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COLEGIO RAFAEL URIBE URIBE “Buscamos la calidad con amor y exigencia” FILOSOFIA TERCER PERIODO GRADO ONCE “No llegaré nunca a ser un filósofo” (Husserl, Fragmento de su diario) A MANERA DE PREAMBULO Según el pensador Alemán E. Husserl, todo el que seriamente quiere llegar a ser filósofo tiene que volver sobre sí mismo por lo menos «una vez en la vida» e intentar derrumbar todas las ciencias admitidas hasta entonces y reconstruirlas. La filosofía es una incumbencia absolutamente personal de quien filosofa, quien debe tener como punto de partida su propio autoconocimiento. De lo anterior podemos inferir que Husserl A. considera que la sabiduría tiene como exigencia el conocimiento tradicional B. afirma que el conocer es un ejercicio con y a partir de los otros C. cree que el conocimiento como ejercicio práctico es un ejercicio de meditación D. niega totalmente la ciencia y la filosofía. En el libro de Filosofía Primera de Edmund Husserl cuya primera parte se titula Historia de las Ideas, Husserl nos introduce por la ruta del pensamiento filosófico, para demostrarnos cómo la filosofía cuyo nacimiento se halló en la Grecia Antigua no ha logrado cumplir su objetivo, que él describe como: lograr que la filosofía sea una ciencia que en sentido estricto se justifique a sí misma, que no sea contingente como el pensamiento naturalista sino por el contrario se pueda constituir como una filosofía perennis. Entonces para Husserl: A. B. C. D. la filosofía debe reconocer que al igual que la vida el conocimiento es inacabado. sólo podemos conocer lo que los sentidos nos permitan distorsionadamente reconocer la filosofía debe constituirse como un conocimiento totalizador que se explique a sí misma y al universo. nunca podremos alcanzar La fenomenología es uno de los movimientos filosóficos más importantes del siglo XX, que alcanza los inicios del XXI. Al hablarse de fenomenología en estos momentos, se tiende a entender la fenomenología de Husserl, es decir aquella corriente filosófica que ha sido desarrollada por él y que considera que pensar filosóficamente equivale a describir pulcramente lo que se ve. Sin embargo es en el siglo XIX que se inicia con las intuiciones filosóficas de Francisco Brentano (1838-1917). Brentano expone su pensamiento en la obra “Psicología” publicada en 1874 y en la que trata de una investigación de análisis de los hechos de la conciencia, entendidos como hechos psíquicos y no físicos. El carácter fundamental de estos hechos psíquicos consiste en que son intencionales, es decir, que están determinados por la dirección hacia un objeto. La conciencia es conciencia de algo y conciencia de sí. Esta intencionalidad es la base de Brentano para decir que si bien el objeto es inmanente a la conciencia, está remitido a la realidad. Un auténtico ejercicio filosófico debe partir de la realidad, pues el pensamiento no está cerrado en sus propios linderos, sino en sus límites; se enraíza en la realidad que le rodea. Es esta la razón, por la que Brentano considera que el verdadero método del filosofar debe ser el de las ciencias naturales, pero esta vez aplicado a una realidad distinta: las cosas mismas. Husserl, discípulo de Brentano encuentra su propio talante en la idea de la filosofía como ciencia estricta, apartándose del naturalismo propio del cientificismo de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Algunas de las dimensiones del método fenomenológico hablan por sí. ACTIVIDAD DE EXPLORACION: Extracto algunas ideas filosóficas de Husserl a partir de las preguntas iniciales de esta guía. Teniendo en cuenta estas ideas consideras que la fenomenología es intento de mostrar el camino que conduce a ver el mundo de un modo filosófico. Argumenta. 3. Investigo algunos datos históricos del filósofo alemán Edmund Husserl y en el ambiente sociocultural de la época de este filosofo. 1. 