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Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 08/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. TOMO XXXV NúMERO 6 SINDROME DE W-P-W lor para dilucidar si el ulcus perforado asienta en el estómago o en el duodeno, ya que sólo es posible fundarse para intentar la distinción en el hecho de que en los gástricos se observa la irradiación unilateral izquierda con doble frecuencia que en los duodenales, mientras que en estos últimos domina la misma frecuencia sobre los gástricos en cuanto a la irradiación exclusiva al hombro derecho se refiere. BIBLIOGRAFIA 1. 2. Z.- Clinica l rcscarches in acute abdominn.l <lisease. Segunda edición. Oxford セi」、ゥ\ᄋ。ャ@ Puhlir·ations, 1927. YUDII'E, S. - J. Intern. de Chir., ·1, 219, 1939. COPE, SUMMARY The author studies shoulder pain in perforation of the gastroduodenurn and, l::ased upon 673 fersonal cases, he gathers the following: It is present in 73 ¡;ercent of the cases (duodenum, 78 percent; gastric, 63 percent) . In 13 ¡;ercent of the patients, it is coincidental with sudden and acute pain in the abdomen: perforation ッ」オイセ@ within first hour in 25 percent. It is. therefore , a very early and cornmon syrnptorn but, conversely, it is very shortlived, since in 83 r:ercent it does not last more than three hours. · The fact that phrenic pain is bila teral or unilateral (righ or left) is alrnost valueless to determine whether the perforated ulcer hes in the stornach or the duodenurn. To trv and disting uish both syrnptornatically, only ·the fact that in gastric cases the pain spreads on the left side twice as often as in duodenal cases, can be accepted. On the other hand, in the latter cases, pa in spreading t o the right shoulder is also twice as cornmon as in gastric patients. ZUSAMMENFASSUNG Der Autor untersu chte den Schrnerz in der Schulter bei gastroduodenalen Perforationen auf der Basis von 676 selbst beobachteten Fallen und kornrnt zu folgenden Schlussfolgerungen: Man beobachtet ihn in 73 'r del Falle (78 }'c duodenale und 63 r, gastrische) und コセ。イ@ in 43 r ( gleichzeitig mit den plotzlich auftretenden starken Leibschrnerzen, in 25 r r eine Stunde nach der Perforation . Es handelt sich also um ein h aufiges und frühzeitig auftretendes Symptorn, das allerdings n ur von kurzer Dauer ist, denn in 83 '( halt der Schrnerz nur 3 Stunden an. Ob der Phrenicusschmerz doppelseitig odcr einseitig (rechts oder links ) a uftritt hat wenig zu bedeuten, für die Frage, ob das perforierte Ulcus im Magen oder Duodenum sitzt. Denn zu dieser Entscheidung k a nn man sich nur auf die Tatsache stützen, dass. rnan bei den Magenperforationen eine einseitige, linksseitige Ausstrahlung doppelt so oft sieht, wie bei den Duodenalgeschwüren. Dagegen sieht rnan bei den 391 letzt genannten eine ausschliesslich rechtsseitige Ausstrahlung doppelt so oft wie bei den Magengesch würen. RÉSUMÉ L'auteur étudie la douleur a l'épaule dans les ¡:erforations gastroduodénales et, en se l::asant sur 676 cas ¡:ersonnels, il arrive aux conclusiones suivantes: · Cette douleur existe dans le 73 ír des cas (chez les duodénaux, dans le 78 'r ; dans les gastriques dans le 63 f.'r ) en m eme tern ps que la douleur soudaine et violente du ventre dans le 43 (;.' et dans le prerniere heure qui suit a la perforation dans le 25 r( . C'est, done, un syrnptorne tres fréquent et de grande précocité; rnais en échange court, puisque dans le 83 r ( il ne dure que 3 heures enviran. L e fait que la douleur phrénique soit bilatérale ou unilatérale (droit ou gauche) n'a pas une grande valeur pour dilucider si l'ulcus perforé se s iege a l'estornac ou au duodene, pui sque pour procurer la difference on ne peut se baser que sur le fait suivant: les gastriques observent l'irradia ti on unilatérale gauche avec double fréquence vis a vis des duodénaux, tandis que chez ces derniers la rneme fréquence domine sur les gastriques en tant qu'il s'agit a l'irradiation exclusive de l'épaule droit. PREEXCITACION Y COMPLEJOS DE ADICION EN LOS V E N T R I C U LO S POR MULTIPLE CONDUCCION AURICULOVENTRICULAR (SINDROME DE W-P-W ) F. DE A. ESTAPÉ Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. Ser\'icio de セi・、ゥ ᆳ cina del Pabellón de :::-<uestra Señora ce la A!'unción. :Cirector : Dr. F. !lE A. EsT.