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INFORME GENERAL
Celebramos hoy el primer Consejo después del 7º Congreso Regional. Un
proceso en el que ha quedado patentes la madurez alcanzada por el conjunto
de la organización a la hora de abordar los debates propios de todo proceso
congresual y la capacidad propositiva de Comisiones Obreras de Castilla-La
Mancha.
La crisis ha sido suficientemente caracterizada por los análisis propios y ajenos
-éstos no siempre compartidos-, que con tanta profusión han circulado en el
último año. Por tanto, no referiré ni el origen ni las causas que han provocado
esta situación; sí me detendré más adelante en el análisis de lo que desde
Comisiones Obreras estamos haciendo para paliar los efectos más perversos
que el citado escenario está provocando, especialmente entre los trabajadores
y las trabajadoras.
Pocos días después de la celebración de nuestro Congreso Regional, el 19 y el
22 de febrero, convocamos manifestaciones en las cinco capitales de
nuestra región bajo el lema ‘Frente a la crisis: empleo, salario y protección
social’. La convocatoria, aunque con una participación siempre mejorable, fue
exitosa; cumplió con el objetivo de dar en la calle un severo toque de atención
a patronales y gobiernos, exigiendo medidas eficaces para superar la crisis y
minimizar los efectos que conlleva para las personas más vulnerables este
desfavorable contexto económico.
Dijimos no a las recetas que se venían aplicando, por insuficientes o ineficaces,
y pedimos más atención a los trabajadores y trabajadoras, más decisión de lo
público para reactivar la economía, y otro comportamiento del mundo
empresarial y financiero.
Cuando tomábamos la decisión de convocar estas manifestaciones éramos
conscientes, como lo somos hoy, de que el problema no era regional y, por
tanto, la solución tampoco. Estábamos ante una profunda crisis económica y
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financiera, entre otras cosas, por la prevalencia de la economía especulativa
frente a la productiva, sumada a la ausencia de controles del sistema financiero
debida, especialmente, al papel subalterno que la política, y los Estados, han
jugado en los últimos años, en los que el ultra neoliberalismo ha campado a
sus anchas en las economías más potentes del mundo.
Estas reflexiones, entre otras sobradamente conocidas, dieron lugar a que el
movimiento sindical internacional, representado en este caso por la
Confederación Europea de Sindicatos, convocara diversas manifestaciones
en distintas capitales europeas. El 14 de mayo, en Madrid, en la que las
Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha participamos activamente,
sumándonos a las demandas de más política, más estado, mayor coordinación
de las medidas que, aisladamente -y no siempre en la dirección correcta-,
venían tomando los distintos gobiernos europeos. Exigiendo, por tanto, un
marco de negociación comunitario, con la participación de los sindicatos y de
las organizaciones empresariales, demanda que aún hoy no ha sido atendida.
Al mismo tiempo que llevábamos adelante estas movilizaciones, nuestra
Confederación presentaba la propuesta de CCOO para lograr un acuerdo
por el empleo y la protección social (finalmente: pacto por la economía, el
empleo y la cohesión social).
Los ejes básicos de esa propuesta pretendían:

impulsar las políticas de empleo y mejorar la protección por desempleo;

reactivar la economía para mantener y generar empleo;

revisar el sistema financiero;

fortalecer y articular la negociación colectiva;

generar una base sólida que invierta en I+D+i;

mejorar el sistema educativo y vincularlo más y mejor al sistema
productivo;

aplicación de la Ley de atención a las personas en situación de
Dependencia; mejorar nuestro sistema público de protección social.
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Todos conocéis cómo se ha saldado este proceso del diálogo social.
El Gobierno, aprobando en el mes de agosto un Real Decreto, sobre la
ampliación del subsidio de desempleo a seis meses más, sin consensuar
previamente con los sindicatos; lo que ha dado lugar, tras la correspondiente
negociación, a su posterior rectificación, generando cierta incertidumbre sobre
la suerte que esta medida pueda correr en su trámite parlamentario.
La actitud de la patronal, en todo el proceso de interlocución, ha estado
perfectamente
orquestada
en
torno
al
mantenimiento
de
posiciones
maximalistas. Es la máxima responsable de arruinar la negociación, de
hacerla imposible; al tiempo que bloqueaba el desarrollo de la
negociación colectiva.
