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La misericordia es la característica de Dios, la forma como viene a nuestro encuentro. «Sed misericordiosos, como el Padre vuestro es misericordioso»” (Lc 6,36)”. La palabra La palabra misericordia proviene del latín misericordia, que a su vez se deriva de dos términos, • misereor, apiadarse, y • cor, corazón, y sugiere la idea de un corazón que se apiada ante el sufrimiento. La Real Academia Española la define como « Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miseria ajena ». MISERICORDIA: - Miseria. - Corazón. Es decir: “el corazón vuelto al que sufre miseria”. Se trata de una virtud natural que inclina a la persona a la compasión con el que sufre. Implica un elemento afectivo = compadecerse = padecer con, sintonizar con la situación del otro como si fuera propia. Y también otro efectivo = hacer lo que pueda para remediar esa situación. Valoración La misericordia es propia de todo ser humano y se valora positivamente, de forma que a nivel popular se ve mal a la persona que no tiene misericordia. ¿Qué es la Misericordia? Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra Es fuente de alegría, serenidad y paz. Es condición para nuestra salvación Es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro Es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida Es la vía que une Dios y el hombre, ya que abre el corazón a la esperanza de ser amados a pesar del límite de nuestro pecado Es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura…; nada en su anuncio y en su testimonio…puede carecer de misericordia Tal vez por mucho tiempo nos hemos olvidado de indicar y de andar por la vía de la misericordia... La tentación de pretender siempre y solamente justicia ha hecho olvidar que ella es el primer paso… Donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre Dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia Muchas veces parece difícil perdonar, pero el perdón es la herramienta en manos humanas frágiles para alcanzar la serenidad del corazón y vivir felices La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura… nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo. El regreso del hijo pródigo: ...con los ojos de Rembrandt y Murillo Ponernos a la escucha de la Palabra de Dios. De este modo es posible contemplar la misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida y guía mis pensamientos y Recuperar el valor del silencio para deseos, meditar la Palabra. De este modo es posible contemplar la misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida. La primera vez que en la Biblia aparece la palabra es para decir que perdona al pueblo desleal que no lo merece. Dios había sacado a los israelitas de la esclavitud de Egipto Dios da a conocer a Moisés en el monte Sinaí los mandamientos y hace una Alianza con su pueblo: Dios será su único Dios e Israel el pueblo de Dios. Pero los israelitas rompen la Alianza y Dios decide abandonar al pueblo. Moisés intercede y pide perdón. Dios perdona y renueva la alianza con quien no lo merece: «Porque has obtenido piedad» (Éx 33,17) « Yo me compadezco de quien quiero y tengo misericordia de quien quiero”» (Éx 33,19) DIOS ES MISERICORDIOSO «“Yahvé, Yahvé, el Dios tierno y piadoso, lento a la ira y rico en misericordia y fidelidad, que mantiene la misericordia hasta la milésima generación, que perdona la culpa, el delito y el pecado, pero no los deja impunes y castiga la culpa de los padres en los hijos y nietos, hasta la tercera y cuarta generación”» (Éx 34,6-7). Dios perdona y renueva la alianza con quien no lo merece: «Porque has obtenido piedad» (Éx 33,17) « Yo me compadezco de quien quiero y tengo misericordia de quien quiero”» (Éx 33,19) “El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad, el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas” (Salmo 145, 8-9). La misericordia divina es un amor fuerte y entrañable Amor fuerte: lo propio del amor es darse. El amor de Dios es un darse libre, consciente e imparable, pues no hay fuerza que lo pueda detener, ni siquiera la falta de respuesta. Amor entrañable: ama como la madre que siente como propio los problemas del hijo de sus entrañas, al que comprende en su situación. Por eso el amor de Dios tiene las características del amor del padre y la madre. DIOS ES Padre, más aún, es Madre (Juan Pablo I) El hijo Pródigo vuelve a