Download NUTRICIÓN Y CANCER
Document related concepts
Transcript
NUTRICIÓN Y CANCER. INTRODUCCION. Los progresos en el campo del tratamiento específico del cáncer son indudables, pero en los últimos años se le está prestando una atención cada vez mayor a los tratamientos de soporte y dentro de ellos a la valoración y control del estado nutricional de estos pacientes en sus diferentes fases evolutivas, lo que en conjunto está influyendo en un mejor manejo de esta patología. Los pacientes con cáncer pueden desarrollar deficiencias vitamínicas y de oligoelementos, pero la forma mas frecuente es la desnutrición proteico-calórica que se manifiesta como perdida de masa celular corporal. Es evidente que esta perdida de peso está relacionada con la presencia del tumor ya que su eliminación por los diferentes medios terapéuticos, supone de forma prácticamente invariable el retorno a una alimentación normal y a una recuperación del peso corporal normal. La no recuperación tras la supuesta eliminación del tumor, hace sospechar la presencia de metástasis o recidiva. Las causas que conducen a la malnutrición en el paciente con cáncer son diversas, por acción directa del propio tumor interfiriendo el proceso digestivo o de forma indirecta por mediación de diversas citoquinas que actúan a nivel de receptores periféricos o sobre el hipotálamo, que alteran el apetito e inducen perdida de peso en los pacientes. Junto a esto, los diferentes tratamientos oncológicos (cirugía, quimioterapia, radioterapia) pueden también causar alteraciones nutricionales e incluso agravar la situación. La incidencia de malnutrición oscila entre un 15 a un 40% en el momento del diagnostico, incidencia que aumenta hasta un 80% en los pacientes con enfermedad avanzada, existiendo diferencias según el tipo de neoplasia. Los linfomas, cáncer de mama y sarcomas presentan malnutrición con menor frecuencia. Sin embargo el cáncer gástrico, cáncer de páncreas y cáncer de pulmón la presentan con mayor frecuencia, teniendo relación con la supervivencia. La desnutrición se asocia a más complicaciones postoperatorias y tiene efectos adversos sobre la función inmunológica y a una peor tolerancia a los tratamientos oncológicos. (Tabla 1). Tabla 1. Frecuencia de la pérdida de peso según tipo de cáncer Tumor Pérdida de peso en los seis meses previos N° enf. 1-5% 5-10% >10% Total Ca. Gástrico Ca. Páncreas* Ca. Pulmón no micr. Ca. Pulmón microc. Ca. Próstata Ca. Colon LNH de alto grado Sarcomas L. Ag. no linfoblástica Ca. Mama LNH bajo grado 317 111 590 436 78 307 311 189 129 289 290 21% 29% 25% 23% 28% 26% 20% 21% 27% 22% 14% *Datos referidos a los 2 últimos meses. 31% 28% 21% 20% 18% 14% 13% 11% 8% 8% 8% 33% 26% 15% 14% 10% 14% 15% 7% 4% 6% 10% 85% 83% 61% 57% 56% 54% 48% 39% 39% 36% 10% LNH: linfoma no Hodgkin L: leucemia Hay tumores como los de cabeza y cuello, esófago, estómago, páncreas etc., que pueden interferir la deglución o fases de la digestión, lo que se une frecuentemente a la perdida de apetito o anorexia que condiciona una menor ingestión voluntaria de alimentos. Está perdida de apetito está presente en el 15-25% de los pacientes en el momento del diagnóstico, pero en la evolución de la enfermedad la mayoría de los pacientes lo experimentan, incluyendo alteraciones del gusto, del olfato y la falta de atracción por la mayoría de alimentos, lo que conduce a la situación de caquexia. Este estudio NUPAC iniciado en octubre 2001 y concluido en junio 2002, realizó una evaluación epidemiológica del estado nutricional en pacientes con cáncer localmente avanzado o metastásicos en 781 casos. La neoplasia con mayor perdida de peso era el cáncer de esófago (57.7%), siendo la causa mas frecuente de la perdida de peso la falta de apetito (Tabla 2). Tabla 2. Causas mas frecuentes de malnutrición No tengo problemas con la alimentación Falta de apetito; no tenia ganas de comer Nauseas