Download Análisis del desarrollo léxico

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
ANÁLISIS DE LA PRODUCCIÓN DE MARÍA
Desde el punto de vista fonológico, observamos algunas variaciones respecto a la
norma adulta en las producciones de María, que tienen que ver con procesos de
sustitución de un fonema por otro y de estructuración de sílabas.
En lo que a sustitución de un fonema por otro se refiere, podemos señalar los
siguientes casos:
. sustitución de fricativa alveolar sorda /s/ por la interdental sorda /0/: 1.a,b,c;
6.a.b.c.; 7b (/kaso/; /sapatito/ (es transcripción fonológica)
. sustitución de oclusiva velar sonora /g/ por la sorda /k/ (ensordecimiento): 7.b.
/ponko/
. sustitución de la vocal baja central /a/ por la alta posterior /u/ “supatos”, quizás
por una neutralización del rasgo ‘central’ a favor del rasgo ‘posterior’ por cercanía
del artículo “o” (los).
Observamos también la sustitución de la vocal baja central /a/ por la media
posterior /o/, pero en este caso es cambio de morfema de persona: el imperativo
“calza-te” ha sido sustituido por la primera persona de presente “calzo”. Por lo que
deberá ser comentado en el apartado de morfología. (Nadie ha señalado este caso:
o se ha pasado por alto, o se ha interpretado como error fononógico y no
morfológico)
En lo que a los grupos silábicos se refiere constatamos los siguientes casos:
. reducción de grupo consonántico líquida /l/ + fricativa /0/ /kaso/ por /kal0o/
y líquida /r/ + oclusiva /k/ /poke/ por /porke/
(de tal modo que una sílaba CVC aparece como CV).
. reducción de grupo consonántico oclusiva + líquida en sílabas CCV:
/ombe/, /karo/, /tas/, /oto/
. supresión de consonante final: la lateral alveolar sonora /l/ en el artículo “el”
(Muchos habéis dicho que se suprimía la /n/, pero según las etapas de desarrollo, el
artículo aparece antes que las preposiciones, y en este caso, se observan
enunciados sin nexos funcionales. El significado sí es locativo, pero todo eso se
debe comentar en el análisis sintáctico)
. supresión de consonante inicial lateral alveolar sonora /l/ y de consonante final
fricativa alveolar sorda /s/ en el artículo “los”
(Algunos habéis dicho que se suprimía la “a” de “calzo a papá”, pero eso no es
fonología, eso es sintaxis: el sintagma preposicional está mal construido “calzo a
papá”. También habéis señalado que ha suprimido “como” en “quites los zapatos”,
pero eso no es fonología, eso es sintaxis: la oración compleja está mal construida
porque todavía no utiliza las conjunciones)
(Lo más grave: algunos habéis dicho que se suprime la H de /ombe/ ¡!!!!, estamos con
transcripción oral y la H es una letra que no representa ningún sonido. Tampoco se
ha aspirado, porque la aspiración en fonética se transcribe como h)
(Algunos, con apuntes, habéis transcrito la interdental /0/ como /z/, que en
fonética corresponde a la alveolar sonora)
En conclusión, hemos observado que gran parte de los errores son procesos de
simplificación característicos de los niños que empiezan a hablar. Además, no
domina los grupos consonante + líquida, que suelen documentarse entre los 4 y 5
años.
Si tenemos en cuenta el orden de adquisición de los fonemas, podemos
señalar que María produce sílabas directas con las consonantes que, según Monfort
et al., se adquieren en primer lugar /p/, /b/, /m/, /t/ (entre 1 año y 1,3, según
Clemente Estevan) y las que corresponden al primer (/l/ /n/, /k/, /g/), y segundo
momento de diferenciación (/s/) (alrededor de 1,6 años, según Clemente Estevan).
Algunas de estas consonantes, aparecen en sílabas inversas (/l/, /s/, /n/), pero no
de manera sistemática: “e culo” vs. “el oto”. Por otro lado, la dificultad con las
sílabas trabadas y sinfones con /r/, que se documentan a partir de los 4 años, y el
sustituya sistemáticamente /0/ por /s/, que corresponde a un tercer nivel de
diferenciación, según Monfort, nos hace concluir que María está en una etapa de
desarrollo inicial superior a los 1,6 años.
