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Faculteit Letteren & Wijsbegeerte Los marcadores de discurso derivados de verbos cognitivos en español y portugués Un estudio comparativo centrado en el proceso de la gramaticalización y sus consecuencias en la pragmática Door: Simon Lombaert Academiejaar: 2014-2015 Promotor: Prof. Dr. Renata Enghels Copromotor: Dr. Clara Vanderschueren Masterproef voorgelegd tot het behalen van de graad van Master in de Taal- en Letterkunde: Iberoromaanse talen Agradecimientos Ante todo, quisiera agradecer a algunas personas sin las cuales el presente trabajo no hubiera sido posible. Les agradezco muchísimo por el apoyo que me han dado a lo largo de la composición de esta tesina. En primer lugar, quería agradecer a la Universidad de Gante, especialmente a la Facultad Letteren en Wijsbegeerte, por haberme dado un mejor conocimiento de varios conceptos lingüísticos y literarios, de muchas nociones relacionadas a la interacción interpersonal a través de diferentes variantes de la lengua humana, y el conocimiento necesario para escribir este trabajo. Quiero dar las gracias específicamente a la gente del departamento de lingüística española, sobre todo a la profesora Renata Enghels, por guiarme por la composición de este trabajo y por el enorme tesoro de información que me ha dado a lo largo de mi carrera en la Universidad de Gante. Tampoco se debe subestimar el papel de la doctora Clara Vanderschueren en la composición de este trabajo. Le quisiera agradecer por su ayuda y sus respuestas muy útiles a las preguntas y dudas que tenía a lo largo de la escritura. También quiero dar las gracias a mis amigos, a mis compañeros de piso y a mi familia, sobre todo a mis padres y mis hermanas, por el apoyo mental que me dieron sin ceso. Siempre me dio nueva energía para continuar. Quiero agradecer también a Ludovico Einaudi, compositor italiano, a Howard Shore, compositor canadiense, a Balmorhea, grupo estadounidense y a Sigur Rós, grupo islandés, por proveer la banda sonora para mis sesiones de escritura nocturnas. Gracias por darme la energía para continuar y por acompañarme por las noches. Últimamente quiero agradecer a mi novia, Tine Delaere, por soportar mis quejas y dudas y por ser una fuente de energía inexhaustiva. No obstante su enorme cantidad de trabajo, siempre había tiempo para hablar, quejar, soportar, y abrir el corazón a ella. 2|Página Índice Agradecimientos 2 Índice 3 Lista de abreviaturas, siglas y símbolos 5 1. Introducción 6 2. De un verbo cognitivo hacia un marcador de discurso 7 2.1. Definiciones 7 2.1.1.Morfosintaxis 8 2.1.2.Semántica y pragmática 10 2.2. Los verbos cognitivos como elementos gramaticalizados 11 2.2.1.Las características de los CTMPs 12 2.2.2.El proceso de gramaticalización 17 2.3. Los valores pragmáticos de marcadores de discurso basados en CTMPs 19 2.3.1.La cortesía 20 2.3.2.Los valores pragmáticos concretos de los marcadores de discurso derivados de CTMPs 21 2.4. Conclusión intermedia 25 3. Desde la teoría hacia el uso real 28 3.1. Metodología del estudio de corpus 28 3.1.1.Parámetros para la investigación 28 3.1.2.Los corpus usados para el estudio empírico 30 3.1.3.Observaciones previas 31 3.2. Los resultados 32 3.2.1.Harry Potter 3.2.1.1. 32 Español 33 3.2.1.1.1. Creo 33 3.2.1.1.2. Imagino 34 3.2.1.1.3. Temo 36 3.2.1.2. Portugués 38 3.2.1.2.1. Acho 38 3.2.1.2.2. Imagino 39 3.2.1.2.3. Receio 41 Conclusión intermedia 43 3.2.1.3. 3|Página 3.2.2.Los corpus orales 3.2.2.1. Español 45 45 3.2.2.1.1. Creo 45 3.2.2.1.2. Imagino 47 3.2.2.1.3. Temo 48 3.2.2.2. Portugués 50 3.2.2.2.1. Acho 50 3.2.2.2.2. Imagino 51 3.2.2.2.3. Temo 53 Conclusión intermedia 55 3.2.2.3. 3.3. Hipótesis basadas en el estudio de corpus 56 4. Conclusión 59 Bibliografía 61 Número total de palabras: 21.050 4|Página Lista de abreviaturas, siglas y símbolos CREA: Corpus de Referencia del Español Actual CRPC: Corpus de Referência do Português Contemporâneo OPR: Oraciones parentéticas reducidas, traducción de RPC (Reduced parenthetical clauses) CTMP: Complement-taking mental predicate PCU verbs: Perception, Cognitive and Utterance verbs esp. español pt. portugués ingl. inglés neerl. neerlandés 5|Página 1. Introducción Casi todas las lenguas europeas disponen de algún elemento como el elemento español creo (fr. je crois; ing. I think; pt. acho etc.): formas de verbos cognitivos que desempeñan una función de modificador pragmático. En general se trata de una forma verbal fija, conjugado en el presente de indicativo en la primera persona del singular. En el presente trabajo consideraremos este fenómeno más en detalle. Primero, aproximaremos el fenómeno de una manera teórica. Más concretamente miraremos qué definiciones se aplican a las unidades lingüísticas que estudiamos, y en qué difieren estas definiciones entre sí. En segundo lugar examinaremos cuáles son las características en general de marcadores de discurso derivados de verbos, tanto en el plano prosódico (relativo a la entonación), como en lo morfosintáctico y lo semántico-pragmático. Después estudiaremos el proceso de gramaticalización en términos muy generales, para después focalizarnos en los verbos cognitivos: ¿ cuáles son las características de estos verbos que hacen que entren en el proceso de gramaticalización? Al final de esta primera parte teórica miraremos en qué contextos y con qué objetivos pragmáticos se usan estas formas gramaticalizadas. En el segundo apartado de este trabajo examinamos las formas gramaticalizadas derivadas de verbos cognitivos mediante un estudio empírico en español y en portugués. Prestaremos una atención especial a los diferentes papeles que las expresiones estudiadas desempeñan en el contexto de habla y más particularmente en el plano intersubjetivo, es decir, en la función fática como la describe Jakobson (1960). Estudiaremos los usos de las traducciones de las novelas de Harry Potter, típicamente un registro hablado pero transmitido en lengua escrita, y por eso un poco más formal , y además estudiaremos ocurrencias en córpora del registro hablado. Eso nos dará una idea más clara y detallada de cómo las estructuras estudiadas se comportan en el uso de la lengua real. Prestaremos una atención especial a la frecuencia relativa de los diferentes lexemas (creer, temer, imaginar y sus equivalentes en portugués) y las formas en que aparecen (como verbo subordinante, como marcador de discurso intercalado, con o sin sujeto explícito etc.). Más concretamente, mediante la investigación de corpus esperamos contestar a las preguntas de investigación siguientes: ¿Cuáles son las diferencias en el uso en español frente al uso en portugués? ¿Cuáles pueden ser las causas de estas diferencias? En el último apartado trataremos de dar algunas explicaciones del comportamiento de los marcadores de discurso dentro de nuestros corpus. 6|Página 2. De verbo cognitivo hacia un marcador de discurso Este primer apartado se dedica a las características (prosódicas, morfosintácticas y semánticas) de los elementos extraoracionales, y la tendencia de verbos cognitivos, específicamente los verbos españoles creer y saber, y sus equivalentes portugueses respectivos achar y saber, de formar elementos extraoracionales parecidos: se discutirán varias características que permiten dichos verbos de gramaticalizarse. También entraremos en detalle sobre las consecuencias de esta gramaticalización y los papeles en el discurso que desempeñan las estructuras gramaticalizadas estudiadas en ambas lenguas. Pero primero queremos prestar nuestra atención especialmente a la multitud de conceptos y términos que existen alrededor de los fenómenos estudiados. 2.1. Definiciones Existe una abundancia de términos que suelen usarse para denominar el fenómeno que estudiamos aquí. Cabe entonces destacar ante todo cuáles son los términos adecuados a los diferentes niveles lingüísticos del fenómeno (pragmática, sintaxis, semántica, morfología) para hacer referencia a diferentes realidades lingüísticas, antes de que entremos en la discusión de su uso en español y en portugués. Generalmente, podemos hablar de elementos extraoracionales en el caso de elementos lingüísticos que no pertenecen a la estructura de la oración huésped1. Entonces son elementos que no forman parte de la red argumentativa del verbo ni de los adjuntos de este verbo, sino que complementan la oración entera (Haegeman, 2006). Por eso, los elementos extraoracionales suelen destacarse en lo prosódico de la oración huésped (Schelfhout, 2003). Sin embargo, según Dehé (2009) la sintaxis no es el único factor que desempeña un papel en este aislamiento prosódico de la oración huésped, sino que señala otros, como el peso prosódico (el tamaño de la inserción), su estructura sintáctica interna y su posición dentro de la oración huésped. Es por eso que elementos extraoracionales cortos suelen integrarse prosódicamente en la oración huésped (1a), mientras que elementos más largos no se integran en su oración huésped (1b): 1 En el presente trabajo manejaremos el término oración huésped para denominar la frase en la cual se insiera la expresión parentética, tal como lo hace Dehé (2009). 7|Página (1) a) There were no other applicants, I believe, for that job. (Quirk et al. 1985 apud Dehé, 2009: 570) b) For those who remember nineteen sixty-five one or two of our listeners may Tory party leadership contests used to be as the cardinals in Rome and leaders would emerge. (ICE-GB apud Dehé, 2009: 570) Sin embargo, esta definición nos deja con un abanico muy amplio y heterogéneo de expresiones por discutir. Schelfhout (2003: 155) destaca entre cinco tipos principales de elementos extraoracionales: intercalación de emisor (2a), vocativos (2b), intercalaciones de comentario (2c), interjecciones (2d) y expresiones parentéticas (2e). (2) a) Creo – dijo Ana – que tienes que explicarnos algo. b) Creo, Juan, que tienes que explicarnos algo. c) Creo – pero a quién le importa lo que yo creo – que tienes que explicarnos algo. d) Creo que, por Dios, tienes que explicarnos algo. e) Creo, temo yo, que tienes que explicarnos algo. (ejemplos míos) Forget (2000) denomina los tres últimos tipos, respectivamente como intercalaciones de comentario, interjecciones y expresiones parentéticas, expresiones parentéticas. Nótese que hay un solapamiento entre las tramas teóricas de estas autoras: lo que Schelfhout (2003) llama expresiones parentéticas solo es una parte de la noción de Forget (2000). Esto sobre todo se debe al hecho de que la terminología de Schelfhout (2003) se centra sobre todo en el significado de los elementos extraoracionales, mientras que la de Forget (2000) se focaliza en los aspectos estructurales de los elementos estudiados: “le fait qu’ils s’insèrent dans l’énoncé ou se situent en retrait de ce dernier par une certaine autonomie, syntaxique et intonative” (Forget, 2000: 15). En el presente trabajo utilizaremos el término expresión parentética con esta interpretación amplia, por la perspectiva morfosintáctica que utiliza. Sin embargo, es muy difícil estudiar la sintaxis de elementos extraoracionales sin tener en mente el significado de dichas estructuras. 2.1.1. Morfosintaxis En cuanto a la morfosintaxis de los elementos extraoracionales existen dos enfoques principales: se puede considerar la morfosintaxis del elemento extraoracional misma de manera independiente, o se puede estudiar cómo el elemento extraoracional se insiere en la oración huésped (Hand, 1993). En realidad, estas dos aproximaciones son muy difíciles de separar, porque muchas veces las dos aproximaciones suelen entrelazarse. Sin embargo, examinaremos sobre todo la estructura dentro del todo de la oración huésped. 8|Página Según Dehé (2009) podemos encontrar diversos fenómenos entre los elementos extraoracionales en cuanto a su sintaxis: oraciones relativas explicativas2 (p.ej. Mi hermano, que vive en París, ha comprado un coche), oraciones parentéticas (p.ej. Es posible que haya - ¿todo el mundo puede oírme ahora? – problemas cno eso) y oraciones de comentario. Visto que el primer fenómeno es pertinente al enfoque del presente trabajo, no nos centraremos en este. En el caso de las oraciones parentéticas se incluyen elementos extraoracionales que son sintácticamente completos (3ª), elementos introducidos por como (3b) y elementos introducidos por y (3c): (3) a) Es posible que haya – ¿todo el mundo puede oírme ahora? – problemas con eso. b) Había un aumento increíble – como se puede ver en el diagrama – en el precio del pan. c) Si él hubiera querido, podría – y quiero enfatizar podría – ayudar a los pobres. También existen otros tipos menores de oraciones parentéticas, pero la discusión de estos nos llevaría demasiado lejos del enfoque del presente trabajo. Por otra parte, las oraciones de comentario suelen construirse a partir de un verbo cognitivo, conjugado en la primera persona del singular (en lenguas que no tienen el parámetro pro-drop3, como el inglés o el francés, la construcción de oraciones de comentario suele incluir el pronombre personal de la primera persona del singular, en español y en portugués es opcional la explicitación del sujeto). En esta categoría se incluyen expresiones como supongo, temo yo, creo etc. Es esta categoría que Urmson (1952, apud Schneider, 2007) denomina verbos parentéticos, es decir verbos que tienen un uso muy común como expresión parentética. El presente trabajo se centrará en esta última categoría. En Schneider (2007) encontramos otra característica sintáctica de los marcadores discursivos derivados de verbos cognitivos: falta el objeto directo que los verbos en cuestión normalmente exigen. Prototípicamente estos verbos se ven acompañados de un objeto directo bajo la forma de una oración completiva, o sea una oración introducida por que, o sea una oración infinitiva. Sin embargo, cuando están usados como marcadores de discurso, no se acompañan de su objeto directo. Es por eso que en la terminología de Schneider (2007) aparece la idea de reducción de la 2 Nótese que la definición de Martín Zorraquino y Portolés (1999) y Bußmann (1996: 349) no parece aplicarse aquí: la estructura sintáctica de la oración relativa no se puede considerar independientemente de su oración huésped: no se puede ignorar el hecho de que un pronombre relativo ha tomado la posición del antecedente, y que el orden lineal (y por eso la estructura profunda) de la relativa se ve afectado de alguna manera. Sin embargo, por su carácter semánticamente independiente, se puede considerar como una expresión parentética. 