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482 EL TRIMESTRE ECONÓMICO gráfica de la portada que muestra, en nuestro concepto^ la tendencia futura dei crecimiento de riorteamérica. El especialista en desarrollo económico habrá de pensar que el libro de referencia ilustra con cifras, especialmente con tasas de crecimiento por periodos, y con datos comparativos con respecto a otros países, el "carácter impresionantemente dinámico de la economía norteamericana", asi como encontrar los elementos indispensables para creer sin lugar a dudas que esa economía trabaja en condiciones de "alta eficiencia". Nada de eso se encuentra en el libro; por el contrario, el trabajo de Slicliter está salpicado a todo lo largo por afirmaciones totalmente subjetivas. Por ejemplo: "cualesquiera que bayan sido los error» de los gobiernos de los Estados Unidos, éstos lian tenido un éxito razonable como ins- trumentos de cooperación y como instiurrientos para acelerar una am,plia distribución del poder económico, CoBtrástese aquí la realidad del gobierno con el papel que éste desempeña en la teoría marxista de la evolución social". Y a continuación; "Marx fue incapaz de concebir el gobierno como otra cosa que no fuera una agencia de opresión empleada por la clase dominante." Sin duda, la mayoría de los lectores hubiera deseado que los juicios externados por el autor en este interesante trabajo tuvieran como sólida base ttn conjunto de cifras ilustrativas que los respaldaran; al no encontrarlas, podrían opinar que se trata sólo de buenos o malos deseos —depende del punto de vista de cada uno. ÓSCAR SOBERÓN M. The United Kingdotn emd the six. An essay on economic growth in western Europe. Macmillan and Co. Ltd.j Londres. 1963. LAMFALUSSYJ A., El libro de Lamfalussy, de título tan sugestivo, tiene como origen un pequeño artículo del autor, publicado en 1961 en Lloys Bank Keview con el encabezamiento de "Mercado Común y Crecimiento de Europa". Afirmaba en él que no había motivos para atribuir al Mercado Común el espectacular crecimiento de la Comunidad Económica Europea. Le parecí.-i al autor, por el contrario, que como resultado del rápido desarrollo de "los Seis", y gracias a sus balanzas comerciales £avorableSj el Mercado Común liabia tenido un éxito tempranero. Lamfalussy trataba de dar respuesta a dos interrogación es de suma importancia: J) ¿Si no es a causa del Mercado Común, qué es lo que ha hecho que la Comunidad Económicü Europea crezca con mayor rapidez que Gran Bretaña?; y 2) ¿La Comunidad Económica Europea fortalecerá a "los seis" para continuar su política anterior, y, si es así, bajo qué condiciones? El propósito del libro de Lamfalussy es dar una respuesta plausible a la primera in- terrogación y hace un intcBÍo para tratar de contestar la segunda. Para el autor, no existe duda de que uno de los más sorprendentes hechos de la historia económica de Europa occidental, a partir de 1950> ha sido la creciente disparidad que se han presentado en el crecimiento económico del Reino Unido y del grupo de países que han pasado a ser miembros de la Comunidad Económica Europea a partir de 1958. Los países del Mercado Común, como grupo, han estado creciendo en todos los años con mayor rapidez que la economía de la Gran Bretaña. Aún más, los precios de la Gran Bretaña se han elevado con mayor rapidez que los precios de la Comunidad Económica Europea, con excepción de Fraiicia, y la balanza de pagos de la Gran Bretaña ha estado sometida a presiones también mucho mayores. El libro de Lamfalussy estudia los hechos relacionados con esta creciente disparidad. Existe la opinión, tanto en Europa NOTAS BIBLIOGRÁFICAS como en los Estados Unidos, que tiende a ver al Mercado Común como una tierra mística de prom^as; por el contrario, otros opinan que "los seis" no han hecbo otra cosa que llenar el abismo que los separaba de Inglaterra. Para Lamfalussy am.bos puntos de vista son erróneos; parece que algunas fuerzas sistemáticas lian estado en operación y que han hecho crecer a Europa continental con mayor rapidez de la que hubiera logrado mediante sólo un proceso que la pusiera en igualdad de condiciones con la Gran Bretaña, aun cuando esas fuerzas, a pesar de ser sistemáticas, no son permanentes y, por supuesto, no son independientes de lo que hubiera podido acontecer fuera de Europa. Para el autor, los mejores economistas están ocupados en un trabajo de tipo técnico y a veces empírico que no conduce a resultados apetecibles con propósitos de política en el corto plazo. Es decir, los recursos intelectuales están mal asignados: muchas empresas se dedican a la discusión de tecnicismos refinados, en tanto que se descuidan problemas importantes simplemente porque no se presentan en los términos que parecerían respetables a los economistas académicos. En este sentido, el libro de Lamfalussy pudiera ser lo que denomina "un ensayo de comunicación". La razón que tuvo para escribirlo descansa en el hecho de que se trata de uno de los problemas de mayor trascendencia para el futuro de Europa y que tendrá repercusiones aún mayores para el resto del mundo; además, porque parece que ésta cuestión probablemente seiá el centro de las discusiones en un futuro cercano. El lento crecimiento de la economía de la Gran Bretaña ha producido serios daños en la tasa de cr«;imieoto de muchos países productores de materias primas, en tanto que las condiciones favorables en que se ha desenvuelto Europa continental se lia traducido en ursa tasa favorable de crecimiento y ha desempeñado un importante papel que ha indu- 483 cido a "los seis" a unir sus