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Teoría social, psicoanálisis y posmodernidad. Capitulo. 1° la ambivalencia de la identidad entre modernidad y posmodernidad. Tensiones de la vida moderna: Dislocaciones de identidad* problemas éticos y personales. Dislocaciones de personalidad *sentidos personales y autocontinuidad. La sociedad entra de lleno en la construcción de nuestras esperanzas y temores (identidad interna y exterior del individuo). La sociedad logra un entrecruzamiento entre fantasía y cultura. En base a las transformaciones sociales, culturales, políticas, y de instituciones “la globalización”. La época modernista: es un orden social postradicional. Considerada como amenaza y oferta entusiasta según nuestro mundo social. donde se busca alcanzar un equilibrio personal, entre seguridad y riesgo entre oportunidad y peligro. Mientras que el posmodernismo; es considerado como reacción contra la incertidumbre; Agrega una apertura, de posibilidades y vías de experimentación del mundo, dentro de su vida cotidiana. Ambas épocas muestran ambivalencia de identidad, siendo resultado la tensión entre el propio ser- y el otro ser (entre lo consciente e inconsciente). Esperanzas modernas- modernos temores: Comienza en el S. XVIII- S.XX; suelen ser diferentes las estructuras sociales donde se constituye el individuo. El desarrollo de la modernidad: involucra dinamismo, rechazo de costumbres, transformaciones tecnológica. Teniendo como resultado: LA INDIVIDUALIDAD AUTONOMA, Y LA EMERGENCIA DEL CONSUMISMO PASIVO Y DESCENTRADO. La identidad y la personalidad devienen crecientemente a medida que el individuo pierde sentido y anclaje cultural. Al mismo tiempo se ha perdido la creatividad y la autonomía individual. Ya que se refleja en todo pensamiento político y social, conforme la idealización o denigración de la sociedad, la cual pierde interés en la formación del individuo. Mezclando aislamiento y soledad/interconectividad cultural. Según Berman: El ser moderno es un fenómeno bifronte: donde nos encontramos a nosotros mismos, en un ambiente que promete aventura, poder, gozo, crecimiento, y la transformación del mundo y de nosotros mismos. Que a la vez amenaza con destruir todo lo que tenemos, conocemos y somos. Efectuandose en un vértice de renovación, desintegración, ambigüedad, contradicción y angustia. La globalización lo ha expresado ante construcción y desconstrucción de la persona. Propio –ser y deseo en psicoanálisis: La organización propia del individuo se logra por la articulación de sus procesos inconscientes; fantasía, pulsión, y el afecto. No hay experiencia, que no este libre de sexualidad, mostrando cierto eje entre fantasía-deseo para complejizar un "orden social”. Correlacionando “el yo y el ello”: Freud ubica los conflictos internos entre lo consciente e inconsciente del individuo. Los individuos desarrollan un ser subjetivo ante una demanda del “yo” consciente-racional dentro de la sociedad. Reprime y genera angustias. Sosteniendo un “ello” el cual tiende a desear, fantasear, soñar, etc.. Construyendo una vida mental inconsciente. Expresado en las dimensiones sociales: dominio, control, autocontrol; para ejercer una orientación tanto interiorexterior. POSMODERNIDAD: Teoría, identidad, sociedad. El mundo de la cultura es heterogéneo, muestra niveles de jerarquización; buscando una clausura ideológica, interpretativa, auto reflexiva. Se intenta demostrar las interconexiones entre propio-ser y sociedad ya no dependen de las jerarquizaciones En cuanto la identidad; se da un abandono del objetivo moderno, de encontrar una verdad interior debajo de la superficie de las apariencias. Entonces la posmodernidad es inherente, descentrada, y dispersa, crea su propia estructura “ lo real no es solo lo que puede ser reproducido, sino aquello que esta siempre ya reproducido. Conforme la experiencia social, los significados culturales, en su contexto , ya sea económico, político. “La mente posmoderna es consciente de que existen problemas en la vida humana y social que no encuentran soluciones uniformes”. Psicoanálisis contemporáneo, identidades posmodernas: La reflexividad de la auto organización y la experiencia inconsciente no es solo la contención y la tolerancia, sino de la búsqueda misma de la vida fantasmática (vida perfecta). Crea un subjetivo de multiplicidad- fluidez; conforme una reconstrucción narrativa de la identidad sin principio ni fin. De acuerdo al espacio que