3 La posibilidad de no explicitar el sujeto del verbo cuando se puede desprender de la forma verbal o del contexto. El español, portugués e italiano son ejemplos de lenguas que aplican el parámetro pro-drop, 9|Página red argumentativa de los verbos en cuestión: reduced parenthetical clauses (RPC) o oraciones parentéticas reducidas (OPR). Utilizaremos este término con frecuencia a lo largo de este trabajo, porque otros términos (expresiones parentéticas, verbos parentéticos etc.) muestran o bien imprecisión (un alcance demasiado amplio) o bien erróneas. En el apartado Fout! Verwijzingsbron niet gevonden. miraremos más en detalle cómo se puede explicar esta falta de un objeto directo en la red argumentativa de las OPR. 2.1.2. Semántica y pragmática En cuanto a la semántica y la pragmática de las expresiones parentéticas ya hemos dicho algunas cosas, pero cabe repasar las características más salientes. Generalmente hay una falta de una conexión abierta, es decir, falta una conexión que sea aparente a primera vista. No necesitamos la información incluida en la expresión parentética para entender los referentes de los diferentes elementos de la oración huésped, pero sí es importante en el contexto de habla (o el hablante estima que puede servir al receptor tener esta información). Porque la oración relativa explicativa no pertenece al alcance de este trabajo, no discutiremos la semántica y la pragmática relacionadas a este tipo de expresión parentética (aunque generalmente se trate de una relación semántico-pragmática parecida entre oración huésped y expresión parentética). En cuanto a las oraciones parentéticas y las oraciones de comentario es útil hacer referencia a los términos dictum y modus de Bally (1932): dictum es una representación de un estado o un acontecimiento a través de la lengua, modus consiste en información implícita sobre la actitud del hablante frente a la situación denotada por el dictum, los objetivos que el hablante quiere obtener a través del dictum etc. Tradicionalmente, este modus se encuentra en el subtexto y no aparece en el texto. Sin embargo, por el uso de oraciones parentéticas, es posible elevar esta información, que antes era implícita, al nivel del texto, volviéndola explícita. En cuanto a la relación semánticopragmática con la oración huésped se encuentran al mismo nivel que los adverbiales oracionales (Schneider, 2007), que tradicionalmente tienen dos funciones principales: los hay que denotan la razón de hablar (4a) o la manera de hablar (4b) del emisor, colectivamente llamados los style disjuncts por Greenbaum (1992: 16); y los hay que denotan la actitud del emisor frente a lo que ha dicho o va a decir (dependiendo de la posición en la frase) (4c), en la terminología de Greenbaum (1992: 16) content disjuncts: (4) a) Si me lo preguntas, prestamos demasiada atención a detalles. b) Francamente, no creo que sea posible ganar. c) Desafortunadamente, no puedo ir a tu fiesta. (ejemplos míos) 10 | P á g i n a Nótese que las OPR se encuentran en el nivel de los content disjuncts: no se trata de un comentario sobre la razón o manera de hablar, sino de solamente un comentario sobre la actitud del hablante. Greenbaum (1992: 16) también señala que “the most common express degrees of certainty and doubt as to what is being said.” Entraremos más en detalle sobre la pragmática de los OPR en particular en el apartado 2.3.2. Teniendo en mente los ejemplos en (3) (véanse 2.1.1), cabe señalar que no toda oración parentética contiene un comentario sobre la oración huésped, sino que también pueden contener un comentario urgente sobre la situación de habla por el cual se interrumpe brevemente el discurso, como en (3a). En las oraciones de comentario, también se trata de una situación en la cual se explicita el modus. Estos comentarios, sin embargo, no están tan elaborados como en el caso de las oraciones parentéticas. En la mayoría de las veces se trata de una sola forma verbal, que formula un comentario breve en cuanto a la oración huésped. Por la naturaleza de los verbos que suelen encontrarse en este tipo de estructura, muchas veces se trata de un comentario en cuanto a la fuente de la información o la actitud del hablante frente a la información representada en la oración huésped. En el presente trabajo nos centraremos principalmente en este último tipo, porque en este grupo de expresiones realmente se trata de nuestro objeto de estudio. En lo que sigue miraremos más en detalle los verbos que Van Bogaert (2010) denomina complement taking mental predicates (CTMPs) ¿ Por qué los CTMPs están tan susceptibles al proceso de gramaticalización que los convierte en marcadores de discurso? En el siguiente apartado consideraremos las diferentes características de los verbos cognitivos y examinaremos por qué se gramaticalizan tan fácilmente hacia marcadores de discurso. 2.2 Los verbos cognitivos como elementos gramaticalizados En el presente apartado examinaremos como se gramaticalizan los verbos cognitivos hacia marcadores de discurso. Primero, estudiaremos las características de los llamados CTMPs que hacen que los verbos cognitivos se gramaticalicen tan frecuentemente (y tan generalmente en las lenguas europeas), para después considerar las repercusiones semánticas y pragmáticas del proceso de gramaticalización. Como último, examinaremos los diferentes valores pragmáticos que pueden asumir las estructuras resultantes. 11 | P á g i n a 2.2.1 Las características de los CTMPs Los verbos cognitivos tienen unas características que les permiten formar construcciones parentéticas: dan la posibilidad de ofrecer una mirada dentro de la cabeza del hablante4, “unavailable to external observation” (Fortescue, 2001: 15). Granath (2008) describe pensar como un primitivo semántico, es decir, como “un elemento tan básico en una lengua que es indefinible” (Wierzbicka apud Granath, 2008: 41). Una consecuencia de esto es que definiciones de lexemas parecidos muchas veces resultan en razonamientos circulares (el verbo se define en términos del sustantivo correspondiente, y vice versa). Primitivos tienden a manifestar una polisemia tremenda con un significado central (para pensar tanto considerar y reflexionar como intentar). Sin embargo, los diferentes significados se difieren a través de estructuras sintácticas diferentes. Aparte de los lexemas primitivos para denotar algún proceso mental (pensar, tanto en español como en portugués), existen varios lexemas más específicos y especializados, como creer, considerar, etc. que se definen en términos de los primitivos semánticos correspondientes. Muchos de estos lexemas más específicos son los resultados de diferentes metáforas que se utilizan (y a lo largo de la historia de la lengua se convencionalizaron) para visualizar y concretizar un proceso que no es observable para una entidad externa. Según describe Fortescue (2001), el acto de pensar se puede conceptualizar mediante pensar como creer, pensar como juzgar y pensar como actividad mental no especificada. La metáfora pensar como creer da lugar a verbos como suponer, conjeturar, creer, etc.; la metáfora pensar como actividad mental inespecificada nos da verbos como imaginar, cogitar, reflexionar, etc.; y la metáfora pensar como juzgar incluye varios verbos de índole diferente: pensar como pesar (pesar, ponderar); pensar como observar (considerar, estimar, juzgar); y pensar como calcular (calcular). En el presente trabajo nos focalizaremos sobre todo en los llamados complement-taking mental predicates (CTMPs). Con este término Van Bogaert (2010) indica los verbos que indican un proceso mental y que en su red argumentativa tienen un complemento. Por eso, excluimos verbos como reflexionar o cogitar, verbos que denotan una actividad mental no especificada. Este tipo de verbos generalmente no da lugar a estructuras gramaticalizadas (Van Bogaert, 2010). Nótese que el verbo pensar con esta interpretación también se excluye. Cabe señalar que los CTMPs que no aparecen con su complemento que normalmente deben tener, todavía se incluyen en esta categoría: el hecho de que esté ausente el complemento del verbo se justifica por el proceso de empobrecimiento sintáctico que sufren elementos gramaticalizados (Van Bogaert, 2010). 4 Visto que los marcadores de discurso en cuestión sobre todo se utilizan en la lengua hablada, y no tanto en la lengua escrita (a no ser que se trate de un diálogo representado en escrita), utilizaremos en el presente trabajo intercambiablemente los términos hablante frente a emisor, y oyente frente a receptor. 12 | P á g i n a Sin embargo, el contenido del complemento normalmente todavía se realiza, aunque ya no se trata de un complemento del verbo principal. Se nota, en inglés tanto como en español, un proceso de slifting o sentence lifting (Simons, 2007): la subida de la oración subordinada completiva al nivel de la oración principal, un proceso por el cual el verbo subordinante se ve convertido en un adverbial epistémico. Posio (2014) destaca en cuanto al inglés tres etapas en el proceso de slifting (en cuanto al español y al portugués solo hay dos etapas, porque el nexo subordinante que, contrariamente al nexo inglés that, es obligatorio), como se puede observar en (4). Según Torres Cacoullos y Walker (2009), además de varios factores semántico-pragmáticos relativos al contenido de ambas oraciones, la posibilidad de supresión del complementador that suele depender del verbo subordinante: solo hay una serie cerrada de verbos que admiten este fenómeno (think, say, tell, know, believe, bet, etc.). Todos estos verbos son miembros de la categoría de los verbos PCU (véase infra) de Givón (1993). (5) a) I think that we’re definitely moving towards being more technological. b) I think exercise is really beneficial, to anybody. c) It’s just your point of view, you know, what you like to do in your spare time, I think. Nótese que el verbo subordinante se parece cada vez más a un adverbial epistémico, o sea, una expresión por la cual el hablante da un comentario con respecto a la veracidad de lo dicho. El complemento introducido por that en (5ª) que solía acompañar el verbo subordinante ha subido a un nivel más elevado, es decir, el de la oración independiente. En (5c), el verbo subordinante originario ahora se encuentra en una posición en que normalmente hallamos un adverbial epistémico, y en cuanto a la semántica también cumple la función de este, que es la de comentario. Según Thompson (2002), en (5b) vemos ya que el contenido principal de la oración se ha deslocalizado de la oración subordinante hacia la oración subordinada: speakers are expressing epistemic, evidential, or evaluative stance [...] or negotiating alignment with one another [...] regarding some issue or claim, where the issue or claim being discussed is the complement and the stance the speaker is taking toward that issue is expressed by the CTP [Complement Taking Predicate, corresponde en este caso con el término CTMP de Posio, 2014] and its subject. (Thompson, 2002: 131) En otras palabras, el contenido principal comunicado es el contenido del complemento del verbo subordinante, y no el verbo subordinante mismo. El contenido de este verbo ya se encuentra en la periferia de la oración (del punto de vista pragmático), es decir, ya comenta el 13 | P á g i n a contenido principal por señalar la veracidad, el origen o la actitud del hablante sobre la información compartida por el complemento. Inicialmente podemos observar este fenómeno de slifting con los verbos comunicativos, simplemente por el hecho de que en la lengua hablada y en diálogos escritos se puede utilizar el estilo directo. Mientras que el estilo indirecto se sirve de la subordinación de oraciones para indicar el emisor del mensaje, el estilo directo se sirve de la intercalación para referirse al emisor (véase 2.1), aunque la cita se manifieste de una manera diferente en la lengua escrita, es decir entre comillas. Sin embargo, Givón (1993) junta los verbos de percepción (perception verbs o P5), los verbos cognitivos (cognitive verbs o C), los verbos de comunicación (utterance verbs o U) en la misma categoría (la de los verbos PCU), y Kerbrat-Orecchioni (1997: 117-119 apud Fetzer y Johansson, 2010: 244) postula una categoría de verbos de opinión que relata el acto privado de cognición con el acto público de comunicación, así proveyendo un puente entre los verbos comunicativos y los verbos cognitivos a este respecto. Los verbos creer y achar, antes de sufrir el proceso de gramaticalización que describiremos en el apartado 2.2.2, también sufrieron una extensión semántica: el verbo creer (< lat. credere) sobre todo se caracterizaba como un verbo cognitivo de otra categoría, es decir, un verbo que denota aceptación de información de otra persona (6a). A lo largo de su evolución ha adquirido el sentido de pensar, una actividad mental más general: se generalizaba el verbo creer para toda forma de estar convencido del valor de verdad de alguna cosa (6b). Esta extensión semántica nos da la forma que hoy en día utilizamos, y es por esto que este verbo también puede denotar opinar, lo que se encuentra en un otro nivel de estar convencido de alguna cosa (6c). Por el proceso de gramaticalización se ha convertido en un marcador de discurso que nos sirva de mitigador, es decir, una forma con la cual atenuamos nuestra afirmación (6d): (6) a) Has dicho que no fuiste tú, y yo te creo. (Rowling, 2000: 204) b) Creo que es una especie de prueba (Rowling, 1997: 80) c) Yo creo que es estupendo (Rowling, 1997: 54) d) No, en realidad no lo he visto, pero creo que puedo estar seguro de conocer la letra de mi superior. (Rowling, 2000: 378) 5 Cabe señalar que verbos de percepción también tienen un lazo muy estrecho con los verbos cognitivos: hay una extensión semántica de los verbos de percepción (como ver) desde la percepción visual hacia la percepción mental y comprensión. Los verbos de percepción, tanto como los verbos de comunicación y los verbos cognitivos, pueden dar lugar a interjecciones que son el resultado de slifting y gramaticalización. Un ejemplo de este fenómeno es el marcador de discurso verás en español. (Chodorowska-Pilch, 2008: 1358-1359) 14 | P á g i n a El verbo portugués achar (< lat. afflare6: ‘estar llevado por el viento’ y por eso ‘inspirar’7, lazado al verbo esp. hallar) ha conocido una evolución completamente diferente: primero había un cambio en cuanto a la agentividad: el sujeto dejó de ser la cosa ‘llevada por el viento’, y pasó a ser la persona a quien el viento había llevado esta cosa, y por eso adquirió el sentido de ‘encontrar’ o ‘hallar’. Desde este punto en la evolución podemos ver un paralelo entre este verbo y los verbos ingl. to find y neerl. vinden: estos verbos también han conocido una extensión de ‘hallar’ hacia ‘opinar’ o ‘estimar’ (cf. I find this lecture very interesting). Se trata de una extensión por metáfora, porque el acto físico de encontrar algo se parece mucho al acto mental de opinar algo: después de una búsqueda o una reflexión (una búsqueda mental) se llega a un hallazgo o una opinión, que es el resultado de esta búsqueda mental. Después de esta extensión semántica, se presentaba la posibilidad de gramaticalizarse hacia el partículo que hoy en día utilizamos. El significado de este verbo en portugués se ha extendido hacia el significado de ‘estimar’ (p. ej. Eu acho esta apresentação aborrecida), el verbo por excelencia para expresar una opinión. Por eso, achar se manifestará con diferentes valores pragmáticos que el verbo español creer y que el verbo portugués crer. El verbo imaginarse (o su equivalente en portugués imaginar) tiene un significado considerablemente diferente de los verbos anteriormente mencionados: la Real Academia Española (2001) define este verbo como “1. representar idealmente algo, inventarlo, crearlo en la imaginación; 2. presumir, sospechar; 3. (ant.) adornar con imágenes un sitio; 4. creer o figurarse que se es algo.” Se ve muy bien que la segunda y la cuarta definición son extensiones de la primera definición: se trata en cada uno de los casos de los resultados de la acción denotada por la primera definición. Por el hecho de que este tipo de pensar se basa en la imaginación, y no tanto en un razonamiento, este verbo se comportará diferentemente en cuanto a la pragmática. El verbo español temer no es un verbo cognitivo en su sentido estricto, por denotar una acción más bien emocional que cognitiva, pero en su función como marcador de discurso se ha convertido en algo que se parece mucho a los verbos cognitivos: el verbo temer, si va acompañado de la conjunción que, expresa cierta incertidumbre frente a lo que sigue, y además un miedo frente a la posibilidad representada en lo que sigue. Por la misma razón, el verbo portugués recear se incluirá en el estudio de corpus, porque este se usa más frecuentemente que su sinónimo considerado erudito temer en portugués. En cuanto al proceso de slifting, los verbos imaginarse y temer tienen un rasgo en común: mientras que en su posición básica como verbo subordinante respectivamente pueden o deben 6 No entramos en detalle a cerca de los cambios fonológicos, que son muy comunes para las lenguas románicas: el grupo consonántico lat. -fl- pasa a ser -ll- (/λ/) en español y -ch- (/ʃ/) en portugués (Roegiest, 2006: 262). 7 Traducción (al neerlandés) sacado de Halsberghe, 1986: 17. 