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XXVI Jornadas Veterinarias 2017 Daniel Calvo Carrasco Licenciado en Veterinaria (LV), CertAVP (ZooMed) Resident ECZM(Avian) MRCVS Great Western Exotics, Vets Now Referrals Swindon, UK Programa -Emergencias y Cuidados Intensivos en mamíferos exóticos, aves y reptiles -¿Cómo identificar en las radiografías las patologías aviares más comunes? -Manejo de patologías comunes en roedores -Clinica ortopedica frecuente en animales exóticos -Antibióticos en animales exóticos: cuándo, por qué y para qué Emergencias y Cuidados Intensivos en animales exóticos Generalidades En clínica de animales exóticos, a diferencia de la clínica de pequeños animales, la gran parte de las consultas no son rutinarias ni de medicina preventiva. A menudo, las patologías son crónicas y debido a diversos factores, entre ellos las condiciones inadecuadas en las que se ha mantenido el animal; de forma frecuente los animales son llevados a la clínica cuando el proceso patológico es avanzado, o incluso in fase terminal. Así, una cantidad considerable de las consultas pueden ser considerados de emergencia, y los pacientes van a requerir cuidados intensivos durante las primeras horas de hospitalización. Los pequeños mamíferos, además, no presentan una fase compensatoria de shock y pasan directamente a la fase descompensatoria, en la que presentan hipotermia e hipovolemia. La hipotermia se define como la condición en la que la temperatura del núcleo es inferior a 35º C. La pérdida de temperatura ocurre en la superficie del cuerpo. La relación entre la superficie y el volumen total difiere con las dimensiones del animal: cuanto menos es el cuerpo, mayor superficie (proporcionalmente). Así, los animales más grandes termorregulan de forma más sencilla. Hay diferentes formas de intercambio de temperatura: radiación, convección, conducción, evaporación y pérdidas por respiración. A menudo es necesario llevar a cabo pruebas diagnósticas para las cuales se requiere una anestesia o sedación, durante las cuales el animal no es capaz de termoregular ya que los mecanismos compensatorios (como la vasodilatación periférica) están alterados debido a los medicamentos empleados. En términos generales, y sobretodo durante anestesia, las mayores pérdidas son por radiación y convección, que pueden llegar a representar el 90% del total. La radiación es la transmisión de calor entre dos cuerpos los cuales, en un instante dado, tienen temperaturas distintas, sin que entre ellos exista contacto ni conexión por otro sólido conductor. La convección es la transmisión de calor por movimiento real de las moléculas de una sustancia. Este fenómeno sólo podrá producirse en fluidos en los que por movimiento natural (diferencia de densidades) o circulación forzada (con la ayuda de ventiladores, bombas, etc.). En nuestro caso, el fluido alrededor del paciente es aire. Así pues, nuestro objetivo debe ser que el fluido alrededor de nuestro paciente está a una temperatura parecida al paciente para minimizar la pérdida de calor. Las dos formas más efectivas de llevar a cabo esto es mediante el uso de “active warming”. Existen dos mecanismos usados en medicina, uno basado en la circulación de aire caliente alrededor del paciente, y el otro basado en envolver al paciente con mantas de polímeros que conducen el calor. También es positivo el uso de “pre-warming” o precalentamiento antes de anestesiar o sedar a nuestros pacientes. Un estudio en perros demostró una diferencia de 2ºC entre el grupo con precalentamiento y el grupo sin. Shock se define como el estado de perfusión tisular pobre ya sea debido a un flujo sanguíneo reducido o distribuido de forma desigual. Existen diferentes formas de shock, aunque a menudo la presentación clínica no permite claramente clasificar según el tipo. El objetivo inmediato será restablecer la perfusión tisular y corregir las causas del shock. Existen diferentes fases del shock: La fase temprana compensatoria (en perros y aves), la fase temprana descompensatoria (en pequeños mamíferos, como conejos y gatos), y la fase descompensatoria. A grandes rasgos, la presión arterial media debe ser mayor a 60 mmHg, y la sistólica mayor a 120 mmHg, y la temperatura debe ser mayor a 36.5ºC. El volumen total de sangre en conejos y hurones es un poco mayor que en perros y gatos, alrededor de 50-60 ml/kg. La fase compensatoria temprana, que como ya se ha mencionado se observa en aves y mamíferos de mayor tamaño, se observa en animales con una reducción o pérdida de sangre menor al 20% del peso corporal. En la fase compensatoria, el sistema compensa el shock con un incremento del ritmo cardiaco, manteniendo la presión venosa, gracias a los barorreceptores y la actividad de las catecolaminas producidas en respuesta a la bajada de presión arterial. Los pequeños mamíferos, a diferencia de perros y de forma similar a los gatos, omiten la fase temprana compensatoria del shock, pasando directamente a la fase descompensatoria. En cambio, en la fase descompensatoria temprana, los pequeños mamíferos presentan una disminución