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EL HIJO PRÓDIGO
Lucas 15:11-32
En esta oportunidad, estudiaremos la parábola del Hijo Pródigo o del
también llamado Hijo Derrochador. Esta parábola fue pronunciada por Jesús con
el mismo objetivo con que enseñó las 2 anteriores, la de La oveja perdida y la de
la moneda perdida, las cuales muestran la riqueza de la gracia salvadora del
evangelio de Dios y el amor que nuestro Padre ha derramado por sus hijos.
Esta parábola representa a Dios, primordialmente como padre común de
Justos y Pecadores dentro de su pueblo, en este caso de FARISEOS y de
PUBLICANOS dentro del pueblo de Israel. Aunque sabemos que la Biblia también
presenta a Dios como el creador de toda la humanidad y su deseo de
reconciliación que Dios ha tenido con todos los hombres. (2 Cor. 5:19-21)
Es importante que entendamos el espíritu de esta parábola, dentro del
contexto en el cual Jesús la pone como enseñanza para los líderes de su pueblo
que condenaban una y otra vez a aquellos de sus hermanos que tal vez no se
ajustaban a las imposiciones legalista de su religión pero que al fin y al cabo tal vez
eran más sinceros con Dios que aquellos quienes les juzgaban. Jesús quiere enseñar
que su Padre era un Padre misericordioso, pero con aquellos que reconocen su
pecado y son humildes para pedir bajo la gracia salvadora de Dios el perdón de
los mismos, cosa que los fariseos no querían entender y mucho menos aceptar.
Por esta enseñanza vemos también que Jesús mismo establece que no hay
justo ni aún uno, por lo que en esta parábola se recalca que todos somos
pecadores y el Señor muestra que el corazón del hermano quedado en casa del
padre era tan pecador como el corazón del hijo pródigo, ya que este corazón
estaba lleno de orgullo y por tanto se creía merecedor de la gracia del padre,
pensó que por su propio esfuerzo y comportamiento podía obtener los bienes de
su padre, lo cual se demuestra aquí es completamente erróneo, ya que Dios nos
salva en la medida en que nos humillemos y nos arrepintamos reconociendo todo
lo pecadores que somos.
Bosquejo:
I. SU DESENFRENO Y EXTRAVÍO
II. SU ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN
III. EL PERDÓN DE SUS PECADOS
Iglesia de Convertidos a Cristo
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla
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“Evangelismo”
I. SU DESENFRENO Y EXTRAVÍO - (Lucas 15:12-16)
A. LA DEMANDA QUE PRESENTÓ A SU PADRE (v. 12a)
1. Este joven evidentemente era un muchacho rebelde, inquieto y cansado
de recibir órdenes de su padre, los mandamientos le eran gravosos y no
estaba dispuesto a seguir pasando el resto de su vida de esta manera,
diría él: Ya está bueno de recibir órdenes, ahora yo soy el que voy a dar
las órdenes. El (v. 2) declara: “Padre, dame la parte de los bienes que me
corresponde”.
2. Este muchacho deseaba escapar de la vigilancia de su padre, y sin
ninguna nota de agradecimiento o favor, reclama al padre su dote para
hacerse independiente. Así como los hijos de hoy deciden mudarse en
un apartamento solos, para vivir su propia vida porque no resisten oír el
consejo de sus padres.
3. La juventud se aboca, en la mayoría de los casos a menospreciar el
consejo del adulto y a desconfiar en la capacidad de los padres de
hacer las cosas en beneficio de los hijos, es hora cuando los hijos dicen
llenos de orgullo y prepotencia, ya basta de viejos, ahora reinaremos los
jóvenes. Este joven diría: “Ya estoy cansado de papi, ahora se que lo
haré mejor, y gozaré lo que papi no ha sabido disfrutar”.
B. LA RESPUESTA QUE RECIBIÓ DE SU PADRE (v. 12b)
1. Este joven hijo calculó lo que le tocaría en herencia y pensó que esta le
daría para vivir lo que le restaba de vida sin tener que trabajar un día más,
es por esta causa que pidió su herencia.
2. El Padre lo sorprendió con su respuesta, ya que de inmediato “les repatrío
los bienes”, bienes que el padre sabía que no tenía que dárselos en ese
momento, pero que sabía que por herencia los recibirían. En esta parte
debemos notar que el padre repartió los bienes entre ambos hijos.
Esto es algo que tenemos que recordar para cuando analicemos la
actitud del hijo mayor.
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“Evangelismo”
Ciertamente que el padre estaba dispuesto a darles a ambos una
lección. Les daría la oportunidad antes de su muerte de vivir como ellos
quisieran para que aprendieran a valorar lo que tenían.
