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LA ECONOMIA DE GUATEMALA
(Evolución histórica y situación actual, a la luz de hechos Socio-políticos)
por el Profesor José Gustavo ROGER
Versión actualizada: Buenos Aires, agosto 1996
(Versión original: Buenos Aires, febrero 1988)
INDICE
(“La economía de Guatemala” – Prof. José Gustavo Roger)
Tema Página
- Mapa político de Guatemala
- Introducción
1
ii
1. La economía colonial (1524-1821)
1.1. Datos varios y Sinopsis histórica
1.2. Economía agrícola de exportación
1-3- Sistema de apropiación de tierras
2
2
3
5
2. La economía desde la Independencia hasta la “Reforma Liberal” (1821-1880) 6
2.1. Desarrollo agrícola y libre comercio 6
2.2. Infraestructura de transporte. La salida al Atlántico y el problema de Belice 7
2.3. La Reforma Liberal de 1871
8
3. La Economía Bananera (1880-1960)
14
3.1. La influencia político-económica de la alianza “Bananera”-Ferrocarril
3.2. Desarrollo de la propiedad agraria
20
3.3. La producción del café 24
14
4. El proceso económico de los últimos quinquenios (1960-1985) 27
4.1. Marco de referencia
27
4.2. Guatemala y el proceso de integración latinoamericana
28
4.3. Estructura sectorial
32
4.4. Problemas de la deuda externa y crecimiento deficiente. Deterioro de los términos de
intercambio 34
APÉNDICE: La economía de Guatemala en la actualidad 37
BIBLIOGRAFÍA
41
LA ECONOMIA DE GUATEMALA
Por José Gustavo ROGER 1
1
Profesor titular de “Economía Internacional” y “Economía Argentina y Latinoamericana”, y ViceDecano,
Facultad de Estudios para Graduados, Universidad de Belgrano, Buenos Aires, Argentina.
Introducción
El propósito de este trabajo es presentar una síntesis de las características económicas de
Guatemala y está destinado fundamentalmente a servir de texto básico a mis alumnos de la
cátedra de “Economía Argentina y Latinoamericana”.
El análisis del devenir económico no puede aislarse del contexto socio-político en que
aquel se verifica; es por ello que en este trabajo se efectúan consideraciones sobre el marco
de referencia político en que han ido evolucionando las condiciones económicas, también
se efectúan menciones sobre demografía y geografía en aquellos casos que así lo justifican.
Sin perjuicio de lo anterior, el lector deberá referirse a textos especializados para completar
datos socio-económicos, históricos y geográficos.
El contenido de los dos primeros títulos se refiere a los aspectos característicos de la
economía de Guatemala durante las épocas colonial e independentista (hasta la “Reforma
Liberal” de la década de 1870 inclusive).
A continuación se plantean los principales hechos económicos acaecidos entre 1880 y
1960, relacionándolos con el rol cumplido en Guatemala por dos compañías
multinacionales de singular influencia en su momento: la United Fruit y la International
Railways; también se analizan las alternativas de los principales cultivos de exportación y
la evolución del sistema de tenencia de la tierra, en función de sus implicancias
económicas.
En la última parte, se analiza el proceso económico de los últimos quinquenios,
completándose la misma con el análisis de la estructura económica actual y sus
perspectivas.
1. La economía colonial (1524-1821)
1.1. Datos varios y sinopsis histórica
La República de Guatemala tiene una superficie de 108.900 km2, sin incluir los territorios
reclamados a Belice; y limita al norte y oeste con México, al este con el Océano Atlántico y
Belice, al sur-este con Honduras y El Salvador; y al sur con el Océano Pacífico.
El clima y la topografía de Guatemala son sumamente variados; abarcando desde el cálido
litoral oceánico, fundamentalmente llano, hasta el frío benigno de las zonas montañosas,
incluyendo el altiplano central.
La población de Guatemala son sumamente variados; abarcando desde el cálido litoral
oceánico, fundamentalmente llano, hasta el frío benigno de las zonas montañosas,
incluyendo el altiplano central.
La población de Guatemala superaba ligeramente los 8 millones de habitantes en 1986 y
está integrada por blancos, indígenas y mestizos. El idioma oficial es el español, pero
también se hablan numerosos dialectos indígenas.
La historia guatemalteca comprende tres períodos bien definidos, a saber:
a) Período Precolombino: antes de la llegada de los conquistadores españoles (circa:
1524) se destacó la influencia de la cultura maya, que dejó imborrables huellas en
los usos y costumbres de la población indígena y en la idiosincrasia del ser
guatemalteco, además de importantísimos monumentos arquitectónicos
representativos de las tres épocas en que se ha dividido el estudio del imperio maya:
preclásica (2000 a.c. – 250 d.c.), clásica (250 d.c. – 900 d.c.) y post-clásica (900 d.c.
– 1500 d.c.); entre dichos monumentos deben destacarse los agrupamientos Tikal,
Uaxactún, Quiriguá, Zaculeu y Kaminaljuyú.
b) Período Colonial: la conquista hispana de los territorios de la actual Guatemala se
consolidó con la victoria del capitán Pedro de Alvarado sobre el cacique quiché
Tecún-Umán, en la batalla del Pinal (cerca de la actual Quetzaltenango) el 20 de
febrero de 1524. España otorgó al nuevo territorio (que comprendías las provincia
de Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y el Estado de Chiapas
en el actual territorio de México), el grado de “ Capitanía General de Guatemala”
(también conocida como”Reino de Guatemala”), cuya capital fue inicialmente
fundada en Tecpán Guatemala y sucesivamente trasladada al valle de Almolonga
(1527, Ciudad Vieja, destruida luego por la correntada de lodo provocada por la
erupción del Volcán del Agua en 1541), al valle de Patchoy (1543, actual Antigua
Guatemala), y –luego del terremoto que asoló a Antigua en 1773- a su actual
ubicación.
c) Periodo Independiente: la Capitanía se independizó de España el 15 de setiembre de
1821; luego de diversas vicisitudes, que incluyeron: la anexión a México (1822) y la
independencia absoluta (1824), sobrevino el período conocido como de la
“Confederación Centro-Americana” (o Provincias Unidas de Centro América),
esquema que no funcionó, quedando todas las provincias –incluida Guatemalaconvertidas en repúblicas unitarias (1838).
1.2. Economía Agrícola de Exportación y Monopolio Hispánico del Comercio
La estructura económica de la Capitanía General de Guatemala mostraba una clara
preeminencia del sector primario, concentrado en actividades agrícolas, y alguna pequeña
actividad en el sector manufacturero.
Los principales productos agrícolas de exportación entre los siglos 16 y 19 fueron:
El cacao (inicialmente el más importante, su exportación decayó en el siglo 18 debido a la
competencia del cacao de Ecuador), el añil (colorante azulado de origen vegetal cuya
exportación bajó a comienzos del siglo 19), la grana (colorante rojo que se extraía de un
insecto llamado ‘cochinilla’, fue el principal producto de exportación, desplazando al cacao
en la primera mitad del siglo 19) y la zarzaparrilla (raíz utilizada en Europa como droga).
