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Plaza de Tian'anmen de 1989
El Yo, los afectos y el cerebro
Objetivos
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capacidad sintética del Yo. Lo egodistónico, lo egosintónico
control de impulsos y de afectos
dinámica de las fijaciones libidinales
encuentro con el vacío, reacción y dinámica de la defensa
afectos y emociones: valor, estímulo para la elaboración, potencialidad
traumática
un caso especial: la alexitimia
desde la neurobiología: cerebro y emociones
la ilusión: piso y techo del Yo
dolor, su influencia en lo anímico, endorfinas
dolor, angustia y sexualidad. Erotización de la angustia
dolor y afectos en la relación entre médico y paciente
un afecto especial: la angustia. Potencial psicoterapéutico del médico
Función sintética del Yo
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en base a la capacidad de elaboración, que es un trabajo del pensamiento.
Capacidad de autoobservación, de contrastación entre la realidad interna y la
realidad externa
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lo egodistónico y lo egosintónico. Control de impulsos y de afectos
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elaboración de duelos, atesoramiento de las identificaciones
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ejemplo: dinámica de las fijaciones libidinales. Egodistonía de los síntomas
neuróticos
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el Yo intenta lograr mayor coherencia interna: equivale a mayor control sobre sí
mismo y sobre la realidad externa
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el encuentro con el vacío: en la realidad, por espacios vacantes, vacío psíquico
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base afectiva del Yo: predominio de confianza, falta de la misma, desconfianza
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capacidad de tolerancia del Yo: al dolor, a la incertidumbre, a la frustración
El Yo y los afectos I
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afectos y emociones (más ligadas al cuerpo). Sentimientos: más lejos del cuerpo,
más ligados al psiquismo, hasta lo simbólico.
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se originan en estructuras cerebrales, casi siempre están unidos a un sentido
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tienen valor de vivencia verdadera, genuina, aún en casos en que no se ligan a
palabras, son trozos de vida mental, de la materia prima de la que estamos hechos
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doble valor como estímulos: a) para el desarrollo psíquico, al estimular la cadena
de pensamiento y hacer avanzar la elaboración psíquica (aunque también pueden
impedirla)
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b) estimulan al otro (a quien se comunica) con un valor de comunicación
inmediato. “Hacer sentir algo al otro”: potencialidad comunicativa, o de
manipulación. Estimulan al vínculo, aunque pueden ser hostiles y destructivos
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por su origen psíquico y su desarrollo, son testimonios de un doble vínculo: uno
actual y uno inconciente, ligados entre sí
El Yo y los afectos II
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por su intensidad tienen potencialidad traumática: pueden impedir el pensar.
Pueden tender a una descarga hostil y/o violenta, o somática
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hostilidad: necesaria para la vida. Beneficiosa cuando se liga con un sentido de
autodefensa, de autoprotección (y/o de objetos valorados), con una necesidad del
crecimiento, es indispensable para la separación
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el odio se liga a la destructividad, es parte de la vida mental. Si es muy intenso,
puede obstaculizar o impedir la elaboración y el crecimiento psíquico
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riesgo de sobrecarga para el aparato: cuando los afectos no se ligan a las
palabras que los explican, por efecto de la represión o del vacío psíquico
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alexitimia: faltan nexos con palabras y significados. O no se experimentan
afectos, o sí, pero no se les puede poner nombre, o se percibe que sucede “algo”
pero no se entiende que se siente algo. Característica de enfermedades
autoinmunes
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un caso especial: la música, sentimientos y emociones que no necesitan palabras
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las culturas: valoran la expresión de los afectos o bien la reprimen
El Yo y los afectos III
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persistencia de lo temprano: el Yo frente a lo desconocido, el problema de la
confianza, lo paranoide
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ilusión: en el piso del Yo, por encima de la depresión. En el techo del Yo: haciendo
de tope al delirio
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Antonio Damasio, un neurobiólogo portugués que trabaja en USA, habla de niveles
sucesivos de complejidad cerebral y psíquica, que llevan hasta los sentimientos
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en la base de las emociones hay respuestas inmunes, reflejos básicos, regulación
metabólica, todo ello, regulado y ensamblado con representaciones
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Freud propuso pensar un Yo que “hunde sus raíces en el Ello”, y a la vez, en el
propio cuerpo
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representaciones que son parte de la trama del Yo: una parte concientes, una
parte inconcientes
El Yo y los afectos, el dolor
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importancia en la práctica médica: la observación de los afectos y sentimientos
que expresa un paciente ofrece mucha información sobre él y sobre el vínculo con
el médico
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complejas reacciones al dolor: implican las áreas del córtex responsables de la
memoria y de los elementos conscientes o inconscientes de la personalidad
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córtex parietal: localiza el dolor y a la vez percibe su intensidad, pero el dolor
psicógeno tiene un origen distinto y circula por otras vías del SNC
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umbral para percibir dolor: casi el mismo para la mayoría de las personas, puede
aumentarse a través de estados emocionales positivos
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lo aumentan la relajación, fisioterapia o actividad física, meditación, imaginación
guiada, sugestión, hipnosis, placebos y analgésicos
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casi un tercio de las personas con dolores de origen orgánico, reaccionan
positivamente al placebo, al menos transitoriamente
Estado anímico, dolor y cerebro: influencias
recíprocas
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las células del sistema inmunitario tienen receptores que responden a las
endorfinas, así como a las hormonas producidas por el estrés y otras
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estado de ánimo e inmunidad: además de influir favorablemente sobre la salud en
general, se demostró que la alegría incide en la prolongación de la vida
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se observó inclusive en pacientes terminales con neoplasias y enfermedades
cerebro-vasculares.
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en cambio los cuadros de dolor (físico y/o anímico) llevan a empeoramientos de
las enfermedades en general
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vías profundas y superficiales: el contacto con la piel reduce el dolor profundo
porque bloquea una señal de feed back, que normalmente intensifica la percepción
del dolor
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todo lo anterior ejemplifica la influencia del contenido de los vínculos en la salud
no solo psíquica, sino también orgánica
Dolor, angustia y sexualidad
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el dolor es disminuido o aún anulado por la excitación sexual, la excitación
violenta. El placer sádico
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angustia y dolor pueden erotizarse. Este último, asociado a rasgos sádicomasoquistas, es un requisito indispensable para acceder a las relaciones sexuales
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a menudo, las manifestaciones de dolor son mensajes que intentan comunicar algo
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a menudo, la necesidad de atraer la atención sobre sí, pero también de expresar
un conflicto que se padece, que no puede expresarse en palabras
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en algunos casos, puede tener el significado inconciente de un ataque hostil, en
que el campo de batalla es el propio Yo, o el propio cuerpo
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un diagnóstico acertado del origen de un dolor (lesión orgánica o conflicto
psíquico), y del “mensaje” que expresa, es parte de la tarea médica diaria