15 | P á g i n a acompañarse de un subjuntivo en la oración subordinada, una vez que esta oración se convierta en oración huésped para el marcador de discurso correspondiente, este subjuntivo se sustituye por un indicativo. Este fenómeno es bastante lógico, porque ya no hay un verbo subordinante que exija un subjuntivo en la oración subordinada, sino que una oración principal, que por defecto tiene un verbo conjugado en el indicativo. Mientras que en español8 las expresiones parentéticas son mayoritariamente expresiones que consisten de una sola palabra (porque el español carece de la necesidad de expresar el sujeto de manera explícita), en inglés encontramos pruebas de que estas construcciones, que consisten de más de una palabra, se han gramaticalizado. Contrariamente a sus equivalentes que no sufrieron el proceso de slifting, vemos varios tipos de restricciones en cuanto a las expresiones parentéticas: no se permite que haya un elemento intercalando entre el sujeto y el sintagma verbal, por ejemplo un adverbio (7a) versus (7b), ni se admite que se habla desde la perspectiva de otra persona que el emisor mismo (8a) versus (8b), elementos que indican que las expresiones parentéticas son una forma fosilizada y que se impone una restricción a la libertad sintáctica que conocía la forma originaria: (7) a) Creo rigurosamente que el hombre intrínsecamente es bueno. b) *El hombre es bueno, creo rigurosamente. (8) a) Yo creo/Juan cree que los niños necesitan más tiempo para ser niño. b) Los niños necesitan más tiempo para ser niño, creo/*cree Juan. Cabe señalar que el CTMP también puede proveer la razón de enunciar el complemento, como es el caso con predicados mentales en un tiempo pasado, p. ej. Creía que ella vendría hoy, para mostrar al receptor que el hecho que ella no venga hoy es en contra de las expectativas del hablante, y así proveyendo una explicación del origen de su error. Este fenómeno se puede considerar paralelo al uso de un verbo comunicativo como decir para encuadrar una repetición o una corrección del entendimiento de algo previamente dicho (Boye y Harder, 2007), p. ej. Dije perra, no perro. Todas las restricciones y características que se han enumerado en este apartado, coinciden con las que generalmente se relacionan al proceso de gramaticalización. En el apartado que sigue miraremos más en detalle cómo el proceso de gramaticalización toma lugar, cuáles son las fases 8 Cabe destacar que en el caso de usos parentéticos de los verbos esp. creer y ptg. achar, bastante frecuentemente se usa el pronombre personal de la primera persona singular explícitamente. Sin embargo, no se sigue el orden canónico de los constituyentes, es decir, el sujeto suele seguir la forma verbal en casos como estos. (Posio, 2014) 16 | P á g i n a entre las que podemos distinguir, y qué consecuencias tiene la gramaticalización en el plano sintáctico, morfológico, semántico y pragmático. 2.2.2 El proceso de gramaticalización Gramaticalización, según Hopper y Traugott (1993), es el proceso por el cual un elemento léxico asume un papel gramatical en la lengua: una unidad de contenido (o un conjunto de unidades de contenido) se convierte en una unidad de estructura. Cabe destacar que en este trabajo manejaremos el término gramaticalización para abarcar los fenómenos de gramaticalización en sentido estricto, pragmaticalización y lexicalización9: “Instead of trying to establish clear-cut boundaries between the different processes, it is more fruitful to consider them as overlapping categories within the broad notion of grammaticalization” (Posio, 2014: 6). Según Cuenca y Hilferty (1999), gramaticalización como proceso lingüístico tiene unos efectos en los elementos afectados: fijación de la forma, empobrecimiento sintáctico, blanqueo semántico y reanálisis. Como distinguen Hopper y Traugott (1993), Traugott (1996), Cuenca y Hilferty (1999), Aaron y Torres Cacoullos (2005) y Posio (2014), este proceso de gramaticalización va junto con un desarrollo de subjetivización. La fijación de la forma significa que en cuanto a su sintaxis interior (la morfología de las palabras utilizadas) la forma se fosiliza. Esto se concretiza en formas verbales que, en la forma gramaticalizada, solo se conjugan en un cierto tiempo, modo, número y una cierta persona gramatical (no es aplicable para verbos plenos que se gramaticalizan hacia auxiliares). Cabe señalar que solo se aplica a la forma gramaticalizada, no al lexema originario, cuyas formas se subsisten todas. Podemos ejemplificar este fenómeno con verbos como sentir, que en la expresión lo siento solo se sirve de la primera persona singular y del indicativo presente, y de un objeto directo pronominal neutro (ejemplo de Enghels, 2013). Sin embargo, Van Bogaert (2010) señala que esta fijación de la forma no es universal: deviations from the prototypical form in terms of TAM [tense-aspect-mode] specifications need not preclude an interpersonal reading. In fact, as Wierzbiecka (2006:206) remarks, there exists a range of variant forms that may also provide an interpersonal perspective to a host clause, e.g. I would think, I thought, I should have thought. (Van Bogaert, 2010: 401) Nótese que la forma verbal queda invariable en cuanto a la persona gramatical. Una explicación para esta variabilidad selectiva se puede encontrar en Haegeman (2006): 9 Lexicalización es el proceso por el cual un grupo de morfemas/palabras adquiere un significado diferente de la soma de los significados de los constituyentes individuales, p. ej. palillo ya no significa simplemente palo + diminutivo, sino mondadiente. Este proceso también da lugar a expresiones idiomáticas, p. ej. el mundo es un pañuelo es una unidad léxica y sintáctica, y ya no se refiere a un verdadero pañuelo. Haegeman (2006: 11) refiere a este hecho como un significado no composicional. 17 | P á g i n a contrariamente a la persona gramatical, las especificaciones de TAM no cambian la situación denotada por la forma verbal, solo la sitúa en el tiempo e indica la modalidad y epistemicidad de esta. Se considera entonces la información relacionada a TAM como menos interno al sintagma verbal que la persona gramatical. Esta fijación morfológica va junto con un empobrecimiento sintáctico: las posibilidades combinatorias de las partes individuales se pierden totalmente: ya no es posible intercalar piezas léxicas entre los miembros de una fórmula gramaticalizada (Garachana Camarero, 1999: 166). Es el caso de, por ejemplo, sin embargo, inicialmente un sintagma preposicional sin más, en el cual el sustantivo embargo podía servirse de un determinante (sin todo embargo), una construcción que hoy en día es imposible por la índole gramaticalizada y fosilizada del sintagma (ejemplo de Garachana Camarero, 1999: 166). También podemos destacar un empobrecimiento paradigmático, es decir, la falta de la posibilidad de sustituir partes de la forma gramaticalizada por sinónimos, p. ej. sin embargo no iguala a *sin obstáculo o *sin impedimiento. Es por eso que en el estudio de Van Bogaert (2010) no se incluyen formas como I now believe, porque “additional lexical items in the main clause make a parenthetical interpretation of the weak assertive predicate impossible.” (Van Bogaert, 2010: 402). Otro fenómeno relacionado a la gramaticalización es el del blanqueo semántico (semantic bleaching): la erosión de los significados individuales de los constituyentes y el surgimiento de un significado nuevo, que es más estructural o pragmático. Sin embargo, este nuevo significado siempre es motivado: se basa en el significado originario (que suele ser concreto), y después evoluciona hacia un significado más abstracto. Ese significado recién adquirido es o bien gramatical (en la forma de un auxiliar, una perífrasis verbal, un morfema, etc., p. ej. el verbo ir como auxiliar del futuro en español), o bien un significado procedimental (o sea un elemento que nos ayuda a procesar el contenido del texto, bajo la forma de un marcador de discurso, p. ej. venga). Como cuarto fenómeno podemos observar el reanálisis, es decir, la recategorización de alguna parte del discurso. Un ejemplo muy obvio es el de una forma verbal como venga que adquiere la función de un marcador discursivo. Cabe destacar que este reanálisis puede ocurrir en varios niveles de la lengua: se puede reanalizar la clase de palabra (p. ej. una forma verbal que se reanaliza como interjección, como venga) o la función dentro de la frase (p. ej. un verbo pleno que se reanaliza como auxiliar, como haber). Según Hopper y Traugott (1993), esto lleva consigo un cambio drástico en el comportamiento sintáctico de la forma gramaticalizada: contextos en los cuales el uso de una forma determinada era agramatical, ahora se consideran gramaticales. Eso sobre todo ocurre con verbos plenos que se convierten en auxiliares: las restricciones 18 | P á g i n a combinatorias pertenecentes a los verbos plenos en un núcleo complejo ya no se aplican a la forma gramaticalizada del auxiliar. Por eso se dice que los auxiliares son semántico y sintácticamente transparentes: no restringen, ni de manera semántica ni de manera sintáctica, los complementos del verbo pleno que modifican. En el caso de formas verbales que se gramaticalizan hacia marcadores de discurso también se nota una libertad sintáctica (el marcador se puede posicionar libremente dentro de la oración) cuando se compara con la forma verbal originaria (que tiene una posición casi fija en la oración). Últimamente, esta gramaticalización va de mano en mano con una subjetivización, un fenómeno que Traugott (1996: 32; apud Cuenca y Hilferty, 1999: 163) define como “un fenómeno gradual, por el cual formas y construcciones que inicialmente expresaban, en primera instancia, significados concretos, léxicos y objetivos, funciones progresivamente más abstractas, pragmáticas y basadas en el emisor”. En otras palabras, en vez de un significado referencial, la forma gramaticalizada sirve una función interpersonal y expresiva, es decir, exprime la actitud del emisor frente a la información enunciada. Como dice Van Peteghem (2012: 51), aplicado a nuestros verbos cognitivos, “sur le plan sémantique aussi ces verbes sont parenthétiques dans la mesure où ils ne véhiculent pas l’information centrale de la proposition, mais fonctionnent comme des sortes de modalisateur”. Este fenómeno también suele llamarse pragmaticalización, un término que enfatiza el significado procedimental, es decir, el hecho de que expresiones gramaticales muchas veces sirvan para facilitar la interpretación de lo enunciado y de la razón de la enunciación (el objetivo del emisor con esta enunciación). Como señalan Traugott y Trousdale (2008 apud Van Bogaert, 2010), los procesos que aquí hemos mencionado no son procesos nítidos en el sentido que cuando se da un paso, el paso previo está eliminado: siempre hay alguna coexistencia de diferentes pasos a lo largo del proceso de gramaticalización al mismo momento, un fenómeno que ellos llaman synchronic gradience. Es por eso que formas verbales que se gramaticalizaron hacia interjecciones también mantienen su uso originario en la mayoría de las veces, y veremos que también formas que sufrieron el proceso de slifting coexisten con formas que se encuentran al nivel del verbo subordinante. 2.3 Los valores pragmáticos de marcadores de discurso basados en CTMPs En el presente apartado estudiaremos cuáles son los roles pragmáticos que desempeñan las marcadores de discurso dentro de un texto. Dendale y Van Bogaert (2012) estipulan que sobre todo se trata de una función interpersonal, lo que puede relacionarse al fenómeno de la subjetivización 19 | P á g i n a (véase 2.2.2). Según varias fuentes (Landone, 2009; Briz Gomez, 1998; Fox Tree y Schrock, 2002; Dendale y Van Bogaert, 2012) la función principal de estos elementos interpersonales es establecer una forma de cortesía. Primero vamos a explorar más en detalle qué es la cortesía (y sobre todo la cortesía verbal o lingüística) y después miraremos de qué manera las expresiones parentéticas estudiadas pueden rellenar esta función. También 2.3.1 La cortesía Antes de que podamos mirar en detalle los valores pragmáticos de expresiones parentéticas, cabe discutir la teoría de cortesía de Brown y Levinson (1987). Esta teoría stata que cada actante en una conversación tiene dos caras o autoimágenes públicas (y sabe que otros actantes también las tienen): la cara positiva y la cara negativa. La cara positiva se define como “el deseo de que los deseos del individual sean deseables para por lo menos algunos miembros de la colectividad” (Brown y Levinson, 1987: 62, mi traducción); la cara negativa como “el deseo de que las acciones del individual no sean impedidas por otros” (Brown y Levinson, 1987: 62, mi traducción). Varios actos pueden interferir con estas caras y amenazarlas, tanto del emisor como del receptor del mensaje. Estos actos se llaman face threatening acts, o en la literatura hispanohablante acciones que amenazan la imagen pública, y pueden amenazar la cara positiva o negativa, dependiendo del contenido de lo enunciado: cada forma de desacuerdo frente a la opinión del receptor, o una indeferencia frente a esta opinión, amenaza la cara positiva del receptor (porque no tiene sus deseos en común con el emisor de esta crítica o indiferencia). Al otro lado, cada forma de imposición indica una amenaza para la cara negativa del receptor: por la intervención del emisor las acciones del receptor se ven interrumpidas y impedidas. La cara positiva del emisor puede dañarse por expresar remordimiento o confesar algo (porque admite con estas expresiones que sus deseos no eran compartidos con el receptor), y su cara negativa puede ser amenazada por ejemplo por expresar gratitud (porque reconoce el hecho de que el receptor haya podido declinado lo pedido, impidiendo así los deseos del emisor). Según Brown y Levinson (1987), la cortesía consiste de un conjunto de estrategias para evitar que se dañen las caras de los actantes, en breve, para evitar acciones que amenazan la imagen pública. Para cumplir los deseos de la cara positiva, el emisor puede expresar interés en los deseos y las opiniones del receptor, establecer una solidaridad entre los actantes (enfatizar que los actantes pertenecen a un mismo grupo), ofrecer o prometer de devolver el favor. Generalmente, son estrategias que se pueden considerar como approach based (enfatizando que la distancia social y la diferencia de imposiciones son mínimas). Deseos de la cara negativa son generalmente avoidance based (enfatizando en el hecho de que la imposición en cuestión es el último recurso), y pueden 20 | P á g i n a ser abordados por utilizar mitigaciones (hedging devices), por minimalizar la imposición o por desculparse de antemano. El tipo de estrategia depende generalmente de tres factores que están en diálogo: la distancia social entre los actantes, las relaciones de poder entre ambos partidos y el grado de imposición. Sin embargo, Brown y Levinson (1987) tratan las estrategias de cortesía y las caras de los actantes como unidades nítidamente separadas: no hay interferencia entre los deseos de la cara positiva y la cara negativa, ni entre las estrategias para protegerlas. No obstante, ChodorowskaPilch (2008: 1358) afirma que las dos caras no son conceptos sueltos, sino que son dos realidades estrechamente entrelazadas: una estrategia puede simultáneamente dirigirse a una amenaza a la cara negativa y a una amenaza a la cara positiva. Argumenta que la forma verás, como en el ejemplo (9), protege tanto la cara negativa del oyente por el uso del futuro, creando así una distancia entre la acción que amenaza la imagen pública y el momento de habla y por eso disminuyendo la amenaza como la cara positiva, por la inclusión del oyente, que se concretiza en el uso de la segunda persona del verbo, véase el ejemplo (9). Además, el hablante guía su interlocutor por la argumentación (que es desfavorable para el oyente, así amenazando la cara negativa de este), indicando sus experiencias propias pasadas, prediciendo la misma experiencia para el oyente. (9) Verás que vais a ir muy apretados, siempre estás a tiempo de contratar un coche más. (Ejemplo sacado y adaptado de Chodorowska-Pilch, 2008: 1359) El uso de la forma creo (o la forma correspondiente acho (eu) en portugués) como intercalación en español puede interpretarse como una estrategia para evitar la confrontación frontal de ideas, y por eso una estrategia que sobre todo pretende abordar los deseos de la cara negativa del receptor. El uso de creo presenta la información enunciada como una opinión o una creencia, y no como un hecho, entonces se minimaliza y se mitiga la diferencia de opinión. En cierta medida, esta forma también demuestra interés en y respeto por las opiniones del receptor, lo que asiste a los deseos de la cara positiva del oyente. 