se vuelve intersubjetivo de manera simple y directa. No obstante, pese a las técnicas desarrolladas por Freud para descubrir el contenido del inconsciente, estas no lograron del todo abarcar el contenido completo de la fantasía inconsciente. Este concepto del inconsciente como contenido fantástico fue estudiado desde tiempos anteriores a Freud por autores como Whyte, Kant e incluso Aristóteles. De hecho Malcolm Bowie comenta que lo referente al inconsciente en psicoanálisis debe ser estudiado en cuanto a los temas clínicos y epistemológicos ; es decir, la subjetividad humana representada en las pasiones y representaciones de la fantasía inconsciente así como la verdad del espacio intersubjetivo y el análisis deben abordarse simultáneamente. Una de las propuestas del capítulo es explorar la teoría de la imaginación psíquica así como de la fantasía. El autor hace un abordaje del trabajo Freudiano llamado “el proyecto de psicología” para explicar lo que llama “fundamentos de la vida psíquica” basados en la tensión que aparentemente existe entre la racionalidad que pretendió determinar Freud dentro de la vida psíquica y la imaginación que escapó a su determinismo objetivo. Dentro del abordaje que hace el autor de la obra de Freud señala que este pretendió hacer una ciencia parecida a las ciencias naturales con leyes y sistemas que cuadraran el uno con el otro. Es decir, Freud sostiene que la elaboración psíquica de la sexualidad no se encuentra en algún terreno flotante de imágenes aparentemente sin sentido sino en el antes citado “determinismo objetivo” basado en energías y fuerzas. Dentro de este marco, Freud comenta que la cuestión del sentido subjetivo es de carácter económico o cuantitativo, es decir medible. Dentro de este contexto no es difícil imaginar cómo Freud concibe el psiquismo como un ente medible y generador de leyes similares a las que se generan en ciencia naturales. Para Freud, el aumento cuantitativo de la tensión es el punto exacto de origen energético en la constitución del funcionamiento psíquico. En otras palabras, lo que se halla en cuestión es el concepto de la dinámica representacional de la energía. El estatuto representacional que se presenta en el “proyecto” de Freud es el registro de la realidad percibida. Es por ello que al autor le parece que existe una falta de atención a la construcción psíquica de la fantasía como vía de acceso al contenido subjetivo del individuo. En cuanto al abordaje que el autor hace de la modernidad, deja entrever que a las sociedades modernas les preocupa esta la vida “fantasmática” del individuo, los sentimientos, anhelos, las pasiones, deseos más profundos y aspiraciones pero que también le interesa la delimitación de lo psíquico. Incluso señala que esa necesidad de delimitación nace de la transición de las sociedades premodernas a las moderas y la consecuente pérdida de la comunidad y debilitamiento de las esferas pública y privada. Dice también que dentro de la teoría y del desarrollo de la actividad social moderna, la fantasía ha sido descuidada e incluso reprimida. A lo largo de todo este capítulo podemos ver cómo se expresa la tensión entre el poder creativo que se atribuye a la fantasía y la tendencia de objetivar la imaginación hacia fines racionalistas; es decir, por un lado la riqueza de la fantasía como constructora de creatividad y por el otro la cientificidad, la tendencia de objetivar este contenido fantasioso y tratar de normarlo y verlo desde una perspectiva científica. De hecho esas son las dos líneas sobre las que versa el desarrollo de Freud sobre la psique, según lo que dice el autor. Los bordes modernistas de la fantasía En la sociedad actual, la toma de decisiones, es dominada por el uso excesivo de la racionalización, la cual ya no implica el control del orden social, sino que se empeña en administrar los riesgos y peligros socialmente producidos. Conciencia reflexiva: es la conciencia de la emergencia de una «reflexividad», que intenta controlar y dominar los procesos de cambio social. La modernidad como riesgo y como reflexividad Según Ulrich Beck: la vida social contemporánea crea nuevos parámetros del riesgo y el peligro que debemos enfrentar como individuos y colectividad. El desarrollo tecnocientífico en las sociedades occidentales contemporáneas a llevado a la humanidad a librarse de las restricciones del mundo social y natural, pero a su vez, hacia un cuestionamiento y critica de la misma modernidad. ¿Cuáles