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Aspectos éticos de los cuidados de partería J.E. Thompson* Profesora de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.). Directora de la Junta Directiva de la Confederación Internacional de Matronas RESUMEN Se describen los elementos del código internacional de ética para matronas de la Confederación Internacional de Matronas y cómo éste puede servir de guía en la toma de decisiones en la educación, la práctica y la investigación de las matronas. mujeres. El trabajo de las matronas abarca el comienzo de la vida y, en ocasiones, por desgracia el término de ésta. La ética, la bioética o la ética de la vida incluyen las preocupaciones suscitadas a lo largo de nuestra vida, prestando atención a los aspectos éticos que rodean el comienzo de la vida. En el trabajo y las vidas de las matronas, así como en las vidas de las mujeres y las familias atendidas por ellas, se suscitan a diario cuestiones sobre la ética de la concepción, anticoncepción, genética, aborto e investigación sobre embriones humanos, al igual que preocupaciones por los derechos humanos de las mujeres y de los niños. Uno de los papeles más importantes de las mujeres de cada sociedad es gestar y criar a los niños, a pesar de que, con frecuencia, son llamadas a desempeñar estos papeles sin una planificación o elección. Las principales preocupaciones éticas de las matronas pueden clasificarse en tres ámbitos: 1) personales: la ética de ser mujer en una sociedad/cultura determinada; 2) pacientes: preocupaciones éticas suscitadas por la reproducción, incluyendo las elecciones y los derechos, y 3) práctica: la ética de cuidar de los demás partiendo de la competencia, la compasión y la fidelidad convenida. «Ser profesional es ser ético» es un importante principio guía de todos los profesionales sanitarios, incluyendo a las matronas. Requiere que éstas conozcan y comprendan la ética y lo que significa ejercer de un modo ético. En el presente artículo se revisarán brevemente las definiciones y los conocimientos sobre la ética, moral, valores, razonamiento moral y toma de decisiones éticas, utilizando el código internacional ICM (Confederación Internacional de Matronas) de ética para matronas (1999) como marco de la discusión. Palabras clave: matrona, ejercicio, ética, toma de decisiones DEFINICIONES SUMMARY The elements of the international code of ethics for midwives developed by the International Confederation of Midwives are described, and how these guidelines may help in decision-making in education, practice and midwives research. Key words: midwife, practice, ethics, decision making INTRODUCCIÓN Las matronas y la ética van de la mano en una relación tan estrecha como la de las matronas y las mujeres. Las matronas trabajan con mujeres y la mayor parte son *Ponencia presentada en la Reunión de Matronas en el 5.º Congreso Mundial de Medicina Perinatal. Barcelona, 26 de septiembrede 2001. Nuestra comprensión de la ética y lo que significa ejercer con ética empieza con unos conocimientos compartidos de los términos. La moral representa los «tendría que y debería» de la toma de decisiones, y la ética son las razones por las que «tendríamos que o deberíamos hacer o decidir» sobre un curso de acción de un modo concreto. Antes de considerar los «tendrías y deberías» de la vida, cuando somos bebés y niños desarrollamos unos valores que nos sirven de indicaciones direccionales durante toda nuestra vida. Los valores son conceptos de lo que es correcto o bueno que orientan nuestra vida diaria. Nuestros padres, nuestra religión, nuestra sociedad, nuestros amigos, y los medios electrónicos programan nuestros valores cuando somos niños. A medida que maduramos y llegamos a la edad adulta, seleccionamos unos valores que se correspondan con nuestra comprensión de lo que es correcto o bueno. Ser un buen agente moral requiere que conozcamos y comprendamos nuestros valores, cómo pueden influir en 21 el modo en que nos relacionamos con los demás y en cómo tomamos decisiones en nuestro trabajo profesional. Los valores profesionales se personifican en una declaración de conducta moral, y durante nuestros programas educativos nos socializamos en estos valores. Los valores profesionales reflejan el contrato social implícito entre los profesionales sanitarios (matronas) y las clientes (mujeres). La interfase de los valores, la moral y la ética es importante para comprender cómo definimos la práctica ética de la partería, al igual que la conducta moral de las matronas. En 1993, la ICM adoptó por primera vez una declaración de ética para las matronas y el ejercicio de su profesión, después de varios años de consultas y de un importante taller del comité ejecutivo celebrado en Madrid, donde se discutieron el lenguaje internacional y las preocupaciones apropiadas, desde un punto de vista cultural de la