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6
Sábado, 30 de enero de 2016
«Hacemos teatro
por inspiración»


Por Laura Rodríguez Fuentes y Carlos A. Rodríguez Martínez
Foto: Ramón Barreras Valdés
Durante el Festival Mejunje Teatral, celebrado del 22 al 29 de
enero, Villa Clara acogió alrededor de una veintena de agrupaciones del país. La compañía Teatro del Viento abarrotó el patio
de El Mejunje con las obras Los caballeros de la mesa redonda y
Abdala. Un héroe del XXI. Vanguardia aprovechó la ocasión para
conversar con Freddys Núñez Estenoz, líder del reconocido
grupo camagüeyano.
T
EATRO del Viento llegó otra vez a Santa Clara con la brisa sutil y fría
de enero. A pesar del invierno, la compañía camagüeyana arriba
cada año al festival Mejunje Teatral con un espectáculo cálido,
provocativo, iconoclasta a veces. Y sigue siendo, para casi todos los espectadores, uno de los grupos más esperados en cada edición del encuentro de voces y tendencias teatrales fundado hace casi 25 años en
Santa Clara.
De la misma forma que el festival anual organizado por El Mejunje,
Teatro del Viento trascendió los límites del pequeño formato, y dejó de ser,
hace mucho, un grupo concentrado solamente en el público infantil y adolescente. «Ya cayeron esas fronteras, ahora hacemos teatro por inspiración», asegura Freddys Núñez Estenoz, líder de la aclamada agrupación.
—Teatro del Viento tiene un público muy fiel aquí...
—Así ocurre en todo el país. Por eso, nuestra clave está en el rigor, la
seriedad y la devoción por el teatro. Siempre trabajamos pensando en el
espectador. Investigamos y nos adentramos en los temas que necesita el
público: el amor, la amistad, la guerra, la libertad sexual... Y así convertimos el teatro en una obra de arte.
—La crítica ha elogiado el «travestismo actoral y escénico» de Teatro del Viento…
—A veces yo discrepo un tanto de esos términos. Como dramaturgo
escribo pensando en un teatro
total, porque creo en el actor que
es capaz de cantar, de bailar, de
moverse en el escenario de otra
manera. Concibo personajes
demasiado «fuertes» para una
interpretación femenina en la
que no alcanzan los registros
vocales ni el temperamento de
una mujer. No estoy menospreciando la figura femenina: escribo personajes femeninos
para que los actúen hombres, y
escribo personajes masculinos para que sean actuados
por mujeres. Esa es parte de
nuestra estética; sin eso ya no
seríamos Teatro del Viento. Yo
creo que encontré mi lenguaje
particular, y lo llevaré hasta sus
mayores consecuencias.
—¿Cómo logras que tus
actores hagan una transición
tan súbita de un registro al
otro: de lo masculino a lo femenino, de lo vigoroso a lo frágil, de lo feliz a lo patético…?
—Ahora mismo el grupo dedica nueve horas diarias al trabajo. Es una
labor intensa que alcanza desde la proyección vocal hasta la danza contemporánea, el ballet clásico, la música... Persigo un actor total, y la clave
está en el trabajo de todos los días. Muchos actores que ahora están en
escena llevan más de 15 años juntos. Ya han creado una forma especial
de comunicarse, de mirarse en la escena…
—¿Te has empeñado en que todas tus obras dejen ver el trasfondo
social de Cuba? Tus personajes, sean los que sean, tienen mucha vitalidad…
—Sí, por eso siempre les pido a los actores que estén vivos. Para mí el
teatro no es oficio de maniquí. Soy un cronista de la sociedad cubana
contemporánea. Trabajo sobre la realidad de mi país, y a veces soy demasiado osado en el discurso social. Les digo a los actores que ellos forman
parte de esta isla y por lo tanto tienen que actuar como personas de esta
tierra, con sus emociones. Que sean ellos desde un punto de vista artístico, desde otra actitud, y que disfruten lo que hacen.
—Llegan a Santa Clara en cada Festival. ¿Consideras suficiente un
año para renovarse?
—Desde el año pasado hasta ahora cambiamos, el grupo abrió su
espectro. Después de incluir a muchos jóvenes a nuestro elenco, ahora
estoy muy preocupado por acercarme al teatro clásico, aunque no tal cual.
«Un grupo de pequeño formato se ha abierto a uno de gran formato.
