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Diseño y Fotografía: Leonel Abreu Costa Modelo: Frank Introducción Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) pueden atacar a cualquier persona, y por esto debe ser tomado con madurez y no con vergüenza. Si creemos que nosotros, algún amigo, familiar o pareja tiene algún síntoma que nos haga sospechar de una ITS, debemos visitar una consulta especializada. En el país existen en Médicos de Familia, policlínicos y hospitales. Allí nuestro caso será tratado sin importar nuestra preferencia sexual. No te quedes sufriendo en silencio por algo que tiene solución. La manera más segura de evitar las ITS es no tener prácticas sexuales de riesgo (relaciones sexuales desprotegidas) con personas infectadas, o con aquellas cuyo estado de salud no conocemos. Además, una buena forma de evitar la infección es el uso adecuado del preservativo o condón. Este folleto está escrito para que tú, que te gusta tener información, puedas compartir ésta con tus amigos(as) y parejas. Queremos compartir lo que conocemos acerca de las ITS, contigo y tus relaciones. Las ITS de las que vamos a hablar en este folleto son: Gonorrea Clamidia Sífilis Condilomas Acuminados o “cresta de gallo” Herpes Genital Chancro blando o chancroide Hepatitis B ¿QUÉ SON LAS ITS? Las Infecciones de Transmisión Sexual también llamadas enfermedades venéreas son causadas por los microbios que se transmiten durante el acto sexual, o sea, que se pegan, o se contagian en una relación sexual sin protección, con personas que las tienen. Una relación sexual sin protección es aquella en la que se da un intercambio de fluidos corporales sin utilizar preservativo o condón. Esto es lo que te pone en riesgo de contraer alguna ITS si la pareja está infectada. Las ITS son serias y muy molestas porque afectan los órganos sexuales. Éstas no respetan ni edad ni sexo, ni preferencia sexual, ni profesión, ni lugar de residencia. Quien mantenga relaciones sexuales desprotegidas con una persona que las tenga corre el riesgo de quedar infectado. La mayoría de las infecciones pueden ser curadas si se recibe el tratamiento adecuado. Algunas se esconden y no presentan señales que se puedan ver. Por eso, las personas infectadas pueden transmitirlas a otras sin darse cuenta y sin querer. Hay ocasiones en que las señales o síntomas aparecen al principio de la infección, pero luego desaparecen por sí solas. Sin embargo, aunque esto ocurra, si tú acudes a un médico, él o ella te va a curar o darte las orientaciones adecuadas. Las personas que no se tratan adecuadamente pueden tener complicaciones. Mientras no recibamos el tratamiento médico necesario, continuaremos teniendo la infección. Es importante saber, que las personas que tienen una ITS corren mayor riesgo de contagiarse con el VIH (virus que causa la enfermedad del SIDA), ya que cuando tenemos una ITS nuestros genitales pueden tener llagas y heriditas, que en ocasiones son tan pequeñas que no las podemos ver a simple vista, sino con un microscopio. Por esas ulceritas o peladitos en los genitales nuestros, puede entrar el virus que produce el SIDA. ¿CÓMO SE TRANSMITEN ESTAS ITS? Por contacto sexual con personas que las tienen: al tener relaciones sin protección, o sea, al introducir el pene en el ano, en la boca o en la vagina sin usar protección con parejas que tienen ITS, produciendo un intercambio de fluido o secreciones (líquidos del cuerpo). Algunas se pueden contagiar por el uso de agujas o jeringas contaminadas, por transfusión de sangre, y si una mujer está embarazada y tiene una de estas infecciones aunque no vea las señales en su cuerpo contagiará a su bebé durante el embarazo o el parto (por esta razón toda mujer embarazada debe hacerse análisis y chequeos médicos para evitar contagiar a su hijo o hija con una de estas infecciones). ¿CÓMO NO SE TRANSMITEN? No se transmiten a través de un asiento, ni de un baño o inodoro, ni por la ropa o toallas, ni por el agua, ni porque