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Máster en Cooperación Internacional y Políticas de Desarrollo
Universidad de Málaga
Curso 2012-2013
“El Cooperativismo en Ecuador:
Análisis del Buen Vivir a través de la
Cooperativa Kallari”
“Cooperativism in Ecuador: Análisis
of good living through Cooperative
Kallari”
Alumna: María Márquez Gallego
Dirigido por: Antonio M. Ciruela Lorenzo
1
“Con su distintivo énfasis en los valores, las cooperativas han
demostrado ser un modelo empresarial versátil y viable, que
puede prosperar incluso en épocas difíciles. Su éxito ha
contribuido a impedir que muchas familias y comunidades
caigan en la pobreza”
Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas
2
RESUMEN
Este trabajo presenta un análisis sobre
la situación del Movimiento
Cooperativo en Ecuador. Partiendo de la descripción de los antecedentes
históricos y de cual ha sido el desarrollo del Movimiento Cooperativo en el
país, hemos realizado una radiografía de la actual situación del mismo en
Ecuador. Llegando, a través de este estudio, a unas conclusiones sobre las
debilidades que presenta y sobre las perspectivas que se esperan del mismo.
También hablamos en el trabajo de cual es el papel que desempeña el
Cooperativismo como herramienta de la Economía Social en Ecuador, cual es
su aporte al crecimiento económico del país y cómo esto hace que se consiga
un Buen Vivir en términos de desarrollo humano. Por último, aportamos el
ejemplo de una Cooperativa en Ecuador que ha conseguido a través del
desarrollo la mejora de la calidad de vida de los socios y sus familias.
PALABRAS CLAVE: Ecuador, Cooperativismo, Economía Social, Desarrollo, Buen
Vivir.
ABSTRACT
This paper presents an analysis of the situation of the Cooperative Movement
in Ecuador. From the description of the historical background and what has
been the development of the cooperative movement in the country, we have
made a snapshot of the current situation of it in Ecuador. Getting through this
study, conclusions on the weaknesses of the prospects and expected the
same. We also discussed the work of which is the role of the Cooperative as a
tool of social economy in Ecuador, which is its contribution to economic
growth and how this makes a Good Life in terms of human development is
achieved. Finally, we provide an example of a cooperative in Ecuador has
achieved by developing improved quality of life for members and their
families.
KEYWORDS: Ecuador, Cooperativism, Social Economy, Development, Good
Living
3
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
6
2. METODOLOGÍA
7
3. ECONOMÍA SOCIAL EN LATINOAMÉRICA
8
3.1.
3.2.
INTRODUCCION: CONCEPTO DE ECONOMÍA SOCIAL
ECONOMÍA SOCIAL EN AMÉRICA LATINA
4. COOPERATIVISMO EN LATINOAMÉRICA
4.1.
4.2.
PERSPECTIVA HISTÓRICA
COOPERATIVISMO EN AMÉRICA LATINA
5. MOVIMIENTO COOPERATIVO EN ECUADOR
5.1.
8
13
19
19
22
26
ANTECEDENTES ECUADOR
26
5.1.1. LOCALIZACIÓN Y DESCRIPCIÓN
5.1.2. SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA
5.1.3. SITUACIÓN POLÍTICA
26
29
34
5.2.
ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA EN ECUADOR
37
5.3.
COOPERATIVISMO EN ECUADOR
42
5.3.1. ORIGEN DEL COOPERATIVISMO EN ECUADOR
5.3.2. SITUACIÓN DEL COOPERATIVISMO EN ECUADOR
5.4.
ECONOMIA SOLIDARIA, COOPERATIVISMO Y BUEN
VIVIR
42
48
54
6. CASO: EL BUEN VIVIR EN LA COOPERATIVA KALLARI
59
7. CONCLUSIONES
64
8. BIBLIOGRAFÍA
68
4
ÍNDICE DE GRÁFICOS
1. GRÁFICO 1: COMPARACIÓN DE AUTORES LATINOAMERICANOS.
2. GRÁFICO 2: ACEPTACIÓN NACIONAL DEL CONCEPTO DE ECONOMÍA SOCIAL.
3. GRÁFICO 3: IBEROAMÉRICA: SOCIOS DE LAS ENTIDADES DE ECONOMÍA SOCIAL Y
NÚMERO DE EMPLEOS REMUNERADOS E LAS COOPERATIVAS, 2005-2010 SEGÚN
PAÍS.
4. GRÁFICO 4: VALORES Y PRINCIPIOS COOPERATIVOS.
5. GRÁFICO 5: FORMAS DE COOPERACIÓN TRADICIONAL LATINOAMERICANA QUE
HAN SUBSISTIDO HAST EL PRESENTE.
6. GRÁFICO 6: MAPA DE ECUADOR.
7. GRÁFICO 7: ACEPTACIÓN NACIONAL DEL CONCEPTO ECONOMÍA SOCIAL.
8. GRÁFICO 8: MAPA CANTONAL
PROYECTADO AL AÑO 2009.
DEL
ANALFABETISM
EN
EL
ECUADOR
9. GRÁFICO 9: DINÁMICA DE LA ECONOMÍA POPULAR Y SOLIDARIA.
10. GRÁFICO 10: ECUADOR: EMPLEO NACIONAL POR SUBSECTOR ECONÓMICO Y POR
GÉNERO 2009.
11. GRÁFICO 11: COOPERATIVAS REGISTRADAS.
12. GRÁFICO 12: DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA COOPERATIVAS EN ECUADOR.
13. GRÁFICO 13: EVOLUCIÓN DE LA COOPERATIVA KALLARI.
14. GRÁFICO 14: CAMBIOS DE VIDA EN LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS SOCIOS DE
KALLARI.
5
1. INTRODUCCIÓN
La crisis del modelo de desarrollo económico capitalista, ha puesto en duda
que éste constituya la base económica natural, universal e irreversible
además de demostrar que la modernización, el progreso capitalista y la
globalización no han sido ni serán beneficiosos para la humanidad. Muy al
contrario de ello, ha demostrado que las diferentes formas de organización y
producción de los sectores populares no funcionan con la lógica de
acumulación del capital.
El propósito del presente estudio es dar a conocer el Cooperativismo como
herramienta al servicio de la sociedad latinoamericana, y más concretamente
de la ecuatoriana, mostrando que puede ser una alternativa viable para la
satisfacción de las necesidades de la misma. Como se expondrá a
continuación, las cooperativas han existido con diferente suerte a lo largo de
la historia de Ecuador. Por ello pensamos que si estas organizaciones
cooperativas, que forman parte de la Economía Social, cobran fuerza e
importancia en la sociedad ecuatoriana podrán ser claves en la construcción
de un nuevo modelo de desarrollo social y económico, más inclusivo, solidario
y equitativo. Como diría en Premio Nobel A. Sen, “el eje y piedra angular del
desarrollo radica en el incremento de las capacidades de los seres humanos”
por lo que para conseguirlo hay que hacer feliz a las personas en un entorno
de libre elección.
Como veremos en el trabajo, el pueblo ecuatoriano aprobó su vigésima
Constitución de la República en el año 2008, la cual determinó el camino de
construcción del régimen del Buen Vivir y dentro del mismo la conformación
del sistema económico social y solidario, integrado por las formas de
organización económica pública, privada, mixta, popular y solidaria. De esta
forma estaba eligiendo Ecuador como quería que fuese dicho Desarrollo. El
objetivo de esta nueva política económica en Ecuador es remplazar el modelo
capitalista en donde se prioriza el crecimiento económico, el ahorro del
estado y el gasto productivo; mientras que el modelo de economía social y
solidaria se enfoca en el desarrollo social, incluyendo a los sectores
“informales”, para que sea el motor de desarrollo de la nueva economía.
Por último, explicamos mediante un caso real como el Cooperativismo
constituye una excelente herramienta de la que disponen estos pueblos para
iniciar el cambio desde el interior de sus comunidades, a través de sus
propias capacidades. Ejemplo mediante el cual vemos que trabajo digno,
generación y redistribución de la riqueza y del ingreso, desarrollo endógeno,
planificación, democrática participativa, sostenibilidad, plurinacionalidad,
interculturalidad y equidad de género, son ejes rectores que orientan los
nuevos procesos socioeconómicos y que éstos conducirán a garantizar el Buen
Vivir de todas y todos los ecuatorianos.
6
2. METODOLOGÍA
La premisa del trabajo realizado parte de la consideración de que a través
del Cooperativismo como herramienta de desarrollo, en Ecuador se puede
conseguir alcanzar el Buen Vivir. El trabajo incluye por un lado, datos
recopilados a través de encuentros y reuniones con técnicos del Consulado de
Ecuador en Málaga, y por otro, una investigación teórica profunda. Todo ello
para llegar a la convicción de que a través del desarrollo endógeno basado en
las capacidades, tanto individuales como colectivas, es posible crear un
proceso de cambio desde el interior de las comunidades o territorios, como
ocurre en el ejemplo de la Cooperativa Kallari que a continuación se describe.
7
3. ECONOMÍA SOCIAL EN LATINOAMÉRICA
3.1. Introducción: concepto de la Economía Social.
El término de Economía Social como concepto tal y como actualmente lo
conocemos no aparece a nivel mundial hasta hace unas décadas. La Economía
Social, como actividad y desde una perspectiva histórica, aparece
inevitablemente vinculada al concepto de cooperativismo o “movimiento
cooperativo” ya que éste realmente constituye la base del funcionamiento de
la Economía Social. En realidad el cooperativismo constituye el
eje
vertebrador de lo que actualmente se conoce como Economía Social, ya que
ésta ha estado históricamente asimilada, casi exclusivamente, al concepto de
cooperativismo.
Antes de realizar una identificación conceptual del término Economía Social
habría que ubicarla y situarla entre los diferentes términos que han
proliferado a lo largo de las últimas décadas. Dos han sido los enfoques
teóricos principales que se han utilizado para desarrollar y caracterizar a ese
conjunto de empresas y organizaciones cuya actividad se desarrolla entre la
economía pública y la economía capitalista tradicional y que para
denominarla se han utilizado indistintamente expresiones como “Tercer
Sector”, “Economía Alternativa”, “Sector Voluntario”, “Sector no Lucrativo” y
“Economía Social”. Un primer enfoque; en al ámbito continental y de raíz
francesa acuñada en el siglo XIX y que tiene gran divulgación el regiones
europeas, en países latinoamericanos, de Asia y del continente africano; y que
incluye en el concepto de Economía Social a empresas y organizaciones
diversas como son las cooperativas, las asociaciones, las mutualidades que son
entidades privadas y que se caracterizan por la finalidad de servicios a sus
socios o a la comunidad, la autonomía de gestión, los procesos de decisión
democrática y la primacía de las personas y el trabajo sobre el capital en el
reparto de las rentas. Un segundo enfoque, de raíz anglosajona y promovido
desde Estados Unidos hace unas décadas y donde el análisis del tercer sector
comprende a aquellas empresas privadas que, en virtud de sus reglas
constitutivas no pueden distribuir sus beneficios a sus propietarios o a las
personas que las controlan sino que éstos han de destinarse a otras personas
que no ejerzan ningún control sobre la empresa o bien a la realización de sus
objetivos. Estas organizaciones son las denominadas non-profit organizations,
NPO en Estados Unidos y voluntary sector en Inglaterra (Chavez y Monzón,
2003). Así pues, los conceptos de economía social y de non profit sector
describen realidades con amplios espacios comunes aunque no son totalmente
coincidentes y a parte características similares compartidas también
presentan rasgos diferenciales bien contrastados. Junto a los conceptos de
economía social y de non profit sector se utiliza la denominación tercer
sector para referirse indistintamente a cualquiera de ellos
Desde el concepto moderno de Economía Social que aparece en la obra
finisecular de León Walras y que constituye un precedente en la definición de
la misma identificándola con una parte de la ciencia económica y como con
8
un campo de actividad en el que proliferan las cooperativas, las mutualidades
y las asociaciones tal y como hoy las conocemos (Monzón, 2006); muchos han
sido los análisis teóricos que desde finales del siglo pasado han surgido para
delimitar conceptualmente la Economía Social, sobre todo es a partir de los
setenta cuando el término Economía Social vuelve a tener de nuevo más
presencia social y vuelva con más fuerza que en otras épocas ( HEGOA,2013)
Así pues, La Carta de la Economía Social francesa, promulgada en 1982 por el
Comité Nacional de Enlace de las Actividades Mutualistas, Cooperativas y
Asociativas, define a la Economía Social como el “conjunto de entidades no
pertenecientes al sector público que, con funcionamiento y gestión
democráticos e igualdad de derechos y deberes de los socios, practican un
régimen especial de propiedad y distribución de ganancias, empleando los
excedentes del ejercicio para el crecimiento de la entidad y la mejora de los
servicios a los socios y a la sociedad”. A partir de esta declaración se fueron
sucediendo otras en distintos países europeos y en todas ellas se destacaban
aspectos centrales tales como el carácter privado de las mismas, la
distribución de los beneficios no vinculada a la aportación de capital, la
democracia en la gestión, el servicio a la comunidad, etc. La Comisión
Científica del CIRIEC-España en 1990 propuso una definición que dice que son:
“un conjunto de empresas privadas en el mercado con la finalidad de
producir bienes y servicios, asegurar o financiar y en las que la distribución
del beneficio y la toma de decisiones no están ligadas directamente con el
capital aportado por cada socio, correspondiendo un voto a cada uno de ellos.
La economía social también incluye a aquellos productores no de mercado
privados y no controlados por las administraciones publicas cuya función
principal es producir servicios no destinados a la venta para determinados
grupos de hogares, procediendo sus recursos principales de contribuciones
voluntarias efectuadas por los hogares en su calidad de consumidores, de
pagos de las administraciones publicas y de rentas de la propiedad”.
Otra definición de Economía Social es la dada por la Organización
Internacional del trabajo (OIT, 2009) en la que dice: “Es un concepto que
designa a las empresas y organizaciones, especialmente las cooperativas,
sociedades mutuales, asociaciones, fundaciones y empresas sociales, las
cuales tienen la característica específica de producir bienes, servicios y
conocimiento, a la vez que persiguen tanto los objetivos sociales y
económicos, y promueven la solidaridad” (Conferencia Regional de la OIT
sobre Economía Social, octubre 2009).
En 1989, CIRIEC realiza una definición, que se apoyaba en los principios
cooperativos y estaba en consonancia con el Sistema de Cuentas Nacionales
de las Naciones Unidas de 1993 (SCN-93) y el Sistema Europeo de Cuentas
(SEC-95). Definición en la que divide el sector en dos grandes grupos o
subsectores: subsector de mercado y subsector no de mercado y (HEGOA, 013)
y que se caracterizan por:
a) Subsector de mercado: las entidades que forman parte de la misma, han de
tener tres requisitos de forma obligada:
9
- Se crean para satisfacer las necesidades de sus socios, es decir,
habitualmente se da la doble condición de socio y usuario de la actividad.
- Son productoras de mercado, en el sentido de que operan en él, vendiendo
productos a precios económicamente significativos y de él obtienen la
mayoría de recursos
- Pueden distribuir excedentes entre sus socios-usuarios, pero no en
proporción al capital aportado por cada uno de ellos, sino de acuerdo con la
actividad que cada uno desempeña.
Este sector está formado por cooperativas y mutualidades, pero también
tienen cabida en el, los grupos empresariales de la economía social, las
sociedades laborales o de responsabilidad limitada (siempre y cuando la
mayoría del capital social pertenezca a los propios socios-trabajadores), o
muchas de las empresas de inserción laboral. Eso sí, existe un principio que se
establece como distintiva y discriminante más allá de la forma jurídica de
cada organización: la gestión democrática, tanto en los órganos de decisión
(“una persona, un voto”), como en el reparto de beneficios.
b) Subsector no de mercado: se incluyen asimismo, dentro de la Economía
Social, entidades privadas, mayoritariamente asociaciones y fundaciones, que
ofrecen servicios a terceros (a las familias, a los hogares), que pueden
comercializar en los mercados pero siempre a precios económicamente nosignificativos, consiguen sus recursos mayoritariamente gracias a donaciones,
cuotas de socios, subvenciones etc , y cuyos excedentes, en caso de que los
hubiera, no podrían ser apropiados por los miembros del mismo. El Sistema
Europeo de Cuentas (SEC-1995) las denomina como “instituciones sin fines de
lucro al servicio de los hogares”. CIRIEC acepta como excepción las empresas
del “Tercer Sector de acción social”, comprendida por organizaciones no de
mercado a favor de las familias, que aún no teniendo una estructura
democrática, se incluyen por suministrar bienes preferenciales o de interés
general
Aunque, en comparación con la concepción más tradicional, el concepto
propuesto amplíe el abanico de entidades susceptibles de formar parte de la
Economía Social, se establecen unos criterios clave, ciertas características
comunes, que perfilan el sector de una manera rigurosa y distintiva. Las
características fundamentales se resumen en siete puntos:
1) entidades privadas,
2) organizadas formalmente (con personalidad jurídica propia),
3) con autonomía de decisión,
4) con libertad de adhesión,
5) con una eventual distribución de beneficios no vinculada al capital
aportado,
6) que ejercen una actividad económica en sí misma considerada y
7) son organizaciones democráticas.
10
Quedando de dicha clasificación como principal conclusión que ha de tener
como principio discriminante la gestión democrática, y aunque se incluyan
entidades no de mercado, se hará siempre y cuando formalicen una actividad
económica reconocida y lo hagan de manera democrática, excepto con las
empresas del Tercer sector de acción social.
Teniendo en cuenta esta diferenciación la propuesta de definición más
reciente y con mayor aval institucional es la que ha sido aceptada por el
Consejo Económico y Social Europeo (CESE), a raíz de una investigación
desarrollada por Chaves y Monzón en el 20061 acerca de la Economía Social en
la UE por encargo del propio CESE. De este trabajo, se extrae literalmente la
siguiente definición:
“Conjunto de empresas privadas organizadas formalmente, con autonomía de
decisión y libertad de adhesión, creadas para satisfacer las necesidades de
sus socios a través del mercado, produciendo bienes y servicios, asegurando o
financiando y en las que la eventual distribución entre los socios de
beneficios o excedentes así como la toma de decisiones, no están ligados
directamente con el capital o cotizaciones aportados por cada socio,
correspondiendo un voto a cada uno de ellos. La Economía Social también
agrupa a aquellas entidades privadas organizadas formalmente con
autonomía de decisión y libertad de adhesión que producen servicios de no
mercado a favor de las familias, cuyos excedentes, si los hubiera, no pueden
ser apropiados por los agentes económicos que las crean, controlan o
financian”
De la delimitación conceptual de Economía Social realizada por CIRIEC para
el CESE sacamos como conclusión que los principios que la caracterizan (CESE,
2013) SON:
• Primacía de la persona y del objeto social sobre el capital
• Adhesión voluntaria y abierta
• Control democrático por sus miembros (excepto para las fundaciones, que
no tienen socios)
• Conjunción de los intereses de los miembros usuarios y del interés general.
• Defensa y aplicación de los principios de solidaridad y responsabilidad
• Autonomía de gestión e independencia respecto de los poderes públicos.
• Destino de la mayoría de los excedentes a la consecución de objetivos a
favor del desarrollo sostenible, del interés de los servicios a los miembros y
del interés general
La Economía Social Solidaria y Social atiende a una serie de valores, como
son:
1. La solidaridad que implica la ayuda mutua, la cooperación y la reciprocidad
entre todos los actores de la sociedad ecuatoriana, para lograr mejores
condiciones de vida.
1
Chaves y Monzón, 2006 pp10.
11
2. La equidad social, regional, cultural y de género, entendida como la
igualdad de oportunidades respetando las diferencias.
