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Farmacoeconomía Capítulo 7 FARMACOEPIDEMIOLOGIA Y FARMACOECONOMIA La farmacoepidemiología y la farmacoeconomía han ido incrementando su importancia en la evaluación de los medicamentos. Ya no basta con saber si un fármaco reduce eficazmente la presión arterial elevada de un enfermo. Hoy es importante conocer otros aspectos que hacen a la interrelación medicamento-población enferma-sociedad. Por ello, es necesario definir y precisar los alcances de ambos conceptos y describir los objetivos y principales características que tienen estas dos disciplinas farmacológicas. FARMACOEPIDEMIOLOGIA Claudio González y Rubén Iannantuono La farmacoepidemiología estudia el impacto de los fármacos en la población aplicando conocimientos, métodos y razonamientos epidemiológicos. Sus objetivos son describir, explicar, controlar y predecir los efectos (benéficos o adversos) de los tratamientos farmacológicos en una población, en un espacio y en un tiempo definidos. Básicamente, el tipo de estudios que suelen llevarse a cabo en farmacoepidemiología son: Estudios de prevalencia, que muestran una situación en un determinado tiempo. Los resultados son como una foto instantánea y sólo reflejan lo sucedido en ese momento. Estudios caso-control, que son casi siempre retrospectivos. En el caso de la farmacoepidemiología, cuando se desea saber si existe asociación entre una medicación y un efecto adverso se puede comparar retrospectivamente un grupo de pacientes que presente este efecto adverso y otro que no lo presente buscando una diferencia en la exposición de ambos grupos al medicamento (figura 7-1). Estudios de cohorte: Una cohorte es un grupo que está expuesto o no. En estos estudios tanto los casos como los controles se encuentran libres del efecto al momento del inicio del estudio. Si los casos y los controles provienen de una misma población los resultados obtenidos son mucho más confiables. Tanto los estudios caso-control como los estudios de cohorte tienen ventajas y desventajas (tabla 7-1) que deberán ser evaluadas cuidadosamente para decidir el tipo de estudio a aplicar ante una situación determinada. Igualmente, y a manera de resumen respecto de las posibilidades de aplicación de estos dos diseños podemos decir que: Cuando ambos fenómenos (presunta causa y efecto) son de aparición poco frecuente, ninguno de estos diseños puede aplicarse. Cuando ambos son frecuentes, se pueden aplicar cualquiera de los dos (caso-control y cohorte). Cuando es poco frecuente el efecto, puede aplicarse el caso-control. Cuando es poco frecuente la causa puede aplicarse el de cohorte. Estos estudios son muy útiles si se tienen en cuenta sus limitaciones, y no se considera como una prueba de relación causal directa, sino solamente como una indicación de que existe asociación, y de que es necesario hacer otros estudios para determinar si hay una relación causal. La farmacoepidemiología está relacionada con la "doctrina del riesgo" y dentro de esta deberemos considerar los siguientes elementos: Riesgo, Riesgo relativo y Riesgo atribuible. ODDS y ODDS ratio. Se define como Riesgo Relativo (RR) al cociente entre la incidencia del evento en expuestos sobre la incidencia del evento en los no expuestos. Dicho de otra manera, Riesgo Relativo no es más que el cociente entre la probabilidad del evento en expuestos sobre la probabilidad del evento en NO expuestos. Luego, RR es una razón entre probabilidades. El ODDS Ratio o "Razón de Disparidad" proporciona una estimación del riesgo relativo ("RR aproximado") especialmente cuando la enfermedad a estudiar es relativamente rara y se aplica tanto a los estudios de casos y controles, como a los de cohortes o transversales. 123 FARMACOEPIDEMIOLOGIA Y FARMACOECONOMIA Figura 7-1. Estudios farmacoepidemiológicos. Diseños básicos. Tabla 7-1. Ventajas y desventajas de los estudios básicos en farmacoepidemiología. TIPO DE ESTUDIO VENTAJAS - CASO Y CONTROL - COHORTE 124 - DESVENTAJAS Apropiado para enfermedades raras o con un largo periodo de latencia. Utiliza archivos clínicos existentes. Relativamente rápido para iniciar y terminar. Permite la evaluación de múltiples causas de la enfermedad. Menor compromiso y esfuerzos para los pacientes. Problemática selección de controles. Mayor posibilidad de sesgo en los datos. Puede estudiar múltiples sucesos. Puede estudiar exposiciones poco comunes. Menor