del ritmo cardiaco, con hipovolemia, a menudo acompañado de hipotermia. Esta fase se observa cuando hay una reducción o pérdida de sangre del 25 al 30%. Las aves, en cambio, a menudo presentan hipovolemia pero con taquicardia. La fase descompensatoria se observa cuando hay una pérdida de sangre mayor al 40% del peso corporal en mamíferos y 60% en aves. Los animales presentan hipotermia, bradicardia, hipotensión severa, depresión y cianosis. Eventualmente, el animal desarrollará fallo multisistémico, como, y eventualmente, parada cardiorrespiratoria. El objetivo de la fluidoterapia es aconseguir el estado de hidratación deseado administrando el volumen de fluidos menos posible. La fluidoterapia tiene tres objetivos diferenciados; resucitación, rehidratación y mantenimiento. Para saber si hemos logrado el objetivo fijado, debemos monitorizar al paciente conforme recibe la fluidoterapia, pudiendo así ajustarla según como responda el animal. Parámetros a tener en cuenta son el tiempo de relleno capilar, el color de las mucosas, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura corporal entre otros. En la mayoría de los casos, nuestros pacientes se beneficiarán del uso de fluidos temperados o calientes. La fluidoterapia de choque recomendada en aves empieza con la administración de un bolo de 3 ml/100 gr de cristaloides (como Lactato de Ringer) y poner al animal en una incubadora durantes unos 20 o 30 minutos. Si es necesario, se puede administrar oxígeno al paciente durante este tiempo. Una vez el animal está ligeramente más estable, se pasa a bolos de 10 ml/kg de cristaloides combinado con 5 ml/kg de coloides, cristaloides hipertónicos o oxyglobina. Estos bolos se pueden repetir según sea necesario. Para ello se monitorizará la presión sanguínea. En casos de hipotermia, hay colocar al animal en una incubadora y subir la temperatura corporal gradualmente, en unas dos horas aproximadamente. El plan inicial de resucitación en mamíferos la combinación de cristaloides a 10 ml/kg con un bolo inicial de hipertónicos de 5 ml/kg o 2 ml/kg de oxiglobina administrados en 20 minutos, seguidos por 0.2 ml/kg/hr, mientras se monitoriza la presión arterial y la frecuencia cardíaca. La sangre y otros productos derivados se administra cuando es necesario reemplazar albúmina, antitrombina, factores de coagulación, plaquetas o eritrocitos. En líneas generales, las transfusiones están indicadas en hemorragias agudas de más del 20% del volumen total de sangre, o cuando el hematocrito es menor del 20%. En cambio, en animales con anemias crónicas, las transfusiones muchas veces no son necesarias, aunque si beneficiosas, con animales tolerando hematocritos por debajo incluso del 10%. Las aves y en particular los reptiles tienen mayor tolerancia a hematocritos bajos en comparación con los mamíferos. En aves, se conoce como transfusiones homólogas las transfusiones realizadas entre animales del mismo género, y como heterólogas entre aves de diferente género. Si está disponible, el donante debe ser de la especie lo más cercana posible. Idealmente, antes de realizar una transfusión debe hacerse un test de “cross-matching” antes de llevar a cabo la transfusión. Una vez se tiene un donante sano, se puede extraer hasta el 1% )10 ml/kg) del peso corporal, y mezclarlo con 9:1 con anticoagulante, normalmente heparina. En mamíferos debe usarse un filtro (como en gatos), y la sangra debe administrarse de forma gradual en una de las venas cefálicas, yugulares o safenas. El paciente debe monitorizarse durante la transfusión por la posibilidad de reacciones no deseadas. Las venas más comúnmente utilizadas para la colocación de catéteres intravenosos en aves son la vena ulnar (o basílica), la vena metatarsiana medial y la vena yugular. La vena ulnar o basilica es la preferida por el autor. Una vez el catéter está insertado, se fija con esparadrapo alrededor del catéter en modo “sandwich” y fijado a la piel con dos puntos de sutura. La vena metatarsiana medial es fácilmente accesible en aves de mayor tamaño, particularmente en anseriformes. La vena yugular es normalmente el lugar de venopunción preferido por el autor, y raramente es utilizado para la colocación de catéteres, aunque ciertos autores lo utilizan de forma rutinaria. El autor invita a los clínicos de aves a utilizar catéteres intravenosos de la misma forma que es utilizado en otras especies. A pesar que incluso publicaciones recientes resalta los riesgos de estas técnicas, un estudio reciente demuestra que las psitácidas presentan un mayor riesgo de quitarse el catéter una vez su estado mejor, pero fatalidades raramente ocurren. En mamíferos, los lugar que se utilizan más comúnmente para colocar catéteres intravenosos son la vena auricular marginal (en conejos), la cefálica y la safena. La vena femoral también puede emplearse en mamíferos. En ciertos animales, como los hurones, hay autores que prefieren hacer una pequeña incisión en la piel previamente a la inserción del catéter. Para venopunción, la vena cava caudal suele emplearse, de forma consciente en hurones, y bajo