3. La inclusión económica, social y cultural, que significa apertura para la
participación amplia en la planificación, toma de decisiones y ejecución de las
políticas públicas mediante la democratización de los medios de producción,
de promoción cultural y de vida, así como el acceso principalmente a la
alimentación, educación, salud y vivienda.
4. La interculturalidad, que se basa en el reconocimiento y respeto de las
identidades de los diversos pueblos y nacionalidades. Plantea la necesidad de
construir relaciones equitativas entre ellas.
5. La justicia, que tiene como fin lograr el respeto de los derechos colectivos
e individuales de todas las personas.
6. La asociatividad, el reconocimiento y respeto de las formas organizativas y
la construcción del tejido social a distintos niveles. Implica el trabajo
mancomunado como fuente de crecimiento y realización del ser humano por
sobre los intereses del capital.
7. El reconocimiento y valoración de la economía del cuidado, en la cual la
mujer juega un rol preponderante con su labor no remunerada en el hogar.
Articula la economía productiva con la economía reproductiva, integrando a la
persona, la familia, la comunidad y las organizaciones sociales.
8. La dignidad humana y el respeto a la vida como valores fundamentales que
jamás pueden ser sacrificados por consideraciones de orden económico, social
y político.
9. La complementariedad, entendida como la construcción de articulaciones
fraternas y sostenibles entre los diferentes actores de la economía, desde sus
capacidades y experiencias, antes que el impulso a la competencia, en el
contexto de la construcción de una comunidad internacional de naciones.
10. La satisfacción de las necesidades de las personas, priorizando la
soberanía alimentaria, mediante la provisión de bienes y servicios de calidad,
la generación de excedentes y la práctica de diferentes modalidades de
producción, intercambio, comercio, finanzas y dotación de servicios. Implica
la auto-confianza individual y comunitaria de que con el propio esfuerzo y
capacidad se pueden lograr las metas trazadas y satisfacer necesidades
integrales del ser humano.
11. Alta responsabilidad social en la provisión y consumo de bienes y servicios,
originados en procesos de gestión sostenibles, honestos, transparentes y con
rendición de cuentas.
12. Gestión ambiental cuidadora de la vida y defensora de la biodiversidad,
que asegure la existencia plena de las futuras generaciones.
12
13. La investigación, el desarrollo y el uso de tecnologías que recuperen los
saberes y tecnologías populares, y que las articule con la tecnología moderna
para la generación de empleo y el mejoramiento de las condiciones
económicas, sociales, culturales y ambientales
Una vez realizada una aproximación inicial al concepto, principios y valores
del término de Economía Social, a continuación se realiza un acercamiento de
ésta a Latinoamérica, realizando un reconocimiento de la misma y de las
diferencias que presentan sus regiones, así como cual es el grado de
asimilación de la Economía Social en América Latina.
3.2. Economía Social en América Latina
A diferencia de lo que ocurre en Europa, el concepto de Economía Solidaria
no aparece en Latinoamérica hasta principios de los años ochenta de la mano
del escritor chileno Luis Razeto en un contexto de creciente incapacidad del
modelo neoliberal para resolver los problemas socioeconómicos existentes en
los países Latinoamericanos. El concepto de Economía Social y Solidaria en
América Latina está más cercano al concepto de Economía Popular, que hace
más hincapié en la fuerza popular que posibilite la transformación social
mediante un proyecto de sociedad alternativa a la globalización neoliberal,
prestando así mayor atención a problemas como son
la pobreza, el
subdesarrollo y la exclusión social. Surge el Sistema Económico Solidario en
América Latina como una rebelión a los problemas generados por el modelo
neoliberal y se presenta como respuesta a un imperativo ético: la defensa de
la vida, que no pretende abolir ni el mercado ni el dinero, sino busca reinstitucionalizar y re-jerarquizar, en
cada sociedad los principios de
integración social de los procesos económicos. Al contrario de lo que ocurre
en la tradición europea, cuyo origen y evolución tiene matices
indiscutiblemente empresariales asentándose como una forma alternativa de
hacer las cosas, en América Latina existen diversas denominaciones y
diferentes criterios para definirla y conceptuarla que no necesariamente
coinciden con el marco teórico más habitualmente desarrollado continente
europeo. Es por lo que en los últimos años, como consecuencia de los cambios
políticos y económicos que han tenido lugar y a pesar de que los países que la
conforman existe una gran heterogeneidad, se está viviendo actualmente una
nueva tendencia a redefinir qué se entiende por economía, promoción pública
del sector y la reestructuración del conjunto de la economía, así como los
procesos de cambios políticos que cuyos proyectos van orientados a su
promoción. Por lo que es habitual la utilización del término “Economía Social
y Solidaria” para referirnos a la misma. Desde esta primera aproximación
podemos señalar, según el Dictamen realizado por el CESE sobre Economía
Social en América Latina en 2012, que se compone por entidades de
naturaleza privada, constituidas para satisfacer necesidades personales y
sociales y no para retribuir a inversores de capital, como son: cooperativas,
mutuas, fundaciones, asociaciones, sociedades de trabajo asociado,
organizaciones de solidaridad social, agrupaciones de carácter civil y
microempresas de diverso tipo, sustentadas en la solidaridad y
responsabilidad social. La mayoría de ellas operan en el mercado, pero a
13
veces crean mercados especiales (comercio justo), donde se aplican principios
diferentes al de competencia.
En Latinoamérica se producen tres grandes oleadas que representan la
evolución y acumulación que ha tenido el movimiento de la economía social y
solidaria. La primera de ellas se inicia en los años ochenta: fruto del paulatino
retiro del Estado de Bienestar procesado en los setenta en el marco de
gobiernos autoritarios, numerosos sectores populares se movilizan activando
diversas experiencias asociativas y solidarias. En este contexto ciertos
intelectuales recurren a nuevas denominaciones como “Organizaciones
Económicas Populares” (Razeto), “Economía de Trabajo” (Coraggio),
“Proyectos Alternativos Comunitarios” (Cáritas de Brasil) o simplemente
“emprendimientos autogestionados”. Una segunda oleada ocurre en los
noventa: como fruto del crecimiento de estos fenómenos asociativos,
caracterizados por levantar viejas banderas como la participación
democrática, justicia social y ayuda mutua, o nuevas banderas como la
calidad de vida y el cuidado del medioambiente, ocurre un fenómeno de
aproximación de los actores involucrados generándose la constitución de
redes y espacios de coordinación tanto a nivel local como nacional e
internacional. En este último plano el papel que jugó el Foro Social Mundial ha
sido relevante. La tercera oleada ocurre sobre principios de este milenio: los
Estados Nacionales comienzan a dialogar con estos nuevos actores de la
sociedad civil y opera el interés por generar las primeras políticas públicas. En
el contexto de esta nueva oleada es que se comprende también el interés por
legislar en estas materias, habida cuenta de la emergencia de un fenómeno
socioeconómico algo más complejo que el del cooperativismo, este sí de
mayor tradición política y legislativa.
En cuanto a la actuación legislativa de los gobiernos de América Latina, no ha
sido hasta principios de este siglo cuando la situación legal respecto a la
Economía Social y Solidaria ha empezado a ser visible. Diez años atrás, las
legislaciones nacionales daban cuenta parcialmente de las cooperativas,
dejando a las otras organizaciones del sector regidas o bien por el derecho
cooperativo o bien por el derecho mercantil. La única excepción fue
Honduras, quien contó con una pionera Ley de Economía Social promulgada en
1985. Diferentes son los tratamientos por parte de los Gobiernos sobre
Economía Solidaria y Social en Latinoamérica, así encontramos que Venezuela
que no tiene una ley de Economía Social y Solidaria, o que Bolivia, los cambios
políticos operados desde la asunción del Presidente Evo Morales han llevado a
la búsqueda de nuevos paradigmas de desarrollo económico. La Constitución
de la República establece en ese sentido algunos códigos de ética económica
muy novedosos: “El Estado asume y promueve como principios ético morales
de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas
mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida
armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan
(camino o vida noble)” (Art. 8). O el caso de Argentina, país en el que no
existe una economía social institucionalizada sino que presenta experiencias
puntuales, o Brasil que la economía social o solidaria ha generado tanta
expectación entre los beneficiarios que se ha convertido en un mecanismo de
14
presión sobre los recursos públicos dentro de una verdadera maraña
burocrática donde se encuentra atrapada la economía social. (Guerra, 2012).
Como vemos, las políticas públicas y las legislaciones sobre el sector aún no
han generado consensos a la hora de hacer una clasificación homogénea de la
Economía Solidaria. Mientras que la orientación clásica incluye básicamente
las diferentes formas asociativas de carácter socioeconómico (cooperativas,
mutuales, etc.), la orientación autogestionaria recorta el objeto a las
organizaciones asociativas donde no hay diferencia en los roles del trabajador
y empresario. A ello se le suma la orientación popular que incluye a las
empresas familiares e incluso al trabajo autónomo.
Por ello existen en América Latina diferentes visiones sobre qué es la
Economía Social y Solidaria Así, según el país y el autor del que hablemos:
Gráfico 1: Comparación de autores latinoamericanos
Teóricos
Visión de la ESS
Luis Razeto
Chile
José Luis
Coraggio
Argentina
Tiene un contenido asociativo que involucra a pequeños grupos o
comunidades con estrechos nexos de familiaridad, amistad o
vecindad. Conlleva relaciones y valores, pues las personas
establecen lazos de ayuda mutua, cooperación y solidaridad
recíproca como algo inherente al modo a través del cual se busca
la satisfacción de necesidades comunes. Las experiencias se
desarrollan entre los pobres del campo y la ciudad. Surge en la
informalidad para enfrentar problemas concretos (falta de
trabajo o de vivienda, escasa alimentación, etc.); en algunos
casos, con ayuda de ONG o de instituciones religiosas. Las
organizaciones constituidas tienden a permanecer en el tiempo y
a configurarse como un potencial elemento de cambio social,
pues la solidaridad debería actuar en las diversas fases del ciclo
económico: producción, distribución, consumo y acumulación.
Debería, también, estar presente en la teoría económica,
superando una carencia notoria en dicha disciplina.
Se diferencia de la economía empresarial capitalista por su
lógica, que busca la “reproducción ampliada de la vida” y no la
acumulación de riquezas. Constituye una alternativa a la
economía capitalista hablar de ESS implica afirmar que los valores
de esta otra economía deben consolidar comportamientos
solidarios. Esto no implica la anulación del individuo o su
disolución en una comunidad impuesta, sino un efectivo
despliegue de su identidad y capacidades, en el contexto de
comunidades voluntarias o ancestrales y de una sociedad
incluyente, donde quepan todos, donde el yo no puede
desplegarse ni enriquecerse sin el otro. Una economía donde no
sólo luchamos asociados, cooperando y asumiendo lo público
como patrimonio común para lograr una mejor reproducción de
nuestras vidas, sino que somos parte de un proyecto sociocultural y político de construcción de una economía que debe
incluir a todos. En ese sentido, no alcanza con la solidaridad
interna de colectivos particulares, sino que es necesaria una
solidaridad ad-extra, de cada “nosotros” particular con todos los
demás.
15
Pablo Guerra
Uruguay
Llamar "socioeconomía solidaria", al esfuerzo por rescatar,
analizar y estudiar las lógicas alternativas de hacer economía.
Socio-economía solidaria, de esta forma, incluye dos perspectivas
analíticas muy pertinentes a estos efectos. Por un lado, la
"socioeconomía", y por otro, la "economía solidaria". Esta
economía esta basada en lazos solidarios y en valores como la
ayuda mutua, la reciprocidad y la cooperación, con el
convencimiento de que éstos valores no son solamente parte del
discurso de un movimiento económico alternativo tanto al privado
capitalista como al estatal público, sino que además, se
presentan como verdaderos factores de producción distintivos con
respecto al resto de las experiencias económicas.
Fuente: Moreno, 2012
También difiere, como vemos en el gráfico siguiente, el grado de aceptación
de Economía Social y Solidaria en cada uno de los países de Latinoamérica:
Gráfico 2: Aceptación nacional del concepto Economía Social
Fuente: Monzón y Chaves, 2012
El grado de reconocimiento se ha modulado de modo relativo (nunca absoluto)
por número de estrellas: (*) cuando existe un nivel de reconocimiento escaso
o nulo de ese concepto en el país; (**) cuando existe un nivel moderado de
reconocimiento; y (***) cuando existe un nivel elevado que denota un
reconocimiento institucionalizado del concepto en el país en cuestión. Los
resultados se presentan en los cuadros 1 a 6 que reflejan respectivamente el
nivel de reconocimiento del concepto (y el término) de economía social y el
reconocimiento de los conceptos afines que se acaban de citar.
16
Como vemos, la falta de visibilidad de social e institucional de la Economía
Social Y Solidaria en Latinoamérica constituye un problema muy grave. Esto
unido a la casi nula existencia de políticas públicas integrales y participativas,
salvo excepciones destacables, hace que dicha ausencia constituya un gran
obstáculo para su consolidación y evolución en América Latina.
Teniendo en cuenta que América Latina tiene una enorme masa de pobres e
indigentes (entre 35 y 60 %, un total de alrededor de 180 millones), y el más
alto índice de concentración de la riqueza del mundo. La masa de excluidos
del mercado de trabajo formal que resultó de la acción neoliberal de las
últimas tres décadas vino a sumarse a la masa que ya existía de trabajadores
por cuenta propia, precarios, excluidos o autoexcluidos del sistema de
derechos laborales, incentivando que la economía de subsistencia y los
emprendimientos usualmente denominados “informales” ocupen la mayor
parte de las acciones de los actores de la economía popular. Vivir 237
Gráfico 3: Iberoamérica: Socios de las entidades de economía social y número de empleos
remunerados en las cooperativas, 2005-10 según país
Fuente: Monzón y Chaves, 2012
La iniciativa de una economía social y solidaria en los últimos años ha sido
liderada por los países latinoamericanos, integrando como cabeza de este
espíritu emprendedor Venezuela que lo ha denominado “Socialismo del siglo
XXI”; dentro de este pensamiento se han sumado también Bolivia y Ecuador.
17
Ello ha dado como resultado la conformación de organismos internacionales
como un modelo alternativo de integración y desarrollo endógeno regional con
inclusión social ha sido el resultado de dicha iniciativa. Este proceso ha
generado más de una decena de acuerdos de integración entre 2005 y 2008.
Estos organismos cuyos objetivos son la integración social y económica de los
países de la región (Moreno, 2012) son:
- El Alba, que tienen como objetivo desarrollar los acuerdos comerciales entre
países de la región para cubrir tanto la demanda como la oferta de los
productos en cada país.
- Unasur, que busca el desarrollo de un espacio integrado en lo político,
social, cultural, económico, financiero, ambiental y en la infraestructura.
- Banco del Sur, que Sur será un agente impulsor del desarrollo económico y
social y actuará como una entidad de financiamiento, capacitación y
asistencia técnica.
Así pues, vemos como el los últimos años la actividad realizada para que el
concepto de Economía Social sea conocido y reconocido internacionalmente,
ha tenido resultados dispares pues no existe ningún modelo universal de
Economía Social y Solidaria, aunque en general haya habido interés por
redefinirla. Mientras en Europa el concepto es asimilado más como aquella
parte de la economía que se limita a ubicar nichos de necesidades de servicios
de proximidad insatisfechas por el mercado y el estado, en América Latina en
relación al concepto de Economía Social y Solidaria está más ligado al cambio
y transformación social, presentando situaciones muy desiguales entre los
países que componen la región y amplias diferencias en cuanto asimilación,
aplicación y visibilidad de la misma.
Por tanto en América Latina, donde la economía informal es un fenómeno
masivo vinculado directamente con los índices de pobreza, sería prioritario
resolver la falta de representación eficaz e integrada de la Economía
Económica y Solidaria mediante la promoción de herramientas como el
cooperativismo para así contribuir al desarrollo económico y social de sus
regiones. A continuación se detallan las características y bondades del mismo.
18
4. COOPERATIVISMO EN LATINOAMÉRICA
4.1. Perspectiva histórica
Históricamente el nacimiento del Cooperativismo se produce por la reacción
de los trabajadores al establecimiento, consolidación y expansión del
capitalismo industrial en la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XVIII (que
mas tarde se extendería a Europa Occidental y luego al resto del mundo) ya
que la implantación de grandes factorías industriales que sometían la mano de
obra a las maquinas estaban provocando una profunda fractura social. Durante
la primera mitad del siglo XIX se produce como consecuencia de la situación
anteriormente descrita, una reacción espontánea y sin carácter ideológico de
los trabajadores, tanto a la sobreexplotación que venían sufriendo como a
las pésimas condiciones laborales que niños y mujeres reibían en las
instalaciones que eran tan precarias que estaban expuestos a pestes y
contaminación (Ashton, 1996). Como consecuencia de todo ello se produce
una reacción de resistencia de los trabajadores que se materializa con la
destrucción de maquinaria, en enfrentamientos a los dueños del capital y
que deja, como consecuencia de dicho enfrentamiento, un reguero de
víctimas mortales. Hasta ese momento el Cooperativismo había sido un
movimiento de reacción de los trabajadores contra el sistema pero sin
ninguna influencia política. El auge que había obtenido la reacción social hizo
que otros grupos sociales e intelectuales de la época se movilizaran y como
consecuencia de ello emerge un sector de reformadores sociales que critican
las perversiones del sistema capitalista y proponen cambios.
En ese momento tres grandes corrientes del pensamiento destacan durante el
siglo XIX: marxismo, anarquismo y socialismo utópico. Mientras que
Comunismo y Anarquismo reivindican la destrucción total del sistema, el
socialismo utópico lo que propone es una reforma social radical progresiva
Esta última corriente es la que asumen los reformadores y plantean la
creación de de unas instituciones en el interior de la sociedad existente con el
fin de que desplacen progresivamente a las empresas capitalistas y en lugar
de competencia establezcan la cooperación. Es tas nuevas formas de
organización son las cooperativas, los talleres nacionales (éstos consistían en
centros de producción organizados por el Estado francés para combatir la
desocupación y de forma progresiva pasaban a sus asociados) o bancos de
crédito mutuo .Pero todos son modelos que pretenden disminuir la extrema
desigualdad que el capitalismo había traído. Bajo esta filosofía Robert Owen,
considerado padre del cooperativismo, se propone demostrar a otros
industriales contemporáneos que pueden lucrarse mejorando las condiciones
de vida de los trabajadores. Para ello disminuye la jornada laboral, prohíbe en
sus fábricas el trabajo infantil, establece alojamientos en sus fábricas para los
obreros y abarata los artículos de consumo. De esta forma Owen que propuso
un cambio completo del orden social y económico existente a partir del
cooperativismo sustituyendo competencia por cooperación, se consideraría
del máximo representante inglés del socialismo reformista y cooperativista
(Monzón, J.L, 2003). Aunque inicialmente es cierto que se produjeron varios
19
fracasos de cooperativas pues no supieron analizar algunas de las reglas
prácticas de funcionamiento de las empresas, en 1843 se produce un hecho
institucional transcendental. Un grupo de huelguistas fracasados y despedidos
decidieron organizarse en la ciudad de Rochdale, e influenciados por los
principios precursores del socialismo utópico oweniano fundaron
una
cooperativa (almacén cooperativo de consumo) que estaría basada en los
principios de igualdad, solidaridad, democracia y equidad entre otros. Los
principios cooperativos que se establecieron en Rochdale se pueden resumir
en estas normas: venta al contado, venta al precio de mercado, distribución a
prorrata del volumen de operaciones, administración democrática, número
ilimitado de socios, distribución de los excedentes, selección de los
miembros, neutralidad política y religiosa, realización de obras sociales. Junto
a todo lo anterior crearon instituciones de seguros, colaboraron con los
desocupados, mantuvieron una casa de socorro, concedieron créditos
hipotecarios e incluso lograron disponer de su propia empresa constructora
(Jaramillo, 2013).2 Por los que el nacimiento del Cooperativismo moderno
coincide, o más bien, se hace coincidir con el nacimiento e la cooperativa de
Rochdale.