La patronal CEOE-CEPYME sabe que, para reactivar la economía, entre otras
cosas, hay que reactivar el consumo, fijando salarios suficientes y generando
confianza. Y saben que, para ello, el cierre de los convenios colectivos juega
un papel fundamental. Aún así, imposibilitaron la renovación del Acuerdo sobre
Negociación Colectiva, al igual que imposibilitaron acuerdos tripartitos capaces
de generar solidaridad, confianza y consumo.
Todo apunta, lamentablemente, a que la cúpula patronal se ha puesto al
servicio de una estrategia partidista. Han optado por tensionar apartándose de
la vía del dialogo social y la concertación, iniciando la peligrosa senda del
chantaje al Gobierno y a la sociedad intentando aprovechar la crisis para
desregular y desproteger más a los trabajadores y a las trabajadoras. Están
planteando un marco, en materia de relaciones laborales, que sólo se puede
calificar de trasnochado y fundamentalista.
Los empresarios no tienen excusas para eludir arrimar el hombro. Saben que
no
valen
ni
distracciones
interesadas,
ni
actitudes
que
repercutan
negativamente en la salida de la crisis y hagan que esta sea más lenta. Si lo
han olvidado, tenemos que seguir recordándoles que de la crisis no se sale con
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el abaratamiento de los costes laborales y con la reducción de derechos
individuales y colectivos.
Quienes peor lo pasan son los trabajadores y la trabajadoras, especialmente
los que no tienen empleo y más aún los que han agotado sus prestaciones por
desempleo. Por tanto, no es tiempo de regates en corto, ni de dudas, ni de
tacticismos electoralistas; es tiempo de responsabilidad y de unidad; es tiempo
de acuerdo, de sentido común y de compromisos.
La idea de que el mercado es bueno por definición, mientras que el Estado
tiene imperfecciones por naturaleza, es el caldo de cultivo más propicio para el
avance de las ideas más reaccionarias y más insolidarias. Al punto de
considerar que bajar los impuestos es positivo, y lo denominan “alivio fiscal”,
sin tener en cuenta la necesidad de recursos suficientes para mantener
políticas públicas que aseguren el bienestar y la cohesión social.
Comisiones Obreras sigue creyendo, y lo defiende, que los recursos públicos
son además un motor imprescindible para lograr la reactivación económica. Por
eso hemos compartido las medidas que han permitido poner mucho dinero
público en circulación para atender las necesidades del sistema financiero, así
como para facilitar la siempre conveniente liquidez de las empresas para hacer
frente a sus compromisos y, especialmente, para detener la incesante
destrucción de puestos de trabajo.
Para estas cuestiones, los empresarios, sus organizaciones, han pedido
ayudas, han reclamado y aplaudido la intervención del Estado (recordad lo que
pidió el Presidente de CEOE: hacer un paréntesis en la economía de mercado).
Pero ellos mismos, con total desfachatez, quieren aprovechar la situación
para reducir las ganancias salariales, recortar los derechos laborales y
reforzar los beneficios empresariales como sea; y chantajean a la sociedad
asegurando que ésta es la única vía para superar la crisis. Los que al mismo
tiempo piden menos sindicatos y más libertad de empresa, más poder
empresarial y menos control democrático.
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Los brotes verdes que dice ver la Ministra de Economía, o se riegan con dinero
público y privado, o no fructificarán. Por tanto, el dinero o se pone a trabajar o a
tributar. También el capital tiene responsabilidad social. Las patronales, los
bancos y las grandes fortunas tienen que renunciar de una vez a sacar más
tajada de la crisis, poniendo el dinero al servicio de la reactivación económica,
de la economía productiva. Para salir de la crisis hay que invertir más y
especular menos.
En cuanto al dinero que, a pesar de todo, quiera quedarse a sestear en sus
trincheras y en sus SICAV, tiene que tributar como el que más. Es
imprescindible para sostener las políticas públicas. Y es de justicia: no puede
ser que se tribute más por trabajar que por vivir de las rentas.
No puede haber ‘paraísos fiscales’ para el dinero mientras millones de
personas viven un infierno, sin empleo ni protección social. Por eso
defendemos una reforma fiscal progresiva y progresista, y que a la vez se sea
implacable en la detección y persecución del fraude fiscal.