sedación o anestesia en otros animales, dado el mayor riesgo de lacerar dicha vena. La analgesia es un elemento fundamental de los cuidados intensivos en la medicina de exóticos, de igual manera que en otros animales de compañía, que desafortunadamente no siempre es empleado debidamente. Esto es debido a varios factores, como la falta de reconocimiento de dolor en especies con las que no estamos familiarizados, la el desconocimiento de qué drogas usar. Actualmente se tiene a utilizar una analgesia multimodal y balanceada, con la combinación de diferentes grupos, como los opiáceos y los antiinflamatorios no esteroideos. Las aves presentan diferencias significativas en cuanto a los receptores opiáceos y su distribución; tradicionalmente se ha defendido que los receptores de mayor relevancia son los kappa, llegando a ser hasta el 76% en palomas, en lugar de los receptores mu. Estudios recientes han demostrado que esto no es aplicable a todas las especies; en rapaces, parece que los receptores delta, que no son de un único tipo sino más bien un grupo de receptores. Con más de 900 especies de aves diferentes, no es difícil entender que hay todavía mucho por explorar. Recientes estudios de farmacodinámicas han confirmado que diferentes grupos responden de forma diferente a los diferentes fármacos. Así, el butorfanol, usado tradicionalmente en aves, es efectivo como analegesico en psitacisas, pero no en falconiformes, donde la buprenorphine parece funcionar mejor como analgesico. Las dosis a administrar también difieren entre especies o ordenes. En mamíferos, la buprenorphine es empleada de forma rutinaria para dolor leve a moderado. La morfina puede emplearse para dolor más profundo, aunque causa efectos secundarios mucho más marcados en la motilidad gastrointestinal, no deseado en particular en lagomorfos y roedores. La metadona y el fentanil parecen no causar tantos efectos no deseados a la par que proporcionar buena analgesia para dolor más profundo. A pesar de que ciertas especies son muy cercanas, hay que extrapolar con cuidado, ya que puede haber diferencias significativas, como por ejemplo entre las ratas y ratones. De forma parecida a las aves, encontramos diversidad entre los diferentes grupos de reptiles; cabe recordar que los diferentes órdenes son mucho más distantes entre ellos filogenéticamente hablando que en aves o mamíferos. De la misma forma, los estudios en farmocodinamica en analgesicos se basan a menudo en la respuesta a un estímulo térmico; ciertos autores cuestionan la validez de este tipo de pruebas en animales ectotermos, y ciertamente las quemaduras por excesiva exposición a una fuente de calor no son raras en reptiles. La morfina y el butorphanol son empleados a diferentes dosis y regímenes en los diferentes grupos de reptiles. El tramadol es un opioide que ha ganado mucha popularidad recientemente en la clínica de exóticos, y ciertamente presenta ciertas ventajas como la administración oral y cada 12-24 horas. En cuanto a el uso de AINEs, el meloxicam es ampliamente usado, dada su relativamente selectividad por COX-2, efectividad, margen terapéutico y poco frecuentes efectos secundarios siempre y cuando se use racionalmente. Otros AINEs utilizados en la clínica de exóticos incluyen el celecoxib, ketoprofeno, flunixin y carprofeno. La nutrición es un elemento básico en animales exóticos, a menudo olvidado, de vital importancia en animales con elevados metabolismos basales (aves y pequeños mamíferos). Ciertas especies pueden tolerar sólo pocas horas de inanición. De forma frecuente los animales exóticos presentan malnutrición debido a dietas incorrectas, sufriendo deficiencias nutricionales, que impactan de forma directa a la salud de nuestros pacientes.Los animales enfermos tienen mayores requerimientos en comparación con animales sanos. Un estado catabólica no es deseable y interferirá de manera negativa en la recuperación sea cual sea la patología afectando a nuestros pacientes. A menudo el estrés causado por la hospitalización (manejo, ambiente extraño, presencia de otros animales) hace que los pacientes no coman por sí mismos y es preciso el sondaje para evitar un estado catabólico. Es importante no solo calcular los requerimientos calóricos sino también monitorizar el peso diariamente y ajustar las cantidades administradas consecuentemente. Antes de empezar a administrar alimentos sólidos, especialmente en animales que lleven varios días sin comer y/o beber adecuadamente, corregir posibles deshidrataciones para evitar el llamado “Refeeding syndrome”, descrito no aves y reptiles, pero que también se da en mamíferos. En animales con desnutrición crónica y deshidratación alimentados de forma temprana, se observa una disminución marcada del fosfato, magnesio y potasio, con un aumento del volumen de fluido extracelular. Esto puede causar debilidad muscular generalizada, disfunción del miocardio y arritmias, convulsiones, retención de sodio y agua, anemia hemolítica e incluso la muerte. Así, a pesar de ser importante, el plan de alimentación debe de ser progresivo e iniciado una vez