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IES L’ASSUMPCIÓ
Curso 2011/2012
1º Bachillerato
HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO
UNIDAD 2: LAS CRISIS ECONÓMICAS EN LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA
Dossier de actividades
1.
Las primeras crisis del capitalismo. Crisis capitalistas y crisis precapitalistas.
2.
La economía de entreguerras: el crac de 1929 y la Gran Depresión.
3.
La crisis de 1973 y sus implicaciones.
4.
Las crisis a finales del siglo XX.
CUESTIONES A RESOLVER: ¿Por qué se han producido las crisis en la
historia contemporánea? ¿Son inevitables las crisis? ¿Son un producto
del capitalismo?
Apartado 1: Las primeras crisis del capitalismo. Crisis capitalistas y crisis
precapitalistas.
CUESTIÓN DEL APARTADO: ¿Cómo se produjeron las crisis del capitalismo?
¿En qué se diferenciaban de las crisis anteriores?
1. Responde a las preguntas planteadas en los documentos siguientes.
2. Explica el funcionamiento de las crisis precapitalistas y compáralas con las crisis propias del
capitalismo del siglo XIX.
3. Explica el proceso de desarrollo de las crisis en el siglo XIX. Compáralas con lo que sucede
en la crisis actual.
4. Explica las diferentes consecuencias que tenían las crisis en el siglo XIX, y compáralas con lo
que sucede en la crisis actual.
DOCUMENTOS
Documento 1. La tulipomanía
«Imaginemos una locura tan poderosa como la subida de bolsa más espectacular, un artículo
tan preciado como el oro: así fue la "Tulipomanía", que acaparó la atención de Ámsterdam durante
el siglo XVII.
El comercio frenético de los bulbos del tulipán fue impulsado por la apertura de un mercado de
tulipanes donde se especulaba con bulbos que todavía no se habían desarrollado, las
negociaciones se producían en las tabernas, incluso se creó el primer mercado de futuros de
bulbos de tulipanes. Un bulbo de tulipán llegó a cambiarse por un carruaje, dos caballos y un
arnés, para poco tiempo después tener el mismo precio que una cebolla.»
El Blog de Wall Street y CincoDías.com
----------------------------«Varios factores explican el origen de la tulipomanía holandesa. Por un lado, el éxito de
la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y la prosperidad comercial de los Países Bajos, y
2
por otro, el gusto por las flores, especialmente las exóticas, que se convirtieron en objeto de
ostentación y símbolo de riqueza.
A su vez, y por razones que en aquel tiempo se desconocían, los tulipanes cultivados en
Holanda sufrían variaciones en su apariencia, naciendo así los tulipanes multicolores, irrepetibles,
lo que aumentaba su exotismo y por tanto su precio. Hoy se sabe que la causa de ese fenómeno
era un parásito de la flor, el pulgón, que transmite un virus a la planta conocido como Tulip
Breaking Potyvirus.»
«A pesar de que se intentó controlar el proceso por el cual los tulipanes monocromos se
convertían en multicolores, los horticultores holandeses no fueron capaces, de manera que lo
aleatorio del exotismo contribuyó a elevar progresivamente el precio de cada bulbo. Las
variedades más raras eran bautizadas con nombres de personajes ilustres y almirantes de
prestigio. En la década de los años veinte del siglo XVII el precio del tulipán comenzó a crecer a
gran velocidad. Se conservan registros de ventas absurdas: lujosas mansiones a cambio de un
sólo bulbo, o flores vendidas a cambio del salario de quince años de un artesano bien pagado.
En 1623 un sólo bulbo podía llegar a valer 1.000 florines neerlandeses: una persona normal en
Holanda tenía unos ingresos medios anuales de 150 florines. Durante la década de 1630 parecía
que el precio de los bulbos crecía ilimitadamente y todo el país invirtió cuanto tenía en el comercio
especulativo de tulipanes. Los beneficios llegaron al 500%.
En 1635 se vendieron 40 bulbos por 100.000 florines. A efectos de comparación, una tonelada
de mantequilla costaba 100 florines, y ocho cerdos 240 florines. Un bulbo de tulipán llegó a ser
vendido por el precio equivalente a 24 toneladas de trigo. El récord de venta lo batió el Semper
Augustus: 6.000 florines por un sólo bulbo, en Haarlem.
En 1636 se declaró una epidemia de peste bubónica que diezmó a la población holandesa. La
falta de mano de obra multiplicó aún más los precios, y se generó un irresistible mercado alcista.
Tal fue la fiebre, que se creó un mercado de futuros, a partir de bulbos aún no recolectados. Ese
fenómeno fue conocido como windhandel, "negocio de aire", y se popularizó sobre todo en las
tabernas de las pequeñas ciudades, a pesar de que un edicto estatal de 1610 había prohibido el
negocio por las dificultades de ejecución contractual que generaba. Pese a la prohibición, los
negocios de este tipo continuaron entre particulares. Los compradores se endeudaban y
se hipotecaban para adquirir las flores, y llegó un momento en que ya no se intercambiaban
bulbos sino que se efectuaba una auténtica especulación financiera mediante notas de crédito. Se
publicaron extensos y bellos catálogos de ventas, y los tulipanes entraron en la bolsa de valores.
Todas las clases sociales, desde la alta burguesía hasta los artesanos, se vieron implicados en el
fenómeno.
Charles Mackay cuenta una historia de la época:
Un rico mercader había pagado 3.000 florines por un raro tulipán Semper Augustus, y éste
desapareció de su depósito. Tras buscarlo vio a un marinero (que había confundido el bulbo con
una cebolla) comiéndose el tulipán. El marinero fue detenido de inmediato y condenado a seis
meses de prisión.
En 1637, el 5 de febrero, un lote de 99 tulipanes de gran rareza se vendió por 90.000 florines:
fue la última gran venta de tulipanes. Al día siguiente se puso a la venta un lote de medio kilo por
1.250 florines sin encontrarse comprador. Entonces la burbuja estalló. Los precios comenzaron a
caer en picado y no hubo manera de recuperar la inversión: todo el mundo vendía y nadie
compraba. Se habían comprometido enormes deudas para comprar flores que ahora no valían
nada. Las bancarrotas se sucedieron y golpearon a todas las clases sociales. La falta de garantías
de ese curioso mercado financiero, la imposibilidad de hacer frente a los contratos y el
pánico llevaron a la economía holandesa a la quiebra.»
Wikipedia, «Tulipomanía»
-----------------------------
3
Documento 2. Evolución del precio del tulipán (1636-1637)
Evolución del precio del tulipán
en Holanda entre noviembre
de 1636 y mayo de 1637.
Más información: Tulipmanía [vídeo, 49’]

¿Por qué se produjo la tulipomanía? ¿Qué consecuencias tuvo?

