomía moderna a pesar de que sus teorías de que el Sol era el
centro del universo y de que las órbitas de los planetas eran circulares resultaron más tarde ser erróneas. Su
creencia en las órbitas circulares reflejaban la antigua idea de que debido a que los cuerpos celestes eran
"celestiales" deberían tener órbitas perfectas. Desde los tiempos de Platón la esfera y el círculo se habían
considerado las figuras geométricas más perfectas.
Tuvieron que pasar casi cien años antes de que el sistema de Copérnico fuera aceptado por los científicos.
Durante este período la Iglesia condenó a los seguidores de Copérnico incluyendo al gran físico y astrónomo
Galileo Galilei (1564-1642). Los trabajos más importantes de Galileo se publicaron en el siglo XVII pero su
curiosidad científica y sus múltiples habilidades eran típicas del Renacimiento. En 1609 su correcto uso del
recién inventado telescopio le permitió descubrir mediante la observación empírica que la luna tenía montañas
y que Júpiter tenía cuatro lunas. Esto minó seriamente la visión del mundo aristotélico mantenida por sus
oponentes.
Galileo propuso otro reto con sus experimentos sobre el movimiento. En una innovación científica de enorme
importancia, Galileo hizo uso de los principios de la inercia para mostrar que las enseñanzas de Aristóteles
sobre el movimiento eran erróneas. De acuerdo con la ley de la inercia, un cuerpo permanecerá en el estado en
que está de quietud o de constante movimiento en línea recta, mientras no intervengan alguna fuerza que
modifique su estado. Este principio daba respuesta a una de las objeciones más importantes a la idea de
Copérnico sobre la rotación de la Tierra. Aristóteles argumentaba que si la Tierra girase alrededor de su propio
eje su movimiento provocaría que una piedra que se lanzase al aire verticalmente caería a alguna distancia del
lugar desde el que había sido lanzada. En realidad la ley de la inercia hace que la piedra caiga en el mismo lugar
porque no hay ninguna fuerza horizontal actuando sobre ella. La piedra mantendrá su movimiento horizontal a
la misma velocidad que la Tierra. Existe sin embargo una fuerza vertical, la fuerza de la gravedad, que atraerá a
la piedra hacia la Tierra.
Observando el movimiento de una bala de cañón disparada horizontalmente, Galileo descubrió lo que ocurre
cuando el movimiento vertical y horizontal están involucrados. Lanzada al aire, la bola de cañón sigue su
trayectoria por encima de la tierra pero será atraída gradualmente hacia ella. La velocidad horizontal se
mantiene constante, pero la velocidad vertical aumenta constantemente con el tiempo debido al efecto de
aceleración de la gravedad que actúa sobre la bola. Como resultado la bola de cañón sigue una trayectoria curva.
Estos experimentos servirían de base más tarde para que Isaac Newton desarrollase sus tres Leyes del
Movimiento y su Ley de la Gravitación Universal. Isaac Newton también estaba influenciado por los trabajos del
astrónomo alemán Johannes Kepler, contemporáneo de Galileo. Las observaciones de Kepler, al mismo tiempo
que confirmaban que Copérnico estaba en lo cierto con su enfoque heliocéntrico, demostraban que los planetas
giraban alrededor del Sol describiendo órbitas elípticas más que circulares y que la velocidad de los planetas es
mayor cuando están más cerca del Sol. Kepler desarrolló la teoría de que había una fuerza que hacía que los
42
cuerpos celestes se atrajeran unos a otros y que la fuerza del Sol era la que mantenía a los planetas en sus
órbitas. También señaló que las mismas leyes físicas regían todo el universo. Galileo rechazaba la idea de Kepler
de que las fuerzas de la gravedad pudieran actuar a grandes distancias y entre distintos cuerpos celestes. No fue
hasta la época de Newton cuando se aceptó la universalidad de las leyes de la gravedad.
Ver también:
Antigua Grecia - Descubrimientos: para Platón y Aristóteles como científicos, visión global, medicina.
Helenismo y Roma - Descubrimientos: para la teoría heliocéntrica de Aristarco, Tolomeo, Galeno.
La Edad Media - Descubrimientos: para el redescubrimiento de Aristóteles, Galeno, Tolomeo, innovaciones
técnicas, especialmente en navegación.
época barroca - Descubrimientos: para el descubrimiento de la circulación de la sangre por Harvey, Newton.
Siglo XIX - Descubrimientos: para avances en medicina
Renacimiento - Cultura
Todas las manifestaciones artísticas florecieron durante este período como no lo habían hecho antes. Los
artistas aspiraban a superar a los antiguos en sus realizaciones y, siguiendo el ideal del Renacimiento, a menudo
en muchos campos les aventajaron. Compartían los valores del humanismo: la exaltación del individuo, la
predisposición para experimentar, su afán por el ideal de belleza de las formas clásicas, y una aproximación
cada vez mayor a lo profano en contraste con el arte profundamente religioso de la Edad Media.
Los grandes artistas italianos no buscaban ya el mecenazgo de la Iglesia sino el de la rica aristocracia mercantil.
En el siglo XVI los artistas con éxito podían alcanzar fama y riqueza. Los temas que expresaban la nueva actitud
incluían escenas históricas o mitos de la Antigüedad como El nacimiento de Venus y La Primavera de Botticelli.
Los comienzos del Renacimiento tuvieron en Florencia su centro, donde los artistas experimentaron en campos
que incluían la perspectiva, la anatomía y las matemáticas. Un importante avance fue el desarrollo de la
perspectiva lineal que hizo posible la ilusión de profundidad y de distancia en las pinturas. Esta técnica fue
iniciada por el escultor y arquitecto Filippo Brunelleschi, famoso por su monumental cúpula de la catedral de
Florencia. Justo desde la puerta central de la catedral, Brunelleschi realizó una representación del baptisterio de
enfrente. Con ello hizo la primera representación conocida con proyección central conocida en la historia de la
pintura. Para hacer los laterales del edificio trazó líneas que se iban acercando y finalmente desaparecían. La
pintura se hizo más compleja con el uso de esta forma de perspectiva utilizando frecuentemente varios puntos
de fuga.
Muchos humanistas del Renacimiento consideraban que era su deber cultural devolver a Roma su glorioso
pasado. La basílica de San Pedro fue la obra central de esta renovación con una magnífica cúpula que tiene una
altura de 130 metros. La construcción de San Pedro comenzó en 1506 y se tardó 120 años en terminar. Miguel
ángel fue el arquitecto jefe desde 1546 hasta su muerte en 1564. San Pedro es un excelente ejemplo de la
arquitectura renacentista en la que los componentes estructurales se combinan con proporciones armoniosas y
matemáticamente exactas.
Los grandes artistas del siglo XVI fueron Miguel ángel, Rafael y Leonardo da Vinci (1452-1519). Leonardo, que
exploró la ciencia, la pintura, la escultura, la música y la arquitectura, es el prototipo de hombre renacentista.
Además de sus trabajos en pintura tan geniales como Mona Lisa y La última Cena, Leonardo estudió y dibujó
plantas y animales con magnífica precisión, diseccionó cuerpos humanos para entender la estructura ósea y el
comportamiento muscular, diseñó edificios y máquinas de guerra y tocaba el laúd.
Al igual que en las artes plásticas la música del Renacimiento muestra un interés cada vez mayor por los temas
profanos. Los temas religiosos sin embargo siguieron teniendo importancia y se escribieron numerosos motetes
y magníficas misas. Un importante avance fue la introducción de la técnica para imprimir las composiciones
musicales inventada en Venecia alrededor del 1500. Los compositores más importantes de comienzos del
Renacimiento eran del norte de Europa mientras que en el siglo XVI lo fueron Orlando de Lasso de Holanda ,
William Byrd en la Inglaterra isabelina y Palestrina de Italia. El final de este período presenció los inicios de la
ópera, inspirada en la Antigüedad clásica.
Ver también:
Antigua Grecia - Cultura: para influencia clásica en el arte y pensamiento del Renacimiento.
Helenismo y Roma - Cultura: para trasfondo romano, especialmente arquitectura.
La Edad Media - Cultura: para comparación con un arte casi exclusivamente religioso de tiempos medievales.
época barroca - Cultura: para contraste en arquitectura, incipiente desarrollo de la ópera
Renacimiento - Grandes mujeres
Se menciona con frecuencia el ideal de "hombre renacentista", pero hubo igualmente muchas mujeres
renacentistas, con educación y talento, especialmente las que procedían de familias nobles o de casas reales.
Isabel d'Este (1474-1539) era miembro de una rica y antigua familia italiana. Se casó con Francisco de Gonzaga,
marqués de Mantua al que dio seis hijos. Rica y con talento, Isabel se rodeó de poetas como Ariosto y artistas
como Leonardo da Vinci quien le hizo un retrato. Mantegna pintó una visión del Parnaso para su gabinete, y sus
43
dependencias continúan siendo una de las glorias del palacio de Mantua. Isabel amaba la música y el teatro,
coleccionaba libros y fue una de los grandes mecenas de la época. También fue una astuta mujer de negocios y
poseía gran habilidad política, gobernó Mantua durante la cautividad de su marido en Venecia y tras su muerte,
hasta que su joven hijo alcanzó la edad suficiente
Isabel Tudor o Isabel I (1533-1603), era la hija de Enrique VIII y Ana Bolena, ejecutada antes de que su hija
cumpliera tres años. Isabel sobrevivió a una infancia peligrosa para convertirse en reina de Inglaterra en 1558.
Era una consumada lingüista y gran lectora, sobre todo de materias religiosas. Cuando subió al trono, el país
estaba en medio de la Reforma y profundamente segregado por la religión. La presencia en Inglaterra de María,
la reina católica de los escoceses, desde 1568 hasta su ejecución en 1587, causaba gran descontento. En materia
exterior Inglaterra sufría el constante peligro de invasión por parte de la España católica y la reina Isabel no
pudo sentirse segura hasta la derrota de la Armada española en 1588. Al hacer frente a estas dificultades en el
interior y en el exterior ella demostró ser una política astuta y uno de los monarcas más populares de la historia
de Inglaterra. Nunca se casó sino que puso por encima de todo el compromiso con su país. Con su actuación
Isabel se convirtió en un símbolo viviente de la nación.
Filosofía del Renacimiento
En términos de originalidad e influencia, la filosofía del Renacimiento no puede competir con la medieval que la
precedió ni con la filosofía moderna, iniciada por Descartes, que la sucedería cronológicamente. Los filósofos
renacentistas estaban interesados en el renacimiento de las ideas de la Antigüedad, en especial las de Platón y
Aristóteles. Más que la filosofía, fueron el nuevo método científico y el creciente ritmo de las innovaciones
tecnológicas los que sirvieron de inspiración para la filosofía y los acontecimientos posteriores a este período.
época barroca - Perspectiva
Al período comprendido entre el año 1600 y 1700 se le conoce como la época barroca. La palabra "barroco"
procede de una palabra portuguesa usada para describir una perla de forma irregular. Las perlas irregulares
tienen una belleza singular por sus abundantes curvas luminosas bruscamente contrastadas con sus oscuras
cavidades y por su forma peculiar. El término Barroco se aplicó al arte y a la arquitectura del siglo XVII porque
estaba lleno de formas irregulares y de contrastes entre la luz y la oscuridad.
El siglo en general se caracterizó por los contrastes. Se preocupaba tanto de la vanidad mundana como de la
naturaleza efímera de las cosas. La expresión latina "carpe diem" o "goza de este día" era muy popular en esta
época, y refleja la convicción de que la humanidad debería vivir el momento, aprovechando sin vacilar cualquier
oportunidad que se presentase. Por el contrario, otra expresión latina que se citaba frecuentemente era
"memento mori" o "recuerda que vas a morir". Esto nos recuerda que toda vida y belleza van a perecer y que con
la muerte llega el juicio.
La época barroca fue también un período de conflictos políticos durante el cual Europa estaba destrozada por
las guerras. En la primera mitad del siglo éstas fueron motivadas tanto por creencias religiosas como por
motivos políticos. Aunque la inmensa mayoría de los europeos eran cristianos existían diferencias
irreconciliables entre católicos y protestantes.
Un motivo de disputa era la cuestión de la libre determinación, defendida por los teólogos cristianos pero
negada por los seguidores del reformador protestante Calvino. éste defendía que en el origen de los tiempos
Dios determinó el destino de cada individuo que se creara. La creencia de que toda la historia del hombre estaba
predestinada condujo a la certeza puritana de que Dios sancionaba todos sus actos. Tal fe en el plan de Dios
motivó que muchos peregrinos protestantes se embarcasen en la peligrosa travesía del Atlántico y establecieran
colonias como Plymouth y New Haven en el Nuevo Mundo.
Motivos políticos y dinásticos acentuaron las divisiones entre los cristianos. Esto se evidenció particularmente
en Alemania donde rivalidades políticas y religiosas, tanto entre estados como dentro de un mismo estado,
condujeron al largo y cruel conflicto de La Guerra de los Treinta Años. En las regiones protestantes de Alemania
el estado dominaba a la Iglesia luterana y el clero era poco más que una parte de la burocracia real. En las
regiones católicas, al contrario, era la Iglesia la que dominaba al estado, como ocurría en Colonia y Maguncia,
cuyos arzobispos eran gobernantes independientes por derecho propio.
La Guerra de los Treinta Años concluyó con los acuerdos de la Paz de Westfalia en 1648, poniendo fin a la era de
guerras religiosas que había arruinado las vidas de multitud de personas en Europa desde la Reforma. A partir
de ahí, los negocios, la riqueza comercial y las posesiones coloniales, que con frecuencia eran la fuente de esa
riqueza, motivarían cada vez más los conflictos entre los estados europeos.
A pesar de la agitación política y religiosa, la época barroca fue un período de gran actividad intelectual. El
científico más importante de este período, Isaac Newton (1642-1727), nació el año en que murió Galileo.
Newton, un cristiano que creía en la creación divina, formuló la Ley de la Gravitación Universal, que
demostraba matemáticamente que el sistema solar era heliocéntrico y que las órbitas de los planetas eran las
descritas por Copérnico y Kepler. Los descubrimientos de Newton sobre la gravedad se publicaron en 1687 en su
libro Principia, uno de los trabajos científicos más importantes de todos los tiempos. Newton mostró que las
mismas leyes del movimiento rigen en todo el universo y que todo lo que hay sobre la tierra y en el espacio están
sujetos a la ley universal de la gravedad. Todo está dirigido por la misma mecánica, cuya forma de operar puede
ser calculada con exactitud matemática. Newton describió así una visión mecánica del mundo.
44
La nueva comprensión del mundo físico fue acompañada de una mayor confianza para explorar sus horizontes.
Los nuevos métodos de navegación, la tecnología naval y la cartografía proporcionaron la tecnología para viajes
de descubrimiento más largos y más ambiciosos. La expansión europea por el mundo continuó, se descubrieron
Australia y Nueva Zelanda y se exploró el interior de América del Sur y la parte oriental de América del Norte.
Este afán de expansión estuvo motivado en un principio por el deseo de ampliar el comercio y los mercados y,
luego, también por la carrera que se inició entre los monarcas europeos para conseguir riqueza y prestigio de
forma inmediata.
Ver también:
La Edad Media - Perspectiva: para el indisputable poder de la iglesia católica en tiempos medievales.
Renacimiento - Perspectiva: para reforma protestante, Copérnico, viajes de descubrimiento.
Renacimiento - Descubrimientos: para Copérnico, Galileo, Kepler.
La Ilustración - Perspectiva: para crítica de la iglesia y creencias tradicionales, mayores exploraciones del
mundo
Leibniz - El espacio y el tiempo: para su disputa con Newton.
época barroca - Política
La época barroca fue un período de conflictos e intrigas políticas. España perdió la supremacía y Francia se
convirtió en la potencia dominante de Europa, al tiempo que Holanda, Inglaterra y Suecia consiguieron mayor
relevancia. Durante este período se produjeron numerosas guerras, la más destructiva fue la Guerra de los
Treinta Años disputada principalmente en suelo alemán. Comenzó en 1618 como un conflicto religioso entre
católicos y protestantes, pero al finalizarar en 1648 era ya un conflicto político porque en ella luchaban por el
dominio de Europa diversos estados europeos. Alemania perdió un tercio de su población, la mayoría civiles
atrapados entre los ejércitos enfrentados.
La Paz de Westfalia puso fin a la guerra. Mediante este tratado los estados católicos y protestantes se reconocían
mutuamente el derecho a existir. El acuerdo también reconocía la independencia de más de trescientos estados
alemanes. Como resultado Alemania seguiría dividida y sin un gobierno central hasta el final del siglo XIX.
Entre los estados de lengua alemana predominaban Austria, Baviera, Hanover y Prusia y todos ellos
desarrollaron gobiernos autoritarios.
En muchos países los estados se centralizaron con el consiguiente aumento de la burocracia. Esto contribuyó a
aumentar el poder real y la decadencia de las instituciones representativas que habían surgido durante la Edad
Media. Principalmente sucedió en Francia, donde en la segunda mitad del siglo XVII tanto la nobleza como las
asambleas representativas perdieron su poder frente al rey Luis XIV, ejemplo de "monarca absoluto". éste era
conocido como el Rey Sol porque todo el gobierno giraba alrededor de él.
Los intentos de Carlos I de Inglaterra para actuar como un monarca absoluto obtuvieron un resultado distinto.
La guerra civil entre sus partidarios y el Parlamento inglés terminaron con su derrota y ejecución en 1649. Bajo
la dirección de Cromwell, Inglaterra se convirtió en una república durante nueve años tras los cuales se reinstaló
la monarquía y apareció un nuevo modelo de autoridad real. En 1688 Inglaterra se convirtió en una monarquía
constitucional (sin constitución escrita) con los poderes reales limitados por el Parlamento.
La expansión colonial europea continuó y gran número de emigrantes franceses e ingleses se establecieron en
las islas del Caribe y en el este de Norteamérica. En el siglo XVII se fundaron ciudades como Quebec, Montreal,
Boston y Filadelfia que sirvieron de base para el posterior nacimiento de Canadá y Estados Unidos de América.
Ver también:
La Edad Media - Política: para los comienzos de las asambleas representativas, fragmentación de Alemania a
pesar de los esfuerzos por unirla.
Renacimiento - Perspectiva: para la reforma protestante como trasfondo de conflictos religiosos.
Renacimiento - Política: para rivalidad política y religiosa entre los estados, incremento de la complejidad del
gobierno, poder de España.
La Ilustración - Política: para los continuos conflictos entre Europa y las colonias de ultramar, las colonias
británicas en América y la declaración de independencia de los Estados Unidos
Siglo XIX - Política: para unificación de estados alemanes bajo el liderazgo de Prusia, unificación de Italia.
Siglo XIX - Sociedad: la emigración desde Europa continua y aumenta.
época barroca - Económicas
La economía europea durante la época barroca se basaba todavía en la agricultura. Durante el siglo XVII se
hicieron importantes progresos en las técnicas agrícolas, especialmente en Holanda, donde se había
desarrollado el cultivo intensivo para poder alimentar a una gran población urbana con una cantidad de suelo
limitada. El comercio internacional y las finanzas alcanzaron progresivamente mayor importancia y la actividad
económica aceleró su marcha del Mediterráneo a los países del Atlántico.
Los holandeses reemplazaron a los italianos como los banqueros de Europa y, a comienzos del siglo XVII ,
Amsterdam desarrolló un mercado de valores o "stock exchange". La ciudad ofrecía como parte de pago las
45
mercancías que almacenaba o "stocked". Se disponía de mercancías de todo el mundo y los precios obtenidos
afectaban a todos los mercados. Hacia la mitad del siglo los comerciantes e inversores de Amsterdam
negociaban con "futuros", según sus predicciones sobre la oferta y la demanda de las futuras temporadas. Se
hicieron y se perdieron fortunas especulando con bienes que es posible que nunca existieran. A medida que los
comerciantes reunían su dinero y formaban "compañías", los comerciantes de Amsterdam vendían los derechos
o "acciones" para participar en las mismas.
Desde principios del siglo XVII los holandeses sustituyeron a los portugueses como potencia comercial. El
mercado de las especies era una de las más importantes fuentes de ingresos. Otro producto muy importante era
el azúcar, en principio un lujo importado de la colonia portuguesa de Brasil, pero ahora bastante asequible
porque el cultivo de la caña de azúcar se había extendido a las colonias españolas, francesas, holandesas e
inglesas del Caribe y América del Sur.
Reyes comerciantes y piratas luchaban por el valioso comercio del azúcar, cuyos beneficios dependían del
continuo abastecimiento de la mano de obra proporcionada por los esclavos. Para satisfacer la creciente
demanda, se desarrolló la economía subsidiaria del tráfico y comercio de esclavos, generalmente embarcados en
terribles condiciones desde áfrica hasta América a través del Atlántico. De esta forma los esclavos se
convirtieron en mercancía y su comercio en un aspecto importante de la actividad comercial internacional.
Los comerciantes ingleses hacia el final de la época barroca, desafiaban cada vez más a los holandeses.
Alrededor del año 1700, Londres no solo había reproducido el sofisticado mercado financiero de Amsterdam
sino que lo había superado. El enorme puerto de Londres, la infraestructura de las comunicaciones y una mayor
población fueron las claves de esta superioridad. Los canales, las carreteras y el transporte marítimo unían
Londres con el resto de las Islas Británicas creando una gran economía nacional integrada, que fue capaz de
aumentar el capital hasta un nivel sin precedentes.
Ver también:
La Edad Media - Economía: para comercio, desarrollo de la banca.
Renacimiento - Economía: para movimiento de la actividad económica desde el Mediterraneo al norte de
Europa, expansión del comercio al extranjero.
La Ilustración - Economía: para mayor importancia de Gran Bretaña como centro europeo de comercio y
finanzas
Siglo XIX - Economía: para el contínuo predominio de los británicos en el comercio internacional, pero
crecimiento del poder de Alemania.
Siglo XX - Economía: para una economía global en la vida moderna.
época barroca - Sociedad
Durante la época barroca la mayoría de los europeos en algún momento de sus vidas padecieron malas
cosechas, hambre, guerras y violencia de manos de los recaudadores de impuestos. El 90% de la población eran
campesinos que trabajaban la tierra con un sistema heredado de la época medieval. Sin embargo existían
grandes diferencias entre países. En Rusia y los países del este de Europa la servidumbre y la sociedad feudal se
mantenían sin apenas cambios desde los primeros siglos. Por el contrario, hacía tiempo que el feudalismo había
desaparecido de países como Inglaterra y Holanda. En las grandes ciudades alrededor de la cuarta parte de la
población estaba sin hogar y vivía en la más absoluta de las pobrezas y se ganaban la vida como mendigos,
ladrones y prostitutas. Al término del siglo XVII había en Europa una población aproximada de noventa
millones.
La época barroca se caracterizaba por grandes diferencias de clase. En Francia, la potencia dominante de
Europa, la pompa y el esplendor de la corte de Versalles contrastaba con la miseria absoluta en que vivía la clase
baja. Sin embargo, en el noroeste de Europa, la expansión de la economía capitalista incrementó de forma
gradual el nivel de vida de la población campesina. Los propietarios consideraban más rentable hipotecar sus
tierras, y los campesinos que se convertían en propietarios cultivaban de forma más intensiva y productiva que
en el pasado. La mayor prosperidad propició el aumento de la población. Los padres podían esperar ver al
menos a cuatro de cada siete de sus hijos vivir hasta la edad adulta.
La nobleza continuó siendo la clase social dominante en toda Europa. En la mayoría de los países, excepto en
Inglaterra y en Holanda, disfrutaban de amplios privilegios legales y del poder político. Durante este período,
los miembros pudientes de la clase media tenían la posibilidad de comprar títulos y así conseguir rápidamente
posición social y privilegios fiscales. Los gobernantes vendían los títulos para financiar los costes de la guerra y
el estilo de vida de la realeza.
Otra forma de ascender en la jerarquía social para los hijos con educación de la burguesía era trabajar para el
gobierno. Estaban mejor cualificados para manejar los complejos asuntos del gobierno que la nobleza
hereditaria que por tradición recibía sólo educación militar. El abogado francés Juan Colbert es un ejemplo de
esta tendencia. Hijo de un comerciante, Colbert era un profesional de la administración que estudió la
producción económica y la riqueza de Francia. Como ministro de Luis XIV introdujo presupuestos que
reflejaban los ingresos y los gastos. La carrera de Colbert ilustra cómo, durante la época barroca, la estructura
46
social evolucionó gradualmente como resultado de la centralización del gobierno y el consiguiente incremento
de la burocracia.
Ver también:
La Edad Media - Sociedad: para la estructura social del feudalismo.
Renacimiento - Sociedad: para el cambio de la estructura social, especialmete el ascenso de la clase media.
Renacimiento - Política: para el gobierno y la administración.
La Ilustración - Sociedad: para la continua evolución de la sociedad, nobleza, clase media.
época barroca - Descubrimientos
Probablemente el científico más importante del período barroco sea el físico inglés Isaac Newton (1642-1727).
En su libro los Principia, publicado en 1687, Newton completó el trabajo iniciado por Copérnico, Kepler y
Galileo proporcionando la descripción y explicación definitivas del sistema solar y las órbitas planetarias.
Mostró que ambos están regidos por la ley de la gravitación universal, que sostiene que cualquier objeto atrae a
cualquier otro objeto con una fuerza que aumenta en proporción a la masa de los objetos y disminuye en
proporción al cuadrado de la distancia que haya entre ellos.
Aplicado a los cuerpos celestes, esta atracción o gravitación significa que habría una mayor atracción entre dos
soles muy grandes que entre dos lunas pequeñas que estuvieran separados por la misma distancia. Pero habría
una mayor atracción entre dos lunas en el mismo sistema solar que entre dos soles en diferentes sistemas
solares.
Lo más importante de la teoría de Newton, sin embargo, era que la gravitación tenía validez en todas partes. La
fuerza que hace que una manzana caiga del árbol a la tierra es la misma fuerza que mantiene a la Luna en su
órbita alrededor de la Tierra. Newton demostró que unas sencillas leyes del movimiento eran válidas en todo el
universo, y con ello hizo desaparecer la creencia medieval de que existía un grupo de leyes para el cielo y otro
grupo de leyes para la tierra. La visión heliocéntrica del mundo recibió su definitiva confirmación.
En la época barroca también se produjeron muchos avances en el campo de la medicina. El más importante fue
el descubrimiento de la circulación sanguínea por el médico inglés William Harvey que publicó su libro On the
Motion of the Heart en 1628. Las teorías previas aceptadas sobre la interacción del cuerpo y la sangre se
remontaban al médico griego Galeno que mantenía que la sangre fluía y refluía en lugar de circular por el
cuerpo. Como resultado de su meticulosa observación y experimentación, Harvey cuestionó las enseñanzas de
Galeno y demostró que la sangre circula en una dirección por todo el cuerpo a través de las arterias y las venas,
mediante las pulsaciones del corazón.
La teoría de Harvey se vio reforzada en 1661 con el descubrimiento de los pequeños vasos capilares que llevan la
sangre de las arterias a las venas. Esta observación se hizo posible gracias al desarrollo de los microscopios
dotados de una poderosa lente, y en particular al del holandés Anton van Leeuwenhoek.
Ver también:
Antigua Grecia - Descubrimientos: para la visión del universo, medicina.
Helenismo y Roma - Descubrimientos: para las visiones del universo, incluyendo la primera teoría heliocéntrica,
medicina (Galeno).
Renacimiento - Descubrimientos: para Copérnico, Galileo, Kepler, medicina.
Siglo XIX - Descubrimientos: para los avances en medicina.
Leibniz - El espacio y el tiempo: para el absolutismo de Newton.
época barroca - Cultura
La palabra "barroco" hace referencia al estilo del arte y la arquitectura que se extendió por Europa durante el
siglo XVII. En contraste con las formas más disciplinadas del final del Renacimiento el estilo barroco era
dinámico, sensual y emocionalmente sugestivo. Era en parte la expresión de un revitalizado catolicismo cuyo
objetivo consistía en frenar la propagación del protestantismo
El palacio de Versalles en Francia es tal vez el ejemplo más conocido de la arquitectura barroca. Era la
residencia del monarca más poderoso de Europa; su tamaño y magnificencia se diseñaron para impresionar a
sus súbditos y a los adversarios extranjeros. Entre los grandes maestros del Barroco destacan Caravaggio y
Rubens. Los trabajos de Caravaggio muestran escenas maravillosamente detalladas tanto de la naturaleza como
de la vida cotidiana y pinturas religiosas de gran patetismo, dotadas frecuentemente de dramáticos contrastes
entre luces y sombras. Rubens, famoso por su inventiva, dinamismo y habilidad como colorista, dotó a su
trabajo del poder, la exuberancia y la sensualidad características del barroco.
Para invocar a los sentidos muchas pinturas barrocas contienen referencias escondidas a la naturaleza efímera
de las cosas, recordando al observador que la belleza finalmente perece. En la obra de Jan Miense Moleanaer
Allegory of Vanity la escena cotidiana de una joven peinándose esconde un significado más profundo evocado
por las impactantes imágenes simbólicas. El chico de las burbujas alude a la naturaleza transitoria de la vida y
las joyas de la mesa sugieren la riqueza del mundo. El espejo representa la vanidad y la falsedad de las
apariencias y para recordarnos la mortalidad humana, el pie de la joven descansa sobre una calavera.
47
En música, el deseo de contraste y efectos dramáticos inspiró trabajos más complejos que condujeron
finalmente al concierto. Aunque actualmente pensamos que Bach es el gran compositor del barroco, en su
tiempo se le admiraba principalmente como organista. Las investigaciones sobre el teatro de la Grecia antigua
influenciaron las nuevas formas característicamente barrocas de entretenimiento, como las mascaradas
(complicadas representaciones ejecutadas por actores enmascarados), los bailes de máscaras, y la ópera que
combinaba el teatro emocional, la música instrumental y el desarrollo del personaje con un complejo y
magnífico vestuario y puesta en escena.
En este período nació el teatro moderno, con todas las formas de decorados y maquinaria escénica. En el teatro
se construye una ilusión sobre el escenario, para descubrir al final que la obra había sido sólo una ilusión. De esa
forma el teatro se convirtió en un reflejo de la vida humana en general.
La idea de que la vida es un sueño no surgió en el período barroco. El anciano sabio chino Chuang-tzu o
Zhuangzy dijo: "Una vez soñé que era una mariposa, y ahora ya no sé si soy Chuang-tzu, el que soñó que era una
mariposa, o si soy una mariposa que sueña que soy Chuang-tzu". En el barroco esa idea adquirió nuevo interés
como se puede ver en el teatro y la literatura de la época.
Shakespeare, que escribió sus mejores obras al comienzo del barroco, comparó la vida misma con el teatro. El
dramaturgo español Calderón de la Barca escribió sobre la vida como una ilusión en su obra La vida es sueño.
En Escandinavia, el gran escritor danés Ludvig Holberg desarrolló el tema calderoniano de la vida como sueño
en su obra Jeppe en la Montaña.
Sin embargo los autores dramáticos también trataron los pormenores mundanos de la vida cotidiana. El poeta
noruego Petter describió la vida de aquí y ahora, a la vez que enfatizaba que sólo Dios es eterno.
Ver también:
Renacimiento - Cultura: para arquitectura, mejora de la opera, generalmente contraste de estilo.
La Ilustración - Cultura: para mayores desarrollos, especialmente en música
época barroca - Grandes mujeres
La pintora italiana Artemisa Gentileschi y La reina Cristina de Suecia fueron dos de las más consumadas
mujeres de la época barroca.
Artemisia Gentileschi nació en Roma alrededor de 1593 y murió a principios de los años 50 del siglo XVII.
Artemisa era hija de un conocido pintor. Primero su padre y posteriormente un destacado artista, amigo de la
familia, fueron quienes le enseñaron a pintar. Tras ser violada por este amigo de la familia, Artemisa fue
torturada para que dijera que ella había consentido y su agresor fue exculpado. Llegó a ser una artista de fama
patrocinada por los monarcas europeos. Al igual que su padre estaba muy influenciada por Caravaggio, el gran
maestro del barroco. En su obra más conocida Judith slaying Holofernes,nos muestra a una Judit cortando la
cabeza de Holofernes con una espada ensangrentada. El sentimiento de rabia aparece con frecuencia en su
pintura como una muestra del estado emocional de la artista.
La reina Cristina de Suecia, al contrario que Artemisa, disfrutó de una vida protegida. Asumió el trono en 1632 a
los seis años de edad, al morir su padre durante la guerra de los Treinta Años. Además de aprender historia,
filosofía, matemáticas y ciencia, Cristina tenía una excelente puntería con la pistola y era una magnífica
amazona. Hablaba con fluidez griego, latín y lenguas modernas. Cristina se convirtió en uno de los monarcas
europeos más respetados y uno de los gobernantes con mejor preparación. A la edad de veinte años ya había
ayudado a negociar el final de la guerra de los Treinta Años.
Cristina se carteaba regularmente con filósofos y científicos a los que invitaba a Estocolmo. Descartes fue uno de
los muchos que aceptó su invitación pero desgraciadamente no estaba habituado al clima del norte y murió de
neumonía. Sus responsabilidades como reina le dejaban poco tiempo para dedicarse a su creciente interés por
las cuestiones religiosas, por eso abdicó en 1654 convertida al catolicismo y se estableció en Roma.
René Descartes (1596-1650)
Descartes fue uno de los impulsores de la revolución intelectual del siglo XVII, y se le considera el padre de la
filosofía moderna. También fue un gran matemático. Descartes detestaba la forma en que la filosofía antigua y
escolástica estaba abierta a la ambigüedad, y quería reemplazarla con un nuevo y completo sistema de
conocimiento edificado, como las matemáticas, a partir de verdades evidentes. Aunque algunos de sus
argumentos han sido criticados, el método de Descartes ha tenido una gran influencia en el pensamiento
posterior.
Ver: Descartes
Baruch Spinoza (1632-1677)
Spinoza, junto con Leibniz, fue uno de los grandes creadores de los sistemas filosóficos posteriores a Descartes.
Al igual que Descartes, él quería encontrar la verdad pero de una forma lógica y rigurosa. Para Spinoza el
método deductivo por excelencia era la geometría, y emprendió la construcción de un sistema de conocimiento
modelado sobre la geometría euclidiana. Pero mientras que Descartes había utilizado su método para fortalecer
las opiniones convencionales sobre Dios y el mundo, Spinoza, un hombre profundamente religioso, fue
48
considerado poco convencional, e incluso blasfemo, en sus opiniones y fue anatemizado por la comunidad
religiosa a la que pertenecía.
Ver: Spinoza
Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716)
Leibniz, aunque pasó gran parte de su vida como historiador y bibliotecario al servicio de la nobleza alemana,
puso gran empeño en el seguimiento de los avances científicos del siglo XVII, aportando a ellos su propia
contribución. También fue un gran matemático; inventó el cálculo infinitesimal simultáneamente con Newton,
con quien posteriormente polemizó sobre las nociones de espacio y tiempo. El amplio conocimiento y el gran
intelecto de Leibniz crearon una de las filosofías más atípicas. Siguió la tradición racionalista de Descartes y
Spinoza, pero diferiendo mucho de ellos en su descripción del universo en términos de una infinidad de
sustancias que él llamaba "mónadas".
Ver: Leibniz
John Locke (1632-1704)
Locke fue el primero de los grandes empiristas británicos, quienes atacaron el enfoque de los racionalistas, tales
como Descartes. Locke estaba muy influenciado por la corriente de pensamiento científica del siglo XVII y,
además de enseñar filosofía, también ejercía la medicina. Su vida transcurre en un período de grandes
convulsiones políticas que incluyen la Guerra civil y la Revolución gloriosa. Locke intervino activamente en la
política y se convirtió en un importante escritor de teoría política. Sus ideas contribuyeron materialmente a las
Revoluciones francesa y americana y a la fundación de la democrácia moderna.
Ver: Locke
49
DESCARTES (1596-1650) La vida de Descartes
René Descartes nació en un pequeño pueblo francés cercano a Tours, hoy llamado La Haye-Descartes. Después
de terminar sus estudios en Poitiers decidió viajar por Europa. En 1619 se unió al ejército del duque de Baviera y
se fue a la guerra, lo que le permitió largos periodos de tiempo en varias partes de Europa Central.
En la noche del 10 de noviembre de 1619, Descartes tuvo la visión de la forma en la que podría construir un
sistema preciso de conocimiento que abarcaría todas las áreas del aprendizaje humano. Estuvo con este
proyecto el resto de su vida.
Posteriormente vivió en París hasta que, en 1629, marchó a Holanda, donde pasó los siguientes 20 años de su
vida trabajando en sus tratados matemáticos y filosóficos.
En 1649 fue invitado a Suecia por la reina Cristina. Pero la estancia en ese lugar que él llamó "la tierra de los
osos, el hielo y las rocas" le provocó un ataque de neumonía, muriendo en el invierno de 1650.
El racionalista
Hay una línea directa descendente desde Sócrates y Platón vía San Agustín hasta Descartes. Ellos eran unos
típicos racionalistas, convencidos de que la razón era la única forma de llegar al conocimiento. Después de sus
estudios globales, Descartes llegó a la conclusión de que el conjunto de conocimientos heredados de la Edad
Media no era necesariamente fiable. Como Sócrates, decidió intentar hacer su propia filosofía.
Descartes fue el padre de la filosofía moderna. Después del entusiasta redescubrimiento del hombre y la
naturaleza durante el Renacimiento, se volvió a presentar la necesidad de integrar el pensamiento
contemporáneo en un sistema filosófico coherente. Descartes fue el primer gran sistematizador, al que siguieron
Spinoza, Leibniz, Locke, Berkeley, Hume y Kant.
El sistematizador
A Descartes le interesaba averiguar lo que podemos saber, es decir, aclarar la cuestión de la certeza de nuestro
conocimiento. En lo que se refiere al problema de conseguir conocimientos indudables, muchos de sus
contemporáneos expresaron un escepticismo filosófico total, opinando que los hombres tendrían que resignarse
a no saber nada. Pero Descartes no se resignó a eso.
En la época de Descartes, la nueva ciencia había desarrollado un método que proporcionaba una descripción
totalmente segura y exacta de los procesos de la naturaleza. Descartes tuvo que preguntarse si no habría
también un método seguro y exacto para la reflexión filosófica. Decidió que, efectivamente, existía.
Un sistema filosófico es una filosofía construida desde los cimientos y que procura encontrar una especie de
esclarecimiento de todas las cuestiones filosóficas importantes. La Antigüedad había tenido grandes
sistematizadores, como Platón y Aristóteles. La Edad Media tuvo a Sto. Tomás de Aquino, que quiso construir
un puente entre la filosofía de Aristóteles y la teología cristiana. Después llegó el Renacimiento, con una maraña
de nuevos y viejos pensamientos sobre la naturaleza y la ciencia, sobre Dios y el hombre. Hasta el siglo XVII no
hubo, por parte de la filosofía, un intento de recoger las nuevas ideas en un sistema filosófico esclarecido, siendo
el primero en intentarlo Descartes.
Cogito, ergo sum
Descartes era matemático, por lo que quiso utilizar el "método matemático" incluso para la filosofía. Se propuso
probar las verdades filosóficas de forma similar a como se prueban los teoremas matemáticos, es decir,
mediante la razón, pues la razón es lo único que realmente nos puede ayudar. No es muy seguro fiarse de los
sentidos.
El objetivo de Descartes era conseguir conocimientos certeros sobre la naturaleza de la vida, para lo que empezó
afirmando que, como punto de partida, se debía dudar de todo. Con ello, pretendía encontrar unas bases para su
sistema que fueran absolutamente sólidas, lejos de toda duda. Para Descartes, era muy importante librarse de
todo el aprendizaje heredado, o recibido, antes de empezar con su propia construcción filosófica. Pronto se dio
cuenta de que, realmente, poco hay que esté más allá de la duda. Incluso cuando miramos con nuestros propios
ojos no podemos estar seguro de lo que vemos. Sabemos que nuestros sentidos nos engañan de vez en cuando,
por lo que no tenemos certeza absoluta de cuándo nuestros sentidos nos dicen la verdad. Incluso llegó a pensar
que era bastante posible que toda nuestra vida no fuera más que un sueño.
El viejo sabio chino Zhuangzi dijo una vez que soñó que era una mariposa y, desde ese momento, se mortificó
con la incertidumbre. No podía asegurar si era un hombre que soñaba que era una mariposa o una mariposa que
soñaba que era un hombre. Descartes tenía dudas similares: "Cuando reflexiono detenidamente sobre esto, no
encuentro ni un solo criterio para distinguir la vigilia del sueño", escribe Descartes. Y continúa: "¿Cómo puedes
estar seguro de que tu vida entera no es un sueño?"
Parecía no haber nada de lo que pudiera estar seguro. Por eso, Descartes intentó trabajar desde el principio.
Dudaba de todo, y era esa duda lo único de lo que podía estar seguro. Entonces, se le ocurrió algo: una cosa
tenía que ser segura, sin duda: él dudaba. Y porque dudaba, tenía que estar pensando. Y porque pensaba, tenía
que ser cierto que existía. O, como él mismo decía, Cogito, ergo sum, lo que significa "Pienso, luego existo".
50
Descartes también llegó a la conclusión de que podía estar equivocándose si pensaba que tenía un cuerpo. Un
demonio podía hacerle creer que tenía un cuerpo. Pero ningún demonio podía hacerle creer que pensaba
cuando no lo estaba haciendo, supuestamente, no existía, por lo que llegó a la conclusión de que el cuerpo no era
una parte esencial de su naturaleza. Su esencia era ser un algo pensante o, como él decía, sum res cogitans ("soy
un ser pensante").
Descartes empezó a preguntarse entonces si no habría algo más que reconociera con la misma seguridad
intuitiva.Llegó a la conclusión de que también tenía una idea clara y bien definida de un ser perfecto. Era una
idea que siempre había tenido y, para Descartes, era evidente que una idea como ésta no podría proceder de él.
Según él, la idea de un ser perfecto no podía venir de algo que es imperfecto. De modo que esa idea de un ser
perfecto tenía que proceder de ese mismo ser perfecto o, en otras palabras, de Dios. En consecuencia, para
Descartes resulta tan evidente que hay un Dios como que el que piensa existe.
Pensaba que todos tenemos una idea del ser perfecto y que resulta inherente a esta idea el que ese ser perfecto
debe existir. Puesto que un ser perfecto no podría ser un ser perfecto si no existiera. Es más, no tendríamos la
idea de un ser perfecto si no existiera dicho ser perfecto. Al ser imperfectos, la idea de perfección no podía
provenir de nosotros, no podía estar en nosotros.
Esto se considera generalmente como el punto débil de la filosofía de Descartes. Por ejemplo, podemos tener
una idea en nuestras mentes de lo que es un futbolista perfecto, pero ¿significa eso que dicho futbolista perfecto
existe realmente? La mayoría de la gente cree que no.
A pesar de todo, Descartes continuó con su argumento. Creía, como Sócrates y Platón, que hay una relación
entre el pensamiento y la existencia. Cuanto más evidente sea algo para la razón, más segura será su existencia.
En cuanto a todas las ideas que tenemos de la realidad exterior (por ejemplo, del sol y de la luna), cabría la
posibilidad de que fueran sólo fantasías. Pero también la realidad exterior posee algunas cualidades que
podemos reconocer con la razón. éstas son las propiedades matemáticas, es decir, todo aquello que puede
medirse, como la longitud, la anchura o la profundidad. Estas propiedades "cuantitativas" son tan claras y
evidentes para la razón como el hecho de que uno es un ser pensante. Las propiedades "cualitativas", como el
color, el olor o el sabor, están unidas a nuestros sentidos, por lo que no describen la realidad exterior.
En este punto, Descartes vuelve a recurrir a nuestra idea de un ser perfecto. Cuando nuestra razón reconoce algo
claro e inconfundible (como es el caso de las propiedades matemáticas de la realidad exterior), ese algo tiene
necesariamente que existir. Porque un Dios perfecto no nos engañaría. Descartes invoca la "garantía de Dios"
para que lo que reconocemos con nuestra razón también se corresponda a algo real.
Alma y materia
Descartes llegó a la conclusión de que era un ser pensante, de que existía Dios y de que existía también una
realidad exterior. No obstante, la realidad exterior es esencialmente distinta de la realidad del pensamiento.
