Download Diapositiva 1 - Esclavas del Divino Corazón

Una mañana de invierno en San Fernando, Cádiz, nace un bebé con los ojos
azules. Este bebé se llamó: Marcelo Spínola y Maestre.
Sus padres le dicen que cuando sea mayor será Marqués, pero Marcelo no quiere; él
quieres ser abogado para ayudar a los pobres.
A Marcelo le gusta mucho estudiar y va a la universidad.
En Huelva hay muchos mineros que trabajan mucho y ganan muy poco. Marcelo con su
carrera de abogado les ayuda para vivir mejor.
Marcelo quiere vivir como Jesús, su gran amigo y se hace sacerdote.
Marcelo es sacerdote en Sevilla, en la parroquia de San Lorenzo. A mucha gente le gusta lo
que Marcelo cuenta de Jesús.
Le gusta hablar con todos los vecinos y visitar a los enfermos.
Celia nació en un pueblecito de Sevilla, cuando era muy joven se casó con Paulino pero él
murió y Celia se quedó sola y triste.
A Celia le gustaba ir a la iglesia a rezar. Un día habló con Marcelo y le dijo:
- quiero conocer más a Dios.
Celia quiere ser religiosa y con Marcelo fundaron la congregación que se llama: ESCLAVAS
DEL DIVINO CORAZÓN.
A partir de ese día viven juntas cuatro jóvenes y ella en una casa pequeña de Coria, será el
primer colegio de las Esclavas. Desde ese momento Celia se llama Madre María Teresa del
corazón de Jesús.
Desean vivir con Jesús y parecerse a la virgen María: - quiero ser como María, dice Celia, y
hacer siempre lo que el señor quiere.
Estas religiosas son maestras y enseñan a todos los niños y niñas, que Jesús nos quiere
mucho. Dicen que Jesús tiene un corazón grande donde cabemos todos.
A Marcelo le gusta cuidar de los sacerdotes y todas las personas, a las que quería
como un padre quiere a sus hijos, entonces se hizo obispo.
Marcelo vive en Coria, Cáceres. Cerca de allí vivía gente mu pobre en casas hechas de
madera y ramas de árboles, como cabañas, sin luz. Los niños y niñas no van a la escuela y
tampoco tienen una farmacia para comprar jarabes y pastillas.
Marcelo llega hasta allí montado en una mula, tardó muchos días en llegar por un camino
de tierra.
Marcelo se va a vivir a Málaga en una casa que está cerca del seminario, donde estudian
los jóvenes que quieren ser sacerdotes.
Ellos y Marcelo juegan al fútbol y Marcelo les enseña a ser buenos.
Rosario, la hermana pequeña de Marcelo, vive con él, le lava la ropa, le hace la comida,…
Un día una mujer muy rica le da dinero a Rosario para que le compre camisas nuevas a
Marcelo. Pero él no quiere ropa, y se lo da a los pobres para comprar comida.
Al cabo de unos años Marcelo se va a Sevilla a vivir. Al llegar hay mucha gente y una
banda de música que le da la bienvenida.
Cada mañana, Marcelo lee el periódico, pero se pone triste cuando dice cosas
malas de Jesús y de las personas.
Entonces decide hacer un periódico que solo dice cosas buenas, se llama: EL
CORREO DE ANDALUCÍA.
En una mala época de sequía, que no llovía, ni había frutos, había mucha gente
que pasaba mucha hambre.
Marcelo, muy viejecito dice:
- Iré a pedir dinero a casa de los ricos y por las calles, las tiendas y el mercado, para poder
ayudar a todos los que no tienen dinero, pasan hambre y no tienen qué comer.
Al tercer día, Marcelo se levanta por la mañana y tiene fiebre, pero no quiere quedarse en
la casa a descansar.
- Quiero salir a pedir dinero. Tengo que ayudar a los pobres.
Todo el dinero que Marcelo recoge lo envía a los pueblos donde viven pobres
que tienen hambre y necesitan ese dinero. Esta ayuda llega a 99 pueblos….
El Rey escribe a Marcelo una carta para felicitarle por lo que ha hecho. Marcelo
le contesta con otra carta diciéndole que los obispos tienen que ayudar a los que
lo necesitan.
El papa, que estaba muy contento con Marcelo, le envía una carta que dice: - Marcelo,
serás Cardenal.
Ser Cardenal es algo más importante.
Marcelo da el dinero que se iba a utilizar para su fiesta a los pobres.
Marcelo se pone muy enfermo y muere el 19 de enero de 1906.
Las campanas de la Giralda de Sevilla están tristes porque ha muerto su querido
arzobispo.
Como la gente lo quería tanto y para que sea un ejemplo para los cristianos, fue
beatificado por el papa Juan Pablo II el 29 de marzo de 1987.
Las religiosas de la congregación de las Esclavas del Divino Corazón, como Celia, enseñan
a los niños en la escuela lo bueno que era Jesús y lo mucho que nos quiere a cada uno de
nosotros. ¡Seguro que conocéis a alguna religiosa como Celia!