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El Hospital de Chihuahua
Radioterapia
¿Qué es?
Es un método también conocido como radiación o terapia de rayos X que utiliza rayos
X, rayos gamma o rayos de electrones o protones para dañar o eliminar las células
cancerosas del cuerpo, por lo que se ha convertido en uno de los tratamientos más
comunes contra el cáncer, especialmente de cabeza, cuello, pulmón, vejiga y contra la
enfermedad de Hodgkin. Puede ser utilizada sola o junto con otro tipo de tratamientos, tales como la cirugía o la quimioterapia.
¿Cómo funciona?
El proceso natural de las células de la mayoría del cuerpo crecen y se dividen para
formar nuevas células, pero las células cancerosas lo hacen más rápidamente. La
radioterapia envía radiación a estas células produciendo pequeños quiebres en ellas
para evitar que crezcan, se dividan y sigan reproduciéndose. Es probable que las
células sanas que se encuentran cerca también se afecten con la radiación, pero la
mayoría se recupera y retoma sus funciones normales.
¿Quién administra la radioterapia?
El equipo está conformado por especialistas que te brindarán atención de calidad.
Entre ellos pueden estar:
•
Oncólogo especialista en radiación. Médico capacitado para tratar a los
pacientes con radiación. Él estará a cargo de tu plan de radiación.
•
Físico de radiación. Se encarga del correcto funcionamiento del equipo de
radiación, asegurándose de que este emita la dosis correcta para tu tratamiento.
2
•
Dosimetrista. Planifica el tratamiento junto con el oncólogo de radiación, bajo
la supervisión del físico de radiación.
•
Radioterapeuta. Es quien opera el equipo de radiación.
•
Enfermera de radioterapia. Especializada en el tratamiento contra el cáncer,
puede proveerte información sobre la radiación y los efectos secundarios.
¿Cómo se planifica el tratamiento?
Tu médico localiza con exactitud el área que se tratará después de realizarte valoraciones físicas y revisar tu historial clínico unos días antes de comenzar la radioterapia. Para lograrlo, se realizará una prueba llamada simulación, en la que el técnico de
radiación, utilizando una máquina especial de rayos X, determinará el campo de
tratamiento, es decir, el lugar preciso al que se dirigirá el rayo de la radiación. Puede
que este punto sea marcado con tinta semipermanente. Después de esto, el médico
decidirá cuánta radiación es necesaria, cómo se administrará y cuántas sesiones
debes recibir durante el tratamiento.
¿Cuánto tiempo dura?
Las dosis de la radioterapia, también llamadas fracciones, generalmente se administran diariamente cinco días a la semana durante mínimo cinco semanas y máximo
ocho. Tener descansos los fines de semana permite que tus células no cancerígenas
se recuperen. La dosis total y el número de sesiones varían dependiendo del tamaño,
ubicación y tipo de cáncer.
¿Cómo se desarrolla cada sesión?
Cada sesión puede durar de 15 a 30 minutos debido a la preparación del equipo y del
paciente. Es muy parecido a sacarse una radiografía y no causa dolor. Hay un acelerador lineal que cuenta con un brazo que se extiende a través de la mesa, a través de
este se emite la radiación. Es probable que el técnico de radiación o radioterapeuta
coloque forros resistentes especiales entre el equipo y tu cuerpo para proteger los
tejidos y órganos que no requieren tratamiento. Se te pedirá que permanezcas inmóvil durante el tratamiento. Ya que no hay una fuente de radiación en tu cuerpo, no
debes preocuparte de si emitirás radiación después, ya que este tratamiento afecta a
un grupo de tus células solo por un momento.
¿Qué cuidados se deben tener durante el tratamiento?
•
Descansa lo suficiente, pues es probable que te sientas más cansado de lo
normal. Procura dormir bien durante la noche, ya que la fatiga puede durar varias
semanas después de que haya finalizado el tratamiento.
•
Come de forma balanceada y saludable.
•
Si estás tomando algún medicamento no olvides informarle a tu médico de qué
se trata, así como las dosis y las frecuencias, incluso si solo se trata de paracetamol.
•
Es probable que debido al tratamiento tu piel se vuelva más sensible. Consulta
con tu médico antes de usar cualquier jabón, desodorante, crema, perfume o cosméticos, pues algunos de estos productos pueden irritar la piel sensible.
3
Efectos secundarios
de la Radioterapia
Los efectos secundarios no siempre son los mismos
No olvides informar a tu médico y enfermera sobre cualquier cambio que notes: alteraciones en la piel, cansancio, diarrea o problemas para ingerir alimentos. Los efectos
secundarios varían dependiendo del organismo de cada paciente y dependen de las
dosis de radiación.
¿Cuánto tiempo durán los efectos secundarios?
La mayor parte de los efectos secundarios desaparecen con el tiempo y generalmente son cansancio excesivo y cambios en la piel. Puede haber también reacciones en la
zona que se está tratando, por ejemplo la pérdida del cabello o problemas en la boca.
Notifica a tu médico acerca de cualquier efecto secundario para que puedan ayudarte con ello.
