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r:ev. '.1ccl. Univ. Navarra IX: 61. 1965 REVISIONES Afecciones de la piel del recién nacido Manuel Bueno Sáncl1ez (*) y Francisco Hermida Rubira (*) El estudio de las afecciones cutfoeas del neonato ha sido siempre motivo de preocupación para los dermatólogos ; sin embargo, el tratarse de niños recién nacidos justifica, por demás, la ineludible obligación que tiene el pediatra de conocer estos problemas, que unas veces van a presentarse sin carácter marcadament·e patológico (exageración de fenómenos fisiológicos en la mayoría de estos casos), mientras en otras ocasiones van a constituir auténticos cuadros morbosos 12 • No pretendemos realizar en este trabajo un estudio exhaustivo de la Dermatología Pediátrica neonatal. Más bien deseamos dar una visión de conjunto, si--;tematizando cuadro>, que poseen un denominador común: afectación de la piel del R. N., pero que aparecen di>persos en la literatura médica. Como la mayor parte de los órganos, la oiel no comienza en realidad a jugar I") Univ~rsidad de Navarra.-Facultad de Medicina.-Dopartam:cnto de Pediatría y Puericultura. su auténtico panel fisiológico hasta el momento del nacimi::nto. Sin embargo, rn inmadurez va a hacer que sus afectaciones tanto patológicas como aquellas que no pueden comiderarse así, pero que tampoco son propiamente fisiológicas, se muestran en la clínica de una forma peculiar, algo diferentes de como se expresarán en épocas posteriores de la vida. La piel del R. N., que en la vida intrauterina está protegida por el vernix caf.emo y en cierto modo por el líquido amniótico, en el momento del nacimiento va a sufrir, al quedar desprovista de aquellos, una serie de procesos de adaptación frente al aire, bacterias y ambiente. Van a ser nuestros cuidados los que podrán en gran número de ocasiones defenderla de esta agresión del medio ::xtrauterino. Es decir, el concepto de "criatura social" (Apley) 1 , que depende de 103 demás, en estas precoces edades de la vida va a encontrar a nivel cutáneo una exv::sión rn'Ís. Antes de entrar de lleno en nuestro teseñalar que: solo nos octrnaremos de las afecti.ciones nn que:.-emm, fin'llmente, 62 ;¡A l\:TlF.l. mm NO s ANCHF7. cutáneas, por lo que las fáneras (uñas, pelos, etc.) no serán motivo de estudio, aunque como veremos a lo largo de nuestra exposición en varios síndromes cutáneos van a tener participación singular. CARACTERÍSTICAS FISIOLÓGICAS DE LA PIEL DEL R. N. Antes de iniciar la descripción -breve, por supuesto- de los distintos cuadros patológicos que pueden afectar a la piel del neonato, vamos a recordar las peculiaridades a nivel cutáneo en esta época de la vida. l) Función de protección insuficiente. En efecto el pH alcalino de la piel del R. N. va a condicionar una situación de inferioridad frente a las infecciones, hecho que se ve reforzado, más aún, por el escaso espesor de la cubierta córnea. 2) Funciones secretorias disociadas. En este sentido la secreción sebácea es abundante, hasta el punto de que puede hablarse de una hiperfunción; por el contrario, la secreción sudoral es de escasa expresión. Función de reabsorción y respiración exageradas. Hasta el extremo de que en esta edad nos vamos a valer de este hecho para la administración de medicamentos -tal es el caso del 0 2- , aunque conviene señalar que esta cualidad de reabsorción tan importante, puede tener efectos deletéreos por lo que se refiere a la absorción de tóxicos. 3) En una atmósfera de 0 2 la piel lo absorbe a razón de 2-3 e.e. por minuto. Ello deberá tenerse siempre presente en las incubadoras para prematuros con objeto de no incurrir en hiperdosificaciones tan funestas para estos niños (fibroplasia retrolenticular, membrana hialina). FR ANrTSO,O HER\l!D A RlJBIR .\ Vol. /){ Regulaciones vascmctoras inmad•Aras. Como bien conocemos la piel del R. N. es rojiza, debido a una vasodilatación a este nivel; sin embargo, en otras ocasiones palidece ostensiblemente, debido a vasoconstricción. Estos hechos alternan frecuentemente en escasos intervalos de tiempo. Estos fenómenos se acentúan aún más en los niños prematuros, hasta el punto que la resistencia capilar en ellos está muy disminuída. 4) 5) Sensibilidad cutánea acentuada. Por ello, tanto los excesivos cuidados (irritación e inflamación), como la falta de los mismos (eritema de los pañales), producen efectos nocivos. A nivel de mejillas la sensibilidad es extremadamente acentuada. Algún autor refiriéndose al aspecto que comentamos, ha hecho la alusión de que los roces más insignificantes tienen el mismo efecto que si actuara sobre la piel un papel de lija 19 • 6) Gran capacidad de regeneración. La piel del neonato presenta gran capacidad de regeneración; en pocas horas, grandes superficies cutáneas pueden ser reparadas. ASPECTO NORMAL DE LA PIEL DEL R. N. l) V ernix caseoso. La piel del R. N. -en el momento del nacimiento- se encuentra recubierta de esta capa cremosa, que se fue acumulando durante la época intrauterina y que parece ser que tiene un papel protector frente al efecto macerador que el líquido amniótico pudiera ejercer sobre aquella. De todas formas su acción es mal conocida. Se acumula preferentemente en las zonas posteriores del cuerpo y en los pliegues. También se encuentra profusamente en aquellas · zonas cutáneas donde el lanugo es· más abundante. Es un produc- l1forzo 19b5 A.FECCíONES lJE L.-\ Pff_,L to de las glándulas sebáceas. Normalmente desaparece de forma espontánea y progresiva. Se discute sobre la conveniencia de no lavar al R. N. después del n:icimiento, con objeto de no desprenderlo de esta capa protectora. Excepcion:ilmente puede persistir durante 3-4 meses, constituyendo entonces el cuadro conccido con el nombre de "vernix caseosa persistente" de Mayerhofer. 2) La piel del R. N. tiene un aspecto liso, muy suave. De coloración enrojecida por la vasodilatación antes comentada. Este hecho se acentúa más en los prematuros, hasta el punto de que algunos autores la compararon al color de la langosta. Puede alternar este color rojizo con otras zonas azuladas, especial mente a nivel distal. El frío o el calor, sin embargo, ofrecen cambios de esta coloración normal (inmadurez del sistema vasomotor). Es característico también de la piel del neonato, el que no reacciona frente a las picaduras de insectos (pulgas, p.e.) con los típicos habones propios de épocas más diferenciadas de vida. 3) La descamación fisiológica es otro hecho bien conocido, que alcanza su expresión más acentuada del 3. al 6. día de la vida. Es una descamación fina en pequeñas escamas, y que en algunos casos puede prolongarse hasta el segundo mes de vida. Una vez que cesa, aparece la piel normal, típica de la época neonatal, de coloración rosácea. 