Descartes era un dualista. Opinaba que había dos formas distintas de realidad (o dos "sustancias"). Una
sustancia era el pensamiento, o "alma", y la otra la extensión, o "materia". El alma solamente es consciente, no
ocupa lugar en el espacio y, por eso, tampoco puede dividirse en partes más pequeñas. La materia, sin embargo,
sólo tiene extensión, ocupa lugar en el espacio y siempre puede dividirse en partes cada vez más pequeñas (pero
no es consciente). Según Descartes, las dos sustancias provenían de Dios, porque sólo Dios existe
independientemente de todo. Pero, aunque tanto el pensamiento como la extensión provengan de Dios, las dos
sustancias son totalmente independientes la una de la otra.
La nueva física parecía dar explicaciones a las cuestiones de la naturaleza de la materia y a lo que,
consecuentemente, determina los procesos de la naturaleza. Cada vez más, las gentes de la época se inclinaban
hacia una visión mecanicista de la naturaleza. Pero, a medida que las personas empezaban a pensar en las
acciones humanas en términos de procesos mecánicos, se necesitaba una explicación de cómo algo "espiritual"
(el alma) podía provocar un proceso mecánico. ¿Cuál es la conexión que hace que empecemos a mover las
piernas cuando pensamos "ahora voy a correr"?
Incluso Descartes no podía negar que hay una constante interacción entre el alma y el cuerpo. Mientras el alma
se encuentre en el cuerpo, ésta se encuentra ligada al cerebro a través de un órgano especial que llamó la
glándula pineal, en la que se está realizando una continua interacción entre el "espíritu" y la "materia". Por lo
tanto, el alma se puede ver constantemente afectada por los sentimientos y pasiones relacionados con las
necesidades del cuerpo. No obstante, el alma puede independizarse de esos "bajos" impulsos y actuar
independientemente del cuerpo.
Inteligencia artificial
Descartes pensaba que el pensamiento y las ideas no eran entes físicos. El filósofo inglés Thomas Hobbes,
contemporáneo de Descartes, estaba completamente en desacuerdo. Mientras que Descartes pensaba que el
cuerpo humano era una especie de máquina y la mente no, Hobbes (reflejando la visión mecanicista de su
época) creía que todo el universo era absolutamente mecánico, incluyendo la mente humana. Hoy en día,
muchos científicos y filósofos comparten el punto de vista materialista de Hobbes. Defienden que el alma se
encuentra en el mismo cerebro y que éste es una especie de ordenador increíblemente complejo. Los ingenieros
informáticos intentan crear máquinas inteligentes que puedan realizar tareas de forma similar a los humanos.
51
Esto nos lleva a la pregunta de si los ordenadores pueden realmente "pensar" o no de la misma forma que los
humanos.
Varios cientos de años después de Descartes, el debate alma/cuerpo sigue siendo un problema fundamental de
la filosofía. ¿Es la mente algo completamente físico? Y, si no lo es, ¿cómo puede interactuar con el cuerpo físico?
Enlaces
Filósofos relacionados:
Platón - Conocimiento seguro: para la teoría racionalista del conocimiento.
Spinoza - ética: para su sistema racionalista.
Filosofía de la mente - La mente, el enigma: para el debate actual alma/cuerpo.
Kant - La síntesis de Kant: para la síntesis del racionalismo y el empirismo.
Historia:
época barroca - Grandes mujeres: para la reina Cristina.
Bibliografía
Las obras filosóficas más importantes de Descartes son:
Meditaciones, Principios de filosofía y Discurso del método, Tecnos, Madrid, 1990.
Meditaciones metafísicas con objeciones y respuestas, Alfaguara, Madrid, 1977. .
ESTUDIOS:
Clarke, D. M.: La filosofía de la ciencia en Descartes, Alianza, Madrid, 1986. Esta obra acentúa ciertos aspectos
empiristas del sistema cartesiano.
Garin, E.: Descartes, Crítica, Barcelona, 1989.
Williams, B.: Descartes: el proyecto de la investigación pura, Cátedra, Madrid, 1996. Un examen muy detallado
e informativo del pensamiento de Descartes.
52
SPINOZA (1632-1677)La vida de Spinoza
Benedictus (Baruch) de Spinoza (Benito Espinosa), procedía de una familia de judíos españoles que emigraron a
Holanda huyendo de la opresión de la Inquisición. Durante toda su vida iba a sufrir los horrores de la
persecución religiosa.
En 1656 fue excomulgado de la sinagoga y expulsado de la comunidad judía por su rechazo a aceptar varios
aspectos de la ortodoxia hebrea. Pensaba que lo único que mantenía vivo tanto al cristianismo como al judaísmo
eran unos dogmas y ritos anticuados. Negó que la Biblia estuviera inspirada en Dios, aconsejando que, cuando
se leyera la Biblia, debía tenerse en cuenta el periodo en el que fue escrita. Propuso una lectura "crítica", la cual
revelaría una serie de discrepancias entre las distintas escrituras.
Spinoza se encontró con una fuerte oposición en todos los frentes, lo que le obligó a llevar una vida retirada,
enteramente dedicada a la filosofía. Después de ser expulsado de la comunidad judía, Spinoza empezó a trabajar
tallando y puliendo cristales ópticos. Se cree que el vidrio en polvo pudo haber contribuido a su muerte por
tuberculosis en 1677.
En un momento posterior de su vida, se le ofreció una cátedra en la Universidad de Heidelberg, que rechazó
argumentando que amenazaba su libertad intelectual. Fue un gran creyente en la libertad de expresión y
pensamiento.
Spinoza estuvo fundamentalmente interesado en la ética, siendo un gran defensor de la tolerancia religiosa. Sus
puntos de vista "radicales" sobre la Biblia y los dogmas religiosos fueron denigrados e incomprendidos. Fue
incluso tildado de ateo, aunque fue un hombre muy religioso. Desgraciadamente, el sentimiento adverso que
despertó hizo que su gran obra, ética, no se publicara hasta después de su muerte.
Panteísmo de Spinoza
Hay algo de simbólico en el hecho de que Spinoza trabajara puliendo lentes. Los filósofos hacen que las
personas vean la vida con nuevas perspectivas. Uno de los pilares de la filosofía de Spinoza era ciertamente ver
las cosas desde la perspectiva de la eternidad (bajo "el ángulo de la eternidad"). Quería que imagináramos
nuestras vidas dentro de un contexto cósmico. Para ello, necesitábamos recordar que sólo vivíamos una
minúscula parte de la vida de toda la naturaleza. Formamos parte de un enorme todo que se extiende por todo el
espacio y el tiempo.
Spinoza opinaba que todo lo que existe es naturaleza. Y dijo que Dios es todo y que todo existe en Dios. Esto es
lo que se llama panteísmo. Para Spinoza, Dios no creó el mundo para quedarse fuera de él, sino que Dios era el
mundo. Algunas veces se expresaba de manera distinta. Opinaba que el mundo estaba en Dios. Este punto de
vista no era muy común ni en el cristianismo ni en el judaísmo, aunque en esto, Spinoza se estaba remitiendo al
discurso de San Pablo a los atenienses en el monte Areópago: "En él vivimos, nos movemos y existimos".
ética
ética demostrada según el orden geométrico es el extraño título de una de las grandes obras de Spinoza. En
filosofía, ética significa el estudio de la conducta moral que permite llevar una buena vida. Cuando Spinoza
utiliza este vocablo, se refiere tanto al arte de vivir como a la conducta moral.
El método geométrico se refiere al lenguaje o la forma de presentación. Descartes también quería emplear el
método matemático para la reflexión filosófica. Con ello pretendía decir una reflexión filosófica construida sobre
unas conclusiones rígidas. Spinoza seguía la misma tradición racionalista. Con su ética quería mostrar cómo la
vida del hombre estaba condicionada por las leyes de la naturaleza. Por ello, debíamos liberarnos de nuestros
sentimientos y afectos, para así encontrar la paz y poder ser felices.
La filosofía de Spinoza es difícil de entender. Estaba influenciado por Descartes, aunque rechazaba su distinción
del pensamiento y la extensión como dos sustancias separadas. Spinoza creía que sólo existía una sustancia. No
compartía el punto de vista dualista de Descartes sobre la realidad. Por ello, decimos que Spinoza era un
monista, es decir, que reduce toda la naturaleza y todas las circunstancias de la vida a una sola sustancia.
No obstante opinaba, como Descartes, que Dios existe por sí mismo. Cuando Spinoza equipara a Dios con la
naturaleza se aleja mucho de Descartes y de las doctrinas judías y cristianas. Cuando Spinoza utiliza la palabra
"naturaleza", no sólo piensa en la naturaleza física. Con Sustancia, Dios o Naturaleza se refiere a todo lo que
existe, incluido todo lo relativo al espíritu (tanto el pensamiento como la extensión).
Según Spinoza, los seres humanos conocemos dos de las cualidades o formas de aparición de Dios, a las que
denominó atributos de Dios. Estos atributos eran, precisamente, el "pensamiento" y la "extensión" de Descartes.
Dios (o la Naturaleza) aparece bien como pensamiento, bien como extensión. Puede que Dios tenga muchas más
cualidades además de "pensamiento" y "extensión", pero sólo estos dos atributos son conocidos por los
hombres.
Todo lo que hay en la naturaleza es, por lo tanto, pensamiento o extensión. Cada uno de los fenómenos que nos
encontramos en nuestra vida cotidiana, como una flor o un poema, constituyen diferentes modos del atributo
del pensamiento o de la extensión. Un "modo" es la forma particular que adopta la Sustancia, Dios o la
Naturaleza. Una flor es un modo del atributo de la extensión y un poema sobre esa misma flor es un modo del
atributo del pensamiento. Pero los dos son básicamente una expresión de la Sustancia, Dios o la Naturaleza.
53
Spinoza opinaba que todas las cosas físicas que existen o acontecen en nuestro entorno son expresiones de Dios
o de la Naturaleza. Así, todos los pensamientos que se piensan son también pensamientos de Dios o de la
Naturaleza. Porque todo es Uno. Sólo hay un Dios, una Naturaleza, una Sustancia.
Determinismo
La filosofía de Spinoza abarca la cuestión del libre albedrío de las personas. Si todo es parte de Dios o de la
Naturaleza, ¿hasta qué punto todo lo que una persona hace o piensa es simplemente el resultado de su propia
elección? Quienquiera que uno piense que es, siempre será además un dedo del cuerpo de Dios. Realmente es
una cuestión del cristal con el que se mire.
Spinoza creía que Dios (o las leyes de la Naturaleza) eran la causa interna de todo lo que ocurría. él no era una
causa externa, porque Dios se expresaba, exclusivamente, mediante las leyes de la naturaleza. Es decir, todo lo
que ocurre en la naturaleza ocurre necesariamente. Spinoza tenía un punto de vista determinista del mundo
material o natural.
Sólo hay un ser que es total y completamente la "causa de sí mismo" y que puede actuar con libertad absoluta.
Sólo Dios, o la Naturaleza, es la expresión de tal proceso libre y no casual. El hombre puede esforzarse en
conseguir la libertad para vivir sin ataduras externas, pero nunca llegará al "libre albedrío". No podemos
controlar todo lo que ocurre en nuestro cuerpo (que es un modo del atributo de la extensión). Ni tampoco
podemos "elegir" nuestro pensamiento. Pero lo que hacemos y lo que pensamos está gobernado por las leyes de
la naturaleza. El hombre no tiene, por lo tanto, "libre albedrío"; está más o menos encerrado dentro de un
cuerpo mecánico.
Spinoza decía que eran nuestras pasiones (como la ambición o la lujuria) las que nos impedían conseguir la
verdadera felicidad y armonía. Pero que, si reconociéramos que todo ocurre por necesidad, podríamos conseguir
un conocimiento intuitivo de la naturaleza como un todo. Podríamos llegar a una vivencia cristalina del contexto
de todas las cosas, de que todo es Uno. El objetivo era captar todo lo que existe con una sola mirada global. Sólo
entonces podríamos alcanzar la máxima felicidad y serenidad de espíritu. A esto fue a lo que Spinoza se refirió
como ver todo "sub specie aeternitatis", lo cual significa ver todo "bajo el ángulo de la eternidad".
Enlaces
Filósofos relacionados:
Descartes - El sistematizador: para sus bases racionalistas.
Leibniz - Las mónadas: para sus creencias sobre la infinidad de las sustancias.
Destino - Fe en el destino: para el problema del libre albedrío.
Bibliografía
Las obras más importantes de Spinoza son:
ética, Alianza, Madrid, 1995.
Tratado breve, Alianza, Madrid, 1990.
Tratado teológico político, Alianza, Madrid, 1986.
ESTUDIOS:
Albiac, G.: La sinagoga vacía: un estudio de las fuentes marranas del espinozismo, Hiperión, Madrid, 1987.
Esta sitúa el pensamiento de Spinoza en los movimientos espirituales del judaísmo de su época.
Deleuze, G.: Spinoza: filosofía práctica, Tusquets, Barcelona, 1984.
Hampshire, S.: Spinoza, Alianza, Madrid, 1982. Una guía de la filosofía de Spinoza de fácil lectura.
54
LOCKE (1632-1704)La vida de Locke
Uno de los grandes empiristas británicos, John Locke vivió en la época de los grandes descubrimientos
científicos y convulsiones políticas. él estuvo profundamente implicado y afectado por ambos.
Nació en Somerset, cerca de Bristol, Gran Bretaña. Marchó a Oxford a estudiar filosofía no mucho tiempo
después de la Guerra Civil inglesa (en la que su padre luchó contra los monárquicos), que culminó con la
decapitación del rey Carlos I en 1649.
Estando en Oxford, Locke se sintió fascinado por las ciencias, obteniendo un doctorado en medicina. Después,
en 1667, se convirtió en el médico privado del conde de Shaftesbury. A raíz de un intento fallido de
derrocamiento del rey Carlos II en 1682, ambos huyeron a Holanda, donde permanecieron hasta 1688, año en el
que el protestante Guillermo de Orange forzó al católico Jaime II a abdicar del trono de Inglaterra. Locke volvió
a ese país para trabajar en la administración pública y para publicar sus obras, las cuales tuvieron una gran
influencia en la política, así como en la filosofía posterior. Los revolucionarios franceses y estadounidenses se
identificaron con las ideas democráticas y liberales de Locke.
Los empiristas
Descartes y Spinoza eran racionalistas, por lo que creían que la razón era la fuente principal de todo
conocimiento. También creían que el hombre tenía determinadas ideas innatas que existían en su mente,
previas a cualquier experiencia. Y cuanto más clara era la idea, mayor era la seguridad de que se correspondía a
algo real.
El racionalismo del siglo XVIII fue objeto de cada vez mayores críticas. Varios filósofos empezaron a defender el
punto de vista de que no teníamos absolutamente ningún contenido en nuestra conciencia que no hubiera sido
previamente adquirido a través de nuestros sentidos. Dicha postura se denominó emprisimo. Los empiristas
más famosos fueron Locke, Berkeley y Hume.
La declaración clásica de una actitud empirista proviene de Aristóteles, quien dijo: "No hay nada en la
conciencia que no haya estado antes en los sentidos". Este punto de vista implicaba una crítica aguda a Platón,
que opinaba que los hombres nacían con una serie de "ideas" innatas del mundo de las Ideas. Locke retoma las
palabras de Aristóteles y las dirige contra Descartes.
Su obra principal fue su Ensayo sobre el entendimiento humano, publicada en 1690. En ella, Locke pretendía
aclarar dos cuestiones. La primera de ellas era de dónde procedían las ideas, y la segunda, si podíamos fiarnos
de lo que percibimos mediante nuestros sentidos.
Ideas
Locke estaba convencido de que todos nuestros pensamientos y conceptos son sólo meros reflejos de lo que
hemos sentido. Antes de percibir cualquier cosa, la mente es una tabula rasa (una pizarra en blanco). Pero
luego empezamos a captar lo que nos rodea con los sentidos. Vemos el mundo que nos rodea, lo olemos,
tocamos, saboreamos y oímos. Y nadie lo hace con más intensidad que los niños pequeños. De esta manera
surgen las que Locke llamó "ideas simples de los sentidos". Pero la conciencia no sólo recibe esas impresiones
externas de forma pasiva. Algo sucede también dentro de la conciencia. Las ideas simples de los sentidos son
elaboradas mediante el pensamiento, el razonamiento y la duda, a lo que Locke llamó "ideas de reflexión de los
sentidos". Locke distinguió entre la "sensación" y la "reflexión". Pues la conciencia no es siempre una receptora
pasiva. También ordena y elabora todas las sensaciones que entran poco a poco en ella.
Locke opinaba que las únicas cosas que podemos percibir son las sensaciones simples. Cuando alguien come
una manzana, por ejemplo, no percibe con los sentidos toda la manzana en una sola sensación. En realidad
recibe una serie de sensaciones sencillas, como que es algo verde, con un olor fresco y un sabor delicioso y ácido.
Sólo después de haber comido muchas manzanas se es consciente de que se come una. Como decía Locke, se ha
formado la idea compleja de una "manzana". Un niño que toca por primera vez una manaza no tiene la idea
compleja del objeto, pero ve que es algo verde, con sabor fresco y delicioso y un poco ácido quizá.
Poco a poco vamos juntando esas sensaciones y formando conceptos como "manzana", "pera" o "naranja". Pero
todo el análisis final, todo el material de nuestro conocimiento sobre el mundo entra al fin y al cabo por los
sentidos. Los conocimientos que no pueden remontarse a sensaciones simples son, por lo tanto, conocimientos
falsos y deberían ser rechazados.
Cualidades de objetos
Locke se preguntaba si el mundo era realmente como lo percibíamos. Para responderse a ello, Locke distinguió
entre lo que llamó cualidades "primarias" y "secundarias". En este punto entroncó con los filósofos anteriores a
él, incluido Descartes.
Con cualidades primarias se refería a la extensión de las cosas: peso, forma, movimiento, cantidad, etc. En
cuanto a estas cualidades, se podía afirmar que los sentidos las reproducían con objetividad. Pero también
captábamos otras cualidades de las cosas. Decimos que algo es dulce o agrio, verde o rojo, caliente o frío. Locke
llamó a estas propiedades cualidades secundarias. Y esas sensaciones (color, olor, sabor o sonido) no reflejaban
las verdaderas cualidades que son inherentes a las cosas mismas. Los objetos sólo tenían cualidades primarias,
55
pero las cualidades primarias específicas que tenía cada objeto determinaban las cualidades secundarias
particulares que percibíamos que tenían.
Todo el mundo puede estar de acuerdo en las cualidades primarias (como el peso o el tamaño), puesto que están
en las cosas mismas. Pero las cualidades secundarias (como el color o sabor) pueden variar de una persona a
otra, de un animal a otro, dependiendo de la naturaleza de las sensaciones individuales.
Dos personas pueden comer una misma naranja y a una de ellas le puede parecer dulce y a la otra ácida. Pero
ambas, sin embargo, estarán de acuerdo en que la naranja es redonda, pues no se puede "opinar" que un círculo
es un cuadrado.
Así pues, en la cuestión de la realidad "extensa", Locke estaba de acuerdo con Descartes en que esta realidad
tiene ciertas cualidades que los seres humanos pueden captar con su razón.
Locke admitió lo que llamó conocimiento intuitivo o "demostrativo" también en otras áreas. Por ejemplo,
opinaba que para todos existían ciertas reglas básicas. En otras palabras, creía en la idea de un "derecho
natural", que era un rasgo racionalista de su pensamiento. Otro rasgo igualmente racionalista de Locke es que
pensaba que era inherente a la mente humana el pensar que existe un Dios. Creía que Dios nacía del
razonamiento humano.
La política de Locke
Locke apoyaba la libertad intelectual y la tolerancia. Se interesaba por la igualdad entre los sexos, opinando que
la idea de sometimiento de la mujer al hombre era un invento de los hombres. Es decir, se podía modificar. Tuvo
una gran influencia sobre John Stuart Mill, que jugaría un importante papel en la lucha por la igualdad de los
sexos.
Locke anticipó muchas ideas liberales que más adelante, durante la Ilustración, llegaron a florecer en la Francia
del siglo XVIII. Fue el primero que habló de la división de poderes, mediante la cual el poder del Estado debía
dividirse en diferentes instituciones: el poder legislativo, o representantes electos, el poder judicial, o tribunales
de justicia, y el poder ejecutivo, o gobierno.
Esta división de poderes fue propugnada por el filósofo francés de la Ilustración Montesquieu. Locke había
señalado que, sobre todo, los poderes legislativo y ejecutivo deberían estar separados con el fin de evitar la
tiranía. Fue contemporáneo de Luis XIV, el cual acumuló todo el poder bajo su único mando: "El Estado soy yo",
decía. Hoy se dice que fue un gobernador "absolutista" y, al suyo, lo habríamos considerado un Estado sin
derecho. Locke pensaba que, para mantener el Estado de derecho, los representantes del pueblo deberían
legislar y el rey o el gobierno ejecutar las leyes.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Berkeley - La sustancia material: para su crítica de Locke.
Hume - Impresiones: para su visión de la percepción.
Ilustración francesa - La rebelión: para la influencia política de Locke.
Historia:
época barroca - Política: para la Guerra Civil inglesa y sus consecuencias políticas.
Bibliografía
Las obras más importantes de Locke son:
Cartas sobre la tolerancia, Tecnos, Madrid, 1991.
Ensayo sobre el entendimiento humano, Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1992.
Ensayos sobre el gobierno civil, Espasa-Calpe, Madrid, 1991.
ESTUDIOS:
García Barrón, J. C.: Empirismo e ilustración inglesa: de Hobbes a Hume, Cincel, Madrid, 1985.
Goldwin, R. A.: "John Locke (1632-1704)" en Strauss y Cropsey (comps.): Historia de la filosofía política, Fondo
de Cultura Económica, Méjico, 1993, págs. 451-485.
Tipton, I. C. (comp.): Locke y el entendimiento humano, Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1981.
56
LEIBNIZ (1646-1716)La vida de Leibniz
Gottfried Wilhelm Leibniz nació en Leipzig, donde su padre era profesor de Moral en la Universidad y donde él
mismo se tituló en leyes, en 1663. Tres años después consiguió un doctorado en la Universidad de Altdorf.
Casi todos esperaban que se convirtiera en profesor universitario, pero Leibniz prefirió entrar al servicio del
barón de Boineburg y, después, en 1667, del duque de Brunswick. Estuvo al servicio de la casa de Hannover el
resto de su vida como historiador, diplomático y bibliotecario.
Los deberes diplomáticos de Leibniz le enviaron a París entre 1672 y 1676. Aquí se encontró con una gran
riqueza de ideas y con personas que estimularon e influenciaron su pensamiento. Además de familiarizarse con
la filosofía cartesiana, conoció al físico Huygens, quien reconoció el inmenso talento de Leibniz como
matemático. Fue durante este periodo cuando Leibniz inventó el cálculo infinitesimal, sin saber que Newton
hacía lo mismo por la misma época. Entre ellos apareció una gran hostilidad al atribuirse cada uno la invención.
Durante sus años en París, Leibniz también viajó a Londres, donde conoció al químico Robert Boyle. Y a
Amsterdam, donde se entrevistó con Spinoza. El interés de Leibniz se mostró en varios campos (filosofía,
matemáticas, lógica, historia, geología, ingeniería y leyes), y él pensaba que se podían unir todos esos campos
mediante un único sistema de razonamiento.
Después de dejar París, Leibniz se encontró con que le era muy difícil mantener el nivel de estimulación
intelectual del que había disfrutado allí, por lo que escribió literalmente miles de cartas para seguir con el
intercambio de ideas, cuando volvió a Hannover. Publicó sólo un gran libro de filosofía, la Teodicea, en 1710,
aunque dejó muchas otras obras en forma de artículos, cartas y manuscritos no publicados. Murió en Hannover
en 1716.
Las mónadas
Leibniz creó una teoría metafísica para explicar la naturaleza del mundo. Puede que no fuera muy convincente
pero, desde luego, era muy imaginativa. Pensaba que el mundo se componía de un número infinito de
sustancias indivisibles a las que llamó mónadas. Una de ellas era Dios, quien creó el resto de mónadas durante
la creación. Las mónadas creadas por Dios eran indestructibles a menos que él las aniquilara. Para Leibniz, sólo
existían las mónadas.
Las mónadas de Leibniz eran bastante asombrosas. Todas las mónadas tenían percepciones que estaban en
continuo cambio. Cada mónada tenía un único punto de vista sobre el resto de las mónadas. Y cada mónada
reflejaba perfectamente el resto. Con esto Leibniz quería dar a entender que cada mónada contenía en todas sus
percepciones una imagen detallada del resto de mónadas. Así, si se pudiera saber todo sobre una mónada, se
podría saber todo de todas las mónadas. Las mónadas no aprenden las unas de las otras. De hecho, las mónadas
no pueden tener ningún efecto las unas sobre las otras. Cada mónada ha de estar completamente construida con
toda esta infinidad de información codificada en el momento de la creación. En palabras de Leibniz, había una
"armonía preestablecida" entre la infinidad de mónadas infinitamente complejas.
Mónadas y pensamiento
Te estarás preguntando qué se supone que son estas mónadas. Puede que te ayude imaginarte que tú eres una
de ellas. El "tú", que es la mónada, es tú mismo o tu alma. Tiene entendimiento y cualquier mónada que tiene
entendimiento es una mente para Leibniz. Si yo soy una mónada, ¿por qué no puedo saber o actuar como tú,
como César o como el presidente Aznar con sólo decodificar la información que supuestamente yo contengo
sobre el resto de las mónadas? El problema es que la mayoría de nuestras percepciones están por debajo del
nivel de consciencia y no son accesibles. E incluso las percepciones a las que puedes acceder y de las que eres
consciente suelen ser bastante "confusas". Es como escuchar el sonido del mar (la analogía favorita de Leibniz).
No puedes distinguir entre la confusión de sonidos individuales que oyes. Aunque todo está en nosotros, no
podemos acceder a los elementos individuales de información sobre el resto de las mónadas.
Somos mentes. Las mónadas que tienen cierta claridad de percepción y memoria sin ser capaces de razonar son
las almas de los animales, no las mentes o almas racionales. Por lo tanto, un perro es también una mónada. Hay
también mónadas inferiores que no son conscientes de sus percepciones. El papel de estas monadas es
configurar los objetos físicos. Cuando observas tu ordenador, lo que estás viendo, según Leibniz, es una suma de
mónadas.
El mundo perfecto
Cuando Dios pensó en la creación del mundo, tuvo que elegir entre este mundo o una infinidad de mundos
alternativos a los que Leibniz llamó "mundos posibles". Decidió crearte a ti y al resto del mundo tal y como es.
Porque seleccionarte a ti es lo mismo que crear todas las demás mónadas que tú reflejas. Si hubiera
seleccionado un mundo diferente podría contener a alguien parecido a ti, pero no serías tú. Y si tú hubieras sido
creado con todas tus propiedades presentes, pasadas y futuras, difícilmente tendrías algo de libre albedrío. El
mismo Leibniz pensaba que seguirías siendo libre, aunque pocos filósofos se han dejado convencer por estos
argumentos.
Para Leibniz, Dios es omnipotente, omnisciente y lleno de bondad. Para decidir qué mundo debía crear,
obviamente se decidió por el mejor de los posibles. Eso hace de nuestro mundo el mejor de los mundos y de
Leibniz ¡el más optimista! El personaje del Dr. Pangloss del Cándido de Voltaire era una ironía sobre él. Si es el
57
mejor de todos los mundos posibles, no habría demonio. Tal y como lo veía Leibniz, si imaginaras que algo de
este mundo puede mejorarse ligeramente en alguno de sus aspectos, esta mejoría sólo se podría conseguir
haciendo las cosas algo peores en algún otro lugar.
La razón suficiente
Leibniz no sacó su creación de la nada. Ni, por supuesto, la descubrió por medio de la investigación empírica del
mundo. él era un racionalista y utilizaba los argumentos lógicos para llegar a su teoría desde una teoría del
lenguaje. Mucho después, el primer Wittgenstein llegó a una visión metafísica del mundo desde el mismo punto
de partida. En el transcurso de la formulación de esta teoría, Leibniz llegó a varios principios, el más famoso de
los cuales fue el "Principio de la razón suficiente", según el cual hay razón para todo: "Debe haber una razón
suficiente para que algo exista, para que cualquier hecho ocurra, para obtener cualquier verdad".
El espacio y el tiempo
Leibniz utilizó el principio de la razón suficiente en una famosa disputa con Newton sobre la naturaleza del
espacio y del tiempo. Estos dos (no exactamente) amigos mantenían una tradicional disputa sobre quién había
inventado el cálculo. El caso es que lo habían inventado independientemente el uno del otro. Leibniz escribió a
la princesa de Gales diciendo que los puntos de vista de Newton estaban socavando los principios de la religión
en Inglaterra. La princesa entregó esta carta al reverendo Samuel Clark, quien le contestó en nombre de
Newton. Newton era un absolutista en cuanto al espacio y al tiempo. Pensaba que el espacio era una especie de
recipiente en el que Dios había puesto el Universo. Pensaba que el tiempo existía también independientemente
de los hechos que ocurrían. Estaba ahí antes de que Dios creara el universo. Leibniz era un racionalista sobre
ambos conceptos. Mantenía que el espacio no era nada más que las relaciones entre los cuerpos y que el tiempo
sólo era el orden en el que ocurrían los eventos. Para él, la idea de un espacio totalmente vacío y un tiempo en el
que no ocurría nada no tenía sentido.
Leibniz supuso, para poder continuar su discusión con Newton, que el espacio era realmente un recipiente que
existía independientemente de los cuerpos. Entonces razonó que, en este caso, Dios podía haber puesto el
universo donde lo puso o en cualquier otro sitio. En cualquier caso, equivaldría a lo mismo. Por lo tanto, Dios no
habría tenido una razón para una elección u otra y, aplicando el principio de la razón suficiente, Leibniz
concluyó que el espacio no podía ser un recipiente. El espacio es sólo la relación entre los cuerpos, por lo que,
cuando Dios creó los cuerpos creó el espacio. A pesar de los grandes progresos en la física de este siglo, todavía
se mantiene abierto el debate entre los absolutistas y los relativistas.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Descartes - El racionalista: para su sistema racionalista.
Spinoza - ética: para su desarrollo del racionalismo.
Historia:
época barroca - Perspectiva: para Newton.
época barroca - Descubrimientos: para Newton.
Bibliografía
Las obras más importantes de Leibniz son:
Discurso de metafísica, Alianza, Madrid, 1982.
Monadología. Principios de la naturaleza y la gracia, Universidad Complutense, Facultad de filosofía, 1994.
Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano, Alianza, Madrid, 1992.
ESTUDIOS:
Echeverría, J.: Leibniz, Barcanova, Barcelona, 1981.
Magee, B.: Los grandes filósofos, Cátedra, Madrid, 1990, pags.103-127.
Murillo, I.: Leibniz, Orto, Madrid, 1994.Contiene una selección de textos con un breve comentario.
58
La Ilustración - Perspectiva
La época de la Ilustración, también conocida como la era de la Razón, abarca el período comprendido entre el
final del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII, en el que se pensaba que si se aplicaba la razón a todos los
asuntos humanos, el hombre podría comprender a la naturaleza y crear una sociedad perfecta. El mundo sería
iluminado por la razón, la ciencia y el respeto a la humanidad. Irónicamente, este período iba a terminar en
medio de la revolución y la guerra.
La Ilustración conllevaba una forma de pensar que estaba basada en los avances filosóficos y científicos de los
dos siglos anteriores. Los progresos realizados en la educación y en el nivel de vida habían ayudado a crear una
popular audiencia respecto a las nuevas ideas. Los descubrimientos de Newton y de otros científicos condujeron
a una inquebrantable fe en el poder de la razón, de la que se esperaba firmemente que provocaría
ininterrumpidos progresos en el conocimiento, en los avances técnicos e incluso en la moral.
Todas las tradicionales fuentes de autoridad se sometieron al juicio de la razón, incluida la Biblia y la Iglesia,
cuya intolerancia y privilegios fueron duramente criticadas por importantes figuras de la Ilustración, como
Voltaire. Los ilustrados repudiaban creencias cristianas como la Resurección y mantenían una filosofía religiosa
racionalista conocida como Deísmo. Aunque algunos de ellos llegaron tan lejos como para proponer el ateísmo,
la mayoría de los pensadores de la Ilustración creía en la existencia de Dios. La religión también era considerada
una importante fuerza social cuyo propósito era asegurar el buen comportamiento de la clase trabajadora. En
palabras de Voltaire, " debe haber religión por el bien del pueblo".
Muchos europeos creían haber superado a los clásicos, Horace Walpole escribió en 1762: " Quemaré todos mis
libros griegos y latinos; son historias de pequeños pueblos ". él comparaba las civilizaciones clásicas con una
Europa que había pasado años luchando por la dominación de tres continentes. A mediados de la década de
1760, Gran Bretaña, tras conquistar la colonia francesa de Canadá, logró el control de Norteamérica y de
extensas zonas de la India.
El conocimiento de otras culturas, como resultado de la exploración del mundo no europeo, influyó en el
pensamiento ilustrado. En el siglo XVIII, el capitán Cook descubrió la costa este de Australia y se adentró en el
Círculo Polar Antártico. También subió por la costa oeste de Norteamérica hasta Círculo Polar ártico, y probó
que no existía en el norte ningún paso conectando el Atlántico con el Pacífico.
En política muchos admiraban los llamados " déspotas ilustrados" como Federico II de Prusia, Catalina la
Grande de Rusia o José II de Austria. Estos monarcas reformaron sus administraciones y adoptaron algunas
ideas de la Ilustración, pero en realidad fueron más despóticos que ilustrados. Hacia el final del siglo el ideal de
sociedad de la Ilustración, basado en los derechos naturales y en la democracia, contribuyó al
desencadenamiento de las revoluciones americana y francesa.
La Revolución francesa, a pesar de sus excesos, representó una ruptura decisiva con los regímenes autoritarios
del pasado, allanando el camino para nuevas sociedades democráticas. Aunque Napoleón gobernaría pronto
como emperador, los principios en los que se basaba su administración, que incluían la igualdad ante la ley y la
libertad religiosa, procedían de la Revolución y fueron incluidas en el código legal, constituyendo éste el último
legado de Napoleón. El código de Napoleón estaba muy influenciado por el Derecho romano y, a su vez, influyó
en países de todo el mundo.
Ver también:
Helenismo y Roma - Sociedad: para la influencia del derecho romano en el código napoleónico
Renacimiento - Perspectiva: para trasfondo hacia la ilustración: independencia de pensamiento, avances en la
ciencia, secularismo, la Reforma.
época barroca - Perspectiva: para Newton, guerras religiosas, expansión del comercio.
Siglo XIX - Perspectiva: para crítica de la Iglesia por los liberales.
Siglo XIX - Sociedad: para la aparición gradual de la democracia en la Europa Occidental
Siglo XIX - Política: para el impacto de la Revolución Francesa y de Napoleón en Europa; más revoluciones en
Francia y otros lugares.
La Ilustración - Política
En una serie de conflictos acontecidos entre los años 1688 y 1763, las principales potencias de Europa occidental
establecieron sus posiciones relativas en un mapa político que permanecería casi inalterable hasta el siglo XX.
Francia mantuvo su posición dominante, aunque cada vez más disputada por Gran Bretaña. Mientras tanto
Prusia, el mayor de los estados alemanes, se había transformado en una de las principales potencias europeas.
Prusia y Austria se disputaban el dominio de Alemania, mientras que en el este, Rusia emergía como una gran
potencia.
Gran Bretaña y Francia adoptaron posiciones enfrentadas en las dos guerras que hubo entre Prusia y Austria, y
el conflicto se extendió a sus posesiones de ultramar. Como resultado de su victoria, Gran Bretaña aseguró su
posición dominante en la India a expensas de Francia y conquistó la colonia francesa de Canadá. Durante los
siguientes años, sin embargo, se iban a producir importantes cambios en la suerte de Gran Bretaña en
Norteamérica. Las trece colonias Británicas se resentían cada vez más de su situación de subordinación y en
59
1776 proclamaron su independencia para convertirse en los Estados Unidos de América. La Declaración de
Independencia, redactada por el estadista, político y filósofo Thomas Jefferson, debe mucho al pensamiento de
la Ilustración y, en particular, a Locke, Montesquieu y Rousseau. La Declaración iba a tener una profunda
influencia en los futuros acontecimientos políticos de América y Europa, como se demostraría a corto plazo
principalmente en Francia.
Durante la guerra de la Independencia, Francia envió ayuda militar y financiera a la nueva nación. Las deudas
contraídas agravaron la ya desesperada situación financiera del gobierno francés, y fue una de las causas que
motivaron el desenlace de la Revolución francesa en 1789. En un principio se intentó introducir una monarquía
constitucional basada en unos principios similares a los de la Declaración de Independencia americana. Estos
principios se recogieron en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la
Asamblea Nacional Francesa. El propio Thomas Jefferson estuvo en París en esa época, y se aprecia claramente
la influencia de su pensamiento en la Declaración de los Derechos. Sin embargo, pronto la Revolución se
radicalizaría. En 1793, Luis XVI fue ejecutado para horror de los otros monarcas europeos, y durante varios
años los ejércitos revolucionarios se enfrentaron contra una alianza formada por Austria, Prusia, Gran Bretaña y
España.
Uno de los líderes militares de más éxito en las últimas etapas de la Revolución fue Napoleón Bonaparte. éste
asumió el título de Emperador al comienzo del siglo XIX y resucitó el sueño de la unidad de Europa, siguiendo
la tradición de Carlomagno o de Roma. Tras una serie de brillantes victorias, Napoleón se convirtió en el dueño
de prácticamente toda Europa occidental, excepto Gran Bretaña. La invasión de Rusia en 1812 fue un desastre y
finalmente fue derrotado en Waterloo en el año 1815. Hasta casi cien años después no habría en Europa otra
guerra tan importante.
Ver también:
Helenismo y Roma - Política: para el Imperio Romano
La Edad Media - Política: para las conquistas e imperio de Carlomagno en Europa
Renacimiento - Política: para la visión de imperio por Carlos V.
época barroca - Política: para los conflictos entre estados europeos, Francia se convierte en el país con mayor
poder de Europa.
Siglo XIX - Política: para el impacto de la Revolución Francesa y Napoleón, continuo crecimiento del poder de
Prusia, movimientos revolucionarios en Europa.
Siglo XX - Economía: para los intentos de crear una unidad económica en Europa.
La Ilustración - Economía
El siglo XVIII fue testigo del comienzo de uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la
humanidad: la transformación de una sociedad principalmente agrícola a una sociedad predominantemente
industrial, conocida como la Revolución Industrial. Aunque se inició en Gran Bretaña, los signos del cambio
también se apreciaban en toda Europa. Los gobiernos empezaban a aplicar la ciencia y la tecnología a los
procedimientos económicos. Las máquinas sustituían al trabajo humano; se empleaban materiales nuevos y
más abundantes; el comercio de ultramar proveía de materias primas y de mercados para los productos
manufacturados. El aumento de la población estimuló el crecimiento de los mercados y proporcionó más mano
de obra. La acumulación de capital condujo a la necesidad de invertir en nuevos campos y modos de trabajar. En
la década de 1770 el economista escocés Adam Smith defendió que el mercado debería de ser liberado de
intervenciones del gobierno tales como aduanas, tarifas y monopolios. Sus puntos de vista iban a ser de gran
influencia en el siglo siguiente.
Todos estos progresos se produjeron primero en Inglaterra donde el éxito de la industrialización comenzó a
apreciarse hacia la mitad del siglo XVIII. Los cambios en la organización del trabajo y el aumento del
rendimiento técnico, intensificado por importantes inventos y por recursos naturales como la lana y el carbón,
condujeron a una mayor producción y de más calidad. Las comunicaciones y el transporte se hicieron más
eficientes con la mejora de las carreteras y los canales
Gran Bretaña contaba con más capital para invertir que ningún otro país europeo y un sistema bancario más
elaborado, su crecimiento estaba pues asegurado. Hacia 1815 importaba materias primas y exportaba productos
elaborados, destacando entre sus rivales europeos por sus logros económicos y tecnológicos. Esta sensacional
economía en expansión fue la que contribuyó a derrotar a Napoleón. La superioridad militar y comercial de
Gran Bretaña también se debía en parte a los mejores barcos, su importante marina y las ventajas naturales
tales como sus numerosos puertos y la facilidad del transporte por canal comparada con la de un país tan
grande como Francia.
El proceso de industrialización no se realizó sin coste, trajo la amenaza del desempleo y la pobreza a las
poblaciones urbanas de Gran Bretaña que aumentaban rápidamente. Algunos protestaron contra las
consecuencias del cambio económico y social, y a comienzos del siglo XIX grupos de trabajadores luditas
destruían la maquinaria que amenazaba sus puestos de trabajo. Actualmente el término "ludita" hace referencia
a alguien que desconfia de la tecnología.
Ver también:
60
época barroca - Económicas: para el comienzo de la supremacía de Gran Bretaña en el comercio y finanzas.
Siglo XIX - Economía: para mayor industrialización, contínuo liderazgo económico de Gran Bretaña, pero
también creciente del poder de Alemania.
Siglo XX - Economía: para economía global en el mundo moderno.
La Ilustración - Sociedad
Durante el siglo XVIII la sociedad europea continuó en gran parte dominada por la nobleza, que recurría al
monarca para emplearse como oficiales del ejercito, funcionarios del gobierno y embajadores. En muchos países
los nobles y el alto clero disfrutaban todavía de amplios privilegios legales y financieros, con frecuencia, a
expensas de los campesinos que constituían la inmensa mayoría de la población europea.
La clase media o burguesía creció en número e importancia y demostró su capacidad de inventiva y de hacer
dinero. Se produjo un rápido aumento en la propagación de la información, y los textos de los pensadores de la
Ilustración circulaban por toda Europa. La publicación de los 28 volúmenes de la Enciclopedia, entre 1751 y
1772, es indicativo del énfasis que la Ilustración ponía en la educación y el conocimiento.
A pesar de la mayor importancia de las clases medias no se produjeron cambios fundamentales en la estructura
social durante la mayor parte de este siglo. La década comprendida entre 1789 y 1799, sin embargo, vivió con la
Revolución Francesa una convulsión política y social cuyas repercusiones se sintieron en toda Europa y fuera de
ella. Sus resultados inmediatos fueron la abolición de la monarquía y de los privilegios feudales de la
aristocracia y el clero, dejando a la burguesía como la clase dominante de la sociedad francesa.
El legado más duradero de la Revolución, que perduró a pesar de los excesos de sus últimas fases, fue la
proclamación de los principios fundamentales de la democracia moderna: libertad de conciencia, libertad de
prensa y oposición al arresto arbitrario; igualdad ante la ley e igualdad de impuestos; separación de los poderes
ejecutivo y legislativo. Estos principios, profundamente influenciados por el pensamiento de la Ilustración,
fueron recogidos en 1789 en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Como consecuencia de las mejores condiciones económicas y el menor índice de motalidad, la población
europea pasó de 100 millones a 140 alrededor del año 1750, y a 190 millones en el año 1800. En Francia, sin
embargo, las guerras napoleónicas ocasionaron que el índice de crecimiento fuera menor que en el resto de
Europa. Las condiciones higiénicas mejoraron ya que se cubrieron las alcantarillas y se pavimentaron las calles,
y en general la salud mejoró. La dieta se enriqueció al popularizarse la patata e introducirse las alubias, y a los
marineros se les daba fruta fresca.
Ver también:
Renacimiento - Sociedad: para cambio de la estructura social después del feudalismo, ascenso de la clase media.
época barroca - Sociedad: para la evolución social, diferencia de clases en Europa.
Siglo XIX - Sociedad: para la aparición gradual de la democracia en Europa Occidental, figuras populares.
Siglo XX - Política: para el desarrollo de la democracia, voto para la mujer.
Ilustración francesa - Educación: para la Enciclopedia.
La Ilustración - Descubrimientos
A pesar del clima de agitación social y política, y en algunas ocasiones debido a él, durante la Ilustración se
produjeron grandes avances en medicina, en ciencia y en educación, así como los descubrimientos geográficos
realizados por hombres como el Capitán Cook. Muchos de los pioneros procedían de ambientes modestos,
confirmándose la importancia de las clases medias en la ciencia y, también, en las revoluciones industriales y
políticas del siglo XVIII. El aumento del nivel de vida y de la alfabetización propició el crecimiento de la
audiencia popular hacia las nuevas ideas científicas, puesto que cada vez más personas querían entender el
mundo que les rodeaba.