son los contornos del riesgo de la modernidad avanzada? El riesgo puede ser aplicado a todas las formas de organización social, sin embrago, se vuelve fundamental para el ordenamiento reflexivo de la vida social. La apertura al riesgo esta profundamente vinculada con la restructuración política, es por ello que en las sociedad actual opera “el principio del seguro”. El principio del seguro constituía un medio efectivo de legitimación de las inmensamente productivas, aunque también muy destructivas, fuerzas de la modernización, el cual colapsa, porque el riesgo globalizado amenaza con un daño irreparable. Es sobre esta deficiencia del principio del seguro, en como la modernidad demanda una organización social reflexiva. El principio fundamental en la sociedad del riego, es la reflexividad. Un mundo de reflexividad intensificada es un mundo de gente que reflexiona acerca de las consecuencias de sus acciones, en los dominios tanto personal como social. El despliegue de la reflexividad se funda en el desarrollo de la individualización. Mientras mas se modernizan las sociedades, mayor capacidad adquieren los sujetos para reflexionar sobre las condiciones sociales de su existencia y, de esta manera, cambiarlas. Según Anthony Giddens la reflexividad de la vida social moderna consiste en el hecho de que las practicas sociales son constantemente examinadas y reformadas. La reflexividad debería ser concebida como un flujo continuo de autorregulación individual y colectiva. El carácter experiencial de la vida cotidiana esta dada por dos conceptos: fiabilidad y riesgo en tanto relacionados con los sistemas abstractos, es decir, la relación entre la subjetividad individual y los contextos sociales de acción son móviles, explicados por los dominios institucionales de conocimiento técnico y social (sistemas abstractos). Las relaciones de fiabilidad juegan un papel en la construcción de un sentido de seguridad en la vida social. La fiabilidad y la seguridad son una condición y consecuencia de la reflexividad social. La modernidad reflexiva es, sin embargo, experimental, y produce riesgos e inseguridad incalculables. El sujeto escindido de la reflexividad La teoría de la modernidad reflexiva propone la interconexión del propio ser (sujeto) y la sociedad en un contexto global de incertidumbre, la cual es abordada a través de la búsqueda del conocimiento y la información. Según Beck la reflexividad es el intento racional de mantener el control de los riesgos, que reconfigura la relación individuo-sociedad de manera estrictamente sociológica, donde la subjetividad es estructurada por transformaciones institucionales. Giddens apoyado en el psicoanálisis de las relaciones de objeto (objetos transicionales) de Erikson y Winnicott, argumenta que las capacidades subjetivas que permiten la reflexividad se dan a través de una “seguridad ontológica” la cual se funda en las relaciones de confianza constituidas desde el infante con su cuidador primario. Los objetos transicionales permiten despojarse al sujeto de su fantasía omnipotente y reconocer la existencia del otro, por medio de las actividades rutinarias que dan lugar a la constitución de la confianza y seguridad ontológica. Que permiten controlar los miedos que brotan del inconsciente. De ahí que se derive la fiabilidad que no solo consiste en las relaciones interpersonales sino que implica a los sistemas abstractos. La protección de la fiabilidad contra los miedos es dada de una forma ficticia ya que los miedos y angustias emergen con el propio ser como una distorsión de la fantasía inconsciente, lo cual a su vez, define los contornos de la experiencia propia que da lugar a la distinción del propio ser y el otro de manera proyectiva. Fantasía y turbulencia reflexiva: una visión alternativa La reflexividad es concebida como interjuego dialectico entre los modos depresivo y esquizoparanoide de la subjetividad e intersubjetividad que subtiende las transformaciones actuales de la vida social, cultural y política. El modo depresivo es el mundo de las relaciones entre el propio ser y el otro, desarrollada por una ambivalencia de emociones (amor-odio), la cual permite sentir preocupación y culpa por los otros. Ante estos sentimientos de culpa y preocupación surgen las fantasías de reparación, es decir, de protección del otro y de si mismo de los deseos de agresión y destrucción, es decir, un conocimiento reflexivo, el cual opera entre la realidad y la fantasía. En