posibilidad de sesgos en la selección. Sin sesgos en la exposición. Mucho más oneroso. Los estudios prospectivos pueden demandar años para su terminación. - Farmacoeconomía ECONOMIA DE LA SALUD Y FARMACOECONOMIA: SU APLICACION A LA EVALUACION DE NUEVOS MEDICAMENTOS Flavio Marcelo Devoto y Rubén Iannantuono En estos últimos años se han registrado importantes avances en el campo de la farmacología clínica. El desarrollo de nuevos medicamentos como antibióticos, antihipertensivos, antirreumáticos y nuevos fármacos antiinflamatorios, entre otros, ha puesto una vez más en la mesa de discusión el impacto económico de los nuevos medicamentos sobre los distintos actores del sistema de salud. Si bien las erogaciones en medicamentos son sólo una parte relativamente pequeña del costo total para el cuidado de la salud, no pueden desdeñarse a la hora de analizar el incremento constante de los costos frente a recursos que no crecen en igual proporción. Esto ha llevado al desarrollo de la economía de la salud y, en lo que a medicamentos se refiere, a la introducción de la farmacoeconomía dentro del ciclo de investigación y desarrollo de medicamentos. Distintas presiones económicas han acelerado el desarrollo de los métodos de evaluación de los resultados de los cuidados médicos en relación a sus costos. En estos análisis entran en juego tanto aspectos clínicos, farmacológicos, epidemiológicos, económicos y administrativos. Al mismo tiempo que los procesos farmacoeconómicos adquieren mayor complejidad, los usuarios de la información son cada vez más críticos y expertos revisores de sus resultados con la consiguiente demanda creciente de resultados de alta calidad económica provenientes de estudios prospectivos. En este sentido, la evaluación farmacoeconómica se ha integrado a la evaluación tradicional de eficacia, tolerabilidad y seguridad de los medicamentos en las diferentes fases de desarrollo clínico de un medicamento. La determinación de los recursos consumidos y/o el grado de sustitución de los existentes por nuevos tratamientos frente a los resultados en salud alcanzados como resultado de un nuevo medicamento o, más extensamente, de una nueva intervención terapéutica, deriva de una compleja evaluación clínico-económica del impacto clínico y económico global que produce en el sistema de salud. La agudeza, precisión y exactitud con que se realice, serán las claves para toma de decisiones correctas de un alto impacto positivo en la sociedad. Un punto a tener en cuenta en economía de la salud es el aumento del gasto en salud que se ha observado en las últimas décadas en varios países, incluida la Argentina. 125 Entre factores responsables del aumento del gasto se pueden mencionar los siguientes: Aumento de la carga de enfermedad en una población cada vez más añosa y con mayor expectativa de vida especialmente en los países desarrollados. Nuevas enfermedades que anteriormente no recibían tratamiento farmacológico (por ejemplo, esclerosis múltiple, SIDA). Condiciones médicas que reciben tratamiento en forma profiláctica para evitar consecuencias posteriores (por ejemplo, hipercolesterolemia). Medicaciones para trastornos médicos que no amenazan la vida pero mejoran la calidad de vida de los pacientes. Utilización y prescripción de tratamientos inefectivos y falta de uso de tratamientos costoefectivos. Un punto central a destacar en el entorno actual es que el análisis farmacoeconómico, junto con factores sociales, éticos y políticos, es una herramienta para la toma de decisiones en el campo de la salud. El considerar el análisis farmacoeconómico en cualquiera de sus principales facetas (minimización de costos, costo-efectividad, costo-utilidad y costobeneficio), como se describe más adelante, muchas veces se contrapone con el pensamiento volcado en la práctica y educación médicas en las cuales se prioriza la aplicación del tratamiento o procedimiento más eficiente sin importar su costo. Sin embargo, al analizar la definición de costo descripta en este capítulo (ver recuadro), se desprende que esta elección priva a otros pacientes de esos recursos con las consecuencias adversas esperadas. Desarrollo farmacoclínico y farmacoeconomía El análisis farmacoeconómico fue incorporado al proceso de investigación y desarrollo de nuevos fármacos, por lo que éstos no solamente deben demostrar ventajas en cuanto a la eficacia y seguridad respecto de los tratamientos