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05/05/2015
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ECONOMIA
ECONOMÍA / POLÍTICA
El FMI opta por la vía dura en
la negociación sobre Grecia
POSIBLE BLOQUEO DE FONDOS/Avisa de que o se toman nuevas medidas de
austeridad o los acreedores podrían tener que reestructurar parte de su deuda.
Peter Spiegel. Financial Times
Grecia se ha desviado hasta
tal punto de su programa de
rescate de 172.000 millones
de dólares que corre el riesgo
de perder la ayuda vital del
Fondo Monetario Internacional a menos que los prestamistas europeos reestructuren una cuantía significativa
de su deuda soberana, según
ha advertido el fondo a los
acreedores de Atenas de la
eurozona.
La advertencia, lanzada a
los ministros de Finanzas de
la eurozona por Poul
Thomsen, el director del departamento europeo del FMI,
plantea la perspectiva de que
pueda retener su parte de un
tramo de 7.200 millones de
euros de ayuda que Grecia intenta asegurar de forma desesperada para evitar la quiebra.
La mitad de los 7.200 millones de euros, que están siendo
objeto de intensas negociaciones entre Atenas y sus acreedores en conversaciones en
Bruselas que se reanudaron
ayer, tienen que proceder del
FMI. Sin esos fondos, se espera que Grecia se quede sin liquidez este mes.
Los acreedores de la eurozona, que atesoran la inmensa
mayoría de la deuda griega, se
oponen con firmeza a efectuar una rebaja. Pero la ayuda
del FMI es crucial, tanto por
sus fondos como para mantener el apoyo político al rescate
de Grecia, sobre todo en Alemania.
Según dos autoridades presentes en una conflictiva reunión de los ministros de Finanzas de la eurozona en Riga
el mes pasado, Thomsen explicó que los datos iniciales
que había recibido de las autoridades griegas mostraban
que Atenas iba camino de registrar un déficit presupuestario primario del 1,5% del
Producto Interior Bruto este
año.
Según los objetivos del actual rescate, se suponía que
Atenas tenía que gestionar un
superávit primario del 3% del
PIB en 2015.
Ahora que el gran superávit
se está convirtiendo en un
considerable déficit, los niveles de deuda de Grecia empezarían a repuntar de nuevo.
Esto obligaría o bien a que
Grecia tome medidas drásticas de austeridad, o a que los
Efe
AREA (cm2): 586,1
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, junto con el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis.
Según el rescate,
Atenas tendría que
haber alcanzado un
superávit primario
del 3% del PIB
Bruselas previó una
ayuda adicional a
Grecia de 50.000
millones, pero la
cifra se podría elevar
acreedores de la eurozona
acepten una reestructuración
de la deuda para que Atenas
vuelva a una senda sostenible,
según piensa el FMI. Varias
autoridades señalan que
Thomsen mencionó específicamente la necesidad de rebajar la deuda durante la reunión de tres horas.
“El FMI cree que la brecha
entre ambas realidades es
muy grande en estos momentos”, declara una importante
autoridad implicada en las
conversaciones. Ésta señala
que tanto Atenas, que se resiste a aplicar nuevas reformas
económicas, como los acreedores de la eurozona probablemente se enfrentarían al
FMI en torno a esta cuestión.
La lucha entre el FMI y los
acreedores de la eurozona en
relación a Grecia no carece de
precedentes. Hace tres años,
el FMI se negó a desembolsar
su parte del tramo de ayuda
debido a temores similares a
que la deuda griega no estu-
viera reduciéndose lo bastante deprisa.
El FMI sólo firmó después
de que los ministros de la eurozona accediesen a considerar una reestructuracion de
sus préstamos de rescate para
reducir la deuda de Grecia
“sustancialmente por debajo”
del 110% del PIB en 2022, reestructuración que nunca llegaron a aplicar. En la actualidad, la deuda se mantiene en
el 176%.
La previsión de un aumento del déficit griego tras registrar un superávit del 1,7% el
año pasado –y las previsiones
excesivamente optimistas sobre superávit similares en el
futuro– también incrementaría el tamaño de un tercer rescate griego, que la mayoría de
las autoridades consideran
necesario una vez que se entreguen los 7.200 millones de
euros restantes del actual programa. Altas autoridades habían previsto inicialmente un
nuevo programa de entre
30.000 y 50.000 millones de
euros, pero el aumento del
déficit podría modificar esos
cálculos.
Siguen existiendo profundas diferencias entre Grecia y
sus acreedores en casi todos
los asuntos de peso, pero las
autoridades señalan que las
actuales negociaciones están
resultando más productivas
que durante los tres meses
que se han mantenido en
punto muerto.
Aunque la mayoría de las
autoridades cree que es poco
probable que se llegue a un
acuerdo en la reunión de los
ministros de Finanzas de la
eurozona del lunes, varios
negociadores están presionando para que se hagan progresos suficientes que permitan ganar tiempo a los ministros.
Algunas autoridades de la
UE esperan llegar a un acuerdo sobre un comunidado que
permitiría al Banco Central
Europeo relajar el límite que
ha impuesto a las ventas griegas de deuda a corto plazo. Si
Atenas pudiese vender deuda
del Tesoro adicional, conseguiría aliviar de forma temporal sus crecientes problemas
de liquidez.