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Bloque IV: Construcción y consolidación del Estado Liberal:
-Revolución liberal en el reinado de Isabel II. Carlismo y guerra civil.
Construcción y evolución del Estado liberal.
- El Sexenio revolucionario: intentos democratizadores. De la revolución al
ensayo republicano.
-El régimen de la Restauración. Características y funcionamiento del sistema
canovista.
-La oposición al sistema. Nacimiento de los nacionalismos periféricos. Guerra
colonial y crisis de 1898
1. Revolución liberal en el reinado de Isabel II. Carlismo y guerra civil. Construcción y evolución
del Estado liberal.
En España la mayor parte de la población era analfabeta y tenía unos niveles de renta muy bajos que
apenas les permitían comer. El Estado no se preocupaba de cubrir las necesidades sanitarias o educativas de
la población.
Además en el país se vive un estancamiento económico. Sobre todo por la estructura de la sociedad,
que mantiene una agricultura atrasada y un lento desarrollo industrial. El comercio está bloqueado por la
carencia de infraestructuras en comunicaciones, los gremios, la falta de capitales y sobre todo por el bajo
nivel de renta de la población. A todo ello hay que añadir la pérdida de la mayor parte del imperio colonial,
lo que originó la pérdida de un mercado reservado a sus productos, sumándole a ello el cese de los envíos de
la plata americana. Todo esto dio lugar a una balanza comercial negativa.
En los último momentos de su vida el rey Fernando VII, hará que las Cortes juren a su hija Isabel
como princesa de Asturias, al mismo tiempo que destierra a su hermano Carlos (por negarse a jurar a
Isabel), nombra a su esposa como regente; María Cristina ante la necesidad de buscar alianzas para hacer
frente a los absolutistas puros, forma un gobierno presidido por Cea Bermúdez, de significación reformista,
que decreta una amnistía parcial.
Una semana después de la muerte de Fernando VII se hace público su testamento que deja como
reina a su hija Isabel y a su esposa como regente. Don Carlos se proclama Rey (Carlos V) dando lugar a la
guerra civil que durará siete años. María Cristina anunció en su Manifiesto a la Nación que realizaría algunas
reformas, pero manteniendo el sistema absolutista en todo su vigor. Este manifiesto decepcionó a todos y la
reina no tuvo más remedio que sustituir a Cea y nombrar al liberal moderado Martínez de la Rosa que se
encargó de elaborar llamado Estatuto Real (carta otorgada de carácter muy limitado).
1.1.- Ideológica del carlismo
Carlos María Isidro, que no se sublevó hasta la muerte de su hermano Fernando, aglutina a las fuerzas
que se resisten al nacimiento una nueva sociedad: campesinos afectados por la venta de bienes comunales,
una minoría de obispos, nobles y funcionarios y, sobre todo una masa popular influida por el clero que
defiende los derechos forales. El ejército permanece fiel a la reina María Cristina, salvo una minoría de
mandos que forman los voluntarios reales.
La lucha dinástica ocultaba un enfrentamiento mucho más profundo. Se dirimía que tipo de Estado
tendría España: si una monarquía constitucional de corte liberal, o una monarquía tradicional.
La ideología carlista puede resumirse en los siguientes puntos:
• Posiciones ultra católicas.
• Defensa de la foralidad. El carlismo se enfrenta a la burguesía centralizadora que aspira a liberarse
del Antiguo Régimen. Muchos campesinos se posicionan del lado carlistas porque consideran un ataque a
las viejas tradiciones.
La foralidad representa una forma de gobierno tradicional basado en las Juntas Generales, la aplicación de la
justicia por jueces propios, la exención fiscal, una menor presión de la hacienda particular y la inexistencia de
quintas para los mozos de esos territorios.
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• Monarquía de origen divino.
1.2. Consecuencias de las guerras carlistas
Las sucesivas guerras carlistas suponen para España:
• Inestabilidad política general. El carlismo arraiga, en las zonas rurales de Cataluña, el País Vasco,
Navarra y en el Maestrazgo.
• El ejército entra en la vida política. Los militares alcanzan gran renombre.
• Se movilización todos los recursos al servicio del conflicto militar. Esto agrava la situación de la
Hacienda, que toma medidas, como la ampliación de la Deuda y la desamortización de bienes eclesiásticos.
1.3 Fases de la guerra carlista
La guerra duró desde 1833 a 1839. El carlismo no logra atraerse a su causa a las grandes ciudades.
Tampoco obtiene el apoyo del exterior (Francia e Inglaterra se decantan por la causa liberal, a cambio de
mantener un liberalismo moderado). Rusia, Prusia y Austria aunque simpatizan con los carlistas pero se
abstienen de apoyarles.
1.3.1 Primera Fase
Entre, el otoño de 1833 y el verano de 1835 se produce la rápida adhesión de masas de campesinos
vascos, navarros y catalanes, así como de la zona levantina del Maestrazgo, afectados por las leyes del
Trienio Constitucional.
Las operaciones carlistas las lleva a cabo Tomás de Zumalacárregui. Las Diputaciones de Vizcaya, Álava
y Guipúzcoa le otorgan la jefatura de los ejércitos del Norte, pero Zumalacárregui muere durante el asedio a
la ciudad de Bilbao, en 1.835. Los carlistas querían la conquista de una gran ciudad para convertirla en su
capital.
1.3.2. Segunda fase:
En otoño de 1837 se extienden las operaciones militares a toda España. Especial son las del general
carlista Miguel Gómez, que llega hasta Cádiz. El propio Carlos asedia Madrid, donde confluye con el general
Ramón Cabrera, pero al no poder conquistar la ciudad, se repliegan hasta el Ebro.
1.3.3 Tercera fase
A finales de 1837, por el desgaste de las tropas carlistas, empiezan a producirse disensiones,
que propician el Convenio de Vergara, alcanzado entre Espartero (cristino) y Maroto (carlista), el 31 de
agosto de 1839. Este acuerdo ofrece la posibilidad de retiro para los militares carlistas o su integración en el
ejército liberal, una vaga referencia a las modificaciones de los fueros y la concesión de pensiones a las viudas y los huérfanos de la guerra.
A lo largo del siglo, el carlismo vuelve a brotar en las figuras de los descendientes de Carlos María,
como Carlos Luis de Borbón.
1.4.- La regencia de María Cristina. Estatuto Real
María Cristina es la garante de las prerrogativas sucesorias de su hija Isabel como reina de España.
Para ello alcanza el acuerdo con la fracción liberal del ejército.
El inicio de la guerra carlista y el apoyo de los liberales a la causa isabelina, propició la llegada al poder
en enero de 1834 a Martínez de la Rosa, que representaba al sector más conservador del liberalismo
Francisco Martínez de la Rosa, aísla a los elementos extremistas de los liberales y acomete un
programa para facilitar la llegada al trono de Isabel II. El compromiso entre la Corona y los liberales se
concreta en el Estatuto Real de 1834, que no hace referencia a la soberanía nacional. Se trata de un modelo
de Carta otorgada inspirada en la Charte francesa de 1814 y en la tradición jurídica española del código de
Las Siete Partidas.
Sus rasgos fundamentales son:
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-- Sistema de representación. Se establecen unas Cortes formadas por dos Cámaras: la Cámara Alta, o
Estamento de Próceres, constituida por personalidades designadas por la Reina entre los nobles, jerarquías
de la Iglesia y burgueses adinerados. Cámara Baja o Estamento de Procuradores, elegidos por un sufragio
sumamente restringido.
-- Las Cortes ejercen las facultades de derecho de petición al rey y de aprobación de las asignaciones
tributarias.
-- Rey. Sólo la Corona cuenta con capacidad para convocar Cortes y disolverlas. Tiene capacidad
legislativa y, además, nombra al presidente de ambos Estamentos.
El Estatuto no es un marco plenamente representativo, pero supone una desvinculación parcial con
el Antiguo Régimen.
El 20 de mayo de 1834 se aprueba una ley electoral que fija la participación de los españoles. En las
primeras elecciones el derecho de voto alcanza a unos 15000 ciudadanos, lo que equivale a un español por
cada 875
El Estatuto Real reflejo los principios del liberalismo moderado partidario del acuerdo con la
Corona y defensor de los valores del liberalismo doctrinario. Frente a éste, el liberalismo progresista tenía
como referencia la Constitución de 1812. En este marco constitucional se dieron leyes como la
desamortización de bienes de la Iglesia, supresión de los diezmos, de las adunas y de los gremios
1.5.- Moderados y progresistas
Los moderados son los representantes de la oligarquía del liberalismo. Defensores de las capas altas
de las clases pudientes, que se disponen a entrar en la nueva sociedad, estableciendo garantías para la
propiedad y su hegemonía en la vida política.
Su doctrina política se sustenta en el liberalismo doctrinario. La Soberanía Nacional la poseen
conjuntamente la Corona y las Cortes. Según esto existen dos fuentes de soberanía: la historia encarnada en
la monarquía, y la nación, representada en las Cortes. Para ellos, el poder debe basarse en la inteligencia y
la riqueza, y ampliar el censo significa, por tanto, preferir la ignorancia a la Ilustración. Defienden la unidad
“altar y trono”. El voto tiene un carácter censitario.
En la corriente moderada militan: terratenientes, aristócratas, periodistas y antiguos afrancesados.
Sus figuras más representativas son Martínez de la Rosa y Alcalá Galiano.
