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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00
L’OSSERVATORE ROMANO
EDICIÓN SEMANAL
Unicuique suum
Año XLV, número 16 (2.311)
EN LENGUA ESPAÑOLA
Non praevalebunt
Ciudad del Vaticano
19 de abril de 2013
En su primera misa en San Pablo Extramuros el Papa Francisco llama al auténtico testimonio cristiano
Coherencia entre palabra y vida
Para ser creíble la Iglesia debe mostrar coherencia
«entre la palabra y el modo de vivir», abandonando
los «ídolos» de la ambición, del afán de hacer carrera,
del éxito. Con estos términos se expresó el Papa Francisco el domingo 14 de abril, durante su primera misa
presidida en la basílica de San Pablo Extramuros. Una
semana después de la toma de posesión de la cátedra
de San Juan de Letrán, el Obispo de Roma celebró la
Eucaristía sobre la tumba del apóstol de los gentiles.
Y refiriéndose a los tres verbos —anunciar, testimoniar,
adorar— de la experiencia de fe de san Pablo, recordó
que no es suficiente «llevar la Palabra de Dios a nuestros ambientes de vida». Es necesario sobre todo «el
valor de pensar, decidir y vivir como cristiano», conscientes de que existe una especie de «clase media de
la santidad» de la que «todos podemos formar parte».
Cosa que requiere «una intimidad de diálogo y de vida» con Jesús y el abandono de cualquier género de
ídolo en que nos refugiemos.
PÁGINAS 6
Y
7
Dolor del Santo Padre por el atentado en el maratón
Insensata tragedia en Boston
Debía ser una jornada de fiesta. El 15 de
abril se celebraba el maratón de la ciudad
estadounidense de Boston —el más antiguo
del mundo, llegado a su 177ª edición—
cuando la violencia terrorista se desencadenó. Al cierre de esta edición, el balance de
las dos explosiones es de tres fallecidos y
170 heridos. Con rostros que hablan del alcance de la tragedia: el pequeño Martin Richard, de ocho años, murió cuando se apresuraba a la meta para abrazar a su padre.
Sigue en curso la investigación para determinar la autoría del atentado. El país está
en alerta. El arzobispo de Boston, el cardenal Sean Patrick O’Malley, uniéndose al dolor de las víctimas y destacando la labor de
socorro, escribió: «En la oscuridad de esta
tragedia nos dirigimos a la luz de Cristo.
Luz evidente en la vida de las personas que
inmediatamente ayudaron a quienes lo necesitaban». El Papa Francisco ha enviado
un telegrama de pésame —firmado por el
cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone— al cardenal O’Malley, cuya traducción expresa: «Profundamente entristecido
por las noticias de la pérdida de vidas y de
las graves heridas causadas por el acto de
violencia cometido ayer por la tarde en
Boston, Su Santidad el Papa Francisco desea asegurarle su participación y cercanía en
la oración. Al día siguiente de esta insensata tragedia, Su Santidad invoca la paz de
Dios sobre las víctimas, su consuelo para
cuantos sufren y su fuerza para todos los
que se emplean en la obra de socorro y de
respuesta que prosigue. En esta hora de luto Su Santidad ora para que todos los ciudadanos de Boston estén unidos en la decisión de no verse superados por el mal, sino
de combatir el mal con el bien (cf. Romanos
12, 21), trabajando juntos para edificar una
sociedad aún más justa, libre y segura para
generaciones venideras».
Participantes del homenaje por el pequeño Martin Richard en Garvey Park, cerca de su casa (Ap)
Una sugerencia de las Congregaciones
generales que precedieron al cónclave
Un grupo de cardenales
aconsejará al Papa
El Santo Padre Francisco, retomando una sugerencia que
surgió en el curso de las Congregaciones generales que precedieron al cónclave, ha constituido un grupo de cardenales para que le aconseje en el gobierno de la Iglesia universal y para estudiar un proyecto de revisión de la constitución apostólica Pastor bonus sobre la Curia romana.
Tal grupo está constituido por los cardenales: Giuseppe
Bertello, presidente de la Gobernación del Estado de la
Ciudad del Vaticano; Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile (Chile); Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India); Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Frisinga (Alemania); Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo); Sean Patrick O’Malley, capuchino, arzobispo de Boston (Estados Unidos); George Pell, arzobispo
de Sydney (Australia); Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, salesiano, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), con
función de coordinador; y por monseñor Marcello Semeraro, obispo de Albano, con función de secretario.
La primera reunión colectiva del grupo se ha fijado para
los días 1 a 3 de octubre de 2013; Su Santidad, sin embargo, está ya en contacto con los citados cardenales.
L’OSSERVATORE ROMANO
página 2
viernes 19 de abril de 2013, número 16
Audiencia del Santo Padre a la Papal Foundation
Lucha contra la pobreza
material y espiritual
«Vuestros esfuerzos están ayudando a
combatir muchas formas de pobreza material
y espiritual presentes en la familia humana,
contribuyendo al crecimiento de la
fraternidad y de la paz». Así lo constata el
Papa Francisco en el discurso que entregó a
los miembros de la Papal Foundation, a
quienes recibió en audiencia el jueves 11 de
abril por la mañana en la sala Clementina.
Publicamos la traducción del texto original
en inglés.
Queridos amigos:
Me es grato encontrar a los miembros
de la Papal Foundation durante su peregrinación a Roma, y agradezco al cardenal Wuerl sus amables palabras. Aprecio
mucho vuestro recuerdo ante el Señor en
la oración, en estos días que inicio mi ministerio de Obispo de Roma y Pastor de
la Iglesia universal. En los veinticinco
años transcurridos desde la creación de la
Fundación, vosotros y vuestros asociados
habéis ayudado al Sucesor de Pedro sosteniendo muchas obras de apostolado y
de caridad especialmente cercanas a su
corazón. En estos años, habéis contribuido de modo significativo al crecimiento
de muchas Iglesias particulares en países
en vías de desarrollo
apoyando, entre otras
cosas,
la
formación
permanente del clero y
de los religiosos, ofreciendo ayuda, asistencia médica y atención a
los pobres y necesitados, y creando oportunidades de formación y
de trabajo especialmente necesarias.
Os estoy muy agradecido por todo esto.
Las necesidades del
pueblo de Dios en el
mundo son grandes, y
vuestros
esfuerzos
orientados al progreso
de la misión de la Iglesia están ayudando a
combatir muchas formas de pobreza material y espiritual presen-
tes en la familia humana, contribuyendo
al crecimiento de la fraternidad y de la
paz. Que el quincuagésimo aniversario de
la encíclica Pacem in terris, del beato Juan
XXIII —que se celebra precisamente hoy—
sirva de estímulo para comprometerse
siempre en la promoción de la reconciliación y la paz en todos los niveles. Durante este tiempo pascual, en el que la Iglesia nos invita a dar gracias por la misericordia de Dios y por la nueva vida que
hemos recibido de Cristo resucitado, rezo
a fin de que experimentéis la alegría que
nace de la gratitud por los numerosos dones del Señor y le sirváis en los últimos
de sus hermanos y hermanas.
La obra de la Papal Foundation es sobre todo una solidaridad espiritual con el
Sucesor de Pedro. Os pido, por lo tanto,
que sigáis rezando por mi ministerio, por
las necesidades de la Iglesia, y especialmente para que la mente y el corazón se
conviertan a la belleza, a la bondad y a la
verdad del Evangelio. Con gran afecto os
encomiendo a vosotros y a vuestras familias a la intercesión de María, Madre de
la Iglesia, y de corazón imparto la bendición apostólica, como prenda de alegría y
paz en el Señor resucitado.
Becas de estudio y proyectos de solidaridad
Con los 8.600.000 dólares de este año,
llega a 85 millones la suma total de
fondos donados al Pontífice
por la Papal Foundation desde 1990
hasta hoy. De ello informó al Papa el
cardenal Donald William Wuerl,
arzobispo de Washington y presidente de
la institución caritativa estadounidense.
Presentando los proyectos de solidaridad
de la fundación «en el humilde
esfuerzo de asistir al Santo Padre en el
servicio a los demás, especialmente
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TIPO GRAFIA
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VATICANA EDITRICE «L’OSSERVATORE ROMANO»
los más pobres», el purpurado explicó
que el organismo ha otorgado cien becas
de estudio por un total de casi
8 millones de dólares y la suma de
636.000 dólares para la formación de
sacerdotes, religiosos y laicos. «Desde el
inicio de su ministerio como sucesor de
Pedro y vicario de Cristo vuestra
Santidad nos ha recordado la
responsabilidad fundamental de la Iglesia
hacia los pobres y los marginados»,
subrayó.
GIOVANNI MARIA VIAN
director
Carlo Di Cicco
subdirector
Marta Lago
redactor jefe de la edición
don Sergio Pellini S.D.B.
director general
Encuentro con la Secretaría de Estado
Trabajar de corazón no tiene precio
«¿Por qué estoy hoy aquí? Para daros las gracias, porque sé
que estos días —mañana hace
un mes— habéis trabajado
más, muchas horas más, y eso
no se paga, porque habéis trabajado con el corazón y esto
se paga sólo con un “muchas
gracias”, pero de corazón,
¿eh? Por eso he querido venir
a saludaros y a daros las gracias uno por uno por todo este trabajo que habéis hecho.
Muchas gracias, de corazón.
Muchas gracias». Con estas
palabras el Papa Francisco se
dirigió el viernes 12 de abril al
personal de su Secretaría de
Estado.
Hacia las 10 de la mañana
llegó a la Biblioteca para encontrar a los trabajadores de
las dos secciones allí reunidos:
casi trescientas personas entre
sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas. El cardenal
Tarcisio Bertone, secretario de
Estado, dirigió al Pontífice un
breve saludo presentándole el
servicio de cuantos trabajan
en la Secretaría de Estado,
que a pleno título es la «Secretaría del Papa». «Estamos
muy contentos por esta visita
excepcional a la sede de la Secretaría de Estado —expresó—.
Aquí está la gran familia de
sus colaboradores más cercanos; Secretaría de Estado que,
en realidad, es la verdadera
secretaría papal en las dos secciones: la sección para los
Asuntos generales y la sección
para las Relaciones con los
Estados, con los superiores y
con todos los responsables de
los distintos sectores, con todos los colaboradores. Así que
en la variedad, también, de las
Redacción
via del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticano
teléfono 39 06 698 99410 fax 39 06 698 81412
Servicio fotográfico
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Via Monte Rosa 91, 20149 Milano
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vocaciones aquí representadas».
Unos cincuenta minutos
duró el encuentro. «Estamos
agradecidos por su visita
—prosiguió el cardenal Bertone—, somos entusiastas del impulso que ha impreso al ministerio petrino y esperamos
que penetre, que nos anime
también a nosotros a desarrollar nuestra misión no sólo
con diligencia, sino sobre todo con amor, con dedicación
por el bien de la Iglesia». Y
concluyó: «Pedimos su bendición y aseguramos nuestra devoción, nuestra fidelidad y
nuestra oración cotidiana».
«Agradezco a vuestra eminencia este saludo: muchas
gracias por lo que usted ha
expresado en su saludo. Muchas gracias —subrayó el Papa
Francisco—. Os doy las gracias
por la acogida en la Secretaría
de Estado». Así agradeció las
palabras del cardenal Bertone,
expresando después gratitud
sincera y cordial por la acogida que se le brindaba y por el
trabajo realizado en este período.
Después de impartir la bendición, el Santo Padre saludó
personalmente a los presentes,
entre quienes se contaron los
arzobispos Angelo Becciu,
sustituto para los Asuntos
genrales; Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados; y Luciano Suriani, delegado para
las Representaciones pontificias; así como los monseñores
Peter Bryan Wells, asesor; Antoine Camilleri, subsecretario
para las Relaciones con los
Estados; y José Avelino Bettencourt, jefe del Protocolo.
Tarifas de suscripción: Italia - Vaticano: € 58.00; Europa (España + IVA): € 100.00 - $ 148.00; América
Latina, África, Asia: € 110.00 - $ 160.00; América del Norte, Oceanía: € 162.00 - $ 240.00.
Administración: 00120 Ciudad del Vaticano, teléfono + 39 06 698 99 480, fax + 39 06 698 85 164,
e-mail: [email protected].
En México: Arquidiócesis primada de México. Dirección de Comunicación Social. San Juan de Dios,
222-C. Col. Villa Lázaro Cárdenas. CP 14370. Del. Tlalpan. México, D.F.; teléfono + 52 55 5594 11 25,
+ 52 55 5518 40 99; e-mail: [email protected], [email protected].
En Argentina: Arzobispado de Mercedes-Luján; calle 24, 735, 6600 Mercedes (B), Argentina; teléfono y fax
+ 2324 428 102/432 412; e-mail: [email protected].