el modo esquizoparanoide solo existe lo “bueno” y lo “malo”, aun no se logra el reconocimiento del otro, se adopta una postura defensiva del pensamiento omnipotente, idealización negación y la identificación proyectiva, opera entre la escisión del propio ser y el otro. Tecnociencia, poder, dominio El fetichismo de la tecnología y el dominio de lo racional es lo que garantiza la legitimación ante si misma de la ciencia. El domino de lo racional se equipara a todo lo realizable, es decir, lo que logra resultados o es efectivo Este reino ilusorio de la solución tecnológica esta caracterizado por fantasías de poder, control, dominio y omnipotencia. Impiden el interjuego dialectico de los modos depresivo y esquizoparanoide, y a su vez del alcance de la reflexividad Excursus: sobre bosnia y la alteridad de la fantasía Crisis xenofóbica (limpieza racial) en la guerra de Bosnia Apatía política, desinterés social Difusión de imágenes de campos de exterminio Identificación colectiva con el sufrimiento del pueblo Bosnio La identificación según la teoría psicoanalítica es una estructura de ambivalencia que constituye la subjetividad humana. Dicha ambivalencia, esta conectada al sentimiento de culpa, que nace del conflicto de las pulsiones de muerte y vida, que impulsa la puesta en acción, o la proyección sobre otros, de la agresión y el odio. Freud decía, que la cultura desestabiliza la dialéctica de las pulsiones de Eros y Thanatos, y vuelve a esta ultima contra si misma a través de la represión, dicha represión lleva a los humanos a vivir mas allá de sus posibilidades, y a su vez, distorsionar la relación con la muerte, al descubrir la propia mortalidad. Sobre la psicopatología de los sistemas expertos reflexivos Theodor Adorno: “temerle a la muerte significa temerle a algo peor que la muerte” Negación en el sentido Freudiano: “es horrible...pero no me afecta” Análisis de costo-beneficio Mediador imparcial: intento de controlar al otro en aéreas imaginadas como externas. Escisión despiadada La dimensión reflexiva es vista en el encuadramiento modernista del dominio y la dominación, es decir, la omnipotencia de la fantasía en el doblegamiento del otro (Bosnia). Reflexividad y autoreflexión crítica La teoría de la modernidad reflexiva señala el uso excesivo de la racionalidad en la acción social, relaciones interpersonales y los dominios sistémicos. La reflexividad no solo se sitúa en el domino de la racionalidad, sino que presupone las dimensiones creativas de la imaginación, la pasión y el deseo. Una reflexividad es una actividad crítica e imaginativa. Se puede caracterizar a la posmodernidad como una cultura de fragmentación sin fin, de dislocación y simulación. Lo más evidente de esta posmodernidad es el nivel de subjetividad humana de las experiencias caracterizadas por la escisión, la obsesión por lo superficial y el narcicismo. POSMODERNIDAD TRANSFORMACIONES DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO IDENTIDADES FLOTANTES la posmodernidad trata de la desconexión y la equivalencia de los espacios y los tiempos . Jean-francois: habla que la posmodernidad tiene más separado el tiempo del espacio, recombinando las interacciones de presencia y ausencia como un espacio tiempo abierto. En el espacio tiempo abierto la acción y la experiencia son constituidas y reconstituidas en diferentes configuraciones en relación con la estructura de comunicación que se engendre. En esta nueva experiencia cultural, los medios de comunicación generalizados y las tecnologías de la información son de central importancia en la restructuración del intercambio simbólico. Estas intervienen el n los parámetros espacio tiempo de la interacciones interpersonales. Esto cancela cada vez más las interacciones cara a cara, crea nuevos modos de intercambio simbólico y hace posible nuevos encuentros. la identidad y la subjetividad en la era posmoderna están posicionadas dentro de las practicas lingüísticas, discursivas y sociales contingentes ,variables, política y culturalmente, que resultan coordinadas en zonas distintas espacio tiempo. el sujeto que situado y contingente de la posmodernidad experimenta la diversidad cultural en relación con configuraciones de discurso espacial y temporalmente abiertas. POSMODERNIDAD, TRANSFORMACIONES DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO, IDENTIDADES FLOTANTES. el sujeto humano tiene efectos contraproducentes entre los sentidos culturales y la política .lo