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Guía para el uso de antibióticos
en infecciones cutáneas
Guía de Buenas Prácticas Clínicas del Grupo Europeo de Expertos en Dermatología. Julio 2010
Miembros del Grupo Europeo de Expertos en Dermatología:
Dr. Luc BECO DMV, Dip ECVD
Cabinet Vétérinaire - Spa, Belgium
Dr. Eric Guaguère DV, Dip ECVD, DESV D
Clinique Vétérinaire Saint-Bernard Lomme, France
Dr. Carmen Lorente Méndez DVM, PhD
Centro de Dermatología Veterinaria ADERVET, Madrid, Spain
Prof. Dr. Ralf S. Mueller
MACVSc (Canine Medicine), DipACVD, FACVSc, DipECVD
Centre for Clinical Veterinary Medicine
Ludwig Maximilian University Munich, Germany
Dr. Chiara Noli DVM, Dip ESVD
Ospedale Veterinario Cuneese, Borgo San Dalmazzo (CN), Italy
Dr. Tim Nuttall BSc BVSc CertVD PhD CBiol MSB MRCVS
The University of Liverpool, School of Veterinary Science, United Kingdom
Dr. Margreet Vroom DVM dipECVD
Veterinaire Specialisten Oisterwijk, The Netherlands
El Grupo Europeo de Expertos en Dermatología es un grupo independiente patrocinado por Zoetis
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
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Objetivo
El objetivo de esta guía es definir unos principios básicos para el empleo de antibióticos en el tratamiento de infecciones de la piel y de tejidos blandos. Un uso responsable de los antibióticos es imprescindible para minimizar el desarrollo y difusión de las resistencias antibióticas y preservar la eficacia clínica
de estos fármacos.
Puntos claves
1. Diagnóstico correcto del pioderma.
2. Selección del antibiótico apropiado.
3. Asegurar que el antibiótico se administra en dosis y tiempo correcto hasta la resolución clínica.
4. Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad subyacente.
Diagnóstico
1. Identificación de los síntomas clínicos
Las lesiones deben ser compatibles con pioderma.
Las piodermas pueden clasificarse atendiendo a su manifestación clínica:
• Pioderma seborreico
· Síndrome de sobrecrecimiento bacteriano
· Intertrigo
• Pápulas, pústulas y descamación
· Foliculitis superficial
· Impétigo
· Pioderma de extensión superficial
• Erosiones y/o úlceras
· Dermatitis piotraumática
· Intertrigo
· Pioderma mucocutáneo
• Úlceras y trayectos fistulosos
· Furunculosis (pioderma profunda)
· Abscesos
• Nodulos y/o inflamación regional
· Abcesos
· Celulitis
Las piodermas de superficie y superficiales afectan únicamente a la epidermis, no atraviesan la
membrana basal. Las lesiones se caracterizan por ser exudativas, pustulares, descamativas y pruriginosas.
Las piodermas profundos atraviesan la membrana basal y se extienden a la dermis y tejidos profundos. Se caracterizan por lesiones ulcerativas o nodulares, presencia de tractos fistulosos, son
frecuentemente hemorrágicos y suelen ser dolorosos.
Otros signos clínicos son prurito, dolor, calor y descarga hemorrágica o purulenta
Para más información de los signos clínicos específicos, véase el Apéndice 1.
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
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2. La citología debe ser compatible con pioderma
Se debe realizar citología en todos los casos, para identificar las células inflamatorias asociadas a las
lesiones y la morfología de las bacterias presentes (cocos y bacilos). La técnica de muestreo se debe
ajustar al tipo de lesión y puede incluir impresión directa o indirecta, aspirados y el empleo de cinta
de celofán (véase el apéndice 2).
Son útiles las tinciones Wright modificadas como Rapi-Diff® o Diff-Quik®. Son muy fáciles y rápidas de
hacer, y diferencian de forma adecuada las células inflamatorias y la mayor parte de los microorganismos.