visites la casa de alguien que la tenga (siempre y cuando no tengas relaciones sexuales desprotegidas con esta persona), tampoco por picadura de mosquitos. Solamente las pruebas de laboratorio pueden confirmar si una persona tiene una infección de transmisión sexual (ITS). Por eso es importante consultar a un(a) médico tan pronto como notemos alguna señal o síntoma para que nos indiquen los análisis necesarios, y si se confirma alguna ITS, para que nos indiquen el tratamiento correcto. No te olvides nunca que estas infecciones sólo pueden ser curadas por los médicos y que la automedicación y el uso de remedios caseros pueden esconderlas y complicar nuestra salud y, en algunos casos, causarnos complicaciones y hasta la muerte. El hecho de que hayas tenido una ITS, no quiere decir que no te volverá a repetir. Si vuelves a tener relaciones sexuales con una persona infectada, sin usar la adecuada protección, te volverás a infectar. Una persona que se cura de sífilis o gonorrea puede contraer de nuevo la infección. También se pueden tener dos o más infecciones juntas a la vez. Casi todas las ITS se curan, excepto aquellas causadas por algún virus (como el Herpes simple, el condiloma y el SIDA, que todavía no tienen cura). Aunque algunas ITS aún no tienen cura, es importante ver a un especialista para que te ponga el tratamiento adecuado y poder convivir mejor con esta i n f e c c i ó n . M á s adelante en este folleto encontrarás detalles sobre las infecciones que tienen o no cura, y sus características. LA GONORREA (BLENORRAGIA) Es una Infección de Transmisión Sexual producida por una bacteria llamada “Neisseria Gonorrhoeae” o “gonococo”. Es una de las ITS más frecuentes. La Gonorrea se transmite a través de cualquier conducta que llevemos a cabo y que nos ponga en contacto directo con líquidos corporales (semen, sangre, fluidos vaginales). La Gonorrea no se transmite por contacto casual ni por el uso de inodoros o toallas. En el hombre los síntomas o señales de que tienen Gonorrea aparecen, generalmente, de 3 a 5 días después de haber tenido el contacto sexual no protegido (sin usar condón) con la persona que padece esta infección. Las primeras señales o síntomas de la infección son: Ardor, dolor o comezón al orinar. Se expulsa, por la uretra “caño de la orina”, una sustancia que parece pus, de color amarillo-verdoso. A veces aparecen manchas en los calzoncillos. Dolor de garganta si es que hemos tenido relaciones con la boca, con alguien que la tiene. Esta relación puede ser ano-boca, boca-pene, boca-vagina. Salida de un flujo por el ano y/o dolor al evacuar, si la persona que te penetró estaba infectada. Los síntomas en mujeres son más difíciles de reconocer. Muy pocas mujeres sienten el ardor al orinar, las secreciones vaginales pueden no notarse o pueden ser confundidas con flujos vaginales. En la mujer por lo general no causa molestia hasta que no llega a los órganos genitales internos (útero o matriz y trompa de Falopio) allí la infección produce dolores intensos. En los recién nacidos de madres que tienen Gonorrea, la complicación más frecuente es una infección en los ojos (Conjuntivitis Gonocóccica) transmitida en el momento del parto. Si la persona que padece estos síntomas no recibe tratamiento, puede sufrir de: Inflamación en la próstata, que se llama Prostatitis. Un tipo de reumatismo muy grave, que se conoce cómo Artritis Gonocóccica. Infección de la garganta, conocida como Faringitis Gonocóccica. Una inflamación del recto (que es la última parte del intestino, antes del ano) llamada Proctitis, la cual produce dolor, estreñimiento y flujos. En las mujeres puede causar la Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI). La Gonorrea no curada por los médicos y en aquellas personas que no cumplen el tratamiento completo, puede causar esterilidad. RECUERDA: Esta ITS se cura con sólo ir al Médico de la Familia o en los policlínicos y hospitales y llevar a cabo el tratamiento. CLAMIDIASIS Es una infección causada