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UNIDAD II
2. EL UNIVERSO
2.1 Concepto general
El Universo es todo lo que existe: el espacio, las galaxias, las estrellas, el sistema
solar, la Tierra y todas las cosas en ella y dentro de ella, inclusive nosotros
mismos.
El estudio de los meteoritos y el análisis de espectrometría de las estrellas y las
galaxias, revelan un hecho asombroso: los elementos químicos son los mismos en
todo el universo. Hasta donde se ha podido saber, aun las galaxias más lejanas
están formadas por los mismos elementos como calcio, hidrógeno y nitrógeno,
elementos que se encuentran en la Tierra.
De la investigación del Universo, se han originado diferentes ciencias:
Astronomía. Ciencia que estudia los movimientos, tamaño, constitución y otros
aspectos de los astros.
Astrofísica. Estudia la naturaleza física y química de los astros.
Radioastronomía. Estudia las ondas de radio que nos llegan de los astros.
Con la ayuda de estas ciencias se ha logrado descubrir en la bóveda celeste cierta
noción de orden y de leyes, que nos han permitido conocer el lugar que ocupan la
Tierra, el Sol, el sistema solar, las estrellas, las nebulosas y las galaxias.
2.2 Origen
¿Qué posibilidades hay para averiguar cómo empezó el Universo?, hay dos
posibilidades: o bien el Universo siempre existió y no tuvo principio ni tendrá fin, o
bien todo el Universo tuvo su comienzo en algún momento del pasado y está
evolucionando lo mismo que las estrellas y las galaxias.
Las estrellas y las galaxias no pueden durar para siempre. Las estrellas están
“gastando” su combustible de hidrógeno y algún día tendrán que terminar como
desecho cósmico. Lo mismo puede decirse de las galaxias. Algún día tiene que
acabarse su capacidad de formar nuevas estrellas de “polvo” y gas. Más ¿Puede
el Universo rejuvenecer y comenzar de nuevo?
Del estudio de la distribución de las galaxias en el espacio, utilizando el efecto
Doppler, según el cual un objeto que se aleja, produce un ligero corrimiento hacia
el rojo de las rayas de su espectro, porque las ondas luminosas que llegan al
observador se hallan mas espaciadas que si el objeto estuviera fijo, lo cual
aumenta aparentemente la longitud de onda.
Con excepción de algunos sistemas muy próximos pertenecientes al llamado
Grupo Local, todas las galaxias muestran corrimiento al rojo en su espectro,
indicio que se alejan de nosotros. Esto indica que todo el Universo se está
expandiendo y surgen las siguientes teorías:
Teoría Oscilante (Pulsante). Sugiere que el Universo se dilata y se contrae
forma similar a nuestro pulso; es decir que después de un proceso
expansión, viene uno de contracción. En este caso el Universo sería
Universo oscilante contrayéndose y expandiéndose nuevamente como
gigantesco pulmón o globo.
en
de
un
un
Teoría del estado fijo. Menciona que a medida que las galaxias se alejan unas
de otras, se forman misteriosamente en el espacio nuevas cantidades de
hidrógeno. Con el tiempo se producen nuevas galaxias jóvenes que
reemplazan a las que están desapareciendo y “muriendo” en la distancia. Esto
podría llamarse el Universo perpetuo.
Teoría Evolucionista o del gran Estallido. Afirma que cuando comenzó el
Universo no existían galaxias, ni estrellas, ni siquiera gran cantidad de materia.
Había sólo acumulación de energía que estalló y se “enfrío” hasta formar
materia.
Oscilante
Estado fijo
Big Bang
2.3 El sistema solar
La Tierra es un planeta. Es uno de los planetas que gira alrededor del sol. Al
conjunto formado por el sol, nueve planetas, 60 lunas (satélites), millares de
asteroides y numerosos cometas, se le denomina Sistema Solar.