Efectos secundarios más comunes
Cansancio Excesivo
Esta sensación de agotamiento física, mental y emocionalmente es común con el cáncer y
su tratamiento. Por lo general desaparece con el transcurso del tiempo después de haber
terminado el tratamiento.
Alteraciones en la piel
La zona en que se está aplicando el tratamiento puede tornarse rojiza, irritada, inflamada,
con ampollas o parecer recién bronceada o quemada por el sol. Es probable que se reseque y que experimentes comezón. Es importante que informes a tu médico de lo que
ocurra. La mayoría de estas reacciones desaparecen después de finalizado el tratamiento,
sin embargo puede conservar la hipersensibilidad y tornarse de un color más oscuro.
4
Caída del cabello
Este tratamiento puede provocar la caída del cabello en la parte en que se recibe la radioterapia. En la mayoría de los pacientes el cabello crece de nuevo después de finalizado el
tratamiento, pero puede que sea más delgado o que tenga una textura diferente a la que
tenía antes.
¿Cómo estarán las emociones?
El cansancio que provoca la radioterapia puede repercutir en tus emociones, haciéndote sentir miedo, ira, frustración o soledad. Acudir a un grupo de ayuda puede ser
beneficioso para tu Salud.
¿Qué actividades se pueden realizar?
Lo que puedas o no puedas hacer depende casi en su totalidad de cómo te sientas,
algunos pacientes pueden ir al trabajo o realizar actividades de esparcimiento sin
ningún problema, mientras que otros necesitan más descanso y reducen sus actividades. Recuerda que lo principal es consultar con tu médico sobre las actividades
que se recomienda posponer.
Control de los efectos secundarios de la radiación
dirigida a ciertas partes del cuerpo
Radioterapia dirigida a la cabeza y cuello
Cuando se recibe radioterapia en estas partes del cuerpo es necesario tener una
buena atención de la dentadura, encías, boca y garganta, pues puede presentarse
irritación, resequedad bucal, llagas en la boca, problemas de deglución o náuseas,
además de pérdida del gusto, dolor de oídos, deterioro de los dientes o inflamación.
Para controlar este tipo de reacciones puedes:
•
Evitar consumir condimentos fuertes y alimentos de consistencia dura como
las verduras crudas o frutos secos.
•
No ingerir alimentos o bebidas muy calientes o muy fríos.
•
Evitar fumar, masticar tabaco o consumir bebidas con alcohol, ya que pueden
empeorar las llagas en la boca.
•
Evitar los bocadillos azucarados.
•
Pedir a tu médico o enfermera que te recomiende un enjuague bucal adecuado.
•
Enjuagar tu boca con un litro de agua tibia, una cucharadita de sal y una de
bicarbonato cada dos horas o según lo requieras.
•
Tomar bebidas refrescantes durante el día.
•
Humedecer los alimentos con salsas o aderezos para hacerlos más fáciles de
comer.
•
Consultar a tu médico o enfermera sobre medicinas para el tratamiento de
llagas en la boca y para controlar el dolor al comer.
Consulta con tu médico o enfermera sobre otras recomendaciones que puedan proporcionarte.
5
Radioterapia dirigida al cerebro
Cuando la radioterapia se aplica en esta zona, regularmente los efectos secundarios
varían en función de dónde se dirige la radiación y por lo general se tornan más
graves de uno a dos años tras el tratamiento. Habla con tu oncólogo de radiación
sobre qué aspectos debes tomar en cuenta y cuándo debes llamar para pedir ayuda.
Hay veces en las que se trata todo el cerebro con radiación cuando el cáncer está en
muchas áreas para prevenir que se propague. Esto puede causar:
•
Dolores de cabeza
•
Caída del cabello
•
Náuseas
•
Vómito
•
Cansancio extremo
•
Pérdida de la audición
•
Cambios en la piel y el cuero cabelludo
•
Dificultades con la memoria y el lenguaje
•
Convulsiones
Algunos de estos efectos secundarios pueden deberse a la inflamación del cerebro
causada por la radiación. Por lo general se administran medicamentos para prevenir
la inflamación del cerebro, aunque es importante informar a tu médico de cualquier
síntoma.
Radioterapia dirigida al seno
Tras recibir radioterapia después de una cirugía por cáncer de seno, es importante
tomar en cuenta diversos aspectos: primero, evitar el uso de sostén siempre que sea
posible, de lo contrario usar uno de algodón suave y sin alambres. El entumecimiento
u hormigueo que se puede sentir en los hombros puede evitarse con ejercicios recomendados por tu médico o enfermera. La irritación de la piel, cambios en su color e
hinchazón pueden ser otros efectos secundarios de este tratamiento. Después de un
año ya no debes experimentar cambios. Si no es así, notifícalo a tu médico de inmediato.
Radioterapia dirigida al estómago y abdomen
Si recibes radiación en el área del estómago o parte del abdomen, puede que tengas
vómitos, náuseas o diarrea, consulta con tu médico acerca de cómo aliviar estos efectos.
6
El seguimiento tras
Radioterapia
¿Qué es?
Sin importar el tipo de cáncer que hayas padecido, es importante programar revisiones periódicas con tu médico para revisar tu progreso ras la radioterapia. A esto se le
conoce como cuidado de seguimiento. Este cuidado incluye verificar los resultados
del tratamiento y algunas veces también tratamientos adicionales. Son consultas con
tu médico de cabecera, cirujano, médico oncólogo y oncólogo de radiación.