En política económica los moderados eran partidarios del proteccionismo
Los progresistas son defensores de la soberanía nacional y de limitar los poderes de la Corona. No
acepta el poder moderador de la Corona. Son convencidos partidarios de la autonomía de los municipios y
de la Milicia Nacional, instituciones donde recalan sus bases. Defiende una amplia libertad de prensa
Sus prácticas económicas tienden al librecambismo y su postura favorable a la desamortización les
supone el enfrentamiento con la jerarquía eclesiástica y con el trono.
Forma parte la masa popular anticarlista y anticlerical, así como sectores de la burguesía (abogados y
banqueros). Sus figuras más representativas del momento son Espartero, Mendizábal y Calatrava
Los progresistas para llegar al Gobierno, emplean una doble estrategia: la ampliación del cuerpo
electoral y el ejercicio de pronunciamientos militares.
1.6.- Los gobiernos de María Cristina
La guerra carlista llevo a María Cristina a un acercamiento hacia los progresistas en 1835. Se da paso
al breve Gobierno del conde de Toreno (junio-septiembre). Los exaltados o progresistas, a pesar de la
victoria en Mendigorri (Navarra) sobre los carlistas, se decantan por una estrategia de movilización dirigida
por las Juntas que origina el nombramiento de Juan Álvarez Mendizábal como primer ministro en
septiembre de 1835. Mendizábal desarrollo un amplio programa desamortizador, para evitar la quiebra y
hacer frente al carlismo, pone en práctica: la desamortización de los bienes eclesiásticos y su posterior
venta. Pone en propiedad nacional las propiedades monásticas y, en junio de 1837, como ministro de
Hacienda del Gobierno de Calatrava, propone la venta de los bienes inmuebles, junto con la abolición de los
diezmos. Este ataque a la propiedad eclesiástica para dar solución a los problemas de la Deuda pública
sientan las bases del apoyo social al régimen liberal al ampliar el sector de propietarios,
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Esto supondrá el distanciamiento definitivo entre progresistas y los moderados. Además reformó la
ley electoral, estableció la responsabilidad del gobierno ante las Cortes.
La sustitución de Mendizábal por el moderado Javier Istúriz, en mayo de 1836, provocó la protesta
de los progresistas, que promovieron la Sargentada de la Granja, pronunciamiento de unos sargentos de la
Guardia Real, que obligó a la Regente a jurar la Constitución de 1812.
El gobierno progresista convocó elecciones, que elaboraron la Constitución de 1837 ,
1.7.- La Constitución de 1837
La Constitución de 1837 no es una modificación de la de Cádiz, sino una nueva Constitución. Consta
de 77 artículos y dos disposiciones adicionales. Sus características más importantes son:
Sistema de representación. Las Cortes son el órgano de representación de la soberanía nacional y se
configuran en una doble Cámara: el Congreso de los Diputados y el Senado. Las dos Cámaras tienen iniciativa
legislativa y están facultadas para elegir al regente, recibir el juramento constitucional de la Corona. El
Congreso prevalece sobre el Senado.
Rey. El monarca tiene irresponsabilidad política, pero no sus ministros que responden ante las
Cortes. Tiene derecho de veto por una legislatura, iniciativa legislativa junto con las Cortes y capacidad para
disolverlas.
Administración local. Los gobiernos locales elegidos por los vecinos con capacidad de voto.
Milicia Nacional. Para el mantenimiento del orden y como apoyo al ejército en sus respectivas
provincias.
Relaciones Iglesia-estado La Constitución garantiza la libertad de culto; no obstante, el Estado se
compromete a, mantener el culto y a los ministros de la religión católica.
Imprenta. Se reconoce el derecho de imprimir sin censura previa.
Aprobada la Constitución, se alteraron diferentes gobiernos moderados.
1.8-. La regencia de Espartero
En 1840 los moderados pretendieron paralizar las conquistas revolucionarias sobre todo las que
afectaba a la Ley Municipal que recortaba la autonomía municipal. Por ello la Milicia Nacional originó un
pronunciamiento. El general Baldomero Espartero, artífice del Convenio de Vergara, se pone al frente de las
fuerzas insurgentes desde Cataluña (julio de 1840). La Regente para resolver la crisis, lo nombró presidente
de Gobierno. Pero Espartero reclamó compartir la regencia. María Cristina se negó y renunció a sus
funciones en octubre de 1840.
Espartero asumió la regencia en 1841 hasta 1843. Espartero gobernó de forma dictatorial y reprimió
con dureza las conspiraciones de los moderados.
El triunfo progresista acelera las reformas. Se completa la desamortización con la venta de los bienes
inmuebles y de las tierras que el clero secular mantiene en las ciudades.
Durante la regencia se producen numerosos pronunciamientos moderados, entre los que destacan
los llevados a cabo por Diego de León, que es fusilado. También fracasan los realizados por O'Donnell y
Narváez. Están apoyados desde el exterior por la reina madre. Estos pronunciamientos crean un clima de
inestabilidad. Los moderados se vuelcan cada vez más en la búsqueda de una figura militar y la encuentran
en Ramón María Narváez.
El favoritismo, hacia un grupo de oficiales conocidos como «los Ayacuchos» le granjean a Espartero
nuevas enemistades. Asimismo, surgen núcleos de republicanismo que se presentan con un programa social
avanzado a las elecciones municipales de 1841.
En diciembre de 1842 Espartero pone en marcha una política económica considerada como
librecambista al aplicar un modesto arancel a los productos textiles ingleses. Se ve como un ataque a la
industria nacional. La protesta, con una amplia base popular es seguida por una brutal represión con el
bombardeo de Barcelona, a la que se castiga con unos impuestos extraordinarios.
En. 1.843, el regenten convoca elecciones, de las que el partido progresista sale dividido en dos
fracciones: la militar y la civil.
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El descontento cristaliza en un pronunciamiento encabezado por Narváez quien, desembarca en
junio de 1843 en Valencia y se dirige hacia Madrid con el apoyo de unidades militares. El 23 de julio triunfa
en Torrejón Ardoz. Espartero embarca en el Puerto de Santa María (Cádiz) hacia Londres.
1.9
El funcionamiento del sistema. Corona, Parlamento y partidos políticos durante el reinado
de Isabel II.
En noviembre de 1843, con tan sólo trece años, fue Isabel II proclamada mayor de edad. Meses más
tarde el general Narváez, jefe del partido moderado, fue designado presidente de gobierno e inició el
llamado gobierno de los capaces. Este se aplicó a consolidar el Estado Liberal, de acuerdo con los intereses
de la oligarquía terrateniente y financiera y dentro de los principios del liberalismo doctrinario. La obra
cumbre de este periodo es la Constitución de 1845
En mayo de 1844 pasa al frente del Gobierno al general Narváez, en cuyo equipo destacan:
Alejandro Pidal y Mon, Mayans, Martínez de la Rosa, Donoso Cortés, Bravo Murillo y el marqués de
Salamanca.
En 1845, los moderados aplican la ley municipal, y reorganizan los Ayuntamientos y las Diputaciones.
La Corona designa a los alcaldes y tenientes de alcalde de las capitales de provincia.
En octubre de 1846 tiene lugar la boda de Isabel II con don Francisco de Asís, y la de su hermana,
Luisa Fernanda, con el duque de Montpensier. El matrimonio de la reina, es producto de la acción
diplomática de Francia y del Reino Unido.
La falta de perspectivas electorales de los progresistas los radicaliza y elaboran como respuesta al
discurso de apertura de las Cortes de la reina en 1848. El manifiesto demócrata. Sus puntos fundamentales
son tres:
Declaración de derechos.
Libertad de conciencia.
Sufragio universal.
1.10 La Constitución de 1845
Impone la ideología, las instituciones y el orden de los moderados. Se sustituye la soberanía nacional
por la soberanía compartida (Rey y Cortes), tesis de los doctrinarios
Sistema de representación. Se establece una doble Cámara de representación:
El Congreso de los Diputados. Se elige, por sufragio censitario, ciudadanos varones de más
veinticinco años y con cierto nivel de renta. El rey nombra al presidente de la Cámara.
El Senado. Los senadores son elegidos por la Corona con carácter vitalicio. Su número es ilimitado y
sus miembros proceden de la nobleza, militar y religiosa. Con rentas superiores a los 30.000 reales.
Rey. Tiene iniciativa legislativa y nombra al jefe de Gobierno y a una parte del Senado.
Administración local. Se elimina el carácter electivo de los alcaldes, que son nombrados por la
Corona.
Milicia Nacional. Es desmovilizada y sustituida, más tarde, por la Guardia Civil.
Relaciones Iglesia-Estado. Se reconoce el carácter oficial de la religión católica
Imprenta. Se reconoce la libertad de imprenta.
La Constitución de 1845 se desarrolló en sentido restrictivo, ya que la ley electoral sólo otorgo el
derecho al voto o la condición de elegible a una parte muy pequeña de la población. Esta Constitución marca
el paradigma del moderantismo del XIX. Tiene vigencia durante toda la década y durante los doce años
siguientes, al Bienio Progresista (1854-1856). Sirve, asimismo, de modelo para numerosos artículos de la
Constitución de 1876.
La política centralista, se plasmó en la reforma de leyes fundamentales y en la reestructuración de
la Administración central. Entre las reformas legales, la ley Municipal dispuso la designación gubernamental
de los alcaldes. La labor codificadora avanzó hacia el establecimiento de un sistema legal uniforme con la
promulgación del Código Penal de 1848.