Análisis del desarrollo morfológico
En cuanto al desarrollo morfológico, dos son los aspectos que nos interesan
analizar: el uso de morfemas gramaticales en sustantivos y verbos y el uso de
categorías como el artículo, el pronombre y las preposiciones.
En lo que a morfemas de género y número se refiere, pocos son los datos que nos
ofrece el diálogo: “zapato” en singular o en plural acompañado a veces del artículo y
otras veces no, “e sapato”, “zapatito”, “o supatos”, “pongo zapatitos”. El que no
domine el uso del artículo nos remite a una etapa de desarrollo inferior a los 3
años.
(La mayoría habéis afirmado que domina el uso del artículo: “dominar” significa
“conocer muy bien”, y en este caso no es así. Tampoco podemos afirmar que domine
el plural ni el género: no hay datos suficientes)
En cuanto a las formas verbales se refiere, observamos que aparecen
sistemáticamente el presente de indicativos (seis veces), frente a 1 imperativo. El
mayor porcentaje de presentes nos lleva a pensar que María tiene entre 18 y 24
meses, según Hernández Pina, que afirma que en esas edades es mayor el
porcentaje de presentes (42%) que de imperativos (18%). Además, hay que señalar
que el primer enunciado, que sería una orden “cálzate”, la niña no utiliza el
imperativo, sino el presente “calzo tee”.
Podemos constatar también la presencia de un presente de subjuntivo, cuyo valor
funcional no se adquiere hasta los 6 años, aunque se documenta en un 2%, según
Hernández Pina desde los 18 meses, pero siempre como imitación. Es el caso de
este enunciado, ya que María repite lo que le dice la madre: “dile a papá... como se
quite los zapatos”.
En cuanto a los pronombres personales se refiere, se observa que María no domina
esta categoría léxica, ya que la omite sistemáticamente en los enunciados que
hacen referencia a la acción de calzar al padre: “(le) pongo zapatitos”, “no (le) cabe
papá e zapatito”; o en aquellos casos en que el verbo, por ser pronominal, exige ser
conjugado con pronombre: “(te) quites o supatos”. Llama la atención, no obstante, el
uso del pronombre de segunda person “te”, enfatizado con el acento y alargamiento
de vocal, en un mandato “cálzate”, que reflejan que María “sabe” que ese “te” es
algo diferente a “calzar”. Como señala Clemente Estevan, aparecen primero los
pronombres de segunda persona, por lo que María puede estar en una etapa inicial
de desarrollo.
(La mayoría de vosotros no habéis comentado nada sobre el uso de los pronombres
personales)
Aparecen también otros pronombres como “ese” y “otro”, pero siempre después de
oír el enunciado de la madre, por lo que puede ser imitación y no dominio de esa
categoría.
(La mayoría de vosotros se ha centrado en este aspecto y habéis dicho que María
domina los pronombres. No es tan claro)
Análisis del desarrollo léxico
Poco se puede decir del desarrollo léxico en esta producción, ya que corresponde a
un diálogo sobre una acción muy determinada: poner los zapatos al padre.
En este sentido, sólo se observan palabras del campo léxico relacionadas con esa
acción: zapato, calzar, poner pie, así como otras derivadas de la misma: culo,
mamá, papá.
Todas corresponden al ambiente familiar de la niña, a referentes del cuerpo
humano y acciones que se hacen con el cuerpo. Todo ello nos remite a etapas
iniciales.
(Muchos habéis hablado de que no hay restricción ni sobreextensión y que por eso
es mayor, pero realmente el fragmento no permite afirmar nada al respecto)
Se observan otras categorías léxicas con adjetivos (tonto) y adverbios (claro), que
junto con “hombre” hacen referencia más afunciones pragmáticas (como
comentaremos más adelante) que a funciones referenciales.
Análisis del desarrollo sintáctico
Si tenemos en cuenta las tres fases de la evolución gramatical en los niños (periodo
de la holofrase, periodo de frases telegráficas y periodo de desarrollo gramatical),
podemos observar que esta niña parece haber superado el primer periodo de la
holofrase, es decir, de los enunciados de una sola palabra.
Lo que constatamos en este diálogo, son mayoritariamente frases telegráficas
como: 1. “caso papá”, 1/7. “pongo zapatitos”; 6. “quites o supatos”, 3. “tas tas culo”;
aunque aparece alguna pseudofrase como “ese, el oto” (varias palabras en un
contexto situacional muy determinado) y alguna frase casi completa como “no cabe
papa e zapatito”. Vemos, pues, que se encuentra en una etapa de desarrollo inicial
entre los 18 y 24 meses.