La exportación del añil y la grana se vio favorecida por su alto valor de comercialización en
relación con su peso y volumen, o sea por sus bajos costos de transporte; sin embargo, a
partir de 1850 fueron reemplazados por colorantes químicos desarrollados en Europa. Por
dicha época, el café pasó a convertirse en el principal producto de exportación (ver punto
siguiente).
Hubo otras explicaciones destinadas a satisfacer casi exclusivamente la demanda interna, a
saber: algodón para telas, ganado mayor y menor, azúcar, hortalizas y frutos variados.
Como ya se anotó al comienzo de este subtítulo, existió desde antes de la colonización una
pequeña actividad manufacturera por parte de las comunidades indígenas, que continuó
durante la colonia y aún hasta nuestros días. Se destacan el hilado y tejido, la elaboración
de implementos de alfarería y loza, esteras, redes, sombreros de palma y otros. Debe
destacarse que la actividad textil estuvo sometida a la competencia de los productos
europeos más baratos, producidos a partir de la revolución industrial.
En lo que se refiere al tema comercio, dicha actividad estaba restringida a la madre patria.
En efecto, España recibía todos los productos exportados desde Guatemala (incluso los
destinados a otros países europeos) imponiendo precios bajos, lo cual obviamente reducía
los incentivos de producir localmente; y centralizaba el embarque de los productos
importados hacia la colonia, también con precios fijados por los comerciantes hispános (en
este caso altos). Además, hubo restricciones directas, a efectos de proteger la producción
metropolitana (caso del vino, el aceite, telas, etc.).
Por otra parte, el comercio (tanto interno como externo) estaba restringido por la falta de
vías de comunicación adecuadas y a la larga e inadecuada travesía atlántica. Ello determinó
que solo se justificase económicamente la comercialización de productos de bajo peso y
volumen en relación al precio, fijado a su vez por una alta demanda (caso del añil y ola
grana, muy demandados en Europa hasta mediados del siglo pasado).
1.3. Sistema de Apropiación de Tierras. Latifundios.
Durante la conquista, las tierras fértiles quedaron en manos de los conquistadores y
primeros inmigrantes que se convirtieron en hacendados. De este modo, ya desde los
inicios de la época colonial, las tierras de cultivo quedaron distribuidas entre pocos
individuos. El latifundio se empleaba de la siguiente manera:
- cultivo para el mercado interno y la exportación
- apacentamiento de ganado
- arrendamiento
- terrenos ociosos (la mayor porción en muchos casos)
Fue así como, desde los inicios de la época colonial y hasta su conclusión, hubo escasez de
tierras libres para el cultivo.
Hacia 1810, la población de la entonces Capitanía General de Guatemala era del orden de
un millón de habitantes, con porcentajes estimados así:
Indios: 65%
Mestizos: 31% (incluidos negros)
Blancos: 4% (españoles y criollos)
El sistema de explotación agrícola se caracterizaba por el latifundio, en el cual eran
propietarios los pocos españoles y criollos, quienes usufructuaban la mano obrera provista
por la mayoría indígena.
Esta mayoría recibía ingresos magros por su sacrificado trabajo, y de hecho no podía
constituirse en factor de demanda de productos manufacturados; razón por la cual la
industria manufacturera no tenía posibilidades de desarrollo (modernización y crecimiento).
Solo podía destacarse la actividad artesanal, fundamentalmente llevada a cabo por la
primera minoría de mestizos y destinada a la demanda del mercado local. Recordemos que
las características del comercio exterior no facilitaban una estructura adecuada de
exportación, salvo para algunos productos (ver punto anterior).
2. La economía desde la independencia hasta la “Reforma Liberal” (1821-1880)
2.1. Desarrollo agrícola y libre comercio
En la época que se gesta la independencia centroamericana, se desarrollan los espacios
imperiales de las potencias europeas, cuya consolidación dependía en gran medida del
comercio entre metrópolis y colonias (manufacturas importadas de Europa por las
respectivas colonias y productos primarios en sentido inverso). Es la época del auge de la
teoría del libre comercio, época en la cual los principios del liberalismo clásico son
adoptados por las clases dirigentes de las ex colonias españolas en América, incluida
Guatemala.
Por esta época la economía de Guatemala estaba relativamente “cerrada”, no siendo muy
activo el comercio con otros países. Luego de la independencia, se incrementaron las
exportaciones de añil y grana hasta mediados de siglo, en que los colorantes sintéticos
hicieron obsoletos aquellos productos; simultáneamente se incrementaron las exportaciones
de café que pasó a convertirse en el monocultivo que impulsó (a partir de la década de
1860) la economía guatemalteca, incluyendo el desarrollo de facilidades de transporte (ver
punto siguiente).
En lo que se refiere al desarrollo de la propiedad agraria, en 1825 se dictó una ley que
establecía que todas las tierras “baldías” (por “baldías” debe entenderse que no pertenecían
a particulares ni eran de uso público) podían pasar a propiedad particular, mediante el pago
de un monto fijado por unidad de superficie y el compromiso de iniciar su cultivo en un
plazo de dos años. La misma ley mantenía en vigor el sistema ya vigente de “censo
enfitéutico”, por el cual se habían cedido tierras contra el pago de un canon anual. A partir
de 1850, el auge cafetalero provocó una gran demanda de tierras, muchas de las cuales
fueron ocupadas ilegalmente; ello llevó al Gobierno a tomar diversas medidas para
regularizar la propiedad de la tierra, tema que retomaremos en los puntos 2.3 y 3.2.
2.2. Infraestructura de Transporte. La salida al Atlántico y el problema de Belice
Al momento de la independencia, la infraestructura vial era sumamente precaria, no había
ferrocarriles y solo existían embarcaderos. En el actual territorio de Guatemala el principal
embarcadero era el ubicado en Izabal, a orillas del río Dulce.
La puerta principal de Centro América para el comercio atlántico era el puerto de Belice
(Walix), el cual contaba con facilidades para barcos más grandes que los restantes puertos
del área. Recordemos que la zona de Belice ha estado en permanente disputa entre
Inglaterra y España primero (1638-1821) y entre Guatemala e Inglaterra hasta nuestros días
(en julio de 1981, Belice obtuvo su independencia, hecho ante el cual Guatemala expresó
reservas, insistiendo en sus derechos territoriales ante la Asamblea General de Naciones
Unidas). El buen grado de desarrollo del puerto de Belice, tanto en su aspecto de
infraestructura física como en materia de servicios comerciales, y las dificultades
encontradas por los nuevos países centroamericanos para desarrollar puertos similares en
sus territorios, convirtieron a la colonia inglesa de Belice en receptora del comercio
atlántico hacia y desde Centro América.
Con respecto al comercio vía Océano Pacífico, hasta mediados del siglo pasado no hubo
servicios regulares de barcos; fue recién con el desarrollo del cultivo del café para la
exportación; fue recién con el desarrollo del cultivo del café para la exportación, que se
desarrollaron los servicios regulares desde los puertos sureños de Champerico y San José
hacia California.