estándares, sino que también deben poseer una relación más costoefectiva. Es decir que deben demostrar un espectro total de beneficios más allá de los estudios de eficacia y seguridad. FARMACOEPIDEMIOLOGIA Y FARMACOECONOMIA El desarrollo fármaco-clínico de un nuevo medicamento comienza con la identificación de indicaciones terapéuticas potenciales. A partir de ese momento se desencadena una secuencia bien establecidas de fases de desarrollo y procedimientos exigidos por las autoridades regulatorias bajo normas de aceptación internacional denominadas Normas para la Buena Práctica Clínica (GCP, ver capítulo anterior) que tienen por objetivo obtener y documentar en forma “fehaciente” la eficacia y seguridad del medicamento en cuestión, dentro de un marco de estricto respeto por los derechos de los individuos involucrados. La creciente necesidad de datos y evaluaciones económicas para justificar, más allá de la eficacia y seguridad, la conveniencia de reemplazar la terapéutica convencional por la nueva, ha llevado a integrar las evaluaciones económicas dentro del desarrollo farmacoclínico tradicional de los nuevos medicamentos. Esto permite obtener un conjunto importante de datos útiles para presentar a las autoridades regulatorias, a las organizaciones gerenciadoras de cuidados médicos, a instituciones públicas y privadas y a los pacientes al momento de sostener pedidos de incorporación a formularios o de adjudicación de reintegros. En un resumen ajustado se puede decir que en las fases 1 y 2 se desarrollan los modelos económicos para obtener datos preliminares sobre costos, calidad de vida y utilidades (servicios) en pacientes con una determinada patología y se testean las herramientas que se utilizarán en los estudios de fase 3 y de postmarketing para la recolección de los datos. También, los datos preliminares son utilizados para la determinación del tamaño muestral necesarios para los estudios farmacoeconómicos. En la fase 3 se completan los estudios pivotales y se obtienen datos económicos necesarios para avalar la estrategia de precios inicial del nuevo medicamento y, en la fase 4 (postmarketing) se realizan comparaciones económicas con esquemas terapéuticos específicos o estudios de efectividad en condiciones de práctica médica “usual” o corriente que confirmen o rechacen las aseveraciones realizadas en condiciones controladas. Las consecuencias analizadas en los estudios farmacoeconómicos pueden ser tanto clínicas, humanísticas o económicas (figura 7-2). Estos tres tipos de consecuencias están íntimamente relacionadas entre sí tal como se desprende del modelo ECHO (resultados económicos, clínicos y humanísticos en sus siglas en inglés). Hoy, prácticamente no hay estudios de fase 3 que no incluya evaluaciones económicas a través de puntos finales primarios y secundarios bien definidos (por ejemplo, cambios en el consumo de recursos -tiempo y/o frecuencia de hospitalizaciones- por el uso de una determinada terapéutica). A su vez, notificaciones de eventos adversos relacionados con la medica- 126 ción provenientes de farmacovigilancia, suelen ser usados para la evaluación de costos y efectividad. Los estudios farmacoeconómicos o clínicoeconómicos no escapan a las reglas generales de la metodología de la investigación científica y deben seguir en su diseño y ejecución los lineamientos fijados por las normas de GCP y de las autoridades regulatorias. Idealmente, el estudio económico deberá estar integrado al protocolo clínico y los datos económicos deben recolectarse dentro de un libro unificado de Formularios de Reporte Individual (CRF) conjuntamente con los datos clínicos. Esta integración de las evaluaciones económicas al desarrollo farmacoclínico del medicamento permite la obtención de datos económicos en tiempo y forma sin que se alteren el proceso de diseño y desarrollo del ensayo clínico base. Los diseños económicos básicos pueden ser análisis retrospectivos o prospectivos de los ensayos clínicos, análisis retrospectivos de poblaciones específicas de pacientes; análisis de bases de datos de instituciones sanitarias públicas o privadas que describen la experiencia de una población específica de pacientes definida por la institución y modelos analíticos de decisión que predicen la efectividad de las terapéuticas utilizando datos clínicos existentes. Cada uno de ellos puede ser usado en forma aislada o como un componente de una evaluación