Download El complejo funerario de Djoser (Saqqara).

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Transcript
Egipt logía
Egiptología 2.0 / Nº 1 – Octubre de 2015 (Revista online gratuita).
V
2.0
El complejo funerario
de Djoser (Saqqara).
Nacho Ares: ‘’El Valle de
Los Reyes, ese lugar
mágico que me atrae
desde la infancia’’.
La Casa Jeneret.
Una ofrenda votiva a
Hathor.
Ignasi Barraquer
Barraquer.
1 | P á g i n a | Egiptología 2.0
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Dirección
Egiptología 2.0 ©
Moisés González Sucías
Egiptología 2.0 es una revista on-line
gratuita y sin ánimo de lucro de carácter
egiptológico.
Edición
Moisés González Sucías (Barcelona)
Jordi Romera Sevillano (Diseño gráfico y
maquetación)
www.ushebtisegipcios.es
ISSN: 2444-6254
Colaboradores
Su periodicidad es trimestral y tiene como
objetivo compartir y divulgar de forma
didáctica y amena el arte, la historia y la
cultura del antiguo Egipto, publicando las
noticias de relevancia, artículos de
investigación, estudio de piezas,
información sobre exposiciones, eventos,
novedades editoriales… etc.
Sandra Pajares Sotillo
Una revista orientada a la difusión de
información rigurosa sobre Egiptología,
especialmente aquélla vinculada al
ámbito español e hispanohablante.
Bartomeu Egea Resino
Mª Isabel Cubas Contreras
Laura Huertas López
Marian Romero Gil
Stella Maris Di Giacinti
Eduard Mestre García
Si deseas recibir un ejemplar de la revista
on-line o hacernos partícipes de tus
opiniones o sugerencias puedes contactar
con nosotros en:
[email protected]
Fotografía de portada: Complejo funerario de Djoser (Saqqara).
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2 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Presentación
…..4____-
Bienvenidos al número 1
Hoy sale a la luz Egiptología 2.0, una revista online gratuita dedicada al antiguo Egipto y la
Egiptología. Su publicación será trimestral y
entre otros apartados tendrá noticias,
entrevistas,
artículos
especializados,
información sobre exposiciones y novedades
editoriales entre otros.
Adentrarse en el conocimiento de la civilización
del antiguo Egipto es una aventura apasionante,
enriquecedora y llena de sorpresas. Existe una
conexión en parte intangible entre nosotros y
esta cultura milenaria de más de 3000 años de
historia que ha impregnado sutilmente muchas
de nuestras manifestaciones culturales
actuales.
Con esta revista que comienza su andadura
queremos fomentar la divulgación del arte, la
historia y la cultura del antiguo Egipto de una
forma didáctica y amena.
Deseamos que la revista crezca y evolucione
poco a poco con el compromiso y ayuda de
todos. Este es un proyecto a largo plazo y
tenemos en la agenda muchos planes que
esperamos, con tiempo, ir haciendo realidad.
Confiamos en que todo el esfuerzo y trabajo
que hemos dedicado a este primer número de
la Revista Egiptología 2.0 satisfaga las
expectativas que hayamos podido crear.
May, jefe de los caballos del rey, y
mandatario real en los países
extranjeros. Tumba de Ramose TT55
(Sheick Abd el-Qurna, Luxor).
Gracias a todas las personas que
desinteresadamente han colaborado con el
lanzamiento de este primer número dedicando
parte de su tiempo y esfuerzo.
3 | P á g i n a | Egiptología 2.0
SUMARIO
5. Entrevistas - Nacho Ares: ‘’El Valle de Los Reyes,
ese lugar mágico que me atrae desde la infancia’’.
8. Testimonios del pasado - Paleta de Narmer.
Nacho Ares sujetando un Ushebti.
13. Arquitectura
- El complejo funerario de
Djoser.
24. Colecciones - Ignasi Barraquer Barraquer.
29. La
Mujer en el antiguo Egipto - La casa
Jeneret.
40. Religión - Una ofrenda votiva a Hathor.
Paleta de Narmer (Wikipédia).
44. Exposiciones - Animales y faraones. El reino
animal en el antiguo Egipto.
50. Radio - Las Enseñanzas de Maat.
52. Novedades editoriales - Escrituras, lengua y
culto funerario en el antiguo Egipto / Los Templos de
millones de años en Tebas.
53. Notas egiptológicas - Hatshepsut.
Gato (Musée du Louvre).
55. Noticias - Noticias destacadas.
“Las sirvientas del faraón” (J.M. Collier, 1883).
4 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Cabeza Barcelona1 (Bartomeu Egea).
Entrevistas
Nacho Ares: ‘’El Valle de los Reyes, ese lugar mágico que me
atrae desde la infancia’’.
Moisés González Sucías
Nacho Ares Sujetando un ushebti.
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Nacho Ares (León, 27 de agosto de 1970). Licenciado en
Historia Antigua por la Universidad de Valladolid y
Certificado en egiptología en el KNH de la University of
Manchester (2009-2012).
Fruto de su pasión por la antigua cultura egipcia, hasta la
fecha ha publicado dieciséis libros, la mayoría de ellos
dedicados al antiguo Egipto. Además de autor, también
ha traducido, revisado y prologado numerosas obras del
inglés como La Cámara Secreta y El misterio de Orión.
Dirigió hasta enero de 2012 la publicación en castellano
Revista de Arqueología, un referente del estudio de la
antigüedad y la Arqueología. Articulista y colaborador en
diferentes revistas especializadas de arqueología y
enigmas históricos como Ancient Egypt Magazine,
Misterios de la Arqueología, Boletín de la Asociación
Española de Egiptología, Historia y Vida, Más Allá, Año
Cero y Enigmas, entre otros.
Durante años ha colaborado en diversos medios
radiofónicos pero desde octubre de 2009 dirige y
presenta el exitoso programa SER Historia (Cadena Ser).
En 2010 comenzó una nueva andadura profesional al
formar parte del equipo de reporteros del programa de
televisión Cuarto Milenio, dirigido por Iker Jiménez.
También ha colaborado en varias ocasiones para la
realización de programas televisivos. En Televisión
Castilla y León dirigió y presentó durante cinco años el
programa Enigmas y Misterios.
Hablamos con él de sus últimas novelas y viajamos al
antiguo Egipto para conocer su cultura, arte e historia.
De donde viene su pasión por el antiguo Egipto?
5 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Todo empezó cuando tenía 13 o 14 años. Preparé para el
colegio un trabajo sobre el descubrimiento de la tumba
de Tutankhamon. Usé como referencia el libro de C. W.
Ceram, Dioses, tumbas y sabios. Su lectura me cambió la
vida. Hasta ese momento había querido ser médico y
cambié los vivos por los muertos. Egipto y sus misterios
me cautivaron y desde entonces solo tuve en mi cabeza
la idea de convertirme en egiptólogo.
En los viajes que suele realizar al país de los faraones
siempre hay un lugar que seguro visita una y otra vez….
En efecto. El Valle de los Reyes es ese lugar mágico que
me atrae desde la infancia. La primera vez que lo visité
fue en 1990. Acompañaba a un grupo de turistas. Todo
lo que había leído en los últimos 7 años, de pronto,
cobraba vida. Los lugares, los personajes, los
protagonistas de la historia. Fue un momento muy
especial. Desde entonces no he dejado de ir al Valle de
los Reyes. He ido hasta allí andando, en coche, globo,
bicicleta... siempre se descubren cosas nuevas y siempre
también con la idea de emular a mi gran héroe, Howard
Carter.
Cree que es un buen momento editorial para la novela
histórica?
El momento no es bueno ni para la novela histórica ni
para cualquier otro libro. Pero hay que estar ahí, al pie
del cañón intentando compartir con la gente mi pasión
por el antiguo Egipto. Siempre he escrito ensayos que de
alguna forma eran novelados porque el relato se contaba
en primera persona. Ahora me he decantado por la
novela histórica ambientada en el antiguo Egipto
empleando siempre para ello documentación real.
Hablemos de su último libro. Al igual que hacía en La
tumba perdida, con El sueño de los faraones, retoma un
gran descubrimiento de la historia de la arqueología…
Sin lugar a dudas. Se trata del hallazgo del escondite real
de momias en Deir el-Bahari. Una de las historias que me
marcó siendo niño leyendo el libro de C. W. Ceram.
¿Que podrá encontrar el lector en este nuevo viaje al
Egipto de los Faraones?
En El sueño de los faraones podrá descubrir que muchos
de los problemas que hoy tiene el ser humano, son tan
antiguos como el propio hombre. Son arquetipos de
nuestro comportamiento que se repiten desde la
Antigüedad hasta hoy. Los celos, la avaricia, el deseo de
riquezas... todo enmarcado en una historia
absolutamente real y que finaliza en un descubrimiento
increíble que mucha gente desconoce, el del escondite
de Deir el-Bahari, el DB320.
Como suele documentarse?
Además de toda la bibliografía y publicaciones que estén
relacionadas con el hallazgo en cuestión, me gusta ir a los
sitios que luego aparecen en la novela. Todos ellos los
conozco de primera mano. Desde el antiguo Museo de
Bulaq en El Cairo hasta el escondite DB320. Y creo que
eso se aprecia en la novela. Muchos lectores me cuentan
que las descripciones de los lugares son muy reales y eso
ayuda a que los personajes también estén más cómodos.
El mercado negro de antigüedades ha sido desde hace
muchos años, una de las grandes prioridades del
Gobierno egipcio, ¿Cómo se controla en la actualidad?
En la actualidad el control, hasta donde sé, es muy
complicado. Especialmente después de la revolución de
2011. Hay que pensar que hasta principios de la década
de 1980 no salió una ley en Egipto que prohibiera el
tráfico de antigüedades. Esto ha permitido que sean
cientos de miles las piezas que están fuera del control de
los museos en el mercado legal, aún, de antigüedades. El
problema descansa en las piezas que siguen saliendo del
país sin control de las autoridades.
Los antiguos egipcios, con una creencia tan arraigada en
la vida después de la muerte…
Para ellos era la continuación de esta existencia. La
muerte era un trámite que había que pasar para seguir
viviendo durante toda la eternidad en el reino de Osiris.
Resulta un tanto onírico. Seguro que sufrían cuando una
persona fallecía y prueba de ello es la cantidad de
documentación que nos ha llegado al respecto. Sin
embargo, lo tenían asumido. No obstante, el amor que
tenían a la vida era mayor que su interés por la muerte.
Los antiguos egipcios como los actuales, eran gente
divertida, bromista y con muchas ganas de vivir y pasarlo
bien.
Para empezar ese viaje al Más Allá era imprescindible
hacerse con todos los elementos mágicos necesarios…
Especialmente los textos. Podían tener toda clase de
amuletos, pero si no había textos que les dieran fuerza,
la cosa no iba a ir bien. La fuerza de la escritura era tan
grande que solamente escribiendo un nombre, una
acción, una circunstancia, automáticamente cobraba
vida. Algo parecido hemos heredado nosotros cuando en
el Antiguo testamento leemos "Y el verbo se hizo carne",
precisamente tomado de los textos cosmogónicos
6 | P á g i n a | Egiptología 2.0
egipcios en donde la pronunciación de un nombre hacía
que éste cobrara vida.
hay muchos españoles de muchas disciplinas trabajando
en misiones de otras nacionalidades.
Han pasado muchos años desde que se diera la primera
participación española en Egipto. ¿Cómo cree que ha
evolucionado desde entonces la arqueología española
en Egipto, estamos bien posicionados?
Nuevos proyectos editoriales?
Esto es un no parar... Ahora mismo estoy escribiendo una
nueva novela que si Amón-Ra quiere verá la luz el
próximo año 2016. Una historia basada en hechos reales
y con personajes también absolutamente reales.
Desde luego que sí. Hace dos décadas nadie podría soñar
que nuestro papel en la egiptología internacional fuera
tan pesado. No solamente contamos con buenos
expertos en misiones propiamente nacionales sino que
Muchas gracias¡
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La tumba perdida
Hay tumbas que no desean ser descubiertas 1922.
El arqueólogo Howard Carter está en la cumbre de
su carrera tras haber revelado al mundo el hallazgo
más importante sobre el Antiguo Egipto: la tumba
de Tutankhamon, el Faraón Niño. Sin embargo, su
instinto, guiado por la inscripción de una lasca de
piedra caliza, le dice que el Valle de los Reyes
esconde otro sepulcro importante: un lugar que se
selló con sangre y que, tal vez, no debería ser
profanado.
El sueño de los faraones
Nadie debe profanar el sueño de los faraones…
El egiptólogo Émile Brugsch intenta averiguar la
procedencia de algunos objetos valiosos que han
aparecido en las tiendas de antigüedades de Luxor.
Su instinto le dice que, detrás de esos objetos que
se venden como recuerdos a los turistas, subyace
una tupida red de traficantes que actúa sin el menor
escrúpulo amparado por autoridades locales
corruptas.
7 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Testimonios del pasado
Paleta de Narmer
Moisés González Sucías
Paleta de Narmer (anverso y reverso).
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Esquisto; Altura: 64 cm, anchura: 42 cm; Hierácompolis;
Excavaciones de James E. Quibell - Frederick W. Green
(1894); Dinastía 0, reinado de Narmer (3000 a.C.). Sala
43. JE 32169 – CG 14716. Museo de Antigüedades
egipcias (El Cairo, Egipto).
La Paleta del rey Narmer es uno de los testimonios más
antiguos e importantes del Período Predinástico del
antiguo Egipto. En realidad se trata de una paleta
cosmética, es decir, una losa de piedra con una cavidad
central en la que se mezclaban los pigmentos para el
maquillaje personal. En aquella época, no obstante, las
paletas
adquirieron una
función
puramente
conmemorativa y se fabricaban con materiales
preciosos.
Fue hallada en 1898 entre los objetos del templo de
Horus en Hierakonpolis, en las proximidades de Edfu.
Narmer, también identificado como Menes, es el primer
rey registrado en la Lista Real de Abydos, que recoge los
nombres de la mayoría de faraones que gobernaron en
el Valle del Nilo. Es considerado el fundador de la I
Dinastía y uno de los principales iniciadores de la
organización del estado egipcio. El análisis iconográfico
de esta paleta revela el propósito de glorificación de la
figura de Narmer y permite entender la significación
política de su reinado. La obra está grabada con relieves
por ambas caras y documentan la lucha por unificar el
norte y el sur del país.
Los Egiptólogos han interpretado las escenas laterales
como una celebración de la anexión del Bajo Egipto por
8 | P á g i n a | Egiptología 2.0
el rey Narmer de Hieracómpolis; sin embargo, la
dinámica de los sucesos que condujeron al gobierno de
Egipto por un único monarca es incierta, y sólo cabe
tener una idea fragmentaria del contexto político en el
que vivieron los gobernantes de la denominada Dinastía
0.
Hieracómpolis, donde muchos hallazgos se refieren a los
regentes de la ciudad, hubiera desempeñado un papel
vital en este proceso.
