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sumario 327 Eur Psychiatry Ed. Esp. (2002); 9: 327-330 COMUNICACIÓN BREVE Tratamiento antihormonal de pacientes parafílicos en clínicas psiquiátricas forenses alemanas J. P. Czerny, P. Briken y W. Berner Departamento de Sexología (Director: Prof. Dr. W. Berner), Clínica de Psiquiatría y Psicoterapia de la Universidad de Hamburgo, Martinistrasse 52, 20246 Hamburgo, Alemania Resumen - El propósito de este estudio era investigar qué estrategias de tratamiento antihormonal se utilizan en las instituciones psiquiátricas forenses alemanas. Se preguntó a las clínicas forenses por el número de pacientes tratados. Cuatrocientos setenta y cuatro pacientes estaban internados por delitos sexuales; el 12% recibía CPA (n = 29) o agonistas de la luliberina (n = 29). Las diferencias en eficacia eran pequeñas. Varios efectos secundarios confirman la importancia de un protocolo para minimizar las complicaciones médicas. acetato de ciproterona / psiquiatría forense / agonistas de la gonadoliberina / agonistas de la luliberina / parafilia INTRODUCCIÓN En la actualidad hay tres maneras generales de tratar la conducta sexual anómala: la reducción de la producción de testosterona, los fármacos psicotropos (p. ej., los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) y la psicoterapia. Los esteroides acetato de medroxiprogesterona (AMP) y acetato de ciproterona (ACP) se han utilizado durante más de 30 años. El AMP inhibe la secreción de gonadotropina y reduce también la concentración de testosterona [6, 8]. El ACP actúa como un progestágeno y antiandrógeno mediante antagonismo del receptor con la dihidrotestosterona [6, 8]. Por desgracia, se ha mostrado que el AMP y el ACP no reducen de manera fiable el nivel de testosterona y, por tanto, obtuvieron resultados inconstantes en el tratamiento de la parafilia [4, 5]. A causa de un número sustancial de efectos secundarios, incluida la ginecomastia, la ganancia de peso y el daño hepatocelu- lar [6,8], hay una necesidad de otras sustancias efectivas con menos efectos secundarios importantes. Las experiencias con agonistas de la luliberina durante su uso en el tratamiento del carcinoma prostático han indicado que estas sustancias podrían ser útiles también en el tratamiento de los delincuentes sexuales. La mayoría de los estudios anteriores (para una revisión véase [3]) de los efectos en hombres con parafilia han consistido en informes clínicos [4, 5, 9, 10]. En 1998, en un estudio abierto no controlado, Rösler y Witztum [7] trataron a 30 hombres con parafilias duraderas graves con triptorelina durante 8-42 meses. Los episodios de conducta sexual desviada se redujeron y el número de fantasías sexuales desviadas disminuyó durante la terapia. Los efectos secundarios menores incluían sofocos persistentes, disminución del crecimiento del vello facial y corporal, astenia y dolor muscular difuso. La densidad mineral ósea disminuyó significativamente en 11 de los 18 hombres en los que se tomó esta medida. Czerny JP, Briken P, Berner W. Antihormonal treatment of paraphilic patients in German forensic psychiatric clinics. Eur Psychiatry 2002; 17: 104-6. 328 J.P. Czerny, et al Nuestro propio grupo de estudio describió los resultados de 11 pacientes con parafilias graves (pederastia, sadomasoquismo) que se trataron con el agonista de la luliberina acetato de leuprolida en un período de 12 meses [1, 2]. Simultáneamente a la primera medicación con acetato de leuprolida, administramos acetato de ciproterona durante las dos primeras semanas, a causa del aumento esperado de los niveles de testosterona en suero ("efecto llamarada") [6]. Los pacientes no mostraron tendencia a conducta sexualmente agresiva y comunicaron una reducción evidente de la erección peniana, la eyaculación, la masturbación y la impulsividad y las fantasías sexuales desviadas. Las concentraciones medias de línea de base de hormona luteinizante, hormona estimuladora