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Reflexiones feministas: Informe del Panel de Alto Nivel de ONU sobre la agenda para el desarrollo post-­‐2015 El 30 de mayo de 2013, el Panel de Alto Nivel (PAN) de Personas Eminentes para la agenda para el desarrollo post-­‐2015 lanzó su informe. “Una nueva alianza global: Erradicar la pobreza y transformar las economías mediante el desarrollo sostenible” establece 12 objetivos ilustrativos y 52 metas orientadas a "terminar con la pobreza en todas sus formas", asegurando que "ninguna persona —independientemente de su etnicidad, género, lugar geográfico, discapacidad, raza u otro estatus— se le nieguen derechos humanos universales y oportunidades económicas básicas”, y que "se termine con el hambre y se asegure que cada ciudadano/a alcance un estándar básico de bienestar”.
Apreciamos los esfuerzos realizados por el PAN para establecer las interrelaciones entre las dimensiones sociales, económicas y ambientales del desarrollo sostenible, y reconocemos positivamente: • La inclusión de un objetivo independiente para “empoderar a niñas y mujeres y alcanzar la igualdad de género” y sus objetivos asociados para eliminar todas las formas de violencia, terminar con el matrimonio infantil, igualdad de derechos para las mujeres a poseer y heredar propiedad, y eliminar la discriminación hacia las mujeres en la vida económica, política y pública; • un objetivo específico sobre derechos y salud sexual y reproductiva en el marco del objetivo “Garantizar Vidas Saludables”; y • un objetivo específico de reducir el índice de mortalidad materna en el marco del objetivo “Garantizar Vidas Saludables”. Sin embargo, y a pesar de reconocer la necesidad de una profunda transformación económica, el informe fracasa en: • ofrecer bloques transformadores para la construcción de una nueva agenda para el desarrollo humano sostenible; • proporcionar un enfoque transformador para hacer frente a las crecientes desigualdades dentro y entre los países, y entre mujeres y hombres, así como a las causas profundas de la pobreza, incluyendo la creciente feminización y transferencia intergeneracional de la pobreza; • abordar el modelo macroeconómico actual, que perpetúa la pobreza y la desigualdad; • incluir a las personas que son discriminadas por motivos de orientación sexual e identidad de género; • vincular los mecanismos de derechos humanos existentes en materia de rendición de cuentas a nivel regional y global en sus propuestas sobre rendición de cuentas; y • abordar el financiamiento limitado como una de las barreras clave para avanzar el desarrollo sostenible, incluyendo los derechos de las mujeres y la igualdad de género. El informe también fracasa en incluir un objetivo para reducir la creciente desigualdad de riqueza y sugiere, en cambio, que esto quede en manos de la decisión de los países. Esta propuesta ignora las enormes desigualdades de riqueza que existen entre las naciones. No reconoce siquiera en la sección narrativa del informe, la gran cantidad de investigaciones que demuestran que las políticas neoliberales de crecimiento económico, la privatización, la desregulación y la reducción del gasto público, han aumentado las desigualdades y permitido violaciones a los derechos humanos, en particular para las mujeres. Reconocemos los intentos del informe de posicionar la situación de jóvenes y adolescentes como un tema transversal, poniendo de relieve la educación (aunque olvidando la discusión sobre la transición a la educación secundaria y de calidad), el acceso a la salud, incluidos los derechos y salud sexual y reproductiva, y la creación de empleo. Sin embargo, el informe ha optado por abordar estos problemas desde un enfoque instrumental en lugar de uno de derechos humanos. Una agenda de desarrollo sostenible debe mirar más allá de los/las jóvenes como beneficiarios/as de servicios y trabajadores/as potenciales, reconociendo el rol que juegan, en particular las mujeres jóvenes, en las transformaciones políticas y sociales. El informe omite aspectos cruciales para los derechos y salud de adolescentes y personas jóvenes como la importancia del acceso a una educación sexual integral, el aborto, el impacto del VIH y SIDA en los/las jóvenes, y aspectos de orientación sexual e identidad