clínico-económica global. Algunas definiciones en economía de la salud y farmacoeconomía Economía de la Salud: evaluación de las consecuencias o resultados (outcomes) y costos (inputs) de las terapias y servicios del sistema de salud. Farmacoeconomía: parte de la economía de la salud centrada en el análisis de los productos farmacéuticos. Analiza los costos y consecuencias de los medicamentos y sus efectos en los individuos, sistemas de salud y la sociedad. Los costos y las consecuencias incluyen valoraciones económicas, clínicas y humanísticas. Eficacia: beneficios obtenidos por una población cuando se aplica una intervención médica determinada en forma experimental mediante un ensayo clínico. Efectividad: beneficios obtenidos en condiciones reales. Eficiencia: incluye los aspectos económicos asociados a una intervención. Costo: aquello que hay que sacrificar como consecuencia de tomar una decisión. Farmacoeconomía Figura 7-2. Modelo conceptual ECHO (Resultados económicos, clínicos y humanísticos en sus siglas en inglés). Estos tres tipos de resultados o consecuencias pueden ser considerados en las evaluaciones económicas. Gerenciadoras de salud (Managed care organizations, MCO): Sistema organizado que integra el gerenciamiento y financiamiento de servicios de salud para una población definida mediante contratos con proveedores, incentivando el uso de intervenciones costo-efectivas. Organizaciones de atención médica controlada (Health maintenance organizations, HMO): organización que contrata y provee servicios de salud sobre la base de un pago fijo periódico. Su foco está en la atención primaria de la salud y en el uso de protocolos estandarizados de diagnóstico y tratamiento para brindar el servicio al menor costo posible. Gerenciadora de beneficios farmacéuticos (Pharmacy benefit managment, PBM): Organización especializada en el uso costo-efectivo de los medicamentos a través de la implementación de controles como formularios o vademecums y uso normatizado. Brinda servicio farmacéutico directamente o a través de terceros recibiendo un pago por servicio prestado. Gerenciamiento de patologías (Disease managment, DM): proceso por el cual todos los responsables de la prevención, diagnóstico y tratamiento de una enfermedad determinada acuerdan sobre protocolos estándares, personal y costos involucrados. El proveedor del gerenciamiento de una determinada patología espera reducir el costo total de la misma sin reducir la calidad y efectividad del servicio prestado. Costos considerados en los análisis farmacoeconómicos Tal como se mencionó previamente, la definición de costo considerada en este artículo (aquello que hay que sacrificar como consecuencia de una toma de decisión) incluye el concepto de costo de oportunidad. No se consideran los costos como una simple transacción de valores monetarios sino como el consumo de un recurso que podría ser utilizado para otro propósito. A su vez, el valor o “costo de oportunidad” de un recurso deriva del próximo mejor uso que no podrá ser realizado una vez que el mismo hubiera sido consumido; por ejemplo, el tiempo que se necesita para ver una película es un 127 FARMACOEPIDEMIOLOGIA Y FARMACOECONOMIA costo para el espectador dado que no podrá volver a utilizarlo; o el dinero utilizado para comprar un determinado medicamento no podrá ser utilizado para comprar otro. La oportunidad para usar nuevamente el tiempo en el primer caso o, el dinero en el segundo, se ha perdido. Luego, una buena inversión será aquella cuyo beneficio (por ejemplo, el placer de ver una buena película o los resultados obtenidos con el medicamento) fuese mayor o igual al valor de la oportunidad perdida (por ejemplo, descansar o comprar otro elemento). Los tipos de costos a considerar, al igual que en otras áreas económicas, son los directos (médicos y no médicos), los indirectos y los intangibles (tabla 7-2). Los costos médicos directos son los que, usualmente, están asociados a transacciones monetarias generadas por y/o para la detección, prevención, tratamiento de una enfermedad y/o rehabilitación de un paciente; por ejemplo, honorarios de profesionales médicos, honorarios de auxiliares médicos (kinesiólogos, psicólogos, enfermeras, etc.), aranceles de estudios diagnósticos, compra de medicamentos y costos de hospitalización entre otros. Este tipo de costos suelen ser afrontados por los sistemas de salud, sean estatales, sindicales