Download Los marcadores de discurso derivados de verbos cognitivos en

Document related concepts

Verbo auxiliar wikipedia , lookup

Verbo copulativo wikipedia , lookup

Gramática tradicional wikipedia , lookup

Transitividad (gramática) wikipedia , lookup

Sujeto (gramática) wikipedia , lookup

Transcript
Faculteit Letteren & Wijsbegeerte
Los marcadores de discurso derivados de verbos
cognitivos en español y portugués
Un estudio comparativo centrado en el proceso de la gramaticalización y
sus consecuencias en la pragmática
Door: Simon Lombaert
Academiejaar: 2014-2015
Promotor: Prof. Dr. Renata Enghels
Copromotor: Dr. Clara Vanderschueren
Masterproef voorgelegd tot het behalen van de graad van
Master in de Taal- en Letterkunde: Iberoromaanse talen
Agradecimientos
Ante todo, quisiera agradecer a algunas personas sin las cuales el presente trabajo no hubiera
sido posible. Les agradezco muchísimo por el apoyo que me han dado a lo largo de la
composición de esta tesina.
En primer lugar, quería agradecer a la Universidad de Gante, especialmente a la Facultad
Letteren en Wijsbegeerte, por haberme dado un mejor conocimiento de varios conceptos
lingüísticos y literarios, de muchas nociones relacionadas a la interacción interpersonal a través de
diferentes variantes de la lengua humana, y el conocimiento necesario para escribir este trabajo.
Quiero dar las gracias específicamente a la gente del departamento de lingüística española,
sobre todo a la profesora Renata Enghels, por guiarme por la composición de este trabajo y por
el enorme tesoro de información que me ha dado a lo largo de mi carrera en la Universidad de
Gante.
Tampoco se debe subestimar el papel de la doctora Clara Vanderschueren en la composición
de este trabajo. Le quisiera agradecer por su ayuda y sus respuestas muy útiles a las preguntas y
dudas que tenía a lo largo de la escritura.
También quiero dar las gracias a mis amigos, a mis compañeros de piso y a mi familia, sobre
todo a mis padres y mis hermanas, por el apoyo mental que me dieron sin ceso. Siempre me dio
nueva energía para continuar.
Quiero agradecer también a Ludovico Einaudi, compositor italiano, a Howard Shore,
compositor canadiense, a Balmorhea, grupo estadounidense y a Sigur Rós, grupo islandés, por
proveer la banda sonora para mis sesiones de escritura nocturnas. Gracias por darme la energía
para continuar y por acompañarme por las noches.
Últimamente quiero agradecer a mi novia, Tine Delaere, por soportar mis quejas y dudas y
por ser una fuente de energía inexhaustiva. No obstante su enorme cantidad de trabajo, siempre
había tiempo para hablar, quejar, soportar, y abrir el corazón a ella.
2|Página
Índice
Agradecimientos
2
Índice
3
Lista de abreviaturas, siglas y símbolos
5
1. Introducción
6
2. De un verbo cognitivo hacia un marcador de discurso
7
2.1. Definiciones
7
2.1.1.Morfosintaxis
8
2.1.2.Semántica y pragmática
10
2.2. Los verbos cognitivos como elementos gramaticalizados
11
2.2.1.Las características de los CTMPs
12
2.2.2.El proceso de gramaticalización
17
2.3. Los valores pragmáticos de marcadores de discurso basados en CTMPs
19
2.3.1.La cortesía
20
2.3.2.Los valores pragmáticos concretos de los marcadores de discurso derivados
de CTMPs
21
2.4. Conclusión intermedia
25
3. Desde la teoría hacia el uso real
28
3.1. Metodología del estudio de corpus
28
3.1.1.Parámetros para la investigación
28
3.1.2.Los corpus usados para el estudio empírico
30
3.1.3.Observaciones previas
31
3.2. Los resultados
32
3.2.1.Harry Potter
3.2.1.1.
32
Español
33
3.2.1.1.1.
Creo
33
3.2.1.1.2.
Imagino
34
3.2.1.1.3.
Temo
36
3.2.1.2.
Portugués
38
3.2.1.2.1.
Acho
38
3.2.1.2.2.
Imagino
39
3.2.1.2.3.
Receio
41
Conclusión intermedia
43
3.2.1.3.
3|Página
3.2.2.Los corpus orales
3.2.2.1.
Español
45
45
3.2.2.1.1.
Creo
45
3.2.2.1.2.
Imagino
47
3.2.2.1.3.
Temo
48
3.2.2.2.
Portugués
50
3.2.2.2.1.
Acho
50
3.2.2.2.2.
Imagino
51
3.2.2.2.3.
Temo
53
Conclusión intermedia
55
3.2.2.3.
3.3. Hipótesis basadas en el estudio de corpus
56
4. Conclusión
59
Bibliografía
61
Número total de palabras: 21.050
4|Página
Lista de abreviaturas, siglas y símbolos
CREA:
Corpus de Referencia del Español Actual
CRPC:
Corpus de Referência do Português Contemporâneo
OPR:
Oraciones parentéticas reducidas, traducción de RPC (Reduced parenthetical
clauses)
CTMP:
Complement-taking mental predicate
PCU verbs:
Perception, Cognitive and Utterance verbs
esp.
español
pt.
portugués
ingl.
inglés
neerl.
neerlandés
5|Página
1. Introducción
Casi todas las lenguas europeas disponen de algún elemento como el elemento español creo
(fr. je crois; ing. I think; pt. acho etc.): formas de verbos cognitivos que desempeñan una función de
modificador pragmático. En general se trata de una forma verbal fija, conjugado en el presente de
indicativo en la primera persona del singular. En el presente trabajo consideraremos este
fenómeno más en detalle. Primero, aproximaremos el fenómeno de una manera teórica. Más
concretamente miraremos qué definiciones se aplican a las unidades lingüísticas que estudiamos, y
en qué difieren estas definiciones entre sí. En segundo lugar examinaremos cuáles son las
características en general de marcadores de discurso derivados de verbos, tanto en el plano
prosódico (relativo a la entonación), como en lo morfosintáctico y lo semántico-pragmático.
Después estudiaremos el proceso de gramaticalización en términos muy generales, para después
focalizarnos en los verbos cognitivos: ¿ cuáles son las características de estos verbos que hacen
que entren en el proceso de gramaticalización? Al final de esta primera parte teórica miraremos
en qué contextos y con qué objetivos pragmáticos se usan estas formas gramaticalizadas.
En el segundo apartado de este trabajo examinamos las formas gramaticalizadas derivadas de
verbos cognitivos mediante un estudio empírico en español y en portugués. Prestaremos una
atención especial a los diferentes papeles que las expresiones estudiadas desempeñan en el
contexto de habla y más particularmente en el plano intersubjetivo, es decir, en la función fática
como la describe Jakobson (1960). Estudiaremos los usos de las traducciones de las novelas de
Harry Potter, típicamente un registro hablado pero transmitido en lengua escrita, y por eso un
poco más formal , y además estudiaremos ocurrencias en córpora del registro hablado. Eso nos
dará una idea más clara y detallada de cómo las estructuras estudiadas se comportan en el uso de
la lengua real. Prestaremos una atención especial a la frecuencia relativa de los diferentes lexemas
(creer, temer, imaginar y sus equivalentes en portugués) y las formas en que aparecen (como verbo
subordinante, como marcador de discurso intercalado, con o sin sujeto explícito etc.).
Más concretamente, mediante la investigación de corpus esperamos contestar a las preguntas
de investigación siguientes: ¿Cuáles son las diferencias en el uso en español frente al uso en
portugués? ¿Cuáles pueden ser las causas de estas diferencias? En el último apartado trataremos
de dar algunas explicaciones del comportamiento de los marcadores de discurso dentro de
nuestros corpus.
6|Página
2. De verbo cognitivo hacia un
marcador de discurso
Este primer apartado se dedica a las características (prosódicas, morfosintácticas y
semánticas) de los elementos extraoracionales, y la tendencia de verbos cognitivos,
específicamente los verbos españoles creer y saber, y sus equivalentes portugueses respectivos
achar y saber, de formar elementos extraoracionales parecidos: se discutirán varias características
que permiten dichos verbos de gramaticalizarse. También entraremos en detalle sobre las
consecuencias de esta gramaticalización y los papeles en el discurso que desempeñan las
estructuras gramaticalizadas estudiadas en ambas lenguas. Pero primero queremos prestar nuestra
atención especialmente a la multitud de conceptos y términos que existen alrededor de los
fenómenos estudiados.
2.1.
Definiciones
Existe una abundancia de términos que suelen usarse para denominar el fenómeno que
estudiamos aquí. Cabe entonces destacar ante todo cuáles son los términos adecuados a los
diferentes niveles lingüísticos del fenómeno (pragmática, sintaxis, semántica, morfología) para
hacer referencia a diferentes realidades lingüísticas, antes de que entremos en la discusión de su
uso en español y en portugués.
Generalmente, podemos hablar de elementos extraoracionales en el caso de elementos lingüísticos
que no pertenecen a la estructura de la oración huésped1. Entonces son elementos que no forman
parte de la red argumentativa del verbo ni de los adjuntos de este verbo, sino que complementan
la oración entera (Haegeman, 2006). Por eso, los elementos extraoracionales suelen destacarse en
lo prosódico de la oración huésped (Schelfhout, 2003). Sin embargo, según Dehé (2009) la
sintaxis no es el único factor que desempeña un papel en este aislamiento prosódico de la oración
huésped, sino que señala otros, como el peso prosódico (el tamaño de la inserción), su estructura
sintáctica interna y su posición dentro de la oración huésped. Es por eso que elementos
extraoracionales cortos suelen integrarse prosódicamente en la oración huésped (1a), mientras
que elementos más largos no se integran en su oración huésped (1b):
1
En el presente trabajo manejaremos el término oración huésped para denominar la frase en la cual se insiera la
expresión parentética, tal como lo hace Dehé (2009).
7|Página
(1) a) There were no other applicants, I believe, for that job. (Quirk et al. 1985 apud Dehé,
2009: 570)
b) For those who remember nineteen sixty-five one or two of our listeners may Tory party
leadership contests used to be as the cardinals in Rome and leaders would emerge.
(ICE-GB apud Dehé, 2009: 570)
Sin embargo, esta definición nos deja con un abanico muy amplio y heterogéneo de
expresiones por discutir. Schelfhout (2003: 155) destaca entre cinco tipos principales de
elementos extraoracionales: intercalación de emisor (2a), vocativos (2b), intercalaciones de comentario (2c),
interjecciones (2d) y expresiones parentéticas (2e).
(2) a) Creo – dijo Ana – que tienes que explicarnos algo.
b) Creo, Juan, que tienes que explicarnos algo.
c) Creo – pero a quién le importa lo que yo creo – que tienes que explicarnos algo.
d) Creo que, por Dios, tienes que explicarnos algo.
e) Creo, temo yo, que tienes que explicarnos algo. (ejemplos míos)
Forget (2000) denomina los tres últimos tipos, respectivamente como intercalaciones de
comentario, interjecciones y expresiones parentéticas, expresiones parentéticas. Nótese que hay un
solapamiento entre las tramas teóricas de estas autoras: lo que Schelfhout (2003) llama expresiones
parentéticas solo es una parte de la noción de Forget (2000). Esto sobre todo se debe al hecho de
que la terminología de Schelfhout (2003) se centra sobre todo en el significado de los elementos
extraoracionales, mientras que la de Forget (2000) se focaliza en los aspectos estructurales de los
elementos estudiados: “le fait qu’ils s’insèrent dans l’énoncé ou se situent en retrait de ce dernier
par une certaine autonomie, syntaxique et intonative” (Forget, 2000: 15). En el presente trabajo
utilizaremos el término expresión parentética con esta interpretación amplia, por la perspectiva
morfosintáctica que utiliza. Sin embargo, es muy difícil estudiar la sintaxis de elementos
extraoracionales sin tener en mente el significado de dichas estructuras.
2.1.1. Morfosintaxis
En cuanto a la morfosintaxis de los elementos extraoracionales existen dos enfoques
principales: se puede considerar la morfosintaxis del elemento extraoracional misma de manera
independiente, o se puede estudiar cómo el elemento extraoracional se insiere en la oración
huésped (Hand, 1993). En realidad, estas dos aproximaciones son muy difíciles de separar,
porque muchas veces las dos aproximaciones suelen entrelazarse. Sin embargo, examinaremos
sobre todo la estructura dentro del todo de la oración huésped.
8|Página
Según Dehé (2009) podemos encontrar diversos fenómenos entre los elementos
extraoracionales en cuanto a su sintaxis: oraciones relativas explicativas2 (p.ej. Mi hermano, que vive en
París, ha comprado un coche), oraciones parentéticas (p.ej. Es posible que haya - ¿todo el mundo puede oírme
ahora? – problemas cno eso) y oraciones de comentario. Visto que el primer fenómeno es pertinente al
enfoque del presente trabajo, no nos centraremos en este.
En el caso de las oraciones parentéticas se incluyen elementos extraoracionales que son
sintácticamente completos (3ª), elementos introducidos por como (3b) y elementos introducidos
por y (3c):
(3) a) Es posible que haya – ¿todo el mundo puede oírme ahora? – problemas con eso.
b) Había un aumento increíble – como se puede ver en el diagrama – en el precio del pan.
c) Si él hubiera querido, podría – y quiero enfatizar podría – ayudar a los pobres.
También existen otros tipos menores de oraciones parentéticas, pero la discusión de estos nos
llevaría demasiado lejos del enfoque del presente trabajo.
Por otra parte, las oraciones de comentario suelen construirse a partir de un verbo cognitivo,
conjugado en la primera persona del singular (en lenguas que no tienen el parámetro pro-drop3,
como el inglés o el francés, la construcción de oraciones de comentario suele incluir el pronombre
personal de la primera persona del singular, en español y en portugués es opcional la explicitación
del sujeto). En esta categoría se incluyen expresiones como supongo, temo yo, creo etc. Es esta
categoría que Urmson (1952, apud Schneider, 2007) denomina verbos parentéticos, es decir verbos
que tienen un uso muy común como expresión parentética. El presente trabajo se centrará en esta
última categoría.
En Schneider (2007) encontramos otra característica sintáctica de los marcadores discursivos
derivados de verbos cognitivos: falta el objeto directo que los verbos en cuestión normalmente
exigen. Prototípicamente estos verbos se ven acompañados de un objeto directo bajo la forma de
una oración completiva, o sea una oración introducida por que, o sea una oración infinitiva. Sin
embargo, cuando están usados como marcadores de discurso, no se acompañan de su objeto
directo. Es por eso que en la terminología de Schneider (2007) aparece la idea de reducción de la
2
Nótese que la definición de Martín Zorraquino y Portolés (1999) y Bußmann (1996: 349) no parece aplicarse aquí:
la estructura sintáctica de la oración relativa no se puede considerar independientemente de su oración huésped: no
se puede ignorar el hecho de que un pronombre relativo ha tomado la posición del antecedente, y que el orden lineal
(y por eso la estructura profunda) de la relativa se ve afectado de alguna manera. Sin embargo, por su carácter
semánticamente independiente, se puede considerar como una expresión parentética.
3 La posibilidad de no explicitar el sujeto del verbo cuando se puede desprender de la forma verbal o del contexto. El
español, portugués e italiano son ejemplos de lenguas que aplican el parámetro pro-drop,
9|Página
red argumentativa de los verbos en cuestión: reduced parenthetical clauses (RPC) o oraciones parentéticas
reducidas (OPR). Utilizaremos este término con frecuencia a lo largo de este trabajo, porque otros
términos (expresiones parentéticas, verbos parentéticos etc.) muestran o bien imprecisión (un alcance
demasiado amplio) o bien erróneas. En el apartado Fout! Verwijzingsbron niet gevonden.
miraremos más en detalle cómo se puede explicar esta falta de un objeto directo en la red
argumentativa de las OPR.
2.1.2. Semántica y pragmática
En cuanto a la semántica y la pragmática de las expresiones parentéticas ya hemos dicho
algunas cosas, pero cabe repasar las características más salientes. Generalmente hay una falta de
una conexión abierta, es decir, falta una conexión que sea aparente a primera vista. No
necesitamos la información incluida en la expresión parentética para entender los referentes de
los diferentes elementos de la oración huésped, pero sí es importante en el contexto de habla (o el
hablante estima que puede servir al receptor tener esta información). Porque la oración relativa
explicativa no pertenece al alcance de este trabajo, no discutiremos la semántica y la pragmática
relacionadas a este tipo de expresión parentética (aunque generalmente se trate de una relación
semántico-pragmática parecida entre oración huésped y expresión parentética).