En materia de infraestructura vial, la principal preocupación de los gobiernos de Guatemala
durante la primera mitad del siglo pasado, fue construir un camino hacia el litoral atlántico
(Santo Tomás), a efectos de desarrollar un puerto en territorio no disputado, que permitiese
superar la dependencia de Belice y evitar el pago de tasas de escala. Hubo numerosos
intentos de concretar esta conexión vial (contratos con la compañía “Eastern” de Londres
entre 1834 y 1842, emprendimientos del Gobierno entre 1938 y 1849); por fin, en 1849, se
concluyó un camino entre Santo Tomás e Izabal. A pesar del establecimiento de la
conexión vital, Santo Tomás no prosperó; la razón es evidente: no basta con construir un
puerto si las exportaciones de un país no tienen el suficiente volumen para justificarlo.
Es recién con el desarrollo del cultivo del café que los volúmenes de exportación
guatemaltecos toman valores significativos, pero no será Santo Tomás el beneficiado por
este tráfico, sino los puertos del litoral sur y las comunicaciones viales y ferroviarias hacia
el Pacífico. Las concesiones para construir los puertos de San José y Champerico fueron
otorgadas a particulares en los años 1866 y 1875, respectivamente. A partir de 1877, se
suscribieron diversos contratos para construir líneas ferroviarias, entre Guatemala y San
José (en el Pacífico) primero y luego entre Guatemala y Puerto Barrios (en el Atlántico). La
red ferroviaria quedó completada hacia 1929, incluyendo conexiones hacia las fronteras de
México y El Salvador.
2.3. Aspectos económicos y socio políticos de la Reforma Liberal de 1871
2.3.1. La situación política en Guatemala entre 1840 y 1870
Desde 1844 gobernó Guatemala (con el apoyo de la minoría terrateniente, la oficialidad del
ejército y la jerarquía eclesiástica), el presidente Rafael Carrera. En 1854, Carrera fue
declarado “Presidente Vitalicio” y la Constitución reformada para consagrar este hecho,
que consolidó lo que algunos historiados denominan “la dictadura de los 30 años”.
El gobierno de Carrera se ocupó fundamentalmente de consolidar el poder económico de
las fuerzas minoritarias que le habían ayudado en su escalada al poder y en efectuar una
política exterior proclive a las potencias europeas (especialmente Inglaterra, con la cual se
firmó en 1859 el “insólito” tratado Aycinena-Wyke, por el cual Guatemala reconoció a
Inglaterra el dominio de Belice a cambio de una confusa cláusula de construcción de un
camino).
La estructura social de aquella época evidenciaba una relación semifeudal de producción en
que la mano de obra campesina estaba sujeta a salarios de hambre, lo cual impedía a su vez
la formación de un mercado nacional en base a la demanda de un proletariado agrario
(objetivo económico inicial de los reformistas liberales).
Muerto Carrera en 1865, fue reemplazado por el Mariscal Cerna, ineficaz gobernante,
cuyos errores aceleraron el descontento popular y de ciertos círculos militares e
intelectuales; esta situación se plasmó en el movimiento revolucionario liderado por el
Mariscal Serapio Cruz (1867-1870) y por Justo Rufino Barrios (1870 hasta su triunfo en
1871). Cabe destacar aquí que el movimiento iniciado por Cruz fue de un corte netamente
popular, pero a partir de 1870 fue perdiendo este carácter, pasando a ser dominado por el
grupo de dirigentes cafetaleros.
2.3.2. La economía guatemalteca entre 1840 y 1870
Como ya lo adelantamos en el punto 1.2., hacia 1850 concluyó el auge de la exportación de
colorantes naturales; para la misma época comenzó a desarrollarse el comercio
internacional de los nuevos países latinoamericanos, centrado en materias primas
industriales (lana, algodón, minerales) y sustancias alimenticias (azúcar, cacao); en el caso
de Guatemala se destacó por esta época un cultivo: el del café.
La exportación de café evolucionó del orden de 100 quintales (1855) a 113.000 quintales
(1870); ello se explica si se tiene en cuenta los grandes beneficios que daba ese cultivo por
aquella época (del orden de 3 a 1). A medida que iban creciendo la producción exportación,
los intereses de los productores cafetaleros iban tomando un perfil más definido; esos
intereses pueden resumirse en tres objetivos fundamentales: mano de obra, accesibilidad y
fuentes de capital.
Con respecto al primer punto, la necesidad de brazos en el corto lapso que insume la
cosecha del café, llevó a los finqueros a solicitar el traslado de población indígena desde el
altiplano hacia las zonas más bajas donde mayor desarrollo había alcanzado el cultivo del
café (vemos que los productores agrícolas deseaban aprovechar las ventajas de este cultivo
de tipo mano de obra intensiva antes que incursionar en otros como el de la caña de azúcar
que requería mayor componente de capital).
El tema de la accesibilidad está relacionado con la necesidad de proveer vías de
comunicación adecuadas entre las zonas de producción y las de distribución para la
exportación y consumo interno. Por último, para cubrir la necesidad de capitales, se pensó
en movilizarlos a través del crédito agropecuario (o sea: convertir la tierra en garantía de
préstamos), proponiendo la fundación de bancos cuyas acciones fuesen respaldadas por las
fincas hipotecadas; este es un enfoque novedoso para una época en que la clase dirigente
miraba preferentemente al extranjero para obtener capitales.
Los objetivos de la naciente clase cafetalera serán tomados, como veremos más adelante,
por los reformadores liberales del 71. Para concluir este punto, cabe destacar que, al
finalizar la década del 60 y estando ya vecino el triunfo de la revolución, se estaba
ensayando una nueva reforma monetaria. No se habían hecho progresos significativos en
materia de tenencia de la tierra; se habían concretado algunas obras de infraestructura de
transporte (camino Santo Tomás-Izabal, puerto de Champerico); y el comercio exterior se
estaba desarrollando en base a un nuevo monocultivo (café), siendo los principales clientes
de Guatemala: Inglaterra, Francia y Estados Unidos.
2.3.3. Características socio-políticas y económicas de la “Reforma Liberal”
Si tuviéramos que resumir los aspectos ideológicos o programáticos del proceso
“revolucionario” de 1871, podríamos destacar los siguientes (tomados de las proclamas del
primer presidente del proceso: Don Miguel García Granados):
a) Asegurar la libertad individual, mediante garantías eficaces y seguridad jurídica.
b) Fortalecer el sistema democrático-representativo de gobierno.
c) Reorganizar el ejército, al servicio del Estado de Derecho y no de intereses
minoritarios.
d) Reformar el sistema económico vigente, sobre la base de los principios del
liberalismo económico (mercados libres y competitivos, propiedad privada de los
medios de producción) y atentos a la necesidad de promover un sistema social más
justo, teniente a mejorar el nivel de vida del proletariado agrario y generar así un
mercado de demanda interna con positivos efectos multiplicadores.
