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DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL DOCUMENTO BASE DE LA ESPECIE Gossypium hirsutum L. PARA EL ANÁLISIS DE RIESGO AMBIENTAL Mario Eduardo Pérez Hernández, Aldo Bernal Rojas y Adriana Otero Arnaiz DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL ALGODÓN Gossypium hirsutum L. 1. Taxonomía y Origen 1.1. Taxonomía Reino: Plantae Subreino: Tracheobionta Superdivisión: Spermatophyta División: Magnoliophyta Clase: Magnoliopsida Subclase: Dillenidae Orden: Malvales Familia: Malvaceae Tribu: Gossypieae Género: Gossypium L. 1753 Especie: hirsutum L. 1763 Gossypium hirsutum, comúnmente denominado como algodón mexicano o algodón de tierras altas, pertenece a la familia Malvácea, a la tribu Gossypieae y al género Gossypium (Cronquist, A. 1981). El género Gossypium comprende 50 especies (Fryxel 1992; Percival, et al., 1999), de las cuales 14 se distribuyen en México (Cuadro 1). Usualmente, sólo cuatro especies de este género son cultivadas y se les conoce con el término genérico de algodón. Las especies de este género se clasifican de acuerdo a su nivel de ploidia. El número cromosómico básico del género Gossypium es 13, y se catalogan comúnmente en ocho grupos genómicos diploides (2n= 2X= 26), clasificados de la A a la G y K, y un grupo genómico tetraploide (2n= 4x= 52), denominado AD (Endrizzi, et al, 1985; Stewart 1995). Cada grupo genómico está basado en sus similitudes cromosómicas y representa un conjunto de especies con similitud morfológica, que con muy baja frecuencia pudieran forman híbridos con otros grupos genómicos. La cantidad de especies que pertenecen a este género, así como el número de tetraploides, se encuentra en discusión. De acuerdo a Smith (Smith 1995), el género está conformado por 43 especies de las cuales, 37 especies son diploides y seis especies son tetraploides. La diferencia en cuanto al número de tetraploides se relaciona con la discusión acerca del estatus de G. lanceolatum Tod., que es descrita como una especie que se desarrolla localmente y que es una forma domesticada de G. hirsutum, por lo que algunos autores señalan que debería ser clasificada como una variedad y no como una especie DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL separada (Brubaker y Wendel, 1993). En el mismo caso se ubica a G. nandewarense, donde no habido acuerdo si debe ser clasificada como una especie aparte o como una variedad de G. sturtianum (Brown et al, 1997). G. hirsutum, pertenece al grupo genómico tetraploide AD. Este grupo presenta un genoma similar a las especies diploides con genoma A y también a las especies diploides con genoma D. Cuadro 1. Especies del género Gossypium distribuidas en México Especie Grupo Distribución Genómico 1 G. thurberi Tod. D1 Sonora, Baja California Sur, Chihuahua 2 3 4 5 G. armourianum Kearn. G. harknessii Brandg. G. davidsonii Kell G. aridum (Rose and Standl) Skov. D2-1 D2-2 D3-d D4 Baja California Sur Baja California Sur Baja California Sur, Sonora Veracruz, Puebla, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Colima, Sinaloa 6 7 8 9 10 G. raimondii Ulbr. G. gossypioides (Ulbr.) Standl. G. lobatum Gentry. G. laxum Phillips. G. trilobum (DC.) Skov. D5 D6 D7 D8 D9 México Oaxaca, Sinaloa Michoacán Guerrero Michoacán, Morelos, Puebla, Sinaloa 11 12 13 G. turneri Fryx. G. schwendimanii Fryxell y Koch G. lanceolatum Tod. D D D Sonora Michoacán Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Nayarit 14 G. hirsutum L. AD1 *América central, Sureste de México. 15 G. barbadense L. AD2 * *Baja California Sur, Sinaloa, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Yucatán (Tomado de The biology of Gossypium hirsutum L. and Gossypium barbadense, Australian Government, 2008; ARS-USDA). *Distribución de las variedades silvestres de G. hirsutum L. Las zonas de cultivo de las variedades comerciales se extienden hasta la parte norte del país. **G. barbadense L. es una especie introducida originaria de Sudamérica (Percy y Wendel, 1990). DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 1.2. Origen El centro de origen del género Gossypium no se ha determinado. Sin embargo, se ha descrito que los centros primarios de diversidad biológica para este género son América central y Sudamérica con 18 especies, de las cuales 11 se encuentran en la zona centrooeste y el sureste de México y dos en Perú y las Islas Galápagos (una especie de Hawai conforma el grupo de América), el Noreste de África y Arabia con 14 especies, y Australia con 17 especies. Estudios de secuencias de DNA de las especies de Gossypium, sugieren que el género se origino alrededor de 10 a 20 millones de años, separándose de los géneros Kokia y Gossypioides, los grupos más cercanos dentro de la Tribu Gossypieae. (Wendel y Albert 1992; Seelanan et al. 1997). Los centros de domesticación para este género se ubican en África y el sur de Asia central, México y Sudamérica. De las especies descritas para este genero, sólo cuatro se cultivan. Dos de estas especies, G. herbaceum y G. arboreum, son diploides; mientras que G. barbadense y G. hirsutum son tetraploides. Estas cuatro especies son denominadas genéricamente como algodón. La mayor parte del algodón cultivado deriva de dos especies, G. hirsutum (aproximadamente el 90% de la producción mundial) y G. barbadense. El origen de las especies tetraploides cultivadas se remonta a alrededor de uno a dos millones de años, a partir de la hibridación de un taxón afro-asiático asociado al grupo genómico A, con un taxón asociado al grupo genómico D. Después de la poliploidización, el nuevo grupo AD dio origen a las especies tetraploides, incluyendo a G. hirsutum. El centro de origen descrito para G. hirsutum es América Central y México, mientras que el posible centro de domesticación se localiza en el sureste de México, probablemente en la península de Yucatán durante el periodo precolombino (Brubaker y Wendel, 1994). La dispersión de estas formas de algodón al resto de Mesoamérica y Sudamérica presenta evidencias de que la población paso por un evento de cuello de botella, durante el cual se redujo la variabilidad genética como consecuencia de la presión de selección por la domesticación. Los genotipos seleccionados, con amplia similitud a las variedades actuales, comprenden reducción en la latencia de la semilla, hábito de crecimiento anual y fotoperiodo independiente de la floración (Iqbal et al, 2001). 