Zona de habitabilidad
En astrofísica, se denomina zona de habitabilidad estelar a la región alrededor de una estrella en la que la luminosidad y el flujo de radiación incidente permitirían la presencia de agua en estado líquido sobre la superficie de cualquier planeta (o satélite) rocoso que se encontrase en ella y que contase con una masa comprendida entre 0,5 y 10 M⊕ y una presión atmosférica superior a 6,1 mbar, correspondiente al punto triple del agua a una temperatura de 273,16 K. Además de la separación entre el planeta y la estrella (semieje mayor), existen otros parámetros a tener en cuenta de cara a la inclusión de un planeta dentro de la zona de habitabilidad de un sistema, como la excentricidad orbital, la rotación planetaria, las propiedades atmosféricas del exoplaneta o la existencia de fuentes de calor adicionales a la radiación estelar, como el calentamiento de marea.Aunque las estimaciones realizadas varían según el autor, la más aceptada fija sus márgenes en el sistema solar a una distancia de entre 0,84 y 1,67 UA respecto al Sol. Si la Tierra tuviese una órbita inferior al límite interno de la zona habitable, se desencadenaría un proceso similar al observable en Venus, que sometería a nuestro planeta a un efecto invernadero descontrolado; mientras que si superase su límite externo, toda el agua superficial se congelaría.El descubrimiento de los primeros exoplanetas rocosos, orbitando la zona de habitabilidad de sus estrellas, gracias a las observaciones del Telescopio Espacial Kepler ha aumentado considerablemente el interés por su estudio, convirtiéndolo en un pilar básico de la astrobiología, la exoplanetología y la astrofísica.