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Capítulo 83 Trastornos del metabolismo de purinas y pirimidinas & e83-1 Las purinas participan en todos los procesos biológicos; todas las células requieren un aporte equilibrado de purinas para su crecimiento y supervivencia. Las purinas constituyen la principal fuente de energía celular a través de la adenosina trifosfato (ATP) y, junto con las pirimidinas, son la fuente para el ARN y ADN que almacena, transcribe y traduce la información genética. Las purinas proporcionan las coenzimas básicas NAD y NADH para la regulación metabólica y desempeñan un papel destacado en la transducción y traducción (GTP, AMPc, GMPc). Los nucleótidos metabólicamente activos están formados por bases purínicas (guanina y adenina) y pirimidínicas (citosina, uridina y timina) que contienen nitrógeno heterocíclico. En la figura 83-1 se muestran los pasos iniciales de la síntesis de purinas. Éstas se forman principalmente a partir de fuentes endógenas y, en condiciones normales, las purinas de la dieta suelen desempeñar una función pequeña. El producto final del metabolismo de las purinas en los seres humanos es el ácido úrico (2,6,8-trioxipurina). El ácido úrico no es un marcador específico de enfermedad, por lo que se debe determinar la causa de su elevación. La concentración de ácido úrico en cualquier momento depende de la reserva de nucleótidos purínicos, que procede de la síntesis de novo de purinas, el catabolismo de los ácidos nucleicos tisulares y el aumento del recambio de las purinas preformadas. El ácido úrico es poco soluble y se debe excretar continuamente para evitar su acumulación tóxica en el organismo. Su excreción renal consta de los siguientes componentes: 1) filtración glomerular, 2) reabsorción en el túbulo contorneado proximal, 3) secreción en las proximidades de la zona terminal del túbulo proximal y 4) reabsorción limitada en las proximidades de las regiones secretoras. Por tanto, la eliminación renal del ácido úrico es resultado de la excreción tubular renal y depende de su concentración sérica y de un mecanismo homeostático para evitar la hiperuricemia. Como la excreción tubular renal es mayor en los niños que en los adultos, en los niños, la concentración sérica de ácido úrico es menos fiable como indicador de su síntesis que en los adultos y, por consiguiente, puede ser necesario medir la concentración en orina para determinar una producción excesiva en ellos. El aclaramiento de una pequeña porción de ácido úrico se realiza por el tubo digestivo (secreción biliar e intestinal). Debido a su escasa solubilidad en condiciones normales, el ácido úrico se halla cerca de los límites máximos tolerables y las pequeñas alteraciones en su producción o solubilidad o los cambios en la secreción determinan la aparición de concentraciones séricas elevadas. En la insuficiencia renal, la excreción de urato está aumentada en las nefronas residuales y el tubo digestivo. Una mayor síntesis de ácido úrico se observa en procesos malignos, síndrome de Reye, síndrome de Down, psoriasis, anemia drepanocítica, cardiopatía cianótica congénita, reposición de enzima pancreática, glucogenosis de tipos I, III, IV y V, intolerancia de la fructosa hereditaria, déficit de acil-coenzima A deshidrogenasa y gota. El metabolismo de las purinas y las pirimidinas se puede dividir en 2 vías biosintéticas y una catabólica. La primera, o vía de novo, comprende una biosíntesis en múltiples pasos de estructuras de anillo fosforilado a partir de precursores como el CO2, la glicina y la glutamina. Los nucleótidos purínicos y pirimidínicos son producidos a partir de ribosa-5-fosfato y carbamil fosfato, respectivamente. La segunda, una vía de recuperación en un único paso, recupera bases purínicas y pirimidínicas procedentes de la ingestión o el catabolismo (figs. 83-2, 83-3; v. también fig. 83-1). En la síntesis de novo, los nucleósidos guanosina, adenosina, citidina, uridina y timidina se forman por la adición de ribosa-1-fosfato a las bases purínicas guanina y adenina y las pirimidínicas citosina, uracilo y timina. La fosforilación de estos nucleósidos da lugar a nucleótidos monofosfato, difosfato y trifosfato. En condiciones normales, la vía metabólica de recuperación predomina sobre las de biosíntesis. La síntesis es más activa en los tejidos con una velocidad elevada de recambio celular, tales como el epitelio intestinal, la piel y la médula ósea. La tercera vía es el catabolismo. El ácido úrico es el producto final del catabolismo de las purinas, mientras que el de las pirimidinas origina productos intermedios del ciclo del ácido cítrico. Sólo una pequeña fracción de las purinas recicladas cada día se degrada y excreta. Los errores congénitos de la síntesis de nucleótidos purínicos incluyen: 1) hiperactividad de la fosforribosilpirofosfato sintetasa, 2) déficit de adenilsuccinasa y 3) déficit de 5-amino-4-imidazolcarboxamida (AICA) ribósido (AICA-ribosiduria). Las enfermedades por alteraciones del catabolismo de purinas comprenden: 1) déficit de adenosina monofosfato (AMP) desaminasa muscular, 2) déficit de adenosina desaminasa, 3) déficit de purina nucleósido fosforilasa y 4) déficit de xantina oxidorreductasa. Los trastornos secundarios a anomalías en la vía de recuperación de purinas engloban: 1) déficit de hipoxantina-guanina fosforribosiltransferasa (HPRT) y 2) déficit de adenina fosforribosiltransferasa (APRT). Los errores congénitos del metabolismo de las pirimidinas comprenden trastornos de la síntesis de pirimidina y de la degradación de nucleótidos pirimidínicos. Entre los trastornos se encuentran: 1) aciduria orótica hereditaria (déficit de uridina monofosfato sintetasa), 2) déficit de dihidropirimidina deshidrogenasa (DPD), 3) déficit de dihidropiriminidasa (DPH), 4) déficit de b-ureidopropionasa, 5) déficit de UMPH-1 (anteriormente, déficit de pirimidina 50 -nucleotidasa), 6) reducción de nucleósidos de pirimidina e hiperactividad de la 50 -nucleotidasa citosólica, 7) déficit de timidina cinasa 2, y 8) déficit de timidina fosforilasa. © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. [(Figura_1)TD$IG] Figura 83-1 Pasos iniciales en la biosíntesis del anillo de purina. e83-2 & Parte XI Trastornos genéticos del metabolismo [(Figura_2)TD$IG] Figura 83-2 Vías del metabolismo y recuperación de purinas. [(Figura_3)TD$IG] Figura 83-3 Vías de biosíntesis de las pirimidinas. GOTA La gota se manifiesta con hiperuricemia, nefrolitiasis de ácido úrico y artritis inflamatoria aguda. La artritis gotosa se debe al depósito de cristales de urato monosódico que causan inflamación en las articulaciones y los tejidos periarticulares. La presentación más frecuente es la afectación monoarticular, de forma característica en la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del pie. Los depósitos de cristales de urato monosódico se denominan tofos y pueden observarse en los puntos de inserción de los tendones en codos, rodillas y pies o en el hélix del pabellón auricular. La gota primaria suele aparecer en varones de edad media y obedece a una hiperproducción de ácido úrico, una disminución de su excreción © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. Capítulo 83 Trastornos del metabolismo de purinas y pirimidinas & e83-3 renal o a ambos factores. En la mayoría de los casos, se desconoce su etiología bioquímica y se considera de carácter poligénico. Cuando la hiperuricemia y la gota surgen en la infancia suele tratarse de una gota secundaria, el resultado de otra enfermedad en que existe una rápida destrucción tisular o recambio celular que conduce a un aumento de la formación o una disminución de la excreción de ácido úrico. La gota acompaña a cualquier enfermedad que cursa con una reducción del aclaramiento del ácido úrico: durante el tratamiento de procesos cancerosos o en casos de deshidratación, acidosis láctica, cetoacidosis, inanición, tratamiento diurético e insuficiencia renal. El exceso de purinas, el alcohol y la ingestión de hidratos de carbono aumentan la concentración de ácido úrico. La gota se relaciona con enfermedades hereditarias en tres trastornos enzimáticos diferentes que causan hiperuricemia. Consisten