2. Morfología G. hirsutum es un arbusto perenne que crece aproximadamente de 1.5 a 2 metros de longitud dependiendo de la variedad y de las condiciones ambientales. Sin embargo, en condiciones comerciales, Las plantas de algodón crecen aproximadamente de 1 a 1.5 metros de longitud, y son plantas anuales que se destruyen después de la cosecha. G. hirsutum presenta un tallo principal con crecimiento simpodial que soporta las ramas y hojas. Las ramas en el algodón se clasifican en dos tipos, ramas vegetativas o monopodiales, y ramas fructíferas o simpodiales. Las ramas vegetativas tienen un sólo meristemo que crece a lo largo, de forma recta y se ubican en los primeros cinco nodos del tallo, mientras que las ramas fructíferas tienen múltiples meristemos con un hábito de crecimiento en zigzag y se presentan después del quinto nodo del tallo principal. Cada DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL rama fructífera de longitud media produce entre 6 a 8 botones florales. Las hojas en G. hirsutum presentan un arreglo en espiral alrededor del eje principal del tallo y de las ramas, son generalmente planas y siguen al sol (heliotropía) para maximizar la adsorción de luz a través del día. La filotaxia alternada es de 3/8. De acuerdo a Wise y otros (2000), los estomas en G. hirsutum son de mayor tamaño que en otras especies del género y se presentan en menor número; no obstante, el área estomal por hoja es mayor que en otras especies, por ejemplo G. barbadense. Generalmente las hojas en el eje del tallo tienen cinco lóbulos en, mientras que las hojas en las ramas fructíferas tienen tres lóbulos. La raíz de G. hirsutum es recta con crecimiento vertical, y de acuerdo a la edad, tamaño de la planta y el tipo de suelo, puede alcanzar una profundidad de 3 metros en condiciones optimas. Las plantas de algodón tienen un hábito de crecimiento indeterminado, lo que significa que las plantas pueden desarrollar hojas, tallos, flores, frutos (capsulas) y semillas, en un mismo periodo. 3. Biología Reproductiva La reproducción del algodón se da generalmente por vía sexual. En condiciones naturales el algodón no se reproduce de forma vegetativa. La madurez reproductiva se alcanza aproximadamente a las 5 semanas después de la siembra, con la formación de los “cuadros” o botones florales. Aproximadamente, 25 días después de la aparición de los botones se presenta la antesis (Ritchie et al., 2007). 3.1. Sistema Reproductivo 3.1.1. Estructura Floral Los botones florales, producidos en las ramas fructíferas, son pequeñas estructuras piramidales, conocidas como cuadros, se componen de tres brácteas triangulares pequeñas (epicáliz o involucro) que rodean al botón. El cáliz verdadero surge tempranamente dentro de las brácteas y está constituido por cinco sépalos cortos fusionados que forman una copa en la parte inferior del botón floral. En el interior del cáliz se encuentran los 5 pétalos de la corola. Las flores en el algodón presentan una coloración blanco amarillentas, son grandes (de 5 a 9 cm), con pétalos de 2 a 5 cm de largo y se arreglan en inflorescencias. Las brácteas del cáliz son de 2 a 4 cm de largo. Las flores presentan ambas estructuras reproductivas, femeninas y masculinas (flores perfectas). El estilo es de 2 a 5 cm de largo y termina en un estigma de 0.5 a 1 cm de longitud que se extiende más allá de la columna estaminal. El ovario súpero contiene de 8 a 12 óvulos en cada uno de los 3 a 5 carpelos. La columna estaminal contiene más de cien estambres de 0.5 a 1 cm de longitud, cada uno termina en una antera que normalmente produce abundante polen viable. Hay aproximadamente 20,000 granos de polen por flor (Ter Avanesian 1978). Bajo condiciones de cultivo, aproximadamente el 60% de los cuadros son escindidos prematuramente. Usualmente las flores maduras no se pierden antes de la polinización (Oosterhuins y Jemstedt, 1999). En las flores de algodón la antesis se presenta durante el amanecer y permanecen abiertas solo un día. DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 3.1.2. Polen El polen de G. hirsutum es esférico, de 81 a 143 micras, porado (8 a 12 poros) y equinado, presenta una pared de endexina delgada. Los poros son pequeños, de 1 a 3 micras, rugosos, y con abertura rectangular hacia la pared externa. Es pegajoso (se adhiere entre sí) y pesado, por lo que no es fácilmente dispersado por el viento (Kakani et al. 1999). La viabilidad del polen disminuye rápidamente después de ocho horas y en G. hirsutum no es viable por más de 24 horas. (Richards et al. 2005). De acuerdo a estudios de Kakani (Kakani et al. 2005) y Burke (Burke et al. 2004), el rango promedio de temperatura de viabilidad del polen de algodón va de 14°C (mínima) , 31°C (optima) y 43°C (máxima). El polen germina a los 30 minutos después de la deposición en el estigma y la fertilización de los óvulos ocurre dentro de los 24 a 48 minutos después de la polinización (Pundir 1972). 