Antes de analizar en mayor detalle los aspectos económicos del proceso iniciado en 1871,
cabe consignar que las políticas propuestas por los nuevos dirigentes fueron reformistas
antes que revolucionarias; en efecto: el fervor revolucionario de las Cruz ya se había
perdido bajo el liderazgo de Barrios. A partir del triunfo del movimiento, éste pasó a
convertirse en defensor del grupo cafetalero, que fue perdiendo paulatinamente su perfil
proletario original para convertirse en una nueva clase terrateniente en ascenso.
Para un mejor análisis de los aspectos económicos del proceso, desglosaremos los
siguientes temas:
- tenencia de la tierra
- cambios en la estructura productiva
- relaciones de producción
- desarrollo de la infraestructura
- rol promotor del Estado
- otros aspectos (rol de capitales extranjeros, educación, salud)
En materia de tenencia de la tierra, se consolidaron los cambios iniciados en décadas
anteriores, a saber: reemplazo del censo enfitéutico por la entrega de tierras en propiedad
definitiva, creación del registro de la propiedad inmueble, imposición de la propiedad
territorial, participación de la propiedad fundiaria en la formación de capital (crédito
hipotecaria), etc. En 1877, el gobierno de Barrios decide abolir el sistema de censo
enfitéutico por cuanto no permite la libre disposición de la tierra ocupada y establece la
redención obligatoria de los terrenos censales. No debe creerse que el nuevo sistema
funcionó óptimamente; de hecho, muchas tierras fueron “cedidas” por el gobierno a sus
favorecidos y otras ocupadas ilegalmente, (más adelante trataremos el tema de cesión de
tierras a empresas extranjeras).
En lo que se refiere a la estructura productiva, sin pretender cambiar el esquema
agroexportador vigente, se trató de diversificar la producción agropecuaria, mediante el
fomento de otros cultivos (trigo, cacao, zarzaparrilla) y de la ganadería. En todos los casos
se facilitó el acceso a la propiedad y se brindaron exenciones impositivas a quienes se
dedicaron a dichas actividades. No obstante lo anterior, el café fue el principal producto de
exportación, verificándose los siguientes volúmenes en los años indicados:
1870: 113.000 quintales guatemaltecos
1875: 200.000 quintales guatemaltecos
1880: 290.000 quintales guatemaltecos
(Nota: el quintal guatemalteco equivale a 45,4 kg. en el sistema métrico, o sea: 1 tn m = 22
qq).
Vemos que en el plazo de diez años la producción de café prácticamente se triplicó.
Pasando al tema relaciones sociales de producción, interesa destacar que la revolución de
1871 estructuró un esquema integrado por las siguientes categorías: patrono y agente del
patrono por un lado y colonos y jornaleros por el otro. El esquema establecía un conjunto
de obligaciones mutuas, con claro beneficio de los patronos y manteniendo a la fuerza
laboral sujeta a aberrantes prácticas de sujeción y explotación. De esta forma la nueva clase
de patrones cafetaleros verá satisfecha su demanda de mano de obra estacional en la forma
más ventajosa para sus intereses.
El desarrollo de la infraestructura fue una característica positiva de este proceso; se
concretaron importantes obras en materia de infraestructura de transporte, tales como:
puestos de Champerico y Livingston, carreteras que permitieron integrar una red troncal
que sentó las bases del actual sistema vial del país (financiada por: contribución territorial,
servicio personal de tres días de trabajo o su equivalente en pago de jornales) y vías férreas
(sobre cuyo desarrollo abundaremos en mayor detalle en el capítulo 3). También se
concretaron obras importantes en materia de comunicaciones (telégrafos).
En cuanto al rol promotor del Estado, si bien no se puede hablar de una acción planificada
de desarrollo de los tres sectores de la economía, cual fue el caso de la revolución japonesa
de aquella misma época (Meiji, 1868) o del “Estado de bienestar” rooseveltiano de algunas
décadas después, el Estado de los liberales del 70 era definitivamente intervensionista y
tuvo una acción decisiva en los cambios detallados para el sector primario, el desarrollo de
la infraestructura básica y otros aspectos tales como: la reorganización del ejército, la
concesión de regalías a personas o grupos foráneos para explotaciones de diverso tipo
(minería, silvicultura, transporte, etc.), la ampliación del sistema de educación pública y la
reorganización de la administración estatal.
2.3.4. Balance de los diez primeros años del gobierno liberal
Entre los aspectos positivos cabe destacar el impulso a la producción agrícola para la
exportación, el desarrollo de la infraestructura de transporte y comunicaciones, la
consolidación del crédito hipotecario, la política de distribución de tierras, entre otros.
Entre los aspectos negativos puede mencionarse que lo que comenzó bajo el esquema de un
gobierno revolucionario, no produjo cambios sustanciales en las relaciones sociales del
país. Así la nueva dirigencia “cafetalera” mantuvo sojuzgada la mano de obra campesina.,
repitiendo prácticas coloniales que se perpetuarían hasta la revolución populista de 1944.
3. La economía “bananera” (1880-1960)
Rol del binomio UFCO.-IECA
3.1. La influencia político-económica de la alianza “bananera”-ferrocarril
A fines de la década de 1870 y comienzos de la de 1880, durante el gobierno de Justo
Rufino Barrios, se comienza a perfilar el poderío de dos grandes empresas extranjeras que
signarán el devenir político-económico de Guatemala, casi hasta nuestros días. Es por ello,
que parece oportuno incluir en este trabajo alguna referencia a la formación y crecimiento
de estos factores de poder que –como veremos a continuación- habrían de unir
oportunamente sus intereses.
3.1.1. Los ferrocarriles en Guatemala
El crecimiento de la producción del café a partir de 1860/70 exigía expandir las fronteras de
explotación agrícola y desarrollar una infraestructura de transporte (específicamente:
ferrocarriles y puertos), que por aquellos días era sumamente deficiente.
Entre los principales hechos referidos al desarrollo del transporte ferroviario en Guatemala,
pueden destacarse:
- Entre 1877 y 1901 se contrataron las principales líneas ferroviarias (Guatemalas –
Escuintla – San José; Champerico – Retalhuleu – San Felipe; Escuintla – Cocales – límite
con México) con empresarios extranjeros.
Todos los contratos establecían una concesión temporal de 99 años. Plazo excesivamente
largo, fijado mediante presiones extranjeras y de los cafetaleros que deseaban contar con
buen transporte en forma urgente. Además, el Estado se comprometía a otorgar una serie de
franquicias tales como:
a) Cesión de terrenos en zona de vía (66 metros de ancho).
b) Cesión de grandes extensiones de tierra de cultivo (el caso más notorio es la cesión
de 67.500 hectáreas en Izabal, que dieron origen a las plantaciones de banano de la
UFCO.
c) Exenciones impositivas
d) Subsidios directos o indirectos (autorización de cobro de tasas de peaje, tasas de
importación, pagos mensuales, uso gratuito de servicios de correos y telégrafos,
etc.).
A cambio de lo anterior, el ferrocarril se comprometía a transportar gratuitamente el correo
oficial y a otorgar rebajas de pasaje a empleados del gobierno y efectivos del ejército con su
armamento.
Originalmente los capitales fueron de origen inglés, pero luego fueron pasando a manos de
una sociedad con sede en Nueva York, llamada “Compañía Centroamericana de Ferrocarril
al Pacífico”.