En cuanto a las oraciones parentéticas y las oraciones de comentario es útil hacer referencia a los
términos dictum y modus de Bally (1932): dictum es una representación de un estado o un
acontecimiento a través de la lengua, modus consiste en información implícita sobre la actitud del
hablante frente a la situación denotada por el dictum, los objetivos que el hablante quiere obtener a
través del dictum etc. Tradicionalmente, este modus se encuentra en el subtexto y no aparece en el
texto. Sin embargo, por el uso de oraciones parentéticas, es posible elevar esta información, que
antes era implícita, al nivel del texto, volviéndola explícita. En cuanto a la relación semánticopragmática con la oración huésped se encuentran al mismo nivel que los adverbiales oracionales
(Schneider, 2007), que tradicionalmente tienen dos funciones principales: los hay que denotan la
razón de hablar (4a) o la manera de hablar (4b) del emisor, colectivamente llamados los style disjuncts
por Greenbaum (1992: 16); y los hay que denotan la actitud del emisor frente a lo que ha dicho o
va a decir (dependiendo de la posición en la frase) (4c), en la terminología de Greenbaum (1992:
16) content disjuncts:
(4) a) Si me lo preguntas, prestamos demasiada atención a detalles.
b)
Francamente, no creo que sea posible ganar.
c)
Desafortunadamente, no puedo ir a tu fiesta. (ejemplos míos)
10 | P á g i n a
Nótese que las OPR se encuentran en el nivel de los content disjuncts: no se trata de un
comentario sobre la razón o manera de hablar, sino de solamente un comentario sobre la actitud
del hablante. Greenbaum (1992: 16) también señala que “the most common express degrees of
certainty and doubt as to what is being said.” Entraremos más en detalle sobre la pragmática de
los OPR en particular en el apartado 2.3.2.
Teniendo en mente los ejemplos en (3) (véanse 2.1.1), cabe señalar que no toda oración
parentética contiene un comentario sobre la oración huésped, sino que también pueden contener
un comentario urgente sobre la situación de habla por el cual se interrumpe brevemente el
discurso, como en (3a).
En las oraciones de comentario, también se trata de una situación en la cual se explicita el modus.
Estos comentarios, sin embargo, no están tan elaborados como en el caso de las oraciones
parentéticas. En la mayoría de las veces se trata de una sola forma verbal, que formula un
comentario breve en cuanto a la oración huésped. Por la naturaleza de los verbos que suelen
encontrarse en este tipo de estructura, muchas veces se trata de un comentario en cuanto a la
fuente de la información o la actitud del hablante frente a la información representada en la
oración huésped.
En el presente trabajo nos centraremos principalmente en este último tipo, porque en este
grupo de expresiones realmente se trata de nuestro objeto de estudio. En lo que sigue miraremos
más en detalle los verbos que Van Bogaert (2010) denomina complement taking mental predicates
(CTMPs) ¿ Por qué los CTMPs están tan susceptibles al proceso de gramaticalización que los
convierte en marcadores de discurso? En el siguiente apartado consideraremos las diferentes
características de los verbos cognitivos y examinaremos por qué se gramaticalizan tan fácilmente
hacia marcadores de discurso.
2.2
Los verbos cognitivos como elementos gramaticalizados
En el presente apartado examinaremos como se gramaticalizan los verbos cognitivos hacia
marcadores de discurso. Primero, estudiaremos las características de los llamados CTMPs que
hacen que los verbos cognitivos se gramaticalicen tan frecuentemente (y tan generalmente en las
lenguas europeas), para después considerar las repercusiones semánticas y pragmáticas del
proceso de gramaticalización. Como último, examinaremos los diferentes valores pragmáticos
que pueden asumir las estructuras resultantes.
11 | P á g i n a
2.2.1 Las características de los CTMPs
Los verbos cognitivos tienen unas características que les permiten formar construcciones
parentéticas: dan la posibilidad de ofrecer una mirada dentro de la cabeza del hablante4,
“unavailable to external observation” (Fortescue, 2001: 15). Granath (2008) describe pensar como
un primitivo semántico, es decir, como “un elemento tan básico en una lengua que es indefinible”
(Wierzbicka apud Granath, 2008: 41). Una consecuencia de esto es que definiciones de lexemas
parecidos muchas veces resultan en razonamientos circulares (el verbo se define en términos del
sustantivo correspondiente, y vice versa). Primitivos tienden a manifestar una polisemia tremenda
con un significado central (para pensar tanto considerar y reflexionar como intentar). Sin embargo, los
diferentes significados se difieren a través de estructuras sintácticas diferentes.
Aparte de los lexemas primitivos para denotar algún proceso mental (pensar, tanto en español
como en portugués), existen varios lexemas más específicos y especializados, como creer, considerar,
etc. que se definen en términos de los primitivos semánticos correspondientes. Muchos de estos
lexemas más específicos son los resultados de diferentes metáforas que se utilizan (y a lo largo de
la historia de la lengua se convencionalizaron) para visualizar y concretizar un proceso que no es
observable para una entidad externa. Según describe Fortescue (2001), el acto de pensar se puede
conceptualizar mediante pensar como creer, pensar como juzgar y pensar como actividad mental no
especificada. La metáfora pensar como creer da lugar a verbos como suponer, conjeturar, creer, etc.; la
metáfora pensar como actividad mental inespecificada nos da verbos como imaginar, cogitar, reflexionar,
etc.; y la metáfora pensar como juzgar incluye varios verbos de índole diferente: pensar como pesar
(pesar, ponderar); pensar como observar (considerar, estimar, juzgar); y pensar como calcular (calcular).
En el presente trabajo nos focalizaremos sobre todo en los llamados complement-taking mental
predicates (CTMPs). Con este término Van Bogaert (2010) indica los verbos que indican un
proceso mental y que en su red argumentativa tienen un complemento. Por eso, excluimos
verbos como reflexionar o cogitar, verbos que denotan una actividad mental no especificada. Este
tipo de verbos generalmente no da lugar a estructuras gramaticalizadas (Van Bogaert, 2010).
Nótese que el verbo pensar con esta interpretación también se excluye. Cabe señalar que los
CTMPs que no aparecen con su complemento que normalmente deben tener, todavía se incluyen
en esta categoría: el hecho de que esté ausente el complemento del verbo se justifica por el
proceso de empobrecimiento sintáctico que sufren elementos gramaticalizados (Van Bogaert,
2010).
4
Visto que los marcadores de discurso en cuestión sobre todo se utilizan en la lengua hablada, y no tanto en la
lengua escrita (a no ser que se trate de un diálogo representado en escrita), utilizaremos en el presente trabajo
intercambiablemente los términos hablante frente a emisor, y oyente frente a receptor.
12 | P á g i n a
Sin embargo, el contenido del complemento normalmente todavía se realiza, aunque ya no se
trata de un complemento del verbo principal. Se nota, en inglés tanto como en español, un
proceso de slifting o sentence lifting (Simons, 2007): la subida de la oración subordinada completiva
al nivel de la oración principal, un proceso por el cual el verbo subordinante se ve convertido en
un adverbial epistémico. Posio (2014) destaca en cuanto al inglés tres etapas en el proceso de
slifting (en cuanto al español y al portugués solo hay dos etapas, porque el nexo subordinante que,
contrariamente al nexo inglés that, es obligatorio), como se puede observar en (4). Según Torres
Cacoullos y Walker (2009), además de varios factores semántico-pragmáticos relativos al
contenido de ambas oraciones, la posibilidad de supresión del complementador that suele
depender del verbo subordinante: solo hay una serie cerrada de verbos que admiten este
fenómeno (think, say, tell, know, believe, bet, etc.). Todos estos verbos son miembros de la categoría
de los verbos PCU (véase infra) de Givón (1993).
(5) a) I think that we’re definitely moving towards being more technological.
b)
I think exercise is really beneficial, to anybody.
c)
It’s just your point of view, you know, what you like to do in your spare time, I
think.
Nótese que el verbo subordinante se parece cada vez más a un adverbial epistémico, o sea,
una expresión por la cual el hablante da un comentario con respecto a la veracidad de lo dicho. El
complemento introducido por that en (5ª) que solía acompañar el verbo subordinante ha subido a
un nivel más elevado, es decir, el de la oración independiente. En (5c), el verbo subordinante
originario ahora se encuentra en una posición en que normalmente hallamos un adverbial
epistémico, y en cuanto a la semántica también cumple la función de este, que es la de
comentario. Según Thompson (2002), en (5b) vemos ya que el contenido principal de la oración
se ha deslocalizado de la oración subordinante hacia la oración subordinada:
speakers are expressing epistemic, evidential, or evaluative stance [...] or negotiating alignment
with one another [...] regarding some issue or claim, where the issue or claim being discussed
is the complement and the stance the speaker is taking toward that issue is expressed by the
CTP [Complement Taking Predicate, corresponde en este caso con el término CTMP de
Posio, 2014] and its subject. (Thompson, 2002: 131)
En otras palabras, el contenido principal comunicado es el contenido del complemento del
verbo subordinante, y no el verbo subordinante mismo. El contenido de este verbo ya se
encuentra en la periferia de la oración (del punto de vista pragmático), es decir, ya comenta el
13 | P á g i n a
contenido principal por señalar la veracidad, el origen o la actitud del hablante sobre la
información compartida por el complemento.
Inicialmente podemos observar este fenómeno de slifting con los verbos comunicativos,
simplemente por el hecho de que en la lengua hablada y en diálogos escritos se puede utilizar el
estilo directo. Mientras que el estilo indirecto se sirve de la subordinación de oraciones para
indicar el emisor del mensaje, el estilo directo se sirve de la intercalación para referirse al emisor
(véase 2.1), aunque la cita se manifieste de una manera diferente en la lengua escrita, es decir entre
comillas. Sin embargo, Givón (1993) junta los verbos de percepción (perception verbs o P5), los
verbos cognitivos (cognitive verbs o C), los verbos de comunicación (utterance verbs o U) en la misma
categoría (la de los verbos PCU), y Kerbrat-Orecchioni (1997: 117-119 apud Fetzer y Johansson,
2010: 244) postula una categoría de verbos de opinión que relata el acto privado de cognición con
el acto público de comunicación, así proveyendo un puente entre los verbos comunicativos y los
verbos cognitivos a este respecto.
Los verbos creer y achar, antes de sufrir el proceso de gramaticalización que describiremos en
el apartado 2.2.2, también sufrieron una extensión semántica: el verbo creer (< lat. credere) sobre
todo se caracterizaba como un verbo cognitivo de otra categoría, es decir, un verbo que denota
aceptación de información de otra persona (6a). A lo largo de su evolución ha adquirido el sentido de
pensar, una actividad mental más general: se generalizaba el verbo creer para toda forma de estar
convencido del valor de verdad de alguna cosa (6b). Esta extensión semántica nos da la forma que hoy en
día utilizamos, y es por esto que este verbo también puede denotar opinar, lo que se encuentra en
un otro nivel de estar convencido de alguna cosa (6c). Por el proceso de gramaticalización se ha
convertido en un marcador de discurso que nos sirva de mitigador, es decir, una forma con la
cual atenuamos nuestra afirmación (6d):
(6) a) Has dicho que no fuiste tú, y yo te creo. (Rowling, 2000: 204)
b) Creo que es una especie de prueba (Rowling, 1997: 80)
c) Yo creo que es estupendo (Rowling, 1997: 54)
d) No, en realidad no lo he visto, pero creo que puedo estar seguro de conocer la letra de
mi superior. (Rowling, 2000: 378)
5 Cabe señalar que verbos de percepción también tienen un lazo muy estrecho con los verbos cognitivos: hay una
extensión semántica de los verbos de percepción (como ver) desde la percepción visual hacia la percepción mental y
comprensión. Los verbos de percepción, tanto como los verbos de comunicación y los verbos cognitivos, pueden
dar lugar a interjecciones que son el resultado de slifting y gramaticalización. Un ejemplo de este fenómeno es el
marcador de discurso verás en español. (Chodorowska-Pilch, 2008: 1358-1359)
14 | P á g i n a
El verbo portugués achar (< lat. afflare6: ‘estar llevado por el viento’ y por eso ‘inspirar’7, lazado
al verbo esp. hallar) ha conocido una evolución completamente diferente: primero había un
cambio en cuanto a la agentividad: el sujeto dejó de ser la cosa ‘llevada por el viento’, y pasó a ser
la persona a quien el viento había llevado esta cosa, y por eso adquirió el sentido de ‘encontrar’ o
‘hallar’. Desde este punto en la evolución podemos ver un paralelo entre este verbo y los verbos
ingl. to find y neerl. vinden: estos verbos también han conocido una extensión de ‘hallar’ hacia
‘opinar’ o ‘estimar’ (cf. I find this lecture very interesting). Se trata de una extensión por metáfora,
porque el acto físico de encontrar algo se parece mucho al acto mental de opinar algo: después de
una búsqueda o una reflexión (una búsqueda mental) se llega a un hallazgo o una opinión, que es
el resultado de esta búsqueda mental. Después de esta extensión semántica, se presentaba la
posibilidad de gramaticalizarse hacia el partículo que hoy en día utilizamos. El significado de este
verbo en portugués se ha extendido hacia el significado de ‘estimar’ (p. ej. Eu acho esta apresentação
aborrecida), el verbo por excelencia para expresar una opinión. Por eso, achar se manifestará con
diferentes valores pragmáticos que el verbo español creer y que el verbo portugués crer.
El verbo imaginarse (o su equivalente en portugués imaginar) tiene un significado
considerablemente diferente de los verbos anteriormente mencionados: la Real Academia
Española (2001) define este verbo como “1. representar idealmente algo, inventarlo, crearlo en la
imaginación; 2. presumir, sospechar; 3. (ant.) adornar con imágenes un sitio; 4. creer o figurarse
que se es algo.” Se ve muy bien que la segunda y la cuarta definición son extensiones de la
primera definición: se trata en cada uno de los casos de los resultados de la acción denotada por
la primera definición. Por el hecho de que este tipo de pensar se basa en la imaginación, y no tanto
en un razonamiento, este verbo se comportará diferentemente en cuanto a la pragmática.
El verbo español temer no es un verbo cognitivo en su sentido estricto, por denotar una
acción más bien emocional que cognitiva, pero en su función como marcador de discurso se ha
convertido en algo que se parece mucho a los verbos cognitivos: el verbo temer, si va acompañado
de la conjunción que, expresa cierta incertidumbre frente a lo que sigue, y además un miedo frente
a la posibilidad representada en lo que sigue. Por la misma razón, el verbo portugués recear se
incluirá en el estudio de corpus, porque este se usa más frecuentemente que su sinónimo
considerado erudito temer en portugués.
En cuanto al proceso de slifting, los verbos imaginarse y temer tienen un rasgo en común:
mientras que en su posición básica como verbo subordinante respectivamente pueden o deben
6
No entramos en detalle a cerca de los cambios fonológicos, que son muy comunes para las lenguas románicas: el
grupo consonántico lat. -fl- pasa a ser -ll- (/λ/) en español y -ch- (/ʃ/) en portugués (Roegiest, 2006: 262).
7 Traducción (al neerlandés) sacado de Halsberghe, 1986: 17.
15 | P á g i n a
acompañarse de un subjuntivo en la oración subordinada, una vez que esta oración se convierta
en oración huésped para el marcador de discurso correspondiente, este subjuntivo se sustituye
por un indicativo. Este fenómeno es bastante lógico, porque ya no hay un verbo subordinante
que exija un subjuntivo en la oración subordinada, sino que una oración principal, que por
defecto tiene un verbo conjugado en el indicativo.
Mientras que en español8 las expresiones parentéticas son mayoritariamente expresiones que
consisten de una sola palabra (porque el español carece de la necesidad de expresar el sujeto de
manera explícita), en inglés encontramos pruebas de que estas construcciones, que consisten de
más de una palabra, se han gramaticalizado. Contrariamente a sus equivalentes que no sufrieron
el proceso de slifting, vemos varios tipos de restricciones en cuanto a las expresiones parentéticas:
no se permite que haya un elemento intercalando entre el sujeto y el sintagma verbal, por ejemplo
un adverbio (7a) versus (7b), ni se admite que se habla desde la perspectiva de otra persona que el
emisor mismo (8a) versus (8b), elementos que indican que las expresiones parentéticas son una
forma fosilizada y que se impone una restricción a la libertad sintáctica que conocía la forma
originaria:
(7) a) Creo rigurosamente que el hombre intrínsecamente es bueno.
b) *El hombre es bueno, creo rigurosamente.
(8) a) Yo creo/Juan cree que los niños necesitan más tiempo para ser niño.
b) Los niños necesitan más tiempo para ser niño, creo/*cree Juan.
Cabe señalar que el CTMP también puede proveer la razón de enunciar el complemento,
como es el caso con predicados mentales en un tiempo pasado, p. ej. Creía que ella vendría hoy, para
mostrar al receptor que el hecho que ella no venga hoy es en contra de las expectativas del hablante,
y así proveyendo una explicación del origen de su error. Este fenómeno se puede considerar
paralelo al uso de un verbo comunicativo como decir para encuadrar una repetición o una
corrección del entendimiento de algo previamente dicho (Boye y Harder, 2007), p. ej. Dije perra,
no perro.