0 0 4) La presencia de lanugo es otra característica de esta época de vida. De la observación de lo citado hasta ahora, se infiere que la piel del R. N. ofrece una serie de peculiaridades de gran importancia en cuanto a su funcionalismo, que en caso de no ser considerados por los que tienen a su cargo los primeros cuidados del nuevo ser (Maternidades, Hospitales Infantiles, etc.) pueden 6 U~L !U.. LU,N NACIDO motivar serios trastornos. Es fundamentalmente el problema de la infección motivo de hondas preocupaciones. Precisamente en estos centros de asistencia, en la actualidad, se observa un incremento de las temibles piodermitis de R. N. De otra parte, la permeabilidad de la vía umbilical va a sumarse a la fragilidad ante la infección que comentamos. Es por ello, que los cuidados del neonato deberán extremarse. Hirvensalo 14 realizó recientemente un estudio de este aspecto en una serie de 2.000 niños en el Instituto Obstétrico de Helsinki, llegando a la conclusión de la conveniencia de baños con sustancias antisépticas (Cetrimida) como profilaxis de estas infecciones, fundamentalmente frente al estafilococo y gérmenes gramnegativos. MODIFICACIONES DE LA PIEL NO PATOLÓGICAS Bajo este epígrafe, engloban Grislain, Mainard y Berranger 12 una serie de cua dros que en cierto modo van a ser exageraciones de los fenómenos fisiológicos antes considerados. Aunque según nuestro punto de vista no está exento de crítica este proceder, creemos que es sostenible con fines didácticos y es por ello que vamos a seguirlo. l.º Miliar sebácea. Manifestación muy frecuente del neonato, de localización selectiva en cara, especialmente en alas de la nariz, frente y mentón. Está constituída por una serie de elementos miliares de origen sebáceo, de pequeño tamaño, y que aparecen en los primeros días de vida. Desaparecen seguidamente, y nunca van a presentar problemas terapéuticos. 2.º Descamación laminar. Es la exageración de la descamación fisiológica que en líneas precedentes comentábamos. En este caso, es más intensa, liberándose \iAl\üEL iiUENú S'1h'CHEZ. grandes láminas que evolucionan de igual forma que aquella, resolviéndose como sumo en los primeros 15 días. 3.º Mancha mongólica. Aparece en gran número de R. N. No tiene significado patológico y se localiza en la región sacra, siendo su color azulado. Su nombre obedece a que en las razas asiáticas es de aparición casi constante. Se ha intentado explicar su presencia en la raza blanca, como expresión de cruces remotos con la amarilla. A veces persiste durante los tres primeros años de vida para desaparecer entonces sin dejar rastro. Es obvio aclarar que no tiene ninguna relación con el síndrome de Down. 4." Telangiectasias. Pueden aparecer en la región de la nuca, siendo benignas y sin ~ignificación patológica. Desaparecen igualmente, sin dejar señal. Grislain y cols. 12 engloban también, en este apartado, a la dermitis colodiana. No estamos de acuerdo con este criterio ya que la persistencia de la membrana epitriqueal creemos es un hecho perfectamente definido como patológico. Por otra parte sus amplias relaciones con la ictiosis fetal justifican, a nuestro modo de ver, el estudiarla junto a ella. DERMOPATÍAS DEL R. N. Son numerosas, y en la mayoría de los casos, de etiología poco precisa, por lo que su clasificación siempre peca o de artificiosa o de incompleta. Enfrentados con la necesidad de su sistematización, nos inclinamos por considerar dos grandes grupos: 1." Afecciones cutáneas congénitas y 2.º Afecciones cutáneas adquiridas. Dent~o de cada uno de estos grupos iremos estudiando de forma breve algunos de los cuadros más característicos. Anticipamos que nuestra descripción se limi- fRA~~ClSCO HER~GDA RlJBiRA Vol. IX tará a una enumeración somera de los rasgos clínicos más sobresalientes, ya que entrar en otras consideraciones alargaría extraordinariamente nuestra exposición, por lo que a los interesados en este tema los remitimos a la bibliografía consultada. I. Afecciones congénitas o genodermopatías. A) Trastornos de la pigmentación. l." ALBINISMO. - Caracterizado por la ausencia parcial o completa de pigmento a nivel cutáneo, cabellos y coroides. La decoloración (manchas, más o menos extensas, blancas) es notoria desde el nacimiento y se encuentra a veces asociada a trastornos mentales (idiocia o imbecilidad). En la actualidad se sistematiza en el capítulo de errores innatos del metabolismo ya que es conocido el déficit de tirosinasa responsable de que no se transforme la tirosina en melanina. Desde un ounto de vista terapéutico se emplean en la actualidad el Psoralens y las drogas antipalúdicas. Por lo que respecta al primero, está próxima una publicación nuestra en la que recogemos un caso de un niño con vitíligo tratado con el referido medicamento y en el que apareció posteriormente una púrpura anafiláctica debida al citado fármaco. 2." VITILIGO CONGÉNITO (Piebaldness). Similar al de edades posteriores. Areas de despigmentación localizadas en diversas zonas, y que ya están presentes desde el nacimiento. Así permanecerán de por vida en gran número de los casos. 3." lNCONTINENTIA PIGMENTI.-También llamada melanosis coriodegenerativa, o síndrome de Bloch-Sulzberber 2 · 9 . Se trata de una afección cutánea que se presenta preferentemente en niñas, y caracterizada por: -Manifestaciones cutáneas, que varían según aparezcan en la fase prepigmentaria 111arzo 1965 .\ FFCCIONES DE L.\ P!EL DEL RE CIEN N}... CIDO (vesículas y ampollas hipertróficas), o en la fase pigmentaria propiamente dicha (máculas pigmentadas de formas caprichosas que se van atenuando hasta desaparecer hacia los 12 años de edad, a las que se asocian lesiones atróficas, queratodérmicas e anhidróticas). --Alteraciones dentarias, frecuentemente en forma de anodontias parciales. -Malformaciones oculares (glioma, fibroplasias, cataratas o atrofias ópticas). -Alteraciones óseas, cuando coexiste con la condrodistrofia calcificans congénita 8 . -Alteraciones en S. N. C .. tales como retraso psicomotor, enfermedad de Little, microcefalia, convulsiones, hidrocefalia o atrofias corticales. Desde un punto de vista histológico se encuentran ampollas, eosinofi!ia, y disqueratosis (fase prepigmentaria), o lesiones inflamatorias y acúmulos de pigmento melánico en el dermis. Se invocan para su patogenia, factores genéticos en relación con una malformación congénita de tipo nevoide (Oldfett, Lamy). No tiene tratamiento, aunque se han ensayado cortisónicos y sulfopiridina. ó5 mismas, sólo vamos a referirnos a una muy peculiar, aunque de escasa frecuencia, la discromia arlequin que nada tiene que ver con el feto arlequín del que después nos ocuparemos. En ella, aparece una línea de separación neta, medial, que parece dividir el cuerpo del R. N. en dos mitades -a través de zona medial de frente, mentón, tórax, ombligo, etc.una de color pálido y la otra rubicunda. Estas manifestaciones se modifican a favor de la postura del niño (acción de la gravedad), desapareciendo en pocos días. No tiene ningún significado patológico, y está en relación con la labilidad vasomotora de este período de la vida. Según nuestro criterio, puede ser perfectamente incluibe en el apartado de modificaciones no patológicas. 7." SÍNDROMES ICTÉRICOS DEL R. N.En este capítulo pueden incluirse el gran grupo de las llamadas ictericias familiares, por la ostensible colorac~ón que aparece en la piel. Unicamente enumeramos las distintas posibildades, ya que su estudio es demasiado amplio, y no etiológicamente cutáneo per se, para justificar una mayor extensión en este trabajo. 