La mayoría de las teorías acerca del origen de los planetas consideran que éstos
están formados con material procedente del sol, o que por condensación de una
primitiva nube de polvo y gas, existente en nuestra galaxia y de la cual se
formaron el sol y los planetas. Sin embargo, la composición del sol es muy distinta
a la de los planetas interiores: está formado principalmente por los primeros
elementos de la tabla periódica, el hidrógeno y el helio; sólo son elementos más
pesados (es decir, de mayor peso atómico), el 1% de sus átomos. En los planetas
interiores no hay prácticamente nada de hidrógeno y helio, el 99.9% de los átomos
son de elementos más pesados que el helio. Otras de las interrogantes que se
deben explicar en las teorías acerca del origen del sistema solar son:
1. El sistema solar se encuentra aislado de otros objetos celestes y se compone
principalmente de espacio vacío.
2. Los planetas giran sobre sí mismos y alrededor del sol en una misma dirección
y sus órbitas están casi en el mismo plano.
3. Los planetas se dividen en dos grupos según masa y composición.
4. La mayoría de los cometas que vemos tienen órbitas alargadas y vida corta.
5. El sistema solar tiene aproximadamente 5 000 millones de años.
Se pueden distinguir dos tipos de teorías acerca del origen del sistema solar:
La teoría natural o evolutiva. Según la cual los sistemas planetarios se
consideran como parte de la historia evolutiva de algunas estrellas. Así se le
puede clasificar a la teoría nebular de Immanuel Kant y Pierre Laplace, de que
el sistema solar pudo haberse condensado de un disco giratorio de gas
expulsado por el sol.
La teoría catastrófica, en la que se supone que los sistemas planetarios se han
formado por accidente, en circunstancias muy especiales o catastróficas, tales
como el acercamiento o la colisión de estrellas. A este tipo corresponde la
teoría de Chamberlin y Moulton, que menciona que al acercarse una estrella
intrusa, ocasionó fuertes perturbaciones en la superficie solar, desprendiendo
materia que al condensarse formaron los planetas.
A partir de 1943 los astrónomos, han considerado nuevamente la idea de que el
sol y los planetas se originaron de una gran masa fría de gas y polvo: una
nebulosa.
Las observaciones con grandes telescopios han revelado la existencia de grandes
nubes de gas (verdaderas nebulosas) entre las estrellas, algunas de las cuales
están en efecto condensándose y formando estrellas. Si una de éstas nebulosas
no gira en absoluto, se condensará una sola estrella sin planetas. Si gira
rápidamente se formarán extensos remolinos o vórtices y la nebulosa se dividirá
en dos o más partes, formando posiblemente una estrella doble o triple.
2.3.1 Movimientos
¿Cómo se mueve el sistema solar? La historia de cómo el hombre llegó a
comprender sus movimientos, es un relato de una viva aventura intelectual.
Comienza con el hombre primitivo, que seguramente estaba mucho más
familiarizado con las estrellas y constelaciones de lo que estamos la mayoría de
nosotros. Posiblemente se daba cuenta de que algunas “estrellas” brillantes no se
mantenían fijas en el cielo sino que noche a noche cambiaban lentamente de
posición respecto a otras estrellas.
Sus movimientos estaban siempre limitados a una angosta faja en el cielo, que
hoy llamamos el zodiaco y que entonces era objeto de admiración y reverencia.
Las constelaciones dentro de esta faja llamaban poderosamente la atención.
Son las doce constelaciones del zodiaco o “zoológico celestial” y entre ellas se
encuentran los planetas o “viajeros”.
Era natural que el hombre asociara a estas luces que viajaban por el zodiaco con
sus dioses. Los antiguos griegos dieron a los planetas los nombres de sus dioses:
Mercurio, el de los pies ligeros, el más veloz de los planetas. Venus, diosa del
amor que frecuentemente se ve resplandecer en el cielo inmediatamente antes del
amanecer o después del ocaso; Marte, dios de la guerra, que brilla rojo y
fulgurante en el cielo cada dos años; Júpiter rey de los dioses, con un recorrido
más lento que el de Marte; y Saturno, el abuelo de los dioses, cuya marcha es aún
más lenta.
Para los antiguos, había siete objetos en el cielo que se desplazaban entre las
estrellas: el Sol, la Luna y los cinco planetas conocidos entonces. Quizá en esto
radique la importancia especial que se daba al número siete. Con seguridad
explica por qué tenemos semanas de siete días. El domingo era el día del Sol
(dies solis), el lunes el de la Luna, el martes el de Marte, el miércoles el de
Mercurio, el jueves el de Júpiter, el viernes el de Venus y el sábado el de Saturno
(saturni dies).