La reestructuración de la Administración central intentó convertirla en la base del Estado con la
constitución de:
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-- Los gobernadores civiles como representantes del Gobierno y con funciones electorales, fiscales y
económicas.
-- La Guardia Civil, dedicada a mantener el orden público, con fines civiles pero con estructura militar
-- El Banco de San Fernando que, a partir de 1851 recibió el monopolio de emisión de moneda.
-- La unificación de pesos y medidas con la aplicación del sistema métrico decimal.
La reforma de la hacienda de Alejandro Pidal y Mon, sustituye los impuestos tradicionales e
introdujo un nuevo sistema impositivo con dos impuestos fundamentales: la contribución territorial y el
impuesto indirecto de consumos. Este último fue muy impopular
Las relaciones con la Iglesia se concretaron en el Concordato con la Santa Sede de 1851. La
desamortización situó las relaciones entre el Estado español y la Santa Sede en gran tensión. La llegada de
los moderados al poder propicia un clima de normalización en las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
Fruto es el Concordato de 1851, que constituye la base jurídica de las relaciones entre España y el
Vaticano. Con el Concordato se produce reducción de las diócesis; establece la formación de los sacerdotes;
confirma como único matrimonio válido el celebrado en el seno de la Iglesia; garantiza el mantenimiento del
culto y el pago a los ministros de la Iglesia por parte del Estado.
En síntesis, supone el reconocimiento del carácter confesional del Estado español, con la prohibición
de otros cultos y el compromiso de la Iglesia para no acometer la recuperación de los bienes desamortizados, al tiempo que se le otorga categoría jurídica para que pueda adquirir nuevos bienes.
La segunda guerra carlista se inició en 1846. Al año siguiente el conflicto se generalizó con la entrada
de Cabrera en Cataluña. Sin el alcance de la anterior, el conflicto se prolongó hasta 1849.
La cuestión de la boda de la reina, descartando al candidato carlista, lo que hubiera significado una
involución, la intrincadas maniobras diplomáticas llevaron a descartas a otros. Finalmente se acordó un
matrimonio endogámico entre los Borbones. En 1846 Isabel II se casó con su primo hermano Francisco de
Asís.
1.11. Fin de la Década Moderada
Inspirado en el modelo francés, Bravo Murillo trata de establecer un nuevo sistema político
impulsando una nueva Constitución que reduce aún más la participación política de la sociedad civil.
Establece un Senado hereditario y un censo electoral formado por los 150 mayores contribuyentes de cada
distrito electoral, así como el nombramiento de la presidencia de las Cortes por el rey o la reina. Esta
reforma alarma a los propios moderados («puritanos»), que consiguen, en alianza con los progresistas que,
la reina sustituya a Bravo Murillo.
La crítica a la vida privada de la reina por parte de la prensa y la subida del precio del grano, como
consecuencia de exportaciones hechas a Inglaterra y el subsiguiente generan un clima de tensión política y
social que desemboca en el pronunciamiento de 1854.
2.- El Sexenio revolucionario: intentos democratizadores. De la revolución al
ensayo republicano.
2.1. El Bienio Progresista
En 1854, la acción conjunta de progresistas moderados avanzados y demócratas –grupo republicano
surgió en 1848 y partidario del sufragio universal masculino- consiguió un cambio en la orientación política.
Los factores que influyeron fueron:
--El Manifiesto de Manzanares, elaborado por Antonio Cánovas del Castillo. En el que los
moderados puritanos, pidieron el cese de la camarilla de la reina, la rebaja de impuestos y nuevas leyes
electorales y de imprenta.
-- Las jornadas de julio, en algunas ciudades se formaron Juntas e incluso con barricadas como en
Madrid.
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-- La Vicalvarada, pronunciamiento del general O’Donnell en Vicálvaro, donde se pronuncia al frente
de escasas tropas.
La reina llama entonces a Espartero, quien, previo pacto con O'Donnell, restablece la Constitución de
1837, sustituye la ley de imprenta de 1845 por la de 1837 y pone en vigor nuevamente la ley municipal de
1823. Asimismo, convoca Cortes generales y aplaza las reivindicaciones obreras.
Las elecciones de 1854, con una ley electoral menos restrictiva, permiten la llegada a las Cortes de
una mayoría progresista. Espartero lleva a cabo la disolución de las Juntas, amplió las libertades políticas y la
participación electoral y promovió el desarrollo económico con la Ley General de Ferrocarriles, la
desamortización de Madoz de 1855 y la aprobación de la Ley de Sociedades Anónimas de Crédito.
Los progresistas elaboraron una nueva Constitución conocida como la non nata de 1856, elaborada
pero no promulgada, tiene como principales características las siguientes:
Soberanía nacional.
Elegido y con las mismas prerrogativas que el Congreso.
Diputación permanente de las Cortes.
Amplia declaración de derechos, incluida la libertad religiosa, lo que provoca un nuevo
levantamiento carlista.
. Ayuntamientos elegidos por los vecinos.
Milicia Nacional.
Pese al breve periodo de gobierno de los progresistas, el Bienio es muy fructífero, por las reformas
económicas y sociales.
- Desamortizaciones La desamortización civil obra de Madoz, tiene como objetivos subvencionar el
Plan de Ferrocarriles y reducir la Deuda pública. Afecta a los bienes municipales. Se revitaliza la
desamortización eclesiástica, lo que provoca la ruptura con la Santa Sede. La desamortización causa
conflictos con la reina, que se ve obligada a firmar el decreto y pide perdón al Papa, comunicándole que lo
ha hecho bajo coacción.
Es una desamortización que le supuso grandes recursos al Estado.
- Plan de ferrocarriles. Los gobernantes del Bienio afrontan el primer Plan de Ferrocarriles
desarrollado en España construcción de 5 000 kilómetros de vía radial.
- Reformas financieras. Banco de España se convierte en el único organismo emisor de billetes.
La tolerancia de Espartero y de los gobernadores ante las reivindicaciones obreras (mejora de los
salarios. derecho de asociación) genera el descontento de los empresarios. Sin que, por otra parte, el
proyecto de asociacionismo dé respuesta a las peticiones de los obreros catalanes (1855), en lo que se
considera el inicio del movimiento obrero español.
En 1856, la prensa acusa a los anarquistas de los disturbios de Valladolid. El ministro de la
Gobernación, se ve forzado a dimitir, ante la presión de la opinión pública y de O'Donnell. La actitud solidaria
de Espartero con el ministro, le supone la destitución como presidente del Consejo de Ministros. Le sustituye
O’Donnell que está interesado en la creación de un partido puente entre progresistas y moderados.
2.-La última fase del reinado de Isabel II. Unionistas y moderados
La última base del reinado de Isabel II (1856-1868) conoció la alternación entre la Unión Liberal de
O`Donnell que gobernó ininterrumpidamente entre 1858 y 1863 y el partido moderado, dirigido por
Narváez. La acción del gobierno se centró en aspectos económicos y en la política exterior.
Es una fase de fuerte desarrollo económico en un ciclo expansivo que vive toda Europa. Crecen los
bancos, se inauguran vías férreas, hay inversión extranjera y especulación inmobiliaria.
La centralización avanzó con la Ley Moyano de Instrucción pública de 1857 que fue la primera
reguladora de los estudios no universitarios.
En política exterior española: La expedición a la Conchinchina, la cuestión mexicana y la guerra de
África.
--Intervención en Asia. El asesinato de algunos obispos españoles sirve de excusa para que España
intervenga en Conchinchina (1860), acompañando a Francia en sus objetivos. Como resultado de esta
actuación, España obtiene una indemnización de guerra y libertad comercial en la zona.
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--La política americana. Permite el restablecimiento de relaciones con las antiguas colonias. Con
errores importantes como la expedición a México de tropas encabezadas por Prim (1862).
--Guerra de África. Tiene como, objetivo la protección de Ceuta y Melilla contra los ataques de las
cábilas. El desembarco de los voluntarios catalanes al mando del general Prim y la victoria en la batalla de
Castillejos en 1860, propicia la toma de Tetuán, que aportan prestigio al general. Como consecuencia
España coloniza Ifni.
O'Donnell pretende reconocer al nuevo Reino de Italia. Ello le crea problemas con la Iglesia. La Unión
Liberal empieza a desintegrarse y algunos de sus líderes, como Madoz y Ríos Rosas, se incorporan a la
minoría parlamentaria progresista.
Desde la caída de O'Donnell, el factor más desestabilizador es la inhibición de los progresistas, que
protestan así por no ser llamados a ejercer el poder. Isabel II, renuncia a llamar a los progresistas y apoya a
los sucesivos Gobiernos moderados de Miraflores, Mon y Narváez
Con su nuevo gobierno, Narváez tiene que enfrentarse al sector el estudiantil, que protesta ante la
represión ejercida sobre el profesorado demócrata de la universidad, que culmina con la destitución de
Castelar, que critica la utilización de los bienes de la Corona, muchos de ellos son abatidos por la Guardia
Civil, en los sucesos conocidos como la matanza “de San Daniel”.
Esto provoca políticas cada vez más autoritarias por porte de O'Donnell, quien, ante el
levantamiento de los sargentos del cuartel de San Gil, en junio de 1866, ordena el fusilamiento de cuarenta
de ellos.
La reina llama de nuevo a Narváez a presidir un Gobierno en el que cada vez adquiere más
preponderancia la figura de González Bravo, ministro de la Gobernación.
