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El hijo perdido Versículos 16-22 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Nos describe la vida de un hijo perdido, al no tener ya nada llega al nivel más bajo de desear la comida de los cerdos. La historia nos dice que el hijo había tomado su libre albedrío de salir de la casa de su padre, llevarse su herencia que le dio su padre y así dejar todo lo que tenía en su casa. Este hijo hizo una decisión, pero ahora no podía ser libre de las consecuencias de su decisión. Diariamente tu y yo tomamos decisiones, hay que estar seguro de afrontar las consecuencias de nuestras decisiones sean buenas o malas. Ahora, el hijo perdido anhela regresar a su casa, regresar al Padre donde siempre había tenido abundancia de comida y amor. Su memoria le hizo recordar que tenía un buen hogar, y yo creo que tuvo mucho que ver con el regreso del hijo perdido, la memoria de un buen hogar, la memoria de su padre, la memoria de sus hermanos o de su madre, las personas que el abandono a pesar del amor que le daban. Así, mismo la memoria de una buena iglesia donde se enseña la sana doctrina, donde hay orden y la paz ayuda anhelar regresar a su casa espiritual. Ahora el hijo perdido puede ver el verdadero propósito de Satanás porque salió de su casa y ahora este hijo perdido es reducido al nivel de sufrimiento y miseria. Quieren que todos malgasten su herencia y que vivan y coman con cerdos. En 2 Pedro 2:21-22 nos dice: Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito,* y la puerca lavada a revolcarse en el cieno. Esa es la agenda de Satanás con los miembros de la iglesia hagan como los perros y cerdos: “El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” . Al darse cuenta que tan bajo había caído el hijo perdido, el se propuso regresar a su Padre y tomo los siguientes tres pasos de arrepentimiento .... Primer paso :Me levantaré e iré a mi padre, – Aquí no es pensamiento pasajero sino una resolución firme. Hay que borrar todos los pensamientos negativos (“no puedo”; que van a decir de mi “¿qué pasará si …?” ). No sería fácil hacer tal viaje, pero el pensamiento de estar en su propio hogar, con su padre amado, le dio fuerza para completar el viaje. Paso 2.. le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. – No pasó tiempo meditando en cómo excusarse y justificarse diciendo. El tomó la única decisión sabia, confesar al decir: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”. Paso 3: humillación: Ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Yo sé que No soy digno de nada, hazme como uno de tus jornaleros. – Con gozo aceptaría el último lugar en la casa de su padre. Este es el verdadero arrepentimiento. “Tal como soy sin más decir…” Cual fue la reacción del Padre al oír a su hijo... Al verlo regresar desde lejos fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Obviamente el hijo perdido no era el único que había sufrido. ¡Cuántas veces había observado ese camino con la esperanza de que un día pronto su hijo volvería! Así, que El padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido y vestidle, le puso un anillo en su manos y también calzado en los pies. Esto era significativo, porque a los esclavos nunca se les daba calzado, solo a los miembros de la familia. Así que el hijo dijo “no soy digno de ser llamado tu hijo, sino un siervo.” Y el padre no le dejó terminar su conversación. Dijo “ponedle calzado en sus pies”. Si estás perdido en este mundo regresa al Padre celestial, El esta esperándote con los brazos abiertos, pero reconoce que has pecado y confiesa tu pecado y El Señor te restaurara.