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Unidades Teórico‐Prácticas de Fundamentos de Dirección Musical / Rafael M. Garrigós García UNIDAD DIDÁCTICA 20 ELECCIÓN DEL REPERTORIO * La importancia de elegir el repertorio El fin último de la música es ser escuchada para el disfrute de las personas, y el fin último de una agrupación musical es hacer música en conjunto con otras personas para realizar esa música de la que disfrutarán los que la escuchen. Por supuesto que hay otros fines unidos a esta actividad de hacer música: Desarrollo personal, Socialización, aprendizaje, culturización, y otros tantos beneficios que van unidos al hecho de la interpretación musical. Elegir un repertorio adecuado puede suponer un porcentaje muy alto del éxito de un concierto, y es por ello por lo que debemos pensar muy bien el programa de cada nuevo concierto cuando nos sentemos a programarlo. Afortunadamente hoy en día tenemos gran cantidad de compositores jóvenes con una gran capacidad creativa. Todos estos compositores ponen a nuestro servicio obras de muy diferentes estilos y dificultad que nos hacen más fácil la labor a la hora de programar un concierto. Por otra parte, el fácil acceso a la información con las nuevas tecnologías nos ayuda a conocer y estar informado del nuevo repertorio que se va componiendo para cada agrupación musical y poder seguir a los compositores que consideremos más interesantes o que se adecúan mejor por la música que escriben a las necesidades de nuestras agrupaciones. Para crear el programa de un concierto hay que tener en cuenta muchas variables respecto a la elección de las obras que lo conformarán. Estas variables las veremos un poco más adelante, pero de forma general, en la elavoración de un programa de concierto deberemos tener en cuenta los siguiente aspectos: ‐COHERENCIA. El programa de un concierto debe tener coherencia en su extructura interna. Las obras que lo conforman pueden tener o no relación entre ellas, pero siempre será más interesante si todo o parte del programa del concierto se entiende en un mismo sentido con un hilo conductor que asocie unas obras con otras. Si no tienen relación, por lo menos deberemos intentar una mínima coherencia de conjunto entre ellas. ‐LÓGICA EN EL ÓRDEN DE LAS OBRAS. Otro de los aspectos que es interesante tener en cuenta, es el de la secuenciación de las obras en el programa de concierto. La cronología de la composición de las obras, la temática, o aspectos como el cansancio de los músicos, o mantener el interés del oyente hasta el final del concierto, son aspectos que no 90 Unidades Teórico‐Prácticas de Fundamentos de Dirección Musical / Rafael M. Garrigós García debemos descuidar al realizar el programa. En este último aspecto al que me he referido del mantenimiento del interés por parte del oyente, hay que tener en cuenta que al principio de un concierto el oyente puede mantener mejor la concentración y el interés, y por lo tanto interesará programar al principio las obras más densas. Conforme va avanzando el concierto, el cansancio puede hacer que el oyente pierda capacidad de concentración e interés, por lo que las obras que programemos en esta segunda parte del concierto son las que, según el público al que va dirigido ese concierto, despierten mayor interés. Este aspecto estará relacionado con la formación y tipo de público al que va dirigido el concierto, así como el tipo de agrupación que realiza el concierto. También cualquier otra justificación programática. ‐INTERÉS. Dentro de las posibilidades de programación en función de factores como el tipo de agrupación y su nivel, el público al que va dirigido el concierto y otras variables que estudiaremos a continuación, debemos intentar ofrecer un programa lo más interesante posible. Un programa original y creativo que tenga un interés especial para el público y para los músicos. Un programa diferente que despierte el interés por parte de melómanos, y que produzca en el oyente una escucha de un programa único que le haga crecer culturalmente. Para ofrecer este tipo de conciertos es importante hacer un trabajo grande de investigación y alejarse de repetir programas de otras agrupaciones y de obras que estén “de moda”. ‐DURACIÓN ADECUADA. Un elemento importante a tener en cuenta cuando se programa un concierto es la duración. Para este parámetro también tendremos en cuenta el tipo de concierto y el público al que va destinado. Pero sea como