La empresa inmortalizada por Narmer alude tal vez a una
victoria militar sobre una zona del delta identificada
como Uash.
Si realmente hubo un reino del norte y otro del sur que
fueron rivales, es probable que las dos tierras se
hubieran unido antes del reinado de Narmer y de que
(Fig. 1 y 2) Narmer pasando revista a una doble fila de prisioneros.
9 | P á g i n a | Egiptología 2.0
La parte frontal de la paleta (fig. 1 y 2) muestra al rey
triunfante pasando revista a una doble fila de prisioneros
decapitados; sigue al faraón un dignatario que sostiene
las sandalias reales, precedido por otro dignatario y los
cuatro estandartes. Estos se han identificado como los
‘’seguidores de Horus’’, es decir, del faraón; hay
emblemas muy antiguos de las primeras unidades
territoriales.
Al portar la Corona Roja del Bajo Egipto, Narmer es la
encarnación del monarca del norte que golpea a los
rebeldes; su autoridad se expresa en los atributos que
sostiene en la mano: la maza del soldado y el cetro real
(fig. 3 y 4).
(Fig. 3 y 4) Narmer portando la maza del soldado y el cetro real.
10 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Es el poderoso toro que ataca el fuerte y arroja al
enemigo y, tal como se revela en el registro central,
vence a sus oponentes, aquí representadas por gatos
salvajes con largos cuellos entrelazados (fig. 5).
(Fig. 5) Registro central con la representación de sus oponentes como gatos salvajes.
El punto en que se aplasta la malaquita es el foco
principal de la escena. El nombre del rey en el serekh,
flanqueado por dos cabezas hathóricas (fig. 6), es el
elemento principal de ambos lados de la paleta.
(Fig. 6) Cabezas hatóricas en la parte superior de ambos lados de la paleta.
En el reverso aparece el rey victorioso con la corona del
Alto Egipto derrotando al enemigo de Uash; subraya el
mensaje jeroglífico que muestra Narmer como el halcón
Horus sujetando al hombre de la tierra del papiro (el
Delta) con una correa (fig. 7).
y en la introducción de determinados símbolos de
autoridad, sino también en el hecho de representar al
rey como la figura de mayor tamaño.
Por otra parte, la destreza técnica en el pulido de la
piedra permitió al escultor alcanzar niveles de calidad
La Paleta de Narmer es todo un ejercicio de propaganda
artística superior a los del Período Arcaico, plasmados
sobre el poder político y militar del faraón. Ello se
fundamentalmente en la representación de las
expresa no sólo en el carácter laudatorio de las escenas
anatomías humana y animal.
11 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 6) Narmer representado con la corona del Alto Egipto.
12 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Arquitectura
El complejo funerario de Djoser
Sandra Pajares Sotillo
Pirámide de Djoser y patio Heb-Sed (fuente: Passion Ègyptienne).
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Faraón: Djoser (2668-2649 a.C), conocido como
Netkherikhet “Divino de Cuerpo”.
Dinastía: segundo faraón de la Dinastía III. Sucesor de
Nebka y predecesor de Sekhemkhet.
Ubicación: Saqqara.
Arquitecto: Imhotep.
El complejo funerario
El complejo funerario de Djoser fue el primero edificado
completamente en piedra. Los predecesores de este
monarca ya utilizaron la piedra, aunque de manera
aislada, en sus tumbas. Por ejemplo Khasekhemuy o Den,
quien edificó una mastaba hecha de barro cocido donde
se introdujo la piedra como enlosado para la cámara
funeraria.
La evolución en el uso de este material se hace patente
en la edificación de Djoser, realizada por Imhotep. Los
primeros bloques de piedra colocados tenían unas
dimensiones similares a ladrillos de adobe (de unos 20
cm) mientras que, según se avanza en la construcción,
estos bloques llegaron a tener media tonelada de peso y
50 cm de altura. Gracias a la labor llevada a cabo por J. P.
Lauer, en este recinto es donde se encuentra la primera
evidencia que se conoce de un pórtico, una sala hipóstila
y una columnata.
La pirámide fue explorada durante el siglo XIX, aunque
los edificios colindantes no se conocieron hasta
mediados del siglo XX. La restauración fue llevada a cabo
por E. M. Firth, J. E. Quibell y J. P. Lauer. También en
época de Ramsés II (1290-1224 a.C.) Din. XIX (1307-1196
a.C), y en la Din. XXVI (664-525 a.C) se sabe que la
13 | P á g i n a | Egiptología 2.0
pirámide y sus edificios fueron explorados e incluso
reparados.
Según José Miguel Parra, en su libro “Los constructores
de las grandes pirámides” (Ed. Alderabán, 1998), este
complejo funerario le proporcionaba a Djoser las vías
para una supervivencia en el Más Allá. Estas vías eran: la
pirámide, la cual le garantiza alcanzar su destino final; y
los edificios de culto, que le aseguran una regeneración
ritual eterna.
(Fig. 1) Planta del complejo funerario de Djoser (planimetría: Sandra Pajares).
Entrada al complejo de Djoser
(Fig. 2) Entrada al complejo funerario (fuente: Wikipedia).
14 | P á g i n a | Egiptología 2.0
En primer lugar nos encontramos con el muro que
rodeaba el complejo funerario, de 10,5 m de alto sus
dimensiones son, aproximadamente, 545 m (N-S) x 277
m (E-O), encerrando un espacio de 15 hectáreas. Fue
construido con cascotes en su interior y un revestimiento
de piedra caliza. Su diseño es denominado “fachada de
palacio” por los característicos nichos de su diseño, a
intervalos de 4 m, y de tamaño regular, excepto los 14
que formaban las ‘entradas’ (13 de ellas puertas falsas
talladas en la roca, dejando la verdadera entrada al
conjunto en el extremo sureste). Diversos investigadores
consideran que el muro del recinto de Djoser es o bien
una copia de las murallas blancas de Menfis (Ineb-hg), o
puede ser, también, una reproducción de los muros de
las mastabas de las Dinastías I y II que se encuentran al
norte de esta construcción. (La parte de muro que
conocemos fue reconstruida mediante anastilosis).
Desde este único acceso se llega a una galería de más de
50 m de longitud. A cada lado de la misma 40 columnas
fasciculadas, de 6,6 m de alto y unidas de dos en dos por
un muro, nos acompañan hasta la sala hipóstila, en la
que desemboca la galería. Esta sala posee un techo de 5
m de altura sustentado por 8 columnas, también
fasciculadas, y unidas de dos en dos. Tanto la galería
como la sala se caracterizaban por tener un techo pétreo
tallado simulando tablones de madera. A través de la
galería se accede al Patio Sur y al Patio Heb-Seb.
(Fig. 3) Detalle de una de las columnas y parte del techo de la
galería de entrada (fuente: Passion Ègyptienne).
(Fig. 4) La sala hipóstila y las murallas interiores (fuente: Passion Ègyptienne).
15 | P á g i n a | Egiptología 2.0
El Patio y la Tumba Sur
Tras cruzar la galería llegamos al Patio Sur, cuyos
laterales también fueron construidos con “fachada de
palacio”. Varios elementos componen este patio:
En la zona norte, pegado a la pirámide, existía un altar de
piedra con una rampa de acceso. También encontramos,
aún hoy en día, dos bloques pétreos con forma de ‘D’,
que se cree fueron parte importante en la celebración
del heb-Sed (estos bloques podrían haber marcado los
límites simbólicos de Egipto, por los que Djoser tendría
que correr en la carrera ritual de este festival).
En el lado este del patio se encuentra el Pabellón Real.
En la parte sur de este espacio existe una mastaba, la
Tumba Sur, la cual se considera que pudo ser el
antecedente de las pirámides secundarias que se
construirían posteriormente. El acceso a la mastaba se
realizaba a través de su propia terraza. Un pozo de 28 m
de profundidad llegaba a la cámara funeraria. Esta
cámara, aunque fue encontrada vacía y sin huellas de
enterramiento alguno, pudo servir para enterrar los
vasos canopos de Djoser, debido a los escasos 50 cm2
que posee. En la parte norte de esta mastaba
encontramos un templo, donde está representado el
famoso friso de cobras del recinto de Djoser, y dentro del
cual existía una única capilla.
(Fig. 5) Friso de cobras del Templo Sur (fuente: Discovery).
En el lado oeste del Patio Sur existían 3 estructuras
construidas con mampostería. El muro este de las
mismas forma uno de los laterales del Patio Sur. Tanto la
1ª como la 3ª estructura poseen un techo plano,
mientras que el techo de la 2ª es abovedado. La 3ª,
pegada al muro occidental del recinto, se extiende a lo
largo de los muros oeste y norte. Estas estructuras iban
creciendo en altura desde el patio. Bajo las dos primeras
se construyeron galerías subterráneas, paralelas al muro,
en las que desembocaban, perpendicularmente,
cámaras rectangulares de techo abovedado, en las
cuales se encontraron ofrendas funerarias (como
comida). No se sabe si la función de estos elementos era
como almacenes o como tumbas para los sirvientes
reales.
El Pabellón Real
Este edificio poseía varias estancias y pudo servir para el
cambio de vestimenta del monarca durante la ceremonia
heb-Sed, ya que conectaba con el patio del mismo
nombre. Las fachadas de este edificio (también llamado
Templo “T”) eran lisas y poseían una moldura de sección
semicircular en la cornisa de la cara sur. Todavía se
conserva un friso con columnas djed, así como parte de
3 columnas acanaladas.
(Fig. 6) Pabellón Real visto desde el Patio Sur (fuente: Wikipedia).
16 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 7) Detalle del friso de columnas djed
del Pabellón Real (fuente: Wikipedia).
En las columnas quedan restos de pintura roja en la parte
superior (color que representaba la madera). A 60 cm
por encima de la base existía también una banda pintada
de blanco, y la parte inferior estaba pintada en negro.
Tanto Lauer como Ricke, grandes conocedores del
complejo, coincidían en que el color negro representaba
una capa protectora de piel que se habría colocado en la
parte inferior de los antiguos soportes de madera, y que
la banda blanca sería una placa de metal, seguramente
cobre, colocado para reforzar las columnas. De esta
forma, las columnas de piedra del recinto de Djoser, son
una representación de los troncos de árboles que se
colocaban en las anteriores edificaciones a modo de
pilares, y las estrías serían la representación de las
incisiones hechas en la madera por el filo curvo que
alguna herramienta utilizada para alisar la superficie.
El Patio Heb-Sed y sus capillas
El Patio Heb-Sed se encuentra situado al norte de la
galería de entrada. Este patio, rodeado de capillas, posee
una pequeña cámara con un nicho de ofrendas en el
extremo norte, y un estrado de coronación en el sur.
Las capillas que delimitan el patio son edificios ficticios,
ya que realmente se trata de construcciones realizadas
con amontonamientos de cascotes revestidos con
sillares de piedra, que no poseen ninguna sala en su
interior. Estas capillas pueden simbolizar los antiguos
santuarios del Alto y Bajo Egipto, y serían una
representación, en piedra, de los primeros edificios
sagrados que se construyeron en la tierra de los faraones
con juncos y madera.
Las capillas se dividen en:
- Capillas Este, 12 en total. Con fachada sin columnas y
techo con moldura curva.
- Capillas Oeste, 13 en total. Las dos de los extremos y la
central tienen molduras en los ángulos y techo recto. Las
10 restantes poseen una fachada con 3 columnas
adosadas, compuestas por dos hojas colgantes, y una
perforación entre las mismas que podría haber sostenido
un emblema (este capitel de hojas colgantes es un diseño
que sólo ha sido encontrado, de momento, en el recinto
de Djoser).
17 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 8) Capillas de la zona oeste del Patio Heb-Sed (fuente: Panoramio).
En una de estas capillas se encontró la base de una
escultura que representaba un conjunto escultórico de 4
personas.
Casa del Norte y Casa del Sur
Situadas al norte del Patio Heb-Sed, estas construcciones
también son ficticias. Ambos edificios poseen un techo
curvo, una fachada sur decorada con 4 columnas
acanaladas adosadas y una entrada descentrada (en la
Casa del Sur todavía se conserva un friso jejeru). A partir
de esta entrada se accede a un estrecho pasadizo, que
gira dos veces a 90º, y que llega a un santuario
cruciforme con tres nichos. Los techos de piedra de estos
pasadizos también estaban esculpidos representando
viguetas de madera, como las de la galería de entrada.
Tanto la Casa del Norte como la del Sur poseen un patio
en su zona sur. En estos patios quedan los restos de: 3
columnas adosadas, en la Casa del Norte, cada una de
ellas representando un tallo de papiro en flor, símbolo
del Bajo Egipto; y en el de la Casa del Sur una columna
tallada, probablemente, con el loto, símbolo del Alto
Egipto. De este modo cada una de estas construcciones
sería la representación de los santuarios más
importantes del Antiguo Egipto, el de Hieracómpolis, en
el Alto Egipto, y el de Buto, en el Bajo Egipto.
Estas dos casas pudieron simbolizar el deber real del
faraón, la unión del Alto y Bajo Egipto.
(Fig. 9) Casa del Sur y su friso jejeru (fuente: LooLex).
18 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Templo funerario y serdab
Adosado a la cara norte de la pirámide escalonada se
encuentra el templo funerario. En esta ocasión no se
trata de un edificio ‘ficticio’, ya que el interior de este
templo sí disponía de espacios y salas en los que pudo
llevarse a cabo algún ritual. La planta de esta
construcción recuerda a un templo de ladrillo
descubierto en Saqqara por W. B. Emery en 1954,
situado dentro de la muralla de una mastaba que data
del reinado de Qa (último faraón de la Dinastía I), y el
cual también estaba situado al norte de la tumba.
La entrada se realizaba por la fachada este del templo y,
sin puerta física, una puerta tallada en la roca daba paso
al interior. Tras recorrer unos metros se llegaba a dos
patios, uno de los cuales era el que servía de entrada a la
pirámide. Sus estancias se colocaron 2 m por encima del
nivel del suelo y, la mayoría de los elementos de este
templo, se sucedieron de dos en dos. Esto hizo pensar a
los primeros estudiosos del complejo que pudo tratarse
de un edificio donde Djoser llevaría a cabo algún tipo de
ritual, en el que actuaría primero como soberano del Alto
Egipto y después como soberano del Bajo Egipto. Aún
quedan restos de columnas acanaladas adosadas en el
interior del templo.
(Fig. 10) El templo funerario (fuente: Wikiversity).
Al este del templo funerario se encuentra el serdab.
Construido enteramente con piedra caliza, fue dentro
del mismo donde se encontró la famosa estatua del
monarca (trasladada al Museo de El Cairo, la estatua que
permanece en el interior del serdab es una
reproducción). Desde este lugar el faraón Djoser podía
“mirar” hacia el exterior del serdab, gracias a dos orificios
que se realizaron en la caliza.
(Fig. 11) Serdab (fuente: Wikiversity).
19 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 12) Estatua de piedra
caliza de Djoser encontrada en
el interior del serdab (fuente:
Wikipedia).