Estos valores y principios cooperativos nacidos en Rochdale han conocido una
lenta y paulatina evolución a lo largo de más de 150 años de existencia y,
además de la inicial impronta socialista, se han visto influidos por el
denominado cristianismo social, la corriente solidarista francesa e incluso por
la tradición liberal, con reconocidos teóricos de primera fila como J. Stuart
Mill y León Walras o los liberales sociales italianos como Nazzani, Luzzati,
Wollenborg y Rabbeno quienes en el último tercio de siglo XIX ya propugnaron
la creación de cooperativas de trabajo asociado entre los obreros y de crédito
entre los agricultores (Grijalva, 2013).
En el siglo XIX también florecieron las experiencias mutualistas y asociativas
de modo que cooperativas, mutualidades y asociaciones han constituido y
constituyen el núcleo central de la Economía Social, si bien por su dimensión
histórica, su importancia en todos los sectores económicos, su extensión a
todos los continentes, su arraigo en importantes colectivos sociales, los
valores y reglas de funcionamiento en que se inspiran y su reconocimiento
jurídico, la cooperativa es el elemento representativo más genuino de la
Economía Social (Da Ros, 2007).
No ha sido hasta 1995 cuando los principios del Cooperativismo se han
actualizado, y fue la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) en el marco de la
internacionalización de la economía, la apertura, el desarrollo de las
comunicaciones quien recogió las inquietudes de los cooperativistas para
reformar dichos principios. Quedando plasmado en los mismos la elección de
los valores y reglas del funcionamiento de la economía social frente a los
valores del capitalismo. La nueva Declaración de Identidad Cooperativa
adoptada por III Asamblea General de la ACI que se realiza en Septiembre de
1995 en Manchester incluye una nueva definición de cooperativa y una
revisión de la formulación de los Principios y Valores Cooperativos. Esta nueva
formulación mantiene la esencia de sistema de principios y valores que fueron
2
Jaramillo (2013) , El impacto de la cooperativa de Rochdale.
20
eficaces en aquella época histórica y que contribuyó a hacer del
cooperativismo una de las mayores fuerzas sociales y económicas a nivel
mundial.
Así pues la definición de cooperativa según la ACI3 sería:
“Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente
para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes
por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada.”
Y los principios y valores serían:
Gráfico 4: Valores y principios cooperativos
VALORES: Ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad, solidaridad.
También se cree en los valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y
preocupación por los demás.
PRINCIPIOS: Pautas mediante las cuales las cooperativas ponen en práctica sus valores.
1. Adhesión voluntaria y abierta: las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a
todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las
responsabilidades de ser socio, sin discriminación social, política, religiosa, racial o de sexo.
2. Gestión democrática por parte de los socios: las cooperativas son organizaciones
gestionadas democráticamente por los socios, los cuales participan activamente en la fijación
de sus políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar
y gestionar las cooperativas son responsables ante los socios. En las cooperativas de primer
grado, los socios tienen iguales derechos de voto (un socio, un voto), estando las cooperativas
de otros grados también organizadas de forma democrática.
3. Participación económica de los socios inspirada en los valores cooperativos: los socios
contribuyen equitativamente al capital de sus cooperativas y lo gestionan de forma
democrática. Al menos una parte de los activos es, por regla general, propiedad común de la
cooperativa. Normalmente reciben una compensación, si la hay, limitada sobre el capital
entregado como condición para ser socio. Los socios asignan los excedentes para todos o
alguno de los siguientes fines: el desarrollo de la cooperativa, la constitución de reservas, de
las cuales, al menos, una parte sería irrepartible, el beneficio de los socios en proporción a
sus operaciones con la cooperativa, el apoyo de otras actividades aprobadas por los socios.
4. Autonomía e independencia: las cooperativas son organizaciones autónomas de
autoayuda, gestionadas por sus socios. Si firman acuerdos con otras organizaciones, incluidos
los gobiernos, o si consiguen capital de fuentes externas, lo hacen en términos que aseguren
el control democrático por parte de sus socios y mantengan su autonomía cooperativa.
5. Educación, formación e información: las cooperativas proporcionan educación y
formación a los socios, a los representantes elegidos, a los directivos y a los empleados para
que puedan contribuir de forma eficaz al desarrollo de sus cooperativas. Informan al gran
público, especialmente a los jóvenes y a los líderes de opinión, de la naturaleza y los
beneficios de la cooperación.
6. Cooperación entre cooperativas: las cooperativas sirven a sus socios lo más eficazmente
posible y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente mediante
estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.
3
ACI (2013), Principios y Valores Cooperativos.
21
7. Interés por la comunidad: al mismo tiempo que se centran en las necesidades y en los
deseos de sus socios, las cooperativas trabajan para conseguir el desarrollo sostenible de sus
comunidades, según los criterios aprobados por sus socios.
Declaración de la Alianza Cooperativa Internacional sobre la Identidad Cooperativa.
Manchester, 1995.
Una clasificación de Cooperativas puede ser la que realiza la OIT: consumo,
vivienda, intereses profesionales no agrícolas y agrícolas.
4.2. Cooperativismo en América Latina
La historia del Cooperativismo América Latina ha sido tan larga, que
sabemos que ya los pueblos latinoamericanos incluían en sus tradiciones
diversas formas de cooperación que fueron mezclando con los modelos que
traían los conquistadores. Los mayas, aztecas, incas y otras culturas
precolombinas combinaron el trabajo con la propiedad de múltiples formas
colectivas e individuales mientras desarrollaban sistemas de previsión social
solidaria. Después de tres siglos largos de colonia, muchas de esas
instituciones permanecen, especialmente en los países más indígenas como
Guatemala, Bolivia, Ecuador o Perú, como vemos en el gráfico siguiente:
Gráfico 5: Formas de cooperación tradicional latinoamericana que han subsistido hasta el
presente
Fuente: Coque 2002
22
Los jesuitas fundaron las reducciones en algunos países de Latinoamérica. Se
trataba de misiones que, basadas en formas comunitarias autóctonas previas,
organizaron colectivamente a los indígenas. Era un sistema de explotación
mixto, pues combinaba tierra común con parcelas individuales; también
socializaron la propiedad de aperos y animales; los bienes de consumo se
repartían equitativamente. Los resultados de desarrollo generados fueron tan
revolucionarios en su época que generaron una reacción contraria de otras
órdenes religiosas, de las clases adineradas y de la nobleza. Finalmente, estas
misiones fueron suprimidas por una orden papal en 1773 y miles de jesuitas
acabaron encarcelados mientras comunidades completas de indígenas eran
masacradas (Coque, 2002)
Como vemos las cooperativas en América Latina han tenido diferentes
orígenes, tamaño, antigüedad, oferta de productos, estructuras organizativas,
grados de formalización legal, penetración o éxito. Las cooperativas tienen
una larga historia y son parte del presente de los países de América Latina,
generando ingresos para sus miembros y fuentes de empleo, y contribuyendo
con importantes aportes al desarrollo económico y social de cada país ya que
las cooperativas aparecen en todos los sectores de la economía. El porcentaje
de la población que integra de manera directa o indirecta el sector
cooperativo demuestra que el cooperativismo es parte de la cultura
económica y social de la mayoría de estos países, constituyendo sin duda un
modelo empresarial que contribuye al bienestar de los habitantes. Pero el
apoyo al Cooperativismo y el posicionamiento de éste no ha sido igual en
todos los países latinoamericanos, así países como Costa Rica, Colombia,
Argentina, México, Puerto Rico y República Dominicana en los que las leyes de
cooperativas son poco flexibles y en los que las políticas públicas dan
prioridad al sector financiero respecto a las mismas lo que limita su
desarrollo.
La realidad del sector cooperativo en la región latinoamericana es muy
heterogénea. Debido a la diversidad cultural, económica, social existente
hace que el trato al movimiento cooperativo no se haya dado singular sino en
plural, ya que en cada subregión de América Latina el Cooperativismo ha
tenido una evolución distinta. Los contrastes no solo son atribuidos a las
características particulares del contexto, sino también a las particularidades
ideológicas que se han tejido geográficamente en la región, por ello es difícil
marcar una única perspectiva ideológica del movimiento cooperativista en
Latinoamérica, por lo que podemos destacar:
- El Cooperativismo clásico, con claras raíces ideológicas “rochdaleanas”, fue
el más difundido y con mayor producción intelectual.
- El Cooperativismo indigenista, con una identidad en las culturas
precolombinas, se manifestó principalmente en el área andina y en México.
- El Cooperativismo revolucionario, promovido por algunos ideólogos de
izquierda, fue sustentado a partir de la crítica realizada a la tradición
“rochdaleana”, bajo la premisa de que el cooperativismo debía servir como
23
instrumento de la lucha de clases y cambiar los esquemas de poder y
dominación.
- El Cooperativismo anarquista y libertario, de pensadores antiestatistas que
estaban convencidos de las ventajas de la organización libre y voluntaria para
superar problemas ante los cuales el Estado resulta ineficiente (OIT, 2012)
En términos generales pueden señalarse dos grandes líneas históricas que
caracterizan el desarrollo del cooperativismo en América Latina, con regiones
geográficas claramente diferenciadas:
- Cono Sur (comprende Argentina, Chile, Uruguay y el sur de Brasil): se refiere
a un modelo estrictamente europeo, con influencia ideológica “rochdaleana”,
traído por la inmigración del siglo XIX y de las primeras décadas del siglo XX.
Es el cooperativismo más antiguo y desarrollado, surgido en forma espontánea
y por libre iniciativa.
- Resto de América Latina (América del Sur, excepto los países del Cono Sur;
Centroamérica, México y el Caribe): es un modelo más reciente, cuyos
orígenes se caracterizan de forma decisiva por el fomento del Estado. Tiene
claramente una influencia de la tradición indígena local.
El crecimiento que durante las últimas décadas del siglo XX y la primera
década del XXI que el movimiento cooperativista ha experimentado
Latinoamérica ha sido muy acelerado, aunque su desarrollo no ha tenido la
misma profundidad en todos los países debido a las políticas públicas propias
de cada país hacia el sector cooperativo en general. Se ha podido observar
que en países como Colombia y Paraguay el Poder Ejecutivo ha emitido
decretos a favor del cooperativismo, para anularlos luego en menos de una
semana. De la misma manera, en Ecuador se ha derogado una ley específica
para cooperativas de ahorro y crédito para incluir a este sector en una ley
general de economía solidaria. En Perú el Congreso aprobó la Ley sobre el
Acto Cooperativo, y el Presidente de la República propuso su veto, aunque al
final la ley quedó aprobada. En Argentina las cooperativas de trabajo asociado
no cuentan con una ley propia para ese sector cooperativo. No obstante, en
otros países, el apoyo por parte de los Gobiernos hacia el sector cooperativo
es más fuerte y manifiesto, aunque en la mayoría de los casos las políticas
públicas hacia el sector cooperativo siguen siendo muy limitadas para su
desarrollo.
Por tanto podemos decir que las cooperativas actualmente en Latinoamérica,
a pesar de las dificultades con que se encuentra el sector cooperativo en
algunos países latinoamericanos, siguen siendo generadoras de desarrollo
económico y social en todos los países de latinoamericana. Las cooperativas
son creadoras de empleos directos, indirectos e inducidos, lo que las
convierte en actoras en la lucha contra la pobreza y el cuidado del medio
ambiente y en promotoras de la equidad social y de género, siempre de
acuerdo con sus principios y valores. Las fortalezas de las cooperativas son
notorias en todos los países latinoamericanos y las oportunidades también son
muchas. Estas instituciones son una excelente opción para generar nuevos
24
empleos, disminuir los niveles de pobreza, actuar en defensa del medio
ambiente, y contribuir reconocidamente al producto interno bruto de cada
país. El modelo cooperativo tiene mucho potencial, pero deben de abordarse
algunos aspectos para lograr fortalecer su imagen, como la rendición de
cuentas, una buena gobernanza, la participación democrática y una mayor
implicación por parte de los asociados de base y de los Estados.
A continuación se expone las posibilidades que el establecimiento del
Cooperativismo en Ecuador presenta como modelo de desarrollo adecuado,
pues como se explica más adelante las cooperativas, en sus distintas formas,
son clave para la consecución de la mejora de las condiciones sociales y
económicas.
25
5. MOVIMIENTO COOPERATIVO EN ECUADOR
5.1. Antecedentes Ecuador
5.1.1. Localización y descripción
La República de Ecuador es un país ubicado sobre la línea ecuatorial, en
América del Sur, por lo que su territorio se encuentra repartido entre ambos
hemisferios, y que limita al Norte con Colombia y al sur y al Este con Perú. Al
Oeste limita con el Océano Pacífico y a él pertenecen las oceánicas Islas
Pacífico. Está dividido política-administrativamente en 24 provincias, 221
cantones y 1500 parroquias en una extensión de 283,561 mil Kilómetros y
cuenta con una población, según el Banco Mundial,4 de 15,49 millones de
habitantes a fecha de 2012.Su capital es San Francisco de Quito.
Gráfico 6: Mapa de Ecuador
Fuente: Embajada de Ecuador
La vigente Constitución de de la República de Ecuador, expedida en 2008
dice en el artículo 2: “El castellano es el idioma oficial del Ecuador; el
castellano, el kichwa y el shuar son idiomas oficiales de relación intercultural.
Los demás idiomas ancestrales son de uso oficial para los pueblos indígenas en
las zonas donde habitan y en los términos que fija la ley. El Estado respetará y
estimulará su conservación y uso.”5
4
5
www. banco mundial.org, 2013.
Constitución República de Ecuador, 2008. pp.16.
26
La Constitución de Ecuador en el artículo 1 configura:” El Ecuador es un
Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano,
independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en
forma de república y se gobierna de manera descentralizada”6
En cuanto a su Geografía podemos decir que La República de Ecuador está
compuesta por tierras que están marcadas, por un lado por su montañosa
orografía, como es el caso de la sección volcánica de los Andes que atraviesa
de Norte a Sur el país formando dos cadenas montañosas paralelas, y por otro
lado también está marcada y condicionada por su duro y difícil clima (no hay
que olvidar que en Ecuador se dan una gran variedad de climas en razón de
las diferencias de latitud existentes en el mismo ) que condiciona el
poblamiento en muchas de sus zonas debido al difícil acceso a muchas de sus
aldeas y a la falta de infraestructuras y comunicaciones con las mismas .
Como consecuencia de estas diferencias geográficas en Ecuador existen un
variado ecosistema y una amplia diversidad paisajística lo que ha dado lugar a
que en el mismo país convivan un variado conjunto de costumbres, culturas,
formas de vida, tradiciones derivados de las mismas diferencias anteriormente
mencionadas.
La posición geográfica del Ecuador, la presencia de la cordillera de los Andes
y la influencia de varias corrientes marinas, han contribuido a formar un país
de grandes contrastes geográficos y climáticos, que se manifiesta en la
abundancia de especies de flora y fauna (Embajada de Ecuador, 2013).
Geográficamente Ecuador se divide en cuatro regiones:
- La Costa, o planicie costera, que cubre un poco más de un cuarto de la
superficie del país y se encuentra al Oeste de la Cordillera de los Andes. Esta
zona se extiende desde estas estribaciones occidentales hasta el mar. Las
provincias que componen esta zona son: Esmeraldas, Manabí, Santa Elena, Los
Ríos, Guayas y El Oro. Su territorio está formado por llanuras fértiles, colinas,
cuencas sedimentarias y elevaciones de poca altura. Es una zona con gran
cantidad de ríos y por ello es por lo que en esta zona es donde se da la mayor
red fluvial del país. Se trata de la cuenca del Río Guayas, que tiene cerca de
doce afluentes.
La Costa está compuesta por gran variedad de ecosistemas como son: Bosques
lluviosos tropicales del noreste (Esmeraldas, Manabí). Planicies tropicales del
centro y sudoeste. El Bosque seco (franja peninsular occidental y meridional).
Manglares. Se dan una gran variedad de paisajes y áreas naturales protegidas
que guardan una gran variedad de ecosistemas como La Reserva Ecológica
Cayapas-Mataje, La Reserva Ecológica Mache-Chindul entre otras. Esta zona
de llanura se caracteriza por ser fértil. Al sur de esta zona de Costa se
encuentra el Golfo de Guayaquil que está rodeado de extensas áreas de
mangle y donde existen varias reservas protegidas que guardan gran riqueza y
demuestran la variedad de ecosistemas y paisajes maravillosos en esta zona
donde la presencia de arrecifes rocosos y coral la hacen aún más interesante
6
Constitución República de Ecuador, 2008. pp. 16.
27
si cabe. De forma tradicional se cultiva extensivamente productos de
exportación como: banano, café, arroz, soya, caña de azúcar, algodón, frutas
y otros cultivos tropicales. Los manglares y los ecosistemas marinos
influenciados por las corrientes cálida y fría, brindan un hábitat ideal, por lo
que la actividad pesquera es fuente importante de recursos. Por todo ello, la
zona de Costa es una región bastante fértil (Comercio exterior, 2013).
- La Sierra o Región Interandina. Comprende el sector montañoso o callejón
interandino y está constituida por la Cordillera de los Andes que en forma de
dos gigantescos ramales atraviesan el país de Norte a Sur y que se unen entre
sí por cordilleras transversales. Las provincias que componen esta zona son:
Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Bolívar, Tungurahua, Chimborazo,
Santo Domingo de los Tsáchilas, Cañar, Azuay y Loja, estando en esta zona
algunas de las ciudades más importantes de Ecuador y su capital, Quito.
Esta zona se caracteriza por sus impresionantes elevaciones montañosas,
volcanes y nevados. Las condiciones climáticas existentes en la sierra, así
como la actividad volcánica han provocado un desarrollo peculiar de
especies vegetales.
La zona de la Sierra es donde mayor concentración de población se da en
Ecuador por ello podemos decir que es la región de mayor asentamiento
indígena y por lo tanto, una de las de mayor diversidad étnica y cultural.
(Comercio exterior, 2013)
- Región Oriental o Amazónica La región Amazónica se extiende al Este de la
cordillera Oriental, está limitada naturalmente por ésta y forma una vasta
llanura de selvas con algo de ondulaciones. Esta región está formada por las
siguientes provincias: Sucumbíos, Napo, Orellana, Pastaza, Morona Santiago y
Zamora Chichimpe.
La Amazonía Ecuatoriana posee una exuberante vegetación propia de los
bosques húmedos tropicales. Es una zona de tantas riquezas amazónicas lo
que lo convierte en un sitio digno de ser protegido y cuidado .Los microclimas
favorecen el desarrollo de numerosas especies vegetales y animales, muchas
endémicas y que debido a la inadecuada colonización o a otros motivos como
la explotación del petróleo que contamina la tierra ven peligrar su existencia.