No parece que las pretensiones del gobierno Zapatero tengan esa
orientación, al menos lo que hoy se conoce. Bien sea por exceso, bien sea por
defecto, no da satisfacción a nadie, salvo –imagino- al proponente. Hoy
estamos más convencidos que nunca de que no hay estado, no hay
revitalización económica, sin recursos públicos y, no habrá recursos públicos si
no hay tributación suficiente y, sobre todo, justa.
Los impuestos son necesarios siempre, máxime cuándo nuestro país soporta
una tributación menor comparada con la media de los países de la Unión
Europea. No hay política de gasto sin capacidad de ingresos. Esto es claro
como el agua y hay que decirlo así; no se puede seguir generando una
pedagogía nefasta ante la ciudadanía, ni se pueden alimentar las ansías
desfiscalizadoras de los empresarios.
En ese sentido, nos hemos opuesto públicamente cuando el Gobierno
Regional ha tomado la decisión de suprimir impuestos, como el de
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sucesiones y donaciones, entre otros; y manifestamos que los 60 millones de
euros anuales que se dejaban de recaudar suponían, además de un error, una
aminoración de fondos necesarios para desarrollar políticas públicas. Del
mismo modo, hemos mostrado nuestro más rotundo rechazo a la renuncia
expresada recientemente por el Gobierno Regional, de no tocar la
configuración actual de los impuestos sobre los que tiene competencias.
La situación de Castilla-La Mancha es sombría. Según la EPA del IITr 2009,
la población desempleada en la región ascendió a mitad de año a 191.300
personas, 54.000 de ellas extranjeras. Alarmantes son los resultados entre los
hombres, 103.600 de ellos en paro; como alarmante es que entre las mujeres
el desempleo haya crecido de manera desmesurada en este periodo, llegando
a las 87.700 personas.
Estos datos sitúan la tasa de paro de Castilla-La Mancha en el 19,52% (el
17,68% para hombres y el 22,25% para mujeres).
La destrucción de empleo aún no se ha frenado en la región y en los
indicadores de desempleo nos situamos por encima de la media del país,
evidenciando que nuestra economía, muy basada en la construcción y en las
actividades proveedoras y auxiliares, sufre especialmente los efectos de la
destrucción de empleo de estos sectores, sin olvidar el mal comportamiento de
los demás, que también están bajando ocupación.
En este escenario de crisis económica aguda, la protección social cobra más
importancia. Una protección social que actualmente no es suficiente para dar
respuesta a todas las personas que agotan prestaciones y subsidios. Por ello,
Comisiones Obreras viene exigiendo una modificación en las condiciones de
acceso y permanencia en las prestaciones por desempleo.
No obstante, se ha avanzado con una medida coyuntural a nivel general –los
420€-; y, antes, nosotros conseguimos en Castilla-La Mancha la implantación
de 624€ en el Plan de Choque. Hicimos una apuesta firme por la solidaridad y
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la protección social, en consonancia con la reivindicación confederal, y
podemos manifestar que hemos conseguido nuestro objetivo.
Esta medida, de carácter extraordinario, no va a solucionar el problema del
paro, pero contribuirá en cierta medida a paliar las situaciones más
descarnadas y garantizará 6 meses de trabajo, con derechos de prestación.
La reclamación de Comisiones Obreras, nuestra reivindicación de actuaciones
y decisiones al Gobierno Regional, en diciembre del pasado año, ante la grave
situación económica, se ha ido abriendo paso. Así, el Plan de choque frente al
desempleo y el Plan de reactivación de la economía han configurado el Pacto
por Castilla-La Mancha, firmado el pasado 4 de agosto. Hemos sido
impulsores y actores principales, en el ánimo decidido de contribuir en la toma
de decisiones y en la adopción de medidas para paliar los efectos de la crisis
económica en nuestra Comunidad Autónoma, y en la definición de medidas de
carácter estructural para fortalecer y reorientar nuestro sistema productivo.