En Perú: Editorial salesiana, Avenida Brasil 220, Lima 5, Perú; teléfono + 51 42 357 82; fax + 51 431 67 82;
e-mail: [email protected].
número 16, viernes 19 de abril de 2013
L’OSSERVATORE ROMANO
página 3
El Santo Padre a la Pontificia Comisión Bíblica
En el centro una historia de salvación
«Los textos inspirados por Dios fueron confiados a la comunidad de los creyentes,
a la Iglesia de Cristo, para alimentar la fe y guiar la vida de caridad». Fueron
palabras del Pontífice —cuyo discurso publicamos— a los miembros de la
Pontificia Comisión Bíblica, a quienes recibió el viernes 12 de abril en la sala de
los Papas, al término de la asamblea plenaria dedicada este año al tema
«Inspiración y verdad de la Biblia».
Eminencia,
venerados
hermanos,
queridos miembros de la Pontificia
Comisión Bíblica:
Con alegría os recibo al final de
vuestra asamblea plenaria anual.
Doy las gracias al presidente, arzobispo Gerhard Ludwig Müller, por
sus palabras de saludo y la concisa
exposición del tema que
ha sido objeto de atenta
reflexión en el curso de
vuestros trabajos. Os habéis reunido nuevamente
para profundizar un tema
muy importante: la inspiración y la verdad de la
Biblia. Se trata de un tema que concierne no sólo
a cada creyente, sino a toda la Iglesia, porque la
vida y la misión de la
Iglesia se fundan en la
Palabra de Dios, la cual es alma de
la teología y, a la vez, inspiradora de
toda la existencia cristiana.
Las Sagradas Escrituras, como sabemos, son el testimonio escrito de
la Palabra divina, el memorial canónico que atestigua el acontecimiento
de la Revelación. La Palabra de
Dios, por lo tanto, precede y excede
a la Biblia. Es por ello que nuestra
fe no tiene en el centro sólo un libro, sino una historia de salvación y
sobre todo a una Persona, Jesucristo,
Palabra de Dios hecha carne. Precisamente porque el horizonte de la
Palabra divina abraza y se extiende
más allá de la Escritura, para comprenderla adecuadamente es necesaria la constante presencia del Espíritu Santo que «guiará hasta la verdad
plena» (Jn 16, 13). Es preciso situarse en la corriente de la gran Tradición que, bajo la asistencia del Espíritu Santo y la guía del Magisterio,
reconoció los escritos canónicos como Palabra dirigida por Dios a su
pueblo y nunca dejó de meditarlos y
descubrir en ellos las riquezas inagotables. El Concilio Vaticano II lo ratificó con gran claridad en la constitución dogmática Dei Verbum: «Todo
lo dicho sobre la interpretación de la
Escritura queda sometido al juicio
definitivo de la Iglesia, que recibió
de Dios el encargo y el oficio de
conservar e interpretar la Palabra de
Dios» (n. 12).
Como se recuerda también en la
mencionada constitución conciliar,
existe una unidad inseparable entre
Sagrada Escritura y Tradición, porque ambas provienen de una misma
fuente: «La Tradición y la Escritura
están estrechamente unidas y compenetradas; manan de la misma fuente,
se unen en un mismo caudal, corren
hacia el mismo fin. La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios, en
cuanto escrita por inspiración del
Espíritu Santo. La Tradición recibe
la Palabra de Dios, encomendada
por Cristo y el Espíritu Santo a los
Apóstoles, y la transmite íntegra a
los sucesores; para que ellos, iluminados por el Espíritu de la verdad,
la conserven, la expongan y la di-
fundan fielmente en su predicación.
Por eso la Iglesia no saca exclusivamente de la Escritura la certeza de
todo lo revelado. Y así se han de recibir y respetar con el mismo espíritu de devoción» (ibid., 9).
Por lo tanto, se deduce que el exegeta debe estar atento a percibir la
por Dios fueron confiados a la comunidad de los creyentes, a la Iglesia de Cristo, para alimentar la fe y
guiar la vida de caridad. El respeto
de esta naturaleza profunda de las
Escrituras condiciona la propia validez y eficacia de la hermenéutica bíblica. Esto comporta la insuficiencia
de toda interpretación subjetiva o
simplemente limitada a un análisis
incapaz de acoger en sí el sentido
global que a lo largo de los siglos ha
constituido la Tradición de todo el
Pueblo de Dios, que «in credendo
falli nequit» (CONC. ECUM. VAT. II,
la Virgen María, modelo de docilidad y obediencia a la Palabra de
Dios, os enseñe a acoger plenamente
la riqueza inagotable de la Sagrada
Escritura no sólo a través de la investigación intelectual, sino en la
oración y en toda vuestra vida de
creyentes, sobre todo en este Año de
la fe, a fin de que vuestro trabajo
contribuya a hacer resplandecer la
luz de la Sagrada Escritura en el corazón de los fieles. Y deseándoos
una fructífera continuación de vuestras actividades, invoco sobre vosotros la luz del Espíritu Santo e imparto a todos vosotros mi bendición.
Saludo del arzobispo Müller
Inspiración
y verdad
Palabra de Dios presente en los textos bíblicos situándolos en el seno de
la fe misma de la Iglesia. La interpretación de las Sagradas Escrituras
no puede ser sólo un esfuerzo científico individual, sino que debe ser
siempre confrontada, integrada y autenticada por la tradición viva de la
Iglesia. Esta norma es decisiva para
precisar la relación correcta y recíproca entre la exégesis y el Magisterio
de la Iglesia. Los textos inspirados
constitución dogmática Lumen gentium, 12).
Queridos hermanos, deseo concluir mi intervención formulando a
todos vosotros mi agradecimiento y
alentándolos en vuestro valioso trabajo. El Señor Jesucristo, Verbo de
Dios encarnado y divino Maestro
que abrió la mente y el corazón de
sus discípulos a la inteligencia de las
Escrituras (cf. Lc 24, 45), guíe y sostenga siempre vuestra actividad. Que
En Jerusalén iniciativa de la Custodia en 2015
Para que hable Tierra Santa
En 2015, en el corazón de la ciudad
El museo se erigirá en el interior
vieja de Jerusalén, nacerá el Terra de las murallas antiguas de JerusaSancta Museum dedicado a las raí- lén, alzadas por Suleiman el Magces del cristianismo y a la conserva- nífico, en dos lugares: el Convento
ción de los Santos Lugares. Una ex- de la Flagelación y el Convento de
posición permanente, querida por la San Salvador. El Convento de la
Custodia de Tierra Santa —que des- Flagelación acogerá el Museo arqueológico y el Museo multimede hace más de ochodial; actualmente es sede también
cientos años custodia
de un pequeño museo arqueológilos lugares de la redenco, activo en esta sede desde 1931, y
ción—, para descubrir
se halla al inicio de la vía dola historia de esta tielorosa que conduce al Sanrra en la que desde
to Sepulcro (el recorrido
hace milenios se endel Vía Crucis).
trelazan, de modo
El Convento de
misterioso,
los
San Salvador es
destinos de mula sede actual de
chos
pueblos
todas las activique conviven en
dades de la Cuslos lugares satodia de Tierra
cros de las tres
Santa. Se engrandes religiocuentra en la zones monoteístas.
na de acceso del
Como explibarrio cristiano,
ca la Custodia
Maqueta en madera y madreperla de la
lugar de paso de
franciscana, «la
basílica del Santo Sepulcro (siglo XVII)
muchos peregriBiblia, el libro
nos.
Aquí
se
más leído del
mundo, relata que en este espacio situará el Museo histórico, que
de tierra entre el Jordán y la costa ilustrará, de modo divulgativo, la
mediterránea los planes divinos se presencia de los franciscanos en
entrecruzaron con la historia de la estas tierras, partiendo del viaje de
humanidad; un territorio aparente- Francisco de Asís de inicios del
mente insignificante en el que Dios siglo XIII. La evolución de las
parece haber dado a los hombres obras se podrá seguir on line en
una cita privilegiada».
www.terrasanctamuseum.org
Una contribución al estudio de
dos conceptos clave: inspiración y
verdad de la Biblia. Esta es la
intención de la asamblea anual de
la Pontificia Comisión Bíblica,
como expresó al Papa su
presidente —el prefecto de la
Congregación para la doctrina de
la fe, el arzobispo Gerhard
Ludwig Müller— al comienzo de
la audiencia. «Deseamos que
aumente la conciencia de que esta
Palabra proviene de Dios
—especificó— y que la atención de
los creyentes no se desvíe por
intereses y cuestiones que a
menudo provienen de nuestra
curiosidad, sino que se concentre
en lo que Dios quiere
comunicarnos sobre Él mismo y
sobre el proyecto de salvación
para la humanidad».
Acompañado, entre otros, por el
cardenal Prosper Grech y por el
arzobispo Ladaria, el arzobispo
Müller añadió que la asamblea
había profundizado también en
algunos desafíos que proceden de
la propia Biblia: el primero se
refiere al binomio historia-verdad
en el seno de la hermenéutica
bíblica. «No raramente —explicó
monseñor Müller— se ponen hoy
de relieve fuertes contrastes entre
algunas narraciones bíblicas y los
datos de la ciencia histórica, que
buscan encuadrar y juzgar los
relatos según el modelo de una
crónica que refiere simplemente
los acontecimientos uno detrás
del otro, en un orden fielmente
cronológico». De ahí el
interrogante: «¿Puede fiarse el
lector de la verdad histórica de
los relatos bíblicos?».
Otro desafío se deriva del hecho
de que ciertos textos «parecen
llenos de violencia —continuó—.
Los lectores cristianos se quedan
aterrados y desorientados con
tales textos, mientras que algunos
lectores no cristianos acusan al
cristianismo de profesar y
difundir una religión llena de
violencia. En nuestra reflexión
hemos procurado demostrar que
se puede superar el
fundamentalismo y evitar el
escepticismo, buscando despejar
de estos obstáculos el acceso a la
Palabra de Dios».
L’OSSERVATORE ROMANO
página 4
viernes 19 de abril de 2013, número 16
La misa de cada día con el Santo Padre
Tiempo de testimonio
Las «fantasías triunfalistas» son
«una gran tentación en la vida cristiana». Pero Dios «no hace como un
hada con la varita mágica», que
puede salvar al hombre en un instante; más bien se sirve del camino
de la perseverancia, porque «nos salva en el tiempo y en la historia», en
el «camino de todos los días». Esta
fue la reflexión del Papa durante la
misa celebrada el 12 de abril, como
cada mañana a las 7, en la capilla de
la Domus Sanctae Marthae, donde
reside. Celebraciones eucarísticas cotidianas en las que participan empleados del Vaticano y otros invitados y que concelebran sacerdotes,
obispos y cardenales, residentes en
Roma o en visita.
Partiendo del pasaje de los Hechos de los apóstoles (5, 34-42), el
Papa hizo hincapié en una realidad
de la vida espiritual: «Dios nos salva
en el tiempo, no en el momento. Algunas veces hace milagros, pero en
la vida común nos salva en el tiempo». Ciertamente el Señor viene a
nuestra vida y nos cambia. «Esas
son las conversiones. Pero este camino debe hacer historia». El Señor,
por lo tanto, «nos salva en la historia: en nuestra historia personal». Él
«da la gracia y dice, como decía a
todos aquellos a quienes Él curaba:
“Anda, camina”. Lo dice también a
nosotros: “Camina en tu vida, da
testimonio de todo aquello que el
Señor hace con nosotros”».
Es necesario huir entonces de
«una gran tentación en la vida cristiana, la tentación del triunfalismo»,
«creer que en un momento se puede
hacer todo. No, en un momento comienza: existe una gracia grande,
pero debemos ir por el camino de la
vida». «El triunfalismo —explicó el
Papa— no es del Señor. El Señor entró humildemente en la tierra. Hizo
su vida durante treinta años, creció
como un niño normal, pasó por la
prueba del trabajo, incluso por la
prueba de la cruz. Y luego, al final,
resucitó. El Señor nos enseña que en
la vida no todo es mágico, que el
triunfalismo no es cristiano».
Y así, en el camino personal, para
resolver los problemas de la vida es
necesario mirar a la realidad de frente, preparados, como el portero de
un equipo de fútbol, para detener el
balón desde donde llegue. Sin ceder
al miedo o a la tentación de los lamentos, porque Jesús está siempre
junto a cada hombre, sobre todo en
los momentos más difíciles. En su
homilía el 13 de abril el Santo Padre
se detuvo en el pasaje de los Hechos
de los apóstoles (6, 1-7) en el que
«hay una parte de la historia de los
primeros días de la Iglesia, que crecía, aumentaba el número de los discípulos», pero «en este momento comienzan los problemas». En efecto,
«los de lengua griega murmuraban
contra los de lengua hebrea» porque
en la asistencia cotidiana se desatendían a las viudas. «La vida —prosiguió— no es siempre tranquila y bella» y «la primera cosa que hacen es
murmurar, criticar uno contra el
otro».