por una bacteria que se llama “Chlamydia Trachomatis”. Esta infección produce cambios en nuestro cuerpo de una a tres semanas después de habernos puesto en contacto mediante una relación sexual desprotegida con una persona que tenía la infección. En los hombres con Clamidiasis los síntomas pueden confundirse con los de la Gonorrea, pero los tratamientos de estas dos infecciones son muy diferentes. Por esto es importante ir al consultorio médico, al hospital, u otro centro de salud para que te realicen las pruebas correspondientes y obtener el tratamiento adecuado. Los síntomas más comunes en el hombre son: 1. Sensación de ardor al orinar. 2. Salida de flujo o secreción por el pene (a veces hay que exprimirlo). 3. Dolor o quemazón al orinar. 4. Inflamación anal. 5. Leve endurecimiento del glande, como si fuera una cascarita pegada en la punta del pene. 6. Inflamación de la uretra. Esto se conoce como Uretritis No Gonocóccica. Los síntomas más comunes en las mujeres son: 1. Sensación de picazón o quemazón en los genitales. Es raro que haya salida de flujo vaginal. Cuando ocurre es con quemazón y dolor al momento de las relaciones sexuales. 2. Dolor pélvico. 3. Dolores de estómago. 4. Dolor al orinar o sensación de quemazón. 5. Sangramiento entre menstruaciones (manchas en la ropa). 6. Infección en el cuello del útero o matriz. 7. Dolor y/o flujo en el ano (cuando la infección es anal). 8. La Enfermedad Pélvica Inflamatoria, que es su complicación más seria, afecta los ovarios y hasta puede causar esterilidad. En muchas ocasiones no tenemos síntomas, es decir, no hay señales de infección y las personas no saben que tienen la enfermedad. Esto ocurre sobre todo en las mujeres, en quienes la infección puede pasarse a los órganos sexuales de la reproducción causando la enfermedad inflamatoria de la pelvis. Las mujeres embarazadas pueden transmitir la Clamidiasis a sus bebés al nacer. Esto puede hacer que los bebés tengan: infecciones en los ojos, en los oídos y en los pulmones. Los hombres que padecen Uretritis por Clamidia o Uretritis No Gonocóccica (UNG) y que no reciben el tratamiento médico adecuado los síntomas pueden durarles meses, causando, más tarde, un dolor que se va a los testículos y produce un adormecimiento en la parte interna del muslo, cercana a los testículos. Las complicaciones en el hombre son: Inflamaciones del Epidídimo, el cual está situado en los testículos. Es frecuente en menores de 35 años y es común que sea de un solo lado. Un descuido en este punto puede conducir al varón a la esterilidad. Otra complicación es la Prostatitis (Inflamación de la Próstata). Además de las dos anteriores, en hombres homosexuales, puede causar una inflamación del recto llamada Proctitis, y que causa dolor en el ano y el recto, estreñimiento y secreciones. En los casos de sexo oral sin protección (no usando condón) con personas que tienen Clamidia, puede ocurrir que si la persona tiene lesiones bucales, éstas se compliquen. Otra complicación es lo que se conoce como síndrome de Reiter, que es una enfermedad parecida a la Artritis y viene de la combinación de parásitos intestinales con la Clamidia. Sus lesiones son: la Uretritis, Conjuntivitis y Artritis. Este síndrome es más común en hombres. RECUERDA: Podemos averiguar si tenemos la infección conocida como Clamidiasis mediante un examen médico adecuado, realizado por especialistas en el área. Esta infección se cura y el tratamiento no es complicado. LA SÍFILIS Es otra de las Infecciones de Transmisión Sexual y se transmite cuando t e n e m o s relaciones sexuales de cualquier tipo, poniéndonos en contacto con semen, sangre y fluidos vaginales o anales. Esta infección puede transmitirse a través de transfusiones sanguíneas y hemoderivados y de madre a hijo durante el embarazo o el parto. La Sífilis es causada por una bacteria llamada “Treponema Pallidum”. Las señales de la Sífilis pueden aparecer en nuestro cuerpo de 10 a 90 días después de haber tenido la relación sexual