Con el tiempo, esa sociedad se convertiría en la “International Railways of Central
America” (IRCA), sociedad integrada según las leyes del estado de Nueva Jersey. Este
proceso se desarrolla entre 1882 y 1912.
-Contemporáneamente, a partir de 1880, el Estado guatemalteco comenzó a construir la
línea Puerto Barrios-Guatemala (“línea del Atlántico”), en base a un sistema de suscripción
obligatoria de acciones. Esta obra absorbió, junto con los sueldos de los empleados
públicos y la reparación de caminos, el grueso de los recursos estatales.
- En 1904, el presidente Manuel Estrada Cabrera (1898-1920) entregó a un personal de la
futura IRCA (Mr. Keith) la línea estatal del Atlántico (ya construida en dos tercios de su
extensión), para “motivarlo” a construir los 100 kilómetros faltantes entre el paraje “El
Rancho” y la ciudad de Guatemala. Esta entrega (conocida como “la infamia de 1904”)
venía acompañada de otras franquicias, tales como: fajas de tierra en zonas de vía, terrenos
urbanos y zonas de cultivo, edificios, materiales, mano de obra, derecho a desviar ríos e
inundar terrenos, garantía de ganancias mínimas durante quince años, etc.
Vale la pena destacar, como broche de oro de esta breve cónica de infamias, que para esta
época el ferrocarril ya ni siquiera transportaba gratis el correo oficial.
- En 1933, el monopolio ferroviario, en manos de la IRCA desde 1912, comienza a tener
problemas económicos. Ello se debe, entre otros, a los siguientes factores: succión de
ganancias hacia el exterior, caída de la producción del café (por la correspondiente caída de
precios durante las crisis recurrentes a que haremos referencia más adelante), vencimiento
de obligaciones financieras y deterioro progresivo de equipos. Para complicar más aún esta
situación, la United Fruti se había comprometido a construir un puerto de mayor
envergadura que los existentes sobre el Pacífico; este hecho habría de perjudicar a la IRCA,
que por ese entonces sacaba el café por el Atlántico (Puerto Barrios), cobrando altas tarifas
de transporte que –por otra parte- favorecían a la línea del Atlántico (a pesar de estar mucho
más cerca los puertos del Pacífico de los centros de producción y consumo).
- En 1936 la United Fruit (UFCO) va en auxilio del ferrocarril y se convierte en propietaria
del 43% de las acciones de la RICA. Paralelamente consigue que el gobierno la libere del
compromiso de construir el gran puerto del Pacífico. Se inicia así un periodo de casi 20
años de “asociación” entre las dos grandes compañías, que se tradujo entre otras cosas, en
fletes discriminatorios favorables al transporte de banano vía océano Atlántico (donde
operaba la “Gran Flota Blanca” de la UFCO).
- La revolución de 1944 (gobiernos de Juan José Arévalo, 1945-1951 y Jacobo Arbens,
1951-54) tomó una serie de medidas que afectaron a los intereses de la IRCA, entre ellas:
a) aumentos salariales y obligación de prestaciones de servicios sociales a los
trabajadores.
b) Sindicalización de los trabajadores, que fijó el inicio de una serie de conflictos
laborales experimentados nunca antes por la IRCA.
c) Construcción de una carretera hacia el Atlántico (inaugurada en 1957 que se
convirtió en competidora del ferrocarril y terminó de echar por tierra un monopolio
ferroviario de casi ochenta años).
- En 1954, debido a una acción legal del gobierno norteamericano contra la UFCO (ver
título siguiente), ésta debió desprenderse de ciertos intereses, incluyendo sus acciones en la
IRCA, que en 1962 fueron vendidas en su casi totalidad al magnate norteamericano Roy
Chalk (Transportation Corporation of America – Transcaribbean Airways). El idilio
UFCO-IRCA llega a su fin y la IRCA queda abandonada a su destino.
- En 1967 se dejan de pagar salarios a los trabajadores; el Estado guatemalteco debe acudir
en auxilio de la IRCA para cubrir sus deudas; se producen huelgas. Por fin, en octubre de
1968 la IRCA fue rematada en pública subasta y –al no haber oferentes- quedó en poder del
Estado (en garantía de préstamos impagos).
- En diciembre de 1968 nace FEGUA (Ferrocarriles de Guatemala); al igual de lo que
sucedió con la nacionalización de nuestros Ferrocarriles Argentinos en 1949, el gobierno
había adquirido un “moribundo” (infraestructura en avanzado estado de deterioro, vagones
destruidos, locomotoras obsoletas, en fin: pura chatarra!). (Longitud total de vía FEGUA:
943 kilómetros).
-Como corolario de esta sucesión de infamias, de las cuales no solo fueron responsables los
“imperialistas extranjeros” sino también numerosos “servidores públicos nacionales”, es
interesante destacar que los vagones y locomotoras en mejor estado de conservación fueron
“trasladados” antes del remate fuera de las fronteras de Guatemala (vía El Salvador) y
sustraídos así del patrimonio nacional, sin reacción aparente de las autoridades locales
(comenzando por los funcionarios de las aduanas fronterizas).
3.1.2. La explotación del banano en Guatemala
La producción y exportación de los frutos del banano fue una de las actividades clave de la
economía guatemalteca, aunque no la única. Lo que sí puede considerarse “único” es el rol
de la principal compañía dedicada a dicha actividad entre fines del siglo pasado y mediados
del actual: la United Fruit Company de New Jersey (UFCO). Como en el caso del
ferrocarril, conviene efectuar un breve análisis cronológico.
- Durante la década de 1880, el gobierno de Barrios promovió el cultivo del banano;
inicialmente las operaciones de exportación estuvieron atomizadas, en manos de más de
cien importadores foráneos.
- En 1899, se unificaron los intereses de los importadores norteamericanos en torno a la
UFCO, compañía que en pocos años monopolizó el mercado del banano en Guatemala, y
en el resto de América Central.
- En 1901, la “bananera” (como identifican los locales a la UFCO) controlaba las tierras
fértiles del valle del Motagua en Izabal, incluyendo las 67.500 hectáreas cedidas por el
gobierno a un grupo inversor ferroviario en 1880. Vemos que mucho antes de la compra de
acciones de IRCA por parte de la UFCO, ya comenzaban a converger los intereses
bananera-ferrocarril.
- Veamos cómo evolucionó la exportación de bananas a partir de fines del siglo pasado.
Año
1881
1886
1890
1900
1910
1920
1930
1940
1950
1960
Exportación de banano
10.000
53.000
283.000
240.000
45.000
100.000
105.000
188.000
160.000
243.000
Unidad
Racimos
“
“
“
Toneladas
“
“
“
“
“
Fuente: Boletines Estadísticos del Banco de Guatemala (datos de 1880 a 1960). Puede
observarse la violenta expansión de las exportaciones entre 1881 y 1890. Luego tenemos un
crecimiento sostenido hasta 1960; notándose una baja en 1950.