 Factores económicos, la crisis que afecto a Europa en 1866, con la quiebra de
bancos, empresas, industrias. Fue el fin al un periodo de crecimiento económico y se incremento
el malestar social.
 Factores políticos, a la escasa representatividad del régimen político se unió la
acción represiva de los Gobiernos que aportó a los progresistas del régimen
Por todo ello la oposición constituyó en 1866 el denominado Pacto de Ostende 16 de agosto de
1868, suscrito por progresistas, demócratas y unionistas. En el que se comprometieron a derribar el régimen
isabelino y a convocar una asamblea constituyente elegida por sufragio universal masculino. Sólo los
moderados se mantuvieron fieles a la Reina.
Pacto de Bruselas 30 de junio de 1867, en este se les unió la Unión Liberal de Serrano
2.2.- La crisis del moderantismo y la experiencia del Sexenio democrático
Se trata de un fenómeno complejo. Por una parte hay que tener en cuenta la crisis económica y por
otra por la crisis del moderantismo español.
El Pacto de Ostende (1866), ratificado un año después en Bruselas, es la principal referencia de las
fuerzas que intervienen en la revolución de 1868; se expresa el programa político organizado por demócratas y progresistas.
Con la muerte de O'Donnell, la conspiración entra en una nueva fase caracterizada por la división del
ejército y el aumento de los contactos entre los conspiradores, que dan la dirección del movimiento revolucionario al general Prim.
La revolución es llevada a cabo únicamente por los generales, con el
unionista Francisco Serrano a la cabeza del futuro Gobierno provisional, y con Juan Prim como hombre
fuerte.
El 18 de septiembre de 1868, el almirante Topete se subleva en Cádiz, con la proclama “Viva España
con honra” y dos días después regresan del exilio los generales unionistas, que reúnen al ejército y marchan
hacia Córdoba.
El 28 de septiembre, los rebeldes, al mando de Serrano derrotan a las fuerzas realistas, dirigidas por
el marqués de Novaliches, en Alcolea (Córdoba). Las autoridades locales dan paso a las Juntas
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revolucionarias. La revolución sorprende a Isabel II veraneando en San Sebastián. La reina huye a Francia,
triunfa así, la revolución conocida como la “Gloriosa”
Durante los meses iniciales de la revolución, hasta la convocatoria de Cortes constituyentes, el poder
político es ejercido por las Juntas, especialmente la de Madrid, que encarga al general Serrano e integrado
por unionistas y progresistas, la formación del Gobierno provisional. Laureano Figuerola, ministro de
Hacienda, desarrollo una importante labor en materia económica: la peseta se convirtió en la unidad
monetaria de España, se favoreció la entrada de capital extranjero en la minería. El Gobierno proclamó las
libertades de imprenta y enseñanza, de reunión y asociación, implantó el sufragio universal masculino y
convocó Cortes constituyentes. El nuevo Gobierno es reconocido por los Gobiernos de Europa a excepción
del Reino Unido y la Santa Sede.
Pronto empieza a surgir contradicciones en sus reivindicaciones de supresión de las quintas y del
impuesto de consumos, y la actitud del Gobierno provisional, que, desbordado por el comienzo de la guerra
colonial en Cuba, iniciada con el Grito de Yara. Los rebeldes, dirigidos por Máximo Gómez y Antonio Maceo,
se hicieron fuertes en las zonas más pobres y desde allí dirigieron una guerra de guerrillas que duró diez
años.
2.3- El Sexenio Democrático
A partir de la revolución del 68 se impusieron las llamadas Milicias Nacionales, que ahora se
denominaron Voluntarios de la Libertad, como medio de defensa de la revolución.
Serrano y Prim, que no eran demasiado radicales, desarmaron a los Voluntarios de la Libertad desde
un gobierno provisional que excluyó a los demócratas. El 25 de octubre dirigieron un Manifiesto a la Nación.
Se trataba de estabilizar rápidamente la revolución y construir por primera vez un Estado democrático.
En las elecciones a Cortes de enero de 1868, que pro primera vez pudieron votar todos los varones
españoles mayores de 25 años, configuraron una correlación de fuerzas: una minoría de derechas (carlistas e
isabelinos); un centro con 245 diputados progresistas, unionistas y demócratas dirigidos por Prim, Sagasti,
Olózaga, Ríos Rosas y Ruiz Zorilla; y una izquierda con 70 diputados republicanos federales, como Figueras y
Cautelar.
2.4.- La Constitución de 1869.
La Constitución recoge el principio de soberanía nacional y desarrolla una declaración de derechos
mucho más amplia que la de otras Constituciones; entre otros, se reconoce el derecho de habeas corpus(
cuerpo libre, tutela los derechos fundamentales designado de vida y la inviolabilidad de domicilio y de
correspondencia, detenciones arbitrarias, presentar al juez en un plazo máximo de 72 horas.
Sistema de representación. El poder legislativo queda establecido en dos Cámaras con iguales
competencias:
Congreso. Está compuesto por diputados mayores de edad, uno por cada 40000 habitantes, que son
elegidos por sufragio universal directo por los varones mayores de 25 años.
Senado. Está formado por varones mayores de 40 años que hayan sido: presidente del Congreso,
ministro, diputado en tres elecciones, capitán general, consejero de Estado, rector de universidad, obispo,
etc. Se implanta, pues, un Senado elegido indirectamente por las provincias, pero con una composición limitada a las altas autoridades civiles, militares y religiosas. Las dos Cámaras tienen iniciativa legislativa, hacen
efectiva la responsabilidad de los ministros, eligen a la regencia y nombran al tutor del rey.
Rey. Goza de irresponsabilidad política, ya que sus actos deben estar refrendados por los ministros. Se
le otorga iniciativa legislativa y capacidad para convocar y disolver las Cámaras.
Jurado. La Constitución dispone el juicio por jurado.
Administración local. Se reconoce el principio de autogobierno de los municipios.
Relaciones Iglesia-Estado. Las relaciones Iglesia-Estado quedan regulada: el Estado se obliga a
mantener el culto y los ministros de la religión católica, aunque se reconoce la libertad de cultos para
extranjeros residentes y para el conjunto de los españoles.
Tras la aprobación de la Constitución de 1869, el general Serrano se hace cargo de la regencia. Los
grandes ejes de la política del Gobierno son dos: la adaptación de la legislación al nuevo marco democrático
y la búsqueda de un nuevo monarca, con un perfil liberal, que sea, aceptado por las Cortes. Para alcanzar
9
estos objetivos, se sitúa como hombre fuerte del Gobierno al general Prim, que asume la presidencia y se
reserva el Ministerio de la Guerra.
En el ámbito legislativo, el Gobierno lleva a cabo las siguientes medidas:
Ley electoral. Desarrolla los principios aprobados por las Cortes constituyentes.
Ley de matrimonios civiles. Permite la celebración de enlaces matrimoniales sin la tutela eclesiástica.
Ley del poder judicial. Establece la estructura de la justicia con un Tribunal Supremo y, por debajo de
él, las Audiencias, los Tribunales de Partido y los Juzgados.
Reforma del Código Penal. Se adecua el régimen penal al nuevo contexto democrático.
Destacan las medidas de signo librecambista, que establece una rebaja significativa de los aranceles.
2.5. La búsqueda de un rey. Amadeo de Saboya
Debido a su carácter monárquico, la Constitución no satisface a amplios sectores republicanos,
fundamentalmente federales, que logran en 1869 capitalizar el descontento popular por la no supresión de
las quintas y del impuesto de consumos. Se producen numerosos alzamientos en Valencia, Aragón y
Andalucía, que dan lugar a una fuerte represión.
La búsqueda de un rey resulta para Prim una tarea más compleja de lo esperado, al tener que elegir
entre las distintas casas reales europeas.
Tras la renuncia de Espartero, los candidatos son: Leopoldo de Hohenzollern al que se opone
Napoleón III; el duque de Montpensier, financiador de la revolución y cuñado de Isabel II; Fernando de
Coburgo, de la familia real portuguesa, y Amadeo de Saboya hijo del rey de Italia Víctor Manuel, candidato
aceptado por los sectores liberales que ven en los Saboya una dinastía de progreso, por haber hecho frente
al papado durante la unificación italiana.
En octubre de 1870 es elegido rey Amadeo de Saboya, que debe trasladarse a España para jurar la
Constitución ante las Cortes. Amadeo contaba con el apoyo de los constitucionalistas, unionistas y
progresistas, republicanos y monárquicos borbónicos no lo admitieron Antes de su llegada a Madrid Prim es
asesinado el 27 de diciembre de 1870. El partido progresista se escinde a su muerte entre la fracción
moderada que representa Sagasta y la radical que, acaba en las filas republicanas de Ruiz Zorrilla.
La iglesia criticaba a un monarca, cuyo padre había usurpado los Estados Pontificios al Papa Pio IX. Los
carlistas estaban dispuestos a ir a la guerra. Los terratenientes pensaban que la democracia desembocaría en
el socialismo. Los republicanos esperaban una república. Los obreros y campesinos miraban hacia la
Internacional (AIT) y en especial a la facción bakunista (anarquistas)
Los principales problemas que tuvo que afrontar fueron:
 La reactivación de la guerra carlista. El autoproclamado Carlos VII dirigió la tercera
guerra carlista en le País Vasco, Navarra, Cataluña y Levante.