Si analizamos estas producciones del desarrollo inicial tomando como referencia la
gramática del adulto (hipótesis de la supresión), observamos la ausencia
sistemática de elementos funcionales (preposiciones, conjunciones), y los
pronombres objeto: “calzo a papá”; “a papá no le cabe el zapatito”; “como te quites
los zapatos”; “tas tas en el culo”.
Como señala Clemente Estevan, los primeros nexos no aparecen hasta los 2 años,
por lo que nos confirma en nuestra primera observación de que la niña se encuentra
en una etapa inicial de desarrollo.
Si analizamos estas mismas producciones desde la semántica, es decir, desde el
significado de los enunciados dentro de un contexto, observamos que
corresponden, principalmente, a enunciados de acción:
. acción + agente: “cálzate”, “toma”, “calzo papá”
. acción + objeto: “pongo zapatitos”
. acción + locativo: (te voy a dar) “tas tas en el culo”.
Igualmente, observamos enunciados de negación (“no cabe papá e zapatito”) y de
denominación (“ese el oto”.
No se observan expansiones sintácticas, que se producen a partir de los 30 ó
36 meses, según Clemente Estevan. Aunque llama la atención la interrogativa
causal “poque mamá”, que puede aparecer a partir de los 2,6 años. Pero es un
elemento muy aislado para poder afirmar que la niña se encuentra ya en un
periodo de desarrollo gramatical, ya que no ha superado la etapa de frases
telegráficas.
Muchos de vosotros habéis afirmado que María construye frases completas como
la de “no cabe papa e zapatito”, pero no es completa: faltan los elementos
funcionales y los pronombres. También decís que hace frases completas con sujeto
y predicado “pongo zapatitos”: hay sujeto y predicado porque en español el verbo
marca persona, pero esa construcción sintáctica no es completa en español, “poner”
es un verbo que rige dos complementos (poner algo a alguien, en este contexto), le
faltan los pronombres objeto (le pongo a papá los zapatitos).
Todos habéis dado un valor fundamental al “poque mama”, pero es un elemento
aislado, frente a los otros.
Todos habéis afirmado que María ha superado la etapa de frases de dos palabras.
Creo haber demostrado que no es así.
Muchos habéis descrito lo que veis, pero no lo habéis remitido a etapas de
desarrollo, y el examen es de desarrollo.
Análisis de desarrollo pragmático
Desde el punto de vista pragmático, vamos a comentar los enunciados de María en
este diálogo, en lo que a características intencionales se refiere, siguiendo la
clasificación de las funciones del lenguaje de Halliday (no analizaremos ni el nivel
del discurso ni el del contexto social, ya que se trata de un diálogo entre los
miembros más inmediatos de la familia, padre, madre, hija, y nos interesa
fundamentalmente analizar el desarrollo de las funciones comunicativas). Muchos
habéis afirmado que maneja los turnos de habla, pero ni lo hemos analizado en
clase, ni hemos leído nada al respecto y, los que habéis dicho eso, no lo habéis
justificado)
Los enunciados que aparecen en este diálogo son, en su mayoría, enunciados
imperativos (“cálzate”, “toma”) y declarativos (“pongo”, “calzo”, “no cabe”). Con
ellos se cubre la función reguladora (o directiva,según Tought),para controlar a los
demás y a sí mismo.
Observamos también enunciados como “tonto”, “ombe”, que nos remiten a la función
personal, para manifestar y expresar sentimientos (en este caso de enfado).
Igualmente, habría que señalar que los enunciados como “quites o supatos” y “caro”,
en respuesta a algo que ha dicho la madre, remiten a la función interactiva.
Estas funciones básicas, en las que ya hay intencionalidad de comunicación por
parte del niño a través del lenguaje, se desarrollan a partir de los 10 meses y,
concretamente, las funciones reguladora, interactiva y personal, se amplían
durante los 16 y 18 meses, según Halliday.
El que aparezca un enunciado como “poque”, petición de información y, por tanto,
función heurística, que se documenta por primera vez hacia los 18 meses, nos hacen
pensar que la niña debe tener esa edad.