2.3.2 Los valores pragmáticos concretos de los marcadores de discurso derivados de CTMPs Los marcadores de discurso que en este trabajo describimos, a saber esp. creo, pt. acho y sinónimos de estos verbos (me imagino, esp. temo/pt. receio), según Martín Zorraquino y Portolés (1999) se inscriben, en términos muy generales, en los marcadores conversacionales: son estos marcadores que se caracterizan por su carácter interaccional. Esta noción de interaccionalidad implica 21 | P á g i n a que los marcadores se focalizan en la función interpersonal o intersubjetiva del lenguaje: acentúan y protegen la relación entre el emisor y el receptor, de varias maneras. Generalmente se pueden subdividir en unas categorías: los de modalidad epistémica, que comentan la veracidad y la certidumbre de los hechos, o a veces la fuente de la que procede la información; los de modalidad deóntica, que reflejan la actitud del hablante frente a la información presentada. Sin embargo, visto la semántica diferente de los verbos en cuestión, suelen tener usos pragmáticos fundamentalmente o marginalmente diferentes. En el presente apartado estudiaremos más en detalle cada uno de estos verbos en cuanto a su pragmática. Benveniste (1966: 264) señala que verbos como creer y pensar en primera persona del singular (igual como sus equivalentes en inglés o en portugués) ya no reflejan un procedimiento cognitivo, sino que nos sirven a mitigar la información dada (lo que corresponde con la modalidad deóntica de Martín Zorraquino y Portolés, 1999) (10), o bien para no encomendarnos al valor de verdad de nuestra afirmación (lo que corresponde con la modalidad epistémica), protegiéndonos así contra un error de nuestra fuente de información y distanciándonos de la información (11), o bien para no poner en peligro nuestra relación con el receptor con nuestro punto de vista diferente (12). (10) En los últimos meses he engordado un poquito, creo. (11) Éramos 16, creo, o puede haber sido 17. (12) – ¡ Estoy seguro de que esta canción es de Pearl Jam! - No, es de Nirvana, creo. (ejemplos míos) Benveniste (1966) denomina este fenómeno mitigated assertion, un término que coincide con el de afirmación atenuada (Holmlander, 2006: 744). Como describe Andersen (1996: 313-314 apud Fetzer y Johansson, 2010: 244), “semantically, cognitive verbs express epistemic modality and pragmatically, they signal a subjective standpoint”. A esto, Fetzer y Johansson (2010) añaden que “from an intersubjective viewpoint, cognitive-verb-anchored parentheticals are seen as a contextualization device informing the adressee(s) how a conversational contribution qualified by the devices is to be interpreted.” En otras palabras, nos dan información adicional en cuanto a la clave con la cual tenemos que interpretar la información en la oración huésped, y específicamente, la actitud del hablante frente a la información mencionada en esta oración huésped. Como añaden Fetzer y Johanson (2010), con estos cognitive-verb-anchored parentheticals, no solo se comunica la actitud del hablante frente a la información comunicada, sino también se refleja la relación entre el hablante por un lado y su(s) interlocutor(es) al otro: el hablante no quiere imponer su opinión al receptor, representando su punto de vista como meramente un 22 | P á g i n a punto de vista y no como un hecho. Así el hablante se pone modesto frente a su interlocutor, y señala que su opinión es susceptible de revisión. Se nota que, tanto en el caso de la modalidad epistémica como en el de la modalidad deóntica, se trata de estrategias de cortesía como las hemos visto en Brown y Levinson (1987): en la modalidad epistémica se presenta la información como una incertidumbre: al hablante le falta información clave (lo que puede estar causado por desconfianza en su fuente o por un hueco en su propia percepción), lo que le impide presentar la información como un hecho cierto, así protegiéndose a sí mismo contra posibles errores y protegiendo su propia cara positiva. En la modalidad deóntica, la información se presenta de manera mitigada: el hablante no quiere poner en peligro su relación con el interlocutor por la confrontación frontal de ideas, así protegiendo la cara positiva de este interlocutor. En términos generales, la modalidad deóntica causa que la distancia entre el hablante y su interlocutor no aumente, la modalidad epistémica distancia el hablante de la información que presenta. Los verbos imaginarse (o pt. imaginar) y temer (o pt. recear) también tienen unas funciones pragmáticas muy particulares: con el verbo imaginarse, y sobre todo cuando vaya acompañado del auxiliar poder, expresa una enorme empatía del hablante frente a su interlocutor. Con el uso de este verbo, el hablante explícitamente señala que se ha desplazado de su punto de vista en la conversación al punto de vista de su interlocutor, véase (13). Con respecto a la teoría de Brown y Levinson (1987, véase 2.3.1), el hablante implica que, por el uso de este marcador de discurso, él mismo puede desplazarse al punto de vista del interlocutor, y por eso se disminuye la distancia entre ambos participantes. Se trata entonces de una estrategia para proteger la cara positiva del interlocutor. Además, en cuanto a la variante no pronominal imaginar, Posio estipula que (2014: 12), “the verb imaginar ‘imagine’ typically serves to express cautious epistemic stance, modifying an utterance that is not presented as an opinion or judgment of the speaker but rather as something that the speaker is not quite sure about”. Esto se ejemplifica en (14). (13) Esto ha sido un tiempo muy difícil, ¿me imagino? (ejemplo mío) (14) Imagino que ustedes me siguen escuchando, ¿verdad? (Corpus de referencia de la lengua española contemporánea, apud Posio 2014) Nótese que en ambos ejemplos el marcador de discurso o bien casi exige una reacción del interlocutor (13), o bien induce otra fórmula que lo haga (14). Con esto, vemos que este marcador de discurso puede servir de fórmula para conversation management (Erman, 2000): una forma de monitor social que invita al interlocutor de intervenir en el discurso. 23 | P á g i n a El verbo temer, como señalado antes, estrictamente hablado no es un verbo cognitivo, pero cuando miramos los papeles pragmáticos que suele desempeñar como marcador de discurso, vemos que se parece mucho a otros miembros de este grupo de verbos. Primeramente, también expresa una incertidumbre frente al contenido de la oración huésped, como lo hacen marcadores como creo, pienso y me imagino. Además sirve un objetivo relacionado a la cortesía: indica que el hablante sabe que la información incluida en la oración huésped es desagradable para el interlocutor. En este caso se trata de una manera de proteger la cara negativa del interlocutor: malas noticias pueden dañar la cara negativa del interlocutor, porque pueden indicar que sus deseos estén impedidos. También pueden señalar que el hablante no esté de acuerdo con la opinión de su interlocutor. Como indicado en la parte sobre el verbo imaginar(se), los verbos PCU también pueden desempeñar un papel en el conversation management (Erman, 2000), es decir, puede producir una abertura en el discurso en lo que Sacks et al (1974) denominan transition relevance places, o sea indican momentos en el discurso momentos en el discurso en los cuales se ha completado hasta cierto punto un argumento y, por eso, en los cuales una interrupción se considera menos descortés, incluso deseado por el hablante. Generalmente hablado, se trata de tag questions, o en la literatura hispanohablante coletillas interrogativas, y se descubren dos maneras de que este proceso se manifiesta: o bien se encuentra un OPR en posición inicial o medial, y la oración se finaliza con una pregunta como p. ej. ¿verdad? o ¿no?; o bien la OPR se manifiesta al final de la oración huésped, por escrito demarcado con puntos de interrogación, en el lenguaje hablado con una entonación creciente. Examinado en la luz de la teoría de Brown y Levinson (1987), se trata de invitar el interlocutor en la conversación, y darle la oportunidad de intervenir (Hand, 1993). Con esta estrategia se protege la cara positiva de este interlocutor. Erman (2000: 1341) llama este fenómeno la función de monitor social: el uso de un marcador de discurso para conseguir interacción entre los participantes en la conversación. Como señala Haegeman (2006), existen dos tipos mayores de tag questions o coletillas interrogativas: el primer tipo se define como una verdadera pregunta, a la que se espera una respuesta del interlocutor por una falta de certidumbre de la parte del hablante (15a), mientras que el segundo tipo se caracteriza por el hecho de que se trate de una especie de pregunta retórica: el hablante sabe muy bien que lo que dice es verdad, pero, para parecer modesto, pide la afirmación de su interlocutor (15b). En Haegeman (2006: 132) se exemplifica como sigue: (15) a) Your brother was born on the 15th, wasn’t he? b) That party was fun, wasn’t it? (Ejemplos sacados de Haegeman, 2006: 132) 24 | P á g i n a Haegeman (2006) señala que estos dos tipos, que formalmente no tienen ninguna distinción entre sí, se pueden destacar bastante fácilmente en el habla: el primer tipo se destaca por su entonación cresciente, como la de una pregunta, mientras que el segundo tipo tiene una entonación descreciente, como la de una frase declarativa. En cuanto a su pragmática, por otra parte, estos dos tipos corresponden respectivamente con las funciones pragmáticas del marcador de incertidumbre y del marcador de mitigación. Es por eso que el uso de una coletilla interrogativa no se puede ver como un hecho aislado, sino que tenemos que combinar este fenómeno con las funciones pragmáticas que desempeña. 2.4 Conclusión intermedia En resumen, en el presente trabajo compararemos el español y el portugués con base en sus respectivos tratamientos de los marcadores de discurso derivados de verbos cognitivos. En primer lugar, hemos estudiado las características de las expresiones parentéticas más generalmente en cuanto a su prosodia; su morfosintaxis interna y externa, o sea, respectivamente su estructura interna y la manera de la cual se incorporan en su oración huésped; y a su aspecto semántico-pragmático. Hemos visto que se trata generalmente de unidades que, con respecto a estos tres aspectos, están de una manera u otra aisladas de su oración huésped. El lazo entre expresión parentética por un lado y oración huésped por otro se encuentra en un nivel más profundo que, por ejemplo, el lazo entre una oración subordinante y subordinada. Como dice Schneider (2007), las expresiones parentéticas se encuentran más bien al nivel de adverbiales oracionales. Después hemos estudiado los verbos cognitivos en términos más específicos: ¿por qué están candidatos tan buenos para el proceso de la gramaticalización hacia marcadores de discurso? Como el alcance de este trabajo no puede ser todos los verbos cognitivos, primero hemos adoptado el término complement-taking mental predicates (CTMPs) de Van Bogaert (2010) para denominar estos verbos que denoten una actividad mental y que en su red argumental tengan un complemento (normalmente de objeto directo). Lo que según Simons (2007) hace que la gramaticalización de estos CTMPs sea posible, es el proceso de slifting: la elevación de la oración subordinada al nivel de la oración principal, para que el verbo que antes era el verbo subordinante se quede en la periferia. La posibilidad de producir este proceso lo tienen en común los verbos PCU (perceptive, cognitive and utterance verbs, Givón, 1993). Schneider (2007) denomina el resultado de este slifting como reduced parenthetical clauses (RPC), o oraciones parentéticas reducidas (OPR). 25 | P á g i n a A continuación, hemos estudiado los verbos esp. creer/pt. achar, imaginar(se) y esp. temer/pt. recear en cuanto a sus respectivos desarrollos semánticos y a sus peculiaridades sintácticas. Hemos así descubierto que todas las estructuras que sufrieron el proceso de slifting tienen unos rasgos sintácticos en común, y los tienen en común con todo elemento que sufrió el proceso de gramaticalización. Por eso, hemos echado un vistazo en las cinco características principales que se asocian con este proceso: la fijación de la forma, el empobrecimiento sintáctico, el blanqueo semántico, la recategorización o el reanálisis y la subjetivización o incluso intersubjetivización. Después de este estudio del fenómeno de gramaticalización, hemos visto las consecuencias concretas de este fenómeno en los verbos en los cuales se centra este trabajo. Visto que las OPR se consideran principalmente como elementos pragmáticos, interaccionales e interpersonales (Dendale y Van Bogaert, 2012), cabe mirar en más detalle el concepto de la cortesía, un concepto central cuando estudiamos elementos interpersonales. La obra de Brown y Levinson (1987) nos da una buena idea de lo que es la cortesía: es un conjunto de estrategias que se utilizan para invertir en la relación entre un hablante y su interlocutor. En términos generales se trata de avoidance based strategies, es decir estrategias para evitar una confrontación frontal entre los participantes en la conversación; y approach based strategies, o sea estrategias para enfatizar la relación entre los participantes. Las OPR se pueden explicar mediante una mezcla de las dos categorías de estrategias: es muy poco frecuente que un marcador de discurso solo sirva un objetivo, sino que muchas veces se trata de una estrategia predominante, acompañada de otras más marginales. Vemos que creo puede utilizarse como estrategia para proteger la cara positiva del hablante, lo que Martín Zorraquino y Portolés (1999) llaman la modalidad epistémica: con este uso de creo se señala que el hablante no está seguro de lo que dice, y que quiere protegerse contra errores por su parte. Otro uso de creo, por otro lado, es el de lo que Holmlander (2006) llama la afirmación atenuada, una mitigación de lo enunciado para evitar una confrontación de ideas entre los participantes. Vemos en la literatura que los verbos imaginar(se) y temer tienen funciones pragmáticas similares, pero con diferentes matices: imaginar(se) se centra en la empatía, y entonces en la protección de la cara positiva del interlocutor, mientras que temer se centra en el hecho de que el hablante introduzca una mala noticia, entonces enfocándose en la cara negativa del interlocutor. 26 | P á g i n a En lo que sigue, investigaremos en qué funciones los marcadores de discurso originados en CTMPs aparecen en el uso real de la lengua. Compararemos el español y el portugués en este respecto, tanto en un corpus escrito10 como en un corpus hablado. 10 Aunque las novelas de Harry Potter estrictamente hablado son un corpus escrito, en los diálogos (que son nuestra mayor fuente de información en cuanto a estas novelas) se trata de una representación por escrito de conversaciones, y no se puede considerar como un medio puramente escrito. 