Medir, observar y clasificar fueron los pasos fundamentales en este proceso. Fahrenheit introdujo el termómetro
de mercurio en 1714, y Celsius inventó el termómetro centígrado en 1742. El botánico sueco Linnaeus comenzó a
publicar su sistema se clasificación de la vida animal y vegetal en 1736, y el naturalista francés Buffon y más
tarde Lamarck, cuya Philosophie zoologique fue publicada en 1809, prepararon el camino para la teoría de la
evolución de Darwin. El sistema métrico, ideado durante la revolución industrial, era un sistema decimal de
medida basado en el metro, la diezmillonésima parte de un cuadrante de la circunferencia de la tierra. Entre los
miembros de la comisión de pesos y medidas se encontraba uno de los fundadores de la química moderna,
Antoine Laurent Lavoisier, enviado a la guillotina en 1749.
Triunfaron las ideas mecanicistas. La máquina de hilar de husos múltiples de Hargreaves, la máquina de vapor
de Watt, el telar mecánico de Cartwright y el primer barco de vapor de Fulton dieron nuevo ímpetu al desarrollo
industrial y al transporte. Los hermanos Montgolfier realizaron su primera ascensión en un globo de aire
caliente en el año 1783. Jenner inició el camino a la vacunación en las postrimerías del siglo, y la anestesia se
usó por primera vez en odontología en el año 1800.
Ver también:
época barroca - Sociedad: para el papel de la clase media en el gobierno.
61
Siglo XIX - Descubrimientos: para los avances en medicina, Darwin
Siglo XIX - Economía: para el incremento de la industria, facilitado por inventos de la Ilustración.
La Ilustración - Cultura
La pintura de Watteau, Fragonard y Canaletto, que presenta con frecuencia a elegantes aristócratas, caracteriza
la forma dominante del arte dieciochesco, aunque el clima cambiaría perceptiblemente a medida que las ideas
revolucionarias y románticas se abrían camino. El interés por la pintura religiosa disminuyó y los artistas
podían pintar cualquier motivo; el retrato, al igual que el paisaje, alcanzó nuevas cimas. En Inglaterra, Hogarth
era popular por su descripción de la vida cotidiana del Londres del siglo XVIII. Su trabajo, con frecuencia
satírico, es una maner de hacer crítica social y un intento de crear una sociedad más moral a través del arte.
Se desarrollaron las formas musicales como la sinfonía, el concierto, la sonata y, al final del siglo, el cuarteto de
cuerda, la más democrática de las agrupaciones musicales, creado por Haydn y Mozart y que, posteriormente,
alcanzaría su apogeo con Beethoven. Viena, donde todos ellos trabajaban, era el centro del mundo musical. La
ópera ya no reflejaba los ideales de sus fundadores y se había convertido en un vehículo para que los cantantes
mostraran su talento. Se produjeron reacciones a esto como muestran The Beggar's Opera, una sátira social
escrita por por el dramaturgo inglés John Gay, la La serva padrona de Pergolesi, y la Le Devin du village del
músico y filósofo ilustrado Jan-Jacques Rousseau. En la segunda mitad del siglo, con la reforma iniciada por
Gluck, se abrió un nuevo futuro para la ópera. Mozart lo continuó, armonizando el aria y lo adornó con su
particular genio musical para crear Le Nozze de Figaro.
El libreto original de la opera de Mozart era una obra del dramaturgo francés Beaumarchais. El teatro floreció
en la mayoría de las capitales europeas, pero el peligroso contenido potencial de la obra de Beaumarchais, en la
que los sirvientes manipulan a sus amos, hizo que los gobiernos vigilaran de cerca a posibles sujetos
subversivos. Fue también un período de gran importancia para las obras de ficción y la novela moderna. El
análisis de la conducta de los personajes y sus comportamientos entre sí o en sociedad procede principalmente
del siglo XVIII.
Ver también:
época barroca - Cultura: para música, ópera
Siglo XIX - Cultura: para Romanticismo, desarrollándose al final del periodo de la Ilustración.
La Ilustración - Grandes mujeres
Tres mujeres de distinta procedencia social representan la nueva mujer de la Ilustración, una mujer decidida a
vivir su vida siguiendo sus propios criterios. Son
Catalina la Grande, emperatriz de Rusia, la francesa
Olympe de Gouges, y la autora y feminista inglesa Mary Wollstonecraft.
Catalina la Grande era una princesa alemana que se casó con el heredero del trono ruso. Poco después de
convertirse, en 1762, en el emperador Pedro III, éste fue destronado y asesinado, sucediéndole su inteligente y
ambiciosa viuda. Catalina gobernó sola hasta su muerte en 1796, llegando a ser uno de los monarcas más
famosos de finales del siglo XVIII conocidos como "déspotas ilustrados". Durante su reinado el territorio ruso
aumentó considerablemente con la anexión del Imperio Otomano y con la división de Polonia. En política
interna, Catalina realizó muchas reformas administrativas. Estaba muy influenciada por la literatura de la
Ilustración, entre sus amigos figuraban eruditos y filósofos y era mecenas de artistas y arquitectos. Gozó de
numerosos amantes, algunos de los cuales jugaron un papel significativo en sus decisiones políticas.
Olympe de Gouges nació en 1748 en la ciudad francesa de Montauban, y probablemente era hija ilegítima de un
oficial local. Cuando tenía poco más de veinte años se mudó a París, donde fue muy conocida por su belleza y
tuvo muchas aventuras románticas. Inició su carrera de autora escribiendo numerosos panfletos sobre temas
sociales y políticos. En un principio aplaudió el inicio de la Revolución Francesa defendiendo las reformas
políticas moderadas. A medida que la Revolución se radicalizaba, ella se acercaba más a la causa monárquica.
Fue una de las primeras defensoras de la causa feminista, alzando su voz contra el hecho de que se había
ignorado a la mujer en la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789. Dos años más tarde, Olympe de
Gouges publicó su propia Declaración de los Derechos de la Mujer, en la que exigía los mismos derechos para
las mujeres que para los hombres.En 1793 fue guillotinada por su oposición al gobierno revolucionario.
Tras una perturbadora infancia Mary Wollstonecraft abandonó su casa cuando tenía poco más de veinte años de
edad, y abrió una escuela en Londres con su hermana y una amiga. Posteriormente trabajó un breve período
como institutriz en Irlanda. Tras la publicación de su novela Mary, continuó su carrera literaria en Londres,
traduciendo y comentando textos. Escribió una réplica al pensador político Edmund Burke titulada A
Vindication of the Rights of Men, pero su obra más conocida es A Vindication of the Rights of Woman,
publicada en 1792, un año después de la declaración de Olympe de Gouges. El mismo año Mary Wollstoncraft
fue a París y tuvo una hija del escritor americano Gilbert Imlay, cuyo abandono le llevó a cometer dos intentos
de suicidio a su regreso a Londres en 1795. Se casó con William Godwin en 1797, pero murió de septicemia poco
despues del nacimiento de su hija, la futura Mary Shelley.
George Berkeley (1685-1753)
62
Berkeley estaba familiarizado con las nuevas ideas científicas y filosóficas de su tiempo; las había estudiado en el
Trinity College de Dublín. Cuando posteriormente ingresó en la Iglesia, Berkeley sintió que estas corrientes
materialistas se estaban convirtiendo en una amenaza para los conceptos cristianos de la vida porque
fomentaban el escepticismo y el ateismo. Para combatir esa amenaza, Berkeley desarrolló una filosofía
radicalmente empírica y de gran originalidad que negaba la existencia real de la materia física. Una vez
desarrolladas estas ideas, Berkeley decidió promocionarlas fundando una escuela en las islas Bermudas. La
empresa fracasó pero las ideas de Berkely han perdurado.
Ver: Berkeley
David Hume (1711-1776)
El tercero de los grandes filósofos empiristas británicos, Hume, ha sido quizás el más influyente. Hume estudió
derecho en la universidad de Edimburgo pero se sentía más atraido por la filosofía, gran parte de la cual según
él, contenía ideas confusas que necesitaban ser ordenadas. El método que empleó para hacerlo trajo la
incertidumbre para dos de los más importantes campos del pensamiento de la época: la ciencia y la religión. Sus
objeciones a los argumentos convencionales sobre la existencia de Dios y sus afirmaciones sobre la causalidad
han resultado ser algunos de los argumentos más duraderos de la filosofía moderna. Kant, Einstein y Russell
son algunos de los grandes pensadores que reconocen su deuda con Hume.
Ver: Hume
Immanuel Kant (1724-1804)
Kant es sin lugar a dudas uno de los mayores filósofos de la historia. Excelente profesor universitario de
filosofía, la obra de Kant combina su gran conocimiento de la materia con una increible creatividad filosófica.
Mediante la síntesis del racionalismo y el empirismo, Kant produjo una metodología revolucionaria que
afirmaba disipar todos los problemas metafísicos de la filosofía de un solo golpe. También ha contribuido de
forma importante a la filosofía ética y su influencia es incalculable.
Ver: Kant
La Ilustración francesa
La filosofía de la Ilustración francesa concentrada en los temas éticos, morales y religiosos, fue el movimiento
cultural que culminaría con la Revolución francesa. Los filósofos franceses combinaron un nuevo liberalismo
político, influenciado por las ideas de los británicos, con la creencia en que la naturaleza era regida por la razón.
Apareció una nueva visión del hombre: el hombre en su estado natural es una es una criatura de naturaleza
moral. Los filósofos veían a la sociedad civilizada como la corrupción de la naturaleza del hombre más que la
generadora de la misma y proclamaron la vuelta al estado natural. La temática central de este período es la
rencociliación de la verdadera naturaleza del hombre con la sociedad.
Ver: Ilustración francesa
63
BERKELEY (1685-1753)La vida de Berkeley
George Berkeley nació en Kilkenny, Irlanda, en 1685. Cuando cumplió los quince años entró en el Trinity
College de Dublín para estudiar filosofía, ciencias y teología. Fue allí donde conoció las ideas de Descartes,
Locke, Hobbes, Boyle y Newton. En pocos años ya había formulado la filosofía idealista que iba a mantener el
resto de su vida.
Después de licenciarse en 1707, Berkeley permaneció en el Trinity College como tutor. En 1709, ordenó y
publicó la primera de sus grandes obras, La nueva teoría de la visión. Le siguieron al poco tiempo Tratado
sobre los principios del conocimiento humano y Tres diálogos entre Hilas y Filonus.
Entre 1713 y 1720, Berkeley viajó por Inglaterra, Francia e Italia. Durante estos viajes se interesó cada día más
por las tendencias sociales. Berkeley pensaba que los filósofos y científicos de entonces eran una amenaza para
el estilo de vida cristiano (el introducido materialismo era un ateísmo proliferante y el ateísmo llevaba a la
decadencia moral).
Determinado a hacer algo al respecto, Berkeley y su esposa partieron a América en 1728 para fundar un colegio
cristiano en las Bermudas para los nativos y colonos. Fue un desastre. Los fondos prometidos por el gobierno
británico no llegaron a recibirse y, en 1731, Berkeley volvió a Inglaterra y, desde allí, a Irlanda.
Berkeley se convirtió en obispo de Cloyne en 1734, manteniendo dicho puesto hasta su muerte, casi 20 años
después.
El empirista
Berkeley, como Locke, era un empirista, es decir, alguien que cree que el conocimiento del mundo se adquiere a
través de los sentidos. Sin embargo, había ciertos aspectos de la filosofía de Locke (el papel asignado a Dios, su
escepticismo sobre la apariencia y la realidad) que Berkeley consideraba absolutamente intolerables. Berkeley
creó una filosofía para tratar estos problemas y, aunque su enfoque parece extraño al principio, ha llegado a ser
considerado como uno de los empiristas más consistentes.
La sustancia material
Locke hacía una distinción entre las cualidades primarias y secundarias de las cosas. Opinaba que las cualidades
secundarias eran propiedades como el sabor, el color, el olor, etc. Cosas que las diferentes personas
experimentaban de forma diferente. Locke pensaba que, puesto que la sensación de color varía de persona a
persona, no podemos afirmar que el color que vemos, cuando miramos un objeto, corresponda realmente al
color del objeto, independiente de nuestra mirada. En cambio, nuestras experiencias de las cualidades primarias
de los objetos (como la forma, el tamaño o la consistencia) sí se corresponden con lo que realmente es el objeto.
Aunque no podemos decir que un tomate es rojo (simplemente me "parece" rojo a mí), sí podemos decir que es
redondo.
Locke mantenía que las "cualidades primarias", como la densidad, gravedad o peso, pertenecían realmente a la
realidad que nos rodea. La realidad externa tenía una sustancia material. Locke creía (como Descartes y
Spinoza) que el mundo material era una realidad.
éstas fueron las ideas que Berkeley cuestionaba. Y lo hizo mediante la lógica del empirismo. Mantenía que lo
único que existía es lo que nosotros percibimos. Pero nosotros no percibimos lo "material" o la "materia". No
percibimos las cosas como objetos tangibles. El suponer que lo que percibimos tiene una "sustancia" propia es
intentar llegar demasiado rápido a una conclusión. No tenemos en absoluto ninguna base de experiencia para
hacer tal aseveración. Berkeley llevó el empirismo de Locke un paso más lejos.
Para la mayoría de la gente, este punto de vista parecería absurdo al principio. La existencia de las cosas
materiales es algo demasiado obvio. Si alguien golpea una mesa siente que la mesa está hecha de algo duro, de
algo físico. Pero ¿realmente prueba esto que la mesa es realmente una mesa, hecha de materia? A fin de cuentas,
se obtiene la sensación de que es algo duro, pero no se siente la "materia" real de la mesa. De la misma forma, se
puede soñar que se está golpeando algo duro, pero no hay nada duro en un sueño, puesto que un sueño es algo
que ocurre en la mente. Similarmente, una persona puede ser hipnotizada para que "sienta" cosas tales como
frío o calor, caricias o puñetazos.
Idealismo de Berkeley
Locke dudaba que ciertos aspectos de la experiencia (los correspondientes a las cualidades secundarias) nos
mostraran realmente cuál era la composición del universo. Berkeley opinaba que si se dudaba hasta ese punto
también se podía dudar de todo lo relativo a los sentidos (no hay nada que pruebe que las cosas que percibimos
correspondan a la realidad). Todo podría ser una ilusión. Para Berkeley, esto era una situación inadmisible. Su
fuerte fe en Dios le obligaba a creer que la creación de Dios no era una ilusión y que era tan real y bella como él
la percibía.
Berkeley creía que las causas de nuestras ideas no podían ser los objetos físicos, como mantenía Locke. Pero
¿cómo se podía sentir una mesa si no estaba hecha de materia? Berkeley creía que un "espíritu" causaba el
sentimiento de dureza de la mesa. Pensaba que todas nuestras ideas tenían una causa más allá de nuestra propia
conciencia, pero esta causa no era de naturaleza material, sino espiritual. Las ideas (o sucesos mentales) sólo
pueden ser causadas por las ideas.
64
El alma de Dios
Según Berkeley, el alma puede ser la causa de las ideas, como cuando se sueña, pero solamente otra voluntad o
espíritu puede ser la causa de aquellas ideas que constituyen el mundo "material". Todo se debe al espíritu que
causa "todo en todo" y gracias al cual "todas las cosas subsisten", dijo.
Evidentemente, Berkeley pensaba en Dios. Decía que "incluso podemos afirmar que la existencia de Dios se
percibe mucho más nítidamente que la existencia de los hombres".
Todo lo que vemos y sentimos es una "consecuencia del poder de Dios", dijo Berkeley. Porque Dios "está
íntimamente presente en nuestra conciencia y suscita en ella toda esa multitud de ideas y sensaciones a la que
estamos expuestos constantemente". El mundo que nos rodea y toda nuestra existencia reposan por lo tanto en
Dios. él es la única causa de todo lo que hay. Sólo existimos en la mente de Dios.
Berkeley se dio cuenta de que podía ser interpretado como si dijera que el mundo que nos rodea no es real. él
mismo lanzó las preguntas ¿Qué son entonces el sol, la luna o las estrellas? ¿Cómo debemos concebir las casas,
ríos, montañas, árboles, piedras o, incluso, nuestros propios cuerpos?. Pero Berkeley se preocupa de señalar que
sólo niega la existencia de la materia, no la existencia del Universo. Cualquier cosa que vemos, oímos o tocamos,
cualquier cosa que concebimos o comprendemos es tan segura como siempre, y tan real como siempre.
Espacio y tiempo
La realidad material no era la única cosa que cuestionaba Berkeley. También dudaba que el "tiempo" y el
"espacio" tuvieran una existencia absoluta o independiente. Nuestras vivencias del espacio y del tiempo podrían
ser también algo que sólo existiera en nuestra conciencia. Una semana o dos para nosotros no tenía por qué ser
una semana o dos para Dios.
Isaac Newton, contemporáneo de Berkeley, mantenía que el espacio y el tiempo eran absolutos. Con ello quería
decir que el espacio y el tiempo existían independientemente de que los objetos o los sucesos ocuparan espacio u
ocurrieran en el tiempo. Aunque no existieran los objetos ni los sucesos, existirían, sin embargo, el espacio y el
tiempo.
Berkeley opinaba que el punto de vista de Newton estaba equivocado en dos cláusulas. En primer lugar, el
espacio y el tiempo estaban sujetos a lo que Newton denominaba "objetos físicos". Si el universo estuviera vacío,
el tiempo y el espacio no existirían, pues éstos sólo eran conceptos utilizados para describir las relaciones entre
los objetos físicos. En segundo lugar, no existían los objetos físicos tales como Newton los concebía, sino sólo
ideas. Dios causaba en nosotros las ideas, lo que hacía que pudiéramos pensar que las cosas materiales existen
aunque esto no fuera real.
El tiempo y el espacio dependía de los objetos físicos y los objetos físicos, o lo que parecían ser los objetos
físicos, dependían del alma. Por lo tanto, el tiempo y el espacio estaban sujetos al alma: eran construcciones
mentales.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Locke - Cualidades de objetos: para su empirismo dualista.
Hume - La idea de Dios: para sus conclusiones agnósticas sobre Dios.
Historia:
época barroca - Perspectiva: para Newton.
época barroca - Descubrimientos: para Newton.
Bibliografía
Las obras más importantes de Berkeley son:
Alcifrón o el filósofo minucioso, Ediciones Paulinas, Madrid 1978.
Tratado sobre los principios del conocimiento humano, Alianza, Madrid 1992.
Tres diálogos entre Hilas y Filonus, Alianza, Madrid 1990.
ESTUDIOS:
García Barrón, J. C.: Empirismo e ilustración inglesa: de Hobbes a Hume, Cincel, Madrid 1985
Magee, B.: Los grades filósofos,Cátedra, Madrid 1990.Conversación de B. Magge con M. Ayers sobre Locke y
Berkeley.
Urmson, J. O.: Berkeley, Alianza, Madrid 1984.
65
HUME (1711-1776)La vida de Hume
David Hume nació en 1711 y creció cerca de Edimburgo, Escocia. Cuando sólo tenía 11 años entró en la
Universidad de Edimburgo para estudiar latín, griego, matemáticas, física y filosofía. Su familia quería que fuera
abogado, pero él mismo dijo que sentía "una resistencia infranqueable hacia todo lo que no fuera filosofía y
enseñanza". Posteriormente se fue a Francia, donde escribió su primer libro, Tratado de la naturaleza humana.
Se publicó en 1739, aunque Hume se sintió muy defraudado con la atención que recibió.
En 1745, Hume se vio golpeado por otra amarga decepción: fue rechazada su pretensión de enseñar en la
Universidad de Edimburgo. Desilusionado, Hume se convirtió en secretario diplomático del gobierno y viajó por
toda Europa. Fue durante estos viajes cuando rescribió el tratado, que se volvió a publicar en 1748 bajo el título
de Investigación sobre el entendimiento humano. También publicó una historia de Inglaterra, que fue
considerada por muchos como una obra dominante.
Hume disfrutó de cinco años en la embajada inglesa de París, antes de volver a Inglaterra con el filósofo francés
Rousseau en 1766. Después de jubilarse en 1769, volvió a Edimburgo, donde permaneció hasta su muerte en
1776.
Hume el empirista
Como buen empirista, Hume consideró una obligación ordenar todos los conceptos y pensamientos confusos
que habían inventado todos aquellos filósofos. Se hablaba y escribía con palabras anticuadas procedentes de la
Edad Media y de los filósofos racionalistas del siglo XVII. Hume se propuso volver a la percepción inmediata del
mundo. Ningún filósofo "podría llevarnos jamás más allá de las experiencias cotidianas o darnos una reglas de
conducta distintas a las que elaboramos meditando sobre la vida cotidiana", decía.
Impresiones
Hume empezó por establecer que el hombre tenía dos tipos diferentes de percepciones, a saber, las impresiones
y las ideas. Con "impresiones" se refería a la percepción inmediata de la realidad externa. Con "ideas" quería
decir el recuerdo de una impresión de este tipo. Si, por ejemplo, alguien se quema con una estufa caliente, recibe
una "impresión" inmediata. Posteriormente, puede pensar en aquella vez que se quemó. Esta impresión
recordada es lo que Hume llama "idea". La diferencia es que la impresión es más fuerte y más viva que el
recuerdo de dicha impresión. Se podría decir que la impresión es el original y que la idea, o reflejo, es sólo una
pálida copia. Es la impresión la causa directa del almacenamiento de la idea en la mente.
Hume opinaba que tanto la impresión como la idea pueden ser simples o compuestas, opinión compartida en
gran parte por Locke.
En la época de Hume había una creencia extendida en los ángeles. Esto es, en figuras humanas con alas. Nadie
ha visto realmente a tales criaturas, aunque todos hemos visto alguna vez, por separado, figuras humanas y alas.
Según Hume, un "ángel" es una idea compuesta. Consta de dos experiencias diferentes que no están unidas en
la realidad, pero que, independientemente de ello, han sido asociadas en la imaginación del hombre.
Según Hume, algunas veces podíamos componer ideas complejas que no se correspondían con ningún objeto
del mundo real, como un ángel. En tales casos, teníamos que admitir que la imaginación había hecho un buen
trabajo de "recorte y pegado" de ideas simples. Cada elemento ha sido percibido independientemente alguna
vez, de forma que en nuestra mente han entrado en el teatro de la conciencia como "impresiones" auténticas.
Nada ha sido inventado por la conciencia. La mente las ha puesto juntas y ha construido una "idea" falsa.
Hume quería investigar todas las ideas y pensamientos simples para ver cuál no se correspondía con la realidad.
Se preguntaba a sí mismo: "¿Qué impresión ha originado esta idea?". Lo primero que tenía que hacer era
encontrar las "ideas simples" que componían una idea compuesta. Esto le proporcionaría un método crítico
mediante el que podía analizar nuestras ideas y, a partir de ahí, poner en orden nuestros pensamientos y
nociones. Quería "ahuyentar toda esa palabrería que, durante tanto tiempo, había dominado el pensamiento
metafísico y lo había desprestigiado". Hume describía así la composición de los pensamientos e ideas:
"Si cogemos con nuestras manos cualquier volumen y nos preguntamos ¿Contiene algún argumento abstracto
referente a la cantidad o número? No. ¿Contiene algún argumento experimental referente a los hechos y la
existencia? Traspásalo entonces a las llamas, por que no contiene nada más que argucias e ilusión".
La idea de Dios
Descartes creía tener una idea clara y nítida de Dios. Hume creía que "Dios" era una idea compuesta que
ensamblábamos en nuestras mentes.
Supuso que imaginamos a Dios como un ser infinitamente "inteligente, sabio y bueno". Tenemos, pues una idea
"compuesta" que consta de algo infinitamente inteligente, algo infinitamente sabio y algo infinitamente bueno.
Si nunca hubiéramos conocido la inteligencia, la sabiduría y la bondad, nunca podríamos haber tenido tal
concepto de Dios. Quizá también esté en nuestra idea de Dios el que sea un "padre severo pero justo", esto es,
una idea compuesta por "severidad", "justicia" y "padre".
Hume rechazaba cualquier intento de probar la existencia de Dios. Esto no quería decir que descartara la
posibilidad de la existencia de Dios. Pensaba, por el contrario, que intentar probar la existencia de la fe religiosa
mediante el raciocinio humano era un engaño racionalista. Hume no era cristiano, aunque tampoco era un ateo
66
convencido. Era lo que llamamos un agnóstico, alguien que cree que la existencia de Dios es algo que no se
puede probar. Cuando Hume recibió en el lecho de su muerte la visita de un amigo, éste le preguntó si no creía
en una vida después de la muerte. Se dice que Hume contestó: "También es posible que un trozo de carbón
puesto al fuego no arda".
La Idea del Yo
Descartes decía tener una percepción clara y nítida de su "yo" (en la que basó toda su filosofía). Hume pensaba
que el yo era una idea compuesta, como la idea de "Dios".
Después de analizar esta idea, Hume determinó que el yo está en constante cambio, sintiendo emociones
diferentes, experimentado diferentes sensaciones. De forma similar, nuestras impresiones sobre nuestro yo son
también inconstantes. Por lo tanto, el sentimiento de tener un ego inalterable es una falsa percepción. Esta
percepción del ego es, en realidad, una larga cadena de impresiones simples que nunca se experimenta de forma
simultánea. Hume decía que no era más que "un montón de juicios diferentes que se suceden el uno al otro
como con una increíble rapidez y que están constantemente en cambio y movimiento". Mantenía que no
tenemos ninguna "identidad personal" más allá o por debajo de tales juicios y estados de ánimo que van y
vienen. Es como las imágenes de una película de cine, que cambian con tal rapidez que no notamos que dicha
película está compuesta de una serie de imágenes simples. La película es, realmente, una suma de momentos.
Un análisis similar de la conciencia humana y el rechazo al ego inalterable fueron introducidos casi 2.500 años
antes en otro lejano lugar del planeta. Buda veía la vida como una línea ininterrumpida de procesos mentales y
físicos que cambian a cada momento. Un bebé no es igual que un adulto; una persona hoy no es igual que la
misma persona ayer. No hay nada de lo cual pueda decir "esto es mío" o "esto soy yo", decía Buda. No existe por
lo tanto el "yo" o ego inalterable.
Causalidad
Como cualquier otro, Hume suponía que el pan de mañana no nos alimentaba hoy. Pero, a diferencia de los
demás, se preguntaba si había alguna razón para hacer tal presunción. La única razón que podía pensar era la
suposición más básica de que el futuro sería como el pasado. ¿Y cómo podía justificar esta suposición? Tendría
que demostrar (entre otras cosas) que el pan de mañana le alimentaría. Pero, con ello, volveríamos al principio.
Por lo tanto, Hume concluyó que nuestras creencias sobre el futuro nunca serán avaladas por la razón. No
quería decir que dejáramos a un lado nuestra anticipación del futuro. Es el hábito, al que llamó "el gran guía de
la vida humana", el que nos enseña cómo hacer las predicciones y cómo actuar en consecuencia aunque, cuando
lo hacemos, actuamos sin la razón.
Hume constató que los niños pequeños y los adultos ven el mundo de diferentes maneras. Los niños están
fascinados con todo, pues todo es nuevo y mágico para ellos. Los adultos están mucho más acostumbrados a las
cosas (esperan que las cosas ocurran de una forma determinada). Por lo tanto, ¿cómo podemos cambiar? ¿Por
qué el mundo pierde su toque mágico a medida que crecemos? Hume pensaba que era una cuestión de hábito. A
medida que una persona crece ve sucesos similares aconteciendo repetidamente, por lo que adquirimos el
hábito de esperar que un mismo suceso ocurra de una determinada forma, obedeciendo determinadas leyes.
Cuando Hume discutía sobre el poder del hábito, se concentraba en la "ley causa-efecto", concepto que
posteriormente tuvo gran influencia sobre Kant.
Esta ley establece que todo lo que ocurre ha de tener una causa. Hume utilizaba como ejemplo dos bolas de
billar. Si tiras una bola de billar negra contra una bola de billar blanca que está en reposo, ¿qué le ocurriría a la
bola blanca? Evidentemente, esperaríamos que la bola blanca empezara a moverse. Pero ¿por qué? Se diría que
el golpe de la bola negra era la causa de que la bola blanca comenzara a moverse. Pero sólo podemos hablar de
lo que realmente experimentamos. La bola negra causa el movimiento de la bola blanca, pero, según Hume, se
ha percibido que un suceso sigue a otro en el tiempo, pero no se ha percibido que el segundo suceso ocurra a
causa del primero.
El mismo Hume creía que todo tenía una causa y que había una regularidad en la naturaleza (las leyes de la
naturaleza) que se mantenía. Sin embargo, pensaba que no tenía del todo una razón para estas creencias.
Simplemente formaba parte de nuestra naturaleza el creer y actuar de esa manera. No negaba la existencia de
unas "leyes naturales" inquebrantables, sino que, como no podíamos experimentar esas leyes por sí mismas,
podíamos llegar con facilidad a conclusiones erróneas.
El hecho de que una cosa siguiera a otra no significaba necesariamente que hubiera un vínculo causal. Uno de
los principales objetivos de la filosofía era, precisamente, evitar que la gente llegue a conclusiones equivocadas.
ética
Hume también se rebeló contra el pensamiento racionalista sobre la ética. Los racionalistas opinaban que era
inherente a la razón del hombre el saber distinguir entre el bien y el mal. Esta idea del llamado derecho natural
estaba presente en muchos filósofos, desde Sócrates hasta Locke. Pero, según Hume, no era la razón la que
decidía lo que decimos y lo que hacemos, sino nuestros sentimientos. Si decidimos ayudar a alguien necesitado
de ayuda, son nuestros sentimientos, no nuestra razón, los que motivan dicha decisión. Según Hume, todo el
mundo tiene cierta sensibilidad hacia el bien de los demás. Tenemos la capacidad de mostrar compasión, pero
dicha capacidad no tiene nada que ver con la razón.
67
Hume señalaba que nunca se debe partir de frases con "es" para llegar a frases con "debe". Y, sin embargo, esto
es muy corriente, sobre todo en artículos periodísticos, programas de partidos políticos o discursos
parlamentarios.
Muchas veces se dice que determinada ley ha sido aprobada por el Senado, por lo que los ciudadanos del país
deben cumplirla. Pero, con frecuencia, va en contra de las creencias íntimas de las personas obedecer tales leyes.
Hume creía que no podemos utilizar la razón para saber cómo debemos actuar. "No va en contra de la razón",
decía, "preferir la destrucción del mundo entero a tener un rasguño en un dedo". Una actuación responsable no
es una cuestión de aguzamiento de la razón, sino de aguzamiento de los sentimientos que tenemos hacia los
demás.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Locke - Ideas: para su punto de vista sobre el origen de las ideas.
Berkeley - El alma de Dios: para su visión contrastada de Dios.
Kant - Kant y la causalidad: para su respuesta a la teoría de Hume.
Bibliografía
Las obras más importantes de Hume son:
Investigación sobre el entendimiento humano, Alianza, Madrid, 1980.
Investigación sobre los principios de la moral, Alianza, Madrid, 1993.
Tratado de la naturaleza humana, Tecnos, Madrid, 1993.
ESTUDIOS:
Ayer, A. J.: Hume, Alianza, Madrid, 1988. Esta obra pone énfasis especial en el papel que desenpeñó el
escepticismo en la construcción de la filosofía de Hume.
Noxon, J.: La evolución de la filosofía de Hume, Alianza, Madrid, 1987.
Stroud, B.: Hume, Universidad Nacional Autónoma, Méjico, 1995.
68
FILOSOFíA DE LA ILUSTRACIóN FRANCESALa era de la razón
La Ilustración fue el periodo en el que los pensadores liberales generaron las ideas que posteriormente
contribuyeron a la Revolución Francesa en 1789. La mayoría de los filósofos de la Ilustración tenía una fe ciega
en la razón humana. Con frecuencia se suele denominar a esta época la Era de la Razón, Racionalismo o el Siglo
de las Luces. Las nuevas ciencias naturales habían puesto de manifiesto que la naturaleza estaba sujeta a la
razón. Los filósofos ilustrados consideraban su cometido construir una base también para la moral, la religión y
la ética de acuerdo con la razón inalterable de las personas. Su meta era crear una filosofía que fuera accesible al
pueblo llano y que hiciera un verdadero cambio en la vida de las personas. El lema de la Revolución Francesa
fue "Libertad, igualdad y fraternidad".
La rebelión
Muchos de los filósofos de la Ilustración francesa visitaron Inglaterra que, en muchos aspectos, era más liberal
que su patria. Estaban fascinados con las ciencias naturales inglesas, especialmente con la física universal de
Newton. También se inspiraron en la filosofía británica, especialmente en Locke, y su filosofía política. Cuando
volvieron a Francia se opusieron cada vez más a las autoridades tradicionales.
La rebelión contra las viejas autoridades se dirigía en parte contra el poder de la Iglesia, la monarquía y la
nobleza. En el siglo XVIII estas instituciones eran mucho más poderosas en Francia que en Inglaterra. Los
pensadores ilustrados creían que era esencial mantenerse escépticos frente a las verdades heredadas, apoyando
la búsqueda por cada uno de las respuestas a cada pregunta.
Racionalismo
Aunque la Revolución Francesa empezó en 1789, las ideas que la inspiraron provenían de mucho antes. Tres
figuras principales contribuyeron a dichas ideas: Montesquieu (1689-1755), Voltaire (1694-1778) y Rousseau
(1712-1778).
Los tres estuvieron en Inglaterra y estaban familiarizados con la filosofía de Locke. No obstante, éste no era un
empirista muy consecuente. Creía, por ejemplo, que tanto la fe en Dios como en ciertas normas morales eran
inherentes a la razón humana. La idea de que la moralidad (la capacidad para actuar correctamente) era una
parte esencial de la razón humana, se llegó a convertir en una de las principales ideas de la Ilustración francesa.
Muchos filósofos, como Rousseau, extendieron la idea de que la moralidad era una parte integrante de la
naturaleza humana y que las sociedades inmorales eran sociedades antinaturales.
Educación
Ahora había que "ilustrar" a las masas, pues ésta era la condición previa para una sociedad mejor. Pensaban que
la miseria y la opresión se debían a la ignorancia y superstición. Por lo tanto, había que tomarse muy en serio la
educación de los niños y del pueblo en general.
El mayor monumento del movimiento ilustrado fue una inmensa enciclopedia de 28 tomos, o Encyclopédie,
publicada en Francia entre 1751 y 1772, con la contribución de Voltaire, Rousseau y Montesquieu. "Aquí está
todo", se decía, "desde cómo se hace una aguja, hasta cómo se funde un cañón". Sus editores fueron el filósofo y
dramaturgo Denis Diderot y el matemático Jean d'Alambert, quienes eran, respectivamente, el hijo de un
cuchillero y el hijo ilegítimo de un oficial de artillería (un indicio de cómo iban apareciendo cada vez más
oportunidades para los que tenían un origen relativamente humilde).
Optimismo cultural
Los filósofos de la Ilustración pensaban que la difusión de la razón y el conocimiento ayudaría a la humanidad a
hacer grandes progresos. Era simplemente cuestión de tiempo que la sinrazón y la ignorancia cedieran ante una
humanidad "ilustrada". Esta idea ha predominado en Europa hasta hace unas cuantas décadas.
Vuelta a la naturaleza
Algunos de los filósofos de la Ilustración francesa se convirtieron en defensores de una "vuelta a la naturaleza".
Para ellos, la "naturaleza" significaba casi lo mismo que la "razón", puesto que la razón humana proviene de la
naturaleza, al contrario que la religión o la "civilización". Señalaron que los "pueblos naturales" eran a menudo
más sanos y felices que los europeos, dado que no estaban "civilizados". Rousseau fue quien lanzó la consigna
"Tenemos que volver a la naturaleza". Porque la naturaleza es buena y el hombre es bueno "por naturaleza". Es
la civilización la que le arruina. Rousseau también pensaba que el niño debe vivir en su estado "natural" de
inocencia mientras pueda. Se podría decir que la idea de valorar la infancia como tal proviene de la Ilustración.
Hasta entonces, la infancia había sido considerada como una preparación para la vida de adulto.
Religión natural
Los filósofos de la Ilustración pensaban que había que colocar la religión en concordancia con la razón natural
de los hombres. Muchos lucharon por lo que se podría denominar el "concepto humanizado del cristianismo".
En aquella época, muchos materialistas no creían en ningún Dios y tomaron, por lo tanto, una postura atea.
Pero la mayoría de los filósofos ilustrados pensaba que era irracional concebir un mundo sin Dios.
Consideraban también perfectamente racional creer en la inmortalidad del alma. Igual que para Descartes, la
cuestión de si el hombre tiene un alma inmortal se convirtió más en una cuestión de raciocinio que de fe.
69
Según los filósofos de la Ilustración, había que eliminar de la religión todos los dogmas irracionales que se
habían añadido a la sencilla predicación de Jesús en el curso de la historia de la Iglesia.
Muchos defendieron entonces lo que se conoce como deísmo, es decir, la creencia de que Dios creó el mundo
alguna vez, hace muchísimo tiempo, pero que, desde entonces, no ha aparecido ante el mundo. De esta forma,
Dios queda reducido a un ser superior que sólo se da a conocer a los hombres a través de la naturaleza y de sus
leyes, es decir, no se revela de ninguna forma sobrenatural. El culto racional a Dios (en contraposición al
irracional, tradicional y rígido del cristianismo) era comportarse de forma moral y razonable.
Los derechos humanos
Los filósofos de la Ilustración francesa lucharon activamente a favor de lo que llamaron "derechos naturales" de
los ciudadanos. En primer lugar, se trataba de la lucha contra la censura y, por lo tanto, en favor de la libertad
de imprenta. Había que garantizar el derecho del individuo a pensar libremente y a expresar sus ideas referentes
a la religión, la moral y la ética. Además, lucharon a favor de la abolición de la esclavitud y por un trato más
humano a los delincuentes.
El principio de la "inviolabilidad del individuo" fue finalmente incorporado a la Declaración de los Derechos del
Hombre aprobada por la Asamblea Nacional Francesa en 1789.
La Revolución Francesa dio también los primeros ejemplos de la lucha por los derechos de la mujer. En 1787, el
filósofo ilustrado Condorcet publicó un escrito sobre los derechos de la mujer. Pensaba que las mujeres tenían
los mismo "derechos naturales" que los hombres. Durante la Revolución de 1789, las mujeres participaron
activamente en la lucha contra la anticuada sociedad feudal. Eran las mujeres las que, por ejemplo, iban al
frente de las manifestaciones que, finalmente, obligaron al rey a marcharse del palacio de Versalles. Aparte de la
demanda de los mismos derechos políticos que los hombres, también pedían cambios en las leyes del
matrimonio y en la condición social de la mujer.
Pero, aunque la cuestión de los derechos de la mujer surgió en relación con una revolución, cuando las cosas se
tranquilizaron dentro del nuevo orden, se volvió a instaurar la vieja sociedad machista.
Una de las mujeres que más lucharon por la causa feminista durante la Revolución Francesa fue Olympe de
Gouges quien, en 1791, publicó una declaración sobre los derechos de la mujer. Sin embargo, el gobierno se
opuso a sus ideas y, dos años más tarde, fue condenada a muerte. Después de esto, la actividad política para las
mujeres fue prohibida.
No fue hasta el siglo XIX cuando se puso verdaderamente en marcha el movimiento feminista por toda Europa.
Poco a poco, la lucha empezó a dar frutos. Y todavía en nuestros días, en muchos países las mujeres tienen
mucho por lo que luchar.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Descartes - Cogito, ergo sum: para su prueba racionalista de Dios.
Locke - La política de Locke: para su influencia política.
Historia:
La Ilustración - Perspectiva: para el pensamiento ilustrado y la Revolución Francesa.
La Ilustración - Sociedad: para la Revolución Francesa.
La Ilustración - Grandes mujeres: para Olympe de Gouges.
Bibliografía
Las obras más importantes de filosofía política de la Revolución Francesa son:
Montesquieu.: Del espíritu de las leyes, Tecnos, Madrid,1980.
70
KANT (1724-1804) La vida de Kant
Inmanuel Kant nació en 1724 en la ciudad de Königsberg, al este de Prusia, y vivió allí prácticamente toda su
vida. Provenía de un hogar profundamente religioso, basado en el pietismo (una secta protestante que iba en
contra del dogmatismo del luteranismo oficial), y sus convicciones religiosas influyeron mucho en su filosofía.
Como para Berkeley, era muy importante para él salvar los cimientos de la fe cristiana.
Kant se convirtió en profesor de lógica y matemáticas en la Universidad de Königsberg en 1770 y estuvo
enseñando allí durante casi todo el resto de su vida. También se interesó por las ciencias, llegando a publicar
trabajos sobre astronomía y geofísica.
Sus tres obras más importantes se publicaron bastante tarde. Así, la Crítica de la razón pura salió en 1781,
seguida en 1788 por Crítica de la razón práctica y, en 1790, por Crítica del juicio. La Crítica de la razón pura es
una de las obras más importantes de toda la filosofía. Desafortunadamente, es también una de las más difíciles
de leer (el mismo Kant la describió como seca y oscura).
Kant solía ser un hombre afable y erudito aunque, al final de su vida, sus facultades mentales y su vista se
deterioraron enormemente. Murió siendo una sombra de su anterior personalidad a la edad de 80 años. En su
tumba de Königsberg se puede leer una de sus citas más famosas: "Dos cosas llenan mi mente de admiración y
respeto cada vez mayores: el cielo estrellado encima de mí y la ley moral dentro de mí".
Experto y genio
Hay dos tipos de filósofos. Uno lo forman los que buscan sus propias respuestas a las grandes preguntas
filosóficas. El otro lo forman los expertos en historia de la filosofía, que no necesariamente construyen su propia
filosofía.
Kant formaba parte de ambos tipos. Era un profesor brillante, familiarizado con el racionalismo de Descartes y
Spinoza y con el empirismo de Locke, Berkeley y Hume. Pero además también, construyó una nueva filosofía a
partir de las esencias de estas tradiciones.
La síntesis de Kant
Una cuestión que preocupaba a todos los filósofos desde Descartes era lo que podíamos saber de la naturaleza
fundamental del universo (lo que a veces se llama "metafísica"). Se barajaban dos posibilidades: el mundo era
tal y como lo percibíamos o el mundo era como se presentaba a nuestra razón.
Los racionalistas creían que la base de todo el conocimiento humano estaba en la conciencia del hombre. Según
los empiristas, todo el conocimiento del mundo viene a través de nuestra percepción sensorial. Por otra parte,
Hume señaló que existen unos límites muy claros para las conclusiones que podemos sacar de nuestras
sensaciones.
Kant pensaba que ambos puntos de vista tenían algo de razón, pero que también ambos se equivocaban en
parte. Opinaba que los racionalistas exageraban en lo que puede aportar la razón y que los empiristas habían
hecho demasiado hincapié en la percepción.
En principio, Kant está de acuerdo con Hume y los empiristas en que todos nuestros conocimientos sobre el
mundo provienen de las percepciones. Pero (y en este punto da la razón a los racionalistas), también hay en
nuestra razón importantes condiciones de cómo captamos el mundo que nos rodea. Es decir, hay ciertas
condiciones en la mente humana que contribuyen a determinar nuestro concepto del mundo.
Conocimiento humano
Supongamos que una persona se pone unas gafas con los cristales rojos. Verá casi lo mismo que antes, sólo que
todo tendrá un tono rojizo. Esto se debe a que los cristales limitan la forma de percibir la realidad. Todo lo que
ve proviene del mundo exterior, pero el cómo lo ve también está determinado por los cristales de las gafas. Por
lo tanto, no podría decir que el mundo es rojo, aunque así lo percibiera.
Era eso precisamente lo que quería decir Kant cuando apuntaba que había determinadas disposiciones en
nuestra razón que marcaban todas nuestras percepciones. Siempre llevamos puestas las "gafas" de la razón que
afectan a todas nuestras percepciones.
Todo lo que vemos lo percibimos ante todo como un fenómeno en el tiempo y en el espacio. Kant llamó al
"tiempo" y al "espacio" las "dos formas de sensibilidad" del hombre. Y subraya que estas dos formas de nuestra
conciencia son anteriores a cualquier experiencia. Es decir, que antes de experimentar algo, sabemos que, sea lo
que sea, lo captaremos como un fenómeno en el espacio y en el tiempo. Porque no somos capaces de quitarnos
las "gafas" de la razón.
La mayoría de nosotros piensa que el tiempo y el espacio existen más allá de nosotros, pero, según Kant, el
tiempo y el espacio son cualidades de nuestra razón y no del universo. Además del tiempo y del espacio, Kant
describió 12 clases diferentes en las que el conocimiento humano ordena nuestra experiencia sensorial a las que
llamó "categorías".