3. Así hace Dios con nosotros el día que nos crea, nos proporciona la vida y
todo lo que poseemos, sabiendo que en nuestra mente solo hay el
pensamiento de que nosotros tenemos la clave para el éxito, decimos
que Dios no sabe nada y caemos en las garras de nuestra
concupiscencia derrochando todo aquello que Dios nos ha provisto. (Ro.
1:24-28; 5:10; Col. 1:21)
C. EL PRODUCTO DE SU PROPIA ADMINISTRACIÓN (vv. 13-16)
1. Nos dice el texto: “No muchos días después, juntándolo todo el hijo
menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes
viviendo perdidamente”. Esto nos indica que este joven no tuvo en
cuenta un solo criterio con respecto a la enseñanza de su padre quien
había sudado estos bienes para derrocharlos de esta manera.
2. Se fue bien lejos de donde estaba aquel que podía reclamarle lo que
estaba haciendo con su herencia y con su vida, así como el hombre
pecador se separa de Dios y no desea ni siquiera que se le abra la
Palabra para que conozca el deseo de su Padre creador. (v. 14)
3. El hijo pródigo o derrochador en su propio orgullo se AUTODESTRUYO, y
por su prepotencia cayó en la más terrible de las miserias, la material y la
espiritual, probando en su necedad la más amarga de las posiciones de
la vida, la posición de siervo, mendigo y degenerado. (vv. 15, 16)
II. SU ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN - (Lc. 15:17-21)
A. LA MOTIVACIÓN DE SU ARREPENTIMIENTO (v. 17)
1. Podemos pensar que el ser humillados es siempre más productivo que el
ser exaltados, y pienso que el haber caído en la más profunda de las
miserias, fue lo que llevó a este joven a pensar en arrepentirse.
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“Evangelismo”
2. Es la humillación el método por el cual los hombres podemos entender la
profundidad en que podemos caer por causa de nuestro pecado y
nuestro alejamiento de Dios. La angustia y la desesperación del hombre
sin Dios es la causa de todas las depresiones exógenas que mantienen a
la humanidad diciendo, “EN ESTE MUNDO NO HAY FELICIDAD
COMPLETA”.
3. Es realmente una lástima que para aprender tengamos que caer en
situaciones como estas. Es como dice el proverbio, “Nadie aprende en
cabeza ajena”. Dando a entender que primeramente tenemos que
padecer para luego poder reconocer que las cosas no son como las
pensamos. Salir del desvarío y de la locura para hacer como hizo el hijo
pródigo: “Y volviendo en sí.” darse cuenta de lo que había perdido y
poder anhelar lo que su padre le ofrecía y él había menospreciado.
B. LA CAUSA DE SU CONVERSIÓN (v. 17-19)
1. EL HOMBRE COMENZÓ A RAZONAR.
Comparó su condición con la de los siervos de su padre, recordando
todos los beneficios que le correspondía y como estaba ahora en una
condición más horrible que el más pequeño de los siervos de su padre.
(v. 17)
2. EL HOMBRE COMENZÓ A DARSE CUENTA DE SU PECADO.
Ahora él entendía que el asunto no era tan solamente material, sino que
era un problema espiritual en el cual él había caído. Reconoció que
había pecado. “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti”. (v. 18)
3. EL HOMBRE HUMILLÓ SU CORAZÓN.
Estaba claro para el hijo pródigo que había pecado grandemente en su
orgullo y prepotencia menospreciando la gracia de Dios, ahora él mismo
se humillaba en su pensamiento al decir: “Ya no soy digno de ser llamado
tu hijo; hazme como uno de tus jornaleros”. (v. 19)
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C.
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LA EJECUSIÓN DEL ARREPENTIMIENTO Y DE SU CONVERSIÓN
(vv. 20 y 21)
1. Este texto deja muy bien claro que al hombre pecador no le basta tener
un pensamiento noble de arrepentimiento sino está dispuesto a llevar a
cabo una verdadera conversión. Notemos como se hace énfasis en este
pasaje cuando dice: “Y levantándose, vino a su padre”. (v. 20a)
2. No basta sentir la convicción de pecado y quedarse en estado de
meditación o tan solamente ir donde otra persona a declararle lo que le
hicimos a Dios. Es necesario poner por obra nuestro pensamiento e ir a la
persona correcta para pedir perdón por nuestro pecado con la
disposición de cambiar de vida.
3. Notemos lo que nos dice el (v. 21) “Y el hijo le dijo: Padre, he pecado
contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo”. Esto
nos demuestra como el arrepentimiento y la conversión van de la mano
como nos dice el apóstol Pedro en (Hch. 3:19). Lo que nos dice que para
ir al cielo es necesario:
 CONVICCIÓN DE PECADOS.
