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Invierta en sus huesos
Muévalo o piérdalo
De qué manera el ejercicio ayuda a desarrollar y fortalecer los
huesos, prevenir caídas y fracturas, y agilizar la rehabilitación
Escrito, en representación del Comité de Asesores Científicos de la IOF, por Helmut W. Minne, MD, presidente del
Comité de Sociedades Nacionales de la IOF; Clínica "Der Fürstenhof", Centro de Endocrinología y Enfermedades
del Metabolismo Oseo, Bad Pyrmont, Alemania; Academia Alemana de Ciencias Osteológicas y Reumatológicas
Foto: Yuyung Abdi
La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una
disminución en la densidad y calidad de los huesos, lo cual
implica debilitamiento del esqueleto y mayor riesgo de fractura,
en particular, de columna, muñeca, cadera, pelvis y parte superior del brazo. La osteoporosis y las fracturas asociadas son una
causa importante de mortalidad y morbilidad.
La osteoporosis, "la epidemia silenciosa", es un problema
mundial.
Cada año, se producen, en el mundo, cerca de 1,6 millones
de fracturas de cadera; en el año 2050, este número podría
alcanzar entre 4,5 millones(1) y 6,3 millones(2).
En las mujeres mayores de 45 años, la osteoporosis representa
más días de internación, a diferencia de muchas otras enfermedades como, por ejemplo, diabetes, infarto de miocardio y
cáncer de mama(3).
Hueso normal
Se estima que sólo una de cada tres fracturas vertebrales
recibe atención médica(4).
Las mujeres que presentan fractura vertebral tienen un riesgo
importante de sufrir fracturas adicionales durante el año
siguiente(5).
Hueso con osteoporosis
Las publicaciones "Invierta en sus huesos", de la IOF, se difunden el
Día Internacional de la Osteoporosis para respaldar las actividades
de los miembros de la IOF en todo el mundo, y están traducidas a
numerosos idiomas.
2001
El desarrollo óseo
en los jóvenes
2002
Osteoporosis en
en el trabajo
2003
Calidad de Vida
2004
Osteoporosis
en el hombre
2005
Ejercicio:
Muévalo o piérdalo
1
Prólogo
E
xiste una íntima relación entre el hueso y el movimiento. Los huesos ayudan a
convertir la energía del músculo en movimiento direccional. Mientras que el
leopardo puede correr a una velocidad increíble, las especies sin esqueleto, como
ciertas clases de caracoles u orugas, sólo pueden arrastrarse.
Si bien los huesos brindan innumerables ventajas, también deben ser proporcionados -no tiene sentido
tener músculos enormes y huesos muy pequeños, que podrían partirse en un instante. Afortunadamente,
la evolución ha permitido que, a medida que los músculos se vuelven más grandes y fuertes, los huesos
también se tornan más pesados y fuertes, para evitar ser recargados.
Esto es así, tanto para los humanos, como para los insectos pequeños o los inmensos dinosaurios. A
medida que crecemos, nuestros músculos se vuelven más grandes, y lo mismo ocurre con los huesos. El
fortalecimiento de los músculos permitirá fortalecer los huesos. Músculos más fuertes implican huesos
más fuertes. Es así de simple.
Desafortunadamente, la osteoporosis es una enfermedad que produce una disminución en la masa ósea
y un deterioro de la estructura ósea. La osteoporosis debilita los huesos, y los huesos débiles pueden
fracturarse fácilmente. A su vez, las fracturas producen dolor y pueden limitar seriamente nuestra vida
cotidiana, ya que reducen la movilidad(6).
Menor movilidad, a causa de una fractura relacionada con osteoporosis o, simplemente, por falta de
ejercicio, significa que los músculos no se están usando demasiado. Esta falta de movimiento conduce a
una menor producción de nuevo tejido óseo sano. De este modo, músculos más débiles conducen a
huesos más débiles.
Además, cuando los músculos se usan cada vez menos, el control que ejerce nuestro sistema nervioso
sobre esos músculos comienza a declinar. Por lo tanto, los reflejos no son tan buenos como debieran
ser, y el riesgo de tropezar o caer aumenta. Si no ejercitamos los músculos, corremos el riesgo de caer, y
ésto -a su vez- aumenta el riesgo de sufrir una fractura.
Todo esto justifica la idea de mejorar la fuerza muscular, y la función muscular es beneficiosa para
nuestros huesos. El ejercicio desarrolla músculos fuertes y, a su vez, desarrolla huesos fuertes. El
ejercicio también mejora el control muscular, el equilibrio y la coordinación, y reduce el riesgo de caer o
sufrir una fractura durante una caída.
Entonces, intentemos que todos, independientemente de la edad, se movilicen para fortalecer sus
músculos. Esto beneficiará considerablemente a:
Jóvenes: los ayudará a desarrollar huesos fuertes
Adultos: los ayudará a preservar sus huesos
Ancianos: los ayudará a prevenir la pérdida ósea y las caídas
Aún aquellos pacientes que ya han sufrido fracturas pueden beneficiarse con ejercicios y entrenamiento
especiales, que pueden mejorar la fuerza muscular y la función muscular. Esto permite la movilización y
mejora las actividades de la vida cotidiana.
Entonces, ¡movilicemos nuestra energía, desarrollemos nuestros huesos, movámonos!
Helmut W. Minne
2
Invierta en sus huesos
Muévalo o piérdalo
Introducción
De qué manera el ejercicio ayuda a desarrollar y fortalecer los
huesos, prevenir caídas y fracturas, y agilizar la rehabilitación
Los huesos que componen nuestro esqueleto son de teji-
do vivo, que se renueva constantemente a lo largo de la
vida. Para lograrlo y mantenerse fuerte, el esqueleto necesita el estímulo periódico de la actividad física.
El hueso está compuesto por un mineral de calcio, que le
confiere la dureza y el color blanco. Este mineral de calcio
está inserto en una malla proteica de colágeno, que es cartilaginosa y le da al hueso cierta flexibilidad. El tejido óseo
no es completamente sólido, sino que tiene una estructura
de panal dentro de una capa externa gruesa y sólida. Este
eficaz diseño maximiza la fuerza, sin que los huesos se tornen demasiado pesados.
La estructura interna del hueso, con forma de panal, constituye un área inmensa, que está alineada con las células
óseas. Estas células renuevan, constantemente, el tejido
óseo en un ciclo bien ordenado de desintegración y reconstrucción, denominado "recambio óseo" (o "remodelación
ósea"). Este proceso garantiza el reemplazo de hueso viejo
por hueso nuevo y sano, la reparación de cualquier área
dañada y el fortalecimiento óseo. El mismo proceso de
recambio óseo permite que el hueso gane fuerza ante una
carga aumentada (por ejemplo, ejercicio) o, por el contrario, que pierda fuerza, si se reduce la carga.
Si los huesos no se usan periódicamente, se deterioran, al
igual que los músculos que no se utilizan. Los huesos necesitan diversas cargas, breves y frecuentes, todos los días
(por ejemplo, actividades cotidianas normales, como caminar y subir las escaleras) para mantenerse fuertes, y los
huesos necesitan ser cargados un poco más de lo normal
(ejercicio) para mejorar su fuerza. Estos hechos han sido
enfatizados por los resultados de estudios clínicos publicados recientemente.