Todas las restricciones y características que se han enumerado en este apartado, coinciden
con las que generalmente se relacionan al proceso de gramaticalización. En el apartado que sigue
miraremos más en detalle cómo el proceso de gramaticalización toma lugar, cuáles son las fases
8
Cabe destacar que en el caso de usos parentéticos de los verbos esp. creer y ptg. achar, bastante frecuentemente se
usa el pronombre personal de la primera persona singular explícitamente. Sin embargo, no se sigue el orden canónico
de los constituyentes, es decir, el sujeto suele seguir la forma verbal en casos como estos. (Posio, 2014)
16 | P á g i n a
entre las que podemos distinguir, y qué consecuencias tiene la gramaticalización en el plano
sintáctico, morfológico, semántico y pragmático.
2.2.2 El proceso de gramaticalización
Gramaticalización, según Hopper y Traugott (1993), es el proceso por el cual un elemento
léxico asume un papel gramatical en la lengua: una unidad de contenido (o un conjunto de
unidades de contenido) se convierte en una unidad de estructura. Cabe destacar que en este
trabajo manejaremos el término gramaticalización para abarcar los fenómenos de gramaticalización en
sentido estricto, pragmaticalización y lexicalización9: “Instead of trying to establish clear-cut boundaries
between the different processes, it is more fruitful to consider them as overlapping categories
within the broad notion of grammaticalization” (Posio, 2014: 6). Según Cuenca y Hilferty (1999),
gramaticalización como proceso lingüístico tiene unos efectos en los elementos afectados: fijación
de la forma, empobrecimiento sintáctico, blanqueo semántico y reanálisis. Como distinguen Hopper y
Traugott (1993), Traugott (1996), Cuenca y Hilferty (1999), Aaron y Torres Cacoullos (2005) y
Posio (2014), este proceso de gramaticalización va junto con un desarrollo de subjetivización.
La fijación de la forma significa que en cuanto a su sintaxis interior (la morfología de las palabras
utilizadas) la forma se fosiliza. Esto se concretiza en formas verbales que, en la forma
gramaticalizada, solo se conjugan en un cierto tiempo, modo, número y una cierta persona
gramatical (no es aplicable para verbos plenos que se gramaticalizan hacia auxiliares). Cabe señalar
que solo se aplica a la forma gramaticalizada, no al lexema originario, cuyas formas se subsisten
todas. Podemos ejemplificar este fenómeno con verbos como sentir, que en la expresión lo siento
solo se sirve de la primera persona singular y del indicativo presente, y de un objeto directo
pronominal neutro (ejemplo de Enghels, 2013). Sin embargo, Van Bogaert (2010) señala que esta
fijación de la forma no es universal:
deviations from the prototypical form in terms of TAM [tense-aspect-mode] specifications
need not preclude an interpersonal reading. In fact, as Wierzbiecka (2006:206) remarks, there
exists a range of variant forms that may also provide an interpersonal perspective to a host
clause, e.g. I would think, I thought, I should have thought. (Van Bogaert, 2010: 401)
Nótese que la forma verbal queda invariable en cuanto a la persona gramatical. Una
explicación para esta variabilidad selectiva se puede encontrar en Haegeman (2006):
9 Lexicalización es el proceso por el cual un grupo de morfemas/palabras adquiere un significado diferente de la soma
de los significados de los constituyentes individuales, p. ej. palillo ya no significa simplemente palo + diminutivo, sino
mondadiente. Este proceso también da lugar a expresiones idiomáticas, p. ej. el mundo es un pañuelo es una unidad léxica y
sintáctica, y ya no se refiere a un verdadero pañuelo. Haegeman (2006: 11) refiere a este hecho como un significado no
composicional.
17 | P á g i n a
contrariamente a la persona gramatical, las especificaciones de TAM no cambian la situación
denotada por la forma verbal, solo la sitúa en el tiempo e indica la modalidad y epistemicidad de
esta. Se considera entonces la información relacionada a TAM como menos interno al sintagma
verbal que la persona gramatical.
Esta fijación morfológica va junto con un empobrecimiento sintáctico: las posibilidades
combinatorias de las partes individuales se pierden totalmente: ya no es posible intercalar piezas
léxicas entre los miembros de una fórmula gramaticalizada (Garachana Camarero, 1999: 166). Es
el caso de, por ejemplo, sin embargo, inicialmente un sintagma preposicional sin más, en el cual el
sustantivo embargo podía servirse de un determinante (sin todo embargo), una construcción que hoy
en día es imposible por la índole gramaticalizada y fosilizada del sintagma (ejemplo de Garachana
Camarero, 1999: 166). También podemos destacar un empobrecimiento paradigmático, es decir, la falta
de la posibilidad de sustituir partes de la forma gramaticalizada por sinónimos, p. ej. sin embargo no
iguala a *sin obstáculo o *sin impedimiento. Es por eso que en el estudio de Van Bogaert (2010) no se
incluyen formas como I now believe, porque “additional lexical items in the main clause make a
parenthetical interpretation of the weak assertive predicate impossible.” (Van Bogaert, 2010: 402).
Otro fenómeno relacionado a la gramaticalización es el del blanqueo semántico (semantic
bleaching): la erosión de los significados individuales de los constituyentes y el surgimiento de un
significado nuevo, que es más estructural o pragmático. Sin embargo, este nuevo significado
siempre es motivado: se basa en el significado originario (que suele ser concreto), y después
evoluciona hacia un significado más abstracto. Ese significado recién adquirido es o bien
gramatical (en la forma de un auxiliar, una perífrasis verbal, un morfema, etc., p. ej. el verbo ir
como auxiliar del futuro en español), o bien un significado procedimental (o sea un elemento que
nos ayuda a procesar el contenido del texto, bajo la forma de un marcador de discurso, p. ej.
venga).
Como cuarto fenómeno podemos observar el reanálisis, es decir, la recategorización de alguna
parte del discurso. Un ejemplo muy obvio es el de una forma verbal como venga que adquiere la
función de un marcador discursivo. Cabe destacar que este reanálisis puede ocurrir en varios
niveles de la lengua: se puede reanalizar la clase de palabra (p. ej. una forma verbal que se
reanaliza como interjección, como venga) o la función dentro de la frase (p. ej. un verbo pleno que
se reanaliza como auxiliar, como haber). Según Hopper y Traugott (1993), esto lleva consigo un
cambio drástico en el comportamiento sintáctico de la forma gramaticalizada: contextos en los
cuales el uso de una forma determinada era agramatical, ahora se consideran gramaticales. Eso
sobre todo ocurre con verbos plenos que se convierten en auxiliares: las restricciones
18 | P á g i n a
combinatorias pertenecentes a los verbos plenos en un núcleo complejo ya no se aplican a la
forma gramaticalizada del auxiliar. Por eso se dice que los auxiliares son semántico y
sintácticamente transparentes: no restringen, ni de manera semántica ni de manera sintáctica, los
complementos del verbo pleno que modifican. En el caso de formas verbales que se
gramaticalizan hacia marcadores de discurso también se nota una libertad sintáctica (el marcador
se puede posicionar libremente dentro de la oración) cuando se compara con la forma verbal
originaria (que tiene una posición casi fija en la oración).
Últimamente, esta gramaticalización va de mano en mano con una subjetivización, un
fenómeno que Traugott (1996: 32; apud Cuenca y Hilferty, 1999: 163) define como “un
fenómeno gradual, por el cual formas y construcciones que inicialmente expresaban, en primera
instancia, significados concretos, léxicos y objetivos, funciones progresivamente más abstractas,
pragmáticas y basadas en el emisor”. En otras palabras, en vez de un significado referencial, la
forma gramaticalizada sirve una función interpersonal y expresiva, es decir, exprime la actitud del
emisor frente a la información enunciada. Como dice Van Peteghem (2012: 51), aplicado a
nuestros verbos cognitivos, “sur le plan sémantique aussi ces verbes sont parenthétiques dans la
mesure où ils ne véhiculent pas l’information centrale de la proposition, mais fonctionnent
comme des sortes de modalisateur”. Este fenómeno también suele llamarse pragmaticalización, un
término que enfatiza el significado procedimental, es decir, el hecho de que expresiones
gramaticales muchas veces sirvan para facilitar la interpretación de lo enunciado y de la razón de
la enunciación (el objetivo del emisor con esta enunciación).
Como señalan Traugott y Trousdale (2008 apud Van Bogaert, 2010), los procesos que aquí
hemos mencionado no son procesos nítidos en el sentido que cuando se da un paso, el paso
previo está eliminado: siempre hay alguna coexistencia de diferentes pasos a lo largo del proceso
de gramaticalización al mismo momento, un fenómeno que ellos llaman synchronic gradience. Es por
eso que formas verbales que se gramaticalizaron hacia interjecciones también mantienen su uso
originario en la mayoría de las veces, y veremos que también formas que sufrieron el proceso de
slifting coexisten con formas que se encuentran al nivel del verbo subordinante.
2.3
Los valores pragmáticos de marcadores de discurso basados en
CTMPs
En el presente apartado estudiaremos cuáles son los roles pragmáticos que desempeñan las
marcadores de discurso dentro de un texto. Dendale y Van Bogaert (2012) estipulan que sobre
todo se trata de una función interpersonal, lo que puede relacionarse al fenómeno de la subjetivización
19 | P á g i n a
(véase 2.2.2). Según varias fuentes (Landone, 2009; Briz Gomez, 1998; Fox Tree y Schrock, 2002;
Dendale y Van Bogaert, 2012) la función principal de estos elementos interpersonales es
establecer una forma de cortesía. Primero vamos a explorar más en detalle qué es la cortesía (y
sobre todo la cortesía verbal o lingüística) y después miraremos de qué manera las expresiones
parentéticas estudiadas pueden rellenar esta función. También
2.3.1 La cortesía
Antes de que podamos mirar en detalle los valores pragmáticos de expresiones parentéticas,
cabe discutir la teoría de cortesía de Brown y Levinson (1987). Esta teoría stata que cada actante
en una conversación tiene dos caras o autoimágenes públicas (y sabe que otros actantes también las
tienen): la cara positiva y la cara negativa. La cara positiva se define como “el deseo de que los deseos
del individual sean deseables para por lo menos algunos miembros de la colectividad” (Brown y
Levinson, 1987: 62, mi traducción); la cara negativa como “el deseo de que las acciones del
individual no sean impedidas por otros” (Brown y Levinson, 1987: 62, mi traducción). Varios
actos pueden interferir con estas caras y amenazarlas, tanto del emisor como del receptor del
mensaje. Estos actos se llaman face threatening acts, o en la literatura hispanohablante acciones que
amenazan la imagen pública, y pueden amenazar la cara positiva o negativa, dependiendo del
contenido de lo enunciado: cada forma de desacuerdo frente a la opinión del receptor, o una
indeferencia frente a esta opinión, amenaza la cara positiva del receptor (porque no tiene sus
deseos en común con el emisor de esta crítica o indiferencia). Al otro lado, cada forma de
imposición indica una amenaza para la cara negativa del receptor: por la intervención del emisor
las acciones del receptor se ven interrumpidas y impedidas. La cara positiva del emisor puede
dañarse por expresar remordimiento o confesar algo (porque admite con estas expresiones que
sus deseos no eran compartidos con el receptor), y su cara negativa puede ser amenazada por
ejemplo por expresar gratitud (porque reconoce el hecho de que el receptor haya podido
declinado lo pedido, impidiendo así los deseos del emisor).
Según Brown y Levinson (1987), la cortesía consiste de un conjunto de estrategias para evitar
que se dañen las caras de los actantes, en breve, para evitar acciones que amenazan la imagen pública.
Para cumplir los deseos de la cara positiva, el emisor puede expresar interés en los deseos y las
opiniones del receptor, establecer una solidaridad entre los actantes (enfatizar que los actantes
pertenecen a un mismo grupo), ofrecer o prometer de devolver el favor. Generalmente, son
estrategias que se pueden considerar como approach based (enfatizando que la distancia social y la
diferencia de imposiciones son mínimas). Deseos de la cara negativa son generalmente avoidance
based (enfatizando en el hecho de que la imposición en cuestión es el último recurso), y pueden
20 | P á g i n a
ser abordados por utilizar mitigaciones (hedging devices), por minimalizar la imposición o por
desculparse de antemano. El tipo de estrategia depende generalmente de tres factores que están
en diálogo: la distancia social entre los actantes, las relaciones de poder entre ambos partidos y el
grado de imposición.
Sin embargo, Brown y Levinson (1987) tratan las estrategias de cortesía y las caras de los
actantes como unidades nítidamente separadas: no hay interferencia entre los deseos de la cara
positiva y la cara negativa, ni entre las estrategias para protegerlas. No obstante, ChodorowskaPilch (2008: 1358) afirma que las dos caras no son conceptos sueltos, sino que son dos realidades
estrechamente entrelazadas: una estrategia puede simultáneamente dirigirse a una amenaza a la
cara negativa y a una amenaza a la cara positiva. Argumenta que la forma verás, como en el
ejemplo (9), protege tanto la cara negativa del oyente por el uso del futuro, creando así una
distancia entre la acción que amenaza la imagen pública y el momento de habla y por eso
disminuyendo la amenaza como la cara positiva, por la inclusión del oyente, que se concretiza en
el uso de la segunda persona del verbo, véase el ejemplo (9). Además, el hablante guía su
interlocutor por la argumentación (que es desfavorable para el oyente, así amenazando la cara
negativa de este), indicando sus experiencias propias pasadas, prediciendo la misma experiencia
para el oyente.
(9) Verás que vais a ir muy apretados, siempre estás a tiempo de contratar un coche más.
(Ejemplo sacado y adaptado de Chodorowska-Pilch, 2008: 1359)
El uso de la forma creo (o la forma correspondiente acho (eu) en portugués) como intercalación
en español puede interpretarse como una estrategia para evitar la confrontación frontal de ideas, y
por eso una estrategia que sobre todo pretende abordar los deseos de la cara negativa del
receptor. El uso de creo presenta la información enunciada como una opinión o una creencia, y no
como un hecho, entonces se minimaliza y se mitiga la diferencia de opinión. En cierta medida,
esta forma también demuestra interés en y respeto por las opiniones del receptor, lo que asiste a
los deseos de la cara positiva del oyente.
2.3.2 Los valores pragmáticos concretos de los marcadores de discurso
derivados de CTMPs
Los marcadores de discurso que en este trabajo describimos, a saber esp. creo, pt. acho y
sinónimos de estos verbos (me imagino, esp. temo/pt. receio), según Martín Zorraquino y Portolés
(1999) se inscriben, en términos muy generales, en los marcadores conversacionales: son estos
marcadores que se caracterizan por su carácter interaccional. Esta noción de interaccionalidad implica
21 | P á g i n a
que los marcadores se focalizan en la función interpersonal o intersubjetiva del lenguaje: acentúan
y protegen la relación entre el emisor y el receptor, de varias maneras. Generalmente se pueden
subdividir en unas categorías: los de modalidad epistémica, que comentan la veracidad y la
certidumbre de los hechos, o a veces la fuente de la que procede la información; los de modalidad
deóntica, que reflejan la actitud del hablante frente a la información presentada. Sin embargo, visto
la semántica diferente de los verbos en cuestión, suelen tener usos pragmáticos
fundamentalmente o marginalmente diferentes. En el presente apartado estudiaremos más en
detalle cada uno de estos verbos en cuanto a su pragmática.
Benveniste (1966: 264) señala que verbos como creer y pensar en primera persona del singular
(igual como sus equivalentes en inglés o en portugués) ya no reflejan un procedimiento cognitivo,
sino que nos sirven a mitigar la información dada (lo que corresponde con la modalidad deóntica de
Martín Zorraquino y Portolés, 1999) (10), o bien para no encomendarnos al valor de verdad de
nuestra afirmación (lo que corresponde con la modalidad epistémica), protegiéndonos así contra un
error de nuestra fuente de información y distanciándonos de la información (11), o bien para no
poner en peligro nuestra relación con el receptor con nuestro punto de vista diferente (12).
(10)
En los últimos meses he engordado un poquito, creo.
(11)
Éramos 16, creo, o puede haber sido 17.
(12)
– ¡ Estoy seguro de que esta canción es de Pearl Jam!