se han corregido el déficit hídrico. Existen diferentes dietas comerciales para alimentar toda clase de pacientes exóticos. Presentaciones clínicas por especie Pequeños mamíferos: Conejos En animales colapsados, las prioridades iniciales serán restablecer la circulación, corregir la hipotermia, administrar analgesia y asegurar una correcta oxigenación. Si se sospecha de una obstrucción gastrointestinal, los niveles de glucosa en sangre pueden ayudar en obtener un diagnóstico. Disnea: En animales con disnea severa, debemos minimizar la excesiva manipulación y colocar al paciente en oxígeno después de un examen físico y auscultación torácica rápida, ya que son animales de respiración nasal obligatoria y pueden colapsar en situaciones de estrés. Una infección de las vías altas puede causar el colapso e incluso la muerte en conejos y roedores. El uso de una ligera sedación es recomendable antes de realizar pruebas diagnósticas u otros procedimientos que requieran mayor grado de manipulación. El uso de broncodilatadores, antiinflamatorios no esteroideos y mucolíticos junto a la nebulización ayudarán a estabilizar y contribuirán a agilizar la recuperación. A pesar de que tradicionalmente se ha considerado la pasteurellosis como el mayor patógeno de las vías respiratorias altas en conejos, estudios recientes muestran que otros patógenos, como pseudomonas, son de mayor relevancia en clínica, en comparación con las enfermedades vistas en animales de producción. Otras patologías que se observan también con relativa frecuencia causando disnea en conejos incluyen la enfermedad cardiaca, los timomas y otras neoplasias torácicas, los golpes de calor y el shock. Pruebas diagnósticas a considerar en cuanto se haya estabilizado al paciente son las técnicas de diagnóstico por imagen como la radiografía, la ecografía o el TAC, la hematología y la citología. Anorexia: La anorexia o Estasis gastrointestinal es una presentación clínica muy común que puede ser secundaria a cualquier condición que cause estrés o dolor. Es preciso tratar la la estasis, pero también debe corregirse la causa primaria, o de lo contrario puede recidivar. Causas comunes de anorexia y estasis son la enfermedad dental, situaciones de estrés, dietas inadecuadas y cambios bruscos de dieta, obstrucciones gastrointestinales, enfermedad reproductiva, torsiones de lóbulos hepáticos, otitis externa, media e interna, peritonitis e urolitiasis entre otras. La mayoría de los casos responden a tratamiento conservativo médico, pero hay una minoría de casos en los cuales la causa de la anorexia es una obstrucción intestinal. Estos casos suelen tener una presentación subaguda, con una distensión del estómago y dolor significativo. Estas obstrucciones suelen observarse justo en la salida del píloro o justo antes del ciego, ya que hay una disminución del lumen intestinal en ambas localizaciones. A diferencia de otras especies, la obstrucción es causada por un pequeño tricobezoar que normalmente es ligeramente mayor al lumen intestinal. Normalmente se hace avanzar a el tricobezoar manualmente hasta introducirlo en el ciego, donde deja de ser un problema. Si puede evitarse, es mejor no realizar ni enterotomía ni gastrostomía, dado lo común que ciertas complicaciones como las adhesiones o la peritonitis. Como ya se ha mencionado, los niveles de glucosa en sangre pueden ayudar al diagnóstico de obstrucción, aunque no es aconsejable usar como única herramienta diagnóstica. Los hallazgos durante la exploración física son vitales en cuanto a diferenciar entre una obstrucción y el resto de causas, ya que al no poder vomitar el estómago se dilata de forma muy marcada presentando timpanismo, de forma similar a otros herbívoros. El diagnóstico por imagen, en especial las radiografías, nos ayudarán también a evaluar el grado de distensión estomacal y su contenido. La estasis debe de tratarse con fluido terapia, ya que rápidamente causa deshidratación. De igual manera que en otras especies, el uso de fluidoterapia intravenosa es recomendable, aunque el uso de goteros no se utiliza ya que muchos pacientes los muerden. El autor utiliza una combinación de bolos intravenosos y cutáneos, conjuntamente con la administración oral de papillas como “Critical Care” de Oxbow o “Emeraid” de Lafeber. Una vez más estable, se pueden realizar pruebas diagnósticas para determinar si existe una causa a tratar. Diarrea: Las diarreas agudas pueden causar una deshidratación severa, especialmente en animales jóvenes. Las causas más comunes son la coccidiosis, la disbiosis por el uso inadecuado de antibióticos, los cambios bruscos de dieta y las dietas inadecuadas. Inicialmente se debe iniciar fluidoterapia agresiva para corregir los déficits hídricos y prevenir las futuras pérdidas. El examen fecal es de las primeras pruebas diagnósticas a tener en cuenta y poder establecer en cuanto antes el tratamiento adecuado. El uso de antibióticos como el metronidazol está indicado en casos de disbiosis y clostridiosis pero debe hacerse de forma precavida. También pueden usar probióticos en casos de menor