Cuidados tras la radioterapia
Después de terminar tu tratamiento es pertinente continuar con algunas de los
cuidados especiales, por ejemplo ser cuidadoso con tu piel, descansar y darle tiempo
a los tejidos de que se regeneren. Es posible que necesites limitar tus actividades y no
trates de volver a tu rutina de inmediato.
Dolor tras la radioterapia
Es común que algunos pacientes necesiten métodos extras para controlar el dolor
tras la radioterapia. No apliques calor ni frío en la zona afectada a no ser que tu
médico lo indique, habla con él y tu enfermera para que sean ellos quienes te digan
cómo mantener el malestar bajo control.
¿Cuándo podré regresar a trabajar?
Esta decisión dependerá de lo que el médico y tú consideren. Algunas personas
siguen trabajando durante su tratamiento y otras tienen que dejar sus labores por un
tiempo, esto depende del organismo de cada persona. Si tu trabajo implica grandes
esfuerzos físicos, es probable que necesites cambiar tu rutina hasta que hayas recuperado las fuerzas.
7
Efectos Secundarios del
tratar el cáncer
¿Cómo estarán mis emociones?
Ansiedad, miedo y desgaste emocional
La ansiedad, el miedo, la incertidumbre, el enojo y la tristeza son sentimientos comunes que los pacientes y sus familias suelen tener al momento de enfrentarse al
cáncer. Debes tener en cuenta que son reacciones normales debido al estrés que
genera la situación, especialmente cuando ha sido inicialmente diagnosticado. Es
normal que el paciente tenga incertidumbre sobre su futuro y se preocupe por el
sufrimiento, el dolor y el enfrentarse a algo desconocido. Las familias también los
presentan, ya que muchas veces presentan culpabilidad o frustración al no poder
hacer tanto como quisieran. Si los niveles de ansiedad, temor o depresión son muy
altos es recomendable acudir con un consejero o terapeuta que pueda ayudar al
paciente y a su familia a enfrentar esta situación.
Que señales debes observar
•
Sensación de ansiedad y agobio al grado de pánico.
•
Dificultad para pensar, resolver problemas o tomar decisiones.
•
Agitación, irritabilidad o intranquilidad.
•
Sentirte o lucir tenso.
•
Preocupación sobre la “pérdida de control”.
•
Sentirte inquieto sobre algo malo que va a ocurrir.
•
Temblores, agitación y dolor de cabeza.
•
Arranques de enojo o sentirte malhumorado con otros.
•
Sensación de no poder sobrellevar el cansancio, el dolor, las náuseas y otros síntomas.
•
Trastornos del sueño o dificultades para descansar.
8
Lo que puedes hacer el paciente
•
Es normal sentir tristeza y frustración, pero es importante conversar con alguien
más sobre los sentimientos y temores que se presentan.
•
Decidir junto a su familia qué pueden hacer para apoyarse.
•
No culparse a sí mismo o a los demás.
•
Buscar ayuda a través de terapia individual o grupos de apoyo.
•
Practica la respiración profunda y los ejercicios de relajación varias veces al día.
•
Reduce tu consumo de cafeína, pues esto empeora la ansiedad.
Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente
•
Invitar al paciente a hablar de sus miedos e inquietudes, sin obligarlo .
•
Escuchar detenidamente sin juzgar los sentimientos del paciente.
•
Hablar con el paciente para decidir qué hacer para brindarse un mejor apoyo.
Confusión
Cuando el proceso del pensamiento se perturba o cuando una persona tiene dificultad para pensar y actuar como suele hacerlo, puede que se deba a que esté confundida. Hay muchas cosas que pueden esto:
• Bajo nivel de azúcar
• Fiebre alta
• Demasiado calcio en la sangre
• Falta de oxígeno en el cerebro
• Dosis excesivas de analgésicos
• Infección
• Propagación del cáncer al cerebro
• Dolor intenso
• Cáncer en el líquido alrededor del cerebro
• Otros medicamentos
La confusión puede comenzar o empeorar cuando el paciente acude a un lugar nuevo
y también durante las horas de la noche. Por lo general, la causa puede y debe ser
tratada. A veces, puede que el paciente requiera ser hospitalizado hasta que el problema sea tratado. Durante este tiempo, resulta útil para los pacientes que padecen
de confusión estar acompañados por alguien que conocen.
Depresión
Cuando el paciente y sus familiares se enfrentan al cáncer es común que se sienta
tristeza y duelo, sin embargo, cuando estos sentimientos persisten o interfieren con
las tareas cotidianas, es necesario buscar ayuda.
La depresión clínica es una enfermedad tratable que se da en una de cada cuatro personas con cáncer, esta puede causar que el paciente sienta más desgaste emocional.
Las personas que han presentado depresión con anterioridad tienen más probabilidad de padecerla. El tratamiento incluye medicamento, psicoterapia o una combinación de ambas cosas, y algunas veces otros tratamientos especializados. Estos tratamientos combaten la depresión, reducen el sufrimiento y ayudan a la persona con
cáncer a tener una mejor calidad de vida.
