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Deontología
La ética profesional o deontología (del griego δέον "debido" + λόγος "tratado", término
introducido por Jeremy Bentham en su Deontology or the Science of Morality,
"Deontología o Ciencia de la moralidad", 1834) es la rama de la ética cuyo propósito es
establecer los deberes y obligaciones morales y éticas que tienen que asumir quienes
ejercen una determinada profesión. Por lo general, se haya recogida en forma escrita en los
llamados códigos deontológicos, habituales en esferas como la medicina o el periodismo,
pero que deberían extenderse a cualquier otra disciplina en que se trate con seres humanos
o seres vivos.
La deontología es conocida también bajo el nombre de "teoría del deber" y, al lado de la
axiología, es una de las dos ramas principales de la ética normativa. Un código
deontológico es un conjunto de criterios, apoyados en la deontología con normas y valores,
que formulan y asumen quienes llevan a cabo una actividad profesional.
La deontología trata del espacio de la libertad del hombre sólo sujeto a la
responsabilidad que le impone su conciencia. Asimismo, Bentham considera que la
base de la deontología se debe sustentar en los principios filosóficos de la libertad y el
utilitarismo, lo cual significa que los actos buenos o malos de los hombres sólo se
explican en función de la felicidad o bienestar que puedan proporcionar asuntos estos
muy humanistas. Para Bentham la deontología se entiende a partir de sus fines (el
mayor bienestar posible para la mayoría, y de la mejor forma posible)
Los argumentos humanistas de libertad y utilitarismo fueron apropiados en la deontología,
con las exigencias ético-racionales que influyeron de alguna manera en el
constitucionalismo colombiano (como que fue amigo de Francisco de Paula Santander y
Miranda). Bentham coincide con Rousseau en su idea de que, hasta su tiempo, los sistemas
morales y políticos están fundados en el irracional histórico y deben ser sustituidos por una
moral y un orden político naturales, es decir, racionales; lo cual fue acogido por las
nacientes repúblicas americanas.
Los primeros códigos deontológicos se aplicaron después de la segunda guerra mundial
luego de ver las atrocidades que los profesionales de la salud (Médicos principalmente)
aplicaban con las personas justificándose en el ejercicio de la investigación, pero que
tampoco tenían ningún tipo de regulación ni control, es así como durante la guerra fría se
comienza a estudiar y aplicar la deontología en Europa.
Como ya se ha observado, América Latina no ha sido ajena a la apropiación de la
deontología ya que se han implementado muchos códigos deontológicos y éticos
principalmente en el área de la salud, incluso existen leyes apoyadas en la deontología
como es el Código Deontológico y Bioético del Psicólogo Colombiano, Ley 1090 de
2006 en el cual el Dr. Nelson Ricardo Vergara C. Psicólogo investigador y gestor de éste
código y ley (Psicología Hoy 2005 y COLPSIC), deja ver claramente la base filosófica
Humanista liberal y utilitarista benthamista, muy apropiada para la psicología moderna y
que no menos se hace notar también en la constitución Colombiana de 1991. Este es un
claro ejemplo de la fuerza y la solidez del concepto deontológico aplicado y expresado en
las leyes democráticas más modernas.
Puede hablarse también de una deontología aplicada, en cuyo caso no se está ya ante una
ética normativa sino descriptiva e incluso prescriptiva. La deontología aplicada al estudio
de los derechos y deberes, particularmente enfocados al ejercicio de una profesión, es el
caso de la deontología profesional. Para su aplicación se elaboran códigos deontológicos,
los cuales reglamentan, de manera estricta o bien a modo de orientación, las cuestiones
relativas al "deber", de los miembros de una determinada profesión. La deontología se nutre
por un lado del marco jurídico, y por otro del marco moral.
Su concepto básico es que obrar "de acuerdo a la ética" se corresponde con obrar de
acuerdo a un código predefinido. Un apartamiento de una norma previamente definida, en
general por escrito, constituye una actitud o un comportamiento no-ético. Por tanto,
hablamos del argumento supremo que ha de orientar cualquier conducta.
Por el contrario, existe otra rama, denominada Teleología, que define el obrar éticamente
como aquella actitud o comportamiento que contempla el bien para la mayoría,
determinando qué es correcto y qué no lo es en función del resultado a alcanzar, pues la
Teleología es el tratado sobre el fin, de ahi que el fin último solo es correcto en cuanto sea
un bien para todos, sin distinción alguna, ni acepción entre las personas.