de género. El informe señala varias veces al valor económico de abordar los derechos humanos y el desarrollo sostenible, en lugar del valor intrínseco del disfrute de los derechos. También aborda principalmente los derechos civiles y políticos y no considera los derechos económicos y sociales como el marco ético necesario para decidir la política económica global. De hecho, toma una dirección peligrosa en justificar los derechos de las corporaciones y empresas por sobre los derechos de las personas y el planeta, sobre los derechos humanos y los bienes públicos globales. A su vez, se presenta una imagen de las personas que viven en la pobreza en los países en desarrollo sin abordar las responsabilidades de quienes monopolizan la riqueza, los recursos y el poder. El informe identifica la necesidad de proporcionar más alimentos, más fondos, más crecimiento, pero no toca en la necesidad de redistribuir los recursos y la riqueza, o en las distorsiones creadas por las políticas económicas favorables a las corporaciones transnacionales. De hecho, se eleva al sector privado como el actor del desarrollo sostenible por excelencia, y solo con referencias fugaces a la importancia de respetar estándares sociales y ambientales, definiendo el rol del sector privado como "la adopción de buenas prácticas y el pago de impuestos justos". Además, no aborda los crecientes conflictos diarios entre las empresas y los/las defensores/as de derechos humanos, incluyendo las mujeres defensoras de derechos humanos. Damos la bienvenida a los esfuerzos del PAN para ir más allá de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en abordar situaciones de conflicto y violencia. Concordamos con el informe en que la paz y la buena gobernanza no son opcionales, sino elementos básicos para el bienestar, y que se requiere una agenda "transformadora" para ir más allá de lo mismo de siempre. Sin embargo, para que el desarrollo sea sostenible y no degenerativo, se necesita más. Es fundamental reconocer que no puede haber desarrollo sin desarme y participación plena e igualitaria de las mujeres. Para superar la violencia integrada en las estructuras sociales, económicas, culturales y políticas a nivel local y global, necesitamos un enfoque integrado que fortalezca una comprensión holística de la paz y la seguridad para todos/as. Nueva Alianza Global El PAN propone que la nueva alianza global, responsable de erradicar la pobreza y transformar las economías mediante el desarrollo sostenible, se componga de: "gobiernos", "la comunidad empresarial", y las "instituciones multilaterales". Mientras que otros grupos, como la sociedad civil, se incluyen en la lista, no se resaltan aquí pues el propio informe pone poco énfasis en ellos. De hecho, el informe adopta e intenta ampliar el proyecto neoliberal hasta el punto de que muchas de las propuestas, incluso el objetivo sobre igualdad de género, pueden ser leídas como meros insumos para el mercado. Este énfasis no sólo deja de lado los efectos negativos del neoliberalismo en el desarrollo sostenible, sino que contradice consistentemente el marco internacional de derechos humanos. Una auténtica nueva alianza global debe poner a los/las más marginados/as, las mujeres de los países del Sur, en el centro, y asegurar procesos verdaderamente democráticos, toma de decisiones transparente y rendición de cuentas. Sobre el análisis de contexto y tendencias Dado que el informe del PAN es un punto de referencia para la agenda para el desarrollo sustentable post-­‐2015, con el potencial de influir en la formulación de políticas hasta el año 2030, es necesario preguntarse: ¿Está el informe suficientemente informado por las tendencias globales y los desafíos principales que se presentan de aquí a 2030? De hecho, el informe se destaca por su falta de análisis de contexto y tendencias. Un análisis de contexto de la economía global, con referencia a los efectos en las desigualdades de la crisis financiera y las medidas de austeridad que le siguieron, sería útil para diseñar los objetivos y metas. Por ejemplo, se menciona a los programas de protección social, sin articular la necesidad de los mismos durante las crisis económicas. Asimismo, el informe no dice nada acerca de la necesidad de una política económica contracíclica para asegurar siquiera el cumplimiento de los estándares mínimos de derechos humanos.