9
Qué señales debes observar
Síntomas de la depresión clínica
•
Un estado anímico de tristeza o “vacío” casi diariamente.
•
Pérdida de interés en las actividades que alguna vez fueron agradables.
•
Problemas con la alimentación (pérdida del apetito o comer en exceso)
•
Pérdida o aumento de peso significativo.
•
Trastornos en el sueño (insomnio, despertarse temprano o dormir demasiado).
•
Cansancio o ausencia de energía.
•
Sentimientos de culpa y desvalimiento.
•
Dificultad para concentrarse, recordar o hacer decisiones.
•
Ideas suicidas, relacionadas con la muerte o intentos de suicidio.
•
Grandes cambios en el estado de ánimo, desde periodos de depresión a momentos
de agitación y gran energía.
Si el paciente manifiesta cinco o más de estos síntomas durante dos semanas o más,
o si estos interfieren con su funcionamiento normal, se recomienda que la persona
sea evaluada para la depresión clínica por parte de un profesional médico o de la
salud emocional.
*Los problemas físicos, tal como cansancio, falta de apetito, y cambios en el sueño también pueden ser
efectos secundarios del tratamiento del cáncer, y pueden persistir después de finalizar el tratamiento. Es
importante hablar con el médico sobre las posibles causas de estos síntomas y si la depresión pudiera ser un
factor.
Lo que el paciente puede hacer
•
Expresar los sentimientos y temores.
•
Decidir junto con su familia qué se puede hacer para apoyarse.
•
Buscar asesoría y grupos de apoyo.
•
Intentar la relajación profunda y ejercicios de respiración durante el día.
•
Hablar con el médico para tratamientos en contra de ansiedad y depresión.
•
Tomar solamente los medicamentos que recete el médico.
Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente
•
Invitar al paciente a hablar de sus miedos e inquietudes.
•
No obligar al paciente a hablar si no está listo para ello.
•
Escuchar, sin juzgar los sentimientos del paciente.
•
Involucrar a la persona en actividades que disfrute.
•
Llamar al médico si el paciente tiene pensamientos suicidas o de muerte, si
presenta un comportamiento que pueda comprometer su seguridad, si no puede
dormir y presenta falta de interés en todas las actividades, si tiene dificultad para
respirar, sudoración y se siente inquieto.
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¿Cómo reacciona el cuerpo?
Cansancio
El cansancio es el efecto secundario más común del tratamiento del cáncer, puede
aparecer de repente y puede resultar abrumador. No se alivia mediante el descanso
y puede durar meses después de concluido el tratamiento. El cansancio o fatiga
debido al cáncer es real, y no se debe ignorar.
Dolor
Cuando las personas indican sentir dolor, generalmente significa que una parte de su
cuerpo está experimentando una dolencia o malestar. Esta sensación puede empeorar si la persona está ansiosa, triste o deprimida. Aún el dolor intenso puede controlarse muy bien mediante combinaciones de medicamentos orales. El cuerpo puede
acostumbrarse a los analgésicos tras un tiempo, por lo que puede que la dosis requiera incrementarse para obtener el mismo alivio. El médico es quien ajusta la dosis y la
frecuencia de acuerdo a las necesidades del paciente. Si se experimenta un dolor a
causa de la propagación del cáncer es posible que se torne complicado hacer las
cosas que cotidianamente se hacían.
Falta de apetito
La pérdida del apetito puede deberse a muchas cosas: dificultad para tragar el
alimento, depresión, dolor o náuseas o vómitos. También puede deberse a un cambio
en el sentido del gusto o el olfato, así como sentirse lleno, crecimiento del tumor, deshidratación, o por los efecto secundarios de la quimioterapia o radioterapia. En la
mayoría de los casos, la falta de apetito es pasajera.
Qué señales debes observar
•
Falta de interés por la comida.
•
Rechazo a los alimentos favoritos.
•
Pérdida de peso.
Lo que el paciente puede hacer
•
Hablar con su médico sobre lo que puede estar causando la falta de apetito.
•
Ingerir la cantidad de alimentos que desee, pero no obligarse a comer.
•
Empezar el día con un desayuno.
•
Añadir salsas y aderezos a las comidas para aumentar la cantidad de calorías.
•
Cortar todo en pequeñas porciones para que sean más fáciles de ingerir.
•
Procurar comer en un ambiente agradable.
Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente
•
Tratar de darle al paciente de seis a ocho comidas ligeras cada día.
•
Ofrecer al paciente comidas que contengan almidones (pan, pasta o papas) y proteína (carne de pollo, pescado, res o pavo, huevos, leche, nueces, mantequilla de maní,
yogur y frijoles).
•
Propiciar un ambiente agradable para las comidas.
•
Ofrecer alimentos líquidos, cuando el paciente no quiera comer.
3
Náuseas y vómito
Las náuseas son una sensación de malestar o ganas de vomitar, y pueden presentarse
incluso cuando una persona no está pensando en comida; el vómito es la devolución
de los alimentos desde el estómago, y puede darse incluso si la persona no ha comido
nada ni ha presentado náuseas. Las náuseas o el vómito pueden surgir al comer algo
que no haya caído bien al estómago, bacterias en la comida, infecciones o a causa de
los tratamientos de radioterapia o quimioterapia contra el cáncer. Incluso el cáncer
por sí mismo puede provocar náuseas y vómitos.