- Entre 1915 y 1928 no fueron los conflictos fronterizos entre Guatemala y Honduras,
debidos a intereses contrapuestos entre la UFCO y la Cuyamel. Todo terminó al fusionarse
ambas compañías. Es interesante el relato que sobre estos episodios efectúa el Lic. Virgilio
Rodríguez en su libro “No es guerra de hermanos, sino de bananos” (ver Bibliografía).
- A partir de 1930, se extienden las siembras de banano en el Pacífico; recordemos que en
1936, UFCO adquiere el 43% de las acciones de IRCA y desiste de construir un puerto de
salida sobre el Océano Pacífico. Por estos años la UFCO se convirtió en un verdadero
“Estado dentro del Estado”. Cabe destacar que no todo fue explotación económica, la
UFCO realizó importantes obras en Guatemala y el resto de Centro América (vías férreas,
hospitales, centros de investigación agraria y de control de enfermedades tropicales,
escuelas, etc.), al respecto puede consultarse la obra “El imperio del banano” de Kepner y
Scothil (ver Bibliografía).
En términos generales, todos los gobiernos fueron complacientes frente al accionar de la
dupla UFCO-IRCA, salvo los de Arévalo y Arbens (1945-1954); como veremos en el punto
siguiente, la Reforma Agraria de Arbens afectó sensiblemente los intereses de la
“bananera”, ello fue un factor decisivo en el proceso que desembocó en la destitución de
dicho presidente y el inicio de un largo período de gobiernos de facto.
- En 1954, el gobierno de los EE.UU. de América inició un juicio antimonopolio contra la
UFCO por perjuicios contra los consumidores norteamericanos. En 1958, el pleito concluyó
con la venta de parte de las propiedades de la UFCO en Estados Unidos y en Latinoamérica
(incluyendo sus acciones en la IRCA.
3.1.3. Rol de UFCO-IRCA a partir de la década de 1960
La década del 60 marca la declinación de la influencia del dúo “bananera”-ferrocarril. Los
principales motivos fueron:
- diversificación de cultivos
- industrialización primaria en el marco del proceso de integración
centroamericana
- competencia del transporte vial (en el caso del ferrocarril) y posterior
traspaso de IRCA a manos del Estado.
- Disminución del rol de la UFCO en el espectro de la producción frutícola de
Guatemala.
3.2. Desarrollo de la propiedad agraria desde la “Reforma Liberal” hasta la Reforma
Agraria de 1952 y sus consecuencias inmediatas
3.2.1. Evolución del régimen de tenencia de la tierra entre 1821 y 1952
Concretada la independencia de España, se resuelve vender las tierras “baldías” (sin
propietario, bajo dominio del Estado) a valores nominales; se mantiene también el sistema
de “censo enfitéutico”, vigente durante la época colonial, que consistía en la cesión del
usufructo de tierras fiscales, que efectuaban las municipalidades a particulares, contra el
pago de una tasa anual.
A partir de 1871, el requerimiento de nuevas extensiones de tierra para el cultivo de café
(que para esa época representaba más del 80% de las exportaciones) hace necesario superar
el esquema de “censo enfitéutico” (que –como vimos- implicaba un dominio precario de las
tierras, incompatible con el hecho de la perennidad de las plantaciones de café). Para ello,
el gobierno de Barrios decide proceder a la redención del dominio de los terrenos poseídos
en función del sistema de censo, para que se transformen en propiedad permanente.
También hubo por esta época importantes cesiones gratuitas de tierras a favoritos del
gobierno y a compañías extranjeras (casos ya mencionados de cesiones a empresas
ferroviarias).
La política de reparto y venta de tierras iniciada por Barrios, se continúa durante los
gobiernos de sus sucesores, especialmente durante el largo período de Estrada Cabrera
(1898-1920). En los 49 años que van de 1871 a 1920, se entregaron a manos privadas más
de 27.000 caballerías (1.200.000 hectáreas). Un interesante análisis de la evolución del
sistema de tenencia de la tierra en Guatemala, es el efectuado por Julio Méndez
Montenegro en su obra “444 años de Legislación Agraria, 1513-1957” (ver Bibliografía).
No obstante la filosofía original de reparto que puede haber influido en las primeras
legislaciones liberales, lo cierto es que una serie de medidas tomadas por los gobernantes
posteriores, contribuyeron a que se siguiera consolidando el régimen de grandes latifundios.
Con el tiempo de la revolución de 1944, que terminó con la dictadura del General Jorge
Ubico (1931-1944), renacen las ideas de reforma agraria. Bajo el gobierno de Juan José
Arévalo se crean algunas colonias agrícolas estatales, con resultados bastante pobres (un
crítico de la época diría que “el proceso estuvo signado por buenos deseos y mala
planificación”).
Paralelamente, el gobierno revolucionario promovió el cultivo del algodón mediante
métodos actualizados, logrando así que –en muy pocos años- Guatemala se transformase en
exportador de algodón. Entre las medidas adoptadas pueden destacarse:
- entrega, a bajo precio, de tierras ociosas en la zona sur del país a quienes se
comprometiesen a dicho cultivo.
- Fijación de precios-sostén y prohibición de importaciones competitivas.
- Préstamos para adquirir maquinarias.
Ya en 1954, el país exportó 165.000 tons. de algodón; en 1966 está en cifra se incrementó a
2.000.000 de toneladas.
En lo referente a la explotación agraria, el cultivo del algodón coadyuvó al desarrollo de
grandes extensiones de tierra en la costa sur, que anteriormente estaban ociosas. También
favoreció la utilización de técnicas modernas de cultivo (máquinas, fertilizantes,
insecticidas, etc.) y la aplicación del análisis técnico-financiero a la actividad agrícola
(debido a la necesidad de evaluar resultados de corto plazo en un cultivo de alto riesgo).
3.2.2. La reforma agraria de 1952
Desde la instalación de Arévalo en la presidencia, como resultado de las elecciones
convocadas por la Junta Revolucionaria, se comenzó a trabajar sin prisa pero sin pausas, en
el proceso de reforma agraria. En 1950 se realizó un Censo Agropecuario que reveló lo
dramático del sistema de propiedad vigente, caracterizado por el latifundio. Los pequeños
propietarios, que constituían el 76% del universo censado, solo poseían el 10% de las
tierras cultivables.
Será bajo el gobierno de Jacobo Arbenz, que el Congreso emitirá la famosa “Ley de
Reforma Agraria” en junio de 1952, cuyo objetivo era terminar con los latifundios y la
explotación de los trabajadores rurales. Se trataba de “otorgar tierras a millares de
campesinos, elevando su capacidad adquisitiva y creando así un mercado interior favorable
para el desarrollo de una industria nacional” (mensaje de Arbenz al Congreso, marzo de
1953).
La reforma se asentó en un trípode de medidas:
- expropiación de tierras latifundiarias (incluyendo dominios de la United
Fruit en Izabal).
- Creación de un Banco Nacional de Crédito Agrario (BNA)
- Organización de cooperativas agrarias.
La entrega de tierras expropiadas para su explotación por campesinos, lo fue en carácter de
“usufructo vitalicio”, a efectos de evitar su reventa a latifundistas (hecho más que probable
si se la hubiese entregado en carácter de propiedad efectiva). También se entregaron tierras
en arrendamiento y en propiedad, bajo ciertas condiciones.