Vómitos Estreñimiento Diarrea Llagas en la boca Sequedad de boca Los alimentos me saben raros o no me saben a nada Problemas al tragar Los olores me desagradan Me siento lleno/a enseguida Dolor Otros factores Frecuencia 261 330 140 75 150 52 70 158 169 127 70 168 174 75 Porcentaje 33,42 42,25 17,93 9,60 19,21 6,66 8,96 20,23 21,64 16,26 8,96 21,51 22,28 9,60 La terapia nutricional puede ayudar a los pacientes con cáncer a obtener los nutrientes que necesitan a fin de mantener el peso corporal. Las pautas para el consumo de alimentos en estos pacientes pueden ser diferentes a las sugerencias usuales para el consumo en sujetos normales. Las recomendaciones sobre nutrición para los pacientes con cáncer están diseñadas a fin de ayudarlos a tolerar los efectos del cáncer y su tratamiento. Algunos tratamientos del cáncer son más eficaces si el paciente está bien alimentado y consume las calorías y las proteínas necesarias para su equilibrio ponderal. El mejor método para controlar la eficacia de la dieta en el tratamiento del paciente, es el control del peso, siempre que este no presente edemas o un crecimiento excesivo tumoral. Cuando un paciente desnutrido no gana peso o continúa perdiéndolo por ingesta oral insuficiente, podría ser necesario recurrir a la alimentación artificial por sonda nasogastrica u otro método de acceso al tubo digestivo según los casos. VALORACION DEL ESTADO NUTRICIONAL. 1.- La valoración nutricional puede hacerse de forma simple y se conoce con el nombre de Valoración Global Subjetiva (VGS). La VGS debe hacerse en todos los pacientes y considera datos anamnesis y del examen físico, principalmente para detectar si están desnutridos o en riesgo de desnutrición. En la anamnesis hay que consignar los siguientes 5 puntos: 1) Baja de peso: es significativa si es mayor al 5% del peso habitual en los últimos 3 meses, especialmente si el peso no se ha estabilizado o recuperado en las semanas recientes 2) Síntomas digestivos: preguntar por náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea, ya que si están presentes, seguramente hay una menor ingesta alimentaria. 3) Alimentación reciente: Evaluar si el paciente está ingiriendo alimentos variados (Lácteos, carnes, huevos, cereales, frutas y verduras) o los ha limitado por anorexia u otras razones. 4) Enfermedad de base: en este caso la presencia de un determinado tipo de neoplasia. 5) Estado general: Si el paciente está activo o ha limitado su actividad física o está postrado en cama. En el examen físico se debe consignar: 1) Peso e Índice de Masa Corporal (IMC): El peso y mejor el IMC es un indicador global del estado nutricional, simple y de gran valor. El IMC de determina con el peso actual en Kg., dividido por la estatura en metros al cuadrado: IMC = Peso (Kg) / Talla (m2). Se considera: Desnutrido < 18,5. Normal 18,5 - 24,9 Sobrepeso 25 – 29,9 Obeso ≥ 30 Un indicador útil es el porcentaje (%) de pérdida de peso en relación al peso habitual. Es decir, el riesgo de complicaciones nutricionales aumenta con la cuantía de la pérdida y la velocidad de instauración de la misma. Se considera que existe desnutrición severa si el % de pérdida de peso es: 1 semana, 2,0% , 1 mes 5,0% , 3 meses 7,5%, y 6 meses 10,0%. 2) Masas musculares: Por inspección y evaluando el tono muscular en el deltoides y cuádriceps femoral 3) Tejido adiposo subcutáneo: en el pliegue tricipital 4) Edema y ascitis: debe buscarse pues su presencia puede dificultar la interpretación del IMC 5) Signos carenciales de micronutrientes: en la piel y mucosas que pueden sugerir deficiencias de vitaminas o minerales Con estos elementos, se puede hacer un diagnóstico nutricional, según la VGS: Categoria A: El paciente tiene un adecuado estado nutricional. Categoria B: Sospecha de malnutrición o malnutrición moderada. Categoría C: Paciente que presenta malnutrición severa. Una variable es la VGS-GP (Valoración Global Subjetiva Generada por el Paciente), donde se involucra al paciente en la evaluación, cumplimentando una primera parte de un cuestionario que está referida a la historia clínica, mientras que el medico rellena el resto, parte que hace referencia a los signos físicos (Fig. 1 y 2). Esto supone una diferencia importante con la VGS donde solo el medico es el encargado de completar todo el cuestionario. La utilización sistemática de la VGS-GP permite identificar a los pacientes con malnutrición y valorar los resultados de las intervenciones aplicadas en los mismos. La VGS-GP utiliza una escala para cuantificar el grado de impacto sobre el estado nutricional o el riesgo de malnutrición, con lo que se logra una mejor clasificación de los pacientes y consiguiendo discriminar mas los distintos grados de afectación del estado nutricional. Los puntos de esta escala se otorgan en función del impacto sobre el estado nutricional: 1) 0 puntos: Repercusión minima sobre el estado nutricional o riesgo de déficit. 2) 1 punto: Leve impacto sobre el estado nutricional. 3) 2 puntos: Moderado impacto. 4) 3 puntos: Severo impacto. 5) 4 puntos: Compromete la vida. Esta escala de puntuaciones no reemplaza a las tres categorías A, B y C señaladas en la VGS que nos da una idea del estado nutricional del paciente. La escala señala una valoración de puntuación que orienta para instaurar necesariamente un tratamiento nutricional. Figura 1. Figura 2 La cumplimentación por parte del paciente y del médico de las hojas de VGS-GP da lugar a un agrupamiento de paciente para la aplicación de la intervención nutricional. Va desde una educación nutricional hasta un tratamiento nutricional intensivo incluido la nutrición enteral y/o parenteral. -Grupos de puntuación total de 0-1: No requiere intervención nutricional pero paciente debe ser evaluado periódicamente a lo largo del tratamiento. -Grupo de puntuación de 2-3: Requiere una educación nutricional tanto el paciente como el entorno familiar e indicaciones terapéuticas para el control de síntomas y/o alteraciones analíticas. -Grupo de puntuación de 4-8: Requiere una intervención nutricional especializada. -Grupo de puntuación igual a 9: Requiere tratamiento nutricional agresivo y tratamiento de los síntomas. Puede ser necesaria la utilización de nutrición enteral o parenteral dependiendo de la integridad o no del tubo digestivo y de la gravedad de la malnutrición. Las VGS y VDS-GP están estrechamente relacionadas. Los pacientes con mayor puntuación corresponderían a la categoría C con un mayor grado de malnutrición de ahí la importancia de estas valoraciones en el paciente con cáncer. Es lo recomendado. 2.- Otra forma de la valoración más compleja del estado nutricional es la denominada Evaluación Nutricional Objetiva que incluye valoraciones antropométricas, bioquímicas y otros exámenes. Está indicada en pacientes desnutridos en los que se harán indicaciones nutricionales precisas. Antropometría: 1) Peso, talla e IMC, es un indicador global del estado nutricional, ya descrito. 2) Pliegues cutáneos a nivel bicipital, tricipital, subescapular y suprailíaco mediante un “caliper” graduado. Son indicadores de masa grasa. Usando la sumatoria de esos 4 pliegues, sexo y edad se puede estimar la masa grasa usando tablas y valores estándar 3) Perímetro muscular braquial (PMB), usando el perímetro del brazo (PB) y el pliegue tricipital (PT) se calcula este indicador de la masa muscular PMB = PB en cm – (π x PT en cm) 4) Dinamometría, con un dinamómetro se mide la fuerza muscular del brazo. 