Sin embargo, existe una necesidad imperiosa de realizar
más estudios para poder comprender mejor de qué manera
y, en especial, qué clase de ejercicio puede ayudar a preservar la masa y la fuerza ósea y, de este modo, ayudar a prevenir las fracturas. Es necesario realizar más estudios en
pacientes con diagnóstico de osteoporosis, a fin de establecer -de manera científica- qué clase de ejercicios de rehabilitación serían útiles, junto con medicamentos, para optimizar la salud de huesos y músculos, mejorar la calidad de
vida y reducir el riesgo de fracturas y la recurrencia de fracturas. De este modo, podemos sobrellevar mejor el
obstáculo de la osteoporosis y sus consecuencias, que
constituyen una amenaza para la vida.
Entonces "muévalo o piérdalo" es el título de este informe
sobre el ejercicio, diseñado y escrito para crear una mayor
conciencia sobre la importancia del ejercicio en la salud
ósea y en la lucha contra la osteoporosis.
Ilustración: Anuschka Dupalo-Loss
3
El ejercicio contribuye al
desarrollo y la presevación de los huesos
E
¡ l hueso es un tejido vivo! No se deje engañar con los huesos de dinosaurios de 65 millones de años, que aparecen en
libros, museos o en la televisión. Nada es eterno en cuanto al
tejido vivo. Al igual que el músculo, puede crecer y puede
encogerse. Su estado es de cambio permanente.
Desafortunadamente, el mayor cambio se produce con la edad.
A medida que la gente envejece, sus huesos comienzan a deteriorarse. Incluso a los 40 años, los huesos ya no son tan fuertes
como lo fueron alguna vez. Han comenzado a reducirse y a
debilitarse. Si no se controla, este deterioro puede ser un factor
que contribuya al desarrollo de la osteoporosis, que, a su vez,
aumenta el riesgo de sufrir una fractura.
Una de las mejores formas de
desarrollar y preservar la salud de
los huesos es mediante el ejercicio.
Hasta ahora, se sabe que, en todo el mundo, la osteoporosis
afecta a una de cada tres mujeres y a uno de cada cinco hombres mayores de 50 (7,9). A pesar de ésto, no se toman demasiadas medidas -especialmente, cambios en el estilo de vida- para
prevenir la pérdida gradual de hueso, porque la gente no es
conciente de lo que puede hacer para mantener sus huesos
sanos y fuertes. Pero hay cosas que todos podemos hacer para
reducir el riesgo de osteoporosis.
Durante las dos últimas décadas, aproximadamente, los profesionales de la salud han advertido que una de las mejores maneras de desarrollar y preservar huesos sanos es mediante el
ejercicio. Al igual que los músculos, los huesos responden
cuando se los somete a esfuerzo, en otras palabras, cuando se
los fuerza a soportar más peso del que están acostumbrados.
Esto puede lograrse mediante ejercicios con peso o ejercicios
de impacto, como por ejemplo, caminatas, carreras, pesas, salto
o baile. Los ejercicios de bajo impacto o sin peso, como el
ciclismo o la natación, no tendrán el mismo efecto de carga
sobre los huesos, pero son excelentes para la salud en general y
mejoran la fuerza muscular.
Una rutina de ejercicios bien equilibrada puede ayudar a proteger contra la osteoporosis, contra fracturas relacionadas con la
osteoporosis y puede contribuir a la rehabilitación. Esto es así
en todos los casos, no sólo en los mayores de 40. He aquí, la
razón:
El ejercicio permite desarrollar
hueso en los niños
La vida útil de una casa dependerá de la solidez de sus cimientos. Del mismo modo, la salud de los huesos depende de qué
manera se constituyeron en un comienzo.
La mayoría alcanza la "masa ósea máxima" a los 20 años, cuando los huesos han alcanzado su máxima densidad y fortaleza.
Después de alcanzar la masa ósea máxima, la densidad ósea
permanece estable durante la adultez y luego comienza a declinar. Los médicos, alguna vez, pensaron que alcanzar esta cima
dependía, principalmente, de la dieta, de la ingesta adecuada de
calcio y de la exposición al sol, que es necesario para producir
vitamina D en la piel. La vitamina D es necesaria para la
absorción de calcio presente en los alimentos, para el correcto
funcionamiento del tejido óseo y, por lo tanto, para preservar
la fuerza ósea.
Pero estudios recientes han demostrado que, al momento de
echar los cimientos de los huesos, que servirán por el resto de
la vida, el ejercicio es casi tan importante como la dieta. Esto
es así durante la niñez y la adolescencia, pero es especialmente
vital en la pubertad (10) .
En Finlandia, por ejemplo, Marjo Lehtonen-Veromaa y colegas
demostraron que las niñas que realizan mayor actividad física
ganan cerca de un 40% más de masa ósea que las niñas menos
activas de la misma edad (11) . Este hueso adicional contribuye a
la masa ósea máxima y debe darles a estas niñas más activas
una ventaja en el transcurso de sus vidas.
En las niñas, el tejido óseo acumulado entre los 11 y 13 años, aproximadamente, se equipara con la cantidad perdida durante los 30 años
posteriores a la menopausia. (12)
Ego Seeman, de Australia, y otros colegas de Europa estudiaron a gimnastas femeninas, tanto niñas como mujeres de mediana edad, y descubrieron que las gimnastas prepúberes no sólo
tienen mayor posibilidad de presentar mejor densidad ósea,
sino que, en el transcurso de sus vidas, aquellas que se habían
entrenado como gimnastas también presentaban huesos
mucho más densos que quienes no eran gimnastas (13) . En otro
estudio, los niños varones que realizaban actividades cotidianas
intensas presentaban un 9% más de área ósea y un 12% más
de fuerza ósea que los niños varones menos activos (14).
La educación física en la escuela es de vital
importancia, ya que los niños pasan mucho tiempo delante del televisor y la computadora.
La moraleja de este cuento: nunca es demasiado temprano (o
demasiado tarde, como veremos) para comenzar a fortalecer al
máximo los huesos.
4
El ejercicio preserva los huesos
en los adultos
Por lo tanto, el ejercicio puede ayudar a desarrollar hueso en
los jóvenes, y también puede ayudar a preservarlo en los adultos. El ejemplo más ilustrativo no proviene del espacio terrestre. Cuando los cosmonautas y astronautas viajaron, por
primera vez, más allá de la atmósfera terrestre, los médicos
esperaban ansiosos su regreso para determinar de qué manera
los había afectado la gravedad cero. El primer impacto -y el
más obvio- fue que sus músculos se habían consumido. Poco
tiempo después, se descubrió que lo mismo había sucedido
con sus huesos (15).