Los avances logrados en la reforma del régimen de tenencia de la tierra, unidos a la
concreción de la “Ruta del Atlántico” (competidora del ferrocarril) y a planes concretos de
electrificación e industrialización, fueron elementos que ciertamente afectaron poderosos
intereses foráneos.
Estos hechos, unidos a ciertos desaciertos del gobierno de Arbenz en materia de política
interna y externa (sus “coqueteos” con el Partido Comunista y la compra de armamento a la
Unión Soviética, entre otros hechos que no corresponde analizar en un trabajo como éste),
provocaron el derrocamiento del gobierno en 1954.
Paralelamente con este hecho, la reforma agraria quedó trunca.
3.2.3. Hechos posteriores a la caída del régimen de Arbenz
Con la caída del gobierno populista, la situación en materia de propiedad agraria se revierte,
produciéndose los siguientes hechos:
- retorno de la mayoría de las tierras expropiadas a sus antiguos propietarios.
Para ello se promulgó un Estatuto Agrario provisorio; aunque en la práctica
la restitución había sido resuelta por la fuerza, antes de la promulgación.
- Se declararon disueltas las cooperativas agrarias, si bien se mantuvieron las
fincas nacionales (muchas de las cuales fueron privatizadas más adelante)
- Se redujo la actividad prestataria del Banco Nacional Agrario.
- Se abolió el sistema de entrega de tierra en “usufructo vitalicio”,
reemplazándolo por otro de “entrega de la tierra en propiedad”.
Con respecto a este sistema de entrega de tierras, que caracterizó la política agraria de los
gobiernos militares de Carlos Castillo Armas (1954-57) y Miguel Ydígoras (1958-63), cabe
destacar que se evitó afectar a las grandes propiedades ubicadas en las zonas de mayor
potencial agrícola, recurriéndose a tierras ociosas de baja fertilidad. Por otra parte, los
parcelamientos fueron de tamaño inadecuado (una a dos hectáreas, minifundios que se
reducirían aun más con el cambio generacional, por efecto de herencia). En cuanto a las
ayudas técnica (siembra, cosecha, comercialización) y crediticia, las mismas fueron muy
reducidas en esos períodos. En resumen, la nueva política agraria fue de “colonización”
antes que de reforma.
A pesar del retroceso que implicaron los cambios que acabamos de señalar, la semilla
plantada durante el gobierno de Arbenz en materia de política agraria dio algunos frutos,
como veremos bajo el título siguiente al analizar los últimos quinquenios. Baste citar aquí
el sistema de adjudicación de fincas estatales en propiedad a cooperativas de trabajadores
de dichas fincas, implementado durante la presidencia Mendez Montenegro (1966-70).
Los gobiernos sucesivos encararon diversos emprendimientos de fomento agrícola que
incluyeron proyectos integrados de desarrollo rural, compuestos por subproyectos que
incluían al sector agrícola propiamente dicho, viviendas, caminos de acceso, centros cívicos
y de salud, escuelas, etc.
3.3. La evolución de la producción del café y sus implicancias económicas
Como hemos visto anteriormente, las dos principales fuentes de recursos de la economía
guatemalteca durante la primera mitad de este siglo fueron las exportaciones de café y
banano. Por otra parte, durante la década de 1950 y particularmente en la de 1960, comenzó
a explotarse en gran escala el cultivo del algodón, lo que transformó al país, de importador
que era, en exportador de dicho producto.
En puntos anteriores, nos hemos ocupado de la explotación del banano (punto 3.1.2.) y del
algodón (punto 3.2.1.). En este punto nos concentraremos en hacer un somero análisis
cronológico de la producción del café, en atención a su fundamental importancia en la
economía guatemalteca durante el período analizado.
- El café fue introducido en Guatemala por los jesuítas (circa 1760), pero no hubo mayores
intereses en impulsar su cultivo hasta bien avanzado el siglo 19.
- Al comenzar la década de 1850, estando ya en decadencia el cultivo de la grana, el
Gobierno comienza a impulsar el cultivo del café. Es durante la presidencia de Justo Rufino
Barrios, cuando ya los cultivos se estaban extendiendo en la región centro-sur (fincas de
Amatitlán, Palín, Escuintla) y la Costa Cuca, que se toman una serie de medidas de
fomento, a saber:
a) creación de un ministerio de Fomento.
b) Reafirmación legal del trabajo forzado de indígenas
c) Distribución de tierras a la clase terrateniente caficultora
d) Recopilación de datos estadísticos para facilitar estudios de comercialización y
promoción de exportaciones.
- El período 1870-1897 se caracteriza por la primacía del café como producto de
exportación. El café es un monocultivo; a pesar de los esfuerzos del gobierno para fomentar
otros cultivos. Ello es favorecido por el abaratamiento del transporte, merced a adelantos
técnicos (como el uso de la máquina de vapor en el transporte marítimo) y a la construcción
de caminos y vías férreas.
- Parece ilustrativo incluir aquí datos de exportación del café en el período analizado (18711960).
Evolución de la exportación de café en Guatemala
Año
1880
1890
1900
1910
1920
1930
1940
1950
1960
Quintales de café
oro
324.000
543.000
681.000
774.000
942.000
1.239.000
1.084.000
1.187.000
1.737.000
Nota: un quintal guatemalteco equivale a 45,4 kilogramos.
Fuente: Archivos del Ministerio de Hacienda y del Banco de Guatemala.
- Primera crisis mundial del café, del año 1887: como resultado de la ampliación
desmesurada de la capacidad de cultivo del café en Brasil, se produjo una baja generalizada
de los precios del café, baja que persistió hasta 1909.
- Entre 1910 y 1940, se sucedieron crisis periódicas de bajas en el precio mundial del café,
causadas por problemas de superproducción y también por efecto de la guerra mundial y la
depresión de 1930.
- Cabe destacar aquí, que las grandes existencias de café, eran un problema más grave para
Brasil (productor de café “duro”) que para Guatemala y otros países latinoamericanos
(productores de café fino o “suave”). En efecto, la lógica diferencia que debería haber
existido entre los precios del café “suave” (más caro) frente al café “duro”, se había venido
reduciendo merced a la política brasileña de mantener precios artificialmente altos para su
café. Ante el fracaso de una Conferencia Panamericana del Café (1937), Brasil decidió
modificar aquella política y bajar los precios de su café, logrando así aumentar las
exportaciones de café duro, en detrimento de las correspondientes a Guatemala y otros
productores de café suave (comparar los valores de 1940 con los de 1930 en el cuadro
anterior).
- Convenio Interamericano de Café de 1940: a efectos de lograr una situación de estabilidad
y solidaridad continental en plena Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos propició una
nueva conferencia. Así se firmó el “Convenio Interamericano del Café” (1940), que
distribuyó el mercado mundial del café en base a cuotas para los distintos países
exportadores.
Es interesante destacar que por ese entonces, Latinoamérica integraba el 45% de la oferta
mundial de café, y Estados Unidos adquiría el 55% de la misma.