casa y es recibido por Dios Padre – Madre (Vidriera del Santuario de San Gabriel- Italia) En las manos de DIOS Padre - Madre «Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre» (Papa Francisco, Misericordiae Vultus 1). JESÚS ha venido a transparentar al Padre Dios: “Quien me ve a mí, ve al Padre” (Jn 14, 9). Es el verdadero rostro misericordioso del Padre. o Siempre vivió movido por la misericordia: Con sus gestos. Con sus palabras. Es amigo de publicanos y pecadores (Mc 2,13-17; Lc 5,31; 7,34; 15,1-2) Busca a los pecadores, como a Zaqueo (Lc 19,1-10) “Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5,7) “Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso” (Lc 6, 36). Actúa siempre con entrañas de misericordia. Varias veces dicen los evangelios que obra enternecido - ante un leproso (Mc 1,41), -ante la viuda de Naín que ha perdido a su hijo único (Lc 7,13), - ante numerosos enfermos (Mt 14,14), - ante el pueblo que siente hambre (Mt 15,32), - y que está como ovejas sin pastor (Mc 6,34), - por los ciegos que suplican piedad (Mt 20,34), - por Lázaro, por quien también llora (Jn 11,35.38). Misericordia es un amor que sintoniza con la persona y hace todo lo que puede por ayudarla y agradarla. Dos elementos: + afectivo, que intenta comprender al otro en su situación + efectivo, que hace lo que está de su parte para ayudar. Jesús en su vida realiza los dos elementos. «Amar quiere decir: Amigo o desconocido, estés donde estés, seas quien seas, cuando tú sufres, sufro también yo, y todas mis fuerzas se elevan, para que unidas a las tuyas, protegernos juntos del mal tuyo que ha llegado a ser también mi mal. Entonces mi alegría estará contigo, y tú alegría conmigo, y nuestras alegrías juntas al servicio de la vida de todos.» (Abbè Pierre, fundador de los traperos de Emaús) ¿Con quién tenemos que ser misericordiosos? Con todos los necesitados: amigos, enemigos, conocidos, desconocidos. Con todos los prójimos. El doctor de la Ley preguntó ¿Quién es mi prójimo o cercano? La pregunta implica que yo soy el centro y desde este centro miro a los demás. Jesús pregunta: : ¿Quién de los tres se hizo cercano? El discípulo de Jesús tiene que hacerse cercano, salir al encuentro de todo necesitado, Conocido o desconocido, amigo o enemigo, a tiempo y a destiempo. Ser instrumentos de perdón porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que Dios también dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad. Que vuestro amor no sea fingido… compartid las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis. Alegraos con los que están alegres; llorad con los que lloran. Tened la misma consideración y trato unos con otros, sin pretensiones de grandeza, sino poniéndoos al nivel de la gente humilde.... A nadie devolváis mal por mal. Procurad lo bueno ante toda la gente; en la medida de lo posible y en lo que dependa de vosotros, manteneos en paz con todo el mundo (Rom 12,9-18). Papa Francisco: con María, hagamos resonar en el mundo, el anuncio de la Resurrección de Cristo, Misericordia y esperanza. Misericordia revelada en la cruz y en la resurrección. La misericordia de Jesús no es un signo de debilidad, sino más bien la cualidad de la omnipotencia de Dios. La misericordia se muestra como fuerza que todo lo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón. Celebrar la Pascua de Resurrección es tomar conciencia de que la misericordia, el amor y el perdón triunfaron sobre la violencia, el egoísmo y la muerte. Celebrar la Pascua es creer que la misericordia, el perdón, la ternura y el servicio en bien de los más necesitados es el único camino a la vida abundante de Dios. Misericordia es un amor que sintoniza con el necesitado y hace todo lo que puede para ayudarle “El mensaje de Jesús es éste: la misericordia. Para mí, lo digo con humildad, es el mensaje más fuerte del Señor: la misericordia” (Papa Francisco, homilía del 13 de marzo de 2015). Misioneros de la Misericordia Todo misionero es enviado, va con un encargo, lleva un mensaje que es de otro. Los misioneros y misioneras son instrumentos y canales de la misericordia de Dios. A través de ellos el Señor hace llegar su amor a los más pequeños y necesitados. Cada gesto de misericordia es una “caricia de Dios». Los misioneros son radicalmente misericordiosos. Ser Misionero de la MISERICORDIA es crear puentes. Puentes que ayudan a superar fronteras. Misioneros