con la persona que la tiene. La Sífilis tiene varias etapas: Primera etapa: Su síntoma o señal típica es una pequeña llaga llamada chancro que aparece mayormente en la boca, el ano, o los órganos genitales del hombre o de la mujer. Generalmente aparece una ronchita dura, que después se convierte en llaga y no duele, no pica, no molesta y puede confundirse con una espinilla o con una mordidita hecha con un zipper. El chancro es una lesión que desaparece, después de varias semanas, aunque no realicemos ningún tratamiento. La Sífilis continúa su proceso y se estará sano hasta que se haya llevado algún tratamiento. Las señales de la Sífilis en los genitales pueden ser confundidas con irritación o peladitos. Por esto es muy importante que nosotros estemos atentos a cambios en nuestro cuerpo y el de nuestra pareja. Cuando el chancro sale en zonas internas del cuerpo como ano, garganta y vagina, puede ser que no se vea a simple vista. Segunda etapa Se manifiesta de unas 3 a 8 semanas después de haber desaparecido el chancro si la persona no llevó el tratamiento adecuado y se llama “Sífilis Secundaria”. Su principal señal es una erupción, o manchas que aparecen en la piel, muy parecidas a las erupciones que salen en caso de alergia o las producidas por el sarampión en la palma de las manos, plantas de los pies y los genitales. A veces se acompañan de dolor de cabeza, dolor muscular y en las articulaciones. En esta etapa la Sífilis es muy contagiosa. Las manchas desaparecen aun cuando no recibamos ningún tratamiento médico, pero la Sífilis sigue desarrollándose. Se dice que se entra en una nueva etapa llamada “Sífilis Latente”, o sea que la Sífilis está presente en el cuerpo pero no da señales visibles. En esta etapa la persona puede sentirse bien, pero los microbios permanecen en el cuerpo durante años, sin que se sienta ningún malestar. Etapa tardía Esta última etapa de la Sífilis aparece hasta 20 años después. Se caracteriza por alteraciones en el corazón y el aparato circulatorio, el cerebro, en los huesos, y puede llegar a producir parálisis. Sífilis Congénita Es otra forma en que se puede presentar la infección, y ocurre cuando una mujer adquiere Sífilis antes o mientras está embarazada, y puede pasarle la Sífilis a su hijo, causándole a veces hasta la muerte. Si se descubre a tiempo, se pude aplicar tratamiento y proteger al bebé. RECUERDA: La Sífilis se cura si tú acudes al médico a tiempo. CONDILOMAS ACUMINADOS O VERRUGAS GENITALES También son conocidos por la población como “cresta de gallo”. Son protuberancias del color de la piel, con un aspecto parecido al de la cresta de un gallo. Aparecen en los órganos genitales (pene o vagina), la uretra o “caño de la orina” y el ano. Esta ITS es causada por un virus llamado Papiloma Humano (VPH), que se transmite a través de relaciones en las cuales llevemos a cabo un intercambio de los fluidos corporales que contienen una mayor concentración de este virus. Estos fluidos son: sangre, semen, y fluidos vaginales y las secreciones de las mismas verrugas genitales. Aunque el virus no esté activo, se contagia. Los síntomas más comunes pueden presentarse entre unas tres semanas y hasta tres meses después del contagio. Se observa la aparición de las verrugas en los genitales, la uretra y el ano. También se observan casos de Condilomas en la boca, como resultado del sexo oral con una persona que tenga el virus. Estas relaciones pueden ser boca-pene, boca-vagina o boca-ano. Cuando las verrugas salen en el ano, se pueden confundir con otra enfermedad, por esto ante la sospecha de molestias en la zona, acudamos al médico. Una vez que adquirimos el Virus del Papiloma Humano, este se queda en nuestro cuerpo y hace que las verrugas salgan en cualquier momento. Si no recibimos tratamiento, pueden crecer y convertirse en masas grandes que son difíciles de quitar. Esta ITS, como toda enfermedad producida por virus, no se cura, pero las verrugas serán quitadas de tu cuerpo por distintos