Ahora hay 16 actores en el escenario. Es una de las compañías que más
actores usa ahora mismo en sus espectáculos. Entonces, ha cambiado
todo: el sentido de la visualidad, el sentido de la utilización del espacio,
nuestra proyección sobre la escena... Ahora sí se mantienen int actas la
energía y la limpieza que nos caracterizan.
—Ustedes han alcanzado gran éxito en toda Cuba, y nunca han dejado de asistir a este festival...
—Es una acción de compromiso venir aquí, porque el público que nos
espera está convencido de que lo que verá tiene calidad. Y tratamos de
satisfacerlos. Cuando el Festival perdió los premios, muchos dijeron que
iba a decaer y que no iban a venir grupos, pero yo tengo un compromiso
muy serio con este Festival: mi primera función fuera de Camagüey ocurrió
aquí, en el patio de El Mejunje; cuando nadie creía en mí, yo mandé mi ficha
técnica y dijeron «Sí, ven». Ahora me invitan, me llaman, me piden que
venga… Regresaré siempre, este patio es sagrado para mí.
Que no se apaguen nuestros artistas

Por Francisnet Díaz Rondón
P
ARA los artistas villaclareños del mundo de
la música se ha tornado difícil trabajar en su
terruño por las pocas ofertas laborales o
suspensión de actividades en diferentes espacios
culturales, centros nocturnos o entidades de la
empresa de Comercio y Gastronomía.
Músicos, cantantes, instrumentistas y agrupaciones
de diferentes formatos —pertenecientes al catálogo de la
actual Empresa Provincial de la Música y los Espectáculos
Rafael Prats, de Villa Clara (EPME)— están preocupados
por las escasas oportunidades de brindar su arte.
Principalmente, en Santa Clara, elogiada recientemente
por Miguel Barnet,
presidente de la Uneac
—y por muchas otras
personalidades— por la
variedad de actividades
artísticas durante el año.
No hay duda de
que la capital provincial
es una de las más
activas de Cuba,
culturalmente. Entre las
ofertas literarias, de
artes plásticas, teatrales
o danzarias —aunque
estas últimas algo
escasas, al igual que las
cinematográficas—, la
música recibe mayor
demanda.
Una vez más el tema
dinero vuelve a socavar la
faena de músicos e
intérpretes. Peñas
suspendidas temporalmente —entre ellas, de Marcia Tandrón, Pretexto,
Compañía Folclórica Aché, Dúo Alma Libre, y en
comunidades—, aumento del impuesto sobre sus
ganancias y bajas remuneraciones por cada presentación.
El polo turístico no solventa la situación, pues no
todos los talentos tienen contrato allí, ni la temporada
alta dura todo el año. Mientras tanto, ¿qué hacen
durante el resto de los meses?
Dentro de la política cultural del país, la promoción y apoyo a los artistas defensores de una cultura
auténtica y valedera ha de llevarse como bandera.
Por lo tanto, los responsables de hacerla cumplir
deben analizar y buscar cómo mantener ocupados
LL G
El libro José Martí: humanismo
práctico y latinoamericanista, del
profesor Dr. Pablo Guadarrama, fue
presentado en la sede de la Uneac
el jueves 28 de enero, como parte
de las actividades en homenaje al
aniversario 163 del natalicio del
Héroe Nacional José Martí. Igualmente, por tal acontecimiento tendrá lugar una gala cultural en el teatro La Caridad, hoy sábado a las
9:00 de la noche.
Estilos diversos en Artes Visuales: Tres exposiciones personales quedaron abiertas esta semana en el Centro Provincial de Artes
Visuales, de Santa Clara, donde se
aprecia una variedad de estilos y
tendencias variadas. Las muestras
El método bumping , de Mayling
Hernández Monzón; El juego de la
vida, de Luis Orlando Sánchez
Rivero, y Autorretrato: Todo en una
imagen, del joven Orlando Romero
Sixto, pueden ser apreciadas por el
público hasta el venidero mes de
febrero. (FDR)
Los concursos infantiles «La
Defensa Civil en acción 2016» y
«¿Conoces a Defensito?», mantienen abiertas las convocatorias hasta la primera quincena de febrero.
En el primero, los pioneros José
Martí (hasta tercer nivel) y de la enseñanza especial concursarán en
literatura y artes plásticas. En el segundo participan hasta los 14 años.