A diferencia de los empiristas, Kant pensaba que la conciencia humana no era una "pizarra pasiva" que sólo
recibe las sensaciones exteriores. La propia conciencia contribuye activamente a formar nuestro concepto del
71
mundo. Lo que vemos, tocamos, olemos, oímos y saboreamos no sólo depende de lo que está en nuestro
exterior, sino también de lo que está en nuestro interior. Nuestra razón moldea nuestras sensaciones.
Kant llamó a esto el "giro copernicano" en el problema del conocimiento humano. Con esto se refería a que la
idea era tan nueva y tan radicalmente diferente a las ideas antiguas como cuando Copérnico propuso que la
Tierra giraba alrededor del sol.
En el pensamiento de Kant, tanto los racionalistas como los empiristas tenían algo de razón. En cierta forma, los
racionalistas se habían olvidado de la importancia de la experiencia y los empiristas habían cerrado los ojos a
cómo nuestra propia razón marca nuestra percepción del mundo.
Kant y la causalidad
La ley de la causa-efecto que, en opinión de Hume, no podía ser percibida por el ser humano, forma parte, según
Kant, de la razón humana.
Hume afirmaba que sólo es nuestro hábito el que hace que percibamos una conexión necesaria de causas detrás
de todos los procesos de la naturaleza. Según él, no podíamos percibir que una bola negra de billar era la causa
de que una bola blanca (a la que había golpeado) se pusiera en movimiento. No podíamos afirmar que la bola
negra siempre pondría en movimiento a la bola blanca.
Pero justamente lo que, según Hume, no se podía probar es lo que Kant incluía como una cualidad de la razón
humana. La ley causal era eterna y absoluta simplemente porque la razón humana capta todo lo que sucede
como una relación causa-efecto.
Das Ding an sich
Kant está de acuerdo con Hume en que no podemos saber nada seguro sobre cómo es el mundo "en sí". Sólo
podemos saber cómo es el mundo "para mí", es decir, para todos los seres humanos. La aportación mayor de
Kant a la filosofía es esta separación que hacía entre das Ding an sich (la cosa en sí) y das Ding für mich (la cosa
para mí).
Nunca podemos saber del todo cómo son las cosas "en sí". Sólo podemos saber cómo "aparecen" las cosas ante
nosotros. En cambio, antes de cada experiencia podemos decir algo sobre cómo las cosas son percibidas por la
razón humana.
Antes de salir por la mañana de casa, uno no puede saber nada de lo que va a ver o percibir durante el día. Pero
puede saber que aquello que vea o experimente lo percibirá como un suceso en el espacio y en el tiempo.
Además, puede estar seguro de que la ley causal rige simplemente porque la lleva encima como parte de su
conciencia.
Esto implica que podíamos haber tenido otro mecanismo sensorial. Y podíamos haber tenido otro sentido del
tiempo y del espacio. Podíamos incluso haber sido creados de forma que no buscáramos las causas de los
sucesos de nuestro entorno.
¿Qué podemos saber?
Kant creía que había unos límites claros a lo que el hombre podía conocer mediante la razón. Podíamos decir
que las "gafas" de la razón ponen estos límites.
Los filósofos anteriores a Kant habían discutido sobre las "grandes" preguntas de la filosofía (si el hombre tenía
un alma inmortal, si existía Dios, si la naturaleza estaba formada por partículas diminutas indivisibles y si el
universo era finito o no). Kant opinaba que el ser humano no podía obtener un conocimiento certero sobre tales
cuestiones. Cuando se refería a las grandes cuestiones filosóficas, Kant decía que la razón operaba fuera de los
límites del conocimiento humano. Pero, al mismo tiempo, era inherente a la naturaleza del hombre, o a su
razón, una necesidad fundamental de plantear precisamente cuestiones de este tipo. Cuando, por ejemplo, nos
preguntamos si el universo es finito o infinito, planteamos una pregunta sobre una unidad de la que nosotros
mismos formamos una pequeña parte. Por lo tanto, jamás podríamos conocer plenamente esa unidad.
Según Kant, existen dos elementos que contribuyen a nuestro conocimiento del mundo: la percepción y la
razón. El material de nuestros sentidos nos llega a través de los sentidos, pero el material también se adapta a
las cualidades de la razón.
Cuando nos preguntamos de dónde procede el mundo y discutimos sobre posibles respuestas, entonces la razón
está, en cierta forma, vacía, pues no tiene ningún material de los sentidos que procesar, ninguna experiencia que
usar, por que no hemos percibido jamás toda esa gran realidad de la que sólo somos una minúscula parte.
En dicho tipo de cuestiones, como la naturaleza de la realidad, Kant mostró que habrá siempre dos puntos de
vista igualmente probables o improbables, dependiendo de lo que nos pueda decir la razón.
Tan sensato es decir que el mundo ha de tener un principio como decir que no lo tiene. La razón no puede
decidir entre ambos. Podríamos afirmar que el mundo ha existido siempre, pero ¿puede algo haber existido
desde siempre sin que nunca haya tenido un principio? Entonces, deberíamos adoptar la postura contraria. Es
decir, que tendría que haber tenido un principio, haber surgido de la nada.
Por lo tanto, las dos posibilidades resultan igualmente inconcebibles. No obstante, una debe ser la correcta y
otra la equivocada.
72
Fe
Los racionalistas, como, por ejemplo, Descartes, habían intentado demostrar que tenía que haber un Dios
simplemente porque tenemos la idea de un "ser perfecto". Otros, como Aristóteles y Santo Tomás de Aquino,
opinaban que tenía que haber un Dios porque todas las cosas tenían una causa inicial.
Kant rechazaba ambas pruebas de la existencia de Dios. Ni la razón ni la experiencia poseían ningún
fundamento seguro para poder afirmar que existía un Dios. Para la razón era tan probable como improbable
dicha existencia.
Pero Kant quería salvar los fundamentos de la fe cristiana, por lo que pensaba que allí donde fracasan la
experiencia y la razón surge un vacío que había de llenarse con fe religiosa.
Kant creía que era absolutamente necesario para la moral humana suponer que el hombre tiene un alma
inmortal, que existe Dios y que el hombre tiene libre albedrío. Así, hace lo mismo que Descartes. En primer
lugar, se muestra muy crítico con todo lo que podemos comprender y, seguidamente, mete por la puerta trasera
a Dios.
Pero, a diferencia de Descartes, Kant señala clarísimamente que no es la razón la que ha llevado a este punto de
vista, sino la fe. A la fe en un alma inmortal, en la existencia de Dios y en el libre albedrío de los humanos las
denominó postulados prácticos.
"Postular" significa afirmar algo que no se puede probar. Con "postulado práctico" Kant se refería a algo que hay
que afirmar para la "práctica" o "praxis" del hombre, es decir, para la moral del hombre. "Es moralmente
necesario suponer la existencia de Dios", decía.
ética
El escepticismo de Hume sobre lo que nos podían decir la razón y los sentidos obligó a Kant a reflexionar de
nuevo sobre algunas de las cuestiones vitales. él estaba especialmente interesado en la moral.
Según Hume, no eran ni nuestra razón ni nuestros sentidos los que decidían la diferencia entre el bien y el mal,
sino, simplemente, los sentimientos. Este fundamento le pareció poco sólido a Kant, pues siempre creyó que
había una diferencia real entre el bien y el mal. En este punto, estaba de acuerdo con los racionalistas, quienes
habían señalado que era inherente a la razón del hombre el saber distinguir entre el bien y el mal. Todo ser
humano sabe lo que está bien y lo que está mal, no porque sea algo que haya aprendido, sino porque es
inherente a nuestra razón. Según Kant, todos los seres humanos tenían una "razón práctica", es decir, una
capacidad de razonar lo que está bien y lo que está mal en cada caso.
La capacidad de distinguir entre el bien y el mal es innata, como lo son las demás cualidades de la razón. De la
misma forma que todos los seres humanos tienen la mismas formas de razón, por ejemplo, el que percibamos
todo como algo determinado causalmente, todos tenemos también acceso a la misma ley moral universal.
Kant formuló la ley moral como un imperativo categórico. Con esto quería decir que la ley moral era
"categórica", es decir, válida en todas las situaciones. Además, era un "imperativo", es decir, "perceptiva". Esto
quería decir que era completamente ineludible.
Kant formulaba este "imperativo categórico" de varias maneras. En primer lugar, mantenía que "siempre se
debe actuar de modo que, al mismo tiempo, se desee que la regla según la que se actúa pueda convertirse en una
ley general". Es decir, que cuando alguien hace algo, debe actuar de la misma forma en la que desearía que otra
persona actuara en su caso.
También formuló el imperativo categórico diciendo que "siempre se debe tratar a las demás personas como si
fueran una finalidad en sí y no sólo como un medio para conseguir otra cosa".
Según Kant, la ley moral era tan absoluta y de una validez tan general como, por ejemplo, la ley de la causalidad,
que tampoco podía ser probada mediante la razón y que, sin embargo, era totalmente ineludible. Cuando él
describía la ley moral, describía la conciencia del hombre. No podíamos probar lo que dice la conciencia, pero,
aún así, lo sabemos.
A veces, una persona es buena con los demás porque le merece la pena. Por ejemplo, puede ser una forma de
hacerse popular. Pero si se comparte algo con los demás por el sólo hecho de hacerse más popular, entonces no
se actúa por respeto a la ley moral. A lo mejor se actúa de acuerdo con ella, lo cual no está mal, pero para que
algo pueda llamarse acto moral tiene que ser el resultado de una superación personal. Si se hace algo sólo
porque se piensa que es una obligación cumplir la ley moral, se puede hablar de acto moral. Por eso, la ética de
Kant suele denominarse la ética de la obligación.
Kant también abogó por la creación de una "federación de los pueblos". En su escrito La paz perpetua escribió
que todos los países deberían unirse en una federación de naciones que se ocuparía de conseguir una
coexistencia pacífica entre las distintas naciones. Creía que la "razón práctica" de los hombres imponía a los
estados que salgan de ese estado natural que causaba tantas guerras y que creen un nuevo sistema de derecho
internacional que las impida. Kant pensaba que la creación de dicha sociedad era una meta muy lejana, pero vio
que era nuestro deber trabajar a favor de un generalizado y duradero seguro de paz. Unos 125 años después de
la publicación de este escrito, en 1795, se creó la Sociedad de las Naciones tras la I Guerra Mundial. Al finalizar
la II Guerra Mundial, esta sociedad fue sustituida por las Naciones Unidas.
73
Enlaces
Filósofos relacionados:
Descartes - Cogito, ergo sum: para el racionalismo que influyó a Kant.
Hume - Causalidad: para el análisis de Hume de la ley causa-efecto.
Historia:
Siglo XX - Política: para la creación de la Sociedad de Naciones y de las Naciones Unidas.
Bibliografía
Las obras más importantes de Kant son:
Crítica del juicio, Espasa-Calpe, Madrid, 1991.
Crítica de la razón práctica, Sígueme, Salamanca, 1994.
Crítica de la razón pura, Alfaguara, Madrid, 1993.
ESTUDIOS:
Cassier, E.: Kant: vida y doctrina, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1993.
Hartnack, J.: La teoría del conocimiento de Kant, Cátedra, Madrid, 1988.
Körner, S.: Kant, Alianza, Madrid, 1987. Una introducción a kant accesible.
74
Siglo XIX - Perspectiva
El siglo XIX trajo más cambios a casi todos los aspectos de la vida humana que los experimentados en los mil
años anteriores. La supremacía de Europa estaba en su apogeo, y alrededor del 1900 sólo los más remotos
rincones de la geografía de la Tierra estaban fuera de la influencia de la cultura europea. Seguros de sí mismos,
tras dos siglos de grandes logros, la mayoría de los europeos daban por sentado la superioridad de su cultura.
La Revolución Francesa y la época de Napoleón propiciaron el crecimiento del sentimiento nacional. Los
europeos sentían cada vez más la lealtad hacia una nación concreta, que deseaban libre del dominio ajeno. En la
segunda mitad del siglo, el nacionalismo fue un factor crucial en la unificación de Italia y Alemania,
anteriormente compuestas de numerosos estados separados.
La aparición de la conciencia nacional encontró su expresión en el movimiento romántico, que afectó
virtualmente a todos los campos de la cultura europea desde finales del siglo XVIII hasta la mitad del XIX. Los
románticos, inspirados inicialmente por pensadores alemanes como Goethe y, posteriormente, Schelling,
reaccionaron contra el racionalismo de la Ilustración dando nuevo énfasis al sentimiento, la imaginación y el
mundo natural. La primera fase del movimiento o el Romanticismo universal, se preocupaba por la naturaleza,
el alma universal y el genio artístico. El Romanticismo nacional, que floreció un poco más tarde, se interesaba
principalmente por la historia, la lengua y la cultura del "pueblo" de cada uno de los diferentes países europeos.
No existía, sin embargo, una línea divisoria bien definida entre las dos tendencias porque los románticos
consideraban todos los aspectos de la vida, desde la cultura popular, la poesía y la filosofía hasta el arte y el
estudio de la naturaleza, como expresiones de un único espíritu universal
Otro aspecto importante del siglo XIX fue el liberalismo, que defendía la reforma social y política, la liberación
de la actividad económica del control estatal, y se oponía a la intervención de la Iglesia en los asuntos políticos.
Las reformas llevadas a cabo por los primeros liberales fueron importantes para el desarrollo de la democracia,
pero la mayoría de ellos no eran demócratas en el sentido actual. Los liberales, esencialmente propietarios de
clase media, no propiciaron la participación del pueblo en la política. Estaban alarmados por la violencia de
algunos revolucionarios de la clase trabajadora, aunque en ocasiones podían compartir los mismos objetivos.
En la segunda mitad del siglo la tradición revolucionaria europea buscaba la inspiración en la nueva doctrina del
socialismo más que en el liberalismo. Los socialistas creían que el estado debía distribuir la riqueza para crear
una sociedad igualitaria en la cual las clases gobernantes tradicionales ya no ostentarían el poder. Se oponían
fundamentalmente al sistema económico imperante en Europa, al que Karl Marx a mediados del siglo XIX dio el
nombre de capitalismo.
Esta fue la época de la gran expansión colonial. Alrededor de 1900 el Imperio británico ocupaba casi la cuarta
parte del mundo. Francia también extendió su imperio, al igual que Rusia que adquirió vastos territorios en Asia
central. Al final del siglo XIX se produjo un enorme despliegue de la actividad imperialista, especialmente en
áfrica, donde la mayoría de los países europeos establecieron colonias. Aunque los motivos eran esencialmente
comerciales o políticos, la expansión imperial, a veces era promovida por la opinión pública, que veía las
hazañas de los exploradores como una forma de adquirir prestigio nacional.
Ver también:
Renacimiento - Economía: para los comienzos del comercio europeo y expansión del imperio al extranjero.
La Ilustración - Perspectiva: para la Revolución Francesa, Napoleón, crítica de la Iglesia por pensadores de la
Ilustración.
Siglo XX - Política: para la expansión del comunismo en Rusia y Europa del Este, su consecuente retirada.
Hegel - El espíritu universal: para su reacción hacia Schelling
Siglo XIX - Política
La memoria de la Revolución Francesa y de la era napoleónica continuó en Europa mucho tiempo después de la
derrota de Napoleón en Waterloo en 1815. Las cuestiones planteadas durante los años revolucionarios fueron
fundamentales para la aparición de la democracia moderna: republicanismo, sufragio más amplio, derechos
individuales y libertad de palabra, y en contra de la importancia dada a la monarquía hereditaria, al orden y a
los deberes más que a los derechos.
Después de Waterloo las potencias europeas, entre las que destacaban Rusia, Prusia, Austria, Gran Bretaña y
Francia, a la que le fue permitido participar como un aliado más, se reunieron en Viena para alcanzar un
acuerdo de paz. Pretendían prevenirse de futuras agresiones francesas o de la actividad revolucionaria actuando
conjuntamente para mantener la estabilidad del continente con medios pacíficos. La primera amenaza real para
el tratado llegó en 1848, el año en que Karl Marx escribió el Manifiesto Comunista. Las peticiones de reformas
liberales y nacionalistas, intensificadas por el desempleo y la falta de alimentos, condujeron a la aparición de
revoluciones en toda Europa. En París, una revuelta de trabajadores se reprimió produciendo una gran
matanza, y las ciudades importantes de Austria, Alemania e Italia también padecieron la violencia masiva.
Aunque en un principio estos levantamientos representaron una seria amenaza para las autoridades, la mayoría
de las veces finalmente fracasaban.
75
El Nacionalismo triunfó pronto en Italia y Alemania como resultado no de las revoluciones sino de las
autoritarias políticas de Sardinia y Prusia. Primero se unificaron los estados italianos bajo el rey de Sardinia.
Después el estadista prusiano Bismarck inició una campaña política y militar cuyo objetivo era la unificación de
Alemania. En 1870 manipuló a Francia para que declarara la guerra a Prusia. Los estados alemanes obtuvieron
una victoria fácil y llevados por el entusiasmo nacionalista se unieron a favor de Bismarck. Arrastrados por esta
corriente de nacionalismo el rey de Prusia fue declarado emperador de la unificada Alemania en 1871
La tradición revolucionaria reapareció brevemente cuando el pueblo de París se levantó contra las condiciones
de paz de Bismarck aceptadas por el gobierno francés. Se unieron en una junta de socialistas y republicanos
conocida como la Comuna, que ostentó el poder durante un corto período de tiempo antes de que fuera
cruelmente suprimida por las tropas francesas; murieron más de 20.000 personas.
En el siglo XIX Gran Bretaña, aislada entre los importantes estados de Europa, se transformó en una sociedad
industrial madura sin guerras ni revoluciones. Era la potencia dominante de Europa, y su marina era
hegemónica en los océanos. A partir de 1870, sin embargo, Gran Bretaña afrontaría la creciente competencia de
poderosos rivales, especialmente de Alemania.
Ver también:
La Edad Media - Política: para la fragmentación de Italia y Alemania en tiempos medievales.
época barroca - Política: para la continua fragmentación de estados alemanes después de la Guerra de los 30
años.
La Ilustración - Política: para la Revolución Francesa y Napoleón, aparece Prusia, en el concierto internacional,
como un poder en auge.
Siglo XX - Política: para las Guerras Mundiales, expansión del comunismo en Rusia y Europa del Este, partición
y reunificación eventual de Alemania.
Marx - Trabajo: para el Manifiesto Comunista
Siglo XIX - Economía
El siglo XIX vio como la Revolución Industrial que se había iniciado en Gran Bretaña durante la Ilustración, se
convertía en un factor determinante en la configuración de las economías de todo el mundo. Condujo a una
prosperidad sin precedentes pero, sobre todo en las ciudades, con gran coste humano. Afloraba una nueva clase
de sociedad en la que la riqueza procedía de las finanzas, la industria y el comercio, y no de la propiedad de la
tierra.
Los avances en la agricultura fueron fundamentales para el desarrollo de la Revolución Industrial. Con menos
trabajo se producía más comida para una poblaciónen continuo crecimiento. Con la disminución del trabajo en
el campo, una nueva población en edad laboral quedaba disponible para las nuevas industrias.
Gran Bretaña estaba a la cabeza de la Revolución Industrial. Las rápidas mejoras de las industrias textiles, que
incluyen importantes inventos del siglo XVIII como la máquina de hilar, junto con la introducción de la fuerza
del vapor, propiciaron que la producción alcanzara un mayor rendimiento. Esto a su vez generó el capital
necesario para invertir en materias primas y nuevos equipamientos.
El capitalismo prosperó durante este período sin ninguna regulación gubernamental explotando a hombres,
mujeres y niños bajo unas terribles condiciones laborales. La enorme riqueza que se producía no se utilizaba
para mejorar las condiciones sociales sino que se invertía en la expansión industrial y el desarrollo del
transporte y las comunicaciones. Los cables transoceánicos conectaban el mundo, y los ferrocarriles y barcos de
vapor transportaban los pasajeros y las mercancías más rápido y barato que nunca. Todo esto favoreció la
expansión del comercio mundial y las inversiones en las colonias de ultramar. Las materias primas tan
necesitadas se podían importar rápidamente y los productos manufacturados podían exportarse a todo el
mundo.
Hacia el año 1900, los complicados intercambios entre los países industrializados y el resto de países se
integraron en una economía mundial, cuyo centro estaba en Londres. Gran Bretaña era la mayor potencia
comercial y retuvo la supremacía industrial durante más de un siglo, progresivamente desafiada por rivales
como Alemania y Estados Unidos.
Una cuestión importante de este período era si el comercio debería estar regulado por la intervención
gubernamental mediante tarifas o cuotas. Los liberales defendían el libre comercio sin restricciones y hacia la
mitad del siglo algunos gobiernos europeos adoptaron políticas de libre comercio. Sin embargo, los países que
intentaban protegerse de la competencia extranjera impusieron tarifas elevadas a la importación. Hacia 1900 la
única excepción era Gran Bretaña que continuó con el libre comercio hasta la década de los años 30.
Ver también:
Renacimiento - Economía: para el crecimiento del comercio internacional y primeras señales de economía
mundial.
época barroca - Económicas: para contínua expansión del comercio al extranjero, comienzo del predominio
británico en el comercio y finanzs.
76
La Ilustración - Economía: para el comienzo de la Revolución Industrial; Gran Bretaña avanza con ímpetu, pero
las condiciones sociales en las ciudades eran severas.
La Ilustración - Descubrimientos: para los inventos que contribuyeron a la industrialización.
Siglo XX - Economía: para una economía global en el mundo moderno.
Siglo XIX - Sociedad
Durante el siglo XIX aumentó considerablemente la población europea pasando de 190 millones
aproximadamente en 1800, hasta sobrepasar los 400 millones un siglo más tarde. Esto se debió a un brusco
descenso del índice de mortalidad, ocasionado por los avances en el control de enfermedades y por la
prevención de estas con una mayor higiene y el suministro de agua. El espectacular aumento de la población
propició un rápido crecimiento de las ciudades y una mayor demanda de productos de consumo. A medida que
la presión de la población aumentaba, la emigración a Norteamérica, Sudamérica, Australia y áfrica del Sur se
convirtió en un atractivo camino para mejorar de vida.
Francia y Gran Bretaña lideraban el camino hacia el desarrollo de la democracia moderna. El sufragio universal
masculino se introdujo en Francia en 1848, aunque, al igual que en la mayoría de los países, las mujeres no
obtendrían el derecho al voto hasta el siglo XX. El aumento de la alfabetización y el abaratamiento de los
periódicos contribuyeron a que el publico estuviera mejor informado y emergieran más gobiernos democráticos
en otros países. En el este, Rusia continuaría siendo un país feudal y subdesarrollado la mayor parte del siglo
aunque la abolición de la servidumbre supusiera un avance
A pesar de algunas medidas progresistas, durante la mayor parte del siglo las condiciones de trabajo de los
pobres eran terribles. Los salarios eran tan bajos que con frecuencia los niños y las mujeres embarazadas tenían
que trabajar. Niños pequeños de cinco años bajaban a las minas y se arrastraban por los oscuros túneles
sacando el carbón. Muchos tenían que trabajar doce o trece horas al día. No había un sistema de asistencia
social ni de pensiones y los que contraían deudas eran encerrados en prisiones o correccionales donde se los
trataba como a criminales. Estas condiciones llevaron a Dickens a escribir su Cuento de Navidad, una crítica
social de la época. Se acabaron aprobando leyes sobre el trabajo de los niños, pero las terribles condiciones de
vida de la clase trabajadora contrastaban bruscamente con el opulento estilo de la burguesía, propiciándose así
el clima ideal para la propagación de las ideas de Marx sobre la sociedad comunista y la reforma radical.
El socialismo ganó terreno hacia el final del siglo y los trabajadores, organizados ya en sindicatos, comenzaron a
hacer huelgas, enfrentándose en ocasiones violentamente a las autoridades. El socialismo estaba dividido entre
los que querían utilizar el sistema político existente y los más radicales, seguidores de Marx, que pensaban que
era necesaria una revolución.
Los gobernantes prestaron atención a la agitación popular y algunos, como Bismarck en Alemania, intentaron
frenar la demanda de reformas radicales introduciendo algún tipo de asistencia social. Sin embargo, para países
como Rusia fue muy poca la reforma ofrecida, llegando además demasiado tarde, como para frenar la aparición
del comunismo.
Ver también:
época barroca - Política: para primeras emigraciones desde Europa.
La Ilustración - Sociedad: para la herencia de la democracia desde la Revolución Francesa, personajes populares
La Ilustración - Economía: para gastos sociales de industrialización al comienzo de la Revolución Industrial
Siglo XX - Política: para el desarrollo de la democracia, voto para la mujer, extensión del comunismo.
Marx - Explotación: para su visión sobre el comunismo.
Siglo XIX - Descubrimientos
Al siglo XIX se le conoce a veces como el siglo del progreso porque los descubrimientos realizados en esta época
han conmovido profundamente, desde entonces, la vida de la gente corriente. Un ejemplo espectacular de esto
lo encontramos en el campo de la medicina. En el año 1840 se usaron por primera vez los anestésicos, y en la
década de los años 60 el trabajo de Pasteur sobre la putrefacción contribuyó a que Joseph Lister revolucionara
la práctica de la cirugía con el uso de ácido carbólico como antiséptico. El resultado fue una reducción
sensacional de las muertes por infección.
En la década de los años 30, el trabajo de Michael Faraday sobre electromagnetismo tuvo una importante
incidencia en la industria. De forma más general, Faraday allanó el camino para el suministro público de
electricidad y todas las inventos que utilizaron el motor eléctrico y el generador.
Durante todo el siglo, la aplicación del conocimiento científico a las necesidades prácticas cotidianas
aumentaron de forma considerable el nivel de vida. Las actividades rutinarias, tanto industriales como
domésticas, se hicieron más rápidas y seguras con las conducciones de agua, gas y electricidad.
Se realizaron importantes avances en el campo de las comunicaciones y el transporte. Stephenson inventó la
locomotora, que en un principio transportaba sólo carbón y después, en la década de los 30, también pasajeros.
En las décadas centrales del siglo, los ferrocarriles se extendieron por Europa, América, India y Australia. El
barco de vapor ideado por Fulton a principios de siglo estimuló igualmente la expansión comercial e industrial.
77
El primer ferrocarril tubular o metro se abrió en Londres en 1863 y al final del siglo ya lo disfrutaban algunas
ciudades importantes de Europa como París, Budapest y Viena. Mientras tanto el transporte individual
mecanizado se había desarrollado con la bicicleta y, en la década de los 80, Benz y Daimler hicieron los
primeros coches de gasolina con motores de combustión interna.
El primer ferrocarril tubular o metro se abrió en Londres en 1863 y al final del siglo ya lo disfrutaban algunas
ciudades importantes de Europa como París, Budapest y Viena. Mientras tanto el transporte individual
mecanizado se había desarrollado con la bicicleta y, en la década de los 80, Benz y Daimler hicieron los
primeros coches de gasolina con motores de combustión interna.
Las comunicaciones alcanzaron distancias inmensas con el telégrafo, inventado por Samuel Morse en los años
30, y con el teléfono, inventado por Bell en 1876. El descubrimiento por Hertz de las ondas de radio posibilitó
que Marconi en los años 90 transmitiera los primeros mensajes de radio, aumentando su alcance gradualmente
hasta que en 1901 envió el primer mensaje intercontinental entre Inglaterra y Canadá.
En el terreno científico la elaboración de la tabla periódica de elementos de Mendeleyev en 1869 mostró que el
comportamiento estándar de los diferentes grupos de elementos podía predecirse, y ayudó a descubrir
posteriormente nuevos elementos. En la década de los 90 los físicos Röntgen, Becquerel y Thomson pusieron los
fundamentos para las investigaciones que, en las décadas siguientes, minarían las bases de la física newtoniana.
Un importante desafío, no sólo a la teoría científica sino incluso a las creencias más profundas de la gente, fue la
publicación en 1859 del libro de Darwin El origen de las especies. Este ha sido uno de los textos de mayor
influencia en la civilización moderna, así como uno de los más vendidos, pero levantó muchas protestas
principalmente entre los creyentes que consideraban que la teoría de Darwin sobre la evolución era
incompatible con el relato bíblico de la Creación. Esta controversia ilustra gráficamente de que manera la
ciencia retaba a la sociedad a que evaluara de nuevo la naturaleza de la existencia humana.
Ver:
Antigua Grecia - Descubrimientos: para medicina (Hipócrates)
Helenismo y Roma - Descubrimientos: para medicina (Galeno)
Renacimiento - Descubrimientos: para medicina - Versalio, desafío a las ideas de Galeno.
época barroca - Descubrimientos: para Newton, medicina (Miguel Servet descubrió la circulación de la sangre)
Siglo XX - Descubrimientos: para los avances en transporte y comunicaciones, teoría de la relatividad y cuántica
Darwin - El tema religioso: para su desafío al creacionismo bíblico.
Siglo XIX - Cultura
El movimiento cultural conocido como Romanticismo se desarrolló en medio de grandes avances tecnológicos,
en un mundo cada vez más materialista. El Romanticismo, considerado la última gran época cultural europea,
se caracteriza por los sentimientos, la imaginación y la intensa añoranza de la naturaleza. Fue ante todo un
fenómeno urbano que representó una retirada del mundo materialista y racionalista. Los románticos añoraban
el pasado y se deleitaban con lo irracional y lo sobrenatural. Solían serlo hombres jóvenes, muchos de ellos
estudiantes universitarios, que se rebelaban contra los valores de la clase media. Era la obligación del romántico
vivir la vida o soñar para alejarse de ella.
El Romanticismo rechazaba el universo mecanicista de la Ilustración y el exclusivo interés en la razón. Los
románticos se parecían más a los renacentistas con su creencia en una conciencia cósmica o en el divino "yo" de
la naturaleza. Los románticos amaban la expresión "espíritu universal" o "alma universal", creían en que el ser
humano lleva en su interior todo el universo y que podría desentrañar sus misterios entrando en sí mismo. Se
alentaba al individuo a expresar e interpretar la vida, y se exaltaba la creatividad y el genio artístico.
Beethoven fue uno de esos genios artísticos. Su música fué un vehículo de expresión propia del romanticismo,
en sus obras maestras como la Sonata del Claro de Luna o la Quinta Sinfonía manifestaba sus propios
sentimientos y añoranzas.
El espléndido espectáculo de la ópera también era del gusto del siglo XIX. Rossini, Bellini, Donizetti y Verdi
expresaban los sentimientos románticos y en ocasiones nacionalistas en óperas como La Cenerentola, Norma,
Lucia di Lammermoor, y Otello.
Los hermanos Grimm buscaron el espíritu romántico en la cultura popular, recopilaron canciones y cuentos
populares como Hansel y Gretel o Rumpelstiltskin. Otros eruditos como Asbjørnsen y Moe en Noruega,
recogieron cuentos populares de sus propios países. Los cuentos se convirtieron en el género literario favorito,
uno de cuyos exponentes más conocidos fue el alemán Hoffmann.
Los cuentos proporcionaban al escritor la libertad para dar rienda suelta a su " fuerza imaginativa de creación
del mundo", permitiéndole disolver la frontera entre la realidad y el sueño. Los escritores románticos ingleses,
incluidos los poetas Wordsworth, Coleridge, Byron, y Shelley, expresaban la ilusión por algo distante e
inaccesible.
Coleridge escribió:
78
"Coleridge escribió:" ¿Y si durmieras y en tu sueño soñaras? ¿ Y si soñaras que ibas al cielo y recogías una flor
extraña y hermosa? ¿ Y si cuando despertaras, tuvieras la flor en la mano? Ah, ¿entonces qué? "
Sin embargo los autores románticos también hacían uso de la ironía para recordar al lector que ellos sólo
experimentaban un universo de ficción manipulado por su creador, el autor. Ese recurso de desilusión se conoce
como "ironía romántica".
Los pintores románticos alemanes, sobre todo Friedrich, se inspiraron en una visión de la naturaleza como una
expresión de lo divino, mientras que los románticos franceses, como Delacroix, reaccionaron contra el
mesurado estilo clásico con pinturas llenas de color y energía. En Inglaterra, Constable y Turner realizaron
pinturas de paisajes que plasmaban las fuerzas de la naturaleza.
En la segunda mitad del siglo XIX, el Romanticismo fue reemplazado gradualmente por otros movimientos
artísticos. En la pintura, el más importante de todos fue el Impresionismo francés aparecido en las postrimerías
del siglo. Los impresionistas como Monet, Renoir, Degas y Pisarro buscaban en sus cuadros que se vislumbrara
fugazmente el motivo a través de la cuidadosa observación de los efectos de la luz. Su temática incluye paisajes,
escenas callejeras y personajes cotidianos. Su influencia alcanzó no sólo a los pintores de todo el mundo sino
también a los músicos, como Debussy.
El desarrollo de la fotografía se aceleró con los experimentos de Daguerre realizados con placas fotográficas en
loa años 30. Usando múltiples negativos y fotografías de cuidada composición, Camille Silvy y otros precursores
hicieron de la fotografía una nueva forma artística. Otros progresos que se realizaron durante el siglo
culminaron con la invención de la película fotográfica y con la invención de una sencilla cámara de filmación en
la década de los 80. Los avances de la fotografía contribuyeron al nacimiento del cine y en 1895 los hermanos
Lumière abrieron en París el primer espectáculo de cine público.
Durante todo el siglo la arquitectura tomó prestados elementos de todos los estilos históricos pero
fundamentalmente de la Grecia y la Roma clásicas. Los arquitectos se volvían hacia el Partenón, los templos
romanos y los arcos de triunfo; el culto a Napoleón está relacionado especialmente con la vuelta al arte de la
Roma Imperial. Poco a poco surgía un estilo como expresión de la era industrial. El Crystal Palace de Londres,
diseñado por Paxton para la gran Exposición de 1815, supuso un triunfo de la ingeniería, igual que la Torre
Eiffel de París en 1889.
Ver también:
Antigua Grecia - Cultura: para los orígenes del estilo clásico, especialmente en la arquitectura
Helenismo y Roma - Cultura: para la arquitectura romana.
La Edad Media - Cultura: para la aparición de muchos cuentos populares a los que eran aficionados los
Románticos, arquitectura gótica, imitada en el siglo XIX.
La Ilustración - Cultura: para comienzos del Romanticismo a últimos del siglo XVIII.
Siglo XIX - Grandes mujeres
Las mujeres en la mayoría de los lugares no consiguieron muchos derechos durante el siglo XIX y en contadas
ocasiones eran independientes social o económicamente. Los hombres tenían garantizado el derecho al voto,
pero en Europa y Norteamérica se les continuaba negando ese privilegio. Sin embargo, una educación mejor
proporcionó a las mujeres, de forma gradual, mayores oportunidades fuera del hogar, mientras los avances
tecnológicos facilitaban las tareas domésticas rutinarias, lo que les permitía no estar tan atadas a los quehaceres
domésticos.
Dos mujeres excepcionales, Florence Nightingale y Annie Besant, ejemplifican el tipo de oportunidades que se
ofrecía a las mujeres de la época.
Florence Nightingale (1820-1910) recibió una esmeradísima educación de su padre. Desde muy pequeña mostró
una decidida vocación a hacia el trabajo de los hospitales, en un tiempo en el que el trabajo de enfermería
apenas se conocía y que, por supuesto, no era considerado una ocupación propia para una mujer de buena
familia. Ella visitó hospitales de Inglaterra y del extranjero y se formó como enfermera en la ciudad egipcia de
Alejandría. Tras el desencadenamiento de la guerra de Crimea en 1854, Florence ofreció sus servicios al
gobierno británico y llegó en el momento adecuado a Scutari con 37 enfermeras. Modificó la planificación
sanitaria y se redujo el índice de mortalidad considerablemente. A su regreso a Londres fundó una escuela para
enfermeras agregada al hospital de Santo Tomás, iniciando así los estudios profesionales de enfermería, y
creando la mayor oportunidad de empleo para las mujeres honradas desde la creación de las comunidades
religiosas femeninas. Florence Nightingale fue la primera mujer que recibió la Orden Británica del Mérito.
Annie Besant (1847-1933) nació en Londres y recibió educación en privado. A los dieciocho años se casó con un
pastor anglicano del que tuvo dos hijos y al que abandonó tras una crisis de fe. Escribió un libro titulado My
Path to Atheism, y reeditó un viejo panfleto The Fruits of Philosophy, que abogaba por el control de la natalidad
para las parejas casadas, por lo que fue juzgada por obscenidad aunque finalmente fuera absuelta.
Posteriormente Annie Besant escribió su propio libro sobre el control de la natalidad titulado Law of
Population, del que se vendieron cientos de miles de copias en todo el mundo. Su marido la llevó a juicio y
debido a sus publicaciones fue privada de sus hijos, fundamentándose en que no era una madre adecuada.
79
Annie Besant apoyó la política socialista radical y el autogobierno irlandés. Colaboró en la organización de
huelgas de mujeres trabajadoras; defendió la educación masiva, la igualdad de los sexos y el voto femenino;
recorrió Gran Bretaña dando conferencias sobre la condición de la mujer, la reforma social, la libertad civil y la
libertad religiosa. En 1889 se unió a la Sociedad teosófica que mantenía la teoría de la reencarnación. Esto la
llevó en 1893 a la India, donde más tarde pasó a ser un líder del movimiento nacionalista Hindú. En 1898 fundó
en Benares el Central Hindu College. Annie Besant fue uno de los primeros europeos que apoyaron la
independencia de la India, a través del Congreso Nacional hindú del que llegó a ser presidenta en 1917.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831)
Hegel fue un hijo del movimiento romántico de comienzos del siglo XIX. Su obra desarrolla la idea de un
"espíritu universal" defendida por Schelling y otros románticos. La filosofía de Hegel es propiamente un método
para comprender la historia, y en sí misma es muy difícil de entender. Con todo, la popularidad de las ideas de
Hegel fue enorme en Alemania incluso durante su vida. Hegel fue profesor en tres universidades, Jena,
Heidelberg y Berlín, pero su influencia se extendió mucho más allá y, cuando murió, el "hegelianismo" ya se
había propagado prácticamente por todas las universidades alemanas.
Ver: Hegel
Charles Darwin (1809-1882)
Darwin fue un naturalista que inició los estudios sobre la evolución que cambiarían la manera de pensar sobre sí
misma de la raza humana. Durante sus dilatados viajes por todo el mundo, Darwin observó muchos factores que
le llevaron a pensar que las especies de plantas y animales evolucionaban a través del tiempo mediante la
selección natural. Su idea fue mal recibida por algunos, a la gente no le gustaba la insinuación de que
descendían del mono, y la Iglesia objetó que la teoría de Darwin era una afrenta al concepto bíblico de la
creación. Hay todavía quien se resiste a aceptar la teoría de Darwin, pero actualmente los biólogos la consideran
correcta en general.
Ver: Darwin
Karl Marx (1818-1883)
Karl Marx, junto con su amigo y colaborador Friederich Engels, es considerado el padre del comunismo. Las
ideas de Marx proceden de un profundo interés por la economía y de una sincera preocupación por sus
semejantes; la resuelta dedicación con la que Marx se concentró en su causa ocasionó gran miseria a su propia
familia. él pensaba que el sistema capitalista era el causante del empeoramiento de las condiciones sociales de la
clase trabajadora y que económicamente era insostenible. Marx incitó a los trabajadores a seguir el curso de
acción apropiado, la revolución. La historia es testigo de la influencia de Marx, pero que la Revolución rusa
fuera o no el resultado del sistema que él había concebido es una cuestión abierta
Ver: Marx
Friedrich Nietzsche (1844-1900)
Nietzsche es uno de las figuras más controvertidas de la filosofía. En un principio fue un brillante filólogo
especializado en filología clásica de donde procede su profunda admiración por los valores del arte griego.
Nietzsche vio su filosofía como una alternativa radical a las ideas religiosas y filosóficas tradicionales. Su
apasionada filosofía, escrita aforísticamente, muestra al cristianismo como "una moral de esclavos" y aboga por
la necesidad de una radical nueva manera de pensar para evitar que el hombre pierda su impulso creativo y
caiga en la mediocridad. La poderosa filosofía profética de Nietzsche continúa siendo objeto de gran variedad de
interpretaciones.
Ver: Nietzsche
Sigmund Freud (1856-1939)
Freud fue un médico austríaco cuyos análisis del subconsciente establecieron el nuevo campo del psicoanálisis.
Freud propuso una nueva descripción de la mente, dividida en tres zonas: el yo, el ello y el super-yo. Basándose
en su trabajo Freud concluyó que muchas perturbaciones psíquicas son el resultado de sentimientos o memorias
que los pacientes tratan de esconder en su subconsciente. Freud desarrolló diversas técnicas, como la hipnosis y
la interpretación de los sueños, para descubrir y eliminar las causas ocultas de la neurosis y de otras
enfermedades psíquicas.
Ver: Freud
Søren Kierkegaard (1813-1855)
Kierkegaard es el primer filósofo existencialista importante. Hombre entusiasta y religioso con tendencia a la
melancolía, Kierkegaard era un brillante y agudo escritor. Su trabajo refleja su carácter apasionado y su
profunda visión personal de la naturaleza de la filosofía. Criticó despiadadamente la impersonalidad de la
filosofía de Hegel y del movimiento romántico. Su ataque a la sociedad y al "cristianismo de domingo" fue
también mordaz. Quería que las personas tomaran sus propias decisiones, evaluaran sus creencias y decidieran
lo que es verdadero por ellos mismos, y no que se eximieran de su propia responsabilidad para hacerlo.
Ver: Kierkegaard
80
HEGEL (1770-1831)La vida de Hegel
Georg Wilhelm Friedrich Hegel nació en Stuttgart, Alemania. A los 18 años empezó a estudiar teología en
Tubinga, justo después de la Revolución Francesa. Durante sus estudios conoció a dos grandes figuras del
Romanticismo: al poeta Hölderlin y al filósofo Schelling. A partir de 1799 colaboró con Schelling en Jena, en el
momento en el que el movimiento romántico se encontraba en su florecimiento más explosivo.
En 1801, Hegel comenzó a enseñar filosofía en la Universidad de Jena. No mucho tiempo después empezó a
trabajar en su libro más importante, Fenomenología del espíritu. En 1806 Jena fue ocupada por las tropas
napoleónicas y la universidad fue cerrada. Hegel no volvió a su carrera académica hasta 1816, cuando se
convirtió en profesor en Heidelberg, el centro del Romanticismo nacional alemán.
Por aquel entonces, Hegel ya tenía una considerable reputación y, en 1818, fue nombrado catedrático de la
Universidad de Berlín, justo cuando la ciudad se empezaba a convertir en el centro espiritual de toda Europa.
Murió de cólera en 1831, cuando ya el "hegelianismo" contaba con una gran adhesión en casi todas las
universidades alemanas.
El espíritu universal
Hegel unificó y continuó casi todas las distintas ideas que se habían desarrollado entre los románticos. Pero, al
mismo tiempo, fue un perspicaz crítico de la filosofía, como de la de Schelling, por ejemplo. Tanto Schelling
como los demás románticos pensaban que el fondo de la existencia se encontraba en lo que llamaban el "espíritu
universal". Hegel utilizaba también esta expresión, pero dándole un nuevo contenido. Cuando Hegel hablaba de
"espíritu universal", o "razón universal", se refería a la suma de todas las manifestaciones humanas, porque sólo
el ser humano tiene "espíritu". Con este significado, habla del curso del espíritu universal a través de la Historia.
Sin embargo, no debemos olvidar que nos está hablando de las vidas de los seres humanos, de las ideas de los
seres humanos y de la cultura de los seres humanos.
Todos los sistemas filosóficos anteriores a Hegel habían intentado fijar criterios eternos sobre lo que el hombre
puede saber sobre el mundo. Kant abordó este problema haciendo una distinción entre el mundo tal y como se
nos aparece y el mundo en sí. Pensaba que nunca podíamos conocer las verdades absolutas sobre el universo en
sí.
Hegel estuvo enormemente influenciado por Kant, pero negó la existencia de esas "verdades absolutas". Para
Hegel, las bases del conocimiento humano cambiaban de generación en generación. No había por lo tanto
"verdades eternas", ninguna razón eterna. Pensaba que la verdad era totalmente subjetiva. El único punto en el
que podían apoyarse los filósofos era la propia Historia. En este sentido, es realmente cuestionable si se puede
decir que Hegel tenía su propia filosofía. Lo que se conoce normalmente como filosofía de Hegel es,
fundamentalmente, un método para entender el desarrollo de la Historia.