La deontología se divide en 4 fases: Universitaria, Gremial , Ética y normativa
Código deontológico
Un código deontológico es un documento que recoge un conjunto más o menos amplio de
criterios, apoyados en la deontología con normas y valores que formulan y asumen quienes
llevan a cabo correctamente una actividad profesional. Los códigos deontológicos se
ocupan de los aspectos éticos del ejercicio de la profesión que regulan. Estos códigos cada
vez son más frecuentes en otras actividades.
No se debe confundir la deontología con los códigos deontológicos. La deontología tiene un
carácter más amplio, y puede incluir normas que no figuren en ningún código particular. El
código deontológico es la aplicación de la deontología a un campo concreto.
Índice





1 Características
2 El código deontológico periodístico
3 Véase también
4 Bibliografía
5 Enlaces externos
Características
Los códigos deontológicos quizás sean los mecanismos de autorregulación más conocidos
que se pueden poner en marcha en el ámbito de la comunicación social, la psicología, la
medicina, entre otras profesiones, pero no son el único instrumento: libros de estilo,
estatutos de redacción, convenios, etc. todos contribuyen a que una comunidad profesional
fije sus propios límites, en muchos países esta regulación es a través de colegios
profesionales.
Toda comunidad profesional trata de mantener determinados niveles de exigencia, de
competencia y de calidad en el trabajo. Por ello, controla y supervisa, de alguna manera, la
integración de nuevos miembros y el adecuado ejercicio de las tareas propias de su
profesión. En este sentido, algunas profesiones elaboran códigos profesionales donde se
especifican consideraciones morales acerca de aspectos complejos de la vida profesional y
donde, generalmente, se contemplan sanciones para el supuesto caso de que alguien viole
abiertamente el espíritu de dicho código deontológico. Por supuesto, los códigos
deontológicos no siempre se cumplen, y aunque se respeten, no queda muy claro quién esté
encargado de velar por su cumplimiento ni cuáles son las sanciones para quienes los
vulneren, ni quién debe imponerlas. Para mantener el cumplimiento del código
deontológico de las distintas profesiones es habitual la creación de un colegio profesional.
Las normas dictadas en el código deontológico son previamente pactadas y aprobadas de
manera común y unánime por todos los miembros de la profesión para la que se elaboran.
Son, por tanto, pautas de conducta a seguir cuyo objetivo es realizar un determinado trabajo
de forma correcta, adecuada y eficiente.
El código deontológico periodístico
De la variedad de códigos de ética periodísticos, es posible formular una normativa que
sintetice lo fundamental de estos principios éticos:
1. Informar de manera veraz, exacta, amplia y oportuna.
2. Investigar e interpretar y opinar desde el interés público (del pueblo, de la sociedad
civil, de los ciudadanos, del bien común de la sociedad).
3. Difundir, exigir y defender de manera proactiva los derechos y deberes personales y
colectivos.
4. Fiscalizar con independencia a los poderes del Estado, del mercado y de la sociedad
civil.
Esta síntesis de la ética profesional del periodista, aparentemente tan sencilla de
comprender, remite a temas epistemológicos relacionados con las nociones de «verdad» y
«objetividad», así como de «información» y de «valor periodístico», exigiendo una
reflexión en torno a ellas que no se puede eludir si se quiere precisar a qué se está refiriendo
esta regla. Ningún periodista puede adquirir un compromiso ético al respecto en forma
seria, sin reflexionar sobre el preciso significado de dichos conceptos, de hecho se trata de
algo imprescindible para estos profesionales.
Hugo Aznar, profesor de Ética Pública y de Periodismo en la Universidad C. Herrera CEU,
señala en su artículo «Los códigos éticos no sirven» que pese a que lo códigos
deontológicos elaborados por distintas entidades y organizaciones son distintos en cuanto a
su contenido, tipología y alcance, todos comparten un objetivo común: sirven para mejorar
el tratamiento informativo de algunas de las cuestiones sociales de mayor actualidad.
Además, Aznar en su libro La comunicación responsable. La autorregulación de los
medios expone que la existencia de un código deontológico se debe al cumplimiento de dos
requisitos obvios. El primero, la capacidad cultural de codificar normas de conducta. El
segundo, la existencia de una actividad profesional que se plantee las normas morales
propias de esa actividad.