en la forma grave del déficit de HPRT (enfermedad de LeschNyhan) y el déficit parcial de HPRT, la hiperactividad de PPribosa-P sintetasa y la glucogenosis de tipo I (déficit de glucosa-6fosfatasa) (cap. 81.1). En las dos primeras, la base de la hiperuricemia es la hiperproducción de nucleótidos purínicos y ácido úrico, mientras que en la tercera es la síntesis excesiva de ácido úrico y la disminución de la excreción renal de urato. Las glucogenosis de tipos III, V y VII se asocian a hiperuricemia inducida por el ejercicio debido a una utilización rápida del ATP e imposibilidad de regenerarlo de forma eficaz durante el ejercicio (cap. 81.1). La hiperuricemia juvenil autosómica dominante, la artritis gotosa, los quistes medulares y la insuficiencia renal progresiva son manifestaciones asociadas con la nefropatía hiperuricémica juvenil familiar (NHJF), la enfermedad renal quística medular de tipo 1 (ERQM1) y tipo 2 (ERQM2). La ERQM1 se localiza en el cromosoma 1q21. La NHJF y la ERQM2 se localizan en el cromosoma 16p11.2. Se cree que la NHJF y la ERQM2 son alélicas y pueden deberse a mutaciones de la uromodulina (UMOD); se ha propuesto el término enfermedad renal asociada a la uromodulina (ERAU). A diferencia de los tres trastornos hereditarios del metabolismo de las purinas ligados al cromosoma X y de la glucogenosis de herencia autosómica recesiva, estas enfermedades se heredan con un patrón autosómico dominante. La gota familiar juvenil o neuropatía hiperuricémica juvenil familiar se asocia a una hipoexcreción renal grave de ácido úrico. Aunque suele manifestarse entre la pubertad y la tercera década de la vida, se han notificado casos en la lactancia. Se caracteriza por su inicio precoz, hiperuricemia, gota, nefropatía familiar y bajo aclaramiento de urato con respecto a la tasa de filtración glomerular. Afecta tanto a varones como a mujeres y se asocia a menudo a una disminución rápida de la función renal, que conduce a la muerte a menos que se diagnostique y trate precozmente. Una vez identificada la NHJF, es de suma importancia su detección antes de que aparezcan los síntomas para identificar a los familiares asintomáticos con hiperuricemia y empezar el tratamiento para prevenir la nefropatía cuando esté indicado. El tratamiento de la hiperuricemia se realiza con alopurinol (inhibidor de la xantina oxidasa) para disminuir la formación de ácido úrico y probenecid para aumentar el aclaramiento de ácido úrico en los pacientes con función renal normal, alcalinización de la orina para incrementar la solubilidad del ácido úrico y aumento de la ingestión de líquidos para disminuir la concentración de ácido úrico. Se recomienda también una dieta con bajo contenido en purinas y una reducción del peso y el consumo de alcohol. ANOMALÍAS DE LA RECUPERACIÓN DE PURINAS Enfermedad de Lesch-Nyhan (ELN) La ELN es una enfermedad poco frecuente del metabolismo de las purinas ligada al cromosoma X, que está causada por el déficit de HPRT. Normalmente, esta enzima está presente en todas las células del organismo, pero su concentración más elevada se halla en el cerebro, especialmente en los ganglios basales. EPIDEMIOLOGÍA Se calcula que la prevalencia de la enfermedad de Lesch-Nyhan clásica es de 1/100.000 a 1/380.000 habitantes. No se conoce la incidencia de las otras variantes. Los pacientes con la forma clásica de ELN no suelen sobrevivir más allá de la tercera década de vida por el compromiso renal o respiratorio. La duración media de la vida puede ser normal en caso de déficit parcial de HPRT sin afectación renal grave. ANATOMÍA PATOLÓGICA En los estudios detallados mediante técnicas anatomopatológicas y microscopia electrónica de las regiones cerebrales afectadas no se han documentado anomalías cerebrales específicas. La RM pone de manifiesto una reducción de volumen de los ganglios basales. En 3 casos en los que se realizó la autopsia se detectaron anomalías en el metabolismo de los neurotransmisores. En los 3 casos las concentraciones de HPRT eran muy bajas (<1% en tejido del núcleo estriado y 1-2% respecto a controles en el tálamo y la corteza cerebral). Existía una pérdida funcional del 65-90% de los terminales dopamínicos nigroestriados y mesolímbicos, aunque las células de la sustancia negra no mostraban una reducción de dopamina. Las principales regiones del cerebro afectadas son: núcleo caudado, putamen y núcleo accumbens. Se ha propuesto que los cambios neuroquímicos pueden acompañarse de alteraciones funcionales, debido posiblemente a una disminución de la arborización o ramificación de las dendritas más que a una pérdida de células. Una anomalía de los neurotransmisores se demuestra por las variaciones en ellos y sus metabolitos en el líquido cefalorraquídeo y se confirma mediante tomografía por emisión de positrones de la función dopamínica. Se ha documentado una reducción del transportador presináptico de dopamina en el núcleo caudado y el putamen de 6 pacientes. PATOGENIA El gen HPRT se ha localizado en el brazo largo del cromosoma X (q26-q27). Se conoce la secuencia de aminoácidos completa de HPRT (aproximadamente 44 kb, 9 exones). La enfermedad afecta a varones; la aparición en mujeres es muy poco frecuente y se atribuye a una desactivación no aleatoria del cromosoma X normal. La ausencia de HPRT impide el metabolismo normal de la hipoxantina, lo que causa una síntesis excesiva de ácido úrico y manifestaciones clínicas de gota, que precisan tratamiento farmacológico (alopurinol). El déficit enzimático produce una acumulación de hipoxantina en el líquido cefalorraquídeo, pero no de ácido úrico; el ácido úrico no se forma en el cerebro y no cruza la barrera hematoencefálica. La hiperuricemia y el exceso de hipoxantina no causan alteraciones del comportamiento, ya que los pacientes con déficit parcial de HPRT, las formas con hiperuricemia, no se automutilan y los lactantes con hiperuricemia aislada desde el nacimiento no presentan un comportamiento automutilante. Se desconoce el mecanismo por el cual la HPRT produce síntomas neurológicos y conductuales. El metabolismo de la hipoxantina y la guanina está afectado; la guanosina trifosfato (GTP) y la adenosina ejercen efectos importantes en los tejidos nerviosos. Existe una relación funcional entre los nucleósidos purínicos y el sistema dopamínico que incluye a la guanina, el precursor de GTP. La unión de la dopamina a su receptor causa activación (receptor D1) o inhibición (receptor D2) de la adenilciclasa. Ambos efectos sobre los receptores están mediados por las proteínas G (proteínas que fijan GTP) dependientes de la guanosina difosfato (GDP) en el intercambio GDP/GTP para la activación celular. Los sistemas de la dopamina y la adenosina también están relacionados a través del papel de la adenosina como factor neuroprotector en la prevención de la neurotoxicidad. Los agonistas de la adenosina simulan las acciones bioquímicas y conductuales de los antagonistas de la dopamina, mientras que los antagonistas del receptor de adenosina actúan como agonistas funcionales de la dopamina. La reducción de dopamina en el cerebro se ha puesto de manifiesto en cepas de ratones mutantes con déficit de HPRT. MANIFESTACIONES CLÍNICAS La ELN se caracteriza por hiperuricemia, discapacidad intelectual, trastorno distónico del movimiento que puede acompañarse de coreoatetosis y espasticidad, habla disártrica y automutilación compulsiva (mordeduras a uno mismo), que comienza generalmente con la erupción de los dientes. Existen diferentes cuadros clínicos del déficit de HPRT. Las concentraciones de HPRT están relacionadas con la extensión de los síntomas motores, la presencia o ausencia de automutilación e83-4 & Parte XI Trastornos genéticos del metabolismo y posiblemente con el grado de función cognoscitiva. La mayoría de las personas con ELN clásica tiene concentraciones bajas o indetectables de la enzima HPRT. El déficit parcial de esta enzima (síndrome de Kelley-Seegmiller) con más de un 1,5-2% de enzima se asocia a hiperuricemia y disfunción neurológica variable (déficit neurológico de HPRT). El déficit de HPRT con concentraciones 8% provoca una forma grave de gota con un funcionamiento cerebral aparentemente