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Tommasino, G., Foladori, Taks, J. (2001), “La crisis ambiental contemporánea” en Pierri, N.
y Foladori, G. (Eds.), ¿Sustentabilidad? Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable, Ed.
Trabajo y Capital, Uruguay, pp. 10-26.
Objetivos de la lectura

Señalar la relación y los efectos del ser humano con/sobre el medio ambiente.

Señalar la falta de sincronía de los ritmos de los ciclos biogeoquímicos y los ciclos de
producción humana como causa de contaminación y afectación al ambiente.

Definir el término “desarrollo sustentable”.

Reflexionar sobre el cambio climático y la afectación a la biodiversidad.

Señalar la existencia de controversias respecto a la crisis ambiental.

Señalar el proceso de transmutación de intereses provocado por la atención a los
problemas ambientales.
Resumen
La relación del ser humano con el medio ambiente es contradictoria: por un lado destruye
mientras por otro procura garantizar la reproducción de seres vivos con propósitos de vivir
mejor (Tommasino y Foladori, 2001: 9).
Las poblaciones humanas tienen efectos directos e indirectos sobre el ambiente, sin importar
si éstas son “sociedades simples” o “desarrolladas”, tales calificativos, entre otros, (utilizados
en el texto) son valorativos, ya que cualquier sociedad, sin importar su nivel de
industrialización o tipo de producción, incide sobre el ambiente en el que habita1. Ahora bien,
las especies no humanas también “depredan o degradan” elementos del ambiente para su
reproducción, la diferencia se encuentra en que los humanos transforman el medio ambiente
utilizando instrumentos que se acumulan de generación en generación, éstos son factibles de
Tanto las comunidades indígenas agrícolas de autoconsumo inciden sobre el ambiente contaminándolo con la
quema de residuos sólidos, por ejemplo, como las sociedades industrializadas y “desarrolladas” contaminan tanto
por los efectos de la producción como por los efectos del consumo masivo de productos suntuarios. En todo
caso, éstas últimas, son responsables de una huella ecológica mayormente dañina debido a las grandes cantidades
manipuladas de materia, espacios y especies, producto de la sobreexplotación rapaz de las sociedades
capitalistas.
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apropiación y monopolio que generan grupos y clases sociales de acuerdo con “la relación de
propiedad y apropiación de esos medios de producción (…) para transformar el ambiente
externo” (Tommasino y Foladori, 2001: 10).
La utilización de recursos naturales y la generación de residuos es algo natural, común a
cualquier especie de seres vivos. La preocupación surge cuando los desechos se generan a un
ritmo mayor a la capacidad de absorción de la naturaleza, lo que se traduce en contradicciones
entre los ritmos de los ciclos biogeoquímicos y los ciclos de producción humana (acelerados
por la competencia). Es por estas contradicciones que se crea el concepto de “desarrollo
sustentable” como consideración a la necesidad de repensar un desarrollo permanente, que
satisfaga las necesidades del presente sin comprometer las del futuro. En esta definición se
considera la equidad intrageneracional al tiempo que la intergeneracional, lo que no se
consideró (y recae como un elemento central en el análisis) son las relaciones de producción
capitalistas (Tommasino y Foladori, 2001: 11-13).
El ser humano se ha extendido profundamente en la biosfera dando lugar a efectos
irreversibles que han transformado la superficie de la tierra, alterado los ciclos
biogeoquímicos y modificado la condición biológica de los ecosistemas, dando lugar,
principalmente, al cambio climático y la pérdida de diversidad biológica (Tommasino y
Foladori, 2001: 14).
El cambio climático impacta en los ecosistemas. Genera la elevación del nivel de los océanos,
lo que implicará catástrofes y migraciones para poblaciones costeras, al tiempo que cambiará
las actuales zonas de cultivo y las reserva de agua dulce2. Lo anterior “implicará una
redistribución geoeconómica y geopolítica” (Tommasino y Foladori, 2001: 17).
En cuanto a la afectación de la diversidad biológica, ésta se acentúa debido al rol que cumple
en el funcionamiento y las propiedades de los ecosistemas en cuatro estadios propuestos por
Holling (1986)3: explotación, conservación, liberación y reorganización. Ahora bien,
La estabilidad y productividad del ecosistema son propiedades determinadas por los estadios