comunidad internacional representada por la ICM. En 1999, se revisó y adoptó la declaración de ética de la ICM, y en el presente artículo se utilizará dicha declaración para examinar algunas de las preocupaciones éticas de las matronas y las mujeres/familias a las que asisten a diario. CÓDIGO INTERNACIONAL DE ÉTICA PARA MATRONAS DE LA ICM (1999) 22 El preámbulo del código ICM refuerza que el objetivo primario de la Confederación es «mejorar el patrón de asistencia proveído a mujeres, lactantes y familias de todo el mundo a través del desarrollo, la educación y la utilización apropiada de la matrona profesional». Coincidiendo con este objetivo y prestando atención tanto a la salud de las mujeres como a la matrona, la ICM adoptó un código de ética (conducta moral) para que se utilizara con el objetivo de orientar la educación, la práctica y la investigación de las matronas en todo el mundo. Los valores profesionales importantes y los principios éticos que proporcionan la base del código ICM incluyen: 1) el reconocimiento de las mujeres como personas con derechos humanos plenos; 2) la búsqueda de justicia para todas las personas y la equidad en el acceso a la asistencia sanitaria, y 3) basar el ejercicio de la profesión de matrona en una relación mutua de respeto, confianza y dignidad de todos los miembros de la sociedad. En primer lugar, reconocer a las mujeres como personas con derechos humanos plenos es vital para la salud y el bienestar de las mujeres embarazadas, al igual que para aquellas matronas que también son mujeres. Con demasiada frecuencia, se ha tratado a las mujeres como meros objetos o como propiedad «del hombre» más que como personas con sus propios derechos. Cuando éstas son tratadas como objetos para ser utilizadas con el propósito de satisfacer necesidades, deseos y sueños de otras personas, se les niegan los derechos humanos básicos a una salud física (demasiados niños y demasiado juntos), a la seguridad personal (violencia e infección por VIH/SIDA), a la información y a la educación (reducidos niveles de alfabetización), a un consentimiento libre e informado y a hacer elecciones en sus vidas, a la intimidad, y al acceso a unos servicios sanitarios de calidad necesarios. La violación de estos derechos humanos básicos da lugar a una mortalidad, enfermedades y discapacidades maternas, a la violencia doméstica e infección por VIH/SIDA, por nombrar sólo algunas consecuencias de esta injusticia social. Las matronas desempeñan un importante papel en la protección y promoción de los derechos humanos de cada mujer, empezando por sí mismas. Más adelante, en el código ICM se hace hincapié en las diversas acciones emprendidas por las matronas. La justicia social y la equidad del acceso a la asistencia sanitaria son un tema destacado del debate en las noticias de hoy día, incluso más visible con la escasez global de matronas y enfermeras y su reclutamiento en países del sur por parte de países del norte. Con frecuencia, la equidad del acceso a la asistencia sanitaria choca con las normas y prácticas culturales, que no permiten que las mujeres y los niños que necesitan los servicios sanitarios tomen decisiones y tengan medios para obtenerlos de forma oportuna. El código ICM ofrece orientación para las matronas sobre estos problemas de cultura, justicia y equidad, tal como se describirá más adelante. Las relaciones mutuas de respeto, confianza y dignidad son pilares fundamentales del ejercicio ético de la profesión. El modo en que interaccionamos con los demás, con independencia de que seamos matronas, médicos, mujeres y familias, u otros profesionales sanitarios, dice mucho de quiénes somos, cuáles son nuestros valores y si se puede confiar en nosotros para que trabajemos con las mujeres durante una época muy vulnerable de su vida. Los cuidados éticos de las matronas deben basarse en la competencia, compasión y en unas relaciones comprensivas y humanitarias; si falta esta relación, la mujer no regresará para la necesaria supervisión de su salud. PRINCIPIOS SELECCIONADOS DEL CÓDIGO ICM Utilizaré algunas declaraciones seleccionadas del código ICM para ilustrar cómo las matronas pueden ejercer de una forma ética, y cómo puede emplearse el código ICM o cualquier código de ética como directriz de una práctica ética. Relaciones de la partería • Las matronas respetan el derecho informado de elección de una mujer, fomentan la aceptación de la responsabilidad de la mujer con respecto a los resultados (...). • Las matronas trabajan con mujeres, respaldan su derecho a participar activamente en las decisiones sobre su asistencia y permiten que las mujeres hablen por sí mismas. • Las matronas trabajan con otros profesionales sanitarios (...) cuando se requiere una asistencia que excede sus competencias. • La matrona tiene responsabilidades como una persona de valía moral. Dados los efectos negativos