\Pf:. Barcelona. En el corazón de los animales superiores, la conducción del impulso entre las aurículas y ventrículos f;e hace por una sola vía. el nódulo de Tawara y el fascículo de His. En cambio, en los animales inferiores existen múltiples vías, por las cuales la conducción tiene lugar a través del anillo auriculoventricular (GASKELL ). Este punto de vista filogenético tiene gran importancia en el síndrome que nos ocupa. Desde este punto de vista, el síndrome debe ser incluído en el grupo de las anomalías congénitas del corazón, corno la enfermedad de R oger, el cor triloculare biatriatum v el cor biloculare. El defecto del septum ventricular es una estructura normal del corazón de los reptiles. el cor triloculare biatriatum del de los anfibios y el cor biloculare del de los peces. La doctrina de una anomalía congénita del corazón, constituída por vías anómalas de con- Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 08/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. 392 REVISTA CLI N I CA E SPAÑOL A ducción auriculoventricular, además de la vía normal, restos de ant iguas estructuras en la serie filogenética, explica bien t odas las part icularidades del síndrome de W-P-W, tanto en el aspecto electrocardiográfico com o en el clínico. En el electrocardiogra ma, el acortamient o del intervalo PR y los complejos ventriculares de adición, con la posible reversibilidad de estas anomalías a la normalidad. En el aspect o clínico, la edad en que el síndrome suele o puede observarse, el estado normal del corazón, a parte de dichas anomalías y su frecuente asociación con ataques de taquicardia par oxística. Las investigaciones anatémicas ha n r espaldado dicha doctrina. Desde hace muchos años, de consiguiente, much o antes de conocerse el síndrome de W-P-W, se había demostrado, en a lgunos casos, la existencia de una conexión muscular entre la aurícula v el ventrículo derechos, además del puente auriculoventricular normal. El hecho fué descubier t o por KEXT y confirmado por otros autores. El fascículo de Kent, pues, ha sido considerado como una de estas vías anómalas de conducción auriculoventricular, en el síndrome de W-P-W. Recientemente, en la autopsia de un sujeto que durante la vida había presentado este síndrome, Wooo y WOLFERT, y en otro caso GECKLER, encontraron dicha conexión w.uscular . E sta vía anómala parece ser la más común. Pero es muy comprensible que el fascículo de Kent, esta conexión anómala con el ventrículo derecho, no ha de constituir la única conex ión posible. Teóricamente se concibe bien la posibilidad de conexiones, no solamente con el ventrículo derecho, sino con el izquierdo, y lo que es muy interesante, conexiones con la porción superior del tabique ventricular, por debajo del nódulo de Tawara, empalmando con el tronco del fascículo de His y abocando aquí en la vía normal. GLOMSET y MAHAIN han encontrado es tas vías que llaman vías de conducción paraespecífica, y OHNELL, en la autopsia de un ca so de síndrome de W-P-W encontró una conexión muscular de la aurícula izquierda con el ventrículo izquierdo, desembocando en la porción superior del septum. Algunos autores admiten aún la posibilidad no de una, sino de múltiples conexiones auriculoventriculares anómalas, en cuyo caso la retrocesión a la estructura del corazón de los animales inferiores es más completa. Preexcitación ventricular.-La existencia de una vía de conexión auriculoventricular a la manera de un desvío de la vía normal tiene como consecuencia la excitación prematura del ventrículo, es decir, antes que se produzca la excitación por la vía normal. Es sabido que el impulso que transcurre por la vía norma 1 experimenta un retardo en el nódulo de Tawara. El impulso desviado por la conexión anómala no sufre este retardo y tiene lugar una preexcitación ventricular. La expresión característica de este hecho de la preexcitación ventricular, 31 d iciembre 1949 en el electrocardiograma edio de expresión , es el acortamiento del mtervalo PR. Según WOLFF, park i nセo@ y WHITE, la duración de estos intervalos acortados no sobrepasa de 10 centésimas de segundo. Actualmente el criterio del acortamiento se ha ampliado hasta 12 centésimas de segundo. P ar a el funda mento debido de este criterio se admite que el intervalo PR normal, según la eda d y el grado de frecuencia cardíaca , varía entre 15 y 20 centésimas de segundo. No obstante, sólo un acortamiento h asta 12 cent ésimas de segundo debe constituir un criter io absoluto, y entre 12 y 15 deten considerar se de significación dudosa. En el a