inquietante de la posmodernidad es la manera en que la experiencia es condensada de tal modo que niega la distancia y la consciencia.la posmodernidad multiplica la experiencia medida en este mundo va creciendo una apertura a experiencias ajenas. Los sujetos dentro de esta posmodernidad son sujetos que flotan, suspendidos en un espacio-tiempo abiertos y son construidos y reconstruidos en relación con diferentes configuraciones de la experiencia. DIÁLOGOS PSICOANALÍTICOS CONTEMPORANEOS. El psicoanálisis contemporáneo tiene partícula pertenencia para las conexiones entre el procesamiento psíquico y las condiciones sociales posmodernas. Cornelius Castoriadis dentro del dialogo psicoanalítico ha examinado la subjetividad con arreglo a la indeterminación creativa de la representación inconsciente .la misma capacidad de representarse la propia vida como una articulación y organización de contenidos conscientes e inconscientes es considerada por Castoriadis como la evidencia de una imaginación radical o de un sentido primordial para el sujeto. El inconsciente como imaginación radical es por lo tanto una especie de flujo representacional, que subyace en todas las configuraciones de la organización propia y de los contextos intersubjetivos. el psicoanalista Didier Anzieu ha aportado a la teoría psicoanalítica un modo de conceptuar la organización temprana de la experiencia propia en un matiz interpersonal. argumenta que el eslabón entre el orden imaginario e interpersonal este representado por un yo -piel una imagen fantaseada del continente materno, un sistema de doble retroalimentación a guisa de envoltura de la madre e hijos. El yo está construido a partir de las sensaciones corporales de la madre registradas a partir de un contacto , a partir del cual se produce la separación inicial de los mundos internos y externos a través de la identificación introyectiva y proyectiva. El sujeto tiene la necesidad de un yo – piel una envoltura que contenga los estados emocionales, desde la cual la experiencia pueda ser reconocida pueda ser desarrollada en toda su amplitud. Christopher bollas pone de relieve los aspectos relacionales de la experiencia muy temprana del encuentro del infante con el ambiente de cuidados maternos. Esto representa los cimientos del propio-ser o lo que él denomina el idioma ,termino con el cual denota una grilla psíquica a través de la cual se genera experiencia y se crea sentido. EXPERIENCIA, PENSAMIENTO, CONTENCIÓN. si la madre puede contener las identificaciones proyectivas o los efectos perturbadores del niño si puede pensarlos y devolverlos de una manera más comprensible ,el mundo interior del niño se abre al pensar y experimentar psíquico, si este proceso de reverie no se lleva a cabo el resultado es que el sujeto vive en un estado mental de muerte psicológica en relación con sus objetos internos. Para que él alcance el conocimiento de la experiencia la propia psique tiene que realizar una serie de transformaciones de la materia emocional en bruto que se vuelca en ella. Estás transformaciones conciernen a la mutación de la impresiones sensoriales en un material para la consciencia y bien llama a esta la función alfa. los elementos alfas son definidos como conceptualizaciones interiores digeridas por la unión a la, y vueltas así disponibles para el pensamiento, y los elementos beta como cosas en si desde un punto de vista fenomenológico, objetos sin digerirnos son emocionalmente procesados por que son alienantes por qué no son pensados son experimentados como fuerzas externas u objetos físicos que bombardean al propio ser. la posibilidad de tomar bloques de experiencia en bruto y transformándolos en pensamientos y razonamiento consciente depende de la capacidad emocional del sujeto para tolerar los elementos más frustrantes y penosos de la consciencia reflexiva. Según Bion, esta faceta de la destructividad de la identificación proyectiva involucra no solo un congelamiento de los elementos beta como cosa en símisma si no una evacuación de cualquier sentido que pudiera haber sido formado ya en el nivel de la experiencia psicológica existe una especie de escisión psicológica e uno mismo y la experiencia en pequeños trozos una disolución del propio ser en muchas partículas acompañada de la proyección de esos fragmentos sobre lo que Bion llama objetos bizarros Los objetos bizarros son experimentados no como creaciones subjetivas si no como cosas que simplemente existen. así, los