2.4 Movimientos de rotación y traslación
Rotación. Movimiento que efectúa nuestro planeta de oeste
a este al dar una vuelta completa alrededor de un eje
imaginario; los extremos del eje reciben el nombre de polo
norte y polo sur, A la duración de este movimiento se le llama
día. El día según la forma de expresarlo se divide en tres
tipos: sideral, solar medio y civil. Debido a este movimiento
se produce el día y la noche.
Día sideral. Es el tiempo exacto de rotación de nuestro planeta alrededor de su
eje imaginario. Se toma como referencia el paso consecutivo de una estrella
dos veces frente a un mismo meridiano. Su duración es de 23 horas, 56
minutos y cuatro segundos, (se usa sólo en los observatorios astronómicos).
Día solar medio. Es el tiempo que tarda la Tierra en volver a presentar un
mismo meridiano frente al sol. Su duración es diferente a lo largo del año,
dependiendo de la estación. Se puede considerar una duración máxima de 24
horas.
Día civil. Es el que rige las actividades humanas y consta de 24 horas civiles,
cada una dividida en 60 minutos, el minuto en 60 segundos y el segundo en
décimas de unidad.
Traslación. Nuestro planeta se mueve alrededor del
sol en una órbita elíptica poco excéntrica, a una
velocidad media de 29 km/seg.
Al tiempo que tarda en efectuar una vuelta completa
se le denomina año y según la duración y la referencia
que se adopta, puede ser de tres tipos: sideral, trópico
y civil
Año sideral. Es el tiempo real que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor
del sol. Se toma como referencia el paso consecutivo de dos perihelios de la
Tierra frente al sol. Su duración es de 365 días, 6 horas y 9 minutos, y se inicia
el 1° de enero.
Año trópico. Es el paso consecutivo de dos equinoccios de primavera, o sea,
cuando el sol se alinea aparentemente al ecuador terrestre. Su duración es de
365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos. Se inicia el 21 de marzo.
Año civil. Es el que rige la actividad humana y está determinado por días civiles
de 24 horas. Tenemos dos tipos de años civiles; el común, que dura 365 días,
y el bisiesto que dura 366 días y ocurre cada cuatro años.
2.5 Influencia del sol y la luna en los fenómenos geográficos
2.5.1 Fases de la luna
Es sabido que en un lapso de 30 días la Luna nos presenta diferentes aspectos,
que se llaman fases, las cuales se desarrollan de la siguiente
forma:
Luna llena. La Luna se levanta en el oriente al ponerse el sol;
día tras día la Luna va saliendo más y más tarde, hasta que al
cabo de una semana su salida es a las 12 de la noche, se ve
entonces iluminada una mitad, la del lado oriente, cuando sucede esta etapa se
dice que la Luna se encuentra en Cuarto Menguante. Cerca de dos semanas
después de la Luna llena, la Luna se encuentra entre el sol y la Tierra. En ese día
la fase se llama Luna Nueva y no podemos verla. Al cabo de unos días se ve de
nuevo la luna al oeste después de ponerse el sol, en forma de un delgado
creciente con la parte iluminada dirigida hacia el Sol, al cabo de una semana llega
al Cuarto Creciente. Al seguir transcurriendo los días se repite el ciclo.
2.5.2 Eclipses
Son la ocultación breve, parcial o total de un astro, por la interposición de otro.
Hay dos tipos de eclipses que se suceden en la relación: Tierra, Sol y Luna.
Eclipse de Luna. Tiene lugar cuando la Tierra se interpone
entre el Sol y la Luna, en este caso el cono de sombra de
la Tierra se proyecta sobre la Luna e impide verla.
Eclipse de Sol. Se produce cuando la Luna se interpone
entre el Sol y la Tierra, en este caso el cono de sombra de la Luna se proyecta
sobre la Tierra e impide observar al sol en las zonas de la Tierra en donde
pasa el cono de sombra de la Luna.
2.5.3 Las mareas, su energía y utilización
Cuando una persona se encuentra sobre un peñasco al borde del mar observando
cómo choca el agua sobre la roca, puede afirmar que está sintiendo el "pulso del
océano". Las olas que produce el viento al accionar sobre la superficie del mar
marcan sobre la costa un ritmo constante; pero también se puede registrar, al
observar el mar durante todo un día, que se presenta un ritmo más lento,
generalmente dos veces por día, y que constituye las mareas.