Lo más conveniente es hablar con tu médico sobre qué es lo que provoca esto para
ver qué se puede hacer al respecto.
Diarrea
Cuando por algún motivo el agua contenida en el intestino no es reabsorbida por el
cuerpo, se presenta evacuación de heces fecales blandas o líquidas tres o más veces
al día, con o sin molestia. En ocasiones puede deberse a un desbordamiento de los
líquidos intestinales que obstruyen parcialmente el intestino, por quimioterapia,
radioterapia al abdomen, medicamentos, infecciones, cirugía, suplementos alimenticios líquidos que contienen grandes cantidades de vitaminas, minerales, azúcar y
electrolitos, así como el crecimiento de tumores. La diarrea causada por la quimioterapia o la radioterapia puede persistir hasta tres semanas después de que finalice el
tratamiento.
Lo que el paciente puede hacer
•
Tan pronto como empiece la diarrea, comenzar una dieta de líquidos claros.
•
Comer porciones pequeñas de comida con frecuencia.
•
Evitar alimentos grasosos, frutas o vegetales crudos, cafeína, pasteles, jaleas, nueces
•
Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
•
Asegurarse de que su dieta incluya alimentos altos en potasio.
•
Sentarse en una tina con agua caliente puede ayudar a aliviar las molestias.
•
Tomar únicamente los medicamentos recetados por el médico.
El cuerpo humano debe contar con cierta cantidad de líquido, y no tener una cantidad
suficiente puede ser grave. La deshidratación indica que el cuerpo tiene una cantidad de
agua insuficiente. Hay que tener en consideración que los líquidos provienen tanto de los
alimentos sólidos como de los líquidos, por lo que si una persona no está comiendo lo suficiente, deberá consumir líquidos adicionales para compensar.
Estreñimiento
La dificultad o poca frecuencia de la evacuación de heces fecales a menudo causa dolor y
molestia y se conoce como estreñimiento. Normalmente se debe a falta de líquido o a
movimientos insuficientes en el intestino, y la falta de actividad, debilidad, analgésicos y
una ingestión insuficiente de líquido pueden contribuir a este problema.
3
Cicatrices y heridas
Una herida es una lesión física al cuerpo que afecta su estructura natural, puede
estar debajo de la piel, en la superficie o en ambas áreas. Una incisión (corte) debido
a cirugía es una herida. Una herida también puede ser causada por una caída o un
accidente, el crecimiento de un tumor, presión sobre áreas óseas o por la radioterapia. Cuidar correctamente una herida es importante para su curación y para protegerla de infecciones. Las cicatrices se forman al sanar las heridas.
Cambios en el color de la piel
Los cambios en el color de la piel comúnmente son a causa de algún cambio en el
cuerpo. En el caso del cáncer, pueden deberse al crecimiento de un tumor, a la exposición al sol o a efectos secundarios de la quimioterapia o radioterapia. Algunos cambios en el tono de la piel pueden normalizarse con el tiempo, mientras que otros
pueden ser permanentes.
Resequedad de la piel
La piel reseca puede manifestarse como áspera, escamosa, enrojecida y puede en ocasiones presentar dolor. Ocurre a menudo cuando no hay suficiente aceite y agua en las capas
de la piel. Las causas comunes de la piel reseca incluyen la deshidratación, el calor, el frío,
desnutrición y los efectos secundarios de la radioterapia o la quimioterapia.
Caída del cabello
Algunos tratamientos contra el cáncer causan la pérdida de parte o todo el cabello,
frecuentemente en mechones durante el lavado con champú o al cepillarse el cabello. El cabello cae debido a los medicamentos de quimioterapia que viajan por el
cuerpo para destruir las células cancerosas. Algunos de estos medicamentos dañan
los folículos pilosos, lo que ocasiona la caída del cabello.
La caída del cabello ocurre comúnmente comenzando las dos semanas después de
empezar el tratamiento y empeora en uno o dos meses después de su inicio. Puede
que el cuero cabelludo se vuelva muy sensible al lavar la cabeza, así como a peinarse
o cepillarse. El cabello a menudo vuelve a crecer incluso antes de que finalice el tratamiento.
¿Puedes hacer ejercicio?
Es importante hacer ejercicio tanto como se pueda para mantener los músculos funcionando lo mejor posible. La actividad física ayuda a evitar problemas causados por
los periodos prolongados que el paciente pasa en la cama: rigidez de las articulaciones, debilidad de los músculos, problemas respiratorios, estreñimiento, llagas en la
piel, falta de apetito y cambios en el estado mental. También ayuda a reducir el estrés
y aliviar el cansancio. Habla con tu médico sobre ejercicios que puedes realizar con
seguridad y establece metas para incrementar tu nivel de actividad física de forma
paulatina.
3
Como apoyar a los niños
Explicar el tratamiento contra el cáncer a los niños puede ser difícil, pues es casi
imposible mantener un diagnóstico de cáncer en secreto. Es importante ayudar a los
niños a lidiar con los cambios que se generan al incorporar la enfermedad y tratamiento a su vida cotidiana.