objetos bizarros representan una identificación proyectiva que expulsa al sujeto de la realidad a través de ataques psicológicos al sentido, al pensamiento y a todos los lazos con la que las personas. PENSAMIENTO Y NEGACION EN LA POSMODERNIDAD El pensamiento en la posmodernidad se despliega reflexivamente como una sensibilidad a la diferencia .El pensamiento se desplaza desde la idea de una racionalidad central en el conocimiento hacia un procesamiento local de la diferencia y pasan al primer plano la experiencia de la oscilación y la desorientación. En estos marcos culturales la experiencia la experiencia está marcada por la pluralidad y la multiplicidad; por la aprehensión de imágenes y significantes complejos y contradictorios sin la exigencia de un cierre de horizontes. la ironía consiste en que la cultura posmoderna tiene cada vez menos tiempo para las diferencias que fomenta.los sujetos son incapaces de pensar en ello el tiempo necesario para producir resultados socialmente útiles. TEORIA SOCIAL Y POSMODERNA: JAMENSON Y BAUDRILLAR Jameson ve a la posmodernidad como una elevación de la tecnología del capitalismo global hasta abarcar las operaciones de la psique humana misma. el sujeto posmoderno vive su vida momento a momento con una actitud de todo vale y consiguiente nada tiene un valor un valor especial .para Jameson , las posiciones de sujeto contemporáneo fracturadas y múltiples producen fragmentos y racionalización capitalista en calidad de subsistemas culturales de la posmodernidad que son subsistemas solo en medida en que las diferenciaciones y fronteras de la esfera cultural son autor reflexivas ,mutables y con final abierto. los sentidos sociales quedan completamente destruidos en la posmodernidad enfrentan sin duda algunos problemas puestos que se hace cada vez más difícil despegarse de los marcos comunicacionales a acontecimientos actuales en los cuales las cultura posmoderna se reproduce. Baudrillard habla de la obscenidad cultural de la posmodernidad: un mundo de excesos indeterminación y seducción y fascinación, un mundo de objetos –mercancía que van constantemente mas allá de todas las representaciones, limites y fronteras asignados . es claramente una lógica social que va extendiendo ,lógica en la cual una multiplicidad de objetos triunfan sobe los sujetos humanos ,volviendo la subjetividad humana obsoleta ,vencida y redundante. en un mundo de impide la constitución de la diferenciación propias, parecería que la única salida consiste en sucumbir a la lógica del objeto ,en toda su seductora transparencia y su hiperrrealidad. la desintegración del propio ser provee las bases representacionales necesarios para el pensamientos y sentidos inéditos ,y esto es circunstancial también para un desciframiento de los limites representacionales de la imaginación humana. DIMENSIONES POSMODERNAS DEL PROCESAMIENTO Y EL DESCONOCIMIENTO: ALGUNAS IMPLICACIONES El contexto cultural contemporáneo ofrece una variedad sin fin de formaciones sustitutivas para mantener alejados los sentimientos de la ambigüedad, ambivalencia y confusión. la cultura posmoderna inaugura un conjunto multidimensional de contexto sociales radicalmente discontinuos ,en los cuales el sujeto fragmentado y disperso queda atascado entre La realización reflexiva de sí y las presiones capitalistas que promueven el encierro materialista y narcisista en si mismo.la interioridad del propio-ser se vacía la experiencia y el sentido de deshacen y el deseo se convierte en una construcción imaginaria de la forma mercancía misma. BARRIDO EXPLORATORIO Es a través de la extrañeza y la conmoción como la experiencia propia se abre a la diferencia y la alteridad en el mundo posmoderno. El barrido exploratorio es un acto reflexivo de la identidad, la diferencia y la alteridad. La interpretación de la posmodernidad se centra en lo que sucede una vez que el sujeto psíquico se disocia de la fuerza normativa de los códigos y esquemas modernistas. La subjetividad alcanza nuevos y mas elevados niveles de exploración reflexiva de las intrincadas conexiones entre el mundo interno y las formas culturales. Mapeo reflexivo, es la experiencia propia, el modo en que conferimos representación psíquica a los objetos. El significado, se construye en y por las relaciones interpersonales y la realización propia, ambas impulsadas por el deseo. El estatuto integro de la subjetividad y su cambio radical. El sujeto contemporáneo adquiere conciencia de la