27 | P á g i n a 3. Desde la teoría hacia el uso real En la segunda parte del presente trabajo examinaremos cómo se comportan en el uso real los verbos cognitivos, y más específicamente, los CTMPs (complement-taking mental predicates) cuando se utilizan como marcadores de discurso. Primero, cabe explicar cómo se abarcará este estudio de corpus: ¿ cuáles son las formas investigadas? ¿ Según qué parámetros serán examinadas? Después, cabe describir en qué corpus se estudiará este uso real. Presentaremos brevemente los corpus que hemos estudiado para este trabajo, y después entraremos en los resultados del estudio empírico mismo. 3.1. Metodología del estudio de corpus Antes de examinar en detalle las formas estudiadas en el uso real a través de corpus, explicaremos qué verbos examinaremos, qué formas estudiaremos en este segundo apartado, y según qué parámetros se examinarán. 3.1.1 Parámetros para la investigación En primer lugar, hace falta describir cuáles son los lexemas que pretendemos examinar. Cabe señalar de antemano que no investigaremos verbos monovalentes, o sea, verbos que no tengan en su estructura argumental un objeto directo. Como hemos descrito en 2.1.2, nuestro enfoque se ubicará en los CTMPs, o complement-taking mental predicates (Van Bogaert, 2010). Con eso excluimos lexemas como reflexionar o cogitar. Cabe destacar que la mayoría de los verbos investigados suelen tener un objeto directo bajo la forma de una oración subordinada completiva o infinitiva (aunque, por la falta de un verbo conjugado, esta última variante no se convierte muy fácilmente en una oración huésped para una expresión parentética, exige un cambio bastante fuerte en la estructura de la oración). Más concretamente, se describirá cómo se presentan en el uso real las formas esp. creo/pt. acho, (me) imagino y esp. (me) temo/pt. receio. En segundo lugar, es necesario delimitar nuestro campo de estudio con respecto a las formas estudiadas: en nuestro estudio solo nos focalizaremos en verbos conjugados en primera persona del singular. Con eso excluimos el marcador de discurso muy frecuentemente usado sabes, porque un análisis de las funciones semántico-pragmáticas de este marcador nos llevaría demasiado lejos: se trata de una forma con muchas funciones interaccionales y conversacionales que no encontramos en las otras formas por estudiar. Esta forma exige un estudio separado que no se incluirá aquí. 28 | P á g i n a Además, aunque las formas que pretendemos examinar estén gramaticalizadas, admitimos cierto grado de variación en las ocurrencias de los CTMPs: según Van Bogaert (2010: 401), variaciones de información respecto a tiempo, aspecto o modo (TAM) no impiden que una estructura sea gramaticalizada. Por eso, dentro de nuestro corpus incluimos otros tiempos verbales, e incluso auxiliares que señalen otro modo, como poder. También admitimos que un pronombre personal sujeto (que en otros contextos suele faltar) sea presente, y cuando lo es, también hemos incluido variaciones en el orden de los elementos (sujeto antepuesto o pospuesto). Cabe señalar que hemos incluido en nuestra investigación todas posiciones posibles del marcador de discurso dentro de la oración huésped. Estamos conscientes de que en posición inicial11, el marcador de discurso toma la forma de un verbo subordinante que tiene como objeto directo la oración subordinada, en vez de que falte este objeto directo (la idea central de la noción oraciones parentéticas reducidas de Schneider (2007)). Sin embargo, como hemos señalado en 2.2.1, casos de este fenómeno son testigos de un paso anterior en el proceso de la gramaticalización, es decir, un paso en el cual el marcador de discurso todavía no ha tenido un movimiento hacia la periferia de la oración (antes de que ha tomado lugar el proceso de slifting). Se ve muy bien en el inglés (con el hecho de que la conjunción que puede estar o no) que se trata de un proceso gradual cuyos pasos no se pueden examinar separadamente, sino que cada paso se debe considerar necesario para examinar el proceso completo. Cuando en el estudio empírico queremos incluir expresiones al inicio de la oración, hablaremos de marcadores de discurso en sentido amplio. Cuando deliberadamente queremos excluir estas expresiones, se utilizará la denominación marcadores de discurso en sentido estricto12. En el estudio de corpus sobre todo nos focalizaremos en los parámetros siguientes: posición del marcador de discurso dentro de la oración huésped (inicial, medial o final), la presencia o ausencia de un pronombre personal sujeto explícito y la posición de este con respecto a la forma verbal y el valor pragmático como lo hemos descrito en 2.3.2. Más concretamente, hemos investigado si se trata de un uso del marcador de discurso como instrumento para indicar mitigación, incertidumbre o una opinión. Para los verbos imaginar y temer/recear el uso como 11 Cabe enfatizar que con el término posición inicial denominamos cada ocurrencia que esté al inicio de la oración huésped, y no necesariamente al inicio de la frase: puede ser que la oración huésped en realidad ya p. ej. es una oración subordinada o sigue una conjunción coordinante. Hablamos entonces solamente de su posición con respecto a la oración que comenta. 12 Estamos conscientes de que la denominación marcador de discurso puede causar polémica, pero en este trabajo queremos examinar el proceso de verbo pleno hacia marcador de discurso en su totalidad. Según destaca Schneider (2007), CTMPs que pragmáticamente se encuentran al mismo nivel que los content disjuncts, pueden considerarse marcadores de discurso sin tener en cuenta su forma o su posición en la oración. 29 | P á g i n a marcador de discurso que indica empatía (para imaginar como estrategia de la cara positiva, para temer como estrategia para proteger la cara negativa) también se incluye en los resultados. Como hemos explicado en 2.3.2, también existen ejemplos en los cuales el marcador de discurso o bien introduce (16a) o bien es una coletilla interrogativa (16b), o en la literatura anglosajona tag question: (16) a) Creo que no me he presentado, ¿verdad? (Rowling, 1997: 86) b) Usted ha recibido mi nota, ¿creo? (Rowling, 2003: 324) En el caso del uso como coletilla interrogativa, sin embargo, se combina siempre con una indicación de mitigación, incertidumbre o opinión. Por eso incluimos en combinación con qué otra función pragmática lo hemos encontrado. Además, cabe destacar que para los verbos imaginar y temer/recear hemos incluido si, cuando el marcador de discurso se encuentre al inicio de la oración huésped, el verbo en la oración completiva está en indicativo o subjuntivo, porque el modo del verbo subordinado puede darnos una idea más clara de en qué medida se ha completado el proceso de gramaticalización13. 3.1.2 Los corpus usados para el estudio empírico Para una primera parte de la investigación de corpus, hemos comparado las traducciones de las novelas de Harry Potter al español y al portugués14. Las novelas de Harry Potter son vehículos ideales para investigar fenómenos del lenguaje hablado en una primera fase, porque contienen muchos diálogos en varios registros sociolingüísticos en lenguaje bastante moderno y accesible (los libros están publicados entre 1997 y 2007). Además de esto, están traducidas en más de 72 lenguas y la saga integral contiene (en la edición originaria inglesa) en total 3407 páginas, o más de un millón de palabras. El estudio de diferentes traducciones de un mismo texto (o un mismo conjunto de textos) es ideal para comparar en una primera fase dos lenguas, porque se trata del mismo texto de base (el mismo tamaño, un contenido igual etc.). Cabe señalar que es importante que se trate de dos textos que son traducciones de otro texto, y no de un texto originario en que se ha basado una traducción, porque puede haber influencia de la lengua de origen del texto a los resultados que encontramos en la traducción (véase 3.1.3). Las novelas de Harry Potter proveen entonces un corpus extenso, que facilita una investigación interlingüística entre muchas diferentes lenguas, por la abundancia de buenas traducciones que se han hecho a lo largo de los años después de su publicación. Sin embargo, todavía se trata de 13 Según señala Schneider (2007), cuando el verbo subordinado mantenga el modo subjuntivo en la mayoría de los casos tal como lo hacía en el caso del verbo pleno, esto indica que el proceso de gramaticalización está en una fase inicial, porque el blanqueo semántico y el empobrecimiento sintáctico están por ocurrir. 14 Cabe señalar que hemos eligido las traducciones al español peninsular y el portugués europeo para eliminar la posibilidad de comparar elementos que no sean comparables. 30 | P á g i n a lenguaje escrito, que solo pretende reflejar un diálogo hablado. Por eso tengamos en mente que estamos examinando un diálogo artificial, primero porque se trata de una traducción (que puede contener influencias de la lengua de origen) y segundo porque es un diálogo ficticio, que además se trasmite por escrito, y por eso la investigación de las novelas de Harry Potter solo es un primer paso, que se debe seguir de un segundo. Esperamos encontrar los marcadores de discurso en la transcripción de diálogos, porque el fenómeno que pretendemos estudiar es muy típico del lenguaje hablado (o su representación en lenguaje escrito) semiinformal hasta informal. Además, el fenómeno en cuestión se define por intersubjetividad, un parámetro que generalmente no se halla en textos descriptivos. Para el estudio de los corpus orales, hemos consultado el subcorpus oral del Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), que consiste de más de 9.000.000 palabras procedentes de 1.600 documentos, y el subcorpus oral del Corpus de Referência do Português Contemporâneo (CRPC), un conjunto de 140 entrevistas, que contiene 106.488 palabras en total. Hemos limitado nuestra búsqueda diatópicamente a la península ibérica, a saber, a las variantes español peninsular y portugués europeo, y diacrónicamente a más o menos el mismo período del cual proceden las traducciones de Harry Potter, a saber, a finales del siglo XX. Visto que se trata de transcripciones de fragmentos de habla real, hemos filtrado los ejemplos que no resultaran fluidos, o sea, que tuvieran demasiadas hesitaciones para tener sentido investigarlos. Como cada corpus tiene otros parámetros adicionales, hemos optado describir más en detalle qué parámetros hemos adoptado además de estos más generales en el apartado correspondiente. 3.1.3 Observaciones previas Antes de empezar con los resultados de nuestra investigación, cabe señalar una observación previa en cuanto al uso de traducciones para la comparación lingüística. Amouzadeh & House (2010) describen el fenómeno de covert translation: este fenómeno se produce cuando un texto en una lengua (la llamada lengua de origen) causa estructuras sintácticas o semánticas anormales15 para la lengua meta en la traducción del mismo texto. Por ejemplo, en inglés la presencia del sujeto explícito es obligatoria, y por eso puede causar que, en un texto traducido del inglés (o cualquier otra lengua que tenga el sujeto explícito obligatorio) al español (o cualquier 15 Muchas veces se trata de una diferencia llamativa en la frecuencia de uso: se puede usar una estructura sintáctica marcada para la lengua meta que nol o sea para la lengua de origen. Este uso excesivo de la estructura marcada en vez de la estructura ‘por defecto’ se causa por una transferencia entre la lengua de origen y la lengua meta. Cabe enfatizar, sin embargo, que también es posible la introducción por transferencia de una nueva estructura que no se use en la lengua meta. No obstante, este fenómeno no se ve tanto en traducciones profesionales como las que manejamos para este estudio. 31 | P á g i n a lengua que pueda suprimir el sujeto explícito, las llamadas lenguas pro-drop16) contenga los pronombres sujeto que en un texto originariamente escrito en español normalmente no estarían. Es por este fenómeno que no es aconsejable, para investigaciones lingüísticas, comparar dos textos en dos lenguas diferentes, cuando uno de los cuales sea una traducción del otro, porque la lengua de origen puede haber tenido influencia en el texto en la lengua meta, así corrumpiendo la investigación comparativa. Como trabajamos con traducciones profesionales, este efecto tendría que ser minimalizado, pero no se puede excluir. Además cabe destacar que, en la ausencia del contexto de habla, sin la entonación y sin saber como se puede caracterizar la relación entre el hablante y su interlocutor, pueden existir diferentes interpretaciones de los marcadores de discurso. Sin una idea unívoca de las intenciones del hablante es muy difícil, hasta imposible, explicitar una interpretación blanquinegra del marcador de discurso. Además, como hemos señalado en 2.3.2, casi nunca se usa una sola estrategia, sino que hay varias estrategias que suelen cooperar entre sí. Para el análisis que sigue, hemos incluido la estrategia principal que se parece manejar. 3.2 Los resultados Para lo que sigue, manejaremos la estructura siguiente: primeramente presentaremos los resultados de la investigación de las novelas de Harry Potter, empezando con los resultados que nos dio el español, después los del portugués. Por razones de claridad se dedicará un apartado a cada una de las formas verbales que investigamos. Segundo, ya trataremos de descubrir algunas tendencias en el uso de los marcadores de discurso y de ver unas diferencias entre ambas lenguas investigadas. También investigaremos si hay correlaciones entre el uso de ciertas formas y el uso de cierta función. Después haremos una investigación similar en los corpus orales de ambas lenguas. Además, para mantener una vista general sobre los dados, incluimos unas tablas para visualizar los resultados de nuestra investigación. En las tablas se presenta tanta la frecuencia absoluta como la relativa. Estamos conscientes de que la representación de una muestra bastante pequeña como la nuestra en porcentajes no representa muy bien los dados, pero lo hacemos para poder comparar muestras de diferentes tamaños más fácilmente. 3.2.1 Harry Potter En este primer apartado de resultados, se estudiarán los resultados de la investigación de corpus que se ha hecho con base en las traducciones de las novelas de Harry Potter. Como ya dicho, miraremos primero el español y después el portugués, haciendo una clara distinción entre 16 Término procediente de Chomsky (1981) para denotar una lengua en la cual no es obligatoria la presencia de un pronombre personal de sujeto explícito. Ejemplos de lenguas pro-drop son el español, el portugués y el italiano. 32 | P á g i n a las diferentes formas estudiadas. Esta investigación se basa en la morfosintaxis interna (es decir, la estructura del marcador de discurso mismo, véase 2.1.1), en la morfosintaxis externa (es decir, la manera de que se insiere el marcador de discurso en su oración huésped, véase 2.1.1) y en la pragmática. Más concretamente, investigaremos si se explicita el pronombre personal sujeto yo, y cuando lo haga, si se antepone o pospone a la forma verbal; dónde se insiere el marcador de discurso en la oración huésped (posición inicial17, medial o final), y cuáles son sus funciones pragmáticas (véanse 2.3.2). 