Plinio, pensador latino nacido en el año 23 y muerto en la erupción volcánica que
destruyó Pompeya, describe en su obra Historia naturalis sus observaciones sobre
las mareas, señalando que la circunstancia más extraordinaria que se presenta en
las aguas del mar es el flujo y reflujo alternado con las mareas, causado por la
acción que ejercen el Sol y la Luna sobre el agua del mar: la marea fluye y refluye
dos veces entre dos salidas de la Luna, siempre en un espacio de veinticuatro
horas. Primero, la Luna hace crecer la marea y, cuando llega al cenit, declina y se
pone, hace que la marea descienda, y al presentarse el Sol, la marea crece de
nuevo; después de lo cual cede y vuelve a subir cuando aparece nuevamente la
Luna.
Las observaciones sobre las mareas realizadas por los pensadores de aquella
época se realizaron principalmente en el Mar Mediterráneo y fueron aumentando
cuando se iniciaron los viajes en todos los mares del planeta; sin embargo,
muchos de estos informes fueron relatos hechos con grandes fantasías, sobre las
mareas que se presentaban en las costas a las que iban llegando.
Una nota curiosa de aquellas épocas, es la que narra que cuando César realizó su
primera invasión de Britania, no tomó en cuenta las mareas que se presentaban
en las costas de Kent, lugar que seleccionó para el desembarco, y cuando estuvo
frente a ellas la marea alta se produjo una hora antes de la medianoche y llegó a
una altura superior a la normal, por ser una marea de plenilunio, lo que provocó
que la mayor parte de su flota sufriera daños, por lo cual César tuvo que retirarse
para planear su desembarco tomando en cuenta el comportamiento del mar.
Si César hubiera efectuado cuidadosas observaciones sobre
los fenómenos de la marea durante un periodo
razonablemente largo, habría descubierto que el mar crece, a
lo que se le llama pleamar, y se retira dos veces por día.
Existen generalmente cuatro mareas de diferente nivel
diariamente: 2 mareas altas y 2 mareas bajas. La diferencia
entre la pleamar y la bajamar recibe el nombre de amplitud de
marea.
Las mareas presentan gran diversidad de comportamiento, lo que hace que su
estudio sea fascinante, ya que las condiciones locales y la configuración del
terreno puede originar que el ascenso y descenso de las aguas presente un curso
poco usual. En algunos lugares hay una sola marea por día. En otros no se puede
hablar de marea en el sentido de pleamar y bajamar, pero en cambio enormes
corrientes avanzan o retroceden, influyendo en grandes extensiones de la costa y
produciendo gigantescas olas de marea.
El estudio científico del comportamiento de las mareas se debe a Isaac Newton,
que lo analiza en su obra Principios matemáticos de la Filosofía natural (1686). En
esta obra Newton, con su ley de gravitación, calculó la altura de la marea según la
fecha del mes, la época del año y la latitud. Sin embargo, en muchos de sus
estudios considera que las mareas representan un equilibrio y no tomó en cuenta
que las mareas representan un fenómeno dinámico. Fue el sabio Simón Laplace
quien en su obra Mecánica celeste complementó las teorías de Newton.
Posteriormente muchos investigadores han colaborado con trabajos para el
conocimiento de las mareas como los de Rémi Chazallon, que en 1839 publicó el
primer Anuario de mareas de las costas de Francia utilizando los primeros
mareógrafos que probablemente se inventaron en 1850, y en 1872 lord Kelvin
construyó un aparato para predecir mareas.
La elevación y caída del nivel del mar se presentan de manera periódica y son
más notables a lo largo de las líneas de costa del planeta. El intervalo entre una
pleamar y la siguiente generalmente no es doce horas, sino de alrededor de doce
horas y veinticinco minutos, por lo cual la pleamar se atrasa todos los días y está
relacionada con el hecho de que la Luna también alcanza su punto más alto cerca
de los quince minutos más tarde cada día. Esto implica que los dos fenómenos se
presenten en diferente momento; la marea alta se produce, en general, algunas
horas antes o después del paso de la Luna, y esta variación de tiempo depende
además de la fecha del mes en que ocurra.