o privados, y por los pacientes y/o sus familiares. Los costos directos no médicos, que a menudo se superponen con los directos son aquellos relacionados con la enfermedad o a la necesidad de atención médica y que se encuentran fuera del circuito médico-asistencial; esto es, costo de transporte hacia el hospital o al consultorio del médico, costo de ropa especial por la enfermedad, días de hotel para recibir una determinada atención médica en un sitio distinto al lugar habitual de residencia del paciente, costo de refacciones hogareñas para acomodar al paciente y otros muchos más no siempre fácilmente identificables o tenidos en cuenta. Los costos directos no médicos son usualmente costeados por el enfermo o sus familiares. Los costos directos pueden dividirse en variables o fijos según se incrementen con el incremento del volumen de actividad (por ejemplo, placas radiográficas, papel para ECG o para EEG, medicamentos, reactivos para diagnóstico, etc.) o se generen independientemente del volumen de actividad (por ejemplo, un electrocardiógrafo, un tomógrafo, un edificio, etc.). Un costo fijo, lo es dentro de ciertos límites de actividad y dentro de una cierta ventana de tiempo; por ejemplo, un incremento importante de la actividad puede requerir la compra de más equipos o la construcción de nuevas salas de atención médica. Inversamente, una disminución de la demanda de atención médica o un cambio de perfil de los pacientes que asisten a una determinada institución puede determinar la desafectación de determinados equipos y/o una parte de la edificación y/o reducción del equipo de salud. Por eso, identificar y justipreciar correctamente los costos fijos y variables interactuantes permitirá realizar una correcta asignación de recursos en función de la demanda. Los costos directos son casi siempre fácilmente identificables y por ende, medibles ya que representan las erogaciones necesarias tanto para planificar, organizar, diagnosticar, tratar y/o rehabilitar como para acceder a los servicios de salud. A pesar de ello, los gastos efectuados no siempre son fiel reflejo de los recursos consumidos. Los costos indirectos, en contraste con los directos, no se originan en transacciones de bienes o servicios. Por el contrario, ellos representan el costo de la morbilidad (por ejemplo, tiempo perdido del trabajo) o de la mortalidad (por ejemplo, muerte prematura que lleva a la remoción de la fuerza laboral). Ellos son costos debido a que representan la pérdida de oportunidad para el uso de un recurso, una vida, en una forma alternativa de decir. Una variedad de técnicas se usan para estimar estos costos indirectos del cuidado de la salud o de la enfermedad. A veces, así como ocurre con los algunas enfermedades, los costos indirectos de la enfermedad pueden ser substancialmente mayores que los costos directos de la misma. Los costos indirectos incluyen las pérdidas producidas por la enfermedad, discapacidad o muerte. El costo indirecto de una enfermedad se calcula por la pérdida de la productividad en la que incurren los pacientes y sus familiares a causa de ésta. Se determina como el porcentaje de ingreso perdido, sobre la base de la suma de varios factores, incluidos el tamaño de la población, la prevalencia de la enfermedad, el promedio de ingreso para una persona sin la enfermedad y el deterioro del enfermo. Tabla 7-2. Tipo de costos. COSTOS DESCRIPCION Directos médicos Servicios médicos, hospitalarios y farmacéuticos. Directos no médicos Erogaciones necesarias para recibir atención médica (por ejemplo, transporte a y desde un determinado servicio médico). Indirectos Son los derivados de la morbilidad y mortalidad debida a la enfermedad. 128 Intangibles Son los relacionados con el sufrimiento asociado con la enfermedad. Farmacoeconomía Los costos intangibles, que no se pueden cuantificar en valores monetarios, son los que derivan del dolor, del sufrimiento y de la pesadumbre. Estos costos resultan de la enfermedad médica misma, y de los servicios del cuidado de la salud usados para tratar la enfermedad. Ellos son difíciles de mensurar como parte de un estudio farmacoeconómico, aunque ellos son claramente considerados por los clínicos y los pacientes al considerar los potenciales tratamientos alternativos. Aunque los investigadores están desarrollando vías para medir los costos intangibles, tales como la buena voluntad o predisposición para pagar