El PCLM, suscrito por el Gobierno, Diputaciones, CECAM, FEMP, UGT y
CCOO, es un claro compromiso social y laboral, respondiendo a una exigencia
inmediata y a un proyecto de futuro. Lo hemos hecho desde el consenso, la
madurez y el compromiso y, desde el convencimiento de que es un acuerdo
necesario, importante y oportuno,
Este acuerdo es necesario para reducir -y, por qué no, eliminar-, el sufrimiento
de los que peor lo pasan, para las personas que necesitan del amparo de lo
público. Desde la primera línea hasta la última, nuestra única preocupación
ha sido y sigue siendo las personas. Hay que proteger a quienes lo
necesitan.
Este acuerdo es importante para recuperar la actividad, para las empresas que
necesitan nuevas líneas de financiación para, cuando menos, mantener su
actividad y por tanto el empleo. Un acuerdo de todos y para todos que tiene
que conseguir la reactivación de nuestra economía.
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Este acuerdo es oportuno para generar confianza, lanzando un mensaje claro a
los sectores que reclaman actuaciones urgentes y, sobre todo, unitarias para
propiciar el avance de nuestra región. Todos ganamos, sobre todo los más
débiles, sean personas, sectores o empresas, cuando el esfuerzo es común y
el interés que prima es el general. Por tanto, es imprescindible implicar a todos
los sectores productivos.
El Pacto tiene dos partes claramente diferenciadas, hasta el punto que el
acuerdo sobre cada una de ellas ha cristalizado en fechas y escenarios
diferentes. En un primer momento, lo que hemos dado en llamar el Plan de
Choque y, con posterioridad el Plan para la Reactivación Económica.
El Plan de Choque se pone en funcionamiento antes incluso de la firma del
conjunto del Pacto. Nuestra gente no podía esperar, los dramas personales y
familiares que genera la ausencia de ingresos necesitaban una respuesta
urgente y adecuada para aliviar, sino eliminar, la principal causa de sus males;
el agotamiento de las prestaciones y las nulas perspectivas de conseguir un
empleo a corto plazo.
Evitaré reiterar, por ser sobradamente conocidos, los aspectos que el Decreto
regula para la aplicación y desarrollo de este Plan. Sólo significar su
singularidad: es el único de los acuerdos realizados a lo largo y ancho de
nuestro país que establece una relación laboral de seis meses (con lo que
esto implica para generar nuevos derechos), con una retribución equivalente al
Salario Mínimo Interprofesional y la reserva del 30% de la jornada para la
mejora de la empleabilidad o, en su caso, la búsqueda activa de empleo
normalizado.
El grado de aplicación de este Plan es manifiestamente mejorable. Las
estimaciones iniciales que hacíamos de potenciales beneficiarios rondaban las
once mil personas. Pero aunque hay una disponibilidad de contratos
potenciales en torno a los 10.000 y se han entregado ya 7.543 credenciales de
empleo, por parte de los Ayuntamientos sólo están efectivamente contratadas
2.858 personas. Y la utilización por parte de los empresarios es insignificante.
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El desarrollo por parte de los municipios de este plan es sangrantemente lento.
La utilización política, a mi juicio bastarda, que ha hecho la oposición es
reprobable e impresentable, retrasando la puesta en marcha de forma
deliberada e injustificable. Lo ha hecho profusamente el partido de la oposición
en las Cortes Regionales y en muchos de los municipios en los que gobierna,
pero también el partido que sustenta al Gobierno Regional ha sido poco
diligente a la hora de poner en marcha estas actuaciones.
En esto, como en todo lo que afecta a lo que nos es propio, no hacemos
distinción sobre colores políticos sino sobre los hechos. Hemos denunciado los
graves incumplimientos de unos y de otros. Personalmente lo he hecho en
más de una ocasión, pero a tenor de los resultados esto ha sido insuficiente.
Tenemos que ser más exigentes, toda la estructura del sindicato tiene que
estar vigilante, cada uno en su ámbito, para lograr la correcta aplicación de
esta medida a todos los potenciales beneficiarios.
En las últimas semanas hemos salvado uno de los escollos fundamentales
para garantizar la aplicación de este plan durante el año 2010. Hoy esta
incertidumbre esta despejada: cuando culmine el periodo actualmente pactado,
volveremos a revisar la norma que lo regulara el próximo año, sus principios y
objetivos.