4.º SÍNDROME DE ALBRIGHT.-De causa desconocida, es poco característico en la época de R. N. Clínicamente consiste en áreas de pigmentación, osteítis fibrosa diseminada y disfunción endocrina de diversa expresión (en niñas pubertad precoz). Terapéuticamente no existen posibilidades de actuación médica. Recordamos el s. de Crigler-Najjar, la enfermedad de Gilbert, y mucho más raros desde un punto de vista de la época de aparición, los Dubin-Johnson, Rotor y Stransky. 5. SÍNDROME DE FANCONI. En este cuadro, caracterizado por anemia hipoplásica, con malformaciones congénitas múltiples, pueden visualizarse unas zonas cutáneas de pigmentación color verde oliva, que en la mayoría de las ocasiones no suelen aparecer hasta los 6-7 años de vida. Teóricamente, sin embargo, no hay razón para no poder demostralas antes·'- "· Este capítulo, exhaustivamente estudiado 1\ aún permanece confuso, en el sentido de que se pretenden sistematizar cuadros clínicos no perfectamente definidos. Estimamos que en la mayoría de las ocasiones estos cuadros no son sino formas clínicas de un mismo proceso, y por ello es preferible incluirlos bajo la denominación de estados ictíósicos. Ingman recientemente ha dado 20 sinónimos de la ictiosis congénita. Con fines didácticos seguiremos la terminología que en su libro 0 6.0 OTRAS DISCROMÍAS.-Dentro de las B) Trastornos de la queratinización (estados ictiósicos del R. N.). 66 MA ·ua ll UEN O S ANC H EZ , FR ANC ISC O H ER M IO A RUB IRA Clínica! Genodermatology utilizan Butterworth y Strean 5 . 1. 0 ICTIOSIS CONGÉNITA. - También conocida bajo Jos nombres de: Ictiosis fetal, feto arquelín, exfoliación laminar del R. N. Anatomopatológicamente consiste en una hiperqueratosis de la epidermis con desaparición del estrato granuloso. Es letal rápidamente. La supervivencia mayor que se conoce fue de un niño que murió a las seis semanas de vida (Kidney y McLaverty). Clínicamente consiste en una serie de manifestaciones que afectan a Ja cara (boca redondeada, eversión de los párpados, ectropión, deformidades de pabellones auriculares), cuerpo (piel hiperqueratósica con elasticidad inexistente, estrías triangulares, color blanquecino-amarillento, amplias fisuras en pliegues) y posición (extremidades flexionadas por la intensa tracción cutánea). La temperatura de estos niños suele ser subnormal. La piel puede sufrir procesos de descamación dejando una capa rojiza, al principio de aspecto normal, pero que enseguida se va a transformar en hiperqueratósica de nuevo. Este carácter hace que se Ja compare con la piel de los peces (piel de pescado) de cocodrilo, de armadillo, elefante, cota de malla, cuero marroquí, de rinoceronte, etcétera. Kessel y Friedlander 15 refieren la afectación renal que observaron en dos casos y que describen como <dower nephron nephrosisn, y otras lesiones atribuibles a anoxia, y explicables por Ja posibilidad de que el entablillado cutáneo, a nivel torácico, dificulte la oxigenación normal. Esta forma extraordinaria de ictiosis no debe confundirse, insistimos, con Ja discromia del mismo nombre que antes describimos y que como se recordará es absolutamente benigna. La denominación Arquelín obedece a Ja boca redondeada que recuerda a la de los clowns, o quizás Vol. I X a las estriaciones triangulares de Ja piel que pudieran recorda;: los trrjes de estos payasos. 2. DERMITIS COLODIANA (CollodionSkin).- Los niños afectos de esta rara manifestación cutánea nacen envueltos en una membrana, especie de saco, que recuerda las envolturas de colodión o celofán , y que no es, sino la persistencia de Ja capa epitriqueal que normalmente se desprende en la vida intrauterina hacia el 6.º-7.º mes. Justifica su inclusión en este capítulo el hecho de que al desprenderse hacia los 3-6 días de vida, Ja p:el subyacente va a ser en muchos casos ictiósica. 0 Es típico de esta afección el aspecto del R. N. que aparece como barnizado por un baño de laca (membrana colodiana) , íntimamente adherido a su superficie cutánea hasta el punto de que se encuentra en flexión forzada y sin poder abrir sus párpados. Algún día después empieza a resquebrajarse la cubierta cutánea, hasta que finalmente se desprende. El primer caso descrito de esta afección se debe a Pérez (1880) 6 • La evolución subsiguiente de estos niños ofrece diversas posibilidades. En los casos más favorables se desprende totalmente la membrana colodiana dando paso a una piel absolutamente normal; en otras ocasiones la evolución rápidamente va a ser hacia una icfosis; finalmente, en otros casos, la piel de este grupo de niños va a ser normal hasta que a Jos 1-2 años de vida empieza a transformarse en una ictiosis tardía. Las posibilidades de supervivencia de estos niños se supeditarán a la respuesta a la inanición, o a las sobreinfecciones que suelen padecer. En cualquier caso el tratamiento deberá orientarse en el sentido de la administración de esteroides y vitamina A; antibióticos de amplio espectro como profilaxis antimicrobiana; y eventualmente curas tópicas oleosas con el fin de acelerar el resblandecimiento del epitriquión persistente. !vlarzo 1965 AFCCCIONES DE LA PIEL DEL RE CIEN NACIDO Se trata, pues, de una hiperqueratosis en íntima relación con los est01dos ictiósicos que nos ocupan. 3. º Icnosrs SIMPLEX. - Es la ictiosis vulgar o enfermedad de la piel de pescado. Se trata de una anomalía congénita de la cornificación caracterizada por sequedad de la piel, aspereza y descamación. Es una de las más comunes genodermatosis. Clínicamente se va estableciendo durante los dos primeros años de la vida. Es por esto, que no suele tener manifestaciones precoces en la época de R. N. Progresa, pues, durante todo aquel tiempo, hasta que alrededor de los 10 años suele estabilizarse. 4. ERITRODERMIA CONGÉNITA ICTIOSIFORME.-Es una afección rara caracterizada por descamación y enrojecimiento difuso de la piel. Se afectan por igual ambos sexos, y está presente ya desde el momento del nacimiento. 0 Sus máximas manifestaciones clínicas tienen lugar a nivel de axilas, pliegues de rodilla, etc., en donde los fenómenos de descamación son intensos. En palmas y plantas se encuentran concrec:ones amarillentas o ambarinas formadas por material calloso. Al mismo tiempo la superficie cutánea se muestra intensamente enrojecida y frecuentemente hiperhidrótica. Suelen asociarse trastornos · nutritivos, mentales, alopecia (cabellos de bambú) y zonas de atrofia cutánea. La etiolcgía de este cuadro morboso es desconocida, y su terapéutica, por tanto, no específica. Se utilizan con desigual resultado, pastas salinas e incluso la hipnosis en épocas más avanzadas de la vida. 5. SíND~OME DE SJÓ'.iREN-LA::tSS0"! 