specto electrocardiográfico est e acortamiento del int ervalo PR es el h ech o esencial del síndrome de W-P -W. Los complejos vent riculares de adición constituyen también un hec·ho esencial, pero solamente se manifiestan de una manera característica, en el electrocardiograma. en los casos de t ipo aberrante, como en el bloqueo de ramas y en los extrasístoles ventriculares. Pero esto no ocurre siem pr e. H ay casos de síndrome de セG Mpw@ en los cua les el complejo ventricular es de aspecto normal. Complejos ventriculares de セ、ォゥョNM w olfL@ PARKINSON y WHITE. en sus casos, encon t r ar on un electrocardiograma, que además del acortamiento del intervalo PR. considerado en segundo término, como un hecho de coincidencia, presentaba un complejo ventricular de tipo aberrante, con el aspecto del bloqueo de ramas. Como este complejo ventricular atípico desaparecía a veces por la inhibición provocada del vago (prueba de ejercicio, atropinización) y otras veces espontáneamente, admitiendo que se trataba de un verdadero bloqueo de ramas, concluyeron que se trataba de un bloqueo funcional. Observaciones ulteriores, como acabamos de decir, han demostrado que esta atipia ventricular no existe siempre, y que hay casos con complejo ventricular complet a mente normal. Aun en los casos en que existen estos oomplejos de tipo aberrante, puede asegurarse que no hay ningún bloqueo de ramas, sino solamente la apariencia del mismo. Según WOLFERT y Wooo, en el verdadero bloqueo de ramas la duración de PQRS es mayor que en el electrocardiograma normal, a causa del aumento de duración de QRS, con un intervalo PR normal. En estos casos de síndrome de W-P-W, el aumento de QRS es contrarrestado por el acortamiento de PR, y la duración de la suma de ambos segmentos del trazado es igual que el normal. De hecho, cuando la anomalía desaparece y revierte a la normalidad presenta la misma duración que en la fase atípica. La interpretación actual de la actividad ventricular, en estas circunstancias, es que se producen complejos de adición, por el encuentro, en un punto de dichos compartimientos, del impulso que ha sido conducido por la vía anómala, con preexcitación y del impulso, llegado más Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 08/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. ToMo :XXXV NúMERO 6 SINDROME DE W-P-W tarde por la vía normal a causa del retardo en el nódulo de Tawara. Estos complejos se han llamado complejos de fusión (Fusion beats) o complejos de combinación (BUTTERWORT y POINDEXTER). Estos nombres no parecen muy adecuados. En estas circunstancias, más que la fusión o combinación de los procesos de excitación, el de la vía anómala y el de la vía normal, se produce su encuentro, que no es precisamente lo mismo. La idea de fusión o de combinación de estos procesos choca con el principio de la inexcitabilidad periódica del músculo cardíaco (MAREY), según el cual, cuando el músculo cardíaco es excitado, no cuede responder a una nueva excitación (fase refractaria). Con dichas designaciones podría entenderse que la contracción resulta de un proceso híbrido de excitación. Y esto no es posible. Lo que aquí ocurre es que, excitada prematuramente una porción del corazón por la vía anómala, se añade la excitación del resto por la vía normal. Estos complejos deben llamarse mejor complejos de adición. El aspecto de los comnlejos de adición depende, en primer lugar. del punto de terminación de la vía anómala. Si la vía anómala desemboca en el ventrículo derecho (vía Kent), habrá preexcitación de este ventrículo y el aspecto será el de los extrasístoles de ventrículo derecho o del bloqueo de rama izquierda. Si la vía termina en el ventrículo izquierdo, habrá preexcitación de este ventrículo v el aspecto será el de los extrasístoles de ventrículo izquierdo o del bloqueo de rama derecha. Finalmente, si la vía termina en la parte superior del sentum (vía Ohnell) empalmando con la vía normal, con preexcitación sincrónica de ambos ventrículos, el aspecto del complejo será normal. E stos aspectos. en sus rasgos esenciales, han sido descritos por BURCH v KIMBALL. Aauí prescindimos de su clasificación en cinco tipos, clasificación un tanto artificiosa. Estos autores han explicado bien la génesis de estos comole.ios al decir aue en estos casos de nreexcitación ventricular el punto de terminación de la vía anómala puede considerarse como el centro ectópico en los extraRístoles. Hasta