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¿QUÉ NOS IMPIDE ORAR? Escrito por Lilo de Sierra Basado en el libro El llamado de la mujer a la oración de Elizabeth George Para llegar a ser un guerrero de oración, debes entrenarte, ser disciplinado y practicar, es decir, ¡Hacerlo!. Debes estar atento a los obstáculos, para defender tu deseo y decisión de lograrlo… 1. LA MUNDANALIDAD “Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo” (Juan 11:16 NVI) Ves a Dios como tu última opción. Tus pensamientos, preocupaciones y deseos no los pones bajo su consideración porque crees más en los hombres que en el único que puede cambiar tus circunstancias. 2. OCUPACIONES “Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración...” (Hechos 1:14 NVI ) No tienes tiempo para estar a solas con Dios. Él está en el último lugar de tu agenda diaria. 3. INSENSATEZ “La necedad del hombre le hace perder el rumbo…” (Proverbios 19:3 NVI ) Gastas tiempo y energía, en cosas que no aportan NADA a tu crecimiento espiritual. 4. DISTANCIA “Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado…” (Romanos 8:39 TLA) La negación, el rencor, la amargura, la pereza, dejadez, el pecado y el orgullo, te impiden hablar con Dios. 5. IGNORANCIA “Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán “ (Marcos 11: 24 NVI) No pedimos, ni oramos, por eso no recibimos; y si pedimos lo hacemos sin fe. ¿QUÉ TENGO QUE HACER PARA VENCER ESTOS OBSTÁCULOS? 1. Evalúa tu corazón: Identifica tres cosas que puedes hacer para volver tu corazón a Dios. Revisa tu entorno y determina lo que influye de manera negativa. 2. Evalúa tu estilo de vida: Piensa en tu rutina diaria, lista tus actividades y reevalúalas, incluyendo un tiempo para orar. 3. Evalúa tus prioridades: Pídele a Dios que te muestre las cosas menores que son secundarias. Toma la decisión de eliminar lo poco aconsejable o práctico. 4. Revisa tu relación con Dios: Identifica la excusa número uno que te impide orar (negligencia, pereza, pecado, amargura, etc). Detente ahora, inclina tu cabeza y admite tu error al no orar. 5. Escribe versículos para memorizar: Comienza con Jeremías 33:3, Santiago 4:3 y Mateo 7:7-8. Escríbelos en tarjetas y luego unas diez veces en una hoja de papel. 6. Examínate en busca de pecado: Ora e invita a Dios para que examine cada rincón de tu vida, repite el Salmo 26:2 y el Salmo 139:23 – 24. “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7 NVI ) Continúa…