3.2.1.1 Español 3.2.1.1.1 Creo Para el marcador de discurso creo se han encontrado 133 ocurrencias en total en las novelas de Harry Potter, 6 de los cuales tenían el pronombre personal sujeto explícito, todos de los cuales antepuestos (véase Tabla 1). En cuanto a la posición con respecto a la oración huésped, podemos decir lo siguiente: 97 ejemplos se ubicaban en posición inicial, a saber, como el verbo subordinante, acompañado de la conjunción que, y la oración que tradicionalmente consideramos la oración huésped se manifiesta como oración subordinada de complemento. En total había 36 ocurrencias de marcadores de discurso en su sentido estricto, es decir, formas que se comportan como elemento extraoracional, 11 de los cuales en posición medial y 25 en posición final (para una visualización de los dados presentados, véase Tabla 2). Pronombre personal de sujeto Cero Explícito - Antepuesto - Pospuesto Total Tabla 1 127 6 6 0 133 95,5% 4,5% 4,5% Posición dentro de la oración huésped Inicial Medial Final Total Tabla 2 97 11 25 133 72,9% 8,8% 18,8% 100% 100% 17 Nótese que en el caso de la posición inicial no se trata de un marcador de discurso en sentido estricto, sino de un verbo subordinante. Sin embargo, como se trata de las mismas funciones semántico-pragmáticas, incluimos las formas que estén al inicio de la oración huésped como verbo subordinante. Además, como ya hemos señalado, no necesariamente se trata de una posición inicial absoluta, sino de la posición inicial dentro de la oración huésped que pertenece al alcance del marcador de discurso. 33 | P á g i n a Nótese que apenas se presentan sujetos explícitos, y todos están antepuestos. Además, la mayoría de las ocurrencias se presentaba en posición inicial, entonces no como marcador de discurso en sentido estricto. Todas las ocurrencias de un pronombre personal de sujeto explícito estaban en posición inicial. En nuestra muestra, no se presenta ningún ejemplo del marcador de discurso en sentido estricto con sujeto explícito. En cuanto a los usos pragmáticos, podemos decir que los resultados están más heterogéneamente distribuidos (véase Tabla 3): hemos encontrado 44 ejemplos en los cuales se utilizaba la forma verbal como mitigador de la oración huésped, uno de los cuales se presentaba bajo la forma de una coletilla interrogativa, otro de los cuales se presentaba como verbo principal y seguido de una coletilla interrogativa, a saber ¿no te parece?. En 62 de los ejemplos, la forma verbal creo indicaba incertidumbre de la parte del hablante frente al contenido de la oración huésped. Seis de estos ejemplos tenían una coletilla interrogativa (los casos concretos varían entre ¿no?, ¿no te parece?, ¿verdad? y ¿no es así?), y uno usaba la forma verbal mismo como coletilla verbal. Por fin, en 25 de los casos, el marcador de discurso (en sentido amplio) indica que el hablante da su opinión en la oración huésped. En estos últimos no hemos encontrado ninguna ocurrencia de coletillas interrogativas. Función pragmática 44 33,1% - Como coletilla interrogativa 1 0,8% - Con coletilla interrogativa 1 0,8% 62 46,6% - Como coletilla interrogativa 1 0,8% - Con coletilla interrogativa 6 4,5% 25 18,8% 133 100% Mitigación Incertidumbre Opinión Total Tabla 4 3.2.1.1.2 Imagino Con respecto al verbo imaginar(se), en las novelas de Harry Potter hemos encontrado 24 correspondencias. Solo uno de estos se presentaba con un pronombre personal de sujeto explícito, y este se ubicaba delante del verbo (Tabla 4). 19 de las correspondencias se presentaban con el pronombre reflexivo me (Tabla 5). Con este verbo también vemos, como con el verbo creer, que en la mayoría de los ejemplos la forma verbal se comportaba como verbo pleno 34 | P á g i n a subordinante, a saber en 18 de los 24 casos. En un solo caso se trataba de una posición medial, y en cinco correspondencias el marcador de discurso se encontraba al final de la oración (Tabla 6). Pronombre personal de sujeto 23 95,8% Explícito 1 4,2% - Antepuesto 1 4,2% - Pospuesto 0 Cero 24 100% Con pronombre reflexivo me 19 79,2% Sin pronombre reflexivo me 5 20,8% 24 100% Inicial 18 75% Medial 1 4,2% Final 5 20,8% Total 24 100% Total Tabla 4 Pronombre reflexivo me Total Tabla 5 Posición dentro de la oración huésped Tabla 6 Nótese que este verbo, aunque exista la posibilidad de presentarse sin el pronombre reflexivo me, en la mayoría de los casos el verbo imaginar se ve acompañado por el pronombre reflexivo. La pragmática de este verbo sigue más o menos una tendencia parecida a la que hemos visto en los ejemplos para el verbo creer (véase Tabla 7), aunque falte una matiz que sí hemos encontrado con este verbo: la de la indicación de la opinión del hablante frente al contenido de la oración huésped. Como indicado en 3.1.1, en esta muestra también hemos buscado ejemplos de usos de este marcador de discurso como indicación de empatía, pero dentro de nuestra muestra no había ningún ejemplo de este uso. Al otro lado, descubrimos que once de las correspondencias muestran un uso como mitigador del contenido de la oración huésped, cuya una funciona como coletilla interrogativa, y otra se ve acompañada de la coletilla ¿no?. En trece de 35 | P á g i n a los casos, se trata de una indicación de incertidumbre, y en dos de estos va acompañado de una coletilla interrogativa (¿no? y ¿no crees?). Función pragmática Mitigación 11 45,8% - Como coletilla interrogativa 1 4,2% - Con coletilla interrogativa 1 4,2% 13 54,2% Incertidumbre - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 2 8,3% Opinión 0 0% Empatía 0 0% 24 100% Total Tabla 7 3.2.1.1.3 Temo Para el verbo temer, descubrimos de nuevo una tendencia parecida, además, las diferencias llamativas están más demarcadas que en el caso de los otros verbos: solo surge una correspondencia que tiene el sujeto explícito, que de nuevo está ubicado delante de la forma verbal (véase la Tabla 8). Como hemos visto con el verbo imaginar, se usa mayoritariamente la variante con el pronombre reflexivo, más concretamente en 39 de los casos (Tabla 9). En la mayoría de los casos, a saber en 38 de las 41 correspondencias, vemos que el marcador de discurso en sentido amplio se encuentra en posición inicial, en un solo caso en posición medial dentro de la oración huésped, y en dos casos se encuentra al final de la oración que comenta (Tabla 10). Cabe señalar que, contrariamente a lo que se podría esperar, el verbo temer en ninguno de los casos se veía acompañado de un subjuntivo en la oración subordinante. Esto puede indicar que esta forma del verbo está gramaticalizándose rápidamente. Pronombre personal de sujeto 40 97,6% Explícito 1 2,4% - Antepuesto 1 2,4% - Pospuesto 0 0% 41 100% Cero Total Tabla 8 36 | P á g i n a Pronombre reflexivo me Con pronombre reflexivo me 39 95,1% Sin pronombre reflexivo me 2 4,9% 41 100% Inicial 38 92,7% Medial 1 2,4% Final 2 4,9% Total 41 100% Total Tabla 9 Posición dentro de la oración huésped Tabla 10 En cuanto a las funciones pragmáticas podemos decir que hay algunas diferencias llamativas en cuanto al uso del marcador de discurso temo frente a los demás marcadores que hasta ahora hemos investigado (véase Tabla 11). En primer lugar, en esta muestra no había ningún ejemplo de coletillas interrogativas que o bien se construyeron del verbo en cuestión, o bien fueron introducidos por el verbo estudiado, como era el caso con los verbos que hemos estudiado previamente. Hemos descubierto que la función como marcador de incertidumbre está mucho más limitado frente a los otros verbos: solo hay 7 correspondencias que muestran este uso como enfoque principal. Además, la función de marcador de empatía tiene muchas correspondencias con este verbo en particular: dentro de nuestra muestra de 41 ejemplos había 15 ejemplos de este uso. Había dos usos que sobre todo indicaban la opinión del hablante. En 17 casos se trataba de un uso principal como marcador de mitigación. Función pragmática 17 41,5% Incertidumbre 7 17,1% Opinión 2 4,9% Empatía 15 36,6% Total 41 100% Mitigación Tabla 11 37 | P á g i n a 3.2.1.2 Portugués 3.2.1.2.1 Acho En la muestra que para el portugués hemos investigado, había un total de 138 correspondencias, entonces resulta que esta muestra es bastante comparable con la que tenemos para el español. Entre las 138 correspondencias, hemos encontrado 15 casos en que el sujeto estaba explicitado mediante el pronombre personal eu, y en todos de estos casos se trataba de anteposición con relación al verbo (Tabla 12). Con respecto a la posición del marcador de discurso en sentido amplio dentro de su oración huésped no hemos encontrado sorpresas grandes: tanto como en español, en la mayoría de los ejemplos se trataba de una posición inicial, a saber en 120 de los 138 casos. En tres casos el marcador de discurso se situaba en el medio de la oración huésped, y en quince casos al final (Tabla 13). Pronombre personal de sujeto 123 89,1% Explícito 15 10,9% - Antepuesto 15 10,9% - Pospuesto 0 0% 138 100% Inicial 120 86,9% Medial 3 2,2% Final 15 10,9% Total 138 100% Cero Total Tabla 12 Posición dentro de la oración huésped Tabla 13 Dentro de nuestra muestra de la lengua portuguesa, también hemos mirado cuales son los papeles pragmáticos que el marcador de discurso en cuestión, a saber acho, desempeña con relación a su oración huésped (véase Tabla 14). En primer lugar, vemos que hay 39 correspondencias que indican la mitigación de la información compartida por la parte del hablante. Uno de estos ejemplos contenía una coletilla interrogativa, y el caso de otro ejemplo podemos decir que el marcador mismo sirve tanto de mitigador como de coletilla interrogativa. En segundo lugar, había 53 casos en los cuales el marcador de discurso expresaba incertidumbre de la parte del hablante. El número más sorprendiente es el de las expresiones de opinión, a saber 38 | P á g i n a 46. Este número es considerablemente más elevado que en español. En 0 trataremos de proveer una explicación para este fenómeno. Función pragmática Mitigación 39 28,3% - Como coletilla interrogativa 1 0, 7% - Con coletilla interrogativa 1 0,7% Incertidumbre 53 38,4% Opinión 46 33,3% - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 1 0,7% 138 100% Total Tabla 14 3.2.1.2.2 Imagino En las traducciones portuguesas de las novelas de Harry Potter hemos encontrado 39 correspondencias para el verbo imaginar. En cuanto a la sintaxis interna podemos decir que solo dos correspondencias se presentaban acompañadas de un pronombre personal de sujeto explícito, ambos de los cuales se ubicaba delante de la forma verbal (Tabla 15). En cuanto a la sintaxis externa (Tabla 16) hemos encontrado 33 de las ocurrencias en posición inicial con respecto a su oración huésped, una en posición medial y cinco en posición final. Con respecto a los casos que se encontraban en posición inicial cabe destacar que, contrariamente a sus equivalentes españoles, 20 de estas correspondencias se presentaban con una oración subordinada con subjuntivo. Otra diferencia llamativa con el corpus español es que en portugués el verbo imaginar no se sirve de un pronombre reflexivo. Pronombre personal de sujeto 37 94,9% Explícito 2 5,1% - Antepuesto 2 5,1% - Pospuesto 0 0% 39 100% Cero Total Tabla 15 39 | P á g i n a Posición dentro de la oración huésped Inicial 33 84,6% - Con subjuntivo en la oración huésped 20 51,3% - Con indicativo en la oración huésped 13 33,3% Medial 1 2,6% Final 5 12,8% Total 39 100% Tabla 16 En cuanto al aspecto pragmático de este marcador de discurso (Tabla 17) podemos decir que los resultados siguen en términos generales las tendencias que hemos visto en la muestra del español, con una excepción importante: dentro de nuestra muestra portuguesa hemos encontrado 8 usos de este verbo como indicador de empatía, un uso que no se presentaba en la muestra española. Por lo demás, había 14 ejemplos en los que se usaba la forma verbal imagino para indicar una mitigación de la información dada en la oración huésped, uno de los cuales se presentaba con una coletilla interrogativa (¿não é?). Además, se presentaban 17 casos en los que se trataba de una indicación de incertidumbre, y en uno de estos el marcador de discurso se usaba como coletilla interrogativa. Tanto como en español, no había ningún ejemplo que exprima que se trata de la opinión del hablante. Función pragmática Mitigación 14 35,9% - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 1 2,6% 17 43,6% Incertidumbre - Como coletilla interrogativa 1 2,6% - Con coletilla interrogativa 0 0% Opinión 0 0% Empatía 8 20,5% 39 100% Total Tabla 17 Cuando estudiamos la forma del marcador de discurso y la función pragmática en combinación, es sobre todo interesante mirar con qué usos pragmáticos del verbo coincide más frecuentemente el uso del subjuntivo en la oración huésped (Tabla 18). Es lógico que eso 40 | P á g i n a dependa principalmente de la posición del marcador de discurso dentro la oración huésped: solo si el verbo está en posición inicial, se puede dar un subjuntivo en la oración huésped por las características del verbo principal18. Para el uso del marcador de discurso como mitigador, había 13 correspondencias de las 14 en posición inicial, de las cuales 10 se presentaban con subjuntivo. Para el marcador de incertidumbre, había 5 correspondencias que exigían subjuntivo en un total de 14 ocurrencias en posición inicial. De los seis casos en los que el marcador empático se presenta en posición inicial de oración, cinco casos se veían acompañados de un subjuntivo en la oración subordinante. Función y forma Mitigador 14 - 13 92,8% Posición inicial • Con subjuntivo 10 76,9% • Con indicativo 3 23,1% Incertidumbre 17 - 14 82,4% Posición inicial • Con subjuntivo 5 35,7% • Con indicativo 9 64,3% Empatía 8 - 6 75% Posición inicial • Con subjuntivo 5 83,3% • Con indicativo 1 16,7% Tabla 18 3.2.1.2.3 Receio Para el verbo portugués recear solamente había 31 ejemplos en las novelas de Harry Potter, y en cuanto a la forma no había mucha variabilidad: todas las correspondencias se encontraban en posición inicial. Solo dos correspondencias tenían un pronombre personal de sujeto explícito, y ambos antepuestos al verbo. En 25 de los ejemplos, el verbo principal iba seguido de una oración completiva cuyo verbo se conjugaba en subjuntivo. Todos estos fenómenos pueden indicar que este verbo no está sufriendo el proceso de slifting (Simons, 2007): la persistencia como verbo principal en vez de desplazarse a la periferia de la oración, y el lazo aparente entre las 18 Sí es posible que haya un subjuntivo en la oración huésped si el marcador de discurso no está en posición inicial, pero en casos como estos el uso del subjuntivo no está regido por el marcador de discurso, sino por otro elemento en la oración, y por eso no es pertinente a nuestra investigación. 41 | P á g i n a características sintáctico-semánticas del verbo principal y el verbo subordinado son ambos indicios que nos dirigen en esta dirección. Cuando examinamos las funciones pragmáticas que desempeña el verbo recear en las novelas de Harry Potter, vemos que la función principal es la de mitigar el contenido de la oración huésped: en 20 de los 31 casos se trata de este uso. Al uso empático (véase 2.3.2) se dedican 6 de los ejemplos, 4 de las correspondencias sobre todo indican la matiz de incertidumbre de la parte del hablante frente al contenido de la oración principal, y en uno de los casos se trata de una indicación de la opinión del hablante (Tabla 19). Función pragmática 20 64,5% Incertidumbre 4 12,9% Opinión 1 3,2% Empatía 6 19,4% 31 100% Mitigación Total Tabla 19 Para el verbo recear encontramos una situación parecida a la que hemos visto con el verbo imaginar en portugués: se puede utilizar el modo subjuntivo para el verbo subordinado cuando el CTMP está en posición inicial. Es interesante mirar con qué funciones pragmáticas se combina más frecuentemente el subjuntivo. Visto que en la muestra de Harry Potter con respecto a la posición dentro de la oración huésped solamente hemos encontrado ejemplos de marcadores de discurso en posición inicial, no se incluirán aquí las cantidades de expresiones en posición inicial, porque esta cantidad corresponde con la cantidad total de correspondencias con la función pragmática en cuestión (Tabla 20). Para el mitigador se trata de 16 ejemplos de los 20 que se ven acompañados del subjuntivo, para el uso como marcador de incertidumbre hemos apuntado 3 de las 4 correspondencias, y para el marcador de empatía hemos notado que todos los ejemplos se servían del subjuntivo. 