cuando la terminación es en el septum, con compleio normal. la explicación es válida, nuesto que los extrasístoles orig-inados en este punto, antes de la bifurcación del tronco, presentan un aspecto normal. Por esta razón, nosotros consideramos preferible adscribir los aspectos de los complejos de adición a la extrasistolia y no al bloqueo de ramas, que está demostrado que no existe, evitando posibles confusiones. En los casos de atipia con el aspecto de los extrasístoles ventriculares, el grado mayor o menor de atipia depende del tiempo en que tiene lugar el encuentro del imnulso anómalo y el normal. E ste tiempo depende, a su vez, de la velocidad con que son conducidos los impulsos por ambas vías. Si la velocidad es la máxima en la vía normal (14 centésimas de segundo) , la :J93 activación ventricular corresponderá en su mayor parte al imuulso normal y la atipia será poco pronunciada. Si la velocidad es la mínima en dicha vía (20 centésimas de segundo), la activación corresponderá principalmente al impulso anómalo y la atipia será muy acusada. P or el contrario, si la velocidad de conducción es la máxima en la vía anómala (8 centésimas de segundo) , la activación correrá a cargo principalmente de este impulso y la atipia será muy graduada. P or el contrario, si la velocidad de este impulso es la mínima (12 centésimas de segundo), la activación se deberá sobre todo al impulso normal y la atipia será poco acentuada. Al igual que en los extrasístoles ventriculares, hay electrocardiogramas de tipo discordante y de tiro concordante, que se relacionan con determinados puntos de origen de los extrasístoles. Es sabido que en los extrasístoles de ventrículo derecho el tipo discordante (QRS '1 hacia arriba y QRS 13 hacia abajo) se produce en los extrasístoles que se originan en casi todo el ventrículo derecho. excepto en la región del conus> que da lugar al tipo concordante (QRS '1 hacia arriba y QRS 13 hacia arriba) . En los extrasístoles de ventrículo izquierdo, el tipo discordante (QRS 1 hacia abajo y QRS / 3 he.cia arriba) se produce en los que se originan en la parte alta de la cara anterior del ventrículo y el tipo concordante (QRS / 1 hacia abajo y QRS 3 hacia abajo) en los de la región apical y en la pared posterior. Se comprende bien que de todos estos aspectos del complejo ventricular, tipos derecho e izquierdo, tipos discordante v concordante, han de ocurrir formas de transición, que resultan de la posición más o menos apical o basal del punto de terminación de la vía anómala. como en la del r unto de origen de los extrasístoles. Formas de transición han de depender también de las proporciones r elativas de la velocidad de ambos impulsos. Influye igualmente la posición del corazón, y, finalmente, 1a existencia de más de una vía anómala puede contribuir a la multiplicidad de aspectos. A veces, en los individuos con síndrome de W-P-W, las anomalías que acabamos de examir.ar 、・セュー。イ」ョ@ v el ・ャ」エイッ。、ゥセュ@ es normal. El hecho va ·fué observado, como hemos dicho, por los descubridores del síndrome, los cuales, admitiendo la existencia de un bloqueo de ramas, creveron por este motivo aue se trataba de un bloqueo funcional. L os mismos autores ya observaron también_ que el electrocardiozyama W-P-W desaparec1a con ャセ ウ@ pruebas de inhibición vagal (ejercicio y atropinización). Pero la desaparición puede ocurrir ig-ualmente de un modo espontáneo. Desde el punto de vista de la constancia mayor o menor del síndrome electrocardiográfico, se distinguen formas más Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 08/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. o menos estabilizadas y formas más o menos lábiles. Hay casos muy estabilizados que se mantienen durante mucho tiempo y que resisten a las pruebas indicadas de inhibición vagal. En cambio, hay formas muy lábiles, en las cuales el cambio al electrocardiograma normal ocurre con gran facilidad, hasta esrontáneamente. En estas formas lábiles los cambios pueden ser Fig. l. muy frecuentes y hasta pueden r;roducirse con regularidad. A yeces alterna un electrocardio grama normal y un electrocardiograma W-1'-W. El hecho es rareciclo al bigeminismo extrasistélico y los car-;os de bloqueo parcial 2 1. La exr,licación de estos hechos no ーイ・セョエ。