de la Misericordia Dice el Papa: “Durante la Cuaresma de este Año, tengo la intención de enviar Misioneros de la Misericordia: sacerdotes con autoridad de perdonar pecados reservados a la Sede Apostólica” "MISIONEROS DE LA MISERICORDIA" “MISIONEROS... Son aquellos que en la Iglesia “en salida” saben adelantarse sin miedo y salir al encuentro de todos para mostrarles al Dios cercano, providente y santo. Con su vida de entrega al Señor, sirviendo a los hombres y anunciándoles la alegría del perdón, revelan el misterio del amor divino en plenitud. Por medio de ellos, la misericordia de Dios alcanza la mente y el corazón de cada persona. DE LA MISERICORDIA”: La misericordia es la identidad de Dios, que se vuelca para ofrecernos la salvación. Es también la identidad de la Iglesia, hogar donde cada persona puede sentirse acogida, amada y alentada a vivir la vida buena del Evangelio. Y es, por ello, la identidad del misionero, que acompaña con amor y paciencia el crecimiento integral de las personas, compartiendo su día a día. Mirar con los ojos del Padre a los demás, empezando por las personas que tenemos en nuestras agendas o nuestros contactos del teléfono móvil, siguiendo por las imágenes de dolor que aparecen estos días en la televisión y en los periódicos, para acabar poniendo los ojos en el Crucificado. Mirar con la ternura del Padre no sólo a los hijos, sino también al cónyuge, al resto de la familia, a los amigos y conocidos. ¿Cuáles son sus problemas? ¿Cómo podemos aliviarles o acompañarles? Mirar a los refugiados, como si fueran nuestros hijos, muchos de ellos niños, que se juegan la vida por huir de la guerra, a los que llegan y les vuelven a mandar para atrás y a los que mueren en el intento… Mirando al Crucificado, siguiéndolo, sabiendo que si Él está con nosotros y nosotros con Él, todo es posible. Y festejaremos el regreso del hijo perdido, la compasión del samaritano, la ternura derramada por tantos, hombres y mujeres, que llevan el amor del Padre a todos los corazones. • Cada pequeño gesto por los demás, • cada sonrisa arrancada, • cada lágrima enjuagada, • cada persona bajada de su cruz, son motivos de alegría y de fiesta en la casa del Padre. San Ireneo, en una frase esplendorosa, decía: “La gloria de Dios es el hombre viviente, y la vida del hombre es la visión de Dios”. Desgraciadamente hay vidas del hombre que no se pueden llamar “vida”. La MISERICORDIA nos empuja a buscar más vida en nuestra vida y poder aumentar la “vida” en la vida de los demás. En este año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales Frente a la indiferencia Frente a la indiferencia Es posible una cultura de la solidaridad Es posible una cultura de la solidaridad Es posible una cultura de la solidaridad 12 CLAVES PARA VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA 1. El Llamado a la Iglesia de contemplar el misterio de la misericordia: 2. Reconocer a Dios como un Padre que jamás se da por vencido 12 CLAVES PARA VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA 3. La Apertura de la Puerta Santa como símbolo de un nuevo compromiso 4. Que la Iglesia y las parroquias sean oasis de misericordia. 5. Ser misioneros de la misericordia 6. Impulsar las peregrinaciones como estímulo para la conversión. 12 CLAVES PARA VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA 7. Redescubrir las obras de misericordia corporales y espirituales 8. Vivir la cuaresma con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios 9. Fomentar la iniciativa de las “24 horas para el Señor” para que más personas se acerquen al sacramento de la Reconciliación. 12 CLAVES PARA VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA 10. Promover la indulgencia por la que Dios hace evidente este amor que es capaz de destruir el pecado de los hombres. 11. Tiempo oportuno para cambiar de vida 12. Que nuestro pensamiento se dirija a María madre de la misericordia Conclusión ¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza... ¡Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio! ¡En el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina! Música: Coro de esclavos de Nabucco, de G. Verdi En medio de tanta indiferencia y decadencia, que resuene el espíritu de libertad y esperanza de este coro de esclavos de Nabucco, (Verdi)= Como esclavos pedimos la liberación y la http://www.granosdemaiz.com/ misericordia.