En cambio «los apóstoles, con la
asistencia del Espíritu, reaccionaron
bien. Convocaron al grupo de los
discípulos y dialogaron. Es el primer
paso: cuando hay dificultades, es ne-
cesario mirarlas bien, considerarlas y
hablar de ellas». Es «en cierto sentido —dijo el Papa Francisco recurriendo a una metáfora eficaz y apreciada por él— como el portero del
equipo, ¿no?, que recibe el balón de
donde venga. Esta es la realidad».
Los apóstoles, por lo tanto, «hablaron entre ellos e hicieron una bella
propuesta, una propuesta revolucionaria, porque dijeron: “Nosotros somos los apóstoles, los que eligió Jesús”. Pero esto no es suficiente. Se
dieron cuenta de que su primer deber era la oración y el servicio de la
Palabra. “Y para la asistencia cotidiana a la viudas, debemos hacer
otra cosa”». Así «decidieron crear a
los diáconos». «Tomaron la decisión
y el final fue muy feliz: «Y la Palabra de Dios se difundía y el número
de los discípulos en Jerusalén se
multiplicaba grandemente». Es bello. Cuando hay problemas, es necesario afrontarlos y el Señor nos ayudará a resolverlos».
«No tengáis miedo, soy yo»: «Esa
es la palabra de Jesús, siempre —insistió el Papa—: en las dificultades,
en los momentos en que todo es oscuro y no sabemos qué tenemos que
hacer, también cuando en nuestra alma hay oscuridad. No tengamos
miedo a las dificultades, no tengamos miedo cuando nuestro corazón
está triste, sombrío. Afrontemos las
cosas como se presentan, con el Espíritu del Señor y la ayuda del Espíritu Santo».
Y una de las pruebas que pueden
presentarse es la calumnia. Es hija
del «padre de la mentira» y quiere
aniquilar al hombre, alejándolo de
Dios. La calumnia es tan antigua como el mundo y de ella ya se encuentra referencia en el Antiguo Testamento. Basta pensar en episodios
como el de Susana con los dos jueces. La calumnia es un pecado, pero
es algo más, porque «quiere destruir
al obra de Dios y nace de algo muy
malo: nace del odio —advirtió el Papa Francisco en su homilía del 15 de
abril—. Y quien origina el odio es
Satanás». Mentira y calumnia van a
la par, porque una tiene necesidad
de la otra para seguir adelante. Y no
cabe duda, agregó el Pontífice, que
«donde está la calumnia está Satanás». El Papa Francisco se inspiró
luego en el Salmo 118 de la liturgia
del día, para explicar el estado de
ánimo del justo calumniado: «Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí, tu siervo medita tus decretos; tus preceptos son mi delicia».
El justo, en este caso es Esteban, el
protomártir, a quien hacía referencia
la primera lectura tomada de los Hechos de los Apóstoles. Esteban «mira al Señor y obedece la ley». Él es
el primero de una larga serie de testigos de Cristo que han colmado la
historia de la Iglesia. No sólo en el
pasado, sino también en nuestros
días hay muchos mártires. «El tiempo de los mártires no se ha acabado
—subrayó el Papa—: también hoy podemos decir, en verdad, que la Iglesia tiene más mártires que en los primeros siglos», «muchos hombres y
mujeres que son calumniados, perseguidos, asesinados por odio a Jesús,
por odio a la fe».
En nuestra época caracterizada
por «tantas turbulencias espiritua-
les» el Papa invitó a reflexionar sobre un icono medieval de la Virgen. La Virgen que «cubre con su
manto al pueblo de Dios».
También la primera antífona latina de la Virgen María es Sub tuum presidium.
«Nosotros pedimos a la
Virgen que nos proteja
—afirmó—, y en tiempos de
turbulencia espiritual el sitio más seguro se encuentra
bajo el manto de la Virgen». Es, en efecto, la Madre que cuida a la Iglesia.
Y en este tiempo de mártires, ella es, en cierto sentido, la protagonista de la
protección: es la mamá».
El martes 16 de abril el
Papa Francisco hizo una petición al
iniciar la liturgia: «Hoy es el cumpleaños de Benedicto XVI. Ofrecemos la misa por él, para que el Señor le acompañe, le conforte y le dé
abundante consolación». Un primer
pensamiento, por lo tanto, a su predecesor en el día de su octogésimo
sexto cumpleaños, mientras que la
homilía fue ocasión de lanzar un llamamiento a cuantos se dejan seducir
por la tentación de oponer resistencia al Espíritu Santo. «El Espíritu
—subrayó el Santo Padre con suave
firmeza— no es domesticable». Y
ejemplificó con el Concilio Vaticano
II, «una hermosa obra del Espíritu
Santo». «Después de cincuenta años
—se preguntó—, ¿hemos hecho todo
lo que nos dijo el Espíritu Santo en
el Concilio», en esa «continuidad en
el crecimiento de la Iglesia que fue
el Concilio?». «No», respondió.
«Celebramos este aniversario» —explicó— casi levantando «un monumento» al Concilio, pero nos preocupamos sobre todo de «que no dé
fastidio. No queremos cambiar». Es
más, «existen voces que quieren retroceder. Esto se llama «ser testarudos», esto se llama querer «domesticar al Espíritu Santo», esto se llama
convertirse en «necios y lentos de
corazón»». No se puede domesticar
al Espíritu Santo «porque Él es
Dios y Él es ese viento que va y viene, y tú no sabes de dónde. Es la
fuerza de Dios; es quien nos da la
consolación y la fuerza para seguir
adelante».
De hecho, se es fiel al Espíritu
cuando se anuncia a Jesús, tarea del
bautizado. En su homilía del 17 de
abril, comentando la primera lectura
de los Hechos de los Apóstoles (8,
1-8), el Papa recordó que «después
del martirio de Esteban, se desató
una violenta persecución contra la
Iglesia de Jerusalén»; «la Iglesia gozaba de tranquilidad y paz, vivían la
caridad entre ellos, las viudas eran
atendidas. Pero luego llega la persecución. Esto es en cierto sentido el
estilo de la vida de la Iglesia: entre
la paz de la caridad y la persecución». Y sucede esto porque, como
explicó el Santo Padre, así fue la vida de Jesús. A causa de la persecución todos huyeron excepto los
Apóstoles. Los cristianos, en cambio,
«se marcharon. Solos. Sin sacerdote.
Sin obispos: solos. Los obispos, los
Apóstoles, estaban en Jerusalén tratando de hacer resistencia a estas
persecuciones». Sin embargo, los
que habían huido «se movieron de
un lugar a otro, anunciando la Palabra». Suscitaban curiosidad: «Pero...
¿quiénes son estos?». Y ellos lo decían: «Hemos conocido a Jesús, hemos encontrado a Jesús, y lo anunciamos». «Tenían sólo la fuerza del
bautismo —observó el Santo Padre—.
Y el bautismo les daba la valentía
apostólica, la fuerza del Espíritu».
La reflexión del Papa se centró
entonces en el presente, porque con
demasiada frecuencia la gracia del
bautismo se deja un poco de lado.
«A veces pensamos: “No, nosotros
somos cristianos: hemos recibido el
bautismo, la confirmación, la primera comunión... y así el documento
de identidad está en orden. Y ahora,
dormimos tranquilos: somos cristianos”. Pero, ¿dónde está esa fuerza
del Espíritu que te lleva adelante?»,
se preguntó el Papa. «¿Somos fieles
al Espíritu para anunciar a Jesús con
nuestra vida, con nuestro testimonio
y con nuestras palabras? Cuando hacemos esto, la Iglesia se convierte en
una Iglesia Madre que genera
hijos», hijos de la Iglesia que testimonian a Jesús. «Pero —fue la alerta
del Papa— cuando no lo hacemos, la
Iglesia no se convierte en madre, sino en Iglesia baby-sitter, que cuida
al niño para que duerma. Es una
Iglesia amodorrada. Pensemos en
nuestro bautismo, en la responsabilidad de nuestro bautismo».
Y es en el bautismo donde recibimos el don de la fe, un don que debe desarrollarse en la vida, en el corazón. Es el Señor quien «nos habla
de la fe», indicó el Papa en la homilía del 18 de abril. Nos invita a
«creer en Él. Pero antes nos dice
también otra cosa: «Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que
me ha mandado». Ir a Jesús, encontrar a Jesús, conocer a Jesús, es un
don del Padre». La fe es un don, y
quien tiene esta fe tiene la vida eterna. «Pero, ¿en qué Dios crees?».
«Cuántas veces oímos» simplemente: «en Dios»», «un dios difuso, un
dios-spray, que está un poco por todas partes pero no se sabe qué es.
Nosotros creemos en Dios que es
Padre, Hijo, Espíritu Santo. Nosotros creemos en personas, y cuando
hablamos con Dios hablamos con
personas: o hablo con el Padre, o
hablo con el Hijo, o hablo con el
Espíritu Santo —especificó el Papa—.
Esta es la fe».
L’OSSERVATORE ROMANO
número 16, viernes 19 de abril de 2013
página 5
El carácter puramente espiritual y libre del papado, o cuando Pedro, el pescador, siguió a Cristo
l Concilio Vaticano I tuvo lugar justamente en el momento
en que, al término de la guerra franco-alemana, surgieron dos
nuevos grandes estados nacionales:
Alemania e Italia. Contemporáneamente el Estado de la Iglesia, el poder temporal del papado, desaparecía definitivamente del mapa y de
nuestra historia. En aquel momento
el Vaticano I arrojó luz sobre el carácter puramente espiritual, libre de
todo estorbo temporal, del papado;
lo describió nuevamente partiendo
del seguimiento del Cristo carente
de poder terreno también en la sucesión, igual que Pedro, el pescador, le
había seguido, sin poder alguno,
hasta la crucifixión en Roma.
Por todo esto podemos experimentar un poco de alivio y de pesar
respecto al pasado: alivio por el hecho de que decayó mucho de aquello que complacía; tal vez también
pesar por algo que se habría querido
conservar. Es importante, sin embargo, que en el momento en que el
principio de la nación celebró el
En un inédito de Joseph Ratzinger
E
Aquella homilía
Se han elegido 164 voces para
presentar el pensamiento
teológico de Joseph Ratzinger: en
edición italiana desde Abbà
(Padre) hasta Vocación (L’abc di
Joseph Ratzinger, Ciudad del
Vaticano, Libreria Editrice
Vaticana, 2013). Es un librito,
editado por Herder en 2012, del
que se ocupó el arzobispo de
Friburgo y presidente de la
Conferencia episcopal alemana,
Robert Zollitsch, en colaboración
con el Institut Papst Benedikt
XVI. de Ratisbona. Los términos
propuestos son infrecuentes, y a
veces inesperados, tales como
Actualización, Antiguo
Testamento y cristianismo,
Ateísmo: su función positiva,
Iglesia pecadora, Desmitificación
de la Biblia, Domingo día de la
esperanza, Doctrina de la
reencarnación y vida eterna,
Duda, Ser como niños, Evolución
y continuidad en la Iglesia,
Fiesta, Juego, Infalibilidad de la
Iglesia, Inri: la inscripción de la
cruz, Luto, Morir y dejarse morir,
Sábado Santo: la bajada a los
infiernos, Sentido de la vida,
Teoría de la evolución y fe en la
creación, Humildad, Unidad e
integridad de la Sagrada
Escritura, Verdad e historicidad.
Destaca en este singular
diccionario la elección de ilustrar
las 164 voces con breves textos
relativos a obras de Ratzinger Benedicto XVI. Se logra así una
antología breve y valiosa que se
funda también en textos menos
conocidos, como algunos del
joven Ratzinger e incluso en otro
documento hasta ahora inédito.
Se trata de una homilía sobre el
paso del Vaticano I al Vaticano II
pronunciada por el cardenal el 13
de julio de 1997 en Marktl am
Inn, su localidad natal, cuya
traducción anticipamos en esta
página.
La ventana de la fe
Del Vaticano
I
al Vaticano
II
nuestro ser una sola cosa a partir de
Dios Padre, de Jesucristo. Por este
motivo debemos estar todavía hoy
agradecidos por el hecho de que
exista el Papa como punto de referencia de la unidad, como fuerza visible de la unidad; deberíamos reconocer el hecho de que la unidad no
es sólo don, sino que más bien nos
plantea exigencias, y sólo después
puede enriquecernos; deberíamos esforzarnos por compartir en la gran
unidad lo que es nuestro, de forma
que seamos capaces de recibir también de los demás.