@ CúT.u.... u·u..Glút.;;:, 31 diciP.more 1949 REVISTA CLINICA ESPANOLA 394 \... UH "J.a.. \:H.J\...t..J. ·J.ua.. Ut;;. ".1.a.. v".1. a. a.uÚuJ.d'J.a de conducción auriculoYentricular, además de la vía normal. Si la vía anómala no funciona, desaparece el síndrome electrocardiográfico. No hay preexcitación ventricular ni se producen complejos ventriculares de adición. La posibilidad de esta falta de funcionamiento, en 」ゥ・イエッセ@ momentos, es comprensible. No es arbitrario admitir un poder de conducción defectuoso en estas vías arcaicas, y por poco que aumente el poder de conducción en la vía normal, por ・ェュセャッL@ cuando no actúa o actúa menos la función inhibidora del vago, la conducción puede ser canalizada enteramente ¡;or dicha vía y el electrocardiograma es normal. Por otra parte, es evidente que en el síndrome W-P-W cace que en ciertos casos pueda ocurrir un bloqueo de la vía anémala, como a veces ocurre en la vía normal, y estos trastornos pueden influir en el mecanismo del síndrome, pero nos parece que esto no del:;e tenerse en cuenta, como hace VARELA DE SEIJ AS cuando se trata del síndrome puro. La doctrina de vías anómalas de la conducción auriculoventricular, como una anomalia congénita del corazón, restos de una estructura arcaica, que se encuentra en el corazón de los animales inferiores, no tropieza tampoco con dificultades rara la explicación de los aspeclos clínicos del síndrome. En primer lugar, no es raro encontrar otras 'í 1s congénitas, como suele suceder en estos casos. En nuestro material (11 casos), en un caso existía además enfermedad de Roger y estenosis pulmonar y en otro caso labio leporino. Los demás aspectos clínicos, edad en que suele o puede observarse, el estado del corazén, aparte de la anomalía y su frecuente asociación con at aques de taquicardia paroxística, tam roco tropiezan con dificultades para su explicación. Edad.- Es comprensible que, tratándose de una anomalía congénita, ha de ol::servarse desde el principio de la \'ida. WOLFF, PARKINSON y WHI1E ya indicaron que el síndrome se registra generalmente en sujetos jóvenes. No obstante, las otservaciones ulteriores han demostrado que en un gran número de casos se descubre en mayor edad. En nuestro material. la mayoría tenían más de cuarenta años. En primer lugar, muchos casos han pasado desapercibidos por no hacerse obtenido el electroca rdiograma. En algunos de estos casos no se practic') por la auセ・ョ」ゥ。@ absoluta de síntomas y signos de una afeccién cardíaca cual::¡uiera. En muchos de ellos los únicos síntomas son palpitaciones y otras molestias consideradas como mamfestaciones de neurosis cardíaca y el examen electrocardiográfico , a la verdad s in la debida razón, rorque este examen debe hacerse sistemáticamente no se consideró necesario. En nuestro material hay un e.iemr,lo lí¡ ico. A los cincuenta a ños hem os descubierto un síndrome de \V-P-W en una c:;E>ñor·a 'ltlf' torio ¡,, 1 ido sp ィ[セャ@ quejado de palpitaciones y de síntomas sospe· chosos de taquicardia 1-aroxística, sin signo alguno de cardiopatía orgánica. Hace más de . ' . . . セ@ ... ' セエLᄋャBG G セエM L N⦅@ Fig. 2. veinte años consultó a un distinguido cardiólogo, el cual hizo el diagnóstico de neurosis cardíaca y consideró superfluo hacer un electrocardiograma. La evolución del caso ha demostrado precisamente que se trata de un síndrome de W-P-W fuertemente estabilizado, que se ha mantenido a pesar de pruebas repetidas de ejercicio. Otras veces el síndrome puede pasar desapercibido por su gran labilidad, desapareciendo fácilmente y sustrayéndose a los diversos regis- Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 08/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. TOMO XXXV N ú MERO 6 395 SINDROME DE W-P-W tros practicados. La causa de que muchos casos de extrasístoles reconocidos al examen clínico, que no pueden ser registrados, se del::e igualmente a la inconstancia de los hechos. Lo mismo se puede decir de muchos casos de bloqueo parcial. Finalmente, al instante veremos que en muchos casos de síndrome de W-P-W se encuentra al mismo tiempo una cardiopatía orgánica. Como estas cardioratías se producen en el decurso de la vida, es comprensible que solamente en la ocasión de su descul::rimiento, por los síntomas y signos que presentan, se descubre al mismo tiempo, y, es claro, en edad tardía, la anomalía que ya existía antes. Por estas razones dicha anomalía suele o decimos que puede otservarse desde los primeros años, como ocurre en las anomalías congénitas en general. 