El Pacto por Castilla-La Mancha contempla, además del plan de choque
frente al desempleo, la adopción de hasta 85 medidas, que no relataré, unas de
carácter coyuntural y otras de carácter estructural. El importante impulso a la
obra pública, los nuevos mecanismos y líneas de apoyo financiero, el apoyo a
sectores especialmente vulnerables y a colectivos con especiales dificultades,
son algunas de las más destacables para reducir el impacto de la crisis.
En relación con las medidas de carácter estructural, que deben ayudar a
reorientar nuestro modelo productivo, hay que reseñar la importancia de
apostar por sectores estratégicos, el impulso a la formación y cualificación de
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las personas, el desafío por alentar la I+D+i en las empresas; y la apertura de
nuestra economía a otros mercados.
Quiero resaltar y agradecer el esfuerzo que el conjunto de la organización ha
hecho en la elaboración de las propuestas que finalmente hemos planteado en
las correspondientes mesas de negociación. Estamos ante el proceso de
negociación más participativo y participado por el conjunto del sindicato
de cuantos hemos abordado en los últimos años, una experiencia que ha
resultado muy positiva. El pacto es de toda la organización, porque toda la
organización ha participado para llevarlo a buen puerto. Vaya por delante mi
agradecimiento y mi felicitación, especialmente, a los y las que habéis estado
en la primera línea de la negociación.
Hemos concluido esta etapa con brillantez, ahora nos queda, quizás, lo más
trascendente: hacer efectivo lo pactado para que los destinatarios puedan
sentirlo como realmente útil. Por esta razón, le hemos dado tanta importancia a
la constitución de la Comisión de Seguimiento, que tiene, que debe tener, un
papel capital. Se ha constituido el pasado día 2 de septiembre y posteriormente
se han celebrado ya dos encuentros, en los que se ha ido detallando el encaje
que cada una de las medidas debe tener en los presupuestos para el año 2010.
Se ha comprometido, inicialmente, una inversión de 1.300 millones durante
2010 para poder ejecutar lo pactado.
Nuestra tarea en este campo no la podemos dar por concluida. En más de una
ocasión, con razón, en los debates realizados en los órganos de dirección, se
ha puesto en cuestión el real conocimiento de cómo se estaba desarrollando el
Pacto por el Desarrollo y la Competitividad. Insisto, quienes mostraban
estas reservas tenían razón. Nuestra capacidad para hacer un seguimiento
realmente efectivo estaba muy mermada. Por esa razón, y aprendiendo de los
errores cometidos en el pasado, en esta ocasión dedicaremos los medios
humanos y materiales necesarios para poder conocer e influir en las medidas
que de la puesta en marcha del Pacto se desprendan.
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El gobierno del Pacto por Castilla-La Mancha le corresponde a la dirección
regional, pero su desarrollo es tarea de todos. Las Federaciones Regionales
tienen un espacio que, desde la necesaria coordinación con la Unión Regional,
les corresponde ocupar y asumir.
Así, de inmediato, la Federación Regional de Comercio y Hostelería, en
conexión con la Secretaría de Acción Sindical –responsable directa del
seguimiento del Pacto-, tiene que fijar la posición de Comisiones Obreras de
Castilla-La Mancha en la puesta en marcha del Plan Regional de Comercio,
la Ley de Comercio y sus desarrollos. Ya se ha hecho en días pasados, y
así se debe continuar.
De igual manera, en el debate de la Ley de Educación se coordinará el trabajo
y se definirá la postura de Comisiones Obreras con la participación de la
Federación Regional de Enseñanza. Asimismo, exigiremos nuestra presencia,
a través de la Federación de Industria, en el grupo de trabajo que analice el
desarrollo y la implantación de las energías renovables en la región. También
hay que cerrar las órdenes de ayudas al sector del textil/calzado que vienen
negociando los compañeros de Fiteqa; e intensificar el papel del sindicato en el
Plan de la Madera a través de los compañeros de Fecoma.
Por lo que respecta a la negociación colectiva, como hemos señalado al
principio de este informe está embarrancada en nuestra región, como en el
resto del país (se adjunta informe de situación).
