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7 de enero. Epifanía del Señor.
Solemnidad de la llegada de los
Reyes Magos.
Señor, Dios nuestro, que por medio
de una estrella, diste a conocer en este
día, a todos los pueblos el nacimiento de
tu Hijo, concede a los que ya te
conocemos por la fe, llegar a contemplar, cara a cara, la
hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor…
Isaías (60, 1-6) ¡Arriba, resplandece, que ha llegado tu luz!
Salmo 71 Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Efesios (3, 2-3. 5-6) Ustedes son coherederos, partícipes de la
misma promesa
Mateo (2, 1-12) Venimos de Oriente para adorar al Rey
“Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes.
Unos magos de Oriente llegaron entonces a Jerusalén y
preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de
nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a
adorarlo. Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y
toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos
sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde
tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: En Belén de
Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de
Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades
ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de
mi pueblo, Israel. Entonces Herodes llamó en secreto a los
magos, para que le precisaran el tiempo en que se les había
aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: “Vayan a
averiguar cuidadosamente qué hay de ese niño, y cuando lo
encuentren, avísenme para que
yo también vaya a adorarlo.
Después de oír al rey, los
magos se pusieron en camino,
y de pronto la estrella que
habían visto surgir, comenzó a
guiarlos, hasta que se detuvo
encima de donde estaba el
niño. Al ver de nuevo la
estrella,
se
llenaron
de
inmensa alegría. Entraron en la
casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo
adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos:
oro, incienso y mirra. Avisados en sueños que no volvieran
donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino”
Para muchos hoy…
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• Termina todo.
• Todos los adornos se quitan
Y se respira “por fin terminó todo”
Pero…
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A Dios no se le guarda como coroto encajas para el otro
año.
No se le puede olvidar sin ton ni son.
Debemos ser…
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La Buena Noticia de que Dios se hizo hombre y se
quedó entre nosotros.
• Vida que sugiere vida y alegría.
Primera lectura (Isaías)
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Regresarán los hijos dispersos. Es un consuelo para
Jerusalén.
Con una imagen muy bella la luz, sol divino, barrera las
tinieblas.
Luz de la verdad y la justicia, de la bondad y la
misericordia.
La luz que caracteriza la fiesta de la «Epi-fanía» (=
manifestación)
Carta a los Efesios
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• Se manifestarán cosas ocultas.
Para llenarnos de alegría al conocer el plan misterioso
de Dios.
• Donde todos somos iguales ante Dios
El evangelio de Mateo
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Escrito para cristianos que habían sido judíos.
San Mateo les enseña que ya no hay privilegios.
Unos magos venidos de Oriente preguntan por el recién
nacido rey de los judíos.
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Los Reyes Magos
Melchor, Gaspar y Baltasar
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• Vienen de las lejanas tierras de Arabia, Persia y
Mesopotamia, montados en camellos y dromedarios,
trayendo al Niño Dios exóticos regalos.
• Siguieron a la estrella del cielo.
Representan a todos que sigan el bien, la justicia y la
paz.
• No es un cuento de hadas.
• Son todos los que buscan la verdad y el amor.
• Los que reconocen a Dios hecho humano.
Se manifiesta Dios
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El Dios verdadero.
El único Dios.
A todos los pueblos
No en la potencia de la soberbia
Sino en la debilidad de un niño recostado en un pesebre.
Estamos ante la escena de la adoración
La fiesta de la Epifanía
Es la ocasión donde todos somos iguales.
• Donde debe haber libertad religiosa.
• Donde Dios salva a todos, sin excepción.
• Epifanía” es una palabra griega que significa, literalmente,
“manifestación, revelación”.
• El día de Reyes es, tradicionalmente, un día de alegría, de
luz, de fiesta.
• Es el día de los regalos.
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Nos enseñan que…
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No tanto racionalismo, pragmatismo y materialismo.
Tantos argumentos palpables.
Esas benditas pruebas
Ellos sin haber recibido la fe se ponen en marcha. Es un
largo viaje.
Ellos no son ilusos, alocados, estupidos. (Diría el mundo)
Fueron capaces de seguir una estrella de la fe.
Saben leer el lenguaje divino. Signo de los tiempos.
• Supieron escuchar la voz de Dios.
¿Por qué no dejarnos guiar, también nosotros, por esa
“estrella” de la fe?
Ojalá que también nosotros tengamos el valor de seguir la
estrella que Dios nos manda.
Oración después de la Comunión
Que tu luz, Señor, nos guíe y nos acompañe siempre para que
comprendamos cada día más este sacramento en el que hemos
participado y podamos recibirlo con mayor amor.
Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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