¿Observas alguna similitud con la crisis económica actual?
-----------------------------
Documento 3. La burbuja de los mares del Sur
«La burbuja de los mares del sur, o crac de 1720, fue una crisis financiera que ocurrió en
Gran Bretaña en 1720, debido a una burbuja especulativa iniciada en 1711. Constituye uno de los
primeros cracs económicos de la Historia.
La Compañía de los mares del sur (South Sea Company), fundada en 1711 por Robert Harley,
logró el monopolio sobre el comercio con las colonias españolas en América. La compañía, a
cambio, aceptó cambiar diez millones de libras en bonos del tesoro contra las acciones a una tasa
de interés del 6%, lo que equivalía a una renta perpetua para los inversores.
El primer viaje comercial hacia América tuvo lugar en 1717, pero la ganancia fue poca. En
1718, las relaciones entre España y Gran Bretaña se deterioraron, lo que ensombreció las
perspectivas de la compañía. Aun así, seguía manteniendo que era inmensamente provechosa a
largo plazo. En 1717, se hizo cargo de diez millones de libras suplementarias de deuda
pública contra una nueva emisión de títulos.
La compañía divulgó rumores cada vez más extravagantes sobre el valor potencial de su
comercio con el Nuevo Mundo, lo que tuvo el efecto de desatar la especulación. Las acciones
subieron rápidamente, pasando de 128 libras en enero de 1720 a 550 a finales de mayo.
La compañía obtuvo la licencia real para comerciar en exclusiva, de manera que su atractivo
aumentó y sus acciones llegaron a las 890 libras a principios de junio. Este pico incitó a algunos
inversores a vender; para limitar la presión bajista, los directores de la compañía ordenaron a sus
agentes comprar títulos, manteniendo así su valor en torno a las 750 libras.
El rápido aumento del valor de la acción provocó un frenesí especulativo por todo el país. Los
inversores se interesaron por los mares del sur, pero también por otras acciones. A principios de
agosto la cotización alcanzó las 1.000 libras, y la tendencia cambió bruscamente.
Otras burbujas estallaron al mismo momento en Ámsterdam y París, lo que aceleró la caída
de la cotización. La crisis se propagó a los bancos. Entre los accionistas que se arruinaron
4
estuvieron miembros del gobierno, incluso Isaac Newton: después de haber obtenido una
plusvalía de 7.000 libras en abril, acabó perdiendo 20.000 libras. Más tarde, declaró: «Puedo
predecir el movimiento de los cuerpos celestes, pero no la locura de las gentes.»
La cotización quedó en 100 libras antes del fin de año. Ante la cólera de los inversores, el
Parlamento se disolvió en diciembre, y una comisión ocupó su lugar. En su informe publicado en
1721, se reveló un fraude de gran amplitud organizado por los directores de la compañía. Los
directores fueron arrestados y llevados a la Torre de Londres. La mayor parte fueron desposeídos
de sus bienes: así, a John Blunt no le quedaron más que 5.000 libras de las 183.000 que
tenía. James Cragg se suicidó. El nuevo canciller y el primer lord del tesoro, Robert Walpole,
anunciaron una serie de medidas para restablecer la confianza pública y la solvencia de la
compañía.
La compañía continuó con su comercio (cuando no quedaba interrumpido por la guerra) hasta
el final de la Guerra de los siete años. Sin embargo, su principal función fue siempre manejar la
deuda pública, más que comerciar con las colonias españolas, hasta que se abolió en la década
de 1850.»
-----------------------------
Documento 4. El comercio transoceánico en el
siglo XVIII
[ver mapas en la web del Departamento]
-----------------------------
Documento 5. Evolución de la cotización de la
Compañía de los mares del sur (1719-1721)

¿Cómo funcionaba el comercio transoceánico
en el siglo XVIII? Averigua en qué consistía el
monopolio colonial.

¿Cómo se produjo la burbuja de los mares del
Sur? ¿Qué consecuencias tuvo?

¿Observas alguna similitud con la crisis
económica actual?
Puedes encontrar algunos datos complementarios aquí
Recursos sobre la burbuja de los mares del Sur [en inglés]
-----------------------------
Documento 6. Las crisis en la Europa
preindustrial o precapitalista
[ver gráficos completos en la web del Departamento]

Explica, con tus palabras, el proceso que muestra
este gráfico. ¿Cuál era el elemento principal de las
crisis precapitalistas?
5

Observa también el resto de los gráficos [los tienes en la web del Departamento, en un
pdf]; explica qué consecuencias tenían estas crisis.

¿Qué diferencias observas respecto a las crisis que hemos analizado hasta ahora?
-----------------------------
Documento 7. Las crisis del capitalismo en el siglo XIX
«La marcha ascendente del capitalismo no es regular. Sismondi había previsto ya la periodicidad
fatal de las crisis; éstas serían inherentes a un régimen que antepone el beneficio a la
remuneración de la mano de obra; por eso, ese régimen se condenaba a sí mismo a sufrir
excesos de producción. Marx y Engels señalaron que el capitalismo debe perecer por sus mismas
contradicciones. […]
El fenómeno aparece como cíclico; tales ciclos constan de una fase favorable y otra desfavorable
más o menos cada diez años. Así ocurrió desde 1815; y así sería después de 1850, con crisis
importantes en 1857, 1866, 1873, 1882-1884, 1890, 1900-1901, 1907. Pero, mientras que en
1847 se sufrió todavía una crisis propia del Antiguo Régimen (o sea, de tipo precapitalista), con la
penuria de artículos alimenticios, por el contrario en 1857 es ya el aparato capitalista el que es
afectado en primer lugar y en su centro principal: el mercado [bolsa] de Londres.
En lo sucesivo, las crisis se propagan en el siguiente orden: en primer lugar las finanzas, luego la
industria y el comercio, finalmente el campo. El mal parece iniciarse siempre con un exceso de
especulación, el cual determina un desastre bancario parcial.»
R. Schnerb, El siglo XIX. El apogeo de la expansión europea (1815-1914), Historia general de las
civilizaciones, Barcelona, 1982, pp. 257-258 [adaptado]

¿Por qué se producen las crisis en el capitalismo, según el texto?

Contrasta las causas y los mecanismos de las crisis que se explican en el texto, con lo
que hemos visto en el primer tema y con los ejemplos de otras crisis que tienes en los
documentos siguientes, para explicar si esas causas y mecanismos se cumplen en los
ejemplos concretos.
-----------------------------
Documento 8. La depresión de 1873-1895
«A partir de 1873, los signos desfavorables se multiplican: competencia más viva alrededor de un
mercado cuya actividad parece enferma de cansancio; restricción evidente de la demanda, en
comparación con la oferta; descenso de los beneficios; estos tres hechos van unidos. La oferta
parece dominar sobre la demanda gracias a los progresos técnicos; y también porque el poder
adquisitivo se ha extendido insuficientemente, a causa de la explotación abusiva del trabajo
obrero.
[…] Las empresas deben desarrollar un notable esfuerzo de adaptación, para conseguir una
mayor productividad; esa adaptación se traduce también en una mayor concentración y en una
expansión más brutal. La lucha por los mercados se agudiza, mientras que la batalla social se
agrava. Los cambios de utillaje y de métodos de trabajo salvan a un gran número de empresas:
cerca de Nottingham [Reino Unido], por ejemplo, las hilaturas Hollins, cuyos dividendos han
bajado del 26% al 9%, se orientan hacia el tejido de una nueva tela escocesa y tratan
directamente con los detallistas, prescindiendo de intermediarios […].
La gran depresión acelera, pues, el progreso técnico e incita al capitalismo occidental a ejercer
una presión más vigorosa sobre el resto del mundo. […]
La larga depresión de 1873-1895 representa un grave golpe contra el librecambio. Muy pronto se
levanta el escudo contra Inglaterra: la Alemania de Bismarck da la sacudida inicial y el
proteccionismo triunfa más o menos rápidamente, rechazado solamente en los Países Bajos y en
Inglaterra. […]
6
En resumidas cuentas, el régimen económico que prevalece en Europa y América del Norte
conduce irresistiblemente, en ambos casos, hacia la expansión».
R. Schnerb, El siglo XIX. El apogeo de la expansión europea (1815-1914), Historia general de las
civilizaciones, Barcelona, 1982, pp. 259-262 [adaptado]

¿Qué crees que quiere decir que la actividad del mercado «parece enferma de
cansancio»? ¿Cómo se manifestó la crisis a finales del siglo XIX?