normal (hiperuricemia relacionada con HPRT), aunque pueden aparecer déficits cognoscitivos. Se han notificado casos de déficits cognoscitivos cualitativamente similares en casos de ELN y otras variantes de la enfermedad. Estas otras formas tienen valores intermedios entre los observados en los pacientes con ELN y los controles en casi todas las determinaciones neuropsicológicas realizadas. En el momento del nacimiento, los lactantes con ELN no tienen una disfunción neurológica evidente. Al cabo de varios meses, el retraso del desarrollo, la discapacidad intelectual y los signos neurológicos se hacen manifiestos. Antes de los 4 meses de edad, se aprecian hipotonía, vómitos recurrentes y dificultad con las secreciones. Hacia los 8-12 meses, aparecen signos extrapiramidales, principalmente movimientos distónicos. En algunos casos la espasticidad puede resultar evidente en este momento, pero en otros se manifiesta más adelante. Generalmente, la función cognoscitiva suele presentar valores comprendidos en el intervalo leve a moderado de discapacidad intelectual, aunque algunos casos se encuentran en el límite bajo normal. La inteligencia global puede estar infraestimada debido a que los valores de las pruebas están influidos por la dificultad para realizarlas como consecuencia de las alteraciones del movimiento y el habla disártrica. La edad de inicio de la automutilación oscila entre el primer año de vida y, en ocasiones, los 10 años. Esta automutilación ocurre aunque todas las funciones sensoriales, incluido el dolor, están intactas. Generalmente, el comportamiento automutilante comienza con el hecho de morderse a uno mismo, aunque con el tiempo surgen otros patrones. De forma característica, los dedos, la boca y la mucosa bucal están mutilados. Las mordeduras son intensas, causan lesiones tisulares y pueden determinar la amputación de los dedos y la pérdida importante de tejido alrededor de los labios (fig. 83-4). En ocasiones se debe realizar una extracción de los dientes primarios. El patrón de mordeduras puede ser asimétrico, con una mutilación más importante en la región [(Figura_4)TD$IG] Figura 83-4 Autolesiones en un paciente con enfermedad de Lesch-Nyhan. Las lesiones del labio (A) y de los dedos (B) fueron autoprovocadas. El tratamiento de este problema implica el cubrimiento de cualquier parte potencialmente peligrosa de la silla de ruedas junto a sujeciones protectoras (C). (De Visser JE, Bär PR, Jinah HA: Lesch-Nyhan disease and the basal ganglia, Brain Res Rev 32:449-475, 2000.) izquierda o derecha del organismo. El tipo de comportamiento es diferente del observado en otras discapacidades intelectuales con automutilación en los que pegarse y golpearse la cabeza son las manifestaciones iniciales más frecuentes. La intensidad del comportamiento automutilante suele requerir la sujeción del paciente. Cuando se retiran las sujeciones, las personas con ELN pueden parecer aterrorizadas y suelen meterse el dedo en la boca. El paciente puede solicitar que se le apliquen las sujeciones para evitar los movimientos del codo; cuando se colocan o reemplazan las sujeciones, el paciente parece relajado y de mejor humor. El habla disártrica causa problemas de comunicación interpersonal; los niños con mayor funcionalidad se pueden expresar por sí mismos y participan en el tratamiento verbal. La automutilación se presenta como un comportamiento compulsivo que el niño intenta controlar, pero que a menudo no puede resistir. Los niños más mayores pueden solicitar la ayuda de otras personas y avisarles cuando se encuentran suficientemente bien para que les retiren las sujeciones. En algunos casos, este comportamiento se sigue de autolesiones deliberadas. Las personas con ELN también pueden mostrar un comportamiento agresivo compulsivo y lesionar a otras personas mediante pellizcos, agarramientos o golpes o mediante formas verbales de agresión. Después de esto, el paciente se disculpa explicando que este comportamiento está fuera de su control. Otras alteraciones del comportamiento consisten en golpearse la cabeza o las extremidades, meterse los dedos en los ojos y vómitos psicógenos. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS El síndrome de Lesch-Nyhan se debe al déficit de la enzima hipoxantina-guanina fosforribosiltransferasa (HPRT), que cataliza la conversión de hipoxantina a inosina monofosfato (ácido inosínico, IMP) y de guanina a guanina monofosfato (ácido guanílico, GMP) en presencia de fosforribosilpirofosfato. La proporción urato:creatinina, calculada a partir de la concentración de ácido úrico y creatinina en la orina proporciona una medida fiable de la hiperproducción de ácido úrico. Una proporción urato:creatinina superior a 2 es característica de los pacientes afectados de menos de 10 años de edad, pero no se considera diagnóstica. Una excreción de urato superior a 20 mg/kg en 24 horas es característica, pero no diagnóstica. Con frecuencia existe hiperuricemia (concentración sérica de ácido úrico >8 mg/dl), pero no es lo suficientemente sensible o específica con fines diagnósticos. La actividad de la enzima HPRT en células de cualquier tejido (p. ej., sangre, © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. Capítulo 83 Trastornos del metabolismo de purinas y pirimidinas & e83-5 fibroblastos cultivados o linfoblastos) se realiza sobre eritrocitos en anticoagulante pero también puede realizarse sobre manchas de sangre seca sobre papel de filtro. DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL El diagnóstico de síndrome de Lesch-Nyhan se debe sospechar en varones con retraso del desarrollo durante el primer año de vida que presenten las alteraciones neurológicas, cognitivas y conductuales características. La presencia de distonía junto con automutilación de la boca y los dedos indica una ELN. En los casos de déficit parcial de HPRT, el diagnóstico se fundamenta en una hiperuricemia aislada o en hiperuricemia y alteración distónica del movimiento. Las concentraciones séricas de ácido úrico que sobrepasan los valores de 4-5 mg/dl y el cociente de ácido úrico:creatinina en orina de 3:4 o mayor son muy sugestivas de déficit de HPRT, especialmente cuando se asocian a síntomas neurológicos. El diagnóstico definitivo requiere la realización de un análisis de la enzima HPRT en lisados de hematíes. Los pacientes con la variante clásica de la ELN tienen aproximadamente un 0% de actividad enzimática mientras que los casos con las formas parciales muestran una actividad de entre el 1,5% y el 60%. El análisis de HPRT en fibroblastos cutáneos intactos ofrece una buena correlación entre la actividad enzimática y la gravedad de la enfermedad. Las técnicas moleculares se usan para secuenciar el gen e identificar a los portadores. El diagnóstico diferencial engloba otras causas de hipotonía y distonía infantil. En un primer momento, los niños con ELN suelen ser diagnosticados erróneamente de una parálisis cerebral atetoide. Cuando se sospecha una parálisis cerebral en un niño con una evolución prenatal, perinatal y posnatal normal, se debe tener en cuenta la posibilidad de la ELN. El déficit parcial de HPRT se asocia a insuficiencia renal aguda en la infancia y, por tanto, el conocimiento de la posibilidad de este déficit parcial es de vital importancia. La comprensión de la alteración molecular ha conducido a un tratamiento farmacológico eficaz para la acumulación del ácido úrico y los tofos artríticos, la litiasis renal y la neuropatía. La reducción del ácido úrico no influye por sí sola en los aspectos neurológicos y el comportamiento de la ELN. A pesar de recibir tratamiento para el aumento del ácido úrico desde el nacimiento, el comportamiento y los síntomas neurológicos no se modifican. La insuficiencia renal y la automutilación son las complicaciones más importantes de la ELN. TRATAMIENTO El tratamiento médico de esta enfermedad se centra en la prevención de la insuficiencia renal mediante farmacoterapia de la hiperuricemia con aumento de la ingesta de líquidos, álcalis y alopurinol. El tratamiento con alopurinol debe ser controlado porque la excreción urinaria de oxipurinas es sensible al alopurinol, lo que produce un aumento de