¿Cuál es entonces el mensaje del
Concilio Vaticano II? De la multiplicidad de sus textos no es fácil extrapolar el mensaje central. Pero deberíamos recordar que el Concilio Vaticano I se disolvió por la guerra entre
los pueblos; que no pudo llegar a un
proprio triunfo, cuando incluso la no es el grupo por el que simpatizanación se adoraba, el Concilio le mos, es la conciencia —que a menucontrapuso el principio de la uni- do es sólo un nombre de cobertura
dad. La nación es un valor, y ello no para nuestros deseos personales y
se quiere contestar. Pero allí donde nuestras opiniones— la que se comprende como última instancia. Todo
se absolutiza se vuelve peligrosa.
En la historia de los últimos cien- ello posee un valor propio, pero se
to cuarenta años vemos cuánta san- percibe, y es verdadero y justo, sólo
gre y cuántas lágrimas se han derra- si se enmarca en la gran verdad de
mado a causa de la
embriaguez del nacionalismo, no sólo en Europa, sino
en todo el mundo.
Y esto porque todos (también nosotros
cristianos,
El Sábado Santo
nosotros católicos)
eran en general an16 de abril de 1927
te todo alemanes,
nació Joseph Ratzinger
franceses, italianos,
ingleses, y sólo en
El 19 de abril de 2005
un segundo mofue elegido Papa
mento cristianos y
católicos.
Hemos
olvidado demasiado lo que aprendimensaje conclusivo. Así el Vaticano
mos precisamente
II continuó lo que entonces se había
de la Escritura, o
interrumpido, y dio forma a la palasea, que todos nobra definitiva sobre la Iglesia, y esa
sotros en nuestra
palabra pronunciada nuevamente sodiversidad, que debre la Iglesia es Cristo. La primera
bía ser riqueza del
frase del texto sobre la Iglesia dice
estar juntos, estaasí: «La luz de los pueblos es
mos destinados a
Cristo» (Lumen gentium 1). Por lo
ser juntos hijos de
tanto, la Iglesia existe para transmiDios, hermanos de
tir esta luz. No existe para ella misJesucristo,
una
ma, sino como ventana que deja
gran familia, y que
La despedida de Benedicto XVI minutos antes
penetrar la luz de Cristo en este
el mundo —como
de concluir su pontificado (28 de febrero)
mundo nuestro.
dice la Escritura—
no es unido con la
fuerza de una nación particularmente significativa que se conciba como
nación dominante o preelegida, sino
que más bien resulta unificado a través de quien puede unir cielo y tieXVI
rra —Jesucristo—. Así, el hecho de situar el principio de la unidad por
El martes 16 de abril por la mañana el Papa Francisco telefoneó a Beneencima de los confines nacionales,
dicto XVI para felicitarle por su octogésimo sexto cumpleaños. Instantes
aunque lamentablemente veleidoso
antes había orado por él en la misa que celebró en la capilla de la Domus
en nuestra historia, ha resultado de
Sanctae Marthae.
gran actualidad y no sólo para en«Hoy —dijo a los presentes antes de iniciar la liturgia— es el cumpleatonces.
ños de Benedicto XVI. Ofrecemos la misa por él, para que el Señor esté
Tal principio de unidad es urgente
con él, le conforte y le dé mucha consolación».
también hoy, pues nos hallamos
La conversación telefónica fue muy cordial y se desarrolló en un espíridentro de tantísimos entrelazamientu de fraternidad que recordó el clima del encuentro que mantuvieron el
tos y dependencias políticas y ecopasado 23 de marzo en Castelgandolfo. Después de referirle la petición
nómicas que ya nadie puede salir de
de oración de la misa, el Papa Francisco solicitó a su predecesor que
ahí. Hasta el punto de que queretransmitiera sus saludos y mejores deseos también a su hermano, monsemos retirarnos en la dimensión espiritual, religiosa, en nuestro mundo,
ñor Georg Ratzinger, que hace días que se encuentra en Castelgandolfo,
en nuestro caparazón. Entonces, si
precisamente para celebrar de forma familiar y fraterna la fiesta.
Felicitación del Papa Francisco
a Benedicto
En el misterio pascual
l hecho de que el día de mi nacimiento fuera
el último de la Semana Santa y fuese la víspera de la noche de Pascua de Resurrección
ha sido frecuentemente recordado por mi familia; y más
aún que fuese bautizado al día siguiente de mi nacimiento, con el agua apenas bendecida de la noche pascual —que entonces se celebraba por la mañana—; ser el
primer bautizado con la nueva agua se consideraba como un importante signo premonitorio. Siempre ha sido
muy grato para mí el hecho de que, de este modo, mi
«E
vida estuviese ya desde un principio inmersa en el misterio pascual, lo que no podía ser más que un signo de
bendición. Indudablemente no era el domingo de Pascua, sino exactamente el Sábado Santo. No obstante,
cuanto más lo pienso, tanto más me parece la característica esencial de nuestra existencia humana: esperar todavía la Pascua y no estar aún en la luz plena, pero encaminarnos confiadamente hacia ella».
Joseph Ratzinger, «Mi vida. Recuerdos (1927-1977)»
L’OSSERVATO
número 16, viernes 19 de abril de 2013
En la plaza de San Pedro el Regina Caeli del Papa el domingo 14 de abril
Junto a los cristianos perseguidos
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Quisiera detenerme brevemente en
la página de los Hechos de los Apóstoles que se lee en la Liturgia de este
tercer Domingo de Pascua. Este texto
relata que la primera predicación de
los Apóstoles en Jerusalén llenó la
ciudad de la noticia de que Jesús había verdaderamente resucitado, según
las Escrituras, y era el Mesías anunciado por los Profetas. Los sumos sacerdotes y los jefes de la ciudad intentaron reprimir el nacimiento de la comunidad de los creyentes en Cristo e
hicieron encarcelar a los Apóstoles,
ordenándoles que no enseñaran más
en su nombre. Pero Pedro y los otros
Once respondieron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
El Dios de nuestros padres resucitó a
Jesús... lo ha exaltado con su diestra,
haciéndole jefe y salvador... Testigos
de esto somos nosotros y el Espíritu
Santo» (Hch 5, 29-32). Entonces hicieron flagelar a los Apóstoles y les
ordenaron nuevamente que no hablaran más en el nombre de Jesús. Y
ellos se marcharon, así dice la Escritura, «contentos de haber merecido
aquel ultraje por el nombre de Jesús»
(v. 41).
Me
pregunto:
¿dónde
encontraban los primeros
discípulos la fuerza
para dar este testimonio? No sólo:
¿de dónde les venía
la alegría y la valentía del anuncio,
a pesar de los obstáculos y las violencias? No olvidemos
que los Apóstoles
eran personas sencillas, no eran escribas, doctores de la
Ley, ni pertenecían
a la clase sacerdotal. ¿Cómo pudieron, con sus limitaciones y combatidos por las autoridades, llenar Jerusalén con su enseñanza? (cf. Hch 5,
28). Está claro que sólo pueden explicar este hecho la presencia del Señor
Resucitado con ellos y la acción del
Espíritu Santo. El Señor que estaba
con ellos y el Espíritu que les impulsaba a la predicación explica este hecho extraordinario. Su fe se basaba en
una experiencia tan fuerte y personal
de Cristo muerto y resucitado, que no
tenían miedo de nada ni de nadie, e
incluso veían las persecuciones como
un motivo de honor que les permitía
seguir las huellas de Jesús y asemejarse a Él, dando testimonio con la vida.
Esta historia de la primera comunidad cristiana nos dice algo muy importante, válida para la Iglesia de todos los tiempos, también para nosotros: cuando una persona conoce verdaderamente a Jesucristo y cree en Él,
experimenta su presencia en la vida y
la fuerza de su Resurrección, y no
puede dejar de comunicar esta experiencia. Y si esta persona encuentra
incomprensiones o adversidades, se
comporta como Jesús en su Pasión:
responde con el amor y la fuerza de
la verdad.
Rezando juntos el Regina Caeli, pidamos la ayuda de María santísima a
fin de que la Iglesia en todo el mundo anuncie con franqueza y valentía
la Resurrección del Señor y dé de ella
un testimonio válido con gestos de
amor fraterno. El amor fraterno es el
testimonio más cercano que podemos
dar de que Jesús vive entre nosotros,
que Jesús ha resucitado. Oremos de
modo particular por los cristianos que
sufren persecución; en este tiempo
son muchos los cristianos que sufren
persecución, muchos, muchos, en tantos países: recemos por ellos, con
amor, desde nuestro corazón. Que
sientan la presencia viva y confortante
del Señor Resucitado.
Después de la oración mariana el
Pontífice recordó la beatificación de Luca
Passi, celebrada la víspera en Venecia, y
la Jornada de la Universidad católica
del Sacro Cuore.
Ayer, en Venecia, ha sido proclamado
beato don Luca Passi, sacerdote bergamasco del siglo XIX, fundador de la
Obra laical Santa Dorotea y del instituto de las Hermanas Maestras de
Santa Dorotea. ¡Damos gracias a Dios
por el testimonio de este beato!
En la basílica de San
Coherencia entre
Para ser creíble, la Iglesia debe mostrar coherencia «entre la palabra y el modo de
vivir», abandonando los «ídolos» de la ambición, del afán de hacer carrera, del éxito,
«en los cuales buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad». Fueron las
indicaciones del Papa Francisco el domingo 14 de abril por la tarde durante su primera
misa celebrada en la basílica de San Pablo Extramuros. De nuevo numerosísimos
romanos junto a su obispo —como hace una semana en la basílica lateranense—. Se
contaron miles de fieles, muchos de los cuales tuvieron que seguir la celebración
eucarística desde el exterior, llegados sobre todo de las parroquias de la zona Ostiense,
algunas de las cuales, por una idea pastoral de Pablo VI, se dedicaron a los
colaboradores del apóstol de los gentiles, como Aquila y Priscila. No faltaron peregrinos
que acudieron a Roma para vivir toda la jornada junto al Santo Padre, participando
también en el rezo del Regina Caeli a mediodía en la plaza de San Pedro. Publicamos
la traducción de la homilía que pronunció el Pontífice en la basílica paulina.
Cristo, de lo que representa para nosotros, en familia, con las personas que
Me alegra celebrar la Eucaristía con forman parte de nuestra vida cotidiana?
vosotros en esta Basílica. Saludo al ar- La fe nace de la escucha y se refuerza
cipreste, el cardenal James Harvey, y le con el anuncio.
agradezco las palabras que me ha diri2. Pero demos un paso más: el anungido; junto a él, saludo y doy las gra- cio de Pedro y de los Apóstoles no
cias a las diversas instituciones que for- consiste sólo en palabras, sino que la fiman parte de esta Basílica y a todos delidad a Cristo entra en su vida, que
vosotros. Estamos sobre la tumba de queda transformada, recibe una nueva
dirección, y es precisasan Pablo, un humilde
y gran Apóstol del Semente con su vida con
El testimonio de la fe tiene
ñor, que le anunció
la que dan testimonio
muchas
formas.
Hay
santos
con la palabra, dió
de la fe y del anuncio
de cada día, los santos
testimonio de Él con
de Cristo. En el Evan«ocultos», una especie de
el martirio y le adoró
gelio, Jesús pide a Pe«clase
media
de
la
santidad»
con todo el corazón.
dro tres veces que
de la que todos podemos
Estos son precisamenapaciente su grey, y
formar parte.
te los tres verbos soque la apaciente con
Pero
en
diversas
partes
del
bre los que quisiera
su amor, y le anuncia:
mundo hay también quien
reflexionar a la luz de
«Cuando seas viejo,
sufre,
como
Pedro
y
los
la Palabra de Dios
extenderás las manos,
Apóstoles,
a
causa
del
que hemos escuchado:
otro te ceñirá y te lleEvangelio. Recordémoslo bien:
anunciar, dar testimovará adonde no quieno
se
puede
anunciar
el
nio, adorar.
ras» (Jn 21, 18). Esta
Evangelio de Jesús sin el
es
una palabra dirigi1. En la primera
testimonio concreto de la vida.
da ante todo a nosoLectura llama la atención la fuerza de Petros, los Pastores: no
dro y de los demás Apóstoles. Al man- se puede apacentar el rebaño de Dios si
dato de callar, de no seguir enseñando no se acepta ser llevados por la volunen el nombre de Jesús, de no anunciar tad de Dios incluso donde no queremás su Mensaje, ellos responden clara- mos, si no hay disponibilidad para dar
mente: «Hay que obedecer a Dios an- testimonio de Cristo con la entrega de
tes que a los hombres». Y no les detie- nosotros mismos, sin reservas, sin cálne ni siquiera el ser azotados, ultraja- culos, a veces a costa incluso de nuestra
dos y encarcelados. Pedro y los Apósto- vida. Pero esto vale para todos: el
les anuncian con audacia, con parresia, Evangelio ha de ser anunciado y testiaquello que han recibido, el Evangelio moniado. Cada uno debería preguntarde Jesús. Y nosotros, ¿somos capaces se: ¿Cómo doy yo testimonio de Cristo
de llevar la Palabra de Dios a nuestros con mi fe? ¿Tengo el valor de Pedro y
ambientes de vida? ¿Sabemos hablar de los otros Apóstoles de pensar, decidir y
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy en Italia se celebra la Jornada
para la Universidad católica del Sacro
Cuore, sobre el tema «Las nuevas generaciones más allá de la crisis». Este
Ateneo, nacido de la mente y del corazón del padre Agostino Gemelli y con
un gran apoyo popular, ha preparado
a miles y miles de jóvenes para ser ciudadanos competentes y responsables,
constructores del bien común. Invito a
sostener siempre este Ateneo, para que
siga ofreciendo a las nuevas generaciones una óptima formación, para afrontar los desafíos del tiempo presente.