¿Qué es la productividad? ¿Cómo se puede aumentar?
-----------------------------
Documento 9. El fordismo
«Nuestro primer progreso consistió en llevar el trabajo al obrero, en lugar de desplazarse el obrero
al trabajo. Hoy en día, todas nuestras operaciones se inspiran en estos dos principios: ningún
trabajador debe tener más de un paso que dar; siempre que sea posible, ningún trabajador debe
inclinarse […]. El resultado de la aplicación de estos principios es reducir para el obrero la
necesidad de pensar, y reducir sus movimientos al mínimo. Debe, siempre que sea posible, tener
que hacer una sola cosa con un solo movimiento […].
Ningún tema es más importante que el de los salarios. Si nosotros repartimos mucho dinero, éste
acaba gastándose y enriquece a los negociantes, los vendedores, los fabricantes y los
trabajadores, y esta prosperidad se traduce en un aumento de la demanda de nuestros
automóviles. […] Fijamos el salario mínimo a cinco dólares diarios, al mismo tiempo que redujimos
la jornada laboral a ocho horas en lugar de nueve, y la semana, a cuarenta y ocho horas.»
HENRY FORD, Mi vida y mi obra (1925)
Documento 10. Una interpretación marxista
«El imperialismo es la expresión del proceso de acumulación capitalista que se manifiesta por la
concurrencia entre los capitalismos nacionales en torno a los últimos territorios no capitalistas, aún
libres, del mundo.»
ROSA LUXEMBURG (1913)
Documento 11. La extensión de los imperios europeos
«El europeo que abre un atlas en 1914 mira con orgullo la extensión de su dominio territorial. Éste
comprende la casi totalidad de África y de Oceanía, la mitad de Asia y la cuarta parte de América;
están con Europa el 60 de las tierras emergidas y, sobre estas tierras, el 50 de la humanidad.
Sabe, por otra parte, que son pocos los lugares de las demás regiones del Globo donde no ejerza
de una u otra manera su actividad: no niega la enorme fuerza ascendente de los Estados Unidos,
pero no cree todavía amenazada su hegemonía mundial por este pueblo joven; en cuanto a la
nueva potencia japonesa, no puede imaginarla capaz de desalojar a los europeos del Asia
Oriental. Considerando el camino recorrido en un centenar de años, cree poder decir: el siglo que
acaba de morir es verdaderamente mi siglo. Y recordando las sombrías predicciones de Malthus,
se complace en constatar que han podido ser desmentidas: no existe una masa tan considerable
de seres humanos -cerca de los 400 millones (contra 200 en 1815)- que goce de un nivel medio
de vida tan elevado.»
M. CROUZET, Historia general de las civilizaciones
Documento 12. Justificaciones del imperialismo
«La política comercial es hija de la industrialización […]. El consumo de Europa está saturado: es
imprescindible descubrir nuevos filones de consumidores en otras partes del mundo. Inglaterra
tomó la delantera en el movimiento industrial moderno porque fue la primera en prever tan lejanos
horizontes […]. La política colonial es una expresión internacional de las leyes de la
competencia.»
JULES FERRY, Tonkín y la madre patria (1890)
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Documento 13. Incremento de los gastos militares (1874-1896)
País
Imperio alemán
Aumento
Rusia
75%
Inglaterra
47%
Francia
43%
Austria-Hungría
21%
79%
M.E. Howard, «Las fuerzas armadas», en El progreso material y los problemas mundiales, 1870-1898,
Historia del mundo moderno Cambridge, vol. XI, Barcelona, 1990, p. 170.

Con la ayuda de los documentos 8 al 13 y de los gráficos que tienes en la web del
departamento [Concentración de empresas_Fordismo y taylorismo.pdf], explica las
diversas respuestas que dieron las empresas y los estados a la situación de crisis de
finales del siglo XIX. ¿Crees que todas las empresas resultarían beneficiadas de la crisis?

A la luz de los documentos, ¿podemos establecer alguna relación entre la situación de
crisis y la expansión europea? ¿Sabes en qué importante hecho desembocó esta
evolución? ¿Puedes establecer algún paralelismo con la crisis actual?

Completa el mapa conceptual que tienes al final de este apartado.
Documento 14. La crisis económica de la década de 1860 en España
«Interesa precisar las conexiones que existen entre la versión española de la crisis y la crisis
europea, ya que ambas estallan simultáneamente. […] La conexión hay que buscarla en la relativa
internacionalización que sufrió el capital español, a partir de 1856; ese año, la legislación sobre
sociedades de crédito permitió que la banca extranjera se instalara en España sin apenas
cortapisas.
Los ferrocarriles en España empezaron a construirse, sobre todo, con capital francés; y los
ferrocarriles, a su vez, actuaron como punta de lanza de los demás sectores de la economía
española. Los mercados internacionales de capitales cortaron las inversiones extranjeras en el
ferrocarril cuando las principales líneas (Madrid-Irún y Madrid-Levante) empezaban a funcionar y
necesitaban inyecciones de dinero exterior para su explotación o para continuar construyendo
otras líneas. La falta de capitales para el negocio ferroviario provocaría un efecto en cadena sobre
los otros sectores económicos, ocasionando un crac bursátil.
No obstante, la crisis económica española tiene fundamentalmente unas motivaciones interiores.
Por un lado, el criterio francamente especulativo en la construcción del ferrocarril, buscando las
ganancias a corto plazo gracias a las subvenciones del Estado. Esto supuso la construcción de
una red ferroviaria que no tenía en cuenta las verdaderas necesidades del mercado nacional.
¿Cómo se materializa en la realidad el crac bursátil y la quiebra del negocio ferroviario? En la
progresiva disolución, suspensión de pagos, cierres de empresas o quiebras bancarias.»
A. Bahamonde y J. Toro, «Antecedentes de la revolución de 1868», en Historia de España 9, Crisis del
Antiguo Régimen. De Carlos IV a Isabel II, Historia 16, 1982, pp. 123-125 [adaptado].

Señala las causas de la crisis financiera en España.

¿Qué relación se establece entre la crisis internacional y la crisis española?

Consecuencias de la crisis

¿Qué es un «crac bursátil»?

Identifica posibles elementos comunes con la crisis actual
8
Documento 15. Los efectos de la crisis económica de la década de 1860 sobre la
Bolsa
Año
Cotización de la Deuda
pública española (3%
consolidado)
Acciones del Banco de
España
1864
49,20 reales
190,35 reales
1865
41,75 reales
133,25 reales
1866
35,40 reales
113 reales
1867
33 reales
---
1868
33 reales
---
Según A. Bahamonde y J. Toro, «Antecedentes de la revolución de 1868», en Historia de España 9, Crisis
del Antiguo Régimen. De Carlos IV a Isabel II, Historia 16, 1982, p. 125

Elabora una gráfica con estos datos.