de explotación y conservación, mientras que la resiliencia (capacidad de un sistema de
Entre otras posibles consecuencias también se considera el desplazamiento del monzón; la fusión de los
casquetes polares; la expansión del mosquito de malaria, la fiebre amarilla, la meningitis, entre otras
enfermedades; el aumento de las precipitaciones, tormentas y catástrofes costeras (Tommasino y Foladori, 2001:
22).
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Citado en el texto de Tommasino y Foladori (2001: 9) sin bibliografía extensa.
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recuperarse luego de un estress) es determinada por los estadios de liberación y organización
(Tommasino y Foladori, 2001: 19).
Entre las especies de seres vivos se diferencia a las “especies pasajeras” o “especies que
aseguran la vida” de aquellas otras especies clave. Las especies pasajeras con aquellas que no
son clave en el actual sistema pero que podrían transformarse en ello durante la
reorganización interna de un ecosistema (Tommasino y Foladori, 2001: 19).
La crisis ambiental, de acuerdo con algunos autores no citados en el texto, se muestra “como
algo propio del sistema industrial” (Tommasino y Foladori, 2001: 21). En el texto, la crisis es
explicada por la falta de sintonía entre los ritmos humanos de degradación del ambiente y el
ritmo de reciclaje que la naturaleza recicla, lo cual centra el problema en el ritmo humano de
las formas de producción.
Existen controversias e incertidumbres en la discusión sobre la crisis ambiental, sobre todo
respecto a lo que el cambio climático supone, debido a que existen científicos (que tampoco
son citados en el texto) que cuestionan la existencia de la problemática en la realidad y que
“sostienen que los eventuales cambios climáticos podrían ser benéficos para la humanidad”
(Tommasino y Foladori, 2001: 24).
Es central considerar que la presión por modificar los actuales patrones de producción, de
parte de acuerdos nacionales e internacionales, provocan un cambio en la orientación de las
ganancias, lo que genera una transmutación de intereses (Tommasino y Foladori, 2001: 1124). Así mismo, el cambio en las reglamentaciones y el señalamiento de corporaciones como
agentes contaminantes ha provocado una gran inversión en tecnologías de control lo que, a su
vez, ha generado una industria ambiental y una agenda sociopolítica globalizada ante la
preocupación por el cambio climático (Tommasino y Foladori, 2001: 25).
Conclusiones
El problema ambiental radica en la naturaleza humana que se diferencia de -y contradice a- la
conservación del medio ambiente.
Si bien la lectura de este texto ha traído a la reflexión temáticas importantes e interesantes que
están en la discusión y relevancia cotidianas, me parece que tiene un abordaje poco formal de
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parte de los autores, dado que en elementos centrales considera dispensable esclarecer las
discusiones controvertidas respecto a la crisis ambiental, al no traer a cuenta para el lector ni
fechas ni autores de posturas centrales.
Las afectaciones al medio ambiente, de cualquier tipo que éstas sean, repercuten sobre la vida
de todos los seres vivos, dado que todos formamos parte del ambiente y vivimos en/por él.
Los efectos humanos sobre la contaminación, la pérdida de biodiversidad y el cambio
climático requieren especial atención, dado que son efectos que pueden ser menguados de los
que la responsabilidad recae en nuestras acciones como sociedades e individuos dentro de
sistemas políticos, económicos y culturales.
El ambientalismo se ha convertido en un mercado y un interés ideológico que repercute en
todas las esferas de la vida social: lo técnico, político, económico y cultural, que se reflejan en
las modas, las ideologías, las filosofías, las pertenencias grupales, el uso y la sustitución de
materiales y aplicaciones, entre otras áreas de repercusión. Lo anterior significa que, con
frecuencia, los objetivos por coadyuvar en soluciones a problemas suelen ser absorbidos por
propósitos económicos de escalas mayores a las que los grupos o individuos ambientalistas
tomaron en consideración primordial, convirtiendo campañas en malversaciones de propósitos
o fondos al tiempo que se usa como estrategia de manipulación mediática con consecuencias
en los modos/ritmos de producción, consumo, educación y manifestaciones culturales.
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