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LO QUE HAY
QUE SABER
» Al ser una práctica
invasiva conlleva riesgos
que, en la mayoría de los
casos, los piercers no
están dispuestos a
asumir, y sería lógico que
se regulase, tanto lo
concerniente a su
formación en salud oral,
como en la regulación
clínica de su actividad.
» Durante las primeras
3-4 semanas la zona
perforada permanecerá
inflamada con posible
afectación del habla y la
masticación, además de
la posible aparición de
infección u otra
complicación.
Fig. 1 La infección
es una complicación
frecuente y la más
usual en el piercing
lingual.
ASPECTOS CLÍNICOS
¿Nos debe importar el piercing
en la consulta odontológica?
Los odontólogos tienen que saber
reconocer las complicaciones posibles
para manejarlas adecuadamente en el marco
de sus competencias profesionales.
En los años 70, los punkies se
perforaban las mejillas con imperdibles como símbolo de rebeldía y
los homosexuales se perforaban la
oreja derecha o los genitales para
a compulsión del hombre por modificar su aspecto externo de
diferenciarse de los heterosexuales. Una década más tarde fueron
forma que le permita establecer una distinción respecto a los demás
o, sencillamente, que lo embellezca, es una característica humana
los ídolos del pop, rock y heavy los
antigua y universal. En este sentido, el piercing oral es una opción que acque retomaron esta práctica, genetualmente vuelve a ganar adeptos.
rándose desde entonces una gran
El piercing oral se define como la penetración de joyas o pedrería en
popularidad que perdura hasta
aperturas hechas en áreas de la cavidad bucal. Resulta imposible establecer
nuestros días.
en qué momento exacto apareció
A esta tendencia a
POR
el piercing en la Historia de la Hula individualización
ELENA BARBERÍA LEACHE
manidad. Existen referencias de su
que conduce a la moA N A M ª G A R C Í A N A R A N J O,
uso en la antigua realeza egipcia
dificación voluntaria
R O B E R T O G O N Z Á L E Z C O U S O,
(ombligo anillado), en la Roma
del aspecto físico se
D AV I D G U T I É R R E Z G O N Z Á L E Z
clásica (aros en los pezones en la
le ha denominado
guardia del César). También los marinos y piratas se perforaban las orejas
body art y puede considerarse
cada vez que cruzaban el Ecuador y aún existen numerosas tribus que uticomo una forma de comunicalizan esta práctica, como las mujeres surma del valle del Omo, los esquimación, de expresión de la identidad
les de Alaska, las mujeres de Toposa, en Sudán, y otras poblaciones. En muo de culto al cuerpo, utilizando un
chas ocasiones la religión está íntimamente ligada a este tipo de prácticas.
grupo de señales que adquieren
L
OCTUBRE 2006
» DENTAL PRACTICE REPORT 45
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ASPECTOS CLÍNICOS
Fig. 2 La lesión
traumática de la
mucosa lingual y
palatina es otra
complicación
frecuente.
un significado, bien sea de edad,
sexo, estatus y rol social, personalidad, o bien como símbolo de rebeldía, provocación, individualización extrema, atractivo sexual o,
incluso, de trastornos mentales.
Las deficiencias en el marco
legal en este tipo de prácticas son
uno de los problemas existentes.
La falta de regulación específica
supone que la realización de perforaciones quede en manos de
personas no especializadas y
pueda realizarse en condiciones
de riesgo para la salud. En países
como Estados Unidos, Alemania,
Francia, Reino Unido o Noruega
existe una regulación de este tipo
de prácticas. El Ministerio de Sanidad español ha elaborado un
proyecto de acuerdo sobre el sector del body art para garantizar la
seguridad sanitaria de estas prácticas, y algunas comunidades
autónomas como Cataluña, Aragón, Navarra, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía han
sido pioneras en la regulación de
las mismas.
Más allá de las distintas interpretaciones, la moda de decorarse
el cuerpo con aros o anillos puede
originar diversas complicaciones
médicas que pueden ser desde
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DENTAL PRACTICE REPORT
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leves y transitorias a tan graves e
irreversibles que incluso pueden
comprometer la vida del sujeto.
En nuestra área de trabajo esta
práctica adquiere una significación especial por las importantes
repercusiones que puede tener.
El piercing en la cavidad
oral
La cavidad oral es un área importante de inserción de estos objetos. Así, labios, mejillas, lengua,
úvula, frenillos o cualquier combinación de estos, son lugares frecuentes de colocación aunque, en
la actualidad, la lengua es el lugar
predilecto. Hay autores que aplican el término piercing en un sentido más amplio y consideran la
colocación de un brillante sobre la
superficie dentaria, mediante grabado ácido previo y adhesivo,
como un piercing en el esmalte.
