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Mayo de 2017 Informe Nº 633 La incidencia de las importaciones en el superávit externo El ajuste de las importaciones en los últimos años podría evidenciar un cambio estructural que, sin embargo, podría no ser suficiente para mantener superávits externos en el tiempo. Las ganancias de competitividad y los cambios en las preferencias de los agentes en los últimos años pueden ser factores explicativos. Informe (SAIE) Nº 633 Mayo de 2017 En 2016 la economía española registró un crecimiento más balanceado que en años anteriores gracias a que la demanda externa aportó 0,4pp al avance del PIB, una aportación insólita en una fase de expansión. Esta aportación positiva fue el resultado de un fuerte crecimiento de las exportaciones y, especialmente, de una moderación del incremento de las importaciones (3,3% vs. 5,6% en 2015). El ajuste en las importaciones podría deberse a factores cíclicos, es decir, ser una respuesta a la moderación de la demanda interna, o a factores estructurales debido, por ejemplo, a la sustitución de bienes importados por bienes de producción nacional como consecuencia de las ganancias de competitividad experimentadas en los últimos años. Si este fuese el caso, deberíamos observar un cambio en la elasticidad de los precios relativos de las importaciones respecto a la demanda final. Un cambio estructural en este sentido, favorecería el mantenimiento de superávits por cuenta corriente de la economía española. Evolución de la demanda interna, importaciones y exportaciones (4T07=100) Fuente: Afi, INE Con el fin de evaluar si la economía española está experimentando tal transformación hemos adoptado dos enfoques analíticos diferentes. En primer lugar, analizamos el contenido importador de la demanda final para determinar no sólo qué sectores son los más intensivos en cuanto a consumos intermedios de bienes importados, sino también cómo ha evolucionado este contenido en el tiempo. En segundo lugar, estimamos cambios en la elasticidad con respecto a la demanda final y la sensibilidad de los precios para detectar posibles cambios en las preferencias de los agentes. La incidencia de las importaciones en el superávit externo 2 Informe (SAIE) Nº 633 Mayo de 2017 El contenido importador de la demanda final, es decir, el porcentaje del Valor Añadido del producto final que corresponde a inputs importados, nos permite conocer cuánto y a dónde se destinan los bienes que importamos. Desafortunadamente los datos disponibles abarcan hasta 2011, no obstante, el análisis de los mismos es de gran utilidad. Según los datos de la OCDE, el contenido importador en la demanda interna final se situaba cerca del 27% antes de la crisis, si bien en 2011 este porcentaje era ligeramente inferior, en concreto, del 25%. Por componentes, la inversión presentaba una mayor dependencia de los bienes importados (cerca de un 30%), mientras que en el caso del consumo privado esta dependencia sería algo menor (cerca del 27%). En relación a la demanda externa, las exportaciones españolas presentan una gran dependencia de los inputs importados, en concreto, el contenido importador alcanzaba el 27% en 2011. Hasta este año no se aprecia ningún cambio significativo con respecto al periodo pre crisis, no obstante, las ganancias de competitividad experimentadas en la economía se concentraron a partir de 2012. Contenido importador de la demanda interna final y las exportaciones (%) Fuente: Afi, OCDE Resulta relevante intentar aproximar cuál habría sido el crecimiento de las importaciones, teniendo en cuenta la evolución de los diferentes componentes de la demanda, si asumimos que el contenido importador no cambió con respecto al periodo pre crisis, es decir, asumiendo que no se habría producido ningún cambio estructural en la economía. La incidencia de las importaciones en el superávit externo 3 Informe (SAIE) Nº 633 Mayo de 2017 En tal caso, el ajuste de las importaciones habría sido menor al observado entre 2012 y 2014, por lo tanto, se podría haber producido un cambio de las preferencias de los productos importados hacia los bienes nacionales. No obstante, en los últimos dos años, la evolución de las importaciones habría sido superior a la que cabría esperar en un escenario en el que no varía el contenido importador de la demanda final; lo que podría señalar que las ganancias de competitividad, ahora, se mostrarían insuficientes para contrarrestar el impulso de la demanda de los sectores más dependientes de las importaciones como las exportaciones o la inversión. La mayor volatilidad en la evolución de las importaciones frente al escenario sin cambios podría deberse a un cambio en la elasticidad con respecto a la demanda final y/o a los precios relativos. Contenido importador de la demanda interna final y las exportaciones (%) Fuente: Afi, OCDE La elasticidad de las importaciones a la demanda final en el largo y corto plazo es notablemente mayor que a los precios relativos, según estimaciones de Afi. Tras la crisis, además, se observa un ligero aumento de ambas elasticidades, de manera que ante un aumento/caída de la demanda final se esperaría un mayor aumento/caída de las importaciones en la actualidad que antes de la crisis. En la misma línea, ante un aumento/disminución de los precios relativos se espera una variación en sentido opuesto de las importaciones mayor a la observada con anterioridad a la crisis. La incidencia de las importaciones en el superávit externo 4 Informe (SAIE) Nº 633 Mayo de 2017 Esto podría explicar la mayor caída de las importaciones entre 2012 y 2014 de la esperada, que habría llevado a un proceso de sustitución de importaciones gracias a las mejoras de competitividad y al aumento de la sensibilidad a los precios, de manera que las preferencias se habrían inclinado hacia los bienes nacionales. Sin embargo, a partir de 2015 el efecto de la demanda parece predominar sobre el de los precios de manera que las importaciones observadas son mayores que las esperadas, es decir, el segundo efecto es incapaz de contrarrestar el impulso sobre las importaciones derivado del crecimiento de las exportaciones y, en menor medida, de la inversión a partir de 2015. En definitiva, el ajuste de la importaciones entre 2012 y 2014 podría estar relacionado con las ganancias de competitividad y cambios en las preferencias de los agentes en los últimos años. No obstante, estas mejoras se muestran ahora insuficientes para contrarrestar el incremento de la demanda de sectores con un elevado contenido importador. Sería necesario avanzar en medidas que apoyen la competitividad de la economía para conseguir un crecimiento con menores desequilibrios externos. La incidencia de las importaciones en el superávit externo 5