En la gravedad cero, los músculos no necesitan trabajar tanto
para ayudarnos a sentar, parar o levantar algo. El cuerpo
responde a ésto manteniendo sólo los músculos que son esenciales; lo que sucede con los astronautas es similar a lo que les
sucede a los físico-culturistas retirados: el tejido muscular que
ya no es necesario desaparece, y con él, también puede desaparecer el hueso.
El ejercicio y la preservación de
hueso están íntimamente ligados.
En la actualidad, se comprende mucho mejor la relación entre
densidad ósea y masa muscular. Sabemos que no podemos
depender sólo de la gravedad para proporcionar el estímulo
mecánico que desarrolla hueso e impide que el hueso se consuma; el ejercicio también es de vital importancia.
Densidad mineral ósea
Tal vez, el ejemplo más claro se da en los astronautas terrestres: aquellos que han pasado períodos prolongados en
cama. Como parte de un estudio para investigar los efectos de
largos viajes al espacio, Dieter Felsenberg, de la Universidad de
Berlín, y colaboradores -entre ellos, los de la Agencia Espacial
Europea- estudiaron las consecuencias en voluntarios sanos y
jóvenes, que no pueden usar los músculos durante períodos
prolongados.
Edad
"Terranautas", voluntarios que permanecen postrados
durante semanas, o incluso meses, están ayudando a
los científicos a separar el efecto de la gravedad y el
ejercicio sobre el hueso. Las tres imágenes muestran a
un voluntario joven antes y después de 3 meses (foto
del medio) de reposo. Se requiere un entrenamiento
intenso para recuperar no sólo la masa muscular, sino
también la densidad ósea y la resistencia ósea. Esta
última no se recupera por completo (foto de la
derecha).
Estos "terranautas" pasaron meses postrados, sin hacer ningún
ejercicio. Cuando, finalmente, salieron de la cama, debieron
enfrentar innumerables dificultades: músculos débiles, piernas
que no podían saltar y pérdida ósea. Perdieron hasta el 15% de
la densidad mineral ósea en algo tan corto como un "vuelo
espacial" de tres meses, según explicó Felsenberg.
Tales estudios demuestran la íntima relación entre el ejercicio y
la preservación de hueso.
Sedentaria
Activa
Promedio
Umbral de fractura
40
55
70
85
90
Cambios óseos a lo largo del
tiempo
Este gráfico muestra cómo decae
la densidad mineral ósea (DMO)
con la edad. La línea del medio
muestra la DMO del promedio de
las mujeres a lo largo del tiempo,
y las líneas externas muestran la
DMO de una mujer activa y
sedentaria, respectivamente.
Cuando la DMO cae por debajo
del umbral de fractura (cuando la
fractura se vuelve probable), se
diagnostica osteoporosis. El gráfico muestra que ésto suele suceder
a una edad mucho más temprana
en mujeres sedentarias que en
mujeres activas.
5
El ejercicio preserva los huesos
en los ancianos
El ejercicio puede ayudarnos a todos, no sólo a los terranautas
jóvenes y entrenados. Mehrsheed Sinaki, y colegas de los EE.
UU. y Japón, descubrieron que cuando las mujeres mayores,
posmenopáusicas usaban pequeños pesos para fortalecer los
músculos de la espalda durante un período de aproximadamente dos años, diez años más tarde, tenían los músculos de la
espalda más fortalecidos que sus pares que no se ejercitaban.
Sus huesos eran más fuertes también, en especial, las vértebras.
Pero lo que es aún más importante: estos ejercicios para fortalecer la espalda redujeron, casi tres veces, la posibilidad de
sufrir una fractura (16).
En estas mujeres, entre 58 y 75 años, sólo el 11% de las que
hacía ejercicio presentó, por lo menos, una fractura vertebral,
mientras que más del 30% sufrió una fractura en el grupo que
no había seguido la rutina de ejercicios. La posibilidad de sufrir
una fractura de columna por compresión, o bien, de presentar
vértebras acuñadas se duplicó en aquellas que no habían participado en la rutina de ejercicios de espalda. El acuñamiento
vertebral es una enfermedad en la cual la vértebra, normalmente de forma rectangular, está comprimida de un lado, lo
que le da un aspecto de cuña. El acuñamiento, que puede ser
muy doloroso, puede devenir en cifosis o curvatura de la
columna, si hay varias vértebras afectadas.
Vértebras acuñadas, marcadas con un círculo en imagen de la
derecha, pero ausentes en imagen de la izquierda, tomada
del mismo paciente dos años antes. Esta afección puede ser
la principal causa de dolor e inmovilidad en pacientes
ancianos con osteoporosis (imagen de cita 17).
Mujeres posmenopáusicas, que participaron en un programa
de ejercicios de espalda durante dos años. La posibilidad de
presentar vértebras acuñadas se redujo a la mitad, en comparación con las pacientes del grupo control.
40
30
n=7/23
30.4%
Ejercicio de espalda (n=27)
Controles (n=23)
% 20
n=3/27
11.1%
10
n=6/378
1.6%
0
n=14/322
4.3%
n=6/378 n=9/322
2.8%
1.6%
Ejercicio Controles
de espalda
Ejercicio Controles
de espalda
Ejercicio Controles
de espalda
Nº de fracturas
por compresión
Nº de acuñamientos
de vértebra
Nº de sujetos
con fractura
Los ejercicios para fortalecer la
espalda reducen el riesgo de fractura
vertebral
Este gráfico demuestra el efecto del fortalecimiento muscular de la espalda
sobre la tasa de fracturas por compresión vertebral y acuñamiento vertebral
en mujeres posmenopáusicas. Luego de
diez años de haberse realizado un programa de ejercicios de espalda, de dos
años de duración, la tasa de mujeres
con fracturas fue solo del 11% en el
grupo que realizó ejercicio, comparado
con un 30% en el grupo control. Tanto
el acuñamiento como las fracturas por
compresión vertebral fueron significativamente menores en el grupo que realizó ejercicios de espalda, que en el
grupo control muchos años después de
interrumpir los ejercicios. (Modificado de
la cita 18, con permiso.)
Los ejercicios de espalda
en personas de mediana
edad pueden ayudar a
prevenir el debilitamiento o las fracturas vertebrales durante la tercera
edad.
6
El ejercicio ayuda a
mejorar la postura y
mantener el equilibrio: previene caídas
Si bien una persona con osteoporosis presenta un riesgo
Fotos: Kerstin Zillmer
mucho mayor de sufrir una fractura de hueso que alguien que
posee densidad mineral ósea normal, los estudios han
demostrado que suele ser una caída lo que ocasiona la fractura.
Esto coloca a los mayores en un riesgo aún mayor de fracturarse un hueso, ya que, generalmente, se caen con mayor frecuencia. De hecho, cada año, aproximadamente dos de cada
cinco (40%) personas mayores de 65 años se cae, por lo
menos, una vez. Por tal motivo, evitar caídas podría ser la clave
para prevenir fracturas, en especial, fracturas de cadera, que, en
su mayoría, son el resultado directo de una caída.
Cada año, aproximadamente dos de
cada cinco personas mayores de 65
años se cae, por lo menos, una vez.