El mundo de hoy somete a los profesionales a grandes retos, como la inmigración y el
racismo, catástrofes y tragedias humanitarias, conflictos armados, violencia de género, etc.,
y es en estos temas donde el periodista debe estar especialmente atento a las
recomendaciones vertidas en los códigos deontológicos.
Ética COMO RAMA DE LA FILOSOFIA
La ética es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud,
el deber, la felicidad y el buen vivir.1 Requiere la reflexión y la argumentación. El estudio
de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua Grecia, y su
desarrollo histórico ha sido amplio y variado.
La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo
se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. En la vida cotidiana
constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la adopción
de un sistema moral u otro.
Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios determinados. Una sentencia
ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá términos tales
como "bueno", "malo", "correcto", "incorrecto", "obligatorio", "permitido", etc., referidos a
una acción, una decisión o incluso también las intenciones de quien actúa o decide algo.
Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones,
cosas o acciones. Se establecen juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: "Ese hombre
es malo", "no se debe matar", etc. En estas declaraciones aparecen los términos "malo", "no
se debe", etc., que implican valoraciones de tipo moral.
Introducción.-Definición y objeto:
La palabra ética proviene del latín ethĭcus, y este del griego antiguo ἠθικός, o transcrito a
nuestro alfabeto, "êthicos". Según algunos autores, es correcto diferenciar "êthos", que
significa "carácter", de "ethos", que significa "costumbre", pues "ética" se sigue de aquel
sentido y no es éste.2
Según una corriente «clásica», la ética tiene como objeto los actos que el ser humano
realiza de modo consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún
modo un control racional). No se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que
busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente
bueno o éticamente malo.
Fernando Savater, en el primer capítulo de su libro Ética para Amador («De qué va la
ética»), define la ética como «el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto el arte de discernir
lo que nos conviene (lo bueno) y lo que no nos conviene (lo malo)».
Ello implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo desde el
punto de vista ético, y si el bien y el mal éticos coinciden o no con lo que serían el bien y el
mal en sí.
Límites con disciplinas adyacentes:
La ética se relaciona con la antropología, el derecho, con la ley, y con ciencias empíricas
que estudian el comportamiento humano, como la sociología y la psicología.
Un autor define ética del siguiente modo: “Ética (del griego ethika, de ethos,
‘comportamiento’, ‘costumbre’), principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de
forma impropia llamada moral (del latín mores, ‘costumbre’)"3
La palabra ética proviene del griego ethikos (“carácter”). Se trata del estudio de la moral y
del accionar humano para promover los comportamientos deseables. Una sentencia ética
supone la elaboración de un juicio moral y una norma que señala cómo deberían actuar los
integrantes de una sociedad. Por profesión se entiende una ocupación que se desarrolla con
el fin de colaborar con el bienestar de una sociedad. Para realizar dicha labor es necesario
que el profesional (persona que ejerce la misma) actúe con responsabilidad, siguiendo los
requisitos que la ley vigente plantee para el desarrollo de esa actividad.
La ética profesional pretende regular las actividades que se realizan en el marco de una
profesión. En este sentido, se trata de una disciplina que está incluida dentro de la ética
aplicada ya que hace referencia a una parte específica de la realidad.
Cabe destacar que la ética, a nivel general, no es coactiva (no impone sanciones legales o
normativas). Sin embargo, la ética profesional puede estar, en cierta forma, en los códigos
deontológicos que regulan una actividad profesional. La deontología forma parte de lo que
se conoce como ética normativa y presenta una serie de principios y reglas de cumplimiento
obligatorio.
Ramas de la ética
Metaética.-El problema del ser y el deber ser
Artículo principal: Problema del ser y el deber ser
La ética teleológica es generalmente una ética orientada hacia fines, hacia un "télos" (en
griego, fin u objetivo que perfecciona a quien lo alcanza).
Hume :
Como se destaca más adelante, los positivistas, deben estar epistemológicamente entre las
tasas y tarifas de destino, y se diferencian por su relación diferente a los sentidos. La
distinción epistemológica entre es y debe se basa en la ciencia empírica moderna. Quien no
acepta esta distinción, o bien debe postular a un ser que no es directamente o
indirectamente detectable, o se debe considerar lo que debe ser perceptible.