-
No, es de Nirvana, creo. (ejemplos míos)
Benveniste (1966) denomina este fenómeno mitigated assertion, un término que coincide
con el de afirmación atenuada (Holmlander, 2006: 744). Como describe Andersen (1996: 313-314
apud Fetzer y Johansson, 2010: 244), “semantically, cognitive verbs express epistemic modality
and pragmatically, they signal a subjective standpoint”. A esto, Fetzer y Johansson (2010) añaden
que “from an intersubjective viewpoint, cognitive-verb-anchored parentheticals are seen as a
contextualization device informing the adressee(s) how a conversational contribution qualified by
the devices is to be interpreted.” En otras palabras, nos dan información adicional en cuanto a la
clave con la cual tenemos que interpretar la información en la oración huésped, y
específicamente, la actitud del hablante frente a la información mencionada en esta oración
huésped. Como añaden Fetzer y Johanson (2010), con estos cognitive-verb-anchored parentheticals, no
solo se comunica la actitud del hablante frente a la información comunicada, sino también se
refleja la relación entre el hablante por un lado y su(s) interlocutor(es) al otro: el hablante no
quiere imponer su opinión al receptor, representando su punto de vista como meramente un
22 | P á g i n a
punto de vista y no como un hecho. Así el hablante se pone modesto frente a su interlocutor, y
señala que su opinión es susceptible de revisión.
Se nota que, tanto en el caso de la modalidad epistémica como en el de la modalidad deóntica, se
trata de estrategias de cortesía como las hemos visto en Brown y Levinson (1987): en la modalidad
epistémica se presenta la información como una incertidumbre: al hablante le falta información
clave (lo que puede estar causado por desconfianza en su fuente o por un hueco en su propia
percepción), lo que le impide presentar la información como un hecho cierto, así protegiéndose a
sí mismo contra posibles errores y protegiendo su propia cara positiva. En la modalidad deóntica, la
información se presenta de manera mitigada: el hablante no quiere poner en peligro su relación
con el interlocutor por la confrontación frontal de ideas, así protegiendo la cara positiva de este
interlocutor. En términos generales, la modalidad deóntica causa que la distancia entre el hablante y
su interlocutor no aumente, la modalidad epistémica distancia el hablante de la información que
presenta.
Los verbos imaginarse (o pt. imaginar) y temer (o pt. recear) también tienen unas funciones
pragmáticas muy particulares: con el verbo imaginarse, y sobre todo cuando vaya acompañado del
auxiliar poder, expresa una enorme empatía del hablante frente a su interlocutor. Con el uso de
este verbo, el hablante explícitamente señala que se ha desplazado de su punto de vista en la
conversación al punto de vista de su interlocutor, véase (13). Con respecto a la teoría de Brown y
Levinson (1987, véase 2.3.1), el hablante implica que, por el uso de este marcador de discurso, él
mismo puede desplazarse al punto de vista del interlocutor, y por eso se disminuye la distancia
entre ambos participantes. Se trata entonces de una estrategia para proteger la cara positiva del
interlocutor. Además, en cuanto a la variante no pronominal imaginar, Posio estipula que (2014:
12), “the verb imaginar ‘imagine’ typically serves to express cautious epistemic stance, modifying
an utterance that is not presented as an opinion or judgment of the speaker but rather as
something that the speaker is not quite sure about”. Esto se ejemplifica en (14).
(13)
Esto ha sido un tiempo muy difícil, ¿me imagino? (ejemplo mío)
(14)
Imagino que ustedes me siguen escuchando, ¿verdad? (Corpus de referencia de la
lengua española contemporánea, apud Posio 2014)
Nótese que en ambos ejemplos el marcador de discurso o bien casi exige una reacción del
interlocutor (13), o bien induce otra fórmula que lo haga (14). Con esto, vemos que este
marcador de discurso puede servir de fórmula para conversation management (Erman, 2000): una
forma de monitor social que invita al interlocutor de intervenir en el discurso.
23 | P á g i n a
El verbo temer, como señalado antes, estrictamente hablado no es un verbo cognitivo, pero
cuando miramos los papeles pragmáticos que suele desempeñar como marcador de discurso,
vemos que se parece mucho a otros miembros de este grupo de verbos. Primeramente, también
expresa una incertidumbre frente al contenido de la oración huésped, como lo hacen marcadores
como creo, pienso y me imagino. Además sirve un objetivo relacionado a la cortesía: indica que el
hablante sabe que la información incluida en la oración huésped es desagradable para el
interlocutor. En este caso se trata de una manera de proteger la cara negativa del interlocutor:
malas noticias pueden dañar la cara negativa del interlocutor, porque pueden indicar que sus
deseos estén impedidos. También pueden señalar que el hablante no esté de acuerdo con la
opinión de su interlocutor.
Como indicado en la parte sobre el verbo imaginar(se), los verbos PCU también pueden
desempeñar un papel en el conversation management (Erman, 2000), es decir, puede producir una
abertura en el discurso en lo que Sacks et al (1974) denominan transition relevance places, o sea
indican momentos en el discurso momentos en el discurso en los cuales se ha completado hasta
cierto punto un argumento y, por eso, en los cuales una interrupción se considera menos
descortés, incluso deseado por el hablante. Generalmente hablado, se trata de tag questions, o en la
literatura hispanohablante coletillas interrogativas, y se descubren dos maneras de que este proceso se
manifiesta: o bien se encuentra un OPR en posición inicial o medial, y la oración se finaliza con
una pregunta como p. ej. ¿verdad? o ¿no?; o bien la OPR se manifiesta al final de la oración
huésped, por escrito demarcado con puntos de interrogación, en el lenguaje hablado con una
entonación creciente. Examinado en la luz de la teoría de Brown y Levinson (1987), se trata de
invitar el interlocutor en la conversación, y darle la oportunidad de intervenir (Hand, 1993). Con
esta estrategia se protege la cara positiva de este interlocutor. Erman (2000: 1341) llama este
fenómeno la función de monitor social: el uso de un marcador de discurso para conseguir
interacción entre los participantes en la conversación.
Como señala Haegeman (2006), existen dos tipos mayores de tag questions o coletillas
interrogativas: el primer tipo se define como una verdadera pregunta, a la que se espera una
respuesta del interlocutor por una falta de certidumbre de la parte del hablante (15a), mientras
que el segundo tipo se caracteriza por el hecho de que se trate de una especie de pregunta
retórica: el hablante sabe muy bien que lo que dice es verdad, pero, para parecer modesto, pide la
afirmación de su interlocutor (15b). En Haegeman (2006: 132) se exemplifica como sigue:
(15)
a) Your brother was born on the 15th, wasn’t he?
b) That party was fun, wasn’t it? (Ejemplos sacados de Haegeman, 2006: 132)
24 | P á g i n a
Haegeman (2006) señala que estos dos tipos, que formalmente no tienen ninguna
distinción entre sí, se pueden destacar bastante fácilmente en el habla: el primer tipo se destaca
por su entonación cresciente, como la de una pregunta, mientras que el segundo tipo tiene una
entonación descreciente, como la de una frase declarativa. En cuanto a su pragmática, por otra
parte, estos dos tipos corresponden respectivamente con las funciones pragmáticas del marcador
de incertidumbre y del marcador de mitigación. Es por eso que el uso de una coletilla
interrogativa no se puede ver como un hecho aislado, sino que tenemos que combinar este
fenómeno con las funciones pragmáticas que desempeña.
2.4
Conclusión intermedia
En resumen, en el presente trabajo compararemos el español y el portugués con base en sus
respectivos tratamientos de los marcadores de discurso derivados de verbos cognitivos. En
primer lugar, hemos estudiado las características de las expresiones parentéticas más
generalmente en cuanto a su prosodia; su morfosintaxis interna y externa, o sea, respectivamente
su estructura interna y la manera de la cual se incorporan en su oración huésped; y a su aspecto
semántico-pragmático. Hemos visto que se trata generalmente de unidades que, con respecto a
estos tres aspectos, están de una manera u otra aisladas de su oración huésped. El lazo entre
expresión parentética por un lado y oración huésped por otro se encuentra en un nivel más
profundo que, por ejemplo, el lazo entre una oración subordinante y subordinada. Como dice
Schneider (2007), las expresiones parentéticas se encuentran más bien al nivel de adverbiales
oracionales.
Después hemos estudiado los verbos cognitivos en términos más específicos: ¿por qué están
candidatos tan buenos para el proceso de la gramaticalización hacia marcadores de discurso?
Como el alcance de este trabajo no puede ser todos los verbos cognitivos, primero hemos
adoptado el término complement-taking mental predicates (CTMPs) de Van Bogaert (2010) para
denominar estos verbos que denoten una actividad mental y que en su red argumental tengan un
complemento (normalmente de objeto directo). Lo que según Simons (2007) hace que la
gramaticalización de estos CTMPs sea posible, es el proceso de slifting: la elevación de la oración
subordinada al nivel de la oración principal, para que el verbo que antes era el verbo subordinante
se quede en la periferia. La posibilidad de producir este proceso lo tienen en común los verbos
PCU (perceptive, cognitive and utterance verbs, Givón, 1993). Schneider (2007) denomina el
resultado de este slifting como reduced parenthetical clauses (RPC), o oraciones parentéticas reducidas
(OPR).
25 | P á g i n a
A continuación, hemos estudiado los verbos esp. creer/pt. achar, imaginar(se) y esp. temer/pt.
recear en cuanto a sus respectivos desarrollos semánticos y a sus peculiaridades sintácticas. Hemos
así descubierto que todas las estructuras que sufrieron el proceso de slifting tienen unos rasgos
sintácticos en común, y los tienen en común con todo elemento que sufrió el proceso de
gramaticalización. Por eso, hemos echado un vistazo en las cinco características principales que se
asocian con este proceso: la fijación de la forma, el empobrecimiento sintáctico, el blanqueo semántico, la
recategorización o el reanálisis y la subjetivización o incluso intersubjetivización.
Después de este estudio del fenómeno de gramaticalización, hemos visto las consecuencias
concretas de este fenómeno en los verbos en los cuales se centra este trabajo. Visto que las OPR
se consideran principalmente como elementos pragmáticos, interaccionales e interpersonales
(Dendale y Van Bogaert, 2012), cabe mirar en más detalle el concepto de la cortesía, un concepto
central cuando estudiamos elementos interpersonales. La obra de Brown y Levinson (1987) nos
da una buena idea de lo que es la cortesía: es un conjunto de estrategias que se utilizan para
invertir en la relación entre un hablante y su interlocutor. En términos generales se trata de
avoidance based strategies, es decir estrategias para evitar una confrontación frontal entre los
participantes en la conversación; y approach based strategies, o sea estrategias para enfatizar la
relación entre los participantes.
Las OPR se pueden explicar mediante una mezcla de las dos categorías de estrategias: es muy
poco frecuente que un marcador de discurso solo sirva un objetivo, sino que muchas veces se
trata de una estrategia predominante, acompañada de otras más marginales. Vemos que creo puede
utilizarse como estrategia para proteger la cara positiva del hablante, lo que Martín Zorraquino y
Portolés (1999) llaman la modalidad epistémica: con este uso de creo se señala que el hablante no está
seguro de lo que dice, y que quiere protegerse contra errores por su parte. Otro uso de creo, por
otro lado, es el de lo que Holmlander (2006) llama la afirmación atenuada, una mitigación de lo
enunciado para evitar una confrontación de ideas entre los participantes. Vemos en la literatura
que los verbos imaginar(se) y temer tienen funciones pragmáticas similares, pero con diferentes
matices: imaginar(se) se centra en la empatía, y entonces en la protección de la cara positiva del
interlocutor, mientras que temer se centra en el hecho de que el hablante introduzca una mala
noticia, entonces enfocándose en la cara negativa del interlocutor.
26 | P á g i n a
En lo que sigue, investigaremos en qué funciones los marcadores de discurso originados en
CTMPs aparecen en el uso real de la lengua. Compararemos el español y el portugués en este
respecto, tanto en un corpus escrito10 como en un corpus hablado.
10
Aunque las novelas de Harry Potter estrictamente hablado son un corpus escrito, en los diálogos (que son nuestra
mayor fuente de información en cuanto a estas novelas) se trata de una representación por escrito de conversaciones,
y no se puede considerar como un medio puramente escrito.
27 | P á g i n a
3. Desde la teoría hacia el uso real
En la segunda parte del presente trabajo examinaremos cómo se comportan en el uso real los
verbos cognitivos, y más específicamente, los CTMPs (complement-taking mental predicates) cuando se
utilizan como marcadores de discurso. Primero, cabe explicar cómo se abarcará este estudio de
corpus: ¿ cuáles son las formas investigadas? ¿ Según qué parámetros serán examinadas? Después,
cabe describir en qué corpus se estudiará este uso real. Presentaremos brevemente los corpus que
hemos estudiado para este trabajo, y después entraremos en los resultados del estudio empírico
mismo.
3.1.
Metodología del estudio de corpus
Antes de examinar en detalle las formas estudiadas en el uso real a través de corpus,
explicaremos qué verbos examinaremos, qué formas estudiaremos en este segundo apartado, y
según qué parámetros se examinarán.
3.1.1 Parámetros para la investigación
En primer lugar, hace falta describir cuáles son los lexemas que pretendemos examinar. Cabe
señalar de antemano que no investigaremos verbos monovalentes, o sea, verbos que no tengan en
su estructura argumental un objeto directo. Como hemos descrito en 2.1.2, nuestro enfoque se
ubicará en los CTMPs, o complement-taking mental predicates (Van Bogaert, 2010). Con eso excluimos
lexemas como reflexionar o cogitar. Cabe destacar que la mayoría de los verbos investigados suelen
tener un objeto directo bajo la forma de una oración subordinada completiva o infinitiva (aunque,
por la falta de un verbo conjugado, esta última variante no se convierte muy fácilmente en una
oración huésped para una expresión parentética, exige un cambio bastante fuerte en la estructura
de la oración). Más concretamente, se describirá cómo se presentan en el uso real las formas esp.
creo/pt. acho, (me) imagino y esp. (me) temo/pt. receio.
En segundo lugar, es necesario delimitar nuestro campo de estudio con respecto a las formas
estudiadas: en nuestro estudio solo nos focalizaremos en verbos conjugados en primera persona
del singular. Con eso excluimos el marcador de discurso muy frecuentemente usado sabes, porque
un análisis de las funciones semántico-pragmáticas de este marcador nos llevaría demasiado lejos:
se trata de una forma con muchas funciones interaccionales y conversacionales que no
encontramos en las otras formas por estudiar. Esta forma exige un estudio separado que no se
incluirá aquí.
28 | P á g i n a
Además, aunque las formas que pretendemos examinar estén gramaticalizadas, admitimos
cierto grado de variación en las ocurrencias de los CTMPs: según Van Bogaert (2010: 401),
variaciones de información respecto a tiempo, aspecto o modo (TAM) no impiden que una
estructura sea gramaticalizada. Por eso, dentro de nuestro corpus incluimos otros tiempos
verbales, e incluso auxiliares que señalen otro modo, como poder. También admitimos que un
pronombre personal sujeto (que en otros contextos suele faltar) sea presente, y cuando lo es,
también hemos incluido variaciones en el orden de los elementos (sujeto antepuesto o
pospuesto).
Cabe señalar que hemos incluido en nuestra investigación todas posiciones posibles del
marcador de discurso dentro de la oración huésped. Estamos conscientes de que en posición
inicial11, el marcador de discurso toma la forma de un verbo subordinante que tiene como objeto
directo la oración subordinada, en vez de que falte este objeto directo (la idea central de la noción
oraciones parentéticas reducidas de Schneider (2007)). Sin embargo, como hemos señalado en 2.2.1,
casos de este fenómeno son testigos de un paso anterior en el proceso de la gramaticalización, es
decir, un paso en el cual el marcador de discurso todavía no ha tenido un movimiento hacia la
periferia de la oración (antes de que ha tomado lugar el proceso de slifting). Se ve muy bien en el
inglés (con el hecho de que la conjunción que puede estar o no) que se trata de un proceso gradual
cuyos pasos no se pueden examinar separadamente, sino que cada paso se debe considerar
necesario para examinar el proceso completo. Cuando en el estudio empírico queremos incluir
expresiones al inicio de la oración, hablaremos de marcadores de discurso en sentido amplio. Cuando
deliberadamente queremos excluir estas expresiones, se utilizará la denominación marcadores de
discurso en sentido estricto12.
En el estudio de corpus sobre todo nos focalizaremos en los parámetros siguientes: posición
del marcador de discurso dentro de la oración huésped (inicial, medial o final), la presencia o
ausencia de un pronombre personal sujeto explícito y la posición de este con respecto a la forma
verbal y el valor pragmático como lo hemos descrito en 2.3.2. Más concretamente, hemos
investigado si se trata de un uso del marcador de discurso como instrumento para indicar
mitigación, incertidumbre o una opinión. Para los verbos imaginar y temer/recear el uso como
11
Cabe enfatizar que con el término posición inicial denominamos cada ocurrencia que esté al inicio de la oración
huésped, y no necesariamente al inicio de la frase: puede ser que la oración huésped en realidad ya p. ej. es una
oración subordinada o sigue una conjunción coordinante. Hablamos entonces solamente de su posición con respecto
a la oración que comenta.