- En 1958 se produjo una nueva crisis, ya que los precios volvieron a bajar como
consecuencia del incremento de la producción de café de los países africanos y la
popularización del uso de café soluble (que tiene mayor rinde por unidad de peso del
grano). Ante esta situación se gestaron nuevos convenios, en el marco de la Alianza para el
Progreso (1962) y el segundo (1968) bajo los auspicios de Naciones Unidas.
- Los convenios de 1962 y 1968 han pretendido fijar una política de más largo plazo; ya
que al perfeccionamiento del sistema de cuotas (ya vigente), se han agregados programas
complementarios, tales como el de diversificación de cultivos (cuyo objetivo ha sido
promover cultivos rentables que sustituyan al café, reduciéndose así las posibilidades de
excedentes de oferta que han sido los principales generadores de crisis).
4. El proceso económico de los últimos quinquenios (1960-1985)
4.1. Marco de referencia
Ya vimos que en el período 1945-1954, se ensayó un modelo socio-económico
caracterizado por diversos intentos de reforma, entre ellos: cambios en la estructura de
propiedad de la tierra (reforma agraria), diversificación de la producción exportable,
regulación del sistema de explotación de los recursos naturales (especialmente petróleo),
desarrollo de la infraestructura con miras a romper los monopolios existentes de capital
extranjero, y otras medidas de carácter socio-político cuyo contenido no corresponde
analizar aquí. También apuntamos que no existió un esquema planificado orgánicamente y
que diversos factores endógenos y exógenos provocaron la caída del gobierno de Arbenz.
Luego de diez días de confusión (en que se sucedieron cuatro juntas militares de gobierno),
asumió la presidencia el Coronel Carlos Castillo Armas (1954-1957). Las acciones del
gobierno de Armas en materia económica, implicaron un retorno al modelo económico
tradicional, en el cual el sector externo se constituyó en el elemento dinámico del quehacer
económico. Los gobiernos posteriores a la contrarrevolución de 1954 (preponderantemente
militares), se caracterizaron por una ideología política pretendidamente nacionalista y una
estrategia económica neo-liberal, en línea con otros gobiernos militares contemporáneos de
Latinoamérica.
El proceso culminó en 1985, con las primeras elecciones libres realizadas en Guatemala
desde el gobierno de Méndez Montenegro (1966-1970), en cuyo período no se concretaron
las expectativas de hechos novedosos en materia política y económica que se habían
depositado en él.
Las elecciones de 1985 consagraron al candidato Vinicio Cerezo, quien asumió sus
funciones el 14 de enero de 1986.
En materia económica, el periodo que va desde 1960 hasta nuestros días, se puede
caracterizar por los hechos que analizaremos en los puntos siguientes, a saber:
- Auge y crisis del proceso de integración económica centroamericana.
- Diversificación de la producción agraria y desarrollo de colonias agrícolas
integradas.
- Modesta industrialización (en el marco del proceso de integración
económica).
- Deterioro de los términos del intercambio y crisis de la deuda externa.
4.2. Guatemala y el proceso de integración económica centroamericana
4.2.1. Antecedentes
El antecedente histórico mediato del proceso de integración económica centroamericana, lo
constituye la Federación Centroamericana, de turbulenta vigencia entre 1824 y 1838. Es
interesante destacar que en este período, si bien el poder político federal era débil, el
gobierno de la Federación tenía la facultad de fijar los aranceles externos (gravámenes a la
importación), lo cual constituye un antecedente de Unión Aduanera.
Como antecedente inmediato, merecen citarse las iniciativas de la CERPAL, que se
originaron en 1951 con la creación del Comité Centroamericano de Cooperación
Económica. Por fin, en diciembre de 1960 se firma el Tratado General de Integración
Económica Centroamericana, que entra en vigencia en junio de 1961, con la ratificación de:
Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua (Costa Rica lo ratificó en 1963).
4.2.1. Programa y mecanismos de integración económica
El “Tratado General de Integración Económica Centroamericana” es el elemento
contractual por el cual se crea el Mercado Común Centroamericano (MCCA), cuyo
objetivo fundacional fue promover el desarrollo integral de la región a través de la
integración económica general y la promoción de la industrialización en función de las
posibilidades de las economías de escala.
Cabe destacar aquí que el “Mercado Común” fue un objetivo mediato, no un punto de
partida, que habría de apoyarse sobre cuatro conjuntos de medidas que comentaremos
brevemente a continuación:
a) Generación de una zona centroamericana de libre comercio. A este respecto, el tratado
establece el libre comercio como regla general para los productos originarios de los países
signatarios, dejando la posibilidad de exceptuar ciertos productos tradicionales (textiles,
cacao, algodón, azúcar). En 1965 se había cumplido el objetivo de liberar el 95% del
comercio en cinco años (1961-65). Posteriores problemas (conflicto entre Honduras y El
Salvador en 1969, crisis petroleras de 1973 y 1978) y la crisis financiera vigente desde
1980 han afectado el esquema de libre comercio. En la tabla siguiente, pueden observarse
los importantes logros en materia de incremento del comercio intra-regional logrados hasta
1980, y la posterior declinación coincidente con la crisis de la deuda y el deterioro de los
términos de intercambio (ver también 4.4.).
b) Concreción de la unión aduanera. A lograrse mediante el acuerdo sobre aranceles
comunes a las importaciones de terceros países. Este esquema tenía por objeto proteger a la
incipiente industria local, basada en el principio de sustitución de importaciones, y facilitar
la compra de insumos básicos para dicha industria. Debe destacarse que, si bien el esquema
de tarifa uniforme se implementó con éxito durante la década de 1970, el mecanismo de
renegociación de los aranceles es lento y burocrático, por lo que ha afectado negativamente
las actividades productivas que se pretendía promover.
c) Promoción e integración de actividades industriales y empresarias. Al respecto, se
pusieron en marcha diversos esquemas de facilitación de las actividades industriales en la
región (incluyendo la fijación de aranceles mencionada en el párrafo anterior), cuyos
resultados comentaremos en el punto 4.3. En lo que se refiere a la integración empresaria,
se trató de promover la igualdad de tratamiento a empresas de los países miembros,
lográndose algunos resultados en el área de construcción de obras de infraestructura.
Tabla: Comercio intra-centroamericano
(en millones de pesos centroamericanos)
(1$ CA = 1 U$S)
Año
1962
1966
1970
1974
1978
1980
1982
1984
1986
Comercio reflejado en
Importaciones (Millones U$S)
32
175
299
526
880
1.100
795
726
421
Fuente: “Progreso Económico y Social en América Latina” (Informes anuales del BID) y
“El proceso de integración en América Latina” (Informes anuales del INTAL).
d) Acción de apoyo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE)
Este organismo tiene por objeto promover y apoyar el desarrollo económico de la región,
mediante el financiamiento de obras de infraestructura y de actividades industriales, tanto
del sector público como del privado. En sus primeros veinticinco años de existencia, el
BCIE ha otorgado préstamos por dos mil millones de dólares, correspondientes a
inversiones totales del orden de los cuatro mil millones de dólares.