25. Manifestación extremadam~nte infrecuente y descrita por primera vez por los autores que le dan nombre, en una región bien delimitada del Norte de Suecia. En 0 67 España ha sido publicado un caso por Laguna y Casado 17 en 1960. Los autores italianos Mereu y Careddu 21 señalan que antes de la descripción de Sjogren y Larsson en 1957, Pisani y Cacchione en 1934 ya habían hecho referencia a la asociación de lo:; fenómenos clínicos que la caracterizan, estudiando a una familia de 8 hermanos en la que 3 de ellos estaban afectes de ictiosis, oligofrenia y diplejía espástica. La afección se caracteriza por: eritrodermia, oligofrenia, diplejía espástica y degeneración de la retina. Parece invocarse, de la descripción de los autores suecos, un papel étnico en sus mecanismos etíopatogénicos. Dudamos de ello ya que en el caso mencionado de Laguna y Casado, así como en los de los italianos, a que también hemos hecho referencia, no pudo demostrarse aquella característica. Desde un punto de vista terapéutico no se conoce ningún remedio curativo. 6. OTRAS QUERATODERMIAS. - Existe la posibilidad, muy rara por cierto, de que en el R. N., puedan demostrarse ciertos cuadros, englobables en el capítulo que nos ocupa. Tal sería el caso del queratoma hereditario palmo-plantar de Unna, y la acroqueratosis veruciforme de Hopf, que, como es bien sabido, suelen aparecer en épotas más tardías cte~ vida. En la condrodistrofia calcificans' congénita puede aparecer en 1/4 de los casos hiperqueratosis. 0 C) Hiperplasias, aplasias y atrofias; En este apartado nos vamos a ocupa.r de una rnrie de cuadros en los que el denominador común van a ser alteraciones cutáneas muy raras del tipo de aplasias, hiperplasias o atrofias, pero que frecuentemente van a asociarse a otras expresiones clínicas. 1. ACANTOSIS NIGRICANS.-En muy raras ocasiones puede ya observarse desde 0 68 \!.\NUEL HUET\O SANCJ-fEZ. FRANCISCO HER'vlIDA RUBIRA el nacimiento. Se caracteriza por pigmentación e hipertrofia papilar, y en un 50 % de los casos suele asociarse a afectaciones glandulares que pueden abocar a una degeneración maligna. Su comienzo suele ser una decoloración a nivel del cuello, axilas o región anogenital. La piel al principio suele ser normal para posteriorm_ente hacerse hipertrófica. Nódulos y papilomas aparecen especialmente en pliegues, pudiendo, en ocasiones, haber. manifes!aciones a nivel de mucosas (fannge, larmge y vagina). La degeneración maligna sólo se encuentra en los adultos. 2.º CUTIS VERTICIS GYRATA. - Afecta preferentemente a la: piel ~el cráneo, Y se caracteriza por la presencia de arrugas Y fondos cutáneos. Aquella aparece como girada, de ahí su denomina~ión. Suele a5ociarse con otras malformac10nes craneales del tipo de microcefalia-oxicefalia; en otros casos existe afectación mental. También se ha descrito esta malformación cutánea asociada: al pintoresco cuadro clínico del leprechaunismo del que recientemente ·nos ocupamos ·t con motivo de un caso observado por nosotros y que recordaba morfológicamente a aquél. La asociación que comentamos fue observada en el único caso descrito hasta: la fecha en un varón por Patterson y Watkins 22 . En nuestra observación recordamos que la piel de la niña afecta la describí~m?s corno «áspera)), recordando a la 1ct10s_is. La cutis gyrata desde un punto de vista terapéutico y en casos extremos, puede ser subsidiaria de una cirugía plástica correctora. 3. APLASIA CONGÉNITA DE LA PIEL.Puede ser generalizada (letal) o localizada. En esta última, la zona de elección es el cráneo, en donde aparecen unas pérdidas de sustancia, a manera de úlceras. hechas como con sacabocado. Como decimos son muy circunscritas, y en circunstancias excepcionales pueden localizarse 0 Vol. IX en la región dorsal del tronco e incluso en la lumbosacra. En el cráneo aparecen las ulceraciones mencionadas, en cuya delimitación falta el cabello. A veces la pérdida de sustancia: afecta a tejidos más profundos e incluso a las mismas meninges. En estos casos el riesgo de infección sería notable. Estas pérdidas de sustancia se suelen reparar rápidamente en pocas semanas, dejando una cicatriz deprimida y alopécica. Cuando persisten, puede incluso ser necesario recurrir a una terapéutica quirúrgica. En ocasiones se suelen asociar a malformaciones óseas (polidactilia, sindactilia, espina bífida, paladar hendido, etc.). Etiopatogénicamente su origen permanece aún oscuro. Se invocó en principio una acción causal a las bridas amnióticas (formaciones adherenciales entre los tegumentos del embrión y el amnios), pero esta opinión no puede admitirse toda vez que no podría explicar la asociación de las demás malformaciones antes citadas. Grislain 12 opina que podría sustentarse la hipótesis de anomalías del cierre del canal medular (fenómeno de aninducción), por displasia hereditaria de transmisión dominante. 4. DISPLASIA ECTODERMAL ANHIDRÓTICA HEREDITARIA.-Se trata de otra rara genodermatosis caracterizada por ausencia o escasez de la sudoración, desaparición de glándulas sebáceas y mucosas, hipotricosis y anodontia. Afecta preferentemente a varones. 0 Clínicamente cursa con accesos febriles intermitentes (disminución de la perspiratio insensibilis). La: hipotricosis suele afectar preferentemente a cejas y pestañas; aparecen frecuentes rinitis y faringitis crónicas, debido a la hipoplasia de mucosas. La facies de estos R. N. recuerda la de los luéticos. Terapéuticamente se ha:n ensayado los estrógenos con irregulares resultados. Se re- Marzo 1965 AFECCIO'\ES DE LA PIEL DEL RECIEN NACIDO 69 comienda también la estancia de estos niños en aire acondicionado. co, hipotricosis y atrofia cutánea y cataratas congénitas. 5. DISPLASIA ECTODÉRMICA HIDRÓTlCA. En este cuadro aparecen diversas manifestaciones, tales como hipotricosis generalizada, hiperqueratosis palmoplantar, pigmentación de extremidades, distrofia ungeal (uñas en cuchara) y cabellos frágiles. En el R. N., suele faltar el lanugo del tronco. D) 0 6. DISPLASIA CONDROECTODERMAL o síndrome de Ellis-Van Creveld.-En esteraro cuadro se asocian defectos ectodérmicos de uñas, cabello y dientes; deformidades óseas; polidactilia y cardiopatía congénita. La piel de estos niños es seca, escamosa, a veces ictiósica, y suele asociarse a acondroplasia, nanismo, etc. Algunas de estas malformaciones están presentes desde el mismo nacimiento. Erupciones bullosas. Se trata de afecciones cutáneas raras que en más de la mitad de los casos están presentes en el R. N. Se caracterizan por la aparición espontánea o por la acción de pequeños traumatismos de vesículas y ampollas. Vamos a distinguir las siguientes formas: 0 7. ENFERMEDAD DE COCKAYNE. - Fue descrita por el citado autor en las Islas Británicas. Se manifiesta plenamente hacia el primer año de vida, pero ya desde el nacimiento, pueden demostrarse algunos de sus componentes: nanismo, atrofia de retina, hipoacusia o sordera, defecto mental y manifestaciones cutáneas diversas. 0 8." SÍNDROME DE ROTHMUND-THOMSON. La piel del R. N., que posteriormente va a catalogarse en este raro cuadro, aparece rojo-brillante, tensa y tumefacta en cara y pabellones auriculares, lo que le da un aspecto marmóreo. Pronto se afectan igualmente nalgas, rodillas y extremidades. Finalmente aparece el síndrome caracterizado por: atrofia cutánea, pigmentación, telangiectasias, cataratas juveniles. defectos congénitos de los huesos y disturbios en el nacimiento del cabello. 