 Agudización del movimiento independentista en Cuba
 El movimiento obrero aumento su actividad con huelgas y ocupación de tierras. El
Gobierno tomó medidas para disolver los núcleos obreros en Cataluña, Levante y Andalucía. La
Internacional fue declarada ilegal en España en mayo de 1872.
Preside el poder ejecutivo el general Serrano, que fracasa ante los problemas de Hacienda y la
guerra de Cuba. Le sucede Ruiz Zorrilla que lidera la fracción radical en un Gobierno bloqueado por las
discusiones en Cortes en torno a las relaciones con la iglesia católica y la abolición de la esclavitud. Ruiz
Zorrilla disuelve las Cortes. Distintas crisis llevan nuevamente a la jefatura de Gobierno, a Serrano, al que
sucede Práxedes Mateo Sagasta, ya líder del Partido Constitucionalista.
Más difícil es la actitud conspiradora de Cánovas para el restablecimiento de los Borbones, el
descontento de una parte del ejército, que no reconoce a Amadeo como rey, y el excesivo personalismo de
los dirigentes que apoyan al monarca. En este contexto se produce la abdicación de Amadeo el 11 de febrero
de. 1873. Ese mismo día, el Congreso de los Diputados y el Senado, y a pesar de estar prohibido por el
artículo 47 de la Constitución, se declaran en Asamblea Nacional y proclaman la I República.
2.6. La I República española
El Congreso de Diputados y el Senado, reunidos en Asamblea Nacional, proclamaron por mayoría
ante la ausencia de un rey constitucional.
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La I República nace de una alianza entre radicales (mayoría monárquica) y republicanos unitarios.
El principal problema que encontraron los republicanos fue la propia definición del Estado, con el
enfrentamiento entre centralistas y federalistas.
El presidente Estanislao Figueras convocó Cortes constituyentes con el objeto de elaborar una
Constitución. Castelar asume la cartera de Estado; Pi y Margall la de Gobernación, y Salmerón la de Justicia.
El alcalde de Madrid, el radical Cristino Martos, pone en marcha un intento fallido de golpe de Estado con la
anuencia de Serrano y Sagasta. Se disuelven las Cortes y se convocar elecciones que dan el triunfo a las
candidaturas republicano-federales.
Su sucesor Francisco Pi y Margall (federalista), presento un proyecto de constitución federal,
mejorar la situación de la Hacienda pública, la independencia de la Iglesia y el Estado, la abolición de la
esclavitud en Cuba, la creación de jurados mixtos, la limitación de trabajo infantil y la reforma de la venta de
los bienes nacionales para dar tierras a los jornaleros.
Las Cámaras legislativas elaboran un proyecto de Constitución que se presenta en julio de 1873, pero
no llega a aprobarse. En el proyecto figuran:
Una organización basada en 17 Estados federales, entre ellos Cuba.
La separación entre la Iglesia católica y el Estado.
La ampliación de la derecha de asociación.
Pi y Margall, presidente de la República, tiene que hacer frente a la insurrección cantonalista, que
pretende la organización de la República federal. El levantamiento cantonalista se multiplica en Levante y
Andalucía. El 12 de julio se proclama el cantón de Cartagena; el 18, el de Valencia; el 19 los de Sevilla,
Torrevieja, Almansa y Cádiz; el 20, los de Granada y Castellón y así sucesivamente en diversos lugares del
resto de España que no reconocen al poder central.
Pi y Margall contrario a acabar con el levantamiento cantonalista por la fuerza y acosado por el
recrudecimiento de la guerra carlista, dimite el 18 de julio.
El nuevo presidente es Nicolás Salmerón, se apoya en el ejército para restablecer el orden
constitucional. Martínez Campos y Pavía que pacifican Levante y Andalucía. El presidente se centra en la
eliminación de las secciones de la I Internacional en España y en la represión de los carlistas. Al no firmar las
penas de muerte le lleva a dimitir el 5 de septiembre. Castelar será el nuevo Presidente.
Le sucede Emilio Castelar, lleva a cabo un giro conservador en la República. Practica una política
destinada a restablecer la unidad nacional y el orden social al que aspiran la burguesía y la nobleza.
Castelar asume rápidamente poderes extraordinarios. Se apoya en los militares y reduce los
voluntarios de la República. Le proporciona éxitos militares inmediatos sobre el cantonalismo y el carlismo.
2.7. El fin del Sexenio. La Interinidad
Al reanudarse las sesiones de las Cortes fue rechazado por el Asamblea. En la madrugada del 3 de
enero de 1874, las Cortes contemplan con asombro la llegada de las fuerzas del general Manuel Pavía
capitán general de Madrid, que, conociendo el resultado de la votación, y con la ayuda de la infantería,
disuelve el Congreso de los Diputados.
Serrano asume el poder, con una cierta indefinición en cuanto al modelo de régimen, puesto que
queda en suspenso la Constitución de 1869 y no se ha promulgado la de 1873, lo que origina un vacío que
crea el clima favorable para la unión de las fuerzas conspiradoras alfonsinas.
En el Gobierno de Serrano, figuran Sagasta (constitucionalista) y García Ruiz (republicano unitario).
La tarea legislativa tenderá a restablecer el orden social y a dar garantías.
El Banco de España se
transforma en Banco Nacional.
Los cambios del ejército del Norte en favor de los generales partidarios de la reposición de la
monarquía provocan la salida del Gobierno de los republicanos unitarios lo que favorece la futura
Restauración proyectada por Cánovas en la persona de Alfonso hijo de Isabel II.
Como consecuencia de todo el proceso, el general Arsenio Martínez Campos se pronuncia en
Sagunto el 29 de diciembre de 1874 y proclama rey a Alfonso XII con el apoyo del ejército. El Gobierno, sin
apoyos, apenas opone resistencia y el general Serrano emprende el camino del exilio.
En Madrid se forma un Gobierno-regencia presidido por Cánovas del Castillo con el apoyo de
antiguos unionistas y progresistas.
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3.-El régimen de la Restauración. Características y funcionamiento del sistema
canovista.- La oposición al sistema. Nacimiento de los nacionalismos periféricos.
Guerra colonial y crisis de 1898
3.1. La España de La Restauración.
La I República, se muestra incapaz de hacer frente a las insurrecciones cantonalista y carlista y a la
sublevación de Cuba, y posibilita la creación de un clima conservador en el seno de las mismas clases que
llevaron a cabo el derrocamiento de Isabel II.
Antonio Cánovas del Castillo (creador del partido alfonsino, liberal-conservador), había sido el principal
valedor de los derechos de la dinastía borbónica durante los años del Sexenio. Consciente de que el regreso
de la monarquía en la persona de Isabel II provocaría muchas dificultades, logró la abdicación de la reina a
favor de su hijo Alfonso.
El nuevo rey, Alfonso XII, había recibido a los diecisiete años la legitimidad histórica al abdicar su
madre en él, en junio de 1870. Su educación tiene lugar en Austria y en la academia militar inglesa de
Sandhurst. El 1 de diciembre de 1874 anuncia su programa político el Manifiesto de Sandhurst.
- Establecimiento de una monarquía de carácter liberal.
- Apertura a las dos corrientes políticas del liberalismo español moderado y progresista.
- Confesionalidad católica de la Corona.
Tras este manifiesto se halla Antonio Canovas del Castillo, que recoge las aspiraciones del bloque
dominante (burguesía financiera, latifundistas y alta administración civil y militar), ante el fracaso de la I
República española en el mantenimiento de la autoridad del Estado frente al carlismo, el cantonalismo y el
conflicto de la guerra de Cuba. Canovas interviene orientando el cambio político hacia un nuevo sistema de
carácter bipartidista en el que predomine lo civil sobre lo militar y el orden sobre la libertad.
Pretende la adhesión popular al nuevo régimen sin la participación militar, pero produce el golpe de
Estado llevado a cabo por el general Arsenio Martínez Campos a las afueras de Sagunto (Valencia), el 29 de
diciembre de 1874.
El 31 de diciembre se constituye un ministerio-regencia a cuyo frente se sitúa Canovas.
El 14 de enero de 1875 hace su entrada en Madrid el rey Alfonso XII, que confirma a Cánovas como
presidente de un Gobierno que intenta paliar los efectos del Sexenio. Elimina el matrimonio civil, restablece
el Concordato de 1851, veta a los catedráticos demócratas, suspende la prensa demócrata y republicana.
Por otro lado, tiende puentes de entendimiento con los progresistas al aceptar el sufragio universal en la
convocatoria de las primera Cortes.
El pensamiento político de Cánovas del Castillo constituyó el eje ideológico de la Restauración. Sus
líneas fundamentales fueron:
a) La teoría de la Constitución interna o histórica, que hacía recaer la soberanía en el Rey y las
Cortes, dos instituciones avaladas por la historia y anteriores a toda Constitución escrita.
b) El sistema de poder, se articulaba en dos pares de fuerzas: las que encarnaban la soberanía, es
decir el Rey, que detenta la autoridad, y las Cortes, depositarias de la libertad; y las que
realizarían la política, es decir, dos partidos que se turnarían pacíficamente en el poder.
c) La Constitución escrita, que organizaría la actuación de esos dos pares de fuerzas.
Además aceptación de un compromiso constructivo en la acción política, entendida como “el arte
de lo posible”. Lo conseguido por un partido no debía ser ignorado o suprimido por otro.