En el contexto de la gobernanza global, tanto el ascenso de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) como la creciente influencia del G-­‐20, apuntan a la fuerza creciente del poder combinado de estos países. Sin embargo, la mayoría de las personas que viven en la pobreza ahora viven en países de ingresos medios, en particular en los BRICS. Ellos tienen el potencial de reconstruir las narrativas económicas e influenciar los intentos de "crear un entorno propicio mundial y catalizar financiamiento a largo plazo" (objetivo 12), en particular a través de un banco de desarrollo apoyado por los BRICS. Estas realidades crean oportunidades y desafíos para el financiamiento del desarrollo sostenible. Para el año 2030, se proyecta que aproximadamente el 60% de la población mundial vivirá en centros urbanos. La urbanización va en aumento en los países en desarrollo, mientras que se espera que los centros urbanos generen la mayor parte del crecimiento económico. Con el aumento de la urbanización vendrá la migración, y en muchos países, al igual que en el pasado, las mujeres serán una parte significativa de esta población migrante en busca de una vida mejor para ellas y sus familias. Junto con el cambio climático, la creciente urbanización creará desafíos para erradicar la pobreza, alcanzar la igualdad de género y asegurar el acceso al agua, alimentos, energía y vivienda. Es imperativo que la agenda para el desarrollo sostenible post-­‐2015 se informe de estas realidades y tendencias. Sobre la rendición de cuentas La nueva alianza global conllevará múltiples asociaciones y el informe pide "responsabilidad mutua", señalando que todas las partes involucradas deberán "rendir cuentas plenamente”. ¿Cómo podrá suceder esto si, "al igual que los ODM, no serán vinculantes"? El informe señala que "se le está preguntando a cada país qué quiere hacer, de forma voluntaria". Promueve al sector privado como motor del desarrollo, mientras que aboga por sistemas débiles y autorregulados que no han logrado garantizar que el sector privado se responsabilice por las violaciones de derechos humanos y ambientales. El informe también señala que "la rendición de cuentas debe ser ejercida en el nivel adecuado: los gobiernos hacia sus propios ciudadanos, los gobiernos locales hacia sus comunidades, las corporaciones hacia sus accionistas, y la sociedad civil hacia los distintos grupos que representan". Esto contradice y socava la recomendación de "rendición de cuentas múltiple". En este escenario multipolar, los gobiernos y las Naciones Unidas deben ser honestos acerca de los límites que se imponen para responsabilizar a las empresas por violaciones como el acaparamiento de tierras, la explotación laboral y la corrupción. En general, las numerosas referencias al papel clave que tendría el sector privado en impulsar el desarrollo luego de 2015 son muy preocupantes; especialmente teniendo en cuenta la falta de garantías acordes para asegurar la promoción y protección de los derechos humanos por encima de los intereses del sector privado; y la falta de un sistema concreto de monitoreo y regulación de las empresas. Los Objetivos Creemos que tener un marco claro que sea específico, medible, de duración determinada y alcanzable es una poderosa forma de motivar la acción y movilizar recursos. Agradecemos la propuesta de tener objetivos globales con metas nacionales, ya que incrementa la apropiación nacional, lo que a su vez aumenta las posibilidades de éxito. Sin embargo, nos gustaría ver la elaboración de un mecanismo que asegure que los objetivos nacionales sean lo suficientemente ambiciosos para garantizar que los países están tomando medidas significativas. No apoyamos la selección de objetivos de un "menú", ya que esto podría resultar en que no se actúe en temas difíciles o impopulares, reduciendo la acción global coherente para abordar ciertos temas en particular. Todos los objetivos e indicadores deben ser cubiertos significativamente por todos los gobiernos, incluso si cuentan con cierta flexibilidad para juzgar su propio ritmo de progreso a través del tiempo. Esto es especialmente importante para los derechos y salud sexual y reproductiva. Los objetivos