Pero a parte de estas maravillas de la naturaleza la zona Amazónica también
es rica en petróleo existiendo importantes yacimientos que han hecho que
multinacionales hayan decidido establecerse en esa zona para la extracción
del mismo. En sus montañas es fácil encontrar otros minerales como el
valorado oro (ejemplo yacimiento de Nambija) donde las prácticas
tradicionales y sin ningún tipo de control han hecho que todos los desechos se
vertieran a los ríos indiscriminadamente provocando la correspondiente
inutilización de las misma a la vez que ha provocado la contaminación del
cauce y la destrucción de la flora y la fauna de la zona (Oficina Información
Diplomática Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, 2013)
- Región Insular o Islas Galápagos .Constituye una provincia del Ecuador y se
halla a una distancia de 900 y 1200 km de la costa. Está constituido por 13
islas grandes; 6 islas medianas y 215 islotes de tamaño pequeño, sumando una
superficie de 8010 Kilómetros cuadrados. Administrativamente, Galápagos
constituye una provincia de Ecuador conformada por tres cantones: San
28
Cristóbal, Santa Cruz e Isabela. El origen de estas islas es de tipo volcánico,
por lo que presentan una orografía muy accidentada. Existen alrededor de
2000 volcanes, muchos de ellos activos. En el interior de las islas no existen
cursos de agua dulce importantes, solo pequeñas lagunas y manantiales Los
factores ambientales, el proceso de evolución, las corrientes marinas, entre
otros factores, han sido los determinantes para que en el archipiélago se den
condiciones únicas, cuyo resultado es la alta biodiversidad de flora y fauna, lo
que le convierte en un lugar único en el mundo (Oficina Información
Diplomática MAEC, 2013).
Ecuador presenta cuatro zonas territoriales diferentes en cuanto clima,
vegetación, poblamiento, recursos económicos y paisaje, lo que tiene como
consecuencia las diferencias sociales y económicas que tradicionalmente ha
existido y existen en el país.
5.1.2. Situación Socio-económica
A pesar de que Ecuador ha conseguido importantes avances en su desarrollo
social y económico en las últimas décadas, siendo según la Comisión
Económica para América Latina (CEPAL)7 el país de América Latina que más
rápidamente ha conseguido reducir desigualdades, el país de todavía existen
carencias significativas que son heredadas de una estructural social con
grandes desigualdades que venían impuestas desde la conquista hispánica.
Aunque el siglo XXI empieza en Ecuador con un proceso de cambios en
términos de desarrollo, con una gran reducción de la pobreza y con el
aumento de elementos de progreso, aún la desigualdad y discriminación no
han desaparecido totalmente de la sociedad ecuatoriana. Sociedad
constituida por una diversidad de culturas y etnias, que se expresan a través
de los pueblos mestizo, afroecuatoriano, montubio8, nacionalidades indígenas
e inmigrantes de varios países, caracterizan la heterogeneidad cultural, la
pervivencia de sistemas de vida, cosmovisiones y prácticas socioculturales
múltiples. Históricamente la estructura y la formación de la sociedad
ecuatoriana y de sus valores es el resultado de la imposición sufrida de la
cultura occidental eurocéntrica, a través de la conformación de la sociedad
colonial y republicana, de las que se han heredado características,
representaciones sociales simbólicas y juicios de valor, positivos y negativos.
La sociedad ecuatoriana se distribuye por grupos étnicos en la siguiente
proporción: mestizos (71.9%), blancos (6.1%), Indígenas (7%), afro
descendientes (7.2%) y montubios (7.4%) y otros (0.4). Tiene una estructura
poblacional donde la proporción de mujeres y hombres es prácticamente
igual, 50% y donde la mayor parte de la población se concentra en el tramo de
15-64 años siendo un 63.5%, mientras que los menores de 15 años son un
32.1% y los mayores de 65 años un 6.4%, y donde la mayor parte de la
población vive en las ciudades (64%), según datos del Ministerio Coordinador
de la Política y Gobiernos Autónomos Descentralizados (pp:59). En Ecuador la
7
www.eclac.cl, 2013, Informe sobre “Sistemas de protección Social en América Latina y el Caribe:
Ecuador.”
8
Es en 2010 cuando Ecuador a través del Censo Nacional se ratifica como un Estado Pluriétnico y en el
mismo es recogido por primera vez el pueblo montubio.
29
discriminación y exclusión existen y se expresan en las desigualdades o
brechas sociales, culturales y económicas y se reproduce mediante
mecanismos y prácticas coloniales profundamente arraigadas en la formación
de la sociedad ecuatoriana. Desigualdades étnicas y de género que han
afectado y afectan principalmente a la población indígena y afroecuatoriana.
Los indicadores sociales ponen de manifiesto que en salud, educación,
vivienda, pobreza y empleo aún existe desigualdad y una gran brecha social
(Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, Senplades, 2013) al igual
que aún persiste una gran brecha rural-urbana, pues las diferencias por área
de residencia continúan siendo muy pronunciadas así como las desigualdades
rurales. La descomposición por regiones revela que las condiciones sociales
más críticas se encuentran en las áreas más rurales de la Amazonía y de la
Costa, mientras que Galápagos mantiene condiciones de vida relativamente
elevadas. En Ecuador en las últimas décadas se ha producido un cambio social
que viene determinado por la disminución de la desigualdad y la pobreza y un
aumento en el desarrollo social. A pesar del aumento del gasto público social
en los últimos años, según la CEPAL ha sido de un 15% en el periodo 20072012 (CEPAL, 2013), el aumento del mismo y el cambio que ha producido en
el país no ha sido suficiente ni homogéneo ya que existen diferencias en como
se ha instalado el mismo en las diferentes regiones del país. Así las mejoras
sociales en términos de igualdad se produjeron más en las ciudades que en
las zonas rurales, y tanto los indígenas, afroecuatorianos y montubios se
beneficiaron menos de estos cambios que el resto de la sociedad ecuatoriana
(Senplades, 2013).
Gráfico 7: Índice Social Comparativo por región y área: 1990, 2001 y 2010
Este Índice pone de manifiesto la brecha en las condiciones de vida entre la
ciudad y el campo. Aunque el Estado en Ecuador ha realizado esfuerzos en
inversión y gasto social cuya consecuencia ha sido la mejora y avance de los
cambios sociales en las últimas décadas, éste sigue siendo un país en el que
existen importantes índices de inequidad, desigualdad, discriminación,
30
pobreza, corrupción, violencia de género y trabajo infantil, entre otros
problemas.
Aún persisten brechas profundas e inequidades en muchos sectores, como es
el caso del sector de la educación en Ecuador. Según el artículo 26 de la
Constitución9 : “La educación es un derecho de las personas y un deber
ineludible e inexcusable del Estado. Constituye un área prioritaria de la
política pública y de la inversión estatal, garantía de la igualdad e inclusión
social y condición indispensable para el buen vivir. Las personas, la familia y
la sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de participar en el proceso
educativo”. Ecuador aún presenta altos índices de analfabetismo, pese a las
importantes reformas llevadas a cabo por las políticas educativas10 en los
últimos tiempos (CEPAL.2013). El analfabetismo es un problema grave que
sufre la sociedad ecuatoriana, pues existe una gran inequidad en el país.
Mujeres e indígenas continúan estando en una situación desventajosa respecto
al resto de la sociedad ecuatoriana, así pues podemos decir , por un lado, que
hay mayor porcentaje de mujeres analfabetas que de hombres(7,7,% frente a
5,8%) que pone de manifiesto que las brechas de género aún persisten, y por
otro lado, que aunque las tasas de analfabetismo de la población indígena han
disminuido (7.9%) la brecha entre los diferentes grupos étnico-culturales
persiste en perjuicio de la población indígena, en la que el porcentaje de de
analfabetismo se sitúa en un 20.4%, tres veces más de la media nacional. Peor
si cabe es el dato de las mujeres indígenas que tienen un promedio aún mayor
de analfabetismo, un 27%, cuatro veces mayor que la media nacional que es
de un 6.7% aproximadamente (Senplades, 2013). A parte de estas asimetrías
del analfabetismo en el sector de la educación también se producen otras
desigualdades que producen gran inequidad como son: la brusca caída de la
asistencia escolar a partir de los 15 años, el alto rezago escolar que merma la
permanencia de niños y jóvenes en el sistema educativo y la inclusión de
aquellos que no están estudiando y las notables diferencias de años de
escolaridad de la población de áreas urbanas y rurales. Problemas muy
arraigados y aún por resolver en el país y que producen desigualdades en la
sociedad ecuatoriana, constituyendo esto un obstáculo para alcanzar el
desarrollo social deseable para el país.
9
Constitución de la República del Ecuador, 2008.pp:27
Entre ellas la Ley Orgánica de Educación Intercultural, 2011 y la creación de un Sistema de Evaluación
y Rendición de Cuentas (SER) del sistema educativo (CEPAL, 2013).
10
31
Gráfico 8: Mapa cantonal del analfabetismo en el Ecuador proyectado al año 2009
Fuente: Senplades, 2013
Quizá el logro conseguido en el sector de salud haya sido algo más
significativo de los conseguidos en el país. La Constitución dice en el artículo
32: “La salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se
vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la
alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social,
los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir.”11
Así pues, según datos de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo12,
ha habido un aumento considerable de la cobertura y calidad en la salud
pública, la brecha entre campo y ciudad en el acceso a los servicios de salud
también se han reducido, la mortalidad infantil ha bajado a la mitad de los
niveles de 1990 siendo actualmente de 29 casos por 1000 nacidos vivos, se han
producido avances importantes en cuanto a la esperanza de vida al nacer ,
hay una declinación de la tasa de fecundidad y la esperanza de vida al nacer
en Ecuador ha aumentado pasando de ser en 58.9 años en 1975 a ser de 75.6
años en 2012. Sin duda son datos positivos, pero no hay que olvidar que en
Ecuador persisten muchos problemas de salud como la desnutrición crónica
infantil que aunque haya disminuido en los últimos años de un alarmante 26%,
afectando mayormente a niños indígenas y que es, en general, mayor en al
Sierra rural. La mortalidad infantil es mayor en las áreas rurales, 35 por mil
nacidos vivos, frente a las urbanas, 25 por mil niños nacidos vivos, y afecta
sobre todo a la Sierra y a la Amazonía. Los servicios de salud siguen
11
12
la Constitución de República del Ecuador, 2008. pp: 29.
Senplades (2013) Atlas de las desigualdades socio económicas del Ecuador.
32
desproporcionadamente concentrándose en las principales ciudades de
Ecuador, especialmente en Quito y Guayaquil que disponen de mayor
número de personal médico (40% del personal de salud pública)13 que el
promedio nacional, mientras en zonas de la Amazonía no existe en absoluto
personal médico. En general, las áreas rurales, sobre todo la Sierra y
Amazonía presentan todavía condiciones críticas de salud, con altas tasas de
mortalidad infantil, así como la elevada prevalencia de la desnutrición infantil
y deficiencias altas de infraestructuras de salud.
Otro problema que sigue sin resolverse en Ecuador es la pobreza, que pone de
manifiesto la asimetría que existe en la sociedad ecuatoriana. Entre
diciembre de 2000 y diciembre de 2012, a nivel nacional, la incidencia de la
pobreza medida por ingresos se redujo 35 puntos porcentuales, al pasar de
62,9% a 27,3%. En el área urbana, este indicador se redujo en alrededor de 38
puntos (pasó de 53,7% a 16,1%), mientras que en el área rural disminuyó en 30
puntos porcentuales (pasó de 79,5% a 49,1%) en el período indicado La
pobreza en Ecuador, por lo tanto, afecta en mayor medida al sector rural que
el urbano. (CEPAL, 2013).
Ecuador ocupa la posición 89 de un total de 187 países del mundo, de
acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano PNUD,14 en 2012. Dentro de
América Latina, Ecuador se sitúa lejos de países como Chile y Argentina que
se sitúan el los lugares 40 y 45 respectivamente. Asimismo, mientras América
Latina como bloque ha registrado avances importantes en relación al IDH,
Ecuador parece sufrir un estancamiento con respecto a 2011 que estaba en el
puesto 83, aunque no hay que olvidar que se sitúa en la zona de países de
desarrollo “alto”.Según datos de la Senplades (2013) la pobreza afecta al 35%
de la población nacional, y el coeficiente de Gini de desigualdad social se
sitúa en 0.495. Según el Banco Central Ecuador (BCE, 2013) la inflación a
septiembre de 2013 es de un 2.04% situándose por debajo del promedio del
conjunto de países de América Latina. Ecuador ha atravesado varias etapas a
lo largo de su historia económica, alternando periodos de crecimiento
económico con periodos de crisis. Así los años del boom petrolero vinieron
después de la etapa de los 60 y 70 en donde la economía ecuatoriana estaba
basada en el modelo agro exportador. Después del auge petrolero vino un
prolongado periodo de estancamiento económico y de ajuste estructural como
consecuencia de las políticas neoliberales llevadas a cabo en el país, hasta
llegar a la profunda crisis de 1998 y 1999 que fue devastadora para Ecuador.
En el año 2000 Ecuador implanta un nuevo esquema económico basado en la
dolarización oficial del sistema monetario y en la promoción e introducción de
reformas estructurales en el ámbito macroeconómico y financiero. Empezaba
así una década, 2000-2012, donde Ecuador empieza a crecer de nuevo, en un
contexto donde la economía del país se fortalece por la inversión social y el
nuevo rol del mismo en la economía que busca con dicha estrategia la
transformación económica con una mayor inclusión social. Y como
13
14
Senplades (2013) Atlas de las desigualdades socio económicas del Ecuador.
PNUD, 2013 www.pnud.org.ec.
33
consecuencia de ello, Ecuador inicia un crecimiento progresivo del PIB, que
desde 2000 a 2012 podemos decir que ha sido inestable, pues los resultados
de de éste dependen mayoritariamente de los precios del crudo en el
mercado internacional, lo que hace vulnerable a la economía ecuatoriana. En
2003 la tasa de crecimiento promedio cayó a 3.3%, volvió a crecer a 8.8% en
2004, descendió a 2% en 2007, bajó a 0.4% en 2009, y volvió a 7.8% en 2011
para finalmente ubicarse en el 5% en 2012 (CEPAL, 2013).
Está claro que Ecuador ha mejorado sus condiciones sociales de forma lenta ,
cambio que viene produciéndose desde década de los noventa, si bien es
cierto que el cambio se ha acelerado en las últimas décadas, produciéndose
una reducción de las desigualdades en el país debido posiblemente al
aumento de inversión pública y de las políticas llevadas a cabo. Como
sabemos tradicionalmente el petróleo ha sido la principal fuente de ingreso
de divisas del país desde que empezara su explotación en la región amazónica
en la década de los setenta convirtiéndose de esta manera en uno de los
mayores exportadores de este recurso. Pero aparte del petróleo Ecuador
también tiene otros productos importantes para su economía como son el
banano, el café, el cacao, el camarón, la madera, el atún y en los últimos
años las flores. Además de estos productos que tradicionalmente se exportan
y que suelen ser industrias importantes, Ecuador también tiene pequeña
industria y artesanía. Del total de exportaciones ecuatorianas en 2012, el
59,6% corresponden a petróleo y derivados, 8,9% a banano, 5,45 a camarón,
4,5 % a conservas de atún, 3,2 % a flores y 3% a vehículos (Oficina de
Información Diplomática, 2013).
Como hemos visto pues, durante los últimos 30 años, la matriz de protección
social ecuatoriana ha estado estructurada principalmente alrededor de las
intervenciones sectoriales regulares, en combinación con la aplicación de
programas específicos de asistencia social, focalizados en los más pobres. Sin
embargo y pese a los avances significativos que ha habido en la sociedad
ecuatoriana, subsisten problemas de calidad, pertinencia y oportunidad de los
servicios sociales, agudizados por la ausencia de información que mida los
impactos de las intervenciones. No obstante los adelantos y retrocesos, las
orientaciones y reorientaciones, la ejecución de las políticas sociales a lo
largo de estas tres décadas ha dado lugar a importantes progresos en la
cobertura de los servicios y de la infraestructura educativa y sanitaria. En
suma, se trata de que la participación de los diversos actores complemente y
potencie las actuales funciones del Estado en la perspectiva de hacerlas
sostenibles y con capacidad para atender efectivamente los riesgos sociales
subyacentes en la población ecuatoriana. Por tanto, hace falta una discusión
crítica, técnicamente sustentada sobre los efectos de las políticas aplicadas,
sobre el movimiento del “buen vivir” como objetivo, así como una discusión
constructiva sobre los cambios que debe acompañar dicho movimiento.
5.1.3. Situación política
La vida política de Ecuador desde tiempos inmemorables se ha cauterizado
por ser inestable muy ajetreada, por lo que los eventos políticos más
destacados son indicadores de la realidad nacional La historia política de los
aborígenes del Ecuador antes de la conquista española está basada en gran
34
parte en especulación. Los aborígenes no tenían lenguajes escritos. Su historia
fue pasada oralmente a sus descendientes. Excepto de dos o tres generaciones
antes que llegaran los españoles, no se puede reconocer como verídicos los
acontecimientos narrados por los indígenas. Lo que se ha comprobado es que
tribus y pueblos indígenas tenían un orden político-militar bajo el mando de
un cacique. Por lo tanto, se puede decir que si existieron varios "reinos", y
que el cacique era lo equivalente a un "rey". Uno de estos pueblos así
organizados es lo que se puede categorizar como el "Reino de Quito". Los
llamados "Shyris" de Quito nunca integraron a su "reino" a otras tribus o
pueblos que hoy constituyen el Ecuador. Solamente para defender su suelo se
confederaron con otros pueblos.
Ecuador nació con la desmembración de la Gran Colombia en 1830 y el primer
presidente de la república fue el general venezolano Juan José Flores.
Flores mantuvo un régimen autoritario hasta que entregó el poder al
ecuatoriano Vicente Rocafuerte, uno de los próceres de la independencia del
país andino, enclavado entre Colombia y Perú. A Rocafuerte le sucedió una
cadena de mandatarios ecuatorianos, en medio de un turbulento período
político Desde las batallas independentistas en Ecuador las relaciones entre
sus regiones eran difíciles. Existía un predominio del regionalismo con la
consolidación del latifundio, sectores artesanos y comerciantes. La
independencia de Ecuador supuso un gran cambio político, lo que no evitó
que las características de ésta (racismo, exclusión de la mujer en la política y
el poder político e ideológico de la Iglesia) se manutuvieran a lo largo de la
Época Republicana de Ecuador. El país se desarrolló desde una perspectiva
latifundista donde la mayoría de la población era campesina ligada a la
hacienda donde existía una inestabilidad administrativa que poco a poco se
iría reemplazando por la autoridad terrateniente. Durante el establecimiento
del país, el pueblo quedó fuera de una igualdad cultural y política quedando
estratificado por la Iglesia Católica quién se pensaba que era la única con
derecho a hacerlo. La Nueva República nace de la explotación económica,
social y étnica del indígena donde la democracia no existió en el país y que
tuvo como consecuencia que la sociedad ecuatoriana no estuviera toda en un
mismo plano. Situación que generó una gran inconformidad social y un
rechazo al conservadurismo clerical y al abuso oligárquico que se estaba
llevando a cabo en Ecuador (Sabando, 2013)
Desde la historia más contemporánea Ecuador aunque fue el primer país de
América Latina en recuperar la democracia (1978) se ha caracterizado por una
gran inestabilidad política. Entre 1972 y 1979 se sucedieron 2 dictaduras
militares: primero, con el General Guillermo Rodríguez Lara, que presidió el
llamado "Gobierno Nacionalista y Revolucionario de las Fuerzas Armadas"
(1972-76) y luego, un Triunvirato Militar (1976-79). Ambas dictaduras
coincidieron con un período excepcional de riqueza petrolera, que fue
manejada por el Estado, lo cual le "independizó" de su habitual dependencia
de los agroexportadores. Fue posible, entonces, articular un "modelo-estatalnacional-desarrollista", pues el Estado se convirtió en el principal agente
promotor de la economía, una "vía" distinta y "tardía" frente a aquellos países
en los cuales el desarrollo capitalista fue posible por burguesías pujantes. La
burguesía ecuatoriana creció amparada por el Estado. A pesar de la época,
35
tales dictaduras militares nunca adquirieron los rasgos represivos de las
dictaduras del cono sur latinoamericano y, en diversos aspectos (sobre todo
con Rodríguez Lara) incluso fueron "reformistas".El 10 de agosto de 1979 se
inició la fase de los gobiernos constitucionales (Ecuador fue el primer país
latinoamericano). Triunfó Jaime Roldós Aguilera (1979-81), candidatizado por
"Concentración de Fuerzas Populares", un partido populista y un líder "sui
géneris" en alianza con "Democracia Popular-Unión Demócrata Cristiana".