9. SÍNDROME DE HALLERMANN-STREIFF. Parece que s;; trata de una aberración cromósomica que se caracteriza por: malformación mandíbulofacial, nanismo armóni0 1." EPIDERMOLISIS BULLOSA. Es la principal representante de este grupo, y como ya habíamos adelantado, se caracteriza por la aparición, ya sea espontánea, o a continuación de pequeños traumatismos, de vesículas y ampollas, de variable extensión y significado pronóstico. Clásicamente se admiten varias formas clínicas: a) De herencia dominante. - Simplex: caracterizada por comienzo tardío, no dejar cicatriz, cursar en brotes y tendencias a infectarse. - Distrófica hiperplásica: caracterizada por comienzo precoz, afectar a manos, pies y en general zonas expuestas a traumatismos, participación de mucosas y dejar cicatrices atróficas o quistes epidérmicos. b) De herencia recesiva. - Tipo distrófico polidisplásico: comienzo precoz, retraso mental, cicatrices queloides, contracturas y pigmentación. Afecta también a las mucosas, y suelen asociarse defectos congénitos de uñas, dientes y pelos. - Tipo hereditario letalis: Comienzo p~·e coz, muerte hacia los 3 meses (o antes), ampollas hemorrágicas, Nikolsky eventualmente positivo, deformidades intensas de las uñas, y no dejar cicatriz. Bien estudiada por diferentes autores 20. Entre nosotros se han ocupado del tema Valls, Figueroa y Peralta 2 7. 70 MANUEL BUENO SANCHEZ. FRANCISCO HER:l!IDA RUBIRA Las ampollas aparecen rápidamente, en ocasiones el R. N. ya las muestra en los primeros momentos, siendo de un tamaño de 6-7 cm. de diámetro. Su contenido es líquido seroso claro que en ocasiones se hace túrbido y hasta hemorrágico (forma letalis). La ruptura de las ampollas, según la forma clínica, dejará o no cicatriz. A veces quedan áreas enrojecidas. En ocasiones se demue~tra también, hiperhidrosis palmoplantar. Por lo que se refiere a su patogenia, aparte de su her~cia dominante o recesiva que nos ha servido para la clasificación clínica, Silver señala la posibilidad de que estén estos cuadros en relación con una enzimopatía. Son hechos conocidos el predominio en las hembras y el hallazgo de hermanos con otras malformaciones congénitas. No existe predilección étnica. Por lo que se refiere al tratamiento, hay que adoptar una antisepsia extremada y evitar traumas. En algunas formas se han empleado drogas antipalúdicas. En la forma letal los esteroides a larga mano pueden prolongar la vida. 2." ACRODERMATITIS ENTEROPÁTICA. Afección caracterizada por d:sturbios intermitentes cutáneos y gastrointestinales, asociados a alopecia de cuero cabelludo, cejas y pestañas. En el momento del nacimiento los niños aparecen normales. Hacia las 3 semanas de vida comienzan las manifestaciones clínicas. El examen histológico de esta afecc:ón, por lo que se refiere a sus lesiones bullosas muestra acantosis con extensas vesículas de contenido celular, preferentemente neutrófilos y eosinófi 1os. Los vasos cutáneos se encuentran dilatados con infiltración celular. La piel muestra acantosis, hiperqueratosis y signos de inflamación. Según Danbolt el factor etiológico sería un componente dcconocido de la alimentación láctea, ya que la administración de leche mejora la enfermedad. Vol. IX Desde un punto de vista terapéutico se emplean la diyodohidroxiquinoleina (210 mg. 2-4 veces al día) con efectos irregulares. También se ha empleado el Enterovioformo. Otros autores han invocado una acción etiológica al Cándida Albicans, por lo que también se utilizan antimicóticos. E) Diselastosis. En este apartado vamos a considerar una serie de afecciones mejor conocidas; incluso en algún caso (s. Turner) hasta desde un punto de vista etiopatogénico. l." SiNDROME DE EHLERS-DANLOS. También denominado cutis hiperelástica. Se trata de un síndrome caracterizado por hiperextensibilidad de las articulaciones, hiperelasticidad y friabilidad cutánea, fragilidad de los vasos sanguíneos, escaras papiráceas y seudotumores y esférulas. Se presenta ya desde el nacimiento y espec:almente en prematuros. Etiológicamente parece tratarse de un disturbio mesenquimal de causa desconocida que se transmite genéticamente de forma autosómica incompleta y con penetrancia variable. Histológicamente aparece una tumefacción y aumento de la fragmentación del tejido elástico del corión. El tratamiento de estos niños se limita a la protección de los traumatismos, así como a la compresión de los hematomas que se forman. 2." Cuns LAXA.-También denominada dermatomegalia, deímatolisis o paquidermatocele. Rara vez aparece en el R. N., ya que es una condición progresiva en la cual la piel va tomando una apariencia senil. En las ocasiones de afectación precoz, la piel del niño parece que le viene grande, hasta el punto que se ha comparado a un gabán que estuviera extraordinariamente ancho. El aspecto externo de la piel pa- i\forzo 1965 AFECCIONES DE LA PIEL rece normal, pero a veces aparecen pequeñas pigmentáciones. Existe otra forma adquirida, de la que no nos ocupamos por no afectar al R. N. SÍNDROME DE TURNER.-Englobado actualmente dentro del Status de Bonnevie-Ullrich. Es un síndrome bien conocido caracterizado por pterygium colli, retraso mental, edemas, linfagiectasias de brazos y piernas, cutis laxa hiperelástica y diversas anomalías congénitas. Está perfectamente comprobado que se debe a una alteración cromósomica de la pareja sexual que se reduce a un solo elemento, es decir aparece en el par 23 la forma XO. En los varones se ha ensayado la administración de testosterona, mientras que en las hembras se utilizan estrógenos. 3. 0 F) Nevus y angiomas. Por lo que se refiere a los primeros se trata de defectos cutáneos, presentes muchas veces desde el nacimiento y que unas veces van a ser vasculares y otras pigmentarios. Dentro de los vasculares estudia Schaffer 24 al nevus vinoso de localización preferente en la región de la nuca (cerviz) y de color avino de OportOJ>. La mayoría desapar.ecen espontáneamente por lo que su terapéutica será expectante. En otros casos, lejos de suceder la evolución favorable, aumentan de tamaño cada vez más, por lo que el tratamiento habrá que realizarlo a base de roentgenterapia a pequeñas dosis, o con nieve carbónica. Otra variedad vascubr son los angiomas elevados denominados vulgarmente "luna de fresa" Se afectan especialmente los niños prematuros siendo generalmente únicos, aunque a veces también múltiples. Estos tumores permanecen estacionar:os largo tiempo hasta que aparecen focos de cicatrización que extendiéndose !entamen- DEL RECIEN NACIDO 71 te terminan por obliterar la tumoración. La posibilidad má3 derngradable es que motiven el cuadro de la púrpura trombocitopénica de hemangiomas gigantes. Cuando permanecen de escaso tamaño, la terapéutica será expectante. En los demás casos roentgenterapia o extirpación radical. Finalmente el hemangioma cavernoso es otra variedad de nevus vascular. Aquí la localización es más profunda y por tanto los elementos vasculares que lo constituyen más gruesos. A la palpación suelen causar la sensación de un saco de gusanos. Otras veces no. Se localizan en cráneo y tórax. Cuando crecen notoriamente, requerirán su extirpación quirúrgica (~chaffer) 2 i. Los nevus pigmentarios son más infrecuentes que los anteriores. Ofrecen diversas variedades que reciben distinto nombre según su aspecto (lisos, pilosos, verrugosos, léntigos, mollis). Son bastante raros en el período neonatal y en alguna ocasión han experimentado degeneración neoplásica. Su coloración es negro azulada. De los tumores cutáneos malignos, casi siempre metastásicos, podemos decir que son excepcionales en el neonato; Schaffer 24 cita al neuroblastoma congénito con metástasis cutáneas. G) lnfr.:cciones intrauterinas. Agotando posibilidades semiológicas, podemos considerar muy sumariamente este capítulo, imposible de sistematizar -cronológicamente hablando- en las alteraciones cutáneas adquiridas. En este sentido se pueden incluir: l." Manifestaciones cutáneas de la sífilis congénita (pénfigo palmoplantar, bullas, sifílides, lesiones mucosas, etc.). 