La percepción de los niños
Los niños a menudo se imaginan lo peor si no se les dice qué es lo que está pasando:
Ven a un miembro de su familia más cansado y que se enferma demasiado, por lo que
pueden llegar a pensar que ya no los quieren o que son responsables de su enfermedad, pues están muy pendientes de los sentimientos de los demás.
A menudo los niños escuchan a los adultos hablar sobre temas que no son apropiados para ellos, sin embargo cuando perciben que se les está ocultando algo buscan
formas de escuchar sin que los adultos lo noten, además de prestar especial atención
a la comunicación no verbal entre los grandes. Incluso sin haber escuchado o visto
algo, es probable que perciban cuando algo no anda bien en casa.
¿Qué pasa si son visibles los efectos secundarios?
Cuando el tratamiento contra el cáncer empieza, puede que los niños noten efectos
secundarios como cansancio, cambios de peso, caída del cabello o vómitos. Ven que
la persona ha enfermado y puede que piensen que va a morir, lo que los llevará a
suponer que otros en la familia también se enfermarán. No saber lo que está pasando
o cómo sobrellevarlo puede ser una experiencia difícil para el niño.
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¿Qué les debo informarles?
Lo que se dice al niño depende de su edad, personalidad y de lo que el adulto sepa
sobre el cáncer. Se debe establecer un límite de información para no abrumar al niño
y no ser muy ambiguo para evitar ocasionarle incertidumbre. El objetivo es decir la
verdad de una forma que les permita prepararse para lo que se avecina en sus vidas.
¿Cómo sobrellevar con ellos el tratamiento?
Es importante saber que cuando alguien está muy enfermo, podría ser que dicha persona y sus seres queridos sientan enojo, tristeza o temor. Es importante que el niño
comprenda que el paciente no podrá hacer las cosas que solía hacer con la misma
frecuencia. Algunos menores reaccionan retrayéndose para evitar que sus problemas sean una “carga” para sus padres y otros se comportan mal para llamar la atención de los adultos.
El comportamiento negativo debe ser atendido
Es probable que el niño se altere al conocer lo que está pasando con el paciente de
cáncer, sin embargo no se debe olvidar de la importancia de su buen comportamiento. Es importante tratar de seguir con las rutinas básicas tanto como sea posible para
fomentar la disciplina en ellos y propiciar un ambiente de honestidad y sinceridad
para que se sientan libres de expresar sus emociones.
¿El niño realmente comprende lo que le estoy diciendo?
Los niños pequeños requieren una información más breve y menos detallada que la
que se proporciona a los niños más grandes. Se pueden emplear cuentos o juguetes
para ejemplificar lo que se está diciendo y designar una hora durante el día para contestar sus dudas. Posiblemente los niños, especialmente los menores de 12 años, se
sentirán culpables o temerosos de haber causado esta enfermedad, se les deberá
asegurar que nada de lo que hayan pensado o deseado, dicho o hecho ha causado el
cáncer.
¿Qué hago si cambia el comportamiento del niño?
El mal comportamiento, la preocupación constante, estar involucrado en peleas,
tener trastornos del sueño y la falta de concentración pueden ser señales de que no
está lidiando bien con los cambios que se están dando. Si parece que un niño tiene
algún problema, puede que se deba a algo más grave que una reacción normal de tristeza ante la enfermedad.
Se requiere de ayuda profesional si el niño muestra o expresa:
•Enojo, tristeza o disgusto constante
•Intranquilidad
•Querer hacerse daño
•Cambios en su estado de ánimo
•Cambios en su desempeño escolar
•Presenta poco apetito
•Falta de energía
•Menos interés en las actividades
•Problemas para concentrarse
•Dificultades para dormir,
•Parece estar distraído y llora mucho
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¿Qué les debo informarles?
Lo que se dice al niño depende de su edad, personalidad y de lo que el adulto sepa
sobre el cáncer. Se debe establecer un límite de información para no abrumar al niño
y no ser muy ambiguo para evitar ocasionarle incertidumbre. El objetivo es decir la
verdad de una forma que les permita prepararse para lo que se avecina en sus vidas.
¿Cómo sobrellevar con ellos el tratamiento?
Es importante saber que cuando alguien está muy enfermo, podría ser que dicha persona y sus seres queridos sientan enojo, tristeza o temor. Es importante que el niño
comprenda que el paciente no podrá hacer las cosas que solía hacer con la misma
frecuencia. Algunos menores reaccionan retrayéndose para evitar que sus problemas sean una “carga” para sus padres y otros se comportan mal para llamar la atención de los adultos.
El comportamiento negativo debe ser atendido
Es probable que el niño se altere al conocer lo que está pasando con el paciente de
cáncer, sin embargo no se debe olvidar de la importancia de su buen comportamiento. Es importante tratar de seguir con las rutinas básicas tanto como sea posible para
fomentar la disciplina en ellos y propiciar un ambiente de honestidad y sinceridad
para que se sientan libres de expresar sus emociones.
¿El niño realmente comprende lo que le estoy diciendo?