Las normas éticas se derivan de supuestas declaraciones sobre los seres, con frecuencia
pasan inadvertidos por el uso de la ambigüedad normativa y empírica de términos como
"esencia", "Naturaleza", "determinación", "función", "final", "sentido" u " Objetivo
alcanzado". Así, la palabra "objetivo" es incluso lo que en realidad busca una persona (Su
meta es graduarse). La palabra objetivo puede referirse también a lo que debe perseguir un
hombre (por ejemplo, cuando se dice de alguien que perdió el objetivo o la meta de su
existencia humana).
La ambigüedad inadvertida empírico-normativa de ciertos términos conduce a falacias
lógicas tales como: "La esencia de la sexualidad es la procreación. Por lo tanto, la
anticoncepción no está permitida, porque no refleja la naturaleza de la sexualidad".
Tomando nota de que esto supone que se ha deducido lógicamente que el ser es una
justificación de las normas aún no desesperada. Porque, además de las declaraciones
normativas y de los registros, hay voluntades. La expresión de la voluntad de una persona:
"No quiero ser molestado en la siguiente hora por cualquier persona" incluye el deseo de
que la norma "Nadie me debe molestar en la hora siguiente" sea capaz de ser acogida y
respetada por otros. El punto central será saber si la expresión de la voluntad de esa persona
sea o no sea éticamente correcta, o sea simplemente un acto arbitrario que no exige un
respeto absoluto por parte de otros.
La falacia naturalista
George Edward Moore, en su obra Principia Ethica, acusa al naturalismo de cometer un
error cuando infiere que algo tiene una propiedad moral a partir de que ese algo tiene tal o
cual propiedad natural.4 Por ejemplo, asumiendo que el placer es una propiedad natural, un
naturalista podría sostener que las relaciones sexuales son buenas porque son placenteras.4
Sin embargo, Moore señala que para afirmar esto, primero se necesita mostrar que todo lo
placentero es bueno,4 y esto requiere de un argumento que parece difícil de proveer. Pese al
nombre de la falacia, la misma parece poder extenderse más allá del naturalismo.4 Así, el
desafío propuesto por Moore parece mostrar cómo es posible concluir legítimamente que
una propiedad no moral puede identificarse o tener la misma extensión que una propiedad
moral.
Ética normativa:
El dilema del tranvía es un experimento mental que puede servir para ilustrar y poner a
prueba distintas teorías éticas.
Las teorías de la filosofía ética o moral se pueden distinguir de acuerdo a los criterios de
sus bases para la determinación del bien moral. El bien moral puede ser determinado por:





Las consecuencias (ética teleológica) consecuencialismo;
Disposiciones de comportamiento, rasgos de carácter y virtudes (ética de la virtud);
La intención del actor (ética disposición);
Objetivos hacia hechos morales, como objetivo de las evaluaciones morales sobre la
propiedad o la acción (ética deontológica);
Optimización de los intereses o de las partes interesadas (de preferencia), la ética
utilitarista, de la felicidad (eudaimonía), o del bienestar.
Consecuencialismo
Jeremy Bentham, uno de los padres del utilitarismo.
El consecuencialismo sostiene que la moralidad de una acción depende sólo de sus
consecuencias (el fin justifica los medios).56 El consecuencialismo no se aplica sólo a las
acciones, pero éstas son el ejemplo más prominente.5 Creer que la moralidad se trata sólo
de generar la mayor cantidad de felicidad posible, o de aumentar la libertad lo más posible,
o de promover la supervivencia de nuestra especie, es sostener una postura
consecuencialista, porque aunque todas estas creencias difieren en cuanto a las
consecuencias que importan, están de acuerdo en que lo que importa son las
consecuencias.6
Una manera de clasificar a los distintos tipos de consecuencialismos es a partir de los
agentes que se deben tener en cuenta cuando se consideran las consecuencias de las
acciones.7 Esto da lugar a tres tipos de consecuencialismo:7



El utilitarismo es la teoría según la cual la mejor acción es aquella que produce las
mejores consecuencias para la mayor cantidad de personas.7 8
El altruismo moral sostiene que la mejor acción es aquella que produce las mejores
consecuencias para todos menos para el agente.7
El egoísmo moral sostiene que la mejor acción es aquella que produce las mejores
consecuencias para el agente.7 9
Immanuel Kant, uno de los principales pensadores de la deontología.