Roldós murió en un trágico accidente de aviación. Le sucedió el
vicepresidente demócrata cristiano Osvaldo Hurtado (1981-84), con una línea
reformista que inquietó al empresariado nacional (muchos le acusaban de
"filo-comunista") y a quien le sucedieron, por elecciones populares: León
Febres Cordero (1984-88), candidato del "Partido Social Cristiano" y
respaldado por el "Frente de Reconstrucción Nacional" (una coalición de
fuerzas de derecha), con amplísima aceptación (y hasta euforia) entre los
empresarios del país; Rodrigo Borja Cevallos (1988-92), candidato de la
socialdemócrata "Izquierda Democrática", Sixto Durán Ballén (1992-96), viejo
líder del social cristianismo, pero auspiciado por el efímero "Partido Unión
Republicana" y Abdalá Bucaram (1996-97), caudillo populista del "Partido
Roldosista Ecuatoriano". Derrocado Bucaram a los 6 meses, por la reacción
verdaderamente nacional contra su corrupto y corruptor gobierno y por
decisión del Congreso, que encontró en la "incapacidad mental" del presidente
una causal legal ajustada a las circunstancias (en el exterior la imagen del
Ecuador llegó a ser francamente lamentable), le sucedieron (nombramientos
del Congreso): por unos días, Rosalía Arteaga (primera Presidenta en la
historia nacional) y a continuación Fabián Alarcón (1997-98), dirigente del
"Frente Radical Alfarista", un partido y un gobierno manejados en el viejo
estilo de las componendas y "amarres" políticos. En 1998 se reunió una
Asamblea Nacional que dictó una nueva Constitución. Con ella comenzó el
nuevo gobierno del democristiano Jamil Mahuad (1998-2000), elegido por
votación ciudadana, pero derrocado a los 15 meses de gestión,a quien sucedió
Gustavo Noboa. Así, en Ecuador, a diferencia de todos los países
latinoamericanos, durante 2 décadas se han sucedido 10 gobiernos (5
gobiernos entre 1996 y 2000), cada uno con una orientación "ideológica"
distinta. Pero, a diferencia de las dictaduras de los 70, a partir de 1982, y
coincidiendo con un proceso similar en América Latina, los gobiernos
constitucionales del Ecuador debieron obrar en el marco de una acelerada y
progresiva crisis económica, originada en la desestabilización de la economía
petrolera, el deterioro de la producción interna y del comercio externo, el
brutal impacto de la deuda externa (hoy unos 16 mil millones de dólares) y la
arremetida de las "variables internacionales": el derumbe del socialismo real,
la difusión del neoliberalismo, los condicionamientos del Fondo Monetario
Internacional, el retiro del Estado, las privatizaciones, etc.(Paz y
Cepeda,2013). En 2006 sale victorioso Rafael Correa en las elecciones
generales con el partido político (Alianza PAIS) que había formado en 2005,
tras su ruptura con el Gobierno de Alfredo Palacio. Durante este primer
mandato impulsó la promulgación de la actual Constitución de la República
del Ecuador, así como puso en marcha un nuevo marco normativo e impulsó
nuevas políticas que rompían con el modelo anterior. Rafael Correa salió
reelegido en las elecciones presidenciales de 2009 y de 2013 como presidente
de la República.
36
Es en este momento donde se empieza a hablar con mayor fuerza de
Economía Social y Solidara en Ecuador, como a continuación vemos
5.2. Economía Social y Solidaria en Ecuador
La creciente incapacidad del modelo de desarrollo capitalista para resolver
los problemas socioeconómicos en Ecuador, ha provocado la profundización de
la crisis cuyas consecuencias han sido más pobreza y desigualdad en el país,
generando así una pérdida de legitimidad del sistema de mercado global En
contraste a esto, el concepto Económico Social y Solidario se presenta como
respuesta a un imperativo ético: la defensa de la vida, que no pretende abolir
ni el mercado ni el dinero, sino busca re-institucionalizar y re-jerarquizar, en
cada sociedad los principios de integración social de los procesos económicos.
Este término no es reciente en Ecuador, ya en las sociedades indígenas existía
ya una serie de sectores populares que se organizaban y se conocía como
sector ancestral, comunitario, cooperativo, informal, micro empresarial, etc.
La Economía Social y Solidaria es entendida en Ecuador como un sistema que
tiene al ser humano como centro del desarrollo; busca satisfacer las
necesidades comunes de la población; está al servicio de la sociedad, siendo
su compromiso organizativo primordial la prestación de servicios a los
miembros o a la comunidad; reconoce diferentes formas de organización de la
sociedad para la producción en donde prima la sociedad de personas sobre la
sociedad de capitales. La Economía Social y Solidaria reconoce no sólo la
propiedad individual, sino también formas de propiedad colectiva; los valores
en los que se fundamenta la organización son el trabajo asociativo, la
democracia interna e igualitaria, la búsqueda de la equidad, la cooperación y
solidaridad, el respeto a la naturaleza, el reconocimiento y respeto al saber
local; el carácter democrático y participativo de la gestión interna de la
organización y la participación de los diferentes actores involucrados: socios,
empleados, usuarios.
Es en el contexto mundial de fracaso del modelo capitalista, donde en algunos
países latinoamericanos se está produciendo el ascenso al poder de gobiernos
de “nueva izquierda” como reacción a la incapacidad de los Estados de
resolver problemas de pobreza, igualdad y exclusión; cuando en Ecuador se
proclama una
nueva Constitución, denominada la Constitución de la
Revolución Ciudadana de 2008. Esta nueva Constitución provocó una
transformación profunda en la matriz institucional, al sentar las bases para
construir y consolidar un sistema económico justo, democrático, productivo,
solidario y sostenible basado en la distribución igualitaria de los beneficios del
desarrollo, de los medios de producción, de la generación de trabajo digno,
en un entorno que recupere y conserve la naturaleza y promueva un
desarrollo territorial equilibrado y equitativo. Se propone entonces, alcanzar
un sistema económico 15“social y solidario; que reconoce al ser humano como
sujeto y fin, propende a una relación dinámica y equilibrada entre sociedad,
Estado y mercado, en armonía con la naturaleza; y tiene el objetivo de
garantizar la producción y reproducción de las condiciones materiales
15
Constitución de la República del Ecuador, pp: 140.
37
inmateriales que posibiliten el buen vivir” Art. 283. Todo ello, en el marco
de un régimen de desarrollo que favorece el impulso de los mercados
nacionales y la producción interna. La expedición de un Ley de Economía
Popular y Solidaria en Ecuador ha supuesto también un hito en la visibilidad
de la misma en el país, y dicha ley establece una definición explícita de lo
que se entiende por Economía Popular y Solidaria en el artículo 1: “la forma
de organización económica, donde sus integrantes, individual o
colectivamente, organizan y desarrollan procesos de producción,
intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y
servicios, para satisfacer necesidades y generar ingresos, basadas en
relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al
trabajo y al ser humano como sujeto y fin de su actividad, orientada al Buen
Vivir, en armonía con la naturaleza, por sobre la apropiación, el lucro y la
acumulación de capital”. Vemos pues, que el campo de la Economía Social y
Solidaria es un componente vertebrador
del
proceso de cambio y
transformación que Ecuador está viviendo desde los últimos años. Por ello
mismo está enmarcada y recogida en el marco normativo del país, con el que
se pretende la construcción de una mejor sociedad, orientada hacia la
construcción del BUEN VIVIR (Ministerio de Inclusión Económica y Social, 2013)
Así pues, en la Constitución se reconocen como formas de organización
económica que integran la Economía Socia en Ecuador: pública, privada,
popular y solidaria y mixta y establece que la Economía Popular y Solidaria
está conformada por sus sectores cooperativistas, asociativos y comunitarios
Cabe destacar también que el reconocimiento y apoyo a la Economía y
Finanzas Populares y Solidarias se han materializado a través de otra serie de
políticas y acciones estatales que expresan tanto el cumplimiento de los
mandatos constitucionales, como la voluntad política gubernamental de
llevarlos a efecto. Entre ellas destacan algunas
leyes códigos orgánicos,
aparte de la Ley y Reglamento específicos de la Economía Popular y Solidaria
y Sector Financiero Popular y Solidario, tales como: Código Orgánico de la
Producción, Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública,
Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización,
entre otras (Agenda Económica Social, 2013) De esta forma se reconoce por
parte del Gobierno ecuatoriano que la Economía Social constituye un nuevo
sistema económico alternativo capaz de establecer un nuevo régimen que
contribuya a la economía nacional, al desarrollo territorial y al
fortalecimiento del tejido de los sectores sociales. Así pues el Art. 283-216 de
la Constitución, establece que la Economía Popular y Solidaria está
conformada por los sectores cooperativistas, asociativos y comunitarios, y que
se caracterizan:
A) El sector asociativo, que es el conjunto de asociaciones constituidas por
personas naturales con actividades económicas productivas, con el objeto de
producir, comercializar y consumir bienes y servicios socialmente necesarios,
auto abastecerse de materias primas, insumos, herramientas, tecnología,
16
Constitución de la República de Ecuador, pp: 140
38
equipos y otros bienes o comercializar su producción en forma solidaria y auto
gestionada17
B) El sector cooperativo, es el conjunto de cooperativas entendidas como
sociedades de personas que se han unido en forma voluntaria para satisfacer
sus necesidades económicas, sociales y culturales en común, mediante una
empresa de propiedad conjunta y de gestión democrática 3 y el trabajo
conjunto de sus cooperados. Realizan actividades de interés común tales
como producción, distribución, circulación, financiamiento y consumo de
bienes y servicios, para lo cual comparten recursos, se abastecen de insumos,
captan y administran ahorros, venden bienes y servicios en el mercado, que
resultan del trabajo conjunto de sus cooperados o propietarios.18
C) El sector Comunitario, es el conjunto de organizaciones, vinculadas por
relaciones de territorio, familiares, identidades étnicas, culturales, de
género, de cuidado de la naturaleza, urbanas o rurales; o de comunas,
comunidades, pueblos y nacionalidades que, mediante el trabajo conjunto,
tienen por objeto la producción, comercialización, distribución y el consumo
de bienes y servicios lícitos y socialmente necesarios, en forma solidaria y
auto gestionada.19 Por tanto este subsistema, agrega a las siguientes formas
de organización:
Cooperativa
Asociativa
Comunitaria
Juntas con fines de gestión económica
Organismos de integración local, regional y nacional.
El Sector de la Economía Social y Solidaria está comprendido dentro del
Sistema económico de Ecuador, y constituye un importante sector, ya que
tiene gran peso y relevancia en el mismo: (PNUD, 2013)20
17
Art. 18 de la Ley de Economía Popular y Solidaria
Art. 21 de la Ley de Economía Popular y Solidaria
19
Art. 15 de la Ley de Economía Popular y Solidaria.
20
pp: 13
18
39
Gráfico 9: Dinámica de la Economía Popular y Solidaria
Fuente: PNUD
Como vemos en el siguiente gráfico, la Economía Social representa un sector
muy importante en Ecuador, tanto social como económico. Según las últimas
cifras de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), en
Ecuador existen actualmente cerca de 3.255 cooperativas, de las cuales 945
son de ahorro y crédito, 2.310 pertenecen al sector no financiero, una caja
central está constituida por varias cooperativas, y 2.839 asociaciones que
realizan actividades económicas en el mismo. De las 945 cooperativas de
ahorro y crédito tienen cerca de cinco millones de socios, tomando en cuenta
que de esta cifra, una persona puede ser socio de más de una cooperativa.
40
Gráfico 10: Ecuador: empleo nacional por subsector económico y por género 2009
Fuente: PNUD, 2012
En cuanto al aporte de la Economía Solidaria en la economía nacional de
Ecuador, y más concretamente cuánto aporta al empleo, como forma ésta en
la que la Economía Solidaria se hace visible, habría que destacar que la
Economía Popular en Ecuador generar el 64% del total del empleo nacional
del país, mientras que la Economía Empresarial Privada generó un 29% y la
Economía Pública un 7%.21 El mayor número de ocupados se concentran en el
sector primario, principalmente, en la agricultura, ganadería, silvicultura y
pesca; siendo cuatro actividades económicas las que participan con más del
50% del total de ocupados a nivel nacional: cultivo de banano, café y cacao
(23,9% del total); cultivo de cereales (13,4% del total); cultivo de flores
(10,2% del total); y, cultivo de tubérculos, vegetales, melones y frutas (8,0%
del total). En cuanto a la estructura ocupacional en cuestión de género
podemos decir que es un sector éste que emplea más a hombres que a
mujeres pero que apenas genera desigualdad. Concentrándose el 71% del total
de ocupados en el Ecuador en las áreas urbanas y el 29% en las áreas rurales.
Siendo las actividades del área urbana: servicios, comercio al por mayor y al
por menor, construcción, servicios de alimentos, y bebidas y servicio
doméstico. Mientras que en el área rural se dan las siguientes actividades:
agricultura (cereales, banano, café, cacao), ganadería y sector servicios.
(PNUD, 2013)
Se trata de un modelo de desarrollo que importa y reporta a Ecuador cifras
importantes y grandes beneficios sociales, por lo tanto podemos decir que
Ecuador atribuye a la economía social el papel de “instrumento” para la
21
Agenda Económica de Ecuador, fuente: INEC
41
realización del bienestar real de los seres humanos, manteniendo la prioridad
hacia los pobres, la inversión en educación, salud, la lucha a las desigualdades
y la creación de oportunidades para todos Por lo tanto, actualmente podemos
decir que en Ecuador la Economía Social y Solidaria está conformada por un
conjunto amplio y heterogéneo de actividades de producción, reproducción,
comercialización, servicios y consumo; tanto rurales como urbanas, que
incluyen variadas unidades económicas de carácter asociativo, cooperativo,
mutual, comunitario y autogestionario, y otras. Entre ellas se ubican las
comunas y cooperativas, las asociaciones, los talleres artesanales, las micro,
pequeñas y medianas empresas, las entidades de finanzas solidarias, las
iniciativas de consumo alternativo y los mismos hogares como unidades
económicas de reproducción.
5.3 Cooperativismo en Ecuador
5.3.1. Origen del Cooperativismo en Ecuador
El origen del Cooperativismo en Ecuador
se remonta a las épocas
precolombinas. Si consideramos el comportamiento coordinado organizado
para conseguir un objetivo común que los pueblos aborígenes ponían en
práctica en esos entonces como un posible concepto de cooperación entre los
mismos, ya vemos como entre ellos ya en aquella época existía la cooperación
como una forma de organización comunitaria para el funcionamiento de los
pueblos indígenas. Dicha organización se utilizaba para llevar a cabo obras de
beneficio comunitario o beneficio familiar como son la construcción de
caminos, acequias, viviendas y muchas otras construcciones de larga duración.
En el origen y consolidación del movimiento cooperativista ecuatoriano de
distinguen tres etapas:
a) la primera etapa se inicia aproximadamente a finales del siglo XIX, cuando
en las ciudades de Quito y Guayaquil especialmente, se crean una serie de
organizaciones artesanales y de ayuda mutua que se caracterizaban por ser
entidades gremiales y multifuncionales. Los objetivos que perseguían estas
organizaciones mutualistas eran, por lo general, similares: contribuir al
mejoramiento social, moral e intelectual de sus asociados mediante la ayuda
mutua (en caso de enfermedad, indigencia o muerte), la organización de
cajas de ahorro y la creación de planteles educacionales y talleres para los
afiliados y sus hijos. En algunos casos, los estatutos establecían la constitución
de cooperativas de consumo (como en el caso del Gremio de Carpinteros) para
la distribución de artículos de primera necesidad, como mecanismo para
contrarrestar el abuso de ciertos comerciantes (Da Ros, 2007). Es en
Guayaquil donde la gran expansión de las exportaciones cacaoteras de finales
del siglo XIX provocó un fuerte desarrollo urbano, un aumento de la industria
de consumo y servicios y la inserción de la economía ecuatoriana al mercado
internacional. Este hecho provocó que se produjese un rápido crecimiento de
las organizaciones de trabajadores, artesanos y empleados dando lugar a la
creación de más de 25 sociedades entre 1896 y 1914. Con lo cual a principio
del siglo XX en Ecuador las organizaciones obreras constituían gremios con
42
diversas bases sociales organizadas territorialmente y ya circulaban por
ciudades como Guayaquil publicaciones en donde se explicaban los
planteamientos teóricos de los socialistas de la cooperación como Robert
Owen o Fourier. Aunque dicha información solo estaba al alcance de algunos
intelectuales y obreros y artesanos más cultos debido al alto analfabetismo
existente en Ecuador y que obstaculizaba el proceso de penetración de estos
nuevos mensajes sociales que ya estaban apareciendo en el resto del mundo.
En esta primera etapa del origen del cooperativismo ecuatoriano lo que se
produce, por un lado, es la falta y total ausencia del Estado en la regulación
institucional de la economía en el marco liberal de libre mercado lo que
provocó problemas y debilidades en la institucionalización de la implantación
del mismo. Y por otro lado, la falta de asimilación de los principios
cooperativos internacionales, de servicios educativos y de capacitación
técnica y jurídica, provocó que la duración de la vida de las cooperativas
fuese en muchos casos muy corta. La falta de un marco jurídico e institucional
que las regulara y promoviera el sector impidió su operatividad y crecimiento,
lo que produjo, que las ideas del mutualismo entre las organizaciones
empezaran a perder fuerza y este movimiento empezara a perder
paulatinamente importancia.
b) la segunda etapa empieza a partir de 1937, año en el que se dicta la
primera Ley de Cooperativas (Decreto Supremo n.10 del 30 de Noviembre de
1937 publicado en el Registro Oficial n .8131 del 1 Diciembre de 1937). Esta
ley precede a la década de los años veinte donde en Ecuador se vive un
periodo de crisis y profunda inestabilidad política, económica y social22 y
donde la incorporación de la clase media a la lucha política con una ideología
socialista logra insertarse en el Estado. Con esta ley lo que pretendía el
Estado de Ecuador era intervenir directamente para incentivar el desarrollo
de las empresas cooperativas y que así las cooperativas representen el modelo
de desarrollo social alternativo. Para ello, junto a la ley de Cooperativas, se
aprueban reformas transcendentales y revolucionarias para la sociedad
ecuatoriana de finales de los años treinta.23, representadas por las siguientes:
Ley de Cooperativas, Ley de Comunas, Código del Trabajo, Ley de Educación
Superior y Ley Orgánica del Banco Central. Todas políticas y leyes de gran
calado social que conforman un nuevo marco jurídico que institucionalizó los
conflictos urbanos y campesinos dando viabilidad a las reivindicaciones
sociales en el marco del arbitraje estatal.
Lo que asume el Estado de Ecuador con la expedición de dichas leyes de
contenido social es el reconocimiento de los derechos colectivos del pueblo
indígena y de los sectores campesinos y obreros. En este sentido el Estado
nacional reconocerá jurídicamente la propiedad social después de más e 130
años de supresión realizada por los gobiernos criollos y liberales de la guerra
independentista que decretaron el predominio de la propiedad individual y la
ilegalidad de la colectiva. Frente a la represión que el Estado demostró en los
años veinte, esta segunda etapa se caracteriza por el reconocimiento y
22
El 9 de Mayo de 1937 se organizan las empobrecidas poblaciones mestizas en San Miguel (provincia
de Carhi) 120 socios de la Colonia Cooperativa Monfúcar para presionar en la adquisición a plazos de un
latifundio vecino, Hacienda EL Salado.