la concentración de xantina, que es muy insoluble y puede resultar en xantinuria y urolitiasis por xantina. La automutilación puede reducirse a través de terapias del comportamiento y el uso de sujeción, extracción de los dientes o ambos. En 1 paciente fue beneficiosa la inyección de toxina botulínica en los músculos maseteros. El uso de fármacos para reducir la ansiedad y la espasticidad presenta resultados variables. El tratamiento farmacológico es sintomático y se centra en el control de la ansiedad, la estabilización del humor y la reducción del comportamiento autolesivo. El diazepam resulta útil para los síntomas de ansiedad y la carbamacepina o la gabapentina para la estabilización del humor. Cada una de estas medicaciones disminuye el comportamiento autolesivo al ayudar a reducir la ansiedad y estabilizar el humor. En algunos casos se ha realizado un trasplante de médula ósea (TMO), basándose en la posibilidad de que la lesión del SNC obedezca a una toxina metabólica circulante. Algunos lactantes han muerto por las complicaciones del TMO. En 1 adulto en que el trasplante de médula ósea tuvo éxito no hubo cambios de los síntomas neurológicos ni del comportamiento. En este caso, la determinación de los receptores de dopamina mediante tomografía por emisión de positrones antes y después del TMO no mostró variaciones en la densidad de los receptores después del trasplante. En la actualidad no existen pruebas de que el TMO sea un tratamiento beneficioso; sigue siendo un tratamiento experimental y potencialmente peligroso. Se ha descrito el nacimiento de un varón normal tras un diagnóstico genético preimplantación satisfactorio y una fecundación in vitro para evitar la ELN. Se han descrito casos que documentan una mejoría modesta de los movimientos distónicos y una mejoría importante o la eliminación de la conducta automutilante en varios casos tratados mediante estimulación cerebral profunda por medio de la estimulación crónica bilateral del globo pálido interno. La seguridad y la eficacia de este método están siendo investigadas. En los casos descritos se observa una mejoría de la calidad de vida tanto para el paciente como para su familia. En los programas terapéuticos se debe tratar tanto la motivación para la autolesión como sus bases biológicas. Las técnicas conductistas por sí solas, usando métodos de condicionamiento operante, no han demostrado ser adecuadas como tratamiento general. Aunque las técnicas conductistas han tenido algunos éxitos en la reducción de la automutilación, su uso generalizado fuera de los límites experimentales está limitado y los pacientes pueden retornar a su comportamiento autolesivo previo en condiciones de estrés. Los métodos conductistas también se pueden centrar en la reducción del comportamiento autolesivo mediante el tratamiento de la ansiedad fóbica asociada al hecho de estar sin sujeciones. Las técnicas más comunes son la desensibilización sistemática, la extinción y el reforzamiento diferencial de otros comportamientos (competitivos). Se ha recomendado tratar el estrés para ayudar a los pacientes a desarrollar mecanismos de afrontamiento más eficaces. Los pacientes con ELN no responden a electroshock ni a técnicas conductistas aversivas similares. Cuando se utilizan estos métodos aversivos se observa un aumento del comportamiento autolesivo. CUIDADOS DE SOPORTE La sujeción (día y noche) y las técnicas dentales son métodos empleados con frecuencia para prevenir la autolesión. El tiempo durante el que se aplica la sujeción se relaciona con la edad de inicio del comportamiento autolesivo. Los niños con ELN pueden participar en la toma de decisiones con respecto al uso de sujeciones y a su tipo. El tiempo de aplicación de las sujeciones puede disminuirse con programas sistemáticos de tratamiento del comportamiento. A muchos pacientes se les extraen los dientes para evitar la automutilación. Otros usan protectores bucales diseñados por un dentista. La mayoría de los padres señala que la reducción del estrés y el conocimiento de las necesidades del paciente son los factores más eficaces para disminuir el comportamiento autolesivo. Las técnicas conductistas positivas de refuerzo del comportamiento apropiado son consideradas eficaces por casi la mitad de las familias. Déficit de adenina fosforribosiltransferasa (APRT) La APRT, una enzima que participa en la recuperación de purinas, cataliza la síntesis de AMP a partir de adenina y 5-fosforribosil-1pirofosfato (PP-ribosa-P). La ausencia de esta enzima se traduce en una incapacidad para usar la adenina y en la oxidación de la adenina acumulada, por medio de la xantina deshidrogenasa, en 2,8dihidroxiadenina, que es extremadamente insoluble. Este déficit está presente desde el nacimiento, y se hace patente a partir de los 5 meses o de forma tardía hasta en la 7.a década de la vida. PATOGENIA La enfermedad se transmite con carácter autosómico recesivo y presenta una notable heterogeneidad clínica. El gen APRT está localizado en el cromosoma 16q (16q24.3) y abarca 2,8 kb de ADN genómico. Existe un modelo murino en el que se ha eliminado el gen APRT (knockout) que reproduce exactamente el proceso de la enfermedad. Las manifestaciones clínicas comprenden la formación de cálculos renales con cristaluria, infecciones urinarias, hematuria, cólicos renales, disuria e insuficiencia renal aguda. La presencia de manchas marrones en los pañales de los lactantes o de cristales de color marrón amarillento en la orina es indicativa de esta enfermedad. Pruebas e83-6 & Parte XI Trastornos genéticos del metabolismo complementarias: Las concentraciones urinarias de adenina, 8-hidroxiadenina y 2,8-hidroxiadenina están elevadas, mientras que el ácido úrico plasmático es normal. El déficit puede ser completo (tipo I) o parcial (tipo II) y este último se ha descrito en Japón. El diagnóstico se basa en la concentración de enzima residual en lisados eritrocíticos. Los cálculos renales, compuestos de 2,8dihidroxiadenina, son radiotransparentes, blandos y se aplastan fácilmente. Estos cálculos no son distinguibles de los de ácido úrico mediante las pruebas rutinarias, por lo que es precisa la cromatografía líquida de alta presión (HPLC), la detección mediante radiación infrarroja o ultravioleta, la espectroscopia de masa (MS), la cristalografía radiográfica o la electroforesis capilar para su diagnóstico, en especial para distinguirlos de los cálculos del déficit de HPRT. TRATAMIENTO El tratamiento consiste en una ingestión elevada de líquidos, restricción de las purinas en la dieta y alopurinol, que inhibe la conversión de adenina en sus metabolitos, la excreción de 2,8-hidroxiadenina y la formación de cálculos. Se debe evitar la alcalinización de la orina porque, a diferencia de lo que sucede con el ácido úrico, la solubilidad de la 2,8-hidroxiadenina no aumenta hasta que el pH es de 9. La litotricia con ultrasonidos puede ser eficaz. El pronóstico depende de la función renal en el momento del diagnóstico. El tratamiento precoz es crítico para la prevención de los cálculos, ya que la insuficiencia renal grave acompaña a su reconocimiento tardío. TRASTORNOS DE LA SÍNTESIS DE LOS NUCLEÓTIDOS PURÍNICOS Hiperactividad de la fosforribosilpirofosfato (PRPP) sintetasa La PRPP es un sustrato que interviene esencialmente en la síntesis de todos los nucleótidos y es importante en la regulación de la síntesis de novo de los nucleótidos purínicos y pirimidínicos. Esta enzima forma PRPP a partir de la ribosa-5-fosfato y ATP como se muestra en las figuras 83-1 y 83-2. El PRPP es el primer producto intermedio de la síntesis de novo de los nucleótidos purínicos que conduce a la formación de inosina monofosfato. La hiperactividad de la enzima causa un aumento de la formación de PRPP. Dado que la PRPP amidotransferasa, la primera enzima de la síntesis de novo, no se satura fisiológicamente por el PRPP, la síntesis de los nucleótidos purínicos aumenta y, con ella, la formación de ácido úrico. La hiperactividad de la PRPP sintetasa es uno de los pocos trastornos hereditarios en los que existe un aumento de la actividad enzimática. PATOGENIA La hiperactividad de la fosforribosilpirofosfato sintetasa (PRS) es