En 1875 Cánovas del Castillo reúne En asamblea presidida a un numeroso grupo diputados y
senadores, con el fin de preparar las bases para la elaboración de una Constitución que, aceptada por el
conjunto de fuerzas políticas. El funcionamiento de este sistema es lo que se ha dado en llamar Oligárquico y
Caciquil. El voto es censitario tan sólo el 2,1% de la población tienen derecho al sufragio.
3.1.2. Los partidos políticos y la dinámica del sistema.
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La dinámica del sistema de la Restauración requería la existencia de unos partidos políticos. El
primero fue el Partido Liberal Conservador, presidido por Cánovas del Castillo, configurado con el ala
derecha del régimen. El segundo, el Liberal Fusionista, con Práxedes Mateo Sagasta, representante de la
oposición a Cánovas.
3.1.2.1.1 El Partido Liberal Conservador.- más conocido como –conservador-, conectaba con el
moderantismo y el centro. La derecha monárquica encontró en Cánovas a su dirigente. La militancia de este
partido la conformaba preferentemente la aristocracia, grandes propietarios, empresarios industriales,
banqueros y funcionarios del alto rango.
1.2.1.2. El Partido Liberal Fusionista.- denominado –liberal-, fue el resultado de la adhesión al
sistema de antiguos –progresistas, radicales, constitucionalistas, etc.-. Más que un partido era la suma de
una serie de grupos. Sus militantes, representaron la izquierda del régimen, y bajo su mandato se aprobaron
leyes como el derecho de asociación o el sufragio universal masculino.
Conservadores y liberales, se alternaron pacíficamente en el poder, siguiendo las reglas, de lo que se
llamó turnismo. Hasta final de siglo en dos etapas separadas por la muerte de Alfonso XII.
-- La primera etapa (1875-1885), con predominio de los gobiernos conservadores, se caracterizó por el
progresivo afianzamiento del régimen gracias a varios factores.
-- Agotamiento político de la sociedad tras la inestabilidad del sexenio, que posibilitó la aceptación
de un sistema que pretendía la normalización del país.
-- Favorable coyuntura económica
-- Los éxitos pacificadores que acabaron con la guerra carlista y la insurrección cubana.
-- La popularidad de Alfonso XII.
Guerra carlista
En el norte, la guerra carlista finaliza en 1876 con la intervención del rey. Las
operaciones se centran en la montaña aragonesa y valenciana, el general Martínez Campos
conquista Seo Urgel. La guerra termina con la resistencia carlista de los Territorios Vascos y Navarros. El 28
de febrero de 1876, Carlos VII abandona España. Alfonso XII se gana el título de «el Pacificador”
Carlos VII entrega el liderazgo de la causa a Carlos Nocedal, que hostiga a los
colaboradores del régimen alfonsino desde las páginas del diario madrileño El Siglo Futuro.
En los Territorios Vascos se reforma del régimen foral que supone la aportación de
jóvenes vascos. Se regula el régimen de conciertos económicos.
El conflicto cubano
La sublevación cubana iniciada en 1868 entra en vías de solución gracias a unas
hábiles medidas pacificadoras, protagonizadas por Martínez Campos. Los éxitos
militares logrados frente a los líderes independentistas Máximo Gómez y Antonio Maceo
que, agotados abandonan la lucha, culminan con la firma de la Paz de Zanjón
(febrero 1878).
Con la Paz de Zanjón, Cuba atraviesa una fecunda etapa de desarrollo económico. La
abolición de la esclavitud se produce de forma definitiva en 1880. El periodo se
caracteriza, también, por la presencia cada vez mayor de Estados Unidos en la
industria azucarera y en el transporte.
El federalismo
Los federalistas republicanos protagonizan diferentes insurrecciones con escaso
apoyo civil desde 1833, como los pronunciamientos fallidos de Seo de Urgel y
Badajoz. Su protagonista es Manuel Ruiz Zorrilla.
--La segunda etapa (1885-1902) se inició con el fallecimiento del Rey. María Cristina de Habsburgo-Lorena,
segunda esposa del monarca, se convirtió en reina regente. En estas circunstancias se produjo el Pacto del
Pardo. Cánovas cedió a Sagasta la jefatura del Gobierno.
Pese la reanudación del problema cubano y el cambio negativo en la economía, el sistema de
Cánovas se afianzó con la aprobación de la ley de prensa que regulaba el derecho de libertad de expresión,
la ley de Asociaciones, la ley de Jurados o el sufragio universal masculino (1890).
3.2- La Constitución de 1876.
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Esta Constitución es principalmente obra de Cánovas. Más avanzada que la de 1845 y más
conservadora que la de 1869. La Constitución de 1876 se caracterizó por su breve contenido. Se estructura
en 13 títulos y 89 artículos, con rasgos eclécticos en algunos de ellos, lo que permite distintas
interpretaciones. Es la Constitución de mayor vigencia en nuestra historia ya que se mantiene hasta el golpe
de Estado de Primo de Rivera, en septiembre de 1923, y se restablece después de la abdicación del dictador
hasta la proclamación de la II República, el 14 de abril de 1931.
Esta Constitución restaura el liberalismo doctrinario es decir, la existencia de dos fuentes de
soberanía: el rey, que representa la tradición, y las Cortes, que representan a la nación.
Sistema de representación. Se establecen dos Cámaras legislativas: el Congreso de los Diputados y
el Senado.
- El Congreso de los Diputados. Está formado por un diputado, mayor de veinticinco años,
por cada 50.000 ciudadanos. La duración del mandato es de cinco años.
- El Senado. Está compuesto por tres tipos de senadores:
o De derecho propio. Son los hijos del rey, los Grandes de España con renta anual
superior a 60000 pesetas los arzobispos, los capitanes generales y los
presidentes del Consejo de Estado y del Tribunal Supremo.
o Vitalicios. Son designados por el rey entre la elite económica, los intelectuales y
la Iglesia.
o Elegidos por las corporaciones y los mayores contribuyentes mediante sufragio
restringido. Todos ellos han de ser mayores de 35 años.
Ambas Cámaras, además de la potestad legislativa, tienen la facultad de recibir del rey y del sucesor
a la Corona el juramento de la Constitución. Asimismo, hacen efectiva la responsabilidad de los ministros.
Las leyes electorales: la primera es la de julio de 1877, concede el sufragio restringido a los
contribuyentes que paguen una contribución mínima de 25 pesetas; la ley electoral de junio de 1890 (bajo
la presidencia de Sagasta) instituye el sufragio universal masculino, ampliándose el cuerpo electoral desde
800000 a 5000000 de personas.
Rey. Adquiere la mayoría de edad a los 16 años, mantiene el poder ejecutivo y su figura es sagrada e
inviolable. La responsabilidad de los actos políticos recae sobre sus ministros. La Constitución otorga al rey
la facultad de disolver lo Cortes total o parcialmente, así como el nombramiento del presidente de
Gobierno. El monarca ejerce el mando supremo de las fuerzas armadas.
Unidad de códigos. Se hace patente en la unidad de leyes para todo el territorio nacional. Se
suprimen los fueros vascos y, con ello, la exención de las quintas y de los impuestos.
Administración local. La elección de los Ayuntamientos es reglamentada. La Corona interviene en la
elección de los alcaldes, mientras que los concejales son elegidos por los vecinos.
Relaciones Iglesia-Estado. Se declara la religión católica como oficial del Estado, obligando a la
nación a mantener el culto y los ministros de la Iglesia. No se permite la manifestación pública de otros
cultos.
3.3.- Los problemas de la Restauración, falseamiento electoral y caciquismo
El primer problema fue el falseamiento electoral
Desde el principio las elecciones se vieron alteradas. Se practicaron toda clase de fraudes –control
de urnas, intervención de las autoridades locales, actas en blanco, pucherazos”, etc.-, que aseguraban la
elección de los candidatos pactados previamente.
El Rey de acuerdo con la Constitución, nombraba y retiraba su confianza al presidente del Consejo
de Ministros. Lo normal que los gobiernos cambiaran al producirse una crisis.
La manipulación electoral permitía otorgar al nuevo gobierno la mayoría necesaria. El régimen
canovista construía una democracia al revés: en lugar de ser las elecciones las que designaban a los
gobiernos, eran éstos los que, por manipulación electoral, establecían la composición del Parlamento.
El caciquismo, es decir, la imposición de la voluntad de un reducido grupo de personas, los
caciques, sobre una masa considerable de votantes, no es nuevo en la historia de España. Lo que cobra
especial relevancia durante la Restauración es que, a pesar de haber sido aprobado el sufragio universal
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masculino, se mantiene las prácticas fraudulentas hasta bien avanzado el XX. El resultado es la estabilidad
política a costa de la marginación de las fuerzas opuestas al mismo.
Los caciques, figuras de ámbito provincial o municipal con prestigio por su poder económico y por su
influencia administrativa, son los personajes que controlan de forma directa o indirecta a grandes grupos
humanos y presionan para que los resultados electorales se ajusten a las expectativas del gobierno.
Los factores que propiciaron el régimen caciquil fueron:
 El bipartidismo, entre partidos que apenas se diferenciaban entre sí.
 Las reglas constitucionales, que concedían al Rey importantes prerrogativas
La arcaica estructura social de España.
3.4. La oposición al régimen
3.4.1. El Carlismo.- A la derecha del régimen, experimentó un declive, por la pérdida de apoyo de la
iglesia, con la llegada del Papa León XIII y el acercamiento del nuevo régimen a la el Santa Sede. El apoyo
permaneció en el País Vasco, Navarra y entre sectores católicos muy conservadores.