Los materiales más utilizados
son el acero quirúrgico, oro, niobio, titanio y el teflón. Debe tenerse en cuenta que el acero quirúrgico contiene níquel, siendo éste el
metal que produce mayor número
de alergias de contacto, por lo que
la Unión Europea ha limitado la
cantidad de níquel que pueden
tener los pendientes a menos del
0,05%. El oro debe ser, al menos,
de 14 quilates y de 18 quilates para
zonas recién perforadas, por lo
que resulta más caro que otros
materiales. Los fenómenos de corrosión y galvanismo deberían tomarse en cuenta a la hora de elegir
el material del piercing.
Básicamente, la técnica del anillamiento es la misma para todos
los piercings y consiste en perforar
la zona con un catéter y luego
cambiarlo por la joya que vaya a
utilizarse durante el período de cicatrización, siendo una técnica rápida y exangüe, cuyo proceso de
cicatrización puede durar varios
meses.
Otro método para los que no
quieren someterse a la perforación
es colocar implantes de dos piezas
imantadas, que se fijan por magnetismo. En este caso suelen estar
compuestos principalmente por
neodinium, boro y hierro. La fuerza de unión de estos imanes es diez
veces superior al imán convencional, siendo difícil separarlos una
vez unidos, aunque, como se verá,
se han descrito casos de complicaciones por haberse separado.
Complicaciones
del piercing oral
Las numerosas complicaciones
posibles pueden agruparse, por
razones prácticas, en complicaciones inmediatas, que ocurren durante o inmediatamente después
de la colocación, o las tardías.
COMPLICACIONES INMEDIATAS
El dolor es una complicación
obvia, ya que el proceso se realiza
sin anestesia en casi todos los
casos; sin embargo, es generalmente bien tolerado.
La hemorragia durante la perforación de la lengua es muy frecuente y, unida al edema habitual,
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ASPECTOS CLÍNICOS
puede derivar en una complicación grave. Existen múltiples casos
publicados de esta complicación,
puesto que el piercing lingual es
uno de los más frecuentes. La hemorragia debe ser inmediatamente controlada y, si es necesario, el
paciente debe ser trasladado a un
hospital.
Tras la colocación se produce
una inflamación que suele ser pasajera y que puede derivar en una
inflamación granulomatosa como
respuesta a un cuerpo extraño,
afectando a la masticación, la deglución e incluso originando cuadros de asfixia y ansiedad por la
dificultad en la respiración.
Cuando las medidas de higiene
y prevención, tanto durante la inserción como durante el mantenimiento, no son extremadamente
rigurosas, la infección es una
complicación frecuente y la más
usual en el piercing lingual, pudiéndose encontrar microorganismos como: Staphylococcus
aureus, Pseudomonas aeruginosa,
erisipela y estreptococo β-hemolítico. Esta infección, inicialmente
local, puede diseminarse alcanzando órganos vitales (Fig. 1).
En la literatura se recogen numerosos casos de complicaciones
de magnitud variable, desde una
pericoronaritis, descrita por Price
y Lewis en un varón de 20 años,
hasta una angina de Ludwig, descrita por Perkins y cols. en una
mujer de 25 años. Una complicación muy grave, como la endocarditis bacteriana, puede ser el resultado de una bacteriemia derivada
de la colocación del piercing. Los
signos de esta infección se pueden
presentar de forma lenta (subaguda) o rápida (aguda) y suelen ser:
fiebre, fatiga, malestar general,
dolor de cabeza y sudoración nocturna.
La afectación nerviosa, con alteración sensorial o motora según el
nervio dañado, es otra posible
complicación; la rama afectada
dependerá del lugar de la perforación.
El piercing es un posible vector
de enfermedades contagiosas (hepatitis, herpes simple, tétanos,
VIH y otras). El hecho de realizarse en ámbitos no sanitarios, con
materiales no esterilizados y por
profesionales que carecen de la
formación adecuada, aumenta el
riesgo de contagio. Por esta razón,
en la actualidad, los bancos de sangre excluyen como donantes a
estas personas.
COMPLICACIONES TARDÍAS
Existen múltiples complicaciones tardías. Las más frecuentes son
las de presentación local en la cavidad oral, pero también pueden
encontrarse complicaciones a distancia.
El sobrecrecimiento tisular, hiperplasia, puede darse en la localización donde se encuentra situado
el piercing, acompañándose de
dolor y edema. Puede requerir cirugía y el paciente debe conocer
que, si opta por volver a insertar el
piercing, se elevará el riesgo de recidiva. También requieren intervención quirúrgica las cicatrices
hipertróficas o queloides, que
pueden ser muy antiestéticas.