2.º La toxoplasmosis con sus características manifestaciones exantemáticas morbi o escarlatiniformes. 3." La listeriosis. 72 '.\!ANUEL BUENO SANCHEZ. FRANCISCO HERi\l!DA RUBIRA 4.º Y de forma excepcional. la varicela, el herpes congénito así como diversas septicemias neonatales. II. Afecciones adquiridas del R. N. o dermopatías adquiridas. Dentro de este segundo gran capítulo de nuestra sistemática vamos a considerar tres grandes apartados: 1.º Infecciones cutáneas del R. N. extrauterinas; 2.º dermatosis no infecciosas; 3.º induraciones subcutáneas. De la enumeración de las mismas se deduce que se trata de cuadros bien conocidos y perfectamente delimitados. Por otra parte se distinguen de las afecciones congénitas ya estudiadas -aparte de por contraerse en la vida extrauterina- por ser síndromes más agradecidos desde un punto de vista terapéutico, sobre todo por lo que se refiere a las infecciones dérmicas.- Hacemos la salvedad, no obstante, de que el pronóstico no siempre va a ser favorable, hasta el punto de que algunas de ellas van a estar enmarcadas nor una evolución bastante sombría. A) Infecciones cutáneas del R. N. Capítulo de gran actualidad dentro de la patología necnatal. La impo:tancia se deriva, de una parte de su frecuencia; de otra, porque en el momento presente se observa un incremento de ciertos gérmenes . que habían remitido en cuanto a su actuación en épocas anteriores concretamente el estafilococo y los gérmenes gramnegativos; finalmente, el progreso que los antibióticos ir.dudablemente han traído a la Medicina, también ha motivado como contrapartida resistencias de los gérmenes a aquéllos. Hecho que apoya en parte la reaparición patógena del estafilococo, ya que también es cierto que la asistencia hospitalaria obstétrica facilita el contacto de una más amplia población infantil. Fundamentalmente el estafilococo y el estreptococo van a ser los principales agen- Vol. IX tes infecciosos, sin olvidar -insistimoslos gram-negativos, y más recientemente a los hongos como determinantes de gran importancia de ciertas dermitis que a continuación vamos a estudiar. La acción de todos estos gérmenes se va a ver favorecida por las condiciones de inmadurez de la piel del R. N. Recordamos, a este respecto, el pH alcalino de la superficie cutánea; la escasa acción protectora de la capa córnea; y la inmadurez, o mejor aún, inexperiencia inmunológica del neonato frente a aquellas infecciones para las que la transmisión diaplacentaria de anticuerpos maternos fue insuficiente, o no tuvo lugar. Una vez hechas estas consideraciones generales, pasemos al análisis breve de los principales cuadros clínicos. ª 1. INFECCIONES BULLOSAS. Estas afecciones se pueden individualizar, quizás artificiosamente, en tres apartados clínicos, aunque señalando que dentro de los mismos, caben toda clase de estadías intermedios, como acertadamente señalan Grislain y cols. 12 • 0 a) Impétigo del R. N.-También denominado impétigo contagioso neonatorum. Continúa siendo esta dermopatía, la infección cutánea más molesta que se observa de forma epidém:ca intrahospitalaria. Por sí misma no es gran motivo de preocupación, pero sí, en cambio . por sus posibilidades metastásicas, y por ende, afectación de órganos vitales. Dentro de las formas bullosas, es el grado mínimo de expresión clínica. Se trata de un impétigo bulloso de origen mixto: estrepto-estafilocócico. Clínicamente hace su aparición no antes del 2.º-3.º días de vida, ni más tarde de la segunda semana. Los primeros elementos que '!parecen son vesiculosos y localizados en los puntos de roce de la ropa. Estas vesículas tienen un :::ontenido líquido de aspecto túrbido. La ruptura de estas vesículas se produce Marzo 1965 _\FECCIOi'iES DE LA PIEL seguidamente dando lugar a una piel subyacente intensamente enrojecida. Asientan estas lesiones, bien en una piel sana, o bien en una epidermis ya intensamente enrojecida. A diferencia de lo que ocurre en otras épocas más avanzadas de la vida, las vesículas no forman costras al romperse, pudiendo curar la piel sin dejar cicatriz, o bien dejando como recuerdo, pequeñas zonas atróficas. Las lesiones impetiginosas en los casos menos favorables pueden extenderse por toda la superficie cutánea, pero preferentemente en las zonas más húmedas del cuerpo. Como señaJíbamos, sin embargo, suelen curar fácilmente, pese a su alta contagiosidad. Desde un punto de vista terapéutico el empleo de pomadas antibiéticas da excelentes resultados. Previamente, las superficies afectas pueden limpiarse con una solución de violeta de genciana en agua al 2 %. Sólo se recurrirá al empleo de antibióticos por vía parenteral cuando la extensión de las lesiones ha_ga temer una sepsis. Por supuesto, que las medidas higiénicas en relación con los cuidados de la piel de todo R. N. se seguirán sistemáticamente. b) Pénfigo epidérmico del R. N.-Se trata de una dematosis bullosa, autoinoculable. y altamente contagiosa. En la actualidad se observa con menos frecuencia (Schaffer) 2 ~. La lesión elemental es similar a la ya descrita a propósito del impétigo, pero con la característica de una mayor extensión en superficie. Aparecen, pues, ampollas de contenido purulento y duración efímera, que al romperse dejan una erosión superficial circular, que en unos días terminará por epitelizar y curar. La evolución tiene lugar por brotes, y es frecuente que en un momento determinado, coexistan distintos elementos evolutivos. Característica esencial de esta afección, es que quedan respetadas palmas y plantas, dato de gran valor diferencial fr~'1te al pénfigo luético. DEL RECIEN NACIDO 73 En los casos intensos, se afecta el estado general, apareciendo fiebre, anorexia, vómitos, deshidratación e incluso shock. La antibioterapia es obligada, y además precoz. Se aconsejan grandes dosis de penicilina en espera de los resultados bacteriológicos y antibiograma, hasta instaurar el tratamiento definitivo. c) Enfermedad de Ritter.