Los microorganismos se tiñen de color azul-púrpura y no pueden diferenciarse los gram-positivos de
los gram-negativos. Sin embargo, en la piel, los cocos son normalmente gram-positivos y los organismos bacilares, gram-negativos.
Los organismos intracelulares suelen ser patógenos, mientras que los organismos extracelulares si se
encuentran en bajo número suelen ser contaminantes.
3. Cultivo bacteriano y sensibilidad antibiótica
No es necesario realizar cultivos bacterianos y sensibilidad antibiótica en todos los casos.
Cuando todos los puntos siguientes se cumplan se puede seleccionar el
antibiótico de manera empírica.
• Infecciones que no comprometen la vida.
• Primer episodio de una infección cutánea.
• Lesiones clínicas compatibles con pioderma de superficie o superficial.
• Citología compatible con infección estafilocócica.
• No hay razones para sospechar de resistencia a los antibióticos.
Cuando alguno de los siguientes puntos se cumple, se recomienda realizar
cultivo y sensibilidad.
• Infecciones que comprometen la vida.
• Lesiones clínicas compatibles con pioderma profundo.
• Disparidad entre los signos clínicos y la citología.
• Observación de bacterias bacilares en la citología.
• Falta de resolución de la infección con una terapia antibiótica de elección empírica previa.
• Casos en los que la resistencia antibiótica es más probable:
· Después de uno o más tratamientos con antibióticos de amplio espectro.
· Heridas que no cicatrizan.
· Infecciones post-quirúrgicas u otras infecciones nosocomiales.
· El propietario o el animal ha recibido atención médica reciente en un hospital.
Bajo tratamiento antibiótico se pueden obtener cultivos falsos negativos.
• Si es posible, muestrear al menos 48 horas tras la última dosis oral del antibiótico y en caso de
administración parenteral ajustar el periodo de supresión al intervalo de dosificación del antibiótico
(ej. >14 días para la cefovecina [Convenia®]).
• Si no es posible retirar el antibiótico durante el tiempo indicado y la citología muestra la presencia
de bacterias, el cultivo debe mantenerse más tiempo del habitual y/o emplear medios enriquecidos
para disminuir la posibilidad de obtener falsos negativos. Es importante indicar al laboratorio cualquier antibioterapia que esté recibiendo o haya recibido el animal recientemente.
Lo indicado es esperar al resultado del cultivo antes de iniciar la antibioterapia.
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
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Inicie el tratamiento antibiótico sólo si es clínicamente necesario.
• Elija empíricamente el antibiótico en función de las lesiones clínicas y de la citología, teniendo en
cuenta el organismo(s) más probable y su patrón de sensibilidad – diríjase al apartado “Elección
de Antibióticos” para más detalles.
• Esté preparado para cambiar de antibiótico si así lo indicasen los resultados del cultivo; utilice un
antibiótico de elección superior (véase “Elección de Antibióticos” más abajo) si se detecta resistencia o a un fármaco de elección inferior cuando proceda.
Las bacterias con sensibilidad intermedia a un antibiótico deben ser consideradas resistentes.
• Dichos antibióticos no deberían ser empleados para tratamiento sistémico.
• Los antibióticos con actividad intermedia pueden ser empleados para tratamiento tópico, ya que
la elevada concentración local puede superar la resistencia.
Es imprescindible interpretar los cultivos bacterianos en relación al cuadro clínico ya que tanto los
estafilococos como otras bacterias pueden ser cultivados a partir de piel y mucosas sanas.
¿Esta infección necesita antibióticos sistémicos?
Antes de empezar a tratar habría que valorar si la infección es lo realmente severa y/o generalizada para
necesitar tratamiento con antibióticos sistémicos.
Alternativas recomendadas en caso de infecciones leves, de superficie o focales:
Aplicación tópica de champús o lociones antisépticas.
Antibióticos tópicos si lo anterior no resuelve la infección.