La patronal regional, la CECAM, reniega cada vez más de su papel como
interlocutor en la construcción y gobierno de las relaciones laborales; y está
muy a gusto con la atomización no sólo de la negociación, sino de la capacidad
de presión. Por eso, sigue interesada en que no haya un marco regional
estable para abordar la negociación colectiva, manteniendo la disparidad y,
en no pocos casos, la debilidad de los ámbitos de negociación provinciales.
Pero esta actitud de la CECAM no es peculiar. Está en sintonía con la
estrategia de la CEOE. La patronal, deliberadamente, nos esta echando un
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pulso: está intentando tomarnos la medida, “testando” nuestra capacidad real
de arrancar las movilizaciones desde el seno de las empresas.
Por tanto, no es sólo una estrategia de desgaste en relación con la suerte que
puede correr la negociación colectiva del presente año; sino también, y esto es
lo más grave a mi juicio, una apuesta a más largo plazo que tiene como
objetivo final que el movimiento de clase pierda píe en la empresas. A esta
estrategia hay que responderle con contundencia pero, sobre todo, con
inteligencia.
Por lo anterior, creo imprescindible que miremos por un momento hacia dentro;
porque la patronal sólo va a cambiar de estrategia cuando llegue al
convencimiento de que mantener la actual situación la desgasta como
organización y perjudica seriamente los intereses de sus asociados.
Podemos especular, e incluso acertar, sobre las razones que mueven a nuestra
contraparte a mantener sus posiciones. Pero haríamos un análisis de situación
incompleto si no examinamos también de puertas para dentro, identificamos
nuestras debilidades y fortalezas y evaluamos con realismo nuestra capacidad
para dar un vuelco radical a la actual situación.
Siendo descarnadamente sincero quiero situar algunos elementos para la
reflexión colectiva que nos permita salir de este Consejo Regional con una
visión muy clara de lo que tenemos y podemos hacer en Castilla-La Mancha.
La empresa, el centro de trabajo, es nuestro sostén. No os diré que hay
que estar, porque sé que estamos todos los días. Pero hay que
intensificar ahí, en nuestro campo natural de actuación, nuestra identidad
de sindicato de clase y de izquierda.
En las empresas tenemos que hablar, también, de política. De fiscalidad.
Del reparto de la riqueza. Sé que puede ser complicado, cuando lo que
esperan los trabajadores es resolver su convenio o su turno de trabajo.
Pero deben saber por qué y para qué hacemos las cosas. Somos un
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sindicato sociopolítico y tienen que saberlo y entender nuestras razones
cuando les llamemos a la movilización.
En este difícil escenario, la posición de los compañeros de UGT es un también
un elemento fundamental. Tenemos que conjuntarnos y actuar en común.
Nuestras confederaciones, CCOO y UGT, están practicando y mostrando
unidad de criterios y de objetivos; y acordando las estrategias y las
convocatorias.
Esta unidad de acción del sindicalismo de clase en la defensa de los intereses
de los trabajadores y de las trabajadoras hemos de anteponerla a cualesquiera
otras discrepancias del día a día.
Recientemente, hemos mantenido un encuentro con la dirección regional de
UGT. Y compartimos la mayor: nuestra prioridad sindical de desbloquear la
negociación del 2009, así como la conveniencia de poner elementos en común
para el 2010.
La jornada de reflexión y debate que vamos a realizar el próximo día 29 de
septiembre -este informe ha sido elaborado antes de esta fecha para que
podáis tenerlo en vuestro poder con antelación suficiente-, con la participación
de todas las estructuras, tiene que permitirnos fijar posición sobre el particular;
posición que estará, seguro, en plena sintonía con las líneas de actuación
confederales.
Todas estas obligaciones han de ser perfectamente compatibles con las
asambleas programadas en las distintas empresas y en la preparación de las
manifestaciones que hemos convocado en las cinco provincias de la región
para el 7 de octubre, aprovechando una fecha y una convocatoria
emblemática para el movimiento sindical internacional, la 2ª Jornada Mundial
por el Trabajo Decente, que, no lo olvidemos, tiene entidad en sí misma para
llamar a la movilización del conjunto del sindicato y de los trabajadores y las
trabajadoras.
