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1. Dionisíaco y Apolíneo.
a. Nietzsche desarrolla una visión de la vida griega centrada en dos conceptos antitéticos:
-Apolo, que representa orden, luminosidad, armonía y serenidad: las artes plásticas.
-Dionisos, que representa desorden, entusiasmo, embriaguez, la lírica, la música.
b. Todo arte se compone de uno de estos dos elementos. Y lo genial del espíritu griego fue haber
conciliado ambos aspectos en una obra de arte única, la tragedia. En la tragedia:
-Poesía y diálogos representan lo apolíneo.
-Música, coros y danza representan lo dionisíaco.
c. La decadencia del pensamiento griego llegó cuando Platón negó realidad al mundo sensible (el
dionisiaco, la sombras de la caverna) e inventó el mundo inteligible, "mundo verdadero",
mundo de los ideales apolíneos de perfección, inmutabilidad, orden, medida, eternidad.
d. La debilidad y la cobardía ante un “mundo aparente” (en el que somos imperfectos, nacemos y
morimos), llevó a Platón a inventar un mundo en el que somos almas inmortales rodeadas de
perfección. Dicha invención pervivió en el cristianismo y en la filosofía occidental. .
2. Nihilismo.- Durante milenios el sistema de valores se fundamentaba en dios. Pero si dios no
existe (“dios ha muerto”), entonces no hay ningún valor objetivo: Nihil (nada).
a. La filosofía tradicional, sobre todo Platón y las concepciones inspiradas en él como el cristianismo, consideran que el mundo y la vida y el hombre son parte de un sistema en el que todo
tiene un lugar y un sentido definido.
b. Esta es la gran mentira que hay que desenmascarar. Los valores del pasado (la verdad, ciencia,
poesía, moral, religión, cristianismo...,) son falsos ideales que hay que dejar helar.
c. El nihilismo es la actitud vital y filosófica que niega valor objetivo a la existencia, (o que la
hace girar alrededor de algo inexistente).
-La cultura occidental es nihilista porque construye sobre algo inexistente (el Dios cristiano,
el Mundo Ideal de Platón), y desprecia la única realidad, el llamado mundo “aparente”.
-La filosofía de Nietzsche es nihilista por mostrar que los valores tradicionales son nada y
proponer su destrucción y sustitución por otros nuevos (= “transmutación de los valores”).
3. Moral contranatural.- La moral tradicional, principalmente la cristiana, pretende arrancar las
pasiones e impulsos naturales: por ello va contra la naturaleza, es una moral contranatural.
a. Es una moral de resentimiento contra los instintos y el mundo natural, patente en la obsesión
por limitar el cuerpo y la sexualidad. El cristianismo inventó las ideas de:
-Pecado: para convertirnos en culpables ante los ojos de un inexistente dios castigador.
-Libertad: para convertirnos en responsables y culpables y, por tanto, podernos castigar.
b. Los valores de la moral cristiana son transmundanos (dios, la vida eterna, etc.), son falsos valores. El ideal de la moral contranatural es el castrado.
c. El único valor es la vida, los impulsos de la vida y todo aquello que confiere a la vida su máximo valor: La voluntad de poder. Una mente sana sabe sublimizar las pasiones, espiritualizarlas.
La moral sana se guía por valores que afirman la vida, las pasiones, lo corporal, lo instintivo: no
busca la aniquilación de las pasiones sino su espiritualización.
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4. Transmutación de los valores.- En La genealogía de la moral critica la moral cristiana investigando
la evolución etimológica e histórica de los conceptos morales de bien y mal.
a. En la Grecia heroica de Homero el bueno era el fuerte, el apasionado, el creador de valores. A partir de
Sócrates y Platón, el pesimismo nihilista gana a los griegos: bueno es quien renuncia a la vida, a las pasiones y al cuerpo, en favor de un inexistente “mundo verdadero”.
b. Nietzsche retoma el mito de Calicles sobre la rebelión de los esclavos: Los débiles, los esclavos, han
sacralizado su debilidad para defenderse de los fuertes, convirtiéndola en ofrenda a los dioses. Tal perversión de los valores y de la naturaleza culmina en el cristianismo que sacraliza la debilidad, la paciencia, la
humildad...es la moral del resentimiento: los malos son los superiores, los orgullosos, los fuertes. La moral cristiana es una moral de esclavos.
c. Reclama una transmutación que reponga los valores originarios de la vida: Sustituir la moral cristiana
del resentimiento y condena de la vida, por una moral sana que se guíe por los valores que afirman la
vida, las pasiones y los instintos. El abanderado de la nueva moral es el superhombre, capaz de asumir la
muerte de dios y la creación de sus propios valores.
5. Mundo aparente.- La contraposición “ser verdadero”-“ser aparente” es tema recurrente en Nietzsche.
a. Para la filosofía de Platón (y concepciones en él inspiradas, como el cristianismo) el “ser verdadero”
es permanente, inmutable y perfecto. Los seres que captamos con los sentidos son considerados “ser
aparente” porque devienen y son imperfectos. Por ello no hay que fiarse de los sentidos que no son capaces de captar el “ser verdadero”; solo la razón es fiable.
b. Nietzsche denomina platonismo a toda concepción que considera a la realidad dividida en un “mundo
verdadero” accesible a la razón y un “mundo aparente” accesible a los sentidos. En “historia de un error”
describe su evolución: Platón (teoría de las Ideas), el cristianismo (creencia en Dios y la vida eterna),
Kant (distinción de fenómenos y noúmenos). Zaratustra anuncia el final del error: dios ha muerto y el
“mundo verdadero” es sólo un engaño moralista.
c. Nietzsche afirma que: El “ser verdadero” no existe. Solo existe el “ser aparente”, que nace y muere,
el devenir. La fuente de conocimiento son los sentidos. La función de la razón y la ciencia es pensar los
datos captados por los sentidos.
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6. Inocencia del devenir.a. El único mundo es el mundo en constante devenir al que Platón denominaba “mundo aparente”. Los
valores con los que se enjuiciaba dicho mundo se basaban...
- bien en el “mundo verdadero” e ideales platónicos,
- bien en el concepto cristiano de dios.
Pero el “mundo verdadero” no existe y “dios ha muerto” y con él han desaparecido aquellos valores, que
procedían del resentimiento de esclavos: No existen valores objetivos con los que enjuiciar al mundo, a la
vida y al hombre. El devenir es inocente, está más allá del bien y del mal. La naturaleza, la vida, son en sí
mismas buenas, valiosas.
b. La “inocencia del devenir” se opone a toda valoración moral. Tanto los griegos como el cristianismo
juzgaron la existencia como culpable:
- Los griegos responsabilizan a los dioses (Homero responsabiliza a los dioses de la locura de los hombres);
- el cristianismo responsabiliza a los hombres (el Nuevo Testamento responsabiliza a los hombres de la
locura de un dios que se pone en la cruz).
Ambas soluciones son nihilistas por condenar la vida y el “mundo aparente”.
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