 HUMILLACIÓN.
 CONFESIÓN DE PECADOS.
 CONVERSIÓN.
III. EL PERDÓN DE SUS PECADOS - (Lc. 15:22-32)
A. FUE RECIBIDO Y PERDONADO POR SU PADRE (v. 20b)
1. No hay gozo más grande que el saber que Dios nos recibe y nos perdona.
No solo vemos que el padre le recibe, sino que es movido a misericordia,
esto significa que cuando Dios ve un corazón contrito y humillado, el se
mueve a no darnos el pago que realmente merecemos por nuestro
pecado.
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“Evangelismo”
2. El padre quiso demostrarle al hijo pródigo que El está dispuesto a recibir a
todo aquel que de veras se humilla y reconoce su pecado, de tal manera
que al verle, sin esperar primero que el hijo hablase, se echó a su cuello,
y le besó.
3. Dios conoce el corazón de todos y sabe quien hace tan solamente una
profesión de fe por interés o por emoción y quien viene a él con
verdadera contrición por su pecado y dispuesto a convertirse en un hijo
obediente dispuesto a glorificarle. Recordemos las palabras de Jesús en
Juan 6:37 - “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mi; y al que a mi viene,
no le echo fuera”.
B. FUE BENDECIDO ABUNDANTEMENTE POR SU PADRE - (vv. 22-24)
1. LE QUITÓ LA VESTIDURA ANDRAJOSA - SU PECADO.
LE PUSO VESTIDURAS BLANCAS - LE PERDONÓ.
Qué maravillosa la primera orden del padre, “Sacad el mejor vestido y
vestidle” Es maravilloso recordar como la Biblia nos asegura que Dios nos
pone vestiduras blancas, símbolo de la pureza espiritual que nos brinda
su obra en la cruz por la sangre de Cristo. (Ap. 3:18 y 6:11). Fue revestido
de Cristo (Gá. 3:25-28)
2. LE DIO ANILLO Y CALZADO - LA POTESTAD DE SER HIJO.
Tenemos que recordar que la parábola nos ilustra sobre elementos
propios del tiempo del Señor verdades espirituales aplicables hoy. Estos 2
elementos eran propios de los hijos de los amos. Como nos dice (Lc. 1:53)
“A los hambrientos colmó bienes”.
3. LE DIÓ COMIDA Y BEBIDA ABUNDANTE - SACIÓ SU HAMBRE Y SED
ESPIRITUAL.
Es interesante recordar aquí las palabras del Señor Jesús cuando dice en
(Jn. 6:35): “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca
tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”.
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“Evangelismo”
C. FUE USADO COMO EJEMPLO POR SU PADRE
1. Lucas 15:7 nos declara: “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por
un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no
necesitan de arrepentimiento”. Esta es una muestra de la causa del gozo
experimentado por el padre del hijo pródigo, como nos dice el (v. 24b)
“Y comenzaron a regocijarse”.
2. Este gozo del padre no fue bien visto por aquel hijo que tratando de ser
bueno pensaba que preservaba su lugar en la casa del padre, pero su
actitud también se convierte en pecaminosa al reclamar a su padre de
cosas que por derecho le pertenecían y al mismo tiempo mostró un
corazón egoísta y no perdonador.
3. Recordemos que según el texto, él también recibió sus bienes en la
repartición, más sin embargo se creía merecedor de un mejor trato que
el otro que derrochando todo ahora llegaba a la casa y le hacían fiesta
cuando él se quedó junto a su padre. Ahora sí parece que está clara la
cosa… si bien el hijo menor fue el que se retiro lejos a gastar el dinero, la
realidad es que el padre les repartió a los dos. “Les”: gramaticalmente,
Pronombre Personal de la Tercera Persona, Datico Plural, Masculino, por
lo tanto me dice que les dio dinero a los dos hijos. Ahora bien… si les dio
a los dos, entonces el hijo mayor no tiene por qué estar protestando dado
que el tiene el dinero “abajo del colchón” y no lo quiere aprovechar ni
gastar en nada.
4. Este joven fue también aleccionado por el padre, el cual hace entender
que todo hombre que esté perdido y venga al camino del Señor ha de
ser perdonado y ha de constituirse en motivo de gozo espiritual. El padre
declaró: “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas
era NECESARIO hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era
muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.
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“Evangelismo”
CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
Está claro que Jesús nos da una enseñanza hermosa y esperanzadora en el
sentido de que todo aquel que venga a El con un corazón contrito y humillado no
será rechazado y más aún tendrá la bendición ser motivo de gozo para el Padre
Celestial y todos aquellos que como el pecador arrepentido fuimos también
perdonados.