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CELEBRACION PARA EL DIA DE LA COMPASION.
22.03.13
1. MONICION DE ENTRADA
A.- Hoy, fiesta de la Virgen de la Compasión, nos reunimos para, de una forma especial, dar
gracias al Señor Jesús, el Compasivo, por su paso constante en nuestras vidas; por la
compasión con la que va amasando nuestros corazones y los va haciendo semejantes al suyo…,
También le vamos a agradecer la vida y la Obra de nuestros Fundadores, Mauricio Garrigou y
Juana Mª Desclaux, gracias a los cuales hoy estamos aquí y somos lo que somos.
Juntas vamos a ponernos bajo la protección de la Virgen, la mujer fuerte que supo permanecer
de pie con dolor y en soledad cuando todos flaquearon y huyeron...
B.- Vamos a presentar al Señor las luces y sombras de nuestro mundo…: los países en guerra y
sus consecuencias…; los jóvenes sin horizontes, y los que buscan el bien de los demás y se
comprometen en ello; las mujeres víctimas de la violencia, y la lucha de Amnistía Internacional y
otras ONGs por el respeto a los derechos humanos...;
Tenemos muy presente a nuestra querida Iglesia; hoy concretamente con el gozo y la esperanza
que los últimos acontecimientos han generado en nosotras.
Y damos gracias por quienes los han hecho posible:
Benedicto y Francisco.
C.- También traemos a primer plano a nuestra
Congregación, en estos momentos en los que mantener la
esperanza es todo un reto...; a nuestras familias con sus
problemas y alegrías; a todos aquellos a los que amamos...
Y nuestra propia vida, con sus preocupaciones, miedos,
inseguridades..., y también con sus esperanzas y ganas de
extender el Reinado de Dios... Comenzamos cantando:
2. QUÉDATE DE PIE
CD. P. Osvaldo Catena
Junto a la cruz de su Hijo
la madre llorando se ve;
el dolor la ha crucificado,
el amor la tiene de pie.
Quédate de pie, de pie junto a Jesús,
¡Que tu Hijo sigue en la cruz!
Cruz del lecho de los enfermos,
de los niños sin un hogar,
cruz del extranjero en su patria,
del que sufre en soledad.
Quédate de pie, de pie junto a Jesús…
Cruz de la injusticia y miseria
de los marginados de hoy;
cruz de tantas falsas promesas
y de la desesperación.
Quédate de pie, de pie junto a Jesús…
Cruz del abandono de amigos,
del olvido y de la traición;
cruz de la amenaza y del miedo,
la tortura y la prisión.
Quédate de pie, de pie junto a Jesús
3. SANTA MARÍA DEL DOLOR
José Luis Martín Descalzo
En todas las esquinas de la vida,
Tú lo sabes, Señora, nos espera el dolor: El
hijo muerto, la angustia del salario que no llega,
el puñetazo cruel de la injusticia,
la violencia y la guerra,
el horrible vacío de tantas soledades,
los infinitos ríos del llanto de los hombres.
Por los años de oscura pobreza en Nazaret,
da un más ancho salario de amor a tantas
personas que ven como decrecen sus
salarios.
Por el largo silencio de tus años de viuda,
acompaña a tantos y tantos solitarios.
¿Y a quién acudir sino a tu lado, Virgen experta
en penas, sabia en dolores,
Por la angustia de ver perseguido a Jesús,
maestra en el sufrir, conocedora de todas las
no abandones a tantos que la injusticia aplasta.
espadas?
Por el cansancio del camino a Belén
te pedimos por todos los cansados.
Por el frío de la cueva y la noche de Navidad,
acuérdate de los que tienen hambre.
Por el dolor del Hijo que perdiste en el templo,
ayuda a tantos padres que pierden a sus hijos
por los más turbios caminos.
Por las horas terribles del Calvario y la sangre,
siéntate cada tarde al borde de la cama de
todos los que viven muertos, sin salud y sin
fuerzas.