2. ANALISIS DE TEXTO: HECHOS Y ESENCIAS Se dice que nuestra época es de decadencia. No puedo considerar justificado este reproche. Difícilmente se encontrará en la historia una época en la que se haya puesto en movimiento una suma tal de energías y en que esas energías hayan actuado con tanto éxito (…) Pienso que nuestra época es grande por su vocación. Sólo adolece del escepticismo que destruyó los viejos discutidos ideales, y por eso sufre por la falta de desarrollo y la escasa fuerza de una filosofía avanzada e insuficientemente científica como para poder superar el negativismo escéptico – que se llama a sí mismo “Positivismo” – mediante el verdadero positivismo. Nuestra época sólo quiere creer en “realidades”. Su más fuerte tarea es la ciencia; por ello, la ciencia filosófica es lo que más necesita nuestra época (La filosofía como ciencia estricta. Buenos Aires, Nova, 1973, pp. 106-107). Los hechos son conocidos por medio de una experiencia. Forman parte del mundo real, el cual no es sino “el conjunto total de los objetos de la experiencia y del conocimiento empírico posible”. Son individuales, existentes en el espacio y en el tiempo, contingentes (podrían ser de otra manera). Son estudiados por las ciencias empíricas (ciencias del mundo): ciencias naturales (tanto de la naturaleza material como de la psicofísica, como la psicología) y ciencias del espíritu (historia, sociología…). Pero al sentido de todo hecho “es inherente tener una esencia”, la cual ya no es un hecho individual, sino que puede tenerla también otro individuo. Por ejemplo “todo sonido tiene en sí y por sí una esencia, y en la cima, la esencia universal ‘sonido’”, la cual es común a todos los hechos de sonido del mundo. (Las ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica, & 1-2) “Llamo esencias a lo que se encuentra en el ser autárquico de un individuo constituyendo lo que él es” (&3). Son conocidas por medio de una intuición esencial (o ideación), no por intuición sensible (o experiencia). Intuir una esencia “no implica en lo más mínimo el poner existencia individual alguna; las puras verdades esenciales no contienen la menor afirmación sobre hechos, por lo que tampoco cabe concluir de ellas solas la más insignificante verdad de hechos” (&4). Las relaciones entre esencias (“relaciones eidéticas”) son “apodícticas” (es decir, necesarias) y universales. Finalmente, las esencias son estudiadas por las ciencias de las esencias: ciencias eidéticas formales y ciencias eidéticas materiales. Las primeras – por ejemplo, la lógica – estudian esencias formales, que en realidad son esencias vacías; sólo las esencias materiales, o con contenido, son verdaderas esencias. ¿Cuál es la preocupación husserliana por la ciencia de su momento? 2. ¿Cuál es la importante distinción entre hechos y esencias? 1. ACTIVIDAD DE COMPRENSIÓN: El proyecto filosófico de Husserl: La filosofía como ciencia estricta. Leo el texto de Husserl “La filosofía como ciencia estricta” y respondo: Identifico cuáles son los argumentos porque la filosofía no es una ciencia. ¿Qué apreciación te merece: “la filosofía no puede aprenderse, porque en ella no hay verdades objetivamente comprendidas y fundadas, y…”? 3. ¿Qué se entiende en el texto por adulteración? 4. ¿Qué se entiende por filosofía naturalista y filosofía científica? 1. 2. DESARROLLO DE LA TEMATICA CRISIS DE LA FILOSOFÍA Crítica al positivismo Del psicologismo a la lógica. Lógica pura o fenomenología. LA FENOMENOLOGIA COMO MÉTODO: El método fenomenológico De la actitud natural a la epojé El objeto del método: el fenómeno La finalidad del método: la esencia. Reducciones fenomenológicas. LA CONCIENCIA Se diría que Husserl ha rehecho la experiencia de Platón: el descubrimiento de un ámbito de objetividades que se ofrecen al pensamiento: las esencias. Pero, desde luego, ni les otorgará existencia, ni las situará en un “mundo inteligible” real. Pero, si hay esencias, y no existen como cosas de este mundo, ni están en otro mundo (Platón) ni en una mente divina (San Agustín), ¿dónde se encuentran? La respuesta de Husserl es: en o ante la conciencia. La concepción husserliana de conciencia se comprende desde la categoría de intencionalidad. En la fenomenología el concepto de intencionalidad – en aspectos fundamentales - es absolutamente clave. 