severidad. Sindrome Vestibular y otras presentaciones neurológicas: El síndrome vestibular en conejos está causado en la gran mayoría de caos o bien por otitis media o por encephalitozoonosis. Otras patologías menos comunes incluyen la toxoplasmosis o las neoplasias. El diagnóstico se basa en la serología para la encephalitozoonosis (IgG e IgM) y pruebas de imagen (radiografías y TAC). Otras presentaciones neurológicas que se ven también con relativa frecuencia incluyen las convulsiones y la parálisis del cuarto posterior. El diagnóstico diferencial de convulsiones es amplio, de forma similar a otras especies, y además de la encephalitozoonosis otras causas a considerar son la hipocalcemia, las intoxicaciones y los golpes de calor. Los conejos pueden sufrir una fractura o luxación entre L6 y L7, que a menudo ocurre cuando el animal retrocede de forma brusca contra un objeto sólido o es manejado de manera inadecuada, causando parálisis o paresia de las extremidades posteriores. Desafortunadamente acarrea un pronóstico grave. Disuria: En su gran mayoría está causada por la presencia de cristales o urolitos de calcio. Los conejos absorben todo el calcio presente en la dieta de manera independiente de la vitamina D3. El riñón, a diferencia de la gran mayoría del resto de mamíferos, elimina hasta el 60% del exceso de calcio, en comparación al 2% en el resto de mamíferos. Estos animales pueden presentar un dolor muy marcado, con incluso vocalizaciones al orinar, hematuria y stranguria. En casos severos es preciso la cateterización uretral o incluso la cistotomía, después de una estabilización inicial con fluidoterapia, analgesia y sedación. Las infecciones secundarias no son raras y se recomienda el uso de antibióticos acorde con cultivos de orina. Miasis: La miasis ocurre en aquellos animales que presentan zonas húmedas, ya se por disuria y/o incontinencia, o por diarrea/no ingestión de cecotrofos. Las larvas de mosca pueden desarrollarse en cuestión de horas y pueden causar un shock séptico con presencia de anaerobios. El tratamiento inicial consistirá en analgesia, fluidoterapia y antibióticos sistémicos, seguido por el manejo de las heridas. En casos de que las larvas hayan accedido al abdomen, el pronóstico es grave. Pequeños mamíferos: Hurones En líneas generales, se recomienda siempre extrapolar de la medicina felina cuando se desconozca las patologías concretas observadas en hurones. Un hallazgo clínico común en hurones es la debilidad de las extremidades posteriores. Esto hallazgo es inespecífico y se puede observar en prácticamente cualquier patología que cause letargia en hurones. Después de la exploración física inicial, la hematología, bioquímica, la radiografía y la ecografía son las pruebas diagnósticas que nos ayudarán conseguir un diagnóstico, o en su defecto a reducir nuestro diagnóstico diferencial. Enfermedad gastrointestinal: las enfermedades gastrointestinales son comunes en hurones, e incluyen los cuerpos extraños, coronavirus, gastritis (helicobacter) y IBD entre otras. Desafortunadamente los signos clínicos pueden ser muy inespecíficos y parecidos entre las diferentes patologías, y dependen de varios factores, entre ellos la cronicidad. En ciertas circunstancias la laparotomía exploratoria está justificada, y puede ser a la vez diagnóstica y terapéutica. Los cuerpos extraños son más comunes en hurones jóvenes, y a diferencia de otros carnívoros, los vómitos no son el signo clínico más común, sino que la diarrea intermitente es el signo clínico más frecuentemente observado. En cambio, los vómitos son más comunes con casos de gastritis, a menudo multifactoriales y ligados a situaciones de estrés con presencia de helicobacter mustelidae. Otras pruebas diagnósticas con ayudarán a obtener un diagnóstico y establecer un tratamiento son los examenes coprologicos y cultivo de heces. Para IBD, linfoma o coronavirus, el diagnóstico definitivo requiere histopatología de muestras bien obtenidas por biopsias o por laparotomía exploratoria. Enfermedad cardiorrespiratoria: De forma similar a los perros, los hurones pueden desarrollar cardiomiopatía dilatada, presentando disnea, debilidad, taquicardia y murmullo cardíaco. En caso de edema pulmonar, se pueden usar diuréticos como la furosemida, junto a inotrópicos positivos como el pimobendan y vasodilatadores como el enalapril. El diagnóstico de enfermedad cardiaca debe confirmarse por ecocardiografia y electrocardiograma. Otras enfermedades respiratorias relativamente comunes incluyen la neumonía vírica y bacteriana. Los hurones pueden contraer la gripe (influenza) de humanos, y viceversa, aunque zoonosis raramente se observan. La gravedad puede ser mucho mayor en hurones comparada con los signos clínicos o síntomas descritos por sus dueños. Enfermedades endocrinas: En animales colapsados o con convulsiones, es recomendable siempre comprobar los niveles de glucosa en sangre, una vez se ha examinado al animal y está mínimamente estable. Los insulinomas, junto a la enfermedad adrenal, son las enfermedades endocrinas y/o neoplásicas más comunes en