del folículo y testosterona en el suero en todos los pacientes fueron normales; los niveles de testosterona cayeron en los 3 primeros meses a los niveles de castración. Los efectos secundarios eran depresión, ganancia de peso y dolor en el área de la inyección. Los pacientes que recibieron antes ACP o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina durante un período más largo comunicaron mayor eficacia con el acetato de leuprolida. El propósito del presente estudio era investigar qué estrategias de tratamiento antihormonal se utilizan en la actualidad en las instituciones psiquiátricas forenses alemanas. MÉTODOS Se preguntó a las 67 clínicas forenses alemanas por el número de pacientes con tratamiento antihormonal en un día particular (el 20 de enero de 2001). Treinta y dos clínicas (el 48%) que incluían 2.070 pacientes respondieron. Las razones para no informar incluían la ausencia de pacientes varones, la ausencia de pacientes parafílicos y el deseo de una clínica de informarnos sólo después de finalizar su propio estudio sobre esta materia, pero que comunicó el número de pacientes tratados. El cuestionario que utilizamos evaluaba los diagnósticos, las razones para el internamiento y la duración, eficacia y efectos secundarios del tratamiento antihormonal. El cuestionario debía responderlo el médico responsable sólo en caso de tratamiento con ACP o agonistas de la luliberina. Para evaluar la eficacia, se dieron cinco categorías de respuesta posibles: reducción de la actividad sexual (1), y de las fantasías sexuales (2), ausencia de diferencias con la línea de base (3), aumento de las fantasías (4) y de la actividad sexual (5). Los efectos secundarios principales (ganancia de peso, pérdida del vello cor- poral, osteoporosis, tromboembolia, hipopituitarismo, ginecomastia, fatiga, depresiones, reacciones alérgicas, sofocos, otros) [6] se enumeraban y podían marcarse. RESULTADOS El 23% (n = 474) de los pacientes estaba internado en la institución por delitos sexuales. El 12% (n = 58) de estos pacientes recibía ACP (n = 29) o agonistas de la luliberina (n = 29). La edad media era 38 años (los pacientes con ACP, 42,2 años; los pacientes con agonistas de la luliberina, 33,6 años). Los delitos se clasificaban: abuso infantil (27/47%), violación (18/31%), exhibicionismo y fetichismo (4/7%), homicidio e intento de homicidio (4/7%). Los grupos diagnósticos principales (eran posibles respuestas múltiples) eran parafilias como la pederastia (16/28%), el sadomasoquismo (3/5%), el exhibicionismo, el fetichismo y el voyeurismo (5/9%), parafilias múltiples (2/3%) y otras formas de parafilia no especificadas (2/3%). Se comunicaron trastornos de la personalidad como segundo diagnóstico (26/45%), especialmente el trastorno disocial de la personalidad (7/12%), el trastorno límite (5/9%), casos aislados de trastornos narcisistas y combinaciones de trastornos. Veinticuatro pacientes (41%) tenían retraso mental (la mitad de ellos ligero) y ocho (14%) eran adictos al alcohol. La duración del tratamiento con ACP era 22,6 meses y con los agonistas de la luliberina, 10,3 meses. De los 29 pacientes tratados con agonistas de la luliberina, sólo en 19 casos se disponía de información sobre la respuesta al tratamiento (los otros pacientes tomaban parte en un estudio). Como agonistas de la luliberina se utilizaron acetato de leuprolida (n = 11), acetato de goserelina (n = 5) y triptorelina (n = 3). La tabla I muestra que había sólo diferencias pequeñas entre el ACP (más reducción de la actividad sexual) y la luliberina (más reducción de las fantasías) en la eficacia con respecto a la desviación sexual. No se comunicaron efectos en tres casos de cada grupo (grupo de ACP: 10%; grupo de luliberina: 17%) y se señaló un aumento de las fantasías sexuales en un caso. Dos pacientes habían recibido tratamiento antes con ACP y recibieron agonistas de la luliberina después a causa de una reducción insuficiente de la impulsividad