-También denominada dermitis exfoliativa del R. N. Es una entidad infecciosa descrita por primera vez en el año 1878 por el autor que le da su nombre, y caracterizada por aparecer en el mismo momento del nacimiento, causando --previo un estadio penfigoide ampolloso- la exfoliación rápida de grandes láminas de piel, dejando unas superficies denudadas, intensamente enrojecidas y humectantes. Estas lesiones se inician en las regiones periorificiales del rostro o en las extremidades, extendiéndose en pocas horas al resto del cuerpo. El signo de Nikolsky es intensamente positivo. Suele haber también afectación de las mucosas. El estado general, asímismo, se muestra intensamente alterado (cuadros sépticos intensos), haciendo preveer un funesto desenlace. Antes de la era antibiótica la mortalidad alcanzaba a un 50-80 % de los casos. En la actualidad el pronóstico es bastante menos grave. Señalaremos, no obstante, que su frecuencia es, afortunadamente, escasa. El tratamiento antibiótico será la regla, complementado con una enérgica terapéutica sustitutiva de las proteínas séricas perdidas. 2.'' ERISIPELA y CELULITIS. Afecciones clásicas, pero infrecuentes desde la época quimioterápica y antibiótica, según diferentes autores. No compartimos, sin embargo esta opinión. Efectivamente, ha decrecido su extraordinaria frecuencia, pero no, por de<ogracia ta:1to como para poder caJ:ficar!as de afecc:ones raras. Esta afirm:1 ción está lejos de ser gratuita, ya que 74 \IANUEL BUENO S<\NCHEZ. FRANCISCO HERil!IDA RUBIRA se sustenta en nuestra experiencia que por lo visto no es tan afortunada en este sentido. El cuadro clínico es perfectamente conocido, con su localización preferentemente periumbilical, o a nivel de extremidades. Su carácter inflamatorio, el enrojecimiento y calor a nivel de la zona afecta, y la perfecta delimitación de ésta. de la piel sana vecina, le prestan un aspecto inconfundible. Por lo que se refiere a las celulitis-infección del tejido subcutáneo, según nuestra experiencia se localizan preferentemente en las zonas cutáneas perimamarias, debido sin duda, a la nefasta costumbre popular, aún no desaparecida, de exprimir las turgentes mamas del R. N. (¡leche de brujas!). Terapéuticamente se imponen las mismas medidas que hemos señalado a propósito de las infecciones cutáneas antes descritas. En los casos intensos se plantea, incluso, la neces:dad de la incisión quirúrgica. 3.º DE lMATITIS GANGRENOSA. Se trata de afecciones raras que af.:ctan preferentemente a los niños prematurns (Garcés y Rosenblut) 10 . No se conoce ::on certidumbre su etiología, aunque se sospecha su producción por los microorganismos de la angina de Vincent, y por le= piociánicos. Garcés cita como causas favorecedoras en su aparición a los traumatismos obstétricos (prccidencias o retención de miembros), cardiopatías congénitas, sepsis en general y trombosis de los vasos umbilicales. Afectan fundamentalmente a extremidades: obstruc:ión arterial--+ trastorno circulatorio distal-..+ cianosis violácea a nivel de extremidades-.+ y evolución hacia la formación de escaras negruzcas. Las extremidades se muestran engrosadasedematosas, con un surco, en donde aparecen flictenas epidérmicas sero-hemorrágicas, de delimitación neta. El pronóstico es malo, ya por la posibilidad de una muerte por toxemia, o por la Vol. IX necesaria amputación más o menos amplia de la extremidad afecta. El tratamiento tendrá en cuenta la administración de antibióticos a larga mano, vascdilatadores, anticoagulantes, profilaxis de los traumatismos, y finalmente medidas quirúrgicas, tales como la amputación antes mencionada. 4." DER1\1ATITIS MICÓTICAS. Durante los últimos años diferentes autores 26 han hecho hincapié de manera especial, en el papel etiológico de ciertos hongos como determinantes de dermatitis en los R. N. Fundamentalmente, ha sido comprobado ·el importante interés que el Candida albicans posee en este sentido. El papel de estas moniliasis era bien conocido por lo que se refiere a su frecuente localización mucosa, sobre todo en la forma de muguet oral del R. N. En la actualidad -repetimos- se han descrito numerosos casos de localización cutánea. La manifestación cutánea primaria -en la mayoría de las ocasiones son formas secundarias a una candidiasis oral- consiste en una macerac10n anespecífica (Schaffer) 21 de la mucosa anal y de la ¡::iel perianal, ingles y menos frecuentemente de otras superficies de flexión. Posteriormente estas lesiones se difunden al resto de la piel, apareciendo zonas enrojecida<: y denudadas que ~e cubren de seudom::mbranas. Así mismo pueden aparecer pápulas y vesículas que evolucionan com~ es habitual en ellas. Si la extensión y gravedad de las lesiones llega a producir una sepsis, el pronóstico de esta forma es letal. El tratamiento se hará a base de pincelaciones tópicas en las zonas afectas con la solución acuosa de violeta de genciana al 2 % y el empleo local o parenteral de Nistatina o Anfotericina B. En las formas más comunes la curación tiene lugar en 6-8 días. B) Dermatosis no infecciosas. En este apartado vamos a considerar una 7'K 1nurzu 1n/'I"' lYUJ \FECCIONES ne T A nn~r serie de cuadros motivados por agentes tóxicos, traumatismos o hipersensibilización. l.º DERMITIS SEBORROIDE. Esta manifestación, hasta tiempos de Czerny englobada en las diátesis exudativo-linfáticas, aparece ya desde los primeros días de vida. Etiológicamente se invocan una serie de factores determinantes. Sin embargo puede considerarse como una h:perfunción de las glándulas sebáceas habitual en el curso del período perinatal. En algunos niños esta predisposición se acentúa hasta motivar el cuadro patológico que nos ocupa. Es un hecho cierto la relación evidente que existe entre la dermitis seborroide y el eczema infantil. Se diferencian fundamentalmente en su época de aparición, ya que como es conocido, el segundo no se manifiesta nunca antes del primer trimestre de vida. También, derivado de la anterior relación, se ha considerado la alergia como agente causal. Permanece lejos de comprobación clínica el papel etiológico de b carencia de biotina. Clínicamente cursa con una acumulación de escamas amarillentas de aspecto furfuráceo, en cuero cabelludo y frecuentemente en cejas. Pude afectarse el resto de la superficie cutánea pero en estos casos se habla ya de enfermedad de Leiner, de la que a continuación nos ocuparemos. DEL RE CIEN 1'\T A rrnn formación de escamas de aspecto seborrcide, v ulterior aparición de costras. ~'..!ele aparecer hacia el final de la 3.ª semana de vida, afectando sobre todo a los niños lactados al pecho. En ocasiones, las lesiones descritas se extienden por todo el cuerpo en pocas horas, que aparece cub:erto por gruesas escamas, cuya regeneración es tan rápida que a veces no da tiempo a que se desprendan las anteriores, acumulándose estas láminas en varias capas. Finalmente la afección cede, apareciendo una piel sana, blanda, fina y delicada. La enfermedad que nos ocupa suele acompañarse de otras manifestaciones, tales como síntomas gastrointestinales, edemas (hidrolabilidad), anemia megaloblática característica, etc. Aún hoy se discute la relación que pueda haber entre la enfermedad de Leiner y la de Ritter de la que nos ocupamos en líneas precedentes. Etiopatogénicamente Kundratitz 16 -discípulo de Leiner- ha analizado recientemente una serie de factores: eritema autotóxico a la leche de mujer, carencia de biotina, candidiasis (Buda), estafilococos (Cayla), etc. El tratamiento de la dermitis seborroide se hace a base de vaselina salicílica al 2 % sobre el cuero cabelludo, que se aplica al acostar al R. N., seguido a la mañana siguiente de pincelac· c'1es con aceite de oliva, o desprendimiento de las escamas con una lámina rígida previamente aséptica. 