por parte de los pacientes y análisis por medio de los cuales los pacientes son consultados para dar un valor monetario a los costos intangibles, al presente estos costos son a menudo omitidos en la investigación clínico económica. Tipo de Evaluaciones Económicas Un punto para destacar de las evaluaciones económicas es que las mismas se consideran completas siempre y cuando haya tanto evaluación de costos como de consecuencias (clínicas, económicas o humanísticas) y de por lo menos 2 o más alternativas. Sin embargo, tal como se describe en la figura 7-3 y dependiendo del número de alternativas evaluadas y la inclusión de costos y consecuencias, se pueden realizar evaluaciones que incluyan solamente costos y/o consecuencias. Son las denominadas evaluaciones económicas parciales. Las evaluaciones de carga de enfermedad constituyen un ejemplo de estudio de costos asociados a una determinada patología y tienen aplicación en la determinación de prioridades en cuanto a las acciones de salud pública. Deben realizarse ge- ción se describen los cuatro tipos de evaluaciones económicas completas. Minimización de costos: Se comparan los costos entre 2 alternativas asumiendo que las consecuencias para ambos tratamientos son equivalentes. Esta equivalencia debe estar demostrada generalmente mediante estudios randomizados, doble ciego y controlados. Un caso típico de este tipo de evaluaciones lo constituye la evaluación económica de diferentes clases de antibióticos para una determinada patología. En este tipo de evaluación, no solamente se incluyen los costos del tratamiento medicamentoso sino también los costos de administración, manejo de eventos adversos, monitoreo de concentraciones plasmáticas, entre otros. Costo-beneficio: Compara el costo de una intervención médica (por ejemplo, la administración de un medicamento) con su beneficio. Ambos, costo (recursos consumidos) y beneficio, se miden en unidades monetarias (por ejemplo, pesos o dólares). Estas mediciones son utilizadas para determinar tanto: (1) la relación entre los unidades monetarias gastados y los unidades monetarias ahorradas como, (2) el ahorro neto (si los beneficios son mayores que los costos) o el costo neto. Sólo debería considerarse una inversión si el beneficio excede los costos mediante la evaluación de las razones beneficio/costo o valor actual neto. Para aquellas intervenciones mayores a un año, debe incluirse una tasa de descuento para el análisis de tanto los costos como los beneficios. L a falta de inclusión de tasa de descuento puede dar origen a resultados erróneos. Una de las mayores dificultades del análisis de costo/beneficio es el requerimiento de ex- ¿ Se evalúan los costos y las consecuencias ? NO NO SI Evaluaciones descriptivas parciales Evaluaciones descriptivas Solo consecuencias ¿ Hay 2 o más alternativas ? Solo costos Evaluaciones comparativas SI Análisis de eficacia o efectividad Análisis de costos Costos / consecuencias Evaluación económica completa Minimización de costos Costo- efectividad Costo - utilidad Costo - beneficio Figura 7-3. Tipo de evaluaciones económicas (Drummond, 1997). neralmente de manera previa a la evaluación de intervenciones dirigidas a esa patología. A continua- presar ambos términos de la comparación en unidades monetarias. Si en ocasiones, expresar los 129 FARMACOEPIDEMIOLOGIA Y FARMACOECONOMIA costos en unidades monetarias puede resultar dificultoso, es fácilmente compresible entender lo difícil que puede ser expresar en esas mismas unidades los beneficios de un tratamiento; esto es, expresar en dólares o pesos un año de vida ganado o una discapacidad (morbilidad) evitada por una determinada intervención médica. La arbitrariedad con que se puede hacer este tipo de asignaciones monetarias puede rozar aspectos éticos importantes que no deben ser dejados de lado aunque para los economistas, la determinación de inversiones sobre la base de un análisis de costo-beneficio pueda ser lo más apropiado. Costo-efectividad: Es de uso más frecuente en la literatura médica que el de costo-beneficio y compara el valor de la erogación realizada para la aplicación de un tratamiento (por ejemplo, costos directos e indirectos) en unidades monetarias, con el valor de los resultados obtenidos expresado en términos de unidades clínicamente significativas (por ejemplo, número de vidas salvadas, discapacidades o complicaciones evitadas, enfermedades curadas, años