3.1.3. Nectarios Las flores presentan nectarios florales y extra florales. Los nectarios dentro de la flor exudan el néctar a través de un anillo de células papiliformes ubicadas en la base interna del cáliz. Usualmente hay tres tipos de nectarios extraflorales, dentro y fuera del involucro, que se ubican debajo de los sépalos en la coyuntura de las brácteas, y otros tres justo debajo de la base de las brácteas. Además se presentan nectarios foliares que se ubican en el envés de la hoja, sobre la base de la vena primaria, en la unión del pecíolo. 3.2. Polinización y Polinizadores La antesis se presenta aproximadamente a los 25 días después de la aparición de los botones florales. La corola se extiende sobre las brácteas un día antes y la flor se abre en la mañana, marchitándose el mismo día. En G. hirsutum, las anteras presentan dehiscencia Inmediatamente después de que la apertura de la corola es lo suficientemente grande para que los insectos polinizadores puedan tener acceso (Brubaker et al. 1993). Después de este proceso, los estigmas son receptivos y generalmente se produce la autopolinización. Sin embargo, dado que las flores son grandes y presentan varios nectarios, y que el polen permanece viable por 12 horas en promedio, existe un porcentaje de polinización cruzada debido a la acción de insectos polinizadores (entomófila). Esto depende en gran medida de las poblaciones locales de insectos. Se considera que los polinizadores primarios son las abejas (Apis mellifera, A. dorsata, A. florea, A. indica) y los abejorros (Bombus spp). Las abejas visitan las flores de algodón principalmente para colectar néctar, raramente colectan polen. Sin embargo, el polen se adhiere a las vellosidades en el cuerpo de las abejas por lo que se lleva a cabo el flujo de polen hacia otras flores y plantas (Moffett et al. 1975). 3.3. Tasa de Entrecruzamiento El algodón presenta un alto porcentaje de autopolinización. Sin embargo, la presencia de insectos polinizadores favorece el entrecruzamiento (Llewellyn et al. 2007). La tasa de entrecruzamiento depende de la zona, la estación, y del porcentaje de visitación de los insectos polinizadores. No obstante, el nivel de entrecruzamiento puede ser sobrestimado si se consideran sólo los índices de visitadores en las flores de algodón, dado que los potenciales polinizadores buscan preferencialmente los nectarios más que el polen (Moffett DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL et al. 1975). Múltiples estudios de campo realizados en diferentes regiones, estiman una tasa de entrecruzamiento del 10% o menos (Meredith y Bridge 1973; Llewellyn y Fitt 1996; Sen, et al. 2004; Van Deynze, et al. 2005; Zhang et al. 2005). Se han reportado pocos estudios con altos niveles de entrecruzamiento (Simpson y Duncan 1956); en estos casos, el porcentaje de entrecruzamiento fue menor (2%) en estudios posteriores realizados en la misma localidad (Meredith y Bridge, 1973). Se presenta un compilado de la tasa de entrecruzamiento reportada en estudios realizados bajo diferentes condiciones en el cuadro 2. De manera generalizada, estudios de flujo de polen reportan que la tasa de entrecruzamiento disminuye significativamente cuando se incrementa la distancia (Cuadro 2). Estos datos pueden representar el rango efectivo de dispersión de polen realizado por los insectos. Experimentos realizados en California muestran una tasa de entrecruzamiento de 7.65% a una distancia de 0.3 m en presencia de polinizadores. Sin embargo, la tasa de entrecruzamiento disminuye de forma significativa (0.67%) al incrementar la distancia a 9 m, aún con la presencia de polinizadores. Para este mismo estudio En ausencia de insectos que lleven a cabo el flujo de polen, la tasa de entrecruzamiento fue de 4.86 % a una corta distancia (0.3 m), disminuyendo significativamente (0.030%) al incrementar la distancia a 1 m (Van Deynze, et al. 2005). Estudios similares realizados durante dos temporadas en Australia, con cultivos de algodón GM rodeado de algodón no GM, muestran valores menores de flujo de polen del cultivo GM al no GM, pero los resultados son consistentes en cuanto al efecto de la distancia sobre la tasa de entrecruzamiento. Durante la primera temporada del estudio, la tasa de entrecruzamiento en presencia de polinizadores fue de 0.15% a 1 m de distancia, mientras que a 4 m la tasa de entrecruzamiento disminuye a menos de 0.08%. Para la segunda temporada, a una distancia de 1 m, la tasa de entrecruzamiento fue de 0.4%, disminuyendo su valor a 0.03% una distancia de 16 m (Llewellyn y Fitt 1996). De acuerdo con los estudios arriba mencionados, la tasa de entrecruzamiento depende en gran medida de las condiciones climáticas del sitio de estudio. Esto principalmente por la relación entre las condiciones ambientales y la abundancia de especies de insectos que lleven a cabo el flujo de polen (Llewellyn, et al. 2007). DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL Cuadro 2. Tasa de entrecruzamiento reportada para G. hirsutum t1 Tipo de población 47% Cultivo 2% (promedio) 7.65% Cultivo Cultivo 0.67% Cultivo 0.32% Cultivo 4.86% Cultivo 0.030% Cultivo 4.18% *1 Variedades: Mc Namara/Maraş-92 Variedades:Mc Namara/Maraş-92 Variedades: NGF-63/ Maraş-92 Variedades: NGF-63/ Maraş-92 Cultivo GM rodeado de convencional 3.55% *1 10.54%. *1 9.0%. *1 0.15 % < 0.08% Cultivo GM rodeado de convencional 0.4% Cultivo GM rodeado de convencional 0.03% Cultivo GM rodeado de convencional 10.13% Cultivo GM rodeado de