Elección de Antibióticos
La gran mayoría de infecciones cutáneas en los perros están asociadas a estafilococos coagulasapositivos, normalmente Staphylococcus pseudintermedius. Es por ello, que esta guía para la elección
de antibióticos está dirigida a las infecciones cutáneas por estafilococos y puede no ser apropiada para
otras infecciones y tejidos. El clínico debe también vigilar la presencia de cuadros clínicos, citologías y/o
cultivos no habituales que sugieran la presencia de otros organismos y/o bacterias multirresistentes. Los
fármacos se listan por orden alfabético – el orden no es reflejo de preferencia o importancia.
Por otra parte, estas recomendaciones no tienen en cuenta si el producto está disponible o registrado
para su uso en perros o gatos en diferentes países. El veterinario debería por tanto verificar previamente
la legalidad del uso de los productos en su respectivo país.
Siempre use la dosis correcta
La piel es el mayor órgano del cuerpo pero su aporte sanguíneo es comparativamente muy bajo. Debido
a ello, en el tratamiento del pioderma, los antibióticos deben ser prescritos a la dosis más alta de su
rango. Hay que pesar siempre al animal para calcular la dosis correcta. Si es necesario se puede administrar una dosis ligeramente superior, pero nunca inferior.
1. Antibióticos de primera elección
1a. Los antibióticos de primera elección incluyen fármacos conocidos y bien tolerados tanto de reducido
como de amplio espectro de acción frente a estafilococos. Cuando son indicados, no son menos potentes que otros fármacos de nivel de elección superior y son los recomendados en la elección empírica de
antibióticos siempre que sea posible.
Cefadroxilo
Cefalexina
Clavulánico-amoxicilina
Clindamicina
Lincomicina
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
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– La resistencia intrínseca de las tetraciclinas, sulfamidas y penicilinas sencillas limita su utilidad. Sin
embargo, las tetraciclinas y las sulfamidas pueden ser útiles en el tratamiento de infecciones por S. aureus resistentes a la meticilina (MRSA) o S. pseudintermedius (MRSP) siempre que su sensibilidad haya
sido comprobada por las pruebas pertinentes.
1b. Antibióticos de primera elección cuando hay dificultades en la administración de la medicación y/o el
cumplimiento es dudoso.
Cefovecina
Cefpoxidime
2. Antibióticos de segunda elección
Los antibióticos de segunda elección incluyen fármacos nuevos, de amplio espectro, importantes tanto
para la salud animal como para la humana cuando existe preocupación por el desarrollo de resistencias.
Pueden no estar registrados para uso en animales y que no se disponga de datos sobre su seguridad y
eficacia. Los antibióticos de segunda elección no deben utilizarse como antibióticos de elección empírica y deberían ser únicamente empleados cuando hay evidencia tras el cultivo de que los fármacos de
primera elección no son efectivos.
Difloxacina
Enrofloxacina
Marbofloxacina
Orbifloxacina
3. Antibióticos de tercera elección
Los antibióticos de tercera elección son muy importantes para la salud humana y animal, en particular
para el tratamiento de infecciones por organismos resistentes a múltiples fármacos, cuando el problema de resistencia es altamente preocupante y/o si presentan mayor potencial de efectos adversos. La
mayoría de estos fármacos no están registrados para su empleo en animales y los datos sobre eficacia y
seguridad son escasos. Sólo deben ser usados cuando: hay evidencia de sensibilidad a través de un cultivo, ningún antibiótico de segunda elección es efectivo y (como se mencionó anteriormente) la terapia
tópica no es efectiva.
Aminoglucósidos
Azitromicina
Ceftazidima
Cloranfenicol
Claritromicina
Florfenicol
Imipenem
Fosfomicina
Piperacilina
Rifampicina
Tiamfenicol
Ticarcilina
Antibióticos Prohibidos – En algunos países ciertos antibióticos (e.g azitromicina, ceftazidima, claritromicina, imipenem, fosfomicina, piperacilin, rifampicina, ticarcilina) no registrados para animales
no deben ser usados nunca aunque haya evidencia de sensibilidad. Los clínicos son responsables de
asegurarse de la legalidad o no del empleo de estos fármacos en su país.