Saludo con afecto a todos los peregrinos presentes, provenientes de tantos países. A las familias, los grupos
parroquiales, los movimientos, los jóvenes. Saludo en particular a la peregrinación de la diócesis de Siena-Colle Val d’Elsa-Montalcino, con el arzobispo monseñor Buoncristiani. Un
pensamiento especial también para los
muchachos y las muchachas que se están preparando para la Confirmación.
A todos vosotros, feliz domingo y
buen almuerzo.
ORE ROMANO
páginas 6/7
n Pablo Extramuros el Obispo de Roma exhorta a abandonar los ídolos para adorar al Señor
e palabra y vida
vivir como cristiano, obedeciendo a
Dios? Es verdad que el testimonio de
la fe tiene muchas formas, como en un
gran mural hay variedad de colores y
de matices; pero todos son importantes, incluso los que no destacan. En el
gran designio de Dios, cada detalle es
importante, también el pequeño y humilde testimonio tuyo y mío, también
ese testimonio escondido de quien vive
con sencillez su fe en lo cotidiano de
las relaciones de familia, de trabajo, de
amistad. Hay santos de todos los días,
los santos «ocultos», una especie de
«clase media de la santidad», como decía un escritor francés, esa «clase media
de la santidad» de la que todos podemos formar parte. Pero en diversas partes del mundo está también quien sufre, como Pedro y los Apóstoles, a causa del Evangelio; está quien entrega la
propia vida por permanecer fiel a Cristo, con un testimonio marcado con el
precio de su sangre. Recordémoslo bien
todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto
de la vida. Quien nos escucha y nos ve,
debe leer en nuestras acciones eso mismo que oye de nuestros labios, y dar
gloria a Dios. Me viene ahora a la me-
moria un consejo que san Francisco de
Asís daba a sus hermanos: predicad el
Evangelio y, si fuese necesario, también
con las palabras. Predicar con la vida:
el testimonio. La incoherencia de los
fieles y los Pastores entre lo que dicen
y lo que hacen, entre la palabra y el
modo de vivir, mina la credibilidad de
la Iglesia.
3. Pero todo esto solamente es posible si reconocemos a Jesucristo, porque
es Él quien nos ha llamado, nos ha invitado a recorrer su camino, nos ha elegido. Anunciar y dar testimonio es posible únicamente si estamos junto a Él,
justamente como Pedro, Juan y los
otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado, como dice el pasaje del
Evangelio de hoy; hay una cercanía cotidiana con Él, y ellos saben muy bien
quién es, le conocen. El Evangelista subraya que «ninguno de los discípulos
se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor» (Jn
21, 12). Y esto es un punto importante
para nosotros: vivir una relación intensa
con Jesús, una intimidad de diálogo y
de vida, de tal manera que le reconozcamos como «el Señor». ¡Adorarle! El
pasaje del Apocalipsis que hemos escuEn la basílica, antes y
después de la
celebración de la misa,
el Papa Francisco
llevó a cabo dos
significativos actos de
veneración. Al inicio se
recogió en oración ante
la tumba del apóstol
Pablo. Al final se
acercó a la capilla del
Crucificado, donde se
encuentra el icono de
la Virgen Theotokos
Odigitria, del siglo
XIII. Ante esta imagen
mariana el 22 de
agosto de 1541 san
Ignacio de Loyola
profesó los votos
dando comienzo a la
Compañía de Jesús,
la Orden religiosa a
la que pertenece Jorge
Mario Bergoglio
chado nos habla de la adoración: miríadas de ángeles, todas las creaturas, los
seres vivientes, los ancianos, se postran
en adoración ante el Trono de Dios y el
Cordero inmolado, que es Cristo, a
quien se debe alabanza, honor y gloria
(cf. Ap 5, 11-14). Quisiera que nos hiciéramos todos una pregunta: tú, yo,
¿adoramos al Señor? ¿Acudimos a Dios
sólo para pedir, para agradecer, o nos
dirigimos a Él también para adorarle?
Pero, entonces, ¿qué quiere decir adorar a Dios? Significa aprender a estar
con Él, a detenernos a dialogar con Él,
sintiendo que su presencia es la más
verdadera, la más buena, la más importante de todas. Cada uno de nosotros,
en la propia vida, de manera consciente
y tal vez a veces sin darse cuenta, tiene
un orden muy preciso de las cosas consideradas más o menos importantes.
Adorar al Señor quiere decir darle a Él
el lugar que le corresponde; adorar al
Señor quiere decir afirmar, creer —pero
no simplemente de palabra— que únicamente Él guía verdaderamente nuestra
vida; adorar al Señor quiere decir que
estamos convencidos ante Él de que es
el único Dios, el Dios de nuestra vida,
el Dios de nuestra historia.
Esto tiene una consecuencia en nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos,
pequeños o grandes, que tenemos, y en
los cuales nos refugiamos, en los cuales
buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad. Son ídolos que a menudo mantenemos bien escondidos; pueden ser la ambición, el carrerismo, el
gusto del éxito, el poner en el centro a
uno mismo, la tendencia a estar por encima de los otros, la pretensión de ser
los únicos amos de nuestra vida, algún
pecado al que estamos apegados, y muchos otros. Esta tarde quisiera que resonase una pregunta en el corazón de cada uno de nosotros y que respondiéramos a ella con sinceridad: ¿He pensado
en qué ídolo oculto tengo en mi vida y
que me impide adorar al Señor? Adorar
es despojarse de nuestros ídolos, también de esos más recónditos, y elegir al
Señor como centro, como vía maestra
de nuestra vida.
Queridos hermanos y hermanas, el
Señor nos llama cada día a seguirle con
valentía y fidelidad; nos ha concedido
el gran don de elegirnos como discípulos suyos; nos invita a proclamarle con
gozo como el Resucitado, pero nos pide que lo hagamos con la palabra y el
testimonio de nuestra vida en lo cotidiano. El Señor es el único, el único
Dios de nuestra vida, y nos invita a
despojarnos de tantos ídolos y a adorarle sólo a Él. Anunciar, dar testimonio, adorar. Que la Santísima Virgen
María y el apóstol Pablo nos ayuden en
este camino e intercedan por nosotros.
Así sea.
L’OSSERVATORE ROMANO
página 8
viernes 19 de abril de 2013, número 16
COMUNICACIONES
Audiencias pontificias
EL SANTO PADRE
HA RECIBID O:
Viernes 12 de abril
A los obispos de la Conferencia
episcopal de Toscana (Italia), en visita «ad limina Apostolorum»:
—Monseñor Antonio Buoncristiani, arzobispo de Siena-Colle di Val
d’Elsa-Montalcino.
—Monseñor Giovanni Paolo Benotto, arzobispo de Pisa.
—Monseñor Giovanni De Vivo,
obispo de Pescia.
—Monseñor Rodolfo Cetoloni,
obispo de MontepulcianoChiusi-Pienza.
O.F.M.,
Colegio episcopal
Miércoles, día 17
—Al embajador del Reino de Arabia Saudí en Italia, Saleh Mohammad Al Ghamdi, portador de un
mensaje del rey Abdullah bin Abdulaziz Al Saud.
Jueves, día 18
—Al nuevo embajador de Portugal ante la Santa Sede, António
Carlos Carvalho de Almeida Ribeiro, con ocasión de la presentación
de las cartas credenciales.
—A Su Beatitud Gregorios III
Laham, B.S., patriarca de Antioquía
de los greco-melkitas (Siria).
—Monseñor Alberto Silvani, obispo de Volterra.
A los obispos de la Conferencia
episcopal de Trivéneto (Italia), en
visita «ad limina Apostolorum»:
—Monseñor Simone Giusti, obispo de Livorno.
—Monseñor Luigi Bressan, arzobispo de Trento.
—Monseñor Guglielmo Borghetti,
obispo de Pitigliano-Sovana-Orbetello.
—Monseñor Andrea Bruno Mazzocato, arzobispo de Udine.
—Monseñor Carlo Ciattini, obispo de Massa Marittima-Piombino.
Sábado, día 13
—Al cardenal Marc Ouellet P.S.S,
prefecto de la Congregación para
los obispos.
—Al cardenal Stanisław Ryłko,
presidente del Consejo pontificio
para los laicos.
—Al presidente del Consejo económico y social de la ONU (ECOSO C), Néstor Osorio.
Monseñor Habib Chamieh, obispo titular de Nomento,
administrador apostólico de San Charbel
en Buenos Aires de los maronitas (Argentina)
RENUNCIA:
EL PAPA
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la eparquía de
San Charbel en Buenos Aires de los
maronitas (Argentina) que monseñor CHARBEL MERHI, M.L., le había
presentado en conformidad con el
canon 210 § 1 del Código de cánones de las Iglesias orientales.
—Obispo titular de Nomento y administrador apostólico de la eparquía de San Charbel en Buenos Aires de los maronitas (Argentina) al
padre HABIB CHAMIEH, O.M.M.
Charbel Merhi, M.L., nació en
Eddé, eparquía de Jbeil de los maronitas, el 12 de octubre de 1937.
Recibió la ordenación sacerdotal el
29 de agosto de 1964. Juan Pablo II
lo nombró obispo eparquial de San
Charbel en Buenos Aires de los maronitas el 5 de octubre de 1990; recibió la ordenación episcopal el 2 de
diciembre del mismo año.
—Monseñor Giampaolo Crepaldi,
arzobispo-obispo de Trieste.
—Monseñor Corrado Pizziolo,
obispo de Vittorio Véneto.
—Monseñor Giuseppe Pellegrini,
obispo de Concordia-Pordenone.
—Monseñor Ivo Muser, obispo de
Bolzano-Bressanone.
LIBIA
El Santo Padre ha nombrado
nuncio apostólico en Libia a monseñor ALD O CAVALLI, arzobispo titular de Vibo Valentia, nuncio apostólico en Malta.
Aldo Cavalli nació en Maggianico di Lecco, archidiócesis de Milán
(Italia), el 18 de octubre de 1946.
Recibió la ordenación sacerdotal el
18 de marzo de 1971, incardinado en
Lunes, día 15
—Al presidente del Gobierno de
España, Mariano Rajoy Brey, con
su esposa y el séquito.
—A Su Beatitud Fouad Twal, patriarca de Jerusalén de los latinos,
con el séquito.
A los obispos de la Conferencia
episcopal de Trivéneto (Italia), en
visita «ad limina Apostolorum»:
—Monseñor Francesco Moraglia,
patriarca de Venecia.
—Monseñor Antonio Mattiazzo,
arzobispo-obispo de Padua.
—Monseñor
Giuseppe
obispo de Verona.
Zenti,
—Monseñor Lucio Soravito de
Franceschi, obispo de Adria-Rovigo.
—Monseñor Giuseppe
obispo de Belluno-Feltre.
—Monseñor Beniamino
obispo de Vicenza.
Andrich,
Pizziol,
—Monseñor Adriano Tessarollo,
obispo de Chioggia.
Lutos en el episcopado
—Monseñor CELSO YEGROS ESTIGARRIBIA, obispo emérito de Carapeguá (Paraguay), falleció el 6 de
abril. Nació en Itaguá, diócesis de
San Lorenzo, el 11 de julio de
1935. Era sacerdote desde el 18 de
diciembre de 1960. Juan Pablo II
lo nombró obispo de Carapeguá,
el 6 de abril de 1983; recibió la ordenación episcopal el 29 de mayo
sucesivo. Benedicto XVI aceptó su
renuncia al gobierno pastoral de la
diócesis el 10 de julio de 2010.
—Monseñor LUIS ANTONIO NOVA
RO CHA, obispo de Facatativá (Colombia), falleció el 8 de abril. Nació en Subachoque, diócesis de
Facatativá, el 30 de julio de 1943.