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Es precisamente en esta fecha donde queremos que se hagan oir en el
conjunto del país, a través de una convocatoria unitaria, las razones que ambos
sindicatos esgrimimos para desbloquear la negociación colectiva y retomar el
dialogo social; y, fundamentalmente, que se visualice el músculo sindical y
nuestra determinación para conseguir acuerdos: en las mesas de negociación
o, si fuera preciso, desde una amplia movilización.
Sabéis que en función de como evolucione las cosas, el próximo día 7 de
octubre puede ser la antesala de una movilización más general en la primera
quincena de diciembre, movilización que tendría a la patronal como destinatario
indiscutible.
Precisamente el próximo día 9 tenemos una reunión, a petición suya, con
el recientemente elegido nuevo Presidente de CECAM. Una oportunidad
para conocer si sus primeras declaraciones obedecen a una línea de actuación
general u obedecen a la euforia de la elección y su alineamiento con las tesis
de Díaz Ferrán.
Sea como fuere, plantearemos con firmeza que el diálogo social en
Castilla-La Mancha está incompleto por la actitud de unas patronales que
añoran el pasado, que renuncian a la modernidad y a la construcción de un
marco adecuado de relaciones laborales; por la dimisión de una patronal
regional de su deber de interlocución directo.
Comisiones Obreras le plantearemos, en consecuencia, que hay que
desbloquear ya la negociación colectiva de 2009 y le propondremos retomar un
acuerdo marco de referencia para la negociación colectiva en Castilla-La
Mancha, así cómo la prórroga o reedición del Acuerdo para la Negociación
Colectiva en materia de Seguridad y Salud Laboral 2008/2009, que no se ha
desarrollado en los convenios colectivos.
La relación con la CECAM no puede limitarse sólo a encontrarnos en los
espacios de interlocución tripartito. No queremos sólo un espacio de
acuerdo para la solución extrajudicial de conflictos laborales. Hay espacio para
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avanzar y modernizar las relaciones laborales, para homogenizar las
condiciones de trabajo de todos los castellano-manchegos del sector privado,
para avanzar en la construcción de convenios regionales, para proteger a todas
las personas que dependen de un salario y no tienen convenios de referencia,
para ampliar los ámbitos funcionales de los convenios colectivos, para
desarrollar los planes de igualdad, para afianzar compromisos en materia de
responsabilidad social empresarial.
Hay espacios para el encuentro. Pero para conseguirlos, de forma centralizada
ó en ámbitos sectoriales, hay que forzar acuerdos y exigir empresarios
decentes para tener trabajo decente.
Estamos obligados a situar el conflicto capital-trabajo en el espacio donde nace
y que nos es más propio: en los centros de trabajo, en las empresas. Con los
trabajadores frente a los empresarios y sus patronales.
Lo tenemos que hacer con la mayor concentración de fuerzas, en unidad de
acción con UGT, sabiendo las dificultades del momento, pero convencidos de
que ahora está en juego la razón de ser de los sindicatos de clase. Porque los
empresarios lo saben y nos ponen en tela de juicio en un escenario económico
crítico y ante un próximo proceso electoral en los centros de trabajo.
En otro orden de cosas, hay que resaltar que Castilla-La Mancha ha sido lugar
de encuentro del conjunto del sindicato para la reflexión y el debate. La
celebración de la Escuela confederal de verano en Cuenca ha sido un éxito,
tanto por su preparación y desarrollo como por el contenido de las materias
objeto de discusión y exposición.
Modestamente hemos contribuido, desde la Secretaría de Estudios y
Formación Sindical, el Área de Comunicación de la Unión Regional y desde la
Unión Provincial de Cuenca, en la consecución de los objetivos, y así se nos ha
reconocido por la Confederación.
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La escuela confederal de verano ha situado debates importantes, ha centrado
aspectos relevantes para la acción sindical y para el cambio social y del
aparato productivo. Ha sido, qué duda cabe, un referente en la elaboración de
alternativas y de apuestas de futuro en el trabajo sindical de Comisiones
Obreras.
En Castilla-La Mancha abordaremos, asimismo, nuestra reflexión en torno a la
Escuela de Otoño. Una experiencia que comienza este año con el encuentro
de los próximos días 15 y 16 de octubre, organizado por la Fundación de
Estudios de Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha y la Secretaría de
Formación Sindical. No es sólo una iniciativa para dotar de contenido la gestión
en materia formativa; es, sobre todo, una necesidad organizativa para generar
debate, aportar ideas, extraer conclusiones y convertir nuestra propuestas en
referencias inexcusables en el panorama social, económico y político en la
región.