hurones. Como en perros, la producción excesiva de insulina causa niveles muy bajos de glucosa en sangre. La administración de glucosa o dextrosa intravenosa debe hacerse de forma prudencial ya que niveles elevados de glucosa de forma repentina puede ser contraproducente ya que estimulará mayor producción de insulina y una hipoglicemia aún mayor. Así, en cuanto el animal esté consciente y pueda ingerir, es recomendable administrar dietas con alto contenido graso y proteico y bajo en carbohidratos. La enfermedad adrenal y el hiperestrogenismo en hembras no castradas tienen un cuadro clínico idéntico, ya que ambas están causados por niveles elevados crónicos de hormonas sexuales. Los hurones presentan ovulación inducida, y en hembras no castradas veremos hiperestrogenismo crónico si la hembra no está expuesta a un macho no castrado. Por otra parte, los animales castrados desarrollan hiperadrenocorticismo, pero con producción de hormonas sexuales. Este se debe a la falta de feedback negativo por por la falta de hormonas sexuales, y consecuentemente una estimulación crónica de FSH y LH en la corteza adrenal, que también presenta receptores. Uno de los síntomas más comunes es la alopecia bilateral, que puede ser progresivo y estacional. En hembras, se puede observar a menudo un aumento del tamaño de la vulva. En hembras esto puede causar una anemia severa, y en machos hipertrofia prostática y obstrucción urinaria secundaria. A día de hoy la castración en hurones está contraindicada, ya que existe una relación directa entre esta y la enfermedad renal. Existen opciones terapéuticas quirúrgicas y médicas, basadas en tratamientos hormonales. En casos de anemia severa, están indicadas las transfusiones. Las obstrucciones urinarias en hurones machos se tratan de manera muy similar a la clínica felina. Aves La gran mayoría de aves mantenidas en cautividad son especialistas en ocultar los signos clínicos hasta bien avanzada la patología, dado su nicho ecológico como presas. Por este motivo, a menudo las aves presentan patologías severas en el momento de la consulta. Es de vital importancia tener todo lo que se pueda necesitar listo antes de empezar con la exploración física. A menudo se beneficiarán de una estabilización mínima antes de realizar procedimientos que puedan suponer un estrés significativo y detrimental para el animal. Se aconseja considerar también el uso de sedación al administrar la terapia inicial. Especial mención a la clamidiosis, una enfermedad muy común y zoonótica, que tiene gran variabilidad en cuanto al cuadro clínico, desde enfermedad respiratoria hasta convulsiones, pasando por hepatopatía. Reptiles ¿Cómo identificar en las radiografías las patologías aviares más comunes? -Técnica radiográfica en aves En aves, la identificación de los diferentes tejidos blandos presenta mayor dificultad en aves en comparación a otros grupos debido a ciertas características anatómicas. La existencia de una sola cavidad (celómica) donde se encuentran todos los órganos internos, algunos de ellos compactados y con reducidos tejidos conectivos o graso entre ellos, rodeados de sacos aéreos, hace de la interpretación de tejidos blandos algo que requiere de más práctica en comparación a el sistema óseo. Como ya se ha mencionado, el conocimiento de la anatomía y el correcto posicionamiento permitirán y facilitarán la interpretación de las imágenes. Hay ciertas ocasiones en las que es posible evitar (y/o indicado) el uso de la anestesia o sedación para la realización de radiografías, como en animales críticos, jóvenes o más tranquilos. En la opinión del autor, la gran mayoría de aves presentadas al clínico requieren de una anestesia general o sedación para poder posicionar al animal correctamente sin causar innecesario y excesivo estrés. El uso de sedaciones o anestesia multimodal, ampliamente utilizado en otras especies domésticas, ha sido tradicionalmente poco utilizado en medicina aviar. La sedación a través de ciertos agentes administrados intranasal mente, como la combinación de butorphanol y midazolam, permite la administración de la sedación sin necesidad de manipular el paciente. Si esto no es factible y el animal requiere ser físicamente contenido, el autor prefiere pasar directamente a la inducción mediante el uso de isoflurano al 5% a través de una máscara facial, a excepción de las aves acuáticas, que pueden presentar el reflejo de inmersión, donde el uso de agentes inductores intravenosos (generalmente ketamina y medetomidina) es recomendable. Hay un número de particularidades anatómicas que el clínico debe conocer para poder interpretar correctamente las imágenes radiográficas de las aves. Conocer la anatomía de las aves es el primer paso para dominar la interpretación radiográfica. Cráneo: El cráneo aviar está constituido por varios senos, los cuales pueden tener un aspecto muy complejo. En Psittaciformes y aves de corral, encontramos un tipo especial de kinesis, donde el pico superior (rostrum maxillare) articula con el cráneo. Los pájaros tienen una cadena de pequeños huesos escleróticos, muy visibles