20 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Al norte del templo y del serdab, a unos 150 m,
encontramos, casi pegado al muro del recinto, un altar
tallado en la roca, al cual se accede a través de una
rampa.
La pirámide escalonada
Dimensiones: Este - Oeste: 121 m, Norte - Sur: 109 m,
Altura: 60 m (en la actualidad reducidos a unos 58,5 m).
Geometría formada por 6 escalones.
La pirámide de Djoser es el hito arquitectónico del
complejo. Con una planta ligeramente rectangular, más
larga en su eje este-oeste, es la evolución de lo que en
un principio pretendía ser una mastaba como la de sus
predecesores.
(Fig. 13) Vista de la pirámide escalonada, el Patio Sur, el Pabellón Real y la sala hipóstila (fuente: Wikipedia).
Fases de su construcción:
1. Construcción de una mastaba de 63 m de lado y 8 m
de alto, recubierta de losas de piedra caliza. Lauer, entre
otros estudiosos del lugar, creía que esta primera tumba
fue, en realidad, la sepultura del predecesor de Djoser,
Nebka.
2. Revestimiento de piedra caliza con 4 m de espesor en
todo el perímetro. Este nuevo revestimiento no llegaba
hasta los 8 m de altura, por lo que en esta fase ya aparece
el aspecto escalonado. A la vez que se construyó la
mastaba se excavaron galerías subterráneas, accesibles
a través de pozos, para miembros de la familia real.
3. La mastaba es alargada 10 m en dirección este. Las
galerías anteriormente mencionadas son cubiertas bajo
esta nueva fase.
4. Se amplía el perímetro 3 m y se construyen 3 nuevos
escalones.
5. Ampliación hacia el norte (y probablemente hacia el
oeste) y añadido de los 2 últimos escalones. Nuevo
revestimiento (puede que únicamente en los lados
norte, sur y este) del escalón inferior con piedra caliza.
(Fig. 14) Sección constructiva de la pirámide escalonada (planimetría: Sandra Pajares).
21 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Bajo la pirámide se encuentra la cámara funeraria de
Djoser. Ésta se construyó al fondo de un pozo con una
profundidad de 28 m (como el de la Tumba Sur), y de 7
m de lado. La cámara funeraria, de 3x1’7m, estaba
construida con bloques de granito rosado. En su techo,
un hueco habría permitido introducir el sarcófago de
Djoser (este hueco sería sellado después con otro bloque
de granito, de unas 3 toneladas).
Alrededor de la cámara funeraria existen cuatro galerías
de planta irregular unidas por pasadizos. Algunas de ellas
no fueron terminadas y otras conservaban, cuando
fueron encontradas, la decoración de las paredes,
realizada con azulejos azules y verdes (según I. E. S.
Edwards estos paneles vítreos serían una simulación de
las esteras de juncos que colgarían de las paredes del
palacio real en Menfis). En la galería situada al este se
encontraron tres relieves del faraón realizando el
recorrido ritual de la festividad Sed.
(Fig. 15) Decoración de las paredes con azulejos verdes y
azules (fuente: Ancient Resource).
(Fig. 16) Bajorrelieve representando a Djoser realizando el heb-sed (fuente: Semataui).
22 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Cada una de las 11 tumbas que se encontraban al este
tenían pozos, de 32 m de profundidad, que se
prolongaban 30 m hacia el oeste. En este lugar fueron
hallados dos sarcófagos de alabastro, uno de ellos con
los restos de un niño. Algunas de estas galerías servían a
modo de almacén, en ellas se encontraron miles de
vasijas de piedra con los nombres de los faraones tinitas
(Dinastías I y II). Es posible que en un principio se
planease que cada uno de estos pozos tuviera una
estructura independiente en la superficie, pero al
ampliar la pirámide quedaron incorporados a la
estructura de la misma. Estos pozos son accesibles a
través de una escalera situada en el más meridional de
ellos.
Ninguna otra pirámide, conocida, estaba rodeada por un
conjunto de edificios semejantes. Los reyes que
gobernaron en las dos dinastías después de Djoser se
conformaron con representaciones pictóricas en
bajorrelieve de la ceremonia heb-Sed.
(Fig. 17) Pirámide de Djoser (fuente: Moisés González).
Bibliografía
Sobre el Autor
EDWARDS, I. E. S. (2011). Las pirámides de Egipto.
Barcelona: Crítica.
Sandra Pajares se licenció en Arquitectura Superior
mostrando especial interés por la Historia de la
Arquitectura. El antiguo Egipto es su mayor pasión,
lo que le ha llevado a realizar diversos cursos sobre
el mundo faraónico (especialmente sobre su arte).
KEMP, B. J. (2008). El Antiguo Egipto. Anatomía de una
civilización. Barcelona: Crítica.
PARRA ORTIZ, J. M. (2001). Las pirámides. Madrid:
Editorial Complutense.
PARRA ORTIZ, J. M. (1998). Los constructores de las
grandes pirámides. Madrid: Alderabán.
WILDUNG, D. (2001). Egipto, de la prehistoria a los
romanos. Köln: Taschen.
WILKINSON, R. H. (2002). Los templos del antiguo
Egipto. Barcelona: Destino.
Creadora del blog “Bajo las arenas de Kemet” donde
analiza y estudia la Arquitectura del antiguo Egipto.
Especializarse en esta materia y un futuro Máster en
Egiptología son dos de sus grandes metas.
https://bajolasarenasdekemet.wordpress.com
https://www.facebook.com/Bajo-las-arenas-deKemet-962643477111733/timeline/
https://twitter.com/BajoArenasKemet?lang=es
23 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Colecciones
Ignasi Barraquer Barraquer
Bartomeu Egea Resino
Conmemoración ‘’Año Barraquer’’ (fuente: Bartomeu Egea).
__________________________________________________________________________________________________
En el presente año 2015 tiene lugar el “Año Barraquer”
en conmemoración del 50º aniversario del fallecimiento
del profesor Ignasi Barraquer Barraquer (1884-1965),
fundador del Centro de Oftalmología Barraquer.
(Fig. 1) Busto de Ignasi Barraquer (fuente: Bartomeu Egea).
24 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Eminente y excepcional persona que adquirió un
extraordinario prestigio internacional, nacido en
Barcelona, estudio medicina en la Universitat de
Barcelona, donde se licencio en 1907, fue profesor en la
misma (1918-23), en la Universitat Autónoma de
Barcelona (1933) y en el Hospital de la Santa Creu i de
Sant Pau, realizo miles de operaciones quirúrgicas a
pacientes de todo el mundo.
En el año 1947 fundo en Barcelona el Institut Barraquer
para el estudio, la investigación y la enseñanza de la
oftalmología, considerado como uno de los mejores
centros de su especialidad. Ha sido una de las
personalidades más importantes de la oftalmología
contemporánea.
Sumándonos a este merecido homenaje, queremos
destacar, la poco conocida faceta de Ignasi Barraquer
como egiptófilo.
(Fig. 2) Logotipo de la Fundación Barraquer (fuente: Bartomeu Egea).
El emblema y logotipo de la institución es desde sus
orígenes, una reproducción del Ojo de Horus u Ojo Udjat,
uno de los amuletos más extendidos por todo el oriente
próximo.
Basándose en su popularidad y en la creencia de que
contrarresta los efectos del mal de ojo, en especial la
protección del alma de los muertos y la vista de los vivos,
el profesor Ignacio Barraquer, quien viajaba con
frecuencia a Egipto, decidió que el Ojo Udjat sería el
símbolo idóneo para su clínica. (Es sabido que durante un
tiempo los pacientes al entrar en la recepción de la
misma tocaban una reproducción del amuleto con la
intención de obtener su favor).
(Fig. 3) El Doctor Barraquer descansando apoyado en una jardinera con iconografía egipcia (fuente: Bartomeu Egea).
25 | P á g i n a | Egiptología 2.0
La admiración del doctor Barraquer por el antiguo Egipto
se manifiesta también en las reproducciones de
bajorrelieves que todavía hoy adornan pasillos y salas de
espera del edificio de la institución. En este se incluyó
una jardinera decorada con un bajorrelieve que
representa hipopótamos, símbolo en el antiguo Egipto
de fuerza y vigor, asociados a la fertilidad y a la
renovación.
En las esquinas de la sala se emplazaron cuatro replicas,
en cerámica blanca, de la diosa gato egipcia Bastet, que
versionan las famosas esculturas conservadas
actualmente en el British Museum o el Louvre entre
otros. La segunda planta, destinada entonces a
habitaciones para pacientes, se decoró también con
copias de bajorrelieves egipcios que representan
ofrendas de animales a la diosa Hathor.
Con la primera ampliación de los años 40, en la tercera
planta se construyó una amplia sala de espera con una
galería rectangular de luz cenital adornada con frisos
policromados que representan escenas egipcias
copiadas de originales. Así reconocemos la de la pesca de
la Mastaba de Mereruka y la batalla de Kadesh del
Templo de Abu Simbel.
Momias egipcias, colección Barraquer
Con ocasión del Congreso de Oftalmología en El Cairo en
el año 1928, donde había sido invitado especialmente
para dar a conocer la facoéresis (una revolucionaria
técnica sobre la operación de cataratas) fue presentado
al Rey Fouad, padre del que luego fue su paciente, el Rey
Faruk, por el oftalmólogo real Dr. Sobhy.
Enterado el Dr. Sobhy de la admiración de Don Ignasi
tenía por el Antiguo Egipto, le hizo llegar a Barcelona la
cabeza de una momia, probablemente obsequio del
propio rey.
Don Ignasi la desvendo en su casa y en el interior de la
boca de la momia, que tenía entreabierta, apareció una
fina plaquita de oro, sin inscripción alguna, según
testimonios familiares.
Una fuerte amistad creció entre los dos oftalmólogos y
sus familias, que viajaron en diversas ocasiones hacia
Barcelona y hacia El Cairo.
(Fig. 4) El oftalmólogo egipcio Dr. Sobhy (fuente: Bartomeu Egea).
26 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Un antiguo empleado de la Clínica Barraquer, relató que
el 11 de septiembre de 1932, a pesar de día festivo, tuvo
que trabajar con Don Ignasi y pudo observar la cabeza de
una segunda momia, que no había visto anteriormente.
Nos consta que en 1931, Ignasi Barraquer hizo un viaje a
El Cairo con su hija Mª Antonia y que fue homenajeado
nuevamente por el Dr. Sobhy.
Después de la guerra civil española, las momias se
instalaron en una urna de cristal en el Laboratorio de la
Clínica Barraquer.
En el mes de agosto de 1985 se solicitó un estudio de
ambas cabezas al egiptólogo, Prof. E. Llagostera, que
remitió en octubre del mismo año. El informe se
componía de un estudio radiológico, micológico, de
muestras de cabello y muestras de piel, así como de
datos históricos y conclusiones.
(Fig. 5) Cabeza Barcelona 1 (fuente: Bartomeu Egea).
La primera cabeza, denominada per el Profesor
Llagostera: Barcelona 1, correspondería a un varón
adulto de raza blanca y una edad entre 30 y 35 años. Se
le practicó la evisceración cerebral por vía nasal.
Este individuo que vivió hace unos 2.500 – 2.700 años
padeció fuertes dolores debido al mal estado de su boca
y falleció por una infección generalizada.
(Fig. 6) Cabeza Barcelona 2 (fuente: Bartomeu Egea).
27 | P á g i n a | Egiptología 2.0
La segunda cabeza, referenciada como Barcelona 2,
pertenece a una mujer de unos 15 años de edad y de
aproximadamente la misma época que la anterior, pero
de origen Nubio. Posee toda su dentadura sus cabellos
son cortos y rizados.
La coloración rubia de la primera, así como la castañorojiza de la segunda son producto del proceso de
momificación. El color original seria castaño y negro
respectivamente.
En el estudio de la piel realizado por el profesor
Llagostera se deduce que el varón debía pertenecer a la
raza bereber (mediterránea) y en cambio la joven, como
ya hemos adelantado, era de raza negra, del Alto Egipto.
La presencia de hongos Micrófitos y Aspergillus niger
aconsejo un tratamiento de radio esterilización con el fin
de destruir las colonias de hongos.
En la actualidad se conservan al amparo de la luz del día,
por lo cual no pueden ser objeto de exposición, ya que la
radiación ultravioleta las puede perjudicar en extremo.
Están colocadas en un contenedor con abundante gel de
sílice, sellado herméticamente.
(Fig. 7) Colección de objetos egipcios del Doctor Barraquer (fuente: Bartomeu Egea).
Don Ignasi poseía igualmente una pequeña colección de
ushebtis, pequeñas estatuillas de barro cocido,
barnizadas o esmaltadas (probablemente fayenza), así
como figuras y amuletos. Sus numerosos pacientes
egipcios, conocedores de los gustos de su oftalmólogo,
se los obsequiaban en sus visitas a su Clínica de
Barcelona.
Podemos concluir, que sin duda la antigua cultura
egipcia ocupo un sitio preferente en la existencia del
gran maestro de la oftalmología, Don Ignasi Barraquer i
Barraquer.
LLAGOSTERA ESTEBAN. (1991). Estudio de dos
cabezas de momia Egipcia, propiedad del
oftalmólogo Barcelonés profesor Joaquín Barraquer.
Boletín de la asociación española de egiptología.
Volumen homenaje al Rev. P. D. Benito Celada Abad.
Número 3. Pág. 205-212.
LLAGOSTERA ESTEBAN. (1991). Studio scientifico di
due teste di mummie egiziane. Sesto Congresso
Internazionale Di Egittologia, Torino.
ANTON JACINTO. (2001). Un equipo de científicos
rastrea y documenta 10 momias egipcias en
Cataluña, Baleares y Perpiñán. Ediciones El País SL.
Sobre el Autor
http://egipte.org
https://www.facebook.com/egipte-org-ProjecteUemot-62080254459/timeline
https://twitter.com/projecteuemot
Bibliografía
ELIZALDE JULIO. (2012). Momias egipcias, colección
Barraquer. Revista Centro de Oftalmología
Barraquer. Revista Clínica Barraquer | Número 15.
Pág. 42-43.
https://instagram.com/projecte_uemot
28 | P á g i n a | Egiptología 2.0
La Mujer en el antiguo Egipto
La casa Jeneret
Mª Isabel Cubas Contreras
‘’Las mujeres del harén’’ (Fabio Fabbi).
__________________________________________________________________________________________________
¿Qué era la casa jeneret?
La casa jeneret (per jeneret, en egipcio) fue
desafortunadamente confundida por los egiptólogos del
siglo XIX con un “harén”, creyéndola una institución
similar a los harenes musulmanes del imperio otomano.
El motivo de esta confusión fue la traducción de la
palabra jeneret como “lugar cerrado”; esto, unido al
hecho de que en él vivían comunidades femeninas, llevó
a pensar que se trataba de un lugar de reclusión para
bellas mujeres destinadas, única y exclusivamente, a
satisfacer los deseos sexuales del rey.