Entonces, ¿cómo prevenir las caídas? Luego de recibir
tratamiento por una caída con consecuencias graves, los
ancianos deben recibir asesoramiento multidisciplinario para
poder identificar y manejar futuros riesgos, así como también
intervención personalizada para promover la independencia y
mejorar la función física y psicológica. Además de brindarles
asesoramiento sobre los riesgos en el hogar, el deterioro de la
visión y los medicamentos, resulta esencial facilitarles ejercicios
orientados al fortalecimiento y equilibrio (19).
Numerosos estudios han demostrado que aquellos que tienen
una mejor postura, mejor equilibrio y mayor fuerza muscular
están mucho menos propensos a caerse y, por lo tanto, menos
propensos a lastimarse. Por otra parte, aquellos que llevan una
vida más sedentaria están más propensos a fracturarse la
cadera que los más activos. Por ejemplo, las mujeres que permanecen sentadas más de nueve horas por días son, en un
Los programas de ejercicios personalizados incluyen ejercitación para
mantener el equilibrio, a fin de reducir la posibilidad de una caída.
Efecto del ejercicio personalizado sobre las caídas que sufren los ancianos
1.2
Control
Control
1
Riesgo
Ejercicio
0.8
Ejercicio
0.6
0.4
0.2
0
Caída
Caída con consecuencias graves
Este gráfico demuestra
que las personas mayores de 80 años que realizan ejercicio periódico
sufren un 20% menos
de caídas y, aproximadamente, un 35%
menos de caídas con
consecuencias graves,
que sus pares sedentarios (cita 20).
7
50%, más propensas a una fractura de cadera, que aquellas que
permanecen sentadas menos de seis horas por día (21).
Como consecuencia de estos hallazgos, muchos grupos de
investigación han estado analizando los beneficios del ejercicio
en los ancianos, como medio para mejorar su coordinación,
fuerza y equilibrio.
Las mujeres que permanecen sentadas más de 9 horas por día son más
propensas a las fracturas de cadera.
Con los datos recavados en estos estudios, se demuestra que,
en las mujeres mayores de 80 años, una rutina personalizada de
ejercicios, que incluye fortalecimiento muscular progresivo,
ejercicios de equilibrio y un plan de caminatas, puede reducir el
riesgo general de caída en un 20% y disminuir las caídas con
consecuencias graves en más de un 30% (21).
Los programas de ejercicios personalizados reducen las caídas y las
lesiones ocasionadas por las caídas.
El tema del equilibrio en estos ejercicios puede ser clave. Un
estudio ha demostrado, por ejemplo, que los pacientes que
practican Tai Chi, un arte marcial chino, milenario, basado en
el equilibrio, experimentan la mitad de las caídas que sufren
sus pares. Esta importante mejora se logró en sólo 15 semanas,
durante las cuales los pacientes recibían una clase de Tai Chi
por semana, con un instructor, y debían practicar, solos, dos
veces por día durante 15 minutos.
El Tai Chi es un arte marcial chino, milenario, que consiste en una serie de
movimientos lentos, suaves, constantes.
Es particularmente propicio para los
ancianos, ya que los ayuda a desarrollar
fuerza muscular y a mantener mejor el
equilibrio y la concentración.
Efecto del Tai Chi sobre las caídas en los ancianos
1.2
El ejercicio puede ayudar a prevenir
futuras fracturas, aliviar el dolor y
ayudar a mantener la calidad de vida.
Control
Foto: Kerstin Zillmer
Riesgo
1
0.8
0.6
Tai Chi
0.4
0.2
0
Caída
Los pacientes que realizan Tai Chi dos veces por día
presentan una notable disminución, de alrededor
del 50%, en los riesgos futuros (cita 20).
Esta imagen ilustra un tipo de ejercicio
para fortalecer los músculos, que se utiliza
en las rutinas de ejercicios personalizados.
Foto: Dr. Geoff Higgs
8
El ejercicio contribuye
a la rehabilitación
El ejercicio ayuda a desarrollar y preservar los huesos;
además, mejora el equilibrio y la postura. Por tanto, puede
desempeñar un papel preponderante en la prevención de
osteoporosis y fracturas.
Sin embargo, el ejercicio también puede ser esencial en la rehabilitación. Recuerde: la fuerza muscular y la fuerza ósea están
relacionadas. Los ejercicios para fortalecer los músculos
pueden ayudar a recuperar hueso a aquellas personas que han
desarrollado osteoporosis; también pueden brindar alivio
frente a uno de los síntomas más debilitantes de la
osteoporosis: el dolor.
Ejercicio y fracturas vertebrales
El dolor crónico es, quizás, sumamente problemático para las
personas con cifosis o curvatura de columna. Es una consecuencia de la osteoporosis que, muy a menudo, se observa en
mujeres mayores y, comúnmente, se atribuye a "sólo un síntoma más del envejecimiento". De hecho, la cifosis se debe,
usualmente, a fracturas vertebrales por osteoporosis, que se
producen, en especial, en la parte superior de la espalda.
Cuando las vértebras se debilitan, ya no pueden soportar el
peso del cuerpo y comienzan a comprimirse. Esta compresión,
que suele ocurrir en el borde anterior de las vértebras, deviene
en la curvatura hacia delante de la columna, comúnmente
conocida como "joroba".
La cifosis produce pérdida de altura, mala postura y un cambio
en el centro de gravedad. Debido a estos cambios, las personas
con cifosis presentan un riesgo mayor de caídas y, posiblemente, de fracturas.
En el peor de los casos, la curvatura de la columna es tan seria,
que la caja torácica está comprimida contra la pelvis. Esto
Esta foto, que muestra tres generaciones de mujeres de Corea
del Sur, ilustra claramente los efectos progresivos de las fracturas vertebrales por osteoporosis.
suele suceder cuando las fracturas vertebrales producen una
pérdida de altura adicional. A causa de esta postura forzada,
los pacientes pueden experimentar fuerte dolor crónico y, también, dificultades al respirar. A los pacientes con cifosis les
resulta difícil realizar las actividades cotidianas y están propensos a sufrir depresión.
El ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor y algunos de los síntomas de la cifosis. Mediante el fortalecimiento de los músculos de la espalda, es posible enderezar la columna. Se ha
demostrado que ésto aumenta la movilidad y reduce el dolor(22).
Este tipo de tratamiento puede mejorar notablemente la calidad de vida del paciente.
El ejercicio también puede ser una parte importante de un
esquema de tratamiento diseñado para prevenir futuras fracturas. Con el tiempo, los pacientes con cifosis suelen sufrir
múltiples fracturas vertebrales. Se ha demostrado que "el tiempo desde que se produjo la última fractura" es un determinante
clave en la calidad de vida de estos pacientes(23).
El ejercicio puede ayudar a aliviar
el dolor y algunos de los síntomas
de la cifosis.
Ilustración: Anuschka Dupalo-Loss
9
El ejercicio puede contribuir a la
recuperación de fracturas de cadera
Las fracturas de cadera pueden ser la complicación más grave
que surja a causa de la osteoporosis.