Quiero animar a la Fundación de Estudios que, cómo sabéis, inició su
andadura el pasado 29 de junio y que debe cumplir un destacado papel para
nutrir al conjunto de las estructuras de argumentos, lecturas y aportaciones
para mejorar nuestro trabajo diario y para incrementar la especialización y el
conocimiento de nuestros y nuestras dirigentes sindicales.
“Potenciar nuestra capacidad organizativa, mejorar la gestión y extender la
actividad del sindicato”. Este enunciado encabezaba el eje 6 del Plan de Acción
aprobado en nuestro 7º Congreso.
En el análisis de situación que realizábamos, se ponía el énfasis en el carácter
instrumental de las políticas organizativas y financieras del sindicato, con el fin
de posibilitar al conjunto de la organización la consecución de los objetivos
marcados relativos a la mejora de la calidad del empleo y la ampliación de los
derechos laborales, al impulso del dialogo social y la negociación colectiva
como elementos necesarios de las transformaciones sociales, al reforzamiento
del modelo social que afiance los instrumentos de protección social y la
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extensión de la solidaridad, todo ello en un marco que lo haga compatible con
un desarrollo social sostenible .
Las acciones y propuestas aprobadas en el 7º Congreso, implican para las
Comisiones
Obreras
administración,
dimensionar
los
sistemas
de
organización
y
haciendo compatible su función básica con las exigencias
legales en lo relativo al uso y gestión de los recursos, independientemente de
su procedencia. Asimismo, es necesario adaptar la organización a las nuevas
tareas y responsabilidades derivadas de la creciente interlocución sindical con
agentes económicos, políticos y sociales del ámbito regional.
Nuestros retos, en materia organizativa, se orientan en este período hacía el
crecimiento afiliativo “100.000 en 2013” como señalábamos en el Congreso;
mantener la hegemonía electoral en Castilla-La Mancha; contribuir al
fortalecimiento de las estructuras federativas; y, en el orden más interno,
mejorar la gestión de los recursos materiales y humanos.
Tras este breve enunciado hay un amplio conjunto de objetivos y actuaciones
que deben permitir la consecución de los fines marcados. El crecimiento
afiliativo, vinculado al desarrollo organizativo y a la acción sindical, nos obliga
a definir objetivos generales en Castilla-La Mancha,
a complementar los
planes federales con iniciativas transversales y a realizar el seguimiento y la
evaluación de lo ejecutado.
Las elecciones sindicales constituyen el principal elemento de legitimación,
tanto en el seno de la empresa como en el conjunto de la sociedad. En
coordinación con las distintas estructuras es preciso establecer el Plan de
Actuación de elecciones sindicales que comprenda actividades formativas en
materia electoral, definición y disposición de medios materiales y humanos,
concreción de objetivos electorales y de sistemas de evaluación.
Otro aspecto a destacar es la necesidad de generalizar el uso de las TIC.
Para ello se llevarán a cabo cursos de formación de las herramientas
informáticas regionales, así como el desarrollo de acciones de sensibilización y
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formación que garanticen el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de
Datos.
El sindicato ha tenido un crecimiento importante en los últimos años, añadiendo
complejidad a su gestión. Es imprescindible seguir mejorando la gestión
administrativa, contable y fiscal de la organización; para ello está prevista la
progresiva implementación de herramientas informáticas que van a permitir
simplificar procesos.
Igualmente, en breve se va a iniciar el proceso de discusión para la aplicación
de la Norma Confederal sobre Funcionamiento y Financiación de los Servicios
Jurídicos, cuestión no exenta de dificultades pero inaplazable. Los criterios que
deben regir el nuevo modelo se refieren, entre otros, a la necesaria prestación
del servicio en condiciones homogéneas, a la determinación de las prioridades
en al atención a las organizaciones y a los afiliados y afiliadas, y al
establecimiento de formulas de cogobierno en la dirección sindical de las
asesorías entre las organizaciones de rama y territorio.
Toledo, 23 de septiembre de 2009
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