Sin embargo, no debemos entender la casa jeneret como
un lugar exclusivo para mujeres, custodiado por esclavos
eunucos para evitar tentaciones. El harén (del árabe
haram, “prohibido”) era el lugar de residencia y encierro
de las mujeres e hijos del gobernante otomano; los
eunucos servían de intermediarios entre este lugar,
prohibido a los hombres, y el mundo exterior. Es decir,
las mujeres del harén estaban separadas de la vida
pública, cosa que no sucedía con los habitantes de la casa
jeneret que, según nos revelan las fuentes, solían
acompañar al soberano en sus apariciones públicas, tales
como audiencias y festivales.
Por otra parte, en el caso egipcio los hombres no tenían
prohibido el acceso a este recinto, ya que en la casa
jeneret también trabajaban sirvientes masculinos y
funcionarios.
Además, la palabra jener se traduce más bien como
“tocar música y seguir el ritmo”; como se verá, esta era
una de las principales funciones del “harén” egipcio.
A pesar del error, hoy en día esta idea decimonónica
sobre la casa jeneret sigue perdurando (en parte gracias
al cine y la literatura) en las mentes de la mayor parte de
la población.
29 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 1) Anacksunamun, la "intocable" concubina del faraón (La momia, 1999).
Las funciones de la casa jeneret
La institución de la casa jeneret surgió para cumplir unas
funciones que nada tienen que ver con la de mantener
encerradas a mujeres jóvenes y bellas a disposición del
soberano. Son las siguientes:
- Servir como lugar de residencia para los hijos y mujeres
del rey, entre las cuáles no sólo se encontraban sus
esposas, sino también su madre, sus hermanas y tías
solteras y las viudas y familiares del rey anterior. Todos
los cuales, como ya hemos visto, no tenían prohibido
llevar una vida pública.
jeneret los hijos de algunas familias nobles y príncipes
extranjeros. Esta es, por tanto, la única función que
compartiría con los harenes musulmanes.
- Otorgar una enseñanza musical a las mujeres con el
objetivo de llevar a cabo actuaciones musicales tanto en
la corte, como en el culto.
Alimentar y aprovisionar a la familia real con todo lo
necesario, para lo cual contaba con sus propias tierras
agrícolas y ganado, talleres, telares, sirvientes,
funcionarios, etc.
- Criar y educar a los hijos del rey. Además, también
podían recibir una educación privilegiada en la casa
(Fig. 2) "Ramsés en su harén" (Jules-Jean Antoine Lecomte de Nouy, Siglo. XIX).
30 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Las mujeres del ‘’harén’’
Las habitantes de la casa jeneret eran mujeres
emparentadas con el faraón mediante lazos de sangre,
damas de la nobleza egipcia o de países vecinos e,
incluso, princesas extranjeras enviadas a Egipto para
contraer matrimonio con el rey, de manera que sirvieran
de alianza entre Egipto y sus países.
Parece que existió un cierto orden jerárquico, tanto por
antigüedad de estancia en el “harén”, como por los
títulos otorgados por el faraón, que servía para
determinar su rango, su proximidad a los favores del rey
o su grado de participación en rituales religiosos. De tal
manera que la “Gran Esposa Real”, como reina y esposa
principal, estaba a la cabeza de todas estas mujeres y era
la directora de todos los “harenes” del reino, pues hay
que dejar claro que no existía un único “harén”, sino que
todas estas damas se repartían por las distintas casas
jeneret que había a lo largo del país (Mer-Ur, Menfis,
Tebas, etc.)
Por tanto, las habitantes de la casa jeneret pueden
clasificarse de esta manera:
La reina: poseía el título de “Gran Esposa Real” (en
egipcio hemet nesw weret, usado desde la XIII dinastía).
No sólo era la esposa principal del soberano y madre del
príncipe heredero, sino que ella misma, como
compañera del faraón, era una diosa. De este modo,
ambos encarnaban el principio masculino y femenino sin
el cual no sería posible la existencia del orden o Maat.
Otra de sus funciones era acompañar al monarca
durante las ceremonias; si bien es cierto que, aunque
necesaria para mantener la dualidad masculinofemenina, la reina siempre debía ocupar un plano
secundario con respecto al faraón.
En ocasiones este cargo podía ser ostentado por más de
una mujer a la vez, como ocurrió con Nefertari e Isis
Nofret, las dos primeras “Grandes Esposas Reales” de
Ramsés II.
(Fig. 3) Nefertari, "Gran Esposa Real" de Ramsés II (Valle de las Reinas).
La madre del rey: Esta no necesariamente habría sido la
“Gran Esposa Real” del monarca anterior, pues debido a
la alta tasa de mortalidad infantil en muchas ocasiones
era el hijo de una esposa secundaria el único que
sobrevivía a su padre y, por tanto, heredaba el trono. La
madre del faraón recibía el título de mwt neswt,
empleado desde los inicios del Reino Antiguo (2686-2125
a. C.) hasta finales de la Baja época (664-332 a. C.).
31 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 4) Reina Tiyi, madre
del faraón Akhenatón.
Esposas secundarias: recibían el título de “Esposa Real”
(en egipcio hemet neswt), usado desde el Reino Antiguo.
Algunas alcanzaron un rango superior al convertirse en
“Madre del rey”, de modo que al final de sus vidas
tuvieron una categoría que no habían tenido mientras
fueron simplemente “Esposas del rey”. Esto daría como
resultado una muy probable rivalidad entre las esposas
del faraón por elevar a sus hijos al trono de Egipto,
resultando en conspiraciones como la ocurrida durante
el reinado de Ramsés III, que veremos más adelante.
Como esposas secundarias del faraón su misión era
proporcionar hijos al monarca y, en caso de ser
extranjeras, alianzas con otros pueblos vecinos, como en
el caso de las dos princesas hititas que se casaron con
Ramsés II. No obstante, muchas de ellas nunca llegaban
a ver en persona a su marido.
32 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 5) La reina Ahmes embarazada de Hatshepsut (Deir el Bahari).
Hijas del rey: poseedoras del título sat neswt, que quiere
decir precisamente “Hija real”, cuyo uso está
testimoniado ya desde el reinado del faraón Djoser
(dinastía III). Las hijas reales disfrutaban de una serie de
privilegios como poseer su propia tumba y su propio
séquito (al igual que las reinas, formado tanto por
mujeres, como por hombres), y heredar de sus madres
determinados títulos y cargos, que pueden dividirse en
dos tipologías: titulatura propia de la corte real y
titulatura religiosa correspondiente a funciones
sacerdotales.
Estas hijas del rey podían o bien permanecer solteras en
el “harén”, o bien contraer matrimonio con un miembro
de su familia, o (hasta el Reino Nuevo) con un alto
funcionario, con lo cual el rey se aseguraba su fidelidad.
(Fig. 6) Meritamón, hija de Ramsés II (Museo de El Cairo).
Hermanas y tías del rey: las primeras poseían el título
senet neswt, que es usado ocasionalmente en el Reino
Medio (2055-1650 a.C.), pero su uso en la titulatura de
las mujeres de la nobleza se generalizará desde el Reino
Nuevo (1550-1069 a.C.).
33 | P á g i n a | Egiptología 2.0
“Ornamentos Reales”: en egipcio, jekeret neswt. Los
egiptólogos no se ponen de acuerdo en si serían
concubinas del rey, o mujeres de la corte. Así, tenemos
por un lado a los que opinan que serían concubinas del
faraón que, una vez que le habían dado un hijo, podían
ser casadas con altos funcionarios (para Teresa Bedman
se trataría de una estirpe de concubinas de alto rango
emparentadas con la realeza, en concreto con la reina
Ahmes Nefertari, cuyas hijas heredaban también este
título). Mientras que otros las consideran mujeres de la
corte y miembros prominentes de la casa jeneret
encargadas de la música durante la realización del culto.
“Bellezas del palacio” y “Amadas del rey”: Por un lado,
este último título (en egipcio merwt neswt) se traduce
como las “Amadas del rey”. Por otro lado, las nefrwt o
“Bellas del palacio” eran las chicas jóvenes del “harén”,
entre las que se podían incluir las hijas del faraón, como
vemos en una escena del templo de Medinet Habu en
que Ramsés III aparece con sus hijas, que reciben este
título. Las “bellas del palacio”, al igual que los
“Ornamentos Reales”, se encargaban del canto y las
interpretaciones musicales tanto en el culto, como para
entretener al rey.
(Fig. 7) Ramsés III junto a sus hijas, "Bellas del palacio" (Medinet Habu).
La vida en el “harén”
Como ya hemos visto, la familia del rey no estaba reunida
en un solo lugar, sino que se repartían por las distintas
casas jeneret que existieron por todo Egipto. Lo más
probable es que sólo la madre del rey, la reina y sus hijos
vivieran en el “harén” del palacio donde habitaba el rey.
De ahí que muchas de las esposas secundarias sólo
vieran en contadas ocasiones al soberano, y algunas no
llegaran a verlo nunca en persona.
Junto a estas esposas y parientes del faraón vivían sus
hijos varones más pequeños, las nodrizas encargadas de
educarlos (escogidas generalmente entre damas de la
nobleza, si bien lo importante era la calidad de la leche),
y sirvientes (hombres y mujeres), encargados de
atenderlas.
La superiora de todos los harenes era la reina, que se
ocupaba de dirigir estas instituciones y su economía,
nombraba a los maestros, se encargaba de los programas
educativos y, como soberana de todas las sacerdotisas
del reino, era la responsable del buen desarrollo de los
ritos, ya que cada harén tenía una divinidad protectora
(Amón, Min, Hathor, Isis, Bastet); por tanto, las mujeres
del harén también podían ser sacerdotisas, de ahí que
recibieran una enseñanza musical para realizar cantos,
danzas e interpretar música (laúd, arpa, flauta, lira, etc.)
durante el culto.
34 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 8) “Las sirvientas
del faraón” (J.M. Collier,
1883).
35 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Lejos de permanecer ociosas, los textos conservados
nos demuestran que estas mujeres se habrían dedicado
también a la producción textil. Sería precisamente en
los “harenes” donde se fabricaría el llamado “lino real”
(es decir, el de más alta calidad) con el que se
confeccionaban los vestidos de estas nobles damas.
(Fig. 9) Representación del palacio de Amarna. Varias mujeres tocan instrumentos y realizan danzas (Tumba de Ay en Amarna, XVIII
Dinastía).
Las casas jeneret también contaban con sus propios
molinos, talleres (donde se hacían desde los muebles,
hasta los perfumes y cosméticos), tierras agrícolas y
ganado, así como sus propios sirvientes y funcionarios
para atender a las damas y dirigir el hogar de la familia
real, de modo que tuviesen a su disposición todo lo
necesario para llevar una vida cómoda y lujosa.
(Fig. 10) Dama del harén atendida por sus sirvientas.
Sin embargo, la distribución de los “harenes” por toda la
geografía egipcia hacía imposible que la reina se
encargarse personalmente de todos ellos. Así, al igual
que el faraón delegaba sus funciones en los funcionarios
y sacerdotes, también la reina lo hacía en otros hombres
y mujeres encargados de administrar y dirigir el ''harén''.
“Gran supervisora”: shepeset, en egipcio. Eran mujeres
de prestigio pertenecientes a la nobleza que estaban al
frente del harén en nombre de la reina.
“Intendente del harén”: era un hombre de confianza del
rey, encargado de dirigir la casa jeneret.
Escribas: el intendente del “harén” contaba con la ayuda
de dos escribas del tesoro del “harén” para administrar
los bienes. También había un “Escriba de la puerta del
harén”
Inspectores de la administración: encargados de vigilar
a los trabajadores, tanto de la residencia, como de los
campos.
Guardianes: encargados de velar por la seguridad de los
habitantes del harén, como el “Guardián de las puertas”.
Estos funcionarios, que vivían fuera del recinto del harén,
tenían que rendir cuentas a la “Gran Esposa Real”. Entre
otras cosas, de los impuestos que recibía la institución de
36 | P á g i n a | Egiptología 2.0
la casa jeneret en forma de alimentos, ropa o telas. Por
su parte, el harén estaba exento de impuestos.
¿Cómo era la casa jeneret?
Los edificios que conformaban la casa jeneret podían
estar situados dentro del complejo palacial, o bien ser
independientes y estar separados de la casa del rey. Un
ejemplo de esto último es el “palacio harén” de Kom
Medinet Ghurab, a la entrada del oasis de El Fayum
(conocido también como “palacio-harén” de Mer-Ur);
con esto quizás se pretendiese aislarlo de las disputas
por el poder propias de la corte.
(Fig. 11) Fragmentos de decoración del palacio de Malkata (izquierda) y Amarna (derecha).
Otros harenes de los que tenemos constancia son los de
Menfis, Malqata, Amarna, Tebas y Per-Ramsés.
Basándonos en estos ejemplos se puede decir que los
edificios de la casa jeneret estaban construidos con
gruesos muros de ladrillos de adobe y rodeados por una
muralla del mismo material. Las frescas estancias
estaban decoradas con pinturas de vivos colores tanto en
el suelo de estuco, como en las paredes y techos, que
estaban sostenidos por columnas. Una gran estancia
central, presidida por un estrado donde se situaba el
trono del rey para cuando éste visitaba el “harén”, era el
lugar de reunión y donde las damas ponían en práctica
su enseñanza musical para deleitar a los asistentes. Las
habitaciones se distribuían a lo largo de pasillos o patios
y contaban con su propio vestidor y baño. Todo ello
estaba rodeado de jardines con estanques de nenúfares
y papiros.
Almacenes, un templo, zonas agrícolas y ganaderas y
talleres también formaban parte del complejo de la casa
jeneret.
(Fig. 12) Planta del "palacio-harén" de Mer-Ur.
37 | P á g i n a | Egiptología 2.0
La educación de los hijos reales
Desde el Reino Antiguo hay constancia de un lugar de
aprendizaje dentro del harén llamado “casa de los Hijos”
o “casa de la educación” (en egipcio, per menat), donde
los hijos del rey eran educados e instruidos durante sus
primeros años de vida por sus nodrizas y preceptores.
(Fig. 13) Ramsés II de niño.
Posteriormente, y al menos desde el Reino Medio, los
hijos reales acudían a una escuela que recibía el nombre
de Kap. A este lugar, dependiente del palacio real,
también podían asistir los hijos de los nobles, así como
los hijos de príncipes y reyes tributarios y aliados de
Egipto. Con esto los faraones se aseguraban de instruir a
la futura élite gobernante del país (“los hijos del Kap”) y
de egiptizar a sus vecinos, como los nubios.
Conspiración en el “harén”
Como lugar de crianza y educación del heredero al trono
y de la futura clase gobernante, no es extraño que el
“harén” fuera en ocasiones el lugar donde se tramaron
intrigas políticas e, incluso, magnicidios; por no hablar de
la rivalidad que debió existir entre algunas esposas del
faraón, y sus familias, por escalar posiciones mediante el
ascenso de sus hijos al trono, pasando de ser una mera
esposa secundaria o concubina a “Madre del rey”. Esto
estaba motivado por el hecho de que, aunque los hijos
de la reina tuvieran prioridad, cualquier hijo del rey podía
subir al trono.