Historia
Hegel utilizaba la Historia como el punto fijo de su filosofía pero, pero si la Historia está en cambio constante,
¿cómo puede entonces considerarse como un punto fijo? Un río está en constante cambio, pero no por eso deja
de ser un río. Para Hegel, la Historia era como el curso de un río. Cada pequeño movimiento del agua en un
punto determinado del río está en realidad dado por la caída del agua y por su remolinos de más arriba. Pero
también está influenciado por las piedras y los meandros del río justo en ese lugar.
También la Historia del pensamiento, o de la razón, se podía comparar con el curso de un río. Todos los
pensamientos manan de las tradiciones de las personas que nos han precedido y las condiciones materiales que
rigen en nuestra época contribuyen a determinar la manera en la que pensamos. Por ello, no se puede afirmar
que una determinada idea sea correcta para siempre. Pero sí se podría decir que es correcta en la época y lugar
en la que se generó.
Si hoy alguien abogara por la esclavitud sería tenido, en el mejor de los casos, por un loco. Pero no resultaría tan
loco hace 2.500 años, aunque ya en aquella época había voces que se levantaban contra la esclavitud.
El progreso de la razón
Hegel señaló que la razón era algo dinámico, de hecho, un proceso. Y la "verdad" era ese mismo proceso, porque
no existía ningún criterio fuera del propio proceso histórico que pudiera decidir qué es lo más razonable. Hegel
mantenía que no se podía separar a un filósofo, o cualquier pensamiento, del contexto histórico en el que estaba
inmerso.
Dado que constantemente se iban añadiendo cosas nuevas en la evolución de la filosofía a lo largo de la Historia,
la razón era "progresiva", es decir, que el conocimiento del hombre estaba en constante expansión y evolución.
Por eso, aunque ni la filosofía de Platón ni la de Kant son totalmente correctas, la de Kant lo es más que la de
Platón. El espíritu universal se ha desarrollado y progresado desde Platón a Kant.
Hegel opinaba que el espíritu universal evolucionaba hacia una conciencia de sí mismo cada vez mayor. Los ríos
se hacen cada vez más anchos conforme se van acercando al mar. Según Hegel, la Historia trataba de que el
"espíritu universal" despertara lentamente para concienciarse de sí mismo. El universo siempre ha estado donde
está; pero, a través de la cultura y del desarrollo del hombre, el espíritu universal se hace cada vez más
consciente de su particularidad.
81
La dialéctica de Hegel
La Historia es una larga cadena de reacciones. Hegel señaló ciertas reglas que rigen esta cadena de reflexiones.
Cualquiera que estudie con detenimiento la Historia se dará cuenta de que cualquier idea se sustenta sobre la
base de otra idea anterior. Así, en cuanto se presenta una idea, ésta será refutada por otra, produciéndose así
una tensión entre dos maneras opuestas de pensar. Esta tensión se anula cuando aparece una tercera idea que
recoge lo mejor de los dos puntos de vista precedentes. Hegel llamó a esto la evolución dialéctica.
La dialéctica de Hegel se componía de tres fases de conocimiento: tesis, antítesis y síntesis. Podríamos decir, por
ejemplo, que el racionalismo de Descartes era una tesis que fue contradicha por la antítesis empírica de Hume.
Ahora bien, este antagonismo, o tensión entre las dos maneras de pensamiento, se resolvió con la síntesis de
Kant. éste daba la razón en algunos aspectos a los racionalistas y, en otros, a los empiristas. Pero la Historia no
acaba con Kant. La síntesis de Kant sería entonces el punto de partida de una nueva cadena de reacciones
llevada en tres direcciones o "tríada". Porque también la síntesis será contradicha por una nueva antítesis.
La dialéctica de Hegel no sólo era aplicable a la Historia. También cuando se discute se piensa dialécticamente.
Se intenta localizar los fallos en el argumento, a lo que Hegel llamó "pensamiento negativo". Pero, a la vez que se
buscan estos fallos, se conserva lo mejor. Cuando un socialista y un conservador se sientan para resolver un
problema social, se produce rápidamente una tensión entre los dos modos de pensamiento. Esto no significa
que uno tenga razón plenamente y el otro no. Es más, puede que los dos tengan algo de razón y que ambos se
equivoquen también en parte. Según evoluciona la discusión, lo mejor de ambos será, a menudo, lo que
permanezca.
Mujeres
Hegel opinaba que a toda tesis o punto de vista le seguía un antítesis. La tensión crecía entre ambos y esto
llevaba a una solución de compromiso. Así, desde una amplia perspectiva histórica, una persona que
desarrollaba una idea fomentaba la formación de la idea opuesta. Sólo en este sentido, Hegel podía considerarse
como un personaje que participó en el progreso de los derechos de la mujer.
Hegel escribió: "La diferencia entre el hombre y la mujer es igual a la que existe entre el animal y la planta. El
animal se asemeja al carácter del hombre y la planta al de la mujer, porque su evolución consiste más bien en un
tranquilo despliegue de energía, que tiene como principio la unidad indeterminada del sentimiento. Si las
mujeres están al frente del gobierno, el Estado estará en peligro, porque no actúan conforme a las demandas del
público, sino que siguen inclinaciones y opiniones casuales. También las mujeres se cultivan (no se sabe cómo)
como si absorbiesen las ideas más a través de la vida que mediante la adquisición de conocimientos. El hombre,
por otra parte, tiene que alcanzar su posición luchando por adquirir ideas y mediante enormes esfuerzos según
lo establecido".
Individualismo
El individualismo del Romanticismo encontró su negación o antagonismo en la filosofía de Hegel. Hegel hizo
énfasis en lo que él llamó "poderes objetivos", como la familia o el Estado. Se podía decir que Hegel era algo
escéptico con el individuo. Pensaba que el individuo era una parte orgánica de la comunidad. La razón o el
"espíritu universal" era algo que no se hacía visible hasta la interacción entre los seres humanos.
La razón aparece ante todo en el lenguaje. Y el lenguaje es algo con lo que nacemos. No es creado por un
individuo, sino que el idioma es el que crea al individuo.
De la misma forma que el individuo nace a un lenguaje, también nace a sus condiciones históricas. Nadie puede
tener una relación "libre" con esas condiciones. La persona que no encuentre su lugar en el Estado es, en
consecuencia, una persona no histórica. Esta idea también era muy importante para los grandes filósofos de
Atenas. De la misma forma que es inconcebible un Estado sin ciudadanos, tampoco se concibe al individuo sin
Estado.
Según Hegel, no es el individuo el que se encuentra a sí mismo, sino el espíritu universal que, como él dijo,
vuelve a sí mismo en tres escalones. Con esto quería decir que el espíritu universal se concienciaba de sí mismo
en tres etapas.
En primer lugar, el espíritu universal tomaba conciencia de sí mismo en el individuo, a lo que Hegel llamó la
razón subjetiva. En la familia, en la sociedad y en el Estado, el espíritu universal alcanzaba una mayor
conciencia, a lo que Hegel denominó la razón objetiva, puesto que es una razón que actúa en interacción entre
las personas.
La más elevada forma de autoconocimiento la alcanza el espíritu universal en la razón absoluta. Y esta razón
absoluta es el arte, la religión y la filosofía. Y de ellas, era la filosofía la más elevada, pues, en la filosofía, el
espíritu universal reflexiona sobre su propia actividad en la Historia. Es decir, el espíritu universal se
encontraba consigo mismo en la filosofía. Podríamos decir que la filosofía era el espejo del espíritu universal.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Platón - El Estado: para el lugar del hombre en la sociedad.
Kant - Das Ding an sich: para su distinción dual de la realidad.
82
Marx - Marx y la Historia: para la inversión de Hegel.
Kierkegaard - Kierkegaard y Hegel: para el ataque de Kierkegaard contra Hegel.
Historia:
Siglo XIX - Perspectiva: para el Romanticismo.
Siglo XIX - Cultura: para el Romanticismo.
Bibliografía
Las obras más importantes de Hegel son:
Ciencia de la lógica, Vol. II, Solar, Buenos Aires, 1982.
Fenomenología del espíritu, Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1966.
Principios de la filosofía del derecho, Libertarias/Prodhufi, Madrid, 1993.
ESTUDIOS:
Gadamer, H. G.: La dialéctica de Hegel, Cátedra, Madrid, 1988.
Hyppolite, J.: Génesis y estructura de la fenomenología del espíritu de Hegel, Península, Barcelona, 1991. Tal
vez la obra más clara y rigurosa sobre el pensamiento de Hegel.
Mure, G. R. G.: La filosofía de Hegel, Cátedra, Madrid, 1988.
83
DARWIN (1809-1882)La vida de Darwin
Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury, Inglaterra. Desde muy niño se sintió fascinado por la naturaleza.
En sus años de colegio fue muy criticado por su manía de coleccionar insectos, ranas y otros bichos en vez de
hacer sus tareas escolares.
Después de terminar el colegio, su padre le envió a Cambridge a estudiar teología, aunque a Darwin le
interesaba poco el tema. Cada vez se interesaba más por el mundo de la naturaleza, llegando a obtener una gran
reputación como naturalista. No mucho después de terminar sus estudios en Cambridge, Darwin fue requerido
para participar en una misión del gobierno para hacer un viaje por la costa de Sudamérica. Era una oportunidad
única que le permitía a Darwin aprender aún más sobre la naturaleza y esto le decidió a aceptar el puesto.
Darwin embarcó en el buque de guerra H.M.S. Beagle el 27 de septiembre de 1831 y no volvió a Inglaterra hasta
pasados cinco años. Recorrió Sudamérica, Australia, Sudáfrica y de nuevo Sudamérica. El viaje fue el suceso
más significativo de la vida de Darwin. Logró examinar y recolectar una gran cantidad de especies desconocidas
y, sólo por esto, se convirtió en un científico reconocido. Pero la consecuencia más importante de estas
observaciones fue que llevaron a Darwin a formular su teoría de la evolución y la idea de la "selección natural".
Darwin no publicó sus ideas hasta muchos años después de su viaje. El origen de las especies fue publicado en
1859 y El origen del hombre en 1871. En estas publicaciones se abre camino su teoría de la selección natural.
Tuvieron un gran impacto en su época, pues contradecían muchas de las suposiciones que la gente tenía sobre la
creación de la Tierra y la humanidad. Darwin puso en duda la credibilidad de la Biblia sobre la Creación.
El tema religioso
Aunque ya otros anteriormente habían pensado sobre la idea de la evolución, como el zoólogo francés Lamarck,
fue Darwin el primero que dio una explicación aceptable sobre cómo ocurría la evolución. Y en parte fue porque
Darwin rechazó la doctrina de la Biblia según la cual las distintas especies de plantas y animales eran
inalterables. Cada especie animal o vegetal fue creada de una vez por todas mediante un determinado acto de
creación. Este punto de vista cristiano también armonizaba con las enseñanzas de Platón y Aristóteles.
El paso del tiempo
Cuando Darwin embarcó en el Beagle desde Inglaterra, se llevó consigo el primer tomo de la obra Principios de
geología del científico inglés Charles Lyell. Lyell opinaba que la geografía actual, con altas montañas y
profundos valles, era el resultado de una evolución inmensamente larga y lenta. Su teoría era que cambios muy
pequeños podían conducir a enormes cambios geológicos si se tenían en cuenta los grandísimos periodos de
tiempo transcurridos. Pensaba en las mismas fuerzas que actúan hoy: el sol, el viento, la lluvia, la nieve, el
deshielo, los terremotos y los elevamientos de la tierra.
Darwin también pensó que minúsculos cambios graduales podían dar como resultado dramáticas alteraciones si
transcurriera el tiempo suficiente y que esta misma teoría se podía aplicar a la evolución de los animales y
plantas.
Un factor decisivo de la teoría de Lyell era la edad de la Tierra. En la época de Darwin se suponía generalmente
que habían pasado unos 6.000 años desde que Dios creara el mundo. Se había llegado a esta cifra contando las
generaciones desde Adán y Eva hasta el momento.
Darwin llegó a la conclusión de que la Tierra tenía unos 300 millones de años, pues una cosa quedaba
completamente clara, y era que ni la teoría de Lyell sobre la evolución gradual ni la del propio Darwin tendría
ningún sentido si no se contaba con periodos enormemente largos. Hoy en día sabemos que la Tierra tiene unos
4.600 millones de años.
Adaptación de especies
Darwin observó en sus viajes con sus propios ojos que, de una región a otra, las distintas especies animales
podían distinguirse por muy pequeñas diferencias. Sobre todo, hizo unas interesantes observaciones al respecto
en las Islas Galápagos, al oeste de Ecuador. Son un grupo de islas volcánicas, por lo que no había grandes
diferencias ni en la flora ni en la fauna. Pero a Darwin le interesaban precisamente esas pequeñas diferencias.
En todas las islas se topaba con tortugas gigantes, pero todas variaban algo de isla a isla. ¿Verdaderamente
había creado Dios una raza de tortugas gigantes distinta para cada una de las islas?
Las observaciones que hizo Darwin sobre los pájaros en las Galápagos fueron aún más significativas. Había
claras diferencias de una isla a otra entre las distintas clases de pinzones, por ejemplo en lo que se refiere a la
forma del pico. Darwin demostró que estas variaciones estaban estrechamente unidas a lo que los pinzones
comían en las distintas islas. ¿Provenían todos esos pinzones de la misma especie de pinzones? ¿Se había ido
adaptando esa especie al entorno de las distintas islas, de manera que al final habían aparecido nuevas especies
de pinzones? él concluyó que sí. Pero todavía no tenía una explicación viable de cómo se había producido dicha
evolución.
La selección natural
Darwin estaba familiarizado con la teoría del zoólogo francés Lamarck, quien había señalado que cada una de
las especies animales había evolucionado según sus necesidades. Las jirafas, según él, tenían el cuello tan largo
porque durante muchas generaciones lo habían estirado con el fin de llegar a las hojas de los árboles. Lamarck
84
opinaba que las características que cada individuo iba adquiriendo poco a poco también eran heredadas por los
descendientes. Pero Darwin rechazó esta teoría de las "cualidades adquiridas" simplemente porque Lamarck no
tenía ninguna prueba de sus atrevidas aseveraciones. Sin embargo, Darwin empezó a analizar otra línea de
pensamiento mucho más evidente.
En octubre de 1838, consiguió hacerse con un libro de Thomas Malthus llamado Ensayo sobre el principio de la
población. Se basaba en la idea de que si no había factores de limitación en la naturaleza, una sola planta o
especie se habría extendido por toda la Tierra. Pero, como hay varias especies, todas ellas se mantienen en
equilibrio.
Malthus continuó desarrollando esta idea y la aplicó a la población terrestre. Señaló que la capacidad
procreadora de los humanos era tan grande que siempre nacían más niños de los que tenían posibilidad de
sobrevivir. Puesto que la producción de alimentos nunca podría llegar a alcanzar el crecimiento de la población,
un gran número estaría destinado a sucumbir en la lucha por la existencia. Los que sobrevivieran, y, por
consiguiente, perpetuaran la raza, serían los que mejor se defenderían en la lucha por la existencia.
éste era, de hecho, el mecanismo universal que buscaba Darwin. De pronto encontró la explicación de cómo
ocurría la evolución. Se debía a la selección natural en la lucha por la vida y, en esa lucha, el que mejor se
adaptara al entorno es el que sobreviviría y perpetuaría la raza. ésta era la segunda teoría que presentó Darwin
en el libro El origen de las especies. Señaló que la lucha por la existencia era a menudo más dura entre especies
cercanas, porque tenían que luchar por los mismos alimentos. Es entonces cuando actúan las pequeñas
ventajas, esto es, las pequeñas y positivas variaciones con respecto a la media. Cuanto más amarga sea la lucha
por la existencia, más rápida será la evolución de nuevas especies. En esos casos, sólo sobrevivirán los que estén
mejor adaptados, todos los demás morirán.
El resultado de esta constante selección hacía que los que mejor estuvieran adaptados a un determinado
ambiente, o a una determinada celda ecológica, serían los que, a la larga, continuarían con la especie. Pero el
mundo contenía muchos tipos diferentes de ambientes y lo que era una ventaja en un ambiente no tenía por qué
serlo en otro. Consecuentemente, el mundo estaba poblado por una enorme cantidad de especies diferentes.
La ascendencia humana
En 1871, Darwin publicó El origen del hombre, en la que señalaba todos los grandes parecidos entre los
humanos y los animales, anticipándose a la teoría de que el hombre y los monos antropoides tuvieron que
haberse desarrollado en algún momento del pasado a partir de un mismo progenitor. Por aquel entonces,
también se habían encontrado los primeros fósiles de cráneos de una clase extinguida de humanos, primero en
el Peñón de Gibraltar y, unos años más tarde, en Neanderthal, Alemania.
La teoría de Darwin de que los humanos estaban relacionados con los monos no sólo levantó las iras de la
Iglesia, sino también de la sociedad en general. Esto se debía a que se alejaba completamente de la teoría bíblica
sobre la Creación y derrumbaba la visión que tenía el ser humano de sí mismo como algo "especial" y diferente
del resto del reino animal. La esencia de la teoría de Darwin era que el hombre era consecuencia de una serie de
variaciones aleatorias. Y, por si fuera poco, dijo que estábamos emparentados de alguna forma con los monos,
transformando la existencia del hombre en el producto de algo tan poco sentimental como la lucha por la
existencia. A mucha gente le costó aceptar este punto de vista.
Neodarvinismo
Darwin creía que la evolución era el resultado de variaciones entre las especies. Pero Darwin sólo tenía una vaga
idea de cómo empezaban estas variaciones. Sobre la cuestión de cómo surgían estas variaciones, la teoría de
Darwin fue completada por lo que se llama el neodarvinismo.
Todo lo que es vida y reproducción es, en último término, efecto de una división celular. Cuando una célula se
divide en dos, se producen dos células con exactamente los mismos factores hereditarios.Es decir, en la división
celular se copia una célula en sí misma. Pero, algunas veces, aparecen minúsculos fallos en este proceso, de
modo que la célula copiada no sale exactamente igual a la célula de origen. En términos de biología moderna, a
esto se le llama mutación. Tales mutaciones pueden carecer totalmente de importancia, pero otras pueden llevar
a cambios importantes de las cualidades del individuo. Quizá uno de estos cambios positivos aporte al individuo
precisamente la cualidad que necesita para defenderse mejor en la lucha por la existencia.
Darwin opinaba que el largo cuello de una jirafa era una variación natural de la longitud del cuello del
progenitor de la jirafa. El neodarvinismo completaba este punto de vista señalando la causa clara de que se
produzcan esas variaciones. Si una mutación hacía que una jirafa naciera con el cuello más largo, ésta podría
comer más hojas y esto era especialmente importante en épocas de escasez de alimentos. Pero también
podríamos imaginarnos unas jirafas primitivas que hubieran desarrollado la habilidad de hurgar en la tierra
para encontrar comida. Después de un larguísimo periodo de tiempo, una especie de animales extinguida puede
haberse dividido en dos especies de animales.
El medidor de abedul
En Inglaterra hay una determinada especie de mariposa llamada el medidor de abedul, que vive en los claros
troncos de los abedules. Proporciona un perfecto ejemplo de la teoría de la evolución por selección natural de
Darwin.
85
Hacia el siglo XVIII, la gran mayoría de los medidores de abedules eran de color gris claro, lo cual era bastante
efectivo como camuflaje. De vez en cuando podía aparecer un medidor más oscuro, pero duraba poco, pues era
presa fácil para los pájaros, por lo que siempre había una abrumadora mayoría de insectos más pálidos.
Pero el entorno se modificó. En varios lugares los troncos de los abedules se empezaron a ennegrecer debido a la
contaminación provocada por la incipiente revolución industrial. Esto hizo que los medidores que ahora tenían
más posibilidades de vivir fueran los oscuros. Desde 1848 hasta 1948, la proporción de medidores de abedul de
color oscuro se incrementó desde el 1 hasta el 99 por ciento en ciertos puntos. Los "perdedores" blancos eran
inmediatamente capturados por los pájaros apenas se posaban en un árbol.
Pero el entorno se volvió a modificar. El cada vez menor uso del carbón y la utilización de mejores equipos de
filtrado en las fábricas redujo significativamente la polución del entorno. Los abedules volvieron a recuperar su
color original y los medidores tuvieron que volver a adaptarse al entorno. Esto es lo que llamamos la ley de la
adaptación.
El origen de la vida
Darwin clasificó la vida en una estructura de árbol con categorías y subcategorías de una forma similar al
método de clasificación que Aristóteles utilizó unos dos mil años antes. Este sistema de clasificación mostraba
cómo todas las especies estaban relacionadas y Darwin vio que algunas de las diferentes especies compartían
orígenes comunes (por ejemplo, las aves se separaban de los reptiles en un determinado punto y éstos partían
en otro de los anfibios que, a su vez, partían de los peces).
Hay en el mundo más de un millón de especies y este millón es sólo una pequeña parte de las especies que, en
algún momento, han vivido sobre la Tierra. Darwin sospechaba que toda la vida provenía de un organismo
unicelular simple. Pero ¿cómo apareció esta primigenia forma de vida? Darwin no lo sabía realmente, pero
especulaba: "...Si pudiéramos imaginarnos una pequeña charca caliente en la que se encontraran toda clase de
sales, en la que hubiera amoniaco y fósforo, luz, calor, electricidad, etc., y que se formase químicamente un
compuesto proteico en esta charca, dispuesto a someterse a cambios aún más complicados...".
Darwin filosofaba sobre cómo la primera célula podría haber surgido de una materia inorgánica. Y, de nuevo,
volvió a dar en el clavo. Los científicos de hoy en día se imaginan precisamente que la primera y primitiva forma
de vida surgió en esa "pequeña charca caliente" que describió Darwin.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Aristóteles - Escala de la naturaleza: para la clasificación de las especies.
Nietzsche - El hombre físico : para el instinto de predominio del hombre.
Freud - Pensamiento de Freud: para las tendencias naturales del hombre.
Historia:
Siglo XIX - Descubrimientos: para Darwin.
Bibliografía
Las obras más importantes de Darwin son:
El origen de las especies, Edaf, Madrid, 1980.
El origen del hombre y la selección en relación al sexo, Edaf, Madrid, 1989.
ESTUDIOS:
Bowler, P. J.: Charles Darwin: el hombre y su influencia, Alianza, Madrid, 1995.
Guiselin, M. T.: El triunfo de Darwin, Cátedra, Madrid, 1983.
Ruse, M.: La revolución darwinista, Alianza, Madrid, 1983.
86
KIERKEGAARD (1813-1855)La vida de Kierkegaard
Søren Kierkegaard nació en Copenhague, Dinamarca. Fue el más joven de siete hermanos, aunque, cuando tenía
21 años, cinco de ellos y su madre murieron. Como consecuencia de esto, sus años de formación posteriores
estuvieron dominados por su padre, un ferviente religioso muy estricto. Kierkegaard heredó de su padre su
melancolía religiosa, un estricto sentido de la religiosidad y su naturaleza extrovertida.
Cuando tenía 17 años, Kierkegaard se inscribió en la universidad para estudiar teología. Allí desarrolló un gran
interés por la literatura y la filosofía, que en aquel tiempo estaba bajo la influencia del hegelianismo. Pasó diez
años en la universidad, culminando sus estudios allí con su brillante tesis El concepto de la ironía, en la cual
atacaba el hegelianismo.
En 1840, Kierkegaard se prometió a una mujer llamada Regina Olsen, pero poco tiempo después decidió que
casarse no sería compatible con su divina misión de ser escritor. Canceló el compromiso al siguiente año, algo
que la burguesía de Copenhague no vio demasiado bien.
En 1841, Kierkegaard fue a Berlín para seguir las clases de Schelling, esperando encontrar en ellas una
alternativa al hegelianismo. Se quedó profundamente decepcionado sin embargo y, en 1843, publicó otro
ardiente ataque contra Hegel en su libro O esto... o aquello. Este libro, como muchos de los suyos, fue publicado
bajo un seudónimo.
Las últimas obras de Kierkegaard eran ataques a la institución de la Iglesia por su fracaso en el ofrecimiento de
un verdadero cristianismo. Llegó a perder incluso mucho dinero en la edición de un periódico, "El Instante",
que satirizaba la Iglesia y sus ministros.
En 1855 Kierkegaard contrajo repentinamente una peligrosa enfermedad de médula y murió, al poco tiempo,
cuando contaba 42 años.
Kierkegaard y Hegel
Hegel estaba mucho más interesado en lo que llamó "el espíritu universal" que en los individuos. Creía que toda
la historia se podría ver como la toma de conciencia de sí mismo del Espíritu Universal. Sólo cuando el espíritu
universal fuera completamente consciente de sí mismo se revelaría las verdades eternas. Hasta ese momento,
cualquiera que afirme que algo es cierto sólo se basará en un conocimiento incompleto. El sistema hegeliano no
dejaba sitio a las cuestiones de elección personal (la certeza de cualquier declaración o creencia dependía del
Espíritu Universal).
Incluso después de su muerte, el "sistema" de Hegel se utilizó para la explicación general de todo tipo de
preguntas. Kierkegaard, que lo detestaba, señaló que las "verdades objetivas" hegelianas eran absolutamente
irrelevantes para la vida individual de cada persona.
Según Kierkegaard, más importante que buscar la Verdad (con V mayúscula) era encontrar la "verdad para mí".
De esa manera, colocó al individuo contra el "sistema". Kierkegaard opinaba que Hegel se había olvidado de que
él mismo era un ser humano. Así describía Kierkegaard a un típico profesor hegeliano: "Mientras el
meditabundo y respetado señor profesor explica la totalidad de la existencia, se olvida, en su distracción, de
cómo se llama, de lo que es un ser humano, simplemente un ser humano, no unos ficticios 3/8 de párrafo".
Kierkegaard fue el primero de los grandes filósofos existencialistas. Los existencialistas creen que el problema
del propio ser humano es mucho más importante que los conocimientos objetivos de la naturaleza general de la
existencia. Las descripciones amplias de la naturaleza humana o del ser humano no tenían ningún interés para
Kierkegaard. La única cosa que le importaba era la "propia existencia". Y no se experimenta la existencia de uno
detrás de un escritorio. Sólo cuando actuamos (y especialmente cuando hacemos elecciones significativas) es
cuando sentimos nuestra propia existencia.
Sociedad
Hacia el final de su vida, Kierkegaard se hizo tremendamente crítico con la sociedad, declarando que "Toda
Europa camina hacia la bancarrota". Pensaba que vivía en una época totalmente carente de pasión y dedicación.
Las personas de la nueva sociedad urbana, decía, se habían convertido en el "público" y la característica
predominante de la gente, o de las masas, era su "palabrería". Hoy en día utilizaríamos, a lo mejor, la expresión
"conformismo", es decir, que todo el mundo opina y defiende lo mismo, sin tener ningún sentimiento más
profundo hacía el tema en cuestión.
Kierkegaard no era siempre indulgente en sus apreciaciones. Tenía una pluma aguda y una ironía amarga. A
veces, proclamaba sutilezas tales como que "la multitud es la mentira" o que "la verdad siempre está en la
minoría". Decía, además, que la mayor parte de la gente tenía una visión superficial de la existencia.
Kierkegaard reaccionó especialmente contra la falta de entusiasmo de la Iglesia y criticó vivamente lo que
podríamos llamar "religión de los domingos". Para Kierkegaard, el cristianismo era tan abrumador y tan
irracional que tenía que ser "lo uno o lo otro". No se podía ser "un poco" cristiano o "hasta cierto punto". Porque
lo hizo, Jesús resucitó el Domingo de Pascua o no. Y si realmente resucitó, esto es entonces tan inmenso que
tiene que inundar nuestras vidas.
Pero Kierkegaard observó que tanto la Iglesia como la mayoría de las personas tenían una postura poco
comprometida ante las cuestiones religiosas. Para Kierkegaard, la religión y la razón eran como el fuego y el
87
agua. No bastaba con creer que el cristianismo era lo "verdadero". La fe cristiana consistía en llevar una vida
cristiana.
Verdad y religión
Kierkegaard opinaba que la verdad era "subjetiva". Con esto no quería decir que no importara lo que
pensáramos o creyéramos, sino que, realmente, las verdades importantes son "personales". Esas verdades son
solamente "verdades para mí".
Una cuestión importante era si, por ejemplo, el cristianismo era lo verdadero. Es una cuestión ante la que no se
podía tomar una postura académica o teórica. Para uno que "se entendía a sí mismo en términos de existencia"
se trataba de una cuestión de vida o muerte. No es algo para lo que uno se siente a discutir por discutir. Es algo
que se debe tratar con la máxima pasión y fervor.
Si alguien se cae al agua, no adopta una postura teórica ante la cuestión de si se va a ahogar o no. En ese caso no
es ni "interesante" ni "poco interesante" si hay cocodrilos en el agua. Es cuestión de vida o muerte.
Por lo tanto, teníamos que distinguir entre la cuestión filosófica de si existe un Dios y la relación del individuo
con la misma cuestión. Ante cuestiones de este tipo, cada individuo se encuentra totalmente solo. Y a preguntas
semejantes sólo nos podíamos aproximar mediante la fe. Las cosas que podemos saber mediante la razón son,
según Kierkegaard, completamente irrelevantes.
La fe era el factor más importante en las cuestiones religiosas. Kierkegaard escribió: "Si puedo entender a Dios
objetivamente, no creo; pero, precisamente porque no puedo, por eso tengo que creer. Y si quiero conservarme
en la fe, tendré que cuidarme siempre de conservar la incertidumbre objetiva, de estar a 70.000 fanegas de
profundidad en esta incertidumbre objetiva y seguir preservando mi fe".
Anteriormente, muchos habían intentado probar la existencia de Dios o, al menos, captarla con la razón. Pero, si
uno se da por satisfecho con ese tipo de pruebas de Dios o argumentos de la razón, pierde la propia fe y, con ella,
también el fervor religioso. Porque lo esencial no es si el cristianismo es o no lo verdadero, sino si es lo
verdadero para ti.
Tres fases de la vida
Kierkegaard opinaba que existen tres actitudes vitales diferentes. él utilizaba la palabra fases para
denominarlas: la fase estética, la fase ética y la fase religiosa. Utilizaba el término "fase" para remarcar que se
puede vivir en las fases inferiores y, de repente, dar el salto a una fase superior. No obstante, mucha gente vivía
en la misma fase toda su vida.
Quien vive en la fase estética vive el momento y busca siempre conseguir el placer. Bueno es todo lo hermoso,
bello o grato. Esta persona vive totalmente en el mundo de los sentidos y el "esteta" se convierte en esclava de
sus propios placeres y estados de ánimo. Todo lo aburrido es negativo.
El que vive en la fase estética puede llegar a sentir pronto la angustia o sensación de vacío. Según Kierkegaard,
la angustia era algo casi positivo. Era una expresión de que uno se encuentra en una "situación existencial".
Ahora, el estético puede optar por dar el gran salto a la fase superior. Pero puede suceder o no. No sirve de nada
estar a punto de saltar si no se hace del todo. Aquí se trataba de "lo uno o lo otro"". Pero nadie puede dar el salto
por ti. Tú mismo tienes que elegirlo.
La "fase ética" se caracteriza por la seriedad y las elecciones consecuentes según criterios morales. Esta actitud
ante la vida puede recordar a la ética del deber de Kant. Se intenta vivir de acuerdo con la ley moral. Igual que
Kant, Kierkegaard ponía su atención ante todo en la disposición mental de la persona. Lo esencial no es
exactamente lo que uno opina que es correcto y lo que no. Lo esencial es que uno elija tener una opinión sobre lo
que es correcto o lo que es equivocado. Lo único que le interesa al estético es si una cosa es divertida o aburrida.
Kierkegaard opinaba que tampoco la fase ética era la más satisfactoria. También en la fase ética podía uno llegar
a aburrirse de ser tan cumplidor y minucioso. Muchas personas, cuando se hacen mayores, llegan a
experimentar una gran sensación de cansancio. Algunos pueden caer de nuevo en la fase estética.
Pero algunos dan un nuevo salto hasta la "fase religiosa", alcanzando así "la profundidad de 70.000 fanegas". de
la fe. Eligen la fe ante el placer estético y los deberes de la razón. Y, aunque puede ser "terrible caer en las manos
del Dios vivo", como decía Kierkegaard, es cuando por fin el ser humano encuentra la conciliación.
Para Kierkegaard, la fase religiosa era la religión cristiana. Pero también tendría una gran importancia para los
pensadores no cristianos. El existencialismo, el cual inspiró, floreció extensamente durante el siglo XX.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Sócrates - El diálogo socrático: para la ironía socrática.
Kant - ética: para su ética del deber.
Hegel - Individualismo: para el punto de vista atacado por Kierkegaard.
Heidegger - La vida de Heidegger: para su desarrollo del existencialismo.
Sartre - Pensamiento de Sartre: para su continuación del existencialismo.
88
Historia:
Siglo XIX - Perspectiva: para el Romanticismo.
Siglo XIX - Cultura: para el Romanticismo.
Bibliografía
Las obras más importantes de Kierkegaard son:
El concepto de la angustia, Espasa-Calpe, Madrid, 1992.
Temor y temblor, Tecnos, Madrid, 1987.
Tratado de la desesperación, Santiago Rueda, Buenos Aires, 1976.
ESTUDIOS:
Harshorne, M. H.: Kierkegaard, el divino burlador, Cátedra, Madrid, 1992. Este libro destaca la importancia
del uso de los seudónimos en las obras de Kierkegaard.
Prini, P.: Historia del existencialismo: de Kierkegaard a hoy, Herder, Barcelona, 1992.
Sartre, J. P.: Kierkegaard vivo, Alianza, Madrid, 1970.
89
MARX (1818-1883) La vida de Marx
Marx nació en Tréveris, Alemania. Era hijo de un abogado y, durante una época, parecía que iba a seguir los
pasos de su padre pero, en 1836, cambió su curso de leyes en la Universidad de Berlín por uno de filosofía.
Cuando Kierkegaard fue a Berlín en 1841, ambos estuvieron muy próximos en las clases de Schelling.
Kierkegaard escribió una tesina sobre Sócrates y, por la misma época, Marx escribió una tesis doctoral sobre
Demócrito y Epicuro (los materialistas de la Antigüedad). Más tarde, Marx formularía su propio "materialismo
histórico".
Pero la carrera de Marx como filósofo académico fue corta. Cuando Federico Guillermo IV llegó al poder en
1840, el joven movimiento hegeliano, del que Marx formaba parte, fue atacado. Se casó en 1843 y pasó varios
años de su vida en Francia, Bélgica y Alemania, editando publicaciones políticas radicales. Mientras estuvo en
París formó parte del movimiento de las clases obreras y se interesó enormemente por la economía.
En 1848, Marx ayudó a la fundación de la Liga Comunista y publicó el Manifiesto comunista. Después de esta
publicación, fue expulsado de Prusia y se trasladó a Londres, donde él y su familia vivieron en una terrible
pobreza. Tres de sus seis hijos murieron y la propia salud de Marx empeoró bastante. Sin embargo, continuó
escribiendo y manteniendo su postura política, y dio comienzo a la Asociación Internacional de Trabajadores.
En 1867 apareció el primer volumen de El capital, su gran obra sobre el capitalismo. Los otros dos volúmenes
aparecieron después de su muerte en 1883.
La filosofía práctica
El pensamiento de Marx tenía un objetivo práctico (o político). No sólo era un filósofo sino, además, un
sociólogo, un historiador y un economista.
No hay ningún otro filósofo que haya tenido tanta importancia para la política práctica. Debemos, sin embargo,
cuidarnos de identificar todo lo que se llama marxismo con el propio pensamiento de Marx. Se dice que Marx se
convirtió en marxista a mediados de 1840, pero que, de vez en cuando, tuvo que señalar que no era marxista.
Desde el principio, su amigo y colega Friedrich Engels contribuyó a lo que más tarde se acabaría llamando
marxismo. En nuestro siglo, Lenin, Stalin, Mao y muchos otros han hecho sus propias aportaciones al marxismo
o marxismo-leninismo.
Marx y la Historia
Marx no era un materialista filosófico, como los atomistas de la Antigüedad que él había estudiado, ni abogó por
el materialismo mecanicista de los siglos XVII y XVIII, pero pensaba que, en gran medida, eran las condiciones
materiales de la sociedad las que decidían cómo pensábamos.
Hegel había señalado que la evolución histórica se movía hacia delante debido a una tensión entre dos opuestos,
la cual se resolvía mediante un cambio repentino. Esta idea fue continuada por Marx, pero, según éste, Hegel lo
expresaba al revés. Hegel llamó a esta fuerza que impulsaba la Historia hacia delante "espíritu universal". Esto,
según Marx, era poner las cosas al revés. Quería demostrar que los cambios materiales son decisivos. Por lo
tanto, no son las "condiciones espirituales" las que crean los cambios materiales, sino al revés. Son los cambios
materiales los que crean las nuevas condiciones espirituales. Marx subrayó especialmente las fuerzas
económicas de la sociedad como las que crean los cambios y, de esa forma, impulsan la Historia hacia delante.
La filosofía y la ciencia de la Antigüedad tenían una finalidad meramente teórica. No se tenía mucho interés en
aplicar los conocimientos a la práctica. Eso tenía que ver con la organización de la vida cotidiana económica en
sí. La producción estaba más o menos basada en el trabajo de los esclavos, por lo que los ciudadanos no tenían
necesidad de mejorar la producción mediante inventos prácticos.
Marx llamó a estas condiciones materiales, económicas y sociales la "base" de la sociedad. A cómo se piensa en
una sociedad, qué clase de instituciones políticas se tienen, qué leyes y, lo que no es menos importante, qué
religión, moral, arte, filosofía y ciencia, Marx lo llamó supraestructura de la sociedad.
La base de la sociedad
Marx identificó tres niveles en la base de la sociedad. Lo más básico lo denominó condiciones de producción de
la sociedad, es decir, las condiciones y recursos naturales que existen en la sociedad. Todo esto constituye los
cimientos de la sociedad, y estos cimientos ponen límites clarísimos sobre qué tipo de producción puede tener
esta sociedad. Y con ello, también se ponen límites muy claros sobre qué tipo de sociedad y qué tipo de cultura
se puede llegar a tener en general. No se puede tener un negocio de arenques en el Sáhara ni cultivar dátiles en
el norte de Suecia. La forma de pensar de la gente en una cultura nómada es muy diferente a la de un pueblo
pesquero del norte de Europa.
El siguiente nivel abarcaba las fuerzas productivas que existían en la sociedad. Marx se refería con esto a la
clase de herramientas y maquinaria de que se disponía.
El tercer nivel de la base de la sociedad comprendía a los propietarios de los medios de producción. A la
organización del trabajo, es decir, a la distribución del trabajo y la distribución de la propiedad, Marx las llamó
relaciones de producción de la sociedad.
90
Marx concluyó que era el modo de producción de una sociedad el que decidía las condiciones políticas e
ideológicas que había en dicha sociedad. No es una casualidad que hoy en día pensemos de un modo algo
distinto, y que tengamos una moral distinta a la que existía en una antigua sociedad feudal.
Trabajo
Antes de que se convirtiera en comunista, el joven Marx se interesó por saber qué le ocurría al ser humano
cuando trabajaba. También Hegel pensaba que cuando el hombre trabajaba, intervenía en la naturaleza y dejaba
su huella en ella. Pero en este proceso laboral también la naturaleza intervenía en el hombre y transformaba su
conciencia. Es decir, la forma en que pensábamos estaba estrechamente unida al trabajo que hacíamos.
Tanto para Hegel como para Marx, el trabajo era algo positivo e íntimamente relacionado con la esencia de la
humanidad. Una persona sin trabajo es, en cierto sentido, una persona vacía. Ser un trabajador es algo muy
positivo.
En el sistema capitalista, el obrero trabaja para otro. Su trabajo se convierte entonces en algo externo a él, algo
que no le pertenece. El trabajador se convierte en un extraño para su trabajo, incluso para sí mismo. Se siente
alienado, lo que para Marx era inaceptable.
En la sociedad capitalista, el trabajo está organizado de manera que el obrero, o proletario, realiza, en realidad,
un trabajo de esclavo para otra clase social: la burguesía. En la época de Marx, un obrero podía perfectamente
trabajar doce horas al día en condiciones infrahumanas. La paga era a menudo tan pequeña que también tenían
que trabajar niños y mujeres que acababan de dar a luz. Todo esto llevó a unas condiciones sociales
indescriptibles. En algunos lugares, parte del salario se llegaba a pagar incluso en aguardiente barato y las
mujeres se veían obligadas a ejercer la prostitución. El trabajador se había convertido en una especie de animal.
La primera frase del Manifiesto comunista, que Marx publicó con Engels en 1848, dice: "Un fantasma recorre
Europa, el fantasma del comunismo".
Todo el proletariado había empezado a levantarse contra la burguesía. De hecho, el manifiesto termina así: "Los
comunistas desprecian mantener en secreto sus propias opiniones e intenciones. Declaran abiertamente que su
meta sólo podrá alcanzarse cuando el régimen social hasta ahora vigente sea derribado por la fuerza. Que las
clases dominantes tiemblen a la vista de una revolución comunista. El proletario no tiene nada que perder
excepto sus cadenas. Tiene un mundo por ganar. ¡Proletarios del mundo entero, uníos!".
Explotación
Si un trabajador produce un determinado producto, este producto tiene un cierto valor de venta. Si se
descuentan los sueldos de los trabajadores y el resto de los costos de producción del valor de la venta, siempre
quedará una cierta cantidad de dinero. Esta cantidad fue a lo que Marx llamó ganancias. Según él, el capitalista
se embolsa un dinero generado por el trabajador. Es a lo que Marx se refirió como explotación.
El capitalista puede luego invertir parte de las ganancias en nuevo capital, por ejemplo, en la modernización de
las instalaciones de producción. Lo hace con la esperanza de poder producir la mercancía aún más barata y, por
consiguiente, de aumentar su beneficio. Esto puede parecer lógico pero, a la larga, no sucederá lo que se imagina
el capitalista.
Marx opinaba que había varias contradicciones en la manera de producción capitalista. El capitalismo es un
sistema económico autodestructivo, puesto que carece de una dirección racional. Es inherente al sistema
capitalista el caminar hacia su propia perdición. De esta manera, el capitalismo es "progresivo", porque es una
fase en el camino hacia el comunismo.
Imaginemos al capitalista al que le sobra dinero y que lo utiliza para modernizar la empresa. No obstante,
también gasta parte de ese dinero en sus gastos personales, no siempre de primera necesidad. Compra nueva
maquinaria, por lo que ya no necesita tantos empleados. Eso lo hace con el fin de aumentar su capacidad
competitiva. Pero él no es el único que piensa así, lo que significa que todo el sector de producción se hace más
eficaz. Las fábricas se hacen cada vez más grandes y se concentran en cada vez menos manos. Se necesitará
también menos mano de obra, por lo que habrá más desempleados. Consecuentemente, aumentará el
desencanto y los problemas sociales y el capitalismo entrará en una crisis. Son esas crisis las que denotan un
rasgo de la autodestrucción del capitalismo.
El capitalismo tiene otros diferentes elementos autodesctructivos. A medida que la competitividad aumenta, el
capitalista debe actuar para no perder beneficios, lo cual consigue bajando los sueldos de los empleados. Esto,
llevado a gran escala, hace que el poder adquisitivo de los obreros disminuya, con lo que no podrán comprar
nada. El capitalista no vende y el sistema, así, se colapsa. Pronto empieza a atisbarse una situación
revolucionaria.
Tras la revolución
Marx predijo que, durante el primer periodo que sigue a una revolución, tendríamos una nueva "sociedad de
clases" en la que los proletarios mantendrían sometida por la fuerza a la burguesía. A esta etapa, Marx la
denominó dictadura del proletariado. Pero, tras un periodo de transición, la dictadura del proletariado sería
sustituida por una "sociedad sin clases" o comunismo, en la que los medios de producción serían propiedad de
todos, es decir, del propio pueblo. En una sociedad así, cada uno "rendiría según su capacidad y recibiría según
sus necesidades". El trabajo pertenecería entonces al propio pueblo, cesando así la alienación capitalista.
91
Los economistas de hoy podrán afirmar que Marx se equivocó en varios puntos importantes, por ejemplo en su
análisis de las crisis del capitalismo. Además, Marx no tuvo suficientemente en cuenta la explotación de la
naturaleza, que hoy en día sentimos cada vez con más gravedad. El marxismo ha desencadenado grandes
cambios; por lo menos en Europa vivimos en una sociedad más justa y solidaria que la de la época de Marx, y
eso se lo debemos especialmente al propio Mar y a todo al movimiento socialista.