Era sacerdote desde el 22 de agosto de 1968. Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Equizeto y
auxiliar de Barranquilla el 15 de
febrero de 2002; recibió la ordenación episcopal el 9 de marzo de
dicho año. Benedicto XVI lo nom-
Habib Chamieh, O.M.M., nació en
Beirut el 7 de octubre de 1966. Ingresó en la Orden Maronita de la
Bienaventurada Virgen María, donde recibió la ordenación sacerdotal
el 14 de agosto de 1992. Se licenció
en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Además
de trabajar pastoralmente en Líbano
y en Montevideo, ha desempeñando
diversos cargos: vicedirector de una
escuela, formador, secretario general
de la Orden y superior de la misión
mariamita en Uruguay.
Representaciones pontificias
—Monseñor Carlo Roberto Maria
Redaelli, arzobispo de Gorizia.
—Monseñor Gianfranco Agostino
Gardin,
O.F.M.CONV.,
arzobispoobispo de Treviso.
HA NOMBRAD O:
bró obispo de Facatativá el 13 de
noviembre de 2010.
MARIE—Monseñor
FRANÇOIS
WOLFF LIGONDÉ, arzobispo emérito de Puerto Príncipe (Haití), falleció el 8 de abril. Nació en Les
Cayes el 17 de enero de 1928. Era
sacerdote desde el 11 de julio de
1954. Pablo VI lo nombró arzobispo
de Puerto Príncipe el 20 de agosto
de 1966; recibió la ordenación episcopal el 28 de octubre sucesivo.
Benedicto XVI aceptó su renuncia
al gobierno pastoral de la archidiócesis el 1 de marzo de 2008.
—Monseñor JAIME ENRIQUE DUQUE CORREA, M.X .Y., obispo de El
Banco (Colombia), falleció el 14
de abril. Nació en Medellín el 4
de abril de 1943. Era sacerdote
desde el 2 de julio de 1967. Benedicto XVI lo nombró obispo de El
Banco, el 17 de enero de 2006; recibió la ordenación episcopal el 25
de febrero sucesivo.
la diócesis de Bérgamo. Entró en el
servicio diplomático de la Santa Sede el 15 de abril de 1979. Juan Pablo
II lo nombró arzobispo titular de
Vibo Valentia, nuncio apostólico en
Santo Tomé y Príncipe, y delegado
apostólico en Angola el 2 de julio
de 1996; recibió la ordenación episcopal el 26 de agosto de dicho año.
El Papa, cuando se establecieron las
relaciones diplomáticas entre la
Santa Sede y la República de Angola el 1 de septiembre de 1997, lo
nombró nuncio apostólico en Angola; y el 28 de junio de 2001 lo trasladó como nuncio apostólico a Chile. Benedicto XVI lo nombró nuncio
apostólico en Colombia el 29 de octubre de 2007 y después nuncio
apostólico en Malta el 16 de febrero
de 2013.
BELICE
El Papa ha nombrado nuncio apostólico en Belice a monseñor LÉON
KALENGA BADIKEBELE, arzobispo titular de Magneto, nuncio apostólico en El Salvador.
Kalenga Badikebele nació en Kamina (República democrática del
Congo) el 17 de julio de 1956. Recibió la ordenación sacerdotal el 5 de
septiembre de 1982, incardinado en
la diócesis de Luebo. Entró en el
servicio diplomático de la Santa Sede el 27 de febrero de 1990. Benedicto XVI lo nombró arzobispo titular de Magneto y nuncio apostólico
en Ghana el 1 de marzo de 2008;
recibió la ordenación episcopal el 1
de mayo de dicho año. El mismo
Papa lo nombró nuncio apostólico
en El Salvador el 22 de febrero de
2013.
número 16, viernes 19 de abril de 2013
L’OSSERVATORE ROMANO
página 9
Jorge Mario Bergoglio relatado por su sucesor en la arquidiócesis de Buenos Aires
Un maestro de pastoral
NICOLA GORI
Cercanía a la gente, atención privilegiada a los pobres, comunión con
los sacerdotes, fuerte sentido misionero: son los puntos centrales del estilo pastoral de Jorge Mario Bergoglio. Lo explica a nuestro periódico
el nuevo arzobispo de Buenos Aires,
monseñor Mario Aurelio Poli, que ha trabajado al lado del nuevo
Papa durante años, para
después sucederle en el
gobierno de la arquidiócesis de la capital argentina.
¿Desde cuándo conoce a
Jorge Mario Bergoglio?
nuamente está pensando en la Iglesia, en la gente y en la pastoral. Su
característica es que une la palabra
—la homilía, la catequesis, la predicación— con la vida, y además con
los gestos. Así lo decía Pablo VI en
la Evangelii nuntiandi, que el mismo
Señor predicó el Reino de los Cielos
con palabras y gestos, con obras,
ellos. Su opción preferencial no se
limita a una actitud personal, sino
que abraza su actitud pastoral: envió
a dos o tres sacerdotes a cada parroquia de las villas, donde acompañan
la piedad popular, sencilla. También
acudía a las cárceles. Su visita al penal romano de Casal del Marmo es
algo que Bergoglio hace desde hace
veinticinco años. Igual
que acude a visitar enfermos. Ha prestado
mucha atención a los
capellanes de hospital,
una labor que ha propuesto a toda una generación de sacerdotes, y
ha sido un acierto; así
ha renovado notablemente las capellanías de
la pastoral de la salud.
Quizá la mayor presencia la ha tenido junto a
los enfermos de sida,
los más vulnerables.
que conozco a la mayoría de los que
han salido de allí en los últimos 25 ó
30 años; así que confío en que voy a
recibir ayuda. Haré todo lo posible
para obedecer y cumplir las expectativas que el Papa Francisco me ha
expresado estos días y para proseguir
juntos el camino: en Buenos Aires
Bergoglio escuchó mucho al clero en
el consejo presbiteral, en el colegio
de consultores, y éste es un estilo
que no dará marcha atrás.
¿Cuáles son las prioridades y urgencias
que habrá de afrontar?
Hay muchos desafíos en Buenos
Aires que vienen de lejos. Tratándose de la capital, hay que ocuparse de
la relación Iglesia y Estado. En
nuestro país hay una separación muy
clara entre Iglesia y Estado, y debe
ser así: tiene que existir colaboración
y distancia, como lo ordena y sugiere el Concilio. Otra prioridad es la
educación. Tenemos muchos colegios católicos; llevamos adelante un
proyecto de educación pública de
gestión privada y contamos con miles de alumnos en los colegios católicos de la ciudad. Además existe
una vicaría de educación que se ha
creado precisamente durante todo
este tiempo. El cardenal Bergoglio
prestó mucha atención a ello. Otro
desafío es la misión continental, a la
que nos llamó Benedicto XVI en
Aparecida: desde entonces ha tenido
eco en Buenos Aires y continuará este camino. Otro tema muy serio es
el de la droga. Hace tiempo que
nuestro país dejó de ser de tránsito
para convertirse en un país consumidor y de fabricación en las zonas
más vulnerables y pobres, buscando
con esos recursos un paliativo económico.
Fue ordenado obispo
por el cardenal Antonio
Quarracino en 1992 en
Buenos Aires. Ya había
tenido un cierto protagonismo con los padres
En los discursos, el Papa
jesuitas,
porque
fue
a menudo hace referencia
provincial, pero la maa la misericordia de
yoría de nosotros no le
Dios.
conocía. Conforme pasaron los días y los años
El Santo Padre insisse fue conociendo su
te mucho en dos conestilo pastoral, primero
ceptos que están en los
en la vicaría de Flores,
Salmos: la misericordia
En la misa cotidiana en la Domus Sanctae Marthae, el Papa tiene a su derecha
de la arquidiócesis de
y la ternura de Dios.
al arzobispo Mario Aurelio Poli, concelebrante (Vaticano, 11 de abril)
Buenos Aires, y después
Ha acercado a la gente
al fallecer el cardenal
el rostro de Dios miseriQuarracino en 1998, cuando Bergo- con milagros y enseñanzas, parábo- cordioso e invita a dejarse tocar por
glio fue nombrado arzobispo de las y grandes signos. Y nos ha ense- la ternura de Dios, que se hace perBuenos Aires. Tiene un estilo de ñado a ser obispos misioneros, a sa- dón, consuelo, ayuda, salvación.
pastoral muy sencillo, muy cercano a lir. Algunos le perciben como «po- Siempre termina con la frase «Dios
los sacerdotes, a la gente; es muy ca- pulachero», pero no tiene ni una salva». Pero también tiene su pedaminador, es decir, misionero; visitaba pizca de demagogia; al contrario, gogía: Dios nos perdona, nos exhorlas parroquias, los barrios más po- hace todo por el Reino y muestra ta, nos acompaña, nos espera.
bres, los hospitales, las cárceles. Esto una sincera cercanía a la gente, de
puede sorprender a otros, pero a no- cuya vida cotidiana habla en la pre- ¿Cómo recibió la noticia de su nombrasotros no: es su estilo pastoral desde dicación. Por eso sus predicaciones miento para suceder a Bergoglio en
que le conocemos, nos gusta mucho llegan tanto. Podemos decir que tie- Buenos Aires?
Usted también es de origen italiano,
y realmente nos lo ha enseñado. ne como punto obligado de referenTengo un sentimiento de gran in- como Bergoglio.
Creo que ha sido su docencia y su cia el Evangelio, la Palabra de Dios,
Nací en Buenos Aires, pero mi
magisterio durante todo este tiempo y la vida cotidiana de la gente. Esto dignidad. Suceder al cardenal Bergopara la gente, los laicos, los agentes también es una nota característica glio es todo un desafío. Pero pongo padre, toscano, nació en el año 1900
en Scala, cerca de San
de pastoral, las religiosas, los religio- del Papa y lo hace igualmente con la
Miniato. Recuerdo que su
sos, los sacerdotes, y muy especial- vida sacerdotal. Un modelo que hamadre, mi abuela, era muy
mente para los obispos auxiliares.
llé reflejado en su homilía en la misa
religiosa. Él era maquinista
crismal del Jueves Santo.
de tren; hacía el viaje de
Entre quienes se contó usted...
Florencia a Lyon entre los
Desde
el
principio
se
ha
percibido
la
«Heredé» la misma vicaría que
años ’20 y ’30. Escapó de
había tenido el Papa Francisco cuan- particular atención del Papa Francisco
la guerra; estuvo preso en
por
los
pobres.
do él había sido auxiliar, en Flores.
los tiempos del fascismo,
Me metí en su huella porque tenienEs una verdadera inclinación de
aunque no sabemos mucho
do un maestro así era imposible no Bergoglio; él es obispo para todos,
de esa historia. Parece ser
imitarle. Después fui nombrado pero con una opción preferencial,
que un párroco intervino
obispo de Santa Rosa, en La Pampa, que además se recoge en los docupara liberarle. En Italia se
una provincia de muchos kilómetros. mentos eclesiales. Los pobres tienen
quedó un hermano, CorneAllí estaba cuando experimenté pri- un lugar en su corazón y en su paslio; con Aurelio, otro hermero el asombro y enseguida la ale- toral. Por ejemplo, en Buenos Aires
mano, mi padre se marchó
gría de verle elegido Papa. Lo que él existen las «villas miseria»: son baa Argentina. Establecieron
hizo en Argentina, con su mismo es- rriadas de población muy pobre, en
una tornería y empezaron a
El cardenal Bergoglio durante el rito del lavatorio
tilo pastoral, lo ha empezado a hacer precariedad, a veces sin luz ni gas. Y
trabajar. De mi padre
de
los
pies
a
jóvenes
de
la
Villa
del
Bajo
Flores
en Roma, a nivel universal.
ello a pesar de hallarse en la misma
recibí la cultura del trabajo
el Jueves Santo de 2012
ciudad de Buenos Aires, donde los
y la religiosidad, y también
¿En qué sentido le describe como demás sí disfrutan de estos servicios.
de mamá, nacida en Ar«maestro»?
La gente vive allí muy hacinada. mi esperanza en Dios, que no me va gentina, que fue modista muchos
Ha brindado su amistad a todos Llegan de las provincias del interior a dejar solo. Confío en la gracia, en años. Mis padres nos dieron una
nosotros, los sacerdotes, salvando del país buscando trabajo, aunque la gracia pastoral, y en la ayuda de familia muy bella; éramos tres
cualquier distancia de forma cordial, también hay inmigrantes. La mayo- los laicos —porque hay muchos laicos hermanos, uno ya está en el cielo;
sincera; nos hizo sentir muy bien a ría son personas muy honestas, pero comprometidos en la ciudad de Bue- mi hermana mayor vive. Residíamos
su lado, sin que ello quite seriedad, el hacinamiento y la falta de seguri- nos Aires—, y de los religiosos, reli- en la Capital Federal, en Buenos
porque tiene un ritmo intenso. Se le- dad les hace muy vulnerables, y se giosas, sacerdotes. Como estuve dé- Aires, aunque durante un período
vanta muy temprano; es un hombre ha fomentado la droga y la fabrica- cadas en el seminario de Villa Devo- estuvimos en Casale Monferrato, en
de mucha oración y de mucho traba- ción de estupefacientes. Era típico to, como formador y profesor, conoz- Piamonte. Estoy contento cuando
jo pastoral; no descansa en el día, del cardenal Bergoglio ir a los ba- co a gran parte del clero de la capital vengo a Italia: me siento como en
tiene una gran resistencia y conti- rrios, celebrar la misa, estar con personalmente. Me atrevería a decir casa.