Además de la incapacidad, las tasas de mortalidad en quienes
han sufrido una fractura de cadera alcanzan hasta un 20% más
que en sujetos de la misma edad y sexo.
Foto: Kerstin Zillmer
Más del 95% de los pacientes requieren intervención quirúrgica para reparar la fractura de cadera, y de ellos, menos de un
tercio recuperará el normal funcionamiento, y otro tercio
pierde su independencia y requiere atención permanente. Esto
constituye un obstáculo para los pacientes, sus familiares y los
sistemas de salud.
Menos de un tercio de los pacientes sometidos a una intervención
quirúrgica, para reconstruir una
fractura de cadera, recuperará el
normal funcionamiento.
Estudios recientes han demostrado que un entrenamiento
intenso puede producir mejoras en la fuerza y el funcionamiento de pacientes ancianos, que han sido sometidos,
quirúrgicamente, a un reemplazo de cadera(24).
Los pacientes que recibieron el tratamiento con ejercicios
mejoraron notablemente en una serie de actividades de la vida
cotidiana, tales como levantarse, caminar, subir las escaleras y
mantener la postura. Por ejemplo, caminaban, en promedio, un
50% más rápido y subían las escaleras casi un 30% más rápido
que los pacientes que no habían recibido esta rutina de ejercicios.
Foto: Rolf Schulten
Emocionalmente, los pacientes que habían recibido el
tratamiento con ejercicios estaban menos angustiados por su
estado general, que los pacientes que no recibieron tratamiento. Sin embargo, ambos grupos de pacientes temían a las caídas(24).
Puntos clave para recordar:
¡Muévalo o piérdalo! La masa ósea y el ejercicio
están íntimamente ligados.
¡Invierta en sus huesos! Los niños deben hacer
mucho ejercicio para desarrollar su masa ósea máxima.
El ejercicio, además de una dieta y un estilo de
vida saludables, puede ayudar a preservar la densidad ósea y demorar el proceso que conduce a la
osteoporosis.
Al mejorar el equilibrio, la fuerza y la agilidad, el
ejercicio ayuda a prevenir las caídas que producen
fracturas.
Los ejercicios de impacto y con peso son los más
indicados: prefiérase salto, trote o ejercicios con
pesas, en lugar de natación o ciclismo.
Un programa de ejercicio personalizado es un aspecto importante de la rehabilitación posterior a la fractura. Estas imágenes
muestran los ejercicios utilizados en un programa especializado
de rehabilitación, supervisado por profesionales.
El ejercicio puede contribuir a la rehabilitación.
Nunca es demasiado tarde para empezar a hacer
ejercicio. Sin embargo, es preciso consultar al médico sobre el nivel y el tipo de ejercicio más adecuado
para cada persona.
10
Ejercite sus huesos
Los ejercicios periódicos con peso ayudan a desarrollar masa
ósea en los jóvenes y ayudan a preservarla en los adultos. Para
quienes no realizan ninguna actividad física, éste es el momento de comenzar, no importa la edad. Aquellos que sí realizan
una rutina de ejercicios deben evaluar si ésta contribuye a la
salud ósea y, en caso contrario, deben comenzar a incluir
actividades que sí lo hagan. He aquí, algunos consejos:
Ejercicio para la salud ósea
• Las personas que sufren alguna enfermedad o aquellas que
no han estado haciendo ejercicio periódico deben consultar a
su médico antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios. Un
terapista físico está en condiciones de asesorar sobre las formas más adecuadas y seguras de ejercicio.
• Los ejercicios con peso y los ejercicios de gran impacto
estimulan la formación ósea. Se recomienda los deportes que
implican levantar peso, correr, correr carreras de alto impacto
y saltar. Los deportes de bajo impacto y baja carga, tales como
la natación y el ciclismo, son beneficiosos para la salud cardiovascular y mejoran la fuerza muscular, pero no promueven la
formación ósea. Estos son algunos ejemplos de ejercicios para
los huesos:
- caminata
- trote
- baile
- tenis
- voleibol
- rutinas con ejercicios de fuerza o ejercicios de
resistencia, en un gimnasio
• Comenzar lentamente y continuar gradualmente.
• Los ejercicios cortos e intensos son más eficaces para desarrollar hueso. Las carreras de alto impacto cortas son mejores
que un trote largo y lento.
• Es preferible realizar dos sesiones cortas de ejercicios, separadas por 8 horas, que una sesión larga.
• Si se debe reducir el tiempo de ejercitación, es mejor reducir
la duración de cada sesión, que el número de sesiones por
semana.
• El ejercicio que mejora la postura y el equilibrio nos ayudará
a protegernos de las caídas y disminuirá la posibilidad de fracturas óseas.
Foto: Kerstin Zillmer
• Mantener una dieta y un estilo de vida equilibrados y sanos;
el ejercicio, por sí solo, no puede prevenir la osteoporosis. El
calcio y la vitamina D también son necesarios para desarrollar
y preservar la masa ósea, y el cigarrillo y el exceso de alcohol
pueden contribuir a la pérdida de hueso. En ciertos casos, también se requiere la prescripción de algún medicamento para
detener la pérdida de hueso.
¡El ejercicio debe ser divertido! Elija
una actividad que le agrade: tenis,
caminata, baile u otros deportes.
11
Ejercicios para controlar la
osteoporosis
Ejercicios de rehabilitación
posfractura
Tal como se describió antes, resulta importante hacer ejercicios
con peso y ejercicios de fuerza. Sin embargo, se recomienda
consultar al médico, enfermero o terapista físico antes de
comenzar un plan de ejercicios. Aquí enunciamos algunas pautas:
El objeto de los ejercicios posfractura es aliviar el dolor y ayudar al paciente a recuperar la movilidad y autonomía. Es esencial la supervisión del terapeuta físico, que garantice que la
rutina de ejercicios se ajusta a las necesidades de cada individuo, y que permita reducir el riesgo de otras lesiones como
consecuencia de la caída. El ejercicio en agua caliente suele ser
el primer paso, antes de intentar otros ejercicios.
• Comenzar un programa básico de fortalecimiento
• Prestar atención a las caídas. Si es posible, anotarse en un
programa de prevención de caídas
• Las personas con osteoporosis y aquellas que han sufrido
fracturas deben tener en cuenta ciertas limitaciones y deben
tomar precauciones a la hora de hacer ejercicio. Ejemplos:
- evite movimientos bruscos o torsiones
- evite movimientos repentinos o de alto impacto
- evite ejercicios abdominales
- evite inclinarse hacia delante forzando la cintura
- evite levantar peso excesivo
Se ha demostrado que los programas de ejercicios intensos,
supervisados, especialmente diseñados para personas con masa
ósea reducida, son sumamente eficaces para preservar la densidad ósea y la salud del esqueleto(25).
Evite el exceso de ejercicio
Hay quienes realizan demasiado ejercicio. El ejercicio debe
ajustarse a las necesidades de cada individuo. Considere los
siguientes hechos relevantes:
• Las mujeres y las adolescentes que se ejercitan en exceso
pueden desarrollar amenorrea (interrupción de la menstruación) debido a una deficiencia de estrógeno. En las jóvenes, la
deficiencia de estrógeno contribuye a la pérdida de hueso, tal
como lo hace después de la menopausia.