3.4.2. El republicanismo.- se fragmentaron en varios partidos: los posibilistas de Castelar; la Unión
Republicana, de Salmerón; el Partido Republicano Radical, de Ruiz Zorrilla y el Partido Republicano Federal
de Pi y Margall.
3.4.3 El socialismo.- En 1879 se fundó el partido Socialista Obrero Español, siguiendo las
recomendaciones de AIT. Con un programa marxista intervino en la política para representar los intereses de
los trabajadores. Su fundador fue Pablo Iglesias y su ideólogo fue el médico Jaime Vera, quien marco las
líneas del partido en el informe que presentó a la Comisión de reformas Sociales de 1884. En el Congreso
de Barcelona, se estableció el modelo de un partido de masas, descentralizado y una disciplina interna que
obligaba a cumplir las decisiones aprobadas desde la base.
Hasta 1910 no consiguió acta de diputados
3.5. La sociedad de la Restauración
3.5..1. Las clases favorables al régimen.- La sociedad española tendió a concentrarse en las
ciudades. La sociedad española estaba dominada por los grandes propietarios agrícolas, cuya economía se
reforzó con las desamortizaciones. Este grupo constituido por la aristocracia y por la alta burguesía que, se
identificó con el sistema político imperante. Junto a ellos se alienaba la oligarquía industrial y financiera,
que también apoyaba al régimen, aunque de posiciones más liberales.
Además existía una reducida clase media, integradas por profesionales cualificados, por medio y
pequeños profesionales de mentalidad conservadora. Se identificaban con el orden y la normalidad política
de la Restauración.
En esta misma línea se situaban los pequeños propietarios, dueños de minifundios, con estilo de
vida conservador, se encontraban cercanos al régimen.
3.5.2.- El mundo obrero.- al margen se encontraba el mundo obrero, diferenciado entre el
proletariado industrial (minoritario), y el rural. El proletariado industrial se consolidó en torno a los centros
industriales de Barcelona, Madrid, Bilbao y Asturias y los núcleos urbanos. Vivían en la periferia en
situaciones penosas, con bajos salarios, jornadas laborales largas.
El proletariado rural padecía condiciones de vida todavía peores, especialmente en la España
latifundista en la que el absentismo de los grandes propietarios dejaba en manos de unos arrendamientos la
explotación. Estos se limitaban a obtener los máximos rendimientos a costa de la mano de obra.
En el proletariado rural se distinguían:
-- Los trabajadores por cuenta propia que laboraban pequeñas parcelas.
-- Los acomodados –capataces, mozos de mulas o gañanes- percibían sueldos fijos
-- Los jornaleros que solamente trabajaban cuando había faenas
3.6.- El movimiento obrero en la Restauración
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A la etapa de gestación de las primeras organización obreras durante el Sexenio y su
posterior represión con motivo de los sucesos de la Comuna de París, le sigue, durante la Restauración, un
periodo en el que se fragua la separación del movimiento obrero español en las dos corrientes
mayoritarias a escala mundial: la anarquista y la socialista-marxista.
El movimiento obrero español recibe un nuevo del clima de tolerancia y legalidad que supone el
Gobierno de Sagasta.
3.6.1. El movimiento anarquista
Las bases del anarquismo han de buscarse en el sexenio, en la doble influencia, paralela de la
Internacional y del bakunismo. De todas las tendencias salió fortalecido el anarco-colectivismo (todo debe
ser colectivo, pero los rendimientos según los propios trabajos).
El 20 de octubre de 1881, la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE) acomete
nuevamente su organización en Barcelona. Adscrita al ideario bakunista, se extiende rápidamente por Barcelona, Zaragoza, Valencia y Andalucía. En 1882 se celebra un Congreso de la Federación en Sevilla.
Se producen disensiones en el seno del anarquismo, que se manifiestan en los congresos de la
Federación en Madrid y en Valencia, y derivan en una grave crisis de las organizaciones bakunistas. Una
parte de sus dirigentes optan por un movimiento reivindicativo de carácter sindical. Otros eligen los
atentados, bien contra los patronos, bien contra los símbolos de la burguesía, como el del Liceo de Barcelona
en 1893, o contra las autoridades políticas, como el realizado contra Martínez Campos y el magnicidio de
Canovas del Castillo perpetrado por el italiano Angiolillo El gobierno establece leyes antiterroristas que
contemplan la pena de muerte. El movimiento anarco-sindicalista debe esperar al siglo XX con la creación de
la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).
3.6.2 El movimiento socialista
La otra corriente del movimiento obrero español procede de la influencia que Paul Lafargue, yerno
de Marx; que funda la Asociación del Arte de Imprimir, en la que ingresa Pablo Iglesias.
En mayo de 1879 se funda el que será uno de los partidos políticos españoles durante el siglo XX: el
Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que adopta un programa:
• Libertades políticas
• Prohibición de trabajar para niños menores de nueve
• Creación de comisiones de vigilancia en las minas y fábricas
• Justicia gratuita.
• Servicio de armas obligatorio y universal.
• Reforma de las leyes de inquilinato.
A 1argo plazo se establecen como objetivos la toma del poder político por parte de la clase obrera, la
abolición de la propiedad privada y el establecimiento de una sociedad sin clases.
El crecimiento posterior del PSOE en el periodo es escaso. En las primeras elecciones con sufragio
universal, en las que el PSOE presenta 24 candidaturas logra tan sólo 5 000 votos. Ha de esperar a 1910,
cuando canaliza el descontento generado tras la Semana Trágica de 1909, para lograr el primer escaño por
Madrid para Pablo Iglesias.
En octubre de 1888 se funda en Barcelona la Unión General de Trabajadores (UGT), que traslada
pronto sus oficinas a Madrid al no encontrar un ambiente propicio en la ciudad catalana, dada la hegemonía
anarquista. Su crecimiento es también reducido en estos años, pues en 1899 apenas sobrepasa los 6 500
afiliados. Las áreas geográficas donde el sindicato socialista arraiga con más fuerza son Vizcaya, la cuenca
minera asturiana y Madrid.
La fundación de la II Internacional en 1889 deja constancia en España de las reivindicaciones
generales del proletariado europeo. En 1890 se celebra por primera vez en las calles españolas el Primero de
Mayo, en el que se reivindica la jornada laboral de ocho horas,
3.6..3 El sindicalismo cristiano
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El jesuita Antonio Vicent representa el esfuerzo de la Iglesia por adaptarse a las nuevas
circunstancias sociales Su acción se enmarca en la nueva orientación de la Iglesia en materia social, tras la
publicación de la encíclica de León XIII Rerum Novarum en 1891.
El padre Vicent desarrolla entre una amplia labor y crea los Círculos Católicos de Obreros, que
operan como cajas de resistencia y que en la práctica desarrollan un sindicalismo conciliador. La labor
cristaliza en el congreso que se celebra en mayo en Valencia, con representación de 98 círculos. El
sindicalismo cristiano se desarrolla en los inicios del siglo XX y adquiere cierta influencia en las zonas
agrícolas de propiedad media.
3.7 Los nacionalismos periféricos
Durante la Restauración van tomando cuerpo los distintos movimientos regionalistas, que
evolucionan desde posiciones románticas que dan paso a la organización de carácter nacionalista.
El nacionalismo histórico existente en España se asienta, fundamentalmente, en Cataluña y en el País
Vasco con poderosas burguesía que reclaman una descentralización del Estado liberal mediante la
recuperación de la foralidad. El fenómeno regionalista aparece también en Valencia y en Galicia
.
3.7.1. El catalanismo
Los rasgos distintivos del nacionalismo catalán son la exaltación de la lengua, la existencia de un
pasado común y un Derecho y unas Cortes propias. El catalanismo tiene su origen en la Reinaixenca, con la
reivindicación de la lengua como símbolo de identidad, a la que se adscriben autores como Joan Maragall,
Jacinto Verdaguer o Antoni Bofarull.
Otra nota característica es la protección de los intereses industriales, que se manifiesta en la
creación de la organización patronal Fomento del Trabajo, bajo inspiración de Joan Güell. Reclama una
política proteccionista. Almirall deriva posteriormente hacia la organización de la Lliga de Catalunya (1887).
Enric Prat de la Riba, es quien formula la doctrina nacionalista que pretende la autonomía y el
reconocimiento de la importancia de Catalunya en el Estado. En 1891, como unión del Centre y de la Lliga
surge la Unión Catalanista. En 1892, Prat de la Ríba colabora en la redacción de lo Bases de Manresa
documento guía del catalanismo político, en el que se exponen las competencias centrales que debe asumir
el Estado y las que deben ser propias de Cataluña.
Competencias del Estado:
- Relaciones internacionales.
- Control del ejército de tierra y mar.
- Construcción de carreteras y ferrocarriles.
- Resolución de conflictos interregionales.
- Presentación del presupuesto anual.
Competencias de Cataluña:
- Establecimiento del catalán como lengua oficial.
- Acuñación de moneda propia.
- Acceso a los empleos públicos en Cataluña para los nacidos o naturalizados en este
territorio.
- Competencias plenas en materia de orden público y de justicia.
- Establecimiento de un Parlamento de carácter corporativo.
Se publica en Barcelona el periódico La Veu de Catalunya dirigido por Prat de la Riba. Este organiza la
Lliga Regionalista que resulta de la fusión de la Unió Regionalista, presidida por el alcalde de Barcelona y del
Centre Nacional Catalá surgido de la antigua Unid Catalanista.