L’OSSERVATORE ROMANO
página 10
viernes 19 de abril de 2013, número 16
Presidió la Administración del patrimonio de la Sede apostólica
Muere el cardenal Antonetti
El 10 de abril, en su diócesis natal
de Novara (Italia), falleció el cardenal Lorenzo Antonetti. Había sido
nuncio apostólico, presidente de la
Administración del patrimonio de la
Sede apostólica (APSA) y delegado
pontificio para la basílica de San
Francisco en Asís. Tenía 90 años. El
funeral se celebró el viernes 12 en la
iglesia de su localidad de origen.
Nació el 31 de julio de 1922 en Romagnano Sesia, diócesis
de
Novara.
Había recibido la
ordenación sacerdotal el 26 de mayo de
1945. Obtuvo la licenciatura en teología en la Universidad Pontificia Santo
Tomás de Aquino,
Angelicum, y el doctorado en derecho
canónico en la Pontificia
Universidad
Gregoriana.
En 1949 ingresó
en la Academia eclesiástica pontificia. Trabajó en la Secretaría de Estado. Fue enviado a la nunciatura
apostólica en Líbano, donde permaneció hasta 1955. De 1956 a 1959 colaboró en la representación pontifi-
Pésame del Papa
El Papa Francisco, en cuanto tuvo
noticia de la muerte del cardenal
Lorenzo Antonetti, se recogió en
oración. Luego envió a monseñor
Franco Giulio Brambilla, obispo de
Novara, el siguiente telegrama de
pésame:
Al recibir la triste noticia de la
muerte del venerado cardenal Lorenzo Antonetti, deseo expresar
sentimientos de sincero pésame a
esa comunidad diocesana, que lo
cuenta entre su hijos más ilustres,
así como a su sobrino Mario, a
los demás sobrinos y respectivos
familiares, y a cuantos le han conocido y estimado. Recuerdo al
purpurado fallecido por los muchos años de diligente colaboración en la Santa Sede, en especial
como representante pontificio en
diversos países, en la Secretaría
de Estado, luego como presidente
de la Administración del patrimonio de la Sede apostólica y por
último como delegado pontificio
para la Basílica Papal de San
Francisco en Asís: en todas partes
dio un apreciado testimonio de
fervoroso celo sacerdotal y de fidelidad al Evangelio. Mientras
elevo fervientes oraciones al Señor Jesús para que, por intercesión de la Virgen María, done al
difunto cardenal el premio eterno
prometido a sus discípulos fieles,
envío de corazón a vuestra excelencia, a todo el presbiterio y a
cuantos participan en el dolor por
su muerte, una especial y confortadora bendición apostólica.
FRANCISCUS
PP.
Vaticano, 10 de abril de 2013
cia en Venezuela. De 1959 a 1963 estuvo nuevamente al servicio del
Santo Padre en la sección de la Secretaría de Estado para los Asuntos
extraordinarios (hoy sección para
las Relaciones con los Estados). De
1963 a 1967 fue consejero en la nunciatura en Francia; a continuación
pasó a la delegación apostólica en
Washington.
Pablo VI le nombró arzobispo titular
de Roselle y nuncio
apostólico en Honduras y Nicaragua
en 1968. Recibió la
ordenación episcopal en Novara el 12
de mayo de ese año.
A los cinco años el
Papa, le nombró
pro-nuncio apostólico en la República
democrática
del
Congo
(entonces
Zaire). Después fue
secretario de la APSA.
Presidió el Fondo
de asistencia sanitaria vaticana (FAS); fue miembro de
la Comisión disciplinar de la Curia
romana y de la Administración pontificia de la basílica de San Pablo.
Se ocupó de la difusión del nuevo
Código de derecho canónico, promulgado en 1983.
Juan Pablo II le nombró nuncio
apostólico en Francia en 1988, donde permaneció hasta 1995, cuando
fue nombrado por el Santo Padre
pro-presidente de la Administración
del patrimonio de la Sede apostólica. Enseguida recibió el nombramiento como miembro de la Congregación para la evangelización de
los pueblos y de la Comisión pontificia para el Estado de la Ciudad
del Vaticano.
Tras crearle cardenal, el Papa le
nombró presidente de la Administración del patrimonio de la Sede
apostólica en 1998, año en que fue
enviado especial pontificio para la
celebración de clausura del IX centenario de la abadía de Nuestra Señora del Císter, ocasión en la que el
purpurado subrayó «el papel fundamental de la tradición cisterciense
en la construcción de Europa».
Desde 1998 hasta 2006 fue delegado pontificio para la basílica de
San Francisco en Asís, período en
el que vivió en primera persona los
años de la reconstrucción tras el terremoto de 1997. En la celebración
para el inicio de su misión en Asís
propuso nuevamente la misión de la
basílica donde está sepultado san
Francisco «como altar y gimnasio
de la paz mundial». Un concepto
reafirmado un año más tarde, con
ocasión del LX aniversario de la
proclamación de Francisco como
patrono de Italia. Asís —había escrito en L’Osservatore Romano el 19 de
junio de 1999— es «la profecía de
una mesa en torno a la cual la gran
familia humana se reúne sin discriminación, donde también los más
débiles tengan un sitio de derecho.
Francisco es el guía, Asís es el icono
de un futuro capaz de rechazar la
violencia de los intereses, de una estación que favorezca el diálogo entre historias, culturas y sensibilidades diversas».
Audiencia al presidente
del Gobierno de España
El Santo Padre recibió en audiencia
el 15 de abril, en el Palacio Apostólico, al presidente del Gobierno de
España, Mariano Rajoy Brey, quien
sucesivamente mantuvo un encuentro con el cardenal Tarcisio Bertone,
secretario de Estado, acompañado
del arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con
los Estados.
En un clima de cordialidad, los
coloquios permitieron un intercambio de perspectivas sobre la no fácil
situación
económico-financiera
mundial —que España está afrontando, como otros países europeos—
que ha provocado una grave crisis
ocupacional, involucrando a muchas familias, especialmente a los
jóvenes. En tal contexto se ha expresado la cercanía de la Iglesia y
se ha puesto de relieve el notable
trabajo que están llevando a cabo
Caritas y otras asociaciones caritativas eclesiales.
Se hizo igualmente referencia a la
actual ordenación político-institucional del país, identificando la necesidad de un diálogo —en la sociedad y entre todos sus componentes— basado en el respeto recíproco
y teniendo presentes valores como
la justicia y la solidaridad en la búsqueda del bien común.
Además se trató de las buenas relaciones bilaterales entre la Santa
Sede y España —que, en el espíritu
de los Acuerdos de 1979, se han ido
consolidando cada vez más— y de
cuestiones de actualidad y de interés para la Iglesia en el país. En
particular se habló de la institución
del matrimonio y de la familia, y de
la importancia de la educación religiosa. No faltó una referencia a la
situación internacional, con atención sobre todo a América Latina.
El arzobispo Müller se reúne
con la Leadership Conference
of Women Religious (LCWR)
El lunes 15 de abril tuvo lugar, en el Vaticano, el encuentro del prefecto y
los superiores de la Congregación para la doctrina de la fe con la presidencia de la Conferencia de las superioras religiosas de Estados Unidos de
América (LCWR). Estuvo presente también el arzobispo de Seattle, monseñor Peter Sartain, delegado de la Santa Sede para la valoración doctrinal
de la Conferencia.
En un comunicado del dicasterio se subraya que el arzobispo prefecto,
monseñor Gerhard Ludwig Müller, había encontrado por primera vez a la
presidencia de la Conferencia de las superiores religiosas americanas y que
expresó su agradecimiento por la gran contribución dada por las religiosas
a la Iglesia en Estados Unidos, en particular a través de escuelas, hospitales e instituciones para los pobres. Por lo tanto el prefecto evidenció cuanto afirma el Concilio Vaticano II sobre la importante misión de las religiosas en la promoción de una visión de comunión eclesial fundada en la fe
en Jesucristo y en las enseñanzas de la Iglesia, como se han transmitido
fielmente en el tiempo bajo la guía del magisterio.
El arzobispo Müller recalcó igualmente que una Conferencia de las superioras religiosas, como la LCWR, debe colaborar con la Conferencia episcopal local y con los obispos individualmente. Por este motivo —prosigue
la nota— tales Conferencias permanecen bajo la dirección de la Santa Sede.
El arzobispo Müller informó a la presidencia de las religiosas estadounidenses que recientemente había hablado con el Papa Francisco sobre la valoración doctrinal redactada acerca del organismo. El Pontífice ha reconfirmado las conclusiones de la valoración y el programa de reforma para esta
Conferencia de las superioras mayores de Estados Unidos.
Es deseo sincero de la Santa Sede —concluye la nota— que el encuentro
del 15 de abril ayude a promover un testimonio integral de las religiosas,
basado en el sólido fundamento de la fe y del amor cristiano, de forma que
se preserve y refuerce para el enriquecimiento de la Iglesia y de la sociedad
en las generaciones venideras.
L’OSSERVATORE ROMANO
número 16, viernes 19 de abril de 2013
página 11
El Papa escribe a sus hermanos obispos de Argentina
Ni mundanidad espiritual ni clericalismo sofisticado
Fechada el 25 de marzo, el Papa Francisco ha enviado
una carta a la 105º Asamblea plenaria de la
Conferencia episcopal argentina (que se celebra del 15 al 20
de abril en la localidad de Pilar). La víspera de la
apertura de la plenaria, el nuncio apostólico, el arzobispo
Emil Paul Tscherrig, escribió también a la reunión
del episcopado. «Esta es ciertamente y sin lugar a dudas
una Asamblea histórica, porque uno de ustedes,
Queridos Hermanos:
Van estas líneas de saludo y también para excusarme por no poder
asistir debido a «compromisos asumidos hace poco» (¿suena bien?)
Estoy espiritualmente junto a ustedes y pido al Señor que los acompañe mucho en estos días.
Les expreso un deseo: me gustaría
que los trabajos de la Asamblea tengan como marco referencial el Documento de Aparecida y Navega mar
adentro. Allí están las orientaciones
que necesitamos para este momento
de la historia. Sobre todo les pido
que tengan una especial preocupa-
un hermano y compañero, un ex presidente de esta
Conferencia, ha sido elegido Obispo de Roma y Sucesor de
Pedro», expresa el prelado; «continuemos rezando
por nuestro Santo Padre Francisco y respiremos
el aire de primavera que ha movido los corazones
de los cristianos para “salir de nosotros mismos”, como
escribe el Papa». Publicamos la carta del Pontífice Jorge
Mario Bergoglio.
ción por crecer en la misión continental en sus dos aspectos: misión
programática y misión paradigmática. Que toda la pastoral sea en clave
misionera. Debemos salir de nosotros mismos hacia todas las periferias existenciales y crecer en parresia.
Una Iglesia que no sale, a la corta
o a la larga se enferma en la atmósfera viciada de su encierro. Es verdad también que a una Iglesia que
sale le puede pasar lo que a cualquier persona que sale a la calle: tener un accidente. Ante esta alternativa, les quiero decir francamente que
prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma. La
enfermedad típica de la Iglesia encerrada es la autorreferencial; mirarse a
sí misma, estar encorvada sobre sí
misma como aquella mujer del
Evangelio. Es una especie de narcisismo que nos conduce a la mundanidad espiritual y al clericalismo sofisticado, y luego nos impide experimentar «la dulce y confortadora alegría de evangelizar».
Les deseo a todos ustedes esta alegría, que tantas veces va unida a la
Cruz, pero que nos salva del resentimiento, de la tristeza y de la soltenoría clerical. Esta alegría nos ayuda
a ser cada día más fecundos, gastándonos y deshilachándonos en el ser-
vicio al santo pueblo fiel de Dios;
esta alegría crecerá más y más en la
medida en que tomemos en serio la
conversión pastoral que nos pide la
Iglesia.
Gracias por todo lo que hacen y
por todo lo que van a hacer. Que el
Señor nos libre de maquillar nuestro
episcopado con los oropeles de la
mundanidad, del dinero y del «clericalismo de mercado». La Virgen nos
enseñará el camino de la humildad y
ese trabajo silencioso y valiente que
lleva adelante el celo apostólico.