fuere, a la hora de programar el concierto hay que tener en cuenta este parámetro para que tenga una duración lógica. Es importante pensar en las pausas entre obras, no solamente el descanso en sí, si no las pausas que se pudieran producir por tratarse de conciertos homenajes, entregas de premios, cambios de plantilla y disposición de los músicos para las diferentes obras, etc. * Variables a tener en cuenta en la elección del repertorio Veamos ahora las variables más importantes que condicionan directamente la elección del repertorio. ‐TIPO DE CONCIERTO El tipo de concierto que queremos o podemos realizar es el primer planteamiento al elegir el repertorio de un concierto. Es posible que tengamos libertad 91 Unidades Teórico‐Prácticas de Fundamentos de Dirección Musical / Rafael M. Garrigós García para plantearlo, o sea un concierto en el que nuestra agrupación tenga que interpretar alguna o algunas obras por necesidades o compromisos con nuestro entorno. Si, como director artístico y responsable de este apartado, tenemos libertad para programar el concierto, tendremos que decidir qué tipo de concierto queremos ofrecer. Basándonos en parámetros citados anteriormente de originalidad, calidad, creatividad, etc, intentaremos que cada concierto sea especial y único. Deberemos decidir qué tipo de obras queremos que formen el programa, y qué tipo de enfoque general queremos darle: temático, de un determinado estilo de música, país o región, compositores, etc. Este tipo de conciertos temáticos unifican el programa y le dan especial coherencia, ya que este hilo conductor puede “enganchar más al oyente”. Incluso es posible que un determinado concierto temático atraiga nuevos oyentes a nuestra agrupación y puedan convertirse en oyentes de posteriores programas. Una vez decidimos que tipo de concierto queremos, que puede estar condicionado por el repertorio al que podemos acceder, tendremos que decidir qué obras poner y su orden en el programa (como ya hemos visto este es un aspecto importante al confeccionar el programa, ya que la coherencia interna y la secuencia de obras, también es muy importante para el éxito del concierto). También Tendremos en cuenta la duración de cada obra en las diferentes partes y la duración total del concierto. Si el concierto está condicionado por algún compromiso que nuestra sociedad musical tiene con algún evento, puede ocurrir que tengamos que interpretar alguna obra impuesta por el propio acto. Si es así, este hecho puede condicionar el programa y la elección del resto de las obras que lo conformarán. ‐LUGAR DE CELEBRACIÓN Otra de las variables que más puede condicionar el programa de un concierto es el lugar de celebración. Efectivamente, la acústica que tenga el lugar donde realizaremos el concierto tiene incidencia directa sobre las obras a programar, ya que no todas las obras funcionan bien en todas las acústicas. Si el concierto a programar ha de realizarse en el lugar donde habitualmente realizamos todos los conciertos, y encima es el lugar donde realizamos los ensayos, tendremos una idea exacta de la acústica de la sala y no tendremos problemas en este parámetro. Si por el contrario no conocemos el lugar ni la acústica donde se realizará el concierto, deberemos tomar referencias de este parámetro antes de programarlo para evitar sorpresas inesperadas. Imaginemos que programamos una obra muy sonora, con carácter muy rítmico y percusivo, con un nivel sonoro grande, y justo antes del concierto nos enteramos que es en una iglesia con mucho eco; tendríamos un problema. 92 Unidades Teórico‐Prácticas de Fundamentos de Dirección Musical / Rafael M. Garrigós García Puede ocurrir también que sea al aire libre. Esto condiciona muchísimo el programa, ya que reduce mucho el volumen sonoro de nuestra agrupación. Por otra parte, si es al aire libre es importante comprobar si el escenario está colocado de forma que el entorno modifica la acústica. Otro aspecto importante es conocer las dimensiones y la forma del escenario donde realizaremos el concierto, ya que la correcta disposición o modificaciones de estructura de la agrupación condicionada por el escenario, puede incidir directamente en las obras que se pueden interpretar o no. Por el contrario, es posible que el entorno nos permita la interpretación de forma única de determinadas obras que podemos programar. Imaginemos por ejemplo un entorno natural con elevaciones sobre el público donde poder colocar