una enfermedad hereditaria ligada al cromosoma X y presenta 2 fenotipos clínicos con diferentes grados de gravedad. Se han clonado y secuenciado tres ADNc de PRS diferentes. Dos formas están ligadas al cromosoma X, Xq22-q24 y Xp22.2-p22.3 (escapa a la inactivación del cromosoma X), respectivamente, y están expresadas ampliamente; la tercera está localizada en el cromosoma 7 humano y parece que sólo se transcribe en los testículos. Aunque el defecto está ligado al cromosoma X, debe descartarse en un niño o en un adulto joven de cualquier sexo con hiperuricemia y/o hiperuricosuria y con actividad de HPRT normal en eritrocitos lisados. Las manifestaciones clínicas de la forma más grave en los varones homocigotos afectados incluyen signos de hiperproducción de ácido úrico que son evidentes en la lactancia o la primera infancia, retraso del desarrollo neurológico y, en algunos casos, sordera neurosensorial. Se ha descrito hipotonía, retraso de los principales acontecimientos del desarrollo motor, ataxia y comportamiento de tipo autista. Las mujeres portadoras heterocigotas también presentan gota y alteración de la audición. El tipo de inicio juvenil tardío o al principio de la edad adulta se encuentra en varones con gota o urolitiasis de ácido úrico pero que no presentan signos neurológicos. Se desconoce el mecanismo de los síntomas neurológicos. Pruebas complementarias: la concentración sanguínea de ácido úrico puede estar elevada 2-3 veces por encima de su valor normal y la excreción de ácido úrico se encuentra aumentada. El diagnóstico requiere análisis enzimático en hematíes y cultivos de fibroblastos. Se debe hacer el diagnóstico diferencial entre esta enfermedad y el déficit parcial de HPRT que afecta a la vía metabólica de rescate que también ocasiona un déficit neurológico de HPRT o hiperuricemia sin síntomas neurológicos. TRATAMIENTO El tratamiento se efectúa con alopurinol, que inhibe la xantina oxidasa, la última enzima de la vía catabólica de las purinas. La síntesis de ácido úrico está reducida y se reemplaza por hipoxantina, que es más soluble que la xantina. La dosis inicial de alopurinol en niños es de 10-20 mg/kg/24 horas y se debe ajustar para mantener las concentraciones normales de ácido úrico en plasma. En ocasiones, se pueden formar cálculos de xantina. Es necesario administrar una dieta con bajo contenido en purinas (sin vísceras, judías secas y sardinas), un aporte elevado de líquido y alcalinizar la orina para establecer un pH urinario de 66,5. Estas medidas controlan la hiperuricemia y la nefropatía por urato, pero no modifican los síntomas neurológicos. No existe tratamiento conocido para las complicaciones neurológicas. Déficit de adenilsuccinato liasa (ADSL) El déficit de ADSL es un déficit hereditario de la síntesis de novo de purinas en humanos. La adenilsuccinato liasa es una enzima que cataliza 2 vías en la síntesis de novo y el reciclaje de los nucleótidos purínicos. Estas vías son la transformación de succinilaminoimidazol carboxamida ribotida (SAICAR) en aminoimidazol carboxamida ribotida (AICAR), el octavo paso de la síntesis de novo de los nucleótidos purínicos, y la transformación de adenilsuccinato (S-AMP) en adenosina monofosfato (AMP), el último es el segundo paso de la conversión de inosina monofosfato (IMP) en AMP en el ciclo de los nucleótidos purínicos. El déficit de ADSL causa una acumulación en orina, líquido cefalorraquídeo y, en menor medida, en plasma de SAICA ribosida (SAICAr) y succiniladenosina (S-Ado), los derivados desfosforilados de SAICAR y S-AMP, respectivamente. ANATOMÍA PATOLÓGICA La TC y la RM del cerebro revelan hipotrofia o hipoplasia del cerebelo, especialmente del vermis. Se ha propuesto que los síntomas, más que por el déficit de nucleótidos de purina, pueden deberse a los efectos neurotóxicos de la acumulación de succinil purinas. La proporción de S-Ado/SAICAr se ha relacionado con la gravedad del fenotipo, lo que indica que SAICAr es la sustancia más tóxica y que S-Ado podría ser neuroprotectora. Esta enfermedad se transmite con carácter autosómico recesivo. El gen se ha localizado en el cromosoma 22q13.1-q13.2 y se han identificado aproximadamente 20 mutaciones. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Las manifestaciones clínicas comprenden diferentes grados de retraso mental, acompañados generalmente por crisis epilépticas o comportamientos de tipo autista (escaso contacto ocular y conductas repetitivas). El déficit de ADSL puede presentarse con disminución del crecimiento prenatal, hipocinesia fetal y prenatal y encefalopatía neonatal que conduce a la muerte con rapidez. A menudo las primeras manifestaciones de esta enfermedad son las crisis epilépticas neonatales y la encefalopatía epiléptica infantil grave. Otros pacientes muestran una discapacidad intelectual moderada o grave asociada en ocasiones a retraso del crecimiento e hipotonía muscular. En un caso notificado, una niña presentaba una discapacidad intelectual leve. La forma con retraso mental profundo se denomina tipo I, la variante con discapacidad intelectual leve es la tipo II. Otros sujetos tienen un patrón de síntomas clínicos intermedio con retraso moderado del desarrollo psicomotriz, crisis epilépticas, estereotipos y agitación. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS Las exploraciones analíticas revelan la presencia de succinilpurinas en la orina y el líquido cefalorraquídeo, que normalmente no son detectables. El diagnóstico mediante pruebas complementarias se basa en la presencia en la orina y el líquido cefalorraquídeo de SAICAr y S-Ado, que suelen ser indetectables en condiciones normales. Es posible realizar el diagnóstico prenatal. En lactantes y niños con retraso psicomotriz y/o crisis epilépticas inexplicables, se recomienda un cribado sistemático con la prueba de Bratton-Marshall. Ningún tratamiento ha resultado eficaz en esta enfermedad. Capítulo 83 Trastornos del metabolismo de purinas y pirimidinas & e83-7 Déficit de 5-amino-4-imidazolcarboxamida (AICA) ribosida (AICA-ribosiduria) La AICA ribosida es el producto desfosforilado de la AICAR, también denominado ZMP. En el déficit de AICA ribosida se acumula este producto, junto a sus difosfatos y trifosfatos, en los hematíes y en los fibrocitos. El defecto enzimático se encuentra en la conversión de AICAR en FAICAR (formil-AICAR), catalizado por la enzima bifuncional AICAR transformilasa/IMP ciclohidrolasa (ATIC). En esta enfermedad existe déficit de transformilasa en los fibroblastos. Se trata de un error hereditario de la biosíntesis de purinas debido a la mutación del gen ATIC que controla la actividad de la AICAR transformilasa. En un caso notificado, existía un déficit importante de AICAR transformilasa, mientras que el nivel de IMP ciclohidrolasa era un 40% del normal. La enfermedad se ha descrito en una lactante con discapacidad intelectual grave, epilepsia, rasgos dismórficos (frente prominente y sutura metópica, braquicefalia, boca grande con labio superior fino, orejas de implantación baja, clítoris prominente debido a la fusión de los labios menores) y ceguera congénita. El cribado en la orina con la prueba de Bratton-Marshall resultó en la identificación de esta enfermedad. No se ha descrito ningún tratamiento eficaz. TRASTORNOS POR ANOMALÍAS DEL CATABOLISMO DE LAS PURINAS © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. Déficit de mioadenilato desaminasa (déficit de adenosina monofosfato desaminasa muscular) La mioadenilato desaminasa es una isoenzima de la AMP desaminasa específica del músculo que está activa en el músculo esquelético. Durante el ejercicio, la desaminación del AMP origina un aumento de las concentraciones de IMP y amoníaco en proporción con el trabajo realizado por el músculo. Se conocen dos formas de déficit de mioadenilato desaminasa: una hereditaria (primaria) que puede ser asintomática o cursar con calambres o mialgias con el ejercicio, y una forma secundaria asociada a otras enfermedades neuromusculares o reumatológicas. PATOGENIA La variante hereditaria de esta enfermedad se transmite con carácter autosómico recesivo. El gen responsable de la codificación de la AMP desaminasa