12 Estamos conscientes de que la denominación marcador de discurso puede causar polémica, pero en este trabajo
queremos examinar el proceso de verbo pleno hacia marcador de discurso en su totalidad. Según destaca Schneider
(2007), CTMPs que pragmáticamente se encuentran al mismo nivel que los content disjuncts, pueden considerarse
marcadores de discurso sin tener en cuenta su forma o su posición en la oración.
29 | P á g i n a
marcador de discurso que indica empatía (para imaginar como estrategia de la cara positiva, para
temer como estrategia para proteger la cara negativa) también se incluye en los resultados. Como
hemos explicado en 2.3.2, también existen ejemplos en los cuales el marcador de discurso o bien
introduce (16a) o bien es una coletilla interrogativa (16b), o en la literatura anglosajona tag question:
(16)
a) Creo que no me he presentado, ¿verdad? (Rowling, 1997: 86)
b) Usted ha recibido mi nota, ¿creo? (Rowling, 2003: 324)
En el caso del uso como coletilla interrogativa, sin embargo, se combina siempre con una
indicación de mitigación, incertidumbre o opinión. Por eso incluimos en combinación con qué
otra función pragmática lo hemos encontrado. Además, cabe destacar que para los verbos
imaginar y temer/recear hemos incluido si, cuando el marcador de discurso se encuentre al inicio de
la oración huésped, el verbo en la oración completiva está en indicativo o subjuntivo, porque el
modo del verbo subordinado puede darnos una idea más clara de en qué medida se ha
completado el proceso de gramaticalización13.
3.1.2 Los corpus usados para el estudio empírico
Para una primera parte de la investigación de corpus, hemos comparado las traducciones de
las novelas de Harry Potter al español y al portugués14. Las novelas de Harry Potter son vehículos
ideales para investigar fenómenos del lenguaje hablado en una primera fase, porque contienen
muchos diálogos en varios registros sociolingüísticos en lenguaje bastante moderno y accesible
(los libros están publicados entre 1997 y 2007). Además de esto, están traducidas en más de 72
lenguas y la saga integral contiene (en la edición originaria inglesa) en total 3407 páginas, o más de
un millón de palabras. El estudio de diferentes traducciones de un mismo texto (o un mismo
conjunto de textos) es ideal para comparar en una primera fase dos lenguas, porque se trata del
mismo texto de base (el mismo tamaño, un contenido igual etc.). Cabe señalar que es importante
que se trate de dos textos que son traducciones de otro texto, y no de un texto originario en que
se ha basado una traducción, porque puede haber influencia de la lengua de origen del texto a los
resultados que encontramos en la traducción (véase 3.1.3).
Las novelas de Harry Potter proveen entonces un corpus extenso, que facilita una investigación
interlingüística entre muchas diferentes lenguas, por la abundancia de buenas traducciones que se
han hecho a lo largo de los años después de su publicación. Sin embargo, todavía se trata de
13 Según señala Schneider (2007), cuando el verbo subordinado mantenga el modo subjuntivo en la mayoría de los
casos tal como lo hacía en el caso del verbo pleno, esto indica que el proceso de gramaticalización está en una fase
inicial, porque el blanqueo semántico y el empobrecimiento sintáctico están por ocurrir.
14 Cabe señalar que hemos eligido las traducciones al español peninsular y el portugués europeo para eliminar la
posibilidad de comparar elementos que no sean comparables.
30 | P á g i n a
lenguaje escrito, que solo pretende reflejar un diálogo hablado. Por eso tengamos en mente que
estamos examinando un diálogo artificial, primero porque se trata de una traducción (que puede
contener influencias de la lengua de origen) y segundo porque es un diálogo ficticio, que además
se trasmite por escrito, y por eso la investigación de las novelas de Harry Potter solo es un primer
paso, que se debe seguir de un segundo. Esperamos encontrar los marcadores de discurso en la
transcripción de diálogos, porque el fenómeno que pretendemos estudiar es muy típico del
lenguaje hablado (o su representación en lenguaje escrito) semiinformal hasta informal. Además,
el fenómeno en cuestión se define por intersubjetividad, un parámetro que generalmente no se
halla en textos descriptivos.
Para el estudio de los corpus orales, hemos consultado el subcorpus oral del Corpus de
Referencia del Español Actual (CREA), que consiste de más de 9.000.000 palabras procedentes de
1.600 documentos, y el subcorpus oral del Corpus de Referência do Português Contemporâneo (CRPC),
un conjunto de 140 entrevistas, que contiene 106.488 palabras en total. Hemos limitado nuestra
búsqueda diatópicamente a la península ibérica, a saber, a las variantes español peninsular y
portugués europeo, y diacrónicamente a más o menos el mismo período del cual proceden las
traducciones de Harry Potter, a saber, a finales del siglo XX. Visto que se trata de transcripciones
de fragmentos de habla real, hemos filtrado los ejemplos que no resultaran fluidos, o sea, que
tuvieran demasiadas hesitaciones para tener sentido investigarlos. Como cada corpus tiene otros
parámetros adicionales, hemos optado describir más en detalle qué parámetros hemos adoptado
además de estos más generales en el apartado correspondiente.
3.1.3 Observaciones previas
Antes de empezar con los resultados de nuestra investigación, cabe señalar una
observación previa en cuanto al uso de traducciones para la comparación lingüística. Amouzadeh
& House (2010) describen el fenómeno de covert translation: este fenómeno se produce cuando un
texto en una lengua (la llamada lengua de origen) causa estructuras sintácticas o semánticas
anormales15 para la lengua meta en la traducción del mismo texto. Por ejemplo, en inglés la
presencia del sujeto explícito es obligatoria, y por eso puede causar que, en un texto traducido del
inglés (o cualquier otra lengua que tenga el sujeto explícito obligatorio) al español (o cualquier
15
Muchas veces se trata de una diferencia llamativa en la frecuencia de uso: se puede usar una estructura sintáctica
marcada para la lengua meta que nol o sea para la lengua de origen. Este uso excesivo de la estructura marcada en
vez de la estructura ‘por defecto’ se causa por una transferencia entre la lengua de origen y la lengua meta. Cabe
enfatizar, sin embargo, que también es posible la introducción por transferencia de una nueva estructura que no se
use en la lengua meta. No obstante, este fenómeno no se ve tanto en traducciones profesionales como las que
manejamos para este estudio.
31 | P á g i n a
lengua que pueda suprimir el sujeto explícito, las llamadas lenguas pro-drop16) contenga los
pronombres sujeto que en un texto originariamente escrito en español normalmente no estarían.
Es por este fenómeno que no es aconsejable, para investigaciones lingüísticas, comparar dos
textos en dos lenguas diferentes, cuando uno de los cuales sea una traducción del otro, porque la
lengua de origen puede haber tenido influencia en el texto en la lengua meta, así corrumpiendo la
investigación comparativa. Como trabajamos con traducciones profesionales, este efecto tendría
que ser minimalizado, pero no se puede excluir.
Además cabe destacar que, en la ausencia del contexto de habla, sin la entonación y sin
saber como se puede caracterizar la relación entre el hablante y su interlocutor, pueden existir
diferentes interpretaciones de los marcadores de discurso. Sin una idea unívoca de las intenciones
del hablante es muy difícil, hasta imposible, explicitar una interpretación blanquinegra del
marcador de discurso. Además, como hemos señalado en 2.3.2, casi nunca se usa una sola
estrategia, sino que hay varias estrategias que suelen cooperar entre sí. Para el análisis que sigue,
hemos incluido la estrategia principal que se parece manejar.
3.2
Los resultados
Para lo que sigue, manejaremos la estructura siguiente: primeramente presentaremos los
resultados de la investigación de las novelas de Harry Potter, empezando con los resultados que
nos dio el español, después los del portugués. Por razones de claridad se dedicará un apartado a
cada una de las formas verbales que investigamos. Segundo, ya trataremos de descubrir algunas
tendencias en el uso de los marcadores de discurso y de ver unas diferencias entre ambas lenguas
investigadas. También investigaremos si hay correlaciones entre el uso de ciertas formas y el uso
de cierta función. Después haremos una investigación similar en los corpus orales de ambas
lenguas. Además, para mantener una vista general sobre los dados, incluimos unas tablas para
visualizar los resultados de nuestra investigación. En las tablas se presenta tanta la frecuencia
absoluta como la relativa. Estamos conscientes de que la representación de una muestra bastante
pequeña como la nuestra en porcentajes no representa muy bien los dados, pero lo hacemos para
poder comparar muestras de diferentes tamaños más fácilmente.
3.2.1 Harry Potter
En este primer apartado de resultados, se estudiarán los resultados de la investigación de
corpus que se ha hecho con base en las traducciones de las novelas de Harry Potter. Como ya
dicho, miraremos primero el español y después el portugués, haciendo una clara distinción entre
16
Término procediente de Chomsky (1981) para denotar una lengua en la cual no es obligatoria la presencia de un
pronombre personal de sujeto explícito. Ejemplos de lenguas pro-drop son el español, el portugués y el italiano.
32 | P á g i n a
las diferentes formas estudiadas. Esta investigación se basa en la morfosintaxis interna (es decir, la
estructura del marcador de discurso mismo, véase 2.1.1), en la morfosintaxis externa (es decir, la
manera de que se insiere el marcador de discurso en su oración huésped, véase 2.1.1) y en la
pragmática. Más concretamente, investigaremos si se explicita el pronombre personal sujeto yo, y
cuando lo haga, si se antepone o pospone a la forma verbal; dónde se insiere el marcador de
discurso en la oración huésped (posición inicial17, medial o final), y cuáles son sus funciones
pragmáticas (véanse 2.3.2).
3.2.1.1
Español
3.2.1.1.1
Creo
Para el marcador de discurso creo se han encontrado 133 ocurrencias en total en las
novelas de Harry Potter, 6 de los cuales tenían el pronombre personal sujeto explícito, todos de los
cuales antepuestos (véase Tabla 1). En cuanto a la posición con respecto a la oración huésped,
podemos decir lo siguiente: 97 ejemplos se ubicaban en posición inicial, a saber, como el verbo
subordinante, acompañado de la conjunción que, y la oración que tradicionalmente consideramos
la oración huésped se manifiesta como oración subordinada de complemento. En total había 36
ocurrencias de marcadores de discurso en su sentido estricto, es decir, formas que se comportan
como elemento extraoracional, 11 de los cuales en posición medial y 25 en posición final (para
una visualización de los dados presentados, véase Tabla 2).
Pronombre personal de sujeto
Cero
Explícito
- Antepuesto
- Pospuesto
Total
Tabla 1
127
6
6
0
133
95,5%
4,5%
4,5%
Posición dentro de la oración huésped
Inicial
Medial
Final
Total
Tabla 2
97
11
25
133
72,9%
8,8%
18,8%
100%
100%
17
Nótese que en el caso de la posición inicial no se trata de un marcador de discurso en sentido estricto, sino de un
verbo subordinante. Sin embargo, como se trata de las mismas funciones semántico-pragmáticas, incluimos las
formas que estén al inicio de la oración huésped como verbo subordinante. Además, como ya hemos señalado, no
necesariamente se trata de una posición inicial absoluta, sino de la posición inicial dentro de la oración huésped que
pertenece al alcance del marcador de discurso.
33 | P á g i n a
Nótese que apenas se presentan sujetos explícitos, y todos están antepuestos. Además, la
mayoría de las ocurrencias se presentaba en posición inicial, entonces no como marcador de
discurso en sentido estricto. Todas las ocurrencias de un pronombre personal de sujeto explícito
estaban en posición inicial. En nuestra muestra, no se presenta ningún ejemplo del marcador de
discurso en sentido estricto con sujeto explícito.
En cuanto a los usos pragmáticos, podemos decir que los resultados están más
heterogéneamente distribuidos (véase Tabla 3): hemos encontrado 44 ejemplos en los cuales se
utilizaba la forma verbal como mitigador de la oración huésped, uno de los cuales se presentaba
bajo la forma de una coletilla interrogativa, otro de los cuales se presentaba como verbo principal
y seguido de una coletilla interrogativa, a saber ¿no te parece?. En 62 de los ejemplos, la forma
verbal creo indicaba incertidumbre de la parte del hablante frente al contenido de la oración
huésped. Seis de estos ejemplos tenían una coletilla interrogativa (los casos concretos varían entre
¿no?, ¿no te parece?, ¿verdad? y ¿no es así?), y uno usaba la forma verbal mismo como coletilla verbal.
Por fin, en 25 de los casos, el marcador de discurso (en sentido amplio) indica que el hablante da
su opinión en la oración huésped. En estos últimos no hemos encontrado ninguna ocurrencia de
coletillas interrogativas.
Función pragmática
44
33,1%
- Como coletilla interrogativa
1
0,8%
- Con coletilla interrogativa
1
0,8%
62
46,6%
- Como coletilla interrogativa
1
0,8%
- Con coletilla interrogativa
6
4,5%
25
18,8%
133
100%
Mitigación
Incertidumbre
Opinión
Total
Tabla 4
3.2.1.1.2
Imagino
Con respecto al verbo imaginar(se), en las novelas de Harry Potter hemos encontrado 24
correspondencias. Solo uno de estos se presentaba con un pronombre personal de sujeto
explícito, y este se ubicaba delante del verbo (Tabla 4). 19 de las correspondencias se presentaban
con el pronombre reflexivo me (Tabla 5). Con este verbo también vemos, como con el verbo creer,
que en la mayoría de los ejemplos la forma verbal se comportaba como verbo pleno
34 | P á g i n a
subordinante, a saber en 18 de los 24 casos. En un solo caso se trataba de una posición medial, y
en cinco correspondencias el marcador de discurso se encontraba al final de la oración (Tabla 6).
Pronombre personal de sujeto
23
95,8%
Explícito
1
4,2%
- Antepuesto
1
4,2%
- Pospuesto
0
Cero
24
100%
Con pronombre reflexivo me
19
79,2%
Sin pronombre reflexivo me
5
20,8%
24
100%
Inicial
18
75%
Medial
1
4,2%
Final
5
20,8%
Total
24
100%
Total
Tabla 4
Pronombre reflexivo me
Total
Tabla 5
Posición dentro de la oración huésped
Tabla 6
Nótese que este verbo, aunque exista la posibilidad de presentarse sin el pronombre
reflexivo me, en la mayoría de los casos el verbo imaginar se ve acompañado por el pronombre
reflexivo.
La pragmática de este verbo sigue más o menos una tendencia parecida a la que hemos
visto en los ejemplos para el verbo creer (véase Tabla 7), aunque falte una matiz que sí hemos
encontrado con este verbo: la de la indicación de la opinión del hablante frente al contenido de la
oración huésped. Como indicado en 3.1.1, en esta muestra también hemos buscado ejemplos de
usos de este marcador de discurso como indicación de empatía, pero dentro de nuestra muestra
no había ningún ejemplo de este uso. Al otro lado, descubrimos que once de las
correspondencias muestran un uso como mitigador del contenido de la oración huésped, cuya
una funciona como coletilla interrogativa, y otra se ve acompañada de la coletilla ¿no?. En trece de
35 | P á g i n a
los casos, se trata de una indicación de incertidumbre, y en dos de estos va acompañado de una
coletilla interrogativa (¿no? y ¿no crees?).
Función pragmática
Mitigación
11
45,8%
-
Como coletilla interrogativa
1
4,2%
-
Con coletilla interrogativa
1
4,2%
13
54,2%
Incertidumbre
-
Como coletilla interrogativa
0
0%
-
Con coletilla interrogativa
2
8,3%
Opinión
0
0%
Empatía
0
0%
24
100%
Total
Tabla 7
3.2.1.1.3
Temo
Para el verbo temer, descubrimos de nuevo una tendencia parecida, además, las diferencias
llamativas están más demarcadas que en el caso de los otros verbos: solo surge una
correspondencia que tiene el sujeto explícito, que de nuevo está ubicado delante de la forma
verbal (véase la Tabla 8). Como hemos visto con el verbo imaginar, se usa mayoritariamente la
variante con el pronombre reflexivo, más concretamente en 39 de los casos (Tabla 9). En la
mayoría de los casos, a saber en 38 de las 41 correspondencias, vemos que el marcador de
discurso en sentido amplio se encuentra en posición inicial, en un solo caso en posición medial
dentro de la oración huésped, y en dos casos se encuentra al final de la oración que comenta
(Tabla 10). Cabe señalar que, contrariamente a lo que se podría esperar, el verbo temer en ninguno
de los casos se veía acompañado de un subjuntivo en la oración subordinante. Esto puede indicar
que esta forma del verbo está gramaticalizándose rápidamente.