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
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Fármacos críticamente importantes – Los fármacos considerados de importancia extrema para la
salud humana (e.g. vancomicina, teicoplanina, linezolida etc.) NUNCA deben ser usados en animales e
incluso en algunos países esto puede estar prohibido por ley.
Duración del tratamiento
Debe tratarse a los animales hasta la curación clínica completa, es decir, hasta la resolución completa de los signos clínicos y la obtención de una citología normal.
– los signos clínicos asociados a la enfermedad subyacente pueden persistir y por ello deben ser
diferenciados de los signos clínicos de pioderma.
Los piodermas superficiales suelen necesitar 2-3 semanas de tratamiento.
Los piodermas profundos pueden mejorar de manera importante en dos semanas, pero la resolución completa necesita un mínimo de 4-6 semanas de tratamiento.
Los animales en tratamiento deben ser controlados cada 2 semanas.
En caso de duda, continuar el tratamiento, chequear con citología y/o cultivo para confirmar que el
proceso esté en remisión.
Efectos adversos frecuentes
Los efectos adversos pueden derivarse de la acción del antibiótico sobre otras bacterias, de su actividad
farmacológica (normalmente predecible y relacionadas con la dosis) o de reacciones a fármacos inmunomediadas (normalmente impredecibles y no relacionadas con la dosis). Los efectos adversos pueden
estar asociados a la edad, raza y especie (véase apéndice 4).
Las posibles interacciones medicamentosas y/o ajustes en la dosis deben ser considerados en animales
en tratamiento con varios fármacos y/o afectación renal o hepática (véase apéndice 4).
Cumplimiento y adhesión
Un mal cumplimiento o adhesión probablemente comprometerá la eficacia del tratamiento y favorecerá la aparición de resistencias.
• Entre los problemas de cumplimiento se encuentran la administración de dosis más bajas, saltarse dosis y suspender el tratamiento antes de tiempo.
• El cumplimiento se ve perjudicado por la administración del fármaco dos o más veces al día y por
tratamientos con más de un fármaco.
• Hay propietarios que encuentran difícil o peligroso administrar fármacos por via oral a algunos animales.
Comentar los problemas potenciales de cumplimiento abierta y honestamente con el propietario
ayuda a seleccionar el fármaco y el régimen de dosificación más apropiado.
El cumplimiento del tratamiento por el propietario puede mejorarse con
• El uso de fármacos inyectables de acción prolongada (ej: cefovecina)
• El uso de fármacos de administración diaria (en vez de cada 12 horas)
• El uso de fármacos palatables
• El uso de fármacos que el propietario pueda administrar de forma segura
• Una correcta explicación al propietario sobre la importancia de un tratamiento correcto
• Proporcionando instrucciones por escrito
• El uso de terminología precisa – p. ej. “cada 12 horas” en vez de “dos veces al día”
• Un buen seguimiento y comunicación
• La reducción al mínimo indispensable del número de fármacos o tratamientos que se deben
administrar en el mismo periodo de tiempo
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Identificar la causa subyacente
La gran mayoría de las infecciones cutáneas son secundarias a un proceso primario, como hipersensibilidades, ectoparásitos, endocrinopatías, alteraciones de la queratinización etc. Para un manejo eficaz
a largo plazo es necesario identificar estas causas. Para ello, es necesario evaluar la historia y signos
clínicos del caso a la búsqueda de claves para diagnosticar la condición subyacente. No es el objetivo de
esta guía profundizar en estos problemas primarios y se aconseja para ello consultar otros textos cuando
el clínico lo considere necesario.
En caso de mala respuesta al tratamiento considerar
¿Hay infección bacteriana?
• Re-evaluar cuidadosamente los signos clínicos, las citologías y los cultivos bacterianos
¿Hay presencia de organismos resistentes?
• Repetir el cultivo bacteriano y la sensibilidad antibiótica
¿Mal cumplimiento?