• La preocupación por el exceso de ejercicio puede ir de la
mano de trastornos alimentarios, como la anorexia o la bulimia. La pérdida de nutrientes esenciales asociada con estos
trastornos tiene un efecto nocivo sobre el hueso, y, en las
anoréxicas, un cuerpo demasiado delgado suele conducir a la
amenorrea.
• Los atletas de ambos sexos, que realizan ejercicio excesivo sin
la adecuada ingesta calórica, presentan un alto riesgo de osteoporosis. Los atletas que se entrenan arduamente, mientras
intentan mantener el peso por debajo de un cierto nivel, por
razones competitivas, corren serio riesgo.
• El exceso de ejercicio puede ocasionar fracturas o lesiones en
las articulaciones.
• Los mayores y quienes ya tienen osteoporosis pueden presentar riesgo de fractura si, repentinamente, comienzan una
rutina de ejercicios muy intensa. Primero, deben consultar a un
médico. Es preciso diseñar, gradualmente, una rutina de ejercicios.
• Algunos ejercicios o deportes aumentan la posibilidad de
caída y, por lo tanto, de fractura. Las rutinas de ejercicios deben
ajustarse a las capacidades y circunstancias de cada individuo.
El objeto de los ejercicios posfractura es
aliviar el dolor y ayudar al paciente a recuperar la movilidad y autonomía. El ejercicio
en agua caliente suele ser el primer paso,
antes de intentar otros ejercicios.
12
Estudio de casos
Margaret Austin, Nueva
Zelanda
"Sin duda, vale la
pena invertir en
nuestros huesos".
Margaret Austin ha vivido en
Christchurch, Nueva Zelanda,
durante los últimos 50 años.
Enseñaba biología en colegios
secundarios locales antes de
ser electa en el Parlamento, en 1984. En 1988, a los 55 años,
hacía 10 años que Margaret Austin era posmenopáusica. Si
bien era muy activa y caminaba a diario, comenzó a notar que
estaba encorvada, lo cual le hizo perder algo de altura.
Sospechando que se trataba de osteoporosis, el médico ordenó
un estudio de densidad ósea, que reveló que, en efecto,
Margaret estaba enferma y presentaba un alto riesgo de fractura. Tras consultar con su médico, decidió hacer cambios
inmediatos en su vida para intentar, si no era posible detener la
enfermedad, al menos, retrasar el daño.
"Siempre me gustó nadar", explica Margaret, "y, por lo tanto,
me consideraba razonablemente apta y ciertamente saludable.
Ahora he decidido cambiar por el gimnasio, y durante los últimos 15 años, he realizado una rutina de ejercicios tres veces
por semana. Incluye 30 minutos de ejercicio cardiovascular y
30 minutos de ejercicio con peso; la rutina cambia cada 2 ó 3
meses, de manera de ejercitar la mayor cantidad de músculos
posible".
Durante 12 años, Margaret complementó la rutina de ejercicios
con un tratamiento de reemplazo hormonal y un suplemento
de calcio, pero cambió, hace tres años, por una combinación
de calcio y bifosfonato -droga que reduce el riesgo de fractura,
demorando la pérdida ósea. Ha tenido algunos problemas: se
fracturó la tibia y el peroné cuando paseaba por un parque
nacional, su pierna derecha quedó atrapada en el tronco de un
arbusto. Sin embargo, ella y su médico creen que su estado físico, en ese momento, la ayudó en la recuperación, que no presentó inconvenientes. No ha modificado la rutina de ejercicios
y está segura de que el estado de sus músculos es muy bueno.
Desde entonces, ha hecho algunos paseos tranquilos y camina,
periódicamente, además de la rutina del gimnasio.
Recientemente, se realizó un estudio de densidad ósea, que
reveló un incremento de la densidad ósea en cadera y columna,
que era normal para su edad.
Acaba de jubilarse de rectora de la Universidad Lincoln, pero
continúa siendo presidenta de la Comisión Nacional de la
UNESCO en Nueva Zelanda y aún participa en actividades de
salud y arte en Christchurch. "Me considero una afortunada",
dice Margaret. "El estar encorvada no me ocasionó ningún
dolor, ni se interpuso en mi trabajo o vida social".
Prevenir el inicio de la osteoporosis es ideal, pero nunca es
demasiado tarde para comenzar a recuperar o, por lo menos,
tratar los huesos débiles. El consejo de Margaret es resolución:
"Nunca se rinda, continúe con el ejercicio; es posible convencerse de que realmente vale la pena invertir en los huesos".
Anne Wong, Hong Kong
"Ahora creo en la
lucha contra la osteoporosis".
Desde los 60 años, Anne
Wong, 64, ha experimentado
dolor de espalda. El dolor
crónico le impedía realizar los
quehaceres domésticos y redujo sus actividades cotidianas.
Recuerda: "Sentía un dolor intenso cada vez que permanecía
parada o sentaba mucho tiempo. Interfería en mi vida; me
deprimía. Pronto descubrí que el cuello y los hombros estaban
encorvados, pero creía que el dolor de espalda y la espalda
curva eran una característica típica de las mujeres mayores, así
que no consulté al médico".
Hace tres años, Anne se resbaló en el baño mientras se bañaba
y sufrió una grave fractura de columna por compresión.
Después de permanecer internada durante dos semanas, un
estudio de densidad ósea confirmó que tenía osteoporosis y
baja densidad mineral ósea. Su terapeuta físico le enseñó ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y le explicó que estas
actividades podrían reconstruir un esqueleto débil, mejorar la
simetría postural y, también, ayudar a disminuir las caídas.
Anne decidió incorporar lo que había aprendido en una rutina
de ejercicios seria. Ahora, realiza ejercicios de estiramiento y
fortalecimiento durante una hora dos veces por semana.
También practica Tai Chi media hora todas las mañanas.
El médico de Anne advirtió que su altura no se redujo más, y
que también hubo un aumento en la densidad ósea, gracias a la
medicación. Ya no sufre dolor de espalda. Su fuerza muscular
ha mejorado considerablemente y presenta mayor coordinación. "Soy conciente de la importancia del ejercicio periódico", dice Anne, "me siento mucho más fuerte y contenta.
Ahora creo en la lucha contra la osteoporosis".
13
Celia Marcela Casals,
Argentina
porosis y en la osteopenia lumbar. En la actualidad, gozo de
buena salud psicofísica, gran energía y estabilidad emocional, y
creo que ello se debe, principalmente, a toda la actividad física
que realizo".
"¡Me animé a
correr tres
maratones!"
"Oí hablar, por primera
vez, de la osteoporosis
cuando mi madre se fracturó la cadera a los 60
años. Luego sufrió una
serie de fracturas severas y
murió como consecuencia de otra fractura de cadera".