1) No hay cogitatio sin cogitatum; y a la inversa: el cogitatum sólo existe para la conciencia, y en la medida en que es objeto de una cogitatio. 2) Por tanto, el cogitatum no es el objeto externo, la cosa real que está ahí fuera (por ejemplo, ese árbol que hay en el parque). Para un “análisis intencional” de la conciencia es indiferente que al cogitatum corresponda o no algo en el mundo. 3) La intencionalidad tiene, además, un sentido dinámico. Los actos intencionales de la conciencia van desde la simple “mención” vacía de un objeto, hasta la “intuición” en la que se da la presencia “en persona” del objeto. La intuición, por tanto es el “cumplimiento” del movimiento intencional. 4) La conciencia no es un “lugar”, ni una “cosa” o substancia como en Descartes, sino una corriente de vivencias en las que hay siempre dos polos: el acto intencional (cogitatio o noesis) y el objeto intencional (cogitatum o noema). 5) Husserl entenderá habitualmente por “conciencia” la conciencia pura, es decir, la conciencia “reducida” por la reducción fenomenológica. Y llamará “trascendental” a todo aquello que se refiere al ámbito de la conciencia pura (por oposición al ámbito del mundo natural empírico). 1. 2. 3. ¿Cómo puede entenderse el hecho de que haya esencias sin caer en pensamientos idealistas anteriores? Establece la relación entre esencias, conciencia e intencionalidad. Explica las cinco características principales de la intencionalidad de la conciencia. EPOCHÉ Lo propio de la fenomenología es que se ocupa de todo tipo de fenómenos, pero lo hace modificándolos o “reduciéndolos”, de tal manera que sólo como fenómenos “reducidos” entran a formar parte de la esfera fenomenológica de la conciencia. Entonces, aunque la propuesta de husserliana pretende la búsqueda de esencias y de un comienzo absoluto para la filosofía, ésta parte precisamente de los fenómenos; así un fenómeno es lo que aparece o se manifiesta en sí mismo a la conciencia. Tenemos tres tipos de reducciones, a saber: Reducción filosófica: “Abstenernos por completo de juzgar acerca de las doctrinas de toda la filosofía anterior, y efectuar nuestras descripciones dentro del marco de la absención” (Ideas, 18). Se trata de, pues, de una abstención: nada de discutir teorías. Hay que atenerse exclusivamente a “lo dado a la conciencia”: el fenómeno. Reducción eidética: Se pone entre paréntesis todo lo que de individual y contingente aparece en el fenómeno mostrado por la intuición empírica o por las imágenes de la fantasía, para quedarse únicamente – como resto “reducido”- con la esencia del fenómeno. Así, se trata de pasar, por ejemplo, del fenómeno percibido – o imaginadode “este rojo” a la esencia universal “rojo”. La finalidad de esta reducción es, por tanto, la “purificación” del fenómeno para intuir únicamente su esencia; ello hace de la fenomenología “una ciencia de esencias, una ciencia ‘eidética’”. Reducción trascendental (o simplemente fenomenológica): Se pone entre paréntesis la actitud natural, formada por un conjunto de creencias necesarias para la vida cotidiana. Desconectar la actitud natural supone, fundamentalmente, poner “fuera de juego”: 1) la existencia del mundo que me rodea y de los objetos que me aparecen, y 2) la existencia del propio yo empírico, sus actos psíquicos, intereses, etc. Si se coloca entre paréntesis la actitud natural es porque ninguna de sus creencias goza de evidencia necesaria (apodíctica). La reducción fenomenológica es “el método de acceso al campo de trabajo de la nueva ciencia” (Ideas, Epílogo, 1). Es decir: si se quiere filosofar, es preciso abandonar el ámbito en que nos sitúa la “actitud natural” y situarse en otro ámbito, el de la “conciencia pura”. En este ámbito “trascendental” el filósofo – libre de todos los presupuestos ingenuos de la actitud natural – se sitúa como un “espectador desinteresado” de la vida de la conciencia. Hay que tener en cuenta que la reducción trascendental no elimina en absoluto lo conseguido mediante la reducción eidética, es decir, las esencias; simplemente las sitúa en el ámbito de la conciencia pura. 1. 