5) Perímetro de cintura: con una cinta en el punto medio entre el reborde costal y la cresta ilíaca. Es un indicador de grasa intrabdominal. Los valores normales son menos de 88 cm en la mujer y 102 cm en el hombre Laboratorio: Las determinaciones de las concentraciones plasmáticas de albúmina, prealbumina, transferrina y proteína ligada al retinol son reflejo del estado del compartimento proteico visceral 1) Albuminemia: es un indicador de las proteínas viscerales siendo el valor normal ≥ 3,5 g/dl. Su vida media es de 3 semanas y es muy buen predictor de sobreviva en los pacientes 2) Prealbúmina: proteína transportadora de hormonas tiroídeas y del retinol. Se denomina así porque migra antes de la albúmina en la electroforesis. También es indicador de proteínas viscerales, con una vida media de 3 días. Valor normal ≥ 20 mg/dl. 3) La transferrina es una proteína de vida media más corta que la albúmina (8 días) por lo que es más sensible a la hora de indicar cambios recientes en el estado nutricional si bien su cuantía varía con la depleción o el exceso e hierro 4) Recuento de linfocitos y las pruebas de sensibilidad cutánea tienen relativo valor en la valoración del estado nutricional. 5) Excreción de creatinina. Debido a sus dificultades técnica no suele hacerse de rutina y su valor pronóstico no está claramente demostrado. 6) Balance nitrogenado. No en uso en la practica diaria. RECOMENDACIONES DIETETICAS SEGÚN SITUACION DEL PACIENTE CON CANCER. 1) La perdida de apetito o anorexia es un signo frecuente en el paciente con cáncer sobre todo en las etapas avanzadas de la enfermedad, en general ocasionado por el propio tumor a través de diversos mecanismos humorales no bien conocidos que actúan sobre el sistema neuroendocrino. En ocasiones es como consecuencia del propio tratamiento del tumor (cirugía, radioterapia, quimioterapia, bioterapia etc.). Para estimular la alimentación oral se recomienda mejorar la preparación culinaria, presentación de los platos, variando con frecuencia los tipos de alimentos y su forma de preparación. Es importante variar las textura de los alimentos para facilitar la ingesta en pacientes debilitados, el ambiente de la habitación, evitándose los lugares con olor a comidas. Se recomienda aumentar el numero de comidas en pequeñas tomas, preferentemente por la mañana con alimentos con alto poder energético (pastas, arroz, pescado, carne, quesos, leche, yogur enteros, helados, productos de repostería, suplementos hipercalóricos, etc.), especialmente por la sensación de saciedad precoz que sienten los pacientes. Cuando el paciente sufre una intensa anorexia que le impide comer prácticamente cualquier alimento y pierde peso a pesar de todas las variaciones dietéticas e incluso tras el uso de estimulantes del apetito como el acetato de megestrol, habrá que recurrir a la alimentación artificial preferentemente enteral. 2) La ageusia, hipoageusia y disgeusia se refiere cuando el paciente presenta alteraciones del gusto y del olfato, condicionándole perdida de apetito y aversión a determinadas comidas. Los cambios de sabor de las comidas (disgeusia) se observa con cierta frecuencia en los tratamientos con quimioterapia requiriéndose a veces comidas frías, uso de derivados lácteos, cambios a alimentos no habituales, suplementos con sabor a frutas etc. Deberán evitar carnes rojas, chocolate, café, te, alimentos con sabores y olores muy intensos etc. En los pacientes con pérdida del gusto (ageusia o hipoageusia) se recomienda comidas muy sazonadas y especiadas, evitando dietas sin sal y poco condimentadas. 3) Las nauseas y vómitos pueden presentarse con cierta frecuencia en los tratamientos con quimioterapia a pesar de profilaxis que se realiza. Se recomienda la utilización de alimentos fríos, frecuentes y de pequeño volumen. Deben evitarse productos lácteos, sopas espesas y fritos. En caso de vómitos frecuentes es adecuado mantener el aporte de líquidos pudiéndose recurrir a zumos dulces, caldos ligeros de carne, pescado etc., en pequeñas cantidades cada vez e ir incrementando la cantidad según tolerancia. Se recomienda que el paciente permanezca sentado durante una o dos horas tras la comida. 