Señala algunas posibles consecuencias de esta evolución.
Documento 16. La crisis inmobiliaria madrileña en la década de 1860
«En el caso madrileño es preciso señalar la quiebra del negocio inmobiliario. Desde 1860 a 1865,
la especulación del suelo o la edificación de inmuebles, bien en el interior del casco urbano o en el
proyectado Ensanche, atraen buena parte de los capitales disponibles, mientras se convierte en el
principal sector generador de empleo.
En este período los precios del suelo se disparan: así, el precio medio del pie cuadrado (12,88
pies = 1 m2) edificado en Madrid pasa de 81,33 reales en 1860 a 172,55 reales en 1863. Ninguna
otra actividad económica reportaba beneficios como estos. A partir de 1866, el mercado
inmobiliario madrileño ofrece un claro desfase entre oferta y demanda: se ha construido
demasiado y muy caro para las escasas posibilidades de consumo de la sociedad madrileña. Por
otro lado, la especulación con terrenos en el Ensanche ha llegado al máximo, de tal forma que los
precios del suelo inician una caída lenta a partir de 1865, que se transforma en desplome en 1866
y 1867: de 144 reales por pie cuadrado en 1865, se pasa a 89 reales en 1866; en 1867 se alcanza
el mínimo, con 73,5 reales.
Este descenso de los precios, unido a los inmuebles sin vender, se traduce en la disolución o
quiebra de las compañías inmobiliarias y de las innumerables cajas de ahorros especializadas en
este tipo de negocios.»
Según A. Bahamonde y J. Toro, «Antecedentes de la revolución de 1868», en Historia de España 9, Crisis
del Antiguo Régimen. De Carlos IV a Isabel II, Historia 16, 1982, p. 126

¿Qué son los ensanches y por qué se producen? Busca información sobre el desarrollo de
ensanches en otras ciudades, y la época en que se llevaron a cabo.

¿Qué sucedió con los precios del suelo en el Madrid de la década de 1860? ¿A qué se
debió esta evolución?

¿Qué consecuencias tuvo este proceso?

Busca información sobre el marqués de Salamanca y valora brevemente su trayectoria.
Para saber más…
El taylorismo en la película Tiempos modernos, de Charles Chaplin.
9
Apartado 2. La economía de entreguerras: el crac de 1929 y la Gran Depresión.
CUESTIONES DEL APARTADO: ¿Cómo se produjo el crac de 1929? ¿Qué
políticas intentaron acabar con la Gran Depresión?
1. Responde a las preguntas planteadas en los documentos siguientes.
2. Explica los factores que permitieron a los Estados Unidos convertirse en la principal potencia
económica mundial durante la década de 1920.
3. Explica cómo y por qué se produjo el crac de 1929. Señala algunas posibles similitudes con la
crisis actual, si las hay.
4. Explica qué consecuencias tuvo el crac y cómo se contagió la crisis al resto del mundo.
5. Explica las diferentes respuestas que llevaron a cabo tanto Keynes como los distintos estados
para hacer frente a la crisis.
-----------------------------
Documento 2.1. Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
«La Primera Guerra Mundial [1914-1918] significó la pérdida definitiva de la hegemonía europea
en la economía mundial. El conflicto empobreció a los países beligerantes. Francia perdió el 30%
de su riqueza y Alemania el 22%, mientras que el potencial industrial general europeo se reducía
en un 40%, y el agrícola en un 30%. En el año 1918, la situación financiera de Europa era
gravísima. Todos los países estaban endeudados tanto en el interior (con empréstitos de guerra)
como en el exterior (a través de préstamos, sobre todo con Estados Unidos).
Fue precisamente Estados Unidos el gran beneficiario de la guerra: la economía norteamericana
se convirtió en líder de las finanzas mundiales. Su producto nacional bruto se dobló en los años de
la contienda y sus reservas pasaron de 1.800 millones de dólares a 4.500. Además, la flota de
EEUU sustituyó a la de Gran Bretaña como redistribuidora del comercio mundial, mientras que el
dólar sustituía a la libra esterlina como moneda base en las transacciones internacionales.»
«[…] los tratados de paz firmados tras el fin de las hostilidades, en especial el Tratado de
Versalles, generaron grandes desacuerdos económicos entre países, desestabilizaron el sistema
monetario internacional y redujeron la confianza de los inversores. Alemania fue considerada
responsable del conflicto y se le exigió el pago de elevadas sumas de dinero (reparaciones de
guerra), que dificultaron enormemente la recuperación de su economía. La mayor parte de estas
indemnizaciones fueron exigidas por Francia, que condicionó el pago de sus deudas de guerra a
los demás países aliados [como Gran Bretaña y EEUU] a recibir las reparaciones de Alemania.
Estados Unidos, el principal acreedor, se oponía a estas reparaciones argumentando que
Alemania no tenía capacidad económica para hacer frente al pago de unas cantidades tan
elevadas; pero, a su vez, exigía la satisfacción de las deudas interaliadas [las que habían
contraído Francia y Gran Bretaña con los EEUU]. Todo ello comportó serias divergencias entre los
antiguos aliados, que no lograron ponerse de acuerdo ni sobre cómo debían pagarse las deudas
ni cómo organizar las relaciones comerciales y monetarias entre ellos.»
«La imposibilidad del pago alemán se demostró desde el principio: de los 20.000 millones de
marcos que debía pagar Alemania en 1921, tan sólo consiguió reunir 8.000. El incumplimiento de
los pagos comportó que, en 1923, Francia ocupase el Ruhr [el principal centro de la minería del
carbón y de la siderurgia alemanas], lo que significó para Alemania la pérdida de una de sus
mayores zonas industriales, el aumento desmesurado de la inflación y la devaluación del marco.
Ante el descalabro de la economía alemana, y para garantizar el pago futuro de las
indemnizaciones, en 1924 se aprobó el Plan Dawes, que fraccionaba su importe y proponía el
fortalecimiento del marco a partir de préstamos e inversiones estadounidenses.»
J. Aróstegui et al., Historia del mundo contemporáneo. Vicens Vives, 2008, pp. 126 y 158
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Documento 2.2. Los efectos de la hiperinflación alemana
«Hasta la invasión del Ruhr, la política inflacionista había sido presidida por el miedo al
desempleo. Ahora se había producido un paro masivo, y […] la inflación seguía con más fuerza
que nunca [...] Los pequeños delitos, los delitos desesperados, proliferaban por todas partes [...]
En la mayor parte de Alemania comenzaron a desaparecer por las noches los canalones y las
cañerías de los tejados. La gasolina se sacaba con gomas de los depósitos de los automóviles. El
trueque se convirtió en la forma más corriente de comercio, y los metales y el combustible
empezaron a ser utilizados como moneda ordinaria y como medio de pago. Una entrada de cine
costaba un trozo de carbón. Con una botella de petróleo se podía comprar una camisa, y con una
camisa era posible conseguir las patatas que necesitaba una familia. En 1922 Herr von der Osten
pagaba el apartamento de una amiga suya en la capital de la provincia con media libra de
mantequilla al mes, pero en el verano de 1923 ya le costaba una libra entera. “Estábamos
volviendo a la Edad Media”, decía Erna von Pustau. [...] Algunos comerciantes a los que les
habían robado se encontraron con que los ladrones se habían llevado las carteras y los maletines
en los que guardaban su dinero y habían dejado tirado en el suelo los billetes que contenían.
A. Fergusson, Cuando muere el dinero. El derrumbamiento de la República de Weimar (1984)