1 . electrocardiográfico W-P-W, entre las diversas hipótesis que se han imaginado, la hipótesis que aceptan algunos de un doble ritmo, un ritmo normal y un ritmo ectópico fijamente adosados y que el ritmo ectópico tiene en su base un centro irritable, mantenido por dichas lesiones, contra esta hipótesis caben graves objeciones. /, セ . M ,. 1 .. . .' . 1 _... :_ ' . . ... ;; • • .. ·-"' -· セ@ • 1 • • _ .. ' . Fig. 4. 1. Que hay casos de síndrome de W-P-W en un corazón sano, aparte de la anomalía; y 2." Que es incomprensible que enfermedades tan numerosas y dispares como las que se han encontrado y que son todas las posibles, todas ellas ¡::uedan determinar indistintamente la misma anomalía por medio de sus lesiones. Nos parece más razonable que las diversas enfermedades que se han encontrado en el síndrome de W-P-W son hechos de coincidencia. 0 Fig. 3. Estado del corazón.-Aparte de la anomalía, el estado del corazón puede ser normal. Esto ya fué señalado por WOLFF, PARKINSON y WHII'E, que en sus 11 casos encontraron que no solamente se trataba de sujetos jóvenes, sino que el órgano cardíaco debía considerarse sano. Después el síndrome, como hemos dicho, se ha registrado en sujetos portadores de diversas enfermedades de corazón, y a causa de este hecho para algunos autores la idea de que el síndrome de W -P-W pueqe existir en un corazón sano es acogida con grandes reservas, y otros admiten la posibilidad de que las alteraciones anatómicas del miocardio, en estas diversas enfermedades, son la causa del síndrome. A juicio nuestro, este posible papel de las lesiones anatómicas en el determinismo del síndrome de W-P-W no es admisible. Así como ciertas anomalías del electrocardiograma se explican fácilmente (y están experimentalmente demostradas ) por determinadas lesiones del miocardio, es difícil comprender cómo pueden producirse dichas anomalías, sobre todo el acortamiento del intervalo PR, a causa de estas lesiones. Pero aun admitiendo en el síndrome Fig. 5. Es comprensible que en uno de estos casos, como ocurre en otras anomalías congénitas del corazón, pueda sobrevenir eventualmente una cualquiera de estas enfermedades. De hecho se han encontrado, aparte de otras cardiopatías congénitas, toda la serie de las cardiopatías adquiridas, las reumáticas en sus diversas localiza- Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 08/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. REVISTA CLIN I CA ESPAÑOLA 396 ciones, las sifilíticas, la tiroidea, la hipertensiva, la arterioesclerótica, etc. En nuestro material, en la mitad de los casos, el corazón era sano. En un caso existía enfermedad de Roger y estenosis pulmonar. En un segundo caso, miocarditis reumática ; en un tercero, insuficiencia mitra!, también reumáti- 1 セ|NLQᄀj@ 4 ! 1 1, •. 1 n 31 diciembre 1949 probado en tres casos. En """ "'1tre numerosos ataques, una vez, clínicameme, en el domicilio del enfermo. Por lo demás, ャッセ@ ataques eran absolutamente característicos, con un grado de frecuencia de 180 y comienzo y terminación br uscos. Este ataque duró cinco días. Los otros dos casos se registraron en el electrocardiograma. En ambos el grado de frecuencia era de 200, uno con taquicardia regular; el otro, irregular; el primero, debido a fluttC?' auricular; el segundo, a fibr ilación. La explicación del hecho, reconocido por todo el mundo, que en el síndrome de W-P -W se producen a menudo ataques de taquicardia paroxística, presenta algunas dificultades. A base de la doctrina de la vía anómala de conexión aurículoventricular, los ataques de taquicardia paroxística se explican tor la teoría del circu.s '''.O'!;Cment de Lewis . El ataque se debería al movimiento circular de la onda de excitación dando vueltas por la vía normal v la vía 。ョセ@ mala. El movimiento circular por estas vías podría tener lugar en dos direcciones. Según DE BOER, que antes del descubrimiento del s índrome de W-P-W explicaba la taquicardia paro- Fig. 6. ca, y en el resto de los casos, la cardiopatía hi:¡:;ertensiva y arterioesclerótica. A taques de taquicardia paro..cística.-Vn at.aGM| Q セ@ セa@ ヲZqョNj G jカLBセnゥGャ@ '_L\':l.,..Avlc::+in':l セョイ@ lt'\ cRZヲQョセイGNャ@ es un hecho imprevisible. En algunos casos la arritmia extrasistólica parece anunciar un a taque, pero sobre esto no hay nada seguro. Sin embargo, en dos circunstancias se puede prever su acontecimiento con grandes probabilidades. _En las formas de parasistolia, en que el pararntmo con el llamado bloqueo de salida pA・ウョエセ@ un grado de frecuencia mayor que el ntmo smusal y en el síndrome de W-P-W. En el primer caso, cuando funciona el bloqueo de ウ。