23
En Octubre de 1937 asume la Jefatura Suprema el General Alberto Enríquez Gallo, con claras
influencias de ideas socialistas.
43
apertura del Estado al sector indígena de los campos y mestizo de las
poblaciones, caseríos y anejos rurales.
El contenido de la Ley de Cooperativas se encuentra enmarcado en los
principios de la cooperación definida en los cánones o normas internacionales
de origen europeo. Así pues, enfatiza en los fines sociales de la organización
“y que, sin perseguir finalidades comerciales de lucro, tengan por objeto la
solidaridad y el mejoramiento económico de sus miembros, mediante una
empresa explotada en común”24. Pero a pesar de esto y aunque el apoyo
financiero contemplado por el Estado al sector cooperativista era extenso no
consiguió plasmarse en la realidad debido a la brevedad del gobierno de los
promotores del sistema, a la inestabilidad política de los años 30 y al cambio
de orientación política de los siguientes gobiernos. Por lo que la Ley de 1937
no logró su institucionalización y la asunción real de dichos principios
cooperativistas europeos y por tanto su alcance fue limitado. Como ejemplo
de ello es que con esta Ley de Cooperativas de 1937 se estableció la creación
de un Departamento de Cooperativas perteneciente al Ministerio de Previsión
Social y el mismo nunca llegó a construirse con lo que los temas relacionados
con las cooperativas se manejaban desde un pequeño departamento. Y como
consecuencia de eso muchas de las cooperativas que se habían constituido a
partir de la publicación de dicha normativa (Sánchez y Cárdenas).
c) la tercera etapa comienza a mediados de los años sesenta y se caracteriza
por ser la etapa de mayor crecimiento cooperativista ecuatoriano,
probablemente la mayor que ha habido a lo largo de su historia. Durante la
primera década de este periodo (1964-1974) se produce un cambio radical en
el escenario social, político y económico del país en comparación con la
estabilidad institucional de los años cincuenta. Pobreza y desempleo
constituían graves problemas en el país y existía una profunda crisis política
que estaba agravada por el agotamiento del modelo agro explotador bananero
que se produjo en los años sesenta. En este periodo el sistema cooperativo
ecuatoriano se consolida produciéndose de esta manera el establecimiento de
las bases institucionales sobre las que se desarrolla el mismo, tanto a nivel
doctrinario como de reglas técnicas. La ayuda mutua y el asociacionismo
vuelven a tener importancia nuevamente
como modelo alternativo e
instrumento de transformación. El cooperativismo en Ecuador en esta etapa
se convirtió en un campo donde intervinieron diversos actores que actuaron
de forma combinada y simultánea con la finalidad de apoyarlo para que
mediante el movimiento cooperativista se produjese un cambio social en el
país.
En aquella época para el resto del mundo Ecuador, al igual que muchos países
de América Latina, era sinónimo de una mezcla de latifundismo,
analfabetismo y pobreza rural. Dicha percepción del país preocupaba a su
vecino capitalista Estados Unidos por temor a que Ecuador pudiera seguir los
pasos revolucionarios de Cuba, que se estableció como un régimen socialista.
24
Ley de Cooperativas, 30 de noviembre de 1937. Registro Oficial, p.2338.
44
Este hecho junto a otros 25 hizo que se produjese un cambio en la política
norteamericana para América Latina creando el programa Alianza para el
Progreso (1961) para modificar las condiciones económicas y sociales que
favorecerían el surgimiento de procesos políticos revolucionarios.
Convirtiéndose de esta manera Estados Unidos en uno de esos importantes
actores anteriormente mencionados que hicieron posible el impulso del
cooperativismo en esta etapa. Como consecuencia de esta decisión política
adoptada por Estados Unidos se celebraron diversos convenios entre la
Dirección Nacional de Cooperativas y las organizaciones de cooperación
privadas de Estados Unidos26, como la Asociación Nacional de Cooperativas
(CUNA) y la Liga de Cooperativas (CLUSA), con la finalidad de prestar apoyo
técnico y financiero para la creación de numerosas cooperativas y
federaciones nacionales, ya que éstas eran muy débiles en Ecuador en ese
momento. De hecho entre 1961 y 1966 se registraron 874 cooperativas que en
proporción a las que se crearon en 1960 eran cuatro veces más (Grijalva)
Otro de los actores necesarios que hubieron en el cambio cooperativo que se
produjo en Ecuador y que tuvo un papel fundamental en esta etapa fue el
Estado, quien quería establecer cooperativas en Ecuador como una forma de
progreso social. Para ello por un lado se produjo un cambio en la organización
estatal con la creación de una Dirección Nacional de Cooperativas y por otro
lado, se produjo la expedición de una nueva ley de cooperativas27que
significó un importantísimo hito histórico. Esta nueva ley actualiza la anterior
Ley de Cooperativas promulgada de 1937 en relación a la creación, estructura
y funcionamiento de las organizaciones cooperativas. La nueva Ley integró
disposiciones reglamentarias más operativas a fin de facilitar su aplicación. La
expedición de la misma representó un nuevo marco legal, acorde a la nueva
situación que se vivía en la década de los sesenta en el país y que implicaba
una mayor intervención estatal en la esfera económica del mismo. A tal fin
puso en marcha una serie de concesiones especiales como exención de
impuestos, preferencias en licitaciones convocadas por instituciones
estatales, liberación de impuestos a la importación de herramientas y
maquinarias agrícolas y semillas, exoneraciones de gravámenes fiscales a las
exportaciones de cooperativas artesanales y artísticas, y preferencias en las
expropiaciones de tierras a favor de organizaciones campesinas. Otra medida
que se adopta en dicha Ley es la creación de el Consejo Cooperativo Nacional
(COCONA) como máximo organismo oficial encargado de la investigación,
coordinación, planificación y fomento de la actividad cooperativa en al país.
Un fenómeno importante que se produjo en la década de los sesenta y setenta
en Ecuador fue la conformación de los organismos de integración cooperativa.
La estrategia de acción definida por las instituciones estatales pasaba por la
integración de federaciones nacionales que pretendían el fortalecimiento y
25
La confrontación política e ideológica entre capitalismo y socialismo a nivel mundial se desarrolla con
fuerza, la Guerra Fría se extendía a nivel global y la guerra de Vietnam, hechos que marcan la política
interna de Estado Unidos.
26
La limitación de recursos del Estado ecuatoriano abrió el campo para que surgiera una fuerte
intervención de las agencias privadas nacionales y sobre todo extranjeras en el financiamiento de
promoción de los programas de cooperación y en la integración cooperativa.
27
Ley de Cooperativas de 7 de Septiembre de 1966. Se elabora acogiendo la recomendación de la 49ª
Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo OIT) DE 1965.
45
consolidación institucional del sector cooperativista. Para ello
constituyeron un importante número de federaciones:28(Da Ros, 2003):
-
se
Federación de Cooperativas de Vivienda (FECOVI) se crea en 1964.
Federación de Cooperativas de Ahorro y Crédito (FECOAC) se crea en 1963.
Federación Nacional de Caficultores (FENACAFE) se crea en 1967.
Federación de Cooperativas Arroceras (FECOPARR) SE CREA EN 1970.
Federación de Cooperativas Bananeras se crea en 1970.
Federación Nacional de Cooperativas de Transportes de Taxis
(FENACOTAXI) se crea en 1971.
Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Pesado (FENACOTRAP)
se crea en 1979.
Federación Nacional de Pescadores Artesanales (FENACOPEC) SE CREA EN
1988.
Aunque hubieron cambios institucionales importantes para apoyar el
movimiento cooperativo y la expansión del mismo, la realidad demostró que
no fueron suficientes y el nivel de crecimiento del mismo fue tal que rebasó
las políticas del Estado cuyo aparato estatal no fue capaz de responder a los
retos de la expansión cooperativa convirtiéndose finalmente más en un
obstáculo29 que un apoyo para dicho proceso. Sus actividades no respondieron
a las necesidades del movimiento y cuando dejaron de recibir ayuda técnica y
financiera internacional no lograron autofinanciarse y la mayor parte de ellas
entraron en un proceso de asfixia y desaparición.30Fue un periodo en el
surgieron problemas entre las federaciones y las agencias pues las primeras
reclamaban una poco más de autonomía frente al mandato bien claro de la
AID que tenía una visión más anglosajona del movimiento cooperativo en
contraste con las amplias flexibilidades institucionales locales. La FEOCAC fue
el primer organismo de integración de cooperativas de ahorro y crédito que se
constituyó legalmente en Ecuador
y fue la que mayor e inesperado
crecimiento tuvo. Experimentó un aumento de de 143 a 332 cooperativas
afiliadas entre 1965 y 1971 con igual crecimiento de socios que pasó a ser de
19.100 a 106.800 en la misma fecha (Da Ros, 2003).
Fue un fenómeno formidable y desconocido que multiplicó en número de
socios en más de 12 veces, el número de cooperativas aumentó 9 veces
produciéndose un aumento del valor de los depósitos y del número de
préstamos histórico. Lo que provocó que las cooperativas de ahorro y crédito
surgieran como un fenómeno nuevo que permitía a un sector social nacional
acceder a una mejor situación económica dentro de una estructura
socioeconómica sumamente polarizada.
Se produce el nacimiento del sistema de crédito cooperativo en Ecuador como
respuesta social a la falta de crédito existente en el país y sobre todo para
evitar los abusos que se venían produciendo por parte de los prestamistas de
28
D Ros, G. (2003), pp: 133.155
La Dirección Nacional de Cooperativas no contó con el presupuesto ni el personal necesario, A ello
añadir las polémicas debido al surgimiento de la corrupción.
29
30
La fuerte dependencia de las federaciones a los fondos provenientes del gobierno norteamericano era
fortísimo, hasta cuatro de ellas dependían absolutamente de la financiación de la AID.
46
la época. Pero el grupo beneficiario del sector cooperativo sufre una
transformación, y pasa de ser esencialmente rural (37.4%) y de clase media
urbana como era originariamente: campesinos, pequeños educadores,
artesanos, empleados de gobierno y de bancos para dar un giro de lo rural a la
urbe provocado probablemente por la emergencia de poderosos sectores
petroleros y como consecuencia del aumento de la clase media y alta. Emerge
así una nueva población ecuatoriana cuyos valores ya son más individualistas
y cuyos hábitos de consumo cambiaron radicalmente suponiendo una ruptura
con el campo. Consecuentemente el sector cooperativo terminará por
absorber a dicha sociedad pasando a formar parte también de su base social.
El tercer actor que participó en el proceso de cambio del movimiento
cooperativo en Ecuador fue la Iglesia católica ecuatoriana quien adoptó una
posición más sensible desde los años sesenta convirtiéndose los agentes de
pastoral, párrocos y clérigos en general en grandes promotores de
organizaciones populares y, en concreto, de cooperativas. Sacerdotes
progresistas participaron en la creación y administración de cooperativas de
agrícolas, ahorro y crédito, vivienda y forestales. Tuvieron una importante
presencia en la organización de organismos de integración cooperativa como
es el caso de la Federación de Cooperativas de Ahorro y Crédito (FECOA).
La presencia de la Iglesia y de sus organismos vinculados fue en muchos
momentos “clave” para el movimiento cooperativista en Ecuador ya que estos
sacerdotes gozaban de respeto y autoridad moral entre los estratos sociales
más marginados lo que facilitó la aceptación por pare de los campesinos de
estas ideas innovadoras. Donde la influencia de la Iglesia tuvo menor calado
fue la zona de la Costa donde su intervención fue menos significativa.
Esta tercera etapa se caracterizó a parte de por la expedición de una nueva
Ley de Cooperativas (1966) y por todo lo que modificó e introdujo, se
caracterizó también por la reforma agraria llevada a cabo mediante la
expedición de tres leyes para la reforma agraria.
El proceso de realización de la reforma agraria fue muy complejo pues lo que
se pretendía con él
era transformar el antiguo y colonial sistema
hacendatario y que así se creara un mercado interno para el desarrollo
industrial permitiendo de esta forma el acceso a la propiedad de la tierra al
campesino y a otros grupos rurales marginales con la finalidad de acabar con
las formas serviles de trabajo y como forma de integración de los minifundios
existentes en ese momento en Ecuador. Para llevar a cabo dicha
transformación se pensó que el sector cooperativo podía representar esa
estrategia social de transformación productiva por lo que se utilizó la figura
de la cooperativa como el instrumento legal de acceso de dichos campesinos
a la tierra. Las políticas llevadas a cabo, por un lado, se enmarcaban en los
postulados del modelo desarrollista de industrialización nacional que estaba
vigente en esos momentos, y, por otro, eran políticas de desarrollo social que
pretendían rescatar al campesino de la marginalidad y el subdesarrollo,
dotándole para ello de agua potable, alcantarillado, transporte, educación,
energía, sanidad y vivienda.
Se expidieron tres leyes agrarias por parte del Estado durante este periodo:
las dos leyes de reforma de las dictaduras militares del triunvirato militar de
47
Castro Jijón (1964)31 y de Guillermo Rodríguez Lara (1973) y una tercera que
fue la de la abolición de la precariedad en la Costa, dictada por el gobierno
de José María Velasco Ibarra en 1970(Decreto 2001).32Con la primera Ley de
1964 se tenía como premisa convertir el sector agrícola en un verdadero
sector productivo dinámico y progresista, crear un mercado interno y
posibilitar el desarrollo del sector industrial. La segunda Ley de 1973
pretendía, sobre las bases postuladas con la Ley anterior, autoabastecer el
país de aquellos productos primarios básicos mediante la creación de
empresas cooperativas agrarias ya que dichos productos estaban siendo
relegados a la producción minifundista como consecuencia de la reconversión
productiva que se estaba dando en las pequeñas y medianas propiedades.33
La reforma agraria fue extensísima y para 1973 se habían organizado 2.274
cooperativas distribuidas el 59% en la Sierra, 37% en la Costa, el 3.7% en el
Oriente y el 0.3% en Galápagos. De las cuales el 46% se concentraban en las
ciudades de Pichincha y Guayas. Aunque la reforma agraria determinó la
proliferación de un número importante de cooperativas de producción no
llegó a afianzar un sistema alternativo al tradicional ni se establecieron
estructuras productivas eficientes y tecnificadas como inicialmente se
pretendía con dicha reforma pues una gran mayoría no estaban administradas
por personal capacitado y solo tenían de cooperativas el nombre. Finalmente
y después del gran impacto que tuvieron las leyes de reforma agraria el
movimiento cooperativo sufrió un proceso de extinción provocado por un lado
por el carácter individualista que cogió el movimiento34 y por otro lado por la
desaparición del apoyo institucional y norteamericano, que demostró la
debilidad del sector cooperativo en Ecuador y la necesidad del
fortalecimiento institucional a lo largo del tiempo (Grijalva, 2013).
5.3.2. Situación del Cooperativismo en Ecuador
Ecuador ingresa en los años 90 plenamente en el modelo neoliberal que había
sido diseñado y discutido en la reunión del Consenso de Washington (1989)
coincidiendo con la caída del muro de Berlín.35Dicha política neoliberal se
manifestó con la conformación de un mundo globalizado, que promueve el
pensamiento global y la actuación local, con una concentración de ingresos
jamás vista anteriormente, que niega las posibilidades al desarrollo, que
genera condiciones de vida solo para sobrevivir y basado en redes de
funcionamiento mundial capaces de articularse continuamente entre sí. En
este contexto de globalización mundial, Ecuador abre plenamente los brazos
31
El Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización (IERAC) fue el organismo encargado de
velar porque la adjudicación de las tierras a los campesinos fuese justa y no se distorsionara .
32
Debido al Decreto 2001 se produce un gran crecimiento a nivel de socios y de capital de cooperativas
agrarias, siendo 1970 en año de mayor crecimiento.
33
Implementación de empresas lecheras en las antiguas haciendas de producción agrícola dada su mayor
rentabilidad.
34
Muchas de estas cooperativas solo se habían constituido con el único propósito de entablar acción legal
para la adjudicación de tierras, ya que ser cooperativa era uno de los requisitos exigidos por la Ley para la
adjudicación de las mismas. Una vez conseguido el objetivo las cooperativas se fraccionaban en una serie
de pequeñas explotaciones individuales que por lo general mantenían áreas de uso o producción común.
35
La filosofía neoliberal cambia las existentes relaciones entre Estado y mercado restringiendo la
intervención pública y enfatizando el mercado. Como consecuencia de ello se debilitan los mecanismos
de control y regulación del aparato estatal y de promoción del desarrollo.
48
a la construcción de este nuevo modelo político económico36 y, como fruto de
ello, la primera consecuencia que se produce es la ruptura con el modelo
desarrollista que se había implantado en Ecuador después de la segunda
guerra mundial. La ejecución de las políticas de libre mercado acarreó la
desaparición de todas las instituciones estatales de promoción económica
puesto que
este nuevo modelo se quería basarse en una nueva
institucionalidad de naturaleza privada y orientada al comercio exterior
quedando de esta manera las pequeñas y medianas empresas desprovistas de
todo apoyo estatal. Estamos ante un Estado que lo que pretende es favorecer
la liberalización y las privatizaciones. Como ejemplo de ello fue la
desaparición del Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE) en Ecuador así
como la desaparición de la política industrialista llevada a cabo por el Estado
desarrollista de los años 60 y 70. Al mismo tiempo que ocurre esto, en
Ecuador se produce un giro en la política financiera produciéndose un cambio
en la legislación de la misma aprobando en 1994 de la Ley General de
Instituciones del Sistema Financiero (SBS) propiciando de este modo un mayor
predominio de los agentes privados en el mercado financiero. Este fenómeno
de neoliberalismo y globalización que estaba surgiendo se manifestó en
Ecuador con la dispersión y fragmentación de los procesos cooperativos en el
territorio nacional.
En el marco institucional el Estado de Ecuador prácticamente ya no está
presente en este periodo donde dicha no presencia facilita la aparición de
nuevas y pequeñas cooperativas de ahorro y crédito desde 1989 hasta 2006,
favoreciendo
de esta forma el nuevo modelo que el Cooperativismo
ecuatoriano entrara en crisis, ya que con dicho modelo lo que se esta
produciendo es la desestabilización del desarrollo cooperativo en favor a la
promoción del crecimiento bancario. Se registró un gran número de proyectos
“focalizados” en el sector de la educación, salud y desarrollo social que
fueron llevados a cabo y financiados por organismos internacionales dando de
esta manera la importancia y protagonismo a los gobiernos locales ya que el
Estado seguía con su política de descentralización estatal.
Es en 1996, en un ambiente de modernización tecnológica, integración y
alianza entre lo local y lo internacional mediante la celebración de alianzas
estratégicas, programas y convenios que tienen como finalidad la apertura a
nuevos mercados, productos y servicios financieros37, cuando el Centro Andino
de Acción Popular (CAAP) emprende un proyecto de fortalecimiento
institucional de pequeñas cooperativas de ahorro y crédito rurales, Pretendían
que el crecimiento de estas cooperativas se fundamentara en iniciativas
locales que respondían a las necesidades e identidades de las poblaciones a
las que pertenecían , lo que hacía que el desarrollo de la cooperativa quedara
ligado al desarrollo de la comunidad ya que se basaba en el sentido de
pertenencia y solidaridad. Dicha propuesta caló ya que en 1998 la situación de
36
Se produce durante el gobierno de Sixto Durán Ballén la máxima expresión del mismo.