agresiva sexual con el ACP. Después de la nueva medicación, la intensidad del deseo sexual y los síntomas se redujeron notablemente. Ningún paciente que se hubiera medicado con un agonista de la luliberina recibió después ACP. Tratamiento antihormonal de pacientes parafílicos Tabla I. Eficacia y efectos secundarios para el ACP y los agonistas de la luliberina. Variables Eficacia reducción de las acciones sexuales desviadas reducción de las fantasías sexuales desviadas ausencia de efecto aumento de las fantasías sexuales desviadas Efectos secundarios principales ganancia de peso ginecomastia disminución del cabello cambios de la tensión arterial sofocos disminución de la densidad mineral ósea depresión tromboembolia hipogonadismo letargo ACP (n = 29) n % Luliberina (n = 19) n % 22 76 12 67 15 3 52 10 11 3 61 17 1 3 – – 14 10 4 – 2 48 35 14 – 7 4 4 – 2 4 21 21 – 11 21 – 2 1 1 3 – 7 3 3 10 1 – – 1 4 5 – – 5 21 Probablemente el efecto secundario más grave que se produjo durante el tratamiento con ACP fue un caso de tromboembolia. No se comunicaron reacciones alérgicas, casos de osteoporosis y efectos secundarios sobre la situación cardiovascular o daños hepatocelulares. DISCUSIÓN Los resultados muestran que tanto el ACP como los agonistas de la luliberina son útiles en la reducción de la libido en los delincuentes sexuales. Parece haber una necesidad de sustancias alternativas al ACP. El hecho de que la mitad de los pacientes investigados reciban ya agonistas de la luliberina, aunque no estén enumerados oficialmente para esta indicación en Alemania, lo evidencía. La diferencia en la edad media y la duración del tratamiento del grupo de ACP y de luliberina se podía explicar como resultado del uso más común de los agonistas de la luliberina desde que ha habido más publicaciones a final de la década de 1990 [3]. Se comunicaron varios efectos secundarios para ambos grupos, y confirman la importancia de un protocolo para minimizar las complicaciones médicas con el uso de ambos fármacos [6]. Los datos de la presente investigación no pudieron confirmar los resultados de estudios anteriores que suponían menos efectos secun- 329 darios para los agonistas de la luliberina [1, 2]. Aunque con ACP había más efectos secundarios como ganancia de peso y ginecomastia, los pacientes tratados con la luliberina mostraban más a menudo sofocos y letargo. Se produjo un caso grave de tromboembolia con ACP. La terapia continua con agonistas de la luliberina puede causar pérdida de la densidad mineral ósea [6], lo que probablemente se podría impedir por la administración concomitante de calcio (1.500 mg diarios) y vitamina D (600-800 UI diarias) o un fármaco bifosfonato [7]. La duración del tratamiento en el grupo investigado aquí era demasiado corta para responder a este punto. Como la osteoporosis a menudo es asintomática hasta que se produce una fractura, se debería realizar una densitometría ósea antes del tratamiento y cada año después [6, 7]. El acetato de leuprolida está disponible en formas de inyección mensual o trimestral de acción prolongada, lo que puede ser una ventaja considerando el cumplimiento. El ACP se ha de administrar en dosis orales de 100600 mg, o dosis de 400-700 mg semanales para inyección intramuscular. CONCLUSIONES Los agonistas de la luliberina, aunque no enumerados para tratamiento de la parafilia en Alemania, se prescriben ya en la mitad de los pacientes forenses con tratamiento antihormonal. Los agonistas de la luliberina parecen ser una opción prometedora al ACP, y se podrían prevenir complicaciones médicas por indicación diferenciada, pruebas de detección selectiva y un calendario de pruebas durante su uso. Se necesitan más investigaciones para comparar el ACP y los agonistas de la luliberina. BIBLIOGRAFÍA 1 Briken P, Berner W, Noldus J. Nika E, Michl U. Therapy of paraphilia with LHRH-agonists. WPA-Abseract, XI World Congress of Psychiatry. 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