Pronombre personal de sujeto
40
97,6%
Explícito
1
2,4%
-
Antepuesto
1
2,4%
-
Pospuesto
0
0%
41
100%
Cero
Total
Tabla 8
36 | P á g i n a
Pronombre reflexivo me
Con pronombre reflexivo me
39
95,1%
Sin pronombre reflexivo me
2
4,9%
41
100%
Inicial
38
92,7%
Medial
1
2,4%
Final
2
4,9%
Total
41
100%
Total
Tabla 9
Posición dentro de la oración huésped
Tabla 10
En cuanto a las funciones pragmáticas podemos decir que hay algunas diferencias
llamativas en cuanto al uso del marcador de discurso temo frente a los demás marcadores que
hasta ahora hemos investigado (véase Tabla 11). En primer lugar, en esta muestra no había
ningún ejemplo de coletillas interrogativas que o bien se construyeron del verbo en cuestión, o
bien fueron introducidos por el verbo estudiado, como era el caso con los verbos que hemos
estudiado previamente. Hemos descubierto que la función como marcador de incertidumbre está
mucho más limitado frente a los otros verbos: solo hay 7 correspondencias que muestran este uso
como enfoque principal. Además, la función de marcador de empatía tiene muchas
correspondencias con este verbo en particular: dentro de nuestra muestra de 41 ejemplos había
15 ejemplos de este uso. Había dos usos que sobre todo indicaban la opinión del hablante. En 17
casos se trataba de un uso principal como marcador de mitigación.
Función pragmática
17
41,5%
Incertidumbre
7
17,1%
Opinión
2
4,9%
Empatía
15
36,6%
Total
41
100%
Mitigación
Tabla 11
37 | P á g i n a
3.2.1.2
Portugués
3.2.1.2.1
Acho
En la muestra que para el portugués hemos investigado, había un total de 138
correspondencias, entonces resulta que esta muestra es bastante comparable con la que tenemos
para el español. Entre las 138 correspondencias, hemos encontrado 15 casos en que el sujeto
estaba explicitado mediante el pronombre personal eu, y en todos de estos casos se trataba de
anteposición con relación al verbo (Tabla 12). Con respecto a la posición del marcador de
discurso en sentido amplio dentro de su oración huésped no hemos encontrado sorpresas
grandes: tanto como en español, en la mayoría de los ejemplos se trataba de una posición inicial, a
saber en 120 de los 138 casos. En tres casos el marcador de discurso se situaba en el medio de la
oración huésped, y en quince casos al final (Tabla 13).
Pronombre personal de sujeto
123
89,1%
Explícito
15
10,9%
-
Antepuesto
15
10,9%
-
Pospuesto
0
0%
138
100%
Inicial
120
86,9%
Medial
3
2,2%
Final
15
10,9%
Total
138
100%
Cero
Total
Tabla 12
Posición dentro de la oración huésped
Tabla 13
Dentro de nuestra muestra de la lengua portuguesa, también hemos mirado cuales son los
papeles pragmáticos que el marcador de discurso en cuestión, a saber acho, desempeña con
relación a su oración huésped (véase Tabla 14). En primer lugar, vemos que hay 39
correspondencias que indican la mitigación de la información compartida por la parte del
hablante. Uno de estos ejemplos contenía una coletilla interrogativa, y el caso de otro ejemplo
podemos decir que el marcador mismo sirve tanto de mitigador como de coletilla interrogativa.
En segundo lugar, había 53 casos en los cuales el marcador de discurso expresaba incertidumbre
de la parte del hablante. El número más sorprendiente es el de las expresiones de opinión, a saber
38 | P á g i n a
46. Este número es considerablemente más elevado que en español. En 0 trataremos de proveer
una explicación para este fenómeno.
Función pragmática
Mitigación
39
28,3%
-
Como coletilla interrogativa
1
0, 7%
-
Con coletilla interrogativa
1
0,7%
Incertidumbre
53
38,4%
Opinión
46
33,3%
-
Como coletilla interrogativa
0
0%
-
Con coletilla interrogativa
1
0,7%
138
100%
Total
Tabla 14
3.2.1.2.2
Imagino
En las traducciones portuguesas de las novelas de Harry Potter hemos encontrado 39
correspondencias para el verbo imaginar. En cuanto a la sintaxis interna podemos decir que solo
dos correspondencias se presentaban acompañadas de un pronombre personal de sujeto
explícito, ambos de los cuales se ubicaba delante de la forma verbal (Tabla 15). En cuanto a la
sintaxis externa (Tabla 16) hemos encontrado 33 de las ocurrencias en posición inicial con
respecto a su oración huésped, una en posición medial y cinco en posición final. Con respecto a
los casos que se encontraban en posición inicial cabe destacar que, contrariamente a sus
equivalentes españoles, 20 de estas correspondencias se presentaban con una oración
subordinada con subjuntivo. Otra diferencia llamativa con el corpus español es que en portugués
el verbo imaginar no se sirve de un pronombre reflexivo.
Pronombre personal de sujeto
37
94,9%
Explícito
2
5,1%
-
Antepuesto
2
5,1%
-
Pospuesto
0
0%
39
100%
Cero
Total
Tabla 15
39 | P á g i n a
Posición dentro de la oración huésped
Inicial
33
84,6%
- Con subjuntivo en la oración huésped
20
51,3%
- Con indicativo en la oración huésped
13
33,3%
Medial
1
2,6%
Final
5
12,8%
Total
39
100%
Tabla 16
En cuanto al aspecto pragmático de este marcador de discurso (Tabla 17) podemos decir
que los resultados siguen en términos generales las tendencias que hemos visto en la muestra del
español, con una excepción importante: dentro de nuestra muestra portuguesa hemos encontrado
8 usos de este verbo como indicador de empatía, un uso que no se presentaba en la muestra
española. Por lo demás, había 14 ejemplos en los que se usaba la forma verbal imagino para indicar
una mitigación de la información dada en la oración huésped, uno de los cuales se presentaba con
una coletilla interrogativa (¿não é?). Además, se presentaban 17 casos en los que se trataba de una
indicación de incertidumbre, y en uno de estos el marcador de discurso se usaba como coletilla
interrogativa. Tanto como en español, no había ningún ejemplo que exprima que se trata de la
opinión del hablante.
Función pragmática
Mitigación
14
35,9%
-
Como coletilla interrogativa
0
0%
-
Con coletilla interrogativa
1
2,6%
17
43,6%
Incertidumbre
-
Como coletilla interrogativa
1
2,6%
-
Con coletilla interrogativa
0
0%
Opinión
0
0%
Empatía
8
20,5%
39
100%
Total
Tabla 17
Cuando estudiamos la forma del marcador de discurso y la función pragmática en
combinación, es sobre todo interesante mirar con qué usos pragmáticos del verbo coincide más
frecuentemente el uso del subjuntivo en la oración huésped (Tabla 18). Es lógico que eso
40 | P á g i n a
dependa principalmente de la posición del marcador de discurso dentro la oración huésped: solo
si el verbo está en posición inicial, se puede dar un subjuntivo en la oración huésped por las
características del verbo principal18. Para el uso del marcador de discurso como mitigador, había
13 correspondencias de las 14 en posición inicial, de las cuales 10 se presentaban con subjuntivo.
Para el marcador de incertidumbre, había 5 correspondencias que exigían subjuntivo en un total
de 14 ocurrencias en posición inicial. De los seis casos en los que el marcador empático se
presenta en posición inicial de oración, cinco casos se veían acompañados de un subjuntivo en la
oración subordinante.
Función y forma
Mitigador
14
-
13
92,8%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
10
76,9%
•
Con indicativo
3
23,1%
Incertidumbre
17
-
14
82,4%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
5
35,7%
•
Con indicativo
9
64,3%
Empatía
8
-
6
75%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
5
83,3%
•
Con indicativo
1
16,7%
Tabla 18
3.2.1.2.3
Receio
Para el verbo portugués recear solamente había 31 ejemplos en las novelas de Harry Potter,
y en cuanto a la forma no había mucha variabilidad: todas las correspondencias se encontraban en
posición inicial. Solo dos correspondencias tenían un pronombre personal de sujeto explícito, y
ambos antepuestos al verbo. En 25 de los ejemplos, el verbo principal iba seguido de una oración
completiva cuyo verbo se conjugaba en subjuntivo. Todos estos fenómenos pueden indicar que
este verbo no está sufriendo el proceso de slifting (Simons, 2007): la persistencia como verbo
principal en vez de desplazarse a la periferia de la oración, y el lazo aparente entre las
18
Sí es posible que haya un subjuntivo en la oración huésped si el marcador de discurso no está en posición inicial,
pero en casos como estos el uso del subjuntivo no está regido por el marcador de discurso, sino por otro elemento
en la oración, y por eso no es pertinente a nuestra investigación.
41 | P á g i n a
características sintáctico-semánticas del verbo principal y el verbo subordinado son ambos
indicios que nos dirigen en esta dirección.
Cuando examinamos las funciones pragmáticas que desempeña el verbo recear en las
novelas de Harry Potter, vemos que la función principal es la de mitigar el contenido de la oración
huésped: en 20 de los 31 casos se trata de este uso. Al uso empático (véase 2.3.2) se dedican 6 de
los ejemplos, 4 de las correspondencias sobre todo indican la matiz de incertidumbre de la parte
del hablante frente al contenido de la oración principal, y en uno de los casos se trata de una
indicación de la opinión del hablante (Tabla 19).
Función pragmática
20
64,5%
Incertidumbre
4
12,9%
Opinión
1
3,2%
Empatía
6
19,4%
31
100%
Mitigación
Total
Tabla 19
Para el verbo recear encontramos una situación parecida a la que hemos visto con el verbo
imaginar en portugués: se puede utilizar el modo subjuntivo para el verbo subordinado cuando el
CTMP está en posición inicial. Es interesante mirar con qué funciones pragmáticas se combina
más frecuentemente el subjuntivo. Visto que en la muestra de Harry Potter con respecto a la
posición dentro de la oración huésped solamente hemos encontrado ejemplos de marcadores de
discurso en posición inicial, no se incluirán aquí las cantidades de expresiones en posición inicial,
porque esta cantidad corresponde con la cantidad total de correspondencias con la función
pragmática en cuestión (Tabla 20). Para el mitigador se trata de 16 ejemplos de los 20 que se ven
acompañados del subjuntivo, para el uso como marcador de incertidumbre hemos apuntado 3 de
las 4 correspondencias, y para el marcador de empatía hemos notado que todos los ejemplos se
servían del subjuntivo.
42 | P á g i n a
Función y forma
20
Mitigador
•
Con subjuntivo
16
80%
•
Con indicativo
4
20%
4
Incertidumbre
•
Con subjuntivo
3
75%
•
Con indicativo
1
25%
6
Empatía
•
Con subjuntivo
6
100%
•
Con indicativo
0
0%
Tabla 20
En lo que sigue, compararemos ya estos primeros resultados del español y del portugués
entre sí, y miraremos también cómo se relacionan los diferentes marcadores de discurso entre sí,
tanto inter- como intralingüísticamente.
3.2.1.3
Conclusión intermedia
Cuando examinamos los resultados que nos daban las novelas de Harry Potter desde una
perspectiva más generalizante, podemos sacar unas conclusiones en cuanto a la forma y a la
función de los marcadores de discurso estudiados, tanto con respecto a las dos lenguas de manera
separada, como con respecto a la comparación interlingüística.
Primero, cuando miramos la sintaxis interna de los marcadores de discurso, vemos que
en ambas lenguas se puede descubrir una tendencia general: en total, solo 27 correspondencias de
las 404 aparecía con sujeto explícito, y en todos los casos de un pronombre personal de sujeto
explícito este pronombre adelantaba al verbo. En más de la mitad de estas correspondencias con
sujeto explícito, a saber en 15 casos, de trata del CTMP portugués acho.
Segundo, en cuanto a la sintaxis externa, es decir, la manera de que se insiere el CTMP en
la oración huésped, también descubrimos una tendencia generalizante para ambas lenguas: en 337
correspondencias sobre un total de 404, el CTMP se ubicaba en posición inicial, que para todos
los verbos investigados, parece ser la posición por defecto del CTMP. En 17 casos el CTMP se
encontraba en posición medial, así interrumpiendo su oración huésped. En 11 de estas
correspondencias en posición
medial, se trata del verbo español creo, y en 3 casos de su
equivalente portugués acho. Por último, vemos que en 50 casos el CTMP se encuentra en posición
final.
43 | P á g i n a
En español, para los verbos imaginar y temer existe la posibilidad de utilizar el verbo con o
sin el pronombre reflexivo sin grandes alteraciones en la semántica del verbo. Vemos dentro de
nuestra muestra una gran preferencia a la forma pronominal: tanto para imaginar como para temer
es muy frecuente la forma pronominal. Este es un fenómeno que no vale para el portugués: en
esta lengua siempre se usan sin el pronombre reflexivo.
En portugués, por otro lado, los verbos imaginar y recear pueden seguirse de un subjuntivo
cuando se encuentran en posición inicial, entonces cuando formalmente se comportan como un
verbo subordinante. Vemos que en la mayoría de los casos esto ocurre: de las 33 ocurrencias en
posición inicial de imagino, en 20 el verbo subordinado estaba conjugado en subjuntivo, y en el
caso de receio, de las 31 ocurrencias en posición inicial, 23 se ven acompañadas de un subjuntivo.
Como destaca Schneider (2007), este fenómeno puede indicar que el lazo entre el CTMP y su
oración huésped todavía es bastante fuerte, y que el proceso de gramaticalización está en sus
primeras fases.
En cuanto a los usos pragmáticos podemos concluir que para los verbos creer y achar, la
matiz de incertidumbre es la más importante: en ambos casos se trata de un grupo bastante
grande (para el español en 62 de los 133 casos, para el portugués en 53 de las 138
correspondencias). Vemos la diferencia más llamativa entre el español y el portugués a la función
pragmática que sigue en el orden de popularidad: para el español es la función de mitigador (con
44 correspondencias de las 133), para el portugués la función de marcador de opinión (con 46
casos de los 138). Se nota que la función de mitigador para el portugués no sigue a gran distancia,
pero en español el marcador de opinión es un uso bastante marginal. Trataremos de explicar este
fenómeno en Fout! Verwijzingsbron niet gevonden..
Para el verbo imaginar solo hay una diferencia bastante llamativa: mientras que las
funciones principales de este marcador de discurso son las mismas cuando se comparan en las
dos lenguas, a saber una preferencia para el uso como marcador de incertidumbre y marcador de
mitigación, encontramos en la muestra portuguesa también un grupo importante que no vemos
en español: el marcador de empatía. En el apartado Fout! Verwijzingsbron niet gevonden.
intentaremos proveer una clarificación para este fenómeno.
Finalmente, para el verbo temer y su equivalente en portugués recear, vemos que las
frecuencias con las que este marcador de discurso desempeña ciertas funciones pragmáticas son
parecidas cuando comparamos el español y el portugués.
44 | P á g i n a
3.2.2 Los corpus orales
En esta segunda parte principal de la investigación de corpus, manejaremos la misma
estructura que el apartado anterior, es decir, primero describiremos los resultados de nuestra
investigación del corpus español, cada verbo separadamente por razones de claridad y estructura,
para despues hacer lo mismo para el portugués. Tanto como en 3.2.1, para cada verbo primero
discutiremos los aspectos formales antes de abarcar los usos pragmáticos de cada una de las
estructuras estudiadas.
3.2.2.1
Español
Como señalado en 3.1.2, para esta investigación manejaremos solo la variante peninsular
del español, porque el español de Hispanoamérica está demasiado heterogéneo y nos llevaría
demasiado lejos de nuestro objetivo de estudio. Hemos escogido también el período que coincide
con el período en el cual se escribieron las novelas de Harry Potter, a saber de 1997 hasta 2007.
Obviamente, hemos optado por el subcorpus oral del español, porque el fenómeno de
marcadores de discurso dirigidos al uso interpersonal e intersubjetivo se suele limitar al lenguaje
hablado. Además, hemos optado por la opción de investigar la formalidad baja, visto que
mayoritariamente se trata de un fenómeno del habla semi-informal hasta informal. El canal que
hemos eligido es el de cara a cara, porque de este modo obtenemos una vista más clara de la un
fenómeno que se define sobre todo como interpersonal. Visto que en 2.3.2 hemos discutido la
posibilidad de que los marcadores de discurso desempeñen un papel como coletilla interrogativa,
se ha optado por un interlocutor activo como audiencia.
3.2.2.1.1 Creo
En el caso de la forma verbal creo se han recuperado, siguiendo los parámetros que hemos
especificado en 3.2.23.2.2.1, 46 correspondencias que completaban nuestros requisitos. 30 de
estas correspondencias se veían acompañadas de un sujeto explícito, todas de las cuales lo tenían
delante de la forma verbal (Tabla 21). En cuanto a la posición de creo dentro de su oración
huésped, podemos decir que no difiere tanto de la tendencia que ya hemos discutido en 3.2.1.1.1:
40 de las correspondencias se presentaban en posición inicial, es decir, bajo la forma de un verbo
pleno subordinante. Las otras seis formas se presentaban en posición medial, es decir, bajo la
forma de un marcador de discurso en sentido estricto (Tabla 22).