convencional Cultivo GM rodeado de convencional Cultivo GM rodeado de convencional Cultivo GM rodeado de convencional 0.04% 8.16% 0.08% 1. Promedio de dos años Observaciones Distancia Sitio de estudio Tennessee E.U. Delta del Missisipi, EU California, E.U. California, E.U. California, E.U. California, E.U. California, E.U. Turquía (Simpson y Duncan 1956) (Meredith y Bridge 1973) (Van Deynze, et al. 2005) (Van Deynze, et al. 2005) (Van Deynze, et al. 2005) (Van Deynze, et al. 2005) (Van Deynze, et al. 2005) (Sen et al 2004) Turquía (Sen et al 2004) Plantas alternadas Turquía (Sen et al 2004) Surcos alternados Turquía (Sen et al 2004) 1m Australia (Llewellyn 1996) and Fitt 4m Australia (Llewellyn 1996) and Fitt 1m Australia (Llewellyn 1996) and Fitt 16 m Australia (Llewellyn 1996) and Fitt 1m China Zhang, et al, 2005 50m China Zhang, et al, 2005 1m China Zhang, et al, 2005 1m China Zhang, et al, 2005 Polinizadores presentes 5 localidades Polinizadores presentes Polinizadores presentes Polinizadores presentes Polinizadores ausentes Polinizadores ausentes Plantas alternadas Surcos alternados Polinizadores presentes (1ra. Temporada) Polinizadores presentes (1ra. Temporada) Polinizadores presentes (2da. Temporada) Polinizadores presentes (2da. Temporada) 0.3 m 9m 30 m 0.3 m 1m Referencia DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 3.3.1. Cruzas y Selección Artificial El uso de tecnología de mejoramiento de cultivos esta enfocado a solventar las restricciones biológicas y las limitantes abióticas en determinadas condiciones, así como las exigencias de producción del cultivo del algodón (Calhoun y Bowman, 1999). La mayoría de los híbridos de G. hirsutum se desarrollan a partir de cruzas con parientes relativamente cercanos seguido de retrocruzas, o selección de individuos de cruzas existentes, y estos híbridos presentan menos del 3% de material de cultivo no proveniente de G. hirsutum. De acuerdo al número cromosómico, G. hirsutum se clasifica en el único grupo tetraploide del género Gossypium junto con G. barbadense. Las otras especies de este género se clasifican en 8 grupos genómicos diploides (tabla 1). El número cromosómico determina la compatibilidad para formar híbridos intraespecíficos y experimentalmente, formar híbridos interespecíficos que resulten viables y fértiles (Endrizzi et al., 1984; Wendel and Cronn, 2003). Generalmente, las especies de un mismo grupo pueden formar híbridos (intraespecíficos) con apareamiento meiótico normal y al menos una F1 fértil, mientras que las cruzas entre grupos, raramente forman híbridos (interespecíficos), y en el caso de que se desarrollen, presentan anormalidades meióticas y son infértiles. En los híbridos intraespecíficos, el uso del vigor híbrido, o heterosis, está enfocado a resolver problemas de producción, como pueden ser mejorar el rendimiento de la fibra (Zhang y Pan, 1999). La producción de fibra es una característica compleja en el cultivo de algodón, que está bajo la influencia de complejas interacciones genéticas y ambientales (Lewis, 2003). La heterosis no ha sido fácil de emplear debido a la falta de sistemas eficientes de cruza. Este sistema no se usa comercialmente con excepción de zonas donde una gran fuerza laboral puede realizar la emasculación y la cruza de forma manual. En el año 2006 se estimó que en la India y China aproximadamente el 50% de la producción se deriva híbridos intraespecíficos de G. hirsutum (Chaudhry, 1997; Blaise 2006). Con respecto al aprovechamiento de la heterosis, Meredith reportó un promedio de utilidad de 21.4% para los híbridos F1 y 10.7% para los híbridos F2 (Meredith, 1999). Por otra parte, la formación de híbridos interespecíficos, de manera natural o espontanea, presenta probabilidades limitadas. Sin embargo, bajo condiciones experimentales, se ha reportado la formación de híbridos fértiles entre algunas especies de otros géneros de la familia Malvacea y Gossypium (Mehetre et al., 1980). La mayor proporción de algodón cultivado es tetraploide, y por lo tanto es incompatible con las especies diploides. Normalmente, las plantas de estos dos grupos, tetraploides y diploides, no hibridizan espontáneamente para producir descendencia fértil, mientras que las cruzas experimentales son difíciles de realizar y requieren de complejos esquemas de cultivo. No obstante, los híbridos experimentales F1 entre estos grupos genómicos, en la mayoría de los casos son estériles o débiles (Endrizzi et al., 1984; Brown and Brubaker, 2000). En el caso de las especies tetraploides pertenecientes al grupo genómico AD, como G. hirsutum y G. barbadense, es posible la producción de híbridos con progenie F1 fértiles. Sin embargo en la progenie F2, presenta evidencias de combinaciones letales de genes en las generaciones sucesivas (Stephen y Philips, 1972). DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 3.3.2. Flujo Génico México es considerado como centro de diversidad biológica para el algodón G. hirsutum, por lo que existen posibilidades de flujo génico entre G. hirsutum y otras variedades de algodón cultivado, poblaciones silvestres o ferales de G. hirsutum y la otra especie diploide de Gossipium presente en el país: G. barbadense. En G. hirsutum, generalmente autopolinizado, el flujo génico mediado por polen se presenta a una escala limitada, como se observa en el cuadro 2. Esto se debe principalmente a las características propias del polen, el cual es pesado y pegajoso, lo que impide sea transportado por el viento. De acuerdo a diversos estudios de entrecruzamiento, la distancia de dispersión del polen muestra un rango restringido, con una