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La Revolución Inglesa
La Revolución Inglesa del siglo XVII representa la primera
manifestación de una crisis del sistema de la época moderna,
identificado con el absolutismo. El poder monárquico se vio
severamente limitado, cedió la mayor parte de sus
prerrogativas al Parlamento e instauró el régimen
parlamentarista que permanece hasta hoy. El proceso comenzó
con la Revolución Puritana de 1640 y terminó con la Revolución
Gloriosa de 1688.
Ambas revoluciones son parte de un mismo proceso
revolucionario, de ahí el nombre de la Revolución Inglesa del
siglo XVII y no Revoluciones Británicas. Este movimiento
revolucionario creó las condiciones necesarias para la
Revolución Industrial del siglo XVIII, allanando el camino
para el avance del capitalismo británico. Debe ser considerada
como la primera revolución burguesa en la historia europea que
se anticipó en 150 años de la Revolución Francesa.
La
vida
social
antes
Revolución Inglesa
de
la
Con la dinastía de los Tudor, Inglaterra tuvo muchos logros,
los cuales sirvieron de base para el desarrollo económico del
país. Los gobiernos de Enrique VIII y su hija Isabel I,
llevaron a la unificación del país, el apartamiento del Papa
además de confiscar los bienes de la Iglesia Católico, y al
mismo tiempo permitieron crear el anglicanismo, y entrar en la
disputa por colonias con los españoles.
Fue con esos monarcas que se observó también la formación de
monopolios comerciales, como la Compañía de las Indias
Orientales y los Comerciantes Aventureros. Esto sirvió para
impedir la libre competencia, aunque esta acción se deterioró
en algunos sectores de la burguesía. Por lo tanto, resultó en
la división de la burguesía en dos: por un lado, los grandes
comerciantes que disfrutaban del monopolio político; de otro,
la burguesía pequeña que pretendía la libre competencia.
Un problema grave fue la detención de los privilegios en manos
de los gremios. Otra situación problemática era en las zonas
rurales con la revaloración de las tierras debido a altos
productos agrícolas. Esto empujó a que los propietarios
rurales quisieran aumentar sus tierras expropiando las tierras
colectivas, convirtiéndose en particulares. El resultado fue
la expulsión de los campesinos del campo y la creación de
grandes granjas para la cría de ovejas y la producción de
lana, condiciones previas para la Revolución Industrial.
Para evitar la intensificación de conflictos entre campesinos
y grandes terratenientes, el gobierno intentó evitar los
cercamientos. Por supuesto, con esta acción la nobleza rural y
la burguesía mercantil fueron fuertes oponentes.
Casa de Estuardo
Para comprender mejor la Revolución Inglesa debemos conocer la
dinastía Stuart o Casa Estuardo. Esta dinastía se inició
después de la muerte de la reina Isabel I en 1603 que, al
morir sin dejar herederos, promovió el comienzo de su reinado.
Jaime I, rey de Escocia (1603-1625). Disolvió el Parlamento en
varias ocasiones y quería establecer una monarquía absoluta de
derecho divino. Persiguió a los católicos y sectas menores,
con el pretexto de que estaban organizando la Conspiración de
la Pólvora (1605) consistente en la eliminación del rey.
Muchos quedaron descontentos y marcharon a América del Norte.
La fricción entre Rey y Parlamento se hizo más fuerte, sobre
todo después de 1610. En 1625, se produjo la muerte de Jaime I
y su hijo, Carlos I, le sucedió en el poder.
Carlos I de Inglaterra, sucesor de Jaime I (1625-1648). Trató
de seguir una política absolutista, y establecer nuevos
impuestos en cuyo proceso fue impedido por el Parlamento. En
1628, con tantas guerras, el rey se vio obligado a convocar al
Parlamento, el cual sometió al rey a firmar el juramento de la
«Petición de los Derechos» (Segunda Carta Magna inglesa) como
garantía al pueblo en contra de los tributos y detenciones
ilegales. El Parlamento pretendía el control de la política
financiera y del ejército, además de regularizar la
convocatoria del Parlamento. La respuesta real fue clara, la
disolución del Parlamento que volvería a ser convocado de
nuevo en 1640. El rey Carlos I gobernó sin un Parlamento, pero
buscó el apoyo una especie de un tribunal adscrito al Consejo
Privado del Rey. También trató de imponer la religión
anglicana a los calvinistas escoceses (presbiterianos). Eso
generó rebeliones por parte de los escoceses que invadieron el
norte de Inglaterra. Con eso, el rey se vio obligado a reabrir
el Parlamento en abril de 1640 para obtener ayuda de la
burguesía y de la nobleza rural. Pero el Parlamento tenía
entre sus objetivos combatir el absolutismo. Por ello, fue
suspendido nuevamente. En noviembre del mismo año volvía a ser
convocado y, en esta ocasión, se mantuvo hasta 1653.