Los niños pequeños requieren una información más breve y menos detallada que la
que se proporciona a los niños más grandes. Se pueden emplear cuentos o juguetes
para ejemplificar lo que se está diciendo y designar una hora durante el día para contestar sus dudas. Posiblemente los niños, especialmente los menores de 12 años, se
sentirán culpables o temerosos de haber causado esta enfermedad, se les deberá
asegurar que nada de lo que hayan pensado o deseado, dicho o hecho ha causado el
cáncer.
¿Qué hago si cambia el comportamiento del niño?
El mal comportamiento, la preocupación constante, estar involucrado en peleas,
tener trastornos del sueño y la falta de concentración pueden ser señales de que no
está lidiando bien con los cambios que se están dando. Si parece que un niño tiene
algún problema, puede que se deba a algo más grave que una reacción normal de tristeza ante la enfermedad.
Se requiere de ayuda profesional si el niño muestra o expresa:
•Enojo, tristeza o disgusto constante
•Intranquilidad
•Querer hacerse daño
•Cambios en su estado de ánimo
•Cambios en su desempeño escolar
•Presenta poco apetito
•Falta de energía
•Menos interés en las actividades
•Problemas para concentrarse
•Dificultades para dormir,
•Parece estar distraído y llora mucho
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¿Puedo esperar que el niño siga como antes?
Independientemente de cuánto se desee que la vida continúe como lo era antes, es
inevitable que cambiará tras un diagnóstico de cáncer. Sin embargo, las personas
aprenden a vivir con el cáncer, e incluso a ser mejores. El reto es aprender cómo
sobrellevar los cambios y el estrés en formas que sean las más adecuadas para la
familia del paciente. Una de las mejores formas de lograr que las cosas vuelvan a la
normalidad es sentarse y hablar con cada uno para saber cómo están sobrellevando
la situación. Juntos podrán planear cómo manejar los cambios en las rutinas familiares. Establecer una hora habitual para las reuniones familiares puede ser buena idea.
Es importante permitir que los menores soliciten reuniones familiares cuando lo
necesiten, pues a través de ellas se pueden conocer sus sentimientos y opiniones.
¿Cómo se puede ayudar a los niños?
Algunas familias son afortunadas de contar con una gran red de personas dispuestas
a ayudar, pues el cáncer es una enfermedad de gran magnitud que en cualquier familia tendrá un gran impacto. Es importante no tratar de lidiar con la enfermedad por sí
solo.
14
Quimioterapia
Los efectos
La quimioterapia es el uso de medicamentos para tratar una enfermedad, como el
cáncer. Mientras que la cirugía y la radioterapia extraen, destruyen o dañan las células cancerosas en cierta parte del cuerpo únicamente, la quimioterapia surte su
efecto a través de todo el cuerpo.
Tu médico es quien decide cuál medicamento o combinación de medicamentos, dosis
y frecuencia recibirás. Esto dependerá del tipo y localización del cáncer, el grado de
crecimiento, y cómo afecta las funciones normales de tu cuerpo y de tu estado general de salud.
¿Qué objetivo tiene la quimioterapia?
Dependiendo del tipo de cáncer y su etapa, la quimioterapia se puede utilizar para:
•
Curar el cáncer.
•
Evitar que se propague.
•
Desacelerar su crecimiento.
•
Matar las células cancerosas que se hayan propagado en el cuerpo.
•
Aliviar los síntomas causados por el cáncer.
¿Es el único tratamiento contra el cáncer?
Depende de cada persona. Con mayor frecuencia, la quimioterapia se utiliza en conjunto con la cirugía o con la radioterapia, o ambas, pues se puede emplear para reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía o la radioterapia, además también se utiliza después de la cirugía o la radioterapia para ayudar a destruir las células cancerosas.
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¿Cómo se administra la quimioterapia?
La mayoría de los medicamentos de quimioterapia se administran directamente a tu
sangre a través de un tubo de plástico muy pequeño y flexible llamado catéter. Se usa
una aguja para colocar un catéter en una vena de tu antebrazo o mano; luego se
extrae la aguja mientras que el catéter queda colocado. A esto se le llama tratamiento intravenoso o IV.
Los medicamentos intravenosos se pueden administrar de las siguientes formas:
• A través de un catéter directamente desde una jeringa en pocos minutos, lo que se
conoce como bolo intravenoso.
• La infusión intravenosa puede durar de 30 minutos a unas cuantas horas.
• Cuando es necesario realizar infusiones continuas duran de uno a siete días.
Otra opción es el catéter venoso central (CVC): un catéter más grande que se coloca
en una vena grande en el pecho o en el antebrazo. Queda colocado durante todo el
tiempo que se extienda el tratamiento, de tal forma que no se requiere la inserción de
una aguja para cada sesión. Con un CVC, los medicamentos IV pueden administrarse
con más facilidad.
Otras alternativas
Dependiendo de los medicamentos y de dónde se encuentre el tumor, puede que la
quimioterapia también se administre en una o más de estas maneras:
• Por vía oral. Se ingiere el medicamento en forma de pastilla, píldora o en forma líquida.
Por lo general, este método es más conveniente ya que a menudo la quimioterapia puede
ser administrada en el hogar.