no abordan interrelaciones clave, específicamente en materia de derechos de las mujeres e igualdad de género. Por ejemplo, se señala al cambio climático como un tema transversal, pero no se logra vincular las relaciones entre el cambio climático, las mujeres y los objetivos ilustrativos destinados a abordar los aspectos del cambio climático. Los objetivos relacionados con la energía, la agricultura, el transporte, la deforestación y la seguridad alimentaria deben articular las interrelaciones. Por ejemplo, en cuanto al acceso de las mujeres al control de los recursos naturales; su papel en las soluciones energéticas sostenibles y capacitación, o no serán priorizadas. Del mismo modo, empoderar a las mujeres y asegurar sociedades estables y pacíficas son dos objetivos independientes, sin embargo, no existen indicadores que vinculen los dos, como la inclusión de las mujeres y organizaciones de mujeres en las negociaciones de paz. Objetivo 1: Erradicar la pobreza El informe continúa utilizando el desacreditado sistema del Banco Mundial de 1,25 USD por día para medir la pobreza. No se trata de una línea de pobreza, sino de una línea de hambre. Mide la cantidad de personas propensas a morir rápidamente de desnutrición, exposición, etc, en lugar de una medición para vivir con dignidad, que es lo que la erradicación de la pobreza debe indicar. Se pueden definir líneas de pobreza nacionales más altas a nivel local pero el PAN no ha tenido el valor o la ambición para trazar una línea de pobreza global más alta y amplia. Si bien el informe reconoce la importancia de la tierra para el desarrollo, se centra en la seguridad de su tenencia y su potencial comercializable más que en el hecho de que la carencia de tierra es el mayor indicador único de la pobreza. El informe sugiere un aumento de "x% de la cuota de [....] empresas con derechos seguros sobre la tierra, la propiedad y otros activos". La inclusión de "empresas" puede ser fácilmente distorsionada y permitir la apropiación de tierras y los desalojos forzados. Además, no se hace diferenciación alguna cuando se refiere a "la comunidad empresarial", si bien el desglose entre pequeñas, medianas y grandes empresas del sector privado es fundamental, ya que no son percibidas ni tratadas de igual manera. El informe supone un propósito neoliberal de la tierra que no es la experiencia ni el objetivo de la mayoría de los/las pequeños/as propietarios/as de tierras. Medir la distribución de la tierra y los recursos, apuntando hacia un reparto equitativo entre las personas, en lugar de las empresas, es fundamental. Objetivo 2: Empoderar a niñas y mujeres y alcanzar la igualdad de género La igualdad de género es un componente esencial del desarrollo sostenible, y no lograremos progresar en el marco posterior a 2015 sin ella. Si bien celebramos este objetivo, esperamos que se pueda trabajar más para que sea significativo. Empoderar a niñas y mujeres y alcanzar la igualdad de género (objetivo 2) no puede realizarse al margen de erradicar la pobreza. Sin embargo, el objetivo 1 tal como está escrito actualmente, en parte equipara el derecho a poseer tierra de las mujeres y las comunidades con el derecho de las empresas. Como resultado, ignora efectivamente la práctica actual de apropiación de tierras, la degradación ambiental y los desplazamientos que se producen cuando las empresas son capaces de poseer y controlar la tierra. El PAN acierta en resaltar el objetivo de prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas. Sin embargo, se deben abordar los vínculos entre la violencia de género y la impunidad, la militarización, el gasto militar, y la prevalencia de las armas pequeñas si se quiere avanzar de manera significativa. El indicador sobre matrimonio infantil es bienvenido siempre y cuando el término se defina explícitamente tal como en la Convención sobre los Derechos del Niño. Objetivo 4: Asegurar vidas saludables Este objetivo reconoce los derechos y salud sexual y reproductiva como componentes críticos para una vida saludable y elementos esenciales para una sociedad saludable. Sin embargo, expresamos nuestra preocupación por la falta de especificación del objetivo propuesto. Saludamos la referencia en la narrativa sobre salud al hecho de que "la discriminación puede