• Deficiente comunicación con el propietario
• Infradosificación
Tratamiento demasiado corto
Uso simultáneo inapropiado de fármacos inmunosupresores, especialmente glucocorticoides sistémicos
Ausencia de tratamiento tópico simultáneo
Enfermedad subyacente
Mala absorción
Mala distribución en el tejido de destino
• Los piodermas profundos presentan con frecuencia necrosis, cicatrices y detritus que pueden
limitar la penetración y la actividad de algunos antibióticos
• La cefovecina, la clindamicina y las fluoroquinolonas penetran bien en los puntos de infección y
de inflamación en la piel
Si hay, o es probable que haya, una mala adhesión al régimen de tratamiento, problemas a la hora de
comunicar el tratamiento al propietario, varios tratamientos dentro de un mismo régimen terapéutico
y/o una mala distribución en los tejidos de destino, se recomienda el uso de un antibiótico inyectable de
larga duración o de un antibiótico oral masticable cada 24 horas.
Pioderma recurrente
Identificar y tratar la causa subyacente
Identificar el organismo causal con cultivo bacteriano y realizar pruebas de sensibilidad antibiótica.
Considerar el uso tópico de champúes o lociones antisépticas
Considerar el uso de inmunoestimulantes
La terapia antibiótica pulsátil no es recomendable para el tratamiento del pioderma recurrente.
Véase el Apéndice 5 para más detalles
Higiene
Una higiene estricta es importante para limitar la contaminación cruzada con organismos resistentes a antibióticos entre animales, y entre animales y humanos.
Las clínicas veterinarias deberán establecer directrices de control de enfermedades infecciosas
para limitar la diseminación de microorganismos entre animales, personal y en el medio ambiente.
Debe aconsejarse a los propietarios de animales la adopción de medidas higiénicas.
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
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Apéndice 1 – Signos clínicos de pioderma
1. Piodermas seborreicos
El síndrome de sobrecrecimiento bacteriano produce prurito, eritema, y
seborrea en áreas interdigitales, oidos
y zona ventral del cuerpo.
©Tim Nuttall
El intertrigo es frecuente en los pliegues faciales y del cuerpo. La piel
afectada se encuentra húmeda, grasienta y eritematosa. Los casos más
severos pueden presentar erosiones
o ulceraciones.
©Tim Nuttall
2. Pápulas, pústulas y descamación
La foliculitis superficial se manifiesta con máculas eritematosas, pápulas y pústulas asociadas
al folículo piloso y mechones de pelo apelmazado que posteriormente producen alopecia (especialmente en perros de pelo corto). La foliculitis bacteriana es una causa muy poco frecuente de
dermatitis miliar en gatos.
©Tim Nuttall
El impétigo o el impétigo bulloso provocan la aparición de pústulas no foliculares grandes y flácidas en animales jóvenes debilitados (impétigo) o en animales
viejos inmunocomprometidos (impétigo
bulloso).
©Tim Nuttall
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
©Tim Nuttall
El pioderma de extensión superficial
no es frecuente y se caracteriza por la
presencia de grandes collaretes epidérmicos en extensión acompañados
de eritema y exfoliación.
©Tim Nuttall
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3. Piodermas erosivos o ulcerativos
La dermatitis piotraumática es producida por el propio animal al traumatizarse repetidamente una determinada
área por un picor intenso focalizado.
Las lesiones están bien delimitadas y
son húmedas, alopécicas, apelmazadas y costrosas. Puede existir una foliculitis superficial en la piel adyacente.
Las lesiones más severas pueden
estar ulceradas y ser hemorrágicas.
©Tim Nuttall
El pioderma mucocutáneo produce
eritema, ulceración y costras de las
uniones mucocutáneas. Puede ser
confundido con enfermedades inmunomediadas o con linfoma epiteliotropo.
©Tim Nuttall
4. Úlceras y tractos fistulosos-drenantes
La furunculosis y el pioderma profundo están asociados a la ruptura de folículos pilosos y a
infección en la dermis y/o subcutis. Los signos clínicos comprenden eritema, inflamación, bullas
hemorrágicas, tractos drenantes, úlceras, costras y dolor. Las lesiones crónicas suelen estar
fibrosadas y duras. Las lesiones muy extensas y severas pueden producir malestar y enfermedad
sistémica. Los síndromes específicos son: furunculosis o pioderma profundo localizado, pioderma del callo, pioderma nasal, fístulas por cuerpo extraño, furunculosis del hocico o acné canino y
furunculosis interdigital (también llamada quistes interdigitales).