de la violación sistemática de los derechos humanos básicos de las mujeres, las matronas desempeñan un papel decisivo para garantizar que su tratamiento de las mujeres se centra en la persona. Una característica del ejercicio ético de la partería es hacer que la mujer exprese su opinión y pueda tener elección. Además, a las elecciones se asocia una responsabilidad sobre sus consecuencias. Estos conocimientos dan lugar a una intervención moral –el conocimiento y la puesta en práctica de la acción correcta deben ir seguidos de una responsabilidad sobre los resultados–. Esto se aplica tanto a las matronas como a las mujeres a las que asisten. Otro principio del código ICM es ayudar a hablar al silencioso, a tener voto y a proveer apoyo en el uso responsable de dicha opinión. Conocer y comprender los límites de las competencias profesionales propias es otro elemento vital que da lugar al ejercicio ético de la partería. En esta época de personal limitado, sobrepasar los límites físicos personales, así como abarcar áreas de práctica para las que no estamos preparados es una tentación diaria. El ejercicio ético de la partería requiere que sepamos nuestros límites, que conozcamos y nos ocupemos de nuestras necesidades físicas, y que comprendamos que no podemos atender a todo el mundo, aun cuando desearíamos hacerlo. La matrona, como persona de valía moral, destaca tanto la personalidad como la importancia de sus propios valores y moral. Una matrona ética debe conocer quién es, lo que cree, lo que valora y cómo dichos valores se corresponden con el código de conducta moral de la profesión. El ejercicio de la partería puede enfrentarnos con un dilema moral: lo que solicita una mujer y lo que no somos partidarios de hacer. La matrona debe empezar con el respeto de sus propios valores y códigos morales, aunque no necesariamente debe imponer los valores personales y profesionales a los demás. Con frecuencia, en el ejercicio de la partería es difícil encontrar un equilibrio, porque los valores son muy personales y específicos de una cultura, y algunos perjudican a las mujeres (la visión de las mujeres como objetos). Práctica de la partería • Las matronas proveen asistencia (...) con un respeto de la diversidad cultural, aunque al mismo tiempo tratan de eliminar las prácticas y tradiciones dañinas. • Las matronas utilizan sus conocimientos profesionales para garantizar que la mujer da a luz sin riesgos. • Las matronas tratan de alcanzar un desarrollo personal, intelectual y profesional. Las prácticas culturales que son dañinas para las mujeres también perjudican a las matronas. Existen multitud de ejemplos de diversas partes del mundo, como los infanticidios femeninos, la circuncisión femenina, la falta de nutrición y educación suficiente para las niñas y la violencia sexual. La utilización ética de la tecnología es de especial interés para todas las matronas durante el embarazo y el parto. Esta preocupación ética incluye aspectos de la cultura (en especial, la cultura de la tecnología), la promoción de un ejercicio de la partería sin riesgos y la competencia profesional de las matronas. Sin que importe el tipo de tecnología que se esté considerando, es imperioso que ésta se emplee como adyuvante de la asistencia de partería y no como sustituto del juicio clínico o de la asistencia. En ocasiones, parece imposible mantenerse al día con los últimos avances científicos, incluyendo el desarrollo y la utilización de la tecnología, pero, para un ejercicio ético de la partería, son vitales estos conocimientos profesionales. Ninguna matrona puede permitirse déficit profesionales, ya que las mujeres dependen de sus conocimientos y habilidades. Responsabilidades profesionales de las matronas • Las matronas mantienen la confidencialidad de la información de sus clientes. • Las matronas son responsables de sus decisiones y acciones. • Las matronas comprenden las consecuencias adversas que las violaciones de la ética y de los derechos humanos, tienen para la salud de las mujeres y de sus hijos (...) y tratan de eliminar estas violaciones. Este apartado del código ICM está repleto de referencias sobre los derechos humanos básicos. La privacidad, las elecciones y las responsabilidades de las matronas, al igual que los esfuerzos por evitar las violaciones éticas y de los derechos humanos, forman parte del ejercicio ético de la partería. El papel de la matrona en la protección de los derechos humanos empieza por conseguir que ser niña/mujer en cualquier parte del mundo sea seguro. Sin embargo, las matronas no siempre están seguras en su lugar de trabajo y en su entorno domiciliario. La violencia en el lugar de trabajo y la doméstica han de desaparecer. Ambos tipos de violencia son ejemplos extremos del trato a las mujeres como algo menos que personas, como objetos que pueden ser controlados, utilizados o violados a