42 | P á g i n a Función y forma 20 Mitigador • Con subjuntivo 16 80% • Con indicativo 4 20% 4 Incertidumbre • Con subjuntivo 3 75% • Con indicativo 1 25% 6 Empatía • Con subjuntivo 6 100% • Con indicativo 0 0% Tabla 20 En lo que sigue, compararemos ya estos primeros resultados del español y del portugués entre sí, y miraremos también cómo se relacionan los diferentes marcadores de discurso entre sí, tanto inter- como intralingüísticamente. 3.2.1.3 Conclusión intermedia Cuando examinamos los resultados que nos daban las novelas de Harry Potter desde una perspectiva más generalizante, podemos sacar unas conclusiones en cuanto a la forma y a la función de los marcadores de discurso estudiados, tanto con respecto a las dos lenguas de manera separada, como con respecto a la comparación interlingüística. Primero, cuando miramos la sintaxis interna de los marcadores de discurso, vemos que en ambas lenguas se puede descubrir una tendencia general: en total, solo 27 correspondencias de las 404 aparecía con sujeto explícito, y en todos los casos de un pronombre personal de sujeto explícito este pronombre adelantaba al verbo. En más de la mitad de estas correspondencias con sujeto explícito, a saber en 15 casos, de trata del CTMP portugués acho. Segundo, en cuanto a la sintaxis externa, es decir, la manera de que se insiere el CTMP en la oración huésped, también descubrimos una tendencia generalizante para ambas lenguas: en 337 correspondencias sobre un total de 404, el CTMP se ubicaba en posición inicial, que para todos los verbos investigados, parece ser la posición por defecto del CTMP. En 17 casos el CTMP se encontraba en posición medial, así interrumpiendo su oración huésped. En 11 de estas correspondencias en posición medial, se trata del verbo español creo, y en 3 casos de su equivalente portugués acho. Por último, vemos que en 50 casos el CTMP se encuentra en posición final. 43 | P á g i n a En español, para los verbos imaginar y temer existe la posibilidad de utilizar el verbo con o sin el pronombre reflexivo sin grandes alteraciones en la semántica del verbo. Vemos dentro de nuestra muestra una gran preferencia a la forma pronominal: tanto para imaginar como para temer es muy frecuente la forma pronominal. Este es un fenómeno que no vale para el portugués: en esta lengua siempre se usan sin el pronombre reflexivo. En portugués, por otro lado, los verbos imaginar y recear pueden seguirse de un subjuntivo cuando se encuentran en posición inicial, entonces cuando formalmente se comportan como un verbo subordinante. Vemos que en la mayoría de los casos esto ocurre: de las 33 ocurrencias en posición inicial de imagino, en 20 el verbo subordinado estaba conjugado en subjuntivo, y en el caso de receio, de las 31 ocurrencias en posición inicial, 23 se ven acompañadas de un subjuntivo. Como destaca Schneider (2007), este fenómeno puede indicar que el lazo entre el CTMP y su oración huésped todavía es bastante fuerte, y que el proceso de gramaticalización está en sus primeras fases. En cuanto a los usos pragmáticos podemos concluir que para los verbos creer y achar, la matiz de incertidumbre es la más importante: en ambos casos se trata de un grupo bastante grande (para el español en 62 de los 133 casos, para el portugués en 53 de las 138 correspondencias). Vemos la diferencia más llamativa entre el español y el portugués a la función pragmática que sigue en el orden de popularidad: para el español es la función de mitigador (con 44 correspondencias de las 133), para el portugués la función de marcador de opinión (con 46 casos de los 138). Se nota que la función de mitigador para el portugués no sigue a gran distancia, pero en español el marcador de opinión es un uso bastante marginal. Trataremos de explicar este fenómeno en Fout! Verwijzingsbron niet gevonden.. Para el verbo imaginar solo hay una diferencia bastante llamativa: mientras que las funciones principales de este marcador de discurso son las mismas cuando se comparan en las dos lenguas, a saber una preferencia para el uso como marcador de incertidumbre y marcador de mitigación, encontramos en la muestra portuguesa también un grupo importante que no vemos en español: el marcador de empatía. En el apartado Fout! Verwijzingsbron niet gevonden. intentaremos proveer una clarificación para este fenómeno. Finalmente, para el verbo temer y su equivalente en portugués recear, vemos que las frecuencias con las que este marcador de discurso desempeña ciertas funciones pragmáticas son parecidas cuando comparamos el español y el portugués. 44 | P á g i n a 3.2.2 Los corpus orales En esta segunda parte principal de la investigación de corpus, manejaremos la misma estructura que el apartado anterior, es decir, primero describiremos los resultados de nuestra investigación del corpus español, cada verbo separadamente por razones de claridad y estructura, para despues hacer lo mismo para el portugués. Tanto como en 3.2.1, para cada verbo primero discutiremos los aspectos formales antes de abarcar los usos pragmáticos de cada una de las estructuras estudiadas. 3.2.2.1 Español Como señalado en 3.1.2, para esta investigación manejaremos solo la variante peninsular del español, porque el español de Hispanoamérica está demasiado heterogéneo y nos llevaría demasiado lejos de nuestro objetivo de estudio. Hemos escogido también el período que coincide con el período en el cual se escribieron las novelas de Harry Potter, a saber de 1997 hasta 2007. Obviamente, hemos optado por el subcorpus oral del español, porque el fenómeno de marcadores de discurso dirigidos al uso interpersonal e intersubjetivo se suele limitar al lenguaje hablado. Además, hemos optado por la opción de investigar la formalidad baja, visto que mayoritariamente se trata de un fenómeno del habla semi-informal hasta informal. El canal que hemos eligido es el de cara a cara, porque de este modo obtenemos una vista más clara de la un fenómeno que se define sobre todo como interpersonal. Visto que en 2.3.2 hemos discutido la posibilidad de que los marcadores de discurso desempeñen un papel como coletilla interrogativa, se ha optado por un interlocutor activo como audiencia. 3.2.2.1.1 Creo En el caso de la forma verbal creo se han recuperado, siguiendo los parámetros que hemos especificado en 3.2.23.2.2.1, 46 correspondencias que completaban nuestros requisitos. 30 de estas correspondencias se veían acompañadas de un sujeto explícito, todas de las cuales lo tenían delante de la forma verbal (Tabla 21). En cuanto a la posición de creo dentro de su oración huésped, podemos decir que no difiere tanto de la tendencia que ya hemos discutido en 3.2.1.1.1: 40 de las correspondencias se presentaban en posición inicial, es decir, bajo la forma de un verbo pleno subordinante. Las otras seis formas se presentaban en posición medial, es decir, bajo la forma de un marcador de discurso en sentido estricto (Tabla 22). 45 | P á g i n a Pronombre personal de sujeto Cero 16 34,8% Explícito 30 65,2% - Antepuesto 30 65,2% - Pospuesto 0 0% 46 100% Inicial 40 87% Medial 6 13% Final 0 0% Total 46 100% Total Tabla 21 Posición dentro de la oración huésped Tabla 22 En cuanto a las funciones pragmáticas que tienen los marcadores de discurso en el corpus oral hemos encontrado 10 correspondencias que se utilizaba como mitigador del contenido de la oración huésped. En 18 casos, la forma creo señalaba la incertidumbre de la parte del hablante con respecto a lo que está diciendo en la oración huésped. Uno de estos casos se presentaba con una coletilla interrogativa, a saber ¿no?. En los demás de los casos se trataba de un uso para señalar que en la oración huésped el hablante expresa su propia opinión (Tabla 23). Función pragmática Mitigación 10 21,7% Incertidumbre 18 39,1% - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 1 2,2% Opinión 18 39,1% Total 46 100% Tabla 23 Nótese que el enfoque de esta forma en el corpus oral difiere considerablemente frente al corpus novelístico: en las novelas de Harry Potter la incertidumbre era la función por excelencia de este marcador de discurso, seguido del uso como mitigador. Sin embargo, el marcador de opinión se usa mucho más frecuentemente en el corpus oral y está al mismo nivel que el uso que expresa la incertidumbre. 46 | P á g i n a 3.2.2.1.2 Imagino Entre las 20 correspondencias que hemos encontrado para la forma imagino, solo uno se presentaba con un pronombre personal de sujeto explícito, y sorprendientemente se trataba de un sujeto pospuesto (Tabla 24). Como hemos visto en 3.2.1.1.2, la presencia del pronombre reflexivo me es optativa en español, y dentro de nuestra muestra había 15 marcadores de discurso que se veían acompañados de este pronombre reflexivo (Tabla 25). En cuanto a la posición de la expresión en cuestión podemos decir que sigue más o menos la línea general que hemos visto en el otro corpus: 13 correspondencias se presentaban en posición inicial, en 6 de los casos se ubicaba el marcador de discurso en posición medial, y en un solo caso se trataba de una posición final (Tabla 26). Pronombre personal de sujeto 19 95% Explícito 1 5% - Antepuesto 0 0% - Pospuesto 1 5% 20 100% Con pronombre reflexivo me 15 75% Sin pronombre reflexivo me 5 25% 20 100% Inicial 13 65% Medial 6 30% Final 1 5% Total 20 100% Cero Total Tabla 24 Pronombre reflexivo me Total Tabla 25 Posición dentro de la oración huésped Tabla 26 Cuando examinamos las funciones que tiene el marcador de discurso imagino en el corpus oral, vemos que la función principal que tiene esta forma verbal usado como marcador de discurso en sentido amplio es la de indicación de incertidumbre de la parte del hablante: se utiliza 9 veces con esta matiz en nuestra muestra. Una de estas veces se ve acompañado de una coletilla 47 | P á g i n a interrogativa bajo la forma de ¿no?. También vemos siete usos de este verbo como indicador de empatía de la parte del hablante para su interlocutor. La tercera función que descubrimos es la de mitigador, en cuatro casos. En uno de estos también hay una coletilla interrogativa, de nuevo bajo la forma ¿no? (Tabla 27). Función pragmática Mitigación 4 20% - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 1 5% Incertidumbre 9 45% - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 1 5% Opinión 0 0% Empatía 7 35% 20 100% Total Tabla 27 Nótese la diferencia llamativa entre esta muestra y la que hemos obtenido de las novelas de Harry Potter: en las novelas no había ningún uso de este marcador de discurso como marcador de empatía, y en el corpus oral es la segunda función en términos de peso numérico. 3.2.2.1.3 Temo La forma verbal temo se comportaba en el corpus oral más o menos como en las novelas de Harry Potter. En total, hemos encontrado 20 ejemplos de este marcador de discurso, dos de los cuales iban acompañados de un pronombre personal de sujeto explícito, ambos en anteposición (Tabla 28). En la mayoría de los casos, más específicamente en 15 casos, el verbo tenía un pronombre reflexivo (Tabla 29). En cuanto a la posición con relación a la oración huésped, había 14 casos en los que el verbo se encontraba en posición inicial, 3 casos en los que se trataba de una posición medial, y otros 3 en los que el verbo estaba al final de la oración que comentaba (Tabla 30). 48 | P á g i n a Pronombre personal de sujeto 18 90% Explícito 2 10% - Antepuesto 2 10% - Pospuesto 0 0% 20 100% Con pronombre reflexivo me 15 75% Sin pronombre reflexivo me 5 25% 20 100% Inicial 14 70% Medial 3 15% Final 3 15% Total 20 100% Cero Total Tabla 28 Pronombre reflexivo me Total Tabla 29 Posición dentro de la oración huésped Tabla 30 También en lo pragmático las correspondencias en este corpus siguen las líneas generales que antes hemos encontrado en los corpus de Harry Potter. En 9 de los 20 casos se trata de un marcador de discurso que sirve para mitigar la información compartida, 4 de los cuales iban acompañados de una coletilla interrogativa. Para 7 correspondencias, el uso del marcador de discurso servía sobre todo para de indicar empatía con el interlocutor. En 4 casos, el hablante se servía del marcador de discurso para indicar su incertidumbre frente a la información contenida en la oración huésped (Tabla 31). 49 | P á g i n a Función pragmática Mitigación 9 45% - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 4 20% Incertidumbre 4 20% Opinión 0 0% Empatía 7 35% 20 100% Total Tabla 31 3.2.2.2 Portugués Visto que el corpus oral del portugués CRPC ya está bastante limitado (solo contiene la transcripción de 140 entrevistas) y que este corpus fue compuesto en el año 2000 con transcripciones recientes, hemos decidido no filtrar más los resultados que salían de este corpus, para no acabar con una falta de correspondencias en cuanto a nuestra investigación de corpus. 3.2.2.2.1 Acho En la muestra que hemos investigado, hemos encontrado 47 correspondencias del verbo achar como marcador de discurso en el sentido amplio. En cuanto a su presentación formal, podemos decir que en 23 de los casos el verbo aparecía con un pronombre personal de sujeto explícito, 22 de los cuales delante del verbo, y uno detrás (Tabla 32). El verbo se posicionaba, comparablemente al corpus de Harry Potter, 39 veces en posición inicial de la oración huésped, 7 veces en posición medial, y una vez al final de la oración que comentaba (Tabla 33). Pronombre personal de sujeto Cero 24 51,1% Explícito 23 48,9% - Antepuesto 22 46,8% - Pospuesto 1 2,1% 47 100% Total Tabla 32 50 | P á g i n a Posición dentro de la oración huésped Inicial 39 83% Medial 7 14,9% Final 1 2,1% Total 47 100% Tabla 33 En cuanto a la pragmática de los marcadores de discurso en este corpus, podemos decir que el verbo acho sobre todo tenía un uso como marcador de la opinión del hablante: en 17 correspondencias se trata de este uso. En 15 de los ejemplos el hablante usaba acho para mitigar lo que estaba diciendo, y una vez esta mitigación fue acompañada de una coletilla interrogativa. En los demás 15 casos se trataba de un hablante que quería señalar su incertidumbre frente a lo enunciado en la oración huésped (Tabla 34). Función pragmática Mitigación 15 31,9% - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 1 2,1% Incertidumbre 15 31,9% Opinión 17 36,2% Total 47 100% Tabla 34 3.2.2.2.2 Imagino Para el marcador de discurso imagino hemos encontrado 23 correspondencias en el corpus oral del portugués. Una sola correspondencia se presentaba con un pronombre personal de sujeto explícito antepuesto (Tabla 35). En la mayoría de los casos el marcador de discurso se encontraba delante de la oración huésped, más específicamente en 18 de los 23 casos. En dos casos se ubicaba la forma verbal imagino en posición medial, y tres veces se encontraba al final (Tabla 36). Como ya hemos descubierto en 3.2.1.2.2, se confirma en esta muestra que la presencia del pronombre reflexivo en portugués no es posible. 