fuerzas a la Comunidad Económica Europea. I^s dificultades del autor para llevar a cabo su estudio fueron múltiples, principalmente debido a la falta de homogeneidad y comparabiiidad de las cifras estadísticas. Así, por qemplo, con la excepción de Alemania, no existen en los otros países cifras sistemáticas ilustrativas del grado de utilización de la capacidad por industrias; Francia no dispone de estadísticas de inversiones por industrias, etcétera. Eo el primer capítulo, el autor empieza por describir las principales características del crecimiento económico tanto de los países del Mercado Común como de la Gran Bretaña entre 1950 y 1961. Concluye que la atención debe centrarse en el lado de la oferta y la demanda, ya que esta última está influida tanto por las tendencias de las exportaciones como por la habilidad del gobierno para permitir sti libre expansión, especialmente la libre expansión de la demanda de inversión. Antes de estudiar los obstáculos del crecimiento, fijados por la productividad de la mano de obra y por las condiciones de la balanza de pagos, Lamfalussy trata de aclarar^ en el segundo capítulo, si existe realmente algo que explicar al respecto. La economía de Inglaterra sufrió menos daños directos ocasionados por la guerra que la mayoría de los países del continente y su recuperación inmediata de la posguerra fue también lograda con mayor rapidez. Además, aun antes de la guerra los niveles de \ida de la Gran Bretaña eran superiores a los del continente. ¿No deberíamos interpretar la historia de 1950 a 1961 coino parte de un proceso de adelantos y retrocesos?, se pregunta el autor. Para él, la respuesta es que tal razonamiento podría quizá aplicarse al periodo anterior a 1952-53; pero que a partir de entonces ha perdido validez. Al volver al primero de los factores limitantes —-mano de obra—■ en el capitulo tercero señala giie el papel desem- 484 EL TmiMESTRE ECONÓMICO peñado por la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo parece haber sido más importante que las diferencias entre las tasas de incremento de la oferta de mano de obra. En forma semeiante, el coarto capítulo llega a la conclusión de qoe mientras los factor» accidentales y políticos han contribuido a las pesadas y repetidas presiones sobre las reservas en oro de la Gran Bretaña (y aliviado al mismo tiempo el desequilibrio externo de Europa continental), esto no explica todo el problema en virtud de que han existido marcadas diferencias en las tendencias de las exportaciones de las dos áreas. Un análisis al respecto se lle^^a a cabo en el quinto capítulo. En él se hace un estudio comparativo de las exportaciones por las principales zonas industriales y esto sugiere qoe la pérdida de la proporción de las exportaciones del Reino Unido entre 1953 y 1960 y el incremento de la proporción de *los seis" tiene que atribuirse en gran medida a los cambios CB las condiciones competitivas de las dos zonas. Ello se corrobora por la desfavorable tendencia de los costos unitarios de la mano de obra en la Gran Bretaña, en comparación con los países de la Comunidad Económica Europea, lo que debe atribuirse a so vez a la pequeña tasa de incremento de la productividad de la mano de obra en la Gran Bretaña, más bien que a cualquier aumento en los salarios. Los capítulos vr, vii y viii estudian las complicadas relaciones entre la acumulación de capital y la tasa de crecimiento de la productividad. El propósito de ellos consiste en responder a la siguiente interrogación: ¿han crecido con mayor rapidez los país« del Mercado Común, en comparación con la Gran Bretaña, porque han invertido más, o porque lo han liecbo con mayor eficiencia? En otras palabras: ¿es posible explicar el atraso de la tasa de incremento de la productividad de la mano de obra británica en términos de una menor ratio de inversión británica? Las conclusiones a las que llegan estos capítulos son en primer lugar que la inversión británica pudo haber sido menos eficiente que la de Europa continental en el sector no manufacturero y en el sector no industrial de la economia^ aunque no existe una evidencia al respecto. Por el contrario, parece qo.e considerando el relativo lento crecimiento de su acervo en bienes de capital^ la industria manufacturera británica se propuso incrementar la productividad de la mano de obra y ampliar la capacidad a un ritmo sorprendente. Las páginas finales de los capítulos ix y x señalan la relación que existe entre la formacióii de capital y la tasa de crecimiento de las exportaciones; explora las implicaciones de las exportaciones de la Comunidad Económica Europea orientadas con ese propósito y examina las oportunidades que ofrece el Mercado Común tanto con r«pecto a sus miembros como con relación a la Gran Bretaña. Aun cuando el libro no considera ios últimos acontecimientos políticos que surgen de la decisión francesa de rechazar a Inglaterra del Mercado Común Europeo —y no podía ser en otra forma en virtud de que el libro vio la luz en febrero de 1963— Lamfalussy hace una verdadera aportación al estudio de la economía mundial y de las perspectivas fut^l^as de su desenvolvimiento . ÓSCAR SOBERÓN M. WiLLiAiii O.j The Concept of Elasticity and the Growth Equafion. Asia Publíshing House. Bonibay y Nueva Yoik, 196L 92 pp. TH'WEATT, Este pequeño libro, escrito por un asesor económico de un pequeño país -—"Nepal-—, tiene valor didáctico grande. Presenta, además^ similitudes analíticas con trabajos desarrollados por economistas de la CEFAL, Que CEPAL y Nepal tengan algún nexo^ aparte del eufónicOy no debería extrañar, pu«to que los pro-