Después de Marx, el movimiento socialista se dividió en dos tendencias principales. Por un lado surgió la
socialdemocracia y, por otro, el leninismo. La socialdemocracia, que abogaba por una aproximación pacífica al
socialismo, fue el camino elegido por Europa Occidental. Este proceso se podría denominar "revolución lenta".
El leninismo, que conservó la fe de Marx en que sólo la revolución podía combatir la vieja sociedad de clases,
tuvo una gran trascendencia en Europa Oriental, Asia y áfrica. Pero los dos movimientos, cada uno a su manera,
han combatido la miseria y la opresión.
Algunos de los regímenes comunistas que aparecieron desde entonces han caído en una nueva forma de
opresión. Sería absolutamente irracional echar la culpa a Marx de las condiciones negativas en los llamados
países comunistas, cincuenta o, incluso, cien años después de su muerte. Pero tal vez Marx no pensó demasiado
en los que debían administrar el comunismo y ser, por tanto, la nueva clase dominante.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Demócrito - La teoría atómica: para su materialismo.
Hegel - El espíritu universal: para su visión del cambio histórico.
Historia:
Siglo XIX - Perspectiva: para Marx y el ascenso del comunismo.
Siglo XIX - Sociedad: para el crecimiento del socialismo, especialmente en las ciudades.
Siglo XIX - Política: para el Manifiesto comunista.
Siglo XX - Política: para la Revolución Rusa.
Bibliografía
Entre las obras más famosas de Marx se encuentran:
Diferencia de la filosofía de la naturaleza según Demócrito y Epicuro, Universidad Central de Venezuela,
Caracas, 1973.
El capital, Crítica, Barcelona, 1980.
Miseria de la filosofía, Cartago, Buenos Aires, 1987.
ESTUDIOS:
Berlin, I.: Karl Marx, Alianza, Madrid, 1973.
Elster, J.: Una introducción a Karl Marx, Siglo XXI, Madrid, 1991. Una exposición sistemática del pensamiento
de Karl Marx desde la teoría ética de la decisión racional.
McLellan, D.: Karl Marx: su vida y sus ideas, Crítica, Barcelona, 1977. Un estudio detallado y con autoridad de
Marx.
92
NIETZSCHE (1844-1900) La vida de Nietzsche
Friedrich Nietzsche nació en 1844 en el pueblecito de Röcken, cerca de Leipzig, donde su padre era párroco.
Desde muy temprana edad mostró sus grandes dotes, aprendiendo latín y griego y escribiendo una admirable
poesía,cuando apenas era un niño. A los 24 años, Nietzsche empezó a enseñar filología clásica en la Universidad
de Basilea, Suiza. No obstante, siempre sufrió jaquecas y tuvo problemas de visión, por lo que abandonó su
puesto en 1879.
En 1871, Nietzsche intentó pasar del departamento de filología clásica al de filosofía, aduciendo su siempre
constante interés por la filosofía. Sin embargo, no consiguió tal cambio. Mientras estaba en Basilea se hizo
amigo del compositor Richard Wagner y su brillante esposa Cosima Liszt. Defendió la controvertida música de
Wagner con publicaciones sobre la teoría del arte pero, por razones que aún no son muy bien conocidas, aunque
probablemente por el giro místico de Wagner en su "Parsifal", rompió con él en la apertura de los festivales de
Bayreuth en 1876.
Durante el resto de su vida, Nietzsche se pasó de pensión en pensión por las costas mediterráneas en invierno y
en los Alpes en verano, en su intento de curarse sus jaquecas y otros males. Sus principales obras fueron escritas
como notas, reflexiones y aforismos durante sus breves periodos de alivio entre los dolorosos ataques. Su
profundo pesimismo sobre la vida humana se debía probablemente a su persistente mala salud.
Las obras filosóficas más importantes de Nietzsche son El origen de la tragedia (1872), Más allá del bien y del
mal (1886), La genealogía de la moral (1887) y La voluntad de poder (1901). También fue poeta, como
demostró en Así habló Zaratustra (1882-1885). En esta etapa formuló su doctrina de "Dios ha muerto", el
"superhombre", "la transmutación de los valores" y del "eterno retorno". Terminó su obra literaria con una serie
de panfletos contra el cristianismo, la moral, la metafísica, sus semejantes germanos y su viejo amigo Wagner.
Finalmente escribió una interesante biografía: Ecce Homo (1889).
Nietzsche se vio paralizado por la locura en Turín, Italia, en enero de 1889, dependiendo desde entonces, y hasta
su muerte en 1900, de los cuidados de su madre y hermana. Su extraña vida y su, en parte, poético y excesivo
lenguaje, han hecho que su filosofía haya sufrido muchas interpretaciones diferentes.
La trágica sabiduría
El primer libro filosófico de Nietzsche fue El origen de la tragedia. En él utilizó sus conocimientos sobre
filología clásica, se aprovechó de la teoría musical del pesimista Arthur Schopenhauer e hizo propaganda de su
admiración por Richard Wagner. Opinaba que Wagner había devuelto a la vida la tragedia griega. Nietzsche
decía que la experiencia del gran arte es el sentido de la existencia humana. Rechazó la creencia generalizada en
el progreso y mantuvo la postura de que la cultura griega debería ser el modelo del hombre moderno.
Sin embargo, Nietzsche descubrió una diferencia entre la tragedia griega y Sócrates. En la Antigua Grecia, el arte
y la filosofía no solían congeniar muy bien. Por otro lado, la tragedia griega describía un tipo de vida violento y
pesimista. Sócrates, por el contrario, confiaba en la razón humana y creía en la bondad natural del hombre. Este
optimismo filosófico destruía, según Nietzsche, la penetración más honda del arte griego. El optimismo
socrático también estaba presente en el concepto de la moralidad. Su principal forma de ver las cosas era: "La
virtud es el conocimiento. La ignorancia es la raíz de todos los pecados. El hombre virtuoso es feliz". Nietzsche
despreciaba el racionalismo y consideraba la historia de la filosofía un descarriamiento de las implacables
verdades de la tragedia griega.
Importancia del arte
Nietzsche creía que Sócrates era el responsable del insulso y superficial mundo moderno de la ciencia y su
supuesto progreso. Sócrates y sus seguidores, opinaba, ignoraban el papel que jugaban el dolor, la furia y la
destrucción en la vida humana. Y, por eso, su racionalismo filosófico convierte la reconciliación con la vida
mediante el arte en superficial. Sócrates estaba ciego a las sombras de la existencia y no comprendía la
penetración del arte en lo absurdo de la vida humana. Sócrates creía que la razón podía controlar la voluntad.
Para Nietzsche, esto era el fallo más importante de todo optimismo.
Nietzsche utilizó su entusiasmo por la tragedia griega para establecer la importancia del arte como tal. El arte
era el propósito de la vida, mantenía, y la vida sería insoportable sin el arte. El secreto de la tragedia griega era
que festejaba la vida a pesar de su pesimismo fundamental. Por ello, el arte griego podía llevarnos a una especie
de purificación, pues contenía tanto la destrucción como la construcción, la furia y el sueño, el dolor y el alivio,
el horror y la belleza (en palabras de Nietzsche, Dionisos y Apolo).
En el pensamiento de Nietzsche había una tendencia anarquista. No tenía ningún respeto por las convicciones
sancionadas por el Estado y la sociedad. Creía que el verdadero pensador debía, como el verdadero artista, estar
preparado para crear sus propias convicciones, incluso su propia moralidad. Nietzsche era un individualista
estricto en lo concerniente a los valores morales, las ideas de lo que está bien y lo que está mal.
Cuando su amigo Richard Wagner empezó a tener problemas por su participación en la revolución de Dresde en
1849, Nietzsche reclamó a todos los pensadores y artistas que estuvieran preparados para soportar la oposición
de la sociedad hacia ellos. Los filósofos, como los artistas, debían enseñar la verdad al pueblo aunque todavía
éste no estuviera preparado para ello. En aquellos tempranos años, Nietzsche prefería el arte a la filosofía, la
93
ilustración y la ciencia. No se podía cambiar el mundo mediante la ilustración, pensaba, puesto que la voluntad
humana siempre ha sido más fuerte que la razón.
Ataque al cristianismo
De Nietzsche era la famosa consigna "Dios ha muerto". Sin embargo, ésta no era tanto producto de un ateísmo
personal como de un convencimiento de que la religión había perdido su poder de persuasión y de que su
interpretación de la vida tenía que remplazarse. Para Nietzsche, esto era un hecho histórico. El ataque al
cristianismo aparece con fuerza en su madurez y lo ejerció con un enorme ahínco hasta su parálisis en Turín.
Nietzsche odiaba la "moral de esclavos" del cristianismo. Pensaba que la religión alababa la debilidad y la
humillación y reclamaba una "moral de señores", unos nuevos valores que se recrearan en las personalidades
fuertes y creativas. Su "superhombre" no debería aprovecharse de los seres débiles, sino, ante todo, ser su
propio señor. Debería tener la fuerza suficiente para aceptar la vida tal y como es, sin filosofar respecto a la
existencia de otro mundo eterno e invisible.
En la filosofía de Nietzsche, el problema principal eran las consecuencias que tenía para todos los valores el
hecho de que "Dios hubiera muerto". ¿Cómo asumiríamos nuestras elecciones morales si no había un castigo
supranatural? ¿Cómo interpretaríamos la vida si la religión y el idealismo ya no eran válidos? ¿Cómo actuarían
los hombres, cómo organizarían sus vidas y mantendrían la dignidad si la fuente de todos sus valores
tradicionales ya había desaparecido?
Nietzsche afirmaba que no había una mano que dirigiera la historia ni ningún oculto y razonable orden de las
cosas. Los humanos tenían que crear dichos objetivos por sí mismos. "Dios ha muerto" significa que los
humanos no sólo estaban solos en el mundo, sino que, además, tenían un nuevo tipo de libertad. Nietzsche
destacaba la infinita responsabilidad del hombre de responder de sí mismo.
De una forma similar a la de Charles Darwin, Nietzsche intentaba comprender la naturaleza del hombre en el
esquema de las cosas. Darwin hizo importantes descubrimientos sobre la posición del hombre en la evolución de
las especies. Nietzsche acentuó el funcionamiento del cuerpo, las pasiones y el inconsciente en su idea de la vida
del ser humano. El hombre no es solamente alma, ideas y razón. Consecuentemente, Nietzsche utilizó un
lenguaje bastante afectuoso e imaginativo para adaptarlo a su sujeto.
Aceptación de la vida
El principal punto de Nietzsche era la realización individual de las posibilidades humanas. La meta de esta
realización se resume en su idea del "superhombre". Esta expresión pertenece más a escritos poéticos que
analíticos. El "superhombre" es el ser humano completo que no suprime o elimina sus pasiones. No acepta sólo
determinadas partes de sí mismo y condena el resto, sino que acepta toda su naturaleza y condiciones en la vida
tal y como aparecen.
El "superhombre" es entero e indivisible, puesto que ha tenido éxito en la organización del caos de sus instintos
y emociones sin perder el poder de los deseos. Nietzsche luchó contra la moral tradicional porque dividía al
hombre en una parte aceptable y otra inaceptable. La moral tradicional decía: "Tendrás que hacer esto. Tendrás
que evitar aquello". Nietzsche pensaba que el hombre se dividía desde el momento en el que una parte actuaba
como juez. Ni siquiera la razón consciente podía mandar sobre el resto de la persona.
Las acciones humanas no necesitaban justificación. Nuestras cualidades eran nuestro destino. No se debían ni a
Dios, ni a la sociedad, ni a nuestros padres, ni a nosotros mismos. Nietzsche opinaba que nadie era responsable
del hecho de su existencia, de sus cualidades o de sus condiciones de vida. En Así habló Zaratustra abogó por
una actitud que denominó el "amor al destino". El destino de los individuos estaba unido a la fatalidad de todas
las cosas. Este descubrimiento era una gran liberación. Afirmaba la inocencia de la vida. La idea de Dios era una
objeción a la existencia humana que llenaba la vida de culpabilidad. Nietzsche pensaba que, si pudiéramos
rechazar tal idea, seríamos totalmente libres. El filósofo era un "conejillo de indias" que completaba este
experimento de la redención en sí mismo.
La sospecha
Nietzsche fue un maestro de la sospecha. Decía a sus alumnos que sospecharan de la realidad tal y como
aparecía. Siempre buscaba prejuicios escondidos e intenciones disimuladas. Intentaba revelar y dar a conocer
los instintos y las emociones de más allá de los valores imperantes. él mismo se disfrazaba para poder
desenmascarar a sus adversarios.
Frecuentemente polemizaba directamente contra ciertos personajes. Para él, el tipo de persona que hacía una
afirmación era más importante que lo que decía. Opinaba que el valor de las afirmaciones dependía del poder y
del rango de la persona que las hacía. No confiaba en la razón ni en la racionalidad como una esfera
independiente. Los argumentos razonables no podían, opinaba, alcanzar las raíces más profundas de los
diferentes aforos. La meta de sus dudas era encontrar las pasiones creativas en cada caso aislado. ¿Las
expresiones de la "voluntad de poder" eran aceptables o inaceptables?
La voluntad de poder
Nietzsche creía que la mayoría de las personas necesitaba las mentiras y las ilusiones para sobrevivir. Pero creía
que el afán de establecer una realidad duradera y organizada fuera del mundo de los sentidos era una señal de
debilidad o enfermedad. Incluso cuando necesitemos ilusiones para vivir, deberíamos distinguir entre diferentes
94
tipos de ilusiones. No todas ellas son necesarias y buenas. Algunas de ellas fomentan la "voluntad de poder",
pero otras no son más que perversiones de esta energía fundamental.
Nietzsche destacaba la importancia de los instintos y pasiones. Su última filosofía se hizo más médica,
intentando revelar las condiciones para la salud y la cordura. Contemplaba a la razón y al intelecto como si
vinieran de fuera. Mientras que la mayoría de los pensadores habían conceptuado el cuerpo desde el punto de
vista del razonamiento, Nietzsche había considerado el razonamiento desde el punto de vista del cuerpo. Tomó
su posición en su cuerpo como la realidad fundamental, dejando que las necesidades del cuerpo fueran jueces.
El funcionamiento de la razón y del intelecto eran corregido de acuerdo a sus contribuciones a la salud y la
cordura.
La verdad más útil fue la que él llamó el "eterno retorno" de las cosas. El deseo de un mundo nunca visto y de un
futuro diferente revelaba la incapacidad del hombre de enfrentarse al presente, opinaba Nietzsche. Vio en el
mito del "eterno retorno de las cosas" una ácida prueba de vitalidad. Recuperó el punto de vista de los antiguos
griegos sobre los procesos naturales, advirtiendo que la aceptación de este punto de vista era una piedra de
toque para la aceptación del mundo tal y como es. El "superhombre" desearía que las cosas ocurrieran
repetidamente. Esto era una señal de su reconciliación con la vida, de su redención de la envidia y de la
venganza.
El hombre físico
El cuerpo y los sentidos del hombre fueron los temas principales de la última etapa filosófica de Nietzsche.
Atacó la alabanza de la razón y los valores perpetuos del idealismo y de la metafísica en general. Nietzsche no
aceptaba la idea de los valores eternos, bien fueran de la sociedad, la moral o la Historia. Todo cambia, como
bien dejaba de manifiesto el funcionamiento del cuerpo. La mayoría de las metáforas del lenguaje de Nietzsche
estaban tomadas de la medicina, el sexo, la lucha, las enfermedades y la digestión. Se refería al pensamiento con
el cuerpo y llamaba al cuerpo la "razón mayor".
Nietzsche creía que el cuerpo interpretaba sus circunstancias de acuerdo a sus necesidades. Siempre estaba
buscando la forma de estimular la salud y el poder. De esta forma, el cuerpo se convertía en el instrumento
principal para la interpretación humana de la realidad. Prefería el lenguaje de la música y de la poesía al del
debate y la argumentación, puesto que apelaba al ser humano en su plenitud, no sólo a su intelecto. Nietzsche
comparaba su pensamiento con la danza. Quería ser el Wagner de la filosofía.
Nietzsche estuvo influenciado por las enseñanzas de Charles Darwin sobre la evolución del hombre entre las
otras especies naturales. Pero rechazaba la idea de Darwin de que el instinto de supervivencia era la clave del
desarrollo biológico. Esta idea negaba la necesidad del aprovechamiento y de la exploración, pensaba Nietzsche.
Las formas de vida no sólo desean su supervivencia. Su afán más profundo era la conquista. El concepto de
"voluntad de poder" de Nietzsche intentaba corregir a Darwin en este punto.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Sócrates - Sócrates el profesor: para la moralidad despreciada por Nietzsche.
Darwin - La selección natural: para el instinto de conservación.
Historia:
Antigua Grecia - Cultura: para la tragedia griega.
Bibliografía
Entre las obras más conocidas de Nietzsche, cabe destacar:
Así habló Zaratustra, Alianza, Madrid, 1995.
La genealogía de la moral, Alianza, Madrid, 1996.
Más allá del bien y del mal, Alianza, Madrid, 1990.
ESTUDIOS:
Deleuze, G.: Nietzsche y la filosofía, Anagrama, Barcelona, 1986. Esta obra trata de dar unidad al pensamiento
fragmentario de Nietzsche.
Fink, E.: La filosofía de Nietzsche, Alianza, Madrid, 1994.
Magee, B.: Los grandes filósofos, Cátedra, Madrid, 1990, págs. 251-273. Exposición dialogada de la filosofía de
Nietzsche.
95
FREUD (1856-1939)La vida de Freud
Sigmund Freud nació en Freiberg, Moravia, en lo que antes era el imperio Austro-Húngaro y que,
posteriormente, se convirtió en Checoslovaquia. El ambiente familiar de Freud tuvo gran repercusión sobre él.
Su madre era la tercera esposa de su padre y tuvo dos hermanastros muy mayores. Freud llegó a sentirse un
extraño en su familia.
A los 17 años, Freud empezó a estudiar medicina en la Universidad de Viena, donde, absolutamente concentrado
en sus estudios, pasó los siguientes ocho años de su vida. Después de su licenciatura se convirtió en médico del
Hospital General de Viena, donde desarrolló un interés muy específico por las enfermedades mentales.
Aprendió la técnica clínica de la hipnosis y decidió empezar a formular sus ideas sobre la teoría de la mente.
Freud se casó en 1896. En los años posteriores, sus ideas comenzaron a ser muy estimadas. En 1900 publicó La
interpretación de los sueños y en 1902 se convirtió en profesor asociado de la Universidad de Viena. Sus teorías
fueron ampliamente aplicadas por los médicos a partir de que Freud fundara la Sociedad Psicoanalítica de Viena
en 1908. Su nombre pronto se hizo popular y publicó obras sobre una gran variedad de temas.
En 1923, Freud fue operado de cáncer. Pasó el resto de su vida con fuertes dolores, aunque continuó
escribiendo. En 1930 publicó El malestar en la cultura, en la que vaticinó la llegada de un desastre para la
civilización. Este desastre estalló en 1938, cuando Hitler anexionó Austria. Freud consiguió escapar a Londres,
donde murió en septiembre de 1939 como consecuencia de una sobredosis de morfina.
Pensamiento de Freud
Freud ha sido considerado más un psicólogo que un filósofo. Su trabajo, no obstante, ha tenido también un
fuerte impacto en la filosofía, pues dio grandes pasos en el conocimiento de la mente.
Freud pensaba que siempre existe una tensión entre el ser humano y su entorno. En particular, existe una
tensión, o conflicto, entre los instintos y las necesidades y demandas de la sociedad. No es siempre la razón la
que dirige nuestros actos. Son a menudo los impulsos irracionales los que deciden lo que pensamos, soñamos y
hacemos. Estos impulsos irracionales pueden ser la expresión de instintos o necesidades más profundos. Los
instintos sexuales del ser humano son, por ejemplo, tan fundamentales como el instinto que tiene un bebé de
chupar.
Esto no era realmente ningún descubrimiento nuevo. Lo que Freud demostró es que esas necesidades básicas o
fundamentales podían "disfrazarse" y, de este modo, dirigir nuestros actos sin que nos demos cuenta de ello.
También dijo que los niños tenían una especie de sexualidad. Esta demostración de una "sexualidad infantil"
hizo reaccionar a la gran burguesía de Viena con gran aversión, lo que le convirtió en un hombre muy poco
apreciado.
Freud se dio cuenta de la sexualidad infantil a través de su trabajo como psicoterapeuta. También observó que
muchas formas de neurosis, o enfermedades psíquicas, podían tener su origen en conflictos de la infancia. Poco
a poco fue elaborando un método de tratamiento que podríamos llamar "arqueología del alma".
Como arqueólogo, Freud intentó encontrar las huellas de un lejano pasado, excavando su camino a través de las
diferentes capas de cultura. Con la ayuda del paciente, excavaba el camino en la conciencia de éste para recoger
aquellas vivencias que, en alguna ocasión, le originaron esos sufrimientos psíquicos. Porque, sacando de la
conciencia una "experiencia traumática", y mostrándosela de alguna manera al paciente, podían acabar "de una
vez por todas" con el trauma en cuestión y así curarse.
El ello y el ego
Cuando nacemos, damos salida sin inhibiciones y muy directamente a todas nuestras necesidades físicas y
psíquicas. Si no nos dan leche, gritamos. También lloramos cuando el pañal está mojado y emitimos señales
muy claras de que deseamos una proximidad física y calor corporal. A este "principio de los instintos" o del
"placer" dentro de nosotros Freud lo llamó el ello. Cuando nacemos lo único que prácticamente tenemos es el
ello.
El ello, o principio de los instintos, siempre lo llevamos con nosotros, incluso cuando nos hacemos mayores.
Pero con el tiempo aprendemos a regular nuestros instintos y, con ello, a adaptarnos a nuestro entorno.
Aprendemos a ajustar el principio de los instintos con arreglo al "principio de la realidad". Freud opinaba que
nos construimos un ego, o yo, que tiene esta función reguladora. Aunque nos apetezca una cosa, no podemos
sentarnos y gritar sin más hasta que nuestros deseos o necesidades hayan sido satisfechos.
Freud contaba con otra entidad en la mente humana. Desde nuestra infancia, nos topamos con las demandas
morales de nuestros padres y del mundo que nos rodea. Cuando hacemos algo mal, los padres dicen: "¡No, así
no!" o "¡Qué malo eres!". Incluso de mayores arrastramos un eco de este tipo de demandas morales y de estas
condenas. Es como si las expectativas morales del entorno nos hubieran penetrado hasta dentro, convirtiéndose
en una parte de nosotros mismos. Eso fue lo que Freud llamó el super-yo.
La conciencia forma parte del super-yo. No obstante, Freud mantenía que el super-yo nos avisa cuando tenemos
deseos "sucios" o "impropios". Esto es sobre todo aplicable a los deseos eróticos y sexuales. Freud señaló que
estos deseos impropios o "indecorosos" comienzan ya en una fase temprana de la infancia.
Neurosis
96
Hoy en día sabemos y vemos que a los niños pequeños les gusta tocarse los órganos sexuales. En la época de
Freud una conducta así podía dar lugar a un pequeño cachete en los dedos de ese niño de dos o tres años o que
la madre dijera: "¡Malo!", "¡Eso no se hace!" o "¡Pon las manos encima de la manta!".
De esta forma, surge el sentimiento de culpa relacionado con todo aquello que tiene que ver con los órganos
sexuales o con la sexualidad. Debido a que este sentimiento de culpa se queda en el super-yo, muchas personas,
según Freud, arrastran durante toda su vida un sentimiento de culpa relacionado con el sexo. Pero, al mismo
tiempo, los deseos y necesidades constituyen una parte natural e importante del ser humano. Esto forma un
conflicto tan largo como la vida misma entre el placer y la culpa.
Muchos de los pacientes de Freud vivieron este conflicto con tanta fuerza que desarrollaron lo que Freud llamó
neurosis. Entre una de sus muchas pacientes había, por ejemplo, una secretamente enamorada de su cuñado.
Cuando murió su hermana por una enfermedad, pensó: "Ahora está libre y se puede casar conmigo". Pero este
pensamiento chocaba al mismo tiempo con su super-yo. Le resultaba tan monstruoso, decía Freud, que
inmediatamente lo reprimió. Con ello quería decir que lo empujó hacia el subconsciente. Freud escribió: "La
joven enfermó y manifestó serios síntomas de histeria y, cuando vino a mi consulta para ser tratada, resultó que
se había olvidado totalmente de esa escena y del terrible deseo egoísta que había surgido en ella. Pero sí se
acordó durante el tratamiento; en un estado de fuerte agitación mental reprodujo el momento patológico y se
curó con este tratamiento".
El subconsciente
Tras una larga experiencia en el tratamiento de pacientes, Freud llegó a la conclusión de que la consciencia del
hombre sólo constituye una pequeña parte de la mente humana. Lo consciente es como una pequeña punta de
un iceberg que asoma por encima de la superficie. Debajo de la superficie, o debajo del umbral de la consciencia,
está el subconsciente.
No siempre tenemos en la parte consciente todas nuestras experiencias y vivencias. A esas cosas que hemos
pensado o vivido, y que recordamos si nos "ponemos a pensar", Freud las llamó lo preconsciente. La expresión
"lo subconsciente" la utilizó para cosas que hemos reprimido, es decir, las cosas que hemos intentado olvidar
porque nos eran "desagradables", "indecorosas" o "repulsivas". Si tenemos deseos y fantasías que resultan
intolerables a la consciencia, los empujamos hasta el "sótano".
Este mecanismo funciona en todas las personas sanas. Pero a algunos les puede costar tanto esfuerzo mantener
alejados de la consciencia los pensamientos desagradables o prohibidos que les cause enfermedades nerviosas.
Porque lo que se procura reprimir de esta forma intenta volver a emerger a la consciencia por propia iniciativa.
Algunas personas necesitan emplear más energía para mantener estos impulsos alejados de la crítica de la
consciencia. Cuando Freud estuvo en América dando unas conferencias en 1909, puso un ejemplo de cómo
funciona este mecanismo de represión.
Dijo: "Supongamos que en esta sala se encuentra un individuo que se comporta de modo que estorba y desvía
mi atención en esta conferencia, riéndose groseramente, hablando y haciendo ruido con los pies. Digo que no
puedo seguir en tales condiciones y entre varios hombres fuertes lo levantan y lo echan tras un breve forcejeo. él
ha sido reprimido y yo puedo seguir así mi conferencia. Para que esta interrupción no se pueda repetir, por si el
hombre intentara entrar de nuevo en la sala, los señores que ejecutaron mi voluntad llevan sus sillas hasta la
entrada y se colocan allí como resistencia después de cumplida la represión. Si ustedes trasladan el interior y el
exterior de la sala a lo consciente y lo subconsciente, tendrán un buen ejemplo del proceso de la represión".
Síntomas
Freud pensaba que vivimos bajo una presión constante de pensamientos reprimidos que luchan por emerger del
subconsciente. éstos se manifiesta de diferentes maneras.
Una de ellas es lo que Freud denominó reacciones erróneas. Con ello se refería a que a veces decimos o hacemos
cosas que algún día intentamos reprimir. El propio Freud mencionaba un ejemplo de un capataz que iba a
brindar por su jefe, el cual no era muy apreciado, al que calificaban de "cerdo". El capataz se puso en pie, levantó
su copa solemnemente y dijo: "¡Propongo un cerdo para el jefe!". En realidad, sólo había dicho lo que sentía,
aunque no era su intención el decirlo.
Otra cosa que solíamos hacer era racionalizar, esto es, dar a los demás y a nosotros mismos razones de lo que
hacemos que no son las verdaderas. Por ejemplo, bajo hipnosis se puede hacer que una persona abra una
ventana en el momento en el que el hipnotizador empiece a dar golpes en la mesa con sus nudillos. El
hipnotizador realiza dicha operación y el hipnotizado se levanta a abrir la ventana. Después, puede que conteste
que lo hizo porque le parecía que hacía calor. Pero ésa no era la verdadera razón. No querrá admitir que ha
hecho algo bajo una orden hipnótica. Por eso, se dice que racionaliza.
En otros casos, también se proyecta. En este esquema, se transfieren a otras personas las cualidades que se
intentan reprimir en uno mismo. Por ejemplo, una persona muy tacaña suele siempre calificar al resto como
tacaños. Alguien que no quiere admitir su fijación por el sexo es el primero en indignarse ante otros como él.
Freud pensaba que ejemplos de estos actos inconscientes abundaban en nuestra vida cotidiana. A veces
olvidamos el nombre de una persona determinada o quizá manoseamos constantemente nuestra ropa mientras
hablamos o movemos cosas aparentemente casuales en una habitación. También es muy corriente tartamudear
97
y tener lapsus al hablar que pueden parecer totalmente inocentes. Freud opinaba que éstos no son tan casuales
ni tan inocentes como creemos. Opinaba que tenían que ser tratados como síntomas. Es más, estos actos
erróneos podían revelar los secretos más íntimos.
Los sueños
Freud desarrolló varias técnicas para destapar los secretos del subconsciente. Además de la utilización de la
hipnosis y de la técnica de las asociaciones libres (en la que el paciente simplemente dice cualquier cosa que le
venga a la cabeza), se interesó por el análisis de los sueños. Su principal obra sobre este tema fue La
interpretación de los sueños, publicada en 1900. En ella explicaba que no es casual lo que soñamos. Nuestro
subconsciente intenta comunicarse con el consciente a través de los sueños.
Después de muchos años de recopilación de experiencias de sus pacientes, y también después de haber
analizado sus propios sueños, Freud afirmó que todos los sueños pretenden cumplir deseos. Esto se observa
fácilmente en los niños, decía, pues ellos sueñan con helados y cerezas. Pero, en el caso de los adultos, sucede a
menudo que los deseos, que se cumplen en los sueños, están disfrazados. Porque también cuando dormimos hay
una severa censura que decide lo que nos podemos permitir. Aunque esta censura o mecanismo represivo se
debilita respecto al estado de vigilia, todavía es lo suficientemente fuerte como para que en el sueño reprimamos
deseos que no queremos reconocer.
Freud decía que tenemos que distinguir entre el sueño en sí, tal y como lo recordamos a la mañana siguiente, y
el significado del sueño. A las imágenes del sueño Freud las denominó contenido manifiesto del sueño. Este
contenido "aparente" del sueño siempre recoge el material de los sucesos ocurridos durante el día. Pero el sueño
también tiene un significado más profundo que está oculto a la consciencia. A esto Freud lo denominó ideas
latentes del sueño, y estas ideas o pensamientos ocultos de los que trata en realidad el sueño pueden datar de
muy atrás en el tiempo, incluso de la infancia más temprana.
A la transformación de las ideas latentes del sueño en el contenido manifiesto del sueño Freud la denominó
trabajo del sueño. Se trata de un "enmascaramiento" o "codificación" de aquello de lo que trata realmente el
sueño. La interpretación del sueño consiste en el proceso inverso. Hay que desenmascarar o decodificar las
imágenes del sueño con el fin de encontrar el tema del mismo.
Supongamos que un joven sueña que su vecina le regala dos globos. La imagen del globo puede haber sido
tomada de una excursión al parque de atracciones ese día pero, ¿cuáles son las ideas latentes del sueño, es decir,
de lo que realmente trata? Probablemente, sólo quiera cumplir un deseo, pues no es probable que un adulto
quiera comprar globos. Seguramente, lo que quería era a su vecina y los dos globos representaban sus pechos.
Esto implica que él consideraba este deseo como algo embarazoso y que el sueño era un cumplimiento
disfrazado de deseos reprimidos.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Descartes - Alma y materia: para su teoría del pensamiento.
Darwin - La selección natural: para los instintos naturales del hombre.
Nietzsche - El hombre físico : para el completo ser humano.
Bibliografía
Entre las obras más conocidas de Freud, podemos citar:
El malestar en la cultura y otros ensayos, Alianza, Madrid, 1997.
El yo y el ello, Alianza, Madrid, 1985.
Los sueños, Tecnos, Madrid, 1988.
ESTUDIOS:
Bettelheim, B.: Freud y el alma humana, Crítica, Barcelona, 1983. Una visión psicoanalítica de la obra de Freud.
Ricoeur, P.: Freud, una interpretación de la cultura, Siglo XXI, Méjico, 1987.
Stevenson, L.: Siete teorías de la naturaleza humana, Cátedra, Madrid, 1984. Contiene una exposición
sistemática de los aspectos filosóficos del psicoanálisis.
98
Siglo XX - Perspectiva
En el siglo XX la población del mundo ha sobrepasado los cinco mil millones. Ahora, más que nunca, la gran
mayoría de la población vive hacinada en ciudades con una gran densidad de población. Por lo tanto, no
sorprende que la historia de este siglo sea la historia de grandes aglomeraciones de personas.
En ninguna parte es esto tan evidente como en las dos guerras mundiales, los conflictos más devastadores de la
historia de la humanidad. Resulta difícil dar cifras exactas, pero once millones murieron en la Primera Guerra
Mundial , mientras que en la Segunda Guerra Mundial, con sus masivas víctimas civiles, pudo causar la muerte
de más de cuarenta millones de personas. Ante todo, las dos guerras mundiales introdujeron el concepto de
guerra global, en las que la lucha ya no se realizaba únicamente en el campo de batalla sino que ponían en
peligro a toda la humanidad. El lanzamiento de las bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hirosima
y Nagasaki, al final de la Segunda Guerra Mundial alertó de la posibilidad de guerras todavía más destructivas.
El siglo XX ha sido un período de combios muy rápidos. La tecnología ha avanzado más y a mayor velocidad que
en ningún otro siglo. Los inventos y descubrimientos del siglo XIX, desde la radio y el cine hasta el automóvil y
el teléfono, se han desarrollado más allá de los sueños de sus precursores. Nuevos progresos como el transporte
aéreo, la exploración del espacio, la televisión y los ordenadores han transformado el mundo, haciendo que
resulte más fácil viajar y comunicarse y abriendo nuevas posibilidades para la educación y el entretenimiento.
El progreso de la ciencia ha sido igualmente rápido. Los astrónomos y físicos conocen mejor que nunca la
naturaleza del universo y su creación. Han descubierto que nuestra galaxia, la Vía Láctea, es sólo una de las cien
mil millones que se mueven alejándose las unas de las otras a una enorme velocidad. Los científicos creen que
esta expansión se debe a una gran explosión inicial.
Se piensa que hace quince mil millones de años, toda la materia estaba concentrada en un pequeño espacio
llamado "singularidad". La materia era tan densa que se calentó increíblemente y estalló; es lo que llamamos la
gran explosión o "Big Bang". Esta gran explosión hizo que la materia fuera expulsada en todas las direcciones y
conforme se enfriaba, de los remolinos de los gases, se iban formando las estrellas y las galaxias.
El universo sigue expandiéndose desde el Big Bang, y cuanto más lejos están de nosotros los objetos parece que
se mueven más rápidos. Los científicos no saben si el Big Bang fue un acontecimiento único o si es un proceso
cíclico. Una teoría mantiene que la gravedad finalmente hará que la expansión se detenga y entonces las galaxias
empezarán a contraerse y se reunirán de nuevo hasta que la materia se concentre densamente de nuevo. En esta
materia compacta se produciría una nueva gran explosión o Big Bang. Esto refleja la visión cíclica de la historia
como la que se encuentra en algunas tradiciones orientales.
Otra teoría sugiere que el Big Bang fue un acontecimiento único o singular, y que el universo continuará
expandiéndose eternamente. Esto se adapta a la visión tradicional del mundo de los judíos y cristianos que
consideran único el acto de creación y tienen una perspectiva lineal de la historia. Ninguno de los dos puntos de
vista responde a la cuestión de del origen de la materia.
A medida que avanzamos tecnológicamente y aprendemos más del universo, somos más conscientes de la
complicada interacción de fuerzas que existen en el mundo. Ahora conocemos mejor la facilidad con la que la
tecnología puede alterar el equilibrio de la naturaleza. Científicos, políticos y líderes espirituales de finales del
siglo XX se cuestionan el control minucioso de nuestros avances tecnológicos para asegurar que no conduzcan a
nuevos desastres humanos y ecológicos como el recalentamiento del planeta, Chernobyl o el agujero de la capa
de ozono.
Los grandes acontecimientos del siglo XX, las migraciones masivas de personas, los medios de comunicación de
masas, y los rápidos avances en tecnología, nos han llevado a comprender por necesidad que si queremos
prosperar en el próximo milenio debemos pensar de forma global.
Ver también:
La Edad Media - Economía: para fluctuaciones de la población en la Europa medieval.
La Ilustración - Sociedad: para crecimiento de la población.
Siglo XIX - Sociedad: para crecimiento de la población.
Siglo XIX - Descubrimientos: para influencias de los avances en ciencias y tecnología.
Siglo XX - Política
Aunque el siglo XIX vio el comienzo de la democracia moderna, los gobiernos democráticos emergieron
lentamente, en el año 1900 sólo los hombres tenían derecho al voto. Sin embargo paulatinamente, las campañas
a favor de los derechos de la mujer cobraron impulso, y en 1913 las mujeres de Noruega consiguieron el derecho
al voto. En Gran Bretaña, tras años de campañas de las sufragistas, las mujeres consiguieron el derecho al voto
en 1918. En los cincuenta años siguientes la mayoría de los países democráticos concedieron el voto femenino,
aunque en Suiza esto no ocurrió hasta 1971
Los extremismos políticos han dominado la vida de muchos europeos a lo largo del siglo XX. En 1914, tras el
asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Serbia, estalló la Gran Guerra o Primera Guerra
Mundial. Este magnicidio hizo que las tensiones subyacentes explotaran en un conflicto que arrasó la mayor
parte de Europa durante cuatro años. La devastación y las pérdidas humanas que causó esta guerra no se habían
99
visto nunca antes en la historia y, como consecuencia de esto, se fundó en 1920 la Sociedad de Naciones con el
fin de preservar la paz mundial.
El movimiento comunista se desarrolló como había pronosticado Karl Marx, y se consolidó en Rusia. A
comienzos del siglo, los trabajadores de Rusia protestaban por los bajos salarios y las malas condiciones de vida.
En 1917 el zar fue obligado a abdicar y los comunistas dirigidos por Vladimir Ilych Lenin tomaron el poder.
Traspasaron la propiedad de las fábricas y granjas al estado, y Rusia se convirtió en la Unión Soviética ( URSS ).
La oposición al comunismo fue cruelmente reprimida.
Europa Occidental estaba amenazada por la extrema derecha. En los años 20 Mussolini y su partido fascista
llegaron al poder en Italia, y en el año 1933 Adolf Hitler fue nombrado canciller alemán. Hitler y su partido nazi
trataron de expandir su territorio invadiendo Austria, Checoslovaquia y Polonia. Cuando Gran Bretaña y
Francia intentaron frenar la expansión se inició la Segunda Guerra Mundial. Los nazis continuaron sus planes,
incluyendo el genocidio contra todos aquellos que no pertenecían a la raza aria de lengua germana o estuvieran
emparentados con ella. En concreto, casi seis millones de judíos perdieron la vida en los campos de exterminio
nazi. Tras seis años de guerra, el nazismo fue derrotado. Al final de la guerra, la Conferencia de Yalta en la que
participaron Estados Unidos, la URSS y Gran Bretaña, permitió que la URSS controlara el este y el centro de
Europa. Consecuencia de ello fue que el régimen comunista se impusiera en Checoslovaquia, Bulgaria, Hungría,
Rumania, y Alemania del Este.
Tras la Segunda Guerra Mundial se disolvió la Sociedad de Naciones para ser reemplazada en 1945 por las
Naciones Unidas, una organización de estados independientes para garantizar la cooperación internacional y la
paz del mundo. Tras la guerra, Europa Occidental se alejó de los extremismos políticos. En países como Gran
Bretaña y Escandinavia los gobiernos socialistas moderados introdujeron programas de asistencia social y
ampliaron el acceso a la educación y la asistencia sanitaria. Los gobiernos de coalición convirtieron a Alemania
en una formidable potencia industrial.
El acontecimiento político de mayor efecto en el final del siglo XX ha sido la caída del comunismo en el centro y
el este de Europa. Los estados comunistas de Europa, mediante las convulsiones políticas acontecidas desde
1989 hasta 1991, han derribado sus viejos regímenes y se han unido al modelo democrático, con menos
intervenciones gubernamentales en el comercio y la industria. Alemania se ha reunificado, Checoslovaquia se ha
separado en la República Checa y Eslovaquia, y Hungría es ahora una democracia. Aunque muchos cambios se
han realizado de forma pacífica, la transición acelerada del modelo comunista al capitalista ha provocado que en
ocasiones surjan tensiones nacionales y prolifere la corrupción. La guerra en Bosnia y en otras partes de la
antigua Yugoslavia indica que el mapa de Europa central no esté del todo definido.
Con el desarrollo de la economía global y los medios de comunicación de masas, las tensiones nacionales
constituyen más que nunca una preocupación de orden mundial. Es competencia de las Naciones Unidas
prestar ayuda y mediar en todo el mundo, aunque su efectividad para salvaguardar la paz está muy cuestionada.
Ver también:
Siglo XIX - Política: para nacionalismo, orígenes del comunismo, rivalidad política entre los estados europeos.
Siglo XIX - Sociedad: para el pronto desarrollo de la democracia moderna, derechos de voto, expansión del
comunismo.
Siglo XIX - Economía: para el surgimiento de una economía global.
Kant - ética: para su visión de una Liga de las Naciones.
Marx - Explotación: para su predicción de revolución.
Siglo XX - Economía
El hecho de que millones de personas lucharan en la Primera Guerra Mundial y muchas perdieran la vida
condujo a la escasez de mano de obra, provocando el aumento de los salarios en el sector industrial. El
incremento del comercio junto con la creación de nuevas industrias, como la automovilística, hizo que mucha
gente prosperara. Pero esa prosperidad no duró mucho tiempo. Resultaba fácil conseguir créditos para invertir
en negocios pero los mercados de productos manufacturados no eran lo suficientemente grandes para soportar
esa expansión productiva. Además, al subir los salarios subieron los precios provocando una crisis de inflación;
muchos bancos quebraron y muchas industrias cerraron provocando el desempleo masivo. En el período más
crítico de la Gran Depresión , el año 1933, había tres millones de desempleados en Gran Bretaña, seis millones
en Alemania y trece en Estados Unidos.
La Segunda Guerra Mundial también acarreó grandes costes económicos. La reconstrucción de Alemania se
realizó con la ayuda económica de Estados Unidos, y Alemania Occidental se convirtió en el líder económico de
Europa. Los otros países europeos occidentales también prosperaron.
Un importante acontecimiento de la posguerra fue la creación de la Comunidad Económica Europea en 1957. En
un principio se unieron Bélgica, Luxemburgo, Los Países Bajos, Francia, Alemania Occidental e Italia en una
alianza económica que iba a fomentar también la unidad política. Otros países europeos se han ido uniendo
gradualmente a la Comunidad, lo que ha permitido a Europa liberarse de algunos de los lazos comerciales con
los Estados Unidos.
100
Mientras, el este de Europa permanecía bajo el dominio de la URSS. Los comunistas planificaban las economías
estableciendo el control absoluto del estado sobre la industria y la agricultura. Cuando los países del este de
Europa abandonaron el comunismo entre los años 1989 y 1991, volvieron a la economía del libre mercado. Sin
embargo, este proceso resulta muy difícil por la gran inversión necesaria para que su industria pueda competir
con la de los países occidentales.
La naturaleza global de la economía del siglo XX se pone cada día de manifiesto por la forma en que el índice de
la bolsa de Japón afecta al Dow Jones de Nueva York. La mayor libertad del comercio junto con la mayor
movilidad laboral y del capital, facilitadas por las comunicaciones más rápidas y baratas que nunca, hacen que
la riqueza económica de un país se relacione de modo inexplicable con los acontecimientos de otros lugares.
Distintas tendencias, como la del mercado único europeo y su proyecto de moneda única, el aumento de las
multinacionales y el nacimiento de una nueva fuerza con las florecientes economías del sudeste asiático,
sugieren que continuará la tónica hacia un mayor internacionalismo.
Ver también:
Renacimiento - Economía: para la expansión del comercio, inflación.
época barroca - Económicas: para el desarrollo de comercio y finanzas.
La Ilustración - Política: para el intento de Napoleón de unificar Europa.
Siglo XIX - Economía: para el desarrollo de una economía global.
Siglo XX - Sociedad
En el siglo XX la movilidad social ha sido mucho mayor que en otras épocas. Esto es debido en parte a los
avances de las comunicaciones que posibilitan a las personas desplazarse y cambiar de trabajo más fácilmente.