La lesión traumática de la mucosa lingual y palatina es otra
complicación frecuente, debido al
roce repetido entre los elementos
del piercing y estas superficies bucales (Fig. 2). La aparición de un
fibroma traumático asociado a la
colocación de un piercing lingual,
puede producirse después de varios años como una tumoración
localizada, del mismo color que el
resto de la mucosa, con implanta-
ción sésil, consistencia blanda,
aspecto rugoso y forma redondeada.
El piercing oral está en continuo
contacto con piel y mucosas, por lo
que puede contribuir a la manifestación de alergias. De igual forma,
dicho contacto permanente puede
dar lugar a traumatismos y desgarros (Fig. 3). Además, en pacientes
fumadores o con enfermedades
sistémicas de base, el proceso de cicatrización puede estar alterado,
por lo que se dificulta o imposibilita la reparación tisular posterior a
estas complicaciones.
La hipogeusia (por la pérdida de
algunas papilas gustativas tras la
perforación de la lengua), así
como la estimulación del flujo salival y la dificultad en la fonación,
deglución y masticación son otras
posibles complicaciones debido a
la presencia de un cuerpo extraño,
como es el piercing. De la misma
forma, la alteración que este cuerpo extraño puede originar en los
dientes y tejidos periodontales
suele dar lugar a la aparición de
halitosis.
También se han descrito fenómenos de galvanismo por la inteOCTUBRE 2006
Fig. 3 El
contacto
permanente
puede dar lugar
a traumatismos
y desgarros.
» DENTAL PRACTICE REPORT 47
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ASPECTOS CLÍNICOS
Fig. 4 y 5
Los piercings
labiales
producen daños
en diferentes
zonas gingivales
según su
localización.
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racción del metal del piercing y las
restauraciones de amalgama del
paciente.
La recesión gingival y las fracturas dentales son las complicaciones locales más importantes, a
largo plazo, sobre todo en el piercing lingual a nivel anteroinferior.
Existen estudios que relacionan el
tiempo que está presente el piercing en la boca y la longitud de la
barra lingual (larga o corta) con
la incidencia y gravedad de las recesiones gingivales, así como de
las fracturas dentales. Puede decirse que existe una relación
directamente proporcional entre
el tiempo que se lleva el piercing y
las lesiones orales que produce,
siendo las barras linguales largas,
colocadas durante más de dos
años, las que generan mayores
problemas gingivales y de los
labios.
DENTAL PRACTICE REPORT
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Los dientes más frecuentemente afectados por el piercing lingual
son los incisivos centrales inferiores (en su cara lingual), no existiendo dicho problema en los centrales superiores. La acción mecánica del piercing durante la
protrusión lingual parece ser la
causa de este daño gingival. Los
piercings labiales producen daños
en diferentes zonas gingivales
según su localización (Figs. 4 y 5).
Las fracturas dentales han sido
descritas, normalmente, junto con
las recesiones gingivales. La fractura de una cúspide ocurre frecuentemente en dientes con caries extensas o grandes reconstrucciones.
El resultado será la fractura del tejido dentario (con o sin afectación
pulpar) o, en el peor de los casos,
una fisura que conlleve la extracción; además, los piercings poseen
un efecto similar sobre las estructuras protésicas de porcelana. Se establece una relación entre el tiempo
que lleva la joya en la boca y su efecto sobre los dientes, el cual aumenta significativamente con el tiempo
siendo más peligrosos los piercings
con barra corta. Los dientes más
afectados son los molares y premolares, sobre todo las cúspides linguales. El mayor impacto sobre
estos dientes puede explicarse por
el hábito extendido entre estos pacientes de mordisquear el piercing,
golpeándolo contra los dientes.
Una vez que la fractura dental se
ha producido, se debe considerar
la mejor opción terapéutica, teniendo en cuenta la cantidad de
tejido dental remanente. Si éste
fuera menor del 50% se debería
optar por un onlay, una corona de
metal, o de metal porcelana, ya
que una obturación de composite o
amalgama puede volver a fracturarse al poco tiempo de la restauración.
Entre las complicaciones a distancia hay que mencionar el riesgo
de aspiración o ingesta accidental
si uno de los extremos del piercing
se desenrosca o se suelta de forma
inadvertida. Los piercing imantados tienen mayor riesgo de succión. Mc Cormick y cols. describen el caso grave de una niña que
ingirió las dos piezas imantadas,
cuando intentaba fijarlas en la lengua, provocando un pinzamiento,
perforación intestinal y peritonitis.