distancia máxima de 30 m, y sólo con la presencia de polinizadores adecuados Apis spp. y Bombus spp. (Van Deynze, et al. 2005 ). La tasa de entrecruzamiento, aún con la presencia de polinizadores, está inversamente relacionada con la distancia, lo que reduce la posibilidad de un flujo génico entre poblaciones o individuos separados por distancias importantes (Meredith and Bridge 1973; Van Deynze, et al. 2005). Se estima que la polinización cruzada entre plantas de G. hirsutum adyacentes aporta sólo del 1 al 2% de las semillas a la siguiente generación. El entrecruzamiento entre algodón cultivado y poblaciones silvestres o ferales de G. hirsutum es posible y puede producir semillas viables. Sin embargo, las posibilidades de que esto ocurra disminuyen si existen separaciones geográficas importantes entre ambas poblaciones. Generalmente la distancia entre las poblaciones de algodón silvestre y los campos de cultivo de algodón excede el rango de dispersión de polen cubierto por los polinizadores. No obstante, durante el transporte o la manipulación, algunas semillas de algodón pueden escapar y germinar fuera de los campos de cultivo, dando origen a poblaciones efímeras de plantas voluntarias de G. hirsutum. Estas poblaciones pueden coincidir espacialmente con poblaciones silvestres y encontrarse dentro del rango activo de polinización cruzada. Potencialmente, las poblaciones silvestres pueden recibir polen de las plantas voluntarias de G. hirsutum. Sin embargo, el porcentaje de polinización cruzada depende la sincronía fenológica entre ambas poblaciones. G. hirsutum en su forma silvestre presenta un hábito de crecimiento perenne, mientras que las variedades cultivadas de algodón son plantas anuales sujetas a dos ciclos agrícolas. Considerando las circunstancias anteriores, la probabilidad de flujo de genes de G. hirsutum a otras especies de algodón son extremadamente bajas debido a la incompatibilidad genética, dado que el algodón cultivado es tetrapoide (genoma AD) y las otras especies del genero Gossypium presentes en México son diploides (genoma D). Por otra parte, la dispersión de semillas, representa otra posibilidad de flujo de genes. La semilla de algodón es grande, está cubierta por una gruesa capa de fibra y es contenida por una capsula dura que retiene a la mayor parte de las semillas en la planta (Llewelyn y Fitt, 1996). No obstante, durante la etapa de cosecha, algunas semillas pueden perderse de los campos de cultivo, durante el transporte o durante el almacenamiento y dar lugar al entrecruzamiento, como es sugerido por Wegier et al. (2011). DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 4. Cultivo A nivel mundial, el algodón es el cultivo de fibra de mayor importancia y es el segundo cultivo de mayor relevancia de semillas oleaginosas. Los sistemas agrícolas empleados para este cultivo varían desde los pequeños productores de países en vías de desarrollo, hasta sistemas industrializados a gran escala típicos de países desarrollados (Myers D. 1999). El producto principal de la planta de algodón son las hebras que cubren la semilla dentro de la capsula. Estas hebras proporcionan una fuente de fibra de alta calidad a la industria textil. Por otra parte, la semilla de algodón, el subproducto obtenido de la fibra, es una fuente importante de aceite y una fuente de proteína substancial para la producción de alimentos de granja. Los desechos producidos pueden ser utilizados como fertilizantes, y la celulosa de los tallos puede ser utilizar para elaborar productos como el papel y el cartón (Freeland et al., 2006). El algodón es un cultivo anual (en condiciones silvestres es una planta perenne) que se desarrolla a cielo abierto con dos ciclos agrícolas, uno en primavera - verano y otro en otoño - invierno. El desarrollo en la planta de algodón pasa por cinco etapas de crecimiento: germinación y emergencia, establecimiento de la plántula, desarrollo de hojas secundarias, floración y desarrollo de cápsula, y maduración (Freeland et al., 2006). 4.1. Producción El algodón es cultivado en más de 80 países (Smith 1999) y se estima que aproximadamente el 2.4% del área cultivable en el mundo está destinado para el algodón (Blaise 2006). Las áreas específicas de producción incluyen países como E.U.A., India, China, México, Sudamérica, el medio oriente y Australia, donde las condiciones climáticas proporcionan los requerimientos adecuados para el cultivo del algodón. En promedio, la producción anual de algodón en el periodo 2005-2006 fue de 24.88 Mega toneladas (Mt), mientras que la predicción para el periodo 2007-2008 es de 25.4 Mt (Mt); y se pronostica una producción de 28.04 Mt para el periodo 2011-2012 (Wood et al., 2007). De esta producción mundial, Estados Unidos, China y la India juntos proporcionan la mitad del algodón (57.7%). China es el principal productor (25.7%). Estados unidos es el principal exportador mundial de algodón (36.3%), seguido de Uzbekistán y Australia. En Sudamérica destaca Brasil con un 4.2% de la producción mundial. En México el algodón se cultiva principalmente en la zona norte del país con una superficie total de siembra para este cultivo de 117,656 Ha. Los estados con mayor producción de algodón son: Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas. La producción más importante la genera Chihuahua con 245, 876 toneladas de las 447,853 toneladas generadas en el país anualmente (SIAP-SAGARPA, 2006). De acuerdo a Myers (1999) el rendimiento por unidad de superficie de 1000 kg de algodón por Ha se distribuye aproximadamente en: - 420 kg de fibra (algodón en rama) - 200 kg de harina de algodón - 100 kg de aceite - 200 kg de cáscara - 20 kg de semilla de reserva DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 4.2. Interacciones abióticas 4.2.1. Temperatura El algodón se cultiva en una amplia variedad de condiciones climáticas, la temperatura es el principal factor climático que determina el rango geográfico de distribución de las zonas cultivo (37 N y 32 S). Aún cuando el algodón se cultiva típicamente en áreas tropicales, más del 50 por ciento de los cultivos se ubican en áreas subtropicales y templadas (Freeland et al., 2006). La temperatura de germinación de la semilla de algodón es de aproximadamente 15° C, mientras que por encima de los 38°C la semilla comi enza a perder viabilidad, siendo completamente inviable a los 55° C (Lagiére, R. 196 9). Para el crecimiento vegetativo se requieren de 21 a 27 grados C, mientras que para la floración y la maduración de la capsula se necesita una temperatura media de 20 a 30° C. Normalmente, se requieren al rededor de 160 días con temperaturas entre ese rango (1200 unidades de calor acumulado por encima de los 15.5° C) y una larga temporada si n heladas (aproximadamente 200 días) para un desarrollo optimo del algodón. Aún cuando los valores de la temperatura difieren entre variedades de algodón, desde la plantación, hasta la apertura del 60 % de las capsulas, se requieren como mínimo 2050 unidades de calor (grado-días o días-grado) (Ritchie et al., 2007). A temperaturas menores a 12°C el desarrol lo de G. hirsutum es limitado pudiéndose perder el cultivo si las condiciones continúan (Bange y Milroy, 2004). 4.2.2. Agua – Humedad La temperatura está relacionada con la humedad en el ambiente. Se requieren al menos 500 mm de agua (de lluvia y/o riego) para el cultivo de algodón. Para que el agua no se convierta en un factor limitante en la producción, se necesitan entre 500 mm y 950 mm. El uso de sistemas de riego por goteo se ha incrementado en los últimos años, lo que permite un ahorro de agua la siembra en suelos que nos los óptimos (por ejemplo, suelos que permitan el escurrimiento, con baja fertilidad o con altos contenidos de sales). La aportación de niveles óptimos de agua, está directamente relacionado con un desarrollo favorable en el crecimiento vegetativo de la planta, la floración y la producción de capsulas (McWilliams, 2003). 4.2.3. Suelo Las plantas de algodón se cultivan en varios tipos de suelos, no obstante, se desarrollan mejor en suelos profundos, de textura media (francos, franco arenosos-finos, franco limosos y franco arcillosos-gruesos), con pH ligeramente ácido (6.2-7.2), con buen drenaje, alto contenido de materia orgánica y gran capacidad de retención de humedad. En algunas condiciones, el algodón puede ser tolerante a suelos con contenidos relativamente altos de sal (Ashour and Abd-El’Hamid, 1970). DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 4.3. Siembra La siembra requiere de una adecuada preparación del suelo para proporcionar la humedad suficiente y permitir una germinación apropiada y el desarrollo temprano de la raíz. La fecha óptima para la siembra está determinada por la temperatura. Generalmente, el inicio de la siembra se da cuando la temperatura mínima del suelo es superior a 14° C a una profundidad de 10 cm, al menos por 3 días consecutivos. Si el inicio de la siembra se da antes de que se cumplan estos requerimientos o posterior a esta etapa, la producción de fibra se ve adversamente afectada en los cultivos de G. hirsutum. Antes de la siembra, la semilla es tratada por varios métodos, tales como: aplicación de fungicidas e insecticidas para proporcionar resistencia a enfermedades. La siembra se realiza de forma directa, aplicando alrededor de 30 Kg de semilla por Ha. La profundidad de la siembra no rebasa los 5 cm. La densidad de la siembra varía de acuerdo al método (manual o mecánico). Algunas variedades de G. hirsutum que se caracterizan por tener un escaso follaje se siembran en el cultivo mecánico cada 8 o 10 cm y con una distancia entre surcos de 15 a 20 cm. 4.3.1. Requerimiento de nutrientes Un cultivo convencional de algodón de 550 kg por Ha, extrae del suelo aproximadamente 40 kg de N2, 16 kg P2O5, y 17 kg de K2O. La mayor necesidad de nutrientes para el algodón se da en los primeros sesenta días después de la siembra. Por otra parte, una provisión excesiva de N reduce la capacidad de resistencia del algodón contra insectos y retrasa la maduración prolongando el crecimiento vegetativo (Fritschi et al., 2003). 4.4. Interacciones bióticas 4.4.1. Malezas Existen múltiples tipos de malezas que pueden establecerse en el cultivo de algodón. Se han descrito para México alrededor de 124 especies de malezas pertenecientes a 28 familias. La familia Poaceae presenta el mayor número de malezas presentes en el cultivo de algodón (Villaseñor y Espinoza, 1998). Durante las primeras semanas, el control de malezas es muy importante dado que el cultivo de algodón no es capaz de competir contra las malezas. Aún después del establecimiento de las plantas de algodón, es necesario un control adecuado de malezas. Este control puede ser llevado a cabo por métodos manuales, mecánicos y/o químicos. El método manual se emplea en los casos de poca área de siembra, o cuando existen cultivos intercalados. El método mecánico se realiza con la preparación del suelo para siembra y con el uso de maquinaria como cultivadoras, cuando las condiciones climáticas (lluvias) lo permitan. Con este método, se controlan las malezas entre las hileras, mientras que las que crecen entre las plantas de algodón requieren de control manual. El método químico