2. 3. ¿Qué significa decir que la fenomenología de la conciencia es un acto reductivo? Explica los tres tipos de reducción husserlianas. Caracteriza el paso de la “actitud natural” al ámbito de la “conciencia pura” (o trascendental). EL MUNDO DE LA VIDA (Análisis para la puesta en común) “Puras ciencias de hechos hacen meros hombres de hechos. (…) En nuestra indigencia vital –oímos decir- nada tiene esta ciencia que decirnos. Las cuestiones que excluye por principio son precisamente las más candentes para unos seres sometidos, en esta época desventurada (la postguerra), a mutaciones decisivas: las cuestiones relativas al sentido o sinsentido de esta entera existencia humana (…) ¿Qué tiene la ciencia que decirnos sobre razón y sinrazón? (…) La verdad científica, objetiva, es exclusivamente constatación de aquello que el mundo, tanto físico como espiritual, efectivamente es. Pero ¿puede el mundo, y la existencia humana en él, tener en verdad un sentido si las ciencias no admiten como verdadero sino lo constatable de este modo objetivo (…)?” (La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental, § 2.) El objetivismo parte de la consideración del mundo como algo en-sí, como el dato “primero” y obvio de la experiencia, y se pregunta por su “verdad objetiva”; el trascendentalismo, por el contrario, afirma que lo “primero” es la subjetividad, y que a partir de ella se constituye “el sentido” del mundo como una “configuración subjetiva”. Pero a la historia se le puede dar una orientación fenomenológica; el objetivismo puede ser superado definitivamente a favor de un subjetivismo trascendental, y sólo así recuperará la Humanidad el verdadero sentido del mundo y de su propia existencia. La consecuencia más grave del objetivismo es que la ciencia ha superpuesto sobre el mundo-de-la-vida (lebenswelt) una visión “idealizada” (matematizada) de la realidad que –al “sedimentarse” en la cultura occidental- ha terminado por suplantarlo. Justamente el olvido del lebenswelt ha hecho que la filosofía no se haya ocupado de él; por eso Husserl ofrece un proyecto de tematización fenomenológica mediante el uso de la epoché. “El mundo de la vida es el mundo espacio-temporal de las cosas tal y como las experimentamos en nuestra vida pre y extracientífica, y tal y como las sabemos cómo experimentables, más allá de que de hecho sean experimentadas. Tenemos un horizonte mundano como horizonte de posible experiencia de cosas. Cosas: éstas son piedras, plantas, animales, también hombres y figuras conformadas por hombres; pero todo es ahí subjetivo-relativo. Sin embargo, este mundo de la vida posee en todas sus relatividades su estructura general. Ésta, a la que está ligado todo aquello que es relativamente, no es ella misma relativa. Podemos considerarla en su universalidad y, con la cautela correspondiente, constatarla como accesible de una vez por todas y para cualquiera”. El mundo de la vida es, en definitiva, el trasfondo último de todo conocimiento objetivo: “La ciencia sólo se plantea preguntas a partir del suelo de este mundo, que es constantemente de antemano, y a partir de la vida precientífica” (crisis 28). Y debe remitir continuamente a él, en lugar de tratar de suplantarlo. El supuesto objetivismo de la ciencia no es sino un olvido de sus propias raíces y de su propio sentido: el mundo de la vida. Quizá en un intento de corregir el peligro de “solipsismo” (soledad del yo puro) de su concepción de conciencia trascendental. Primero, la vida de la conciencia, las vivencias, se encuentra inmersa en la temporalidad, lo que afirma su “mundaneidad” radical, y segundo, el ego del cogito no es un yo solitario. La objetividad –no el objetivismo- de las esencias implica que puedan ser válidas no sólo para mí, sino para cualquier otro yo posible; de este modo el yo es un yo intersubjetivo. Heidegger, Martin: "Ninguna época ha sabido tantas y tan diversas cosas del hombre como la nuestra. Pero en verdad, nunca se ha sabido menos qué es el hombre." La angustia es la disposición fundamental que nos coloca ante la nada. (HEIDEGGER) A MANERA DE PREAMBULO Para Heidegger, la expresión "el hombre es un ser en el mundo" significa que es un ser arrojado en el mundo en donde la experiencia del sentido que da éste lo conduce a la angustia. A esta concepción heideggeriana se puede proponer que el hombre que tiene una existencia auténtica es el que 1. acepta que es un ser para la muerte manteniéndose en la angustia. 