En 1995 se celebra un proyecto de desarrollo financiero entre la FECOAC Y, EL Consejo Mundial de
Cooperativas de Ahorro y Crédito (WOCCU) y la Agencia Interamericana de Desarrollo (AID) con el fin
de brindar apoyo a 19 cooperativas del sector.
37
49
las cooperativas de ahorro y crédito era estable y registraban gran
crecimiento.
En 1999 Ecuador ingresa en la mayor crisis económica y financiera de su
historia económica, que afectó sobre todo al sector bancario y provocó la
quiebra de cerca de 20 bancos ecuatorianos. En esta crisis hubieron otros
factores generales que influyeron en el desastre económico nacional como la
guerra de Cenepa sostenida con Perú, el fenómeno del Niño (1997) que afectó
a la exportación agroindustrial de la Costa, una fuerte caída de los precios
internacionales del barril de petróleo, la enorme deuda externa contraída y
un gravísimo problema de corrupción erosionaban al país. Sin embargo, esta
profunda crisis no afectó al sector financiero cooperativo ya que las
cooperativas de ahorro y crédito no perdieron sus recursos monetarios como sí
ocurrió con las entidades privadas del sector financiero ecuatoriano.
Como bien hemos visto anteriormente en Ecuador han existido dos modelos :
uno, conocido como el desarrollismo, que abarcó desde 1950 hasta 1989 y que
se caracterizó por la ampliación del aparato estatal y la promoción del
desarrollo cuya finalidad era aumentar la producción industrial nacional a
través de de la planificación y construcción de grandes obras de
infraestructuras y otro modelo , el neoliberal, que tuvo una vigencia de casi
25 años , 1989-2005, en el que en Ecuador prevalecieron las políticas de
privatización y desplanificación estatal de la economía y en el que se produjo
la mayor desarticulación del movimiento cooperativista en Ecuador.
Tras 25 años de aplicación de políticas de gran influencia del modelo
neoliberal en Ecuador, en 2007 empieza una nueva época que supuso la
ruptura histórica con el modelo anterior y que produjo una serie de
profundos cambios económicos, sociales y políticos que fueron el inicio de lo
que se denominó Revolución Ciudadana en el país. En ese momento el
movimiento cooperativista en Ecuador se encuentra en una situación delicada
pues la naturaleza del mismo y la esencia original se habían desvirtuado como
consecuencia de la influencia que había tenido el modelo neoliberal en las
políticas estatales y en como éste anteponía los intereses económicos a la
consecución de los principios cooperativistas y asociacionistas. Decisiones que
habían hecho que el sector cooperativista estuviera profundamente
debilitado, pues aunque en términos cuantitativos parecía que el movimiento
cooperativista gozaba de buena salud realmente sufría una crisis de valores.
Con esta situación se encuentra el gobierno que acaba de llegar en 2006 a
Ecuador y cuya acción se orienta fundamentalmente a que el cooperativismo
vuelva a constituir una verdadera alternativa socioeconómica de desarrollo
humano.
Todo ello da lugar a la aparición de un tercer modelo en Ecuador, que
presenta similitudes con el modelo desarrollista pero también tiene
diferencias con el mismo. Este nuevo modelo coge del modelo desarrollista la
relevancia del aparato estatal y la planificación, la valoración del desarrollo
por intermedio de grandes obras de infraestructura y la importancia del sector
social, pero también tiene en cuenta que con dicho modelo la pobreza, la
falta de oportunidades, la inequidad y la exclusión de amplios sectores
sociales rurales y urbanos tuvieron resultados negativos y que con el modelo
50
neoliberal dicha brecha se agrabó produciendo el desbordamiento del
sistema.
Se establece un nuevo marco institucional, un reordenamiento institucional
que lógicamente incluye al movimiento cooperativista en Ecuador. Con la
llegada al poder del nuevo gobierno de Rafael Correa Delgado se inicia un
complejo proceso de construcción de una extensa reforma jurídica e
institucional que tiene como consecuencia una nueva Constitución de la
República de Ecuador, la derogación de la Ley de Cooperativas de 1966 y la
expedición de la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria del Sector
Financiero Popular y Solidario, LOEPS (SILEC,2011)38 Con la expedición de
estas nueva ley y normas lo que pretende es un cambio conceptual en el
nuevo marco jurídico, es decir, se pretende abandonar el concepto de
Economía Social de Mercado que existía con la Constitución de 1998 para
asumir un nuevo concepto de Economía Social y Solidaria. Como bien se
recoge en la Constitución de la República de Ecuador de 2008:
Art. 28339:” el sistema económico es social y solidario y se integra por las
formas de organización económica pública, privada, mixta, popular y
solidaria y las demás que la Constitución determine, la economía popular y
solidaria se regulará de acuerdo con la ley e incluirá a los sectores
cooperativistas, asociativos y comunitarios…”
Como vemos la Constitución deja claro que prevalece el ser humano, en una
nueva visión de la economía más sustantiva, sobre la anterior visión
económica social de mercado que prioriza la producción de mercancías.
También destaca este artículo claramente al cooperativismo dentro de una
pluralidad de formas de producción, lo que significa una consideración
normativa fundamental ya que consagra la importancia del cooperativismo
como un actor del nuevo sistema económico ecuatoriano.
Art. 309:” El sistema financiero nacional se compone de los sectores público,
privado, y del popular y solidario, que intermedian recursos del público. Cada
uno de estos sectores contará con normas y entidades de control específicas y
diferenciadas, que se encargarán de preservar su seguridad, estabilidad,
transparencia y solidez. Estas entidades serán autónomas. Los directivos de
las entidades de control serán responsables administrativa, civil y
penalmente por sus decisiones.”40
Art. 311:”el sector financiero popular y solidario se compondrá de
cooperativas de ahorro y crédito, entidades asociativas o solidarias, cajas y
bancos comunales, cajas de ahorro y que las iniciativas de servicios del sector
financiero popular y solidaria y de las micro, pequeñas y medianas unidades
productivas, recibirán un tratamiento diferenciado y preferencial del Estado,
en la medida en que impulsen el desarrollo de la economía popular y
solidaria…”41
38
Recuperado de http: www.lexis.com.ec
39
Constitución de la República del Ecuador, pp. 140.
40
Constitución de la República del Ecuador, pp: 147.
41
Constitución de la República del Ecuador, pp: 148.
51
De esta forma el Cooperativismo pasa a formar parte de un sector más amplio
como es el del sector de la Economía Popular y Solidaria en el que se le da un
protagonismo y se le brinda una protección especial en esta nueva etapa
histórica.42 Actualmente, en el nuevo marco normativo ecuatoriano, se han
creado las bases administrativas, tecnológicas, de recursos humanos y
presupuestarios del nuevo aparato estatal del sector de la economía popular y
solidaria en el que claramente se está recogiendo como finalidad el desarrollo
social ecuatoriano. Por lo tanto, es un momento importante para la
promoción de dicho desarrollo, a través del cual se está redefiniendo una
nueva arquitectura técnica-administrativa.
Así pues en este nuevo escenario el papel del sector cooperativista es
fundamental para el reordenamiento y recuperación da la orientación social y
la esencia social que éste había perdido. Con la recuperación de principios y
valores, la utilización del Cooperativismo como herramienta de Economía
Social, mediante la apuesta por unos objetivos y metas que llevarán a la
sociedad ecuatoriana a conseguir el “buen vivir”.
Actualmente en Ecuador (SEPS, 2013) existen más de 3000 cooperativas, de
las cuales 888 son de ahorro y crédito, más de 2000 pertenecen al sector no
financiero; una caja central está constituida por varias cooperativas y 2.839
asociaciones realizan actividades económicas. Siendo el número de socios de
l sector financiero y popular de 5 millones y suponiendo el 31.67% del total de
la población la que pertenece a este sector. Como vemos en el siguiente
gráfico del sector cooperativo el 55,7% está concentrado en el área de
servicio, es decir son cooperativas de transporte, 27,6% de ahorro y crédito,
8,9% de producción, 7% de vivienda y 0,3% de consumo.
42
Se crean varias Instituciones y Organizaciones para dar soporte al sector de la Economía Social y
Solidaria: Superintendencia de Cooperativas, Superintendencia de Economía Popular y Solidaria,
Superintendencia de Bancos y Seguros, Instituto de Economía Popular y Solidario, Corporación de
Finanzas Populares y Solidarias, Fondo de Liquidez y el Seguro de Depósitos.
52
Gráfico 11: Cooperativas registradas
Fuente: Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, 2013
53
Grafico 12: Distribución geográfica de cooperativas en Ecuador
Fuente: Superintendencia de Economía Popular y Solidaria
5.4. Economía Solidaria, Cooperativismo y Buen Vivir
A nivel mundial existe la aceptación explícita de que los valores y principios
cooperativos inspiran los rasgos distintivos de la Economía Social y guían la
actividad operativa de la misma. Los valores de igualdad, democracia,
solidaridad y equidad entre otros que fueron acuñados por lo obreros de
Rochdale fueron adoptados por toda clase de cooperativas y fueron clave para
desarrollar el concepto de Economía Social. De hecho esos principios definen
a las cooperativas como organizaciones democráticas en las que las decisiones
están en manos de socios y usuarios de la actividad cooperativizada de
manera que no se permite que los socios, inversores o de capital, sean
mayoritarios. La igualdad de derecho de voto, la retribución al capital social
obligatorio con un interés limitado y la creación de un patrimonio cooperativo
irrepartible constituyen otros rasgos característicos de las cooperativas. El
desarrollo humano, la superación de las inequidades, el compromiso para ir
más allá del alcance de las metas del milenio, ha sido el objetivo de este
gobierno, aún antes de un buen desempeño de los principales indicadores
macroeconómicos como el PIB (que a pesar de todo en un contexto de crisis
mundial mantienen un reconocido desempeño).
54
Por todo ello, se considera que la Economía Social y Cooperativismo producen
sociedad y no solo unidades económicas, ya que generan valores para
satisfacer las necesidades de los mismos productores o de sus comunidades generalmente de base territorial, étnica, social o cultural- y no están
orientados por la ganancia y la acumulación de capital sin límites. Porque
Economía Social y Cooperativismo construyen relaciones de producción,
reproducción, intercambio y cooperación que propician la eficiencia y la
calidad sustentadas en la solidaridad (Acosta, 2010)
Se presenta pues la Economía Social como una “vía”, un “instrumento” del
que disponemos para conseguir un desarrollo social diferente al que en las
últimas décadas se había venido llevando a cabo43, para conseguir un
desarrollo en la vida de las personas y las comunidades, generando para ello
asociaciones libres de trabajadores antes que empresas donde el trabajo es
subordinado al capital autoritario por la necesidad de obtener un salario para
sobrevivir (Coraggio, 2002). Desde esta perspectiva, se pretende mediante las
prácticas cooperativistas conseguir ese desarrollo, la expansión del bienestar,
aumentar las oportunidades y las capacidades de las personas, mejorar las
condiciones, distribuir de manera equitativa y sostenible los recursos y así
romper con el anterior paradigma de desarrollo planteando una alternativa
nueva y distinta a las anteriores concepciones existentes. A través del trabajo
cooperativista se puede cambiar el modelo anterior basado en la acumulación
y concentración de riqueza que no producía otra cosa que exclusión y
desigualdad. Esto queda plasmado en la Resolución A/res/64/136 aprobada
por la Asamblea General de Naciones Unidas donde dice claramente como las
cooperativas consiguen que aquellas personas que viven en la pobreza o
pertenecen a grupos vulnerables, incluidos las mujeres, los jóvenes, personas
con discapacidad, las personas de edad y las personas indígenas, puedan
participar plenamente en ellas consiguiendo satisfacer sus necesidades.
Actualmente la Economía Social y Solidaria se encuentra en ese momento de
adaptación, redefinición y remodelación, en el que dispone como aliada de
una herramienta muy valiosa y potente como es el Cooperativismo o
movimiento cooperativo. En ese punto de construcción y puesta en marcha
del sistema económico solidario y social es donde se encuentra Ecuador, como
consecuencia de los fracasos del Estado de resolver los problemas por él
generado, de la persistencia de la voluntad de los movimientos sociales a que
se abran otras alternativas y la preexistencia de formas de organización
popular con diferentes orígenes y carácter: comunitaria, productiva, gremial,
por la tierra, por el trabajo, por ejemplo, hace posible dar el paso hacia, lo
que denominamos la economía y finanzas populares y solidarias. Por ello en la
misma Constitución de Ecuador en el artículo 275 señala: Régimen de
Desarrollo es el conjunto organizado, sostenible y dinámico de los sistemas
económicos, políticos, socio-culturales y ambientales, que garantizan la
realización del buen vivir; el buen vivir requiere que las personas,
comunidades, pueblos y nacionalidades gocen efectivamente de sus derechos
43
desarrollo como reedición de los estilos de vida de los países centrales, que relacionaban desarrollo con
progreso económico.
55
y libertades, y ejerzan responsabilidades en el marco del respeto a sus
diversidades y la convivencia armónica con la naturaleza.(pp.135).
En este nuevo contexto se empieza a hablar en el país de un nuevo enfoque
sobre desarrollo, un nuevo paradigma: el Buen Vivir. Estos modos de vida
aparecen en el texto de la nueva Constitución con las expresiones “buen
vivir” –en castellano– y “sumak kawsay” –en kiwcha– y constituyen el
paradigma de vida hacia el cual deberá orientarse el “desarrollo”. El “buen
vivir” o “sumak kawsay” postula un reordenamiento general de lo que el
término moderno “desarrollo” había querido expresar. En la medida que
desborda los límites de un proyecto meramente económico, social o político,
adquiere el carácter de paradigma regulador del conjunto total de la vida
(Cortez). Por tanto se presenta como una oportunidad para construir
colectivamente nuevas formas de vida. El Buen Vivir no es una originalidad ni
una invención de los procesos políticos de inicios del siglo XXI en los países
andinos. El Buen Vivir forma parte de una larga búsqueda de alternativas de
vida fraguadas en el calor de las luchas populares, particularmente de los
pueblos y nacionalidades originarios. El Buen Vivir emerge de los pueblos
ancestrales de los Andes (desde la cosmovisión andina que incluye la idea de
bienestar y naturaleza como sujeto de derecho) como una propuesta al
modelo económico basado en el desarrollo y que se resume en alcanzar una
vida plena. No tiene ninguna ideología sino que significa vivir en armonía
consigo mismo, con la comunidad y con la naturaleza. Lo que implica vivir en
condiciones de igualdad, equidad, sin explotar la naturaleza y garantizar su
equilibrio.
El concepto de Buen Vivir viene recogido tanto en la Constitución de Ecuador
como en la de Bolivia. Ecuador además de recogerlo en la Constitución ha
desarrollado una serie de Planes Nacionales con objetivos y metas traducidos
en políticas públicas, para la consecución, operativización y medición del
Buen Vivir. Para llevar acabo dichas metas y objetivos actualmente está en
marcha el Plan Nacional para el Buen Vivir, 2009-2013. De acuerdo con éste
el Buen Vivir amplía los derechos, libertades, oportunidades y potencialidades
de los seres humanos, de las comunidades, pueblos y nacionalidades y
garantiza el reconocimiento de las diversidades para alcanzar un porvenir
compartido. Por tanto el Buen Vivir adquiere relevancia en Ecuador pues es
recogido en este Plan que pretende alcanzar unos objetivos, que son:
1. Auspiciar la igualdad, la cohesión y la integración social y territorial en la
diversidad
2. Mejorar las capacidades y potencialidades de la ciudadanía
3. Mejorar la calidad de vida de la población
4. Garantizar los derechos de la naturaleza y promover un ambiente sano y
sustentable
5. Garantizar la soberanía y la paz, e impulsar la inserción estratégica en el
mundo y la integración latinoamericana.
6. Garantizar el trabajo estable, justo y digno, en su diversidad de formas
7. Construir y fortalecer espacios públicos interculturales y de encuentro
común
56
8. Afirmar y fortalecer la identidad nacional, las identidades diversas, la
plurinacionalidad y la interculturalidad.
9. Garantizar la vigencia de los derechos y la justicia
10. Garantizar el acceso a la participación pública y política
11. Establecer un sistema económico social, solidario y sostenible
12. Construir un Estado Democrático para el Buen Vivir
Se abre, de este modo, en Ecuador una etapa de transición que deberá partir
de un sistema marcado por la hegemonía capitalista neoliberal, que
profundizó la concentración de la riqueza, la pérdida de soberanía, la
privatización, la mercantilización extrema, las prácticas especulativas y
depredadoras de los seres humanos, de los pueblos y de la naturaleza, para
llegar a un sistema económico soberano regido por el “Buen Vivir”, que
supere estas injusticias y desigualdades e impulse una economía endógena
para el Buen Vivir, es decir, un desarrollo con y para todas y todos los
ecuatorianos, de todas las regiones, sectores, pueblos y colectividades.
Esto supone cambios en todo el ciclo económico: la producción, la
reproducción, la distribución y el consumo, y determina el tránsito hacia una
nueva matriz productiva; el paso de un esquema primario exportador y
extractivista a uno que privilegie la producción diversificada y ecoeficiente,
así como los servicios basados en los conocimientos y la biodiversidad (PNUD,
2012). El Buen Vivir será, entonces, una construcción que pasa por desarmar
la meta universal para todas las sociedades: el progreso en su deriva
productivista y el desarrollo humano como principal meta, sobre todo en su
visión mecanicista de crecimiento económico, así como sus múltiples
sinónimos. Pero no solo los desarma, el Buen Vivir propone una visión
diferente, mucho más rica en contenidos y, por cierto, más compleja.
Propone alternativas al desarrollo. El Buen Vivir, en definitiva, constituye una
categoría central de la filosofía de la vida de las sociedades indígenas.
El Buen Vivir se soporta sobre un conjunto de principios y valores que
encauzan las acciones tanto individuales como colectivas, al igual que el
movimiento cooperativo. En primer término, una relación armónica con los
seres humanos y con la naturaleza: respeto a la diversidad. En segundo
término, un Estado pluricultural y pluriétnico, un Estado pluricéntrico de la
mano con la descentralización. En tercer lugar, unos seres sociales portadores
de derechos. Descansa sobre un conjunto de principios como son: Equilibrio,
Armonía, Serenidad; Convivencia, Solidaridad, Reciprocidad; Alteridad;
Verdad y Honestidad; Constancia, Visión de Colectivo, Sentido de Unidad y
Participación. De esta manera, el Buen Vivir rescata cuatro aspectos
esenciales
y coincidentes con los principios que caracterizan el
Cooperativismo universal (Guillén, 2012):
1- Convivencia con la naturaleza (naturaleza sujeto de derecho)
2- Relaciones de poder compartido, en consenso, con visión plural, basada en
el respeto al otro (derechos colectivos)
3- Sentido y acción de comunidad
4- Sentido no lineal del tiempo
Todos sabemos que el Cooperativismo se fundamenta en el esfuerzo propio y
en la ayuda mutua y que tiene la cualidad de organizar a hombres y mujeres
57
para conseguir construir un mundo mejor y justo para todos. Por ello
proponemos que a través de la utilización del mismo, podamos conseguir un
desarrollo que nos permita ahondar esfuerzos para conseguir objetivos
nacionales más ambiciosos en Ecuador. En tal virtud, entendemos por
desarrollo la consecución del buen vivir de todos y todas, en paz y armonía
con la naturaleza y la prolongación indefinida de las culturas humanas. El
buen vivir presupone que las libertades, oportunidades, capacidades y
potencialidades reales de los individuos se amplíen de modo que permitan
lograr simultáneamente aquello que la sociedad, los territorios, las diversas
identidades colectivas y cada uno -visto como un ser humano universal y
particular a la vez- valora como objetivo de vida deseable. Por tanto el
concepto de desarrollo que queremos para la sociedad ecuatoriana nos obliga
a reconocernos, comprendernos y valorarnos unos a otros a fin
de posibilitar la autorrealización y la construcción de un porvenir
compartido, como vemos en el siguiente ejemplo de Cooperativismo en
Ecuador donde realizamos un análisis de la aportación de dicha cooperativa a
la consecución del Buen Vivir de esas gentes.