©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
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La foliculitis/furunculosis aguda por
Pseudomonas provoca dolor, eritema,
inflamación, pústulas, úlceras y costras en el dorso y la zona dorsal de
los flancos. Suele presentarse tras el
baño o cepillado del animal.
©Luc Beco
5. Nódulos y/o inflamación regional
Los abcesos son acúmulos de pus
y tejido necrótico bien delimitados,
encapsulados e inflamados que suelen
abrirse y drenar un material purulento
que forma costras en el pelo circundante. Pueden ser dolorosos.
©Luc Beco
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
©Luc Beco
El término celulitis se refiere a una
infección e inflamación difusa a través
de los diferentes planos tisulares. Normalmente es regional aunque puede
estar poco delimitada. La piel suele
estar intacta, aunque se pueden encontrar heridas penetrantes que pueden drenar un fluido de sero-hemorrágico a purulento. Suele existir dolor en
la zona afectada. Es poco frecuente la
presencia de edema depresible.
©Luc Beco
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Apéndice 2 –
Utilidad de la citología en el diagnóstico del pioderma
Impronta directa – presionar firmemente el portaobjetos sobre la lesión.
Se pueden realizar varias impresiones en el mismo porta.
©Tim Nuttall
Impronta indirecta – transferir el material al porta mediante una hoja de bisturí, bastoncillo,
hisopo o cureta. Esta técnica es útil en lesiones poco accesibles (e.g. oidos, pies), trayectos
fistulosos o lesiones que puedan romperse (e.g. pápulas o pústulas). Ser muy cuidadoso al transferir por extensión o rotación el material al porta para evitar romper las células.
©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
Técnica con celo – presionar firmemente un trozo de celo sobre la lesión varias veces. Es una
técnica útil para la mayoría de las lesiones, salvo que estén muy húmedas.
©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
Diff-Quik® método de tinción 1 – permitir que la preparación se seque al aire; sumergirla en
cada uno de los líquidos 5-10 veces durante un segundo (1 - fijador; 2 – tinción eosinofílica; 3 –
tinción basófila); aclarar con agua; secar al aire o secar muy suavemente con tejidos texturados.
Para la tinción de cinta adhesiva, sumergir, exclusivamente, en los líquidos 2 y 3 (nunca en el
fijador); aclarar con agua; pegar el celo sobre el porta y secar el exceso de agua. Este método de
tinción completa proporciona el mejor detalle y contraste entre células y microorganismos.
Diff-Quik® método de tinción 2 – secar la preparación al aire; aplicar una gota del colorante
basófilo (3) y posteriormente pegar el celo al porta o cubrir con un cubre, según el tipo de citología. Este método proporciona una coloración intensa, pero monocromática.
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
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©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
Mancha de malassezia con el método 1
Mancha de malassezia con el método 2
Al microscopio
Una vez que la preparación está seca, valorar la tinción con un examen rápido a bajos aumentos – si es demasiado pálida, teñir de nuevo (sin usar el fijador). Si la coloración es buena, añadir
una gota de parafina líquida o aceite mineral y colocar un cubre sobre la preparación (esto proporciona una mejor calidad de imagen). La cinta de celo teñida se debe pegar al porta y no necesita cubreobjetos, aunque se debe mantener plana y evitar burbujas de aire.
Observar la preparación a bajos aumentos (con el objetivo x4 ó x10= x40 ó x100 aumentos) permite hacerse una idea general del patrón de inflamación.
Posteriormente estudiar las características de las células y de los microorganismos con el objetivo x40 (proporciona un aumento x400). Por ultimo, aplicar una gota de aceite de inmersión y usar
el objetivo x100 (aumenta x1000) para observar al máximo detalle.