(Fig. 14) Ramsés III.
38 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Estas “conspiraciones del harén” están atestiguadas para
la época de faraones como Pepi I, Amenemhat I y Ramsés
III, con la intención de asesinar al rey y usurpar el trono;
no podemos descartar alguna más de la que no nos
hayan llegado evidencias.
El caso más conocido es el de este último faraón, que nos
ha llegado a través del llamado papiro jurídico de Turín.
La conjura se organizó en el “harén”, y tuvo como
protagonistas a varios funcionarios de esta institución
(escribas, administrador del Tesoro), sirvientes de
palacio, un general del ejército, un sacerdote y varias
mujeres del “harén”, entre otros. Entre estas últimas se
encontraba Tiyi, esposa del faraón, principal instigadora
de la conjura para conseguir hacer rey a su hijo
Pentaweret. Para ello no solo no dudaron en tramar el
asesinato del rey, sino que recurrieron incluso a la magia
negra.
No obstante, la conjura fue descubierta y los
participantes fueron declarados culpables y condenados
en su mayoría a suicidarse. Sobre la suerte del faraón
mucho se ha discutido, si bien no vivió mucho tiempo
más después de esta conjura.
(Fig. 15) Posible momia de Pentaweret, quien tramó asesinar a su padre para hacerse con el trono.
Bibliografía
Sobre el Autor
RAMÍREZ GARCÍA, B. El harén de Ramsés II. Reinas,
princesas y concubinas. Historia National
Geographic. 2008, nº 51, pp. 28-39.
Mª Isabel Cubas Contreras nació en la localidad
toledana de Talavera de la Reina en 1989.
CASTEL, E. La corte de un faraón. Historia National
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JACQ, Christian (1997). Las egipcias. Ed. Planeta.
España, Barcelona.
ROBINS, Gay (1996). Las mujeres en el antiguo
Egipto. Ed. Akal. España, Madrid.
Su afición por el antiguo Egipto comenzó desde
pequeña y fue lo que la llevó a estudiar la licenciatura
en Historia en la Universidad de Alcalá de Henares
entre 2007 y 2012.
Actualmente es bloguera de ‘’El templo de Seshat’’,
dedicado al mundo del antiguo Egipto, y del blog de
reciente creación ‘’La gaceta de Menfis’’, donde se
pueden encontrar las últimas noticias egiptológicas.
Además es colaboradora esporádica en el blog sobre
Historia Universal ‘’Historiae’’.
http://eltemplodeseshat.blogspot.com.es
https://www.facebook.com/eltemplodeSeshat?fref
=nf
http://lagacetademenfis.blogspot.com.es
https://www.facebook.com/La-gaceta-de-Menfis691874877615229/timeline
-BEDMAN, Teresa (2003): Reinas de Egipto, el
39 | P á g i n a | Egiptología 2.0
secreto del poder. Ed. Alianza. España, Madrid.
Religión
Una ofrenda votiva a Hathor
Laura Huertas López
Estela votiva id: 23.3.47 (Metropolitan Museum of Art, New York).
__________________________________________________________________________________________________
La estela votiva con el número de identificación 23.3.47,
localizada actualmente en el Museo Metropolitano de
Nueva York, está hecha de piedra caliza y sus medidas
son de 12 cm de altura con 17.5 cm de anchura. Tiene
forma rectangular y se caracteriza por la representación
de tres vacas situadas consecutivamente portando
collares con símbolos de ankhs y discos solares entre sus
cuernos. Tras ellas se puede apreciar una planta de
papiro (Roehrig, 2005, p.174). El objeto fue encontrado
en la expedición de Winlock en Deir el-Bahari durante la
campaña de 1922-23, en la que numerosos objetos
votivos fueron encontrados en el Djeser-Djeseru (templo
funerario de Hatshepsut) y el Djeser-Akhet (el templo
funerario de Tutmosis III). Más concretamente se
encontró en un enorme “basurero” junto a miles de
otros objetos pequeños dedicados a la diosa Hathor, la
mayoría de ellos hechos de fayenza. El “basurero” se
halló en un emplazamiento cercano a la entrada del
templo de Hatshepsut y se piensa que podría haber sido
un espacio donde se depositaron ofrendas de los tres
templos dedicados a esta diosa: el Akhet-Isut, el Djeser-
Akhet y el Djeser-Djeseru. Debido a la forma de
deposición de los objetos, el yacimiento no estaba
formado en estratos y Winlock no pudo datarlos con
exactitud. Así, basándose en el nombre del rey más
tardío que aparecía en estos objetos votivos
(Amenhotep III) Winlock supuso que los objetos fueron
arrojados en un tiempo posterior a este monarca
(Winlock, 1923, p.38,39: Pinch, 1993, p.6,19,20).
Con el propósito de comprender el contexto
arqueológico en el que esta ofrenda fue encontrada
habría que hacerse una serie de preguntas con respecto
al papel de la diosa Hathor en Deir el- Bahari, como por
ejemplo: ¿Hay alguna conexión entre el culto a esta diosa
y el yacimiento? De ser así, desde cuándo se dio esta
relación? ¿Hay más altares dedicados a Hathor en la zona
además de la del templo de Hatshepsut? ¿Tenemos
evidencias para corroborarlas?
Es cierto que las ofrendas a la diosa Hathor fueron muy
comunes, especialmente durante el Reino Nuevo, siendo
posiblemente la razón el hecho de que esta diosa según
40 | P á g i n a | Egiptología 2.0
la mitología, debía ser pacificada con presentes, cerveza
y danzas (Pinch y Warsaka, 2009, p.4: Pinch, 2002,
p.138). Como afirma el propio Pinch, Hathor no era la
deidad principal en ninguno de los templos de Deir elBahari (Pinch, 1993, p.5), de hecho, el Djeser-Djeseru
(donde nuestra estela votiva fue encontrada), fue
pensado como una estación para la barca del dios Amón
en las fiestas procesionales (Roehrig, 2005, p.137). Sin
embargo, parece que Deir el-Bahari estaba más asociado
a esta diosa que ninguna otra deidad (Pinch, 1993, p.3),
lo que se puede apreciar al menos desde el Primer
Periodo Intermedio. De hecho, E. Otto, basándose en las
inscripciones de una tumba tebana, sugirió que un culto
popular a la vaca se desarrolló en este lugar antes de la
construcción del templo de Mentuhotep II (el Akhet-Isut)
durante la dinastía XI (Otto, 1952,9.51). En cambio, no
hay evidencias de la existencia de una capilla a Hathor en
este templo, por lo que Arnold propuso que Mentuhotep
II la construyó en la zona donde posteriormente
Hatshepsut colocó la capilla a Hathor de su propio
templo (Arnold, 1974, p.83-84).
A esto habría que añadir el hallazgo de estelas y estatuas
votivas a Hathor en la zona principal del Akhet-Isut, que
de acuerdo a Pinch podrían haber sido depositadas a
posteriori procedentes de la capilla a Hathor construida
por Tutmosis III en su propio templo (el Djeser-Akhet), ya
que se encontraba cercano al Akhet-Isut. Esto es
bastante probable, ya que por el estilo artístico los
objetos se pueden datar en un período de tiempo entre
Tutmosis I y Hatshepsut (Pinch, 1993, p.5).
El primer templo construido en Deir el-Bahari durante la
dinastía XVIII fue el de Amenhotep I, también excavado
por el egiptólogo Winlock. En este templo tampoco
tenemos evidencias de la existencia de una capilla
dedicada a Hathor, pero en una tumba contemporánea,
la de Tetiky en Deir Abu el-Naga (TT15), hay una
representación de la reina Ahmose-Nefertari (la esposa
de dicho rey) haciendo una ofrenda a la diosa en forma
de vaca (Gitton, 1975, p.11-12), por lo que se puede decir
que había una cierta devoción por la familia real hacia
esta diosa en Tebas.
Por otro lado, la capilla de la diosa Hathor en el templo
de Hatshepsut (Djeser-Djeseru) es bien conocida.
Aunque este templo estaba dedicado principalmente a
los dioses Re-Harakhte, Amón y el culto funerario de
Hatshepsut y su padre, tiene capillas dedicadas a Hathor
y a Anubis. La de Hathor está situada al sur de la
columnata y consiste en un patio y una sala hipóstila con
una entrada hacia el interior de la montaña. Según
Roehrig, esta probablemente sustituyo a una más
antigua donde Hathor podría haber sido adorada en su
forma de vaca a nivel local (Roehrig, 2005, p.139).
Mientras tanto, en la parte principal del templo de
Tutmosis III y sus respectivos complejos, incluyendo la
capilla a Hathor, fueron hallados estatuas y otro tipo de
objetos privados con rezos a la diosa (Pinch, 1993, p.9).
A través de estas evidencias podemos afirmar que
efectivamente se practicaba el culto a Hathor allá por los
primeros tiempos de la dinastía XVIII.
Una vez explicado el contexto arqueológico del objeto,
así como su conexión con el yacimiento, cabe
preguntarse qué nos hace clasificar nuestro objeto como
una estela votiva. Según la definición de estela
formulada por H.M. Stewart, una estela votiva es aquel
objeto “dedicado a deidades por devotos con la
esperanza de recibir algún beneficio durante su vida o
después de la muerte. Estas estelas eran normalmente
situadas en nichos en los muros de los templos y capillas”
(Stewart, 1976, p.ix). Pinch a su vez divide los tipos de
estelas votivas entre aquellas que contienen solo
representaciones de deidades y aquellas en las que
aparecen tanto las deidades como el donante de la
ofrenda. Siguiendo su clasificación nuestro objeto sería
del primer tipo “type A”, ya que solo aparecen tres vacas,
la forma animal de Hathor. Aunque la representación del
donante no era esencial (Pinch, 1993, p.172, 96), solo
ocho de las estelas intactas de Hathor son del tipo A
(Pinch, 1993, p.83), de modo que nuestro objeto no es
nada común. Dentro de este tipo de ofrenda, Pinch hace
una subdivisión: las placas, que no alcanzarían más de
12cm, hechas en metal o madera; y las estelas, con un
tamaño mayor a los 12cm y hechas de piedra, como es
nuestro caso.
El tipo de representación de nuestra estela (tres vacas y
una planta de papiro), lleva a preguntarse si la forma de
vaca era común o no en Deir el-Bahari, así como cuál era
el significado de la planta de papiro en este contexto y
por qué el número de tres vacas. Parece que
dependiendo del emplazamiento, diferentes formas de
la diosa son más comunes. Por ejemplo, en Gebel Zeit y
Serabit el-Khadim, la forma humana de Hathor es la más
abudante mientras que en Deir el-Bahari destaca la
forma de vaca (Pinch, 1993, p.93-94). Además, durante
la dinastia XVIII, la representación en forma de varios
animales refiriéndose a una deidad son más comunes,
como es el caso de otras deidades como Thoth, Sobek,
Amón, Anubis y Wepwawet. En el caso de Hathor
aparece en una forma múltiple de siete humanas
mientras que como vaca su forma multiplicada es
ilimitada. Una posible interpretación que explique la
41 | P á g i n a | Egiptología 2.0
representación de nuestro objeto es que refiera a los
animales sagrados que vivían en el templo o quizás un
ganado. Se sabe que ganados sagrados eran guardados
en los templos de Hathor, conocidos como tjentet,
mientras que por otro lado se han encontrado
cementerios de vacas sagradas en Denderah y Deir elBahari (Pinch, 1993,p.173).
populares de la zona. Igualmente estos talleres podrían
haber formado parte del propio complejo templario,
como se puede inferir de la estela Northampton de
Djehuty, tesorero de Hatshepsut, así como en una estela
hallada en Karnak que muestra a Senenmut en el DjeserDjeseru junto a uno de sus artesanos y una ofrenda
(Brovarski, 1976, p.67,68).
Apoyando esta idea tenemos a una figura histórica que
se encargó de controlar y cuidar a uno de estos ganados
en Djeser Djeseru durante el reinado de Amenhotep II:
Senenu (Brovarski, 1976, p.68). Otro ejemplo lo
encontramos en una tumba tebana que perteneció a un
profeta de Amón de la dinastía XXI, que aparece
adorando a una manada de vacas (Nina Davies, 1994,
p.64, pl.7). Lo más interesante de esto es que la manada
aparece representada en un grupo de tres vacas, como
en nuestro objeto.
Una vez tenemos una idea de cómo y dónde la estela fue
manufacturada cabe preguntarse cómo fue presentada
en el templo. La única base que tenemos para hacernos
una idea es la iconografía en las estelas y en los templos
de los devotos haciendo ofrendas y sacrificios a la
deidad. Según los textos, las zonas interiores del templo,
especialmente las naos, podían ser visitadas solo por los
sacerdotes (Pinch, 1993, p.337). No obstante los devotos
podían acceder a algunas zonas del templo, como podia
ser el W3b (como muestran cartas privadas de la dinastía
XX) e incluso a algunas capillas.
Hathor normalmente aparece en grupo de dos, tres o
siete, dependiendo del tipo de representación (Pinch,
1993, p.94). Por ejemplo, en la capilla de la diosa en el
templo de Tutmosis III en Serabit el- Khadim aparece en
forma de cuatro caras y en la capilla del templo de Deir
el-Bahari como dos caras con dos ureos (Derchain, 1972,
p.11-12). Al mismo tiempo, la representación de Hathor
como siete humanas está más en relación con el culto
funerario durante el Reino Nuevo (Pinch, 1993, p.173).
Lo curioso de nuestro objeto es que la diosa aparece
como tres vacas, mientras que en el resto de objetos
similares encontrados en el mismo yacimiento lo normal
es que aparezca como una (Pinch, 1993, p.171). Debido
a que no hay otros ejemplos como el nuestro podríamos
pensar que este podría ser un fragmento de otra estela
mayor donde aparecerían el resto de las vacas, pero los
bordes del objeto son lisos, por lo que esta propuesta no
tiene lugar.
Ahora cabe preguntarse cómo fue elaborada la ofrenda
votiva y como fue posteriormente usada por el devoto.
Muchos de los objetos votivos de Deir el-Bahari y
generalmente de Tebas fueron encargados a los
artesanos de Deir el-Medina, transacciones que fueron
recogidas en ostracon (Janssen, 1975,p.510-11; 1980,
p.135). Por otro lado, los documentos de la dinastía XIX
de Deir el- Medina recogen el pago de dos estelas para
Hathor y una para Amón al artesano Mer-Waset por
parte de la mujer Senet-Neferet (Demaree and Janssen,
1982, p.104).
Según Pinch, el hecho de que la capilla de Hathor del
Djeser-Djeseru tenga una entrada separada podría
deberse a que los visitantes podían entrar hasta las salas
transversales, donde los sacerdotes recogerían las
ofrendas para donarlas en el interior (Pinch, 1993,
p.337).