crear obstáculos para acceder a los servicios de salud en grupos vulnerables", pero queda pendiente una mayor discusión sobre el apoyo a poblaciones clave y marginadas así como la prestación de servicios libres de estigma. Objetivo 7: Asegurar la energía sostenible El objetivo de reducir progresivamente los subsidios a los combustibles fósiles es bienvenido, pero es demasiado impreciso para obligar a un cambio. Debería por lo menos abarcar la erradicación de los subsidios a las industrias de combustibles fósiles y a las multinacionales que emiten carbono. Objetivo 8: Creación de empleos, subsistencia sostenible y crecimiento equitativo El informe reconoce la importancia del empleo para el desarrollo sostenible, pero reduce el trabajo al valor que este aporta para el crecimiento económico y el consumo. Socava la agenda del Trabajo Decente mediante la creación de una categoría menor de "trabajos buenos" para el mundo en desarrollo; lo que implica que al mundo desarrollado sí le compete la agenda de trabajo decente más amplia. Señala que el concepto de trabajo decente —que "reconoce y respeta los derechos de los/las trabajadores/as, asegura una protección social adecuada y el diálogo social"— puede ser demasiado para algunos países en desarrollo y sugiere un "término medio" para ellos. ¿Está diciendo el PAN que algunos/as trabajadores/as, simplemente por su ubicación geográfica, no merecen gozar de derechos acordados a nivel internacional?
También sugiere que los trabajos buenos deben ser "seguros y justamente remunerados", sin embargo, no se indica lo que sería un salario justo. ¿Sería uno de menos de 1,25 USD al día? Además, el informe afirma que se requiere flexibilidad del mercado de trabajo para estimular el crecimiento, lo que contradice la noción de seguridad laboral. Las mujeres, con mayor frecuencia, son quienes están sujetas a los mercados laborales "flexibles" y la erosión de sus derechos laborales, debido en parte a la tradicional división sexual del trabajo en el hogar. En este contexto, el trabajo no remunerado también debe abordarse. Esto requiere que el trabajo no remunerado sea reconocido, reducido y redistribuido. El informe sugiere que se necesita un entorno favorable para el empreendedorismo, pero ignora las experiencias de pequeñas empresas dirigidas por mujeres, que a menudo no son capaces de competir con multinacionales extranjeras a las que se les da incentivos para invertir, como exenciones de impuestos. Reorientar los subsidios a las multinacionales hacia microempresas locales, pequeñas empresas y cooperativas crearía puestos de trabajo. Este objetivo fijó la meta de "fortalecer la capacidad productiva al proveer acceso universal a servicios financieros", lo que plantea la pregunta, ¿por qué este énfasis? ¿Por qué no invertir en actividades productivas con potencial para generar puestos de trabajo, programas de desarrollo de habilidades en contextos específicos y con conciencia de género, y programas de protección social -­‐ todos los cuales generan trabajo decente, sostienen medios de vida y resultan en un crecimiento más equitativo? Objetivo 10: Garantizar la buena gobernanza y las instituciones eficaces En este objetivo, las "Instituciones" se definen como las que abarcan "reglas, leyes y entidades de gobierno, y también las normas informales de las interacciones sociales." Dado que las "empresas" se destacan prominentemente en este informe, sorprende su ausencia en la sección que describe este objetivo. Se les da pase libre a las corporaciones. Si el desarrollo sostenible es el objetivo final, es esencial un marco regulador global establecido por los gobiernos para proteger a las personas de la avaricia de las empresas, sobre todo teniendo en cuenta que la única prioridad del sector privado es su afán de lucro. Los Principios de Maastricht sobre obligaciones extraterritoriales deben ser utilizados como la base para facilitar la buena gobernanza en el contexto de la nueva alianza global esbozada en el informe. El énfasis mayor en la participación y voz de la sociedad civil es bienvenida, sin embargo, se requiere mayor especificidad y la participación debe incluir también la toma de decisiones. Objetivo 11: Asegurar sociedades estables y pacíficas Es innegable que las violaciones de derechos