Las bases de las convocatorias se
hallan en las propias escuelas donde se entregarán los trabajos.
laboralmente, ¡y pagar!, a los creadores. Cierto, los
problemas no se resuelven con varitas mágicas, pero
cruzarse de brazos tampoco es la salida.
Me alegró escuchar a un directivo de Artex, en la
pasada asamblea anual de la sucursal villaclareña,
defender la idea de priorizar a los talentos de casa en
la programación de los centros culturales de la
empresa. Eso se llama voluntad de hacer y reconocimiento a los nuestros.
Hay que ver las peñas en espacios citadinos
colmados de público disfrutando de los cantantes y
agrupaciones, hay que escuchar a personas de otros
lugares, incluso extranjeros, elogiar a los talentos
villaclareños dondequiera que se presenten. En
conversaciones con varios
profesionales —muchos de
indiscutible calidad—
observé cuánta angustia
les provoca la ausencia
de espacios para actuar.
La solución no solo
les compete a los directivos de la EPME ni a
Cultura Municipal de Santa
Clara —maniatada
muchas veces por el
escaso presupuesto
aprobado para mantener
sus actividades—, sino a
todas las instituciones y
factores en el territorio,
dígase Gobierno,
Comercio y Gastronomía, Unidad Básica
Empresarial de
Gastronomía en
Divisa (Ubegd),
entre otras, las
cuales, de manera mancomunada, pueden contribuir
a revertir tan penosa situación.
Durante todo el año nuestros artistas sostienen la
cultura de la provincia, y en disímiles ocasiones sin cobrar
un centavo. Por ello debe garantizárseles el trabajo todo lo
posible, mediante una programación pensada, organizada y analizada, además de hallar solución al tema
presupuesto para remunerarlos, así como una estrategia
para recaudar dinero a través de sus actuaciones.
Villa Clara tiene el potencial suficiente en sus
directivos, funcionarios y responsables para poner en
el lugar que merece a nuestros artífices de la cultura y
el arte, esos que portan en primera fila la espada y el
escudo de la nación.
Senel Paz con pensamiento y fe en la Uneac
«Ni teórico ni estudioso, sino una persona que profesionalmente se ha
dedicado al estudio de procesos culturales», así se calificó Senel Paz,
escritor y guionista de cine cubano, en el espacio Pensamiento y fe, conducido por Roxana Pineda, directora del grupo Teatro La Rosa, el pasado
miércoles en la Uneac.
El encuentro, en el que se analizaron las diferencias fundamentales
entre la prosa destinada a la literatura y la dedicada al cine y el teatro, Paz
se refirió a la primera como el reino de la palabra en el que la libertad de
creación es absoluta, mientras que en el cine y en el teatro, esta se ve
limitada por la escasez de recursos que permiten las representaciones.
Constituyó una magistral clase en la cual todos los presentes aprendieron los entresijos de las adaptaciones literarias de parte de uno de los
escritores y guionistas más reconocidos del país, autor del texto que sirvió
de base a la película Fresa y Chocolate. (Amalia Ramos Pérez y Alejandro
Gavilanes Pérez, estudiantes de Periodismo)
Pequeños gigantes ruedan su fantasía
La creatividad de los integrantes del proyecto cultural Rodando Fantasía, se hizo presente en las salas del Centro Provincial de Artes Visuales, esta
semana, con la presentación de
un conjunto de actividades protagonizadas por los pequeños
aficionados a la actuación, al canto y a las nuevas tecnologías.
La agrupación —bajo la dirección general de César Irigoyen Milián, y artística de Gisel
Perera González— representó la
pantomima Un Chaplin en apuros, sobre la solidaridad y la ayuda al prójimo, valores ambos
que deben fomentarse desde
edades tempranas. Asimismo,
los niños interpretaron temas
infantiles cubanos y de otros
países de Latinoamérica, entre
ellos, Alánimo, Ay, mamá Inés,
y Toy’ contento, del repertorio venezolano.
La exposición fotográfica
¡Qué bien nos vemos!, de la propia autoría de los infantes, con
instantáneas tomadas ya sea
con celulares, tabletas o cámaras digitales no profesionales,
constituyó el colofón de la actividad, dedicada al Día del Teatro
Cubano, el 22 de enero, y al aniversario 163 del natalicio del
Apóstol Nacional, José Martí.
Alejandro Gavilanes Pérez,
estudiante de Periodismo