de vida prolongados, úlceras evitadas, ataques cardíacos prevenidos, etc.) o, resultados clínicos intermedios (por ejemplo, un cambio porcentual en los niveles de colesterol, de densidad mineral ósea, de peso corporal, de presión arterial, etc.). Los resultados finales suelen ser los más apropiados y más significativos en términos de la salud pública. Al igual que el análisis de costobeneficio, el análisis de costo-efectividad puede interpretarse mediante el cálculo de razones: costo/efectividad y costo/efectividad incremental. La razón costo efectividad surge del cociente entre el costo y la efectividad obtenida para una determinada intervención; la costo/efectividad incremental permite comparar el costo incremental que debe ser afrontado entre 2 alternativas y es el parámetro comúnmente analizado en los trabajos farmacoeconómicos. Se calcula mediante el cociente de las diferencias de costo y efectividad entre 2 alternativas. Así como la traducción de resultados clínicos en unidades monetarias es dificultosa, la combinación de diferentes resultados en una medición común para el análisis de costo/efectividad también lo es. Sin embargo, suele considerarse más dificultoso traducir todos los beneficios en salud a unidades monetarias (costo-beneficio), que combinar las mediciones de los resultados clínicos. En la figura 7-4, se describe un ejemplo hipotético entre 2 tratamientos con diferentes costos y efectividad con el cálculo e interpretación de la razón costoefectividad y costo-efectividad incremental. Costo-utilidad: Mide los costos de un intervención en unidades monetarias y los resultados en 130 términos de "utilidad" o "valor" asignado de manera totalmente subjetiva por el paciente al resultado global del tratamiento. Entonces, una “utilidad” es, según los economistas, una medida de valor resultante de las preferencias de los pacientes o de la sociedad por su estado de salud o por el resultado global de una intervención médica. En este sentido, los individuos (o, más abarcativamente, la sociedad), podrían asignar un valor a distintos estados de salud y determinar la cantidad de dinero que estarían dispuestos a erogar o a asignar en función de la mejoría que se podría obtener. De esta manera estos estudios pueden evaluar si los individuos quieren vivir más tiempo con un estado más pobre de salud, o elegir un tratamiento que mejore el estado de su salud pero que no prolongue su vida. Es decir, los estudios de costo-utilidad evalúan las consecuencias mediante análisis de calidad de vida. Uno de los mayores desafíos de los análisis de costo-utilidad es el desarrollo de técnicas para determinar el valor del estado de salud del paciente. Generalmente, se utilizan escalas (como por ejemplo, el SF-36) que deben estar correctamente validadas para la población en estudio. Uno de los parámetros derivados de los estudios de costo-utilidad es el concepto de QUALY (años de vidas ajustados a la calidad en sus siglas en inglés). El QUALY permite combinar para una intervención tanto los años de sobrevida como la calidad de vida (medida mediante alguna escala) asociados a la misma Perspectivas en farmacoeconomía Uno de los puntos cruciales de todo análisis farmacoeconómico es la perspectiva del análisis o estudio. En toda investigación farmacoeconómica se pueden identificar cuatro perspectivas: paciente, prestador, financiador y sociedad. Considerando el costo directo médico farmacéutico de un medicamento que cuesta $100 y por el cual el paciente paga $60 y el financiador $40, desde una perspectiva del paciente los costos a incluir en una análisis farmacoeconómico son de $60 mientras que desde una perspectiva del financiador son de $40. La perspectiva de la sociedad incluye los costos totales ($100) y es considerada la mejor perspectiva (“gold estándar”). En todo análisis económico debe estar siempre correctamente identificado el trípode que lo sustenta (figura 7-5): perspectiva (paciente, pagador, proveedor, sociedad), tipo de costos (directos, indirectos e intangibles) y tipo de análisis (costo-beneficio, costo-efectividad, costo-utilidad o identificación de costos). Interpretación de los análisis farmacoeconómicos Farmacoeconomía Tratamientos Costo Efectividad (casos curados) A 1000 15 B 600 12 Cociente costo/efectividad 66.7 50.0 Costo/Efectividad incremental 133.3 Conclusión : se deben invertir 133,3 pesos por caso adicional curado usando el