Inflamación neutrofílica aguda
Se puede observar la presencia de abundantes neutrófilos degenerados – las células se observan hinchadas, con núcleos hipersegmentados, inflados, fragmentados y mal definidos. Los neutrófilos maduros degenerados suelen estar asociados a infección (la presencia de cocos indica
que es una infección estafilocócica) y frecuentemente fagocitan microorganismos.
©Tim Nuttall
Inflamación crónica
La inflamación crónica granulomatosa o piogranulomatosa se caracteriza por la presencia de macrófagos. Estas células mononucleares grandes, de tinción pálida y citoplasma vacuolado, pueden
observarse fagocitando células degeneradas, microorganismos u otros detritus. Las células plasmáticas (células mononucleares pequeñas, oscuras con núcleo excéntrico y halo claro manifiesto)
se encuentran frecuentemente aunque de forma no específica en el curso de inflamación crónica
y pioderma. Las bacterias son menos abundantes y puede ser difícil encontrarlas.
©Tim Nuttall
Célula plasmática
Macrófago
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Pioderma por estafilococo
Se observan neutrófilos degenerados y bacterias cocoides intra y extracelulares. Los Estafilococos son cocos grandes que se tiñen de color oscuro y se organizan en grupos de 2-6 ó más
bacterias
©Tim Nuttall
Pioderma con presencia de bacilos
El pioderma asociado a bacilos gram-negativos
es mucho menos frecuente que el pioderma estafilocócico. Esta imagen procede de un caso con
infección por Pseudomonas, observe que la bacteria sigue tiñéndose de azul con el Diff-Quik®.
©Tim Nuttall
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
©Tim Nuttall
Síndrome de sobrecrecimiento bacteriano
Se observa sobrecrecimiento de bacterias sin
presencia de células inflamatorias. Las bacterias
son predominantemente estafilococos, pero puede
haber otros cocos y presencia de bacilos.
©Tim Nuttall
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Apéndice 3 –
Toma de muestras para cultivo bacteriano y
sensibilidad antibiótica
Cultivo de piodermas superficiales
Abrir las pápulas o pústulas intactas con una aguja estéril y transferir el pus a un hisopo estéril
Frotar enérgicamente con un hisopo estéril bajo una costra reciente.
Frotar enérgicamente con un hisopo estéril en los márgenes de un collarete epidérmico.
Humedecer los hisopos con suero fisiológico estéril puede mejorar la recogida de
microorganismos
Cultivo de piodermas profundos
Desinfectar la superficie con alcohol y esperar a su evaporación.
Emplear material, guantes y técnica estéril.
Abrir un furúnculo o presionar la piel para obtener pus y transferirlo a un hisopo estéril.
Aspirado de lesiones profundas
• Se puede enviar la misma aguja (en su funda) y jeringa estéril al laboratorio.
• Expulsar el material a un hisopo puede producir su difusión en aerosol con riesgo de
contaminación o infección.
Las biopsias con punch son útiles en infecciones de la dermis media y superficial.
• Utilizar anestesia general o anestesia local alejada del lugar de la biopsia.
• Tomar las muestras con un punch de 6-8mm.
©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
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©Tim Nuttall
En caso de infección de la dermis profunda o subcutis, es necesario tomar una
biopsia en cuña.
• Emplear anestesia general
• Utilizar un bisturí para reseccionar una adecuada y representativa cuña de tejido.
©Tim Nuttall
©Tim Nuttall
Guía para el uso de antibióticos en infecciones cutáneas
©Tim Nuttall
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Si es posible, eliminar la epidermis y posibles costras presentes utilizando material y superficie de corte estéril. Depositar la biopsia en un contenedor estéril y evitar el contacto
con formalina, vapores de formol o anestésicos locales.
Emplear hisopos con medio de transporte
Emplear guantes estériles para manejar los hisopos y los tejidos, para evitar contaminación.
Pueden ser necesario cultivos prolongados o enriquecidos.
Reservorios de microorganismos en mucosas – muestrear ollares y perineo para evitar
cultivos falsos negativos.