45 | P á g i n a
Pronombre personal de sujeto
Cero
16
34,8%
Explícito
30
65,2%
-
Antepuesto
30
65,2%
-
Pospuesto
0
0%
46
100%
Inicial
40
87%
Medial
6
13%
Final
0
0%
Total
46
100%
Total
Tabla 21
Posición dentro de la oración huésped
Tabla 22
En cuanto a las funciones pragmáticas que tienen los marcadores de discurso en el corpus
oral hemos encontrado 10 correspondencias que se utilizaba como mitigador del contenido de la
oración huésped. En 18 casos, la forma creo señalaba la incertidumbre de la parte del hablante con
respecto a lo que está diciendo en la oración huésped. Uno de estos casos se presentaba con una
coletilla interrogativa, a saber ¿no?. En los demás de los casos se trataba de un uso para señalar
que en la oración huésped el hablante expresa su propia opinión (Tabla 23).
Función pragmática
Mitigación
10
21,7%
Incertidumbre
18
39,1%
- Como coletilla interrogativa
0
0%
- Con coletilla interrogativa
1
2,2%
Opinión
18
39,1%
Total
46
100%
Tabla 23
Nótese que el enfoque de esta forma en el corpus oral difiere considerablemente frente al
corpus novelístico: en las novelas de Harry Potter la incertidumbre era la función por excelencia de
este marcador de discurso, seguido del uso como mitigador. Sin embargo, el marcador de opinión
se usa mucho más frecuentemente en el corpus oral y está al mismo nivel que el uso que expresa
la incertidumbre.
46 | P á g i n a
3.2.2.1.2 Imagino
Entre las 20 correspondencias que hemos encontrado para la forma imagino, solo uno se
presentaba con un pronombre personal de sujeto explícito, y sorprendientemente se trataba de un
sujeto pospuesto (Tabla 24). Como hemos visto en 3.2.1.1.2, la presencia del pronombre
reflexivo me es optativa en español, y dentro de nuestra muestra había 15 marcadores de discurso
que se veían acompañados de este pronombre reflexivo (Tabla 25). En cuanto a la posición de la
expresión en cuestión podemos decir que sigue más o menos la línea general que hemos visto en
el otro corpus: 13 correspondencias se presentaban en posición inicial, en 6 de los casos se
ubicaba el marcador de discurso en posición medial, y en un solo caso se trataba de una posición
final (Tabla 26).
Pronombre personal de sujeto
19
95%
Explícito
1
5%
-
Antepuesto
0
0%
-
Pospuesto
1
5%
20
100%
Con pronombre reflexivo me
15
75%
Sin pronombre reflexivo me
5
25%
20
100%
Inicial
13
65%
Medial
6
30%
Final
1
5%
Total
20
100%
Cero
Total
Tabla 24
Pronombre reflexivo me
Total
Tabla 25
Posición dentro de la oración huésped
Tabla 26
Cuando examinamos las funciones que tiene el marcador de discurso imagino en el corpus
oral, vemos que la función principal que tiene esta forma verbal usado como marcador de
discurso en sentido amplio es la de indicación de incertidumbre de la parte del hablante: se utiliza
9 veces con esta matiz en nuestra muestra. Una de estas veces se ve acompañado de una coletilla
47 | P á g i n a
interrogativa bajo la forma de ¿no?. También vemos siete usos de este verbo como indicador de
empatía de la parte del hablante para su interlocutor. La tercera función que descubrimos es la de
mitigador, en cuatro casos. En uno de estos también hay una coletilla interrogativa, de nuevo bajo
la forma ¿no? (Tabla 27).
Función pragmática
Mitigación
4
20%
-
Como coletilla interrogativa
0
0%
-
Con coletilla interrogativa
1
5%
Incertidumbre
9
45%
-
Como coletilla interrogativa
0
0%
-
Con coletilla interrogativa
1
5%
Opinión
0
0%
Empatía
7
35%
20
100%
Total
Tabla 27
Nótese la diferencia llamativa entre esta muestra y la que hemos obtenido de las novelas
de Harry Potter: en las novelas no había ningún uso de este marcador de discurso como marcador
de empatía, y en el corpus oral es la segunda función en términos de peso numérico.
3.2.2.1.3 Temo
La forma verbal temo se comportaba en el corpus oral más o menos como en las novelas
de Harry Potter. En total, hemos encontrado 20 ejemplos de este marcador de discurso, dos de los
cuales iban acompañados de un pronombre personal de sujeto explícito, ambos en anteposición
(Tabla 28). En la mayoría de los casos, más específicamente en 15 casos, el verbo tenía un
pronombre reflexivo (Tabla 29). En cuanto a la posición con relación a la oración huésped, había
14 casos en los que el verbo se encontraba en posición inicial, 3 casos en los que se trataba de una
posición medial, y otros 3 en los que el verbo estaba al final de la oración que comentaba (Tabla
30).
48 | P á g i n a
Pronombre personal de sujeto
18
90%
Explícito
2
10%
-
Antepuesto
2
10%
-
Pospuesto
0
0%
20
100%
Con pronombre reflexivo me
15
75%
Sin pronombre reflexivo me
5
25%
20
100%
Inicial
14
70%
Medial
3
15%
Final
3
15%
Total
20
100%
Cero
Total
Tabla 28
Pronombre reflexivo me
Total
Tabla 29
Posición dentro de la oración huésped
Tabla 30
También en lo pragmático las correspondencias en este corpus siguen las líneas generales
que antes hemos encontrado en los corpus de Harry Potter. En 9 de los 20 casos se trata de un
marcador de discurso que sirve para mitigar la información compartida, 4 de los cuales iban
acompañados de una coletilla interrogativa. Para 7 correspondencias, el uso del marcador de
discurso servía sobre todo para de indicar empatía con el interlocutor. En 4 casos, el hablante se
servía del marcador de discurso para indicar su incertidumbre frente a la información contenida
en la oración huésped (Tabla 31).
49 | P á g i n a
Función pragmática
Mitigación
9
45%
- Como coletilla interrogativa
0
0%
- Con coletilla interrogativa
4
20%
Incertidumbre
4
20%
Opinión
0
0%
Empatía
7
35%
20
100%
Total
Tabla 31
3.2.2.2
Portugués
Visto que el corpus oral del portugués CRPC ya está bastante limitado (solo contiene la
transcripción de 140 entrevistas) y que este corpus fue compuesto en el año 2000 con
transcripciones recientes, hemos decidido no filtrar más los resultados que salían de este corpus,
para no acabar con una falta de correspondencias en cuanto a nuestra investigación de corpus.
3.2.2.2.1 Acho
En la muestra que hemos investigado, hemos encontrado 47 correspondencias del verbo
achar como marcador de discurso en el sentido amplio. En cuanto a su presentación formal,
podemos decir que en 23 de los casos el verbo aparecía con un pronombre personal de sujeto
explícito, 22 de los cuales delante del verbo, y uno detrás (Tabla 32). El verbo se posicionaba,
comparablemente al corpus de Harry Potter, 39 veces en posición inicial de la oración huésped, 7
veces en posición medial, y una vez al final de la oración que comentaba (Tabla 33).
Pronombre personal de sujeto
Cero
24
51,1%
Explícito
23
48,9%
- Antepuesto
22
46,8%
- Pospuesto
1
2,1%
47
100%
Total
Tabla 32
50 | P á g i n a
Posición dentro de la oración huésped
Inicial
39
83%
Medial
7
14,9%
Final
1
2,1%
Total
47
100%
Tabla 33
En cuanto a la pragmática de los marcadores de discurso en este corpus, podemos decir
que el verbo acho sobre todo tenía un uso como marcador de la opinión del hablante: en 17
correspondencias se trata de este uso. En 15 de los ejemplos el hablante usaba acho para mitigar lo
que estaba diciendo, y una vez esta mitigación fue acompañada de una coletilla interrogativa. En
los demás 15 casos se trataba de un hablante que quería señalar su incertidumbre frente a lo
enunciado en la oración huésped (Tabla 34).
Función pragmática
Mitigación
15
31,9%
-
Como coletilla interrogativa
0
0%
-
Con coletilla interrogativa
1
2,1%
Incertidumbre
15
31,9%
Opinión
17
36,2%
Total
47
100%
Tabla 34
3.2.2.2.2 Imagino
Para el marcador de discurso imagino hemos encontrado 23 correspondencias en el corpus
oral del portugués. Una sola correspondencia se presentaba con un pronombre personal de sujeto
explícito antepuesto (Tabla 35). En la mayoría de los casos el marcador de discurso se encontraba
delante de la oración huésped, más específicamente en 18 de los 23 casos. En dos casos se
ubicaba la forma verbal imagino en posición medial, y tres veces se encontraba al final (Tabla 36).
Como ya hemos descubierto en 3.2.1.2.2, se confirma en esta muestra que la presencia del
pronombre reflexivo en portugués no es posible.
51 | P á g i n a
Pronombre personal de sujeto
22
95,7%
Explícito
1
4,3%
-
Antepuesto
1
4,3%
-
Pospuesto
0
0%
23
100%
Inicial
18
78,3%
Medial
3
13%
Final
2
8,7%
Total
23
100%
Cero
Total
Tabla 35
Posición dentro de la oración huésped
Tabla 36
Cuando miramos las funciones pragmáticas del marcador de discurso imagino más en
detalle, vemos que en siete de las 23 correspondencias, el marcador de discurso exige una
interpretación como mitigador. Una de estas correspondencias se veía acompañada de una
coletilla interrogativa. En 10 de los casos, el marcador de discurso en cuestión le servía al
hablante para expresar su incertidumbre frente al contenido de la oración huésped. En 5 casos, se
trataba de una muestra de empatía de la parte del hablante frente al interlocutor (Tabla 37).
Función pragmática
Mitigación
8
34,8%
-
Como coletilla interrogativa
0
0%
-
Con coletilla interrogativa
1
4,3%
10
43,5%
Opinión
0
0%
Empatía
5
21,7%
23
100%
Incertidumbre
Total
Tabla 37
Como hemos señalado en 3.2.1.2.2, en portugués el verbo imaginar se acompaña bastante
frecuentemente del subjuntivo cuando está en la oración principal. Para el marcador de
mitigación, había 5 correspondencias que exigían subjuntivo en un total de 6 ocurrencias en
posición inicial. Para el uso del marcador de discurso de incertidumbre, había 8 correspondencias
52 | P á g i n a
de las 9 en posición inicial, de las cuales 3 se presentaban con subjuntivo. De los 5 casos en los
que el marcador empático se presenta en posición inicial de oración, cuatro casos se veían
acompañados de un subjuntivo en la oración subordinante (Tabla 38).
Función y forma
Mitigador
7
-
6
85,7%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
5
83,3%
•
Con indicativo
1
16,7%
Incertidumbre
9
-
8
88,8%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
3
37,5%
•
Con indicativo
5
62,5%
Empatía
5
-
5
100%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
4
80%
•
Con indicativo
1
20%
Tabla 38
3.2.2.2.3 Receio
Para el verbo recear en nuestra muestra del portugués hablado, hemos encontrado 21
correspondencias en total. De estas correspondencias, 19 se presentaban de forma escueta, es
decir sin sujeto explícito. Las dos demás iban acompañadas de un sujeto antepuesto (Tabla 39).
Casi todos los casos se ubicaban al inicio de la oración huésped, salvo uno, que iba en posición
media (Tabla 40).
Pronombre personal de sujeto
19
90,5%
Explícito
2
9,5%
-
Antepuesto
2
9,5%
-
Pospuesto
0
0%
21
100%
Cero
Total
Tabla 39
53 | P á g i n a
Posición dentro de la oración huésped
Inicial
20
95,2%
Medial
1
4,8%
Final
0
0%
Total
21
100%
Tabla 40
En cuanto a sus funciones pragmáticas, podemos decir que de nuevo el uso principal de
esta forma verbal es como mitigador: en 14 de las 21 correspondencias se trataba de este uso. El
marcador de discurso señalando la incertidumbre del hablante tenía 4 ocurrencias. Últimamente,
en nuestra muestra también había tres ejemplos de un marcador de empatía (véase la Tabla 40).
Función pragmática
14
66,7%
Incertidumbre
4
19%
Opinión
0
0%
Empatía
3
14,3%
21
100%
Mitigación
Total
Tabla 41
Visto que el verbo recear también puede presentarse con subjuntivo cuando esté en
posición inicial, hemos investigado de nuevo qué funciones pragmáticas aparecen con o sin
subjuntivo. Para el uso como mitigador, había 9 usos del subjuntivo sobre un total de 14
correspondencias en posición inicial. El marcador de incertidumbre se combinaba una vez en sus
4 ocurrencias (todas en posición inicial) con el subjuntivo, y el marcador de empatía en 2 casos
sobre un total de 2 correspondencias en posición inicial (Tabla 42).
54 | P á g i n a
Función y forma
Mitigador
14
-
14
100%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
9
64,3%
•
Con indicativo
5
35,7%
Incertidumbre
4
-
4
100%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
1
25%
•
Con indicativo
3
75%
Empatía
3
-
2
66,7%
Posición inicial
•
Con subjuntivo
2
100%
•
Con indicativo
0
0%
Tabla 42
En el apartado siguiente de nuevo miraremos los resultados de nuestra investigación del corpus
oral de manera más general para poder llegar a unas tendencias grandes y a unas conclusiones
intermedias.
3.2.2.3
Conclusión intermedia
Como hemos comparado los resultados de la investigación del corpus de Harry Potter,
ahora también miraremos en detalle los resultados que hemos sacado del corpus oral. En
términos generales, coincide más o menos con los resultados que hemos encontrado en el corpus
de las novelas. Sin embargo, hay unas diferencias llamativas entre los dos corpus que en este
apartado resumiremos. Tengamos en mente que este corpus es bastante limitado en comparación
con el anterior, y que las frecuencias relativas que salen de la investigación de un corpus menos
extenso puede dar una imagen desfigurada de los resultados. Sin embargo, las tendencias
generales que se desprenden de estos resultados, aunque no estén tan precisos, todavía nos dan
una idea considerablemente buena de las grandes líneas dentro del corpus.
Primeramente se nota que, para el verbo creer en español, hay muchas más
correspondencias con sujeto explícito que anteriormente. Esto vale también para el verbo
portugués achar. La frecuencia relativa de la presencia de un sujeto ha, para el español, aumentado
de un 4,5% de las ocurrencias a un 65,5%, y para el portugués de un 11,3% a un 48,9%. Es un
aumento drástico que no vemos con los otros lexemas que hemos investigado. La posición del
55 | P á g i n a
sujeto con relación a su verbo, sin embargo, apenas ha cambiado: en la mayoría de los casos
todavía vemos una preferencia fuerte a la anteposición, aunque haya 2 ejemplos en que hemos
encontrado la posposición, frente a cero casos en el corpus de Harry Potter.
En la posición del CTMP frente a la oración que comenta no vemos mucha diferencia: la
posición por excelencia sigue siendo la posición inicial. Sin embargo, vemos que, sobre todo para
los verbos imaginar y temer (con la exclusión de recear, que demuestra las mismas tendencias que
antes) vemos que los resultados no son tan unánimes como antes: se puede ver que sobre todo la
posición medial gana popularidad: del 2,9% para el corpus de Harry Potter al 18,8% en los corpus
orales. También podemos decir que la posición final, que antes estaba relativamente prominente
entre los ejemplos, casi ya no se ve en el corpus oral.
En cuanto a las funciones pragmáticas que desempeñan los marcadores de discurso en
este corpus, podemos decir que más o menos se sigue la línea establecida por el primer corpus.
Una desviación de los resultados anteriores es que, para el marcador de discurso imagino en
español, el uso como marcador de empatía gana importancia: hay un aumento en la frecuencia
relativa de este uso ningún uso hasta el 33,3% por ciento. Por otro lado, en portugués esta
interpretación del marcador de discurso se queda más o menos al mismo nivel.
En el análisis de los diferentes marcadores de discurso en portugués también hemos
discutido muy brevemente el uso del subjuntivo con ciertos CTMPs (pt. imagino y receio) cuando
están en posición inicial. Se nota que en general con estos CTMPs, la mayoría de los verbos
subordinados están conjugados en subjuntivo. Este efecto sobre todo se nota cuando podemos
interpretar el marcador de discurso como un mitigador o como un marcador de empatía. Con
una forma que tenga la interpretación de marcador de incertidumbre, se ve mucho menos
frecuentemente un verbo subordinado en subjuntivo. Esta tendencia se puede considerar general
para ambos corpus (tanto el de Harry Potter como el corpus oral) y para ambos verbos (entonces
igual para imagino y receio).
3.3
Hipótesis basadas en el estudio de corpus
En este último apartado, pretendemos lanzar unas hipótesis para explicar unos
fenómenos que hemos visto durante el estudio de corpus. Aunque se basen fundamentalmente
en lo que se ha escrito al rededor de este tema, será posible que los dados se pueden interpretar
de más de una manera. Visto que solo tenemos un corpus de tamaño limitado, se puede que los
resultados de nuestra investigación estén desfigurados y que no representen la realidad lingüística.