Les pido, por favor, que recen por
mí, para que no me la crea y sepa
escuchar lo que Dios quiere y no lo
que yo quiero. Rezo por ustedes.
Un abrazo de hermano y un especial saludo al pueblo fiel de Dios
que tienen a su cuidado. Les deseo
un santo y feliz tiempo pascual.
Que Jesús los bendiga y la Virgen
Santa los cuide.
Fraternalmente.
El primer mes de pontificado de Francisco, según el cardenal Comastri
En el corazón de la gente
Pocas semanas, un mes del inicio
del pontificado de Francisco. Pero
ya se pueden delinear sus rasgos
pastorales, que indudablemente están tocando el corazón de muchos
como una luz «que ilumina la noche», según describe en esta entrevista a nuestro periódico el cardenal
Angelo Comastri, vicario general de
Su Santidad para la Ciudad del Vaticano.
Ha pasado un mes del inicio del pontificado de Francisco. ¿Cómo resumir estos pocos, pero significativos días?
Subrayaría ante todo que el pontificado del Papa Francisco ha empezado con la insignia del estupor; y
es una prueba de que Dios guía a la
Iglesia con una fantasía imprevisible.
Por primera vez en la historia el Papa viene de América Latina; asomado en el balcón de la basílica vaticana pide a su pueblo que ore para
obtener para él la bendición de Dios
y se inclina profundamente, en el silencio imprevisto de la plaza, para
recibir esta bendición. Fue indudablemente un momento de extraordinaria intensidad espiritual.
Uno de los
sellos de la
próxima
emisión
filatélica
vaticana con
ocasión del
inicio del
pontificado del
Papa
Francisco
¿Qué enseñanza se deduce?
En primer lugar la universalidad
de la Iglesia católica, cuyos confines
son los mismos del mundo. Así puede llamar al supremo pontificado a
un hijo de la lejana Argentina. Esto
es bello y desvela una característica
inconfundible de la Iglesia católica.
Pero hay otro aspecto que no hay
que olvidar. Fue elegido, como sucesor del apóstol Pedro, un pastor que
ha vivido respirando a diario los sufrimientos y las esperanzas de quien
vive en las periferias del mundo, geográficas y existenciales; un hombre
orientado a la sobriedad, a lo esencial, que nos ayudará a quitar el polvo mundano para encontrar el encantador perfume de Belén.
¿Esto suscita el afecto de la gente por
el Papa Francisco?
Indudablemente entre el Papa
Francisco y la gente se ha instaurado
inmediatamente una corriente de
simpatía, que no es simplemente
emotiva, sino que es un reconocimiento recíproco de pertenencia. La
gente se reconoce en la sencillez del
Papa y el Papa se reconoce en la alegría de ser siervo de la gente para
comunicar la belleza y la
riqueza del Evangelio.
Y, en un mundo vacío
de valores, la transparencia del pastor es fundamental para acreditar
su testimonio ante quienes se le acercan.
¿Qué significado asumen
los primeros momentos del
pontificado?
Ante todo la verdad
central del cristianismo:
Dios es amor, Dios es
En la audiencia general del miércoles 17 de abril
misericordia, Dios está siempre dispuesto a acogernos en el abrazo del
perdón para restituirnos la dignidad
de hijos de Dios. Por Pascua en todas las Iglesias del mundo se ha notado un extraordinario movimiento
de gente hacia la confesión. Ha sido
el fruto del primer mensaje del Papa, quien, con mucha sencillez, dijo:
«Dios nunca se cansa de perdonarnos. Somos nosotros los que, lamentablemente, nos cansamos de pedir
perdón. Volvamos a Dios: nos espera, te espera para perdonarte». Y estas palabras se acompañaron de gestos que han penetrado en el corazón
de todos como una luz improvisa
que ilumina la noche.
¿A cuáles se refiere en particular?
Por ejemplo, el abrazo al joven
discapacitado que lentamente consiguió llevar su brazo al cuello del Papa para estrecharle igual que un hijo
hace con su padre. Una escena inolvidable sellada con el beso del Papa
en el rostro feliz del joven. O también el lavatorio de los pies a los doce jóvenes heridos en el alma, recluidos en la cárcel de Casal del Marmo. El Papa se transformó para ellos
en el mensaje mismo que había ido
a llevarles: la puerta de la esperanza
está abierta a todos; se puede reconstruir una vida, se puede invertir
la marcha de la propia existencia
abriendo el corazón al amor de
Dios. Paul Ricoeur, un genial pensador contemporáneo, hizo esta aguda
observación: «Hoy la inquietud de
mucha gente depende del hecho de
que, por la tarde, se va a dormir sin
saber por qué se levantó por la mañana. Hoy está difundido un pavoroso vacío espiritual». Creo que el
Papa nos está dando señales claras
para salir del vacío de nuestra existencia y volver a encontrar el sentido
bello y fascinante de la vida.
L’OSSERVATORE ROMANO
página 12
viernes 19 de abril de 2013, número 16
En la audiencia del 17 de abril el Santo Padre habla del Salvador, defensor del hombre
Nuestro abogado Jesús
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En el Credo encontramos
afirmado que Jesús «subió al
cielo y está sentado a la derecha del Padre». La vida terrena de Jesús culmina con el
acontecimiento de la Ascensión, es decir, cuando Él pasa
de este mundo al Padre y es
elevado a su derecha. ¿Cuál
es el significado de este acontecimiento? ¿Cuáles son las
consecuencias para nuestra vida? ¿Qué significa contemplar a Jesús sentado a la derecha del Padre? En esto, dejémonos guiar por el evangelista Lucas.
Partamos del momento en
el que Jesús decide emprender su última peregrinación a
Jerusalén. San Lucas señala:
«Cuando se completaron los
días en que iba a ser llevado al cielo,
Jesús tomó la decisión de caminar a
Jerusalén» (Lc 9, 51). Mientras «sube» a la Ciudad santa, donde tendrá
lugar su «éxodo» de esta vida, Jesús
ve ya la meta, el Cielo, pero sabe
bien que el camino que le vuelve a
llevar a la gloria del Padre pasa por
la Cruz, a través de la obediencia al
designio divino de amor por la humanidad. El Catecismo de la Iglesia
católica afirma que «la elevación en
la Cruz significa y anuncia la elevación en la Ascensión al cielo» (n.
662). También nosotros debemos tener claro, en nuestra vida cristiana,
que entrar en la gloria de Dios exige
la fidelidad cotidiana a su voluntad,
también cuando requiere sacrificio,
requiere a veces cambiar nuestros
programas. La Ascensión de Jesús
tiene lugar concretamente en el
Monte de los Olivos, cerca del lugar
donde se había retirado en oración
antes de la Pasión para permanecer
en profunda unión con el Padre: una
vez más vemos que la oración nos
dona la gracia de vivir fieles al proyecto de Dios.
Al final de su Evangelio, san Lucas narra el acontecimiento de la Ascensión de modo muy sintético. Jesús llevó a los discípulos «hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo. Ellos se postraron
ante Él y se volvieron a Jerusalén
con gran alegría; y estaban siempre
en el templo bendiciendo a Dios»
(24, 50-53). Así dice san Lucas. Quisiera destacar dos elementos del relato. Ante todo, durante la Ascensión
Jesús realiza el gesto sacerdotal de la
bendición y con seguridad los discípulos expresan su fe con la postración, se arrodillan inclinando la cabeza. Este es un primer punto importante: Jesús es el único y eterno
Sacerdote que, con su Pasión, atravesó la muerte y el sepulcro y resucitó y ascendió al Cielo; está junto a
Dios Padre, donde intercede para
siempre en nuestro favor (cf. Hb 9,
El eco del atentado de Boston
«Una tragedia
insensata, una
violencia atroz». El
obispo auxiliar de
Boston, Peter John
Uglietto, estuvo
presente en la
audiencia general. Y
con esos términos
demostró a nuestro
periódico su dolor
«por un atentado
gravísimo que ha
golpeado» su ciudad
y a todos los hombres
que la habían elegido
por un día «capital de
la fraternidad» según
el auténtico espíritu
del maratón. Al Papa
—añade— «le he pedido que siga orando por las víctimas —con un
pensamiento especial por el pequeño Martin Richard, que sólo tenía
ocho años—, por los heridos, por todas las familias afectadas». Y «le he
asegurado que, como comunidad cristiana, haremos lo posible para estar
junto a quien sufre, procurando que crezca la comunión y el sentido de
unidad entre todos los hombres de buena voluntad».
Padre, los sostiene, los guía e
intercede por ellos.
San Lucas narra el hecho
de la Ascensión también al
inicio de los Hechos de los
Apóstoles, para poner de relieve que este acontecimiento es
como el eslabón que engancha y une la vida terrena de
Jesús a la vida de la Iglesia.
Aquí san Lucas hace referencia también a la nube que
aparta a Jesús de la vista de
los discípulos, quienes siguen
contemplando al Cristo que asciende
hacia Dios (cf. Hch 1, 9-10). Intervienen entonces dos hombres vestidos
de blanco que les invitan a no permanecer inmóviles mirando al cielo,
sino a nutrir su vida y su testimonio
con la certeza de que Jesús volverá
del mismo modo que le han visto
subir al cielo (cf. Hch 1, 10-11). Es
precisamente la invitación a partir de
24). Como afirma san Juan en su
Primera Carta, Él es nuestro abogado: ¡qué bello es oír esto! Cuando
uno es llamado por el juez o tiene
un proceso, lo primero que hace es
buscar a un abogado para que le defienda. Nosotros tenemos uno, que
nos defiende siempre, nos defiende
de las asechanzas del diablo, nos defiende de nosotros mismos, de nuestros pecados. Queridísimos hermanos
y hermanas, contaPalabras al final de la audiencia
mos con este abogado: no tengamos
miedo de ir a Él a
pedir perdón, bendición,
misericordia. Él nos perdona
siempre, es nuestro
He tenido conocimiento con tristeza del violento
abogado: nos deseísmo que ha golpeado a las poblaciones de Irán y
fiende siempre. No
de Pakistán, acarreando muerte, sufrimiento, desolvidéis esto. La
trucción. Elevo una oración a Dios por las víctimas
Ascensión de Jesús
y por cuantos atraviesan dolor, y deseo manifestar al
al Cielo nos hace
pueblo iraní y al pakistaní mi cercanía.
conocer esta realidad tan consoladora para nuestro camino: en Cristo, verdadero Dios y la contemplación del señorío de
verdadero hombre, nuestra humani- Cristo, para obtener de Él la fuerza
dad ha sido llevada junto a Dios; Él para llevar y testimoniar el Evangenos abrió el camino; Él es como un lio en la vida de cada día: contemjefe de cordada cuando se escala una plar y actuar ora et labora —enseña
montaña, que ha llegado a la cima y san Benito—; ambas son necesarias
nos atrae hacia sí conduciéndonos a en nuestra vida cristiana.
Dios. Si confiamos a Él nuestra viQueridos hermanos y hermanas,
da, si nos dejamos guiar por Él, esla Ascensión no indica la ausencia
tamos ciertos de hallarnos en manos
seguras, en manos de nuestro salva- de Jesús, sino que nos dice que Él
vive en medio de nosotros de un
dor, de nuestro abogado.
modo nuevo; ya no está en un sitio
Un segundo elemento: san Lucas preciso del mundo como lo estaba
refiere que los Apóstoles, después de antes de la Ascensión; ahora está en
haber visto a Jesús subir al cielo, re- el señorío de Dios, presente en todo
gresaron a Jerusalén «con gran aleespacio y tiempo, cerca de cada uno
gría». Esto nos parece un poco exde nosotros. En nuestra vida nunca
traño. Generalmente cuando nos separamos de nuestros familiares, de estamos solos: contamos con este
nuestros amigos, por un viaje defini- abogado que nos espera, que nos
tivo y sobre todo con motivo de la defiende. Nunca estamos solos: el
muerte, hay en nosotros una tristeza Señor crucificado y resucitado nos
natural, porque no veremos más su guía; con nosotros se encuentran nurostro, no escucharemos más su voz, merosos hermanos y hermanas que,
ya no podremos gozar de su afecto, en el silencio y en el escondimiento,
de su presencia. En cambio el evan- en su vida de familia y de trabajo,
gelista subraya la profunda alegría en sus problemas y dificultades, en
de los Apóstoles. ¿Cómo es esto? sus alegrías y esperanzas, viven cotiPrecisamente porque, con la mirada dianamente la fe y llevan al mundo,
de la fe, ellos comprenden que, si junto a nosotros, el señorío del amor
bien sustraído a su mirada, Jesús de Dios, en Cristo Jesús resucitado,
permanece para siempre con ellos, que subió al Cielo, abogado para
no los abandona y, en la gloria del nosotros. Gracias.
Junto a las víctimas
en Irán y Pakistán