en el ojo en ciertas especies. Columna vertebral en aves se divide en varias regiones, de forma parecida a los mamíferos, pero presentan ciertas diferencias remarcables. Vértebras Cervicales: entre 10 y 25 vértebras, según la especie. Los loros suelen tener 12. Notario: constituido por la fusión de vértebras torácicas. Sinsacro: constituida por la fusión de las vértebras lumbares, sacras y caudales. Vértebras Caudales Libres. Pigostilo: últimas vértebras caudales fusionadas La Cintura Escapular está formada por los siguientes huesos: Clavículas: se unen para formar la fúrcula; el coracoides: no hay análogo en los mamíferos, su función principal es la de mantener una distancia fija entre el ala y el esternón al batir, junto al resto de huesos de la cintura escapular; la escápula: muy delgada y alargada. El Esternón, a excepción de los Ratites, presenta una quilla que sirve para anclar los potentes músculos pectorales. La extremidad torácica está constituido por: Húmero (hueso pneumático), radio, ulna: de mayor tamaño que el radio, carpo: huesos radial y ulnar, carpo-metacarpo, álula (“pulgar vestigial”), metacarpianos y falanges. Extremidades inferiores: El esqueleto de la extremidad inferior está constituido por: Fémur (pneumático), rótula, tibio-tarso, fíbula (Peroné) tarso-metatarso, dígitos. La mayoría de rapaces y paseriformes son presentan anisodactilia, mientras que las aves psitácidas presentan zygodactilia. El aparato respiratorio es el aparato que más diferencia a las aves de los mamíferos. Tráquea: Radiológicamente muy visible, porque está constituida por anillos cartilaginosos cerrados. Muy variable en su forma según la especie/orden. Pulmones: En la proyección latero-lateral aparecen como una imagen en forma de “nido de abeja”, debido a la estructura de la porción más distal de los parabronquios. Sacos aéreos: Los sacos aéreos (generalmente nueve), son evidentes y aparecen como zonas de baja radiodensidad (llenas de aire) al interior del cuerpo. Es normal que tengan una tonalidad gris análoga a la del aire externo de alrededor del ave (teniendo presente que hay unos tejidos blandos en el medio). Los sacos aéreos comunican con el húmero y el fémur, además de ciertas vértebras y costillas. Corazón: En muchas especies el corazón está puesto entre la segunda y la sexta costilla torácica. El ancho de la base cardiaca debería ser, más o menos, el 50% del ancho máximo de la cavidad celómica. El corazón forma, junto con el hígado, una figura de reloj de arena, cuya silueta puede variar por ciertas patologías. Las únicas alteraciones cardiacas radiológicamente evidentes son la cardiomegalia y la aterosclerosis, (mineralización de los grandes vasos cardíacos). El aparato digestivo de las aves es relativamente corto, comparado al de los mamíferos. Estructuras que difieren de los mamíferos a conocer son el buche, el proventrículo (estómago glandular) y ventrículo (estómago muscular, puede contener “gritt” o gastrolitos). Bazo: No es un órgano que se pueda identificar siempre en las placas; el bazo normal (no patológico) solo se puede ver en la proyección LL. En psitácidas es un órgano redondo, que aparece en la parte dorsal de la unión entre proventrículo y ventrículo. Hígado: En muchas aves y sobretodo en los loros, en la proyección VD, el hígado aparece junto al corazón para formar una figura de reloj de arena. La alteración de dicha silueta puede ser debida no únicamente a hepatopatía, sino también por causa de problemas cardiacos o de proventrículo. Riñones: Visibles solo en proyecciones laterales, se encuentran “incrustados” dorsalmente a la espina dorsal, en el sinsacro. Están divididos en tres lóbulos (craneal, medial y caudal). Gónadas Son bien visibles en la proyección LL, donde aparecen como cuerpos ligeramente radiodensos, situados cráneo-ventrales al lóbulo craneal del riñón. En aves, las dos posiciones más utilizadas son la latrolateral derecha y la ventro dorsal. Se puede hacer uso de trampas o tablas de plexiglás especialmente diseñadas para ello, esparadrapo, cinta y/o otros objetos como saquitos de arena o los mismos guantes de plomo, con tal de posicionar el animal correctamente. En la posición lateral, ambas alas son extendidas dorsalmente (180º respecto al cuerpo), mientras que las extremidades posteriores son extendidas caudalmente. En la radiografía ventrodorsal, el ave se encuentra en posición dorsal, con las alas extendidas lateralmente (90º), y las extremidades posteriores extendidas dorsalmente, de forma paralela, con la extremidad adyacente (derecha) a la mesa ligeramente más caudal que la extremidad contralateral. Es importante destacar que esta posición puede reducir hasta un 60% el volumen de los sacos aéreos, pudiendo alterar el intercambio gaseoso de manera significativa. El autor recomienda siempre el uso de capnografo en cualquier anestesia de aves con peso mayor a 100 grs. Es necesario minimizar el tiempo anestésico por ello se debe de tener todo listo antes de empezar la anestesia. Estas dos posiciones se centran en la cavidad celómica del ave, pero no incluyen (o