3.º ERITEMA TÓXICO DEL R. N. Se trata de un rash pasajero, urticariforme, observado frecuentemente en los primeros días de vida en algunos R. N. Los autores americanos insisten sobre su frecuencia, opinión que sustentamos nosotros igualmente. Se localiza preferentemente en cara y a veces en tronco o extremidades. Parece tratarse de una reacción de hipersensibilidad probablemente debida a los alimentos, o a los detergentes empleados en el aseo del R. N. Desaparece rápidamente, es totalmente inocuo, y por ello carece de terapéutica. 2.º ENFERMEDAD DE LEINER. Se trata de una dermatosis universal que cursa ccn enrojecimiento difuso. inflamación y 4.º PÚRPURAS DEL R. N. No suelen ser de aparición frecuente, pero sin embargo en algunas ocasiones se observan. Real- '\l:\NUEL DUENO S:\!'~CHEZ. mente su ubicación podría hacerse igualmente en el capítulo de infecciones cutáneas, del que nos ocupamos anteriormente, ya que obedecen casi siempre a graves sepsis generalizadas (meningococos, esta filos, neumas y estreptococos), que expresan a nivel cutáneo la existencia de microtrombos sépticos. Sin embárgo por no tratarse de infecciones primitivas de la piel, los estudiamos en este apartado. En otras ocasiones, más raras, son expresión de diátesis hemorrágicas de diversas causas. Recientemente se describen acompañando a la enfermedad por inclusiones citomegálicas. El pronóstico y tratamiento variará según su enfermedad causal. C) Induraciones subcutáneas. Se trata de un grupo de afecciones de excepcional aparición en la época neonatal. En realidád, como señala Grislain 12 , salvo la citosteatonecrosis, los otros cuadros que vamos a enumerar (esclerema y escleroedema) son entidades clínicas muy discutibles. 1.° CITOSTEATONECROSIS.--Descrita por vez primera por Marfan, es una enfermedad benigna caracterizada clínicamente por la presencia de zonas induradas situadas profundamente en el tejido celular subcutáneo. Se observa con mayor frecuencia en R. N. de gran tamaño, sanos. pero cuyo parto resultó laborioso. Suele aparecer hacia el 3.º-10." día de vida, corno unos nódulos o placas induradas de color rojo violáceo, y de tamaño variable, pero fácilmente deslizables. Se localizan preferentemente en mejillas, barbilla, borde inferior del maxibr y región dorsal de las nalgas. Frecuentemente suelen ser simétricas. Su evolución, benigna, suele ser larga. transcurriendo a menudo varias semanas o meses antes de su desaparición. Nunca supuran. FR,\'.'JCISCO T-IER:.IIDA PPnln 1 Vol. IX El traumatismo obstétrico, la anoxia, las maniobras de reanimación, el frío y una predisposición especial de la estructura química del tejido celular subcutáneo, se han invocado como factores etiológicos. Como señála Lepage 19 , debe evitarse todo tratamiento médico, masaje o fricción y 8implernente proteger a la piel de toda irritación externa. 2. EscLEREMA DEL R. N.-Se trata de una afección rara, pero clásica. Misteriosa, la califica Grislain 12 . Consiste en una induración difusa del tejido subcutáneo que afecta preferentemente a R. N. débiles y prematuros. La afección puede estar ya presente desde el momento del nacimiento, comenzando habitualmente a nivel de los miembros inferiores y con tendencia a extenderse rápidamente hacia arriba. Lá induración es progresiva, y la piel situada por encima de la misma aparece lisa, lívida, de consistencia dura que recuerda a la piel del cadáver. En las formas intensas el cuerpo párece comprimido dentro de una superficie cutánea extraordinariamente endurecida. Nunca aparecen, en este cuadro clínico, edemas, rasgo diagnóstico diferencial con la afección que nos va a ocupar seguidámente. La mortalidad del esclerema es alta, estimándose alrededor de un 7 5 %. Por lo que se refiere a su tratamiento, se emplean junto al calor y protección cutánea, el ACTH y la cortisona o derivados. 0 3. ESCLEROEDEMA O ESCLEREMA EDEMATOSO.-No es sino la gradación siguiente al esclerema, ya descrito. Resulta difícil, en la mayoría de las ocasiones, establecer una diferencia cronológica con aquél, en cuanto a su aparición. Afecta igualmente a R. N. débiles y prematuros, desde los primeros días de vida. Desde un punto de vista clínico resulta similar al cuadro anterior estribando la diferencia en la aparición de un edema más o menos generalizado. La presión a 0 1liarzo l9ó5 \FECCIONES nr T " PIEL nivel de extremidades inferiores permite la aparición de la fóvea característica, y perfectamente visible. La mortalidad de esta afección, es así mismo, bastante alta. Terapéuticamente, se emplean el ACTH y esteroides corticales. 4. ESCLERODERMIA DEL R. N.-Finalmente, este cuadro es realmente excepcional en la época neonatal. Algún caso ha sido recogido en la literatura médica, razón por la que la mencionamos brevemente, 0 CONSIDERACIONES FINALES Hemos querido estudiar en el presente trabajo un problema tan importante como ccactualn de la patología neonatal. Creemos que la dermatología de esta época de la vida merece una sistemática lógica y, a ser posible, completa. Los cuidados que requiere la piel del neonato nos obligan ineludiblemente a los pediatras a profundizar, o al menos a tratar de hacerlo en este sugestivo y a veces difícil campo de la Medicina, máxime si se piensa que en esta época el niño va a estar exclusivamente bajo nuestra responsabilidad. Hemos calificado a las afecciones de la DEL Pl7rTDl\f :'.'L\CIDO ..,.., '' piel del R. N. de problema siempre actual. Esta denominación en manera alguna es caprichosa. El gran impulso que la genética ha alcanzado en los últimos tiempos, ha traído de nuevo a la mente de los investigadores interesados en esta materia puntos de vista olvidados o interpretaciones sorprendentes. La dermatología neonatal se ha visto notablemente enriquecida en este sentido, y es de esperar que en fechas no lejanas el amplio capítulo de las genodermatosis sea mejor conocido. Creemos que estos puntos de vista, y algunm; otros que podrían sumarse a los expuestos, justifican sobradamente la atención que hemos prestado a este interesante capítulo de la época neonatal. Por supuesto habríamos podido incluir en la descripción realizada algunos otros cuadros. La omisión, en unos casos, obedeció a no tratarte de entidades clínicas propiamente del R. N.; en otros, a considerar que distintos síndromes, descritos con los nombres de quienes los estudiaron, no son sino repeticiones, formas clínicas, o cuadros no suficientemente comprobados, que por otra parte no hubiesen hecho sino alargar este trabajo, sin contribuir, por otra parte, a su mejor conocimiento. Baste como ejemplo de esta última afirmación el capítulo de las queratodermias del que, como señala Piño! 23 , se han hecho múltiples subdivisiones que resultan realmente abusivas y en la mayoría de las ocasiones in justificadas. BIBLIOGRAFÍA l. 2. 3. 4. 5. J. Practitioner. 188: 639, 1962. B. Scheweiz, Med. 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