La Guerra Civil (1641-1649)
La Guerra Civil inglesa se extendía desde 1641 hasta 1649;
dividió al país y fue un hito importante en la Revolución
Inglesa. Por un lado estaban los caballeros, el ejército leal
al rey, y el apoyo de los señores feudales. De otro, los
«cabezas redondas» adheridos a las fuerzas de la nobleza rural
que apoyaban al parlamento. En 1641, comenzaba la guerra civil
y el rey contaba con el apoyo de los aristócratas del oeste y
del norte, junto con una parte de los ricos burgueses, que
estaban preocupados con las agitaciones sociales.
En contrapartida, el ejército del parlamento fue dirigido por
Oliver Cromwell, formado por campesinos, burgueses y la clase
media de Londres. Los «cabezas redondas» derrotaron a los
caballeros en la batalla de Naseby en 1645. Carlos I perdió la
guerra y huyó a Escocia, que fue detenido y vendido al
Parlamento, quien autorizó la ejecución del rey. Al tomar esta
decisión, la sociedad representada por el Parlamento rompía
con la idea del origen divino del rey y de su autoridad
indiscutible. Por lo tanto, la guerra civil fomentó nuevas
ideas sentando las bases políticas del mundo contemporáneo.
La Revolución Puritana (1649-1658)
El gobierno de Oliver Cromwell sirvió a los intereses
burgueses. Las rebeliones levantadas en Escocia e Irlanda
fueron brutalmente reprimidas. Oliver Cromwell trató de
eliminar la reacción monárquica. Él realizó una limpieza
monárquica.
Durante su poder, ejecutó a trabajadores agrícolas que
pretendían apropiarse de las tierras del Estado, la nobleza y
el clero. Con tantas muertes, los menos favorecidos quedaron a
«merced del destino» y acabaron por entrar en movimientos
religiosos radicales.
Una medida para luchar contra los holandeses y fortalecer el
intercambio comercial fue los «Actos de Navegación». Esta ley
pretendía que el comercio con Inglaterra sólo pudiera
realizarse por barcos ingleses o aquellos países que mantienen
acuerdos comerciales con Inglaterra.
En 1653, Oliver Cromwell se designó a sí mismo como Lord
Protector de la República, sus poderes eran tan absolutos como
los de un rey. Sin embargo, se negó a llevar una corona aunque
en la práctica sus actos eran propios de un soberano. Con el
apoyo de los militares y la burguesía, impuso la dictadura
puritana, gobernando con rigidez e intolerancia, y con ideas
puritanas. Murió en 1658 y su hijo Richard Cromwell asumió el
poder. Pero éste fue depuesto en 1659.
El regreso de los Estuardo y la
Revolución Gloriosa
Carlos II (1660 – 1685) de la Casa Estuardo. Es proclamado rey
de Inglaterra, con poderes limitados. Tan pronto como alcanzó
su soberanía, estrechó relaciones con el rey francés Luis XIV,
dejando empañada su reputación con el Parlamento. Carlos II
redujo nuevos «Actos de Navegación» favorables para el
comercio británico. Él se involucró en la guerra contra
Holanda. En 1673, el Parlamento aprobó la Ley de Prueba: todo
funcionario público debería profesar el anticatolicismo. Con
estas actitudes el Parlamento se dividió en dos grupos: los
«whigs», que estaban en contra del rey y a favor de los
cambios revolucionarios, además de estar vinculados a la
burguesía, y los conservadores que estaban unidos a los
defensores de la vieja aristocracia feudal.
Jacobo II (1685 – 1688). Con la muerte de Carlos II, su
hermano Jacobo II asumió el gobierno. Este tomó medidas
drásticas: quería restaurar el absolutismo, reactivar el
catolicismo, castigar a los rebeldes con la negación del
hábeas corpus y la protección para detener sin razón legal. El
Parlamento no toleró este comportamiento y llamó a María
Estuardo, hija de Jacobo II y la esposa de Guillermo de Orange
para ser la reina, por lo que el rey termina huyendo a Francia
y María Estuardo y su esposo se vuelven los nuevos monarcas
ingleses. Desde el poder, firmaron la Declaración de Derechos,
que entre otras responsabilidades se promulgaban los
siguientes derechos: el rey no podía cancelar las leyes
parlamentarias; el reino podría ser entregado a quien deseara
el Parlamento; después de la muerte del rey, los inspectores
controlarían las cuentas reales; y el rey no podía tener un
ejército en tiempos de paz. La Declaración de Derechos que
otorgaba amplios poderes al Parlamento. Esta fue la Revolución
Gloriosa (1660-1688).