Deontología
La deontología es la teoría normativa según la cual existen ciertas acciones que deben ser
realizadas, y otras que no deben ser realizadas, más allá de las consecuencias positivas o
negativas que puedan traer.10 Es decir, hay ciertos deberes, u obligaciones, que deben ser
cumplidos más allá de sus consecuencias.10
Ética de la virtud
La ética de virtud es una teoría que se remonta a Platón y, de modo más articulado, a
Aristóteles, según la cual una acción es éticamente correcta si hacerla fuera propio de una
persona virtuosa.11 12 Por ejemplo, si para el utilitarismo hay que ayudar a los necesitados
porque eso aumenta el bienestar general, y para la deontología hay que hacerlo porque es
nuestro deber, para la ética de virtudes, hay que ayudar a los necesitados porque hacerlo
sería caritativo y benevolente.11
Ética aplicada
Artículo principal: Ética aplicada
La ética aplicada es la parte de la ética que se ocupa de estudiar cuestiones morales
concretas y controversiales.7 Por ejemplo, algunos objetos de estudio de la ética aplicada
son el aborto inducido, la eutanasia y los derechos de los animales.7 Algunas de estas
cuestiones se agrupan por similitudes y son estudiadas por subdisciplinas:7


La bioética estudia las controversias morales que son producto de los avances en la
biología y la medicina.13
La deontología profesional se ocupa tanto de buscar justificación para valores
morales que deberían guiar a los profesionales, como de estudiar los valores que de
hecho guían a los profesionales.14
En el primer sentido la deontología profesional es una disciplina normativa y filosófica. En
el segundo sentido, se trata más bien de una disciplina descriptiva y por lo tanto científica.14
La deontología profesional también cuenta con subdisciplinas como la ética médica, la ética
de negocios y la ética de la ingeniería.15

La ética ambiental se ocupa de la relación ética entre los seres humanos y el medio
ambiente.16
Quizás las dos preguntas fundamentales de esta disciplina sean: ¿qué deberes tienen los
seres humanos hacia el medio ambiente, y por qué?16 En general, la respuesta a la primera
pregunta es una consecuencia de la respuesta a la segunda.16 Distintas respuestas o
aproximaciones a respuestas han dado lugar a distintas éticas ambientales.16


Ética militar es un conjunto de prácticas y discursos que sirven para orientar a las
fuerzas armadas y a sus integrantes para que actúen conforme a unos valores y unas
normas determinadas, y para mostrar al conjunto de la ciudadanía esos valores de
referencia.
La ética económica se ocupa de las relaciones éticas que deberían guiar las
relaciones económicas entre los seres humanos y el efecto que tales normas tendrían
sobre la economía de nuestras sociedades. De hecho gran parte de los economistas
que desarrollaron la teoría moderna de la economía partieron de bases éticas. El
ejemplo más cercano es el utilitarismo desarrollado primero como doctrina moral y
luego usado para la teoría del valor neoclásica.17 18
Historia de la ética
Antigua Grecia
Desde el inicio de la reflexión filosófica ha estado presente la consideración sobre la ética.
Platón afronta la temática ética en diversos lugares y desde contextos diferentes. Así, por
ejemplo, en el Gorgias busca superar el hedonismo y la ley del más fuerte. En el Fedón
evidencia la importancia de lo que exista tras la muerte para regular el propio
comportamiento. En La República aborda juntamente la ética individual (desde la
perspectiva de una justicia dentro del alma) y la ética pública, con una compleja teoría del
Estado, que encuentra complementos y puntos de vista diferentes en otras dos obras, el
Político y las Leyes.
La Ética nicomáquea, seguramente el más importante tratado de ética de Aristóteles, se
basa en la premisa de que todo ser humano busca la felicidad (ética eudemónica). Para
Aristóteles todos los seres naturales tienden a cumplir la función que les es propia y están
orientados a realizar completamente sus potencialidades. El bien, que es lo mismo que la
perfección de un ser o la realización de las capacidades es cumplir su función propia,
aquello a que solo él puede realizar. También los seres humanos están orientados a la
realización plena de la función que les es propia. El problema que se suscita, entonces, es
cuál es la función propia del hombre. Y si acaso hay más de un bien propio del hombre,
¿cuál es el bien más alto y más perfecto de los que puede alcanzar el ser humano?
