Encefalopatía de Wernicke
La encefalopatía de Wernicke o enfermedad de Wernicke (inicialmente llamada poliencefalitis hemorrágica superior) es una enfermedad neurológica y eventualmente psiquiátrica, producida principalmente por la deficiencia de vitamina B1 (tiamina). Se solía diagnosticar por una tríada de síntomas constituídos por a) trastornos en la movilidad ocular (nistagmo y oftalmoplejia), b) descoordinación para caminar (marcha atáxica) y c) confusión (u otros cambios de la condición mental). Sin embargo, es muy frecuente observarse solo uno o dos los componentes de la ""tríada"" descrita así como otros síntomas, por ejemplo, los relacionados con el sistema nervioso autónomo e incluso existen casos con síntomas inespecíficos únicamente, especialmente en las etapas tempranas de la evolución.Aún existiendo otras carencias, la deficiencia de tiamina genera una variedad de graves afectaciones debido a su escasa reserva así como a sus múltiples e importantes funciones. Aunque los cuadros clínicos observables no tienen límites nítidos y suelen superponerse, se suelen diferenciar en enfermedad o encefalopatía de Wernicke, la psicosis de Korsakoff y el beriberi en sus múltiples formas. A la encefalopatía de Wernicke en alcoholistas suele sumarse la psicosis de Korsakoff y a la superposición de los signos y síntomas de ambas condiciones se denomina síndrome de Wernicke-Korsakoff.A pesar que uno de los tres casos inicialmente descritos por Carl Wernicke era el de una mujer no alcohólica hospitalizada por ingerir ácido, esta encefalopatía ha sido erróneamente considerada una enfermedad propia de los alcohólicos. Tradicionalmente, se la describió con una tríada de síntomas que son: oftalmoplejia, ataxia y confusión. Sin embargo, esta tríada solo se presentaría en el 10% de los casos, siendo común la presencia de uno o dos de los síntomas de la tríada y a veces ninguno lo que ha obligado a revisar los criterios clásicos de diagnóstico. Se estima que esta encefalopatía está presente en el 2% de la población general y que menos del 15% de los casos es diagnosticado, probablemente por no presentar los síntomas clásicos esperados. Su prevalencia es seis veces mayor entre quienes abusan del alcohol (12,5%). Diversas enfermedades pueden conducir a la enfermedad de Wernicke y varias de ellas necesariamente conducen a múltiples carencias, como por ejemplo la hiperemesis gravídica y en consecuencia se requieren múltiples suplementos. Incluso diversos autores sostienen que en la práctica clínica los casos de deficiencia exclusiva de tiamina son raros. Cuando esta encefalopatía es tratada tempranamente suele revertirse, especialmente si los enfermos no habían incurrido en excesos de alcohol.