Como se sabe, no sólo es la Luna la que causa este interesante fenómeno, sino
que también el Sol interviene de manera directa en su producción; sin embargo, el
período de las mareas solares sólo es de 24 horas. Todos los principios señalados
para los efectos de la gravedad lunar sobre el océano pueden aplicarse al Sol,
aunque su masa sea mayor (alrededor de 27 millones de veces la de la Luna) ya
que está unas 400 000 veces más lejos, y por esta razón el efecto que la Luna
ejerce sobre las aguas del océano es dos veces mayor que el provocado por el
Sol. Las fuerzas de marea del Sol sólo representan el 46 por ciento en relación
con las producidas por la Luna.
Otro aspecto que se tiene que tomar en cuenta en el comportamiento de las
mareas es su altura. Por ejemplo, en ciertos lugares la marea nocturna es más
alta que la diurna; en otros, un arrecife de coral que cierto día, aun en la baja mar,
quedó bien cubierto, puede quedar completamente expuesto quince días después.
Esta variación quincenal está relacionada con los movimientos lunares: cuando la
Luna está llena, la amplitud de las mareas es mayor, y cuando está en cuarto
menguante o creciente, es mínima.
Las mareas que se producen durante el periodo de cada
mes lunar, en el que el Sol, la Luna y la Tierra se
encuentran en línea recta, tienen mayor diferencia de nivel
entre la marea más alta de la pleamar y la marca mínima
de la bajamar, debido a que los efectos de la gravedad del
Sol y la Luna se suman y son más fuertes. Estas mareas
se denominan mareas vivas de primavera o equinocciales.
(fig. 1)
Los efectos opuestos ocurren cuando el Sol y la Luna
están colocados formando un ángulo recto en relación con
la Tierra, lo cual anula parcialmente la acción de la
gravedad, resultando mareas más débiles que presentan poca diferencia entre los
niveles más alto y más bajo de la marea. Éstas se denominan mareas muertas o
de cuadratura. (fig. 2)
Cada mes lunar consta de dos series de mareas equinocciales que alteran con
dos series de mareas muertas, y entre ellas existen algunos días de transición que
presentan mareas intermedias.
Cuando se miden los niveles de las mareas, se toma en cuenta que el océano
está sometido a diversas fuerzas, como las influencias gravitatorias de los astros,
los vientos predominantes, la densidad variable de las masas de agua, etcétera.
Además se tiene que considerar que el nivel del mar es diferente en los distintos
océanos: es más alto en la costa del Océano Pacífico que en la del Atlántico,
diferencia que puede deberse a la menor densidad del agua del Pacífico, e influye
en la intensidad de las mareas.
La manera más simple para efectuar mediciones de las mareas consiste en
introducir una regla de madera graduada en un lugar poco profundo de la costa
pero para poder registrar, lo más exacto posible, el lento cambio de la marea, se
tienen que evitar las variaciones de nivel del mar en el periodo corto durante el
que se mide, ya que el mar nunca está quieto; aun en la más completa calma se
agita y se levanta formando olas.
Para iniciar este tipo de medición generalmente se utiliza la bajamar media, como
nivel de referencia, que se encuentra registrada en la mayor parte de las cartas de
navegación. Esto permite contar con un punto de partida para hacer las
observaciones.
En la actualidad se cuenta con métodos de mayor precisión, y se han construido
dispositivos de medición llamados mareógrafos, los cuales pueden estar
colocados en los buques oceanográficos o en boyas para registrar los cambios de
marea.
Las mediciones de la marea permiten calcular la frecuencia con que se presentan
los cambios de ellas, es decir, hacer la predicción de las mareas. Hasta hace
pocos años, los aparatos para predecir las mareas eran mecánicos; ahora se
utilizan computadoras electrónicas que hacen el trabajo de manera más rápida y
eficiente y se programan para que impriman automáticamente las tablas de marea.