A partir de los documentos anteriores y de las diapositivas 1 a 3, resume las
consecuencias económicas de la Primera Guerra Mundial. ¿Cómo favorecieron que los
EEUU se convirtieran en la primera potencia económica del mundo?
-----------------------------
Documento 2.3. La recuperación de la crisis tras la Primera Guerra Mundial
«En 1925, de una manera un poco superficial todo se puso de nuevo en orden: la producción
mundial recuperó su nivel de antes de la guerra (...). Nuevas esperanzas y soluciones técnicas
surgieron. El mundo industrial y financiero se ve entonces animado por una sed de producir y
ganar que fue cortada por la más grave de las conmociones económicas de la historia. El
cataclismo comenzó en 1929, se agravó en 1931 y sus señales se hicieron sentir mucho después
de 1933.»
Pierre León, Historia económica y social de mundo. Guerras y crisis (1914-1947).
Documento 2.4. El dominio americano
«Mientras los EE.UU. sólo eran productores de materias primas, el mundo seguía su camino
fijándose en la moda francesa para los vestidos, las joyas o los perfumes; comerciando según los
métodos ingleses; viajando a Alemania para buscar ciencia y música. Pero nosotros ahora hemos
cambiado todo eso. El jazz americano está a punto de expulsar a Wagner de Alemania, la
arquitectura americana supera a la de la Grecia clásica, el cocktail americano ha conquistado los
cafés de París y los boxeadores ingleses se naturalizan americanos.»
Boletín de la Sociedad Geográfica de los EE.UU. [recogido por D. Solar, Hª Universal del siglo XX]
«Poco a poco, el dólar se fue imponiendo como moneda de cambio, ya que era la única
convertible en oro. Paralelamente, la banca estadounidense se afirmaba como la más dinámica y
Estados Unidos se convertía en la única plaza financiera capaz de mantener un sistema de
préstamos a largo plazo. De este modo, pasó a ser el primer inversor mundial en sustitución del
Reino Unido.»
J. Aróstegui et al., Historia del mundo contemporáneo. Vicens Vives, 2008, p. 159
Documento 2.5. Los felices años veinte
«La clase alta, sin embargo, dueña del poder y de la riqueza, no se dio cuenta del peligro que
amenazaba el frágil equilibrio de su posición. Los ricos se divertían bailando el charlestón y los
nuevos ritmos el jazz, el fox-trot y unas cumbias de negros que eran una maravillosa indecencia.
Se renovaron los viajes en barco a Europa, que se habían suspendido durante los cuatro años de
11
guerra y se pusieron de moda otros a Norteamérica. Llegó la novedad del golf, que reunía a la
mejor sociedad para golpear una pelotita con un palo, tal como doscientos años antes hacían los
indios en esos mismos lugares. Las damas se ponían collares de perlas falsas hasta las rodillas y
sombreros de bacinilla hundidos hasta las cejas, se habían cortado el pelo como hombres y se
pintaban como meretrices, habían suprimido el corsé y fumaban pierna arriba. Los caballeros
andaban deslumbrados por el invento de los coches norteamericanos, que llegaban al país por la
mañana y se vendían el mismo día por la tarde, a pesar de que costaban una pequeña fortuna y
no eran más que un estrépito de humo y tuercas sueltas corriendo a velocidad suicida por unos
caminos que fueron hechos para los caballos y otras bestias naturales, pero en ningún caso para
máquinas de fantasía. En las mesas de juego se jugaban herencias y las riquezas fáciles de la
posguerra, destapaban el champán, y llegó la novedad de la cocaína para los más refinados y
viciosos.»
Isabel Allende, La Casa de los Espíritus. Ed. Plaza y Janés. Barcelona, 1992.
Documento 2.6. La bonanza económica norteamericana: la “prosperidad indefinida”
Nunca el Congreso de los Estados Unidos, al analizar el estado de la Unión, se ha encontrado con
una perspectiva más placentera que la que existe en este momento [...] La gran riqueza que han
creado nuestras empresas y nuestras industrias, y que ha ahorrado nuestra economía, ha sido
distribuida ampliamente entre nuestra población y ha salido del país en una corriente constante
para servir a la actividad benéfica y económica en todo el mundo. Las exigencias no se cifran ya
en satisfacer la necesidad sino en conseguir el lujo. El aumento de la producción ha permitido
atender una demanda creciente en .el interior y un comercio más activo en el exterior. El país
puede contemplar el presente con satisfacción y mirar hacia el futuro con optimismo.
Mensaje al Congreso del presidente Calvin Coolidge, presidente de los EEUU (4/12/1928).
«El paro, con su corolario de angustia, está en gran parte a punto de desaparecer. Una de las más
antiguas y quizá más nobles aspiraciones humanas ha sido la abolición de la pobreza. […]
En América hoy estamos más cerca del triunfo final sobre la pobreza de lo que haya estado
ningún otro país en la historia. No hemos conseguido todavía la meta, pero, si se nos da la
oportunidad de proseguir la política desarrollada durante estos últimos ocho años, pronto, con la
ayuda de Dios, estaremos en condiciones de ver el día en que la pobreza quedará desterrada de
esta nación.»
Discurso de Herbert Hoover en la campaña electoral de 1928.
«Herbert Hoover fue dirigente del partido republicano y elegido presidente de EEUU poco antes
del crac de la Bolsa de 1929. Como muchos otros norteamericanos, no supo captar la gravedad
de la depresión y se atrevió a pronosticar que «la recuperación estaba a la vuelta de la esquina»,
defendiendo que la economía se recuperaría por sus propios medios y oponiéndose a la
intervención de los poderes públicos. Criticó a los países europeos, como el Reino Unido y
Francia, por adoptar medidas de protección a los parados, y postuló que las ayudas del gobierno
sólo conseguirían desincentivar a la población, que dejaría de buscar soluciones por sí misma.
Como la crisis y el desempleo continuaron aumentando, finalmente se decidió a promover la
creación de organismos estatales para facilitar liquidez a los bancos y promover préstamos para
fundar nuevas empresas. Sin embargo, resultó too little, too late (“demasiado poco, demasiado
tarde”) y en las elecciones de 1933 fue derrotado por el demócrata Franklin D. Roosevelt, que
presentaba un amplio programa de reconstrucción del país.»
J. Aróstegui et al., Historia del mundo contemporáneo. Vicens Vives, 2008, p. 163.

A partir de los documentos 3 al 6, y de las diapositivas 4 a 9, explica qué elementos
permiten hablar de un “dominio americano” en la economía mundial; di también qué
significado tiene la expresión “felices años veinte”, y qué aspectos se relacionan con ella.
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12
Documento 2.7. La crisis agraria en los EEUU
«Demasiados granjeros americanos se han convertido en hombres de negocios. De 1850 a 1920
las circunstancias excepcionales les han falseado las condiciones económicas [...], las inmensas
necesidades de Europa durante la guerra de 1914 han proporcionado al granjero del medio Oeste
la ilusión de que le bastaba producir mucho para vender mucho y enriquecerse deprisa. De ahí la
tendencia a acrecentar el beneficio comprando máquinas agrícolas, nuevas tierras, y si no se
poseía dinero, se tomaba prestado.»
A. Maurois, Chantiers américains (1933).
«Incluso durante los años de la prosperidad, la situación de los campesinos se había convertido
en crítica; en el período 1927-1928, por ejemplo, un 45% de las transferencias de la propiedad
inmobiliaria fueron debidas a las quiebras, las ejecuciones fiscales u otras causas del mismo tipo
(...). Las fuertes bajas de los precios agrícolas no se tradujeron en un aumento correspondiente de
la demanda, y tampoco tuvieron como consecuencia una disminución de la producción como
ocurría en la industria, sino que provocaron un incremento del cultivo, esperando compensar la
pérdida sobre el precio unitario, al aumentar la cantidad de unidades producidas.»
H. Gideouse, Revista económica internacional (1934).
Documento 2.8. Los síntomas de la crisis
«– Periodista: ¿Qué le parece la situación económica y financiera de los Estados Unidos?
Algunos estiman que la fachada actual, en apariencia muy brillante, el desarrollo constante de la
producción, reflejado en casi todas las estadísticas, el ascenso continuo de las cotizaciones en
Wall Street, no podrán mantenerse mucho tiempo y que una crisis brutal estallará un día próximo.
– Paul Reynaud: No podrá tratarse de una crisis violenta […]. Sin embargo, estimo que una crisis
apunta en los Estados Unidos. Algunas fuentes de riqueza están agotadas, los agricultores se
quejan, la situación textil es difícil. Hay superproducción de automóviles y los stocks se
acrecientan por falta de mercados […]. Por otra parte, el alza continua de los títulos ha
desarrollado el gusto por la especulación […]. Algunos retrocesos, como los que se han producido
en estos últimos días en Wall Street no deberán ser desdeñados […] estos son los signos
precursores.»
Entrevista del diario Temps al diputado francés Paul Reynaud (15 de octubre de 1929)