una fanfarria de trompetas, por ejemplo. También podemos encontrarnos con que el concierto tenemos que realizarlo para un público en concreto. Un concierto para estudiantes en el paraninfo de una universidad, para ancianos de una residencia, para niños en un colegio, etc. Este aspecto del público en función del lugar también es absolutamente determinante para la elección del tipo de programa de nuestro concierto. ‐TIEMPO DE PREPARACIÓN Si, como es normal, hemos realizado un calendario anual de conciertos y actividades de nuestra agrupación, sabremos con bastante antelación las fechas de los conciertos. Esto nos permite organizar un calendario de ensayos con suficiente anticipación, así como conocer el tiempo y los ensayos que tendremos para preparar cada uno de los conciertos. Deberemos programar obras que tengan una dificultad que podamos salvar en ese tiempo programado de preparación. Muchas veces cometemos el error de no ponderar bien este parámetro y el concierto llega con las obras sin la preparación suficiente para ser interpretadas en público. Siempre es mejor una obra más sencilla bien interpretada, que una obra de más dificultad interpretada incorrectamente o con errores. El director tiene que buscar el equilibrio para programar con la suficiente dificultad obras que favorecezcan el crecimiento de la agrupación, pero pasarse en el nivel de las obras puede desalentar a los músicos. Podemos aprovechar los conciertos en los que tenemos menos tiempo de preparación, para realizar conciertos temáticos de obras o estilos con menor dificultad. ‐DISPONIBILIDAD DE LOS MÚSICOS En este tema habría que diferenciar entre agrupaciones amateurs, profesionales, y de centros educativos. Aunque en agrupaciones profesionales y de centros educativos se cuenta normalmente con todos los integrantes de la agrupación, también se pueden ver afectadas en momentos puntuales de la falta de músicos por causas diversas. 93 Unidades Teórico‐Prácticas de Fundamentos de Dirección Musical / Rafael M. Garrigós García Las agrupaciones musicales amateurs están formadas por músicos que de forma altruista donan su tiempo a la sociedad. Ese tiempo, que es hoy por hoy uno de los valores más importante de nuestra existencia, no todo el mundo lo puede o quiere donar en la misma medida. Al mismo tiempo, y por diferentes razones que no son pertinentes en este estudio, no todo el mundo tiene el mismo compromiso con la agrupación. Por otra parte, estas agrupaciones están formadas normalmente por un colectivo muy heterogéneo, con gente de diferentes edades, profesiones, intereses, formación, etc. Es por ello que la disponibilidad de los integrantes no siempre es la deseable, teniendo que adaptar el calendario de ensayos y conciertos a la disponibilidad de los músicos. Problemas como épocas de exámenes en formaciones con muchos jóvenes en edad escolar, campañas laborales de trabajos específicos en determinadas localidades o regiones, festividades, etc, pueden condicionar la elaboración del programa y la dificultad de las obras que lo conformarán. Es por ello que el director debe tener en cuenta este tipo de dificultades y recabar información sobre las diferentes problemáticas que puedan surgir a los músicos en este aspecto. OBJETIVOS DIDÁCTICO‐ARTÍSTICOS Otro de los parámetros que puede condicionar la elaboración de un programa de concierto, es la de los objetivos a conseguir con la realización del mismo, si es que nos los hemos planteado. Hay muchos aspectos puramente musicales que pueden ser suceptibles de mejora en una agrupación musical: sonoridad, afinación, flexibilidad, técnica, lectura, articulación, etc. El director tiene en su mano a través de la programación del repertorio de cada concierto, hacerlo en función de mejorar uno o varios aspectos musicales de los citados anteriormente o cualquier otro que necesite ser mejorado. Es importante que el director reflexione sobre los aspectos en los que puede mejorar su agrupación musical, y realice un plan a largo plazo en el que incluya obras que ayuden a mejorar los aspectos artísticos y favorezcan la evolución y el crecimiento. Cada cierto tiempo se puede ir constatando a través de diferentes items de evaluación si el plan de estrategias funciona en el sentido que el director pensó. Es importante recoger a través de imágenes de vídeo, y sobre todo, de audio de calidad, cada una de las actuaciones de nuestra agrupación. Con ello crearemos un archivo