Sumario
Tras todos los elementos examinados, tenemos una idea
de cómo este objeto podría haber sido utilizado, el
posible significado de su iconografía y su
manufacturación. Nuestra estela fue probablemente
encargada por parte de un devoto a algún trabajador de
Deir el-Medina o del taller del mismo templo. Tras esto,
el devoto habría realizado algún ritual para asociar el
objeto a su persona y posteriormente habría ido a las
zonas accesibles en el templo y a través de rituales y
ceremonias, quizás, hablando en rezos o cantos, habría
ofrecido el objeto a la diosa pidiendo algo a cambio. El
hecho de que la estela tenga la representación de dos
vacas en lugar de dos o cuatro podría significar que
refieren a una manada sagrada en un pantano, de modo
que simbólicamente es lo que el devoto estaría
ofreciendo a la deidad. Por otro lado, quizás la imagen
del objeto podría haber sido la propia imagen de
adoración.
Quizás tras la ofrenda del devoto los sacerdotes del
templo cambiaran el emplazamiento del objeto a través
de los años. Los cambios del templo, de los edificios y la
Es posible que las ofrendas halladas en Deir el-Bahari
creación de nuevos santuarios habrían transformado el
hubieran sido encargadas a talleres especializados en la
ambiente y con el tiempo los constructores habrían
preparación de ofrendas para las deidades más
depositado la estela en un basurero con miles de objetos
42 | P á g i n a | Egiptología 2.0
votivos más hasta que la expedición de Winlock los
descubriera y fuera llevado al Museo Metropolitano.
PINCH, G. (1993). Votive offerings to Hathor. Oxford:
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(Fig. 1) Detalle de la estela votiva (Metropolitan
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STEWART, H.M. (1976). Egyptian stelae, reliefs and
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OTTO, E. (1952). Topographie des thebanischen
gaues. UGAÄ. Vol. 16. Berlin.
Sobre el Autor
Laura Huertas López, nacida en Algeciras en 1991,
estudió la carrera de historia en la Universidad de
Sevilla, donde realizó varios cursos en lengua egipcia
con el egiptólogo José Miguel Serrano y en magia en
el antiguo Egipto con Antonio Morales. Especializada
en historia del antiguo Egipto con el trabajo de fin de
grado sobre Hatshepsut, se marchó a Liverpool a
estudiar el máster en investigación en Egiptología,
donde actualmente se encuentra especializándose
en administración política durante el reinado de
Hatshepsut.
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Ta8A0vRJtQPgPg
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ts
https://twitter.com/NiloLaura?lang=es
43 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Exposiciones
Animales y faraones. El reino animal en el antiguo Egipto
Moisés González Sucías / Eduard Mestre García
Cartel promocional de la exposición (fuente: CaixaFórum Barcelona).
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Los hombres y mujeres de las antiguas civilizaciones
tenían un contacto mucho más directo con los animales
de todas las especies que en la actualidad, incluso con las
fieras, que formaban parte de su vida cotidiana.
Los pobladores del antiguo Egipto, implicados con el
entorno natural de un Nilo tan fértil como hostil y
temido, se fijaron en su rica y extensa fauna no solo para
procurarse alimentos, sino también para trabajar el
campo o como animales domésticos. Los animales eran
sus intermediarios con los dioses y una metáfora
perfecta para explicar la vida.
La momificación en el antiguo Egipto no sólo servía para
asegurar a las personas muertas una vida en el Más Allá,
sino que, también se momificaban animales de todo tipo
aunque esto tenía a veces otros significados.
De la relación entre hombres, fauna y dioses habla la
exposición temporal: Animales y faraones. El reino
animal en el antiguo Egipto que podremos ver hasta el
próximo 10 de enero de 2016 en CaixaFórum Barcelona.
Realizado en coproducción con el Museo del Louvre, el
recorrido muestra 430 piezas entre las que se incluyen
14 momias de diversos animales y el conocido grupo de
babuinos que formaron parte de la base de uno de los
obeliscos del templo de Luxor, una pieza que nunca
había salido del Louvre desde que se trasladó de la plaza
de la Concordia al Museo en el año 1847.
44 | P á g i n a | Egiptología 2.0
La comisaria Hélène Guichard (conservadora / jefa del
Departamento de Antigüedades Egipcias del Museo del
Louvre), pretende explicarnos con esta exposición cuáles
eran las relaciones de los antiguos egipcios con el mundo
animal. Una vinculación tan fuerte y estrecha como no se
encuentra en ninguna otra cultura. Los animales fueron
representados en infinidad de ocasiones mediante
pinturas o esculturas, algunas de las cuales podemos
admirar en esta muestra. En ella se nos permite
contemplar decenas de especies, algunas ya
desaparecidas, que formaban parte de su vida diaria:
escarabajos, arañas, ratones, saltamontes, ranas,
cocodrilos, perros, gatos, hipopótamos, caballos, leones,
carneros o toros entre otros.
(Fig. 1) Cabeza de carnero (Musée du Louvre, dist. RMN-GP / Georges Poncet).
Desde el Imperio Antiguo (2686 - 2173 a.C.) los egipcios
se hicieron representar junto a sus mascotas en los
muros de sus tumbas, en las estelas funerarias y en los
sarcófagos. El poder mágico y religioso que se atribuía a
las imágenes en el Egipto faraónico (ya fuese en forma
de escultura, relieve o pintura) aseguraba que el dueño
y el animal siguieran gozando de la mutua compañía en
el Más Allá. Gracias a estas representaciones podemos
conocer muchos detalles acerca de la presencia de las
mascotas en la vida diaria de los egipcios, de las
características de las especies y las diferentes razas, de la
domesticación de animales y de las prácticas
veterinarias.
(Fig. 2) Estatuilla de toro (Musée du Louvre, dist. RMN-GP / Hervé Lewandowski).
45 | P á g i n a | Egiptología 2.0
46 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 3) Momia de gato
(Musée du Louvre, dist. RMNGP / Christian Décamps).
Las mascotas más populares y conocidas de los antiguos
egipcios eran tres: perros, gatos y monos.
Los perros, tuvieron una presencia importante en la
civilización egipcia y fueron considerados el mejor amigo
del hombre, el compañero más fiel y también el mejor
compañero de caza. Los artistas egipcios representaron
en las paredes de las tumbas elegantes perros de
distintas razas con todo lujo de detalles. Algunos con
grandes pelajes, otros con grandes orejas; había perros
pastores y guardianes; algunos eran pequeños, y otros
enérgicos como el lebrero, un perro de caza al que
reconocemos por su hocico alargado, sus largas y
delgadas patas y la cola curvada. En algunas escenas
aparecen representados galgos y lebreros que se
utilizaban para la caza de gacelas, antílopes, liebres y
otras presas.
Existieron cuatro razas principales de perros: un lebrero
de Dalmacia de origen núbio utilizado en la caza de la
gacela, un tipo dingo, un moloso y un perro de guarda no
muy grande que se caracterizada por tener piernas muy
cortas. Éste último era un perro muy extraño ya que su
pecho parecía rozar el suelo.
(Fig. 4) Estatua de halcón (Musée du Louvre, dist. RMN-GP / Benjamin Soligny).
Otro de los animales más reproducidos por los antiguos
egipcios fue el gato. Vinculado con la Diosa Bastet, su
misión era proteger el hogar y simbolizaba además la
alegría de vivir, ya que se consideraba la deidad de la
armonía y la felicidad. El gato fue domesticado a partir
del Imperio Medio (desde 2040 a.C.)
El amor por los gatos tenía un origen muy justificado:
mataban a los ratones que se comían el trigo. Al proteger
las cosechas garantizaban el alimento familiar y es por
eso que vivían en las casas y puede decirse que fueron
las primeras mascotas tal y como las conocemos en la
actualidad. El gato era el protector de las familias, de los
niños y de las mujeres embarazadas.
A partir del Imperio Nuevo (1552 a.C.), el gato aparece
representado en los muros de las tumbas de sus dueños
con mayor frecuencia. Este animal se convirtió en la
mascota favorita de algunos miembros de la realeza
como la princesa Satamón o el príncipe Tutmosis,
primogénito de Amenhotep III, quién mandó elaborar un
maravilloso sarcófago de piedra con bellos relieves e
inscripciones para su gata de nombre Tamit.
47 | P á g i n a | Egiptología 2.0
El mono fue criado también como animal doméstico. En
muchas representaciones llegadas hasta nuestros días
aparecen trepando a palmeras e higueras para ayudar a
recolectar los frutos que estaban más altos. Aparecen
asimismo representados debajo de la silla de sus dueños,
en muchas ocasiones adornados con collares y
brazaletes. Ya desde el Imperio Antiguo, el mono
consiguió el afecto del hombre y tuvo acceso a su casa,
donde convivía con el perro y el resto de animales
domésticos.
En algunas escenas en mercados, o en otras dónde se
congrega mucha gente, los monos aparecen sujetos con
correas. Llama la atención que a los babuinos
domesticados se les extrajeran los caninos, como
demuestran las radiografías practicadas a sus momias. Al
parecer, con la extirpación de estos dientes se querían
evitar mordeduras peligrosas.
pudieran traer peligro de muerte eran temidos y
respetados porque los egipcios pensaban que les podían
castigar con enfermedades y desgracias. En el lado
opuesto a los gatos, perros o monos estaban las
serpientes o las leonas: todos aquellos animales que
pudieran traer peligro de muerte eran temidos y
respetados porque los egipcios pensaban que les podían
castigar con enfermedades y desgracias.
En el lado opuesto a los gatos, perros o monos estaban
las serpientes o las leonas: todos aquellos animales que
(Fig. 5) Pieza de mueble en forma de cabeza de león (Musée du Louvre, dist. RMN-GP / Benjamin Soligny).
Catorce momias animales ocupan la parte central de la
exposición, gatos y aves en su mayor parte. Del estudio
de estas momias animales sabemos que recibieron
atentos cuidados durante su vida terrenal: el pelo
brillante y los huesos fuertes nos revelan una
alimentación continua, sana y equilibrada.
El recorrido se estructura en nueve secciones temáticas
con una evolución lógica: desde la simple percepción
material de criaturas reales en su medio natural hasta la
transposición y codificación de su forma o silueta en el
pensamiento egipcio, ya sea en el ámbito religioso,
funerario o político.
La exposición reconstruye la relación que se estableció
entre los hombres y los animales, la naturaleza y la
cultura en el antiguo Egipto, desde la admiración y el
temor hasta las construcciones simbólicas más
sofisticadas. Esculturas y estelas, vasos y jarras,
acuarelas y pinturas murales, cofres y amuletos,
sarcófagos y momias, hasta la glorificación del animal en
estatuas y esfinges: más de cuatrocientas piezas que
muestran la importancia de los animales en la cultura del
Egipto antiguo, en la vida cotidiana, en la agricultura y en
la guerra, en las creencias religiosas y en los rituales
funerarios.
48 | P á g i n a | Egiptología 2.0
(Fig. 6) Dos pollitos de codorniz
(Musée du Louvre, dist. RMNGP / Christian Décamps).
49 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Actividades entorno a la exposición
Coordinado a cargo de Núria Roselló, arqueóloga,
docente y divulgadora del patrimonio cultural,
CaixaForum Barcelona ofrece un ciclo de conferencias
entorno a la exposición:
Gacelas, felinos, grifos y cazadores: la fauna de los
desiertos en las escenas de caza.
CaixaForum Barcelona. 28 de septiembre de 2015
La lectura de las escenas de caza, un motivo iconográfico
frecuente en monumentos funerarios del Egipto
faraónico, nos permitirá conocer un poco mejor la
mentalidad de los egipcios y el modo en el que
percibieron y conocieron su entorno natural.
Animalitos egipcios en el hogar. Compañía y nutrición
hasta la eternidad.
CaixaForum Barcelona. 5 de octubre de 2015
Heródoto ya dijo: "El egipcio es el único pueblo que vive
con los animales en sus casas". Tan estrecha relación
generó mucho conocimiento (dieta, enfermedades,
etc.). En la sesión se hablará tanto de los animales de
compañía, como de los que servían de alimento.
Economía, prácticas sociales y uso de los animales en el
Egipto faraónico.
CaixaForum Barcelona. 19 de octubre del 2015
Las excavaciones arqueológicas y el análisis crítico de las
fuentes escritas revelan pautas de consumo y de
explotación de los animales muy diferentes a las que se
deducían de la iconografía y los textos religiosos.
Animales en las letras, palabras y textos.
CaixaForum Barcelona. 26 de octubre de 2015
La escritura jeroglífica se convierte en una expresión
artística, al reproducir de forma naturalista a los seres
vivos del entorno, y los textos incluyen información rica
y variada sobre la percepción del mundo animal que
tenían los antiguos egipcios.
"Ciudades enteras veneran a los gatos...": animales y
dioses en el antiguo Egipto.
CaixaForum Barcelona. 2 de noviembre de 2015
Muchas de las divinidades egipcias son zoomorfas o
antropozoomorfas. ¿Cuál es su origen? ¿Qué papel
desempeñan los animales en la relación entre el ser
humano y lo sagrado? De estas y otras cuestiones tratará
esta conferencia.
De lo sagrado a lo suculento: momias de animales del
antiguo Egipto.
CaixaForum Barcelona. 9 de noviembre de 2015
La conferencia presenta los diferentes tipos de momias
de animales, explica cómo y por qué fueron realizadas, lo
que cada tipo significaba para los antiguos egipcios y
cómo reflejan la forma en que estos interactuaban con
el mundo animal.
Así mismo, CaixaForum publica un catálogo de la exposición donde
podremos encontrar todas las piezas que componen la muestra y un
minucioso y elaborado estudio sobre los animales en el antiguo
Egipto.
Sinopsis: Un mono acaricia a su cría mientras un asno toca el arpa. A
lo lejos, ruge el león. Los animales, reales o representados, salvajes
o domesticados, desempeñan un papel fundamental en el antiguo
Egipto y son omnipresentes en la vida cotidiana. La exposición
"Animales y faraones" muestra la función y la importancia de la
figura animal en la civilización faraónica.
Título: Animales y faraones. El reino animal en el antiguo Egipto.
Editorial: Somogy Editions d’Art.
Páginas: 352
ISBN: 978-2-7572-0899-1
ANTIGUO
50 | P materia:ARTE
á g i n a | Egiptología
2.0
idioma:CASTELLANO
Radio
Las enseñanzas de Maat
Marian Romero Gil
Cartel promocional del programa (fuente: Las Enseñanzas de Maat).
__________________________________________________________________________________________________
Soy Marian Romero directora del programa radiofónico
online Las enseñanzas de Maat. Hace tres años y medio
conocí por Facebook a unas personas que tenían una
emisora online e hice “amistad” con ellos. En cuanto me
conocieron se dieron cuenta de la pasión que siento por
el antiguo Egipto y un día, me propusieron hacer un
programa para ellos sobre este tema, yo al momento me
negué en absoluto, ya que nunca había hecho radio, y
además, me daba muchísima vergüenza, pero ante su
insistencia, me lo pensé mejor y me dije: “¿Y por qué
no?” Y me lancé a esta aventura, pensé que si salía bien,
sería genial y si no, sería una experiencia de la que
aprender.