A partir de los documentos 7 y 8, y de las diapositivas 9 y 10, explica qué elementos de
crisis aparecieron en los EEUU de los años 20, y cómo podían favorecer que se produjese
esa crisis.
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Documento 2.9. La fiebre del oro: Groucho Marx y el crac de 1929
«Entonces empecé a pasarme las mañanas instalado en el despacho de un agente de Bolsa,
contemplando un gran cuadro mural lleno de signos que no entendía. A no ser que llegara
temprano, ni siquiera me era posible entrar. Muchas de las agencias de Bolsa tenían más público
que la mayoría de los teatros de Broadway.
Parecía que casi todos mis conocidos se interesaran por el mercado de valores. La mayoría de las
conversaciones sólo hablaban de la cantidad que tal y tal valor había subido la semana pasada, o
cosas similares. El fontanero, el carnicero, el panadero, el hombre del hielo, todos anhelantes de
hacerse ricos, arrojaban sus mezquinos salarios —y en muchos casos, sus ahorros de toda la
vida— en Wall Street. Ocasionalmente, el mercado flaqueaba, pero muy pronto se liberaba la
resistencia que ofrecían los prudentes y sensatos, y proseguía su continua ascensión.»
Groucho Marx, Groucho y yo, Tusquets, Barcelona, 2005
Documento 2.10. Inversiones bursátiles
«El chófer del rico conducía con sus oídos puestos en los asientos de atrás para recoger noticias
sobre un inminente movimiento en Bethlemen Steel; él mismo poseía cincuenta acciones por las
13
que había depositado una aval que le cubría una variación de diez enteros. El hombre que
limpiaba los cristales de la ventana en la oficina del agente de cambio y bolsa hacía una pausa
para observar los valores, pues estaba considerando la oportunidad de convertir sus escasos
ahorros en unas pocas acciones de Simmons. Edwin Lefèvre (informador de la marcha de la
bolsa) refirió el caso del criado de un agente de cambio que ganó casi un cuarto de millón jugando
en el mercado; el de una veterana enfermera que cosechó treinta mil gracias a las confidencias de
agradecidos pacientes; y el de un pastor de Wyoming que vivía a treinta millas del ferrocarril más
próximo, quien compraba o vendía miles de acciones en un día.»
Harper, Only Yesterday. 1931. An Informal History of the 1920's.
Documento 2.11. El crac
«Nada hacía presumir en aquella apacible mañana otoñal del jueves 24 de octubre, que pasaría a
la historia como una de las fechas negras del siglo, el jueves negro de Wall Street.
La sesión bursátil se inició de forma sostenida, pero en seguida afluyeron grandes cantidades de
papel y se hundieron los precios. Los angustiados especuladores arrojaron sus títulos sobre las
mesas de contratación. El ticker (teletipo) se retrasó. Los agentes de bolsa exigieron garantías
para los títulos a crédito y ante la imposibilidad de obtenerlos, volcaron nuevas remesas de papel
sobre la bolsa, ocasionando nuevas bajadas. Y así ola tras ola, levantando una tempestad más
fuerte e incontrolable.
En la calle se originaron tumultos entre especuladores y curiosos que se arremolinaban en Wall
Street. La policía tomó medidas. Entre los corrillos circuló el rumor de que once especuladores
arruinados se habían suicidado. A las 12:30, para controlar el follón, se ordenó desalojar las
dependencias de la bolsa reservadas al público. Uno de los que salió a la calle fue Winston
Churchill, que pocos meses antes había abandonado el Ministerio de Hacienda británico.
Churchill se admira del “orden y la calma sorprendentes” que, dada la gravísima situación,
mantenían “los especuladores que estaban allí (...) ofreciéndose unos a otros paquetes enormes
de acciones a un tercio de sus antiguos precios y a la mitad de su valor actual y sin encontrar
durante muchos minutos a nadie lo bastante fuerte como para recoger las fortunas que se veían
obligados a ofrecer”. Churchill, que llevaba tres meses en América dando conferencias y visitando
amigos, había obtenido unas ganancias de unas 5.000 libras jugando a la bolsa. Debió perderlo
todo en el crack, pero jamás lo hizo público.»
David Solar, «El crack», Historia Universal del siglo XX, Historia 16.
«El martes 29 de octubre fue el día más devastador en la historia de la Bolsa de Nueva York y,
posiblemente, el más devastador en la historia de todos los mercados. Todo lo peor de todos los
días anteriores se dio cita en él. El volumen de contratación fue inmensamente superior al del
“Jueves Negro”; la degradación de los precios alcanzó profundidades sólo superadas el lunes. La
incertidumbre y la alarma fueron tan grandes como en cualquiera de los días citados.
Tan pronto como abrió el mercado, se empezó a vender con enloquecida urgencia. Se ofrecían
grandes masas de valores al precio que quisiesen dar; de haber continuado todo el día el ritmo de
venta de la primera hora el volumen total habría sido de 33 millones de transferencias.»
John Kenneth Galbraith, El crack del 29.
Documento 2.12. El día en que se hundió la Bolsa
«Edward Stone, importante especulador bursátil, llegó a casa a las seis de la tarde del Jueves
Negro. Con los ojos enloquecidos gritó a su hija Edith:
- No podemos conservar nada. No tengo ni un centavo. La Bolsa se ha hundido. Nos hemos
quedado sin nada. ¡Nada! ¡Voy a matarme! Es la única solución. Tendréis el seguro...
Y echó a correr en dirección a la terraza (...). Un paso le separaba de la barandilla cuando Edith
logró agarrarle un pie y retorcérselo hasta derribarlo (...). Entonces intervino la esposa, que le
abofeteó repetidas veces y, al fin, Edward Stone empezó a reaccionar (...). Todo había pasado en
menos de cinco minutos. Comenzaron a llegar los criados, a quienes hubo que decir que se había
caído.
14
Al final, ya más calmado y en su habitación junto a su mujer e hija, logró contar lo ocurrido.
Estaban en la más completa miseria. Ese día había perdido más de cinco millones de dólares.»
Gordon Thomas, El día en que se hundió la Bolsa (1984).
Documento 2.13. La participación real en la especulación bursátil
«Empero existe más peligro de exagerar el interés popular por el mercado que de infravalorarlo. El
tópico de que en 1929 todo el mundo “jugaba en la bolsa” no es ni mucho menos literalmente
verdad. Entonces, como ahora, el mercado de valores era para la gran mayoría de obreros,
agricultores y empleados -es decir, la gran mayoría de los norteamericanos-, algo remoto y
vagamente siniestro. Entonces, como ahora, pocos sabían cómo había que arreglárselas para
comprar títulos; la compra de valores a plazo y con fianza era en todo caso un hecho tan alejado
de la vida real de la masa de población como el Casino de Montecarlo. (...) De modo que sólo un
millón y medio de personas -de una población de unos 120 millones de personas y de 29 a 30
millones de familias- participaron activamente de alguna manera en el mercado de valores.»
John Kenneth Galbraith, El crack del 29.