4) La diarrea es una complicación que se presenta a veces en los tratamientos con quimioterapia, habitualmente en episodios autolimitados de pocos días pero que requieren tratamiento específico. Se recomienda la ingestión de líquidos abundantes. La restricción de alimentos sólidos suele disminuir el número y volumen de las deposiciones y deben evitarse los alimentos con fibras insolubles (legumbres enteras, cereales o pan integral, frutas con piel etc.). Se recomiendas la dieta astringente con arroz, puré de patatas y zanahoria, papilla de arroz y manzana, huevo cocido o en tortilla, pescado hervido, pollo cocido, jamón de York, yogur natural con lactobacilos, y manzana pelada y rallada. 5) El estreñimiento puedes ser debido a dietas pobre en residuos, inactividad o a los tratamientos antieméticos y analgésicos. Se recomienda dieta con abundantes líquidos y fibras insolubles, para lo cual puede utilizar frutas con piel, cereales integrales, verduras y legumbres. 6) La mucositis es una complicación frecuente en los tratamientos con quimioterapia y en la radioterapia de los tumores de cabeza y cuello y su severidad puede variar desde un ligero eritema a lesiones eritematosas, edematosas, ulceradas que impiden por completo la alimentación oral. Independiente de las medidas terapéuticas de esta toxicidad, en la dieta debe evitarse la irritación que supone alimentos ácidos, amargos, picantes, muy salados o muy dulces. Evitarse también la irritación mecánica utilizando alimentos de naturaleza cremosa o muy triturados y pasados por un tamiz. Pueden agregarse preparados proteicos comerciales y hacer varias comidas al día de pequeñas cantidades. Habrá pacientes que solo toleraran alimentos líquidos siendo necesario recurrir con frecuencia a preparados comerciales para asegurar el aporte adecuado de nutrientes por vía oral. Un paso mas seria el uso de alimentación artificial, si bien la sonda nasogastrica puede provocar muchas molestias por lo que podría recurrirse a la gastrostomía si se prevé una larga duración de esta mucositis. 7) La xerostomía secundaria a la radioterapia, asociada o no a mucositis, ageusia y alteraciones dentales, da lugar a una evidente interferencia para realizar una dieta normal. Independiente del uso de saliva artificial, pilocarpina, complejos vitamínicos, limpieza de la boca etc., los alimentos recomendados serán de consistencia blanda y jugosa, lácteos, caldos, sopas, guisos de pescado o carne, zumos naturales de frutas, frutas en almíbar, helados, yogur, sorbetes etc. Deberán evitarse los alimentos irritantes como alimentos secos, pan, galletas, pescado o carne a la plancha, comidas muy calientes, bebidas alcohólicas etc. MALNUTRICION Y CALIDAD DE VIDA. El objetivo del tratamiento nutricional en el paciente con cáncer va a variar dependiendo de si está en fase curativa o en fase paliativa. Los objetivos en la fase curativa son: Evitar la desnutrición y las complicaciones que de la misma se puedan derivar. Mejorar la tolerancia y respuesta a los tratamientos antineoplásicos, y mejorar la calidad de vida del paciente. En los pacientes en fase paliativa, la intervención nutricional contribuirá, junto con otras medidas paliativas, a disminuir la morbilidad y mantener una mejor calidad de vida; aunque estos efectos son difíciles de valorar en pacientes con cáncer avanzado. Debe tenerse en cuenta que, según la estadificación de la enfermedad, la calidad de vida puede ir más relacionada con los síntomas derivados de la propia enfermedad que no con el estado nutricional. Debe destacarse que la desnutrición disminuye la calidad de vida, esencialmente a través de su influencia sobre la fuerza muscular y la sensación de debilidad por perdida de masa muscular unido a la astenia frecuente en estos pacientes y al componente psíquico con la aparición de signos depresivos. De hecho, el tono vital y la sensación de debilidad comienzan a mejorar rápidamente al poco tiempo de iniciar un aporte nutricional adecuado. Numerosos trabajos han analizado que la intervención precoz e intensiva nutricional como terapia complementaria, proporciona beneficios en relación a la calidad de vida, incluso la estabilización del peso, siendo la situación nutricional un factor pronóstico no solo de la calidad de vida sino también incluso de la supervivencia. El resto de este formulario será completado por su médico. Gracias. 