humanos y la injusticia son ingredientes para la inestabilidad, los conflictos y la guerra. Las acciones que garanticen que las personas en general, y las mujeres en particular, sean capaces de vivir sin temor y sin miseria son clave para asegurar sociedades estables y pacíficas. Es fundamental asegurar que los gobiernos presupuesten e inviertan en la paz y no en la militarización. Un objetivo dirigido a reducir el gasto militar y aumentar el gasto social sería de singular valor. Una vez más, el informe se centra aquí en los síntomas y no en las causas. En particular, recomendamos que se reconozca y aborde el vínculo entre la desigualdad de género y la militarización, y que un enfoque holístico de la agenda Mujeres, Paz y Seguridad —que incluye participación, prevención, protección, ayuda y reparación— se integre en los esfuerzos de desarrollo sostenible, incluyendo metas e indicadores. Es necesario reconocer que las armas nucleares, así como el cambio climático, representan una amenaza sin precedentes para la humanidad. Las armas, incluidas las armas pequeñas y ligeras, promueven la degradación del medio ambiente; reducen la capacidad del Estado para invertir en igualdad social y desarrollo sostenible; y alimentan la violencia de género, especialmente contra las mujeres defensoras de derechos humanos. Los efectos de la militarización, el gasto militar y el comercio de armas erosionan la igualdad de género y la realización de los derechos de las mujeres. El desarrollo, la paz y la seguridad requieren la prevención de conflictos a través de la participación y liderazgo pleno e igualitario de las mujeres, no sólo una "revolución de transparencia". Objetivo 12: Crear un entorno propicio global y catalizar financiamiento a largo plazo Si bien se incluye un objetivo para mantener el calentamiento global en 2ºC, el informe no propone objetivo alguno para que los países reduzcan las emisiones de dióxido de carbono. También falla en reconocer el papel y la responsabilidad de los emisores históricos a gran escala en el cambio climático y sus impactos desiguales (a nivel geográfico, de género, económico, etc), de los que ya podemos ver cierta regresión en los avances existentes sobre desarrollo. Un entorno propicio requiere un claro reconocimiento del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas para abordar los impactos del cambio climático, la mitigación de las causas y crear las condiciones para un desarrollo sostenible a largo plazo. En general, el objetivo sobre financiamiento no tiene el sentido de urgencia y ambición que logró movilizar miles de millones de dólares para rescatar a los bancos en un tiempo récord. Este objetivo no reconoce la crítica sostenida a los sistemas financieros internacionales y la necesidad de reformarlos. La crisis de 2008, y otras que le precedieron, incluso con la Gestión de Capital a Largo Plazo en 1998 (“Long Term Capital Management”, en inglés), son evidencia de que necesitamos una reforma del sistema de regulación financiera, donde las necesidades de las personas y no las de los capitales, estén en el centro. Donde las políticas se elaboran y las metas se establecen reconociendo que las mujeres y los hombres no comparten las mismas realidades, y atraviesan las crisis económicas de manera diferente. Los gobiernos tienen la obligación de regular efectivamente a las instituciones y los mercados financieros para evitar crisis económicas. Apreciamos los esfuerzos para definir metas claras de financiamiento para lograr los objetivos, pero creemos que el informe debería haber prestado atención a cómo se distribuye el financiamiento para maximizar el impacto. Las investigaciones de los últimos años indican que el financiamiento efectivo para la igualdad de género debe alejarse del financiamiento fragmentado a corto plazo e ir hacia tipos de asociaciones a largo plazo que sean predecibles, flexibles, y proporcionen apoyo a través de los años. Además, el informe omite resaltar la necesidad de obtener recursos para la diversidad de actores que participan en este esfuerzo, incluida la sociedad civil, y dentro de ella, las organizaciones y movimientos de mujeres. Estas hacen algunos de los trabajos con más impacto e innovación en el área del desarrollo, luchando por retener los logros