Hice cinco programas con esta emisora hasta que por
desavenencias con ellos decidí seguir mi camino sola,
pero una chica que tenía una emisora de radio online me
propuso hacer el programa para ella y accedí. Estuve con
ella como un año pero la audiencia comenzó a subir y su
radio no soportaba tantos oyentes, todo eran
problemas, la gente no podía conectar, los que estaban
conectados se desconectaban… así que ahora si decidí
seguir mi camino sola en mi propia emisora de radio, una
emisora online que pudiera soportar técnicamente todos
los oyentes que entraran cada semana.
Al principio yo hacía el programa sola, hablando de
diversos temas; arte, escritura, lugares maravillosos del
país, pero luego entraron a formar parte del equipo
Chelo Pérez para que, cada semana, se encargara de
informar a los oyentes de todas las noticias acaecidas
durante la semana, Víctor Pérez que se encargó del
control técnico ayudando a los oyentes que tuvieran
problemas para conectar y subiendo las fotos del tema
que estamos tratando al evento que cada semana
creamos en Facebook , Santiago Mallebrera que empezó
dándonos un paseo por Egipto (nombre que recibe su
sección) dándonos un paseo virtual por los lugares más
emblemáticos y a veces desconocidos para el público del
país de los faraones, y ha ido ampliando su sección
51 | P á g i n a | Egiptología 2.0
hablándonos de temas tan interesantes como: mitología,
sociedad, leyes, etc., y la última incorporación al
programa ha sido Alicia García, una cantante de la ópera
de París, que hizo un maravilloso viaje de 14 días a
Egipto, y cada semana, nos va relatando, con su toque
especial, un día de ese viaje. Yo me encargo de la sección
de entrevistas, en la que intentamos traer al programa,
y hasta ahora lo hemos conseguido, a los mejores
arqueólogos del país e incluso de fuera de nuestras
fronteras y algunas veces participan oyentes que tienen
inquietudes literarias y escriben para nosotros alguna
dramatización ambientada siempre en el antiguo Egipto.
Bueno ese no es solo mi trabajo….yo tengo que grabar
con mis compañeros sus respectivas secciones y
después, editarlo, incluir las pistas musicales, mezclarlo,
y montar el programa, y el día de emisión, lanzarlo. Un
trabajo duro pero que todos hacemos con mucha ilusión
y como se suele decir, “por amor al arte” en este caso,
por amor al antiguo Egipto.
(Fig. 1) Marian Romero (directora, productora y presentadora). (fig. 2) Víctor Pérez (técnico). (Fig. 3) Alicia García (sección: ‘’Retorno
a Kemet’’). (Fig. 4) Santiago Mallebrera (sección: ‘’un paseo por Egipto’’). (Fig. 5) Chelo (sección noticias, ‘’Los senderos de Isis’’).
Información del programa
Media
En el programa podrás encontrar todo tipo de temas
relacionados con el antiguo Egipto: noticias,
proyectos arqueológicos, viajes, novedades
editoriales, exposiciones… Todo ellos de la mano de
Marian Romero Gil y su equipo de colaboradores.
http://xn--lasenseanzasdemaat-t0b.es
El programa se emite todos los domingos a las 20:00
horas, en:
http://www.ivoox.com/podcast-ensenanzasmaat_sq_f146256_1.html
https://www.facebook.com/LasEnsenanzasDeMaat/
timeline
https://twitter.com/marian_egipto?lang=es
http://portalzona.com/maat.html
52 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Novedades editoriales
Escrituras, lengua y cultura en
el antiguo Egipto
Los Templos de millones de
años en Tebas
Autor: Cervelló Autuori, Josep
Autor: Seco Álvarez, Myriam
Año: 2015
Año: 2015
Editor: Servei de Publicacions
de la Universitat Autònoma de
Barcelona
Editor:
Universidad
Granada
de
ISBN: 978-84-338574-0-8
ISBN: 978-84-941904-5-2
PVP: 24 €
Parte importantísima de la fascinación que los egipcios
antiguos ejercen sobre nuestra cultura se debe al
poderoso atractivo de su lengua y sus sistemas de
escritura, inseparables de la aventura humana de su
desciframiento, que permitió entender lo que unos
signos tenazmente trazados en muros, papiros y objetos
revelaban acerca de una de las primeras grandes
civilizaciones de la historia.
El presente libro, que colma un vacío en el panorama
español, es una aproximación a la lengua y las escrituras
egipcias desde una perspectiva cultural: la evolución de
la lengua, su descripción gramatical y fonológica, los
principales testimonios recogidos, las características de
los distintos sistemas de escritura y, en especial, de los
jeroglíficos, la historia del proceso que llevó a su
desciframiento.
Josep Cervelló Autuori es profesor de egiptología de la
Universitat Autònoma de Barcelona y director del
Instituto de Estudios del Próximo Oriente Antiguo de
esta universidad. Desde 1992 enseña lengua egipcia
clásica y neoegipcia e historia de Egipto en las
titulaciones de egiptología de la UAB y actualmente
dirige el máster oficial de Egiptología.
Posee asimismo una amplia experiencia en la docencia
virtual de la historia antigua, en general, y la egiptología,
en particular, en el ámbito de la Universitat Oberta de
Catalunya y de plataformas de cursos masivos y en línea
como Coursera. Ha dirigido diversos proyectos de
investigación de temática egiptológica, uno de los cuales
ha comportado trabajo epigráfico de campo en Saqqara.
Es autor de numerosas contribuciones científicas entre
libros, capítulos de libros, artículos y ponencias en
congresos, muchas de ellas publicadas en editoriales y
revistas de difusión internacional.
Este libro es el resultado de varios años de estrecha
colaboración profesional e institucional entre la
Universidad de Granada, Santander Universidades y el
proyecto de excavación del templo de Millones de Años
de Tutmosis III en Luxor. Gracias a la suma de esfuerzos
de personas e investigadores pertenecientes a las
citadas instituciones fue posible la organización de un
seminario internacional sobre los Templos de Millones
de Años en la ribera oeste de Tebas. En aquel evento
académico, que se celebró en abril de 2013 en la
Fundación Euro-árabe de Granada, participaron
diversos directores de proyectos arqueológicos
relacionados con este tipo de templos así como
miembros del Ministerio de Antigüedades egipcio y
especialistas de la misión arqueológica hispano-egipcia
que trabaja en el templo de Millones de Años de
Tutmosis III.
Myriam Seco Álvarez estudió Historia en la Universidad
de Sevilla, donde se licenció con la especialidad de
Historia Antigua en el año 1990. Después continuó los
estudios de doctorado y realizó la tesina titulada “La
familia en el Egipto Antiguo”. En el año 1995 se doctoró
en Historia con la tesis titulada: “Representaciones de
niños en las tumbas privadas de Tebas durante la XVIII
dinastía en Egipto”. La investigación para la realización
de dicha tesis doctoral la llevó a cabo en el Instituto de
Egiptología de la Universidad de Tübingen, Alemania,
donde cursó estudios desde el año 1992 hasta 1994.
Es Académica correspondiente en Egipto de la Real
Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de
Sevilla.
Actualmente desarrolla el proyecto arqueológico de
excavación, restauración y puesta en valor del templo
funerario de Tutmosis III en Luxor.
53 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Notas egiptológicas
Hatshepsut
Stella Maris Di Giacinti
Hatshepsut (Metropolitan Museum of art, New York; Fuente: José Castro).
__________________________________________________________________________________________________
"Hatshepsut fue una gran reina y faraón de un Egipto
próspero y en paz"
llegaron a ser soberanas de Egipto, una de las más
famosas y atractivas para los investigadores.
Fue un personaje muy interesante de la historia egipcia,
tachada falsamente de usurpadora, ambiciosa y hasta
déspota por historiadores masculinos.
La arqueóloga habló sobre "Hatshepsut, de reina a
faraona" y tal aseveración no era simplemente la propia
de un historiador que revuelve entre legajos sino que
tenía la autoridad de quien, con su marido, Francisco J.
Martín, estuvo seis años, entre 2003 y 2008, dirigiendo
"in situ" trabajos de excavaciones en las inmediaciones
de su templo, Deir El Baharí, en Luxor, abriendo una
nueva perspectiva sobre "uno de los personajes más
interesantes de la historia egipcia", quizás tratada
siempre por historiadores masculinos bajo el tópico
prisma de la inferioridad femenina.
Hasta ahora los historiadores tendieron a tachar a
Hatshepsut de usurpadora, ambiciosa y hasta una
déspota que mantuvo secuestrado a su medio sobrino
Thutmosis III durante su infancia. Nada de eso es cierto.
Fue una gran reina, una gran mujer que por derecho de
nacencia llegó a ser Faraón de Egipto, con un reinado
próspero y de paz durante unos 22 años. La egiptóloga
Teresa Bedman, rompió con este estereotipo, volcado
sobre una de las cinco mujeres que, en 3.000 años,
Autores ambos de "Hatshepsut", el libro que en La Esfera
de los Libros recoge esas últimas investigaciones, Teresa
54 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Bedman situó en la perspectiva histórica de este reinado.
Nadie hasta ahora había incidido en por qué una mujer
trata de hacerse faraona en Egipto, algo muy raro y
especial, y la egiptóloga retrocedió más o menos al 1.500
antes de Cristo, con Egipto invadido por pueblos
extranjeros.
Solo Tebas (actual Luxor) se mantenía al margen de la
conquista, intentando desde allí sus príncipes expulsar a
los invasores del país. Se sabe que los faraones se
casaban entre hermanos para mantener la pureza de la
sangre real (lo que, según dijo Bedman, no debe ser
entendido como incesto) y Hatshepsut, hija de Tutmosis
I y de la esposa real, la reina Ahmés Tasherit, estaba
destinada a casarse con Amenmose, hijo también de
Tutmosis I pero de sus relaciones con una concubina
Pero Amenmose fallece igual que su otro hermano,
Uadye-Mose.
Debió conformarse con casarse con su hermanastro
Tutmosis II (nacido de una esposa secundaria o
concubina del padre de ambos) para cumplir con la
legalidad. Pero éste muere a los 3 años de desposarse
con ella y esto facilitó su avance hacia el preciado trono.
Ya hay datos, según contó Bedman, que hacían
presuponer que Hatshepsut era la favorita de su padre,
Thutmosis I, a quien acompañaba por todo Egipto como
primogénita. Pero tras morir precozmente su
hermanastro y marido Thutmosis II, se crea un vacío de
poder. Los partidarios de Thutmosis III, hijo de Thutmosis
II y otra concubina, prepararon los fastos para convertirle
en faraón pero Hatshepsut contaba con dos poderosos
valedores: a Hapuseneb "primer profeta de Amón" y
Sen-enmut.
El sucesor varón de rey difunto era un niño de corta
edad, y ella era la persona que más legitimidad poseía
para ejercer el poder sobre el trono, y es a partir del año
2 cuando ella asume el control efectivo de Egipto.
Comprendió la situación de Egipto al prescindir de las
campañas militares y fomentar el dominio comercial y
cultural. En su tiempo tuvo lugar la primera expedición
comercial y fue al mítico Punt, en busca de incienso.
Hubo una serie de transformaciones, grandes
construcciones y una paz que se extendió a lo largo de
sus 22 años de reinado", dijo Bedman.
sobrino Tutmosis III para borrar de la memoria su legado
y su persona.
Pero no lo hizo sola. Sen-enmut, su preceptor, tuvo
mucho que ver. Convertido en uno de los hombres más
poderosos de la corte real, fue la sombra de la reina y
Bedman supone que su compañero amoroso. Arquitecto
de profesión con una gran diversidad de conocimientos
y encargado de erigir el templo de la reina en Deir El
Baharí, supervisó todas sus decisiones y administró sus
bienes.
Una mujer que rompió esquemas de poder
Hatshepsut, según la lógica de Bedman y su marido,
"reafirmó la presencia femenina, heredada de las
mujeres del principio de la dinastía, para transmitírselo a
su hija (Neferura) con la idea de crear una rama femenina
que tuviera la misma importancia que el rey, al que
respetaba".
Así pues, el objetivo de estos egiptólogos ha sido intentar
explicar el personaje justificándolo
en su
comportamiento, sin obviar ese movimiento
emprendido por las mujeres de la dinastía XVIII que
encontró en Hatshepsut el culmen al convertirse en
faraón y reinar durante un periodo en el que no hubo
pérdidas territoriales, las cuentas marcharon bien y se
impuso la paz.
Pero hay una gran figura que destacan, la de su valedor,
Sen en Mut. "Pese a su origen modesto -afirmó- , gozó
de privilegios que aún hoy desconciertan a los
egiptólogos, como, por ejemplo, hacerse esculpir en los
templos junto a la reina. Detalles que han llevado a
muchos estudiosos a coincidir en la posible relación
sentimental entre ambos. Yo creo en ello".
Es tal la importancia de este personaje, que su estudio es
según Bedman fundamental para entender la figura de
Hatshepsut. Así, la misión de Martín Valentín y Bedman
en su hipogeo (capilla o edifico subterráneo construido
por Sen-enmut) dio como resultado hallazgos
sorprendentes.
Localizado en las zonas aledañas al templo de la reina, la
investigación se topó con que esta construcción había
sido excavada en función de la capilla Hathor, en el
interior del templo de la reina, en una imaginaria línea
recta que los mantiene en comunicación en el "más allá".
La ruptura de la tradición no fue aceptada por sus
contemporáneos y de ahí que fuera tildada de ambiciosa
y tirana. El resultado fue una campaña orquestada por su
55 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Noticias
Sin duda alguna una de las noticias que más está dando
que hablar estas últimas semanas es la teoría del
Egiptólogo británico Nicholas Reeves sobre la posible
tumba de la Reina Nefertiti. Reeves afirma que la tumba
de Tutankhamon, la KV 62 en el Valle de los Reyes, podría
albergar dos cámaras secretas, perteneciendo una de
éstas cámaras al sepulcro de Nefertiti.
La KV 62, hallada por Howard Carter y cuya pequeña
estructura ha sido concienzudamente explorada hasta la
saciedad, esconde dos cámaras hasta ahora
desconocidas. En una de ellas, además, según Reeves,
reposaría la reina Nefertiti, consorte del padre de
Tutankhamon, Akenatón, y posiblemente corregente
con este y eventualmente su sucesora como faraón de
pleno derecho.
Son afirmaciones que parecen una pura locura pero que
en boca del egiptólogo británico, que las justifica en un
artículo que no tiene desperdicio y que está
sesudamente documentado, invitan a soñar con lo que
sería uno de los mayores hallazgos arqueológicos de
todos los tiempos.
La argumentación del egiptólogo, contenida en un
completo artículo publicado el pasado 23 de julio bajo el
título ‘’The burial of Nefertiti?’’ está lleno de saltos al
vacío y puras especulaciones.