Tú, que sabes de espadas, Madre de
compasión
guarda en tu corazón a cuantos tienen el
alma destrozada.
4.- MONICIÓN A LA LECTURA DEL EVANGELIO
Juan nos muestra a María de pie, junto a la cruz. Ese estar de pie, en María, significa que se
hace solidaria con la causa por la que su Hijo está dando la vida. María está de pie junto a la
cruz porque allí le llevó el seguimiento de su Hijo. Y no solo el seguimiento entrañable y natural
de una madre, sino, el seguimiento propio de la discípula que hace suyas las enseñanzas del
Maestro. La naturaleza del seguimiento de Jesús crucificado, fue para María, un comprometerse
con el Reino anunciado y proclamado por Jesús, con el mundo nuevo, con el hombre nuevo,
renacido del Espíritu, esperando, contra toda esperanza, que esa causa lleva en sí misma un
germen de vida”
5 .- EVANGELIO
“Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás,
y María Magdalena.
Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí
tienes a tu hijo.»
Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en
su casa...” Jn. 19,25-27
6. SOLEDAD
Pedro Casaldáliga
Única siempre, desde que subiste, como un canto de alondra,
a las manos de Dios.
Como un lirio entre espinas, isla de soledad en tu inocencia.
Sola de toda humana compañía,
con la vida apostada en la aventura del Reino,
¡con la carga de Dios sobre la espalda de tus catorce años sorprendidos!
Sola contra la noche del Misterio, por las arenas de la Fe abrasadas,
sin otra luz que tu mirada pura y sometida,
descalzo el pie
y el corazón abierto, como un río desangrándose entero ...
Madre en la soledad, ¡Virgen con Hijo!:
sólo tú has vencido, a todo el riesgo, la extraña soledad de dar a luz sin padre,
sin poder compartir con otra orilla
la mirada y el aire del Hijo.
Madre sin Hijo y con el Hijo enfrente…
¡con el Hijo a merced de todo el mundo!
¡Mujer de la más honda soledad,
viuda y sin Hijo y aun en flor perenne, como un árbol despojado en abril!
Madre en la soledad,
Madre en la muerte, para darnos vida con la vida del Hijo subastada.
Madre en la noche del mayor silencio,
a tientas el andar del corazón y la palabra humilde sin respuesta,
como una flauta en el desierto frío.
¡Sin respuesta de Dios ni de los hombres, sola en tu Soledad!
De vuelta del sepulcro,
mientras tu Soledad iba bordando los ocultos senderos de la Pascua,
la Paz se recostaba sobre tus manos puras
y la Esperanza amanecía a tiempo,
¡alborada!
¡Te llamaremos todos, muchas veces, desde nuestra soledad tan sola.
Soledad tan cercana y sin estorbos,
tan sonora de aroma y de ternura, que hasta los niños ciegos han de
poder hallarte.
María Soledad,
toda llena de Dios y de los Hombres,
Soledad, compañía nuestra. Amén
7. SILENCIO DE INTERIORIZACION. SE PUEDE COMPARTIR…
8. MADRE DE LOS HIJOS POBRES
Kairoi. CD “María, música de Dios”, 1980.
Virgen sencilla y humilde que viviste en Nazaret, ¡MADRE!
Casa de los hijos pobres que abren sus manos a ti, ¡MADRE!
Dios te ensalzó y te hizo grande en tu misma pequeñez
Haznos niños a nosotros para dejarnos en Él, ¡MADRE!, ¡MADRE!
Tú nos miras desde el cielo nos hablas al corazón.
Con un abrazo de madre nos envuelves en tu amor. (bis)
Lara Lara la la
Madre de los hijos pobres de los que buscan a Dios, ¡MADRE!
Danos tu fe y confianza danos tu entrega y tu amor, ¡MADRE!
En tu silencio interior escuchaste su palabra.
Con el corazón abierto viviste solo por Él ¡MADRE! ¡MADRE!
Tu nos miras desde el cielo nos hablas al corazón.