En todos los países con costa existen instituciones que registran las mareas y
publican tablas con esta información con el fin de que sea aprovechada; por
ejemplo, en México, el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma
de México publica las de sus costas; en los Estado Unidos se registran en cuatro
volúmenes: el primero para las costas de Europa, el Mediterráneo y la costa Oeste
de África; el segundo para la costa este de Norte y Sudamérica; el tercero para la
costa oeste de Norte y Sudamérica, y el cuarto para los océanos Pacífico e Índico;
en Inglaterra las tablas de mareas ofrecen predicción detallada para 130 puertos
patrones y permiten calcular las de 10 mil puertos del mundo; y en España
aparece el Anuario de mareas editado por el Instituto Hidrográfico de la Marina.
En las diferentes playas del mundo las mareas presentan características
específicas, sobre todo en cuanto a su amplitud; tal es el caso de Puerto Peñasco,
Sonora, en donde ésta alcanza 8 metros; los puertos de Liverpool y Bristol en
Inglaterra tienen mareas vivas que producen ascensos y descensos de 9 a 10
metros; en Braunagar, India, la amplitud llega a 12.5 metros; en la Bahía de MontSaint-Michel, Francia, a 15 metros, y en la Bahía de Fundy, Canadá, es de 19.5
metros. Esta característica de las mareas presenta una serie de problemas para
los diferentes tipos de puertos, ya que hace muy difícil el manejo de los barcos.
Amplitudes en metros
8.0
9.0 — 10.0
Costa
Puerto peñasco, Sonora, México
Liverpool y Bristol, Inglaterra
12.5
Braunaga, India
14.0
Bahía Collier, Australia
15.0
Bahía Mont-Saint-Michel, Francia
18.0
Río Gallegos, Argentina
19.5
Bahía Fundy, Canadá
Las mareas también intervienen en la modificación de las características de las
costas, pues depositan o se llevan material. En la desembocadura de los ríos el
material se puede depositar cerca de la orilla, formando los llamados bajos; o
puede ser transportado y dispersado por las corrientes paralelas a la costa. Las
características que tomarán las diferentes costas modificarán también la vida tanto
vegetal como animal que en ese lugar se desarrolle; allí se encontrarán seres cuya
forma de vida sufre una exposición cíclica al mar y al aire, a causa de las mareas.
Para un observador que se encuentre en la arena de una playa, el ascenso de la
marca difícilmente sugiere una enorme energía; sin embargo, la energía que la
marca disipa continuamente en nuestro planeta es del orden de los millones de
caballos de fuerza.
Esta energía de los mares es aprovechada por el hombre de diferentes maneras,
por ejemplo, se utiliza para mover ruedas hidráulicas, lo que se conoce desde los
comienzos de la historia de la humanidad, que sirven para irrigar los campos o
para el molido de los cereales, como las cuatro ruedas hidráulicas empleadas para
moler especias, en Chelsea, Massachusetts, donde con la máxima amplitud de la
marea generan alrededor de 50 caballos de fuerza, o para fabricar hielo, como la
de Ploumanach, que en 1898 producía 450 kilogramos diarios.
Otra manera de aprovechar las mareas es establecer centrales hidroeléctricas,
cuyos antecesores son los molinos de marea los cuales tropezaron con el
problema de que las mareas son variables en intensidad y, por lo tanto, su
potencia no es constante, ahora, la ingeniería hidráulica ha construido maquinaria
y estructuras que se adaptan para utilizar al máximo la energía producida por la
marea.
El lugar seleccionado para montar una central mareomotriz debe contar con
fuertes mareas para que la amplitud sea grande, con un gran depósito de agua, y
con que las mareas se presenten en áreas restringidas para que la obra a realizar
tenga las menores dimensiones, con el fin de que el costo sea bajo.
Se han estudiado muchos lugares de las costas para el establecimiento de este
tipo de centrales, y algunas se han instalado en plan piloto, como la que se
construyó en Francia, en las costas bretonas de la Bahía Mont-Saint-Michel; la de
la desembocadura del Devern, en Gran Bretaña; en las costas del Mar Blanco, en
la Unión Soviética; en el Golfo de Cambay en India; en la Bahía Fundy en Canadá,
y en las costas de la Patagonia en Argentina.