Apéndice 4 –
Efectos adversos comunes de los antibióticos
Debe informarse a los propietarios sobre los posibles efectos adversos leves más
frecuentes, como trastornos gastrointestinales transitorios, para evitar una interrupción
prematura del tratamiento.
Efectos adversos frecuentes
Trastornos gastrointestinales – pueden aparecer vómitos y diarrea con antibióticos
de amplio espectro. Estas alteraciones son normalmente leves y de corta duración en
perros y gatos, pero pueden ser más severas en especies con fermentación intestinal
posterior (ej: conejos, roedores, caballos etc.).
Las fluoroquinolonas pueden producir problemas neurológicos (especialmente la enrofloxacina en gatos y perros con historial de convulsiones) y anomalías en el cartílago de
animales en crecimiento.
Las sulfamidas pueden metabolizarse en derivados inmunológicamente activos y producir reacciones cutáneas, poliartritis, anemia, trombocitopenia y glomerulopatía. Los
Doberman están predispuestos a estas reacciones. En tratamientos a largo plazo puede
aparecer queratoconjuntivitis seca e hipotiroidismo.
Las penicilinas y las cefalosporinas pueden ocasionalmente desencadenar reacciones
alérgicas e inmunomediadas a fármacos. En un 1-10% de los pacientes humanos se
observa reacción cruzada entre penicilinas y cefalosporinas.
Las cefalosporinas pueden inducir un Coomb’s positivo, pero la aparición de anemia
hemolítica es poco habitual.
Las cefalosporinas pueden inducir daño tubulo-renal, pero la toxicidad clínica es muy rara.
El cloranfenicol puede inducir supresión de la médula ósea dependiente de la dosis y
el tiempo de administración (NB – la anemia aplásica irreversible no suele aparecer en
animales.).
Los aminoglicósidos pueden producir toxicidad renal, hay que chequear la función renal
antes y durante el tratamiento. También se ha descrito ototoxicidad.
Las tetraciclinas pueden producir hepatotoxicidad, fotosensibilidad, decoloración de los
dientes en cachorros y teratogenicidad.
La rifampicina puede producir hepatotoxicidad, hay que chequear la función hepática
antes y durante el tratamiento.
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Los episodios múltiples o prolongados de anafilaxia con fármacos de larga acción o
depot son infrecuentes, pero se debe evitar la exposición en caso de sospechar una
reacción al fármaco.
Las reacciones cutáneas, anemia y trombocitopenia inmunomediadas pueden necesitar tratamientos largos tras la suspensión del fármaco causal.
En caso de fallo hepático y renal
El metabolismo y/o la excreción reducida y una vida media prolongada del fármaco,
pueden producir dosis acumulativas y un incremento del potencial de reacciones
adversas.
Emplear fármacos con rutas alternativas de excreción en animales con función hepática o renal comprometida.
Disminuir el intervalo de dosificación y/o la dosis acorde a la información existente
sobre el producto.
•Esto puede comprometer la eficacia si no se alcanzan y mantienen los niveles adecuados del fármaco en los tejidos.
Apéndice 5 –
Tratamiento del pioderma recurrente
Buscar la causa subyacente, los piodermas recurrentes idiopáticos son poco frecuentes.
Realizar cultivo bacteriano y prueba de sensibilidad antibiótica para determinar el agente causal.
Considerar el empleo regular de champúes antisépticos.
Considerar el empleo de inmunomoduladores:
• Staph phage lysate
• Bacterinas autógenas
Los antibióticos tópicos pueden ser útiles para lesiones focales y para tratar mucosas
que actúan como reservorios.
La terapia pulsátil con antibióticos sistémicos no es recomendable para manejar los
piodermas recurrentes.
Dosis completas de antibióticos bactericidas como amoxicilina-clavulánico o cefalexina
administrados 2-3 días consecutivos por semana (terapia de fin de semana) pueden
ser efectivas, pero el tratamiento sistémico a largo plazo mediante esta pauta es un
factor de riesgo para el desarrollo de organismos resistentes a los antibióticos.
El empleo de antibióticos inyectables de larga duración no es recomendable para terapia pulsátil.
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