existencia de un campo inconciente de contingencia representacional. La sociedad y la cultura posmoderna, entendidas como dispersión de objetos y experiencias. Subjetividades, los envolvimientos representacionales del propio-ser son aprendidos en el despliegue del deseo sexual, de recuerdos, sueños, proyecciones e introyecciones. En otras palabras esta expansión de la subjetividad, remite a una expansión de la conciencia. La experiencia del propio-ser implica que puede ser descrita como una división entre nosotros mismos. El uno con el otro reflexionando a cerca de una experiencia en el pasado inmediato, mientras otra parte de mi, ya esta en una experiencia diseminante. Es una condensación del propio-ser y el mundo de objetos. Una especie de compleja ida y vuelta en lo concerniente a la interpretación de las esferas personal y social. LA SOCIEDAD GLOBALIZANTE Los futuros alternativos o las posibilidades de existencia diferentes de aquellas imaginadas previamente. Se abren a partir de la incesante referencia cruzada entre la experiencia y la reflexividad, dentro del campo social. La posmodernidad: alta tecnología e información computada, caracterizada por una cultura auto referenciada. Populismo mediático: promueven la dispersión y multiplicación de sectores de experiencia. Se apropian de la cultura de masas y la reciclan. Producción de imágenes: desde la mezcla lúdica de viejos clásicos hasta la combinación de moda de calle y el “PunK”. Ejemplo: la localización estética de algún artista que renuncia a su nombre escénico para reinventar su identidad y lanzar una nueva categoría de producción artística. LA RECONEXIÓN DE UNA EXPERIENCIA MULTIDIMENSIONAL Significa la construcción de un contacto afectivo entre la identidad y la no identidad por vías productivas. Ya sea que tome la forma de la reimaginación de la identidad propia o de productos culturales procesos sociales o instituciones públicas. LA EXPERIENCIA PERSONAL Y CULTURAL Recibe su forma de los ambientes de contención posmodernos a los que a su vez da forma. Se entiende por ambientes de contención posmodernos; los marcos institucionales que funcionan para asegurar y estructurar límites, en la traducción o trascodificación de los estados afectivos inconcientes. La era de lo posmoderno extiende y radicaliza la instanciación reflexiva del propio-ser, producida por el fin de los códigos y tradiciones modernistas. Lo cual quiere decir que la fantasía, como la estructuración psíquica de la vida social y personal, se ha vuelto una categoría. La cual se fabrica reflexivamente de acuerdo al carácter emocional y la regulación intersubjetiva. Hombres y mujeres están encontrando maneras de pensar menos defensivamente, en sus propias experiencias afectivas y representacionales. La ansiedad, la culpa, la ira, la excitación sexual y la memoria, se ponen bajo análisis en la vida personal y la producción cultural posmodernas. Hay un intento de incorporar, explorar y pensar a cerca de algo que está mas allá del dominio del conocimiento y las experiencias concientes. Tal actividad mental implica una conciencia reflexiva de la fantasía como constelación de representaciones y sentimientos. El grado de ambivalencia y la intersección de las proyecciones e introyecciones quedan sujetos a un flujo de cambios continuos. EXTRAÑEZA, CONMOCIÓN Y LA MATRIZ DE CONTENCIÓN Las modalidades psíquicas para llevar el barrio exploratorio de los estados afectivos de nosotros y de los otros. ¿Qué capacidades afectivas e interpretativas se ponen en juego para registrar la ambivalencia esencial del deseo?. El proceso de ida y vuelta está siempre sobredeterminado por las historias personales, por esa compulsión de repetición, que encierra al inconciente en una temporalidad circular. Ésta repetición forma el contexto para la trasferencia y la contratrasferencia (identificación proyectiva e identificación contraproyectiva). Continuando el uso de la teoría psicoanalítica, tenemos el ejemplo del niño y la relación con su madre. Desarrolla no solo un contacto como un objeto interno, sino que también crea un ambiente general en el que la vida familiar y cultural figuran de modo sobresaliente. De modo análogo la trasferencia esta atravesada por los códigos del amor, la moralidad, la ética y la comunidad. EL INTERJUEGO DEL DESEO, LA REPRESIÓN Y LA MEMORIA ¿cómo pierden las personas contacto afectivo con lo que fue deseable para ellas o en ellas?. ¿y porqué esos signos de olvido, siempre