muscular, AMP-D1, está localizado en el brazo corto del cromosoma 1 (1p13-21). Los estudios poblacionales revelan que este alelo mutante se encuentra con elevada frecuencia en la población caucásica. Se puede realizar un cribado de la enfermedad mediante una prueba de ejercicio con isquemia en el antebrazo. La elevación normal del amoníaco en el plasma venoso tras el ejercicio que se observa en los sujetos normales no se aprecia en los que padecen un déficit de AMP desaminasa. Las manifestaciones clínicas más frecuentes consisten en debilidad muscular aislada, cansancio, mialgias tras ejercicio moderado o vigoroso y calambres. Las mialgias se relacionan con un aumento de la concentración sérica de creatina cinasa y alteraciones electromiográficas detectables. No se observa atrofia muscular ni cambios histológicos en la biopsia. La edad de inicio puede ser muy temprana, a los 8 meses de vida, pero en alrededor del 25% de los casos la aparición de la enfermedad se produce entre los 2 y los 12 años. En familiares asintomáticos se ha identificado el defecto de esta enzima. Se han detectado formas secundarias del déficit de AMP desaminasa en la enfermedad de Werdnig-Hoffmann, el síndrome de Kugelberg-Welander, las polineuropatías y la esclerosis lateral amiotrófica (cap. 604). La alteración metabólica afecta al ciclo de los nucleótidos purínicos. Las enzimas que participan en este ciclo son la AMP desaminasa, la adenilosuccinato sintetasa y la adenilosuccinasa (v. fig. 83-2). Se ha propuesto que la disfunción muscular en el déficit de AMP desaminasa se debe a la alteración de la producción de energía durante la contracción muscular. No se sabe con exactitud cómo los sujetos pueden ser portadores del déficit y estar asintomáticos. Además de la disfunción muscular, como causa de gota primaria se ha propuesto una mutación de la AMP desaminasa hepática, que conduciría a una hiperproducción de ácido úrico. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS El diagnóstico final se hace mediante análisis histoquímicos o bioquímicos de una biopsia muscular. La forma primaria se distingue por el hallazgo de una concentración de enzima <2%, con una cantidad escasa o nula de enzima inmunoprecipitable. Se ha descrito que el tratamiento con ribosa (2-60 g/24 h, por vía oral, en dosis divididas) o xilitol, que se transforma en ribosa, mejora la resistencia y la fuerza muscular en algunos casos, pero resulta ineficaz en otros. A los afectados se les recomienda hacer ejercicio con precaución para prevenir la rabdomiólisis y la mioglobinuria. Aunque no se ha documentado ningún tratamiento completamente eficaz, se ha propuesto que el aumento de la velocidad de reposición de la reserva de ATP podría ser beneficioso. En el futuro, el abordaje genético podrá ser posible para tratar los casos hereditarios, mientras que el control de la enfermedad subyacente es esencial en los secundarios. Déficit de adenosina desaminasa Véase el capítulo 120.1. Déficit de purina nucleósido fosforilasa Véase el capítulo 120.2. Déficit de xantina oxidorreductasa, déficit del cofactor molibdeno/xantinuria hereditaria La xantina oxidorreductasa (XOR) es la enzima catalítica en el paso final del catabolismo de las purinas y cataliza la oxidación de la hipoxantina en xantina, así como de esta última en ácido úrico. Dado que la XOR existe en 2 formas, xantina deshidrogenasa y xantina oxidasa, su déficit se denomina también déficit de xantina deshidrogenasa/xantina oxidasa (XDH/XO). PATOGENIA Los tipos I y II se transmiten con carácter autosómico recesivo. El gen de la XOR está localizado en el cromosoma 2p22. En ambos tipos de déficit, la xantina, el precursor inmediato del ácido úrico, es menos soluble que el ácido úrico en orina y el déficit de la enzima causa xantinuria. El déficit de xantina oxidorreductasa aparece de forma aislada (xantinuria de tipo I), combinado con un déficit de aldehído oxidasa (xantinuria de tipo II) o en combinación con un déficit de aldehído oxidasa y sulfito oxidasa (déficit del cofactor molibdeno). La forma aislada determina el reemplazo casi total del ácido úrico por hipoxantina y xantina. Los pacientes pueden oxidar el alopurinol a oxipurinol por medio de la aldehído oxidasa. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Los pacientes con la forma aislada suelen estar asintomáticos o presentar síntomas leves; sin embargo, los cálculos renales, que no suelen ser visibles en las radiografías, constituyen un riesgo de lesión renal y pueden aparecer a cualquier edad. Los depósitos de xantina cristalina en el músculo ocasionan dolor muscular después del ejercicio. En muy pocos casos se ha descrito la aparición de cálculos de xantina como consecuencia de la administración de alopurinol. En el tipo II, la presentación clínica es similar a la que se observa en el tipo I. Los pacientes con el tipo II de la enfermedad poseen déficit de ambas oxidasas y no pueden metabolizar el alopurinol. El déficit del cofactor molibdeno (incapacidad para sintetizar el cofactor molibdeno) afecta a las 3 molibdenzimas y, al igual que el déficit aislado de sulfito oxidasa, da lugar a problemas de alimentación en el período neonatal, crisis epilépticas neonatales, aumento o disminución del tono muscular, subluxación del cristalino, discapacidad intelectual grave y muerte en la primera infancia. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS El diagnóstico se establece mediante la determinación de la concentración plasmática de ácido úrico. El ácido úrico plasmático es bajo (<1 mg/dl), mientras que la xantina está elevada en plasma y orina. El ácido úrico urinario se encuentra reducido y reemplazado por xantina e hipoxantina. En el déficit de cofactor molibdeno, también existe una excreción excesiva de sulfito y otros metabolitos que contienen azufre. Para el diagnóstico enzimático es preciso realizar una biopsia yeyunal o hepática, ya que son los únicos tejidos que contienen cantidades apreciables de xantina oxidorreductasa en el ser humano. La e83-8 & Parte XI Trastornos genéticos del metabolismo sulfito oxidasa y el cofactor molibdeno se pueden medir en el hígado y los fibroblastos. Aunque el déficit aislado es generalmente benigno, se recomienda el tratamiento con una dieta con bajo contenido en purina y aumento de la ingestión de líquidos. En los sujetos con actividad residual de xantina oxidorreductasa se ha recomendado el uso de alopurinol, que bloquea completamente la transformación de hipoxantina en xantina, mucho menos soluble. El pronóstico del déficit del cofactor molibdeno es muy malo. TRASTORNOS DEL METABOLISMO DE LAS PIRIMIDINAS Las pirimidinas son los componentes básicos del ADN y el ARN y participan en la formación de coenzimas y de intermediarios activos en el metabolismo de los hidratos de carbono y los fosfolípidos, la glucuronidación en los procesos de detoxificación y la glucosilación de proteínas y lípidos. La síntesis de pirimidina difiere de la de purinas en que el anillo simple de pirimidina primero se relaciona y luego se une a la ribosa fosfato para formar uridina 50 -monofosfato (UMP). Las bases pirimidínicas uracilo y timidina sufren un proceso de degradación en 4 pasos (v. fig. 83-3). El punto final del metabolismo de las purinas, el ácido úrico, puede medirse con facilidad; sin embargo, no existe un compuesto equivalente en el metabolismo de las pirimidinas. La primera alteración, la aciduria orótica hereditaria, afecta a la síntesis de novo, mientras que el resto suponen una hiperactividad o defectos en la vía catabólica de las pirimidinas. Los trastornos del catabolismo pueden presentarse con anemia, alteraciones neurológicas o trastornos mitocondriales multisistémicos. Los primeros tres pasos de la degradación de la timidina y el uracilo, respectivamente, usan las mismas enzimas (DPD, DPH y UP). Estos 3 pasos producen la transformación del uracilo en b-alanina. Cada vez hay más datos que apuntan a que las pirimidinas desempeñan un papel importante en la regulación del sistema nervioso. Se piensa que los síntomas clínicos se deben a la reducción de la función neurotransmisora de la b-alanina. Estas enfermedades poco comunes pueden pasar desapercibidas