2. busca salir de la angustia, se adhiere a los entes y rechaza al ser para la muerte 3. se aferra a los entes sin llegar a la experiencia de la nada 4. acepta estar condenado al mundo sin contemplaciones lógicas Heidegger dice que el lenguaje es la casa del ser, que el ser se devela con el lenguaje, pero no con el lenguaje científico propio de los entes, o en el lenguaje inauténtico de la habladuría, sino con el lenguaje auténtico de la poesía; en esta morada habita el hombre, los poetas y los pensadores, quienes son sus guardianes. La poesía es el carácter sagrado de la palabra, quien da nombre a las cosas y fundamenta al ser, siendo un don del ser y no una obra del hombre. En el lenguaje, el poeta no es el que habla sino el lenguaje mismo y en éste el ser. En este sentido, el arte es entendible como A. el interés que inspira la belleza de la naturaleza por sí misma como signo de bondad B. el bien último y el placer supremo en la creación o en el amor de lo bello C. una posesión del hombre y una realidad, así se vea como muy subjetivo D. formación mental de una serie de imágenes, que recoge la esencia de las cosas percibidas. Según Heidegger, la ontología fundamental es aquella encargada de averiguar el fundamento de la existencia, esto es su finitud. Se muestra con esto a la existencia como un ser para la muerte, la cual origina la angustia cuyo efecto principal es el aislamiento y la soledad absoluta del individuo. Ante esto el hombre puede aceptar con plena conciencia su realidad y proyectarse hacia la nada, intentar eludir rechazando su destino moral o 1. ser escéptico frente a la muerte, sólo interesarse por el aquí y el ahora 2. vivir en la angustia asumiendo conscientemente su realidad finita 3. trascender en la historia por medio de sus obras en favor de la plenitud humana 4. entender los fundamentos de su existencia y aceptarlos en la realidad angustiosa ACTIVIDAD: 1 .- Extracto algunas ideas filosóficas de Heidegger a partir de las preguntas iniciales de esta guía. .- Cómo podrías explicar a partir de su reflexión personal la siguiente frase de Heidegger “Ser es tiempo, precisamente porque las cosas que son, no permanecen, sino que se dan en un horizonte temporal” ACTIVIDAD DE APROXIMACIÓN A HEIDEGGER (Video) ¿Por qué Heidegger es el filósofo más importante del siglo XX? Porque rompe con la filosofía del conocimiento, al hablar del Dasein (ser-ahí): Ente humano. Ser arrojado en el mundo. No es el sujeto kantiano. Es el hombre existencial, es el hombre que muere, que puede vivir auténticamente o inauténticamente. Pone la filosofía nuevamente en el SER. La pregunta por qué hay algo y no más bien nada. ¿Se puede responder que hay un SER? Pero ¿cuál es el ser que se pregunta por el SER? Pregunta que se responderá en su obra el Ser y el tiempo. Pero ¿por qué el ente humano se ha olvidado por el ser? El hombre olvida al ser para consagrarse al dominio de los entes, al dominio de las cosas. Nadie se pregunta por el SER (Que puede ser Dios, por ejemplo). La sociedad de hoy ha olvidado de lo trascendente y se ha perdido en el mundo de los entes. ACTIVIDAD DE INVESTIGACION DE HEIDEGGER 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. ¿En qué consiste el giro trascendental heideggeriano? ¿Cómo entender que el ser humano es un proyecto? ¿Estás de acuerdo con esto? ¿En qué consiste el mundo del ser-ahí? ¿Por qué la responsabilidad que tenemos con nuestra propia vida, conlleva un fuerte sabor trágico? ¿Cómo entiende Heidegger, la angustia? ¿Qué dificultades se pueden encontrar al querer llevar una existencia auténtica? Identifique dos (2) situaciones de la vida cotidiana donde se evidencia una existencia auténtica e inauténtica