Download TEMA 5: Europa en la segunda mitad del siglo XIX

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
© RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2011 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
TEMA 5: Europa en la segunda mitad del siglo XIX
1. EUROPA ENTRE 1862-1890
La teoría del equilibrio europeo, garantizado mediante la balanza de
poderes que quiso establecer el Congreso de Viena (1814-1815), se vio alterada
a mediados del siglo XIX con la Guerra de Crimea (1853-56). En esta guerra
Rusia se enfrentó al Imperio Otomano, provocando la intervención de
Inglaterra, Piamonte y Francia a favor de los turcos, Austria intervino por su
cuenta invadiendo Valaquia y Moldavia. Terminó con la derrota rusa en la Paz
de París que pospuso el tema de la desintegración del Imperio Otomano y la
Cuestión de Oriente. El equilibrio europeo se vio definitivamente alterado al
aparecer dos nuevas potencias en juego, que surgieron con la unificación de
Italia en 1861 y de Alemania en 1871. Después de estas unificaciones el mapa
político de Europa se simplificó, y surgió la imperante necesidad de buscar un
nuevo equilibrio entre las grandes potencias (Gran Bretaña, Francia, Rusia,
Alemania y Austria-Hungría). Quizá fue para mantener el estatuto territorial, o
para conquistar posiciones coloniales fuera de Europa, en cualquier caso estas
grandes potencias se afanaron en incrementar su fuerza militar, iniciando la
carrera de armamentos y dieron gran importancia el espionaje militar, por
estos motivos este periodo de la historia de Europa es conocido como la “Paz
armada”.
En Francia tras la revolución del 48 apareció la II República, que a partir
de 1852 se transformó en el II Imperio francés de Napoleón III. Su derrota en la
guerra francoprusiana (1870-71) provocó un nuevo proceso revolucionario
dirigido por la Comuna de París que duró 4 meses y que terminó con la
proclamación de la III República, que manifestó un nada disimulado
irredentismo por la recuperación de Alsacia y Lorena perdidas en Versalles
(1871). Francia se sentía humillada en la guerra contra Prusia y se afanó en no
perder su estatuto de gran potencia, contaba con un poderoso ejército y se
lanzó a la conquista de un imperio colonial. Gran Bretaña, con la reina Victoria
(1837-1901), mantuvo su papel de potencia hegemónica en el mar, reteniendo
el control de las vías oceánicas, disponía de una economía privilegiada y un
vasto imperio colonial, tuvo una mentalidad de aislamiento continental
conocida como “espléndido aislamiento”, sólo le interesó Europa si alteraba
sus intereses políticos o económicos.
En Rusia Alejandro II (1855-1881) adoptó algunas medidas reformadoras
como mostraba el ucase de 1861 que puso fin al feudalismo declarando que el
www.rafaelmontes.net
© RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2011 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
régimen señorial quedaba abolido, estas medidas fueron abandonadas por
Alejandro III (1881-1894) y Nicolás II (1894-1917), el país se movía en graves
conflictos internos, derivados de un desfase económico, social y político. Su
prestigio internacional estaba resentido tras su derrota en la guerra de Crimea
y su ejército era decadente, procuró ampliar su salida hacia el mar Negro y los
estrechos, objetivo que explica su comparecencia en la cuestión balcánica. El
Imperio de Austria-Hungría impuso el Sistema Bach (1849-1859) tras la
revolución de 1848, que consistía en la centralización administrativa, creía que
el pueblo olvidaría las ideas de libertad ante el desarrollo material, la derrota
ante Piamonte en 1859 y ante Prusia en 1866 le hizo claudicar creando la Doble
Monarquía en 1867. El país presentaba graves problemas internos derivados de
los nacionalismos, además su ejército era inferior al de Francia. Debido a la
unidad alemana, entendía que su única dirección de engrandecimiento era
hacia el sur, o sea, hacia la península balcánica.
La Italia que surgió con el Risorgimiento se encontraba en un proceso de
consolidación mediante el autoritarismo de Cavour (1861-1876), y no
manifestó deseos expansionistas hasta el gobierno de Crispi (1876-96), su
sueño imperialista acabó con el desastre en Adua en 1896, la era Giolitti entre
1900-1914 posibilitó un desarrollo económico a costa casi de una dictadura, el
sueño imperialista pervivió como mostraron los roces con Austria en los
Balcanes, la conquista de Libia en 1911, incorporación de Rodas y las Islas del
Dodecaneso en 1912 y su intervención en la Gran Guerra. Alemania, gozaba del
prestigio de su victoria ante los franceses (1871) y un potente y moderno
ejército, apareció como gran potencia económica que controlaba los
principales ejes territoriales del continente. Fue por ello que se convirtió en
mantenedora del orden político y territorial del continente, sus esfuerzos se
orientaron a evitar cualquier cambio en Europa que pudiera afectar a la
posición ventajosa del joven imperio.