porque los síntomas no son muy específicos; sin embargo, se deben considerar como posibles causas de anemia y enfermedad neurológica y constituyen una contraindicación del tratamiento de los pacientes cancerosos con algunos análogos de pirimidinas, como por ejemplo el 5-fluorouracilo. Aciduria orótica hereditaria (déficit de tipo 1 de uridina monofosfato sintetasa) Este trastorno de la síntesis de pirimidinas se asocia a un déficit de actividad de las 2 últimas enzimas de la síntesis de novo de las pirimidinas, orotato fosforribosiltransferasa (OPRT) y orotidina50 -monofosfato descarboxilasa (ODC). Las actividades de estas 2 enzimas residen en dominios separados de un único polipéptido codificado por un único gen. Esta proteína bifuncional, uridina 50 -monofosfato (UMP) sintetasa, cataliza los 2 pasos de la transformación de ácido orótico en UMP, pasando por orotidina monofosfato (OMP). La aciduria orótica hereditaria produce una acumulación excesiva de ácido orótico. PATOGENIA Esta enfermedad se transmite con carácter autosómico recesivo. Un único gen codifica dos dominios funcionales. El gen de la UMP sintetasa se ha localizado en el brazo largo del cromosoma 3 (3q13). Las alteraciones genéticas del metabolismo relacionadas con 4 de las 6 enzimas asociadas al ciclo de la urea ocasionan una aciduria orótica secundaria a la depleción de PP-ribosa-P debido a un aumento importante del flujo a través de la síntesis de novo. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Los pacientes con aciduria orótica hereditaria (déficit de tipo 1 de UMP sintetasa) tienen una anemia megaloblástica hipocrómica y macrocítica que no responde al tratamiento habitual (hierro, ácido fólico y B12) y pueden tener leucopenia. La enfermedad suele manifestarse en los primeros meses de vida. Si no se trata, esta enfermedad origina retrasos del desarrollo y el crecimiento, discapacidad intelectual, cardiopatía, estrabismo, cristaluria y ocasionalmente obstrucción ureteral. La función renal suele ser normal. Los heterocigotos presentan una aciduria orótica leve, pero por lo demás no están afectados. Los síntomas clínicos pueden estar relacionados con la depleción de los nucleótidos pirimidínicos. Los metabolitos procedentes de varios fármacos (5-azauridina, alopurinol) producen una aciduria orótica secundaria y orotidinuria mediante la inhibición específica de la ODC. La aciduria orótica también surge asociada a nutrición parenteral, déficit de aminoácidos esenciales y síndrome de Reye. El defecto enzimático se puede demostrar en el hígado, los linfoblastos, los hematíes, los leucocitos y los cultivos de fibroblastos cutáneos. Existen pruebas disponibles para el diagnóstico prenatal y la detección de portadores. En el déficit de ODC (déficit de tipo 2 de UMP sintetasa), la clínica se acompaña de alteraciones neurológicas sin anemia megaloblástica. En los casos notificados se observó orotidinuria y aciduria orótica. TRATAMIENTO En la mayoría de los casos, la administración de uridina, a dosis de 50-300 mg/kg/día, es un tratamiento eficaz y produce una mejoría clínica y una reducción de la excreción de ácido orótico. El tratamiento se debe administrar de por vida. El uracilo es ineficaz ya que, a diferencia de las purinas, la recuperación de las pirimidinas tiene lugar a nivel de los nucleósidos (uridina). En los casos sin complicaciones, el pronóstico a largo plazo es bueno. Sin embargo, las malformaciones congénitas y otras alteraciones asociadas influyen de forma negativa en el resultado. Déficit de dihidropirimidina deshidrogenasa (DPD) La DPD cataliza el paso inicial y limitante de la degradación de las bases pirimidínicas uracilo y timidina. La DPD se ha identificado en la mayoría de los tejidos, y son los linfocitos los que presentan una mayor actividad de esta enzima. Patogenia: el déficit de DPD se transmite con carácter autosómico recesivo y el gen de esta enzima está localizado en el cromosoma 1p22. Se conocen, al menos, 32 polimorfismos. Se estima que la frecuencia de heterocigotos alcanza hasta el 3%. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Las manifestaciones clínicas en los niños consisten en crisis epilépticas, discapacidad intelectual y retraso motor. El retraso del crecimiento, la microcefalia, el comportamiento de tipo autista y las alteraciones oftalmológicas son síntomas menos frecuentes. Algunos pacientes no presentan alteraciones del desarrollo, pero sí síntomas neurológicos más leves y trastornos del lenguaje. En la mayoría de los casos, existe un período inicial de desarrollo psicomotriz normal seguido por retraso del desarrollo. Los síntomas se relacionan con la alteración de la homeostasis de uracilo, timidina y b-alanina. La DPD es la enzima inicial y limitante de la velocidad del catabolismo del fármaco antineoplásico 5-fluorouracilo (5-FU), por lo que es responsable del 80% de su catabolismo. Los pacientes con déficit parcial de esta enzima tienen riesgo de presentar una toxicidad grave asociada al 5-FU. En los pacientes adultos, la neurotoxicidad (cefalea, somnolencia, ilusiones visuales y deterioro de la memoria) vinculada con la pirimidinemia que se produce tras el tratamiento de los procesos cancerosos con 5-FU se ha descrito en sujetos previamente sanos. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS El déficit de DPD se caracteriza por un fenotipo variable con acumulación de timidina y uracilo en orina, plasma y líquido cefalorraquídeo y sin actividad en los fibroblastos. Las pruebas diagnósticas usan la cromatografía de líquidos de alta presión (HPLC) o la cromatografía de gases/ espectroscopia de masas (CG/EM). El déficit de DPD se puede confirmar, de forma alternativa, mediante la determinación de la enzima en cultivos de fibroblastos y leucoblastos. Las concentraciones de ácido úrico son normales. Dado que la b-alanina tiene una estructura similar al ácido g-aminobutírico (GABA) y la glicina, se ha propuesto que puede afectar a la neurotransmisión inhibidora. El diagnóstico prenatal es posible. TRATAMIENTO No existe ningún tratamiento establecido para esta enfermedad; sin embargo, los pacientes con crisis epilépticas responden a la medicación anticonvulsiva. Los pacientes con déficit de DPD no deben recibir 5-FU y se debe sospechar la existencia de este déficit cuando aparecen síntomas neurológicos después del tratamiento antineoplásico con 5-FU. Capítulo 83 Trastornos del metabolismo de purinas y pirimidinas & e83-9 Déficit de dihidropirimidinasa (DPH) (dihidropirimidinuria) La DPH es la segunda enzima en la degradación en 3 pasos del uracilo y la timidina que da lugar a un aumento de la excreción urinaria. El déficit de DPH se caracteriza por una mayor excreción urinaria de dihidrouracilo y dihidrotimina, así como de uracilo y timina. El fenotipo clínico es variable. PATOGENIA La enfermedad se transmite con carácter autosómico recesivo y el gen se ha localizado en el cromosoma 8q22. Un estudio no encontró una diferencia significativa en la actividad residual entre las diferentes mutaciones observadas en los sujetos sintomáticos y asintomáticos. La prevalencia en una muestra de la población japonesa es del 0,1%. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Las manifestaciones clínicas en 3 casos no relacionados incluyeron crisis epilépticas con rasgos dismórficos y retraso del crecimiento en 2 de ellos. En un programa de cribado de trastornos de la degradación de las pirimidinas realizado en Japón, se identificaron tres lactantes no relacionados entre sí y dos adultos que permanecieron asintomáticos a pesar de la acumulación de los productos de degradación de las pirimidinas en los líquidos corporales. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS El cribado de ácidos orgánicos mediante CG/EM puede identificar cantidades aumentadas de estas sustancias en la orina. Las pruebas de sobrecarga oral con uracilo, dihidrouracilo, timidina y dihidrotimina se han usado para el diagnóstico diferencial entre esta enfermedad y el déficit de DPD. TRATAMIENTO En los casos sintomáticos, se ha intentado el tratamiento con b-alanina con resultados variables. Aunque no ha sido descrito, cabe esperar una mayor sensibilidad al fluorouracilo, debido a su papel en el metabolismo pirimidínico. © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. N-carbamil-b-aminoaciduria (déficit de b-ureidopropionasa) Las bases pirimidínicas uracilo y timina se degradan a b-alanina y ácido b-aminoisobutírico, respectivamente, por la acción consecutiva de 3 enzimas. La b-ureidopropionasa (UP) es la tercera enzima en esta vía metabólica y su déficit origina N-carbamil-b-aminoaciduria. En un caso notificado, el análisis de la orina mostró concentraciones elevadas de N-carbamil-b-alanina y de ácido N-carbamilb-aminoisobutírico. La enzima se expresa únicamente en el hígado y en una biopsia hepática no se pudo detectar actividad alguna de la b-ureidopropionasa. PATOGENIA El gen de la b-ureidopropionasa se ha localizado en el cromosoma 22q11.2 mediante hibridación in situ fluorescente. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Las manifestaciones clínicas en un caso notificado comprendieron hipotonía muscular, movimientos distónicos y retraso grave del desarrollo. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS La neurohistopatología afecta tanto a la sustancia blanca como a la gris. El déficit de UP determina la acumulación patológica de 3-UPA en los líquidos corporales. La 3-UPA actúa como una neurotoxina endógena a través de la inhibición del metabolismo energético mitocondrial, lo que desencadena mecanismos excitotóxicos secundarios dependientes de la energía. No hay tratamiento conocido para el déficit de UP. Déficit de uridina monofosfato hidrolasa 1 (déficit de pirimidina 50 -nucleotidasa) La maduración eritrocítica se acompaña de la degradación del ARN y la liberación de mononucleótidos. La pirimidina 50 -nucleotidasa es la primera enzima de la degradación del ciclo de recuperación de las pirimidinas y cataliza la hidrólisis de los 50 -nucleótidos de las pirimidinas para transformarlos en sus correspondientes nucleósidos. El déficit enzimático produce una acumulación de concentraciones elevadas de citidina y uridina en los hematíes de los pacientes afectados, lo que a su vez produce hemólisis. El déficit de pirimidina 50 -nucleotidasa in vivo es compensado, al menos parcialmente, por otras nucleosidasas, o quizá por otras vías metabólicas de nucleótidos. PATOGENIA Es una enfermedad que se transmite con carácter autosómico recesivo y se debe a la alteración de un gen localizado en el cromosoma 7 (7p15). MANIFESTACIONES CLÍNICAS En los pacientes homocigotos, el déficit de pirimidina 50 -nucleotidasa se manifiesta clínicamente con un defecto limitado a los hematíes, que se caracteriza por anemia hemolítica no esferocítica con punteado basófilo. Otras manifestaciones características son la esplenomegalia, el aumento de la bilirrubina indirecta y la hemoglobinuria. El plomo es un potente inhibidor de la pirimidina 50 -nucleotidasa, por lo que la concentración de plomo debe estudiarse siempre que se observe a la vez un cuadro de anemia hemolítica, déficit de pirimidina 50 -nucleotidasa y punteado basófilo. DIAGNÓSTICO Para realizar el diagnóstico es preciso demostrar el déficit completo de la principal isoenzima, la uridina monofosfato hidrolasa-1. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS El déficit de esta enzima se debe sospechar en los pacientes con anemia hemolítica no esferocítica y punteado basófilo. La anemia suele ser moderada y las transfusiones raramente son necesarias. TRATAMIENTO No existe tratamiento específico. La esplenectomía no ha demostrado ser un tratamiento eficaz. A diferencia del déficit congénito, el déficit de pirimidina 50 -nucleotidasa adquirido inducido por plomo es tratable. Déficit de uridina monofosfato hidrolasa 1 e hiperactividad de 50 -nucleotidasa citosólica La depleción de nucleósidos pirimidínicos y la hiperactividad de la 50 -nucleotidasa citosólica pueden provocar trastornos del neurodesarrollo. PATOGENIA Cuatro pacientes no relacionados entre sí mostraron una actividad de la pirimidina 50 -nucleotidasa fibroblástica entre 6 y 10 veces superior a su valor normal con sustratos purínicos y pirimidínicos. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS Los estudios en los cultivos de fibroblastos obtenidos de estos pacientes revelaron una incorporación normal de las bases purínicas a los nucleótidos, así como una disminución de la incorporación de uridina y ácido orótico. Los pacientes afectados tienen alteraciones en el electroencefalograma (EEG). MANIFESTACIONES CLÍNICAS Las manifestaciones clínicas incluyen retraso del desarrollo, crisis epilépticas, ataxia, infecciones recurrentes, déficit grave del lenguaje, hiperactividad, tiempo de atención corto y conducta agresiva, que aparecen en los primeros años de vida. El análisis metabólico es normal excepto por una hipouricosuria persistente. Se ha propuesto que el aumento de la actividad catabólica y la disminución de la recuperación de las pirimidinas causan un déficit de nucleótidos pirimidínicos. TRATAMIENTO El tratamiento se realiza con uridina por vía oral, por sus efectos para detener el aumento del catabolismo de los nucleótidos. En todos los pacientes tratados con uridina se observó mejora en el lenguaje y el comportamiento y disminución de la actividad epiléptica al suspender el tratamiento antiepiléptico y de la frecuencia de infecciones. Déficit de timidina fosforilasa La timidina fosforilasa cataliza la transformación de timidina en timina. Esta enzima se conoce también como factor de crecimiento de las células endoteliales derivado de las plaquetas, debido a sus propiedades angiogénicas, o «gliostatina», lo que indica sus efectos inhibidores sobre la proliferación de las células gliales. Se ha implicado en el metabolismo de los nucleósidos mitocondriales. En los pacientes las concentraciones plasmáticas de timidina son superiores a 20 veces su valor en los controles. La ausencia de función de timidina fosforilasa causa encefalomiopatía neurogastrointestinal mitocondrial (ENGIM), una enfermedad autosómica recesiva con alteraciones del ADN mitocondrial. PATOGENIA Se trata de una enfermedad autosómica recesiva. El gen que codifica la timidina fosforilasa, identificado como gen MNGIE, está localizado en el cromosoma 22q13.32-qter. e83-10 & Parte XI Trastornos genéticos del metabolismo MANIFESTACIONES CLÍNICAS Las manifestaciones clínicas de la ENGIM engloban ptosis, oftalmoparesia externa progresiva, dismotilidad y malabsorción gastrointestinal, caquexia, neuropatía periférica, miopatía muscular esquelética y leucoencefalopatía. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS En las biopsias musculares se observan típicamente alteraciones en las mitocondrias. DIAGNÓSTICO El diagnóstico se establece por el análisis de la actividad de la timidina fosforilasa en leucocitos de sangre periférica. El aumento de timidina produce desequilibrios en el conjunto de nucleótidos mitocondriales, lo que se traduce en alteraciones del ADN mitocondrial a través de una vía metabólica de recuperación de timidina específica de la mitocondria. TRATAMIENTO Se están realizando estudios acerca del tratamiento de reposición enzimática. El tratamiento de soporte está indicado. Déficit de timidina cinasa 2 (TK2) La timidina cinasa 2 (TK2) es una enzima fundamental en la síntesis de precursores del ADN mitocondrial (ADMmt). El déficit de TK produce depleción de ADNmt específica de tejidos. La TK2 normalmente fosforila la desoxitimidina, la desoxicitidina y la desoxiuridina. PATOGENIA El gen se localiza en el cromosoma 16q22. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Los pacientes con déficit de TK2 presentan miopatía grave y depleción del ADN mitocondrial muscular en la infancia. TRATAMIENTO No existe tratamiento específico. El tratamiento de soporte está indicado. BIBLIOGRAFÍA Augoustides-Savvopoulou P, Papachristou F, Fairbanks LD, et al: Partial hypoxanthine-guanine phosphoribosyltransferase deficiency as the unsuspected cause of renal disease spanning three generations: a cautionary tale, Pediatrics 109:E17, 2002. Cameron JS, Simmonds HA: Hereditary hyperuricemia and renal disease, Semin Nephrol 25:9-18, 2005. 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