digital que recogerá la historia y evolución a través de nuestras actuaciones, y nos ayudará en la autoevaluación de nuestro trabajo. Por otra parte, nos ayudará a identificar errores de planteamiento que podremos ir corrigiendo. A través de la programación del repertorio también podemos mejorar otros aspectos que son son puramente artístico‐musicales. Nos puede servir para mejorar el aspecto social tanto en los músicos como en el público. Es posible mejorar la autoestima de algún miembro o familia instrumental importante de nuestra 94 Unidades Teórico‐Prácticas de Fundamentos de Dirección Musical / Rafael M. Garrigós García agrupación dándole en un concierto un protagonismo especial. También podemos promocionar un instrumento en concreto que necesitamos, o mejorar la complicidad del público ofreciéndoles algo que sabemos que puede agradarles en un momento puntual. En definitiva, debemos aprovechar la herramienta de la programación para hacer crecer artística y socialmente nuestras agrupaciones musicales. ‐QUE SE PUEDE INTERPRETAR EN NUESTRA AGRUPACIÓN: EL COMPROMISO CON LA MÚSICA Independientemente de lo que nos guste programar a los directores referente a determinados compositores, obras o estilos compositivos, todos los directores tenemos un compromiso con la música, su evolución, su capacidad de culturización y crecimiento personal de músicos y público, y el interés y la variedad en la oferta musical. Caemos a menudo en programar, sobre todo en agrupaciones amateurs, obras que son relativamente fáciles de tocar y agradan de forma inmediata al músico y al oyente, pero que ofrecen poca calidad musical. En este sentido tenemos que hacer un gran trabajo de concienciación y de formación en músicos y públicos para que estén abiertos a nuevos lenguajes y tengan la paciencia suficiente y confianza en el trabajo de elección del repertorio por parte del director para conseguir los resultados. Hay muchas obras que por su lenguaje compositivo necesitan un trabajo diferente o más exhautivo, pero que se ve recompensado una vez terminado el trabajo por su calidad y originalidad. Casi todos los estilos y compositores tienen cabida en un determinado programa de concierto siempre que tengan una mínima calidad y originalidad. Por otra parte, hay que intentar ofrecer programas diferentes cada vez para que puedan agradar a diferentes estilos de oyente y sirvan para la culturización de todos. El los centros educativos, la elección del repertorio está cargada de una responsabilidad especial: el compromiso formativo. La educación en la interpretación y conocimiento de diferentes estilos musicales que ayude a su formación integral como músicos. Esto requiere de una programación muy pensada y programada, en la que se interpreten obras con claros objetivos didácticos. Muchas veces olvidamos el fin último de estas agrupaciones y se programa sin un sentido académico, más bien en conseguir resultados brillantes a corto plazo en conciertos puntuales. Es importante programar para el crecimiento. MÚSICA ORIGINAL VERSUS TRANSCRIPCIONES ¿Debemos tocar obras que no están escritas originalmente para el tipo de orgánico de nuestra agrupación?. A esta pregunta la respuesta es: sí, pero con condiciones. 95 Unidades Teórico‐Prácticas de Fundamentos de Dirección Musical / Rafael M. Garrigós García Es probable que la música que esté compuesta para un determinado tipo de agrupación nos creará menos problemas a la hora de conseguir un resultado óptimo de interpretación, pero no tiene por qué ser siempre así. De hecho, a lo largo de la historia, hemos visto casos de obras que han funcionado muy bien al transcribirlas a otro tipo de agrupación distinta para la que fueron compuestas. Incluso algún caso en el que la transcripción ha funcionado mejor que el original. En un porcentaje alto, las agrupaciones deben interpretar obras escritas para el tipo de agrupación para el que fueron compuestas, pero creo que lo importante en esta cuestión es, en primer lugar, si el tipo de obra se presta a una transcripción honesta que siga reflejando la idea del compositor y conserva la esencia de la obra; si es una transcripción del propio autor esto está asegurado. En segundo lugar, que se trate de una transcripción de calidad. Otro de los aspectos importantes a la hora de afrontar la decisión si interpretar una transcripción, es la de si nuestra agrupación, con la plantilla actual de músicos, puede realizar una interpretación