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Conciertos de
Santa Cecilia
AUDITORIO
Ateneo Musical del Puerto
C/Francisco Baldomá nº 40
Valencia
Domingo 28 de Noviembre de 2010 11:30 H
Conjunto Instrumental
Ateneo Musical del Puerto
Programa de Concierto
Conjunto instrumental
Ateneo Musical del Puerto
“Concierto audio-visual”
PRIMERA PARTE
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Al meu nano
Piratas del Caribe
La Pantera Rosa
Harry Potter
Jurassic Park
Pedro José Viso
Klaus Badelt
Henry Mancini
John Williams
John Williams
SEGUNDA PARTE
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Bailando con lobos
Robin Hood
Memorias de África
Star wars
John Barry
Michael Kamen
John Barry
John Williams
Director: Pedro José Viso Roger
Presentado por músicos del propio Conjunto instrumental
Jefe técnico y montaje audiovisual:Juan Romero
Breves apuntes sobre la Música Cinematográfica
La incorporación de la música a la pantalla se produce de forma gradual. En primer
lugar, lo hace como testigo sonoro de un cine que no ha encontrado su propia voz, a
través de la interpretación musical en directo durante la proyección de la película. No
toda la música que acompaña al cine mudo se debe a la improvisación musical de un
pianista o a la interpretación de diferentes obras por la orquesta local. Son muchos los
directores que encargan partituras a compositores para que sean éstas las que acompañen su obra cinematográfica.
En EEUU, Edison y Pathé trabajan en el mismo objetivo. Será en el año 1926 cuando
la Warner Bross lleve a la pantalla la película musical Don Juan, en la que empleará
por primera vez el sistema Vitaphone el cual permitirá la incorporación definitiva del
sonido a la imagen en el mismo soporte material: la película fotográfica. Un año más
tarde se estrena El cantor de Jazz, interpretada por Al Jolson y dirigida por Alan Crossland. Da comienzo una nueva etapa en la historia del cine como resultado de la fructífera colaboración entre sonido e imagen, que enriquecerá notablemente la composición audiovisual.
Existen en la historia del cine magníficos ejemplos de creación en los que la composición audiovisual ha sido encargada a grandes compositores clásicos. Pondremos tan
sólo un ejemplo: Alexander Nevsky, dirigida por Sergei M. Eisenstein y estrenada en el
año 1938, cuenta con la colaboración del compositor Sergei Prokofiev quien emplea
textos de Vladimir Lugovski para las partes vocales. Esta composición audiovisual surge del minucioso trabajo en equipo entre Eisenstein y Prokofiev, siendo una obra de
referencia para el posterior desarrollo de la música cinematográfica.
En 1941 los europeos Miklos Rozsa y Dimitri Tiomkim, grandes maestros huidos del
terror del fascismo, compartían el género con el recién llegado compositor para radio
Bernard Herrmann que terminó la música para Ciudadano Kane de su amigo Orson
Welles. Este autor afectó sensiblemente el estilo musical del cine de su tiempo. Componía una música de extractos pequeños, siempre seleccionada para el momento justo
y la emoción justa, ni más ni menos. Además, no utilizaba grandes motivos ni melodías
para cada situación o personaje. De hecho, en comparación con la música anterior
para el cine, se podría decir que no utilizaba melodías. Herrmann llegaría a ser el más
importante compositor de la historia del cine, con títulos como , Psicosis o Vértigo u
otros varios como Taxi Driver, ya en los 70. Su estilo marcó una nueva manera de
hacer música para el cine, con compositores como Hugo Friedhoffer o Elmer Bernstein. Su música sería ejemplo para los filmes de las siguientes décadas e influiría también en las composiciones musicales en Europa como la obra de Maurice Jarre o de
Nino Rota.
Tras los éxitos de los Beatles y sus películas como El submarino amarillo, se dio un
boom en los años 60 a 80 de películas que eran sólo vehículos para canciones que
luego se vendían en disco. Algunas películas no podían funcionar sin canciones, pero
el abuso se volvió desmedido. Por eso, a fines de los 70, gracias especialmente a la
música de John Williams, Alex North, Jerry Goldsmith o John Barry el cine volvió a
utilizar música con fines más interesantes que los meramente comerciales. Ya en los
90 y 2000 algunos compositores como Ennio Morricone o Hans Zimmer han contribuido ampliamente a revalorizar el lugar de la composición musical fílmica en el propio
medio cinematográfico. Hoy en dia se considera por algunos musicólogos, que la música cinematográfica es hoy como fueron las grandes sinfonías en el pasado.