La Cuestión de Oriente afectaba a los Balcanes, se trató de un problema
de relaciones internacionales que se planteó entre 1870-1914 cuando los
pueblos del Este europeo, de religión cristiana, aspiraron a la independencia
frente a un estado islámico, el Imperio Otomano (calificado como el hombre
enfermo de Europa). Estas aspiraciones nacionalistas entraron en contradicción
con los intereses geoestratégicos que las potencias tenían en la zona, Austria y
Rusia (porque consideran el territorio un lugar de expansión) y Alemania
(porque ponía en peligro su sistema de alianzas).
2. LOS SISTEMAS BISMARKIANOS
www.rafaelmontes.net
© RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2011 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
Otto Von Bismarck se convirtió, por obra de las circunstancias políticas y
de su propia habilidad personal, en el árbitro de las relaciones internacionales
durante su mandato como canciller del Reich alemán, era evidente que la
estructura del propio Reich permitió a Bismarck disponer de una autonomía
total en su política internacional. Los sistemas bismarkianos fueron un
conjunto de acuerdos ideados por el Canciller de Alemania, que consiguieron
ligar secretamente unos países a otros a modo de red. El objetivo era la
construcción de un sistema que preservara la paz, puesto que una guerra
amenazaba la integridad de Alemania. Para ello, la diplomacia alemana, buscó
el aislamiento total de Francia, prendió atraer a Rusia, tendió lazos a AustriaHungría e Italia e intentó que Gran Bretaña continuara con su política de
espléndido aislamiento.
ANTECEDENTES
El Tratado de Frankfürt, que clausuró la Guerra Franco-Prusiana, inició
una época nueva en Europa, con predominio de los países de Europa Central
(sobre todo de Alemania), al mismo tiempo que se apreciaba un claro
resurgimiento de Rusia en la política internacional. Desde 1871 y hasta la
Primera Guerra Mundial, los problemas internacionales se centraron en dos
aspectos delicados que ocasionaban fricciones constantes: el problema
colonial, y la Cuestión de Oriente. Francia se mostró siempre proclive a buscar
el acercamiento de Gran Bretaña, país que, por otro lado, se convirtió en la
única garantía de los intereses turcos en los Balcanes. Alemania, renunció a la
expansión colonial a la que se habían lanzado sin titubeos la mayoría de las
potencias europeas, para no causar recelos en las potencias que sí optaron por
construir imperios coloniales, y construyó su sistema de alianzas continental.
PRIMER SISTEMA BISMARCKIANO (1872-1878)
También conocido como Acuerdo de los Tres Emperadores. Bismarck
ideó una serie de alianzas para lograr un sistema defensivo entre Austria,
Alemania y Rusia de carácter antirrepublicano. La tensión balcánica y el hecho
de que el nuevo canciller austriaco fuese Andrassy, posibilitaron la firma de
acuerdos bilaterales y una entente entre los tres, donde todos se
comprometían a mantener la paz y a no contraer nuevas alianzas, además
establecía que cada uno acudiría con 200.000 soldados a ayudar a cualquiera
de los otros dos en caso de ser atacados. El sentido antifrancés de este acuerdo
era evidente. Sin embargo, los acuerdos logrados no eran lo suficientemente
www.rafaelmontes.net
© RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2011 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
fuertes puesto que no consiguieron superar las sucesivas crisis diplomáticas. La
escasa coherencia del sistema se descubrió en 1875, ciertas medidas de
recuperación militar de Francia, acompañadas de una belicista campaña de
prensa, generaron una tensión franco-alemana. Bismarck sondeó la posibilidad
de atacar a Francia por lo que el zar acudió a Berlín para aclarar al Canciller que
el acuerdo de los Tres Emperadores era sólo defensivo y que Moscú no
permitiría el aplastamiento de Francia, este paso en falso de Bismarck tuvo
tremendas consecuencias porque el zar comprendió las posibilidades de una
alianza franco-rusa. Por otra parte, era imposible mantener la Liga de los Tres
Emperadores porque las ambiciones de Austria y Rusia eran irreconciliables.