ィ_セ@ se produce un ataque de taquicardia paroxistlca. En el síndrome W-P-W la mayoría de casos presentan ataques de taquicardia paroxística. Por otra parte, se cal_cula que en el 5 por 100 de enfermos con taqUicardia paroxística se reァゥセエイ。@ el síndrome de W-P-W. Se admite que es mas frecuente en los casos de síndrome electro」。イ、ゥッセ£ヲ ッ@ completo (acortamiento de PQ y compleJOS ventricula r es de adición) . Parece ser menos frecuente en los sujetos que presentan al mismo tiempo una cardiopatía orgánica. De ordinario se trata de ataques de taquicardia de origen supraventricular, y sólo raramente de or_igen ventricular. En un ca so (CAIN), en el mismo ataque, al principio la taquicardia era ventricular, y bruscamente, sin interrupción se transformó en una taquicardia supraventricular. A veces los ataques se deben a fibrilación auricular o flutter. · En nuestro material, los ataques se han com- Fig. 7. ク ■ ウ エゥ セ 。@ a base del fascículo de Kent, en la taquicardia de origen supraventr icular la onda circuセ。@ en dirección re trógrada por dicho fascículo, e mversamente en la ta quicardia ventricular. CASOS DEMOSTRATIVOS. En el último de nuestr os trabajos se exponen los protocolos completos del material reunido Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 08/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. TOMO XXXV NúMERO(\ 397 SINDROME DE W-P-W hasta entonces, constituído por 10 casos. Aquí queremos limitarnos a la presentación de algunos casos demostrativos. M. G., cincuenta y seis afíos. Desde joven se quejaba, a menudo, de palpitaciones y taquicardia. Examinada hace muchos afios por un cardiólogo, sin electrocardio- J. M., cuarenta y cinco afíos. Corea en la infancia. Antecedentes de taquicardia paroxística típica. Al examen, miocarditis reumática evolutiva. Electrocardiograma. Frecuencia cardíaca, 70. PR = 10 centésimas de segundo. Complejo ventricular bastante atípico, con aspecto de extrasistolia de ventrículo derecho, tipo concordante (del conus; fig. 4). A. L., cincuenta y un afíos. Operada de labio leporino a los ocho afios. Epilepsia a los dieciséis años. Entonces también psiconeurosis de tipo compulsivo. Antecedentes de taquicardia paroxística. Al examen, ligera hipert ensión arterial y esclerosis aórtica. Electrocardiograma. -- Frecuencia cardíaca, 100. .· Fig. 8. grama, se diagnosticó neurosis cardíaca. Al examen clínico actual, corazón normal, salvo los cambios pro· pios de la edad. Electrocardiograma. Frecuencia cardíaca, 86. PR 10 centésimas de segundo. Complejo ventricular muy atípico, con aspecto de extrasistolia de ventriculo = Fig. 10. = PR 12 centésimas de segundo. Complejo ventricular algo atípico, con aspecto de extrasistolia de ventrículo izquierdo, tipo discordante (fig. 5). La enferma había consultado algunos días antes por un ataque de taquicardia paroxística. Elect?·ocardio{¡rama . -Frecuencia cardíaca, 200, algo irregular. Fibrilo- jlutter auricular (fig. 6) . El ataque duró cuatro días. Fig. 9. derecho, tipo discordante (fig. 1). Estas anomalías se mantienen a pesar de la prueba de ejercicio. La enferma rehusa la prueba de la atropina. Algunos meses después consulta por un ataque de taquicardia paroxística. Electrocardiograma.- Frecuencia cardíaca, 200, regular. Periodo cardíaco, 30 centésimas de segundo. Fluttet auricular (fig. 2). El ataque duró tres cuartos de hora. E l electrocardiograma obtenido quince días después presenta las mismas características de antes (fig. 3). P. l., treinta y seis años. Numerosos ataques de taquicardia paroxística. Uno de ellos comprobado clínicamente en su domicilio. (Frecuencia cardíaca, 189, comienzo y terminación bruscos. l Duró cinco días. Al examen clínico, corazón normal. Electrocardiogmma. Frecuencia cardíaca, 75. PR = 12 centésimas de segundo. Complejo ventricular bastante' atípico, con aspecto de extrasistolia de ventriculo derecho, tipo discordante (fig. 7). J. P., diecisiete años. Antecedentes de taquicardia paroxística. Al examen, enfermedad de Roger y estenosis pulmonar. e Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 08/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. Electrocardiograma. -- Frecuencia PR 31 diciembre 1949 REVISTA GLINICA ESPAiVOLA 398 cardíaca, 108. = 10 centésimas de segundo. Complejo ventriculat algo atipico, con aspecto de ・クエイ。