retornan para asediar el campo del funcionamiento psíquico (sueños, actos fallidos, asociaciones libres, síntomas)?. Freud dice; que la sexualidad trastorna el campo de las representaciones, que el deseo esta más allá de la capacidad del individuo para la representación de sí y de los otros. Si el deseo es un exceso de sentido, entonces el sentimiento de seguridad o confianza solo se establece al librarse uno de la conciencia o de la ansiedad. Es decir que el sujeto humano sobrepasado por la fuerza del deseo proyecta fuera de si lo que experimenta como un peligro y una amenaza. Aún así, lo que es situado afuera, mas allá del reino de lo familiar y conocido, en verdad permanece adentro en términos inconcientes, por obra de la represión y la negación. Consigna de Freud volver conciente lo inconciente, recordar en vez de repetir, un compromiso creativo con el principio de realidad por sobre la dominación del principio del placer. El sujeto y el objeto se constituye a través de un proceso de interpenetración mutua (algo o alguien esta siempre dentro de nosotros). El sujeto humano, forma su visión del mundo en la fantasía inconciente. EL MODO ESQUIZOPARANOIDE Y EL MODO DEPRESIVO Sirven como contextos esenciales de negación y preservación uno del otro. El modo depresivo es el modo de integración, resolución y contención y sino se le opone algo, lleva a la certeza, al estancamiento, la clausura, la arrogancia y la muerte. El modo esquizoparanoide provee la necesaria escisión de los vínculos y la apertura de las clausuras de la posición depresiva, restableciendo así la posibilidad de nuevas vinculaciones y nuevos pensamientos. PROCESOS DE SUBVERSIÓN DE LA EXPERIENCIA SUBJETIVA E INTERSUBJETIVA El crecimiento mental y la extensión del pensar y del aprendizaje a partir de la experiencia emocional. Ambas cosas contribuyen al enriquecimiento de las partes no psicóticas de la mente. La experiencia subjetiva está empobrecida por la intolerancia a la frustración, la envidia y el odio excesivo. Cuando se funden con la identificación proyectiva, tienden a despojar al pensamiento de significados. LA LABOR INTRAPSÍQUICA E INTERPERSONAL El pensar o barrido exploratorio de lo que ha acontecido apoyado en la imaginación, la autenticidad al investir la vida cotidiana, el sujeto crea un diálogo, con las dimensiones psíquicas. Cuanto más puedan ser exploradas, la complejidad y la ambivalencia más sutil y más rica tenderá a ser la constitución propia. ESQUICIOS DE LA CONTENCIÓN POSMODERNA El mundo posmoderno del dinamismo institucional y las tecnologías mediáticas. Hace más que influir en la forma de la vida personal y cultural, se entrelazan directamente con la vida psíquica y así transforma y reconstituye al propio ser y las relaciones interpersonales. CULTURA EN ELONGACIÓN Los ambientes de contención posmodernos, promueven no solo el almacenamiento y la recuperación de los estados afectivos, sino también la evocación y transformación de la experiencia propia. En condiciones de posmodernidad, existe una transmutación radical del procesamiento de la información y una consiguiente ampliación o elongación de la cultura. Lo que el autor intentó decir; es que el uso de tales nuevas tecnologías no funciona como algo culturalmente omnideterminante y cuyo resultado fuera una fragmentación, por el contrario existe una apertura a pensar nuestros modos psicológicos y culturales. Es decir, hacer sentido un cuestionamiento de nuestro acceso y percepción de la realidad. La tecnología comunicacional funciona en parte para profundizar nuestro rastreo reflexivo de las ansiedades inconcientes y las diferencias políticas. POSDATA: LA POLÍTICA DE LA IMAGINACIÓN Una enorme contradicción rodea la cuestión de las dimensiones, profundamente imaginarias del propioser y la sociedad en la teoría contemporánea. En términos generales, se reconoce la centralidad de la imaginación humana en la definición y regulación de propios-seres, identidades, culturas y sociedades de acuerdo al interjuego de impulso y sexualidad en sus varias formas de éxtasis y dolor, seguridad y peligro, esperanza y desesperación. La articulación de las diferencias culturales es identificada con el reconocimiento de lo dañadas y traumatizadas que están la subjetividad humana y las comunidades sociales. La posmodernidad es la oportunidad que va mas allá de lo que atañe a una política de la identidad, es la oportunidad que compromete el futuro político de todos nos otros.