Con un abrazo de madre nos envuelves en tu amor. (bis)
Lara Lara la la
9. OREMOS
D.- 1. Te rogamos, Señor, por la Iglesia, Pueblo de Dios. Por nuestra Parroquia, por sus
Proyectos de Evangelización,,, Danos tu luz y tu gracia para que sepamos abrirnos a las
necesidades de los pobres, a la vida de los jóvenes, al diálogo cultural, a la situación de la
mujer, y a la justicia en todos los ámbitos. Roguemos al Señor.
E.- 2. Te pedimos también, Señor, por el Papa; por nuestro Obispo; por los Sacerdotes,
Religiosos y Religiosas de nuestra ciudad. Dales tu luz, tu paz, fortaleza y alegría para que,
a pesar de las dificultades sean vínculos de comunión y testigos de tu evangelio. Roguemos
al Señor
F.- 3.Te rogamos Señor por la Vida Religiosa, en especial por nuestra Congregación
 llamada a ser signo de tu ternura y Compasión por los pequeños de este mundo...,
 y enviada a anunciar la gratuidad en el Amor.
Que cuantas formamos parte de ella, vivamos a fondo la vocación a la que Tú nos has
llamado, y que, con nuestra vida, seamos capaces de gritar al mundo que vivir radicalmente
para tu Reino merece la pena. Roguemos al Señor
G.- 4. Te presentamos Señor a los Hermanos y Hermanas de las Comunidades Cristianas
Compasionistas y a las personas de los grupos a los que acompañamos, con los que
evangelizamos. Bendícelos a ellos y a sus familias. Roguemos al Señor
H.- 5. Te pedimos por las familias de nuestros barrios. Haz de estas personas, cercanas y
queridas, fermento de tu Reino y ayúdanos a todos a saber darnos gratis y a recibir con
sencillez. Roguemos al Señor
10. ORACIÓN ESPONTÁNEA
11. PADRE NUESTRO
12. ORACIÓN FINAL.
I.- Te damos gracias SEÑOR por María, la Madre de Jesús y Madre nuestra.
María la mujer sencilla, la mujer cercana, la mujer valiente.
Buscadora permanente de lo que te agrada.
Te damos gracias por María que se llamó a sí misma “la esclava del Señor”,
y vivió dándose cuenta de las necesidades de los demás:
“... hijo, no tienen vino”.., y luego: “... haced lo que Él os diga...”.
TODOS.-
Te damos gracias por María la mujer llena de fortaleza, porque supo estar en segundo
plano sin sentirse humillada.
Porque supo estar ahí siempre que Jesús la necesitó.
Porque se dejó tocar el alma y educar el corazón por Tí,
hasta poder aceptar, al pie de la cruz, tu testamento, tu Plan:
cambiar al hijo de sus entrañas, al primogénito que la hizo madre, por el pequeño Juan...
por todos los pequeños y por todos los “Juanes”, de todos los tiempos...
13. HIMNO DE LA COMPASIÓN
Juan Antonio Espinosa y A. Olivar
Porque el amor supremo es entregarse entero,
porque el amor más noble no pone condición,
porque el Señor hoy sufre y vive marginado
en todos los que sufren cualquier marginación...
Nuestra misión es ir por los caminos
haciendo ver a todos que DIOS ES COMPASION,
compartiendo la vida de los pobres
y buscando con ellos la liberación.
SIEMPRE AL PIE DE LA CRUZ DE LOS QUE SUFREN,
COMO ESTUVO MARÍA AL PIE DE LA CRUZ DEL
SEÑOR,
SIEMPRE EN PIE COMPARTIENDO CON LOS
HOMBRES
SU ALEGRÍA, SU ESPERANZA Y SU DOLOR.
SIEMPRE AL PIE DE LA CRUZ DEL MARGINADO
DESCUBRIENDO SENDAS DE LIBERACIÓN.
Al construir hoy juntos un mundo más humano,
al recorrer muy juntos la senda del amor,
ayudando a los hombres a hallar entre las sombras
la luz y la semilla del Reino del Señor...