Actualmente se cuenta con una central de aprovechamiento de la energía de la
marea a escala industrial, construida en una barrera a través de la entrada del
estuario del río Rance, en Bretaña, Francia, el cual desemboca en el Canal de la
Mancha entre Saint-Malo y Dinard. En este lugar la amplitud de la marea es de
13.50 metros y el agua entra y sale del estuario a razón de 18 000 metros cúbicos
por segundo, produciéndose un volumen útil de más de 170 millones de metros
cúbicos; además, su depósito puede contener 184 millones de metros cúbicos de
agua. Las instalaciones constan de cuatro partes principales: la represa, la central
generadora de energía, las esclusas para la navegación y una serie de canales
con válvulas reguladoras para acelerar el llenado y el vaciado del depósito, a
través de un dique que une a las dos orillas que se encuentran a 750 metros de
distancia.
Cada una de las 24 máquinas generadoras de energía que
quedaron instaladas en 1967 en el Rance, puede producir 10
000 kilowatts; por lo tanto, la producción máxima de potencia
es de 240 000 kilowatts y en el año puede llegar alrededor de
670 millones de kilowatts-hora.
Por lo costeable de la producción de energía eléctrica por
medio de las mareas, ya que la utilización del agua casi no
cuesta, se están elaborando otros proyectos en los lugares
del planeta en donde se presentan mareas de gran amplitud.
2.5.4 Otros movimientos
Precesión de los equinoccios. Es un movimiento de revolución
que tiene el eje del mundo alrededor de la línea de los polos de
la eclíptica, en sentido retrógrado. El fenómeno de precesión es
análogo al que ocurre con un trompo que está girando con su
punta apoyada en un plano horizontal y con su eje vertical; en el
momento en que su eje empieza a describir una superficie cónica alrededor de la
vertical se le llama movimiento de precesión. Una revolución completa se efectúa
en 25 800 años y se ha determinado con base en el movimiento del punto vernal
que se realiza cada año con un ángulo de 50”. 267 el cual recibe el nombre de
constante de precesión.
Nutación. Este movimiento se deduce al hacer comparaciones aparentes en el
desplazamiento de las estrellas que se encuentran próximas a los polos terrestres.
El eje de rotación de la Tierra, describe, alrededor del eje de la eclíptica, un
pequeño cono circular que se traduce en una pequeña trayectoria ondulada que
modifica la oblicuidad de dicho plano. Lo anterior da como resultado que los polos
celestes se aproximan o se alejan del eje de la eclíptica y que se modifique
ligeramente la retrogradación de los equinoccios y la posición de las estrellas. La
variación periódica de la oblicuidad de la eclíptica, producida por la nutación,
ocurre cada 18 años y medio.
2.6 Puntos, líneas y círculos imaginarios de la tierra
Las coordenadas geográficas son líneas imaginarias que nos permiten situar con
exactitud un punto sobre la superficie terrestre. Son dos las coordenadas que nos
sirven de referencia y se expresan en grados de arco: latitud y longitud, la altitud
es el complemento de las des anteriores y se expresa en metros sobre el nivel del
mar.
Latitud. Es la distancia angular que toma como
referencia el ecuador terrestre. Al ecuador le
corresponden 3D de latitud y a los polos 90° que es la
latitud máxima. Para expresarla se indica a dirección
que se sigue, la cual puede ser norte o sur.
Longitud. Es la distancia angular que toma como
referencia el meridiano de 00; llamado de Greenwich
o meridiano origen. La longitud se expresa hacia el
este o hacia el oeste de Greenwich, la longitud
máxima es de 1800 para cada uno de los hemisferios.
Altitud. Es la elevación que tiene un punto o lugar geográfico respecto al nivel del
mar. Para medir esta coordenada geográfica, se utiliza un altímetro.
Ecuador de la Tierra. Si por el centro de la Tierra se imagina un plano
perpendicular al eje de rotación la intersección de ese plano con la superficie
terrestre se denomina ecuador (del latín aequus, igual).
Meridiano. Se llama a todo círculo máximo de la Tierra que pasa por los polos
(aunque en rigor los meridianos no son círculos sino curvas de forma
aproximadamente elíptica, además el meridiano de un Ingas es solo el semicírculo
de la Tierra que pasa por los polos y el lugar; el otro semicírculo se llama
antimeridiano).
Paralelo. Si se imagina cortada la superficie de la Tierra con paralelos al ecuador,
las líneas de intersección, respectivas, reciben el nombre de paralelos.