También está relacionado con las grandes convulsiones políticas y económicas del siglo y con los avances
realizados en materia educativa.
El poder de la aristocracia europea, que ya se había debilitado en el siglo XIX, ha desaparecido. La educación,
con la difusión de la escolarización gratuita, se ha hecho accesible a la mayoría y se han abierto nuevas
universidades. El resultado ha sido una población mejor preparada y una sociedad en la que la capacitación ha
ganado en importancia a los nexos familiares para encontrar trabajo y conseguir poder.
El papel de la mujer también ha evolucionado. Durante la Primera Guerra Mundial, muchos hombres estaban
en el frente lo que posibilitó que las mujeres pudieran acceder a empleos remunerados. La mujer también
consiguió el derecho al voto. Pero estas mejoras no han significado la igualdad de derechos con el hombre. Las
precarias condiciones laborales y la escasez de mujeres en puestos donde se toman las decisiones son sólo dos
de los problemas que la mujer del siglo XX ha tenido que afrontar. Distintos colectivos de mujeres han realizado
campañas a favor de la igualdad de derechos y en muchos lugares de Europa la situación de la mujer es ahora
mejor que nunca.
La estructura de la familia también ha evolucionado durante el siglo XX. En el siglo XIX la gente solía vivir en
grandes familias con varias generaciones compartiendo la misma casa, y la gente permanecía cerca de su lugar
de nacimiento durante toda la vida. La mayor movilidad característica del siglo XX ha animado a la gente joven
a alejarse de sus lugares para buscar empleo. Esto ha ocasionado la dispersión de las grandes familias y la
creación de la familia nuclear, formada únicamente por los padres y los hijos. El número de miembros por
familia también se ha visto reducido con el desarrollo de la contracepción.
Mucha gente ha disfrutado de gran libertad en el siglo XX; pero también han aparecido algunos de los
regímenes más represivos, desde las dictaduras derechistas de Italia y Alemania en los años 30 y 40 a los
estados comunistas de postguerra en el este de Europa. En los dos casos los ciudadanos se vieron privados de
sus derechos básicos: la libertad de palabra, la libertad para oponerse al gobierno y la libertad de culto. Aunque,
estos regímenes han desaparecido, todavía hay grupos, desde los colectivos de mujeres a los formados por
minorías raciales, que tienen que luchar por igualar sus derechos con los del resto.
Ver también:
Antigua Grecia - Sociedad: para la posición de la mujer.
Helenismo y Roma - Sociedad: para la mujer en el Imperio Romano.
La Edad Media - Sociedad: para la mujer en tiempos medievales.
Renacimiento - Sociedad: para la posición de la mujer.
Siglo XX - Descubrimientos
Durante la primera mitad del siglo XX existían en la ciencia dos corrientes principales. La primera se generó con
las teorías relativistas que se ocupaban de distancias macroscópicas. Albert Einstein revolucionó la ciencia de la
física con sus teorías Especial de la Relatividad y General, que transformaron las relaciones entre los conceptos
de espacio, tiempo, materia, energía y gravedad. Imaginemos que el espacio más que ser un infinito,
tridimensional sin forma y vacío, fuera una sábana de goma bidimensional. Cuando los objetos que representan
a las galaxias, las estrellas y los planetas se colocan sobre la "sábana", ésta se deforma dando lugar a la idea del
"espacio curvado". Una canica, colocada sobre la sábana, tendería a rodar de manera que simularía la atracción
101
gravitatoria hacia otras masas. Las teorías de Einstein aportaron mucho para entender el funcionamiento del
universo, incluyendo la gravedad, a la que él veía como la fuerza ejercida cuando un objeto atraviesa el camino
más corto dentro de un espacio curvo.
La segunda corriente es la de la teoría cuántica, que se ocupa de distancias microscópicas. El principio que
soporta la teoría cuántica es que la energía no es infinitamente divisible sino que sólo puede existir en múltiplos
de ciertas cantidades elementales, llamadas cuantos. Esta teoría fue crucial para el desarrollo de una
comprensión más clara del comportamiento de la materia a escala subatómica. En particular dio auge a un
enfoque más estadístico de la física, en contraste con el determinismo del siglo XIX. Incluso Einstein, con su
intuición para la física, tuvo dificultades para aceptar este comportamiento estadístico del universo.
Los transportes han mejorado tanto en el siglo XX que el mundo parece encogerse. Los coches se fabrican de
forma masiva y alcanzan niveles de velocidad y confort jamás soñados por sus inventores. El primer aeroplano
con motor que tuvo éxito fue construido por los hermanos Wright en 1903. Hacia la mitad del siglo el transporte
aéreo internacional se extendió y a los aviones de gran tamaño se les incorporaron motores de propulsión a
chorro. En 1957 los científicos rusos lanzaron el primer satélite artificial, Sputnik I, iniciándose la era de la
exploración espacial.
Durante las décadas siguientes la carrera espacial entre la URSS y los Estados Unidos ha abierto nuevas
fronteras. En 1961, el ruso Yuri Gagarin fue el primer hombre que viajó al espacio. En 1969 el estadounidense
Neil Armstrong viajó al espacio en el Apolo 11 y fue el primer hombre que pisó la luna. La exploración espacial
continuaría con el lanzamiento de una serie de estaciones espaciales tripuladas por parte de la URSS y los
americanos desarrollaron la lanzadera espacial como una forma de transporte espacial reutilizable.
La radiofonía que se desarrolló al final del siglo anterior, se ha utilizado de forma extensa por los servicios de
emergencia y para la radiodifusión. Aún mayor alcance ha tenido el invento de la televisión. Las emisiones
comenzaron al final de los años 20, utilizando un sistema mecánico de transmisión de imágenes inventado por
John Logie Baird. Poco tiempo después, Vladimir Zworykin inventó una cámara de televisión electrónica similar
a las que se utilizan hoy en día.
Actualmente, la mayoría de las comunicaciones mundiales dependen de la información transmitida vía satélite.
También dependemos cada vez más de las telecomunicaciones por cable y del internet.
Uno de los inventos más importantes del siglo XX ha sido el ordenador. Los primeros ordenadores electrónicos
se construyeron en los años 40, que eran enormes máquinas de calcular, difíciles de manejar. En los años 70 ya
había ordenadores lo suficientemente manejables como para poder colocarlos en las mesas de trabajo. Los
ordenadores han posibilitado el almacenamiento de grandes cantidades de información y el proceso de datos a
una velocidad increíble. Gracias a esta capacidad se han desarrollado nuevos campos, como la teoría de caos,
que dependen de largos cálculos numéricos. Las computadoras también han contribuido materialmente al
desarrollo de la inteligencia artificial, y la investigaciones realizadas en el campo informático relativas al
desarrollo del lenguaje y a las capacidades analíticas han causado un renovado interés en la definición de la
naturaleza de la mente humana.
Las investigaciones en el campo de la física también han tenido gran alcance en las aplicaciones prácticas. Los
esfuerzos dirigidos a la obtención de energía a través de la fisión del átomo han conducido a la producción
masiva de energía y al inicio de la era nuclear. El desarrollo del armamento nuclear también ha significado una
nueva y devastadora amenaza para la humanidad. En 1945, Estados Unidos lanzó sobre la ciudad nipona de
Hiroshima la primera bomba atómica, como una forma de finalizar la Segunda Guerra Mundial. La toma de
conciencia sobre la naturaleza destructiva de este armamento ha conducido a las potencias a una carrera
armamentística que pone en constante peligro a la humanidad. Las investigaciones nucleares también han
llevado al desarrollo de la energía nuclear en una época en que las fuentes de energía no renovables se empiezan
a agotar. La manipulación inadecuada de esta poderosa fuente de energía ha provocado grandes catástrofes
como la explosión de la planta de energía nuclear soviética de Chernobyl.
Si la física ha resultado ser la ciencia del siglo XX, la biología parece que será la del siglo XXI. En particular la
ingeniería genética ha conseguido sorprendentes descubrimientos desde que en 1953 se consiguiera identificar
químicamente el ADN, el material con el que está construido el edificio genético, responsable de la herencia.
Prevención de las enfermedades y progresos importantes en la agricultura representan sólo dos de los sectores
en los que la genética puede alcanzar resultados trascendentes, aunque el desarrollo de la ingeniería genética
plantee cuestiones éticas que continuarán siendo debatidas por científicos y filósofos.
Ver también:
La Ilustración - Economía: para avances tecnológicos en la Revolución Industrial, impacto social de la
tecnología (Luditas)
Siglo XIX - Descubrimientos: para influencia de los avances en ciencia y tecnología, comunicación y transporte.
Demócrito - La teoría atómica: para una prematura visión de los átomos.
Darwin - La selección natural: para la evolución
Siglo XX - Cultura
102
Los artistas del siglo XX han reaccionado contra las tradiciones del pasado. En ningún campo se pone esto tan
de manifiesto como en la pintura en la que numerosos artistas, dejando atrás el viejo esquema del arte como
reflejo de la realidad, han creado el arte abstracto cuya finalidad no es representar los objetos visualmente.
Incluso las pinturas que son figurativas representan sus objetos de modo impactante. El cubismo, iniciado por
Georges Braque y Pablo Picasso, mostraba sus objetos desde distintos ángulos, como si resumieran distintas
perspectivas a un tiempo.
El surrealismo, representado por el trabajo de René Magritte y Salvador Dalí, mostraba mundos imaginarios en
los que los objetos cotidianos tomaban nuevas formas extrañas como las esferas de reloj que se derriten de Dalí.
Muchos músicos también se han opuesto, de muchas maneras diferentes, a los estilos del pasado, que se
apoyaban en las melodías y en las relaciones tradicionales entre tonos. Por ejemplo, Arnold Schoenberg y sus
seguidores componían música con el altamente formal sistema dodecafónico, donde casi no deja espacio para la
melodía convencional. Al mismo tiempo la música europea se ha visto muy influenciada por la de otras partes
del mundo, como por el jazz, los ritmos africanos y las orquestas de gongos de Indonesia.
Los escritores se han olvidado de la descripción realista de los personajes y la forma de narrar las buenas
historias que eran los objetivos de los novelistas del siglo XIX. La narrativa del siglo XX, como la de dos de sus
innovadores, James Joyce y Virginia Woolf, presenta el pensamiento de sus personajes mediante la técnica del
"flujo de la conciencia", y usa el cambio brusco de escenas, de influencia cinematográfica.
En la arquitectura del siglo XX han aparecido muchos estilos nuevos. En el más típico, tal vez, de todos ellos, los
arquitectos dan prioridad a la simplicidad de formas y al funcionalismo frente a la ornamentación. Los
arquitectos modernistas, como Miess van der Rohe y Le Corbusier, evitaron todo ornamento permitiendo que
fuera la función del edificio la que dictara su apariencia. En la década de los 90, los arquitectos postmodernistas
han comenzado a utilizar nuevamente elementos de estilos del pasado, colocando columnas griegas y otros
detalles en sus edificios.
No todas las formas artísticas del siglo XX pretenden impactar con su novedad. La música pop puede ser tan
melódica como cualquier música del pasado, los escritores de novelas de misterio continúan relatando
emocionantes historias y el cine y la televisión han abierto nuevos campos para la creatividad. Nunca había
existido tanta variedad en las artes.
Ver también:
Antigua Grecia - Cultura: para la arquitectura griega.
Siglo XIX - Cultura: para contraste de estilo, aparación de la fotografía y cine.
Siglo XX - Grandes mujeres
Los derechos de la mujer han mejorado sensiblemente durante el siglo veinte y las mujeres han asumido nuevos
roles en la sociedad. A la mujer del siglo XIX se le negaba el derecho al voto en las elecciones y muchos países
contaban con leyes que restringían sus libertades. En los primeros años del siglo XX, dos hechos prepararon el
camino para el cambio: la lucha por el derecho al voto y el movimiento hacia un mayor número de mujeres en
trabajos remunerados durante la Primera Guerra Mundial. Las acciones militantes de las sufragistas, tales como
Christabel, Sylvia, y
Emmeline Pankhurst, dieron a la mujer esperanza de futuro.
Ninguno de estos hechos se tradujo en una mejoría inmediata en los destinos de la mayoría de las mujeres.
Muchas perdieron sus trabajos al finalizar la guerra o durante la Depresión de los años treinta. Al finalizar la
Segunda Guerra Mundial sucedió algo parecido, con gobiernos que animaban a las mujeres a dejar sus empleos
remunerados para ofrecer oportunidades de empleo a los hombres. La alternativa era emplearse con salarios
más bajos que los que obtendría un hombre.
En los prósperos años posteriores a la guerra, muchas mujeres comenzaron a movilizarse para cambiar esta
situación. Las mujeres europeas se inspiraron en las activistas estadounidenses, que fundaron la Organización
Nacional de la Mujer en 1966 para presionar por la igualdad de derechos. éste fue el período en el que el
movimiento feminista alcanzó su apogeo, en el que las mujeres demandaban la igualdad de salarios, el derecho
al aborto y la abolición de los tradicionales roles masculinos y femeninos.
Como resultado de ello, se han aprobado leyes que suprimen la discriminación sexual y desde los años setenta
existen más oportunidades para la mujer. En 1960 en Sri Lanka, Sirimavo Bandaranaike llegó a ser la primera
mujer primer ministro. La que fue primera ministra noruega, Gro Harlem Brundtland, presidenta de la
Comisión de las Naciones Unidas para el desarrollo y el medio ambiente, abrió el camino a la mujer en el
movimiento de los Verdes. Las mujeres han sido líderes en otros campos previamente dominados por los
hombres, desde la carrera de aviadora de Amy Johnson, que emocionó igualmente a hombres y mujeres en los
años treinta, hasta el papel de Valentina Tereshkova como la primera mujer en el espacio en 1963.
Aun así hay todavía muchas menos mujeres que hombres en puestos de poder. Aunque existan leyes asegurando
igual salario por igual trabajo, a veces las mujeres tienen que conformarse con trabajos a tiempo parcial y escasa
promoción profesional, debido a que continúan manteniendo la responsabilidad del las tareas del hogar y el
cuidado de los hijos. La mujer afronta el siglo XXI con el reto de superar este déficit histórico.
103
Martin Heidegger (1889-1976)
Heidegger, al igual que Nietzsche, fue un filósofo de gran originalidad cuyas ideas han tenido gran impacto en el
pensamiento del siglo XX. El trabajo de Heidegger, poco afectado por la obsesión de la filosofía por el
conocimiento, se centró en el problema básico de la existencia. él planteó la cuestión de qué es lo que se conoce
con el nombre de "el ser" y, mientras su propio análisis del tema es minucioso, pensaba que la formulación de la
pregunta era mucho más importante que responderla. Aunque él no se consideraba un existencialista, su
enorme contribución al existencialismo queda probada por su influencia en Sartre y otros pensadores
existencialistas
Ver: Heidegger
Jean-Paul Sartre (1905-1980)
Además de filósofo, Sartre fue novelista, autor teatral, crítico literario y comentarista político. Fue la figura
central del movimiento existencialista de París durante los años 40 y 50, y estaba muy influenciado por la
doctrina del existencialista alemán Heidegger. La doctrina de Sartre mantiene que la existencia no tiene más
significado que el que nosotros le damos: debemos tomar nuestras propias elecciones a lo largo de la vida. Su
filosofía y su franqueza política se apoderaron de la mente de la generación más joven y fue muy tenido en
cuenta durante muchos años. Sartre también es bien conocido por su imperecedera relación con la escritora
feminista Simone de Beauvoir.
Ver: Sartre
La filosofía del lenguaje
La metafísica tradicional ha sido muy criticada en el siglo XX y la mayor parte de esa crítica tiene como base el
lenguaje. Algunos objetan que mientras que la filosofía debería usar términos claramente definidos, el
vocabularío de los metafísicos es desesperadamente confuso. Otros sencillamente mantienen que los problemas
a los que la filosofía ha intentado tradicionalmente dar respuesta, no son para nada problemas reales sino el
resultado de una total incomprensión del lenguaje, y son muchos los que afirman que los filósofos deberían
dejar a los científicos el asunto de la búsqueda de la verdad sobre el universo. La discusión continúa, pero ha
provocado fascinantes revelaciones sobre la naturaleza del lenguaje.
Ver: Filosofía del lenguaje
Ludwig Wittgenstein (1889-1951)
El extraordinario trabajo de Wittgenstein sobre la naturaleza del lenguaje ha resultado ser tal vez el avance más
importante de la filosofía de este siglo. Sus dos etapas de pensamiento quedan patentes en sus dos libros.
Después de escribir el primero, abandonó la filosofía porque pensaba que con su trabajo había llevado el tema
hasta su término. Cuando aparecieron dudas sobre ello, Wittgenstein acabó modificando sus ideas radicalmente
y las presentó en sus Philosophical Investigations. Fue una persona enigmática que eligió en un momento
determinado deshacerse de su fortuna y dedicarse a la enseñanza en una pequeña escuela rural. El trabajo de
Wittgenstein ha sido interpretado de muy diferentes maneras, aunque su enorme influencia y su gran
originalidad se mantienen incuestionables.
Ver: Wittgenstein
Filosofía de la mente
Los filósofos no se han puesto de acuerdo acerca de las cuestiones de la mente durante mucho tiempo y es, sin
lugar a dudas, uno de los campos más difíciles de indagación filosófica. Los descubrimientos realizados en el
siglo XX sobre el cerebro humano y los intentos de los investigadores de computadoras de simular el
comportamiento inteligente han provocado un llamativo nuevo interés entre los filósofos por los asuntos
relacionados con la mente. Aunque todavía está por construir un ordenador tan complejo como el cerebro
humano, las comparaciones entre los dos universos se siguen realizando. Por supuesto, esta clase de ideas son
objeto de acaloradas discusiones.
Ver: Filosofía de la mente
104
WITTGENSTEIN (1889-1951)Vida de Wittgenstein
Ludwig Wittgenstein nació en Viena. Procedía de una familia acomodada y con gran cultura y fue el más joven
de sus ocho hermanos. El hermano de Wittgenstein se convirtió en un pianista excepcional para el que Ravel
escribió su "Concierto para piano para la mano izquierda" después de que el virtuoso perdiera trágicamente su
mano derecha en la primera Guerra Mundial.
Wittgenstein se mostró muy capacitado para la ingeniería, empezando sus estudios en dicha disciplina en el
Instituto Politécnico de Berlín. Allí fue donde desarrolló un profundo interés por los fundamentos matemáticos
y, después de leer los Principia mathematica de Russell, se marchó a Cambridge a estudiar bajo la dirección de
éste.
En 1913, Wittgenstein decidió construirse una cabaña en Noruega para poder concentrarse en su trabajo.
Cuando estalló la guerra en 1914, se unió al ejército austriaco, siendo posteriormente capturado por los
italianos. Terminó su gran obra maestra, el manuscrito Tractatus logico-philosophicus, en un campo de
prisioneros y se la envió a Russell. No fue publicada hasta 1921.
La guerra cambió a Wittgenstein. Donó su gran herencia y se fue a enseñar a una escuela de primera enseñanza
en la Austria rural. Creía que con su libro quedaban tratados todos los problemas de la filosofía y que, por lo
tanto, ya no quedaba más que decir. Pero en 1929 tuvo grandes dudas sobre el Tractatus y regresó a Cambridge
a continuar su filosofía. En 1939 se convirtió en catedrático de filosofía, aunque, posteriormente dimitió del
cargo y se hizo enfermero. Su posterior trabajo culminó con las Investigaciones filosóficas. No fueron
publicadas hasta dos años después de su muerte a causa del cáncer en 1951.
Su primera filosofía
Para Descartes, el tema central de la filosofía era el conocimiento. Quería saber lo que era el conocimiento y lo
que se podía conocer. Para Wittgenstein, el tema central de su filosofía fue el lenguaje. Quería saber lo que era el
entendimiento y cómo se podía entender todo a través del lenguaje. Para él, una comprensión adecuada del
lenguaje resolvería todos los problemas de la filosofía.
Los filósofos tradicionalmente habían pensado que las palabras tenían un significado como etiquetas de las
cosas. Para Platón, el significado de "caballo" era la Idea o molde inmutable y eterno por el que perduraba. Para
un empirista como Hume, "rojo" era la etiqueta para el tipo de experiencia que teníamos cuando, por ejemplo,
veíamos la sangre. Hume pensaba que ninguna palabra tenía significado a menos que pudiéramos definirla en
términos de palabras que provinieran de las experiencias simples. Al principio, Wittgenstein siguió esta
tradición y argumentó en su Tractatus logico-philosophicus (la única obra suya que aparece a lo largo de toda
su vida) que cualquier proposición significativa podía descomponerse en una lista de nombres que
corresponden a lo que él llamó "simples".
Su enfoque era muy abstracto y nunca se nos dice lo que eran esas proposiciones elementales. Opinaba que eran
como las Ideas de Platón en que cosas inmutables que tenían que existir. Algo es inmutable si no puede cambiar.
Las Ideas de Platón no podían cambiar porque estaban más allá del espacio y del tiempo. Los simples de
Wittgenstein no existían fuera del tiempo ni del espacio pero, no obstante, no podían cambiar. Si no existieran
estos simples, las palabras no tendrían significado. No sorprende así que su sistema haya sido tildado de
metafísico.
Límites del lenguaje
El Tractatus se lee como una serie de aforismos. En el libro se afirman cosas del estilo de "El mundo es la
totalidad de los hechos, no de las cosas" o "Una proposición es una figura de la realidad". Una proposición es
cierta si la disposición de los nombres que contiene corresponde a un hecho. Es muy parecido a la forma en la
que los puntos que componen un dibujo en la pantalla de un ordenador pueden representar una escena. Las
únicas proposiciones que tienen un significado son aquellas verdades que pueden ser investigadas por la ciencia
natural, ¡no verdades que deban descubrir lo filósofos! Lo único que pueden hacer los filósofos es poner en claro
nuestros pensamientos analizando el lenguaje. Los filósofos no pueden ser una especie de policías del
pensamiento cuyo trabajo sea poner los límites al discurso significativo.
Dentro de este encuadre los discursos de la ética y la religión no tenían sentido. Las proposiciones significativas
eran figuras de los hechos o conjuntos de simples. No había hechos que se pudieran figurar en el lenguaje ético o
religioso. A diferencia de los positivistas lógicos, sin embargo, Wittgenstein no descartaba por completo la
religión o la ética. Aunque la ética y la religión no podían ser significativamente dichas, se reflejan sin embargo a
sí mismas: "Son ciertamente cosas que no se pueden meter en palabras. Se hacen manifiestas por sí mismas.
Son lo místico".
El mismo Wittgenstein dijo tener experiencias místicas. Los temas religiosos y éticos estaban fuera del mundo,
fuera de los límites del discurso significativo y fuera de las posibilidades de la investigación científica. De aquí
que no debamos decir nada de ellos. El Tractatus termina con una de las sentencias más famosas de la filosofía:
"De lo que no se puede hablar, mejor es callarse".
Pensamiento posterior
Wittgenstein acabó formando una segunda filosofía. En sus Investigaciones filosóficas, publicadas
póstumamente, Wittgenstein negó totalmente el enfoque al lenguaje que dio en su Tractatus. El lenguaje seguía
105
siendo su preocupación y él seguía pensando que todos los rompecabezas filosóficos eran consecuencia de una
mala interpretación del lenguaje.
Pero el Wittgenstein posterior rechazó completamente la idea del Wittgenstein inicial de que las palabras eran
algo así como las etiquetas -de un museo en el que sus exposiciones eran los significados. Los filósofos se habían
confundido por el hecho de que nosotros hablamos de los significados de las palabras buscando las entidades
que representan esos significados. Nos aconsejaba que observáramos nuestra práctica y uso del lenguaje.
Podríamos entonces ver que el uso del lenguaje formaba parte de muchas actividades variadas o "juegos de
lenguaje". Wittgenstein era un apasionado de las metáforas y su discurso del lenguaje siempre era parte de una
actividad. Todos estos diferentes juegos de lenguaje confeccionaban nuestra "forma de vida".
El significado es el uso
Decimos que un niño ha aprendido el significado de una palabra cuando ha aprendido a jugar al juego de usar
de dicha palabra. Si queremos saber si alguien comprende la palabra "rojo", no empezamos con la imposible
tarea de averiguar si ha tenido las mismas experiencias asociadas a la palabra "rojo" que nosotros. Sólo miramos
si dicha persona aplica la palabra correctamente a las cosas; si la puede utilizar para realizar tareas ("Tráeme el
jersey rojo"); y si la puede utilizar adecuadamente en las frases ("El rojo es mi color preferido"). Conocer el
significado de una palabra o proposición es una cuestión de comprensión de la palabra o de la proposición. Esta
comprensión es, a su vez, una cuestión de ser capaz de utilizar dicha palabra o proposición. Wittgenstein
resumía esto en su famosa sentencia: "El significado es el uso".
Los filósofos tratan de dar el significado a las palabras tratando de dar definiciones precisas. Wittgenstein
pensaba que esto era imposible. Su ilustración favorita de la dificultad era la palabra "juego". Si pensamos en
todas las cosas que llamamos juego, no encontraremos un punto en común a todas ellas, aunque haya
semejanzas entre alguno de ellos. Los juegos forman una "afinidad familiar". Todos los miembros de una familia
determinada se parecerán a dicha familia. Algunos tendrán los mismos ojos, o el mismo tipo de nariz o unas
enormes orejas. Pero no hay un conjunto de características que tengan todos ellos. Los filósofos como Sócrates y
Platón, que pensaban que la esencia de, por ejemplo, la justicia podía expresarse en una definición, estaban,
simplemente, equivocados.
Los problemas filosóficos surgen al errar en el conocimiento del lenguaje. El único papel correcto de los filósofos
era ser terapeutas que busquen disolver los problemas filosóficos mediante la utilización que hacemos del
lenguaje. Los problemas filosóficos tradicionales aparecen cuando el "lenguaje se va de vacaciones". La solución
consiste en hallar cómo trabaja el lenguaje. En ese momento, los problemas desaparecerán. Los filósofos que no
centran sus esfuerzos en el lenguaje son como moscas que, sin esperanza, vuelan dentro de una botella: "¿Cuál
es nuestro objetivo en filosofía? Mostrar a la mosca el camino para salir de la botella".
El lenguaje privado
El significado es el uso. Saber cómo utilizar una palabra es saber las reglas del lenguaje. El lenguaje es una
actividad regida por leyes. Las reglas son sociales, son acuerdos tácitos de cada comunidad. No tienen una
existencia independiente de las prácticas que seguimos en nuestros juegos lingüísticos. Están sacadas de lo que
hacemos en nuestra forma de vida. Por lo tanto, el significado en sí mismo es social.
Desde esta perspectiva, Wittgenstein llegó a una de sus conclusiones más emocionantes e importantes: no
puede haber un lenguaje privado. Wittgenstein no negaba que podíamos tener un código secreto propio con el
que, por ejemplo, escribíamos nuestro diario. Con lenguaje privado se refería a uno tal que nadie más pudiera
entender, siquiera los principios. La idea de dicho lenguaje parece extraña, pero tanto los racionalistas como los
empiristas abogaban por su posibilidad. Descartes imaginaba que él podía ser la única cosa que existiera. No
obstante, él seguía pensando. Y para realizar este tipo de pensamiento, Descartes debería utilizar el lenguaje en
cuestión. Para los empiristas, las palabras tenían un significado dependiendo de las experiencias. Como uno no
puede tener las experiencias de otro, no se puede saber si las palabras que utiliza uno se ajustan a las del otro.
Incluso el lenguaje que utiliza cada persona era, para los empiristas, un lenguaje privado, privado para cada
interlocutor.
La conducta
Si Wittgenstein estuviera en lo correcto al pensar que el significado es una cuestión de seguir unas determinadas
reglas sociales, las principales tradiciones filosóficas del racionalismo y el empirismo simplemente se
disolverían. Los racionalistas y los empiristas tomaron como punto de partida una descripción individual de los
contenidos privados de su propia mente. ¡Ni que decir tiene que su llamado "argumento del lenguaje antiprivado" ha sido tema de una controversia filosófica sin fin!
Wittgenstein pensaba que esta misma perspectiva disolvía todos los problemas filosóficos tradicionales, uno de
los cuales era el escepticismo sobre la existencia de otras mentes. ¿Cómo sabemos que otras personas tienen
inteligencia, tienen vida mental? ¿Cómo sabemos que nuestros semejantes no son autómatas que se comportan
como nosotros sin tener realmente ninguna vida interior consciente? Concretamente, ¿cómo sabemos que ellos
sienten lo que llamo "dolor"? Porque yo no tengo acceso a su dolor. Sólo puedo ver su comportamiento.
Los filósofos tradicionalmente han tratado de resolver este problema utilizando un argumento por analogía. Un
argumento por analogía concluye que lo que vale para un caso, vale también para otro caso similar. Yo
106
compruebo que los otros se comportan más o menos como yo cuando algo me duele. Chillan, lloran y se
retuercen como yo cuando algo me duele. Pero éste no es un argumento convincente. El escéptico simplemente
se preguntaría cómo sabemos que la analogía existe. Quizá alguien se pueda comportar así sin tener realmente
ningún dolor.
Wittgenstein nos recuerda que aprendemos a utilizar la palabra "dolor" en relación con el comportamiento.
Aprendemos a aplicarlo a nosotros mismos y a los demás si nosotros, o el resto, por ejemplo, gritan o se
retuercen. El comportamiento nos da, según Wittgenstein, el criterio del dolor. Esto puede sonar a conductismo.
El conductismo puro dice que dolor es sólo el comportamiento que asociamos al dolor. Pero no sería correcto,
pues podemos sentir dolor y no mostrarlo. La teoría de Wittgenstein es que, para hacer esto, tendríamos que
aprender a esconder el dolor. Lo primero que aprenden los niños cuando les duele algo es el comportamiento y,
después, se les enseña que no siempre deben expresarlo. Antes de aprender a ocultar este comportamiento, no
hay duda de que siempre que les aparezca el dolor gritarán espontáneamente. Así es precisamente como
utilizamos la palabra: una etiqueta para ese algo que nos produce ganas de gritar.
El problema tradicional del escepticismo sobre el mundo exterior también se disuelve. Lo que entendemos por
conocimiento viene dado por las reglas de utilización de la palabra "conocer". Estas reglas nos autorizan a decir
bajo ciertas circunstancias, por ejemplo, que sabemos que a las cuatro en punto pasa un tren. Si las
circunstancias son las adecuadas, no habrá duda sobre lo que conocemos.
Si hablara un león
Al prescindir de los problemas filosóficos tradicionales, muchos filósofos temieron que Wittgenstein estuviera
cayendo en una forma extrema de relativismo. El relativismo es una doctrina que no cree en una realidad o
verdad simple. Lo que es verdad y lo que realmente existe es relativo a las diferentes culturas o a los diferentes
periodos históricos. El problema para Wittgenstein era que el significado era una cuestión de las reglas de los
juegos lingüísticos que constituían nuestra forma de vida. Lo que queríamos decir con "verdad" o "realidad"
estaba formado por cómo utilizábamos estas palabras en nuestra forma de vida. Tendemos a pensar en términos
de una concepción absoluta del mundo: existen la verdad y la realidad independientemente de nosotros. Pero la
concepción social de Wittgenstein podía descartar esto. Wittgenstein advertía en las Investigaciones filosóficas
que si un león pudiera hablar no podríamos entenderlo. Esto es, el habla del león sería parte de una forma de
vida tan diferente a la nuestra que no tendría sentido para nosotros. El león tendría sus propias concepciones de
la realidad y ¿quién sería él para decir lo que está bien? Los leones y los humanos tedríamos nuestras propias
ideas independientes de la corrección ligadas a nuestras formas de vida.
Wittgenstein esperaba realmente el final de la filosofía. En cuanto la mosca saliera de la botella, no le quedaría
nada por hacer al filósofo. Sin embargo, sus propias obras generaron un inmenso crecimiento de la
investigación y especulación filosóficas.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Platón - El mundo de las Ideas: para las formas inmutables.
Filosofía del lenguaje - Anti-metafisica: para el desarrollo de la filosofía del lenguaje.
Filosofía de la mente - ¿Somos ordenadores?: para la relación entre la mente y el comportamiento.
Historia:
Siglo XX - Perspectiva: para la I Guerra Mundial.
Bibliografía
Las obras más importantes de Wittgenstein son:
Investigaciones filosóficas, Crítica, Barcelona, 1988.
Los cuadernos azul y marrón, Tecnos, Madrid, 1984.
Tractatus logico-philosophicus, Alianza, Madrid, 1987.
ESTUDIOS:
Alston, W. P. y otros: Los orígenes de la filosofía analítica: Moore, Russell y Wittgenstein, Tecnos, Madrid,
1976.
Kenny, A.: Wittgenstein, Alianza, Madrid, 1984. Resulta muy útil el análisis del primer Wittgenstein que
contiene esta obra.
Prados Celma, J. L.: Wittgenstein, Cincel, Madrid, 1990.
107
HEIDEGGER (1889-1976)La vida de Heidegger
Heidegger fue uno de los filósofos más vitalistas y prolíficos del siglo XX. Después de la Gran Guerra de 19141918, los problemas de la vida humana se pusieron en tela de juicio con una nueva intensidad. La mayoría de las
personas pensaba que el viejo mundo se había terminado para siempre. La fe ciega en el progreso se dejó de
lado y el humanismo, liberalismo y optimismo tradicionales fueron vistos con recelo.
En el s. XIX, algunos filósofos y pensadores no seguían la corriente principal de la filosofía. Después de la I
Guerra Mundial, dichas personas fueron vistas por algunos como profetas de la catástrofe. El pensador danés
Kierkegaard y el alemán Nietzsche fueron dos filósofos que tuvieron muy pocos seguidores en su época. Su
pensamiento inspiró, sin embargo, a toda una generanción de filósofos del periodo de entreguerras: la
"filososofía de la existencia". Heidegger fue considerado como parte de este movimiento, a pesar de sus
esfuerzos por desarrollar su propio camino.
Heidegger desarrolló la fenomenología de Edmund Husserl (1859-1938). Husserl intentó crear una ciencia pura
que no explicara los hechos ni examinara las teorías, sino que describiera las cosas como se aparecen realmente
ante nosotros. Fenomenología es la doctrina que se ocupa de la apariencia de las cosas. Heidegger utilizó esta
doctrina para describir la condición del hombre.
Heidegger fue profesor universitario en Marburgo y Friburgo, en Alemania, y ya famoso como profesor en su
juventud. Fue uno de los pocos grandes intelectuales de la época atraídos por el nazismo. Tenía la idea de que el
hombre estaba indefenso y completamente expuesto a la lucha por la supervivencia. No contento con la
observación de la lucha, Heidegger quería tomar parte de ella. Para ello, olvidó el viejo axioma filosófico de
mantenerse a una distancia crítica de su propia época, de su propia sociedad y de los grandes hechos históricos
contemporáneos. Heidegger estaba fascinado por las "maravillosas manos" de Hitler y llamó a su héroe "el
destino de Alemania". En 1945, y a causa de su simpatía hacia Hitler y el nazismo, fue expulsado de su puesto de
trabajo por las fuerzas de ocupación francesas.
El vínculo teológico
Heidegger se centró en dar una nueva interpretación a las ideas principales del cristianismo. En su juventud
leyó a San Agustín y los grandes escolásticos y parte de su educación la recibió en un colegio jesuita. Escribió su
primer libro sobre el filósofo medieval Duns Escoto. En su famoso libro El ser y el tiempo (1927), Heidegger
presentó una experiencia de vida tomada de la tradición cristiana sin utilizar el lenguaje mitológico. Heidegger,
de hecho, construyó un nuevo lenguaje y acuñó muchas nuevas palabras para extraer la expresión de esta
experiencia de vida de sus raíces históricas.
En su primer acercamiento al cristianismo recibió más atención de los teólogos que de los filósofos
profesionales. El teólogo alemán Rudolf Bultmann intentó desmitificar el cristianismo en el contexto del
existencialismo de Heidegger. Quería presentar el cristianismo al mundo moderno sin utilizar conceptos
mitológicos como los ángeles, los milagros o el demonio. Bultmann pensaba que el significado y contenido del
cristianismo debían ser reformulados mediante un lenguaje no religioso.
Heidegger intentó dar un enfoque objetivo y científico a la condición del hombre tal y como se nos aparece.
Quería analizar la experiencia de la vida humana para descubrir la cuestión del ser. En El ser y el tiempo, opina
que la temporalidad es la característica distintiva de todas las partes de la condición del hombre. Ninguna parte
del ser humano se encuentra al margen del paso del tiempo. Heidegger afirmaba que los seres humanos son
idénticos a su existencia real. La esencia del hombre no es más que su pasajera y momentánea existencia.
Condición del hombre
El tema de toda la obra El ser y el tiempo, según fue proyectada, era la "cuestión del ser". Sin embargo,
Heidegger no terminó nada más que la primera parte del libro: una investigación sobre la clase de existencia
particular de los hombres. El análisis de las condiciones del hombre sólo era una parte de su fenomenología
incompleta del ser.
Los seres humanos no son invitados aislados de este mundo. Forman parte de él y pueden ser descritos por su
interacción con las herramientas, las cosas, el resto de las personas y el futuro. Heidegger intentaba formalizar
las características de este tipo de ser con el hombre. El tipo de ser de las cosas podía ser descrito en categorías,
como hizo Kant. Heidegger estaba interesado en el ser del hombre. En vez de categorías, describió el tipo de ser
que le es peculiar al hombre como "existenciales", puesto que el hombre no existe en las mismas condiciones
que las cosas.
La parte completa de El ser y el tiempo contempla las condiciones del ser del hombre. El libro no trata de
indicarnos como ser un buen hombre, un hombre feliz o un hombre fuerte, sino de examinar las condiciones del
ser del hombre puro y simple. En primer lugar, Heidegger teoriza que ser un hombre es lo mismo que estar en el
mundo. No hay ninguna parte del hombre que pueda ser extraída de su mundo. él es su mundo. Heidegger
también opinaba que el hombre es tan finito como su mundo. En segundo lugar, el hombre se relaciona con su
mundo mediante la "comprensión" (Verstehen). Lo queramos o no, nos relacionamos con el mundo mediante la
comprensión o incomprensión cuando lo interpretamos. Tanto el "estar en el mundo" (In-der-Welt Sein) como
la "comprensión" son "existenciales", esto es, marcas inextirpables de la condición humana. En tercer lugar,
108
todo el mundo ocupa una posición u otra en el horizonte entre la existencia "auténtica" (Eigentlichkeit) y la "no
auténtica" (Uneigentlichkeit). Todo el mundo da a su vida diferentes grados de autenticidad.
Existenciales
El hombre puede perderse o encontrarse. La clave es que siempre vive en actividades, estados y relaciones que
pueden ser descritos mediante existenciales. La existencia del hombre tiene dos modos fundamentales de
producirse, con cierto grado de autenticidad. Siempre está en uno u otro estado, miseria o felicidad. Los estados
del hombre pueden ser de una docena de tipos diferentes, pero siempre se encuentra en alguno de ellos. Por lo
tanto, su estado o "disposición" (Befindlichkeit) es un existencial.
Lo mismo se aplica a "inquietud" (Sorge). Como exitencial, "inquietud" significa el interés que ponemos en
nuestras vidas a través de las actividades diarias. Cuando nos depertamos por las mañanas, nos lavamos los
dientes, tomamos nuestro desayuno y vamos al trabajo, actuamos en la trama de inquietudes. "Inquietud" es
una marca distintiva de la condición humana. No hay vida humana sin inquietudes de este tipo.
Todo ser humano ha sido puesto en este mundo sin su consentimiento. Nadie ha elegido nacer. Nos expulsaron
a las condiciones de vida sin que nadie nos preguntara si así lo queríamos. Heidegger llamó a este existencial
"Geworfenheit". Con ello quería decir que la vida no era como un viaje que se podía posponer o cancelar. Nos
echan dentro del agua y nosotros debemos hacer lo que podamos por sobrevivir, de la mejor forma posible, bajo
unas condiciones que no hemos elegido.
El despiadado tiempo
Todos los existenciales están contenidos en la "finitud" (Zeitlichkeit). Tanto los pensamientos como las acciones
se encuentra bajo el yugo del tiempo. El tiempo no puede invertirse y está más allá de nuestra esfera de
influencia. No podemos elegir vivir fuera o dentro del tiempo. El tiempo y su "finitud" es la ley que todo y todos
debemos acatar. Es la condición más trascendental de todos los existenciales.
Ningún otro filósofo había presentado antes al hombre tan despiadadamente finito como Heidegger. La muerte,
la decadencia, la transitoriedad (en resumidas cuentas, la "finitud") se presentan en todo lo que pensamos y
hacemos. No sólo somos seres finitos, sino que la "finitud" no es algo que, desafortunadamente, y según
Heidegger, tiene que morir. La muerte no es algo que le ocurra al hombre como una sorpresa o que debamos
evitar. El modo peculiar del ser de la persona se forma a partir de la finitud de su vida. La muerte no es un
accidente, ni una catástrofe, sino un hecho que se basa en la tiranía del mismo tiempo, un poder al que nadie
puede escapar.
Los existenciales son fenómenos, es decir que se nos aparecen si podemos observarlos sin interferencias. Los
fenómenos no son exactamente lo mismo que los hechos. Con frecuencia, los fenómenos están ocultos o son
invisibles. Tienen que descubrirse, exponerse y revelarse. Tenemos que prepararnos para ver los fenómenos tal
y como son. El hombre puede estar tan absorto en el mundo de las cosas como para olvidar el ser del hombre.
En este punto es en el que el existencialismo de Heidegger reclama una elección de "autenticidad". Por ejemplo:
el tiempo es un fenómeno que debemos descubrir. No aparece por sí mismo en el devenir diario. Debemos mirar
más allá para descubrir la "finitud" de todas las cosas. La completa revelación del fenómeno del tiempo incluye
el conocimiento de la ineludible muerte.
Autenticidad
Todos los "filósofos de la existencia" eran bastante escépticos ante el psicoanálisis y el resto de explicaciones de
por qué el hombre era realmente como era. Como su profesor Husserl, Heidegger opinaba que la conciencia
humana estaba intrínsecamente conectada con su contenido. El ser humano utiliza herramientas, se comunica
con los otros, siente y trabaja. La naturaleza del hombre estriba en estas acciones y relaciones. No tiene esencia,
no hay una verdad simple sobre él. El hombre no tiene un alma eterna e impertérrita. Los seres humanos
siempre están ocupándose de sus acciones y productos, de sus relaciones con los demás, con las cosas que les
rodean, de su destino y en su futuro.
El hombre puede ser auténtico o no auténtico, ser él mismo o perderse. En este tema, Heidegger predica una
forma de vida como la mayoría de los filósofos existencialistas. El individuo puede perderse en la masa. La vida
humana tiende a la "cotidianeidad", cuando el hombre se repliega en la curiosidad, la ambigüedad y la
charlatanería. Lo que ocurre es que el individuo puede ser borrado por asimilación a la masa o a las cosas que le
rodean. Además, Heidegger creía que el resto de las personas participaban en la constitución de nuestra
individualidad. Pero era muy importante evitar la asimilación a la opinión pública.
La experiencia de la "angustia" (Angst) puede sacar a la luz las conexiones reales de las cosas. A veces, sólo
sentimos la presencia de una bombilla cuando falla en su iluminación o se estropea. La totalidad de la existencia
se suele descubrir sólo cuando nos encontramos con la posibilidad de no seguir viviendo. La angustia es una
reacción a este entendimiento. La angustia es el estado que descubre el ser como un "ser hacia la muerte" (Seinzum-Tode). La angustia es un producto de la vida humana como tal.
La historia del Ser
Heidegger contó con brillantes alumnos que extendieron sus ideas al campo de la historia de la filosofía.
Hannah Arendt, Walter Schultz, Hans-Georg Gadamer, Herbert Marcuse, Karl Löwith, Rudolf Bultmann,
109
Wilhelm Weischedel y muchos otros filósofos estuvieron inspirados por las clases de Heidegger. Sus alumnos
dominaron la filosofía alemana durante, al menos, una generación.
Después de cancelar la conclusión de El ser y el tiempo, Heidegger se interesó por las interpretaciones de la
historia de la filosofía. El tema principal del pensamiento moderno había sido, según Heidegger, la expansión
del individuo, del ego consciente. Desde Francis Bacon y su "saber es poder" hasta la "voluntad de poder" de
Nietzsche, los filósofos han imaginado un sujeto que interviene y domina el mundo de los objetos. Con
Nietzsche, las posibilidades de la metafísica occidental fueron agotadas. Su doctrina de la "voluntad de poder"
ponía de manifiesto la esencia de la filosofía occidental de una vez por todas. La tecnología moderna era la
realización del antiguo ansia de poder, como expresaba el pensamiento de Nietzsche.