Otras complicaciones de gravedad mayor, incluso con riesgo para
la vida del paciente son el absceso
cerebral y el colapso hipotensivo,
aunque su frecuencia es, por fortuna, muy baja.
Manejo odontológico
del paciente con piercing
El paciente portador de un piercing oral no requiere especiales
consideraciones durante el tratamiento. Sin embargo, para la realización de radiografías deberán ser
removidos todos los piercings,
tanto orales como periorales, que
estén interpuestos entre el tubo
del aparato de rayos-x y la placa
radiográfica, ya que producirían
imágenes superpuestas. Asímismo, si se va a administrar anestesia troncular, es conveniente la retirada de estas joyas, por el riesgo
de que el paciente se autolesione
involuntariamente al perder la
sensibilidad.
Si la joya es retirada durante el
tratamiento, es necesario tener en
cuenta que el cierre del canal por el
que pasa la joya se reduce en poco
tiempo. Para prevenir el cierre del
orificio, podemos utilizar un hilo
de nylon como sustituto temporal,
que además, al no ser metálico, no
tiene los inconvenientes mencionados.
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Recomendaciones
Será poco frecuente que los pacientes nos consulten antes de colocarse un piercing; sin embargo, si
es así, es conveniente considerar
los siguientes datos:
ANTES DE HACERSE UN PIERCING
• Están contraindicados en menores de edad, embarazadas, en
personas con dermatosis infecciosas activas, verrugas víricas,
herpes o infecciones bacterianas de la piel, VIH, historia de
cicatrices queloides, discrasias
sanguíneas, enfermedades congénitas cardíacas, tratamiento
anticoagulante, tratamiento
inmunosupresor y trastornos
psicológicos o alteraciones de
la personalidad.
• Se ha de asegurar tanto de la
cualificación clínica de la persona que realice el piercing (el
piercer), como de las medidas
de control de infecciones y esterilización, condiciones higiénicas básicas y equipamiento
adecuado del centro.
• Compruebe que el piercing
esté esterilizado en una bolsa
sellada, que se abra en el momento de la perforación y que,
para evitar alergias de contacto, sea de acero quirúrgico, titanio u oro.
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gua hasta 6-12 semanas para el
labio.
• Debería no fumar, mantener
dieta blanda, realizar la higiene
bucal y desinfección del piercing con antisépticos bucales,
utilizar hielo para disminuir la
inflamación y, si se produce
sangrado mantenido, infección, aspiración u otra complicación acudir al centro de
salud más cercano.
• Debe saber que existe una relación directa entre el tiempo
que se mantiene la joya en
boca y la aparición de lesiones
crónicas, como las fracturas
dentarias y la recesión gingival.
En conclusión, se puede decir
que al ser una práctica invasiva
conlleva riesgos que, en la mayoría
de los casos, los piercers no están
dispuestos a asumir, y sería lógico
que se regulase, tanto lo concerniente a su formación en salud oral,
como en la regulación clínica de su
actividad. Los piercers deberían
estar obligados a informar sobre los
efectos adversos de su práctica y de
todas aquellas complicaciones que
pudiesen surgir durante o después
de la colocación.
Además, los odontólogos tienen
que saber reconocer las complicaciones posibles para manejarlas
adecuadamente en el marco de sus
competencias profesionales. I
TRAS EL PROCEDIMIENTO
• El paciente debe saber que durante las primeras 3-4 semanas
la zona perforada permanecerá inflamada con posible afectación del habla y la masticación, además de la posible aparición de infección u otra
complicación. Los tiempos de
curación dependen de la persona y del lugar de colocación
del piercing, pero pueden ser
desde 3-6 semanas para la lenOCTUBRE 2006
Elena Barbería
Leache es
Catedrática de
Odontología,
Universidad
Complutense de
Madrid.
Correspondencia:
Elena Barbería Leache. Facultad de
Odontología, Plaza de Ramón y Cajal s/n,
28040 Madrid, [email protected]
Ana Mª García Naranjo es Licenciada en
Odontología. UCM. Roberto González
Couso es Licenciado en Odontología.
UCM. David Gutiérrez González es
Licenciado en Odontología. UCM.
» DENTAL PRACTICE REPORT
49
ESTA
ENCU A
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ET
INTERN
n sobre:
su opinió
Díganos e que está
ida
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la Ate
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(ver pág
Vol. 3 •
EDICIÓN
Nº 15
LA
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tiembre
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AL PAC
ATENCIÓN
de 2006
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El resarc s médicos
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Pág. 42
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Las agre nal
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sanitario
Pág. 28
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