51 | P á g i n a Pronombre personal de sujeto 22 95,7% Explícito 1 4,3% - Antepuesto 1 4,3% - Pospuesto 0 0% 23 100% Inicial 18 78,3% Medial 3 13% Final 2 8,7% Total 23 100% Cero Total Tabla 35 Posición dentro de la oración huésped Tabla 36 Cuando miramos las funciones pragmáticas del marcador de discurso imagino más en detalle, vemos que en siete de las 23 correspondencias, el marcador de discurso exige una interpretación como mitigador. Una de estas correspondencias se veía acompañada de una coletilla interrogativa. En 10 de los casos, el marcador de discurso en cuestión le servía al hablante para expresar su incertidumbre frente al contenido de la oración huésped. En 5 casos, se trataba de una muestra de empatía de la parte del hablante frente al interlocutor (Tabla 37). Función pragmática Mitigación 8 34,8% - Como coletilla interrogativa 0 0% - Con coletilla interrogativa 1 4,3% 10 43,5% Opinión 0 0% Empatía 5 21,7% 23 100% Incertidumbre Total Tabla 37 Como hemos señalado en 3.2.1.2.2, en portugués el verbo imaginar se acompaña bastante frecuentemente del subjuntivo cuando está en la oración principal. Para el marcador de mitigación, había 5 correspondencias que exigían subjuntivo en un total de 6 ocurrencias en posición inicial. Para el uso del marcador de discurso de incertidumbre, había 8 correspondencias 52 | P á g i n a de las 9 en posición inicial, de las cuales 3 se presentaban con subjuntivo. De los 5 casos en los que el marcador empático se presenta en posición inicial de oración, cuatro casos se veían acompañados de un subjuntivo en la oración subordinante (Tabla 38). Función y forma Mitigador 7 - 6 85,7% Posición inicial • Con subjuntivo 5 83,3% • Con indicativo 1 16,7% Incertidumbre 9 - 8 88,8% Posición inicial • Con subjuntivo 3 37,5% • Con indicativo 5 62,5% Empatía 5 - 5 100% Posición inicial • Con subjuntivo 4 80% • Con indicativo 1 20% Tabla 38 3.2.2.2.3 Receio Para el verbo recear en nuestra muestra del portugués hablado, hemos encontrado 21 correspondencias en total. De estas correspondencias, 19 se presentaban de forma escueta, es decir sin sujeto explícito. Las dos demás iban acompañadas de un sujeto antepuesto (Tabla 39). Casi todos los casos se ubicaban al inicio de la oración huésped, salvo uno, que iba en posición media (Tabla 40). Pronombre personal de sujeto 19 90,5% Explícito 2 9,5% - Antepuesto 2 9,5% - Pospuesto 0 0% 21 100% Cero Total Tabla 39 53 | P á g i n a Posición dentro de la oración huésped Inicial 20 95,2% Medial 1 4,8% Final 0 0% Total 21 100% Tabla 40 En cuanto a sus funciones pragmáticas, podemos decir que de nuevo el uso principal de esta forma verbal es como mitigador: en 14 de las 21 correspondencias se trataba de este uso. El marcador de discurso señalando la incertidumbre del hablante tenía 4 ocurrencias. Últimamente, en nuestra muestra también había tres ejemplos de un marcador de empatía (véase la Tabla 40). Función pragmática 14 66,7% Incertidumbre 4 19% Opinión 0 0% Empatía 3 14,3% 21 100% Mitigación Total Tabla 41 Visto que el verbo recear también puede presentarse con subjuntivo cuando esté en posición inicial, hemos investigado de nuevo qué funciones pragmáticas aparecen con o sin subjuntivo. Para el uso como mitigador, había 9 usos del subjuntivo sobre un total de 14 correspondencias en posición inicial. El marcador de incertidumbre se combinaba una vez en sus 4 ocurrencias (todas en posición inicial) con el subjuntivo, y el marcador de empatía en 2 casos sobre un total de 2 correspondencias en posición inicial (Tabla 42). 54 | P á g i n a Función y forma Mitigador 14 - 14 100% Posición inicial • Con subjuntivo 9 64,3% • Con indicativo 5 35,7% Incertidumbre 4 - 4 100% Posición inicial • Con subjuntivo 1 25% • Con indicativo 3 75% Empatía 3 - 2 66,7% Posición inicial • Con subjuntivo 2 100% • Con indicativo 0 0% Tabla 42 En el apartado siguiente de nuevo miraremos los resultados de nuestra investigación del corpus oral de manera más general para poder llegar a unas tendencias grandes y a unas conclusiones intermedias. 3.2.2.3 Conclusión intermedia Como hemos comparado los resultados de la investigación del corpus de Harry Potter, ahora también miraremos en detalle los resultados que hemos sacado del corpus oral. En términos generales, coincide más o menos con los resultados que hemos encontrado en el corpus de las novelas. Sin embargo, hay unas diferencias llamativas entre los dos corpus que en este apartado resumiremos. Tengamos en mente que este corpus es bastante limitado en comparación con el anterior, y que las frecuencias relativas que salen de la investigación de un corpus menos extenso puede dar una imagen desfigurada de los resultados. Sin embargo, las tendencias generales que se desprenden de estos resultados, aunque no estén tan precisos, todavía nos dan una idea considerablemente buena de las grandes líneas dentro del corpus. Primeramente se nota que, para el verbo creer en español, hay muchas más correspondencias con sujeto explícito que anteriormente. Esto vale también para el verbo portugués achar. La frecuencia relativa de la presencia de un sujeto ha, para el español, aumentado de un 4,5% de las ocurrencias a un 65,5%, y para el portugués de un 11,3% a un 48,9%. Es un aumento drástico que no vemos con los otros lexemas que hemos investigado. La posición del 55 | P á g i n a sujeto con relación a su verbo, sin embargo, apenas ha cambiado: en la mayoría de los casos todavía vemos una preferencia fuerte a la anteposición, aunque haya 2 ejemplos en que hemos encontrado la posposición, frente a cero casos en el corpus de Harry Potter. En la posición del CTMP frente a la oración que comenta no vemos mucha diferencia: la posición por excelencia sigue siendo la posición inicial. Sin embargo, vemos que, sobre todo para los verbos imaginar y temer (con la exclusión de recear, que demuestra las mismas tendencias que antes) vemos que los resultados no son tan unánimes como antes: se puede ver que sobre todo la posición medial gana popularidad: del 2,9% para el corpus de Harry Potter al 18,8% en los corpus orales. También podemos decir que la posición final, que antes estaba relativamente prominente entre los ejemplos, casi ya no se ve en el corpus oral. En cuanto a las funciones pragmáticas que desempeñan los marcadores de discurso en este corpus, podemos decir que más o menos se sigue la línea establecida por el primer corpus. Una desviación de los resultados anteriores es que, para el marcador de discurso imagino en español, el uso como marcador de empatía gana importancia: hay un aumento en la frecuencia relativa de este uso ningún uso hasta el 33,3% por ciento. Por otro lado, en portugués esta interpretación del marcador de discurso se queda más o menos al mismo nivel. En el análisis de los diferentes marcadores de discurso en portugués también hemos discutido muy brevemente el uso del subjuntivo con ciertos CTMPs (pt. imagino y receio) cuando están en posición inicial. Se nota que en general con estos CTMPs, la mayoría de los verbos subordinados están conjugados en subjuntivo. Este efecto sobre todo se nota cuando podemos interpretar el marcador de discurso como un mitigador o como un marcador de empatía. Con una forma que tenga la interpretación de marcador de incertidumbre, se ve mucho menos frecuentemente un verbo subordinado en subjuntivo. Esta tendencia se puede considerar general para ambos corpus (tanto el de Harry Potter como el corpus oral) y para ambos verbos (entonces igual para imagino y receio). 3.3 Hipótesis basadas en el estudio de corpus En este último apartado, pretendemos lanzar unas hipótesis para explicar unos fenómenos que hemos visto durante el estudio de corpus. Aunque se basen fundamentalmente en lo que se ha escrito al rededor de este tema, será posible que los dados se pueden interpretar de más de una manera. Visto que solo tenemos un corpus de tamaño limitado, se puede que los resultados de nuestra investigación estén desfigurados y que no representen la realidad lingüística. Por eso, muchas de las hipótesis que describiremos están abiertas para una investigación más 56 | P á g i n a profunda y más detallada. Primero se discutirán hipótesis en cuanto a la forma de las correspondencias encontradas en el corpus, después discutiremos los usos pragmáticos que se presentaban durante nuestra investigación. Como último, trataremos de ampliar nuestro alcance para llegar a unas conclusiones más generales. Primeramente, se nota muy bien que para el verbo acho en portugués se usa mucho más frecuentemente el pronombre personal de sujeto explícitamente que para cualquier otro verbo dentro del alcance del presente trabajo. Sin embargo, hemos encontrado una tendencia parecida en el verbo español creo en los corpus orales. Vemos también una tendencia del español de utilizar el pronombre reflexivo me con los verbos imagino y temo. Según Landone (1973) la explicitación del sujeto de un CTMP, o bien por el uso del pronombre personal de sujeto, o bien por el uso del pronombre reflexivo (un elemento que es correferencial con el sujeto), puede indicar un esfuerzo adicional por la parte del hablante de no querer imponer su opinión a su interlocutor. Más concretamente, eso significa que se quiere enfatizar el sujeto del verbo (o, cuando este esté ausente, referir al sujeto mediante un pronombre reflexivo) para señalar muy claramente al interlocutor que el hablante está compartiendo su propia opinión o sus propias creencias. Según la teoría de Landone (1973), esto sería una estrategia para proteger la cara negativa del interlocutor (Brown y Levinson, 1987). En segundo lugar, del estudio empírico podemos sacar que, tanto en español como en portugués, es muy prominente el uso de los marcadores de discurso en posición inicial de la oración que comentan. Según señala Schneider (2007), se trataría de un indicio de que la estructura en cuestión no se haya gramaticalizado completamente. Visto que la conjunción que en español y en portugués es obligatoria, el proceso de slifting sería una barrera alta para las lenguas románicas. Además, el hecho de que en la muestra portuguesa, tanto en las novelas como en el corpus oral, haya tantos usos del subjuntivo en combinación con los marcadores de discurso imagino y receio, nos dirige en la misma dirección. El uso del subjuntivo con estos verbos muestra que el proceso de reanálisis todavía no ha tenido lugar: el verbo todavía se analiza como un verbo pleno que es subordinante en vez de un marcador de discurso en su sentido canónico. El proceso del blanqueo semántico también está por ocurrir: es la semántica de los verbos imaginar y recear que exige que vayan acompañados de un subjuntivo. En estos usos tampoco vemos indicios del empobrecimiento sintáctico, visto que los elementos de la oración huésped pueden interactuar con elementos del CTMP. No obstante, hemos visto en los corpus que, en el caso de la interpretación de ambos verbos como marcadores de incertidumbre, el uso del subjuntivo no es tan 57 | P á g i n a predominante. Por eso podemos suponer que este verbo sí está gramaticalizándose, pero somos testigos de los primeros pasos en esta dirección. Sin embargo, vemos que un indicador bastante importante del proceso de gramaticalización sí está: la intersubjetivización. Visto que estos verbos sobre todo sirven de marcador interpersonal, es decir, como herramienta para establecer o mantener una buena relación entre los dos (o más) participantes en la conversación, no se puede negar esta característica. Además, el hecho de que el pronombre sujeto, en los casos que esté, se encuentre, con una sola excepción, siempre delante del verbo, y que, cuando haya la posibilidad, el pronombre reflexivo casi siempre estén presentes, también puede indicar que la forma de estos marcadores de discurso está fijándose. En términos generales, podemos concluir que para estos verbos el proceso de gramaticalización todavía está en su primera fase, pero hay indicios muy claros que está ocurriendo. 58 | P á g i n a 4 Conclusión En este trabajo hemos estudiado, primero de manera teórica y después de manera empírica, los marcadores de discurso basados en complement-taking verbal predicates (CTMPs) en español y en portugués. Más específicamente, hemos examinado los verbos españoles creo, imagino y temo y sus equivalentes en portugués, a saber acho, imagino y receio. Primero hemos intentado de desplegar el nudo que es la terminología que existe alrededor de estos marcadores de discurso. También hemos repasado las características que en general tienen expresiones parentéticas, focalizándonos en la prosodia, la morfosintaxis y los rasgos semántico-pragmáticos de estas expresiones. Después hemos examinado cuáles son las características de los verbos cognitivos, más específicamente los CTMPs, cuando se utilizan como expresión parentética. Hemos visto que los rasgos de estas expresiones parentéticas basadas en CTMPs se parecen mucho a los rasgos que generalmente se relacionan al proceso de gramaticalización. Visto que esta gramaticalización lleva consigo una intersubjetivización, es decir, una transición de un significado referencial, es decir un significado que realmente se refiere a la actividad mental que se denota por el verbo, hacia un significado procedimental e interpersonal, nos parecía imprescindible examinar cuáles son los posibles valores que pueden tener los marcadores en cuestión. Parecía que hay tres usos centrales para marcadores de discurso derivados de CTMPs: marcador de incertidumbre, de mitigación y de opinión. Además de estos, hay también unos usos más específicos para ciertos verbos, como la interpretación de imagino como marcador de empatía. En el estudio de corpus hemos mirado cómo se comportan los verbos en cuestión en el uso real: ¿ cómo se relacionan los diferentes usos en cuanto a su frecuencia en el corpus? ¿ Los aspectos formales desempeñan un papel en la distribución de estas frecuencias? Examinar las traducciones de las novelas de Harry Potter constituía la primera fase en nuestra investigación de corpus. En total se han estudiado 404 correspondencias de los verbos en cuestión, la mayoría de las que procedían de los verbos esp. creo y pt. acho. Sin embargo, como se trata de un fenómeno de la lengua hablada, no nos parecía bastar con un estudio de diálogos artificiales en traducción. Por eso, la segunda fase de nuestro estudio de corpus consistía en estudiar los subcorpus orales de los corpus con más autoridad en cuanto a su lengua: para el español el subcorpus oral de la CREA (Corpus de Referencia del Español 59 | P á g i n a Actual), y para el portugués el subcorpus oral del CRPC (Corpus de Referência do Português Contemporâneo). Nuestros hallazgos en el corpus de Harry Potter por mayor parte se veían confirmados. Por último, hemos mirado cuáles podrían ser las razones del comportamiento de los marcadores de discurso basados en CTMPs. Primero habíamos visto que el verbo creo y su equivalente portugués acho presentaban disproporcionalmente muchos sujetos explícitos, y los verbos españoles imagino y temo también presentaban muchos pronombres reflexivos, aunque no sean obligatorios con esos verbos. Eso, según Landone (1973) se debe al hecho de que el hablante quiera enfatizar que lo que está diciendo no se debe considerar como la verdad, sino como su opinión o creencia. Una segunda tendencia que hemos descubierto en los corpus, es que la gran mayoría de los verbos no se comporta como marcadores de discurso en sentido estricto (el uso del conector que, la aparición del subjuntivo en la oración subordinada exigida por el verbo subordinante), pero de algunas maneras sí mostraban signos de unos primeros pasos hacia una forma completamente gramaticalizada. Este estudio no pretendía ser una obra exhaustiva del tema de los marcadores de discurso y hay mucho por escribir al rededor de ellos. Para tener una comprensión mejor de este tema y para tener una vista más general en el proceso de gramaticalización, se deberían hacer muchas investigaciones de corpus más. Sería por ejemplo interesante un estudio diacrónico para ver en qué medida ya se han gramaticalizado estos verbos, y cuáles son los pasos siguientes que podemos esperar en este largo proceso. 60 | P á g i n a Bibliografía Aaron, Jessi Elana y Rena Torres Cacoullos (2005) “Quantitative measures of subjectification: a variationist study of Spanish salir(se)”. Cognitive Linguistics, 16(4): 607-633. Amouzadeh, Mohammad y Juliane House (2010) “Translation as a language contact phenomenon: The case of English and Persian passives”. Languages in Contrast, 10(1): 475. Azofra Sierra, María Elena (2012) “Procesos de formación de conectores aditivos en español medieval”. Revista de Filología Hispánica, 28(2): 351-384. Bally, Charles (1932) Linguistique générale et linguistique française. Berna: A. Francke AG Verlag. Boye, Kasper y Peter Harder (2007) “Complement-taking predicates, Usage and linguistic structure”. Studies in Language, 31(3): 569-606. 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