Heidegger pintó un cuadro del desarrollo de la filosofía occidental poco menos que catastrófico. El proceso de
abandono del ser (Seinsvergessenheit) ha ganado. La filosofía de la Antigua Grecia fue uno de los grandes
errores que nos llevaron a la tecnología y la adoración del poder modernas. Esta dejadez hacia el Ser implicaba
un rechazo a todo lo que no estuviera relacionado con el mismo sujeto. El hombre moderno percibe el mundo
como dependiente de su interferencia. El orden real de la dependencia era el opuesto. La interferencia del sujeto
dependía del Ser, que era rechazado cuando intentaba dominarlo mediante el control o las manipulaciones.
La forma de ver las cosas de Nietzsche con su "Dios ha muerto" era, de hecho, la culminación del olvido del Ser.
ésta era la conclusión de la historia de la filosofía occidental. Heidegger llamó a esto "nihilismo", es decir, el
aislamiento del sujeto, del ego consciente, del Ser, un estado en el que el sujeto se imagina a sí mismo como el
único artífice de la proyección y la verdad. La doctrina de Nietzsche de la "voluntad de poder" era, decía
Heidegger, una filosofía acorde al moderno estado industrial. En sus últimos años, Heidegger se ocupó en
buscar alternativas al olvido del Ser que estaba ocurriendo en Occidente. Al mismo tiempo, formuló su
influyente crítica a la tecnología moderna.
La proyección del Ser
Heidegger no se consideró como un "filósofo" ni a sus reflexiones las llamó "filosofía". Se describía a sí mismo
como "pensador" y su filosofía como el "pensamiento" que ponía de relieve la diferencia entre su propia obra y
las de los metafísicos occidentales. El "pensamiento" era la forma de escapar al olvido del ser para recoger la
totalidad de todo lo que una vez existió antes de que el hombre cayera en la reflexiva y consciente búsqueda del
poder. La metafísica occidental había transformado el ser en un conjunto de cosas que podían manipularse y
controlarse. El olvido del ser significaba olvidar las diferencias entre el ser en sí y los seres. Puedes dominar la
existencia, pero no puedes nunca manejar el Ser. El sujeto, los objetos y el pensamiento presuponen al mismo
Ser. Para Heidegger, el nihilismo es lo mismo que el olvido del Ser, el núcleo destructivo de la filosofía
occidental. Heidegger intentó vencer este nihilismo encontrando un camino de vuelta a través de la memoria
desde la dominación a la devoción, del tener al ser.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Kant - Conocimiento humano: para sus categorías de experiencia.
Nietzsche - Importancia del arte: para su influencia existencialista.
Kierkegaard - Kierkegaard y Hegel: para Kierkegaard y Hegel.
Sartre - Pensamiento de Sartre: para su respuesta a Heidegger.
Bibliografía
Las obras más importantes de Heiddegger son:
Caminos del bosque, Alianza, Madrid, 1995.
Del camino al habla, Serbal, Barcelona, 1987.
El ser y el tiempo, Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1993.
ESTUDIOS:
Pöggeler, O.: El camino del pensar de Martin Heidegger, Alianza, Madrid, 1993. Destaca, sobre todo, por la
exposición de El ser y el tiempo.
Rodríguez García, R.: Heidegger y la crisis de la época moderna, Cincel, Madrid, 1988. Esta obra ofrece un
buen análisis de la evolución del pensamiento de Heidegger.
Steiner, G.: Heidegger, Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1991.
110
SARTRE (1905-1980)La vida de Sartre
Jean-Paul Sartre nació en París, Francia, y llegó a convertirse en el principal contribuidor a la cultura parisina.
Además de publicar varias obras filosóficas populares y bastante amenas, Sartre fue también, un exitoso escritor
de novelas y gran comentarista político y crítico literario.
Estudió filosofía en la Ecole Normale de París. Fue aquí donde empezó su relación amorosa con Simone de
Beauvoir, otra de las grandes existencialistas y escritora feminista.
En 1931, Sartre dejó París para enseñar filosofía en Le Havre, lo cual no le agradó demasiado. Después de su
vuelta a París en 1937, Sartre publicó su primera novela filosófica, La náusea, basada en sus experiencias en Le
Havre.
Cuando estalló la II Guerra Mundial, Sartre se unió al ejército francés. En 1940 fue capturado por los alemanes y
estuvo prisionero durante un año hasta su regreso a la Francia ocupada. De vuelta en París, Sartre participó
activamente en la Resistencia francesa. La guerra cambió a Sartre, lo cual se reflejó en su filosofía, que dejó de
ser académica para centrarse completamente en los problemas de la condición humana. Su gran obra El ser y la
nada fue publicada en 1943, seguida por El existencialismo es humanismo en 1945. Ambas se hicieron muy
populares.
Después de la guerra, Sartre fundó, junto con Simone de Beauvoir, la revista política y literaria Les Temps
Modernes. Por aquel entonces, Sartre se convirtió en una figura política controvertida, que coqueteó con el
marxismo y se opuso frontalmente a la participación de Estados Unidos en la guerra de Vietnam. En 1964 se le
concedió el premio Nobel de literatura, el cual rechazó. Cuando sus ideas políticas y filosóficas dejaron
finalmente de ser tan populares, Sartre siguió siendo considerado con respeto y a su funeral, en 1980, acudieron
unas 50.000 personas.
Pensamiento de Sartre
Jean-Paul Sartre estuvo fuertemente influenciado por el filósofo alemán Martin Heidegger (1889-1976) que, a
su vez, estuvo muy influenciado por Kierkegaard. Los tres son considerados como los principales exponentes de
la filosofía existencialista.
Sartre decía que el "existencialismo es humanismo", con lo cual se refería a que los existencialistas sólo toman
como punto de partida el propio ser humano. Quizá deba reseñarse que se trataba de un humanismo con una
visión mucho más sombría de la situación del hombre que la que tenía el humanismo del Renacimiento. Sartre
podría decirse que pertenecía al existencialismo ateo. Su filosofía puede considerarse como un despiadado
análisis de la situación del hombre cuando "Dios ha muerto". La expresión "Dios ha muerto" viene del filósofo
alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900).
El existencialismo
La palabra clave de la filosofía de Sartre era, como para Kierkegaard, "existencia". Ahora bien, no debería
confundirse existencia con estar vivo. Las plantas y los animales también están vivos, existen, pero no tienen
que preocuparse por lo que eso significa. El hombre es el único ser vivo que es consciente de su propia
existencia. Sartre decía que las cosas físicas solamente son "en sí mismas" (en soi), pero el ser humano también
es "para sí mismo" (pour soi). Ser persona era algo muy diferente a ser cosa.
Sartre afirmaba que la existencia del hombre tiene prioridad sobre cualquier significado que pudiera tener. El
que yo exista tiene prioridad, por lo tanto, sobre lo que soy. "La existencia precede a la esencia", decía. Por
esencia entendemos aquello de lo que algo consta, es decir, la naturaleza de una cosa. Pero, según Sartre, el
hombre no tenía una naturaleza innata. Por tanto, el hombre tenía que crearse a sí mismo. Tenía que crear su
propia naturaleza o "esencia" porque esto no es algo que venga dado de antemano.
A través de toda la historia de la filosofía, los filósofos han intentado dar una respuesta a qué es el hombre o qué
es la naturaleza humana. Pero Sartre pensaba que el hombre no tenía dicha "naturaleza" eterna en la que
refugiarse. Por eso tampoco servía de nada perseguir el sentido de la vida en general. Estábamos condenados a
improvisar. Somos como actores que entraran en el escenario sin tener ningún papel estudiado previamente,
ningún apuntador que nos susurrara lo que debíamos hacer. Teníamos que elegir por nuestra cuenta cómo
queremos vivir.
La mala conciencia
Cuando el hombre se da cuenta de que existe y de que va a morir, y de que no tiene nada a lo que agarrarse,
entonces aparece la angustia, decía Sartre. Recuérdese que la angustia era también la característica de la
descripción de Kierkegaard de un hombre que se encuentra en una situación existencial.
Sartre opinaba además que el hombre se sentía un extranjero en un mundo sin sentido. Al describir la
"alienación" del hombre, recogía al mismo tiempo los pensamientos centrales de Hegel y Marx. La sensación del
hombre de ser un extranjero en el mundo creaba un sentimiento de desesperación, aburrimiento, asco y
absurdo.
Pero, aunque la vida no tenía sentido, Sartre pensaba que el hombre seguía siendo libre y que la gente debía
enfrentarse a esto. "El hombre está condenado a ser libre", decía. "Condenado porque no se ha creado a sí
mismo y, sin embargo, es libre. Porque una vez ha sido arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace".
111
Y, puesto que somos completamente responsables de todos nuestros actos, son muy importantes nuestras
elecciones.
Otro de los grandes pensadores existencialistas y amigo de Sartre, Maurice Merleau-Ponty, decía que la razón
venía después de la decisión. El mismo Sartre insistía en que no podíamos esperar racionalizar todas las
elecciones que tenemos que hacer. La vida era una constante elección y no siempre teníamos buenas razones
para hacerlas.
Sartre consideraba esta libertad para elegir una gran carga que llevar, pero que era algo que teníamos que
comprender y aceptar. Algunas personas consideran esto una tarea difícil. La gente que se asustaba de esta
carga de la libertad a veces caía en una especie de decepción intelectual que Sartre llamó "la mala conciencia".
Intentaban engañarse a sí mismos diciéndose que realmente no tenían la libertad de elección. Cuando las
personas dicen cosas del tipo de "Yo sólo hago mi trabajo", son responsables de la mala conciencia, puesto que
usan su trabajo como motivo para no realizar sus propias elecciones. Cuando alguien niega este tipo de elección
actúa como si sólo existiera "en soi", en vez de "pour soi". Las personas que, de esta forma, van entrando en la
masa anónima, se convierten en miembros impersonales de dicha masa. Se refugian en la mentira de la vida,
porque la libertad humana nos exige poner algo de nosotros mismos, existir "auténticamente".
Simone de Beauvoir
Simone de Beauvoir utilizó el existencialismo de Sartre como la base para su libro El segundo sexo, el cual
trataba de las relaciones entre los hombres y las mujeres. En dicho libro, describe la forma en la que
tradicionalmente los hombres habían tomado el papel que les permitía hacer las elecciones y las mujeres no. El
hombre asumía la existencia pour-soi mientras que la mujer sólo existía en-soi. Ellos eran los sujetos y las
mujeres los objetos del hombre, sin pensar ni hacer elecciones por sí mismas.
De Beauvoir negó la existencia de ninguna "naturaleza femenina" o "naturaleza masculina". Quería que las
mujeres se dieran cuenta de que son libres de elegir en lugar de someterse a papeles de subordinación como
esposas, madres u objetos sexuales.
Aunque pretendía que las mujeres fueran las responsables de su libertad y tomaran el control de sus vidas,
Simone de Beauvoir no fue considerada en un principio como una feminista. En parte esto se debía a que
pensaba que las mujeres tenían una gran parte de culpa en su opresión. Dentro de lo que Sartre llamó "mala
conciencia", las mujeres tendían a elegir la seguridad, aunque implicara pasividad, en vez de enfrentarse a su
libertad.
Posteriormente, de Beauvoir cambió su punto de vista, achacando a las diferentes circunstancias materiales en
las que una nacía la conciencia de la propia libertad. Lo mejor que debía hacer una mujer era intentar cambiar la
situación tomando sus propias decisiones y llevándolas hasta los límites de lo posible.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Kierkegaard - La vida de Kierkegaard: para su existencialismo.
Nietzsche - Ataque al cristianismo: para su proclama de la muerte de Dios.
Heidegger - La vida de Heidegger: para su desarrollo del existencialismo.
Bibliografía
Las obras más importantes de Sartre son:
El existencialismo es un humanismo, Edhasa, Barcelona, 1992.
El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica, Alianza, Madrid, 1989.
La imaginación, Edhasa, Barcelona, 1980.
ESTUDIOS:
Bobbio, N.: El existencialismo. Ensayo de interpretación, Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1983. Esta obra
acentúa, sobre todo, los aspectos políticos del existencialismo.
Fontán Jubero, P.: Los existencialismos: claves para su comprensión, Cincel, Madrid, 1991.
Wacquez, M.: Sartre, Barcanova, Barcelona, 1981.
112
FILOSOFíA DE LA MENTE La mente, el enigma
"Pienso, luego existo". Descartes utilizaba este pequeño argumento para establecer un absoluto y certero punto
de partida, su propia existencia. Pero ¿qué era él? Se podía imaginar a sí mismo sin cuerpo pero no podía
imaginarse sin pensamiento, por lo que concluyó que su más profunda esencia era el pensamiento, la
conciencia. Probablemente, la mayoría de los filósofos ha estado de acuerdo con Descartes en que el
pensamiento es lo que nos hace especiales.
Somos lúcidamente conscientes de nosotros mismos gracias a la vida mental. Pensamos, sentimos dolor, placer,
tenemos esperanza, amamos, etc. Esto desemboca en uno de los problemas filosóficos más difíciles. Por otro
lado, no hay nada que nos sea más familiar que nuestra propia vida mental consciente. Y, sin embargo, no
tenemos un conocimiento demasiado amplio de ella. No tenemos ninguna teoría que explique qué es nuestra
vida mental consciente y cómo funciona. ¡No tenemos, ni siquiera, una buena definición de la conciencia! Ya
Descartes apuntaba a que la conciencia tenía algo que ver con el cerebro. Pero la forma en la que el cerebro
produce algo tan maravilloso y misterioso como la conciencia es algo que no sabemos.
¿Un ordenador piensa?
Para comprender las cosas difíciles, frecuentemente recurrimos a metáforas o modelos. La operación del
cerebro que desemboca en la conciencia ha sido imaginada como una fábrica (Leibniz), como algo hidráulico
(Descartes) o como el panel de una centralita telefónica. En los últimos años, el desarrollo de la ciencia de la
computación nos ha dado un modelo predominante. ¿Es posible que nuestros cerebros funcionen como los
ordenadores? Quizá el cerebro sea realmente un ordenador. Supongamos que pudiéramos construir un
ordenador que pensara. Esto nos proporcionaría un modelo para la comprensión de nuestro propio proceso de
pensamiento. Pero esto valdría si los ordenadores pudieran pensar.
Los ordenadores hacen cosas espectaculares, pero ¿realmente piensan? Seguro que hay montones de programas
que te permiten interrogar a un ordenador tecleando las preguntas en el teclado para que, acto seguido, el
ordenador nos responda. Puede incluso ser una pregunta que a ti te costaría bastante responder y que, sin
embargo, el ordenador responde rápidamente y sin esfuerzo. ¿Es eso pensar? Lo que hace el ordenador puede
ser bastante impresionante, pero no parece que eso sea pensar. El ordenador ha sido programado para recoger
unas cadenas de símbolos (la pregunta que has introducido) y procesarlas de un modo meramente mecánico
para producir otra cadena de símbolos diferentes (la respuesta). Esto es lo máximo que hace, hoy por hoy, un
ordenador. Pero ¿qué tendría que hacer un superordenador para convencernos de que está realmente
pensando?
El test de Turing
Alan Turing, uno de los pioneros de la computación, propuso una famosa prueba, que lleva su nombre, para
decidir si un ordenador piensa o no. Imagina que te encuentras con dos teclados unidos a dos pantallas. Puedes
teclear preguntas a ambas máquinas y obtener respuestas, pero sólo una es una máquina, pues la otra es un
humano que está escondido. Tienes que determinar quién es quién introduciendo las preguntas que consideres
oportunas y estudiando las respuestas recibidas. Ningún ordenador actual sería capaz de durar mucho tiempo
con esta prueba de hacerte creer que es un humano. (¿Te podría engañar el programa que estás utilizando en
este momento?). Pero supón que un día se construye un ordenador que tiende a engañarte a ti y al resto de las
personas. Si fuera tan bueno como un ser humano en esta prueba, y no habría razón para no opinar que es una
máquina pensante, según Turing.
Algunos filósofos niegan que un ordenador pueda jamás pensar, aunque responda a las preguntas de forma tal
que supere el test de Turing. Argumentan que el pensamiento real requiere el entendimiento de las frases
producidas. Y esto no se demuestra simplemente dando la respuesta correcta a las preguntas formuladas.
Imagina un niño que pudiera decir muchas cosas ciertas sobre los plátanos (son amarillos, son una fruta), pero
que no reconociera un plátano. El niño no comprendería lo que significa "plátano". Nuestra comprensión de
"plátano" está unida a nuestra habilidad de escoger un plátano del mostrador de la frutería. Cuando ese niño
dice "los plátanos son amarillos", no tiene la idea que tenemos nosotros cuando lo decimos. Nuestra
comprensión de las palabras está conectada a nuestras habilidades para aplicarlas y no sólo para usarlas en
frases. Con este argumento, un ordenador que pase el test de Turing puede todavía no estar plenamente dotado
de pensamiento, pues no comprende las palabras que produce.
¿Robots conscientes?
Si esto es correcto, si el conocimiento real requiere la comprensión y si esto significa la habilidad de aplicar
palabras en nuestra interacción con el mundo exterior, un ordenador que pensara debería ser una especie de
robot (como reconocía el mismo Turing). Necesitaríamos equipar al robot con órganos sensoriales artificiales
(como una cámara de televisión, por ejemplo) y con, digamos, un brazo mecánico para señalar. Si dicho robot
pudiera utilizar el lenguaje como nosotros y hacer lo que hacemos con él, podrá hacer todo lo que se espera que
haga algo que piensa.
Supongamos que hemos conseguido construir nuestro robot, D2-dmtal, y que pasa perfectamente el test de
Turing. D2-dmtal es una máquina pensante. Pero ¿es realmente pensante? Para ver por qué algunos filósofos
dudan esto, necesitamos aclarar una característica muy importante de nuestra vida consciente. Frecuentemente
113
procesamos información sin ser completamente conscientes de que lo estamos haciendo. Supongamos que te
encuentras en un coche manteniendo una interesante conversación con un amigo. Paras ante la luz roja de un
semáforo y arrancas cuando se pone en verde. Verdaderamente, te diste cuenta. Paraste. Pero no estuviste
actuando conscientemente todo el tiempo. Tu cerebro procesó la información y actuó sin molestarse en
trasladar la orden al nivel consciente. Quizá esto es lo que le pasaría a D2-dmtal. Sería un sofisticado sistema de
procesamiento de información sin una conciencia completa.
La conciencia
¿Qué es la conciencia? Esta pregunta no tiene una buena respuesta y, desde luego, implica lo que se conoce
como el "flujo de la conciencia". Algunos filósofos y científicos creen que el flujo de la conciencia es un tipo de
proceso regulador interno relacionado con el lenguaje. Por un lado, hay una especie de conciencia sobre la luz
roja mientras hablamos con nuestro amigo. Nuestro cerebro examina el entorno y detecta la luz roja, pero no se
preocupa de llevar el tema a la conciencia plena. Por otro lado, hay otro tipo de conciencia más perfeccionada
que adquirimos cuando, por ejemplo, estuvimos aprendiendo a conducir: nos decimos o pensamos "el semáforo
se ha puesto en rojo". Esto sugiere que el cerebro tiene un dispositivo que examina los dispositivos que se
encargan de examinar el entorno.
El dispositivo de exploración del nivel más alto informa de lo que detectan los niveles más bajos (que el
semáforo está en rojo). El resultado lleva a un monólogo interno: "El semáforo está en rojo". No hay ninguna
razón en principio por la que un robot listo no pudiera equiparse con una máquina similar que nos diera la
respuesta cuando se la pidiéramos: "Estoy viendo una luz roja". Si D2-dmtal tiene que pasar la prueba de
pensamiento consciente, necesitará ser capaz de informar de lo que se debería hacer igual que haríamos
nosotros (o pensaríamos).
Muchos filósofos no están muy convencidos de que incluso esto sea el fin de la cuestión del pensamiento
completo y consciente de un robot. Algunos objetan que incluso si un ordenador tuviera su propio monólogo
interior, no sería completamente consciente. D2-dmtal podría detectar la luz roja. Podría incluso decirnos que la
ha detectado. Pero no tendría ese sentimiento subjetivo interno que tenemos nosotros cuando vemos una luz
roja. ¡D2-dmtal no tiene conciencia de la experiencia! ¿Cómo podríamos dirimir la cuestión de si un ordenador
robótico podría tener la experiencia de "ver rojo"?
Pero este mismo problema se aplica tanto a las personas como a los ordenadores. ¿Cómo puede otra persona
saber que tú tienes una experiencia interna cuando miras las cosas rojas? Quizá tú puedas seleccionar las cosas
rojas correctamente sin haber tenido la experiencia interna que ha tenido otra persona. O quizá una persona
tenga las mismas experiencias internas cuando ve cosas verdes que tú cuando ves cosas rojas. Quizá seas un
completo zombi sin ningún tipo de vida mental. Actúas y hablas como todo el mundo y, sin embargo, nada pasa
en tu mente. Los filósofos que se toman en serio este punto de vista escéptico sobre las otras mentes y vidas
mentales tendrán que admitir que realmente no saben si D2-dmtal tiene una vida mental.
¿Somos ordenadores?
Si no eres de este tipo de escépticos, si piensas que el resto de las personas tienen obviamente las mismas
experiencias que tú cuando ves el rojo, cuando sientes dolor, amor, es probable que sea porque implícitamente
estás siguiendo a la corriente que seguía Wittgenstein, por ejemplo, que argumentaba que el comportamiento
(lingüístico y no lingüístico) proporciona el criterio para tener una vida mental. Para comprobar si piensas así,
considera esta fantasía. Tienes una intensa y satisfactoria relación íntima con una persona. Dicha persona
muere en circunstancias trágicas. Cuando se le realiza la autopsia, se descubre que no tiene cerebro.
Verdaderamente, sería un impresionante descubrimiento, pero ¿sería un descubrimiento que dicha persona no
hubiera tenido una vida consciente? ¿Llegarías a pensar que habías perdido el tiempo con alguien que no sentía
nada por ti? Esto podría ser un misterio para la ciencia médica, pero ¿te llevaría esto a pensar que habías
tratado con un zombi? Si no, ¿sería diferente si en su cabeza se encontrara un pequeño superordenador? Y en
este argumento, si D2-dmtal hiciera el tipo de cosas que nos llevan a pensar que una persona tiene experiencias,
no habría razón para no decir que D2-dmtal tiene experiencias.
Puede que todavía estés desconcertado. Puede que te preguntes cómo un pedazo de silicio podría tener
experiencias. Es desconcertante. ¡Pero igual lo es el pensar cómo unas células nerviosas pueden tener
experiencias!
Supongamos que pudiéramos construir un robot que simulara nuestra vida consciente. Aunque comprendamos
bien cómo funciona, esto sólo nos ayudará a comprendernos a nosotros mismos si nuestra vida consciente se
produce de una forma similar. No tendrá ningún valor si nuestra vida consciente se produce de una forma
completamente diferente. Sin embargo, si se descubre que somos ordenadores, se habrá hecho un progreso. Si
fuéramos ordenadores, podríamos comprender cómo funcionamos. Para esta investigación, necesitamos aclarar
lo que es un ordenador. Tienes experiencias de un ordenador, pero ¿cómo podrías definir lo que es un
ordenador? Los científicos piensan que un ordenador es un sistema que manipula símbolos mediante
operaciones muy simples. Una definición técnica nos daría una lista de operaciones y definiría un ordenador
como un sistema con ésas u otras operaciones. Como tal, un ordenador puede estar hecho de cualquier cosa. Lo
importante de un ordenador es que tiene una lista finita de procedimientos que ejecuta cuando manipula los
datos de entrada para conseguir unos datos de salida. En última instancia, el ordenador reduce sus entradas a
114
un lenguaje de máquina, de cadenas binarias (de ceros y unos) las cuales manipula para conseguir una
información modificada que, por ejemplo, va a ser mostrada en pantalla o va a convertirse en un movimiento de
nuestro robot. Algunas personas dudan que seamos ordenadores, pues no creen que se pueda encontrar nada
remotamente parecido al lenguaje de máquina en nuestros cerebros. Si eso es así, entonces no somos
ordenadores, aunque sí funcionamos de alguna forma como ordenadores.
El libre albedrío
A veces también se argumenta que no podemos ser ordenadores porque éstos no tienen una voluntad libre, pues
están y son programados. ¡Hacen lo que les dicta su programa! éste no es un buen argumento. Puede hallarse
que el determinismo es verdadero. Todo lo que ocurre, incluyendo nuestras acciones, puede ser la consecuencia
causal del estado del universo: "Lo que el amanecer de la Creación escribió, el Día del Juicio Final leerá".
Algunos filósofos piensan que, si esto es así, no tenemos entonces libre albedrío. En cuyo caso, no tenemos
argumentos para pensar que no somos ordenadores. Otros filósofos opinan que el libre albedrío no tiene nada
que ver con el determinismo. Ser libre es no estar coaccionado, no tener "causa". Esto es, las acciones libres son
las causadas por los deseos, por deseos que estamos felices de tener. En este caso, estar programado no es
incompatible con ser libre.
El futuro
Los científicos cognitivistas no piensan que el cerebro sea un simple ordenador ejecutando un programa por la
simple razón de que no podría realizar las tareas que hace en el tiempo que tarda. Las neuronas, que serían los
sencillos interruptores E/S de los ordenadores, son demasiado lentas. Consecuentemente, los que tienen esta
idea exploran la posibilidad de que el cerebro sea una gran cantidad de ordenadores funcionando en paralelo. La
investigación está yendo por dos caminos. Intentan imaginar un sistema de ordenadores en paralelo con la
esperanza de pasar el test de Turing y, al mismo tiempo, estudian la arquitectura del cerebro para ver si
funciona realmente de esta forma. Un influyente filósofo, Daniel Dennett, advierte que nuestra conciencia
ocurre "en serie" (los pensamientos y los sentimientos vienen uno tras otro) y especula que la conciencia es una
máquina en serie virtual que se aleja mucho de un simple montaje de ordenadores en paralelo.
Se necesita todavía mucho más trabajo en inteligencia artificial, computación y filosofía si queremos responder
a este tipo de preguntas. Cualquiera que sea el resultado de este cometido, nos enfrentamos a unas apasionantes
perspectivas. Si el cerebro fuera un sistema de ordenadores en paralelo, tendríamos un mejor conocimiento de
nuestra vida mental. Si, por el contrario, el cerebro no pudiera compararse con ningún tipo de ordenador,
podríamos regocijarnos en la conclusión de que no somos una especie de máquina. En cualquier caso, hay algo
muy especial en nuestras vidas.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Descartes - Cogito, ergo sum: para la conciencia.
Wittgenstein - La conducta: para los criterios de comportamiento de la vida mental.
Historia:
Siglo XX - Descubrimientos: para los ordenadores.
Bibliografía
Las obras más importantes de Filosofía de la Mente:
Dennett, D. C.: La conciencia explicada: una teoría interdisciplinar, Paidós, Barcelona, 1995.
Holstadter, D. R.: Gödel, Escher, Bach: un eterno y grácil bucle, Tusquets, Barcelona, 1989.
Penrose, R.: La nueva mente del emperador, Grijalbo Mondadori, Madrid, 1996.
Ryle, G.: El concepto de lo mental, Paidós, Buenos Aires, 1967.
Searle, J. R.: Mentes, cerebros y ciencia, Cátedra, Madrid, 1994.
115
FILOSOFíA DEL LENGUAJE Anti-metafisica
Algunos filósofos, como, por ejemplo, Platón, Leibniz y Hegel, eran "metafísicos". Crearon unos sistemas
abstractos aclaratorios que intentaban responder a las preguntas filosóficas fundamentales. Los metafísicos no
dudaban en postular la existencia de las cosas que no podíamos experimentar. Platón tenía sus "moldes" o
"ideas", que eran modelos ideales que existían más allá del espacio y el tiempo. En este mundo, el reino
platónico, existía, por ejemplo, el coraje. Los casos de coraje que podíamos experimentar eran copias, más o
menos aproximadas, de este modelo ideal de coraje. Leibniz tenía sus mónadas, que eran los bloques últimos,
simples e indivisibles, que constituían el Universo. Dichos filósofos obtienen el conocimiento sustancial por
puro razonamiento.
Otros filósofos (como, por ejemplo, Hume, Locke, o el segundo Wittgenstein) eran de temperamento antimetafisico. Pensaban que el conocimiento sólo se podía obtener a través de la experiencia. No creían en la
creación de sistemas filosóficos, remitiéndose a la ciencia para obtener las respuestas. Opinaban que el papel de
los filósofos debía limitarse a estudiar la manera en la que el resto de las disciplinas obtenían los conocimientos
y el lenguaje.
La historia de filosofía es un constante flujo entre metafísicos y anti-metafisicos. Al principio, el sistema
metafísico parecía dar emocionantes explicaciones de la condición humana. Después, se llegó a considerar como
una construcción caprichosa y oscura. Esto generó una reacción en favor de los empiristas, que veían en la
ciencia el mejor enfoque para la búsqueda de las grandes respuestas. Con el predominio de Hegel, el siglo XIX
fue un siglo metafísico. El siglo XX es un siglo anti-metafisico.
El círculo de Viena
La historia de este siglo comienza con el gran éxito de la ciencia, especialmente de la teoría de la relatividad
especial de Einstein. Los filósofos tendían a seguir el pensamiento de Kant en que no podíamos descubrir la
naturaleza del espacio o del tiempo por pura reflexión filosófica. Pensaban que Kant había demostrado que el
espacio tenía que ser euclidiano. Un espacio es euclidiano cuando obedece los axiomas de la geometría
euclidiana. Según ésta, por ejemplo, por un punto sólo puede trazarse una paralela a una recta dada.
Einstein, sin embargo, produjo nuevas teorías con un maravilloso poder predictivo que demostraba que el
espacio no era completamente euclidiano. Esto inspiró a un grupo de filósofos de los años 20 a revivir el
empirismo metafísico de Hume. Einstein dijo incluso que la lectura de Hume le había ayudado a formular su
teoría general de la relatividad. Encabezados por Moritz Schlick, este grupo, llamado el círculo de Viena o los
positivistas lógicos, pensaba que la metafísica era un absurdo. Ellos promovieron el verificacionismo del
significado, según el cual, una frase tiene sentido sólo si nuestras experiencias nos dan la evidencia a favor o en
contra de que la frase es cierta. El método científico es lo que utilizamos para determinar si nuestras
experiencias apoyan o no la declaración de una frase. Por lo tanto, para los positivistas, las frases significativas
eran sólo aquellas cuya certeza podía ser investigada por la ciencia. La única excepción que permitían eran las
frases que proporcionaban las definiciones de las palabras.
El positivismo lógico era una poderosa y emocionante doctrina. Trataba de decir que el discurso de la ética y de
la religión no tenían significado. La ética se encargaba de lo que ocurriría. El método científico sólo puede
determinar lo que ocurre. Las frases sobre lo que debería o no ocurrir no tendrían, pues, significado. Los
positivistas no esperaban que las personas dejaran de utilizar el lenguaje de la ética. Esperaban que
reconociéramos que el uso del lenguaje de la ética sólo era una forma de expresar emociones. Si alguien opina
que el aborto está mal, no hay nada que discutir. La persona que dice esto está, simplemente, expresando su
postura contra el aborto. También trataron de decir que la filosofía no tenía un papel significante. Todas las
cuestiones reales debían ser respondidas por la ciencia. La única cosa que podían hacer los filósofos era estudiar
el lenguaje.
El círculo de Viena se disolvió cuando sus miembros fueron perseguidos por los nazis justo antes de la II Guerra
Mundial. No obstante, el movimiento ya estaba intelectualmente colapsado. Otros filósofos opinaban que era
demasiado decir que el discurso religioso y el ético no tenían significado y pidieron a los positivistas lógicos que
aplicaran su propia doctrina a sus propios principios. No había forma de comprobar la frase: "Las frases tienen
significado sólo si se pueden verificar con la experiencia" (¿cómo comprobar entonces si esta misma frase tiene
significado?).
El lenguaje ordinario
El legado de los positivistas lógicos fue una hostilidad hacia la metafísica y un gran interés por el lenguaje, que
desembocó en el desarrollo de la "filosofía del lenguaje ordinario". En su forma más extrema, era el punto de
vista en el cual sólo surgen las cuestiones filosóficas cuando se abusa del lenguaje. Por ejemplo, un escéptico
(siguiendo a Descartes) me pide que considere si toda mi vida es un sueño. El filósofo del lenguaje ordinario
puede argumentar que, cuando utilizamos la palabra "sueño", elegimos un estado de la mente diferente a la
percepción veraz ordinaria. No podía ser que todo fuera un sueño. No tendría sentido preguntar si podría existir
un país en el que todas las monedas en circulación fueran falsas. Por definición, una moneda falsa es la que está
hecha para que se parezca a una verdadera. Similarmente, tiene que haber percepciones veraces para que
existan los sueños, por lo que no tendría sentido la preocupación de Descartes de que todo podía ser un sueño.
116
Aun cuando algunas preguntas filosóficas se disuelven de esta manera, sería bastante sorprendente que toda la
historia de preguntas y respuestas filosóficas se redujera a los fallos de los filósofos en la elección de palabras
para hacer tales preguntas. No es extraño que la filosofía del lenguaje ordinario se disolviera. Dejó dos legados.
El primero de ellos fue el enfoque analítico en la filosofía, mediante el que un filósofo debía considerar primero
el significado de los términos implicados al tratar de un tema filosófico. El filósofo analítico que quisiera
interesarse por el conocimiento tendría, primero, que considerar cómo utilizamos la palabra "conocer". Sin
embargo, la mayoría de estos filósofos estarían de acuerdo en que haría falta mucho más para responder, por
ejemplo, a un escéptico. Demostrar que tenemos conocimientos requerirá los más elegantes argumentos
filosóficos. Y para llegar a una conclusión satisfactoria de lo que es el conocimiento se requerirá la participación
de los psicólogos.
El lenguaje y las reglas
El otro legado de la filosofía del lenguaje ordinario es el interés por el lenguaje en sí. Muchos de los filósofos de
hoy en día lo estudian no como un medio de resolver los problemas filosóficos, sino como un tema por sí solo.
Surgieron fascinantes, aunque difíciles, cuestiones. ¿Cuáles de las siguientes secuencias de palabras son frases
en castellano?
Ordenador amarillo cielo corriendo es.
Alicia tiene once jirafas y un elefante.
Inmediatamente se obtiene la respuesta. ¿Cómo es esto posible? No creo que nadie se haya encontrado nunca
ninguna de estas secuencias de palabras. Pero nadie dudaría cuál de estas dos secuencias es la que tendría
sentido. Hay un enorme número de frases en castellano. Es más, si no ponemos ningún límite a la longitud de
las frases, hay infinitas.
Supongamos que existieran unas cuantas reglas recursivas que determinaran si una secuencia de palabras es o
no una oración en castellano. Recursivas quiere decir que las reglas dan una respuesta definida dentro de un
tiempo finito. Si hubiera tales reglas de las que se pudieran tener un conocimiento implícito, esto explicaría
nuestra capacidad. Estas reglas serían una gramática para el castellano. Parece obvio entonces que dichas reglas
deben existir y que las llevamos dentro. ¡Esto es lo que todavía tiene atareados a todos los lingüistas! Por
supuesto, ha habido bastantes éxitos.Si no no podrías utilizar el lenguaje de programación natural con el que
Sofía y Alberto se responden. El ordenador comprueba si las secuencias de palabras que introduces son una
frase o sólo basura.
Teorías del significado
Una vez que se resuelve el problema de proporcionar una gramática al castellano, nos enfrentamos a un
problema aún más espinoso. Pensemos por ahora sobre el conjunto infinito de secuencias de palabras que nos
podemos encontrar en castellano. Probablemente, no conocerás el significado de todas, pero sí que sabes el
significado de un inmensísimo número de ellas. Y, lo que es más importante, sabrás el significado de muchas
frases que nunca has visto antes. ¿Cómo es esto posible? Si cada palabra tiene un significado y si hubiera un
número finito de reglas recursivas que determinan el significado de cada oración basándose en el significado de
las palabras que contiene y de su estructura gramatical, se podría explicar tu capacidad sobre la suposición de
que tienes un conocimiento implícito de estas reglas. Esto es un fuerte argumento a favor de la existencia de
dichas reglas, y los filósofos intentan plasmarlas en lo que llaman la teoría del significado del lenguaje.
La perspectiva de tener una teoría del significado para el castellano es emocionante. Porque, para que los
ordenadores comprendan un lenguaje, tienen que programarse con ciertas reglas que determinen el significado
de las frases. Y tal teoría proporcionaría las reglas necesarias. También serían necesarias si tuviéramos un
ordenador que tradujera de un idioma a otro. ¡Hasta que no descubramos dichas reglas, ningún ordenador
pasará el test de Turing!
Desafortunadamente para los ordenadores, para comprender una lengua hace falta algo más que simplemente
conocer el significado de las oraciones en dicha lengua. Cuando se utiliza una misma frase no siempre significa
lo mismo. Supongamos que digo "Vayamos ahora al banco". Lo que quiero decir depende de si estamos
planeando sentarnos a charlar en un parque o cometer un atraco. Lo que queremos decir con una frase depende
mucho del contexto en el que se dice. Esto va a hacer muy difícil que un ordenador comprenda una conversación
real. En un caso extremo, un ordenador podría tener almacenada una inmensa cantidad de información que
todos tenemos y usamos en la comprensión de lo que oímos. A esto se le conoce como el problema del
"contexto". Algunos filósofos creen que los ordenadores no podrán nunca captar completamente este contexto.
Anti-realismo
El interés por el lenguaje aumentó con el movimiento anti-metafisico de los positivistas lógicos. Pero la
metafísica volvió a entrar en el juego. Algunos filósofos mantenían que ninguna teoría del significado sería
aceptable si tilda de válida una frase de la que sería absolutamente imposible para nosotros decidir si es cierta o
no. Argumentaban, como Wittgenstein, que comprender una frase es saber cómo se usa. Para las indicativas que
implicaran el conocimiento de cómo reconocer esto era, de hecho, correcto afirmar que la sentencia era cierta.
Otros filósofos rechazaban esta limitación a la teoría del significado y argüían que podíamos reconocer lo que
117
significa una frase sobre cuya verdad o falsedad nadie (ni siquiera Dios) podía decidir. Estos filósofos fueron
llamados "realistas"; los otros eran los "anti-realistas".
En matemáticas podemos encontrar una bonita ilustración de esta controversia. El lógico Godel mostró que
había proposiciones matemáticas que eran indecisas. Esto es, que no se podían probar o refutar. No importa
cuánto trabajemos, no importa lo listos que seamos y no importa cuán potentes sean los ordenadores que
utilicemos; existirán cuestiones matemáticas que no podremos dirimir. Quizá un ejemplo de éstas se la
Conjetura de Goldbach: cualquier número par mayor que 2 es la suma de dos números primos. Nadie ha podido
refutar esta conjetura, pero tampoco nadie ha sido capaz de demostrarla. Los realistas pensaban que esto
ilustraba los límites de nuestra habilidad para hacer matemáticas. La proposición es perfectamente significativa.
Es cierta o falsa, pero nunca se sabrá si lo uno o lo otro. Al anti-realista le molesta esto por las consecuencias
metafísicas que implica. Hay algunos hechos determinados en el dominio de los números que no podremos
nunca averiguar. El anti-realista rechaza la idea de que ni siquiera Dios pueda acceder a algunos hechos. Intenta
buscar una teoría del significado en la que tales proposiciones no aparezcan como tan completamente
determinadas en su significado.
Éste es un debate clásico sobre la ontología (el estudio de lo que existe). ¿Existen eventos que van más allá de
nuestro poder para accederlos? Es un debate que se desborda en una controversia sobre la lógica. La lógica
tradicional, desde Aristóteles hasta este siglo, está basada en la ley de la exclusión del centro: para una
proposición p, o p es verdadera o p es falsa. El realista acepta esto. La Conjetura de Goldbach es verdadera o
falsa. El anti-realista rechaza esta ley de la lógica. No quiere afirmar que la conjetura es verdadera o falsa. Si es
uno de los "indecisos" de Godel, pensará que no es ni cierto ni falso.
El papel de la filosofía
Esta controversia ilustra dos apasionantes características de la filosofía. La primera: aun cuando los filósofos
intentan ser anti-metafisicos y bajar a la tierra, la metafísica vuelve a la carga. No podemos establecer esta
controversia sobre las proposiciones indecisas en matemáticas recurriendo a los matemáticos. Porque es una
controversia que comienza cuando los matemáticos ya no pueden hacer más. En segundo lugar, ilustra cómo
incluso las cosas más básicas, y aparentemente más obvias, como la ley de la exclusión del centro, vuelven con el
tiempo a ser objeto de debate en la filosofía. Precisamente la definición de filosofía es uno de los debates más
interesantes. Pero hay algo que se repite en todas las actividades filosóficas: examinar lo no examinado.
Enlaces
Filósofos relacionados:
Hume - Hume el empirista: para su ordenación de la metafísica.
Wittgenstein - Su primera filosofía: para su estudio del significado.
Filosofía de la mente - El test de Turing: para la explicación de dicho test.
Bibliografía
Las obras más importantes de la Filosofía del Lenguaje:
Ayer, A. J.: Lenguaje, verdad y lógica, Universidad de Valencia, Valencia, 1991.
Quine, W. O.: Palabras y objetos, Labor, Barcelona, 1968.
Searle, J. R.: Actos de habla: ensayo de filosofía del lenguaje, Cátedra, Madrid, 1994.
ESTUDIOS:
García Carpintero, M.: Las palabras, las ideas y las cosas. Una presentación de la filosofía del lenguaje, Ariel,
Barcelona, 1996.
Magee, B.: Los hombres detrás de las ideas. Algunos creadores de la filosofía contemporánea, Fondo de
Cultura Económica, Méjico, 1982, cap.IX.
Urmson, J. O.: El análisis filosófico, Ariel, Barcelona, 1979.
FOLD -e 0999 x1 7/Ïx? ÿ9,E7/ ÀNÀN ¥ SGML Ë 999SG01__SGML -e 0999¥ 999BG01_ Placeholder
perspectives
Blimey! Its a hot-link. Oh-oh here's a still. Hey!Still.. Golly! Its a philosophical glossary word.
Politics
yup, politics.
See Also links
Ancient Greece - Society : - for the role of women in society.
Hellenism And Rome - Social : - for the role in society.
Baroque - Social : - changes to feudal system amd continuing role of the middle classes.
Economic
money, money.
See Also links
118
Ancient Greece - Society : - for the role of women in society.
Hellenism And Rome - Social : - for the role in society.
Baroque - Social : - changes to feudal system amd continuing role of the middle classes.
Social
food,life, etc.
See Also links
Ancient Greece - Society : - for the role of women in society.
Hellenism And Rome - Social : - for the role in society.
Baroque - Social : - changes to feudal system amd continuing role of the middle classes.
Discoveries
Lots of them, all the time.
See Also links
Ancient Greece - Society : - for the role of women in society.
Hellenism And Rome - Social : - for the role in society.
Baroque - Social : - changes to feudal system amd continuing role of the middle classes.
Art
The Basilica of St. Peter in Rome is a prime example of harmonious Renaissance architecture.
See Also links
Ancient Greece - Society : - for the role of women in society.
Hellenism And Rome - Social : - for the role in society.
Baroque - Social : - changes to feudal system amd continuing role of the middle classes.
Great Women
Externally England was in constant danger of invasion from Catholic Spain, and not until the defeat of the
Spanish Armada in 1588 could Elizabeth feel secure. She never married, but wedded herself to her country,
which came before all else, and in so doing became a living symbol of the nation.
See Also links
Ancient Greece - Society : - for the role of women in society.
Hellenism And Rome - Social : - for the role in society.
Baroque - Social : - changes to feudal system amd continuing role of the middle classes.
Ancient Greece Philosophers Fido The Dog
A surprise recent archaelogical find, Fido The Dog had profound thoughts on the place of slavery and slave
cooking in the cultural constituency of Ancient Greece. Caused an outcry given he was actually a dog.
Fred The Fireman
A genius of his time, now looked upon as a charlatan and master of blag. Managed to convince people that low
spending upon public services would provide better services, and that they thank him so much they would vote
him back in again. Clearly mad.
See Also links
Ancient Greece - Society : - for the role of women in society.
Hellenism And Rome - Social : - for the role in society.
Baroque - Social : - changes to feudal system amd continuing role of the middle classes.
119