tratamiento A Figura 7-4. Interpretación del cociente costo/efectividad y costo/efectividad incremental. Análisis Costos Costo/beneficio Costo-efectividad Costo-Utilidad Minimización de Costos Directos Indirectos Intangibles Resultado Farmacoeconómico Paciente Pagador Proveedor Sociedad Figura 7-5. Factores influyentes en un estudio farmacoeconómico. De los análisis farmacoeconómicos descriptos pueden derivar cuatro resultados potenciales (figura 7-6): Mejores o iguales resultados clínicos a un costo reducido de los servicios médicos respecto del tratamiento convencional, ángulo superior izquierdo), se considera un programa o estrategia dominante y debería ser adoptada. Un incremento de los costos asociado a menores resultados clínicos con relación al tratamiento convencional (ángulo inferior derecho), se considera un programa o estrategia dominada y debería ser siempre rechazada. Resultados mixtos son ambiguos y su interpretación depende de la magnitud de los cambios en los costos y en los resultados clínicos y debe analizarse caso por caso. Por ejemplo, programas o esquemas más costosos pero también más efectivos, deberían adoptarse si la relación costo/efectividad y costo/efectividad incremental caen dentro de un rango aceptable y el presupuesto para el llevar adelante el mismo también es aceptable. Este caso es uno de los problemas más frecuentes que debe responder el análisis farmacoeconómico que incluye la evaluación de nuevas tecnologías y medicamentos. ¿Cuál es el umbral por el cual deberían aceptarse (y proveer reembolso o cobertura por los sistemas financiadores de las salud) los nuevos tratamientos y tecnologías? Este es un punto bastante discutible y en el cual no hay consenso por el momento. Lo que puede inferirse es que cuanto menor sea la razon costo/efectividad incremental de un nuevo tratamiento respecto del tratamiento estándar, existe más probabilidad de que el mismo sea aceptado por el sistema de salud. Por último, programas o esquemas menos costosos y con menores resultados clínicos podrán ser adoptados según sea la magnitud del costo y de los resultados clínicos; obviamente, emergen importantes cuestiones éticas en estos casos. 131 FARMACOEPIDEMIOLOGIA Y FARMACOECONOMIA Conclusiones La economía clínica, rápidamente se está transformando en una disciplina que, apoyada en fun- evaluaciones económicas. Del mismo modo, es conveniente que dichos criterios y metodologías sigan parámetros internacionales. Varios países (Australia, Canadá, Finlandia, Holanda, Portugal, Costos No, Rechazar (terapia dominada) Mayores Peores Discutible Sí Mejores Menores Consecuencias No, Adoptar (terapia dominante) Figura 7-6. Indicación de evaluación económica (Adaptado de Schulman KA, Linas BP. Ann Rev Public Health 1997;18:529). damentos económicos, tiene por misión establecer las bases que permitan una asignación óptima de los recursos disponibles preservando el objetivo de alcanzar el máximo beneficio posible en términos de salud pública y de la salud de las personas. Específicamente, el análisis farmacoeconómico en la investigación y desarrollo de medicamentos, se ha transformado en una herramienta para justificar el ingreso de los nuevos medicamentos a los formularios terapéuticos y a los sistemas de reintegro y, por otro, para justificar el precio de los mismos (una variable que por sí misma no debería constituir en el elemento decisivo por naturaleza). Consecuentemente, la autoridad sanitaria debe considerar, entre otros, el análisis económico al tomar decisiones en el campo de la salud. Por lo tanto es fundamental el establecimiento de criterios claros y metodologías aceptadas mediante un comité independiente de expertos, con el objeto de poder comparar los resultados de las diferentes 132 Reino Unido -Instituto Nacional de Excelencia Clínica, NICE- y algunas gerenciadoras de salud en los EE.UU., entre otros) establecieron la absoluta necesidad de la evaluación farmacoeconómica como criterio necesario para el reembolso de un producto farmacéutico. Otros, entre los que se encuentran Dinamarca, Irlanda, Nueva Zelanda, Noruega, Estados Unidos y Suiza, desarrollaron recomendaciones para la evaluación económica (no obligatorias para el reembolso). Finalmente, demostrar que un nuevo medicamento o intervención tecnología es eficaz y segura no es suficiente, también debe ser “dominante” (costo-efectiva) para ser adoptada por el sistema de salud.