58
6. EL COOPERATIVISMO COMO HERRAMIENA DEL
BUEN VIVIR. CASO DE LA COOPERATIVA KALLARI
Como hemos visto anteriormente la construcción de la sociedad ecuatoriana
del Buen Vivir tiene que estar asociada a la construcción de un nuevo modelo
de acumulación y re-distribución. Los amplios niveles de desigualdad y
exclusión que existen en el país, además de las prácticas culturales que están
enraizadas en la sociedad, son consecuencias de una estrategia de desarrollo
que se ha sustentando principalmente en la acumulación de riqueza, por lo
que también debe de ser una ruptura con el modelo de desarrollo actual. Al
respecto, se ha reconocido que los enfoques y etapas de las políticas y
programas de desarrollo rural que los Estados de América Latina pusieron en
practica en las últimas décadas han sido descritos por en los siguientes
términos: Desarrollo Comunal (desde los 40 hasta mediados de los 50),
Generación y Transferencia de Tecnología, la llamada Revolución Verde,
(desde mediados de los 50 hasta finales de los 70), Reforma Agraria (años 50,
60 y 70), Sistemas de Producción(años 60), Desarrollo Rural Integrado (años
70) y Fondos de Inversión Social (años 80 y 90).
Después de haber visto anteriormente que el Buen Vivir promueve la lógica de
la cooperación dentro de un horizonte de solidaridad, como alternativa a la
lógica actual centrada en la competencia. Fomentar la solidaridad y la
cooperación como un valor es una tarea educativa cultural de largo recorrido.
Se sabe que promoviendo experiencias y canales de cooperación en todos los
niveles y ámbitos de la vida: escuelas, barrio, hogar, empresas, universidades,
asociaciones, genera un nuevo “sentido común” que aprecie positivamente
estas prácticas como inherentes a las aspiraciones y felicidad de los seres
humanos. Hay que establecer el nexo entre “eficacia” real y cooperación a
través de iniciativas exitosas y ejemplos concretos que vayan dejando atrás el
mito que el sistema nos ha inculcado acerca de triunfar a costa de los demás y
actuar bajo la lógica del “sálvese quien pueda” (Guillén, 2012).
Tras varias reuniones y encuentros mantenidos con técnicos que trabajan en
el Consulado de Ecuador en Málaga, se pone de manifiesto un ejemplo real
que materializa que dicha alternativa anteriormente descrita es posible,
demostrando que a través de la aplicación del Cooperativismo como
herramienta, mediante el enfoque del modelo de desarrollo defendido por el
Buen Vivir, se puede conseguir que la sociedad mejore su situación social,
económica y cultural. El caso que se analiza a continuación es “el caso de la
Cooperativa de Kallari”. Se trata de una organización formada por un grupo
de artesanos y agricultores de la provincia de Napo. No hay que olvidar que la
Región Amazónica en Ecuador es una zona de contrastes. Es rica en diversidad
cultural, étnica, ambiental, y en recursos. Por la abundancia de estos últimos
ha sido considerada una fuente inagotable de renta económica. Sin embargo,
las importantes rentas que han generado y siguen generando las actividades
extractivas en la región no se han traducido en bienestar para la población de
la zona. Paradójicamente, la Amazonía es la zona más pobre con relación a
las otras regiones del país. Pero, además, es una zona con acuciantes
59
problemas ambientales, muchos de ellos relacionados directamente con las
actividades extractivas y otros tantos con la colonización y la expansión de la
frontera agrícola; y, la aculturación de los pueblos indígenas de la región y su
inserción en la lógica del mercado. La Amazonía ecuatoriana está integrada
por seis provincias: Sucumbíos, Orellana, Napo, Pastaza, Morona Santiago y
Zamora Chinchipe. La región constituye el 47% del territorio nacional. Es la
principal fuente de agua dulce y contiene la mayor parte de los bosques del
país. Contiene además el 31.7% del total nacional de especies de plantas3, lo
que demuestra su rica biodiversidad (Centro Ecuatoriano de Derecho
Ambiental).
Kallari (que en quichua significa "empezar" y "el comienzo")se trata de una
cooperativa autogestionada formada por hombres y mujeres perteneciente a
la comunidad aborigen, loa cuales a partir de respetar y recuperar sus
prácticas ancestrales de producción (valores económicos, sociales y
ambientales del Sumak Kawsay) fundamentalmente de la extracción de
semillas de cacao y café en un marco de respeto al medio ambiente, realizan
un proyecto integral de producción de chocolate orgánico de primera calidad
para la exportación con materias primas e insumos locales. Tras una etapa
muy dura en las que algunos miembros de sus familias tuvieron que emigrar a
otras ciudades más grandes, pues ya vivir del cacao no les reportaba ningún
beneficio, rompiendo así la integridad familiar, se produjo el cambio gracias a
la ayuda de la Fundación Jatun Sacha (significa “bosque verde”) y del Fondo
Ecuatoriano Canadiense de Desarrollo. Pasaron de mal vender sus producción
de formal individual a intermediarios, a cooperar entre sí y trabajar juntos en
igualdad de condiciones para de esta manera crear entre todos un nuevo
proyecto económico que les permitió abaratar costes, transformándose así en
una organización cooperativa, asumiendo sus principios y valores de
democracia, igualdad, solidaridad y trabajo entre otros (Pérez, 2012). Esta
cooperativa que empezó con muy pocas familias indígenas actualmente está
compuesta por 21 comunidades, 850 familias y 5000 beneficiarios del Cantón
de Tena en la provincia de Napo ubicado en al Región Amazónica de Ecuador.
Se dedican a realizar prácticas agro productivas sustentables, para producir,
procesar y comercializar a nivel nacional e internacional , productos orgánicos
y artesanías con identidad cultural, basados en la formación del capital
humano , el respeto por e medio ambiente, equidad participación y beneficio
de todos sus socios.
Con la creación de esta cooperativa han conseguido obtener beneficios, que
se distribuyen entre la gente Kichwa que trabaja en la misma y que ésta
pueda atender las necesidades básicas de sus familias. Como cooperativa ha
conseguido (Moreno y Flores):
-
Lograr la seguridad alimentaria, que en un país como Ecuador y
especialmente en los pueblos indígenas como este Cantón, tiene que
ver no solamente con la producción de alimentos, por ejemplo para
autoconsumo, sino también con la generación de ingresos para poder
acceder a otros productos alimenticios necesarios
60
-
Redistribución de la renta en la gente quichua que trabaja en la
cooperativa, por lo éstos pueden atender las necesidades básicas de
estas familias amazónicas. En condiciones de igualdad y horizontalidad
los socios de la organización, clientes, proveedores, comunidad local,
nacional e internacional han mejorando sin lugar a dudas su vida
cultural, social y económica
-
De la misma forma se ha fomentado la cooperación sobre la
competencia, de manera que han garantizado la inclusión de toda la
comunidad de la zona en esta actividad y en el reparto de los recursos
y de sus frutos.
-
Al asumir ellos mismos la gestión de la cooperativa están decidiendo
cómo quieren que sea su desarrollo personal y colectivo, para lo que
mediante la transformación y administración responsable de los
recursos y mediante su trabajo podrán proveerse de sus necesidades
como personas, así como han determinado cual es su noción de
progreso y cual es la forma en la que la han llevado a cabo.
-
Desarrollar un proceso productivo ecológico, ya que para el mismo no
es necesario talar árboles o venderlos44, conservando la biodiversidad
de la zona y evitando pues la correspondiente pérdida medioambiental
que ello implicaría para la Región. La cooperativa Kallari está
comprometida con su entorno medioambiental, de forma que cuenta
con un vivero propio de 7 mil metros de superficie, donde han
establecido un Jardín Clonal donde reproducen especies en peligro de
extinción para que el bosque no pierda su identidad así como han
reforestado especies como la caoba y el guayacán para imitar el
bosque secundario que estaba perdido.
-
Rescate cultural, gracias a la recuperación
de las técnicas
tradicionales de artesanía por parte de los más jóvenes de cosecha,
coloración, tejido y entalladura que estaban prácticamente perdidas.
-
Facilitar la capacitación y formación necesaria para asegurar el buen
funcionamiento y la sostenibilidad de los proyectos, así pues los
jóvenes socios se forman con técnicos y así benefician los procesos a
la vez que amplían mercados. En la cooperativa tenían claro que
debían formar a gente de la comunidad para así no depender de gente
de fuera. Realizando talleres de capacitación en temas de calidad,
organización institucional, liderazgo y en aspectos comerciales.
-
Visibilizar a las personas y familias en ese proceso de dignificación de sí
mismos, de su ser indígena, de la tierra y territorio que ocupan y del
país del que son parte. Han demostrado que a través del trabajo digno,
de aprovechar y desarrollar las capacidades de la gente y usar
44
Hecho que ocurría en la zona ante los bajos precios que obtenían de sus productos y el alto coste que a
ellos les suponía pues carecían de la maquinaria necesaria. Todo ello les llevaba a talar y vender esos
árboles pues les era más rentable.
61
adecuadamente la tecnología, siempre con un profundo respeto y
cuidado de la tierra han conseguido potenciar los vínculos sociales y
recuperar el sentimiento de pertenencia que habían perdido algunos
cuando tuvieron que emigrar.
Gráfico 13: Evolución de la Cooperativa Kallari
Fuente: Moreno y Flores, 2011
Vemos como la Cooperativa de Kallari ha creado unas condiciones de vida en
el Canton de Tena que, por un lado han mejorado la satisfacción de las
necesidades materiales, económicas, sociales y ecológicas de sus trabajadores
y habitantes, y por otro, ha construido un proyecto de vida común en la zona.
Han conseguido la inclusión, bajo una identidad social común, de una
sociedad que estaba fuera del sistema. Podemos decir sin duda alguna que la
Cooperativa Kallali ha traído el mejoramiento de la calidad de vida a esta
comunidad teniendo en cuenta la naturaleza y consiguiendo “el Buen Vivir”
que les ha aportado un desarrollo equilibrado así como han fortalecido sus
capacidades a través del incentivo a sus sentimientos, imaginación,
pensamientos, emociones y conocimientos. Esto les permite tener buena
salud, buena educación y buena alimentación. Han conseguido mediante la
creación de la cooperativa crear las actividades de producción, circulación,
financiamiento y consumo, de modo que, se generan niveles adecuados de
seguridad alimentaria, energética, tecnológica y otras; a la vez que se
propicia la generación de la riqueza y su distribución democrática.
Resumiendo, las metas conseguidas y objetivos alcanzados son:
-
Desarrollo Endógeno
Planificación Democrática y Participativa
62
-
Generación y Redistribución de la Riqueza
Sostenibilidad Ecosistémica
Inclusión Económica y Social
Plurinacionalidad, Interculturalidad y Equidad de Género
Gráfico 14: cambios de vida en las condiciones de vida de los socios de Kallari
63
7. CONCLUSIONES
Como se ha visto a lo largo del trabajo, el movimiento cooperativo
históricamente ha aportado valores, distribución de riqueza, producción
sostenible y responsabilidad social, por lo que contiene una serie de fortalezas
como son:
− Aumento sostenido cuantitativo del sistema cooperativo y sus
integrantes en las últimas décadas.
− Las cooperativas atienden a los sectores olvidados por creerlos poco
rentables por el sistema financiero tradicional, contemplando a las
familias y a los asalariados como los emprendedores de micro y
pequeñas empresas.
− Las cooperativas, en la reciente crisis financiera que estamos
viviendo han mantenido abiertos sus accesos al crédito a
trabajadores, pasivos y microempresarios.
− Las cooperativas, frente a la mencionada crisis que ha generado
pérdidas de trabajo y de las condiciones sociales en el país,
brindaron a sus socios una oportunidad de seguir trabando y han
notado menos las consecuencias de ésta.
− Las cooperativas constituyen un agente local que, como nadie se
identifica con los intereses locales, y por lo tanto están
comprometidas con el desarrollo de las comunidades.
Concretamente y como hemos visto a lo largo del análisis desarrollado en este
trabajo las ideas cooperativistas en Ecuador han sido utilizadas, en diferentes
épocas históricas, para alcanzar varias finalidades: a principios del siglo XX,
para crear organizaciones que permitieran consolidar el poderío económicopolítico (los terratenientes, en la Sierra, y los agro-exportadores, en la Costa);
luego, en los años sesenta para contrarrestar las corrientes ideológicas
socialistas y anarquistas que amenazaban con modificar la estructura social
existente en el agro; por último, a finales del siglo XX, para conformar un
movimiento más genuino y de iniciativa popular, inspirado en revalorizados
principios de la ayuda mutua y cooperación, divulgados por el nuevo
pensamiento de la economía solidaria.
En el transcurso de la larga historia que el Cooperativismo ha tenido en
Ecuador éste ha adquirió algunas características que ha mantenido a lo largo
se historia, como son:
- La presencia del movimiento en todas las provincias del país, aunque con
mayor concentración geográfica en los dos principales polos de desarrollo
urbano del país, las ciudades de Quito y Guayaquil.
- El afianzamiento de una sola clase de cooperativas al interior de cada
sector, a pesar que la Ley y su Reglamento establezcan una diversidad de
tipos de organizaciones.
64
- La politización de algunos sectores y organismos de integración, lo que ha
dividido y debilitado al movimiento.
- La precariedad de los intentos de integración sectorial y la falta de un
organismo representativo de todo el movimiento a nivel nacional (cada sector
ha registrado una propia dinámica, en base a reivindicaciones puntuales,
descuidando posibles puntos comunes a todas las organizaciones,
independientemente de su especialización).
- La carencia de educación y capacitación cooperativa en diferentes niveles y
organismos institucionales del movimiento y en la sociedad en general.
- La preeminencia, en algunos sectores como el de transporte, de un
cooperativismo más de ‘membrete’ que de fondo.
La falta de una permanente formación empresarial, sumada a la escasa
concienciación cooperativista de directivos, administradores y asociados, así
como la fragilidad de los organismos de integración cooperativa, han impedido
una efectiva cohesión de los diferentes tipos de organizaciones y la superación
de una visión sectorial y subsectorial (por tipo de actividad). Esto sumado a
las aspiraciones de varios grupos cooperativistas que lo han utilizado
políticamente, hicieron que éste perdiera su esencia. Las principales
limitaciones que ha sufrido el sector cooperativista en Ecuador debido, por un
lado, a la politización anteriormente expuesta y por otro a la carencia de
liderazgo en el mismo, parece ser que desde esta nueva etapa es totalmente
distinta. Con el surgimiento de la teoría del desarrollo local endógeno que
pone énfasis en la movilización del potencial local, tanto en términos de
recursos humanos y físicos como de capacidades empresariales e
institucionales, se han creado estructuras financieras rurales (pequeñas cajas
comunales y cooperativas de ahorro y crédito) adaptadas a las necesidades
locales, que captan los excedentes generados in situ y los canalizan hacia las
mismas áreas. Sin embargo, se trata -en la mayoría de los casos- de
organizaciones débiles que requieren ser fortalecidas y generar alianzas para
alcanzar una mayor sostenibilidad. La creación de redes de micro finanzas,
tanto a nivel nacional como regional, ha permitido avanzar en ese sentido,
pues dichas redes juegan actualmente un papel fundamental tanto en el
campo de la asistencia técnica como de representación gremial frente al
Estado. Nuevos retos se han abiertos entonces para el cooperativismo a
ecuatoriano y que serán un gran desafío en el siglo XXI.
Lógicamente, corresponderá al propio movimiento cooperativo, que es el más
interesado, encontrar su camino en favor de un desarrollo autónomo y sin
condicionamientos, afianzar su credibilidad social e incentivar la participación
organizada de la comunidad (mujeres, jóvenes y demás grupos de la sociedad
civil), para la ejecución de programas y proyectos que alivien la pobreza y
favorezcan un desarrollo equilibrado y más equitativo. A los Gobiernos, a su
vez, le corresponderá abrir sus puertas a dichos sectores, buscando un mayor
acercamiento con sus representantes, para ofrecer programas educativos y de
capacitación que respondan a los desafíos que imponen los tiempos actuales y
favorezcan la adopción de nuevos métodos de gestión y estilos de dirección
65
acordes con una constante búsqueda colectiva de procesos y soluciones
innovadoras.
Por tanto el movimiento cooperativo debe de afrontar retos fundamentales si
quiere seguir siendo en el futuro esa herramienta con la que contamos para
conseguir desarrollar las iniciativas de un colectivo de forma eficaz y efectiva,
generando empleo, desarrollo económico y social. Como pueden ser (ACI):
- La cooperativa debe de ser en sí misma sostenible, debe de serlo sobre todo
para cubrir sus responsabilidades con los socios.
- Fortalecimiento de su Identidad Cooperativa, deben de recuperar la esencia
de los valores y principios que dieron lugar a las mismas y sobre todo
recuperar el carácter de colectivo que en muchos casos de cooperativas está
totalmente perdido; así como consolidar su mensaje.
- Cambio en la mentalidad empresarial, sobre todo en lo referente al cambio
de la manera de hacer las cosas.
- Aumento en la inversión realizada, sobre todo en sectores como la
educación, salud, justicia.
- Cooperación entre cooperativas, es decir, aquellos subsectores del sector
cooperativo que genere excedentes deberían apoyar a aquellos que aún no
han despegado del todo, deberían también marcarse logros comunes para así
generara mayor cohesión y madurez en el sector.
- Localizar aquellos nichos de mercado donde las cooperativas pueden
desarrollarse y así contribuir al desarrollo.
- Asegurar marcos jurídicos adecuados que permitan y apoyen el crecimiento
del sector cooperativo.
En definitiva el objetivo perseguido tanto por Gobiernos como por los socios
debería ser acercar el movimiento cooperativista a su realidad, para así
poder superar sus limitaciones y contradicciones, posicionando de esta forma
a las cooperativas como las grandes creadoras de bienestar y de desarrollo
local, que es lo que realmente son. Por todo ello es por lo que, en estos
momentos históricos de cambios sociales, políticos y económicos que está
viviendo Ecuador, el Cooperativismo debe convertirse en esa herramienta par
alcanzar todas las metas y objetivos planteados por el Buen Vivir para
conseguir una sociedad más igualitaria.
Es cierto que muchos han sido los cambios normativos llevados a cabo en
Ecuador para la institucionalización jurídica de este nuevo paradigma, pero
dichos avances necesitan una mayor construcción y un mayor grado de
operatividad. Pues la institucionalización debe de llevar aparejada libertades
políticas, facilidades económicas y oportunidades sociales, erradicando de
esta manera problemas aún existentes en Ecuador como la pobreza, la
inequidad y exclusión. Solamente a través de la participación y cooperación
66
entre sociedad civil y poderes públicos se conseguirá empoderar a los
individuos a conseguir las capacidades hacia el Buen Vivir, como bien hemos
visto en el ejemplo analizado. Así que una vez que ya en Ecuador se han
abierto paso a conceptos como bienestar, calidad de vida, felicidad y buen
vivir, se deberían de utilizar para conseguir el desarrollo entendido como el
aumento del bienestar y la reducción de todas las carencias que acompañan a
la pobreza: hambre, analfabetismo, violencia, desnutrición, inseguridad,
enfermedades
67
8. BIBLIOGRAFÍA
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