"En esa época, yo no realizaba ninguna actividad física, a pesar
de que mis antecedentes genéticos sugerían que tenía un alto
riesgo de osteoporosis. En enero de 1993, visité al doctor José
Zanchetta (véase foto), director del Instituto de
Investigaciones Metabólicas de Buenos Aires, para el
tratamiento de un adenoma paratiroideo. Fue entonces cuando
me diagnosticaron osteoporosis, y comprendí que tenía que
cuidar mi propio cuerpo y cambiar mi estilo de vida".
"Soy abogada y psicóloga, pero ahora sólo ejerzo de psicóloga
y atiendo casos individuales en mi consultorio. Me organizo de
tal manera de dedicarle suficiente tiempo al trabajo, así como
también a mi salud en general y a la actividad física. Tomo
suplemento de calcio y medicación, y dedico mucho tiempo al
ejercicio. Comencé realizando movimientos rítmicos expresivos. En 1995, empecé a hacer Yoga Iyengar, que incluye
fuerza y estiramiento. Le dediqué dos horas por día durante
cinco años. En 1999, probé gimnasia aeróbica, por la cual, día
a día, comencé a experimentar un gran entusiasmo. Acompaño
todo esto con ejercicios con peso, lo cual me ayuda a aumentar
la densidad mineral ósea y a fortalecer la estructura de apoyo.
No siento ningún dolor, a diferencia de lo que le sucede a
mucha gente de mi edad".
" En 2003, conocí la disciplina de combate, una combinación
de artes marciales, aeróbica y boxeo. Practicar esta disciplina
me produce un gran placer, porque me conecta con la diversión, el poder, la fuerza, la velocidad y la coordinación de
movimiento. Es realmente gratificante ver y sentir que, con
constancia y perseverancia, a los 64, puedo realizar la misma
actividad física que practican mis compañeras más jóvenes".
"A partir de julio de 2004, comencé a trotar con un entrenador
personal. En la actualidad, troto tres veces por semana, muy
temprano por la mañana. Siempre uso un cardiotacómetro
para controlar el ritmo cardíaco. Aún tomo las clases de gimnasia por la tarde".
"Afortunadamente, cuento con el apoyo y el estímulo de mi
médico, quien me sugirió que hiciera todo el ejercicio que
quisiera, pero que prestara atención a las fracturas y lesiones,
de las cuales es difícil recuperarse a mi edad. Entonces, luego
de verificar que los controles cardiovasculares eran normales,
¡me animé a participar en tres maratones!"
"Los estudios han revelado una notable mejoría en la osteo-
Gonul Erdinc, Turquía
"El ejercicio se ha
convertido en parte
de mi vida cotidiana".
Gonul Erdinc, 68, es una
maestra jubilada, a quien le
diagnosticaron osteoporosis a
los 64 años. Tras sufrir dolor
de espalda recurrente y haber
advertido que estaba cada vez
más encorvada, Gonul decidió
consultar al médico. Un estudio de densidad mineral ósea, realizado posteriormente, reveló que tenía osteoporosis. Si bien su
médico le había prescripto medicamentos, Gonul no los tomaba de forma periódica e, incluso, abandonó el tratamiento por
completo durante algunos años.
Hace siete meses, mientras se inclinaba hacia delante para
abrazar a su nieto, Gonul, de repente, sintió un dolor fuerte en
la espalda. Acudió nuevamente al médico, quien le diagnosticó
fractura vertebral por osteoporosis. Gonul volvió a tomar la
medicación y, luego del tratamiento de la fase aguda posfractura, fue incluida en un programa de ejercicios y caminatas
periódicas.
Ahora, Gonul toma los medicamentos periódicamente y se
asegura de seguir el consejo del médico. Su programa de ejercicios incluye una serie de ejercicios de movimiento para el cuello, así como ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para
todos los músculos del cuerpo, en especial, el músculo extensor de la espalda. También trota tres veces por semana.
"Desde que hago estos ejercicios me siento mejor y más activa", dice Gonul. Antes de comenzar la rutina de ejercicios,
sufría dolores intensos luego de hacer los quehaceres domésticos o las compras. "Ahora puedo hacer las tareas de la casa de
manera independiente y voy de compras sola sin sentir dolor.
Pero soy cuidadosa. Cuando voy de compras, trato de llevar
bolsas pequeñas, livianas, en lugar de pesadas".
Gonul cree que el ejercicio periódico es tan eficaz para su
espalda como un calmante y sostiene, "Me alegra que el ejercicio forme parte de mi vida diaria, se lo recomendaría a todos".
14
Maureen Dunn, Canadá
Dónde obtener información adicional
"Nadie debería permitir que la osteoporosis lo paralice".
Maureen Dunn descubrió que
tenía osteoporosis hace 10
años. Se cayó y se quebró la
muñeca luego de que un
ladrón la tirara mientras
intentaba robarle el monedero.
El estudio de densidad ósea
confirmó lo que incluso la radiografía había revelado: alto
grado de osteoporosis.
De niña, Maureen siempre había sido delgada y nunca le gustó
la leche ni los lácteos. A pesar de ser una persona físicamente
activa, su aversión a los lácteos se prolongó durante su adultez,
y la baja ingesta de calcio debe de haber contribuido al desarrollo de la osteoporosis con el correr de los años.
Antes de que le diagnosticaran osteoporosis, Maureen era una
ávida corredora, disfrutaba la actividad con su marido y sentía
una enorme pasión por ella. A pesar de que le diagnosticaron
la enfermedad a los 58 años, Maureen continúa corriendo -con
mayor cuidado al dar los pasos, quizás, pero ese deporte aún
forma gran parte de su vida. De hecho, corre algunos días por
semana y hace ejercicio con peso el resto de los días.
También se asegura de incorporar suficiente calcio, bebiendo por lo menos- una vaso de leche por día, ingiriendo alimentos
ricos en calcio y tomando un suplemento de calcio con vitamina D. A Maureen también le gusta viajar y acaba de regresar de
un viaje de cinco semanas a Toscana, Italia, donde subió los
463 escalones para llegar a la parte más alta del famoso
Duomo, en Florencia.
"Estoy convencida de que mi estilo de vida activo me está ayudando a superar el obstáculo físico, que suele vincularse con la
osteoporosis", afirma Maureen. "Nadie debería permitir que la
osteoporosis lo paralice".
Maureen desea poder motivar a la gente para que incorpore la
actividad física a su vida, a pesar de la osteoporosis o la edad.
Es voluntaria de la línea de ayuda 1-800 de la Sociedad
Canadiense de Osteoporosis, y brinda información telefónica
una tarde por semana. Maureen también explica los ejercicios
en el video de ejercicios BoneSmart, lanzado por la Sociedad.
Hay muy buen material, que brinda información
sobre el ejercicio. A continuación, enunciamos una
breve selección, en idioma inglés, para el público:
Videos
• Be Bone Wise TM Exercise Video
National Osteoporosis Foundation (USA)
Disponible en www.nof.org
• BoneSmart Video
Osteoporosis Society of Canada
Disponible en www.osteoporosis.ca
• Falls Prevention Exercise Video
Osteoporosis Australia
Disponible en www.osteoporosis.org.au
Publicaciones
• Exercise for Strong Bones:
Your Easy-to-follow Guide to Reducing Your Risk
of Osteoporosis by Joan Bassey,
Susie Dinan (Carroll & Brown Fitness Book,
ISBN 1903258383)
• Exercise and Osteoporosis:
Exercises for
people with osteoporosis
National Osteoporosis Society
Disponibe en www.nos.org.uk
• Fit but Fragile
National Osteoporosis Society
Disponible en www.nos.org.uk
• Be Taller, Stronger, Longer!