del pasado, impulsando nuevas políticas y cambios de comportamiento, proporcionando servicios críticos, y exigiendo a los gobiernos que rindan cuenta por sus compromisos. Si bien se discute en cierto detalle en la narrativa del informe, el PAN no recomienda cambios sustantivos suficientes a los sistemas tributarios que permitan asegurar que las corporaciones contribuyan con el desarrollo sostenible y con las comunidades que las sustentan. El informe también omite mencionar la necesidad de que los gobiernos movilicen el máximo de recursos disponibles para cumplir con las obligaciones de derechos humanos y garantizar el pleno disfrute de los derechos económicos y sociales, siguiendo los principios de no regresión y niveles mínimos esenciales/ obligaciones básicas mínimas. Este objetivo también está desvinculado de varios otros objetivos mencionados. Por ejemplo, no tiene en cuenta la necesidad de garantizar el funcionamiento de las cadenas de suministro o de acceso a los medicamentos esenciales como objetivos, tal como estaba incluido en el Objetivo 8 de los ODM. Esta es una omisión grave ya que algunos de los desafíos para garantizar el acceso a medicamentos esenciales de salud reproductiva y la realización de los derechos y salud sexual y reproductiva están conectados a las debilidades en el financiamiento, las cadenas de suministro y los sistemas de salud que proporcionan acceso a los medicamentos esenciales, incluidos los medicamentos de salud reproductiva . Conclusión De aquí en más, recomendamos que se fortalezca el enfoque de derechos humanos en los procesos de desarrollo sostenible a través de un mayor reconocimiento de las obligaciones del Estado de respetar, proteger y cumplir con los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género. Recomendamos regulaciones claras para asegurar que los intereses económicos no se impongan por sobre los objetivos mayores de respeto a los derechos humanos y promoción del desarrollo sostenible. Llamamos a un cambio en las actuales políticas de las instituciones internacionales que solo sirven para profundizar las desigualdades a través de reformas neoliberales que dificultan para muchos países alcanzar sus objetivos de desarrollo sostenible. Si bien el informe del PAN es más de lo mismo, o dirían algunos/as, unos ODM+, el mundo entre 2015 y 2030 cambiará en muchos aspectos, entre ellos, en el equilibrio de poder económico y político. El Secretario General de la ONU dió la oportunidad para ser más ambiciosos; pero fue una oportunidad perdida. Ahora le toca a él y a los Estados miembros garantizar que los próximos quince años después de 2015 sea el tiempo de las personas por encima de las ganancias. Equipo de Redacción: Katia Araujo, Huairou Commission; Heather Barclay, Federación Internacional de Planificación Familiar; Marta Benavides, Grupo de Trabajo Feminista; Savi Bisnath; Center for Women's Global Leadership; Eleanor Blomstrom, Women's Environment and Development Organization; Clare Coffey, ActionAid; Kate Lappin, Asia Pacific Forum on Women, Law and Development; Rosa Lizarde, Grupo de Trabajo Feminista; Abigail Ruane, Women’s International League for Peace and Freedom; Alejandra Scampini, Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo. Apoyan: Action Works Nepal (AWON), Nepal ActionAid, South Africa African Women's Development and Communication Network (FEMNET), Kenya Akshara Centre, India Angikar Bangladesh, Bangladesh Appropriate Technologies for Rural Women Cameroon (ATRuW), Cameroon Arab Women Organization of Jordan (AWO), Jordan Asia Pacific Forum on Women, Law and Development (APWLD), Thailand ASPIRE, Trinidad and Tobago Association for Women’s Rights in Development (AWID), Canada Association of War Affected Women, Sri Lanka Bangladesh Nari Progari Sabgha (BNPS), Bangladesh CAFSO-­‐WRAG for Development, Nigeria Campaign2015+ International, Nigeria Center for Integrity Promotion and Information (CIPI), Kenya Center for Women's Global Leadership (CWGL), USA Center for Women's Health and Human Rights at Suffolk University, USA Centre for Social Research, India Centro de Estudios de la Mujer, Chile Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF), Dominican Republic Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Peru Civil Society Coalition