digna de una obra que seguramente haya sido escuchada por el oyente otras veces en su versión original. Si no tenemos la solvencia suficiente como para realizar una interpretación de calidad, es mejor no realizar sucedáneos de una obra que está compuesta para otro tipo de agrupación. Si lo hacemos, a la difícil tarea de la adaptación, incorporaremos la odiosa comparación con la versión original de una obra mal interpretada. Para finalizar este tema, una reflexión: ¿podemos imaginar el recorrido a través de toda la historia de la música sin que se hubiese tocado nunca ninguna transcripción de una obra por una agrupación con orgánico diferente del que se pensó originalmente?... Resumiendo, debemos interpretar la transcripción de una obra escrita para otro tipo de agrupación musical si es una transcripción que refleja la idea del compositor y conserva la esencia de la obra, es una transcripción de calidad, y podemos afrontar la interpretación de la obra con garantías. RECUPERACIÓN DE OBRAS En nuestro afán de ser originales en la programación de los conciertos, debemos realizar una función de recuperación de obras, de investigar en los archivos de nuestras sociedades musicales para intentar descubrir obras que no se interpretan desde hace tiempo por desconocimiento, y puedan ser obras de calidad. En la sociedad actual vivimos en un bucle en el que parece que sólo lo nuevo, lo de creciente realización es válido en nuestros días. Esto se ha trasladado al mundo de las sociedades musicales, sobre todo en el mundo de las bandas, en los que hay menos repretorio original clásico, de forma que hay que tocar lo último que se ha compuesto. Y no todo lo nuevo es mejor que lo anterior, de hecho, nuestros archivos están llenos de obras que nuestros músicos no conocen porque hace mucho que no se interpretan, y que por su calidad, deberían conocer. 96 Unidades Teórico‐Prácticas de Fundamentos de Dirección Musical / Rafael M. Garrigós García Por otra parte, el intentar tocar todos lo último que se ha compuesto, nos lleva a que todo el mundo toca las mismas obras en los conciertos, porque es lo que está de moda. Debemos ser originales y huir de modas. Hay que estar a la última, conocer las obras que componen los compositores actuales, sobre todo los que hacen obras con calidad, pero al mismo tiempo intentar que nuestros conciertos sean únicos. Investigar, recuperar obras, buscar en otros lugares, en definitiva, intentar que nuestros conciertos sean experiencias diferentes para el oyente y ser originales en la programación. CONOCER EL REPERTORIO Si hay algo que condiciona enormemente la programación de los conciertos, es el conocimiento del repertorio. No solamente debemos estar al día, como hemos dicho antes, del trabajo de los compositores actuales siguiendo sus últimos trabajos. También debemos de ser conocedores del repertorio escrito en todas las épocas y estilos para el tipo de agrupación que dirigimos. Cuanto más repertorio conozcamos, más posibilidades de éxito, y como hemos visto, el programa del concierto supone un gran porcentaje del éxito del mismo. Hoy en día, con las nuevas tecnologías tenemos la posibilidad, no solamente de estar al día del repertorio que se escribe en todo el mundo, si no que también podemos acceder a todas las editoriales del mundo para informarnos del repertorio que ofertan y conocer a los nuevos compositores del panorama mundial. PROMOVER LA COMPOSICIÓN DE OBRAS Otro de los aspectos interesantes que pueden convertir las obras que programemos en originales, es la promoción, dentro de nuestras posibilidades, de la composición de obras para nuestra agrupación. Aunque el que es compositor normalmente siempre tiene algún trabajo entre manos, el encargo de algún trabajo por parte de una agrupación puede ejercer un estímulo importante en su trabajo y conseguir un extra de calidad y compromiso en sus composiciones. Este tipo de encargos es algo muy común en muchos países para celebrar la conmemoración de algún aniversario de agrupaciones musicales, conservatorios, colegios y universidades (sobre todo americanas donde los estudios musicales están muy integrados en el sistema educativo desde el nivel medio). Práctica 45 * Realiza un programa de concierto para Orquesta, Banda o Coro y justifícalo. Ten en cuenta los principios de calidad y originalidad. Puede ser temático, buscar relación entre las obras, o cualquier otro hilo conductor que justifique el programa. 97