Redacta un resumen explicando cómo se produjo el crac de 1929. Utiliza los documentos 9
al 13, las diapositivas 11 y 12 y algunos de los enlaces que tienes a continuación.

Completa el mapa conceptual que tienes en la diapositiva 13 sobre las causas del crac.
-
Un breve apunte sobre el crac de 1929, en un especial de El Mundo, para empezar.
-
Un relato del “jueves negro” escrito en su quincuagésimo aniversario (El País, 24 de
octubre de 1979).
-
¿Qué pasó el 24 de octubre de 1929? Un relato sobre el crac, 82 años después.
-
Crac en 1929, el mayor desastre económico de la historia.
-
El crac de 1929 y sus similitudes con la crisis actual.
-
También puedes ver algunos de los vídeos que tienes enlazados al final de este apartado.
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Documento 2.14. La miseria en los EEUU
«Noté que todo había cambiado cuando una tarde volví del colegio y mi madre nos mandó a la
cola de la sopa gratuita. Si llegabas antes que nadie, no te daban más que el agua grasienta de
arriba. Así que le pedíamos al que la servía en los cuencos –tenías que llevar tu propio cuenco
para recibirla- que la removiera e introdujera el cucharón hasta el fondo para conseguir un poco de
carne y patatas, pero como no lo hacía, preferíamos no ser de los primeros. [...] Recuerdo que en
una ocasión lo único que había en casa para comer era mostaza. Mi hermana y yo nos pusimos
tanta en las galletas que nos sentó mal. Todavía no la puedo probar.»
Peggy Terry, residente en Oklahoma City entre 1929 y 1936. En Terkei, S., Hard Times. An Oral History of
the Great Depression (1970)
«El verano de 1932 fue probablemente el punto más bajo de la depresión. Todo era muy sencillo:
nadie tenía dinero. El que sería el último gobierno republicano en el curso de dos décadas estaba
a punto de recibir el finiquito, sin ideas, y para nosotros como si dijéramos en el cubo de la basura,
falto incluso de la retórica de la esperanza. Los recuerdos que tengo de aquel año (...) Me
configuraban una ciudad fantasma que poco a poco se iba cubriendo de polvo, manzana tras
manzana, cada vez con más rótulos de SE TRASPASA en sucios escaparates de tiendas y
talleres abiertos muchos años antes y en la actualidad cerrados. Fue también el año de las colas
en las panaderías, de hombres sanos y robustos que formaban en batallones de seis y ocho en
fondo a lo largo del muro de algún almacén, en espera de que este o aquel organismo municipal
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improvisado, o el Ejército de Salvación o cualquier iglesia, les diese un tazón de caldo o un
panecillo.»
A. Miller, Vueltas al tiempo.
«Por lo tanto, la nación entró vacilante al segundo invierno de la depresión y el desempleo
comenzó a volverse una forma de vida (...) Pero el frío era terrible en las viviendas sin calefacción,
en las posadas que olían a sudor y desinfectantes, en los parques, en los furgones vacíos y a lo
largo de los muelles. Sin dinero para el alquiler, los hombres sin trabajo y todas sus familias
comenzaron a levantar barracas donde encontraban tierra desocupada. A lo largo de los
terraplenes de los ferrocarriles, al lado de los incineradores de desperdicios, en los basureros de
las ciudades, aparecieron poblados de cartón embreado y hojalata, cajas viejas de empaque y
carrocerías de automóvil inservibles. Algunas barracas eran ordenadas y limpias: por lo menos la
limpieza era gratuita; pero otras eran de una sordidez que desafiaba toda descripción, con los
olores de la pobreza y de la rendición. Símbolos de la Nueva Era, esas comunidades recibieron
muy pronto un nombre sardónico: se las llamó Villas Hoover, y de hecho en muchos casos solo
los afortunados podían encontrar refugio en ellas. Los infortunados pasaban las noches
amontonados ante las puertas, en cajas de empaque vacías o en furgones. En las filas de pan y
en las cocinas populares, muchas horas de espera traían una escudilla de papilla a menudo sin
leche o sin azúcar y una taza de hojalata con café. (...) Ese segundo invierno vio a los habitantes
de Chicago que escarbaban con palos y con las manos los montones de basura cuando se
alejaban los camiones del servicio de limpieza.»
Arthur M. Schlesinger, Jr., La crisis del orden antiguo, 1919-1933.
Documento 2.15. La emigración de los granjeros arruinados en EEUU
«Y entonces los desposeídos fueron empujados hacia el oeste (...). Carretadas, caravanas, sin
hogar y hambrientos, veinte mil, cincuenta mil y doscientos mil (...). Corriendo a encontrar algún
trabajo para hacer –levantar, empujar, tirar, recoger, cortar– cualquier cosa, cualquier carga con
tal de comer. Los críos tienen hambre. No tenemos dónde vivir. Como hormigas corriendo en
busca de trabajo y, sobre todo, de tierra (...).
Los hombres, que han creado nuevas frutas en el mundo, son incapaces de crear un sistema
gracias al cual se pueda comer. Y este fracaso cae sobre el Estado como una gran catástrofe (...).
Y en los ojos de la gente hay una expresión de fracaso, y en los ojos de los hambrientos hay una
ira que va creciendo. En sus almas las uvas de la ira van desarrollándose y creciendo y algún día
llegará la vendimia.»
«El trabajo del hombre y de la naturaleza, el producto de las cepas y de los árboles, debe ser
destruido para que se mantenga el curso de los precios, lo que significa una abominación que
sobrepasa cualquier otra. Hay cargamentos de naranjas arrojadas por todas partes, la gente viene
desde lejos para cogerlos, pero no lo consiguen (...), porque se envía a hombres encargados de
rociar con petróleo los montones de naranjas (...). Y los niños atacados por la pelagra mueren
porque cada naranja debe rendir un beneficio. Y como causa del fallecimiento se describe en el
registro: muerte por subnutrición. Y todo esto porque los alimentos se pudren, porque se les
fuerza a que se pudran. En el alma de la gente engordan y maduran las uvas de la ira anunciando
próximas vendimias.»
John Steinbeck, Las uvas de la ira (1939).

Utiliza los documentos 14 y 15, y las diapositivas 14 a 18 bis, para resumir las
consecuencias (la Gran Depresión) que tuvo el crac de 1929. Pincha en los enlaces
siguientes para leer una explicación general sobre las consecuencias sociales y políticas.

Completa el esquema de la diapositiva 19.
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16
Documento 2.16. La extensión de la crisis
«La crisis iniciada con el hundimiento de la Bolsa neoyorquina se extendió con rapidez por el resto
del mundo. La exportación del desastre se originó cuando los bancos americanos, necesitados de
liquidez, cancelaron sus aportaciones crediticias en el exterior, repatriando sus capitales y
provocando la quiebra en cadena de los bancos europeos.
Europa (especialmente Alemania y Austria), con una economía estrechamente vinculada a los
préstamos norteamericanos (unos 14.000 millones de dólares), dejó de adquirir productos
americanos, retrayendo la demanda de alimentos y materias primas a terceros países. El
comercio mundial se redujo entre 1929 y 1932 en dos tercios respecto al período precedente.
Los gobiernos, en un intento por salvaguardar sus respectivas economías, recurrieron al
proteccionismo y cargaron de aranceles las importaciones. Las relaciones comerciales se
contrajeron y se limitaron a acuerdos bilaterales interestatales.
Una excepción a la crisis fue la URSS. La revolución socialista de 1917 había triunfado,
destruyendo el sistema capitalista.»