Por eso, muchas de las hipótesis que describiremos están abiertas para una investigación más
56 | P á g i n a
profunda y más detallada. Primero se discutirán hipótesis en cuanto a la forma de las
correspondencias encontradas en el corpus, después discutiremos los usos pragmáticos que se
presentaban durante nuestra investigación. Como último, trataremos de ampliar nuestro alcance
para llegar a unas conclusiones más generales.
Primeramente, se nota muy bien que para el verbo acho en portugués se usa mucho más
frecuentemente el pronombre personal de sujeto explícitamente que para cualquier otro verbo
dentro del alcance del presente trabajo. Sin embargo, hemos encontrado una tendencia parecida
en el verbo español creo en los corpus orales. Vemos también una tendencia del español de utilizar
el pronombre reflexivo me con los verbos imagino y temo. Según Landone (1973) la explicitación
del sujeto de un CTMP, o bien por el uso del pronombre personal de sujeto, o bien por el uso del
pronombre reflexivo (un elemento que es correferencial con el sujeto), puede indicar un esfuerzo
adicional por la parte del hablante de no querer imponer su opinión a su interlocutor. Más
concretamente, eso significa que se quiere enfatizar el sujeto del verbo (o, cuando este esté
ausente, referir al sujeto mediante un pronombre reflexivo) para señalar muy claramente al
interlocutor que el hablante está compartiendo su propia opinión o sus propias creencias. Según
la teoría de Landone (1973), esto sería una estrategia para proteger la cara negativa del
interlocutor (Brown y Levinson, 1987).
En segundo lugar, del estudio empírico podemos sacar que, tanto en español como en
portugués, es muy prominente el uso de los marcadores de discurso en posición inicial de la
oración que comentan. Según señala Schneider (2007), se trataría de un indicio de que la
estructura en cuestión no se haya gramaticalizado completamente. Visto que la conjunción que en
español y en portugués es obligatoria, el proceso de slifting sería una barrera alta para las lenguas
románicas.
Además, el hecho de que en la muestra portuguesa, tanto en las novelas como en el
corpus oral, haya tantos usos del subjuntivo en combinación con los marcadores de discurso
imagino y receio, nos dirige en la misma dirección. El uso del subjuntivo con estos verbos muestra
que el proceso de reanálisis todavía no ha tenido lugar: el verbo todavía se analiza como un verbo
pleno que es subordinante en vez de un marcador de discurso en su sentido canónico. El proceso
del blanqueo semántico también está por ocurrir: es la semántica de los verbos imaginar y recear que
exige que vayan acompañados de un subjuntivo. En estos usos tampoco vemos indicios del
empobrecimiento sintáctico, visto que los elementos de la oración huésped pueden interactuar con
elementos del CTMP. No obstante, hemos visto en los corpus que, en el caso de la interpretación
de ambos verbos como marcadores de incertidumbre, el uso del subjuntivo no es tan
57 | P á g i n a
predominante. Por eso podemos suponer que este verbo sí está gramaticalizándose, pero somos
testigos de los primeros pasos en esta dirección.
Sin embargo, vemos que un indicador bastante importante del proceso de
gramaticalización sí está: la intersubjetivización. Visto que estos verbos sobre todo sirven de
marcador interpersonal, es decir, como herramienta para establecer o mantener una buena
relación entre los dos (o más) participantes en la conversación, no se puede negar esta
característica. Además, el hecho de que el pronombre sujeto, en los casos que esté, se encuentre,
con una sola excepción, siempre delante del verbo, y que, cuando haya la posibilidad, el
pronombre reflexivo casi siempre estén presentes, también puede indicar que la forma de estos
marcadores de discurso está fijándose.
En términos generales, podemos concluir que para estos verbos el proceso de
gramaticalización todavía está en su primera fase, pero hay indicios muy claros que está
ocurriendo.
58 | P á g i n a
4 Conclusión
En este trabajo hemos estudiado, primero de manera teórica y después de manera empírica,
los marcadores de discurso basados en complement-taking verbal predicates (CTMPs) en español y en
portugués. Más específicamente, hemos examinado los verbos españoles creo, imagino y temo y sus
equivalentes en portugués, a saber acho, imagino y receio.
Primero hemos intentado de desplegar el nudo que es la terminología que existe alrededor
de estos marcadores de discurso. También hemos repasado las características que en general
tienen expresiones parentéticas, focalizándonos en la prosodia, la morfosintaxis y los rasgos
semántico-pragmáticos de estas expresiones. Después hemos examinado cuáles son las
características de los verbos cognitivos, más específicamente los CTMPs, cuando se utilizan como
expresión parentética. Hemos visto que los rasgos de estas expresiones parentéticas basadas en
CTMPs se parecen mucho a los rasgos que generalmente se relacionan al proceso de
gramaticalización.
Visto que esta gramaticalización lleva consigo una intersubjetivización, es decir, una
transición de un significado referencial, es decir un significado que realmente se refiere a la
actividad mental que se denota por el verbo, hacia un significado procedimental e interpersonal,
nos parecía imprescindible examinar cuáles son los posibles valores que pueden tener los
marcadores en cuestión. Parecía que hay tres usos centrales para marcadores de discurso
derivados de CTMPs: marcador de incertidumbre, de mitigación y de opinión. Además de estos,
hay también unos usos más específicos para ciertos verbos, como la interpretación de imagino
como marcador de empatía.
En el estudio de corpus hemos mirado cómo se comportan los verbos en cuestión en el
uso real: ¿ cómo se relacionan los diferentes usos en cuanto a su frecuencia en el corpus? ¿ Los
aspectos formales desempeñan un papel en la distribución de estas frecuencias? Examinar las
traducciones de las novelas de Harry Potter constituía la primera fase en nuestra investigación de
corpus. En total se han estudiado 404 correspondencias de los verbos en cuestión, la mayoría de
las que procedían de los verbos esp. creo y pt. acho.
Sin embargo, como se trata de un fenómeno de la lengua hablada, no nos parecía bastar
con un estudio de diálogos artificiales en traducción. Por eso, la segunda fase de nuestro estudio
de corpus consistía en estudiar los subcorpus orales de los corpus con más autoridad en cuanto a
su lengua: para el español el subcorpus oral de la CREA (Corpus de Referencia del Español
59 | P á g i n a
Actual), y para el portugués el subcorpus oral del CRPC (Corpus de Referência do Português
Contemporâneo). Nuestros hallazgos en el corpus de Harry Potter por mayor parte se veían
confirmados.
Por último, hemos mirado cuáles podrían ser las razones del comportamiento de los
marcadores de discurso basados en CTMPs. Primero habíamos visto que el verbo creo y su
equivalente portugués acho presentaban disproporcionalmente muchos sujetos explícitos, y los
verbos españoles imagino y temo también presentaban muchos pronombres reflexivos, aunque no
sean obligatorios con esos verbos. Eso, según Landone (1973) se debe al hecho de que el
hablante quiera enfatizar que lo que está diciendo no se debe considerar como la verdad, sino
como su opinión o creencia.
Una segunda tendencia que hemos descubierto en los corpus, es que la gran mayoría de los
verbos no se comporta como marcadores de discurso en sentido estricto (el uso del conector que,
la aparición del subjuntivo en la oración subordinada exigida por el verbo subordinante), pero de
algunas maneras sí mostraban signos de unos primeros pasos hacia una forma completamente
gramaticalizada.
Este estudio no pretendía ser una obra exhaustiva del tema de los marcadores de discurso y
hay mucho por escribir al rededor de ellos. Para tener una comprensión mejor de este tema y
para tener una vista más general en el proceso de gramaticalización, se deberían hacer muchas
investigaciones de corpus más. Sería por ejemplo interesante un estudio diacrónico para ver en
qué medida ya se han gramaticalizado estos verbos, y cuáles son los pasos siguientes que
podemos esperar en este largo proceso.
60 | P á g i n a
Bibliografía
Aaron, Jessi Elana y Rena Torres Cacoullos (2005) “Quantitative measures of subjectification: a
variationist study of Spanish salir(se)”. Cognitive Linguistics, 16(4): 607-633.
Amouzadeh, Mohammad y Juliane House (2010) “Translation as a language contact
phenomenon: The case of English and Persian passives”. Languages in Contrast, 10(1): 475.
Azofra Sierra, María Elena (2012) “Procesos de formación de conectores aditivos en español
medieval”. Revista de Filología Hispánica, 28(2): 351-384.
Bally, Charles (1932) Linguistique générale et linguistique française. Berna: A. Francke AG Verlag.
Boye, Kasper y Peter Harder (2007) “Complement-taking predicates, Usage and linguistic
structure”. Studies in Language, 31(3): 569-606.
Briz Gómez, Antonio (1998) El español coloquial en la conversación: esbozo de pragmagramática.
Barcelona: Ariel.
Brown, Penelope y Stephen C. Levinson (1987) Politeness: Some universals in language usage.
Cambridge: Cambridge University Press.
Bußmann, Hadumod (1996) Routledge Dictionary of Language and Linguistics. Londres: Routledge.
Chodorowska-Pilch, Marianna (2008) “Verás in Peninsular Spanish as a grammaticalized
discourse marker invoking positive and negative politeness”. Journal of pragmatics, 40: 13571372.
Chomsky, Noam (1981) Lectures on government and binding: The Pisa Lectures. Berlín, De
Gruyter.
Cuenca, Maria Josep y Joseph Hilferty (1999) Introducción a la lingüística cognitiva. Barcelona:
Editorial Ariel.
Dehé, Nicole (2009) “Clausal parentheticals, intonational phrasing, and prosodic theory”.
Linguistics, 45: 569-591.
61 | P á g i n a
Dendale, Patrick y Julie Van Bogaert (2012) “Réflexions sur les critères de définition et les
problèmes d’identification des marqueurs évidentiels en français”. Langue française, 173:
13-29.
Enghels, Renata (2013) Lingüística española: Cápita selecta: La oración y el sintagma verbal en la interfaz
sintaxis-semántica, Manuscrito.
Erman, Britt (2000) “Pragmatic markers revisited with a focus on you know in adult and
adolescent talk”. Journal of Pragmatics, 33: 1337-1359.
Fetzer, Anita y Marjut Johansson (2010) “Cognitive verbs in context”. International Journal of
Corpus Linguistics, 15(2): 240-266.
Forget, Danielle (2000) “Les insertions parenthétiques”. Revue Québécoise de Linguistique, 28(2): 1528.
Fortescue, Michael (2001) “Thoughts about thought”. Cognitive Linguistics, 12(1): 15-45.
Fox Tree, Jean y Josef Schrock (2002) “Basic meanings of you know and I mean”. Journal of
Pragmatics: An Interdisciplinary Journal of Language Studies, 34(6): 727-747.
Garachana Camarero, Mar (1999) “Los procesos de gramaticalización”. Moenia, 5: 155-172.
Givón, Talmy (1993) English Grammar: a function-based introduction. Amsterdam, John Benjamins.
Granath, Solveig y Michael Wherrity (2008) “Thinking in space: the lexis of thinking from a
cognitive perspective”. English Today, 24(1): 41-48.
Greenbaum, Sydney (1992) “Adverbials”. The Oxford Companion to the English Language. Ed.
McArthur, Tom. Oxford: University Press, 15-17.
Haegeman, Liliane (2006) Thinking syntactically, a guide to argumentation and analysis. Oxford:
Blackwell Publishing.
Halsberghe, Gaston (1986) Latijns-Nederlands lexicon. Amberes, Standaard Uitgeverij.
Hand, Michael (1993) “Parataxis and parentheticals”. Linguistics and Philosophy, 16(5), 495-507.
Holmlander, Disa (2006) “Atenuación con o sin cortesía: un estudio de conversaciones
interculturales entre españoles y suecos”. Cortesía y conversación: de lo escrito a lo oral. Valencia:
Universidad de Valencia.
62 | P á g i n a
Jakobson, Roman (1960) “Closing statement: Linguistics and Poetics”. Style in Language, ed.
Seobok, John. New York: Wiley, 350-377.
Landone, Elena (2009) Los marcadores de discurso y la cortesía verbal en español. Nueva York: Peter
Lang.
Martín Zorraquino, María Antonia y José Portolés (1999) “Los marcadores de discurso”.
Gramática descriptiva de la lengua española, eds. Bosque, Ignacio y Violeta Demonte. Madrid:
Espasa-Calpe, 4051-4212.
Mazeland, Harry (2007) “Parenthetical Sequences”. Journal of Pragmatics, 39(10): 1816-1869.
Mesthrie, Rajend, Joan Swann, Ana Deumert y William L. Leap (2000) Introducing sociolinguistics.
Edinburgh, Edinburgh University Press.
Posio, Pekka (2014) “Subject expression in grammaticalizing constructions: The case of creo and
acho ‘I think’ in Spanish and Portuguese”. Journal of Pragmatics, 63: 5-18.
Real Academia Española (2001) Diccionario de la lengua española. Madrid: Espasa.
Roegiest, Eugeen (2006) Vers les sources des langues romanes: un itinéraire linguistique à travers la Romania.
Lovaina, Acco.
Sacks, Harvey Emanuel A. Schegloff y Gail Jefferson (1974) “A simplest systematics for the
organization of turn taking in conversation”. Language, 50(4): 696-735.
Schelfhout, Carla, Peter-Arno Coppen y Nelleke Oostdijk (2003) “Positions of parentheticals and
interjections”. Linguistics in the Netherlands, 20(1): 155-166.
Simons, Mandy (2007) “Observations on embedding verbs, evidentiality, and presuppositions”.
Lingua, 177: 1034-1056.
Tanghe, Sanne (2013) “El cómo y el porqué de las interjecciones derivadas de los verbos de
movimiento”. Zeitschrift für Romanische Philologie, 129(2): 383-412.
Thompson, Sandra A. (2002) “Object complements and conversation”. Studies in language, 26(1):
125-164.
Torres Cacoullos, Rena y James Walker (2009) “On the persistence of grammar in discourse
formulas: a variationist study of that”. Linguistics, 47(1): 1-43.
63 | P á g i n a
Traugott, Elizabeth (1996) “Subjectification and the development of epistemic meaning: The case
of promise and threaten”. Modality in Germanic Languages. Eds. Swan, Toril y Olaf Jansen
Westvik. Berlín: Mouton de Gruyter, 185-210.
Van Bogaert, Julie (2010) “A constructional taxonomy of I think and related expressions:
accounting for the variability of complement-taking mental predicates.” English Language
and Linguistics, 14(3): 399-427.
Van Peteghem, Marleen (2012) “La Construction à datif épistémique et les verbes
parenthétiques.” Le verbe en verve: réflexions sur la syntaxe et la sémantique verbales. Eds. Van
Peteghem, Marleen, Peter Lauwers, Els Tobback, Annemie Demol y Laurence De Wilde.
Gante, Academia Press, 47-65.
Los corpus
Centro de Linguística da Universidade de Lisboa, Corpus de Referência do Português
Contemporâneo
(subcorpus
da
língua
falada),
(http://www.clul.ul.pt/en/research-
teams/183-crpc#funding, última consulta 01/2015).
Real Academia Española, Corpus de Referencia del Español Actual (subcorpus del
español hablado), (http://corpus.rae.es/creanet.html, última consulta 01/2015).
Rowling, Joanne K. (1997) Harry Potter y la Piedra Filosofal. Barcelona: Ediciones
Salamandra.
---. (1997) Harry Potter e a Pedra Filosofal. Queluz de Baixo: Editorial Presença.
---. (1998) Harry Potter y la cámara secreta. Barcelona: Ediciones Salamandra.
---. (1998) Harry Potter e a Câmara dos segredos. Queluz de Baixo: Editorial Presença.
---. (1999) Harry Potter y el prisionero de Azkaban. Barcelona: Ediciones Salamandra.
---. (1999) Harry Potter e o prisioneiro de Azkaban. Queluz de Baixo: Editorial Presença.
---. (2000) Harry Potter y el cáliz del fuego. Barcelona: Ediciones Salamandra.
---. (2000) Harry Potter e o cálice de fogo. Queluz de Baixo: Editorial Presença.
---. (2003) Harry Potter y la Orden del Fénix. Barcelona: Ediciones Salamandra.
---. (2003) Harry Potter e a ordem da fénix. Queluz de Baixo: Editorial Presença.
64 | P á g i n a
---. (2005) Harry Potter y el misterio del príncipe mestizo. Barcelona: Ediciones
Salamandra.
---. (2005) Harry Potter e o Príncipe misterioso. Queluz de Baixo: Editorial Presença.
---. (2007) Harry Potter y las reliquias de la muerte. Barcelona: Ediciones Salamandra.
---. (2007) Harry Potter e os talismãs da morte. Queluz de Baixo: Editorial Presença.
65 | P á g i n a