• Por vía intratecal. El medicamento es inyectado al canal vertebral para llegar hasta el
líquido que rodea el cerebro y médula espinal.
• Por vía intrarterial. En este caso, el medicamento de quimioterapia se administra directamente en una arteria para tratar una sola parte en el cuerpo. Este método ayuda a limitar el efecto que el medicamento tiene sobre otras partes del cuerpo.
• Por vía intracavitaria. Se administra a través de un catéter a la cavidad abdominal o a la
cavidad torácica.
• Por vía intramuscular. El medicamento se administra en un músculo a través de una
aguja.
• Por vía intralesional. Se usa una aguja para administrar el medicamento directamente
en un tumor en la piel, debajo de la piel o en un órgano interno.
• Por vía tópica. La medicina se coloca directamente en una región del cáncer sobre la
piel a través de una crema, jalea o ungüento.
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La quimioterapia, ¿duele?
Los medicamentos intravenosos no deben causar dolor después del primer piquete de la
aguja para colocar el catéter. Si sientes dolor, ardor, frío u otra sensación inusual mientras
recibes la quimioterapia, avisa inmediatamente a tu médico o enfermera.
¿Se pueden tomar otros medicamentos durante el tratamiento?
Para tener seguridad de que el tratamiento sea eficaz, informa a tu médico de todas las
medicinas, vitaminas, hierbas y complementos que estés tomando, prepara una lista con
el nombre de cada uno de los medicamentos, las dosis, quién los recetó y la razón por la
que los estás tomando,.
El médico que te atiende te indicará si debes suspender alguno de estos medicamentos
antes de empezar con la quimioterapia. Una vez iniciados los tratamientos, consulta con
tu oncólogo antes de comenzar o suspeder cualquier medicamento o complemento.
¿Podré convivir con mi familia y mis amigos mientras reciba quimioterapia?
Pocos tratamientos requieren que evites el contacto con las personas que te rodean. En
caso de ser necesario, tu médico hablará contigo previamente. El medicamento puede
afectar tus defensas, por lo que es importante que te mantengas lejos de cualquier persona enferma. La mejor manera de prevenir infecciones consiste en lavarse las manos a
menudo.
¿Cómo puedo protegerme yo y a aquellos con quienes vivo mientras recibo mi
quimioterapia?
Existen muchas cosas que puedes hacer durante y después de la quimioterapia para evitar
ser afectado por los medicamentos, pues se requieren alrededor de 48 horas para que tu
cuerpo procese la mayoría de los medicamentos de quimioterapia.
La mayor parte del desecho se elimina a través de secreciones corporales (orina, heces
fecales, lágrimas y vómito), sin embargo los medicamentos también están presentes en tu
sangre. Ten en cuenta que los inodoros pueden ser un peligro para los niños y mascotas,
por lo que es importante tomar precauciones.
Durante el tratamiento y durante las 48 horas tras una sesión de quimioterapia:
• Al usar el inodoro, tira de la cadena dos veces y baja la tapa. Usa guantes para limpiar el inodoro después de cada uso.
• Lávate las manos con jabón y agua tibia. Seca sus manos con toallas de papel y deséchelas en
el cesto de basura.
• Si vomitas en el inodoro, limpia todas las salpicaduras y tira de la cadena dos veces.
• Las personas al cuidado del paciente deben usar guantes desechables dobles al tener contacto con sus secreciones corporales.
• La ropa o sábanas que hayan tenido contacto con fluidos corporales deben lavarse en la
lavadora con agua caliente y detergente. No las laves junto con otra ropa.
• Si se usa ropa interior, pañales o toallas sanitarias, colócalas en doble bolsa de plástico,
cierra la bolsa y tírala al bote de la basura.
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Efectos secundarios
de la Quimioterapia
Los efectos secundarios no siempre son los mismos
¿Cuál es la causa de los efectos secundarios?
Las células cancerosas crecen rápidamente, y los medicamentos de quimioterapia
eliminan las células que crecen rápidamente. No obstante, debido a que estos medicamentos circulan por todo el cuerpo, pueden afectar a las células sanas y normales
que también crecen rápidamente. La causa de los efectos secundarios es el daño ocasionado a las células sanas.
¿Qué debo saber sobre los efectos?
• No todas las personas experimentan todos los efectos secundarios.
• La gravedad de los efectos secundarios varía de acuerdo con la persona.
• Es posible que tu médico te administre medicinas que ayuden a prevenir algunos
efectos secundarios.
• Algunos tipos de quimioterapia causan efectos secundarios de largo plazo, como
afecciones del corazón o daños a nervios, así como problemas de fertilidad. Consulta
con tu médico sobre los riesgos de largo plazo de los medicamentos que estés recibiendo.
¿Cuál es su duración?
La mayoría desaparecen lentamente después de que termina el tratamiento, porque
las células sanas se recuperan con el transcurso del tiempo. El sobreponerse y recuperar las fuerzas varía en cada persona y depende de muchos factores, incluyendo tu
estado general de salud y los medicamentos que te administren. Muchos de los efectos secundarios desaparecen con bastante rapidez, aunque algunos toman meses o
incluso años para desaparecer por completo.
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