Ambas ambicionaban el control en los Balcanes: Rusia para tener salida al
Mediterráneo, y Austria para construir una línea férrea hasta Bagdad que
permitiría su expansión hacia el Oriente. Esto último, que se llamó ‘Drang nach
Osten’ (sed de Oriente) parecía a Bismarck más provechoso para los alemanes
que la solución rusa (si los rusos se instalaban en Constantinopla, se dislocaba
la secular estructura de la Europa occidental, cuya hegemonía tenía entonces
Alemania). En consecuencia, Bismarck favoreció en cada conflicto de los
Balcanes los intereses de Austria.
La crisis de los Balcanes supuso el fracaso total del primer Sistema
Bismarckiano de alianzas. Entre 1875 y 1876 los levantamientos de los pueblos
sometidos a Turquía culminaron en la guerra serbio-turca, esta sublevación
eslava y cristiana contó con el decidido apoyo ruso, que esgrimía razones
paneslavistas y Rusia inició la guerra ruso-turca (1877-1878), cuyo final supuso
la creación de una gran Bulgaria pro-rusa en el Tratado de San Stéfano (1878).
Los recelos de Gran Bretaña y Austria ante Rusia, llevaron a presionar a
Bismarck a que celebrara el Congreso de Berlín (1878), por el cual Rumania,
Servia y Montenegro obtenían el reconocimiento de su independencia, Bulgaria
perdía Macedonia que pasaba a Turquía y Rumelia que obtenía la autonomía,
Besarabia y parte de Armenia pasaron a Rusia, mientras Inglaterra obtenía
Chipre, y Austria el derecho de administrar Bosnia-Herzegovina. Las
consecuencias de este tratado fueron las siguientes, Rusia se sintió traicionada
por Alemania, desapareció la integridad del Imperio turco y se generó un gran
descontento en el nacionalismo eslavo, en consecuencia, Bismarck se vio
obligado a elegir entre Austria o Rusia, eligió a la primera.
SEGUNDO SISTEMA BISMARCKIANO (1879-1885)
Al resolverse el problema de los Balcanes, pese al disgusto de Rusia, el
Canciller debió reconstruir una alianza que garantizara de nuevo la estabilidad
www.rafaelmontes.net
© RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2011 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
europea. Para ello, Bismarck eligió como aliado a Austria, con la que firmó una
alianza defensiva, llamada Dúplice Alianza, contra Rusia, que duró hasta 1918.
Este pacto aseguraba la neutralidad de ambos países si el atacante era una
tercera potencia. Rusia, cuando conoció la existencia de este tratado, se sintió
aislada y, tal como había supuesto el Canciller alemán, se apresuró a lograr la
reconstrucción de la antigua Entente en 1881 que duró hasta 1914. Lo que
ofreció en esta ocasión Rusia, era la neutralidad de Viena y Berlín en caso de
que se produjera un enfrentamiento entre rusos y británicos por Afganistán.
Bismarck aceptó la Entente por presiones de Guillermo I que deseaba
una alianza con Rusia, el Canciller también había calculado los riesgos de este
sistema de alianzas, por lo que necesitaba un nuevo pacto que lograra aislar
más aún a Francia, y que le defendiera contra un posible enfrentamiento con
Rusia. La anexión de Túnez por Francia en 1881 y el temor de que ésta
pretendiera restaurar el poder temporal del papa, lanzaron definitivamente a
Italia de lado de Austria y Alemania, firmándose en 1882 un tratado que formó
las bases de la Triple Alianza (1882-1915). Se estipulaba en una de sus
cláusulas que en caso de ser atacada sin provocación por Francia una de las
aliadas, las otras dos acudirían inmediatamente a ayudarla con todas sus
fuerzas. Este sistema fue completado por un acuerdo diplomático y militar
austro-serbio, concluido por diez años, en 1881, y por una alianza austrorumana, firmada por cinco años en 1883, a la que se adhirió Alemania. Estos
pactos cerraban toda la Europa central, aislando a Francia por el oeste y
limitando la política de Rusia por el este. Así pues, se constituyó un primer
bloque militar que velaba por el mantenimiento de la “Paz Armada”. Este
pacto, no tenía carácter indefinido, por lo que no superó la crisis franco
alemana de 1887, por el caso Schnaebélé, (comisario de fronteras francés
detenido por Alemania por espionaje), ni la nueva crisis balcánica, por la
presencia rusa en Bulgaria.