métodos. RECUERDA: Puedes pedir más información sobre verrugas genitales si llamas a LÍNEAYUDA al 830-3156, o si preguntas en policlínicos, Hospitales y centros de salud. No te encierres, hay mucha gente que te puede ayudar. HERPES GENITAL El Herpes es una infección causada por un virus llamado Virus Herpes Simple (VHS). La mayoría de las personas lo conocen por las comunes ampollas o bolitas llenas de líquido que salen alrededor de los labios. El Herpes se puede contagiar por el contacto directo con una persona afectada (o sea, piel a piel, a través de las relaciones sexuales y mediante el sexo oral). En el caso de las parejas, lo más recomendable es hablar del tema y buscar la mejor solución tanto de prevención como de tratamiento. Al infectarnos con el virus Herpes este vivirá en nuestro cuerpo durante el resto de nuestras vidas. Sin embargo, el virus puede estar inactivo (dormido) en nuestro cuerpo (en el sistema nervioso) y al activarse (despertar), baja a través de los nervios hasta la piel y las áreas ano-genitales presentando síntomas o brotes, cada cierto tiempo. Estos brotes pueden estar relacionados con diversos factores como estrés psicológico, cansancio, fiebre muy alta, males de estómago y otras enfermedades que deprimen el sistema inmunológico. También la luz del sol, las relaciones sexuales con penetración, la menstruación y la tensión emocional, son de las causas que pueden ayudar fuertemente para que estos episodios se repitan una y otra vez. Cuando tenemos un episodio de Herpes Genital, podemos presentar alguna de las siguientes señales o características. Estos síntomas van a aparecer dentro de los 2 a 10 días después de que el virus entra al cuerpo. Cuando te ataca por segunda o más veces este tiempo puede cambiar. Los síntomas son: 1. Incomodidad, irritación, quemazón y-o picazón en el área genital. 2. Quemazón o dolor al orinar. 3. Dolor en las entrepiernas (parte inferior del muslo), piernas o en el área genital. 4. Sensación de presión en los genitales. 5. Ampollas dolorosas en el área genital. 6. Fiebre o síntomas parecidos a la gripe. 7. Dolores de cabeza. 8. Inflamación en los ganglios de la ingle (lo que se conoce como “seca”). 9. Picazón y/o hormigueo en la zona próxima a donde se producirá una ampolla (llaguita o peladito). 10.Dolor y/o ardor en la zona anal. 11.A veces, malestar general. El Herpes es una condición que vivimos en episodios recurrentes (que nos repite varias veces, con períodos de sanidad y crisis, en los que aparecen las lesiones). Esta enfermedad tiene además síntomas particulares en las zonas en que ataca y para cada sexo. Síntomas particulares en las mujeres: El síntoma más molesto es el dolor que se siente al pasar la orina, el cual es intenso y que no tiene lugar en los hombres. Esto se debe a que en las mujeres el área afectada es la vulva y es mayor allí el contacto con la orina. Síntomas particulares en hombres: Las ampollas pueden afectar cualquier parte, pero comúnmente se presentan en el glande o cabeza del pene, y en el prepucio o “pellejito que cubre el pene”, cuando no está circuncidado. También en el pequeño “nudo” o “costura” de piel que está en la parte de abajo del pene, donde se une el prepucio con el glande. Las ampollas alrededor del testículo pueden causar incomodidad debido al roce durante el movimiento. Infecciones Ano-Rectales: El recto o parte posterior y final del intestino, y la piel que lo rodea, pueden verse afectados también por el herpes. Es frecuente en hombres homosexuales y sus síntomas son: 1. Intensas molestias y dolor local, especialmente al evacuar. 2. Dolor anal. 3. Proctitis. 4. Salida de secreción o flujo. 