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Colaboración en la Revista “Club Pescanova de Consumidores” La Merluza, una fuente natural de Omega-3 Nº 29 Marzo 2003 Dr. J. Varona Director de INESMA (Instituto de Estudios Marinos para la Nutrición y el Bienestar). La merluza, además de un pescado delicioso y muy nutritivo, es una fuente natural de Omega-3, ácidos grasos que favorecen la disminución de los niveles de triglicéridos y ayudan a regular los niveles de colesterol. La Merluza es un pescado blanco muy sano por numerosas razones: aporta proteínas con alto poder biológico que contribuyen activamente a la formación y regeneración de los tejidos y que son, además, de fácil asimilación y digestión; proporciona minerales de gran importancia para el organismo, como yodo, fósforo o calcio; contiene sustancias plásticas y reguladoras de gran importancia para nuestra salud... Y, además de todo esto, la Merluza es una importante fuente natural de ácidos grasas Omega3, sustancias que ayudan a regular los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, favoreciendo la circulación y contribuyendo a reducir el riesgo de obstrucción de los vasos sanguíneos. Hoy más que nunca, el consumidor tiende hacia una alimentación sana, lo que equivale a decir una dieta variada y equilibrada en la que todos los alimentos estén presentes en las proporciones adecuadas. Los ácidos graso s Omega-3 ayudan a mantener una buena salud cardiovascular. Por su contenido natural en ácidos grasas Omega-3, es recomendable incluir la Merluza en la dieta al menos tres veces por semana. Los ácidos grasos Omega-3 Las grasas son la fuente más concentrada de energía en la dieta. Mientras que el consumo excesivo de algunos tipos de grasas es nocivo para el organismo, otros grupos son de vital importancia para mantenerse saludable e incluso prevenir algunas enfermedades. Las grasas contienen ácidos grasoso Éstos pueden ser de dos tipos: saturados e insaturados. Contienen un alto nivel de ácidos grasos saturados alimentos como la carne, la mantequilla o el queso. Por el contrario, el pescado y los aceites vegetales son productos ricos en ácidos graso s insaturados. En este último grupo hay que hacer otra subdivisión, para distinguir entre los ácidos grasos monoinsaturados y los poliinsaturados. Nuestro organismo es capaz de producir, a partir de determinados tipos de nutrientes, tanto los ácidos saturados como los monoinsaturados, pero no los ácidos grasos poliinsaturados, muy beneficiosos para la salud, que sólo llegan a nuestro cuerpo a través de determinados alimentos. También hay dos grupos en los ácidos grasos poliinsaturados: los Omega-6, presentes en el aceite de oliva y el de girasol, y los Omega-3, presentes sobre todo en el pescado. Mientras el consumo elevado de grasas saturadas incrementa los niveles de colesterol, los ácidos poliinsaturados, presentes en el pescado, reducen estos niveles, ayudándonos a mantener un corazón sano y a reducir los triglicéridos.