Osteoporosis Society of Canada
Disponible en www.osteoporosis.ca
Sitio web
• WHO pages on diet and physical activity
www.who.int/dietphysicalactivity/en/
Asimismo, muchas otras sociedades miembro de la
IOF poseen material y rutinas de ejercicios completos, que se ajustan a las condiciones locales y han
sido producidos en los idiomas locales.
Por favor, visite www.osteofound.org, donde
encontrará la información necesaria para contactar a la sociedad de osteoporosis de su país.
15
Estudios citados
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projections for hip fracture. Osteoporos Int 7:407-413.
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diagnosis and management of osteoporosis. The European
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study in Rochester, Minnesota, 1985-1989. J Bone Miner Res
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16
Una de cada tres mujeres y uno de cada
cinco hombres mayores de 50 años tendrán
osteoporosis. ¿Es usted uno de ellos?
La osteoporosis debilita los huesos. Produce
gran incapacidad. Puede ser fatal.
Pero la osteoporosis puede detectarse de
forma temprana. Puede ser tratada.
¿Presenta usted riesgo de sufrir osteoporosis?
Haga el test de un minuto para determinar el riesgo de osteoporosis
1. ¿Alguno de sus padres se quebró la cadera 6.
después de un golpe o una caída menor?
Sí
No
2.
¿Se quebró usted un hueso después de
un golpe o una caída menor?
Sí
No
3. ¿Ha tomado corticoides (cortisona,
prednisona, etc.) durante más de 3
meses?
Sí
No
7.
8.
9.
4. ¿Ha perdido más de 3 cm (algo más de
1 pulgada) de altura?
Sí
No
5. ¿Suele beber en exceso (superando los
límites establecidos)?
Sí
No
10.
¿Fuma más de 20 cigarrillos por día?
Sí
No
¿Tiene, frecuentemente, diarrea (causada por problemas
como enfermedad celíaca o enfermedad de Crohn)?
Sí
No
Mujeres: ¿Comenzó la menopausia antes de los 45
años?
Sí
No
¿Se interrumpieron sus menstruaciones durante 12
meses o más (a excepción de embarazo o menopausia)?
Sí
No
Hombres: ¿En alguna oportunidad, experimentó
impotencia, falta de libido u otros síntomas relacionados con bajos niveles de testosterona?
Sí
No
Si contestó de manera afirmativa alguna de estas preguntas, no significa que
usted tiene osteoporosis. El diagnóstico de osteoporosis sólo puede hacerlo
un médico, a través de un estudio de densidad ósea. Recomendamos que le
muestre este test a su médico, quien le indicará si es necesario realizar otros
estudios. Lo bueno es que la osteoporosis puede diagnosticarse fácilmente y
tratarse.
Hable con la sociedad de osteoporosis de su país acerca de los cambios que
usted podría hacer en su estilo de vida para reducir el riesgo de osteoporosis.
Puede contactar a su sociedad de osteoporosis local, a través de:
www.osteofound.org
La IOF es un organismo internacional, no gubernamental, que representa a una liga mundial de
pacientes, sociedades médicas y de investigación,
científicos, profesionales de la salud y a la industria de la salud. La IOF trabaja en sociedad con sus
miembros y con otras organizaciones del mundo,
para acrecentar la conciencia y mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento tempranos
de la osteoporosis. Si bien la osteoporosis afecta a
millones de personas en todo el mundo, aún no
se ha tomado verdadera conciencia de la enfermedad; los médicos, a menudo, no la diagnostican; el equipamiento diagnóstico suele ser escaso
o no se lo utiliza en su totalidad, y el tratamiento
no siempre está al alcance de aquellos que lo
necesitan para prevenir la primera fractura. El
número creciente de miembros de la IOF ha
ascendido a más del doble desde 1999, lo cual
refleja la creciente preocupación mundial por este
Créditos
Editor principal: Helmut Minne, MD, presidente del Comité de
Sociedades Nacionales de la IOF: Clínica "Der Fürstenhof",
Centro de Endocrinología; Academia Alemana de Ciencias
Osteológicas y Reumatológicas
Editor adjunto: Michael Pfeifer, MD, Instituto de Osteología
Clínica Gustav Pommer y Medwiss Bad Pyrmont; Academia
Alemana de Ciencias Osteológicas y Reumatológicas
grave problema de salud. Hay 179 sociedades
miembro en más de 80 lugares del mundo (junio
de 2005).
Para más información acerca de la IOF y para contactar a una sociedad miembro de la IOF en su
país, visite: www.osteofound.org
IOF
5 Rue Perdtemps
CH-1260 Nyon
Suiza
Tel: +41 22 994 0100
Correo electrónico: [email protected]
Sitio web: www.osteofound.org
Gulseren Akyuz, Turquía
Steven Boonen, Bélgica
Moira O'Brien, Irlanda
Outi Pohjolainen, Finlandia
Mehrsheed Sinaki, EE. UU.
Ethel Siris, EE. UU.
Rene Rizzoli, Suiza
José Zanchetta, Argentina
Supervisora del proyecto: Laura Misteli
Asesor del proyecto: Paul Sochaczewski
Escritor: Tom Fagan
Diseño: Brandcom, Basilea, Suiza
Asesores del proyecto:
En sociedad con:
Centros
Bone & Joint
Colaboradores
Decade
de la Organización
Mundial de la
Salud, Lieja, Bélgica;
Ginebra, Suiza;
Sheffield, Reino
Unido
Consejo
Internacional
de Enfermeros
Instituto
Europeo
de la Salud
de la Mujer
Liga Internacional
de Organizaciones
de Pacientes
Foro Europeo
Sociedad
sobre la Salud
del Hombre
Sociedad
Internacional de
Medicina Física y
Rehabilitación
"Si hubiera más gente motivada para cuidar su propia salud, podríamos
reducir significativamente el impacto de la osteoporosis. La IOF está alentando a la gente para que sea más responsable de la salud de sus huesos.
Me agrada esa clase de actitud práctica, motivadora. No
somos víctimas, somos responsables".
Su Majestad Reina Rania de Jordania, Patrocinadora de la IOF
Iniciativa "Muévase para estar sano", de la OMS
Una resolución de 2002, de la OMS, insta a los Estados Miembro
a celebrar, todos los años, un día denominado "Muévase para
estar sano", a fin de promover la actividad física como algo esencial para la salud y el bienestar. También insta a los países a
desarrollar estrategias globales y locales sobre dieta, actividad
física y salud, en el ámbito de un abordaje integrado para prevenir enfermedades no transmisibles y promover la salud.
IOF – Outreach and Education: 06; June 2005