5. Ampollas en el canal anal. Los síntomas del Herpes Genital varían sustancialmente de persona a persona; y van desde moderados a severos y pueden tardar varias semanas en desaparecer. Aunque también algunas personas pueden tener brotes que no se presenten con dolor y que desaparecen rápidamente. Aun cuando el virus está inactivo (dormido) hay siempre posibilidad de infectarnos o infectar a otras personas. Por la frecuencia y la facilidad con que se puede contraer el virus, una vez expuestos a éste, una persona puede tardar días, semanas, meses e incluso años para desarrollar síntomas visibles, por lo que es difícil saber cuándo se pudo haber contraído. Las personas viviendo con VIH son aun más propensas a contraer este tipo de virus ya que se manifiesta como una infección oportunista, que consigue poca resistencia de parte del cuerpo, como una consecuencia de la debilidad del sistema inmunitario (las defensas). Tratamiento: Todavía no hay ningún medicamento que dé una protección preventiva (o sea una vacuna o algo así) contra el herpes. Tampoco es posible destruir los virus “dormidos” en el cuerpo. Sin embargo, no existe motivo alguno para desesperarse o resignarse, puesto que, si bien no existe en la actualidad una cura para el herpes, sí existe la posibilidad de un tratamiento que, al cumplirlo, se puede evitar la repetición de los síntomas y reducir su gravedad y duración. También disminuirá la frecuencia y el riesgo de transmisión del virus del herpes. Pero es de suma importancia que el tratamiento comience lo antes posible, desde el mismo momento que aparecen las primeras señales. Sólo durante esta etapa, puede impedirse la multiplicación del virus. Si las ampollas salieron (bolitas de agua) y florecen, ya los medicamentos no harán efecto. En estos casos, deberán consultar al médico para obtener un tratamiento lo más personalizado posible, o sea, adecuado a su caso en especial. Si tienes un episodio o un brote de Herpes, y no puedes ver a un médico de inmediato puedes hacer lo siguiente: · Lavarte el área afectada con agua tibia y jabón de bebé. · Mantener el área afectada total y completamente seca. · No usar polvos de ningún tipo en el área afectada. · Utilizar ropa de algodón suelta. No apretadas. · Usar pantalones anchos. · Evita tocar las zonas afectadas y si lo haces debes lavarte las manos, ya que el líquido dentro de las ampollas es altamente contagioso y puede llevar el virus a otras partes de tu cuerpo y a otras personas. · Evita el sol. · Evita las relaciones sexuales. · Visita al médico tan pronto puedas. RECUERDA: Consulta a tu médico cuando se presenten las primeras señales de una infección por Herpes, o bien comienza de inmediato con el tratamiento que el médico te ha indicado. Es aconsejable, si ya tuviste Herpes alguna vez, llevar siempre contigo el medicamento que te indicó el médico, fijándote siempre en las fechas de vencimiento, y al sentir las primeras señales, comenzar en seguida el uso del mismo. En la gran mayoría de las personas infectadas de Herpes Genital, la enfermedad no causa problemas significativos. Lo más importante es consultar un especialista, de seguro que te ayudará. Si estás atravesando por un episodio de Herpes, lo más recomendable durante este tiempo es no tener relaciones sexuales o usar un condón durante cada situación. EL CHANCROIDE O CHANCRO BLANDO Es una Infección de Transmisión Sexual causada por una bacteria, y se diferencia del chancro duro de la Sífilis porque éste es doloroso y con secreción. Se caracteriza por una úlcera (llaga) dolorosa, ya que la bacteria que la produce (Haemophilus Ducrey) entra en el cuerpo a través de un rasguño o rotura en la piel que cubre los genitales. Se trasmite al tener contacto sexual genital, anal u oral, con una persona que esté infectada. Los primeros síntomas del chancroide son: Uno o varios bultos pequeños o protuberancias rojizas en la región genital. Estos aparecen entre 3 a 10 días después del contacto sexual en el que se produce la infección. Las protuberancias se convierten después en úlcera (llagas) muy abiertas que pueden sangrar al tocarlas. Algunas veces, sale pus de las llagas y producen un olor muy desagradable hasta para el que las tiene. A veces el prepucio puede hincharse completamente. Las úlceras más frecuentes en el hombre aparecen en las siguientes