Sarcófago de
Tutankhamon
Puertas secretas
Posible cámara oculta de
almacenamiento
Posible localización de la tumba
de Nefertiti
(Fig. 1) Vista de la tumba de Tutankhamon con las posibles cámaras y puertas secretas (fuente: Quo).
Kent Weeks, otro de los grandes referentes en el estudio
del Valle de los Reyes, responsable del nuevo
cartografiado de las necrópolis tebanas y famoso
excavador de la tumba colectiva de los hijos de Ramsés II
(KV 5), se ha mostrado interesadísimo en la teoría del
egiptólogo británico y ha juzgado su argumentación
“fascinante”. Reeves es un gran especialista en la época
de Amarna, autor de una magnífica biografía de
Akenatón y de un imprescindible libro de divulgación
sobre Tutankhamon (Todo Tutankhamon), publicados
ambos en castellano. Excavó durante un tiempo en el
Valle de los Reyes hasta que tuvo diferentes diferencias
con el entonces todopoderoso Zahi Hawas, responsable
56 | P á g i n a | Egiptología 2.0
de antigüedades, que le expulsó del yacimiento
acusándole de irregularidades.
manera, la pintura estaría dando la clave del secreto de
la tumba desde que esta se descubrió.
La base de toda su argumentación está en el trabajo
efectuado por Factum Arte para crear la réplica del
sepulcro de Tutankhamon, un facsímil que puede
visitarse a la entrada del Valle de los Reyes, junto a la
vieja casa de Howard Carter. Para realizar la copia,
Factum Arte, efectuó una escaneado y fotografiado
digital en alta resolución de una gran precisión. Fue
viendo toda esa nueva documentación, disponible
online, cuando Reeves, descubrió las fisuras y grietas
artificiales en los muros que sugerirían la existencia de
dos puertas disimuladas y que hasta ahora habían
pasado desapercibidas.
Llegados hasta este punto nos preguntamos ¿Cómo a
Carter se le pudo pasar por alto la supuesta verdadera
estructura de la tumba?, Reeves explica que el
arqueólogo carecía de los medios tecnológicos para ver
más allá de las pinturas y descubrir las puertas secretas.
Una, al oeste de la cámara funeraria, conduciría a un
pequeño almacén inexplorado similar al conocido Anexo
y contemporáneo del enterramiento de Tutankhamon,
mientras que la otra, al norte, llevaría a una continuación
pre-Tutankhamon de la tumba hacia otro enterramiento
inviolado, el del propietario original del sepulcro que
luego se readaptó para el joven faraón: Nefertiti.
Reeves cree que la KV 62 se construyó para una reina (lo
que justifica por su estructura en L con giro a la derecha)
y no para un relativamente modesto enterramiento
privado que se reaprovechó apresuradamente para
Tutankhamon al morir inesperadamente. Más allá del
muro norte que cierra la cámara sepulcral y que creó una
separación artificial en lo que era un único corredor con
la antecámara, se extendería una tumba real que habría
sido dispuesta para Nefertiti, cuyo paradero, explica
Reeves se desconoce con certeza y parte de cuyo ajuar
funerario fue reutilizado para su hijastro Tutankhamon,
que ocupó la parte exterior del sepulcro.
El egiptólogo aporta como pruebas de su teoría
comparaciones arquitectónicas con otras tumbas de la
XVIII dinastía.
Hasta el momento nada es conclusivo. El egiptólogo
británico, que no descarta que en la tumba se puedan
encontrar también varias princesas u otros miembros de
la familia real, anima a realizar investigaciones lo antes
posible y recalca que a diferencia de lo que hizo Howard
Carter estas se podrían efectuar hoy con técnicas no
invasivas. “Una investigación geofísica de la tumba es en
estos momentos la prioridad más alta de la egiptología”,
sostiene.
Estudio de Nicholas Reeves
REEVES, N. (2015). The burial of Nefertit?. Amarna
Royal Tombs Project. Valley of the Kings.
https://www.academia.edu/14406398/The_Burial_
of_Nefertiti_2015_
Semanas después a la publicación de la teoría sobre la
posible localización de la tumba de Nefertiti por parte del
egiptólogo británico Nicholas Reeves, las autoridades
egipcias, anunciaron que permitirían al egiptólogo
británico viajar al país y comprobar ‘’in situ’’ su teoría de
que la esquiva esposa de Akenatón yace enterrada en la
tumba de Tutankhamon, en el Valle de los Reyes.
El ministro de Antigüedades egipcio Mamduh el Damati
reveló que, tras una larga conversación telefónica con el
egiptólogo, le había invitado a visitar la tierra de los
faraones a finales de septiembre. Su hipótesis será
evaluada entonces por un grupo de arqueólogos locales
e internacionales.
La puerta al tramo oculto de la KV 62 y hacia el
enterramiento de Nefertiti se encontraría en la pared al
otro lado de donde se halla el sarcófago de
El ministro reconoció, que no cree en las elucubraciones
Tutankhamon, detrás de las pinturas que representan la
de Reeves y se decanta por la posibilidad de que la reina
ceremonia funeraria del faraón. El nuevo análisis
se halla enterrada en algún punto de Tell el Amarna, la
iconográfico de esas pinturas es uno de los elementos
ciudad fundada por Akenatón a mitad de camino de
fundamentales de la hipótesis de Reeves: en su
Tebas y Menfis.
relectura, el faraón muerto representado no sería
Tutankamón (como siempre se ha coincido en
El ministro concluyó que a partir de los resultados del
identificar) sino Nefertiti en su papel regio; y el oficiante
debate originados por el comité de especialistas, Reeves
en la tradicional ceremonia de Apertura de la boca no
y dicho grupo llevarán a cabo una visita para
sería, Ay, el sucesor de Tutankhamon, sino el propio
inspeccionar el interior de la tumba de Tutankamon en
Tutankhamon, que habría sucedido a Nefertiti. De alguna
57 | P á g i n a | Egiptología 2.0
Luxor en un intento de probar su teoría. Los resultados
del examen serán anunciados en una rueda de prensa
internacional.
radar, que determinará si hay realmente agujeros. Si los
hay, tendremos que planear el próximo paso con sumo
cuidado", explicó.
El egiptólogo británico reconoció haber contactado con
las autoridades para lograr el cotizado permiso y
demostrar su tesis. "De momento solo podemos
especular sobre quién y qué podría hallarse en esas
estancias. El primer paso sería inspeccionar el lugar con
Al cierre de la edición de este número, seguimos
esperando dicha rueda de prensa donde se comunique
cuáles han sido los resultados del examen por parte del
comité de expertos y el egiptólogo británico.
(Fig. 2) Mamduh al Damati, Ministro egipcio de Antigüedades (fuente: Historia y Arqueología).
Otra de las noticias de la que los medios de comunicación
se han hecho eco de forma reiterada y ha ocasionado el
escándalo en el país de los faraones, es la venta por parte
del Museo de Northampton de la estatua de Sekhemka.
Inspector de escribas durante la quinta dinastía (2500 2350 a.C.). Las autoridades egipcias tratan de evitar que
la figura, vendida por el museo británico de
Northampton en una subasta que batió récords, acabe
en manos de un coleccionista privado. En una concurrida
rueda de prensa realizada por el Ministro de
Antigüedades egipcio, instó a recaudar la suma de dinero
y a desafiar la puja final.
(Fig. 3) Estatua de Sekhemka (fuente: Algargos, Arte e Historia).
58 | P á g i n a | Egiptología 2.0
"Llamo a los egipcios repartidos por todo el mundo a
ayudar a Egipto a preservar su herencia y recoger los
fondos necesarios para comprar la estatua de
Sekhemka", clamó el Damati. De lo contrario, advirtió,
"esta obra maestra no volverá a ser vista en una
exhibición pública". Pese a la alarma, el Gobierno egipcio
ha descartado echar mano de sus arcas públicas para
adquirir la cotizada pieza.
La estatua de Sekhemka (hallada en la necrópolis de
Saqqara, a unos 25 kilómetros al sur de la meseta de
Giza) desprende una sencilla belleza. Sentado con la
tradicional pose del escriba, el alto funcionario sostiene
entre sus manos un papiro desenrollado. A sus pies, con
uno de sus brazos enhebrados alrededor de su rodilla,
yace su esposa Sitmerit. El sobrecogedor conjunto,
tallado en piedra caliza, apenas supera los 75
centímetros de altura.
(Fig. 4) Detalle de la estatua de Sekhemka (fuente: Pulso).
Las razones por las que una joya de la escultura faraónica
llegó a las salas del Northampton, en la región inglesa de
East Midlands, han alimentado las especulaciones. La
versión más extendida es que fue adquirida por Spencer
Compton, el segundo marqués de Northampton,
durante el viaje que realizó al país árabe a finales de 1849
o principios de 1850. Dos décadas después, sus
descendientes la acabaron legando al museo que hace
un año (necesitado de liquidez) la puso a la venta en la
reputada casa de subastas Christie’s.
El máximo pujador se la adjudicó por unos 21,5 millones
de euros pulverizando los precios conocidos de objetos
del antiguo Egipto. La decisión del museo desató un
vendaval dentro y fuera de Reino Unido. Fue censurada
por egiptólogos de todo el mundo. El Consejo de las
Artes de Inglaterra le retiró la acreditación y vetó su
participación en la concesión de subvenciones hasta
agosto de 2019. El Consejo Internacional de Museos, por
su parte, denunció la venta. Presionadas por activistas y
académicos (que han llegado incluso a dirigir peticiones
al primer ministro David Cameron), las autoridades
británicas dictaron una prohibición de exportación sobre
la pieza hasta fines del pasado julio que fue prorrogada
hasta el mediodía del pasado 28 de agosto. Si surge una
oferta alternativa, el plazo volvería a ampliarse hasta el
29 de marzo de 2016.
Un lapso de tiempo que debería servir para recaudar el
dinero que iguale el precio pagado por la estatua y logre
que permanezca al menos en algún museo de la isla.
El ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati,
suspendió las relaciones de las instituciones de su país
con el Museo de Northampton, en Reino Unido, por
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vender la estatua de Sekhemka, y calificó el hecho de
crimen moral.
Al Damati anunció, en una rueda de prensa celebrada en
El Cairo, que pese a la venta y según las leyes británicas,
la estatua no puede salir de Reino Unido.
Al Damati señaló que todas las organizaciones
internacionales, entre ellas la Organización de Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)
y el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus
siglas en inglés), apoyan a Egipto en su intento de
conservar la estatua.
El ministro añadió que estas instituciones adoptan todas
las medidas legales y normas morales que prohíben a los
museos la venta de sus propiedades.
La salida al mercado de la valiosa estatua, fue condenada
por el embajador de Egipto en Londres, Ahsraf Eljoli, ya
que su país se la regaló al Museo de Northampton a
finales del siglo XVIII.
Por otra parte cabe destacar el descubrimiento realizado
por un grupo de arqueólogos británicos, de en un
conjunto de 16 pirámides, en un antiguo cementerio de
Sudán, de unos 2.000 años de antigüedad. Debajo de
ellas se encuentran las tumbas, una de las cuales
guardaba en su interior una mesa de ofrendas dedicada
al dios del inframundo, Osiris.
Las pirámides fueron construidas cerca de la antigua
ciudad de Gematon, que formaba parte del reino de
Kush. Un equipo de científicos del Museo Británico que
está excavando en la zona desde hace 17 años explica
que los kushitas levantaron estas construcciones para
sus muertos desde el año 800 a. de C. hasta la caída del
reino en el 400 d. de C. Hasta ahora se han excavado seis
pirámides construidas en piedra y 10 de ladrillos de
barro".
De acuerdo con los investigadores, la mayor pirámide
mide unos 13 metros de altura y tiene una base de 11
metros en cada lado. Al contrario que las del antiguo
Egipto, las pirámides sudanesas no solo se construían
para los reyes o la nobleza, sino también para la gente
común.
(Fig. 5) Resto de una de las pirámides descubiertas (fuente: RT).
No obstante, en una de las tumbas los arqueólogos
encontraron una mesa de ofrendas que contiene una
escultura de un sacerdote ofreciendo incienso al
gobernante del inframundo, Osiris. El equipo de
especialistas cree que este objeto indicaría que en la
tumba probablemente fue enterrado un alto miembro
de la familia real.
Los científicos señalan que este hallazgo es de particular
importancia, ya que muchas de las tumbas de debajo de
las pirámides, así como otras sepulturas rectangulares
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llamadas ‘’mastaba’’, han sido saqueadas por los
ladrones. La única tumba que ha sido encontrada intacta
reveló los restos de tres bebés, así como 100 objetos de
loza de cerámica, cristal y perlas.
Finalizamos esta sección con el inicio de la campaña 2015
del Proyecto español ‘’Visir Amen-Hotep Huy’’ que dará
comienzo a finales del mes de septiembre.
Durante esta campaña se seguirán poniendo en pie las
columnas destruidas de la capilla de la tumba del visir del
faraón Amenhotep III que excavan desde 2009.
Son uno de los planes de Francisco Martín Valentín y
Teresa Bedman para esta campaña del proyecto que
dirigen en la orilla occidental de la antigua Tebas, en
Asasif, cerca del templo de la reina Hatshepsut. Los
trabajos en la tumba de este alto cargo de la corte del
faraón Amenhotep III (hacia el 1360-1353 a.C) están
permitiendo abrir una ventana a uno de los periodos más
importantes, convulsos y desconocidos de la historia
faraónica: la transición entre el final de la dinastía XVIII y
el inicio de la XIX dinastía.
En diciembre de 2014 descubrieron el enterramiento
intacto de una momia que han bautizado como la
‘’Cantora de Amón’’, un ataúd cuya momia esperan
poder estudiar en profundidad en los próximos meses. El
equipo planea trasladarla desde el almacén Carter en el
que está ahora a una clínica de Luxor para someterla a
un TAC, cuyos resultados serán estudiados
posteriormente por radiólogos del madrileño hospital de
la Princesa. Se trata de un sarcófago del año 1000 a.C, del
periodo comprendido entre el final de la dinastía XX y
principios de la XXI, un eslabón perdido en la evolución
de los ataúdes.
Parte de los miembros del equipo español del proyecto
pondrá rumbo a Egipto el 28 de septiembre para iniciar
la campaña, que se prolongará casi Navidad. Recién
llegados del Congreso Internacional de Egiptología de
Florencia, donde han presentado pruebas halladas en su
excavación que, según sostienen, demostrarían la
corregencia durante varios años entre Amenhotep III y
su hijo Amenhotep IV (posteriormente conocido como
Akenatón), un asunto controvertido en la comunidad de
egiptólogos, Martín y Bedman hicieron balance de esta
misión Marca España durante las XIX jornadas de
Egiptología de Madrid celebradas en la Facultad de
Ciencias Documentación de la Universidad Complutense
de Madrid (UCM).
(Fig. 6) Sarcófago de la ‘’Cantora de Amón’’ hallada por el equipo español (fuente: National Geographic).
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