solo parcialmente) las extremidades, vértebras cervicales y cráneo. Cuando vistas radiografías de estas zonas son necesarias, se realizarán radiografías lateral y ventrodorsal en cráneo. En las extremidades torácicas o alas, realizaremos vistas mediolateral y caudocraneal. En las extremidades posteriores o patas, realizaremos vistas mediolateral y craneocaudal. Los diferentes dígitos o dedos se pueden separar utilizando esparadrapo, fijándolos directamente a la mesa o el casete. El uso de contraste es a menudo necesario, dado que la densidad de los órganos internos es parecida y resulta muy difícil determinar el la naturaleza de una “masa” cuando se identifica un área radiográfica con mayor radiodensidad de lo normal, o cuando es necesario estudiar el aparato digestivo. Hay dos tipos de contraste: Sulfato de Bario: La solución comercial se debe diluir hasta obtener una concentración del 25 - 45 %. Idealmente debe colocarse en el proventrículo directamente, evitando así la necesidad de anestesiar al paciente de nuevo, a una dosis de 20 ml/Kg. Iohexol (Omnigraf 300®): misma dosis. Teniendo presente que tiene un tiempo de tránsito casi del doble del SdB Efectuando estudios radiográficos con medios de contraste es necesario realizar siempre dos radiografías previas sin medio de contraste (VD y LL), antes de empezar el estudio. El uso de Sulfato de Bario está contraindicado si se sospecha de rotura intestinal. La radiografía es una herramienta muy utilizada ya que nos permite evaluar gran cantidad de órganos y sistemas. En la radiografía ventrodorsal, las vísceras, que presentan una forma característica de ocho o reloj de arena, deben de estar contenidas entre dos líneas paralelas entre la escápula y el acetábulo. Corazón, hígado, aparato reproductor y gastrointestinal debe de estar contenido entre estas dos líneas, de lo contrario denota organomegalia u otra anormalidad. Sistema músculo-esquelético: Diagnóstico y confirmación de fracturas, luxaciones. En animales con sospecha de enfermedad metabólica ósea, la radiodensidad de los huesos será menor de lo normal, pudiendo llegar a la misma densidad de los tejidos blandos. En hembras pre ovulatorias, podemos observar un incremento de la densidad de los huesos neumáticos. Sistema cardio respiratorio: Las enfermedades respiratorias, incluyendo la aspergilosis y la chlamydiosis son comunes en aves. En ambas enfermedades, podemos observar un aumento de la radiodensidad en las áreas de los sacos aéreos, debido a la inflamación de los sacos aéreos. Además, se observarán las “líneas” de los sacos aéreos, y/o burbujas de aire. Estos cambios indican aerosaculitis. La aspergilosis suele causar granulomas en los sacos aéreos abdominales, que se observan como áreas focales de con radiodensidad equivalente a tejido blando. Si la infección coloniza los pulmones, veremos también áreas con incremento de la radiodensidad, perdiendo la estructura de “panal de abeja” característico del pulmón. Aerosaculitis severa por aspergilosis La enfermedad cardiovascular más común es la cardiomegalia, con o sin aterosclerosis. En grandes rasgos, en la radiografía ventrodorsal, el corazón debe ocular aproximadamente entre el 50- y el 60% del ancho de la cavidad celómica a la misma altura. La visualización de la aorta abdominal indica que hay calcificación de la misma. Un estudio retrospectivo en psitácidas en cautiverio demostró que casi el 33% presentaba lesiones macroscópicas, y casi el 100% tenía cierto grado de lesiones microscópicas. Sistema gastrointestinal: Como en otras especies, muchas y diversas patologías afectan al sistema gastrointestinal. Empezando por el proventrículo, la radiografía nos puede revelar una distensión del mismo, o la presencia de un cuerpo extraño. Si se sospecha de una distensión, es indicado realizar una segunda radiografía tras introducir contraste. La fluoroscopia no solo permite evaluar la distensión del proventrículo, sino que además permite ver el nivel de contractibilidad del mismo. Esto es de especial relevancia el Síndrome de Distensión proventricular, (PDS) en psitácidas, desencadenado por un bornavirus. El aumento del tamaño del hígado es el principal diferencial de la anterior, y el uso de contraste nos ayudará a diferenciar entre ambas. Existen varias enfermedades que afectan al hígado, entre ellas la chlamydiosis, la lipidosis hepática o las toxinas producidas por el hongo aspergillus. Otras patologías de relevancia en aves de presa incluyen la amiloidosis, la infección por adenovirus o herpes virus. Sistema reproductivo: Las hembras pueden padecer diferentes problemas relacionados con el aparato reproductor. La radiografía es útil para confirmar la retención de huevos con cáscara. De lo contrario, la radiodensidad del oviducto y/o ovario activo será muy parecida a la de los tejidos circundantes, haciendo necesario el uso de la ecografía, la endoscopia o el TC para poder llegar a un diagnóstico. Manejo de patologías comunes en roedores Clinica ortopedica frecuente en animales exóticos Antibióticos en animales exóticos: cuándo, por qué y para qué