zonas: Prepucio, glande, frenillo, y el surco balanoprepucial (que es el surco que está entre el cuerpo del pene y el glande). En mujeres, las úlceras aparecen en los labios mayores y menores, clítoris y pared vaginal. Las úlceras pueden producir inflamación dolorosa en los ganglios linfáticos de la ingle (esto es lo que se conoce como “seca”). RECUERDA: El chancroide, aunque es muy doloroso y mal oliente, puede curarse con medicamentos recetados por el médico. Para evitar que usted y su pareja contraigan el chancroide, use siempre condón. HEPATITIS B (VHB) Este virus se encuentra en la mayoría de los líquidos corporales pero sólo se transmite por la sangre, la saliva, el líquido seminal y las secreciones vaginales. Y aunque la mayoría de las veces se transmite en las relaciones sexuales, también se puede transmitir de madre a hijo durante el embarazo, parto o lactancia y por las transfusiones de sangre o el uso de hemoderivados. El período de incubación de esta infección es de 50 a 180 días. Luego de este tiempo se pueden presentar síntomas muy variados como fiebre moderada, un síndrome gripal e ictericia (color amarillento en la piel) de intensidad variable. En la mayoría de los casos, estos síntomas desaparecen sin secuela en los seis meses siguientes a la infección. Esta infección se produce por un virus que aún no tiene cura, por lo que acudir al especialista lo antes posible garantizará una rápida recuperación. Si esta enfermedad no se atiende, además de aumentar la posibilidad de infectar a otras personas, produce cirrosis hepática, o puede convertirse en una hepatitis activa crónica o una necrosis hepática aguda. Esta enfermedad es un factor de riesgo para padecer de cáncer de hígado. Recuerda siempre acudir a un especialista ante la sospecha de estar infectado con una ITS. RECUERDA SIEMPRE… Hasta el momento, no existen vacunas contra la mayoría de las ITS. Una persona que se cura de Gonorrea o Sífilis, si tiene relaciones con alguien que la tenga, pueda volver a contagiarse. También se pueden tener dos o más Infecciones de Transmisión Sexual al mismo tiempo. En el caso del Herpes Genital, el VIH, los Condilomas Acuminados (cresta de gallo) y otras, no se pueden curar. Permanecen para siempre en nuestro cuerpo una vez que entran. Lo que sí podemos tratar son los síntomas cada vez que aparezcan. Solamente un especialista puede confirmar si una persona tiene una Infección de Transmisión Sexual. Por esto es importante que consulte a un médico tan pronto sospeches o sientas tener algo. No des tiempo a que la infección avance. Si el médico te confirma que tienes una ITS, debes llevar el tratamiento que te indique, al pie de la letra, llevarlo completo hasta que termine, aunque los síntomas hayan desaparecido. En muchos casos, aunque su pareja no se vea o se sienta nada, deberá llevar el tratamiento también, y es mejor que ambos lo lleven, porque si los dos no se curan, ninguno se curará. Tu médico te dirá en qué caso tu pareja deberá llevar tratamiento. Nunca, y bajo ninguna circunstancia deberás automedicarte. Es decir, no debes tomar algunas medicinas que te venden en las farmacias o que te las regala un amigo, si antes un médico no te las ha recetado. Ten muy en cuenta que no debes jugar con tu salud. Si te descuidas, estas infecciones pueden complicarse. Para curarte debes poner en tratamiento TODAS tus parejas sexuales (las fijas y las ocasionales). Debes llevar el tratamiento hasta el final aunque no te sientas ni te veas nada. Es importante que sepas que en los hospitales y policlínicos existen consultas especializadas para tratar ITS. No te cures con preparados, ni con embrujos, ni con ensalmos. Estas cosas lo único que van a lograr es confundirte y complicar más tu salud. No tengas miedo de preguntar. Existen consultas especializadas para la atención de las Infecciones de Transmisión Sexual. Acude a ellas. No te asustes, no estás solo, estamos para ayudarte. Para más información llama a LÍNEAYUDA (07)8303156