TERCER SISTEMA BISMARCKIANO. EL TRATADO DE REASEGURO (1887-1891)
En 1887 Bismarck tuvo que plantearse una nueva organización de las
alianzas internacionales. Las bases de este sistema supusieron una
remodelación del anterior a causa del enfrentamiento entre Austria y Rusia en
los Balcanes, y del tradicional enfrentamiento franco-alemán. La Triple Alianza
entre Italia, Alemania y Austria logró que siguiera en pie, a cambio de la
promesa a Italia de que recibiría parte de los Balcanes en el probable caso de
un reparto de la zona entre las potencias occidentales, y la promesa de apoyo
frente a Francia en las disputas coloniales por los territorios del norte de África.
www.rafaelmontes.net
© RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2011 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
Con este pacto, Bismarck pretendía lograr el acercamiento entre Italia y Gran
Bretaña, y así mantener la situación de equilibrio entre potencias en el
Mediterráneo. Por ello potenció un acuerdo entre Italia, Gran Bretaña, AustriaHungría y España. Alemania, con este sutil sistema de alianzas, consiguió aislar
de nuevo a Francia, ya que en caso de conflicto se vería enfrentada a Inglaterra
y Alemania. Es, por tanto, un sistema ofensivo, donde Rusia jamás amenazaría
a Austria ya que, si lo hiciera, se opondría también a Alemania.
Sin embargo, este hábil sistema no habría funcionado sin la existencia de
un nuevo pacto secreto que de haber sido conocido por los austriacos hubiese
provocado una guerra, era el Tratado de Reaseguro, entre Alemania y Rusia,
que evitaba la posibilidad de un acercamiento entre Rusia y Francia. Según las
bases de este tratado, Alemania se declararía neutral en un hipotético, aunque
posible, conflicto entre Rusia y Austria, y Rusia adoptaría similar actitud ante
una guerra entre franceses y alemanes. El Tercer Sistema funcionó tal y como
Bismarck había previsto. Sin embargo, cualquier ruptura de los pactos
amenazaría la estabilidad completa de Europa. Por ello, cuando la renovación
de este Tratado de Reaseguro fue desestimada por el nuevo Emperador
alemán Guillermo II (1888-1918), Bismarck dimitió como Canciller en 1890, su
dimisión también estuvo motivada por la cuestión colonial en la que el Kaiser
quería participar y el Canciller no mostraba interés alguno.
NUEVO SISTEMA DE ALIANZAS (1891-1914)
La intervención alemana en Constantinopla, cada vez más descarada,
pues enviaba generales a organizar el ejército y jefes de administración a
modernizar el gobierno, se hizo intolerable al zar, quien empezó a buscar en
París lo que había perdido en Berlín. El aislamiento estratégico de Francia y
Rusia colocaba a ambos países en situación favorable para la concertación de
una alianza frente a Alemania. Aunque la diferencia de régimen político era un
obstáculo para un acercamiento, el flujo financiero entre ambos constituía un
argumento a favor. El capital francés era atraído por las inversiones en Rusia,
consideradas más seguras y más remuneradoras que las realizadas en Francia.
Además, las dificultades fiscales y comerciales que Alemania impuso a las
operaciones rusas hicieron que éstas se desplazaran de Berlín a París. En el año
1891 se concertó un primer arreglo de carácter político que unía a ambos
países y preveía una concertación si la ‘paz general’ se veía comprometida, y
sobre todo si alguno de los dos estados era amenazado. Este primer arreglo se
convirtió en 1893 en una verdadera alianza entre Rusia y Francia,
prometiéndose mutua ayuda en caso de agresión alemana. Así quedó
www.rafaelmontes.net
© RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ - 2011 - PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
cimentada la alianza franco-rusa, a la que Francia fue fiel hasta el punto de
participar en la guerra europea de 1914, desencadenada en su origen por la
rivalidad existente entre Austria y Rusia en el oriente europeo. Mientras se
tejían y destejían alianzas y contraalianzas en la Europa continental, Inglaterra
permanecía a la expectativa, su desprestigio internacional en la Guerra de los
Borres (1899-1902) llevó al Reino Unido a firmar un pacto anglo-japonés en
1902, dos años después consiguió la “Entente cordial” que no hacía más que
liquidar antiguas disputas coloniales con Francia, como la de las pesquerías de
Terranova, los límites de Siam, del Níger y Guinea. Pero ni siquiera se
mencionaba la obligación de ayuda militar en caso de conflicto. Con este
acuerdo se reconocía a los ingleses libertad total de acción en Egipto, y a los
franceses en Marruecos y Algeria. El acercamiento entre Inglaterra y Rusia se
materializaría en 1908 con la firma del acuerdo anglo-ruso, por el cual
Inglaterra reconocía la Persia rusa al norte y Rusia la Persia británica al sur.
Estos tres países constituyeron la futura Triple Entente.
www.rafaelmontes.net