voluntad. En el terreno de los derechos humanos, las opiniones de las matronas han de ser rotundas. Han de trabajar en grupo y con otras personas interesadas en la promoción y protección de los derechos de las mujeres y los niños. Deben usar su cólera para proveerse de la voluntad y la energía necesarias con el objetivo de exigir un tratamiento ético de sí mismas y de otras mujeres. No deben sucumbir a ser tratadas de manera insuficiente 23 en la supervisión de su salud. Deben ser un modelo de conducta para todas las mujeres por lo que respecta a exigir un tratamiento ético, respeto por la dignidad humana, voz y elección, elementos fundamentales de los derechos de cualquier ser humano. Y, en contrapartida, deben tratar a todas las personas con respeto por la dignidad humana, como personas con derechos humanos plenos. 24 Fomento de los conocimientos y práctica de la partería • Las matronas garantizan el progreso de los conocimientos de la partería basados en actividades que protegen los derechos de las mujeres como personas. • Las matronas desarrollan y comparten los conocimientos sobre partería (...), revisión por expertos e investigación. • Las matronas participan en la educación formal de los estudiantes de partería. El apartado final del código ICM aborda las necesidades futuras de los conocimientos de partería y las obligaciones éticas de las matronas para promover los conocimientos a través de una revisión por expertos y de la investigación, y participando en la educación de los estudiantes de partería y de otras matronas. En resumen, este recorrido a través del Código Internacional ICM de ética para matronas (1999) hace hincapié en múltiples aspectos y preocupaciones éticas, al igual que en las obligaciones de las matronas de todo el mundo. Este código es un importante medio o guía para la toma de decisiones éticas en la práctica de la partería, la investigación y la educación. Pero no puede utilizarse solo, sino que cada matrona debe ser una participante activa y aplicar los principios éticos y valores profesionales apropiados para informar las decisiones o las acciones que emprenden en el ejercicio de la profesión. El razonamiento moral y la toma de decisiones éticas requieren un análisis, una valoración, una elección, una justificación y una evaluación de los datos y elecciones disponibles en una situación determinada. Los instrumentos para una adecuada toma de decisiones incluyen: 1) buena disposición a pensar y reflexionar de manera crítica sobre las elecciones y acciones; 2) capacidad para razonar desde un punto de vista moral; 3) concienciación sobre los valores profesionales y personales; 4) conocimientos (mente); 5) responsabilidad; 6) vocación social (corazón), y 7) tiempo. El objetivo de un ejercicio ético de la profesión es hacer lo adecuado (moral) por la razón correcta (ética). Sabemos lo que es correcto a través de los conocimientos, experiencia, valores y razonamiento, a pesar de que mi definición de «correcto» o «bueno» puede no ser exactamente la misma que la suya. El ejercicio ético de la partería consta de diversos principios éticos deontológicos: 1) respeto a la dignidad humana; 2) autonomía; 3) hacer el bien; 4) evitar los perjuicios; 5) justicia e imparcialidad, y 6) mantener la competencia. El ejercicio ético de la partería empieza y termina con las mujeres. Este ejercicio aborda, fomenta y protege los derechos humanos básicos de todos los individuos, y confiere autoridad a las mujeres a través de: 1) escuchar sus preocupaciones y necesidades de salud; 2) tratarlas con respeto; 3) promover el cuidado personal y los grupos de autoayuda, y 4) proveer opinión y elección a las mujeres. Los cuidados éticos de la partería dan lugar a mujeres sanas y las mujeres sanas dan lugar a naciones sanas. La Global Vision for Women and Midwifery de la ICM necesita convertirse en realidad en todos los rincones del mundo. Podemos tomar algunas medidas. En palabras de Joel Barker: «la visión con acción puede cambiar el mundo». Tanto las matronas como las mujeres necesitan nuestros esfuerzos colectivos para cambiar el mundo para mejor. BIBLIOGRAFÍA Commonwealth Medical Association. Declaration on ethics and a woman’s right to health. Londres: CMA, 1997. Cook RJ. Advancing Safe Motherhood through human rights. Paper presented at WHO Technical Consultation on Safe Motherhood in Sri Lanka, 1997. International Confederation of Midwives. International Code of Ethics for Midwives. The Hague: ICM, 1999. Thompson JE, Thompson HO. Bioethical Decision Making for Nurses. Norwalk CT: Appleton-Century-Crofts, 1985. Thompson JE, Thompson HO. Ethics and midwifery practice. World Health, N.o 2, marzo-abril 1997; 14-15. Thompson JE, Thompson HO. Ethical aspects of care. In Midwifery: Community Based Care During the Childbearing Year, cap. 29. En: LV Walsh. Philadelphia, PA: W.B. Saunders, 2001; 489-500.