A partir del documento anterior, y con las diapositivas 20 a 23, explica cómo se produjo la
expansión de la crisis por el mundo.
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Documento 2.17. La propuesta de Keynes
«El ensanchamiento de las funciones del Estado, necesario para la adaptación recíproca de la
propensión a consumir y de la incitación a invertir, parecería (a algunos) una horrible infracción de
los principios individualistas. Este ensanchamiento nos parece lo contrario y el único medio para
evitar la destrucción completa de las instituciones económicas actuales, y la condición para un
feliz ejercicio de la iniciativa individual.»
J. M. Keynes, Teoría general sobre el empleo, el interés y la moneda (1936).

Explica la propuesta keynesiana para superar la crisis, a partir del documento anterior y las
diapositivas 24 y 25.
-----------------------------
Documento 2.18. Los objetivos del New Deal
«Este es inexorablemente el momento de decir la verdad, toda la verdad, con franqueza y
atrevimiento. Debemos actuar rápidamente; utilizaré el Congreso como el último recurso para
combatir la crisis, con un poder ejecutivo amplio para librar una batalla contra el estado de
emergencia, con un poder tan grande como el que me sería conferido si de hecho fuésemos
invadidos por un país extranjero.»
F. D. Roosevelt. Discurso de toma de posesión de la presidencia. 1933.
«Nuestra tarea prioritaria es volver a dar trabajo al pueblo. Esto no es un problema insoluble si lo
afrontamos con prudencia. Puede realizarse, en parte, mediante una contratación directa por el
gobierno, como en caso de guerra, pero al mismo tiempo llevando a cabo a través de esa
contratación los trabajos más necesarios para estimular y reorganizar el uso de nuestros recursos
naturales. […] Nosotros podemos facilitar la realización de este objetivo aumentando el precio de
los productos agrícolas y, con ello, la capacidad adquisitiva de los agricultores, que absorberán la
producción de nuestras ciudades. Podemos facilitarlo insistiendo para que el Gobierno Federal, el
de los Estados y los gobiernos locales, se pongan a trabajar inmediatamente para reducir de una
forma draconiana sus costes de funcionamiento. Podemos facilitarlo unificando las ayudas a las
víctimas de la crisis. […] Es necesario esforzarse en ello poniendo término a la tragedia de la
creciente desaparición por quiebra de nuestras pequeñas empresas y de nuestras granjas.
Podemos facilitarlo planificando y supervisando a nivel nacional todas las formas de transporte, de
comunicaciones y de otras actividades que presenten claramente un carácter de servicio público
[…].
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Finalmente, en nuestro camino hacia la plena ocupación, necesitaremos llevar a cabo tres
medidas destinadas a prevenir un retorno a los malos tiempos pasados: tendrá que haber una
estricta vigilancia de todas las actividades bancarias, financieras y de inversiones; habrá que
limitar las actividades de los que especulan con el dinero de los demás; habrá que asegurarse de
que nuestra divisa sea a un tiempo adecuada y saneada. […] Nuestras relaciones comerciales
internacionales, aunque tienen mucha importancia, son, hoy, secundarias respecto a la necesidad
de establecer una política nacional saneada […].»
F. D. Roosevelt. Discurso de toma de posesión de la presidencia. 1933.
Documento 2.19. La sensibilidad social del New Deal
«Se habla mucho de lo que este Renacimiento aporta al asalariado, de cómo su capacidad
adquisitiva mejora. Pero el Ministerio de Trabajo, ha trabajado siempre con hombres de carne y
hueso. El Ministerio de Trabajo es el gran Departamento del Gobierno en el que todas las
actividades concurren al bienestar humano. Bajo la presión de la opinión y de los sentimientos del
pueblo americano, hemos llegado a un punto de vista tal, que nos induce a exigir que la vida
industrial tenga en cuenta tanto las relaciones humanas como el hecho de las fórmulas
económicas complicadas.
El carbón para el invierno, la fontanería, el interés sobre las hipotecas, la leche del bebé, el
matrimonio, las aspiraciones culturales, incluso la soda y los paseos sobre el poni en el parque,
deben ir por delante de las teorías abstractas generales.
Estamos particularmente preocupados por las condiciones de vida de los hombres y de las
mujeres. En hacer de los miembros una parte completa del mundo civilizado, humanizar las leyes
que les conciernen, éste el objetivo esencial que debe perseguir el Ministerio de Trabajo.
El Ministerio de Trabajo, que esta nación ha establecido para promover el bienestar humano, tiene
la misión consciente y deliberada de consagrarse a las necesidades humanas, de comprender si
puede escuchar con el oído atento lo que el pueblo necesita y lo que espera. El trabajo del ser
humano no es un artículo de consumo, ni un artículo de comercio, y el mundo no es solamente
capacidad adquisitiva, eficacia e investigación (...).»
Frances Perkins*, People at work (1934).
* France Perkins fue secretaria de Trabajo del presidente F.D. Roosevelt.

Resume los objetivos y medidas del New Deal, a partir de los documentos 18 y 19 y las
diapositivas 26 a 27c.
-----------------------------
Documento 2.20. La política económica nazi
«Hitler y los dirigentes nazis hacen alarde de haber librado al pueblo alemán de la miseria al
reconstruir su economía y al crear trabajo para todos. Cuando Hitler asumió el poder, Alemania
tenía entre seis y siete millones de desocupados. Había una crisis económica terrible […]. Pero la
llamada restauración económica del régimen nazi es una simple pantalla. En verdad Hitler no ha
creado riqueza. Ha dejado exhaustos todos los recursos de Alemania. Se han malgastado los
impuestos y el pueblo ha perdido sus ahorros. Hoy está desmoronándose toda la estructura
económica del régimen bajo la tensión de la guerra. En realidad, Hitler acudió a la guerra porque,
a despecho de su poca sagacidad, comprendió que antes de que transcurriera mucho tiempo sus
métodos económicos provocarían inflación y la ruina total del país.»
F. Thyssen [principal empresario del sector del acero en Alemania]. La Nación, 8 de diciembre de 1941.
Documento 2.21. Los países escandinavos
«La recuperación de la economía en Suecia y Dinamarca fue más rápida que en la mayoría de los
países, al poner en práctica medidas de fomento de la demanda mucho más intensas. El elemento
clave fue otorgar al presupuesto del Estado un papel activo en la lucha contra la recesión
económica, convirtiéndolo en un instrumento anticrisis. Así, cuando los empresarios invertían
18
menos, provocando el aumento del paro, el Estado aumentaba su inversión para compensar el
efecto negativo de la menor inversión privada.
En la puesta en práctica de estos programas fue decisiva la fuerza de los partidos
socialdemócratas, que, desde principios de siglo, venían propugnando medidas para mejorar la
situación de los trabajadores. En la década de 1930, estos partidos influyeron en la aprobación de
planes de ayuda a los parados, dentro de un amplio programa de fomento de la igualdad. De este
modo, se inició en estos países la construcción del Estado del bienestar (pensiones,
prestaciones de desempleo, seguridad social), que, después de 1945, se difundiría y consolidaría
en el conjunto de la Europa desarrollada.»
J. Aróstegui et al., Historia del mundo contemporáneo. Vicens Vives, 2008, p. 170.

Señala algunos aspectos de las medidas que tomaron otros países, utilizando los
documentos 20 y 21 y las diapositivas 28 a 32. Puedes consultar este enlace para
encontrar más información. En este vídeo encontrarás más detalles sobre la política
económica nazi.
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Para saber más…

Serie de vídeos cortos sobre todas las etapas del crac de 1929 y la Gran Depresión: 1, 2,
3, 4, 5, 6, 7, 8.

Otros documentales sobre el crac de 1929 y la Gran Depresión.

La economía de entreguerras en Claseshistoria.com