Como en otras de sus obras, Aristóteles releva las opiniones de sus contemporáneos al
respecto y comprueba que todas parecen estar de acuerdo en que el objetivo supremo del
hombre es vivir bien y ser feliz, aunque hay muchos desacuerdos respecto de en qué
consiste la felicidad y el buen vivir. Para Aristóteles la vida feliz (plena) es la que permite
realizar la actividad superior (contemplación), con una suficiente autonomía (bienes
materiales, salud), y en compañía de un número suficiente de amigos (cf. Ética nicomáquea
I).
Sólo son morales las acciones en las que se puede elegir y decidir qué hacer. En cambio, no
son morales ni inmorales las acciones padecidas, compulsivas o forzosas. Lo que es moral
es la acción que depende de la voluntad, si se actúa de modo correcto. ¿Cuándo se actúa
correctamente? La forma correcta de actuar depende del ámbito de acción (dianoético o
intelectual, ético o moral) y en parte está pautada por las costumbres de la comunidad a la
que se pertenece (si la comunidad es éticamente sana, algo que supone Aristóteles para el
mundo griego quizá de modo acrítico) y se aprende con la educación. Cuando se actúa de
acuerdo con estas pautas, se vive bien y se es virtuoso.
Por otra parte, los filósofos estoicos y epicúreos propusieron teorías morales basadas en
principios opuestos: la virtud y la vida con moderación (estoicismo), y la búsqueda del
placer (epicureísmo).
Edad Media
Es un momento en el que la ética asume elementos de las doctrinas clásicas de la felicidad
(el fin del actuar humano consiste en obtener el bien que nos hace felices) y los une a la
doctrina cristiana (vista como Revelación divina), especialmente según la normativa que
recogen los mandamientos. El fin último del actuar humano es la caridad, que se consigue
al vivir desde el Evangelio, y que permite al hombre acceder a la visión de Dios (en el
cielo), donde el ser humano alcanza su máxima plenitud y el bien supremo.
Diversos autores hablan de ética y según perspectivas diferentes. Es oportuno recordar dos
grandes nombres, san Agustín de Hipona y santo Tomás de Aquino (especialmente en la
segunda parte de la Suma de teología, en la que se recogen numerosos elementos de la ética
de Aristóteles).19
Posteriormente, y tras las huellas de las ideas de Tomás de Aquino, se desarrolla en el
ámbito católico lo que luego será conocido como principio de doble efecto.
Edad Moderna
Los filósofos éticos modernos trabajan con la mirada puesta, sobre todo, en el mundo
antiguo (estoicos, epicúreos, Platón, Aristóteles), si bien con algunos elementos heredados
de la Escolástica medieval. Descartes tiene algunos elementos de ética en su famoso
Discurso del método. Dentro del racionalismo, es Baruch Spinoza quien elaboró de modo
más amplio y sistemático una propuesta ética. En el ámbito del empirismo, David Hume
trabajó en diversos momentos para comprender los motivos profundos de las acciones
humanas. La gran revolución ética moderna se realiza a través de Immanuel Kant, que
rechaza una fundamentación de la ética en otra cosa que no sea imperativo moral mismo
(deontologismo formal), pues si la moral se orienta a buscar la felicidad no podría dar
ninguna norma categórica ni universal. Los filósofos idealistas desarrollaron esta moral del
imperativo categórico. Hacen frente así al utilitarismo, al afirmar que el principio de
utilidad no es el único criterio de corrección de las acciones.
Edad Contemporánea :La ética del siglo XX ha conocido aportes importantísimos por
parte de numerosos autores: los vitalistas y existencialistas desarrollan el sentido de la
opción y de la responsabilidad, Max Scheler elabora una fenomenología de los valores.
Autores como Alain Badiou han intentado demostrar que esta principal tendencia (en las
opiniones y en las instituciones), la cuestión de "la ética" en el siglo XX, es en realidad un
"verdadero nihilismo" y "una amenazante denegación de todo pensamiento".20
Recientemente, y desarrollando un análisis en profundidad de los orígenes y fundamentos
de la ética, han aparecido diversos estudios sobre el papel de las emociones en el desarrollo
de un pensamiento ético antifundacionalista, como ha indicado Richard Rorty. En las
últimas dos décadas, el filósofo escocés MacIntyre establece nuevas herramientas de
análisis histórico-filosófico de distintas versiones rivales de la ética.