on Migration and Development (CISCOM-­‐D), Nigeria Coalition of African Lesbians (CAL), South Africa Concertación Interamericana de Mujeres Activistas por los Derechos Humanos (CIMA), Costa Rica Deltawomen Ngo, Nigeria Dharti Development Foundation Sindh, Pakistan Eastern African Subregional Support Initiative for Advancement of Women (EASSI) Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, México Europe Focal Point of GCAP Feminist Task Force, Switzerland Feminist Task Force, USA FemLINKPacific, Fiji FEMNET -­‐ Mali, Mali FIAN International, Germany FOKUS -­‐ Forum for Women and Development, Norway Foro de Mujeres y Políticas de Población, México Forum for Women in Democracy (FOWODE), Uganda Foundation Desire, Romania Fundación Justicia y Género, Costa Rica Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), Argentina Gambia Committee on Traditional Practices Affecting the Health of Women and Children (GAMCOTRAP), The Gambia Gender and Development Network, United Kingdom Global Fund for Women, USA Global Justice Center, USA Global Network of Women Peacebuilders (GNWP), USA Global Partnership for Local Action, Austria Hindu Women's Organisation of Trinidad and Tobago, Trinidad and Tobago Huairou Commission, USA Institut Perempuan/Women's Institute, Indonesia Institute for Women’s Empowerment (IWE), Hong Kong Institute of Human Rights and Civic Values (IHRCV), Kenya Inter Africa Network for Women, Media, Gender Equity and Development (FAMEDEV), Senegal International Alliance of Women (IAW), Switzerland International Peace Initiatives (IPI), Kenya International Women's Anthropology Conference (IWAC), USA International Women’s Health Coalition (IWHC), USA International Women's Rights Action Watch Asia Pacific (IWRAW Asia Pacific), Malaysia International Women's Rights Action Watch USA, USA Jagori, India Jalal Foundation, Afghanistan KULU -­‐ Women and Development, Denmark Legal Rights Forum, Pakistan MADRE, USA Millennium Sistahs T&T, Trinidad and Tobago Minority Gender Action, Nigeria Le Monde Selon Les Femmes, Belgium Muslim Women's Research and Action Forum (MWRAF), Sri Lanka National Alliam, India National Alliance of Women (NAWO), India National Alliance of Women Human Rights Defenders (NAWHRD Nepal), Nepal National Department of Social Development, South Africa National Network Against Domestic Violence (NNADV), Nepal National Network for Beijing Review Nepal (NNBN), Nepal Niger Delta Women's Movement for Peace & Development (NDWPD), Nigeria Northeast Feminist Association, USA Pacific Relevance, USA Practical Solutions, United Kingdom The Programme on Women's Economic, Social and Cultural Rights (PWESCR), India RAFED 4, Cameroon Red Nacional de Género y Economía (REDGE), México Red por los derechos sexuales y reproductivos en México (DDESER), México Rural Coalition, USA Saathi Nepal, Nepal Servicios Ecumenicos para la Reconciliacion y Reconstruccion (SERR), USA SEWA Kerala, India Sex og Politikk -­‐ The Norwegian Association for Sexual and Reproductive Health and Rights, Norway Shirkat Gah Women's Resource Centre, Pakistan Solidarity for Women’s Rights Association (SOWA), Republic of South Sudan Stichting Ultimate Purpose (UP), Suriname Temple of Understanding, USA TGNP Mtandao, Tanzania United Methodist Women, USA Urgent Action Fund for Women's Human Rights, USA US Human Rights Network (USRHN), USA US Solidarity Economy Network (SEN), USA Utthan, India Vacha Trust, India Vision Spring Initiatives, Nigeria WIDE -­‐ Network for Women's Rights and Feminist Perspectives in Development, Austria Women for Human Rights, single women group (WHR), Nepal Women Living Under Muslim Laws International Solidarity Network, United Kingdom Women Peacemakers Program (WPP), Netherlands Women's Environment and Development Organization (WEDO), USA Women's Equity Council, United Nations Association-­‐USA (UNA-­‐USA San Diego), USA Women's Human Rights Education Institutes of the University of Toronto, Canada Women's International League for Peace and Freedom (WILPF) Women's Museum of California, USA Women's Resource and Advocacy Centre, India Women's Rights Center, Poland Women's UN Report Network (WUNRN), USA WOREC Nepal, Nepal Young Women's Leadership Institute (YWLI), Kenya Ultima actualización: 22 de julio de 2013