3.7.2 El nacionalismo vasco
Cánovas termina con la foralidad de los Territorios Vascos, que es sustituida paulatinamente por los
conciertos económicos, mediante las cuales las Diputaciones provinciales recaudan impuestos. Sin embargo,
el sentimiento foralista se mantiene vivo en parte de la masa rural vasca, y Sabino Arana, fundador del
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nacionalismo vasco, se convierte en su representante radical y escribió su libro “Vizcaya por su
independencia”
Al contrario que el nacionalismo catalán, el nacionalismo no tiene base literaria al estar la lengua vasca
escasamente presente en textos. Arana dedica parte de su obra y de su tiempo a normalizar y estructurar el
euskera.
Los rasgos distintivos del nacionalismo sabiniano son: la raza, las costumbres, el antiespañolismo y un
profundo catolicismo.
En 1892, Sabino Arana publica Bizkaia por su independencia, que se convierte en el cuerpo doctrinal de
su futuro partido; en 1894 organiza el primer Euzkaldun Batzokiya (batzoki), primer círculo nacionalista
vasco, y en 1895 funda el Partido Nacionalista Vasco (PNV) sobre una base social de clase media baja urbana
y de propietarios rurales.
3.7.3. El nacionalismo gallego
Su origen se encuentra en la publicación del Alfredo Mañas Bases generales del regionalismo y su
aplicación a Galicia, escrita en 1889, en la que se plasma un primer programa político centrado en las
defensas forales y en la descentralización.
Los puntos esenciales del nacionalismo gallego, que forman la base doctrinaria de la Liga Galega de La
Coruña:
- Estrechar los lazos entre todos los pueblos gallegos sin menoscabo de la unidad
nacional.
- Reservar la representación parlamentaria de Galicia a los gallegos.
- Combatir el caciquismo.
- Propagar doctrinas convenientes para la protección y el fomento de las artes y las
industrias gallegas, especialmente de la agricultura.
3.7.4 El regionalismo valenciano
Tiene escaso desarrollo durante el siglo XIX. Sus primeras manifestaciones están ligadas a la labor
lírica de Teodoro Llorente y a la manifestación y exaltación que del paisaje valenciano que hace Vicente
Blasco Ibáñez en obras como La barraca y Cañas y barra
En 1878, Constantino Llombart a través de la asociación Lo rat penat crea los juegos florales como
escenario de recreación de la lengua valenciana. En 1910, el doctor Barberá, en su conferencia del
regionalisme i valentiniculture, expone las bases del ideario regionalista valenciano.
El progresivo protagonismo de los militares. España ante la remodelación colonial: la crisis del 98
En los primeros años de la Restauración se produjo un desarrollo económico en contraste con la
crisis que afectaba al entorno europeo. La estabilidad política favoreció la expansión:
 La agricultura mantuvo sus tradicionales estructuras con escasa modernización. Destacó el
desarrollo de la vid que aprovecho la coincidencia con la plaga filoxera en Francia.
 La producción minera creció
 La industria siderúrgica, localizada sobre todo en Bilbao, se incrementó al igual que la industria
algodonera catalana. Este sector tuvo mayoritariamente capitales nacionales.
 El transporte terrestre experimentó un notable desarrollo por la expansión del ferrocarril. Entre
1876 y 1900 se duplicaron los kilómetros.
 En el transporte marítimo se adaptaron puertos a las exigencias de los barcos de vapor. Fuerte
crecimiento de la marina mercante con el nacimiento de la Compañía Transatlántica o Ybarra y
Compañía.
 El comercio exterior aumentó su volumen, si bien la balanza de pagos fue negativa.
La máxima expansión económica se dio en 1881. Muchas acciones doblaron su valor en la bolsa y
algunas se triplicaron. Ahora bien al tiempo que se inició la recuperación en Europa se inició la crisis en
España.
3.8.1.- El militarismo.-
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Durante el reinado de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina, el Ejército permaneció subordinado
al poder civil y al margen de la actividad política. Esto cambió con el reinado de Alfonso XIII.
-- La derrota de Cuba que los militares culparon a la clase política
-- La actitud del Rey, al asumir personalmente la política militar.
-- La guerra de Marruecos, que propició la aparición de los africanistas.
Por ello, el Ejército recuperó el protagonismo político ejercido en épocas pasadas y se convirtió en
un grupo intocable, sobre todo desde la promulgación de la Ley de Jurisdicciones del año 1906.
3.8.2.- La guerra de Cuba (1895-1898)
Esta guerra ocupará el centro de la acción del Gobierno conservador de Cánovas hasta la muerte del
político a manos del anarquista italiano Angiolillo 1897.
En el momento de la nueva insurrección cubana, España se encuentra aislada del conjunto de las
alianzas políticas diseñadas por el canciller alemán.
Debido a esta falta de apoyos internacionales, el régimen apenas puede mantener el
enfrentamiento, primero indirecto y más tarde directo, con Estados Unidos, que se presenta como nueva potencia emergente.
3.8.2.1.- Movimiento independentista
El inspirador es José Martí nacido en La Habana de padres españoles. La base social del movimiento
está compuesta por el campesinado, la burguesía criolla, que comercia con Estados Unidos (94 % del
azúcar), y las clases populares. El Partido de la Revolución Cubana, fundado por Martí, impulsa el
movimiento que estalla en 1895 con el «Grito de Baire”. Con una táctica de guerrillas que les concede el
dominio en el campo; mientras Martínez Campos intenta impedir los abastecimientos enviados desde
Estados Unidos
La guerra obliga al Estado español a realizar una leva entre los ciudadanos procedentes de las clases
trabajadoras, que no pueden eludir el servicio militar mediante un sustituto o merced al pago de 2 000
pesetas a Hacienda. Martínez Campos es sustituido por Valeriano Weyler, que concentra a la población rural
en zonas controladas por el ejército, pero las malas condiciones de vida producen un gran número de
muertos por epidemias.
Tras el asesinato de Cánovas en 1897, vuelve a presidir el Ejecutivo el liberal Sagasta partidario de un
entendimiento con Estados Unidos, Weyler es sustituido por el general Blanco. Las mediadas de autonomía
pretende frenar el conflicto, sin embargo, el suceso conocido como la “voladura del Maine” cambia
radicalmente la situación.
43.8.2.2.2. Participación de Estados Unidos en el conflicto
Estados Unidos, tiene grandes intereses económicos y estratégicos en la zona y una tradicional
aspiración a la ocupación de la isla, interviene en el conflicto cubano desde 1897, bajo la presidencia de
Mackinley que se dirige a ~ con una oferta de compra de la isla por trescientos millones, de dólares y lanza
un ultimátum si no le es vendida. La posición estadounidense es apoyada por una prensa, que desde las
páginas del New York Americana, desempeña un papel extraordinariamente hostil contra la dominación
española.
La voladura del Maine en circunstancias no aclaradas (febrero 1898) es aprovechado por la prensa
estadounidense para avivar el enfrentamiento, que se hace inevitable, El incidente, en el que mueren 254
marineros y dos oficiales, tiene como consecuencia inmediata la declaración de guerra a España por parte
del Congreso de Estados Unidos el 25 de abril de 1898.
La guerra hispano-estadounidense, que se extiende a Filipinas, llega a su fin de forma fulminante a
causa del desequilibrio de las fuerzas enfrentadas. Las batallas de Cavite, en Filipinas, y la de Santiago de
Cuba, donde la flota española al mando del almirante Cervera es destrozada por la escuadra estadounidense, deciden la capitulación de las fuerzas. El 17 de julio de 1898 se rinde Santiago; luego Puerto
Rico y Manila el 14 de agosto de 1898
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3.8.2.3.- La firma del Tratado de París
La guerra termina con la fuma del Tratado de París en diciembre de 1898. España reconoce la
independencia de Cuba, cede a Estados Unidos las islas de Puerto Rico, Filipinas y Guam de una
contraprestación económica, y vende a Alemania la islas Carolinas, Las Marianas y las Palaos en1899 por 15
millones de dólares.
Los efectos de la derrota son ingentes. Las bajas se calculan 120000 personas; a ello se suman los
gastos de guerra, la privación del mercado colonial, el parón de la industria catalana, y el repudio de los jefes
políticos por parte de los militares
Estados Unidos aparece como una gran potencia que ocupa Puerto Rico, se reserva la posibilidad de
intervenir en Cuba mediante la introducción de la enmienda Platt en la Constitución cubana y se instala en la
base naval de Guantánamo, lo que le proporciona el control total del Caribe.
3.8.3. Marruecos
En los primeros tiempos de la ocupación de África, España fija sus posiciones de alineamiento con
Francia en la Conferencia de Madrid de 1880 para garantizar la integridad de los territorios marroquíes
limítrofes con las ciudades españolas de Ceuta y Malilla.
Los roces con los marroquíes son frecuentes, y se envía al general Martínez Campos, que lleva a cabo
campañas llenas de éxitos. Se amplían los límites territoriales y se hace pagar una indemnización al sultán
de Marruecos. La penetración en el continente africano se consolida con el Tratado de París (1900), que
reconoce la ocupación española de Guinea Ecuatorial y del Sahara
3.8.4. Las Carolinas
Alemania está interesada en el establecimiento de un protectorado sobre las islas Carolinas y las
Palaos, pero estas islas, son consideradas territorio español por el Gobierno de Madrid
Para la solución del conflicto entre Alemania y interviene, a instancia de ambas partes, el papa, que
sanciona la
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