1. Enfermedad y su relación con los requerimientos nutricionales (ver Tabla 2 al dorso) Diagnóstico principal (especificar) __________________________________________________________________ Estadío de la enfermedad (indicar el estadío si se conoce ó el más próximo a él): I II III IV Otro: ______________ CONSIDERACIONES FINALES. Edad ___________ La complejidad de la terapéutica oncológica de las últimas décadas hace imprescindible la colaboración con Servicios centro Numérica hospitalario 2. Demanda Metabólica (verlos Tabla 3 al dorso)de Dietética del Puntuación Tablacorrespondiente. 2 = B Numerosos pacientes se beneficiaran de esta colaboración y sus orientaciones serán un sin estrés metabólico estrés metabólico leve Puntuación Numérica Tabla 3 = C apoyo incuestionable para las familias de los pacientes. estrés metabólico moderado estrés metabólico elevado Los tratamientos oncológicos específicos y Puntuación las intervenciones nutricionales son Numérica Tabla 4 = D complementarios (ver al ser malnutrición un indicador pronóstico de mala respuesta al 7. Evaluación física Tablala4 al dorso) tratamiento y posiblemente de la disminución de la supervivencia. Por ello adecuadas intervenciones mejoran no solo laNumérica calidad Total: de vida, sino también la Evaluación Global (VGS A, B ó C) nutricionales (ver Tabla 5 al dorso) Puntuación A+B+C+D y por ello abajo) un posible incremento de la Bien nutrido tolerancia a los tratamientos específicos (ver recomendaciones Moderadamente ó sospechosamente mal nutrido supervivencia. Severamente mal nutrido La malnutrición lleva a una mala tolerancia a la quimioterapia, aumentando la toxicidad de la misma y disminución de sus efectos. La disminución de las proteínas circulantes Firma: da lugar a alteraciones de la farmacocinética de estos fármacos e incluso a un aumento ______________________________________________ __________ _____________________ de Fecha: las toxicidades. La malnutrición interfiere igualmente en la respuesta inmunitaria con un déficit de producción de ciertas citoquinas y una menor reactividad de la inmunidad celular. RecomendacionesPor Nutricionales: La valoración cuantitativa del nutricionales estado nutricional del paciente sirve para definir en se recomienda todo ello las intervenciones especializadas dentro dequelacasos asistencia intervención nutricional incluyendo: educación nutricional del paciente y familiares, manejo de síntomas, intervención farmacológica, e oncológica más intervención que justificadas, con unelapropiado objetivo dedemejorar la paciente. eficacia intervención nutricional apropiada. están Una apropiada nutricional requiere manejo los síntomas del terapéutica y proporcionar una mejor calidad de vida. Los oncólogos deberán recurrir 0-1 No requiere intervención nutricional en este momento. Volver a valorar durante el tratamiento. 2-3 Paciente y familiares requieren educación nutricional por parte de especialista en nutrición ú otro clínico, con intervención más habitualmente al especialista en dietética, dentro de la estrategia terapéutica global farmacológica según los síntomas (recuadro 3) y la analítica del paciente. del cáncer. 4-8 Requiere intervención de un especialista en nutrición junto con su médico/oncólogo según los síntomas indicados en el recuadro 3 9 Indica una necesidad crítica de mejorar el manejo de los síntomas del paciente e intervención nutricional FD Ottery, 2000.