ウゥッャセ@ de ventriculo 、セ・」ィッL@ tipo concordante (del conus; f1g. 8). c. J., cuarenta y ocho años. Antecedentes de taquicardia paroxística. Al examen, 」ッイ。セョ@ norm.al. Electrocardiograma. Frecuencia card1aca, 110. PR 12 centésimas de segundo. Complejo ventricular de aspecto normal (fig. 9). = J. A., doce años. Sin antecedentes de taquicardia paroxística. Al examen, insuficiencia mitra!, al parecer, de origen reumático. Elcctrocardiog1·ama. Frecuencia cardiaca, 65. PR 10 centésimas de segundo. Complejo ventricular casi normal. Algún aspecto de extrasistolia de ventriculo izquierdo, tipo discordante (fig. 10). = Ayant pour base la doctrine de la préexcitation et un proces d'addition dans les ventricules, des impulsions d'excitation par une voie anormale et la voie normale, on discute les aspects électrocardiographiques et cliniques du syndrome W-P-W. Ces voies anormales de connexion auriculoventriculaire doivent etre considérées comme une anomalie congénitale du coeur et une structure archai:que, restes des connexions multiples qui existent dans le coeur des animaux inférieurs. RESUMEN. A base de la doctrina de la preexcitación y un :proceso de adición, en los ventrículos, de los impulsos de excitación por una vía anómala y la vía normal, se discuten los aspectos electrocardiográficos y clínicos del síndrome de W-P-W. Estas vías anómalas de conexión auriculoYentricular deben considerarse una anomalía congénita ctel corazón y una estructura arcaica, restos de las conexiones múltiples que existen en el corazón de los animales inferiores. BIBLIOGRAFIA rセNLpエ@ estaiGセN -Re,· E" o. de Cardiol.. 1. 32) 1947. M m・、N@ Cun. 1en preusa1 . NッjAキセ。オ@ consideración de los trabajos españoles. SUMMARY The clinical and electrocardiographic aspects of the W-P-W syndrome are discussed based on the doctrine of pre-stimulation and on a process of addition-in the ventricles-of stirnulation by normal and abnormal pathways. It must be accepted that the abnormal atrioventricular pathways constitute a congenital anomaly of the heart-an archaic structurethat is to say, the remains of multiple connections present in the heart of inferior species of animals. ZUSAMMENFASSUNG Man diskutiel't die elektrocardiographischen und klinischen Zeichen des W-P-W Syndromes und zwar auf Grund einer Lehre ül.::er die Praeexcitation und einem Additionsprozess in den Ventrikeln über Excitationsimpulse auf normalem und anormalen Wege. Diese anormalen auriculo-ventrikuHiren Verbindungswege müssen als angeborene Anomalie des Herzens und eine bogenformige Struktur betrachtet werden, die Reste der multiplen Verbindungen bei dem Herz der niederen Tier klasser sind. EL INDICE DE EFICIENCIA CARDIACO Una modificación al método de l sracl-Rcndu para s-u determinación. T. CERVIÁ y F. CAVEDO Tenerife (Canarias). La exploración funcional del corazón ha sido objeto desde antiguo de honda preocupación. La gran cantidad de métodos de las más diversas índoles con que se ha intentado realizat p.r. HaNカセ N オ N@ ....,Jt.,,.., ·¿""'"""'"- セNZ^@ J BGオN Q オ ᄋ NセエLBG@ \..tÚ.J..&.&v .a..l.J.J.J.6 u.u v de ellos es completamente satisfactorio por sí solo. No obstante, se ha avanzado mucho en este sentido, pudiéndose ya obtener una idea suficientemente aproxjmada de la capacidad cardíaca, hasta el punto de permitir, por ejemplo, la práctica de grandes intervenciones quirúrgicas, completamente vedadas de otra manera. Pero como no siempre es posible disponer de electrocardiográfo, metabolímetro del tipo del de KNIPPING, etc., conviene mantener en uso pruebas más sencillas, que si no de gran precisión, al menos y asociadas con otras similares permiten adquirir una idea de la capacidad funcional del corazón con aproximación suficiente. Entre las pruebas que pretenden medir más o menos directamente el trabajo del corazón figuran aquellas en que se tienen en cuenta los factores de la tensión arterial y la frecuencia del pulso. Entre otras, podemos citar unas antiguas y otras modernas: las de ScHNEIDER, JoSUÉ, PACHON y DODET, SCHOENWALD, KISCH, KABANOW, BERLAND, etc., remitiendo al lector interesado en nuestra literatura a la exposición de JIMÉNEZ DÍAZ y a la monografía de PESCADOR, entre otros trabajos. Entre estos métodos figura también el llamado "Indice de eficiencia cardíaca" (I. E. C.) de ISRAEL y RENDU, poco conocido entre nosotros, y cuyos fundamentos expondremos brevemente a continuación. Los factores a tener en cuenta son: tensión