presenta la ventaja de que los herbicidas selectivos controlan las malezas entre hileras del cultivo, sin dañarlo; además protegen contra las condiciones ambientales adversas y la falta de mano de obra en el momento oportuno. Por otro lado permite la labranza cero y de esta forma mantener la integridad del suelo. DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL Existen diferentes tipos de herbicidas utilizados en los cultivos de algodón que se aplican durante el periodo de pre-siembra o pre-emergencia de las plántulas, y en la postemergencia. Las medidas del manejo integral de malezas reducen la aplicación de un solo grupo de herbicidas, e incluye la rotación de manejo y la limpia de los campos de cultivo de algodón (Charles, 2002). En los últimos años, los cultivos genéticamente modificados (GM) han sido empleados como otra alternativa en el control de malezas. Estos cultivos GM presentan la característica de tolerancia a herbicidas como el bromoxynil, amonio de glufosinatolo y glifosato, lo cual facilita la aplicación de estos productos evitando daños importantes en el cultivo de algodón. En el anexo 1 se describen los eventos GM tolerantes a herbicidas empleados en el control de malezas. 4.4.2. Plagas La mayor parte de los insectos que se encuentran en los cultivos de algodón, alrededor de 1326 especies en todo el mundo, forman parte natural de este agroecosistema. Sólo una pequeña proporción de insectos son considerados plagas, las cuales causan un detrimento importante en el rendimiento de este cultivo (Matthews y Tunstall, 1994). El tipo y número de plagas presentes depende de varios factores como: el clima, la estación y el estado fenológico del cultivo, principalmente. Estos factores en su conjunto determinan la susceptibilidad de la planta a cada tipo de plaga (Polak et al., 2005). El control de plagas implica un alto impacto en los costos del cultivo dado que requiere de repetidas aplicaciones de insecticidas. Además del impacto en los costos de cultivo, las plagas de artrópodos pueden afectar la producción de cápsulas y la calidad de fibra. Las plagas de mayor impacto para el cultivo de algodón se resumen en el cuadro 3. Aunada a la aplicación de una amplia gama de insecticidas para el control de las principales plagas en el cultivo de algodón, la implementación de cultivos GM resistentes a plagas de lepidópteros ha aumentado considerablemente en el mundo. La modificación de mayor importancia en términos agronómicos, es la introducción de genes de resistencia cry provenientes de Bacillus thuringiensis o Bt (Perlak et al., 1990). Existe un repertorio importante de proteínas Cry empleadas en el control de plagas, entre las que se encuentran: Cry1Ab, Cry1Ac y Cry2Ab, y de más recientemente, Vip3A, que es una proteína que afecta selectivamente a varias plagas de lepidópteros. En el anexo 1 se describen los eventos de algodón GM que han sido modificados para conferirles resistencia a plagas. DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL Cuadro 3. Plagas que afectan el cultivo de algodón. Nombre Nombre Estadio Daño científico común fenológico Coleoptera Picudo del Estadio de Daño a yemas terminales. Curculionidae algodonero plántula Daño a botones florales Anthonomus Estadio y capsulas, daño en calidad de fibras. grandis reproductivo Hemíptera Chinche Estadio Caída y malformación de capsulas, Pyrrhocoridae manchadora vegetativo apertura defectuosa de frutos, manchas Dysdercus spp. Estadio en las fibras. reproductivo Heliothis Gusano Estadio Perforaciones circulares en cápsulas, con virescens/ bellotero reproductivo penetración total o parcial de las larvas. Heliothis zea Lepidoptera Noctidae Pectinophora Gusano Estadio Daño a capsulas y semillas gossypiella rosado reproductivo Lepidóptera Gelechiidae Tetranichus Araña roja Estadio Daño en hojas, se alimenta de la savia urticae vegetativo provocando la senescencia de las hojas. Acari Estadio Tetranychidae reproductivo Aphis gossypii Pulgón del Estadio Daño en hojas, se alimentan de la savia y Hemíptera algodón vegetativo produce una sustancia que provocan Fam.: Aphididae Estadio obstrucción de los estomas dificultando la reproductivo respiración de la planta Bemisa tabaci Mosca Estadio Daño en hojas, se alimentan de la savia y Homoptera blanca vegetativo produce una sustancia que provocan Aleyrodidae Estadio obstrucción de los estomas dificultando la reproductivo respiración de la planta. También provoca manchas en las fibras. Es precursora de enfermedades virales. Spodoptera Gordana Estadio Daño en hojas, fitofagía. También llega a exigua vegetativo ocasionar daño en los botones florales. Estadio reproductivo Spodoptera Prodenia Estadio Daño en hojas, fitofagía. litoralis vegetativo Estadio reproductivo Thrips Trips angusticeps / T. tabaci Agrotis segetum Gusano gris (Mazza, et al., 2006; Polak et al., 2005; Delattre, 1992). DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 4.4.3. Enfermedades La enfermedad de mayor impacto en el algodón es ocasionada por el hongo Verticillium dahlia, y se conoce como Verticillum. Esta enfermedad es ampliamente distribuida en las zonas donde existen cultivos de algodón. Otras enfermedades de alto impacto en este cultivo son ocasionadas por los hongos Rhizoctonia solani, Pythium ultimum, Thielaviopsis basicola y Fusarium spp. Además existe un número importante de hogos que también son considerados como patógenos en el cultivo de algodón, ya sea como agentes primarios o como invasores secundarios. El daño ocasionado por estas enfermedades es mayor en los cultivos con humedad alta y baja intensidad de luz. Si las capsulas ha sufrido daño mecánico o por otras plagas (artrópodos), existe mayor posibilidad de invasión por hongos incrementado los efectos. La contaminación de las fibras es el principal efecto ocasionado por los hongos, especialmente si las capsulas abiertas permanecen expuestas a la lluvia o humedad elevada por largos periodos. Además de las enfermedades ocasionadas por hongos, la bacteria Xanthomonas campestris ocasiona una enfermedad conocida como mancha angular del algodón. Esta se presenta con mayor frecuencia después de un periodo de lluvias intensas y afecta todas las áreas de la planta y cualquier etapa de desarrollo. En las hojas de la planta adulta, las manchas son de forma angular y rodena las nervaduras. Infecciones agudas pueden producir defoliación extrema. Por otra parte, algunos virus como: geminivirus de mosaico del abutilon, geminivirus de las hojas rugosas del algodón, geminivirus de hojas enrolladas del algodón, también pueden infectar a la planta de algodón, ocasionando daños principalmente en las hojas de la planta. 5. Conclusiones finales y recomendaciones 5.1. Flujo génico G. hirsutum tiene como centro de diversidad biológica el sureste de México. En su forma silvestre o poblaciones ferales y efímeras, se han reportado puntos de distribución en la zona sureste, centro, y en menor proporción en la parte norte del país (Wegier et al., 2011). Las principales zonas de cultivo de algodón se ubican en la región norte y noreste del país, encontrando la mayor extensión de siembra para este cultivo (66,553 Ha) en el estado de Chihuahua (SIAP-SAGARPA, 2006). Además de G. hirsutum, en México se encuentras distribuidas varias especies del género Gossypium de las cuales sólo G. barbadense es tetraploide, mientras que las demás especies son diploides (cuadro 1). Aún cuando G. hirsutum presenta altos niveles de autopolinización, existe el potencial de flujo génico si en la zona se presentan poblaciones de G. hirsutum convencional o poblaciones de G. barabadense, dentro del rango en el cual la polinización cruzada puede efectuarse. No obstante, los niveles de entrecruzamiento reportados son bajos (1-2%) y se efectúan a distancias cortas (<30m), aun en presencia de polinizadores (Van Deynze, et al., 2005; Llewellyn and Fitt 1996; Zhang, et al., 2005). DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL Tomando en cuenta lo anterior, la posibilidad de flujo génico entre cultivos experimentales o piloto de algodón GM y cultivos convencionales o poblaciones de G. barbadensis, pude reducirse si se adoptan estrategias que contemplen distancias considerables entre ellos. Sin embargo, esto dependerá de la extensión del cultivo y por lo tanto de la producción de polen, lo que también puede influir en los porcentajes de polinización cruzada (Borén et al., 2003). Por otra parte, la viabilidad del polen puede ser un factor importante en la reducción del potencial de flujo génico, dado que, además de las características que le impiden un transporte activo por el viento, una vez que se presenta la dehiscencia, no permanece viable por más de 24 horas. 5.2. Capacidad Invasiva No se ha reportado que las variedades cultivables de G. hirsutum presenten una capacidad invasiva importante. La hipótesis de que la introducción de genes de resistencia a las principales plagas, podría incrementar el potencial de la capacidad invasiva del algodón GM al modificar su adecuación comparado con variedades convencionales ha sido evaluada con estudios realizados por Eastick y Hearnden (2006) quienes demuestran que la capacidad invasiva, evaluada en términos de germinación, sobrevivencia y dispersión, no presento diferencias con respecto a su contraparte convencional, aun en zonas de alto riesgo (zonas con humedad propicia para el establecimiento). Después de 2 años, la sobrevivencia fue muy baja. No obstante, los valores de invasividad varían para cada hábitat y para cada genotipo, por lo tanto, es importante realizar monitoreos constantes de plantas voluntarias que pudieran establecerse en sitios fuera de las zonas de cultivo para el caso de liberaciones experimentales. 5.3. Interacción con organismos no blanco Las proteínas de resistencia a plagas, expresadas a partir de genes Bt en cultivos de algodón GM desarrollados a la fecha, están dirigidas a algunos lepidópteros que ocasionan un impacto considerable en el algodón. La posibilidad de interacción con organismos no blancos presentes en los cultivos de algodón es alta, dado que la mayor proporción de los insectos que habitan estos agroecosistemas no son considerados dañinos. En este sentido, es importante monitorear la especificidad de estas proteínas insecticidas; así como el realizar estudios de diversidad y abundancia de especies indicadoras presentes en las zonas de cultivo y áreas aledañas. Por otra parte, es relevante realizar estudios de dinámicas de poblaciones que evalúen el impacto de la disminución de organismos blanco para el funcionamiento global de los ecosistemas cercanos, así como el potencial desarrollo de resistencia de las poblaciones blanco. DIRECCIÓN GENERAL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN AMBIENTAL 6. Bibliografía Ashour, N.I., and A.M. Abd-El’Hamid. 1970. Relative salt tolerance of Egyptian cotton varieties during germination and early seedlings development. Plant and Soil 33: 493-495. Blaise, D. 2006. Yield, Boll Distribution and Fibre Quality of Hybrid Cotton (Gossypium hirsutum L.) as influenced by Organic and Modern Methods of Cultivation. Journal of Agronomy and Crop Science. 192:248-256. 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